Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Sobre la base
1
Tomado y adaptado de http://uvadoc.uva.es/handle/10324/1491 y de
http://uvadoc.uva.es/handle/10324/6858
Los recursos y materiales didácticos proporcionan una fuente de actividades matemáticas
estimulantes y suficientemente atractivas como para que cambie positivamente la actitud de
los alumnos y alumnas hacia las matemáticas y la clase de matemáticas. Sobre todo, la de
aquéllos y aquellas que, teniendo capacidades matemáticas aceptables, se aburren y
encuentran las clases áridas y sin interés. No obstante, los beneficios son generales; los
materiales y recursos permiten progresar a la mayoría del alumnado más y mejor que otros
enfoques y procedimientos.
Los recursos y materiales didácticos permiten que los alumnos y alumnas realicen actividades
de forma autónoma.
El trabajo con materiales y recursos proporciona un buen entorno donde plantear
situaciones-problema.
Con ellos se pueden adaptar las actividades a cualquier nivel y a cualquier grupo de alumnos,
respetando las diferencias individuales.
Permiten el trabajo en grupos, lo que posibilita la colaboración, el debate y el diálogo entre
alumnos y alumnas y con el profesor o profesora.
Los recursos y materiales didácticos suponen buenos instrumentos para diagnosticar y
evaluar la comprensión de conocimientos matemáticos.
¿Qué dificultades presenta el material didáctico en el aula de clase?
Dificultades económicas: los materiales didácticos son caros, aunque podemos optar por
construirlos.
Dificultades estructurales: las condiciones físicas de las clases pueden dificultar el
agrupamiento y la división en tiempos puede dificultar el desarrollo de una clase adecuada.
Excesivo número de alumnos y alumnas.
Las concepciones previas de alumnos y alumnas, profesores y profesoras y padres y madres,
"los juegos se realizan en el patio", "los juegos generan mucho ruido", "las buenas clases son
aquellas donde reina el silencio".
El desarrollo curricular: Los programas, que hay que acabar, pueden suponer enemigos
irreconciliables del uso de material didáctico.
¿A quién enseñar?
Esta cuestión nos demuestra la heterogeneidad existente en las clases, pues cuando se enseñan las
matemáticas de manera verbal, hay niños con nivel alto que se aburren, mientras que otros no
comprenden la explicación. Por lo tanto, habrá que buscar una metodología más acorde a cada
realidad educativa, ya que el aprendizaje es un proceso individual que cada niño realiza a partir de
situaciones de grupo. El objetivo que debemos pretender no es que todos avancen al unísono, sino
que cada uno avance lo máximo posible. Esto lo podremos conseguir si tenemos en cuenta las
necesidades educativas de cada uno de ellos, atendiendo a la diversidad que reina en las aulas, puesto
que habrá dificultades de aprendizaje, déficits de atención, adaptaciones curriculares, discalculias…
¿Cuándo enseñar?
Ningún estudiante que vaya a aprender algo nuevo, inicia su aprendizaje desde cero o como una tabla
rasa; sino que toda adquisición es construida sobre una estructura previa de conocimientos,
empleando un estilo particular de aprendizaje, poniendo en marcha unas estrategias e inspirándose
en motivaciones e intereses personales.
¿Dónde enseñar?
En realidad, no existe un espacio restringido de aprendizaje, como el aula ordinaria; sino que,
cualquier situación puede ser propicia para aprender matemáticas. Además, al igual que en el cuándo
enseñar, aquí también se pueden adquirir conocimientos matemáticos en el patio del colegio, en
excursiones, en salidas, en actividades llevadas a cabo en el colegio, etc.
¿Cómo enseñar?
Se deberán emplear estrategias metodológicas adecuadas para desarrollar en el alumnado la
adquisición, la interpretación y el proceso de la información que les queremos aportar; y finalmente,
para que generalicen esos conocimientos. Existen diversos métodos de enseñanza. Entre los
principales nos encontramos con:
“La enseñanza directa” en la cual el docente desempeña un rol activo, explicando los
contenidos a aprender o trabajar, los cuales están relacionados con los conocimientos
previos del alumnado. A continuación, los alumnos ponen en práctica ese nuevo contenido y
el maestro les proporciona una retroalimentación sobre la manera en la que lo están
desempeñando y les ayuda si así lo precisan. Suele ser el método más utilizado.
“Modelado” el maestro expresa verbalmente los diferentes pasos que emplea para ejecutar
una tarea y el modo en el que se ha de hacer correctamente. De esta forma, sirve como
modelo de actuación para el alumno, a quien facilita la comprensión del proceso y a quién
puede aportar oralmente nuevas ideas acerca de esa ejecución.
“Diálogos y discusiones” tanto el maestro como los alumnos participan en conversaciones
sobre el contenido del aprendizaje, debatiendo aspectos tanto positivos como negativos.
“Métodos interrogativos” consiste en enseñar al alumno una guía de interrogantes o
preguntas que puedan ayudarle a tomar las decisiones oportunas cuando se enfrenta a una
tarea de aprendizaje, empleando aquellos elementos que resultan más relevantes para su
resolución. Está indicado para emplearse después del modelado.
“Grupo de aprendizaje cooperativo” se basa en la realización conjunta de las tareas de
aprendizaje por varios alumnos mediante pequeños grupos de trabajo, tomando como base
la cooperación entre ambos. Así, se favorece el desarrollo de los procesos cognitivos
mediante el debate, se toman decisiones conjuntas, etc.