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INGENIERÍA CIVIL
FACULTAD DE INGENIERÍA Tecnología de los Materiales
Una práctica bastante común consiste en utilizar el agua potable para fabricar
concreto sin ninguna verificación previa, suponiendo que toda agua que es
potable también es apropiada para elaborar concreto; sin embargo, hay ocasiones
en que esta presunción no se cumple, porque hay aguas potables aderezadas con
citratos o con pequeñas cantidades de azúcares, que no afectan su potabilidad
pero pueden hacerlas inadecuadas para la fabricación de concreto. En todo caso,
la consideración contraria pudiera ser más conveniente, es decir, que el agua para
la elaboración del concreto no necesariamente requiere ser potable, aunque sí
debe satisfacer determinados requisitos mínimos de calidad.
Características físico-químicas
Refiriéndose a las características físico-químicas del agua para concreto, no
parece haber consenso general en cuanto a las limitaciones que deben imponerse
a las substancias e impurezas cuya presencia es relativamente frecuente, como
puede ser el caso de algunas sales inorgánicas (cloruros, sulfatos), sólidos en
suspensión, materia orgánica, di óxido de carbono disuelto, etc. Sin embargo, en
Cuando el agua de uso previsto es potable, cabe suponer en principio que sus
características físico-químicas son adecuadas para hacer concreto, excepto por la
posibilidad de que contenga alguna substancia saborizante, lo cual puede
detectarse fácilmente al probarla. Se considera que si el agua es clara, y no tiene
sabor dulce, amargo o salobre, puede ser usada como agua de mezclado o de
curado para concreto, sin necesidad de mayores pruebas.
Efectos en el concreto
En diversas especificaciones y prácticas recomendadas, al establecer la calidad
necesaria en el agua de mezclado, se pone más énfasis en la valuación de los
efectos que produce en el concreto, que en la cuantificación de las substancias
indeseables e impurezas que contiene. Esto aparentemente se justifica porque
tales reglamentaciones están dirigidas principalmente a construcciones urbanas,
industriales o similares, cuyo concreto se produce en localidades donde
normalmente se dispone de suministro de agua para uso industrial o doméstico.
No siempre ocurre así durante la construcción de las centrales eléctricas,
particularmente de las hidroeléctricas, en donde es necesario acudir a fuentes de
suministro de agua cuya calidad es desconocida y con frecuencia muestra señales
de contaminación. En tal caso, es prudente determinar en primer término las
VERIFICACIÓN DE CALIDAD
La verificación de la calidad del agua de uso previsto para elaborar el concreto,
debe ser una práctica obligatoria antes de iniciar la construcción de obras
importantes, como es el caso de las centrales para generar energía eléctrica. Sin
embargo, puede permitirse que esta verificación se omita en las siguientes
condiciones:
a) El agua procede de la red local de suministro para uso doméstico y no se le
aprecia olor, color ni sabor; no obstante que no posea antecedentes de uso
en la fabricación de concreto.
b) El agua procede de cualquier otra fuente de suministro que cuenta con
antecedentes de uso en la fabricación de concreto con buenos resultados, y
no se le aprecia olor, color ni sabor.