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el derecho
internacional
y los derechos
nacionales
Víctor M. Sánchez
Víctor Luis Gutiérrez Castillo
PID_00145723
© FUOC • PID_00145723 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
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Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 7
Resumen....................................................................................................... 35
© FUOC • PID_00145723 5 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
Introducción
En octubre del 2008 el juez Baltasar Garzón de la Audiencia Nacional adoptó Consulta recomendada
un auto por el que admitía a trámite las denuncias presentadas por diferentes
Auto núm. 5 de la Audiencia
personas por presuntos delitos (torturas, detenciones ilegales, desapariciones Nacional, declarándose com-
forzadas, muertes, etc.) atribuidos al bando nacional desde el 17 de julio de petente en casos de crímenes
contra la humanidad cometi-
1936 (con el inicio de la Guerra Civil) hasta 1952 (fecha que cierra las represa- dos por el franquismo.
lias más intensas adoptadas contra el bando de los perdedores del conflicto).
La aceptación inicial de la competencia por la Audiencia Nacional se fundaba,
principalmente, en la aplicación de normas de derecho internacional público
convencionales, consuetudinarias y de otra condición que, a juicio del magis-
trado, resultaban aplicables al caso para resolver espinosas cuestiones jurídi-
cas como la tipicidad como crímenes de lesa humanidad de las conductas, la
naturaleza de este delito, su aplicación retroactiva, el carácter amnistiable del
mismo o su prescripción.
Si leéis el auto veréis que el juez cita, para fundamentar su decisión, la Convención de
Ginebra de 1864, con la que se dio comienzo a la codificación del derecho humanitario,
las Convenciones de La Haya de 1899 y 1907 sobre leyes y usos de la guerra, la "cláusula
Martens", los "principios de Nuremberg", el Convenio Europeo de Derechos Humanos
(1950), sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos (1966), los Estatutos de los Tribunales de Nuremberg y
Tokyo que juzgaron a los principales responsables de la Segunda Guerra Mundial... y así
hasta acumular más de veinte textos de relevancia jurídica internacional.
Todos los textos internacionales citados forman parte, con uno u otro alcance,
de las fuentes del derecho internacional. Es cierto que, analizado en profundi-
dad el auto, nuestro juez más universal navega por aguas jurídicas que no aca-
ba de dominar. Sabe de antemano el puerto donde quiere amarrar, pero des-
conoce los rudimentos de tan heroica navegación, los vientos y las corrientes
más esenciales. Parte de la afirmación, alusiva al valor normativo interno del
magma jurídico internacional en que apoya sus razonamientos, de que:
"Ningún Gobierno u otro poder del Estado, especialmente el judicial, pueden desconocer
estos valores y principios que antes que estatales son humanos y que necesariamente se
integran en el sistema de derecho interno, de ahí su obligatoriedad".
En este módulo, vamos a analizar estas relaciones desde los dos ángulos posi-
bles. Desde el derecho nacional, en especial el caso del derecho español, con-
viene conocer las reglas que condicionan los efectos jurídicos del derecho in-
ternacional en el ordenamiento jurídico español. Desde la perspectiva del de-
© FUOC • PID_00145723 6 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
Objetivos
3. Conocer las reglas españolas relativas a las relaciones entre el derecho in-
ternacional y nuestro ordenamiento jurídico. Entender sus consecuencias
en la práctica profesional.
Los estudiosos del derecho internacional han creado distintos modelos teóri-
cos que intentan, de forma general, resolver las relaciones entre las normas de
derecho internacional y las normas de cuño interno o nacional. Para haceros
una idea de la dificultad de este esfuerzo conceptual, cuando nos referimos a
las normas internas o nacionales se suele pensar en normas que emanan de
un sistema de fuentes específico para cada Estado –leyes, reglamentos, etc.–,
creados por los órganos que, en su interior (Parlamento, Gobierno, etc.), tie-
nen reconocida cierta potestad legislativa. Tienden a regular, por lo general,
las relaciones de las personas –físicas o jurídicas– entre sí o con el Estado, y de
los distintos órganos que configuran el propio Estado institucionalmente. Ba-
jo la expresión genérica de "derecho interno", de este modo, aludimos a unos
200 ordenamientos jurídicos nacionales (tantos como Estados) dotados de sus
respectivas constituciones o normas fundamentales, y de multitud de proce-
dimientos normativos generales, regionales o locales que dan vida a infinidad
de normas internas.
1.1. Monismo
b) Los sujetos son, en ambos casos, los seres humanos, ya que las obligaciones
y derechos que tienen los Estados en derecho internacional son las que tienen
los individuos que actúan como órganos de cada Estado.
Así, en el ejemplo anterior, la posición mayoritaria de los monistas hará que la Ved también
obligación asumida por el Estado de perseguir penalmente la tenencia de por-
Estos argumentos forman par-
nografía infantil cubra el vacío legal interno, prevaleciendo sobre las normas te del debate más general so-
del Código penal que no entiende como perseguible la misma conducta. Las bre la naturaleza jurídica del
derecho internacional a la que
razones para argumentar esta superioridad del derecho internacional sobre el ya nos referimos en el módulo
1.
derecho interno varían de autor en autor, sin que ninguna de ellas acabe de
ser satisfactoria intelectualmente.
© FUOC • PID_00145723 11 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
Ejemplo
1.2. Dualismo
"Las cosas nunca son como a primera vista las figuramos, y así ocurre que cuando empe-
zamos a verlas de cerca, cuando empezamos a trabajar sobre ellas, nos presentan raros y
hasta desconocidos aspectos, que de la primera idea no nos dejan a veces ni el recuerdo;
tal pasa con las caras que nos imaginamos, con los pueblos que vamos a conocer, que
nos los hacemos de tal o de cual forma en la cabeza, para olvidarnos repentinamente
ante la vista de lo verdadero".
b) Una vez hecha esta recepción, resulta especialmente provechoso saber qué
principios resolverán los problemas de la norma aplicable que puedan tener
los operadores jurídicos en caso de conflicto de obligaciones. Si una norma
de derecho internacional y una norma puramente estatal tienen los mismos
sujetos destinatarios y el mismo ámbito espacial y temporal de validez, pero
contenidos contradictorios, ¿cuál tiene que ser aplicada? La respuesta nos dará
la jerarquía de la norma internacional en el plano interno.
Puede servirnos de ejemplo el caso de Israel y de los Estados islámicos que, dentro de su
rivalidad sangrienta, tienen algunos elementos normativos comunes: su fuente suprema
de derecho se basa en textos y tradiciones "sagrados". En el caso de Israel, la influencia de
la religión en la sociedad impidió incluso aprobar una Constitución escrita por conside-
rar que la máxima ley nunca debe ser terrenal, pues las leyes básicas son la Torá, el Tanaj,
el Talmud y el Shulján Aruj. Por ello, el Estado se rige por unas leyes fundamentales es-
tablecidas por la Knéset que afectan a toda la estructura estatal. En los Estados islámicos,
como Irán o Arabia Saudita, las fuentes de derecho son el Corán y la Sharia, fuente de
legitimidad de la estructura jurídico-política del sistema. Estas razones hacen que, desde
una perspectiva interna, la legitimidad de cualquier norma internacional quede determi-
nada por su conformidad con las normas internas de naturaleza suprahumana. Ambos
modelos comparten, así, una visión fuertemente dualista del derecho.
El análisis cabal de las formas de recepción del derecho internacional por los
derechos internos debe partir de la diferenciación de las fuentes de derecho in-
ternacional cuya recepción se propone estudiar. Por su naturaleza, la incorpo-
ración de los tratados internacionales, que es derecho escrito, no puede reali-
zarse mediante los mismos mecanismos que la recepción de la costumbre, que
es derecho no escrito. En la exposición, nos centraremos en los mecanismos
de recepción de las dos fuentes cuantitativamente más relevantes del derecho
internacional: los tratados y la costumbre.
a)�Un�modelo�de�incorporación�inmediata,�o�recepción�automática, es el
establecido en el artículo 53 de la Constitución francesa de 1958 que establece
que los tratados surtirán efecto después de haber sido ratificados o aprobados.
© FUOC • PID_00145723 15 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
El modelo francés
La Constitución de los Países Bajos –artículo 93, revisado en 1956–, así como la de nu-
merosos Estados africanos francófonos, han seguido el modelo francés de introducción
por publicación. También, como veréis, la Constitución española de 1978.
una redacción que podría pensar que estamos ante una incorporación inmedia-
ta, al afirmar que los tratados concluidos por Estados Unidos forman parte
del derecho de la nación y, de forma inmediata, obligan a los jueces y a las
autoridades públicas:
ART.�VI. "This Constitution and the Laws of the United States which shall be made in
Pursuance thereof; and all Treaties made, under the Authority of the United States, shall
be de supreme Law of the Land; and the Judges in every State shall be bound thereby, any Thing
in the Constitution or Laws of any State to the Contrary not-withstanding".
Los ordenamientos internos que reciben los tratados de forma automática ga-
rantizan mejor, por lo general, la seguridad jurídica y la eficacia de las normas
internacionales, esto es, el cumplimiento íntegro y sin dilaciones indebidas de
los tratados. Las aguas internacionales se filtran directamente al derecho inter-
no, como el agua de lluvia riega los campos. Por el contrario, los modelos que
exigen la transformación de los tratados celebrados en norma interna pueden
dar lugar a la incorporación, en la norma interna, de aditivos no presentes en
la muestra original, o a la destilación de su contenido normativo para dejar
inaplicados, internamente, aspectos acordados con otros estados que luego se
vuelven inoportunos para las autoridades nacionales. O a la dilación indebida
de la eficacia interna de los tratados concluidos en ausencia o retraso del acto
de incorporación.
¿Y cuáles son los costes entonces de los modelos de recepción automática? Las
garantías para los individuos de estas formas de recepción pueden ser inferio-
res. Los tratados internacionales contienen con frecuencia normas que modi-
fican los derechos subjetivos de los particulares, crean nuevas cargas públicas,
y pueden alterar la aplicación de leyes aprobadas por los Parlamentos nacio-
nales, sin que hayan concurrido las debidas garantías democráticas, en ausen-
cia de participación en su celebración, o participación menor, de los órganos
de representación directa de la voluntad del pueblo.
© FUOC • PID_00145723 17 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
Nota
Suele suceder entonces que los Estados que permiten una participación relevante del Par-
lamento nacional, previa a la conclusión de tratados internacionales, opta por un mode-
lo de recepción inmediata o casi inmediata de los tratados. Es el caso de Estados Unidos,
cuyo artículo II de la Constitución otorga al presidente el poder de celebrar tratados "by
and with the advise and consent of the Senate, provided two thirds of the Senators pre-
sent concur [...]". Y que los Estados que conceden en exclusiva al Gobierno la celebración
de tratados, exigen más tarde la incorporación de su contenido mediante ley interna, lo
que conlleva la participación a posteriori de los órganos que ostentan la representación
popular. Se trata del supuesto de Gran Bretaña que reserva a la Corona (el Ejecutivo) el
privilegio para la celebración de tratados, y luego limita sus efectos internos mediante
la necesaria aprobación de una ley del Parlamento que lo incorpore a su ordenamiento
nacional.
Nota
Esta circunstancia tiene explicación. La mayoría de las Constituciones hoy vigentes fue-
ron elaboradas o revisadas después de la Segunda Guerra Mundial, en plena sociedad
internacional contemporánea. A diferencia del derecho internacional clásico, desde la
Carta de las Naciones Unidas a los tratados internacionales (los acuerdos, tratados, con-
venios... en definitiva, textos escritos), son la fuente más frecuentes de creación de obli-
gaciones internacionales, en detrimento de las normas consuetudinarias, menos tangi-
bles y de mayor carga subjetiva en cuanto a su valoración.
"Las reglas generales del Derecho internacional público son parte integrante del Derecho federal.
Tienen primacía sobre las leyes y crean directamente derechos y obligaciones para los
habitantes del territorio federal".
U.�S.�Supreme�Court,�175�U.�S.�677�(1900)
Al poco del inicio de la guerra entre España y Estados Unidos en 1898, dos pequeños
barcos pesqueros españoles de bajura que salían a faenar desde la Habana, el Paquete
Habana y el Lola, fueron apresados por barcos de guerra norteamericanos, conducidos
a puerto, confiscados y puestos a la venta como botín de guerra, en ejercicio de un pre-
sunto derecho de presa. En general, el derecho internacional permite apoderarse de los
barcos que navegan bajo bandera del enemigo durante el período de guerra. El capitán
del barco, sin embargo, inició una demanda ante los tribunales estadounidenses alegan-
do que era una costumbre antigua entre los Estados que los barcos de pesca de bajura,
en el ejercicio correcto de su actividad pesquera, quedaban exentos de la captura como
botín de guerra del enemigo. El Tribunal Supremo de Estados Unidos realizó un repaso
de la práctica de Estados Unidos desde 1403 (mencionando dos órdenes de Enrique IV
a sus almirantes) hasta 1898, para certificar la existencia de la costumbre internacional
alegada por el capitán español y acabar aceptando la pretensión del demandante al en-
tender que "el derecho internacional forma parte de nuestro derecho y puede ser investigado y
aplicado por los tribunales de justicia, dentro del ámbito de su propia competencia, tantas veces
como depende de su aplicación la solución de una cuestión jurídica que se le haya sometido. A
este fin, es lícito recurrir a las costumbres y usos de las naciones civilizadas en defecto
de tratado, ley, acto legislativo del Gobierno o precedente judicial decisión judicial". La
sentencia del Tribunal Supremo ordenó revocar la decisión previa de la Corte de Distrito
y la restitución de los buques y sus cargas a los demandantes.
"En mi opinión, ni la más decisiva prueba del consentimiento unánime por parte de
otras naciones sería bastante para autorizar a los tribunales de este país a aplicar, sin que
mediara una Ley del Parlamento, lo que sería de hecho una ley nueva. Si lo hiciésemos
cometeríamos una usurpación en el ámbito competencial del Poder Legislativo".
© FUOC • PID_00145723 19 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
"debe presumirse que cualquier regla que haya recibido el consentimiento generalizado
de las naciones civilizadas, lo ha recibido también por parte de Inglaterra [...] y en tal
concepto debe ser reconocida y aplicada por los tribunales ingleses cuando se les presen-
ten casos en los que estas normas sean aplicables".
"Every state has jurisdiction under customary international law to exercise extra-terri-
torial jurisdiction in respect of international crimes which satisfy the relevant criteria.
Whether its courts have extra-territorial jurisdiction under its internal domestic law de-
pends, of course, on its constitutional arrangements and the relationship between cus-
tomary international law and the jurisdiction of its criminal courts. The jurisdiction of
the English criminal courts is usually statutory, but it is supplemented by the common
law. Customary international law is part of the common law, and accordingly I consider
that the English courts have and always have had extra-territorial criminal jurisdiction
in respect of crimes of universal jurisdiction under customary international law".
Modelos constitucionales
a) Constituciones que contienen una disposición que establece la adopción obligatoria, aunque
no automática, de las normas de derecho internacional general. Un ejemplo histórico se
encuentra en el artículo 7 de la Constitución española de 1931, en el que se indicaba:
"El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional general, in-
corporándolas a su Derecho positivo".
© FUOC • PID_00145723 20 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
b) Constituciones que adoptan automáticamente tales normas en los ordenamientos internos sin
expresar su rango. Debiendo de acudir a la práctica para ver cómo se resuelve. Este es el ca-
so del artículo 10 de la Constitución italiana de 1948. O la interpretación que se ha dado
al preámbulo de la actual Constitución de Marruecos, en la que se afirma: "Consciente de
la necesidad de colocar su acción en el marco de los organismos internacionales, en que
se integra en tanto que miembro activo y dinámico, el Reino de Marruecos subscribe los
principios, derechos y obligaciones que emanan de las cartas de dichos organismos y rea-
firma su adhesión a los Derechos Humanos tal como son universalmente reconocidos".
En este caso, los tribunales internos aplican las normas consuetudinarias sin necesidad
de acto especial de recepción de dichas normas.
Para que entiendas mejor esta cuestión, queremos que trasladéis ahora de nue-
vo vuestra atención al artículo VI de la Constitución de Estados Unidos. Si lo
leéis con atención, veréis que fija la jerarquía de los tratados en la pirámide de
fuentes de Estados Unidos. Esta disposición indica que, en este país, los trata-
dos son, como la Constitución norteamericana y las leyes federales, el "dere-
cho supremo del país" y garantiza su superioridad frente a las Constituciones
y leyes de los Estados miembros. La disposición resuelve una duda. Abre otra.
Los tratados internacionales están por encima de una parte muy importante
de la normativa estadounidense. Pero no cierra la cuestión de cuál es su rela-
ción con las leyes federales que aprueba el Congreso, o con su Constitución.
La jurisprudencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos se ha encargado
de aclarar que los tratados internacionales tienen una categoría inferior a la
Constitución y un rango igual a las leyes del Congreso, de modo que pueden
ser revocadas o reformadas con una ley federal posterior del Congreso. Son
iguales que las leyes federales y, por consiguiente, se les aplica la regla clásica
de lex posteriori derogat priori ("last-in-time-rule") una vez alcanzada una con-
© FUOC • PID_00145723 21 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
Breard v. Green
U.�S.�Supreme�Court.�523�U.S.�371�(1998)
"We have held 'that an Act of Congress [...] is on a full parity with a treaty, and that when
a statute which is subsequent in time is inconsistent with a treaty, the statute to the
extent of conflict renders the treaty null'. Reid v. Covert,354 U. S. 1, 18 (1957) (plurality
opinion); see also Whitney v. Robertson,124 U. S. 190, 194 (1888) (holding that if a treaty
and a federal statute conflict, 'the one last in date will control the other'). The Vienna
Convention –which arguably confers on an individual the right to consular assistance
following arrest– has continuously been in effect since 1969. But in 1996, before Breard
filed his habeas petition raising claims under the Vienna Convention, Congress enacted the
Antiterrorism and Effective Death Penalty Act (AEDPA), which provides that a habeas petitioner
alleging that he is held in violation of 'treaties of the United States' will, as a general rule, not
be afforded an evidentiary hearing if he 'has failed to develop the factual basis of [the] claim in
State court proceedings'. 28 U. S. C.A.§ 2254(a), (e)(2) (Supp. 1998). Breard's ability to obtain
relief based on violations of the Vienna Convention is subject to this subsequently-enacted rule,
just as any claim arising under the United States Constitution would be".
Establecer que una norma internacional forma parte del derecho interno, con
una u otra jerarquía, no conlleva necesariamente un incremento de los dere-
chos subjetivos –o de las obligaciones– de los particulares. De hecho, en la
mayor parte de las ocasiones el derecho internacional carecerá de esta con-
secuencia, dado que regula principalmente relaciones entre Estados. La Con-
vención de Viena sobre derecho de tratados (1969), publicada en el BOE, no
crea derechos subjetivos a favor de los particulares, invocables en el plano na-
cional frente al Estado o frente a otros particulares; como tampoco lo hace la
Carta de las Naciones Unidas (1945). No obstante, existen ciertos casos en los
que las normas internacionales han sido concebidas para hacer aparecer, en el
patrimonio jurídico de los particulares, nuevos derechos u obligaciones recla-
mables ante los órganos de justicia frente a las autoridades públicas o frente a
© FUOC • PID_00145723 23 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
El llamado asunto Van Gend & Loos fue el primer caso en el que el TJCE estableció la
noción de efecto directo para el derecho comunitario, que no deja de ser una manifes-
tación específica de lo que acabamos de explicar. El caso se planteó en relación con el
TCEE. En este caso, el TJCE se tuvo que pronunciar en un recurso prejudicial sobre la po-
sibilidad de que el artículo 12 TCEE pudiera ser invocado directamente por un particular
(la empresa Van Gend & Loos) para extraer un derecho subjetivo oponible a un Estado
(Países Bajos). El antiguo artículo 12 TCEE decía lo siguiente: "Los Estados miembros se
abstendrán de introducir entre ellos nuevos derechos de aduana a la importación y a la
exportación o impuestos de efecto equivalente, y de aumentar los que aplican en sus
relaciones comerciales mutuas". La interpretación que hizo el TJCE de esta disposición
afirma la capacidad de los tratados constitutivos mismos para crear derechos y obligacio-
nes en la esfera jurídica de los particulares que los tribunales y jueces nacionales están
obligados a garantizar: "En consecuencia, el derecho comunitario, con independencia de
la legislación de los Estados miembros, igual que crea obligaciones para los particulares,
está también destinado a engendrar derechos que entran dentro de su acervo jurídico;
[...] éstos no sólo nacen cuando el tratado hace una atribución explícita a su favor, sino
también a favor de obligaciones que el tratado impone de manera bien definida, tanto a
los particulares como a los Estados miembros y a las instituciones [...] según el espíritu, la
economía y el texto del tratado, el artículo 12 tiene que ser interpretado en el sentido que produce
efectos inmediatos y engendra derechos individuales que los órganos jurisdiccionales tienen que
salvaguardar" (STJCE, de 5 de febrero de 1963, cit. págs. 23-25).
© FUOC • PID_00145723 24 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
3.1. Tratados
3.1.1. Recepción
STS�de�12�de�marzo�de�1985,�RCJ,�1985,�núm.�4.739
"1) Los Tratados internacionales válidamente celebrados, una vez publicados oficialmen-
te en España, formarán parte del ordenamiento interno. Sus disposiciones sólo podrán
ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios Tratados o
de acuerdo con las normas generales del Derecho Internacional.
El artículo, como veis, no indica que los tratados internacionales tienen rango
o jerarquía superior a la ley. Sólo hace referencia a cómo pueden ser modifi-
cadas, derogadas o suspendidas sus disposiciones. De hecho, el artículo 6 del
Título 1 del Anteproyecto de Constitución, de donde deriva el actual artículo
96, contenía una cláusula en la que explícitamente se decía que:
"Los tratados internacionales válidamente celebrados tendrán, una vez publicados, jerar-
quía superior a la de las leyes". Consulta recomendada
De un lado, el párrafo 2 establece el procedimiento que se debe seguir para Ved también
la denuncia de tratados. Es decir, si las Cortes han intervenido en la conclu-
Ved el módulo 2 sobre qué se
sión de tratados mediante su autorización, el Gobierno no puede denunciar entiende por denuncia de un
el tratado sin obtener antes la misma aprobación (quedaría en el aire si este tratado internacional.
procedimiento debe ser también seguido para los tratados donde la participa-
ción de las Cortes se ha hecho por la vía del artículo 93 que requiere autori-
zación mediante ley orgánica). De otro, que mediante una ley no es posible
modificar, suspender o derogar disposiciones de un tratado publicado y, por
consiguiente, éstas continúan siendo aplicables, aunque su contenido y el de
una ley (previa o posterior) no sean compatibles. De esta norma se ha dedu-
cido, jurisprudencialmente, la prevalencia o primacía de los tratados publica-
dos con respecto a leyes anteriores o posteriores en caso de conflicto de obli-
gaciones. Lo que, en rigor, no es lo mismo que ostentar un rango o jerarquía
superior a la ley, sino afirmar que las materias reguladas mediante tratado pu-
blicado oficialmente en España son lex specialis y tienen aplicación preferente
con respecto a otras leyes o normas con rango de ley en caso de conflicto de
obligaciones. En el trance de tener que dar aplicación concreta a una norma
u otra, los tribunales o la Administración deben dar preferencia a la norma
internacional convencional.
(39.1 LOTC)
Declaración�del�Pleno�del�TC�de�1�de�julio�de�1992,�BJC,�núm.�135,�julio�de�1992
"El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional, incorporán-
dolas a su derecho positivo".
© FUOC • PID_00145723 29 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
La Vanguardia, viernes 25 de
Esta disposición desapareció en el texto del Anteproyecto de Constitución pa- noviembre de 1977, pág. 5.
ra no volver. Así que la intención de los redactores de la Constitución española
(1978) fue la de no reconocer a la costumbre o los principios generales del de-
recho internacional el mismo valor que se otorgó a los tratados internaciona-
les. Aunque en la doctrina española se ha querido deducir de la mención eté-
rea del preámbulo al "fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz
cooperación entre todos los pueblos" y de ciertas sentencias preconstituciona-
les, un argumento a favor de la recepción inmediata de la costumbre en el
derecho español en ausencia de regulación clara y expresa en la Constitución,
por nuestra parte vemos también posible defender que el principio de legali-
dad y de seguridad jurídica contenido en su artículo 9.3 disminuye el valor
de las normas universales del derecho internacional en derecho español, en
especial si afectan negativamente a derechos individuales. Podría quedar sub-
sumido en el papel que se reconoce a la costumbre en el artículo 1 del Código
civil: la costumbre (nacional o internacional) sólo rige en defecto de ley, y los
principios generales en defecto de ley o costumbre, sin perjuicio de su carác-
ter informador del ordenamiento jurídico. Esta forma de situar la costumbre
internacional dentro del derecho español tiene dos excepciones.
José A. Pastor Ridruejo cita, para justificar que en nuestro ordenamiento la costumbre se
recibe de forma automática, la Sentencia del TS de 16 de diciembre de 1927 (Jurisprudencia
Civil, t. 179, 1927, pág. 475); y la Sentencia del TS de 29 de junio de 1967 (Aranzadi,
núm. 3 161, 1967). También afirma el carácter supralegal de la costumbre invocando
la analogía con el artículo 96 de la CE, cuando aquí el rango de la costumbre citada es
constitucional.
descartó la idea de que ciertas prácticas aisladas de los Estados hubieran cambiado esta
regla general del derecho internacional.
Como se verá con mayor precisión en el módulo 8, los Estados pueden incu-
rrir en actos ilícitos internacionales que suscitan su obligación de reparar el
daño causado. El hecho ilícito del Estado es una conducta, activa o pasiva,
imputable a un órgano del Estado, con independencia del poder al que per-
tenezca. Esto tiene como correlato la posibilidad de que un acto legislativo
o reglamentario, o la decisión de un juez, puedan suscitar la responsabilidad
internacional del Estado. No es inusual, por ello, que los tribunales interna-
cionales llamados a determinar el incumplimiento por un Estado del derecho
internacional deban interpretar las normas de derecho interno de un Estado
para establecer su compatibilidad con las obligaciones internacionales asumi-
das por el mismo. El tribunal internacional no podrá declarar la nulidad de
esas normas internas, pero sí determinar que su existencia supone una vulne-
ración del derecho internacional.
La mañana del 21 de marzo de 1921, las autoridades alemanas negaron el acceso y paso
libre al canal de Kiel al vapor Wimbledon, utilizado por la compañía francesa de arma-
mento Les Affréteurs Réunis, rumbo a Danzing con una carga de 4.000 toneladas de bie-
nes (material militar).
Los Gobiernos de Gran Bretaña, Francia, Italia y Japón como solicitantes, y el de Polo-
nia como interviniente, iniciaron una demanda (application instituting proceeding) contra
Alemania ante la Corte Permanente de Justicia Internacional, tribunal competente en
virtud del artículo 386 del Tratado de Paz de Versalles de 1919. Los demandantes pedían a
la Corte que condenara a Alemania a reparar los daños ocasionados a la compañía de ar-
mamento francesa en violación del artículo 380 del mismo tratado, el cual expresamente
establecía el derecho de libre paso sobre el canal de Kiel para los navíos comerciales o
militares de naciones que no estuviesen en guerra con Alemania.
La Corte argumentó, en su fallo de 17 de agosto de 1923, que "una norma sobre neutra-
lidad, emitida por un Estado individual, no podía prevalecer sobre el Tratado de Paz". Se-
gún el fallo de la Corte, "Alemania no podía sobreponer sus órdenes de neutralidad contra
las obligaciones que ella misma había aceptado bajo ese artículo" (parte IV-A del fallo).
© FUOC • PID_00145723 34 Relaciones entre el derecho internacional y los derechos nacionales
Resumen
Uno de los aspectos más importantes para los profesionales del derecho es co-
nocer en qué medidas las normas u otros actos jurídicos, propios del derecho
internacional, tienen una repercusión práctica en el derecho aplicable dentro
de los Estados. La ampliación del radio normativo del derecho internacional,
incorporando la regulación de conductas de los individuos, o de los Estados
con respecto a los individuos, ha alongado el número de supuestos en los que
el derecho internacional público puede ser determinante dentro de los Esta-
dos. Los modos particulares de cada Estado de incorporar esas normas inter-
nacionales al derecho nacional, y de definir sus relaciones jerárquicas con res-
pecto a los normas de cuño estrictamente interno, son decisivas para dotar de
plena eficacia al derecho internacional.