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Javier Manterola
PUENTES
Apuntes para su diseño¡ cálculo y construcción
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PUENTES
Apuntes para su diseño, cálculo y construcción
Javier Manterola
Este libro se lo dedico a Lolacha, Carlos, Santi y Lolacha hija.
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Contenido de la obra
VOLUMENI VOLUMENH
Capitulo 1 Capítulo 11
Historia del puente Puentes de ferrocarril 513
Capítulo 2 Capítulo 12
Planteamiento general del puente 67 Puentes rectos y curvos sobre 563
apoyos puntuales
Capítulo 3
El tablero de vigas de hormigón 97 Capítulo 13
Pilas, apoyos y cimentaciones 583
Capítulo 4
Puentes losa de hormigón 175 Capítulo 14.
Estribos de puentes 663
Capítulo 5
La sección cajón de hormigón 213 Capítulo 15
Construcción de puentes 693
Capítulo 6
Tableros metálicos y mixtos 319 Capítulo 16.
Cálculo general de puentes rectos 773
Capítulo 7
El tablero oblicuo 371 Capítulo 17
El puente arco 897
Capítulo 8
El tablero curvo 411 Capítulo 18
Puentes atirantados 989
Capítulo 9
Puente pórtico 445
Capítulo 10
Puentes en celosía 469
!ndice Volumen! VII
Presentación
Esta es la razón por la que este libro no lleva adjunto las referencias
bibliográficas de todos los libros que he estudiado y leído a lo largo de tanto tiempo.
Pues es muy difícil adjudicar a una lectura detenninada la razón de ser de un
detenninado planteamiento que viene avalado sobre todo por obras vistas en la
realidad o en las revistas. Para un diseñador de puentes ambas herramientas, ver y
leer, son absolutamente necesarias e imprescindibles. Una idea que aparece en una
constmcción determinada puede llevar en sí el gennen de muchos puentes. Puede
fecundar otras mentes y hacer que ellos cambien. El conocimiento teórico, más
constante y siempre presente y necesario, no es la mejor respuesta a detenninados
estímulos de la realidad.
x PUENTES
Javier Manlerola Annisen
Después de una pequeña introducción, doy paso al capítulo 1 con una corta
historia de los puentes. Soy firmemente partidario de que una persona que quiera
saber de verdad de puentes conozca su historia. Todo el diseño actual de puentes debe
realizarse dentro de un detelminado contexto, el cual es el resumen de la vigencia
actual de la historia de los puentes, de la cultura, moda y modos imperantes en la
cultura general y edificatoria. Nuestra historia, la historia de los puentes es muy
brillante y la que corresponde a los siglos XIX y XX asombrosa. Son muchas las
fonnalizaciones verdaderas que se han producido en este tiempo, entendiendo por
verdaderas las que han iluminado otras mentes, descubriéndole qué es eso de ser
puente. Toda definición de un puente, de su verdad y su bondad, no puede
establecerse fuera de la expresión de su presencia. Toda la historia nos concierne y
nos ilumina. Estudiarla debe trascender el pequeño resumen que se expone en este
capítulo.
a la de las cimbras autoportantes o autocimbras que pueden puentear entre dos pilas
penllanentes o entre la pila y el extremo del dintel construido. De todas maneras la
frontera que limita a estas dos familias de puentes es difusa pues está sujeta a las
variaciones de las posibilidades constructivas.
En el caso de los puentes arco, capíhl10 17, se empieza analizando los tres
tipos de puentes arco, arco con tablero superior, arco con tablero intermedio y arco
con tablero inferior. Se analizan sus disposiciones y dimensionamiento, tanto en
hormigón como en acero, en arco simple, aporticando o tímpano en el caso de puente
con tablero superior. Se analizan igualmente los arcos con tablero intennedio e
inferior también en acero u hormigón. En todos ellos se plantean los distintos
problemas resistentes que suscitan, la eficacia de las distintas disposiciones, y su
respuesta resistente. Los modelos de calculo más habituales así como todos los
procesos constmctivos utilizados, cimbras, avance en voladizo, basculamiento, etc.
Este libro debe mucho a mucha gente. En primer lugar a mis profesores de la
Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid, sobre todo en la sección de estructuras,
que siempre fue la que más me interesaba. Aunque todos eran excelentes, debo
destacar a dos, Torroja y Femández Casado. De TOIToja esperábamos poder absorber
su penetración y conocimiento estructural, así como su talento en la fonnalización de
lo resistente. De Femández Casado muchas cosas, como que la vida no es un conjunto
de depmiamentos estancos sino un conjunto unitario que se manifiesta en múltiples
direcciones. Aprendí la importancia de la constancia, de ordenar la inteligencia.
Además me dio la opOliunidad, la enOlme satisfacción de sentir agradecimiento.
INTRODUCCiÓN
Las condiciones funcionales las impone el acero por ejemplo, son el resultado de años
el móvil que utiliza la vía. En un puente me- de búsqueda de materiales mas resistentes,
dieval el perfil longitudinal en "lomo de asno" económicos y fáciles de obtener que lo que es
era perfectamente compatible con las exigen- la piedra y la madera, los cuales son los mate-
cias del caminante o los carros y caballerías riales clásicos de la historia de la construcción.
que utilizaban el puente. Con este perfil se
resolvía un problema importante, por un lado De la misma manera, de rudimentarios
adecuar el perfil del puente a unas márgenes conocimientos sobre la respuesta de determi-
situadas a poca altura sobre el agua y por otro nadas disposiciones resistentes, obtenidas por
permitir la disposición de arcos de cierta luz, procedimientos de prueba y error, se ha pasado
cuyos peraltes permitían su adecuada confor- a un adecuado control de la respuesta resistente
mación y un fácil paso de las aguas. Hoy en de estructuras cada vez mas complejas y
día un perfil en "lomo de asno" es totalmente eficaces. Conocernos bien el comportamiento
incompatible con las exigencias del tráfico de de arcos, celosías, vigas de grandes dimensio-
vehículos, Fig. 0.1. nes, tableros atirantados o colgados. Sus dispo-
siciones están además bastante optimizadas de
Existe otra condición funcional que el manera que se conocen, en los casos nonnales,
móvil impone al puente. Se trata de su rigidez. con suficiente precisión, que es mas barato o
Un puente se defonna al paso de los vehículos. mas caro. Fig. 0.2.
Se producen acortamientos o alargamientos,
giros, flechas, cOlTimientos en general que
cambian las características del trazado. Las
vibraciones del puente y su deformación, ra-
ramente eran tenidas en cuenta y su valor no
influía en las condiciones de cruce y en el con-
fort del usuario. Hoy en día pasa lo mismo en
la mayoría de las ocasiones pero existen mó-
viles, como por ejemplo, el tren de alta veloci-
dad, que acota la cantidad de deformación que
a su paso se puede producir en el puente ó en
las pasarelas de peatones que deban controlar
su respuesta dinámica para asegurar un cruce Fig 02.(2) Puente del Escudo (Can/abria)
confOliable.
Fig. 02 (1) Puente de Cuatro Caminos- Madrid Fig 02.(3)Puente de Barrios de Luna (León)
INTRODUCCIÓN XIX
Fig 03
Junto a estas posibilidades que constitu- Broolelyn, Fig. 0.3 la intensidad del cruce y el
yen la tipología estructural y los múltiples coste de realizar un puente apareció como
modelos de puentes que conocemos, el desa- evidente. Posibilidades y necesidades están
rrollo en la geotécnia y las posibilidades de siempre relacionadas y la historia de los
cimentación permiten realizar apoyos seguros puentes no es sino la expresión de esta
en cursos de agua, laderas de montañas, y casi relación. Los puentes han ido satisfaciendo
cualquier otro caso, resolviendo uno de los necesidades sociales alumbradas por lo
problemas clásicos de los puentes a lo largo de posible.
su historia, realizar cimentaciones seguras para
que el río, por ejemplo, y la socavación que En esta introducción han ido apare-
produce en el cauce y en la propia pila, no lo ciendo variables que pertenecen al puente. Sus
arruinen en épocas de avenidas. condiciones funcionales, impuestas por el
tráfico que utilizan, las dificultades que pre-
Las posibilidades y las necesidades no senta el obstáculo que hay que salvar y que la
son variables independientes. Realizar un tecnología permite resolverlas. Sin embargo el
puente entre Londres y Nueva Yorle no se puente no queda atrapado en este concepto.
siente como necesario hoy en día, pero si se
viese la posibilidad de realizarlo, a costes ra- Nos aproximamos mas a lo que es un
zonables, seguro que aparecería la necesidad puente si introducimos la historia. Todo puente
con apremio. Hoy en día se están realizando no es sino un momento en la historia de los
obras que hace pocos años resultaban inimagi- puentes. Toda la tradición heredada de nues-
nables. La posibilidad alienta la necesidad. tros mayores configura y condiciona nuestra
Cruzar el Estrecho de Gibraltar resulta posible manera de pensar en puentes. Un puente ro-
hoy en día, aunque eso sí, a un precio desco- mano o una pasarela colgada de los Incas del
munal como para ser una alternativa a las em- Perú no es solo una respuesta a un determinado
barcaciones que ahora mismo cumplen ese problema de paso, utilizando una determinada
papel. Existe aún mucha distancia entre la tecnología, sino que también es una definición
necesidad y los medios que hay que disponer de lo que es un puente. Nos trasmiten no sólo
para satisfacerla con un puente en este lugar. el cómo se han realizado y para qué sirven,
Sin embargo a mediados del siglo pasado sino que empiezan a descubrirnos el qué de los
cuando se decidió realizar el puente de puentes, su esencia.
xx PUENTES
Javier lv/ante/ola I1rmisen
En ellos podemos leer las preguntas que piensa que son. La forma de un pilar es mucho
se hicieron sus constructores al realizarlo, y más que el mero vehículo de unas determina-
vemos que coinciden con las que nos hacemos das solicitaciones, es el traductor en formas del
ahora: qué material utilizar, cómo ordenarlo, sentimiento común de lo que es soporiar, qué
cómo construirlo y qué resultado fonnal se es resistir la casa o el dintel. Que produzca
encuentra. Definir entonces el puente como sensación de robustez o liviandad, de tranqui-
fonna resistente construida es especialmente lidad o de intranquilidad, es algo que está en
útil, pues incluye las principales preguntas que
nuestra mano. Que se sitúe sobre un basamento
se hace todo constructor en general y de puen-
o no, que se corone por un capitel o tenga es-
tes en particular-
trías o no, es algo que trasciende el hecho re-
Pero también es incompleto, pues los sistente para converiirse en forma, f0l111a
puentes no son sino el resultado de su historia construida en que también lo resistente se ma-
y para el que los hace no son sino lo que él nifiesta. Fig. 0.4.
Fig. 04
Hoy en día podemos determinar con los esfuerzos que lo solicitan. Todas estas for-
bastante precisión cuál es el estado tensional mas, cuya explicación desde lo resistente es
que lo solicita, y la invención de la forma elemental, determinan fonnalmente una u otra
resistente pasa siempre por esa interacción de versión que condicionará al resto del diseño.
lo que sabemos que son las formas resistentes
heredadas y la respuesta resistente que susci- El cambio introducido por Brown en el
tan. Podemos hacer el pilar macizo o hueco, dintel del puente colgado. Fig. 0.5., al pasar de
con sección en doble T o en cruz, podemos la celosía rígida de la escuela americana a las
hacerlo de espesor constante o variable, po- secciones continuas pseudo-aerodinámicas del
demos articularlo o empotrarlo. Podemos, in- puente de Sevel11, es un buen ejemplo de lo
cluso, evidenciar su respuesta resistente que estamos diciendo y propicia la doble
descomponiéndolo en elementos simples lectura física y formal, pues por un lado nos
triangulados que manifiestan la complejidad de transmite la manera de tratar los esfuerzos
INTRODUCCIÓN XXI
cial de lo construible. "Dios está en los deta- producen diversas maneras de interpretar lo
lles", decía Mies Van der Rohe. estructural de los puentes.
Desde el principio de los tiempos hasta
La conjunción de estos elementos, mate-
la actualidad se ha ido produciendo un sucesi-
rial resistente, forma en que se ordenan y
vo enriquecimiento de este lenguaje. A veces
construyen, constituye un lenguaje que es el
el desarrollo ha sido muy lento, en otros muy
propio de los artífices en los puentes, con su
rápido. La historia de los puentes es el definiti-
vocabulario y sus reglas. Y desde el cual se
vo reflejo de toda esta complejidad y su única
definición.
Fig 11.02
Blondel, Penonet, etc establecen nonnativas la directriz semicircular, que se desanolla sin
cada vez mas ajustadas y que recogen la interrupción a lo largo de toda la historia del
experiencia adquirida y su propia invención en puente arco, convive con otro tipo de
lo que debe ser el dimensionamiento de los directrices. Para los romanos casi la única
puentes arco de piedra. directriz que existió fue la semicircular. Existe
algún raro ejemplo de directriz pseudo-elíptica,
Si comenzamos hablando de la relación como es el caso del puente Vaison-la-Romaine
del espesor del arco con la luz, Fig. 1.1.02., en Francia. La directriz semicircular está
Alberti establece para el espesor del arco que acompañada con la fonnada por dos arcos
C=L/10, para los arcos generales y puede redu- apuntados y segmentos circulares a lo largo de
cirse a L/15 para algún caso notable y nunca toda la edad media.
reducirlo de 30 cm. Perronet establece una
fónnula mas complicada C 0,325+0,035L y El arco apuntado, que se conocía en Irán
ya en el siglo XIX Lesguiller establece que desde el siglo V, no penetra en Europa hasta el
e = 0,1 + 0,2.[i. Sin embargo este espesor de siglo XII y se encuentra de una manera
arco no se refiere para nada a la calidad de la frecuente en los puentes desde esta fecha hasta
piedra ni a la relación flecha/luz, variables el siglo XVI. De cara a los puentes de piedra,
ambas que, como sabemos hoy en día, son el arco apuntado es un elTor conceptual. Como
detenninantes en la obtención del estado hoy sabemos, el antifunicular de cargas,
tensional que solicita al arco y en el disposición a que debe tender la fonna del arco
conocimiento de si ese estado tensional puede para eliminar o minimizar las tracciones en la
ser resistido. C = espesor arco. L = luz arco. fábrica, tiende a ser en un puente exactamente
la contraria a ésta, pues el peso se concentra en
En el caso de que la directriz del arco "riñones" y no en clave. En este sentido los
fuese semicircular, la respuesta a la pregunta arcos elípticos o los circulares , de dos o tres
de cual es la relación que debe existir entre la centros, pueden concentrar mas curvatura allí
flecha y la luz del arco sería 1/2. Sin embargo donde hay mas carga. Fig. 1.1.03.
CAPITULO f- HISTORIA DEL PUENTE 5
ayudado por la pequeñez de las tensiones que El Ponte Vecchio de Florencia comen-
se desanollan en estas estructuras, cuya luz es zado en 1345 presenta relaciones flecha/luz de
de 20 m., hace que estos puentes sigan en pie. 1/6,7. La reducción de la relación flecha/luz,
lleva aparejados dos inconvenientes importan-
El arco que si tiene fundamento es el tes. El tallado de las dovelas que constituyen el
segmento circular con ángulo central menor de arco deben ser mucho mas precisas, pues
180°. Su definición se realiza por su relación enores significativos en su ejecución, llevarían
flecha/luz. Ahora sabemos que en un arco a ajustes inadmisibles de su geometría en el
semicircular es inútil la parte inferior, Fig. momento del descimbramiento. La segunda es
1.1.04. El antifunicular de cargas se desvía de que la cimbra tenía que ser mas rígida y pre-
la geometría exterior y se introduce en el cisa. Razón ésta por la que hay que esperar al
cuerpo del tímpano que es donde se equilibra Renacimiento cuando la perfección técnica era
su carga con la del arco vecino. Razón ésta por mejor. En teoría, El Ponte Vecchio, es un
la cual es fundamental utilizar una buena puente que se adelanta a su tiempo. Fig. 1.1.05.
disposición de fábricas o sillares en la parte de
unión entre dos arcos.
Fig 1J04
Lo relaciona bien con las dos variables de que si no se realiza un adecuado recalce de su
depende, la altura de la pila y la luz del arco. cimentación, lo cual se puede realizar de una
Establece A=H/4 y 4<NL<6. Fig. 1.1.02. Es- manera muy fácil, hoy en día, por inyección
tas reglas parecieron demasiado audaces y se del aluvial o la hinca de micropilotes.
estimó que como máximo la relación entre la
luz y el espesor de la pila no debía ser mayor y sin embargo la tecnología que se
de 4, si el suelo era muy resistente y menor utilizaba para cimentar estos puentes no podía
aún, en el caso de cimentación por pilotes. Este ser mejor. Fig. 1.1.02. Se empezaban
planteamiento era pl1ldente pues la pila, du- realizando dos recintos de pilotes de madera
rante la constl1lcción, recibía empujes desequi- hincados entre los cuales se disponía teneno
librados, ya que los arcos se constl1lían uno arcilloso. Se podía realizar así la excavación
detrás de otro, dado que las disponibilidades interior de las tienas y la eliminación del agua
financieras impedían la constl1lcción simultá- con bombas especiales (de cangilones, por
nea de todos los arcos. La rotura del puente de ejemplo). El apoyo de las fábricas en teneno
Nantes en 1763, en el cual la relación entre la consistente o el hincado de pilotes definitivos,
luz y el tamaño de la pila era de 5, demostró la en los casos necesarios, se podría realizar en
pl1ldencia de no pasar de 4 si no se tomaban seco. Sobre los pilotes o el teneno resistente se
precauciones especiales. Solo a finales del disponía una cama de tablones de madera
siglo XVIII Penonet constl1lye el puente de la sobre la cual se empezaba a colocar los sillares
Concordia con relación entre A y L de 11 des- de la pila.
pués de adoptar una construcción simultánea
de todos los arcos para eliminar los empujes El dilatado tiempo que se estaba
desequilibrados durante la constl1lcción. instalado sobre el río hacia muy probable que
grandes avenidas arl1linasen, año tras año, las
En cuanto a la altura no era tan impor- cimentaciones en fase de constl1lcción. La
tante en el tamaño de la pila, pues el puente se tentación de culpar a los dioses del río de todos
ensanchaba rápidamente en cimentación, Fig. estos males conducía a la búsqueda de
1.1.02. protección divina, la cual pasaba por la
realización de sacrificios de animales y la
El dimensionamiento de los estribos se- constl1lcción de capillas votivas para conseguir
guía unas pautas similares a las de las pilas o ayudas "especiales". Cuando no funcionaba lo
algo mayores, pues los empujes desequilibra- divino se podía acudir al diablo, el cual solía
dos ya eran tenidos en cuenta en éstas. De to- ser mas eficaz.
das maneras Alberti recomienda extremar las
condiciones de cimentación en estas obras. Siglo XIX
Sejourné (1851-1939)
La construcción de arcos por anillos su- primer puente en el cual la bóveda la divide en
cesivos, dos ó tres anillos. Se colocan las pie- dos arcos independientes, colocando sobre
dras del primer anillo sobre la cimbra, dejando ellos una losa de honnigón annado. Su razona-
llaves abietias para que la defonnación de la miento para eliminar la bóveda continua no es
cimbra no produzca defOlmaciones en el pri- otro que el que establece la ventaja de los ele-
mer anillo. Una vez colocado todo el primer mentos lineales a los continuos. Se consigue
anillo se cierran las llaves. Así este primer así eliminar peso propio de las bóvedas y el ta-
anillo puede colaborar con la cimbra en el blero se extiende sobre los arcos a uno y otro
soporte del resto de los anillos. En 1903 cons- lado para completar la anchura del puente.
truye el gran puente Adolfo en Luxemburgo Habida cuenta de la profundidad del valle, la
sobre el valle de la Petruse. Con una luz cimbra que construye Sejoumé es formidable.
enonne, alrededor de 80 m, Sejoumé realiza el Fig. 1.1.11.
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE
El viaducto de Fontpédrouse es de
ferrocan-i1. Con 65 m de altura, Sejoumé
realiza un viaducto de dos pisos. El inferior
está formado por un arco ojival de 30 m de luz
y 18 m de altura que recibe en clave el pilar de Fig 1114 Viaducto de Ferrocarril de Cize-Bolozon
un arco del segundo piso. Fig. 1.1.13.
Sejoumé fue un fonnidable ingeniero, todos los países. Sus características SIempre
aunque anacrónico. Llevó el puente de piedra a son similares, grandes pilas de fábrica
una dimensión y perfección inimaginable, nervadas, arcos del orden de lOa 30 m de luz y
cuando ya estaban construidos los puentes gran longitud. De una, dos y hasta tres plantas,
metálicos franceses de Oporto, 160 m de luz se extendieron por toda Europa. El Viaducto de
(1877), Garabit, 165 m de luz (1884), Viaur, G6ltzschtal de 1846, que probablemente es el
220 m de luz (1902) Y si miramos a los viaducto mas grande de ferrocarril de fábrica
ingleses, la celosía metálica múltiple del Firth del mundo, se desanolla a lo largo de 579 m de
of Forth de 520 m de luz (1890). En cuanto a longitud y a una altura de 85 m. La luz
los puentes de fabrica de honnigón annado, principal es de 30,27 m y las secundarias de 12
Tavanasa (1905), el primero de los puentes m. En la Fig. 1.1.14 representamos el viaducto
modernos de Maillart es anterior al viaducto de de ferrocanil de Cize-Bolozon.
los Catalanes y Freyssinet está construyendo
Le Veurdre a la vez, en 1910. Los acueductos responden a las
necesidades de navegación de los grandes
Viaductos de Ferrocarril y Acueductos trabajos europeos de unir los ríos entre sí,
corno medio de transpOlie. Son obras pesadas y
La dificultad del ferrocarril de acoplar macizas que no aportan mas novedad que la
su geometría a la del terreno y la necesidad de gran caja superior donde transportan el agua.
construir líneas nuevas por zonas abruptas y En la Fig. 1.1.15. representamos el puente-
difíciles, dio lugar a la realización de un canal de Guetin sobre el Allier, de 19 m de luz
enonne número de viaductos de piedra en y canal de 6 m de anchura.
I
I
n/l/el' +
,'.,-.,--" .....--.
a)
b)
e)
d)
e)
l)
Fig 12.06
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 17
+¡----
~~~.~._~~.~~~~~m a)
b)
e)
Fig 12.09
_. ,¿gg;í~rT~~~j~:e~t~~_
ffi¡¡~H!\1\
Fig 12 I1
quema prácticamente igual a uno de los de Se deben considerar tres hechos funda-
Palladio y en disposición mucho mas simple y mentales que detenninan la enonue evolución
eficaz que los de la familia Schffhausen. Con que experimentan los puentes en este siglo. El
proyecto de Lewis Wirnwag fue destruido por primero es el ferrocanil. Las necesidades del
un incendio en 1838. Fig. 1.2.12. transporte y la extensión del ferrocarril como
solución a este problema, detenuinó la instala-
ción de las vías, de mucha menor flexibilidad
1.3.- Los puentes de hierro y acero - para acoplarse al terreno que los caminos para
Siglo XIX carros. De esto surge la necesidad de realizar
una gran cantidad de puentes, cada vez más
importantes y sobre lugares alejados y de difí-
Existen muchos factores que detenuinan cil acceso.
la aparición de la primera revolución industrial
en la Inglatena de finales del XVIII, principios En segundo lugar, el desarrollo de mate-
del XIX, No nos interesa ahora tratar de este riales metálicos de características cada vez
tema, que produjo uno de los cambios más m~jores. La fundición primero, el hieno for-
importantes que ha experimentado la humani- jado después y finalmente el acero. La fundi-
dad desde la aparición de la agricultura, y ese ción, que se obtiene en horno de coke y que
cambio es la industrialización. Lo que nos fue desanoliada por la familia de Darby a par-
interesa a nosotros es sus consecuencias en la tir de 1706, tiene un porcentaje de carbono
construcción, en general, y en el mundo de los muy elevado, del 2% al 6%. Es un material
puentes en particular. duro, quebradizo y de trabajabilidad deficiente,
20 PUENTES
Javier Manterola Armisen
pero que por otro lado, es fácilmente moldea- Benedicto XIV, encarga su eshldio a tres ma-
ble, resiste muy bien la compresión con cargas temáticos célebres que desalTollan el principio
de rotura de hasta 5000 kg/cm 2 y no se oxida. de los trabajos virtuales.
Sin embargo tiene una mala resistencia a la
tracción, del orden de ISO a 200 kg/cm2, lo que Bernoulli, a finales del siglo XVII, de-
la hace inadecuada para la fabricación de vigas tennina que la curvatura de una viga en un
que sin embargo se fabricaron hasta la mitad punto es proporcional al momento que actúa en
del siglo XIX. Su módulo de elasticidad es este punto, pero sigue situando la fibra media
también muy bajo, del orden de 1.100.000 de la sección en la palie inferior de la viga,
kg/cm 2 . como hace Galileo y Mariotte. Euler da en
1759 los primeros valores para controlar el
El hielTo forjado, puesto a punto a fina- pandeo que se produce en pilares esbeltos
les del siglo XVIII con la mejora de calidad y obtenidos con los nuevos materiales mas re-
el abaratamiento de producción con el horno sistentes.
de pudelado, permitía obtener un material con
menos impurezas y menor contenido de car- En 1809, T. Young, establece el módulo
bono. Esto unido a una forja mucho más efi- de elasticidad. Navier, en 1826, fija definiti-
caz, con martillos mucho más poderosos y a la vamente la posición de la fibra media en la
laminación, permitía obtener un material con sección y presenta un tratado en la Academia
resistencias a tracción de 600 a 1000 kg/cm 2 y de Ciencias que establece el método general de
un módulo de elasticidad del orden de análisis de problemas estáticamente indetenni-
2.000.000 kg/cm 2 . Estas características le van a nadas. Saint-Venant, en 1853, plantea de una
pennitir la fabricación de vigas laminadas que manera rigurosa los problemas de torsión y
se mantienen hasta el siglo Xx. De hecho, la flexión.
TOlTe EiffeI (1889), se fabrica con hierTo
forjado y no con acero, con el que si se cons- Karl Culmann emprende un viaje a los
truía, en el mismo tiempo, la Sala de Máquinas Estados Unidos en 1849-1850, a cuenta del
de Contamin y que ya venía utilizándose en los gobierno bávaro, para estudiar los puentes
Estados Unidos desde 1870. americanos de madera que le proporcionaran
las ideas para establecer su cálculo de celosías
Finalmente el acero que se pone a punto que rápidamente se extienden por el mundo y
por Bessemer en 1856 y que se mejora con el que se desalTollan por Ritter, en Zurich, 1882,
horno de Siemmens-Mariin en 1866. Su resis- M6hr Y Müller-Breslau, en Alemania y Luigi
tencia a tracción alcanza entonces del 2000 Cremona, en Italia. El cálculo de arcos fue
kg/cm2 con módulos de elasticidad del orden desalTollado a finales de 1870 para el cálculo
de 2.000.000 kglcm2. de las grandes estructuras de la Exposición
Universal de 1878 y para el diseño del puente
de Oporto de Seirig, para la empresa Eiffel.
El tercer hecho fundamental que se pro-
Castigliano muestra en 1873 las relaciones
duce es la cristalización del conjunto de plan-
entre las flIerzas, los desplazamientos y la
teamientos científicos elaborados con anterio-
energía interna del sistema, etc, etc.
ridad y que van a permitir pasar, a lo largo de
todo el siglo XIX, de un acercamiento expe- La reunión de estos tres factores; nece-
rimental a la respuesta resistente, a un plan- sidades de nuevas estruchlI'as para el felToca-
teamiento científico operativo. Haciendo un lTil, puentes, estaciones, etc, desalTollo de los
rápido repaso a este problema nos encontramos nuevos materiales metálicos y aplicación del
con que Leonardo da Vinci realiza un acerca- conocimiento científico de la resistencia de
miento preciso al análisis de las vigas triangu- materiales, unidos a un cambio general de la
lares. Galileo publica en 1638 su obra "Due sociedad en sus intenciones y esperanzas, pro-
nuove science" donde plantea la resistencia de dujeron un cambio drástico, y de una enonne
materiales y la dinámica. Leibritz y Newton velocidad en el mundo de los puentes.
desalTollan, casi simultáneamente, el cálculo
diferencial, en 1675, Roberi Hooke, establece El final del siglo XVIII y el principio del
en 1678 con el documento "De potentia Res- siglo XIX puede suponerse como el inicio de la
titutiva" la proporcionalidad entre carga y construcción metálica de los puentes. El primer
deformación de los muelles. En 1742 con puente metálico, el puente de Coalbrookdale
motivo del refuerzo de la cúpula de S. Pedro, (1776-1779) es el resultado de la iniciativa
CAPITULO J - HISTORIA DEL PUENTE 21
constructiva de Abraham Darby III, heredero Howe, que no es sino el desarrollo de uno de
de una gran dinastía de fabricantes metálicos, los planteamientos de las celosías de Palladio.
que a principios del siglo XVIII, consiguen En 1845 los elementos de madera son sustitui-
reducir el material de hiena por el carbón de dos por elementos metálicos de fundición, Fig.
cake. Actuando sobre planos elaborados por 1.3.01b.
Thomas Pritchard y John Wilkinson constru-
yen el primer puente en fundición, Fig. 1.0.1 c, Las vigas Pratt, Whipple y Wanen fue-
ron las primeras celosías obtenidas a partir de
El puente metálico empieza conviviendo planteamientos científicos. La primera versión
con el puente de piedra y el puente de madera de la viga Pratt es de 1842. Es idéntica a la
y poco a poco se va convirtiendo en el material viga Howe salvo que pone las diagonales a
principal para la construcción de puentes hasta tracción y los montantes a compresión con el
la aparición del hormigón al111ado a principios fin de reducir la longitud de pandeo de los
de este siglo. elementos comprimidos, Fig. 1.3.02a.
a)
b)
Fig. /.3.01
22 PUENTES
Javier 1vJan/erola Armisen
La viga Warren es el tercer sistema de en los Estados Unidos. Entre sus muchas
vigas en celosía inventadas y patentadas en los manifestaciones tenemos la de Wendell Boll-
Estados Unidos en esos años. Es el resultado mano La "iron suspension tmss bridge", es una
de la simplificación de las complejas vigas de viga en celosía cuyos montantes en madera
celosías múltiples con el fin de reducir el nú- están soportados por tirantes en hierro forjado
mero de nudos. Se popularizó a partir de los que salen desde las esquinas superiores, Fig.
años 1860 y es de las configuraciones que más 1.3.03.a Albert Fink patenta en 1850 una viga
se utilizan hoy en día. Fig. L3.02c. atirantada sin cordón inferior, muy original,
aunque tuvo un éxito efímero, Fig. L3.03b.
La proliferación de patentes de vigas en
celosía se extiende entre los años 1850-1870
a)
b)
Fig 13.02
a)
b)
Fig 1303
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 23
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Fig.13.05
del canto introducido en la parte inferior de la configuración frecuente para evitar los efectos
pila al aumentar su inercia en esa dirección. negativos que sobre las vigas continuas intro-
Este mismo artificio fue utilizado por Seyrig, duce la gran deformación a cOliante de este
diseñador de la empresa Eiffel, para el Via- tipo de vigas.Estos viaductos se consideraban
ducto de Rouzat, Fig. 1.3.06. en aquel tiempo mas económicos que los de
alma llena.
Son innumerables el número de realiza-
ciones de este tipo que existen en el mundo. En Este tipo de estructura desembocará fi-
España tenemos realizaciones tan formidables nalmente en la viga de alma llena.
como el puente de Tuy de 69 m de luz (1881),
etc. Zamora, 53 m de luz (1890), Víboras, 77 En 1890 se tennina el Firth ofForth, con
m de luz (1891), etc. El Viaducto de Redon- dos vanos de 250 m de luz y otros dos centra-
dela de M. Cordera (1881) tiene tres luces de les de 520 m de luz. Sobre este puente existe
46,0 m + 57,5 m + 46,0 m y fue realizado para una larga historia. En 1818 James Anderson de
la línea de ferrocanil de Redondela a Edimburgo hizo unos planos para un puente
Pontevedra. Fue construido en avance en atirantado, con tres vanos de 450 m a 608 m de
voladizo. Siguen en servicio. luz. En 1880 se le encarga el puente a Sir
Thomas Bouch, que proyecta un puente col-
En la Fig. 1.3.07 presentamos el puentes gado, con dos vanos de 486 m de luz, aprove-
sobre la ría de Puentedeume, en Galicia, en el chando para apoyarse el promontorio interme-
cual la viga en celosía se hace bi-apoyada, dio que se utilizó en la solución construida.
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Las vigas en celosía metálica con cordón luz en una curiosa superpOSlClOn de sistemas
superior curvo se realizaron muy frecuente- resistentes. El cordón superior curvo es de
mente. El puente del Pilar en Zaragoza, Fig. sección cajón y elíptico. El cordón inferior
1.3.09 está fOlTllado por cinco tramos bi-apoya- forma con el superior la viga lenticular y entre
dos de 48,1 m de luz con arco superior de sí se dispone una celosía. Fig. 1.3 .11.
perfil parabólico. El ancho de la calzada es de
6 m y tiene dos voladizos laterales, fuera de las
vigas de 1 m. Fue constl1lido en 1895.
4.1 7tJ
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Pauli en Alemania construye los cuatro Nueva York, Fig. 1.3.14. Este tipo de puentes
vanos de 105 m del puente de ferrocarril Ma- se sigue realizando en Estados Unidos hasta el
yence-Sud en (1860.1862) y extiende esta ti- momento actual como el Francis Scott Key de
pología por el mundo. El puente Brugg en Baltimor de 366 m de luz central (1974-1977).
Suiza (1875) para la línea de fen'ocatTil Zu-
rich-Barle es una aplicación temprana, Fig. Puentes arco
1.3.12 Gustav Lindelthal construye en 1883 el
puente de la calle Smithfield en Pittsburgh Como ya hemos citado, el primer puente
sobre el río Monongahela. Está formado por metálico de la época moderna, el puente de
dos vanos apoyados de 112 m de longitud. Coalbrookdale (1779), Fig. 1.0.1, es un puente
en fundición, un puente arco de 30,6 m de luz.
Su formalización es elemental e ineficaz como
cOlTesponde a técnicos que tenían escasos
conocimientos sobre el comportamiento real de
este tipo de estructuras.
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Con respecto de los viaductos que utili- La tercera obra es el Viaducto de Gara-
zan arcos para salvar un obstáculo principal, bit, Fig. 1.3.19, (1879-1889) de 165 m de luz,
tenemos, en primer lugar, tres ejemplos nota- de Koechlin y Nouguier, trabajando también
bles. El puente María Pía para fenocarríl en para la empresa Eiffel. El puente de María Pía
Oporto (1877), de 160 m de luz y el puente y el puente de Garabit participan de la misma
Luis 1, de 1780 m de luz, Fig. 1.3.18, también idea. Arco en celosía para recoger las flexiones
en OpOlio (1855), ambos diseño de Theophile producidas por la carga no simétrica del ferro-
Seyrig, el primero trabajando para la empresa carril. Construcción en avance en voladizo,
Eiffel, de la que era socio y el segundo con la atirantando el arco desde los vanos de acceso.
Société Willebrek de Bélgica. Arco articulado en la base para eliminar los
esfuerzos que durante la construcción se pro-
ducen en ese punto debido a las deformaciones
producidas por la carga y las variaciones de
temperatura. Finalmente aumento de la an-
chura del arco de clave a arranques para redu-
cir los esfuerzos transversales de viento sobre
la articulación del arco. El dintel pasa, por
encima del arco en el puente de Garabit, mien-
tras que en OpOlio se intelTUlnpe en el arco.
Dos puentes de hierro laminado realmente
admirables.
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L 167'0
Fig J 323
Tiene una luz central de 186 y dos luces de luz y una serie de vanos laterales que varían
laterales de 93 m también en arco. La estruc- entre SO m y 60 m. La anchura del puente es de
tura fue construida con la ayuda de una cimbra. 8,2 m y dos aceras en voladizo. El puente de
El ingeniero era el Prof. R. Krohn. El puente Harburg, Fig. 1.323 (inferior), tiene cuatro
de Dusseldorf sobre el Rhin, Fig. 1.3.23 vanos principales y una serie de vanos de ac-
(intennedia), fue también un diseño del Prof. ceso.
R. Krohn. Tiene dos vanos centrales de 180 m
CIIPITULO I.- HISTORIA DEL PUENTE 31
Hell Gate
a)
Puellte Bayolllle e)
Fig. I325
Fig 1327
a)
e)
última, Fig. 1.3.29b. El puente construido mismo Navier desanolla el proyecto completo
según diseño último de Brunel y ternlinado del puente de los Inválidos de París en 1823,
después de su muerie, en 1864, aparece en la de 155 m de luz, Fig. 1.3.31, puente cuya
Fig. 1.3.29c y 1.3.30. constmcción se intelTlllnpió para no proseguir
nunca más, cuando la municipalidad de París
En 1823 Navier, después de dos viajes creyó que sus tones interferían la visión de los
realizados a Inglatena, pub/ica "Rapp0l1 el Inválidos.
memoire sur les pOlll suspelldus" en el cual
define con toda precisión las características Se plantearon dos soluciones para
principales de este tipo de puentes, el detalle realizar los elementos de cuelgue y hubo
de cada uno de sus partes y su modo de controversia respecto a las ventajas de uno u
cálculo. Es un estudio definitivo y excelente, otro sistema. Las cadenas, que fueron los
salvo que no toca el viento, problema conocido primeros elementos utilizados y los cables,
pero de imposible cálculo entonces. Animados desarrollados por los hermanos Seguin. Esta
por esta publicación, la facilidad constructiva y última opción es la que finalmente prosperó.
la economía de estos puentes para salvar En esta época el puente mas grande construido
grandes luces, se realiza una expansión fue el de Friburgo (1834) con 273 m de luz, en
explosiva que produjo hasta cuatrocientos Suiza, Fig. 1.3.32.
puentes en Francia de este tipo hasta 1886. El
Fig lJ.3J
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CAPITULO /.- HISTORIA DEL PUENTE 35
Fig 1333 b Puenle sobre el Ródano -lyon Fig 1334 Puenle colganle - Bilbao
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Fig 13.35
el compOliamiento de este tipo de puentes, 10 ce en los Estados Unidos. Charles Ellet (1810-
que ocasionó su sustitución por puentes de 1862), que había estudiado en la Ecole de
piedra o metálicos. Ciertamente esta decisión Ponts et Chaussées de París, vuelve a los
se tomó porque, además de estas desgracias, se Estados Unidos en 1832. En 1841 completa el
habían caído muchos otros puentes menos Fainnount Park Suspension Bridge de 109 m
importantes como consecuencia del viento. de luz. En 1849 completa el Wheeling Bridge
sobre el río Ohio, de 308 m de luz, Fig. 1.3.35,
La casi total interrupción europea en la que se convirtió en el puente colgante más
realización de este tipo de puentes no se produ- grande del mundo.
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 37
Fig 1338
38 PUENTES
Javier Nfan/erofa Armisen
se utilizaron cajones de aire comprimido, igual tenía un tablero doble, 8 líneas de carretera en
que en el puente de San Luis, y de la misma la parte superior y felTocarril urbano en la
manera creó desgracias personales, pues se inferior. Pero la depresión de 1929 aconsejó
desconocían los problemas que producía la reducir el precio del puente eliminando el
descompresión rápida, que le ocasionó una tablero inferior. De esta manera el tablero se
parálisis parcial a W. Roebling, en 1872. A quedó, prácticamente, sin rigidez a flexión. Sin
pariir de este momento vigiló la realización de embargo a pesar de esta falta de rigidez, el
las obras desde su apartamento, situado en las dintel se comportó bien ante el viento por tres
inmediaciones y las ordenes las transmitía por factores. En primer lugar, se trata de un puente
su mujer. Este puente costó no solo la muy ancho (36,3 m) - relación ancho/luz,
invalidez del hijo Washington sino que en 1133.- En segundo lugar, tiene un tablero muy
1867 había costado la vida del padre por un pesado, al tener una rodadura formada por
accidente mientras se topografiaba la zona. pesadas losas de honl1igón y en tercer lugar,
los vanos de compensación son muy pequeños,
El éxito del puente de Brooklyn supone menores de 116 del vano principal.
el lanzamiento de la construcción de puentes
colgantes a través de los grandes ríos america- Este puente también introduce otra no-
nos y en 1903 se termina el puente de vedad. Los tres puentes anteriores, Brooklyn,
Williamsburg de 487,5 m de luz, situado aguas Williamsburg y Manhattan tienen cuatro cables
arriba del de Brooldyn, a pocos cientos de portantes distribuidos a lo ancho del tablero,
metros y en el mismo East River de Nueva con el fin de reducir la luz de las vigas trans-
York. versales. El puente Ammann coloca los cuatro
cables, en dos parejas a los lados. Otro cambio
Y se empieza la carrera por la esbelted que adopta, planteado ya por Lindenthal en
del tablero. Joseph Melan, ingeniero austríaco, Manhattan, es llevar el cable principal a la
demostró en 1880, que teniendo en cuenta el palie superior de la viga de rigidez, en lugar de
cálculo de segundo orden, con interacción llevarlo, como en los anteriores, a la parte infe-
entre la rigidez del dintel y la deformabilidad rior, lo que si bien obligaba a una mayor altura
de los cables, se podía reducir extraordinaria- de la ton"e para mantener la relación, altura de
mente la rigidez de las vigas verticales del las pilas - luz, se mantenía visible el cable a lo
dintel, y mas aún, confonl1e la rigidez del din- largo de toda la longitud del tablero, lo que
tel era menor, menores eran los esfuerzos que mejoraba mucho su aspecto.
lo solicitaban. En Brooklyn la relación canto
del dintel/luz, está en 1114, que se mantiene en En 1962 las autoridades del New York
Williamsburg, pero las esbelteces empiezan a POli Authority deciden realizar el segundo
aumentar de manera que las autoridades reco- tablero y su unión con el anterior con dos
miendan que no pasen de 1160 a 1190. en0l111es vigas de rigidez, lo que estabiliza
definitivamente el puente. La relación entre el
La teoría de Melan fue aplicada por canto y la luz, que era inicialmente de 11350,
León Moisseiff en el cálculo del puente de subió a 1190 en 1962. La tOlTe que inicialmente
Manhattan (1909), proyecto de Gustav Lin-
de1thal. Es el primer puente en el que se utilizó
una pila metálica vista. Aunque inicialmente se
diseña con cadenas, se cambió a cables de
hilos paralelos en el momento de su construc-
ción. Los tirantes inclinados, que utilizaba
Roebling, habían desaparecido completamente
de los puentes.
iba a ser cubierta con mampostería, como en que ser fuertemente reforzado añadiéndole una
Brooklyn, se dejó desnuda, por la presión po- triangulación inferior, situada entre los cordo-
pular que le gustaba en su estructura pura. nes inferiores de las vigas laterales, para cons-
Además por falta de presupuesto. tituir así una viga de gran rigidez a torsión.
Como consecuencia de estos estudios, presente lo está, casi siempre, mezclándose con
hubo que reforzar gran cantidad de puentes los cables colgados. Y así lo encontramos en el
colgantes americanos. Al Bronx-Whitestone de puente del Niágara (1855), de Cincinnati
Ammann fue necesario añadirle una celosía (1867), y finalmente Brooklyn (1883), las tres
sobre las vigas del tablero. Se reforzó el Gol- de Roebling, en las que utiliza el atiranta-
den Gate, el George Washington, etc. La miento para rigidizar el tablero colgado. Los
reconstrucción del puente de Tacoma, bajo medios de cálculo de entonces eran incapaces
diseño de Steinman, utilizó vigas laterales de detenninar la cantidad de carga que se lleva
trianguladas de 10m de canto en lugar de cada uno de los dos sistemas de suspensión,
vigas de alma llena. Este mismo ingeniero, en habida cuenta de la clara diferencia de rigide-
pugilato con Ammann, diseñó el puente de ces entre ambos. Establecer, como hace Roe-
Mackinac (1954-57) de 1158 m de luz, cam- bling, que la mitad de la carga se la llevan los
biando el diseño previo realizado por tirantes y la otra mitad los cables colgados, no
Moisseiff. Utilizó una enor1TIe viga de rigidez deja de ser la expresión de una intención. Lo
de 11,6 m de canto, relación canto/luz de 1: 100 que sí ve Roebling con claridad, es la necesi-
para un puente de 14,9 m de anchura. Introdujo dad de tensar los tirantes para que entrasen en
también perforaciones en el tablero para carga desde el principio, en lugar de esperar
reducir los problemas de viento y colocó unas que la deformación del dintel los activase. La
cables extraordinariamente resistentes pues ausencia de esa operación parece ser fue la
tenían un coeficiente de seguridad de 10. Un causa de la rotura de muchos de los puentes
puente torpe, diseñado por el miedo a los atirantados que se habían construido hasta
fenómenos aeroelásticos todavía no bien entonces. Un mecanismo tan hiperestático, que
controlados. no se pone en carga simultáneamente, puede
producir concentraciones importantes de
El puente atirantado tensiones en detenninados tirantes.
Fig. l3. 41
Fig 1342
realizado con Alberto de Palacios en Nantes (1903), de 141 m de luz yen Marsella
Portugalete (188.3), de 165 m de luz, le siguen (1905), de 165 m de luz, abandona el cable
el puente de Bizerta (1896) de 198 m de luz, colgado y atiranta completamente el vano,
Rouen (1899) de 143 m de luz, en tipología salvo, en el centro, donde coloca una viga
semejante a la señalada, tercios o cuartos biapoyada. Fig. 1.3.45.
laterales atirantados y centro colgado. En
42 PUENTES
Javier Manlelola Am!ilen
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Fig 1345
Un puente realmente notable, construido del dintel desde el punto aproximado en que el
hacia 1860 es el puente de Lascellas, Fig. cable pOltante y el tablero se cruzan, alrededor
1.3.47, con 94 m de luz, con tablero intenne- de cuartos de la luz. La gran inestabilidad de
dio, apoyado en el centro y colgado en las tablero ante las acciones del viento se contra-
proximidades de las pilas. El tablero era, como nesta con estos cables veliicales. Fue diseñado
en los otros casos, de madera. Este puente por Mariano Royo y destruido en 1936 por
presenta una característica muy singular, se voladura durante la guerra civil española.
ancla al suelo por tirantes veliicales que caen
C4PJTULO 1- HISTORJA DEl PUENTE 45
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Ribera introduce en su diseño unos arena, se obtenían morteros, los cuales unidos
cambios fundamentales, presentes ya en los con áridos gruesos, fonnaban el hormigón. El
puentes de Roebling. La luz del puente, de mortero era fundamental para acoplar entre sí
vano único, es de 134 m. Ribera establece un dos sillares de piedra evitándose, de esa ma-
sistema mixto de cuelgue, solo los 86 m cen- nera, el duro trabajo de talla que impidiese la
trales los cuelga de los cables pOliantes curvos rotura de los sillares cuando entrasen en con-
y los dos tramos del vano central, sihIados en tacto bajo carga. Una propiedad fundamental
las proximidades de las pilas los atiranta desde que debería cumplir el mortero, es que su re-
las torres sin que en esta zona coexistan con sistencia fuese similar a la de las piedras que
péndolas verticales de suspensión. unía, para evitar así, una reducción de resisten-
cia de la fábrica. Yeso lo conseguía el ce-
El tablero de 6 m de anchura total, 4,5 m
mento puzolánico.
más dos aceras de 0,75 m, es de hOlmigón
armado sobre vigas transversales metálicas que A lo largo de toda la edad media existían
se apoyan en una barandilla rígida que cuelga mOlieros, pero no tan buenos como los
de los cables. El peso del tablero, la rigidez de romanos. Solo en el siglo XVIII, John Smea-
las vigas de borde, pequeña pero ayudando, y ton, desarrolló un nuevo cemento puzolánico y
la suspensión del tablero en las proximidades Joseph Aspdin, en 1824, desarrolla un nuevo
de las pilas por cables atirantados, mucho más cemento artificial "Portland" que fue rápida-
rígido que los cables colgados, ha pennitido mente utilizado para realizar honnigón para
que el puente con las consiguientes reparacio- muros y cimentaciones.
nes haya resistido hasta ahora.
La asociación del acero en barras con el
1.4.- Puentes de hormigón armado honnigón se produce simultáneamente en
varios países. Telford ya lo había usado para
El cemento puzolánico era usado por los los estribos del puente del Menai y la asocia-
romanos como ligante que endurecía con el ción de banas y grapas de hieno forjado era
agua. Unido a materiales inertes, como la bastante frecuente en el siglo XVIII para unir
sillares.
C4PITULO 1- HISTORJ4 DEL PUENTE 47
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co y tablero es continua, herencia del puente de mundo de los puentes, el arco triarticulado con
piedra, ó es un arco que sopOlia el tablero por rií'íones aligerados. Fig. 1.4.07 a y b.
medio de pilares verticales, herencia del puente
metálico. Maillart no hace ni lo uno ni lo otro,
El dintel no es algo que se superpone y
es un heterodoxo para su tiempo y abre una
apoya en el arco, sino que ambos forman un
ventana enorme al entendimiento del puente
elemento estructural único del que se elimina
arco. Cuando en el puente de Zuoz (1901),
la zona inútil. Estarán relacionadas por pilares
arco tímpano de hormigón de 30 m de luz,
o no, pero siempre manteniendo ese criterio.
triarticulado, y con relación flecha-luz 1: 1O, se
Los arcos son mas o menos arqueados, a
le fisuran los tímpanos, los elimina como en su
veces son hasta qjivales, pero siempre aco-
segundo puente, el de Tavanasa, (1905), en el
plándose a la ley de momentos flectores ca-
que empieza a perfilarse lo que va a ser una de
racterística de los arcos triarticulados.
las aportaciones concretas de Maillart al
50 PUENTES
Javier Mal1/erola Annisen
Tabla 1
Otra cosa que sorprende en estos puen- En la Fig. 1.4.08 representamos el puen-
tes, con una estructura tan flexible como es un te sobre el río Arve en Vessy, uno de los
arco trialiiculado, es su pequeña relación muchos puentes que construyó en esta tipolo-
flecha/luz. Renuncia pocas veces a relaciones gía con un reb~jamiento asombroso de casi
tan arriesgadas, aún en casos tan fáciles como 1/14.
el Salginatobel en el que la morfología del
La segunda tipología, original de
teneno no le obligaba a mantener rebajamien-
Maillart y que se ha hecho clásica en los puen-
tos tan grandes. Pero el rebajamiento es un
tes de hormigón armado es el que podríamos
elemento de tensión fonual en los arcos. Un
bautizar como puente colgante inveliido, en el
arco con una relación flecha/luz grande es un
cual el arco se reduce a su mínima expresión y
arco muy tranquilo. Un arco muy rebajado es
el dintel es la viga de rigidez que permite la
inquietante y hennoso.
actuación de cargas altemadas. De este tipo
tenemos:
Tabla 2
Puente Año Luz Relación Ancho Canto Espesor
flecha/luz Dintel dintel arcos
Schrahbach 1924 28,8 117,2 3,0 1,1 0,2 a 0,22
Val-Tschlel 1925 43,2 118,3 3,6 1,15 0,27 a 0,29
Landquart (ferrocarril) 193O 30 1/3,8 4,95 1,4 0,26 a 0,34
Spital 1930 30 119,2 7 0,9 0,24 a 0,28
Engstligen (pasarela) 1930 26 117,65 2 1,2 0,15 a 0,16
Hombach 1931 21 117 5 0,7 0,17aO,19
Traubach 1932 40 117,15 4 -- 0,2 a 0,26
Schwandbach 1933 37,4 1/6,23 4,9 0,9 0,2
52 PUENTES
Javier Man/erola A¡misen
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Fig 14.15
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Fig 1416
Fíg. 14 I7
112, estos últimos generalmente para arcadas No era patiidario, como Zafra, de la viga en
múltiples. Todos ellos se construyeron con la celosía, aunque construyó alguna, como el
ayuda de cimbra autopOliantes interna que puente de Unquera. Fig. 1.4.19. Pensaba que
cubre el doble papel de construir la armadura aunque tenía menos hormigón, era mucho más
principal de arco y servir como soporte del cara que la de alma llena por la dificultad de su
encofrado con lo que actúa como cimbra, Fig. construcción. De hecho, para obviar los
1.4.18. problemas de la fisuración, prefería disponer
un arco cuando la luz sobrepasaba los 25 m.
Ribera fue un fonnidable proyectista y Este hecho dio lugar a una morfología muy
constructor de puentes. Ya hemos visto sus dos propia de él, disponer tramos rectos en los
máximas realizaciones en el puente arco Vatl0S de acceso y arco, o arcos, cuando la luz
metálico del Pino sobre el embalse de central sobrepasaba los 25 m. Son muchos los
Ricobayo en Zamora de 120 m de luz y 6,2 m puentes construidos con esta morfología,
de ancho con proyecto de 1897 y el puente Viaducto de Alfonso XIII en Tenerife (1908),
colgante de Amposta de 134 m de luz y 6,0 m puente de la Reina Victoria en Madrid (1909),
de anchura de 1909. Fig. 1.4.20, en el cual realiza por primera vez
en España dos arcos, uno a cada lado del
Pero toda su actividad como constructor tablero, en lugar de una bóveda transversal
se realizó como constructor de puentes de completa como ya había realizado en sus obras
honnigón annado, tanto rectos como arco. anteriores. En el puente de San Telmo en
Construye en 1902 el puente de Galbardo de Sevilla, repetirá esta disposición. Esta idea la
30 m de luz y 1/10 de rebajamiento. Está toma de Seyourné, ingeniero francés muy
formado por dos arcos independientes, sobre el admirado por Ribera.
que apoyan viguetas transversales. Los arcos
son de 0,5xO,6 m y se construyó con auto-
cimbra fOlmada por dos vigas dobles por arco.
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Fig /4.18
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 59
cimbrado y la no fisuración en un dintel tan pero que sirve para armar la cabeza superior.
poco apropiado para ser colgado, corno hoy Su pila es un prodigio de simplicidad fonual y
sabernos, por su gran rigidez, se trata de un eficacia resistente.
acueducto de 2 m de canto y de tan poca luz.
La razón del atirantamiento fue resolver un La junta que inevitablemente se produce
problema de cimentación dentro del río Gua- cada 40 m no está bien, sale el agua después de
dalete al evitar la disposición de 2 pilas dentro muchos años de uso, pero este hecho no
del cauce. enturbia para nada semejante obra.
El arco del Esla, el viaducto de Martín con la obligación de no variar la forma exterior
Gil, Fig. 1.4.12 Y 1.4.14, de 209 m de luz fue del arco.
proyectado por este ingeniero para la vía de TOlToja utiliza el método Melan-Ribera
ferrocarril de Zamora a Orense a su paso por el de cimbra 'autoportante interna al hormigón
embalse del Esla. Acabada la guerra civil, el para el arco principal, un verdadero alarde de
viaducto que tenía realizado únicamente los dominio resistente, en el cual el arco va au-
tramos de acceso, recoge Ton"oja en 1939 mentando su resistencia y rigidez por sucesivos
64 PUENTES
Javier MalJlerola ArmiselJ
SECCiÓN LONGITUDINAL
:y==9~f"1'~d"~;'~~=::i:: F
~'oo¡oo "oo~:rf,8dt--r=p=
lJo o,.
SECCiÓN TRANSVERSAL
SECCiONES CENTRALES SECCIONES POR ACARTElAM1ENTOG
~l~O--"---
Fig 1426(2)
Fig. 14 Z7 (1)
Fig. 1427 (2) Acueducto de Najeril/a Fig 1428 Acueducto sobre el Embalse de Gabriel)' Galán
Puente prefabricado
CAPITULO 2 - PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 67
M=K.P.L 2
Tn / 1'12
3.0
J.Mothivot
2.5 R.A.Swonn
2.0
1.5
1.0
0.5
Ll L2 L3 L ( luz)
2.32 Relación entre el precio del puente y la luz, en jimción de la lipología wilizada
CAPITULO 2.- PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 73
donde K es una constante que depende del siciones de esa voluntad de obtener
punto en cuestión dentro del dintel, del tipo y la máxima eficacia resistente con el
ordenación del mismo, del tipo de apoyos, etc, mínimo peso.
etc. P es la carga que solicita al puente y L es
su luz. b) Se puede utilizar materiales, que
proporcionan una excelente relación
La cuantía del momento va a depender, resistencia/peso propio. De la utili-
por tanto, además de la configuración del zación del hormigón normal se
puente, de su carga y de la luz, siendo ésta la puede pasar a la utilización de hor-
variable mas importante pues va al cuadrado. migones ligeros resistentes, ó a hor-
migones de alta resistencia, con den-
Si consideramos en primer lugar a la sidades poco mayores de lo nonnaL
carga P que solicita al puente, vemos que el De una manera aún mas eficaz, se
peso propio del material resistente es, entre puede pasar a utilizar el acero, en su
todas las cargas que lo solicitan-carga muerta, dimensión de construcción mixta o
sobrecarga, etc,-Ia mas impOliante, pudiendo metálica pura, pues este material
llegar a ser entre el 80% y el 90% de la carga tiene una relación resistencia a peso
total para un puente de honnigón de gran luz. propio mucho mejor que la del hor-
Será por tanto objeto principal de diseño mi- migón.
nimizar el peso propio del puente, eligiendo y
distribuyendo el material de manera a obtener Si dividimos resistencia caracterís-
su máxima eficacia resistente. Toda la configu- tica del material por el peso propio
ración de las secciones transversales de los del material constitutivo, vemos que
puentes rectos viene condicionada por este fin. el hormigón nonnal de 40,0 MPa de
resistencia, tiene una relación de 16
Pero confonne aumenta la luz del m, mientras que un acero S355
puente, el momento flector aumenta también y tiene 66 m, es decir mas de cuatro
por tanto la cantidad de material necesario para veces mejor.
resistirlo, es decir, el peso propio. En un
puente recto de honnigón, el peso propio - Por tanto, conforme aumenta la luz,
traducción en cargas de la capacidad resistente la tendencia a utilizar, como material
de la sección - crece con el momento flector y básico, materiales mas resistentes,
éste con el peso y así sucesivamente en una honnigón de alta resistencia ó aceros
progresión creciente que se equilibra en curvas cada vez mejores, es mayor.
del tipo de crecimiento geométrico, que se ve
en la figura 2.3.1., que relaciona el peso propio a) El paso siguiente y definitivo es va-
de dinteles rectos de hormigón con la luz del riar además la tipología estructural.
puente. Para salvar una determinada luz, un
puente arco, un puente atirantado o
Es claro, entonces, que cuanto mayor es colgado son mas eficaces que un
la luz, mayor es el peso propio de la estructura puente viga. Los momentos flecto-
resistente, de manera que como hemos dicho se res, que configuran la cuantía de la
puede considerar que en un puente de 100 me- respuesta resistente de un puente
tros de luz de honnigón, el 90% de su capaci- recto, pierden sentido cuando se trata
dad resistente se destina a resistirse a sí mismo, de un puente arco o un puente col-
quedando el 10% restante para resistir la carga gado. Una lectura indirecta que po-
a que se destina el puente. dría hacerse de estas tipologías sería
que un arco o un sistema de tirantes
Se comprende que el enfrentamiento de constituyen un complejo sistema de
este problema en los puentes rectos pasa por apoyos elásticos del dintel, el cual
las siguientes opciones: reduce así extraordinariamente sus
flexiones.
a) Distribuir el material de la m~jor
manera posible para obtener con él Cieliamente esta reducción radical
la máxima eficacia resistente. Las de los esfuerzos del dintel se realiza
secciones aligeradas, en T, doble T, con la adición de un material resis-
sección cajón, son otras tantas expo- tente, visto en fonna de arco, en el
74 PUENTES
Javier N/anterola AI/nisen
! ! ! o)
F? 1\===:J\ Ir LJ(9 b)
e)
d)
e)
\~c======::::::....,2/
f )
Fig 2403
78 PUENTES
Javier J'dan/erola Anllisen
y se pueden montar entre pilas con los proce- en los cuales, el puente está muy en contacto
dimientos habituales. Dado su tipo de cons- con el ciudadano. En tercer lugar, dada la gran
trucción, estas vigas se instalan en tramos bi- rigidez transversal del dintel, es posible esta-
apoyados. Aunque no obligatoriamente, las blecer un tamaño de pilas y una colocación de
ventajas resistentes que se obtienen por la con- las mismas, mucho menos exigente que en el
tinuidad estructural entre vanos no compensa, caso de tableros formados por vigas prefabri-
económicamente hablando, los inconvenientes cadas. Por último, los procedimientos de cons-
de establecer esta unión en vigas prefabricadas. trucción nonnalmente utilizados aconsejan
Fig. 2.4.04. Solo se suele dar continuidad a la establecer tableros continuos con la consi-
losa superior, la que cubre y une entre sí las guiente ventaja resistente.
vigas, y esto con el fin de eliminar juntas y
facilitar así la rodadura de los vehículos. En el Entre los inconvenientes conviene indi-
caso de puentes de fenocarril, la gran carga car que su construcción está menos industriali-
que representa este móvil, desaconseja, a zada que en el caso de las vigas prefabricadas,
efectos resistentes, introducir la continuidad lo que produce, normalmente, puentes mas
entre vanos. Solamente a efectos de controlar pesados que los de vigas. No obstante se ha
la deformada puede ser interesante. progresado grandemente en la industrialización
de esta tipología.
La construcción de losas aligeradas, Fig.
2.4.03 c y d , como dintel de los puentes de Los cantos de estos tableros oscilan al-
luces cortas y medias - presenta algunas ven- rededor de L/20, con tendencia a reducirse, en
tajas sobre el puente de vigas y algunos incon- los puentes losa, hasta L/30 ó incluso L/40,
venientes. Entre sus ventajas se encuentra en aunque estos últimos valores resultan excesi-
primer lugar y de una manera evidente, la rna- vamente pequeños, el puente vibra mucho y la
yor flexibilidad de este tipo de estructuras para cantidad de pretensado que necesita es grande.
acomodarse a trazados en planta curvos, obli- Es una tendencia contraria a los puentes de
cuos, etc. En segundo lugar permite mayor vigas prefabricadas, que aunque pueden esta-
libertad de f0l111alización del dintel, lo cual es blecerse cantos menores de L/20, generalmente
muy interesante en el caso de puentes urbanos, se adopta éste o aún mayores, L/18 ó L/15. Fig.
2.4.04.
La tendencia al aligeramiento de un
puente losa aumenta con la luz. Para puentes
pequeños, L < 25 m, aligerar una losa de 1 m ó
0,8 m resulta mas costoso que útil. Por el con-
trario para puentes de 40 ó 50 m de luz, merece
la pena establecer un aligeramiento eficaz que
reduzca peso y mantenga una adecuada capa-
cidad resistente.
a)
'j_'dil_'_'_' ,G2_'''_''U'_'''U_'U''_'''''l"",l> bJ
" _i1
Fig. 2406
la prefabricación por dovelas, y que se unen Cuando se utiliza el acero como material
para fonnar una unidad del orden de 30 m a 40 básico se suele emplear en su modalidad de
m, que se monta entre pilas, dándose la conti- estructura mixta. Se optimizan así la eficacia
nuidad entre vanos por pretensado exterior. En de ambos materiales, el hormigón, por su
la Fig. 2.4.03f. tenemos una viga prefabricada buena resistencia a compresión y b~jo costo y
que se coloca de una sola vez entre pilas y una el acero, por su gran resistencia a tracción y
vez situada, sirve de sopOlte a una losa tam- poco peso. Con respecto a su morfología las
bién prefabricada o "in situ". opciones básicas aparecen en la Fig. 2.4.06. Y
80 PUENTES
Javier .Manterola Annisen
nA & Q )
J= 1
i\ ~"
'\257' b)
d)
Fig 2.4.07
2.4.07. Las correspondientes a la Fig. 2.4.06 La mayor capacidad resistente de las vi-
son las disposiciones más elementales y coin- gas metálicas pennite la reducción del número
ciden con las versiones en honnigón, de la ª de vigas si lo comparamos con una solución de
Fig. 2.4.03. La más elemental de las disposi- vigas doble "T" de honnigón. Para una calzada
ciones es la constituida por dos vigas doble T normal de dos carriles, es dificil que sean ne-
enlazadas entre sí por un elemento transversal cesarias mas de dos vigas. La losa superior de
que rigidiza la sección a la flexión transversal hOImigón puede ser prefabricada, o realizada
y a la distorsión. Si se necesita rigidez a torsión "in situ", con cmro de avance. En este tipo de
complementaria - a veces no basta con la configuración, no pasa como en las soluciones
proporcionada por la torsión no uniforme - se de hormigón que van asociadas a vigas bi-apo-
pueden triangular los cordones inferiores entre yadas, la continuidad es elemental realizarla en
sí para fonnar una viga cajón a efectos resis- acero. En el caso de puentes más anchos, se
tentes, o lo que es mejor, acudir a una sección pueden realizar, también, tableros de dos vigas
cajón. La rigidización longitudinal de las cha- Fig. 2.4.06b, y entonces es necesario disponer
pas tiende a reducirse mucho e incluso a des- un costoso tejido de vigas transversales, de
aparecer, aún a costa de utilizar espesores ma- alma llena ó trianguladas. Suele ser más ade-
yores para las almas, pues esto redunda en cuado acudir a secciones como las que apare-
economía de la mano de obra. El rendimiento cen en la Fig. 2.4.06 c y d, con cuatro vigas en
resistente de estas secciones es óptimo. sección doble "T" o cajón.
CAPITULO 2 - PLANTEAlvflENTO GENERAL DEL PUENTE 81
Fig 2408
Fig 24.09
82 PUENTES
Javier Man/erola AllIlisen
una autopista se pueden disponer dos vigas la losa de hormigón. Resulta mucho más
cajón monocelulares separadas, una por vía de costosa, y para el ámbito de 100 m a 200 m de
circulación, o una sola viga cajón provista de luz, puede ser mas favorable la sección mixta
puntales o costillas transversales. Fig. 2.4.09c. con hormigón nonnal o ligero. Únicamente
con luces mayores la losa ortótropa puede ser
Las soluciones en acero no presentan interesante. Fig. 2.4.1 Oc.
una diferencia morfológica con las de hormi-
gón. Se utilizan cajones monocelulares, Fig. Lo que si se está utilizando cada vez
2.4. lOa, cajones con puntales exteriores, Fig. mas, es la doble acción mixta, con hOl1nigo-
2.4.l0b. La utilización de vigas en doble T nado de la chapa inferior del cajón en la zona
puede prolongarse a este ámbito de luces. Lo de pilas. Se reduce así de espesor de chapa en
que no suele ser frecuente es la utilización de esa zona con la consiguiente ventaja de precio
la losa ortótropa metálica como sustitución de en material y soldaduras.
o)
b)
e)
Fig 2.4.10
El ámbito de luces en que se han des- La geometría del arco determina que los
anollado alcanza los 390 m de luz en puentes esfuerzos que lo solicitan, bajo la acción de la
de hormigón, puente de KRK (1976-1978) en carga permanente, sean casi exclusivamente de
CAPITULO 2.- PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 83
\67015
sr ,..
__ ~2~68~.~00~ ~_11
__ -:L!=..:I-",:::- 1 1005.1
a)
Puentes K R K - Croacia
b)
Fig 2501
a)
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M
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Fig 2502
84 PUENTES
Javier lv/anterola Armisen
a)
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13 x HtJtJ
t ---.----------- -
18600
------ --- -+ -- - 7X 1:5 00
-------
_ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _
~.9jJJtJ..
2.5.3.- Arco con tablero intermedio 2.5.4.- Arco con tablero inferior
Esta estmctura ha tenido, en hormigón, El arco con tablero inferior tiene una ca-
una viga muy lánguida, pues no goza de las racterística especial dentro del campo de los
ventajas del arco con tablero inferior, pues puentes arco. No introduce acciones hori-
introduce empl~jes horizontales al suelo, ni de zontales en el teneno, lo que le permite insta-
las correspondientes al arco con tablero supe- larse en cualquier situación resistente delsuelo.
rior. Es la consecuencia de un planteamiento Además, la relación flecha/luz se da a volun-
resistente, en el cual, la altura de la rasante tad. Como inconveniente tiene un proceso
horizontal no da suficiente relación flecha/luz constmctivo un poco más complicado que los
para realizar una arco con tablero superior que demás, aunque también podría intentarse una
tenga suficientes garantías de cara a los movi- constmcción en avance en voladizo.
mientos horizontales de la cimentación. Para
ganar flecha se pasa el arco por encima del Como en el caso del puente arco con ta-
tablero. Como ejemplo de puente de honnigón blero intelTl1edio, esta nueva configuración
hay que acudir al puente de la Roche-Guyon de tampoco ha tenido una gran continuidad en
161 m de luz, Fig. 2.5.07 o en acero la pasarela honnigón. El puente de la Coudette de 111,0 m
de la Ronda de la Hispanidad. Fig 2.5.08. de luz sigue siendo su máximo exponente. Fig.
2.5.09.
En acero esta tipología tampoco ha te-
La manera en que siempre se ha resuelto
nido un extraordinario desarrollo pero ha sido
transversalmente el puente arco, ha sido la
mejor que en h0l111igón, teniendo como expo-
disposición de dos planos de resistencia, con
nente máximo el puente de Freemont en USA
sus arcos y pilares o tirantes correspondientes,
de (1969-1973) de 382 m de luz. En plantea-
que recogen una porción de la carga, situada
miento reciente hay que destacar la propuesta,
excéntricamente en el tablero, en proporción
no constmida, de Foster y Schlaich para el
inversa a su distancia a cada uno de los dos
puente Oresund de 600 m de luz (se constmyó
planos. Ya hemos visto como este plantea-
una solución atirantada).
miento se quiebra con la disposición adoptada
88 PUENTES
Javier lv/anterala Armisen
en el proyecto del puente de Montsenat para como en la Coudette ó se pueden ttllnbar los
arco con tablero superior. En puentes arco con arcos, uno contra otro.
tablero inferior se multiplica la variedad de
disposiciones relativas entre arco y tablero. En En acero, el puente arco con tablero in-
el puente de Alcantarilla, se dispone un arco ferior, se ha mantenido perfectamente a lo
centrado en el tablero, la rigidez torsional se largo de los años. El arco puede adoptar mu-
confía a éste y el arco sólo transpülia la com- chas configuraciones, centrado en el tablero,
ponente vertical de la carga. Fig. 2.5.10. Se propuesta para puente sobre el Ebro de 120 m
puede disponer dos planos de arcos paralelos de luz, Fig. 2.5.11, con dos arcos inclinados,
CAPITULO 2 - PLANTEA/O/llENTO GENERAL DEL PUENTE 89
unidos en la parte superior, o separados, que vez que se cerraba el hueco dejado por los
confieren una configuración espacial visual y gatos. Fig. 2.6.1.
resistente muy interesante. Excéntricamente si-
tuado en el tablero e inclinado, como máximo El puente de Stromsund, de Dischinger,
exponente de la capacidad que ha alcanzado la Fig. 2.6.2a, tiene tres vanos metálicos de 75 m
tecnología de resolver planteamientos extre- + 183 m + 75 m y está sostenido por cuatro
mados. tirantes intermedios que salen, en abanico,
desde la parte superior de las tones. El dintel
2.6.- El puente atirantado está formado por dos vigas longitudinales,
doble T, de borde de 3,2 m de canto (L/58) y
una serie de vigas transversales. Los tirantes,
Aunque el primer puente atirantado de la
dispuestos en dos planos, sl~jetan ambas vigas.
época moderna es el puente de Stromsund en
Casi simultáneamente a este puente se realiza
Suecia (1955), el Acueducto de Tempul de E.
el NOlih Bridge en Düsseldorf (1958), Fig.
Torroja (1926), constituye un avance intere- 2.6.2b, también metálico fonnado por tres
sante de esta tecnología. Se trata de un acue- vanos de 108 m + 260 m + 108 m sostenido
ducto de honnigón, formado por tres vanos de por tres parejas de tirantes en arpa. El dintel
20 m + 57 m + 20 m y cuyo vano central está está formado por dos vigas cajón laterales de
sostenido por dos tirantes de hormigón. Los 3,37b m de canto (L/77) y 1,6 m de ancho, y
tirantes fueron de acero, en primera etapa, y se una losa ortótropa sostenida por vigas trans-
ponían en carga por elevación, por medio de versales. El tercer puente impOliante cons-
gatos, de las cabezas de las torres y una vez truido en Alemania en 1959, es el puente de
descimbrado el cajero se hormigonaban, a la Severin de Colonia. Fig. 2.6.2c. Tiene una sola
~",m~m
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"'- ,$ "'-~ r::::- ~ - ii?' :::- <? • ''': .,. r_· ...
~ ~ b)
e)
Fig 2.6.2a
torre en "A", atirantamiento en los bordes, Estos tres puentes demuestran lo rapI-
corno los anteriores, con 302 m de luz princi- damente que se alcanzó una perfección mor-
pal y 150 m de luz lateral, entre otros. La sec- fológica, una configuración que respondió a
ción transversal está fonnada por dos vigas los requerimientos económicos, resistentes y
cajón laterales de 4,56 m de canto y losa ortó- estéticos, que alcanza una rara perfección en el
tropa intermedia. puente de Severin.
CAPITULO 2 - PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE
91
:?~';:.(7q
"- e"
Fig 2.6.04b
el puente del Gran Belt de Dywidag con vanos son grandes, 4,97 m en Maracaibo, lo que pro-
de hormigón de 220 m a 350 m de luz, en una duce una relación c/L de 1147.
indefinida sucesión de vanos continuos.
En 1967 se produce otra aportación im-
Con anterioridad se habían realizado va- portante en el puente Friedrich Ebert sobre el
rios puentes continuos colgados, el puente de Rhin en Bonn. Se trata de un puente de tres
Oakland (1935), en la bahía de San Francisco, vanos, 120 m + 280 m + 120 m, con atiranta-
que en realidad son dos puentes colgados de miento al eje del puente pero estableciendo un
704 m de luz unidos por sus extremos donde se atirantamiento múltiple. De cada pila y hacia el
coloca un gran contrapeso extremo. El puente vano principal, en lugar de salir, uno, dos tres,
de Tonnay-Charente (1842) ya utiliza un ati- etc, tirantes, como venía ocurriendo hasta en-
rantamiento horizontal entre las cabezas de tonces, salen 20 tirantes. El concepto de que un
pilas, Fig. 1.3.33b., como lo hace la pasarela de tirante tiene como vocación constituir un
Lyon (1853). No se puede decir que estos sean apoyo rígido al dintel, se sustituye, con esta
puentes continuos, pero si utilizan un procedi- disposición, por este otro. Un dintel está apo-
miento válido para puentes continuos. Pues yado sobre una fundación elástica, cuyos mue-
lles están constituidos por los tirantes.
estos solo necesitan rigidizar la cabeza de las
pilas, ya sea con rigidez de pila, como hemos
Este planteamiento, que es el que defi-
visto en Maracaibo, o atirantando entre si las
nitivamente va a utilizarse en todos los puentes
cabezas de las pilas. atirantados a partir de entonces, ocasiona una
reducción espectacular de las inercias del din-
Maracaibo fue el primero y el mejor de tel, pues cuanto menor es la inercia, menores
una serie de puentes diseñados por R. Morandi son los esfuerzos que lo solicitan y menores
en los años 60. La Polcevera (1966) de 210m son incluso las tensiones en el material. De un
de luz, Génova, Wadi Kuf en Libia de 282 m valor del canto del dintel de U47, en Mara-
de luz, Ansa de la Magliana (1967) de 144 m caibo, que tiene un solo tirante, se pasa a U77
de luz, etc. R. Morandi se fija a la idea de esta- en North Bridge de Düsseldorf que tiene dos
blecer un solo tirante por pila, con la intención tirantes por pila, así como en el puente sobre el
de realizar por este medio un nuevo apoyo río Paraná en Argentina, de 244 In de luz y
intennedio fijo. Los cantos de estos puentes también tiene dos tirantes por pila. Así, en
CAPITULO 2 - PLANTEAMIENTO GENERAl DEL PUENTE 93
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Fig 2 72 Puellte de f/e/7'azallo
22.90
-1
o O
l. 32.00
Fig 274
En 1966 se termina el puente sobre el río a flexión para alejar el peligroso acoplamiento
Tajo en Lisboa de 1014 m de luz principal y entre las vibraciones verticales y de giro -el
484 m de luz de compensación. Es un puente flameo. Además, para aumentar el amortigua-
de proyecto americano (Steinman) y cons- miento, se triangularon las péndolas, disposi-
truido por U.S. Steel. Se proyectó para carre- ción que ha obligado a sustituirlas reciente-
tera y ferrocarril, aunque solo se puso en servi- mente por presentar peligrosos problemas de
cio la carretera. Se previó que, cuando se ins- fatiga. Este puente fue muy ligeramente di-
talase el ferrocarril, se reforzaría la viga de mensionado, pues ha obligado a reforzar torres
rigidez, además de proceder a realizar un ati- y dintel a lo largo de los años 1985 a 1991.
rantamiento complementario a la manera en
que Roebling había actuado en el Niágara, 120 Como consecuencia de este puente se
años antes. realizaron una serie de puentes fonnidables
como los dos puentes del Bósforo en Turquía y
A lo largo de todos estos años se había el Humbert Bridge de 1410 m situado en el
avanzado, de nuevo, como ocurrió al final del Oeste de Inglaterra (1981), Fig. 2.7.4 Y 2.2.1 d.
siglo XIX, en el aumento de la esbeltez de los Este puente tiene además la rara particularidad
dinteles, utilizando también celosías metálicas de tener los dos vanos de compensación des-
espaciales, pero controlando los problemas iguales, 280 m uno y 530 m el otro. El equipo
aeroelásticos producidos por el viento en con- redactor de Freeman, Fox estuvo dirigido por
figuraciones seguras. Además se había produ- Brown. De la misma familia de puentes, es el
cido una progresión considerable en la fabrica- realizado sobre el pequeño Belt de Cm. Osten-
ción de los cables. En el Newpost Bridge, el feld en Dinamarca de 1970.
cable de suspensión, en lugar de formarlo hilo
a hilo, o de cuarto en cuarto, que era lo acos- Esta familia de puentes está siendo, en el
tumbrado, lo que daría lugar a 1159 vueltas momento actual, sobrepasada por el puente del
para colocar 4636 hilos, se cambió prefabri- Gran Belt, también en Dinamarca de 1716 m,
cando cables de 61 alambres, lo que redujo el que sería el nuevo récord mundial si no fuese
número del vueltas a 76. porque se va a tenninar antes el puente sobre el
estrecho de Akashi de 1990 m de luz, que
Un paso significativo en el desarrollo de vuelve a adoptar la tecnología inicial ameri-
los tableros de los puentes colgantes se pro- cana de utilizar para el dintel la celosía espa-
duce en el Sevem Bridge (1966), de Freeman, cial.
Fox y asociados de 987,5 m de luz. Se susti-
tuye el típico tablero en celosía espacial de los El fin no se ve todavía. Existen estudios
americanos, por esbeltas vigas en cajón del de factibilidad precisos para salvar los 3000 m
alma llena, con un canto de 3 m, (L/324 como de luz necesarios para cruzar el Estrecho de
en el primer Tacoma), con perfil aerodinámico, Messina en Italia de una sola vez y otros que
que demuestra producir unos costes inferiores han alcanzado los 5000 m de luz, con posibili-
a la clásica celosía americana, Fig. 2.7.3. La dades de factibilidad técnica, para el puente
viga cajón tenía una gran rigidez a torsión y sobre el Estrecho de Gibraltar.
mantiene una adecuada relación con la rigidez
96 PUENTES
Jal'lá A1allterola Amllsell
a)
b)
Fig. 3.0.2
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 99
les añade puntales o tirantes, las luces a alcan- debía tomar el camino de la dovela y la cons-
zar fácilmente llegan a los 100 m. Fig. 3.0.3. trucción el avance en voladizo. Pero así como
En estos casos se han utilizado siempre vigas los puentes de vigas, como hemos dicho, han
"artesa". Fig. 3.0.2b. ampliado su campo de aplicación, también la
dovela, en sección cajón, ha reducido sus luces
A lo largo de mucho tiempo, para los de aplicación. De luces de 80 m, 100 m ó 150
puentes de grandes luces, la prefabricación con m, ha encontrado su puesto dentro de los
vigas longitudinales era imposible. La longitud puentes de luces de 30 m ó 40 m en puentes
de las vigas resultaba inmanejable y su peso que sean muy largos para rentabilizar las cos-
excesivo. La prefabricación, para estos casos, tosas instalaciones de ejecución y colocación.
o)
r 50 I 11 50 I 400 I 11 5
- ¡ I 5~
r:=d}- =~ ¿t-=-,.,
"1
11 ~
3 00
16 25
11 1-...11 15
b)
Fig.304
Los tableros formados por vigas honni- cimbras apoyadas en el suelo o cimbras auto-
ganadas "in situ" presentan sus características portantes. En cuanto al ámbito de luces que
propias, como es una mayor separación de cubre este tipo de puentes, es desde las luces
vigas que las prefabricadas, así como vigas mas pequeñas hasta los 40 ó 50 m. Su proble-
más pesadas y menos perfiladas ya que aquí el mática es la de todos los puentes honnigona-
peso y tamaño de las vigas es menos impor- dos "in situ" y por tanto muy similar al de las
tante y conviene simplificar un encofrado que losas aligeradas, pero de rendimiento resistente
se repite pocas veces. Fig. 3.0Ab. Su indus- peor. No se utilizan demasiado.
trialización puede hacerse a base de grandes
100 PUENTES
Javier Man/erola Armisen
a)
b)
Fig 3J01
pennanente. Si se trata de puentes de ferroca- ción del honnigón aumentan las oscilaciones
rril la relación entre momentos se polariza del de tensión en los cables de pretensado y pue-
lado de la sobrecarga por la cuantía de la soli- den aparecer problemas de fatiga. En puentes
citación exterior. de carretera la exigencia de mantener las vigas
en pennanente estado de compresión com-
Esto viene al caso ya que para hacer puesta no tiene por que realizarse, lo que esta-
frente a las tracciones debidas a estos esfuerzos blece el criterio de que la tendencia a disponer
variables contamos con el pretensado que es vigas con mucha fonna (de gran radio de giro)
una acción constante o casi constante. Si los no sea tan urgente.
momentos flectores que actúan sobre la viga
son muy variables deberemos utilizar seccio- Los planteamientos constructivos inter-
nes con gran radio de giro, es decir con gran- fieren con estas conclusiones. Si planteamos
des cabezas superior e inferior y almas delga- una fabricación "in situ" la cabeza inferior de
das, para asegurar que tenemos un estado de las vigas complica mucho la ejecución, con lo
compresión compuesta pemlanente. Por el que para el caso de puentes de ferrocarril se
contrario si la oscilación de momentos flecto- acude frecuentemente al puente losa o a la
res disminuye, la exigencia de gran radio de sección cajón con aligeramiento interior. En el
giro desaparece para mantener el mismo estado caso de una prefabricación intensa, dar fonna a
de compresión compuesta. las vigas interesa dado que no solo ahorramos
pretensado por perfilar la viga a sus dimensio-
Sin embargo mantener la viga en per- nes de máxima eficacia resistente, sino que
manente estado de compresiones, no se suele además la viga es más ligera con lo que facili-
exigir más que para puentes de ferrocarril tamos el transporte y su montaje.
donde la cuantía de la sobrecarga y la fisura-
102 PUENTES
Javier Manlerola Armisen
La elección entre vigas doble "T" o vi- queda liberada de las flexiones de reparto
gas "ariesa" depende principalmente de las transversal y son las riostras las que verifican
condiciones de fabricación. En general la viga esa función. La práctica de disponer vigas
"artesa" es más cara y más pesada que una riostras ha desaparecido prácticamente hoy en
viga en doble "T", dado que la envergadura día.
transversal de la viga es mucho mayor. Con
respecto a su respuesta resistente la viga "ar- Junto a estos criterios de carácter resis-
tesa" es más eficaz que la doble "T", dado que tente se presentan los cOlTespondientes a la
por su mucha mayor rigidez a la torsión mejora construcción. La separación entre las vigas
los mecanismos de reparto transversal en el longitudinales ha crecido sin parar en los últi-
tablero. mos años. Esto es debido a la difusión del sis-
tema, a la posibilidad de manejar pesos mayo-
El criterio de separar las vigas más o res y a la eficacia obtenida en la elaboración de
menos viene ligado al tamaño de las vigas en menos unidades más potentes. Esta tendencia
sí, al espesor de la losa superior y a la disposi- se manifiesta con cualquier tipo de vigas, tanto
ción o no de vigas riostras transversales. Es si se trata de vigas artesa como si se trata de
evidente que cuantas menos vigas principales vigas doble "T" y cuando se realiza la cons-
pongamos mayor deberá ser su tamaño ya que trucción "in situ" que cuando es prefabricada.
la cantidad de flexión longitudinal que cada
una debe resistir será mayor. También deberá En la figura 3.1.03 representamos las
aumentar el espesor de la losa superior pues su posibles variantes de tableros de vigas que
flexión crecerá por dos conceptos. Por un lado pueden producirse a partir del aligeramiento de
la cOlTespondiente a la actuación de la carga la losa maciza. Aunque el ancho real del ta-
propia y de la sobrecarga flectando entre las blero establece cual debe ser el número de
vigas longitudinales y por otro al aumento de vigas, y su fonna, podemos establecer las si-
las flexiones debidas al reparto transversal de guientes pautas.
carga. Cuando disponemos vigas riostras
transversales, la losa, por su menor rigidez,
TI -=4
CID
='~J""
o ® ® @
F'
U'utJ
Fig 3/.03
La simplicidad de la fonna de las vigas ble "T", con dos vigas cajón se resuelve lo que
y de su encofrado hace que las secciones 2, 3, necesita cinco con vigas doble "T". La sección
4, 5 Y 6 sean más adecuadas para puentes hor- 12 responde a este criterio. En casos de puen-
migonados "in sihl". La sección tipo 6 es nor- tes de no mucha anchura, se llegan a utilizar
malmente la mas adecuada para anchuras nor- vigas en "U" únicas, sección 13.
males de tablero. Para puentes prefabricados
son las soluciones 7, 8, 11 Y 12 las más usua- Las disposiciones 3 y 4 son muy poco
les. El número de vigas es función de la an- adecuadas por la mala distribución de las luces
chura de la plataforma. de la losa superior. La disposición 1O solo se
ha utilizado en alguna pasarela de peatones,
Cuando se utilizan vigas prefabricadas presenta una magnífica resistencia a la flexión
en "artesa", que fmman secciones cajón con el y la correspondiente a la torsión se logra con el
tablero, el número de vigas se reduce respecto par que se establece entre la cabeza superior e
a las que serían necesarias en una viga en do- inferior.
CAPITULO 3.- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 103
Los dividimos en tres tipos, según sea la Es la magnitud más significativa ya que
forma de la viga prefabricada y la situación de detennina la cuantía de la flexión del tablero.
la losa respecto de ellas. En los tipos 1 y n, Fig. Su relación con la anchura del mismo deter-
3.1.04, la viga prefabricada utilizada es la do- mina la relación ancho/luz, cuyo valor es fun-
ble "T", mientras que en el tipo In es la viga damental para establecer la eficacia de un
"artesa" en "D" que junto con la losa forman mismo arriostramiento en el reparto transversal
vigas cajón. La situación de la losa respecto a de cargas. Para un mismo tipo de arriostra-
las vigas puede ser adosada, tablero tipo 1, ó miento transversal, éste será más eficaz cuanto
superpuesta tableros tipos n y IlI. menor sea la relación ancho-luz y viceversa.
r Bo
1
JI I' X X IJ
L- s ,l. s s .1. s J TIPO Ir
F?~\~\~i~~~~-l~,---------,~r~~l
~ol~' s----,\ TIPO 1Ir
Fig.3104
104 PUENTES
Javier Manterola Annisen
h*Areo/S
o3 h=L/18 7
I V
o2 V
--- _•.LC- V
h=L/15 6
--- ---
-
V V
~ ~
o1 V --- V
L (n)
5 10 15 20 25 30 35 40 45
Fig 3J05
h*Areo/B
O4
O3 V
/'
/"
O2 ./'
V
--------
---
O 1
- ----
¡..---
L (n)
5 10 15 20 25 30 35 40 45
Fig 3J06
de las vigas del tablero están solicitadas pre- capaz de almacenar la gran cantidad de com-
dominantemente a flexión, lo que hace que su presiones introducidas por el pretensado nece-
canto varíe proporcionalmente a la luz. Su sarias para hacer frente a las fuertes tensiones
de tracción producidas por la sobrecarga. Por
va l or OSCl'l a entre -L < h < -L. el contrario en el caso de esbelteces pequeñas
30 10
podremos redúcir el área de la cabeza inferior:
Sin embargo esto depende de muchas a+e
Area = a.a' +--a"
variables que vamos a examinar. En primer 2
lugar tenemos la separación S de las vigas
La cuantía de pretensado en el tablero
entre sí. Es claro que cuanto mayor sea el valor
depende a su vez en la esbeltez de las vigas,
de S menor será el número de vigas en el ta-
siendo menor cuanto menos esbeltas son.
blero y por tanto mayor cantidad de peso pro-
pio, carga muerta y sobrecarga recibirá cada
La conjunción de estas variables hace
una de ellas. Figura 3.1.04.
que una media estadística de la esbeltez nonnal
en puentes de vigas prefabricadas oscile, para
El área de la cabeza inferior influye vigas doble "Too, alrededor de
también en la esbeltez del tablero. Si mante-
niendo la misma separación entre vigas desea- h =. L(m)
mos aumentar la esbeltez, deberemos aumentar 16
el área de la cabeza inferior para que esta sea
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 105
Para tableros de vigas muy separadas, situadas 2 en los apoyos y 3 intermedias situa-
como conesponde a los horrnigonados "in situ" das a cuartos y en el centro de la luz, lo cual ha
la esbeltez es menor, llegando a h z Ll10 quedado obsoleto dado que el coste de ejecu-
cuando las vigas eliminan la cabeza inferior ción de las vigas riostras transversales es mu-
para facilitar su ejecución. Por el contrario cho mayor que el beneficio resistente que pro-
tableros con vigas muy próximas y con gran- ducen.
des cabezas inferiores pueden alcanzar esbelte-
ces de hasta h z Ll30 , aunque estos casos son Separación entre vigas S y espesor de losa e"
muy raros y costosos. Con vigas "artesa" las Así como hemos visto la intenelación
esbeteces son mayores. que existe entre la esbeltez del tablero, el área
Dentro de las esbelteces nonnales, los de la cabeza inferior y la separación entre vi-
puentes con h z Ll20 son esbeltos y con h z gas, vamos a ver ahora la relación entre la se-
Ll15 son un poco pesados. paración de vigas S y el espesor de la losa e".
En primer lugar observamos que existe
En la figura 3.1.05. representamos el una tendencia frecuente a separar cada vez mas
área de la cabeza inferior (Área), o mejor aún las vigas. La razón que encontramos para ello
su producto por el canto dividido por la es la economía que se consigue en la construc-
separación entre vigas, referido a la luz del ción al realizar pocas unidades de vigas, ya que
puente para el caso de tableros de vigas doble entonces se reduce el número de operaciones
"T". Podemos observar dos hechos de honngigonado, fenallado, transporte y colo-
importantes. cación, lo cual supone como ya hemos dicho la
h 1 existencia de medios de colocación más po-
1. Para puentes, con -z-- el producto tentes.
L 18,7
hArea El espesor medio de la losa e" depende
de es mayor que para puentes de la separación entre las vigas longitudinales
S ya que el trabajo a flexión transversal crece
h 1 con S. Su valor quedará influido por la exis-
con -z--
L 15,6 tencia o no de suficientes vigas riostras trans-
hArea versales intermedias, ya que cuando estas
2. Como es lógico el producto existan la losa superior reduce su papel a
S puentear la luz entre las vigas longitudinales,
crece linealmente con la luz del mientras que en el otro caso deben cargar ade-
puente. más con el trab~jo del reparto.
Para el caso de vigas en "1]" En el caso de que se utilicen vigas "ar-
representamos el producto del área inferior por tesa" y para este caso exclusivamente, la sepa'"
el canto dividido por el ancho de tablero. Este ración "S" a considerar para el dimensiona-
parámetro es idéntico al anterior, figura 3.1.06. miento de la losa es la distancia entre las almas
de las vigas, no la distancia entre los ~jes.
Dimensionamiento de Y. Guyon
El valor del espesor e" no debe bajar de
Guyon establece un dimensionamiento 20 cm. Por debajo de este valor resulta difi-
muy académico para los tableros de vigas pre- cultosa la colocación de annaduras y la con-
fabricadas doble "T". Mantiene la losa superior servación de los recubrimientos. En general el
a la altura de la cabeza de compresión de las valor de e" oscila:
vigas, lo cual es muy adecuado desde el punto ~~e"~~
de vista resistente del tablero, pero presenta 20 15
dificultades de ~jecución en los puentes con
peralte transversal, figura 3.1.07. en donde se supone que no existen vigas
riostras transversales en el vano.
e=~+5 cm+diam. vainas el=~-6 cm
36 9 El aumento de la resistencia de los hor-
migones de las vigas prefabricadas, esta posi-
S= L(m) +2 m e"=0,5 ó 0.6 el bilitando las separaciones muy importantes,
36
sobre todo cuando se utilizan vigas "artesa".
Establece además siempre un aniostra- Para tableros de lOa 12 m de anchura se está
miento transversal por medio de cinco vigas,
106 PUENTES
JaJ'iCr Aíollterolo AI'lIJlsell
I
111 11 T 11 11 1
111 Tr 1 11 11 1
~
11 11 I 11 11 1
--1
[1 ~
111 1 11 11 1
Fig .J /07
utilizando una sola viga artesa por todo el an- en banco, con cables adherentes que no pasan
cho, con lo cual los voladizos transversales son por el alma, aumentando hacia 20 cm si existen
muy importantes, habida cuenta que las vigas cables de pretensado en su interior.
prefabricadas tienen su anchura controlada por
las necesidades del transpOlie. La problemática Para vigas del orden de 30 a 45 m., el
de estos puentes se parece mas a la de los ta- espesor del alma oscila entre IS cm y 22 cm
bleros cajón que a las de viga, siendo en este
capítulo donde hay que buscar las referencias a Allchura]Jo de la cabeza de compresióll de
este tipo de problemas. Fig. 3.1.02.(13). la viga
1 00
~f o)
1 80
--l
L,..lo 70 O 70 U
L 2 975 --L..:... 2 975 .---J-._ 2 975 _1.- 2
VIADUCTO TORRE-BARD L = 40 00 r1
1 3 0 r - . , . I - - - - - - - - 1 3 4 0 - - - - - - - - - , . 1 - - - , - 1 ' 30
ri
'OO
100il 020
1: = JI 1 r]o !020
020
b)
L 3 35...L
O 903 O 90 LW
35 - - - ' - - 3 35 ----L..-. 3 35-----l
1
AUTOPISTA BARCELDNA-TARRAGDNA L = 40 00 r1
t f
lOOr¡ r¡'00
027
~1 50
1 070~
015!
1':J..lo 015
70
--l
050~406-- 406 4 06 ------LJ O 50
VARIANTE DE ALCALA L = 24 00 n
d)
I I 1. , 40..1 L,40 J 1)
O 7 0 U - 2 53-L..2 5 3 - 1 - 2 53-.1- 2 53.....L..2 53 53..1- 2 53~2 53...L. 070
PUENTE DE HUERNA L = 40 00 n
¡---292¡
e)
~Im~ L,m J
L 3 25 -----L _L ----l...-
3 25 3 25 3 25.J
-.- - - - - 2 5 7 0 - - - - - - ' 1
~ ~~7! ~ lj ..'1
------1300------.1
1_.
Fig 3108
lOS PUENTES
Javier lv/anterola Armisen
25 70
~
\u
'v'
~.
¡'f
!\
\\ /f
//.
- ni
.'"y
\\ o
PUENTE SOBRE EL RIO I~ENTE L=90 DOn (con ayudo de punto I es ; nc 1; nodos)
Fig. JI/O
!J.
r-OEFENSA-!r1POSTA
@f
DESPIECE
Fig 3.112a
·r.'
~ J··I.'.I-~
!'
e, ,
,ii
!:i
cl
Fig 3113 b
Fig31I3 a
b)
Fig.3114
112 PUENTES
Javier Manterola Armi5en
más difícil de construir, pero funcionan muy ción máxima de la rigidez a flexión longitudi-
bien desde un punto de vista resistente, cons- nal en pocas vigas bastante separadas entre sí.
tructivo y estético. En la fig. 3.1.12 represen- Si las separaciones nOlmales en puentes de
tamos un dintel, con viga "ariesa" de fondo vigas prefabricadas no pasan de 3,5 m., en el
cmvo, a la cual se le añade, para completar la caso de puentes honnigonados "in situ" pasan
anchura del tablero, costillas transversales o todas de 5 m, alcanzando los 16,25 en el caso
placas laterales aligeradas del puente Obereisesheim. Fig. 3.1.15.
Con hormigones de 500 Kg/cm 2 ó 600 La esbeltez de este tipo de puentes es,
Kg/cm 2 se pueden saltar 45 m ó 50 m, con por tanto, pequeña ya que oscila entre
vigas cuya geometrías conesponden a vigas bi- L L
-::;h::;-
apoyadas del orden de 30 m ó 35 m de luz. 18 10
Aumentar las luces a 60 m ó 70 m necesita
utilizar vigas mas pesadas, cOlTespondientes a De la misma manera el dimensiona-
luces de vigas biapoyadas del orden de 40 m miento de las almas no viene detenninado por
de luz, con lo cual el peso de los elementos a ninguna razón resistente sino por simplificar el
manejar es bastante mayor. encofrado y su descimbramiento.
Este tipo de tableros tiene una ventaja
Existen muchos procedimientos para clara respecto a los prefabricados. Así como
aumentar la luz de puentes de vigas prefabri- en estos, la continuidad estructural entre tra-
cadas sin que los pesos a utilizar sean imposi- mos es poco frecuente, cuando utilizamos vi-
bles de manejar. Entre ellos encontramos en la gas doble "T" y, además, la mayoría de las ve-
ces incompleta, en este caso y debido al proce-
Fig. 3.1.13. la utilización de pilas con dimiento constructivo utilizado, casi siempre
ménsulas transversales, que además de permitir son continuos, incluso para el peso propio, lo
luces mayores, se eliminan los apuntalamientos que establece una mucho mas equilibrada
provisionales. Estas ménsulas se disponen, en distribución de los momentos flectores longi-
este caso, en "cruz" para atender con una sola tudinales.
pila a dinteles de autopista muy anchos.
Este tipo de estructuras quiere hacer la
En la Fig. 3.1.13 se extiende el problema competencia a los tableros losa con aligera-
a luces de 90 m. En este caso el vano se mientos interiores circulares o cuadrados, los
resuelve con tres vigas de 30 m, utilizando un cuales tienen una mucha mejor distribución del
apoyo intelmedio el puntal inclinado para material para resistir momentos flectores posi-
reducir la longitud de los elementos a montar y tivos en el centro del vano y momentos flecto-
los esfuerzos de la viga. Las uniones entre res negativos en apoyos, mayor radio de giro y
vigas son similares a las ya descritas. menor peso, pero sin mucho éxito. Su utiliza-
ción se ha realizado preferentemente en Ale-
mania, donde se han desanollado extraordina-
3.1.2.- Tableros de vigas hormigonados riamente las cimbras móviles o fijas, apoyadas
"in situ" en el suelo o autoportantes, las cuales facilitan
La fOlma estricta de las vigas de los ta- su ejecución.
bleros prefabricados desaparece casi comple- En la figura 3.1.15 se presentan una se-
tamente en los puentes de vigas hOlTnigonados rie de puentes de vigas honnigonados "in situ".
"in situ". La complicación en el encofrado que
representa una distribución de masas tan es- En la Fig. 3.1.16 presentamos el puente
trictas como las conespondientes a las vigas de Mauricio Legendre, situado en las cercanías
prefabricadas, encarece considerablemente de Madrid. Es un puente de vigas, hormigona-
unos moldes con muy pocas utilizaciones. das "in situ" un poco especial. Debido a la gran
La forma idónea apenas se insinúa, oblicuidad del paso, se dispuso un empani-
como en la representada en la figura 3.1.14 o lIado triangular de vigas doble. El primero y
toma una disposición clara para facilitar el principal, con canto de 1,6 m y 1 m de an-
desencofrado como la representada en la figura chura, sigue la triangulación fundamental que
3.1.14. se apoya sobre columnas. Una segunda trian-
gulación secundaria, evita los grandes espeso-
Consecuencia de la misma tendencia a res que serían necesarios en la losa para salvar
simplificar el encofrado tenemos la concentra- las luces entre vigas principales.
CAPITULO 3.- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 113
r I 7S 1 7 SO 1I SO 1 7 SO 11 75 1
ouib~wI'III~'~~!c2~m'sssssoS';i'F b)
L 60~5
LU-o
2
58
30----'-210
1 I
2 10.....L--s 30----1- 2 60
I J
CARRETERA DE CIRCUNVALACION DE SINZIG ( 1967) L 27 DO n h/I = 1/16 B
c~:c=zi);= ¿Z:i 02 ZIr1:<?2; Z/: ;:1"2~l:; ;:;¿2:<2:?2 ?2l~;~5Z:1'2/2m¡Z~1:!3'foZ:?Z:;1:<;z~mZ ~:~0~3~5~;",2Zc2Z:;'2 Z)¿':<;2/ C¿/'2/ Z?: ;:¿2T~ ;: :; ;~Z2Z?':<?Z;Z:¿¡1:!2Z2Z:i =",s-ib-=~= e)
YIIS 162S---------J
d)
L-J 170
GIFHDRN - CARRETERA DE CIRCUNVALACION (1965-19551 L = 25 DO n h/I 1/17
e)
25--.-),-----11 10----~.l---S2S---J
PUENTE SOBRE LOS TERRENOS CONTIGUOS AL PUENTE DEL RIN (1953-19551 L = 7500 n h/I 1/25
rl 7S I 850 I 1 7S¡
'¿i"'¿i¿¿á'2~¿i¿¿r~6S f)
Fig. 3.115
PUENTES
Joviel Monte/ola Annisen
12221-~2221--r-2221-¡-2221~2221~-22211
P-2 P-IO
P-I p-g
iA
SECCION A- A
PUENTE MAURICIO LEGENORE
I 11 Il I
I
- ' -'- - ' -'-
a)
'- '-
b)
Fig.3JI7
116 PUENTES
Javier Manlero/a Armisen
o)
f~( t )
b) e)
Fig 3.1.18
material inerte que impida la adherencia entre fuerzas son instantáneos y son tanto mas
el honnigón de la viga y de la losa. Debe tener pequefios cuanto mayor es la longitud
un detenninado espesor para impedir el con- desconectada L.
tacto entre los dos hormigones, Fig. 3.1.18c.
De esta manera se consigue proporcionar a la c) Los correspondientes al peso propio de
unión una detenninada flexibilidad que le per- la losa, a la carga muelia y a la aplica-
mita hacer frente con seguridad a los siguientes ción de la sobrecarga actuando sobre la
esfuerzos: longitud desconectada L. Estos valores
serán tanto mayores conforme aumenta
a) Los cOlTespondientes a las defonnacio- la luz L.
nes impuestas por la fluencia y la retrac-
ción del hormigón que producirán giros Por tanto la longitud L de la zona desco-
en los apoyos en función del tiempo. nectada depende del compromiso a encontrar
Estos giros producen unos esfuerzos entre unos efectos desfavorables y otros favo-
tanto menores cuanto mayor es la longi- rables, pero en general crecerá con la luz del
tud L de la losa desconectada de las vi- tablero. Para luces pequefias del orden de 15 a
gas. 20 !TI, una longitud adecuada puede oscilar
alrededor de 1 a 2 m. Para luces del orden de
b) Los cOlTespondientes a los giros de las 30 ó 40 m. la longitud variará entre los 2 y
vigas como consecuencia de la acción de 4m.
la sobrecarga sobre los vanos. Estos es-
I 11 11 I
_ 1_
M( t )
b)
Arnadura pasivo
Pretensado
;':1 F:
~
ooooooooooo_.oo. ------ooo;:7 00 /
--¡ :
±=;---
Soldadura
_o o-o 0_ f )
Pretensado
Fig.31I9
118 PUENTES
Javier Nfanlerola Armisen
Los momentos flectores que se producen un puente continuo. No ocurre lo mismo para
en la losa superior se resisten nonnalmente con el peso propio, que funciona como tableros
armadura pasiva. simplemente apoyados. Figura 3.1.19.
Un problema asociado a esta unión es el En el apoyo aparecerán unos esfuerzos
hecho de que la dilatación del puente se acu- M(t), correspondientes a las deformaciones de
mula vano a vano, con lo cual el tamaño de los fluencia y retracción del honnigón. Su signo
apoyos, si son de neopreno aumenta también. podrá ser negativo o positivo según sea el es-
Las juntas de dilatación se disponen solo en los tado tensional que exista en las vigas para la
extremos del puente, lo cual mejora mucho el hipótesis de carga pennanente. Si el puente es
confort de paso. muy esbelto y el estado de tensiones en la ca-
beza inferior es superior al de la cabeza supe-
Tableros continuos, con continuidad sobre rior las vigas tenderán a levantarse del centro y
el apoyo aparecerán momentos positivos en la unión. En
caso contrario serán negativos.
Si en los tableros semi-continuos, la
continuidad estructural se realiza exclusiva~ A estos esfuerzos en el empotramiento,
mente a través de la losa, la cual proporciona que modifican a lo largo del tiempo los COlTes-
un pequeño momento de empotramiento en el pondientes a la carga permanente en el instante
tablero, que prácticamente no cambia los es- t=O, deben añadírseles los de sobrecarga.
fuerzos que éste tendría si su vinculación fuese
simplemente apoyada, en los tableros conti- El annado de la continuidad entre vanos
mIOS se establece la continuidad estructural contiguos puede realizarse de diferente ma-
tanto en la viga como en la losa, de manera que nera. Por simple disposición de annadura pa-
para las acciones de carga muetia y sobrecarga siva tanto en la losa superior como en el talón
el puente se compOlia de la misma manera que
<
Q ) b)
/ P ~ P
~~ ~~. ~~
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-- - - - - -- -~+-~ •• -. -- - --- - --+~, ~._._._~--~ ~-~. - --- - -- -++ ~-~~. - - - -- --- - --- ++~ - ~~ • • • --- -- --
----
o 2p
e)
_._---_._._~-~- -
Fig 3J20
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIG6N 119
inferior de las vigas. Figura 3.1.19. Esta dis- fin. Estas uniones, que mantienen pretensado
posición de la continuidad es muy cómoda de todo el tablero, presentan, sin embargo, pro-
realizar y por tanto está bastante empleada. blemas de constmcción por lo que no son de-
masiado utilizadas. Figura 3.1.19 f Yg.
La unión entre vigas prefabricadas
puede realizarse también por medio de preten- Un problema complementario a destacar
sado. en este tipo de uniones continuas radica en la
transición entre el apoyo provisional y defini-
Este se puede establecer por medio de tivo de estos tableros.
cables "sombrero", o cables COlios dispuestos
para este cosido o por prolongación de cables Las fases de constmcción son las si-
de las vigas dispuestas precisamente para este guientes. Fig. 3.1.20.
Fig 3.121
efecto en los extremos de las vigas. En cuanto colocadas las vigas de un solo lado. Esta tipo-
a la flexión se resolverá por la armadura pa- logía está en desuso.
sante superior.
Tableros contim/os, con contimtidadjitera
Para la sobrecarga existirán momentos de los apoyos
negativos encima del apoyo, los cuales com-
primirán el hormigón y contribuirán muy efi- Entre las vinculaciones longitudinales que
cazmente a evitar el deslizamiento entre viga hemos visto hasta ahora siempre la unidad de
prefabricada y viga riostra. viga saltaba entre dos apoyos fijos. El peso y
tamaño de esta viga configura, más que su
Tableros continuos tipo Gerbel~
capacidad resistente las luces habituales de este
tipo de puentes. Pero si en lugar de intentar saltar
entre pilas con la unidad viga, hacemos como en
Este tipo de tableros se suele utilizar la viga Gerber obtenemos luces mayores con
cuando la luz L que se desea salvar con las vigas mas pequeñas y ligeras. Pero si además en
vigas prefabricadas es mayor que la longitud lugar de dejar una articulación permanente entre
de la viga. Se compone de tramos sobre pilas y vigas, damos continuidad a la unión, podremos
tramos intermedios apoyados sobre los prime- eliminar la servidumbre del doble soporte.
ros. Las uniones entre tramos son obligatoria- Tendremos un dintel continuo nonnaL
mente a media madera. Figura 3.1.22.
En la Fig. 3.1.23 representamos el pro-
El tramo sobre pilas puede ser "in situ" o cedimiento nom1al de construcción y vincula-
prefabricado, de inercia constante o de inercia ción de esta tecnología. Una vez colocada la
variable. Su fabricación dependerá del peso viga 1, se coloca sobre ella la viga 2 por inter-
que destaca y de los medios de construcción. medio de un apoyo provisional 3. La estabili-
Debe existir una relación entre la luz Ll y L2 Y dad de la viga 1 ante cargas tan disimétricas,
L para evitar el vuelco del tramo sobre pilas puede llevar asociada la necesidad de disponer
durante el proceso constructivo cuando estén apoyos intermedios provisionales o proporcio
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CAPITULO 3 - El TABLERO DE V/GllS DE HORMIGÓN 127
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Por el contrario, cuanto mayor sea la Este efecto destaca la importancia que en
inercia de la losa transversal y menor sea el reparto transversal tiene la relación
su luz libre, lo que a lo largo de la entre la anchura y la luz del tablero y la
transmisión de cargas en dirección trans- relación que existe entre las inercias lon-
versal representa la anchura del tablero, gitudinal y transversaL
el traspaso de cargas de la viga direc-
tamente cargada a las demás será mayor.
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b) De la rigidez a torsión de las vIgas versal del tablero, figura 3.2.06b. Este
longitudinales. giro diferencial torsiona la losa superior.
Cuanto mayor sea ésta, menor giro <p se Esto quiere decir que en el mecanismo
producirá en la viga longitudinal y por general de flexión del tablero se ponen en
tanto más empotrada estará la losa trans- juego las cuatro rigideces del tablero, a flexión
versal. En este caso las cargas Qy, que y torsión de las vigas longitudinales y a flexión
equilibran los momentos flectores trans- y torsión de la losa superior. Se destaca
versales My , serán mayores y mayor será también la relación ancho-luz como variable
por tanto el traspaso de cargas de la viga fundamental.
exterionnente cargada a las demás. Este
es el efecto especial que se produce con Efecto membrana de la losa superior
vigas cajón longitudinales.
El segundo mecanismo resistente que se
c) De la rigidez a torsión de la losa produce en el tablero conesponde al efecto
transversal. membrana que realiza la losa superior, desta-
cándose la rigidez en su plano tanto a flexión
Se pone en juego a través de los giros como a cortante.
diferentes que experimentan las vigas
longitudinales en la misma sección trans-
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Este efecto, unido al del primer meca- compresión. Este hecho hace que la fibra
nismo, determina que el estado de es- neutra en las vigas de un tablero varíe de
fuerzos en las vigas no es una flexión una viga a otra, ascendiendo en las car-
simple, sino una flexión compuesta. En gadas y descendiendo desde ésta hacia
las vigas que están exteriormente car- los lados, figura 3.2.04b.
gadas, el esfuerzo axil será de tracción, En la figura 3.2.0S representamos estos
mientras que en las no cargadas será de esfuerzos. En la figura 3.2.0Sa represen-
CAPITULO 3 - El J:4BIERO DE VIGAS DE HORMIGON 131
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pero amortiguan su efecto también muy puntual se repatie en las dos almas por la
rápidamente. flexión de la losa transversal. A las aristas 2 y
7 llega la carga distribuida, figura 3.2.1lc.
La distribución no lineal de tensiones en
cabeza superior se debe a su defonnación por En la cabeza inferior, el efecto local de
esfuerzo cortante. Esta vuelve a ser la carga puntual se amOliigua mucho y aunque
especialmente intensa en las proximidades de presenta los valores máximos bajo el alma
la carga puntual. cargada, su apuntamiento no adquiere la
intensidad que OCUlTe en la losa superior. Esto
Cuando la carga puntual actúa entre dos se debe a que, a lo largo del alma, la carga se
almas, la distribución de tensiones lon- va repartiendo por la defonnación por esfuerzo
gitudinales en cabeza superior es mucho menos cortante de la misma. Este hecho trae consigo
apuntada, como se observa en la figura que la distribución de tensiones longitudinales
3.2.1 Ob. Este hecho se debe a que la carga a lo largo del alma directamente cargada no es
136 PUENTES
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lineal, como se puede observar en todas las plazamiento lateral del tacón de la viga
figuras 3.2.1üb. exterior contrario al general de giro del tablero,
figura 3.2.13b, que produce una curvatura en
Todos estos efectos revelan la existencia planta, en las proximidades de la carga,
de las grandes tensiones tangenciales que contraria a la general. Las tensiones longi-
desarrolla el tablero en las proximidades de la tudinales en el tacón inferior quedan afectadas
carga para repartirla rápidamente. A solo un por este hecho.
canto de distancia el efecto se ha disipado casi
totalmente.
Momentos flectores transversales.
El estado tensional longitudinal en la
cabeza inferior de las vigas no es constante Los momentos flectores transversales en
sino que varía linealmente, lo que se debe a la la sección central se representan en la figura
flexión horizontal que se desarrolla en las 3.2.12b para los distintos tipos de cargas
mismas como consecuencia de los corri· analizados y su distribución longitudinal a lo
mientas representados en la figura 3.2.13b. largo de la luz en la figura 3.2.14.
Cuando la carga está centrada entre dos En todos los casos las flexiones se
almas, se produce una flexión de la losa concentran bajo la carga, tanto cuando ésta
superior que se transmite a las almas contiguas. actúa sobre las almas como cuando actúa en el
Los giros así obtenidos producen un des- centro del vano. Sin embargo como en el caso
CAPITULO 3.- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 137
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Fig.3.2I4
de las vigas riostras en la respuesta general del 3. Con dos vigas riostras intennedias,
tablero, situadas a tercios de la luz.
Consideramos los siguientes casos de
arriostramiento, teniendo siempre en cuenta que 4. Con infinitas vigas riostras. Este caso no
todos ellos tienen vigas riostras en los extremos. se estudia por lámina plegadas sino por
la teoría de la torsión no unifonne en
1, Sin vigas riostras intermedias. secciones abiertas, según hemos visto en
el apartado 1,2. No tiene en cuenta la
2. Con una sola viga riostra intermedia, que defonnación por esfuerzo cortante.
es la sección donde se aplica la carga.
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Fig 3116
Salvo en el caso 4, las vigas riostras con- resultados en tensiones en los tacones
sideradas están fonnadas por una triangulación inferiores de las vigas son prácticamente iguaL
indeformable de los nudos de la sección trans- La diferencia estriba en que con una sola viga
versal al relacionar todos sus nudos fijamente, riostra, la actuación de la carga puntual, a
pero permite que se desanolle la defonnación través de la flexión de las losas, produce una
de las losas cuando están sometidas a flexión. deformación del talón inferior del tipo de la
figura 3.2.13b lo que detennina la flexión
horizontal que produce la desigualdad de las
Una sola viga en el centro de la luz
tensiones de borde.
La presencia de una viga riostra bajo la
En el caso de carga centrada en el
carga puntual es definitiva para el reparto
tablero, los resultados de tener una o muchas
transversal. El comportamiento del tablero es
vigas riostras es evidentemente el mismo, ya
prácticamente igual al que se produce en el
que la viga riostra neutraliza el efecto allí
mismo tablero si tenemos infinitas vigas
donde se produce.
riostras. No hay mas que comparar las figuras
3.2.15c con 3.2.l5b.
Dos vigas riostras a tercios de la luz
En el caso de que la carga puntual actúa La disposición de dos vigas riostras
entre dos vanos, caso de la figura 3.2.17 los intermedias supone un aniostramiento general
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del tablero mayor que el de una viga riostra. los laterales, lo que produce el estado tensional
Pero para el caso de carga puntual en el centro, tan característico de la figura 3.2.19c. Desde la
su eficacia es menor. Esto se comprueba en las riostra hacia el centro de la luz, la viga central
figuras 3.2.15d y 3.2.16c se descarga algo en las laterales a través de la
El comportamiento de este tipo de rigidez de la losa transversal lo que pro-
aniostramiento se observa con claridad en la porciona la forma ligeramente curva a la ley de
figura 3.2.19. La rigidez de la viga riostra tensiones.
iguala los cOlTimientos de las cinco vigas en
los puntos a tercios de la luz. Esta igualación Podría considerarse, que en este caso de
se verifica a base de introducir una carga carga, el tablero funciona como suma de dos
ascendente en la viga central y descendente en estados de deformación.
CAPITULO 3 - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 141
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Si hasta ahora hemos analizado el efecto Como se aprecia en las figuras 32.15,
de la rigidez transversal del tablero en el 3.2.16 Y 3.2.17 la variación de las tensiones en
mecanismo de reparto, el efecto membrana de cara superior, según existan o no vigas riostras,
la losa superior sigue funcionando de manera es mucho menor que los de la cara inferior de
habitual, estableciendo una redistribución de las vigas.
las tensiones en losa superior que las hace
mucho menos sensibles, que los de la cara Como consecuencia del estudio anterior
inferior de las vigas, a las variaciones de la ri- podemos sacar las siguientes conclusiones
gidez transversal del tablero que proporcionan respecto al efecto de las vigas riostras cuando
las vigas riostras. el tablero se le solicita por cargas puntuales.
CAPITULO 3 - El J:1BIERO DE f/lGAS DE HORMIGÓN 143
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1. La máxima eficacia de una viga riostra la transversal del tablero sea infinita que
encontramos cuando ésta se sitúa bajo la nos conduce a los estados tensionales de
carga puntual. las figuras .3.2.15b., 3.2.16b. y.3.2.17b.
2. Cuando no están bajo la carga, las vigas
riostras producen una descomposición En este caso la capacidad de reparto del
del comportamiento del tablero en dos tablero depende únicamente de la
palies: 1°) La zona situada entre vigas relación ancho-luz y de la rigidez a
riostras y que comprende la carga: torsión de las vigas longitudinales.
funciona como un tablero continuo con
una relación ancho-luz correspondiente a .5. En el caso de carga centrada entre vigas,
la separación de las vigas riostras y el la ley de momentos flectores My a lo
ancho total del tablero, en donde se largo de sus bordes de empotramiento en
produce el repalio transversal normal de las almas varía muy poco en función del
cargas. 2°) Una defonnación general de número de vigas riostras. Figura 3.2.20.
todo el tablero correspondiente a un Esto demuestra el efecto eminentemente
descenso y giro aplicados en las vigas local de la carga. No debemos olvidar
riostras próximos a la carga puntual. que el tipo de viga riostra que hemos
utilizado no impide la deformación en sí
Se entiende después de esto, que si un de la losa, sino que impide la distorsión
tablero se solicita bajo una sola carga
de la sección transversal.
puntual, prácticamente toda la eficacia
del arriostramiento transversal corres-
3.2.6.- Tableros formados por vigas
ponde a las dos vigas riostras más pró-
doble "T" bajo sobrecarga
ximas a la carga. El resto de las vigas
uniforme
riostras podían eliminarse.
En la figura 3.2.21 representamos la
.3. Cuando la carga puede moverse libre-
respuesta del tablero de la figura 3.2.01
mente por toda la superficie del tablero, solicitado por una sobrecarga uniformemente
resulta evidente que la respuesta mejor la distribuida a lo largo de la luz pero ocupando
obtendríamos poniendo un gran número únicamente la mitad izquierda del tablero. El
de vigas riostras que redujesen al míni- tablero no tiene mas vigas riostras que las de
mo el efecto local de la carga puntual. los apoyos.
4. La eficacia del número de vigas riostras Como se puede apreciar en la figura
está acotada. Su valor máximo posible lo .3 .2.21 a existe una pequeña deformación
encontramos en el caso de que rigidez transversal de la estructura correspondiente a la
144 PUENTES
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tensionales es insignificante tanto en lo que
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Origen de las x - el centro del tablero
CAPITULO 3- EL T:4BLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 145
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La punta de tensiones que producían las se presenta una clara variaclOn respecto a la
cargas puntuales desaparece en este caso e sección transversal indeformable.
incluso la deformación por esfuerzo cortante
desaparece prácticamente en la sección central De estos resultados se pueden sacar las
donde el esfuerzo cortante es nulo. siguientes conclusiones:
a) La sobrecarga uniforme produce sobre
En el caso de que la carga esté centrada, un tablero de vigas un estado de tensión
como en la figura 3.2.22, el comportamiento y defonnaciones mucho más unifonne
del tablero difiere bastante del caso en el que la que bajo sobrecargas puntuales. Desa-
sección transversal es indeformable. parecen los incrementos bruscos de
tensiones y de flexiones transversales.
Si bien el estado tensiona1 cr x es muy
parecido en ambos casos en la cara superior de b) El a11'iostramiento transversal por vigas
la sección central, no ocurre 10 mismo con las es prácticamente innecesario para este
tensiones en la cara inferior de las vigas, donde tipo de solicitación y con la relación
146 PU.ENTliS
Jal'/el AJal1/e/vla Anl1isel1
Cuadro 11Ií111ero J
O'max = tensión longitudinal máxima en el centro del tacón inferior de la viga cargada
65
a) 100
1.27
6.28
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I
I
I
I
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I
I
I
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11.76
7.2
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Fig32.23
148 PUliNTES
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-0.58
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-50.4el--i -50.48
-52.14
54.5
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1.09
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-0.15 -0.15
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ISO PUENTES
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Tablero bi-apoyado Tablero bi-empotrado
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/kdwlI/tLril!l(/
~ /lty//(/mári!IJ(J
~
(Jxlll{/X (jx"JaX
C. vano apovo
viga 1 1 1 1 1 1
viga 2 0456 0.33 0292 0.175 0.256
viga 3 013 0,048 0,026 -0,013 -0.016
viga 4 -0013 -0,025 -0026 -0,02 -0031
viga 5 -0.095 -0,031 -0.048 -0,008 -0011
viga 1 03 0101 0.0418 -0018 -0.029
viga 2 068 0452 0463 028 0,506
viga 3 1 1 L 1 1
viga 4 068 0452 0463 0.28 0.506
viga 5 03 0101 0.0418 -0018 -0.029
viga 1 1 1 L 1 1
viga 2 0762 0.77 0,809 0821 0,847
viga 3 0468 0461 0458 0458 0458
viga 4 01748 0.156 0.1 0.085 0.067
viga 5 -0042 -0035 -0,056 -0046 -0,035
viga 1 0436 0.276 0,092 -0.049 0032
viga2 0.805 076 0482 0,654 0599
viga 3 L 1 1 1 1
viga 4 0.805 0.76 0482 0.654 0599
viga 5 0436 0.276 0092 -0.049 0032
Cuadro número 2
= corrimiento vertical en el centro de la luz de la viga que más flecha tiene
En primer lugar los esfuerzos cortantes razón para este comportamiento es evidente
verticales Qy' que reflejan el mecanismo de dado que las vigas longitudinales continuas
reparto por flexión transversal, son mas tienen unos conimientos verticales mas
pequeñas y con una distribución algo diferente pequeños y con una distribución diferente a lo
a lo largo de la luz ya que su ley tiende a cero largo de la luz que los tableros bi-apoyados.
más rápidamente al acercarse a los apoyos. La
CAPITUlO 3- EL T4BlERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 151
DESPLAZAMIENTOS
Fig. 3226
...... 0.0006
13 17 21
"" 0.00119 "" 000063 0.0006
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Fig. 3221
Fig ]228
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-0.1
I 0.01
I
1.19
Fig 3229
zonas de vigas situadas entre el apoyo y el en los apoyos, figura 3.2.30a. Para que el
punto de inflexión aumentan la eficacia del estado tensional en las dos secciones fuese
mecanismo de flexión transversal. igual, las cargas también deberían serlo,
pero esto no es así dado que la reacción en
3) En la Fig. 3.2.26 aparecen los des-
el apoyo tiene como resultante el valor de
plazamientos reales del mismo tablero, 100 Tn, sin embargo su distribución en las
pero con la carga de 100 Tn colocada en el 5 vigas es mas repartida.
intereje de las dos vigas extremas.
4) La distribución de las tensiones longi- Este mismo razonamiento puede
tudinales en la sección de apoyo difiere extenderse a cualquier tipo de
bastante de la obtenida en la sección central solicitación. La mayor discrepancia entre
del tablero como se puede ver en las dos la distribución de tensiones en la sección
últimas columnas del cuadro número 3. central y la de apoyo la encontramos
para las cargas centradas y naturalmente
Si examinamos la figura 3.2.30 del tablero mayor para las cargas puntuales que para
bi-empotrado con solicitación de 100 Tn en las uniformes.
el centro de la viga central y punto de
inflexión de la deformada en el cuatio de la Para las cargas descentradas la diferencia
luz, podríamos considerar que este tablero entre ambas secciones es menor. Esto se
tiene un comportamiento antimétrico, con debe a que con la baja capacidad de reparto
curvahlra positiva entre los puntos de que tiene este tablero por su pequeña
inflexión y carga centrada de 100 Tn y con rigidez transversal y su gran relación ancho
curvahIra negativa entre la sección de luz, las reacciones en el apoyo difieren
inflexión y el apoyo y como carga la menos de la solicitación exterior que en el
correspondiente a las reacciones punhIales caso de carga centrada.
CAPITULO 3 - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 155
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Fig 3.2.30
156 PUENTES
Javier JvIanlerola Aunisen
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Fig 3.2.. 31
158 PUENTES
Javier Mante/ola Annisen
3.2.9.- Tableros formados por vigas cajón Nonnalmente las dimensiones de las vi-
gas "artesa", utilizadas en los puentes prefabri-
El comportamiento resistente de una cados, no son lo suficientemente grandes como
viga cajón está influido por la deformación para que su estudio como viga cajón de sección
transversal de la sección. El alabeo torsional, la indefonnable sea inconecto. Sin embargo, el
distorsión y los estados tensionales longitu- incremento en la capacidad de transporte y de
dinales y transversales que producen en la colocación de este tipo de vigas, es tan
sección, son fenómenos secundarios que se importante, que cada vez sus dimensiones son
añaden al estado tensional obtenido supo- mayores y en éstas no es evidente que se
niendo la viga con sección transversal inde- puedan eliminar todos los fenómenos secuan-
fonnable. Este incremento del estado tensional darios descritos. Para estas grandes vigas "ar-
depende principalmente de la relación ancho- tesa" la problemática se encuentra en una si-
luz de la viga cajón y del espesor de sus pare·· tuación intemledia entre la de las vigas cajón
des. Fig. 3.2.33. del capítulo 5 y las vigas prefabricadas nor
Fig 3..2 33
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 159
Cuadro na 3
males. Por esta razón remitimos el estudio de tablero apoyado de 40 m. de luz totalmente
los tableros de las vigas prefabricadas "artesa"
al punto 5.3.4. similar al representado en la figura 3.2.1, pero
en el que las vigas doble "T" han sido
Sin embargo, tanto porque se han sustituidas por vigas cajón. Esta sustitución se
utilizado en puentes reales, como por intereses ha realizado manteniendo el mismo canto del
académicos, vamos a realizar un análisis de tablero, la misma cantidad de material y el
tableros formados por pequeñas vigas cajón, en mismo momento de inercia de las vigas
los cuales el efecto de estos fenómenos longitudinales, únicamente varía la rigidez a
secundarios es insignificante. torsión de las mismas, consecuencia exclusiva
de su fonna cajón.
En la figura 3.2.34 representamos un
J
1-------=1
~ 40.00 ~
Fig 3234
a)
I
I
I
I
I
1
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01 lo
1'1"
I'-'-J~
e)
Flg 3.2..35
El cociente entre la respuesta del tablero potramiento mucho mas eficaz a las lo-
de vigas doble "T" dividida por la que se sas transversales encargadas de transmi-
produce en el tablero de vigas cajón, para los tir la carga transversalmente.
dos tipos de carga y según tenga o no vigas
riostras la encontramos en el cuadro número 3. b) Las luces transversales de la losa son
mas pequeñas en este caso y por tanto
La razón de esta relación la encontramos las losas son más rígidas. Esto en lo que
en dos hechos fundamentales: se refiere a la luz entre dos vigas
longitudinales. Si miramos el problema
a) La mayor rigidez a torsión de las vigas
de la rigidez transversal a todo lo ancho
longitudinales. Esta proporciona un em-
CAPITULO 3 - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 161
a)
III
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Fig 3236
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1ill--..J1il
e)
Fig 3237
se comprende porque, como hemos visto, la de vigas cajón, o reducir la relación ancho-luz
capacidad de ayuda al reparto de las vigas que en este caso es constante para ambas.
riostras, para el caso de carga descentrada, está
acotada a un valor máximo que es precisa- Pues bien. Aunque el tablero formado
mente el correspondiente al tablero de sección por vigas cajón pierde eficacia por la defonna-
transversal indeformable. Para mejorarla de- bilidad de la sección transversal, figura
bemos aumentar la rigidez a torsión de las 3.2.35a., sin embargo su mayor rigidez a tor-
vigas longitudinales, que es el caso del tablero sión resulta predominante.
C4P1TULO J - EL TABLERO DE VlCAS DE HORM/CON 163
Se entiende que la respuesta bajo cargas riostras a tercios de la luz, la relación entre la
excéntricas es mucho mejor que para el caso de respuesta de ambos tableros casi se iguala
cargas centradas en el tablero, pues aquellas (0,84 y 0,917).
están exigiendo rigidez a torsión total del ta-
blero y en cambio en este último solo a través Hay que tener en cuenta que en todas
de la flexibilidad de las losas transversales. estas hipótesis estamos suponiendo que el ta-
blero de vigas cajón tiene una viga riostra en
Por esta razón los coeficientes que rela- cada extremo que es la que impide el giro de
cionan la respuesta de estos dos tableros para borde de las vigas cajón. Si esto no fuese así, la
carga situada en el centro de la luz se reducen a rigidez a torsión de las vigas cajón no podría
un 27 y 21 por ciento y si el tablero de vigas desarrollarse en su totalidad, salvo la palie que
doble "T" tiene vigas riostras su respuesta es corresponde a la torsión diferencial que se
mejor que el de vigas cajón sin ellas. produzca entre dos secciones distintas. Su
efecto beneficioso desaparecerá en parte.
Los coeficientes de 0,75 entre las flechas
y 0,517 entre tensiones se refieren al caso de En la figura 3.2.38 representamos la
que el tablero de vigas sea absolutamente inde- distribución de cargas Qy que se produce a lo
formable. Si cuenta únicamente con dos vigas
PUENTES
Javier Man/erala Armisen
a)
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1
64.9
Fig 3239
largo de la luz en dos losas próximas a las vi- 3.2.10.- Comportamiento de un tablero
gas cargadas siendo bastante mayores en el de vigas sin vigas riostras en
caso de las vigas cajón que en el de las vigas sus apoyos
doble "T". Los efectos locales conesponden en
ambos casos a la proximidad de la carga pun- En el examen que hemos venido reali-
tual. zando sobre la influencia de las distintas varia-
bles que intervienen en la respuesta de un
puente de vigas siempre contábamos con la
En la figura 3.2.39 representamos una presencia de vigas riostras en los apoyos del
comparación de tensiones longitudinales a lo tablero. La teoría de las láminas plegadas esta-
largo de la luz en diversas fibras de la cabeza blece como condición necesaria que en el
superior entre los dos tipos de tableros. En el borde exista una viga infinitamente rígida en
caso de carga centrada, figura 3.2.39a y bIas su plano e infinitamente flexible fuera del
tensiones se unifonnizan rápidamente en todas plano. Esta viga recoge las tensiones tangen-
las vigas por efecto membrana. Únicamente la ciales que aparecen en la losa superior del
punta de tensiones se reduce bajo la carga en la borde apoyado y las traslada a los apoyos re-
viga cajón, dado que en este caso la carga no ales. El valor de estos esfuerzos tangenciales
actúa directamente sobre un alma sino que lo N xy que sirven para dimensionar la viga riostra
hace en el centro de la losa que la reparte algo aparecen en la figura 3.2.9.
en las almas próximas.
CAPITULO 3- EL TABLERO DE V/GAS DE HORMIGÓN 165
0.00011
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Fig. 3240
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0.0109 " ........
0.0168
0.011
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0.00458
Fig 3241
a)
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I I 0.00306 1 :0.000875
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I.---J 75.33
- - - SIN VIGA RIOSTRA (EMPARRILLADO ESPACIAL)
e) -- - - CON VIGA RIOSTRA (LAMINA PLEGADA)
Fig. 3242
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I 1 1
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I I 1 1
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I
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1
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20.1 i===l19.0oa
Fig 3243
del tablero. Pero este hecho no es real, se debe a unas flechas mayores y a un estado tensiona1
al método de cálculo utilizado pues el modelo superior. En este caso la rigidez a torsión de las
de emparrillado espacial no reproduce perfec- vigas longitudinales es significativa y la ausen-
tamente bien el comportamiento del tablero. cia de vigas riostras reduce la eficacia de las
vigas cajón para empotrar la losa transversal en
En 10 que se refiere a las tensiones lon- el mecanismo general de flexión.
gitudinales, la diferencia no llega a 1 kg/cm2
entre tener o no tener viga riostra, cuando se Estos efectos serían mucho mas signifi-
utiliza el mismo método de cálculo. cativos si la relación ancho-luz del tablero
fuese mayor pues en este caso la presencia de
Tableros con vigas cajón la rigidez a torsión sería mas intensa.
Sin embargo, a tiempo infinito (t=oo), la Si examinamos los primeros vemos que
fluencia y la retracción del hormigón de vigas existe una diferencia entre la respuesta de una
y losa producen unas def011TIaciones que viga de hormigón annado y otra de hormigón
redistribuyen el estado tensional inicial por pretensado, figura 3.3.1. Las primeras experi-
interacción entre las distintas paties del mentan un quiebro A en su ley de momentos
tablero. Se presentan dos tipos de coacciones a curvatura a patiir de la fisuración del honni-
la libre deformación del hormigón, unas son gón. desde ahí en adelante sigue una respuesta
intel11as y otras extel11as. proporcional conespondiente al trabajo de la
armadura de tracción en fase elástica de la
Las coacciones intemas están cons- armadura, la ley de momentos-curvatura deja
tituidas por: de ser proporcional hasta alcanzar la rotura del
hormigón. Este esquema de funcionamiento
puede variar con la cuantía de armadura en la
.. La presencia de annadura activa y pasiva viga, pero para los efectos de lo que buscamos
dentro del hormigón. nos sirve. Curva 1.
.. La presencia de dos honnigones diferen-
tes, el de la viga y el de la losa, de ca
racterísticas y curado diferente, con eda-
des de puesta en carga también diferente
y proceso de retracción desfasados en el
tiempo. I
Las deformaciones de fluencia y retrac- o o
ción de cada uno de los h01migones interferi-
rán entre sí y con la annadura produciéndose
un intercambio tensional entre ellos(capítulo )
vigas mantienen la rigidez inicial. Es decir los esfuerzos combinados de flexión y torsión y
distintos materiales del tablero pueden evolu- resulta difícil conocer cual es la influencia de
cionar de diferente manera a lo largo del pro- la fisuración de una pieza por torsión, sobre su
ceso de carga, lo que supone una redistribución rigidez a flexión y viceversa.
de esfuerzos. Una simplificación para salir al
paso de este hecho consiste en adoptar la rigi- Las simplificaciones que anteriormente
dez fisurada de las zonas de hormigón annado, hemos considerado, la de suponer que debe-
aun a sabiendas de que existirán zonas de losa mos tomar la inercia fisurada de las piezas de
no fisuradas por estar poco solicitadas. hormigón annado a flexión y la de reducir a la
mitad la rigidez a torsión de las vigas riostras
Si hemos visto el diferente comporta- sobre pilas en los tableros de vigas prefabrica-
miento de las diferentes secciones a la flexión, das, que son los elementos mas fuertemente
mucho mayor efecto redistributivo se encuen- torsionados, no deja de ser eso una simplifica-
tra en la rigidez a torsión, figura 3.3.2. ción. El procedimiento mas lineal de la res-
puesta haciendo que intervengan para ello, las
leyes constitutivas a flexión y torsión de las
distintas secciones del puente.
Ir 21.. ee
SECCION TRANSVERSAL
t-·_··+=-2J·
.__.._--+------_.
. ±: .
..__.-+-..-+-.__.
VIGA-3
VIGA-2
VIGA-]
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Fig.333
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V1
10-4 m-1
50
100
150
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400
500
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11 12 13 14 115 16 17 18
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- - - PR4 100 %
_ . - PR3 78.77%
5 ---.- PR2 52.52%
--PRl 26.25%
Fig.334
174 PUENTliS
Jal'ter A/cll//emla AI'lJllsell
Zaragoza
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 175
Fig.401
176 PUENTES
Javier Manlerola Armisen
fi!?Tl=~=~=o=o=o=o=o=/==~
1i5?=rll==============~
Podemos decir que un puente losa es el resul- poslclOn favorable tanto desde el punto de
tado del compromiso entre la facilidad cons- vista resistente como del constructivo.
tructiva y las condiciones resistentes. Fig.
4.0.2. Dentro de las condiciones de continui-
dad es necesario considerar:
4.1.- Morfología y dimensionamiento
l. Distribución de cantos a lo largo del
puente.
Dentro de la morfología conviene dis-
tinguir morfología longitudinal y morfología
2. Relación entre la luz del vano extremo
transversal.
al vano tipo.
4.1.1.- Morfología longítudínal .3. Situación y tipo de las juntas longitudi-
nales.
Como ya hemos indicado los puentes
losa son normalmente puentes continuos, dis
e
Fig 4J.01
Distribución de cantos a lo largo del dintel superior presentan una transición de cantos
más rápida al principio para convertirse en casi
Podemos adoptar dos leyes de variación planas hacia el centro de la luz.
de cantos a lo largo del dintel. Canto constante
y canto variable. En la ley de cantos constantes Relación entre la luz del vano extremo y del
está presente la facilidad constructiva y la ex- vano tipo
presividad fonnal de una banda continua para
puentes largos. Fig. 4.1.01 a. Para que la ley de momentos flectores de
una viga continua, de canto constante y carga
El tablero de canto variable puede ofre- constante tenga el mismo momento en todos
cer dos tipos de variaciones. los apoyos debe ocurrir que la luz del vano
extremo sea:
El tablero acartelado, Fig. 4.1.0Ib., que
se acopla bien a las exigencias resistentes y los L¡ =O,8166L
tableros con intradós curvo, Fig. 4.1.0Ic. Den-
tro de las curvas se suelen elegir parábolas de Siendo L la luz del vano principal.
segundo grado o de tercer y cuarto grado. La
parábola de segundo grado presenta una transi- Los momentos flectores son, entonces,
ción de cantos suave, las parábolas de orden prácticamente iguales en todos los vanos por lo
178 PUENTES
Javier Manlerola Annisen
que si se adopta esta luz del vano extremo el del dintel, la deformabilidad de las pilas y la de
dimensionamiento de toda la estructura será el los aparatos de apoyo que se disponen entre
mismo. Fig. 4.1.02. pilas y dintel.
Fig 4 J 02
CAPITULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 179
Junto de di latae i on
o)
b)
Junto de di latae i on
e)
Fig 4103
y desplazamientos veliicales, son bastante puede ser tanto exterior como interior, con
grandes y el mantenimiento de la junta se hace cuantía diversa en cada caso, Fig. 4.1.04.
complicado. A pesar de las ventajas resistentes
que presenta esta disposición en el comporta- Si consideramos en primer lugar la sec-
miento resistente del tablero, este tipo de juntas ción 1, losa maciza extendida a toda la anchura
tiende a ser evitado. del tablero, podemos aligerarla lateralmente lo
que nos proporciona la sección 7.
Si llevamos este tipo de junta a la velii-
cal de la pila, Fig. 4.1.03b., se produce un in- El aligeramiento interior puede reali-
cremento de momentos flectores en los vanos zarse por varios procedimientos y ser mas o
contiguos ya que funcionan como apoyados- menos intenso. En la figura 4.1.04. utilizamos
empotrados, en lugar de como biempotrados. los dos tipos mas usuales, el aligeramiento
Sin embargo se utiliza, cuando se quiere elimi- cilíndrico y el aligeramiento prismático.
nar la influencia de un vano sobre otro. Su
comportamiento es correcto. El aligeramiento cilíndrico produce unas
secciones transversales más pesadas y más
En la figura 4.1.03c. se disponen una rígidas que el prismático. Podría decirse que la
junta veliical, que es más fácil de realizar que viga Vierendel en que se convierte la sección
la junta a media madera, pero solo es posible si transversal del dintel está perfectamente di-
la anchura de la pila es suficiente para que mensionada con el aligeramiento cilíndrico al
puedan disponerse en su parte superior dos producir éste una distribución de espesores en
apoyados adosados, uno para cada vano. las paredes de la sección perfectamente aco-
pladas a las exigencias de los esfuerzos interio-
4.1.2.-Morfología de la secclOn res que se desalTollan en este tipo de vigas.
transversal y dimensiona- Fig. 4.1.04. (2, 3 y 8).
miento
Con el aligeramiento prismático el peso
propio de la estructura es menor y la eficacia
Partiendo de la definición que hemos
resistente de cara al pretensado longitudinal
establecido sobre los tableros losa, podemos
también es mejor, Fig. 4.1.04. (4 y 9). En cam-
obtener su morfología a partir del aligera-
bio aumenta la deformación por cortante de la
miento de una losa maciza. Este aligeramiento
180 PUENTES
Javier Manlerola Annisen
2
\0000000/
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4
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5
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6
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10
\000/
11
\ C-...::=:=~J/
Fig 4J04
sección transversaL Es una sección mas flexi- Los tableros con aligeramientos circula-
ble que la proporcionada por el aligeramiento res se honnigonan muy bien de una sola vez, la
cilíndrico. En las secciones de la Fig. 4.1.04. (6 fonna circular inferior pennite que penetre
Y 11) el aligeramiento se ha llevado al máximo bien el honnigón sin dejar coqueras. En cam-
y la morfología de los puentes losa conecta con bio el aligeramiento rectangular es práctica-
la de los puentes cajón. mente imposible realizarlo de una sola vez por
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 181
10 que suele ser necesario hormigonar la ca- mente en puentes de luz pequeña, pueden al-
beza inferior en primer lugar y las almas y canzar hasta los 25 o 30 m. de luz aunque es
cabeza superior en segundo lugar. más frecuente su utilización para puentes me-
nores de 20 m. Tienen un mal rendimiento para
Este inconveniente ha dado paso a sec- el pretensado, ya que su relación inercia/área
ciones como las representadas en la figura es muy pequeña y se emplean por tanto prefe-
4.1.04. (5 Y 10) que aligeran mas que los círcu- rentemente en tableros de hOITnigón aITnado.
los y permiten el hOITnigonado de una sola vez. Se emplean también en tableros de hormigón
pretensado pero en este caso conviene utilizar
En la Fig. 4.1.05 representamos el un pretensado parcial.
puente de Cuatro Caminos, cuya sección trans- Con respecto al canto estos puentes pue-
versal está entre la.3 y la 8 de la fig. 4.1.04. den ser los mas esbeltos. Con la sección 1 se
han alcanzado cantos de hasta Ll40 pero en
Dimensionamiento este caso el puente es bastante flexible, vibra
mucho, y es bastante costoso por la cantidad de
La primera dimensión que hay que defi- annadura que es necesario disponer. ConfoITne
nir es el canto. Podemos establecer unas mag- vamos haciendo más pequeña la cabeza infe-
nitudes iniciales, a paliir de las cuales matizar rior al pasar de la sección 1 a la 7 los cantos
estos valores para cada tipo de sección. deben aumentar un poco si no queremos so-
bretensionar el h0IT11igón en su cara inferior.
L En general se pueden adoptar los cantos ini-
vanto apoyo -
Tableros de inercia variable. 22 cialmente fijados o un poco menores.
canto centro de vano c = -
1 40 Las secciones 2 y 8
Tableros de inercia constante c = L
25 Se utilizan para puentes de mas luz. Se
L= luz del tablero en metros han llegado a alcanzar con ellas hasta los 60
m., pero es mas habitual su uso para puentes
Análisis de secciones con luces oscilando entre los 20 m. y los 40 m.
Las secciones tipo 1 y 7 son las mas pe- El aligeramiento circular mejora mucho
sadas de todas por 10 cual se emplean única- el rendimiento del pretensado y se pueden
182 PUENTES
JOlJler iVlolllerolo Al7llisell
o) b)
F¡g 4106
CAPITULO 4- PUENTESlOSA DE HORMIGÓN 183
a)
Fig.4101
184 PUENTES
Javier Manterola Armisen
~OOí
M
\OO~
Fig. 4/08
Fig. 4/09
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 185
Fig 4 lIO
Fig. 41.11
CAPITULO 4.- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 187
4.1.4.- Losas-hongo
y baja mucho en el centro , hasta valores
En aquellos casos de puentes muy an- próximos al cuarentavo de la luz. Sin embargo
chos y luces moderadas o pequeñas se puede el tablero no resulta pesado pues la fonna
adoptar una configuración estructural, en la "hongo" reduce visualmente los espesores.
cual la losa se polariza hacia un pilar único,
creando un'''hongo'' de canto variable, máximo La disposición de juntas de dilatación
en pila y mínimo en el centro del vano Fig. entre tramos es muy beneficioso por dos moti-
4.1.12. vos.
Fig. 4112
188 PUENTES
Javier Manlero/a Armisen
caso de que no eXIstIese losa intermedia, la volumen de hormigón utilizado a la vez que
reacción entre "hongos" podría ser tanto de mejora el peso del "hongo" y reduce la
tracción como de compresión, con lo que sería cantidad de pretensado. En la Fig. 4.1.13c se
necesario anclar las losas entre sí. adopta una losa maciza con paraboloides
hiperbólicos como superficie de transición
El "hongo" puede adoptar muchas dis- entre los bordes y los ejes.
posiciones. La más clásica es la representada
en la Fig. 4.1.12 con variación de canto, tanto Son muchísimas las variaciones que se
lineal (representada) como parabólica y diri- pueden adoptar en la forma de los "hongos",
giendo la arista entre cuadrantes, tanto al cen- más o menos simples, más o menos
tro de las aristas (representada) , como a las sofisticadas, como la que aparece en la Fig.
esquinas. El rendimiento resistente de estas 4.1.14. Todas ellas son válidas siempre que
exista una pila considerable que resista las
En la Fig. 4.1.13 representamos tres dis- flexiones transversales del tablero y una
posiciones habituales de "hongos". En las co- distribución de inercia en el tablero que
rrespondientes a las Fig. 4.1.013. a y b se permita un empotramiento con la pila y una
adopta una nervadura dirigida al centro o a las capacidad resistente a grandes flexiones
esquinas, lo que reduce considerablemente el longitudinales y transversales.
b)
Fig. 4J/3
CAPITULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 189
Fig 4J14
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a)
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000 ,M Y b)
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Fig 4201
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A I
PDSIClDN DE LA CARGA
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DISTRIBUCION DE MOMENTOS FLECTORES PRINCIPALES
100 O Tn
_)_-==_
t=_7_1_r_'t_(_======--_M_Y
95 7~ nt (Mx)
Fig 4202
192 PUENTES
Javier Man/erola Armisen
r>------ 20 ,¡DO - - - - -
DEFORMADA
0.4 Tn/rt
1
1 4: My
,,
, ,
8. 16
12 16
Fig 4203
CAPiTULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMiGÓN 193
I
¿ PoSICIoN DEL APOYO
I
I
PoSICION DE LA CA~GA
1--- --0 ------- -----
I
I
DEFORMADA
10 42
-10 46
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.....
, : ! ¡ ¡ : '
, , ' l1y
5 B7
OlSTRIBUCION DE 1101·1 LONG Y TRANS EN LA SECCION DE APOYO
Fig. 4204
Fig 4205
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 195
~
~
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J /::
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o
~
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Fig. 42. 06
Z¡
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JZ h
~ ,
Fig.4.2.07
de donde
Estos mismos resultados son válidos SI
la sección tiene alvéolos rectangulares.
c) Tablero de vigas
Fig.4.2.08
CAPITULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 197
o
Fig 4209
ti
J
g fJrl
Fig.42IO
100 O Tn
\ I
- - - - - - - - -- - - - ---- - - - o)
lO 0797
J
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I
10M
J
ESTADO TENSIONAL
100 O Tn
---------Ir--------r--------~---------ír--------l--------~
I , , , I
I I, I, I, I,
\
I, I, I,
0.375 e I
I
-----JU
Fig. 42JJ
la deformación por c0l1ante se aprecia con alcanza un valor de 0,375, es decir, unas 8
claridad en la deformada y la flecha total, veces mayor que lo que tendría si no conside-
0,0797, es 1,88 veces mayor que la flecha rásemos la defonnación por cortante.
elástica que produciría exclusivamente su rigi-
dez a flexión. La manera de obtener la rigidez a
flexión y el área a cortante a introducir en el
En el caso de una sección celular, con modelo de losa ortótropa, consiste en realizar
paredes muy delgadas, Fig. 4.2.llc, (área de un modelo lo más preciso posible de la sec-
aligeramiento/área total= 0,72), la flecha total ción, una ménsula, por ejemplo, reproducida
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 199
como tal, Fig. 4.2.11 a ó con elementos finitos como conocemos la flecha real, f, obtenida en
en el caso de la Fig. 4.2.11 b, ó por un emparri- el modelo general, podemos obtener la inercia
llado en el caso de la FigA.2.11 c. A estas es- equivalente L
tructuras se las somete a dos fuerzas distintas.
Un momento en el extremo del voladizo que La flecha producida por una carga pun-
produce una solicitación sin cortante y una tual en punta es
carga puntual que produce la defonnación
debida a los dos efectos. Se obtienen las fle-
chas reales en ambos casos.
f = 2E!
DESPLAZAMIENTOS
LOSA HAC1ZA
desp=-O 013901
AlGERAHIENTO CJRCUlAR
desp=-O 017697
ALIGERAMIENTO RECTANGLUR
desp=-O 032033
100 Tn
228
""'''''''' 90·7
miiAMlootI ttliW.,w 98 -2
Fig. 4212
200 PUENTES
Javie/ Monte/ola Armisen
Fig 42.13
desp!ozonientos
desp=-O 003117
LOSA MACIZA
desp=-O 003489
ALIGERAMIENTO CIRCULAR
desp=-O 004463
ALIGERAMI ENTO RECTANGULAR
OA Tn/M
Fig.42I4
".--,
Fig4JO}a
lA o 031
o 095
--.., ...
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Fig 430I.b
La solicitación de las vigas riostras está tensiones principales, así como la distribución
así determinadas entre las fuerzas Qi y Ti. Los de las tracciones en las secciones indicadas. El
apoyos están constituidos por los propios so- soporte está constituido por unos, dos o tres
pOlies del puente. apoyos.
Fig 43 02
El estado tensional cOlTesponde al tras- ensayos en rotura dan corno buena la posición
lado de las solicitaciones Ql y Q3 a los apoyos. C. Las tensiones cortantes se acumulan en la
Corno se ve por la distribución de tracciones y palie inferior, lo que determina que se debe
compresiones, la carga Q2 o bien se dirige di- disponer una armadura a lo largo de la cara
rectamente al apoyo central Fig. 4.3.01a.2 y 4 exterior que soporte el valor total del cortante
ó su efecto, contrario al de las cargas Q1 y Q3, en esta alma para poder proceder a la descom-
queda contraITestado por éstas. posición de la Fig. 4.3.03 corno aparece en la
Fig. 4.3.04a.
La teoría de las bielas, Fig. 4.3.03 es un
Este mismo efecto se puede conseguir
procedimiento habitual para determinar esta
recogiendo diagonalmente la carga acumulada
armadura. La carga Ql ó Q3 se puede colocar
en el punto inferior, corno indica Fig. 4.3.04
en cualquiera de las tres disposiciones repre-
versión b.
sentadas A a C. Su descomposición da el
mismo valor E de tracción horizontal, sin em-
En ambos casos la armadura pasiva debe
bargo no OCUlTe lo mismo en las lineas AD,
disponerse a poca carga para evitar fisuración
BD ó CD.
importante en un sitio tan especial.
De la distribución de las tensiones prin-
La disposición de un pretensado trans-
cipales obtenidas por el método de los ele-
versal Fig. 4.3.04c, es una excelente solución,
mentos finitos, parecería que la zona más ade-
pues anula las tracciones de la desviación de
cuada para proceder a la descomposición de la
las cargas. Sin embargo, hay que tener cuidado
teoría de los bordes sería la posición B, la cual,
con su puesta en carga, pues al tratarse de un
además es el centro del alma. Sin embargo, los
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 205
A o
e e
Fig.4303
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1//
//
Y/
b)
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'\'<?1
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~ e)
Fig 4304
206 PUENTES
Javier iv/an/erola Annisen
pretensado corto, las pérdidas por penetración las vigas riostra según dos direcciones ortogo-
de cuñas pueden ser impOliantes. nales a 45° con la vertical, y que conesponde a
las tensiones principales de un cortante puro.
En la Figura 4.3.01.a.2 representarnos la Esta distribución tensional se perturba por la
distribución de las tensiones principales de presencia de los dos apoyos donde acaban
compresión y de tracción cuando los apoyos se convirtiéndose la torsión en una carga vertical
colocan en la vertical de la intersección del eje ascendente en uno y descendente en el otro. La
de achlación de las cargas Q¡ y Q3 y una hori- teoría de las bielas daría un esquema corno el
zontal paralela al borde inferior de la viga de la Fig. 4.3.05 con el mayor efecto producido
riostra y equidistante entre ésta y el borde del por el traslado de T ¡ a los apoyos según las dos
aligeramiento. La teoría de las bielas acabaría alineaciones AB yAC.
aquí su interpretación. Sin embargo la apari-
ción de tracciones horizontales en la parte su- La diferencia entre el trazado de las ten-
perior de la viga riostra son el resultado de la siones principales en el caso de dos ó tres apo-
flexión constante introducida en toda la viga yos es muy pequeña, variando algo de cuantía
por la compresión inferior en que se ha des- y distribución por la mayor separación que
compuesto Ql según la teoría de las bielas. existe entre los apoyos extremos en el caso de
tres apoyos y por la flexión que produce el
En el caso de que solicitación sea una traslado de las fuerzas T2 y T4 a los apoyos. En
torsión, Fig. 4.3.02, la distribución de las ten- general el apoyo intennedio juega un papel
siones principales se mantiene en el centro de muy pequeño ante esta solicitación.
"~.""""""""""""""""""""""""" -<E-<-.....,.,--_
A
.
."
B/'/
'"
1\ T3 [
Fig 4305
Nunca existe torsión pura sobre una viga cálculo directo de la annadura o para la deter-
riostra. Siempre va acompañada del cortante de minación de la disposición geométrica de las
la carga pennanente y la sobrecarga. La distri- bielas se hace tanto más apremiante cuanto
bución de las tensiones principales adopta la mayor sea la relación canto/luz de una viga
forma representada en la Fig. 4.3.06. riostra. En el caso de relaciones canto/luz más
pequeñas corno ocurre en la FigA.3.07, aunque
La aplicación de la teroría de las bielas estrictamente hablando no es aplicable la teoría
se reduce a la suma de las dos descomposicio- de las vigas esbeltas, los resultados obtenidos
nes anteriores, la Fig. 4.3.03 para el traslado a por el método de los elementos finitos y la
los apoyos de las cargas Q¡, Q2 y Q3 y la Fig. teoría de las vigas no es tan diferente. En la
4.3.05 para el traslado de la fuerza T¡. Fig. 4.3.07 se representa el estado tensional sin
y con pretensado de una viga riostra bastante
ancha teniendo en cuenta el cortante y la tor-
Se deduce entonces que la utilización
sión.
del método de los elementos finitos para el
CAPITULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 207
Tl
~' lí
Fig 4306
Fig 4307
208 PUENTES
Javier Monte/ola Armisen
J.----- ------------------ ,
~@J
b)
Fig 4308
o)
b)
e)
Fig 4309
I 036
o)
--::-:
() b)
Fig.4310
Fig. 5.001
Fig5.00l (2)
Tipo 1 Tipo 11
apoyo, hasta el apoyo mismo. Este incremento mayor a extender el ámbito de aplicación del
de resistencia es necesario para controlar el canto constante hasta luces del orden de 120 a
estado tensional producido por los grandes 150 m., sobre todo si éstas pertenecen a gran-
momentos negativos que se presentan en esta des viaductos.
zona.
Su construcción paliicipa por el lado de
En algunos puentes se ha utilizado el re- las luces pequefias, 50 ó 55 m., de la construc-
gruesamiento de la losa inferior hacia fuera, en ción con cimbra, pero a paliir de ellas la cim-
lugar de hacia dentro, con lo que sale un canto bra es muy cara y se utiliza el avance en vola-
ligeramente variable. Fig. 5.l.01d. dizo. La construcción empujada amplía cons-
tantemente las luces, hasta 90 m, debido a la
Hace unos afias esta morfología rara- facilidad constructiva.
mente sobrepasaba los 80 ó 90 m. de luz. Úl-
timamente se observa una tendencia cada vez
I 11 1 I TIPO 1
TIPO II
TIPO III
d)
Fig.5I01
Este tipo de dinteles ofrece una exce- Esta morfología es la que distribuye el
lente imagen formal cuando va asociado a material de manera mas adecuada a la cuantía
viaductos largos y altos. de la solicitación por lo que la convierte en
morfología exclusiva de los tableros de mayor
Tipo 111 luz. En cualquier tablero de canto constante ,
éste es superabundante en el centro del vano.
En esta morfología varía el canto a todo
lo largo del puente, creciendo desde el centro La variación del canto reduce el es-
de la luz hacia los apoyos. La curva de varia- fuerzo cortante en las almas de la sección, ya
ción del canto suelen ser parábolas de 2°, 3° ó que una palie impOliante de la carga es trans-
4° grado siendo los mas utilizados los de 2° portada por la componente inclinada de com-
grado que da una variación bastante suave. Las presión de la losa inferior. Las almas de la
curvas de 3° y 4° dan una variación de canto sección pueden ser mas delgadas.
muy brusca en la zona de apoyos, que si bien
se acoplan m~jor que las de 2° a la cuantía de Como regla general se puede decir que
la solicitación, ofrecen una imagen de puente en todos estos tipos de tableros se debe perfilar
demasiado abrupta. al máximo la distribución del hormigón de
216 PUENTES
Javier lv/all/erala Aunisen
Fig 5102
Relación canto-luz
Sin embargo estos valores, bien centra-
Es frecuente admitir que el canto de los dos dentro de la estadística de los puentes
puentes de espesor variable puede oscilar alre- construidos, puede variar por varias razones,
dedor de: siendo la mas importante que el canto va aso-
ciado con el área de la losa inferior y la resis-
e 1 tencia del hormigón para detenninar la capaci-
-""- en el apoyo dad resistente de la sección. Podemos conjugar
1 20
estos valores para obtener tableros mas o me-
e 1 nos esbeltos. Normalmente el área de la cabeza
-""- en el centro del vano e = canto, 1 = luz superior es superabundante para este problema
1 50
pues su tamaño no depende tanto de la flexión
Y mantener el canto igual a Ll20 en el caso del
longitudinal del puente, como de las condicio-
puente de canto constante a lo largo de toda su nes funcionales que determinan su anchura y
longitud. de la acción de las cargas puntuales que so-
CAPIrULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 217
1.2
I.Mnthivnt /'
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1 O
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Fig 5103
218 PUENTES
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CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 219
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Javier Manterola Armisen
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CAPITULO 5· LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 221
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224 PUENTES
Javier Man/erola Armisen
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11 38
Fig 5117
ancho-luz grande, pierde eficacia resistente y Esta solución, sin embargo, tiene mas
eleva mucho el coste de los equipos móviles de problemas constructivos que la mono-
construcción. Para evitarlo se han contemplado celular ya que se necesita doble enco-
varias alternativas.
frado interior y resulta hiperestática para
a) Hacer un cajón de varias células, figura su manejo cuando se utiliza para la
5.1.16 a 5.1.23. construcción de dovelas prefabricadas.
Al tener el cajón varias células se reduce Con dos células se han utilizado para
la deformación por esfuerzo cortante de todo tipo de luces, desde las mas peque-
las losas ya que la separación entre las ñas, viaducto de la autopista B3 sur, Fig.
almas es mas pequeña. Se aumenta la ri- 5.1.16, de 38 m. de luz, pasando por el
gidez a la distorsión, pues un marco de viaducto de Oissel de 100 m de luz, Fig.
varias almas es más rígido que otro de 5.1.17, o el de Joinville-Pont de 108 m
dos y se reduce la flexión de carga dire- de luz, Fig. 5.1.19, hasta los mas grandes
cta sobre la losa superior por disminuir de Gennevilliers de 172 m. de luz, Fig.
la luz transversal de la misma. 5.1.19, ó el del canal de Houston de 228
m de luz, Fig. 5.1.20.
225
Fig 51.18
1
Fig. 5119
A-A s-s
18,06 18,06
J 9,5
Fig 5120
226
Javier Manterola Armisen
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Fig 5J21
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13 00
Fig 5.1.22
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Fig 5123
CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORlvllGÓN 227
Se han realizado también tableros mono- tendría si los cajones estuviesen separa-
cajones de mas de dos células como el dos, lo que hace que salvo en los casos
viaducto del Viosne de 65 m de luz, Fig. de tableros muy anchos en los cuales el
5.1.21, el de Saint-Cloud de 101 m de luz, Fig. tráfico pasa por la unión entre ellos, en
5.1.22. El viaducto de Chillan, Fig. 5.1.23, de los demás se deban separar claramente.
92 m de luz también es de tres células pero
Desde el punto de vista constructivo esta
aquí las células laterales no contribuyen
solución tiene la ventaja de poder utilizar
significativamente a la rigidez a la torsión,
equipos de montaje o ejecución menos
como ocurre en los otros dos, sino que se
pesados y por tanto mas baratos, lo que
disponen con el fin de igualar la inercia
la ha convertido en la solución ideal para
térmica de voladizos y cajón central.
puentes de autopista.
b) Adosar varias vigas cajón.
En la figura 5.1.24 se representan la sec-
Se pueden hacer dos versiones, dejando ción transversal de puente de Givors de
los cajones separados o unidos por la 110 !TI. de luz, del puente de Blois de 91
losa superior. m de luz, Fig. 5.1.25, la del puente de
Piene Benite de 84 m. de luz, Fig.
Desde el punto de vista de su respuesta a
5.1.26, Y la del puente de San Juan de
flexión vertical, ambas soluciones son
Burdeos de 77 m. de luz y en la cual los
muy parecidas. Sin embargo cuando se
25,9 m. de anchura se reparten entre tres
carga uno solo de los cajones, la conti-
vigas cajón adosadas, Fig. 5.1.27.
nuidad transversal, en el caso de tableros
solidarios, introduce torsiones que no
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Fig.5124
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Fig. .5.129
Fig 5130
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1 \
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Fig 5.1.31
Fig 5133
DOVELA PREFABRICADA
Fig.5134
Fig 5.135
sobrecarga puntual y la uniforme, acciones vendrá gobernado por todas estas misiones,
éstas que pueden ser estáticas y dinámicas. aunque predomina el primer efecto.
Está sometida también a acciones de
temperatura y gradiente. En segundo lugar Desde el punto de vista de la flexión
contribuirá con el resto de las losas que forman transversal, la luz de la losa superior viene
la viga cajón a evitar la distorsión de la sección determinada por la separación entre las almas.
y contribuirá a la rigidez a torsión de la viga en En cajones monocelulares es frecuente que el
su conjunto. Finalmente constituye la cabeza voladizo exterior sea del orden del 40% de la
de tracción o compresión de la flexión distancia entre las almas, pudiendo ser algo
longitudinal del tablero. Su dimensionamiento mayor si el voladizo consta de grandes aceras
234 PUENTES
Javier Monte/o/a Armisen
Fig 5136
1018002
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4 6 8 2 4 6 8 10 h< n)
Fig 5.1.37
CAPlrULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 235
es decir, el área de cOliante es proporcional al sor del alma que tienen a considerar
área cargada; de donde se deduce que: exclusivamente los aspectos constructivos. Es
decir no bajar de 25 cm su espesor y establecer
_k.b.L_ b
t - --- -
h
"7'
1
-
un incremento lineal con la altura según la ley
presente en la figura 5.1.37. Para el caso de
es decir, el espesor del alma es inversamente anchuras de tablero mayores de 12 m, el
proporcional a su altura y si suponemos que incremento del espesor tiende a ser propor-
ésta es proporcional a la luz, acaba ocun-iendo cional a su anchura, teniendo siempre en
que el espesor es proporcional a la anchura del cuenta la consideración de que en la figura
puente y constante cualquiera que sea la luz del 5.1.37. están tenidas en cuenta la condiciones
puente si los anchos son iguales. constructivas que muchas veces rebasan las
exigencias resistentes.
La estadística de los puentes constmidos
confinna dentro de lo que cabe esta afirmación
Con respecto a su variación a lo largo de
y su desviación se debe a: la luz es evidente que puede reducirse del
apoyo al centro del vano, pues en este último
l. Problemas constructivos que tienden a punto tanto el cortante como la torsión es
aumentar el espesor del alma conforme mucho mas pequeño que en el apoyo, sin
aumenta la altura de la misma. embargo, tanto si el puente es de canto
constante o variable es muy frecuente que por
2. Presencia o no de pretensado transversal, facilidad constructiva el alma se conserve
que pennite reducir el espesor del alma también constante a lo largo de toda su luz.
cuando existe.
1. Mathivat establece las siguientes
3. Puente de canto constante o variable. En reglas para determinar el espesor del alma:
el caso de este último la variación del
canto reduce considerablemente las h
e? - + 5 + 0 (cm) si h 5, 6 m
tensiones tangenciales. Sin embargo la 36
instrucción del hormigón pretensado no
suele permitir la reducción del cortante h
e?-+8+0(cm) sih5,7m
por este efecto con la de la componente 22
inclinada del pretensado longitudinal.
donde h es la altura del alma y 0 el diámetro
De todas estas consideraciones no se del pretensado que la atraviesa.
puede sino sacar valores estimativos del espe-
lllHLlllJJJ.llIJJH J<l_P
3_ ¡---------------------------------------------3 _Pl _
. . . . . ~~,)ul,·u...... + ·········~'I~ub)ul·······
Fig 5.201
CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 237
En la sección de apoyo sobre las pilas el La respuesta de una viga cajón bajo la
area de la losa inferior multiplicada por el actuación de una carga cualquiera dispuesta
canto de la sección debe ser proporcional al excentricamente, la podemos dividir en dos
momento flector que la solicita, es decir: partes.
I F\;~. I~ 2. l~ 2.
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2.
o) b)
Fig.52.02
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o) b)
Fig .5203
238 PUENTES
Javier Man/erola Annisen
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o) b)
Fig 5.2.04
CAPITULO .5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 239
Tabique 4
ApoyO
Oefornoda Transversal
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Fig .5.205a
240 PUENTES
Javier Manterola Armisen
Fig.5.2.05b
Fig 5.2.06
Estos dos hechos determinan que sea El problema queda así reducido al de
muy frecuente calcular las losas superiores con losas planas bajo la actuación de cargas pun-
una vinculación de empotramiento perfecto en tuales.
su unión con el alma. El alma se calcula
entonces con el momento de empotramiento en Existen en forma gráfica ábacos, como
cabeza obtenido en la hipótesis anterior. Estas los de A. Pücher, que representan las super-
simplificaciones son desfavorables para los ficies de influencia (esfuerzos provocados por
momentos negativos de la losa superior y algo cargas puntuales por medio de curvas de nivel)
favorables para los positivos. de los momentos flectores de losas con
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 241
diferentes condiciones de contomo. Pero vista y un estado de tensiones tangentes cuyo flujo
la facilidad actual de analizar las losas por viene gobemado por la ecuación
elementos finitos tipo losa, se recomienda este
procedimiento Q.Sv
q =_. (2)
s 1
5.2.2.- Flexión
y unas tensiones tangenciales
La teoría elemental de las vigas,
establece, que bajo la solicitación centrada se q Q.
T. =-' = (3)
produce en la viga una ley de flexiones 1 ti ti.I
longitudinales y de esfuerzos cortantes que
producen a nivel seccional un estado de donde Sy es el momento estático del punto
tensiones longitudinales considerado, ti es el espesor del cajón en cada
M.v punto, 1 es el momento de inercia vertical y Q
a= (1) el esfuerzo constante Fig. 5.2.07.
1
Fig 5207
Bu
y=-+-
mv Para aproximar esta respuesta se utiliza
dz as el concepto de ancho eficaz. Por este término
se denomina a aquella porción de losa superior
produce una deformación no plana de cada una e inferior tal que utilizándola para obtener
de las caras que constituye la viga cajón Fig. inercias, centro de gravedad, etc de la viga, se
5.2.09. Y unas tensiones longitudinales no obtiene el mismo estado tensional máximo de
uniformes Fig. 5.2.10. la viga real.
242 PUENTES
Javier N/an/erala Armisel1
u
Fig. 5208
secc 1
..? .
Fig. 5209
Se entiende, que la determinación del establece, por ejemplo, los siguientes valores,
ancho eficaz solo puede ser aproximado, pues Fig.5.2.l3:
depende del tipo de carga, de la relación
ancho-luz, del tipo de vinculaciones exteriores losa inferior
de la viga, de la sección que consideremos, etc,
es decir de todas aquellas variables que b=~s::' hin!
influyen en la defonnación de la viga. 10 2
Fig.5210
0.4 Tn./m 2
17.6\
Fig.52.Jl
de donde se deduce que la anchura eficaz total intermedio ó 0,8 1 si se trata de un vano
a considerar es: extremo.
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3a.9 ~ _ - ~72!. ....lI
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Fig. 5.2.12
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o6 \ \
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~
~
o3
o2
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oI O2 O 3 O4 05 0.6
Fig 52.13
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 245
Fig.5.2I4
o)
b)
e)
d)
Fig.5.2J5
246 PUENTES
Javier N/an/erala Armisen
Los labios de uno y otro lado del corte donde el primer ténnino es el alabeo
habrán experimentado un corrimiento longi- diferencial que existe en el punto 1 bajo las
tudinal diferente como consecuencia de la cargas exteriores. El segundo ténnino es el
defonnación por cOliante. Será necesario intro- producido por el flujo constante de tensiones
ducir en cada cOlie una fuerza tangencial qi tal tangenciales q¡ en la primera célula y el tercero
que haga que el alabeo de la sección en ambos
bordes del labio sean iguales. Fig. 5.2.15b. es la contribución al alabeo del punto 1 del
flujo de tensiones tangenciales q2 de la
El corrimiento del alabeo en el punto segunda célula.
será:
i
e:
-·-·--.. -·,-t·-·-·-·-
i e
_.- . _-----~--- ---_ . _--
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o 3265 ><---;<
e
1 875 o 298
1 875 .. -.f,.~-~==tiJ
5 5 2 7019
2 7019
b)
Fig.5.2.17
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 247
....
~---------~
:-~----~2
Fig 52.18
Fig.5.219
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 249
-- --- • • .. ---
\~
\~
1)
------
\~
---- Fig 5220
---
250 PUENTES
Javier Man/erola Arlllisen
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I
I
I
I
I
1
1
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Fig. 52.21
7
(
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Fig 52.22
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h
d ti
Fig. 5223
-
q
¡¡
Fig 5224
( 1
I . I
forma:
En este caso la expresión tomará la
J =~.
11
L...J
/=1
l-q/G
de J-~ i
d2
Célula 1
y el flujo de tensión es qi
_q_I_~ds _~ fds =11 Ejemplo: Si tenemos la sección cajón de la Fig.
de t de 1,21,2
t I
5.2.25.
GI G
dz dz
Célula 2 q¡
--¡¡¡¡o (6-.2+-.2
3, )---¡¡¡¡.-=
(h 3
36
G 0,2 0,2 G 0,2
_~ r ~+2L ~ds _--iL i ~ -n dz dz
G --
d ()
dz
{2t d ()
1,2 G
dz
t
2 G
d ()
dz
".3 t
2,3
- 2
ql q2 3
-C1fj.-+C1fj' -O .2+- .2 =18
(2 3)
G 0,2 G ,2 0, 2
Célula 3
dz dz
3 00 6 00 3 00 300-
I
3 00
- 1-- O 20
I
O 20 020- 1-- 020- 1--
L O {O
iOi01GJfOiOl
L! l .J L.
1U
L IJ
Fíg 5225a
254 PUENTES
Javier Mal1/ero/a Armisel1
1~S ! d;
, G d3 b3 a 1
+ + Si denominamos iiJ = úJ-
+F
F" F" 12
" t
A de
w=w -(j)-
o dz
w TI T
l..-----'
Fig 5226
CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 255
DESPLAZAMI ENTOS
I 1
1-+--+--+--J-+-+--+--+--If--l-+--+-+-'f-+--+_._L-+--+--+-+-l-+--+--+-l-l-· 1--1---
SECCIDN CERRADA
SECCION ABIERTA
GIRO DE TORSION
8=0.0048 1·0,0700
----c=T-- ALABEO
U',ma.=0,000638 n,
Fig .5 227
PUENTES
Javtl?l' iV/all/el'ola A!7l11sell
SECCIDN CERRADA
IB
SECCIDN ABIERTA
TENSIONES NORMALES
SECCION A-A
~~~
~'~ ~~~
'~ . SECCION
8-8
Fig. 5228
CAPITULO.f- L4 SECCIÓN C4JÓN DE HORMIGÓN 257
2,
Fig 5]]9
258 PUENTES
Javier N/an/erala Armisen
Sdz
,,/
j .. / ,e"~
'.
•
Sdz
P,-P'dz _ R-P, dz
2 2
Fig 5.2.30
Vu
Fig 5231
por éstas, que supuesta indefonnables elimi- En estas condiciones la carga actúa sobre las
narán los conimientos V y no se producirán estructuras obteniéndose la mayor cantidad de
tensiones longitudinales en la viga cajón. Por esfuerzos a que está solicitada la sección
el contrario si no existen riostras y la sección transversal.
es transversalmente muy deformable, los COlTi-
mientos v serán importantes y las tensiones Para aquellos casos de carga unifonnemente
longitudinales también. repartidas a lo largo de la viga caj ón nada
como son la carga permanente, las sobrecargas
unifonnemente repaliidas, etc se puede realizar
En general las fuerzas S se reparten
un estudio seccional dado que la defonnación
entre los dos mecanismos a la manera de las
del puente es cilíndrica.
vigas sobre fundación elástica en la que la
rigidez de esta viga será una composición de
Para el caso de cargas puntuales, junto a las
las rigideces en su plano de cada una de las
flexiones transversales se producen flexiones
placas que forman la viga cajón y los muelles
longitudinales en cada una de las losas que lo
elásticos no son sino la rigidez que tiene el
constituyen. No es válido realizar un análisis
marco a deformarse transversalmente por la
seccional en estos casos. La solución se
actuación de dos fuerzas iguales y opuestas.
encuentra discretizando por el método de los
elementos finitos, empanillado, etc una zona
La suma de estos dos mecanismos de suficientemente grande de viga cajón. Existen
resistencia da lugar a una ecuación diferencial métodos simplificados como considerar un
de cuarto grado, similar a la de la viga sobre detenninado ancho eficaz, ábacos, etc. que
fundación elástica. aproximan la respuesta.
h
~
1
~ . P+[P]+
r 1 t
~HI _1 = ~I + + 1J
1 t 1
Fig.52]2
CliP/TUIO 5 -LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 261
1--------11
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a)
l---.L-
lP= 100 T"
JO,20
]
'=:;1' '=1='
2
1 3 ~ 6 7 ¡a 10
o.ggl I g,g0
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10,20
b)
4 9
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A;: 4.4 m2
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_-+.::tO~.T_2=T_2=-r.
c.d.g.
Ix;: '3.48 m4
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I
: 35.9kg/c:m 2
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"K.,-----.,--,
I
I
I,
I:E:
iI
4~ 3~.1 32.1-;.17
N3CY= ~ Tn/ml
e)
Flexión general de la viga. a) Corrimientos verticales. bl) Tensiones (sin tener en cuenta deformaciones por
esfuerzo cortante. b2) Tensiones (teniendo en cuenta deformaciones por esfuerzo cortante. c) Flujo de
tensiones tangenciales. Todos los resultados se presentan para el centro de la luz x 20 m.
Fig 5234
262 PUENTES
Javier Manterola Annisen
Id=7.2m 4
.. Jó:9rnl
a) _ _c_._d_.e~~ IúJ = 3.2Gm 6
le = 10.74m 4
431 kg/cm2
c.d.e.c.= Centro Esfuerzos Cortantes
G (X) = B(x)' w
I'W
b)
c) B (x)
89.77 Tn.· m2
150m.Tn.
-...... r-.. 100.55
Hd
d) Hd (x)
100.55
H w (x) i'-. 150 m.Tn.
G.25 Tn/ml.
, I
I ,
e) In.;:,
¡ -
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150 =.6 25 Tn/ m.
6.25 Tn.lml
a) Características de la viga. b) Distribución de las tensiones x para x 20 m. c) Distribución del bi-momento B(x)
a lo largo de la luz. d) Distribución de los momentos torsores resistidos por torsión de St. Venand Hd(x), y por
flexión altimétrica Hw(x). e) Flujo de tensiones tangenciales de St. Venant.
Fig 52.35
k = 0.0020832' E
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se deberán utilizar vigas riostras para tración de la masa hacia las almas,
eliminar las tensiones longitudinales reducirá los efectos producidos por la
producidas por la distorsión. Este es el defonnaCÍón por esfuerzo cortante.
caso de puentes muy anchos con grandes
voladizos transversales. Intentar acotar la influencia de estos tres
parámetros significativos es uno de los objetos
3. Una distribución adecuada del material de este trabajo, después de analizar más en
de la sección transversal con concen- profundidad la respuesta de la viga cajón.
CAPITULO 5 -LA SECCIÓN CAJÓNDE HORM/GÓN 265
36.32
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63.02
Comparación de x por el método aproximado y el método de las láminas plegadas. A) Estado tensional
método aproximado, flexión, torsión (línea continua, sin tener en cuenta la deformación por esfuerzo
cortante de las losas, línea punteada, teniendo encuenta la deformación por esfiJerzo cortante. b) Estado
tensional por el método de las láminas plegadas. 99 annónicos
Fig.52}?
Fig 5238
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 267
Fig 5239
268 PUENTES
Javier Manterola Armisen
Fig 5.2.40
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Javier Manlerola Armisen
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CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORlvDGÓN 271
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Fig.5.3.03
272 PUENTES
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Tensiones tangenciales xy a) Distribución de xy en la sección de x 19,5 In, b) distribución de xy en la sección
transversal para x 19 In, c) distribución a lo largo de la luz de xyen los nudos 3 y 4.
Fig, 53,04
274 PUENTES
Javier Manterola Annisen
x= 5m.
12.28
11.92
2.49
x= 15m.
0.82
x= 18m.
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232
Fig 5306
276 PUENTES
Javier Manterola Armisen
Fig 5.3.07
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 277
Influencia en los esfuerzos y deforma- pasea por la losa superior. Como se puede
ciones de la variación de la situación de la observar el valor máximo de Gx.se obtiene
carga en la losa superior. precisamente cuando la carga se sitúa sobre el
alma, disminuyendo su valor cuando se al~ja
Cuando varía la situación de la carga en
de ella. Este efecto se explica con claridad si
la sección transversal, la cuantía de las ten-
observamos la figura 5.3.08a donde se presenta
siones, esfuerzos y deformaciones experimenta
la distribución de Qy.a lo largo de la línea 3.
cambios importantes.
Cuando la carga está separada del alma,
Variación en las tensiones O'x'
la carga puntual se extiende sobre la línea 3,
En la figura 5.3.08 representamos las cediendo de valor como consecuencia del
líneas de influencia de tensiones Gx.en los reparto que le proporciona la flexión de la losa
puntos A y B cuando la carga de 100 Tn se supenor.
100
37.3
16 18 20 22 24
39.50
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CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 279
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Fig. 5.3.09 Lineas de influencia de M.,. en x = 20 m para carga de IOO Tn moviéndose transversalmente
280 PUENTES
Javier Manferola Armisen
Fig.5.3.JO
A esta tendencia ayuda el hecho de que Lo primero que se aprecIa es que los
las tensiones tangenciales en la parte superior corrimientos son similares a los que se
del alma son mayores que en la parte inferior producen bajo una carga puntual, pero con una
como se ha visto en las figuras 5.3.04a. y diferencia importante,. la distorsión es del
5.3.05. orden de la tercera parte y su ley de
distribución a lo largo de la viga más uniforme.
Variación de los esfuerzos Ny .
Distribución de O'x'
De la misma manera que en las acciones
anteriores en la figura 5.3.11 se representan las La distribución de las tensiones lon-
líneas de influencia de los esfuerzos Ny en gitudinales o"x para esta misma carga y en el
distintas secciones del cajón. centro de la iuz, se representa en la figura
5.3.14b. En ella se pueden apreciar los efectos
que separan la distribución de tensiones de la
5.3.1.2.- Respuesta de la viga ante cargas proporcionada por la teoría de la viga, la
repartidas distorsión de la sección y la deformación por
esfuerzo cortante de las losas.
La viga cajón representada en la figura
5.2.47 se ha sometido a varios tipos de sobre- Sin embargo debido a que la distorsión
cargas uniformemente repartidas a lo largo de es muy pequeña y no existe una concentración
la viga, pero que cubren distintas zonas de la de cortantes en ningún punto, las diferencias
CAPITULO 5.. - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 281
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2.56 Compresion
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Tracclon
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CompresIon
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Compreslon
17.17
Fig 5.31/, Lineas de influencia de N,. de la sección x = 20 m para carga de 100 Tn moviéndose transversalmente en
dicha sección
282 PUENTES
Javier MantelOla Armisen
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Carga - 1 Carga - 2 Carga - 3
Fig.53.12
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9.57
entre las tensiones longitudinales reales y las 5.3.2.- Viga cajón con almas inclinada
de la teoría de la viga son pequeñas.
Para analizar el comportamiento de
!Y real una viga cajón con almas inclinadas hemos
punto 3 _X_"_= 1,08
!Y viga
elegido la viga de la figura 5.3 .17 cuyas
x características geométricas son muy parecidas
!Y real a la de la figura 5.2.47.
punto 4 _x__ = 1,1
!Y viga
x Comparando las características mecá-
nicas de las vigas tenemos
Menor diferencia encontramos en el
caso de carga centrada - tipo 2 - cuyas ten- Viga cajón - almas verticales
siones longitudinales representamos en la
figura 5.3 .14a. En este caso no existe distor- Área = 4,4m2
sión y por tanto las únicas desviaciones de las Inercia flexión = 3,48 m 4
tensiones de la teoría de la viga se deben a la
deformación por esfuerzo cOItante. Inercia torsión = 7,2 m4
Centro de Grav. = 0,7272 m
Momentos flectores transversales My . Centro esf. corto = 0,9772 m
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288 PUENTES
Javier Manterola Armisen
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La distribución de cortantes N xy en la
Las componentes según el alma y la losa
losa superior, figura 5.3.24 experimenta
superior se transmiten en el plano de cada una
también un incremento bmsco de tensiones en
de ellas hacia los apoyos poniendo en marcha
la zona de carga ya que son los encargados de
todo el mecanismo de trabajo del cajón.
repartir el valor concentrado de N y en la losa,
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 291
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Fig 5.324
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 293
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Fig.5.325
294 PUENTES
Javier Jvfan/elD/a Armisen
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24.86' 24.9!! 2!J.'38 215.915 26.~ 26.91 27.151 -
2 8.12
AsÍ, por ejemplo, en la figura 5.3.26 lógico y nos ha aparecido en varios de los
vemos la variación de las tensiones G x en un fenómenos estudiados, como consecuencia del
punto de la losa superior e inferior. La única reparto de la carga que realizan la flexión de
diferencia que se aprecia con el cajón de almas las losas sobre las aristas de intersección de
verticales es la menor cuantía de la separación almas y losa superior.
de la carga respecto a la de la teoría de la viga
por la menor distorsión de la sección. En segundo lugar los tipos de leyes,
aunque similares en forma, difieren de los
En la figura 5.3.28 que representa las correspondientes a las almas verticales, debido
líneas de influencia de N y en cuatro puntos de a la tracción local que introduce la
la sección central se observa en primer lugar descomposición de la carga veliical entre el
como en la sección A y B las compresiones o alma y la losa.
tracciones toman sus valores máximos cuando
la carga está sobre el alma. Este hecho es
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20.91
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Fig 5.327
296 PUENTES
Javier Manterola Armisen
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298 PUENTES
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En estas conclusiones hemos establecido 5.3.4.- Tablero formado por dos vigas
cualitativamente la influencia de un conjunto cajón
de parámetros que no vamos a intentar acotar
pues su estudio es muy largo y ya realizamos Para estudiar la respuesta resistente de
una aproximación al mismo en otra dos vigas cajón unidas por la losa superior
publicación l . hemos elegido el tablero bi-apoyado
representado en la figura 5.329. Este tablero
está formado por dos vigas exactamente
iguales a la que hemos estudiado en el apartado
1 "La sección abierta y cerrada bajo solicitación
excéntrica". Javier Manterola. Monografia nO 15 de la 5.3.01 y así poder comparar las respuestas
Agrupación de Fabricantes de cemento en España. resistentes en ambos casos. La luz libre del
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORlvflGÓN 299
Fig5331
300 PUENTES
Javier Manterola Armi5en
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Fig 5332
302 PUENTES
Javier lvlanferola Annisen
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304 PUENTES
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momento flector M y • En cambio el valor de N xy cualquier cOliante en una viga biapoyada. Sin
es considerable y es el que realmente produce embargo a partir de un determinado punto este
un estado tensional longitudinal en la viga no valor decrece hasta hacerse cero en la sección
cargada y una descarga en la viga directamente de apoyo. Esto es debido a que el valor de N xy
cargada. es obligatoriamente cero en el borde de apoyo.
El efecto de ese borde libre se extiende una
El valor de N xy es prácticamente cero en determinada longitud en la losa.
el centro de la luz, el cajón cargado no se
defonna longitudinalmente en este punto, y La defonnada del tablero aparece en la
crece hacia el apoyo, como corresponde a Fig. 5.3.38.
306 PUENTES
Javier JvJan/erola Armisen
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Perspect ¡ VD Oefornodo
Fig.5338
Fig.5.339
cajones. Tienen que existir problemas fun- pauta de como se comporta un puente
cionales, caso de rodadura continua a lo ancho contínuo.
del tablero, o ventajas en el apoyo de las vigas
cajón en las pilas, para que la opción de unir Solicitación puntual excéntrica
los dos cajones sea favorable.
Solicitamos el tablero por dos cargas
5.3.5.- Tableros continuos puntuales de 100 toneladas situadas en el
centro de cada luz y con una excentricidad de 3
La condición de continuidad la m. respecto al eje del tablero, figura 5.3.41.
expresamos aquí en su situación mas simple Los resultados del cálculo siguiendo la teoría
como es la de tablero de dos vanos continuos y elemental de la viga se dan en la figura 5.3.42.
carga simétrica, figura 5.3.41. La distribución de tensiones longitudinales
reales <Jx, en los cuatro nudos significativos de
En esta situación cada vano se comporta la sección transversal la representamos en la
como apoyado, empotrado a causa de la figura 5.3.43.
simetría, respecto al apoyo central, de la carga
exterior. Si bien éste no es un caso general de En esa misma figura representamos las
continuidad, la respuesta nos va a dar una tensiones que se producirían según la teoría
CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 309
O --~--- O
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310 PUENTES
Javier lv/all/erala Annisell
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LAMINAS PLEGADAS
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Fig 5343
PUENTES
Javier Manterola Annisen
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Distribución de tensiones longitudinales en la sección transversal
a) sección de empotramiento x = 60 m.
b) sección centro de vano x = 30 m.
Fig 53.44
carga, mientras que en la seCClOn de secciones de apoyo están solicitadas por dos
empotramiento la distribución de tensiones es tipos de cargas puntuales. Las tipo 1 que
prácticamente simétrica. Esto se debe a que actúan directamente en las almas y son del
aunque ambas secciones están solicitadas por mismo tipo que las 100 T. de la sección
cargas puntuales, su cuantía y rigidización de central, y la del tipo 2 que no son sino la
la sección es muy diferente. traslación de las fuerzas Nxy que actúan en
cabeza superior e inferior y que su itinerario es
En la figura 5.3.45 se representan estas a través de la viga riostra. Por tanto la
cargas. La sección central tiene una carga distorsión y alabeo de la sección central es
concentrada de 100 Tn. en el alma izquierda y mucho mayor que la de la sección de apoyo en
no tiene riostra transversal alguna. Las la cual es nula por inmovilización que produce
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMlGCIN
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Fig 5345
la viga riostra. En el caso de que éstas no aumentaría el desequilibrio entre las tensiones
existiesen las cargas N xy que actúan en cabeza longitudinales de la zona izquierda del cajón y
superior e inferior provinientes de la torsión de la zona derecha en la sección de apoyo.
del cajón, deberían trasladarse a los apoyos
deformando el marco de la sección transversal, Si examinamos la figura 5.3.46, donde
es decir, distorsionándolo. Este hecho representamos la distribución de esfuerzos
314 PUENTES
Javier JI/a!1/ero/a ArlJll5e!1
X-158m.
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CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 315
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Fig 5347
316 PUENTES
Javier Manferola Armisen
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Fig.5.3.48
CAPITULO 5" - L4 SECCIÓN C4JÓN DE HORMIGÓN 317
izquierdo y el derecho de la viga es muy l. Como en el caso de las vigas cajón bi-
pequefío lo que indica un pequefío alabeo y apoyadas, las cargas puntuales son las
distorsión de la sección. La teoría elemental de que producen una perturbación mayor en
la viga aproxima bien la respuesta. la distribución de tensiones longitu-
dinales 0'x' Estas se separan mucho de
Esto ocurre a lo largo de toda la viga las que proporciona la teoría elemental
cajón salvo en las inmediaciones del apoyo de la viga en las inmediaciones de la
central donde la perturbación es muy elevada. carga.
Este hecho que queda perfectamente reflejado
en la figura 5.3A8b puede que no responda a la
realidad sino que sea consecuencia del modo 2. Esta perturbación es mas intensa que en
en que se ha materializado la viga riostra en el los tableros bi-apoyados pues el empo-
programa de láminas plegadas que hemos tramiento supone una reducción en la
utilizado para este estudio. relación ancho-luz.
La viga riostra se ha materializado en el
programa de cálculo por medio de barras 3. En la sección de apoyo la perturbación
inextensibles que son las de la sección de las tensiones longitudinales es mucho
transversal, mas una nueva barra que va del menor que bajo la carga puntual y esto es
nudo .3 al 4 y que evita la distorsión de la
debido a la presencia de vigas riostras y
sección. Además se han inmovilizado al giro
los seis nudos. Esta representación de la riostra la menor concentración de la solicitación
no es muy precisa pues aunque inmoviliza puntual en dicha sección.
perfectamente los nudos, introduce una
aximetría clara de comportamiento, que 4. La sobrecarga uniforme produce un
creemos es la causa de la perturbación local del
estado de tensiones. En la figura 5.3.44a incremento de tensiones muy pequefío
también se observa esta anomalía. respecto a la teoría de la viga.
Conclusiones
5. En general las conclusiones obtenidas en
Respecto a la influencia de la tableros bi-apoyados son aplicables a los
continuidad podemos sacar las siguientes contínuos con las limitaciones que
conclusiones: acabamos de hacer.
318 PUENTES
Javier A1anterola Armisen
Cajón metálico
CAPITULO 6 - TABLEROS lvlETiÍUCOS Y MIXTOS 319
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Fig 600/
Fig 6/01
Fig 6102
322 PUE-NTES
Javier illal//erola Al'lll!S'el/
Fig 6103
CAPITULO 6- TABLEROS METAL/COS y MIXTOS 323
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324 PUENTES
Javier Monte/ola Armisen
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Fig.6107
una rigidez a torsión muy notable cuando se de la losa resulta demasiado importante. Fig.
realice el hormigonado de la cabeza superior. 6.1.07.
sección con la de la Fig. 6.1.06 con la primer lugar, por grúas o empujado, para
disposición de una viga longitudinal después hormigonar la losa, ya sea utilizando
intermedia, apoyada sobre la triangulación de prelosas como encofrado o bien utilizando un
an'iostramiento transversal o a las carro móvil superior que se mueve sobre las
disposiciones de la Fig. 6.1.07. vigas metálicas.
obtenida es excelente, con una óptima rigidez En este caso es mejor acudir a tableros
transversal de la sección y una buena respuesta de 3, 4 ó 5 vigas longitudinales, Fig. 6. 1.08,
longitudinal y transversal del tablero. La con separaciones de vigas que oscilen
cuantía de acero utilizada es adecuada. En el alrededor de los 3 m y losas de hormigón con
caso de que los voladizos sean importantes, cantos alrededor de 25 cm.
como ya hemos dicho, lo cual ocurre en
tableros anchos y cuando se quiere promediar En el acceso al puente del Escudo se
bien las leyes de momentos transversales, las disponen 6 vigas longitudinales doble T de
vigas transversales se prolongan al exterior en 1,45 m de canto para soportar un tablero de 32
la forma de ménsulas metálicas. m de anchura y luces de 15,5 m. Fig. 6.1.09.
d = O 26n
o 1 65 b 2 90 --+-a--- b =2
f - s - - - - - - - - - - - - - - 12 00 - - - - - - - - - - - - - - e > <
Fig 6108
Fig 6109
328 PUENTES
Javier Jvfan/ero/a Annisen
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CAPITULO 6- TABLEROS METIÍUCOS y MLYTOS 329
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Acc iones ex ter i ores defornaciones inpuestos
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Fig 61.12
330 PUENTES
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CAPITULO 6- TABLEROS METAucos y MIXTOS 331
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Rotulo plostico
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Fig.6118
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Fig 6119
334 PUENTES
Javier lvIan/erola Annisen
d . 45617
rotura a cortante, respecto al que tendría si no - < paraa,2: 0,5
existiesen rigidizadores longitudinales, en que tw - 13a-l
la tensión utilizada en el cortante resistido
hasta el pandeo conesponde a las dimensiones
del panel mas grande de entre los que se divide
el alma, tensión que siempre es mayor de la d 41,517
que tendría el panel si no existiesen - :S - - paraa < 0,5
rigidizadores longitudinales. tll' a
Bajo la acción conjunta de la flexión y el
cortante se utiliza el mismo diagrama de
interacción descrito en el apartado 6.1.1.2.2.1.
con 17 =
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CAPITULO 6 - TABLEROS METALlCOS y MIXTOS 335
b 5 241 h
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t 55
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fv
(BS5400)
misma manera se puede suponer el cortante
total actuando sobre el alma, exclusivamente, a
una tensión de rotura de
isostáticas o continuas con poco esfuerzo d ';3S0t w PS.5 (b) RPX -95
cortante. Iv
(c) zona de apoyo de vigas isostáticas.
!!!55
::; llt ti - .
(jI'
Por otro lado la BS 5400 hace las
siguientes consideraciones complementarias,
Fig. 6.1.20.
<:" 0.2 d
w ~ 65 lwV355/f y
zono ol1pril1ido
Fig. 61.20
CAPITULO 6.- TABLEROS METJÍUCOS y lvfL\TOS 337
El punto B nos debe servir para ajustar Las hipótesis consideradas en el cálculo
las dimensiones de cabezas y almas en los y dimensionamiento de la sección transversal,
apoyos de las vigas continuas donde existen establecía la indeformabilidad de los contornos
flexiones y cortantes importantes. de los distintos recuadros que los rigidizadores
longitudinales y transversales introducen en las
Con el momento mayorado, dividido por chapas del alma, y esta indefonnabilidad del
el intereje entre las cabezas se obtiene la carga contorno debe realizarse hasta los estados
de rotura de las mismas y su área. últimos de resistencia. Para que esto se
verifique se establece una condición de rigidez
' M (mayorado) 1 mínima a conferir al rigidizador.
A rea = ---::----:::...--.--:..
d fl' Ir Por otro lado la rigidización está
sometida a una serie de esfuerzos exteriores
Como se ve no se hace contribuir al que debe resistir. Por tanto la detenninación de
alma en la resistencia a flexión. los rigidizadores debe cumplir dos condicio-
338 PUENTES
Javier Man/erola Annisen
nes, una condición de rigidez y otra de Por otro lado esta compresión se supone
resistencia. centrada con el centro de gravedad del
rigidizador y la parte del alma correspondiente,
La condición de rigidez mínima viene para los tramos intennedios del rigidizador,
detenninada en los distintos códigos nacio- cuya flexión lateral queda eliminada por la
nales y siempre se refiere a una proporción de indeformabilidad de los rigidizadores trans-
la rigidez del alma versales.
i----------:;"..--rr----------j-·----------------------------------- --------- No
~
--~------------------------------------------------------------------------
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NI
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Fig 6.121
C4PITULO 6 - TABLEROS MEl/iLJCOS y MIXTOS 339
6. 1. 1.4.2. - Diafragmas
] - [ J1ZS[ JJS21
o) b) e)
Fij;.6123
Fig 6J24
No/R
N
Fig 6125
Las acciones que solicitan a estos dia- En el caso de puente curvo en planta se
fragmas son las conespondientes a los de un ri- produce un doble efecto, una sobrecarga de la
gidizador transversal cualquiera mas las co- viga exterior producida por la curvatura en
lTespondientes a la flexión transversal de la planta que se obtiene por los modelos
sección, muy incrementadas respecto a los rigi- habituales de cálculo y que en el caso de
dizadores transversales nonnales, por la pre- tablero bi-apoyado y bajo sobrecarga unif0l11le
sencia de los travesaños intermedios, Fig. se convierte en un incremento del momento
6.1.24. flector en la viga exterior de valor
1\
cientemente an"iostrado, el cordón comprimido
de las vigas puede pandear en su plano, bajo
los efectos del axil variable a que lo solicita la
flexión general del tablero. Este efecto solo se
puede producir en aquellos cordones situados Fig 6126
en la parte inferior de la sección, en los
dinteles continuos y en la proximidad de los
Fig 6127
342 PUENTES
Javier Man/erola Armisen
apoyos. En esta zona la distancia entre los trata de una pieza, de características constantes
diafragmas no deberá ser mayor de 8 m y o variables, sometida a una compresión
cumplir la condición variable, el axil que la flexión produce en el
cordón inferior, y está estabilizada por una
~b~ E. ~95)
serie de muelles transversales cuya rigidez
LD ,,; 0,2 (RPX depende de la del marco, constituido por la
-v3 Iv sección transversal del puente. Este marco está
formado por la losa de hormigón y el
donde rigidizador transversal mas la parte de alma
que le está asociada. Cuando exista diafragma,
LD distancia entre diafragmas será el correspondiente a su propia
configuración, Fig. 6.1.27.
b ancho del ala comprimida
El cálculo de la rigidez de los muelles
1;, límite elástico del acero del ala
transversales se determina obteniendo la
comprimida
relación entre P y 8 según los distintos
Los cordones comprimidos superiores modelos de sección transversal posible, Fig.
están suficientemente arriostrados por la losa 6.1.28. Se supone nula la rigidez transversal de
superior a la cual está unida por los la sección cuando no existen ni rigidizadores ni
conectadores. Unicamente estos cordones diafragmas.
deben ser objeto de comprobación durante las
fases de construcción, cuando el tablero aún no El primer modo de pandeo del cordón
está bien fraguado, aunque sí colocado. inferior comprimido de un tablero continuo
toma la forma representada en la Fig. 6.1.29.
El problema de cálculo es simple. Se
p I)........L~ __ P p p
--"""'-'--1)
- - -
~j~p ~j~p j
1) 1) 1)
Fig.61.28
CAPITULO 6- TABLEROS METALICOS y MIXTOS 343
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APOYO
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Fig 6129
6.1.1.6.- Modelo de cálculo de los tableros nación apriorística viene en todas las nonnas,
de vigas doble "T" en función del estado de cargas y el tipo de
apoyos. Estas dimensiones sirven para
La modelización del tablero mixto de detenninar el área y la inercia de eje
dos o mas vigas se debe hacer considerando horizontal. Su inercia de eje vertical estará
por una parte las vigas metálicas y por otro asociada con las de las barras AA, ya que entre
lado la losa de hormigón, siguiendo las ambas forman una viga Vierendel plana cuya
indicaciones del emparrillado, Tipo 3, que inercia en dicho plano deber ser igual a la de la
aparece en el capítulo 16 de cálculo, Fig. losa real que reproducen y que es muy grande.
6.1.30. Para ello será necesario realizar un modelo
previo que reproduzca únicamente la losa en su
Las características a conferir a las banas plano donde se obtendrá la rigidez equivalente
A dependen de múltiples factores. Si se sitúan de las banas A y AA de la Vierendel
en zona de compresión del puente se le debe equivalente.
conferir el ancho eficaz elástico, cuya detenni-
A A A A
l'
2221
A
lB
A
o) 1 !: el
'1' lB
e
b)
Fig.6/30
344 PUENTES
Javier Manlerola Armisen
Fig 6-1.31
346 PUENTES
Javier Manlerola Annisen
------1200------1
b)
[" 2500 l
"","m"",¡z~"""""""
e)
m
1
Fig.61.32
CAPITULO 6 - TABLEROS METAucos y M/,\TOS 347
Las vigas caJon individuales pueden Cuando la anchura del tablero aumenta,
extenderse a lo ancho del tablero, como en la se puede adoptar la solución de separar las
Fig. 6.1.33, donde se representa un tablero almas a la manera de la Fig. 6.1.32c, en la cual
muy curvo, de radio variable entre 61,6 m y se dispone una viga longitudinal en el ~je del
98,3 m, con 60 m de luz y 19,5 m de anchura. tablero para controlar la flexión transversal de
la losa. Al aumentar con esta disposición la
En la Fig. 6.1.32b vemos la típica viga relación ancho/luz del tablero se pierde
cajón con simple o doble acción mixta, en la eficacia en el rendimiento de la chapa inferior
zona de momentos negativos. La relación y aumenta la distorsión del cajón.
ancho/luz no debe ser muy grande si queremos
Conviene, siempre que se pueda, man-
optimizar el rendimiento del material de la
tener una relación adecuada entre el canto de
chapa inferior.
las vigas y la anchura del tablero que permita
la optimización de estos factores. Si, en estas
Su esbeltez puede ser mayor que la
condiciones, los voladizos laterales salen muy
correspondiente a viga doble "T"
grandes, lo que pasa siempre que se trata de
c/L ~ 1/22 si se trata de vigas de canto puentes muy anchos, conviene recurrir a una
constante de las dos soluciones que aparecen en la Fig.
6.1.32 d y e. En la primera se controla la
En el caso de vigas de canto variable flexión transversal y el peso del tablero de
hormigón por la utilización de vigas
c/L ~ 1/25 en el apoyo transversales . En el segundo se mantiene el
c/L ~ 1/40 ó l/50 en el centro del vano control de la respuesta con un apuntalamiento
lateral.
En este caso, como en los demás, Como en el caso de los tableros
conviene recordar, que salvo en casos muy fOl1nados por dos vigas doble T, el dimen-
exagerados, el canto es una variable asociada sionamiento de la losa superior depende de la
distancia de sus apoyos en dirección
al espesor de las cabezas de las vigas, a la transversal y de la luz del voladizo transversal.
resistencia del material y a la flexibilidad En el caso de que se tengan costillas
exigida al puente, pudiendo jugarse con uno y transversales, el dimensionamiento de la losa
otro en función de nuestras conveniencias. superior depende de la distancia entre costillas
Fig 6133
348 PUENTES
Javier lv/all/erola Armisen
Fig 6.134
Fig 6/35
CAPITULO 6- TABLEROS METIÍLICOS y MIXTOS 349
Fig 6J36
la palie de chapa no útil entre los rigidizadores Sin embargo este es un planteamiento
longitudinales del alma. conservador. Cada uno de los rigidizadores no
está independiente en la sección transversaL La
El pandeo de los rigidizadores lon- chapa inferior forma con los rigidizadores
gitudinales suele ser el procedimiento habitual longitudinales una losa ortótropa. En el
para controlar la inestabilidad de la chapa momento de pandeo fuera del plano de los
inferior. Se supone que la chapa inferior está rigidizadores longitudinales se activa el
fonnada por una serie de columnas inde- mecanismo transversal de rigidez de la chapa
pendientes, con sección igual a la del rigi- inferior que reduce la defonnación.
dizador mas la parte de chapa útil que le co-
lTesponde y que pandea libremente entre los y esta reducción es doble pues por un
rigidizadores transversales supuestos indefor- lado, la rigidez de la chapa inferior como
mables, Fig. 6.1.37. lamina (losa + membrana) tiende a reducir la
defonnación fuera del plano de los rigi-
La carga a que están sometidos es la que dizadores. Por otro lado, el arco longitudinal
produce la flexión general del tablero, valor que forma la chapa y los rigidizadores longi-
este que puede tener una determinada excen- tudinales de la zona central de la chapa, entre
tricidad, el, respecto al centro de gravedad de rigidizadores transversales, introduce una pér-
la columna ya que la distribución lineal de dida de rigidez longitudinal en los mismos, que
tensiones que produce la flexión general no ocasiona la redistribución de tensiones longi-
tiene por que coincidir con el centro de tudinales del centro hacia los bordes (no con-
gravedad de esta columna virtual. fundir con el retraso por cortante), Fig. 6.1.38.
60 t chopo en conpresion
b
3
Fig 61.37
Fig.6J38
CAPITULO 6- TABLEROS METrÍUCOS y MIXTOS 351
2C 00 H f-
'--
slOn, la rigidez de los muelles, que está también, todo tipo de diafragmas intermedios y
constituido por la rigidez transversal de la de apoyos. Fig. 6.1.37.
chapa metálica, sería tan pequeña, que la
distorsión sería enonne con una gran Como nonnalmente se triangula la
desigualdad de las tensiones longitudinales de sección donde existen rigidizadores trans-
flexión entre las dos almas. Como muelles versales, los esfuerzos de la distorsión son un
transversales solo existen la rigidez de los valor mas a añadir a las condiciones de carga
marcos transversales rigidizados y la de los que se imponen sobre estos rigidizadores, des-
diafragmas. critos anteriormente.
s( z ) s( z )
k:.
s( z ) s( z )
Fig 6 140
"1,,, '"
, 1 i I
"
,I
b)
e)
Fig 6J41
OIAFRAGf"iA
Fig 6142
356 PUENTES
Javier Alanterola Armi5en
Si se cuenta con programas que tengan procedimiento explicitado en el Cap. 16. Con
en cuenta tanto la plastificación de los distintos estos resultados y con los conespondientes
elementos que constituyen el diafragma y la no coeficientes de seguridad y mayoración se
linealidad geométrica se puede tener una puede pasar a analizar todas y cada una de las
cerieza muy buena respecto a la respuesta de partes del tablero cajón tal y como hemos
estos elementos fundamentales del puente. La visto.
introducción de imperfecciones, necesarias
para iniciar la no linealidad geométrica del Pero todo este proceso no es sino una
diafragma se puede obtener de los primeros concatenación de simplificaciones. Se fija un
modos de pandeo determinados en régimen ancho eficaz de la losa superior de hormigón
elástico. porque se sabe de la influencia del retraso por
cortante en la distribución del estado tensional
6.1.2.3.- Modelo de cálculo de tableros de longitudinal, cuando se podría tomar en cada
vigas cajón punto la anchura corTecta del dintel sin realizar
simplificación alguna. Se suponen rígidos los
Habida cuenta de que en las vigas cajón bordes de diafragmas y rigidizadores para
no se debe permitir, por medio de diafragmas, aislar un problema, la inestabilidad de los
una distorsión significativa, que como hemos recuadros de chapa conespondientes, cuando
visto produce una enonne perturbación en el se podría calcular la inestabilidad del panel
estado tensional longitudinal, el cálculo de las conjunto habida cuenta de la flexibilidad de
vigas cajón en régimen elástico resulta rigidizadores y diafragmas. La distorsión no
elemental. Toda la viga cajón se sustituye por tiene porqué solicitar solo a los diafragmas,
una bana, cuyas características, área, inercia cuando son dinteles de gran relación
vertical y horizontal, rigidez a torsión y áreas luz/anchura, las caras laterales del cajón se
de cortante son las de la viga constituida como llevan parte significativa de la misma, etc, etc.
sección indefonnable. Solo es necesario
establecer la reducción de las cabezas de La mejor manera de evitar estas y otras
compresión y tracción en el caso de que sus simplificaciones, es afrontar el problema
dimensiones sean grandes y se pueda suponer general de cálculo de una manera directa,
que el retraso por cortante va a afectar a sus realizando modelos de elementos finitos en los
anchuras útiles. cuales se tenga en cuenta la no linealidad
geométrica y del material.
No siempre y para cualquier tipo de
hipótesis de carga, el ancho eficaz de las En la Fig. 6.1.43 representamos un
cabezas superior e inferior puede ser el mismo, modelo de cálculo de una viga cajón de gran
lo que de llevarlo a cabo en sentido estricto, tamaño -L= 125 m, b= 30 m y c= 6.5 m- en el
detenninaría una proliferación de carac- que deseamos obtener la respuesta total del
terísticas de la sección y por tanto de distintas tablero. La sujeción de los voladizos
estructuras para la obtención de los esfuerzos. transversales de la sección cajón se realiza
Pero se pueden establecer criterios generales añadiéndole una celosía exterior, visible en la
básicos, que aunque no se ajusten perfec- figura 6.1.43. Se parte del análisis no lineal de
tamente a las distintas hipótesis de carga, se un trozo de cajón de 20 m, longitud suficiente
obtienen esfuerzos con suficiente garantía. La para que se puedan analizar adecuadamente
obtención de los esfuerzos en régimen elástico bien los problemas de inestabilidad y
resulta entonces elemental. plasticidad del conjunto. Las acciones en las
secciones de borde se obtienen en un cálculo
Lo que si hay que tener en cuenta es lo general del puente.
especificado en el punto 6.1.1.6 en cuanto a las
características a conferir a la losa de hormigón, En el modelo elegido existe la
según sea su situación en el tablero y el estado perturbación, respecto a un cajón normal, de la
de carga del mismo. presencia de la celosía triangulada exterior,
que va a participar en la rigidez a torsión del
Si en lugar de tener una sola viga cajón conjunto y en general, su colaboración a
se disponen varias se analizan por el resistir el esfuerzo cortante. Con este modelo,
CAPITULO 6- TABLEROS METAucos y MIXTOS 357
DEFDRMADA DE FLEXIDN
Fig 6143
en regllnen elástico, se puede calcular el del cajón, solicita axialmente a los elementos
conjunto obteniéndose resultados algo dife- de la celosía lo suficiente como para que su
rentes a los obtenidos, en el Cap. 5, para puen- valor deba ser tenido en cuenta.
tes de hOl1nigón. En aquel caso, la defor-
mación a cortante de la celosía era tan impor- Para que el efecto de la triangulación de
tante que su contribución a la rigidez conjunta la cara exterior de la sección incremente su
era insignificante. En este caso, sigue siendo contribución a la resistencia a cOliante y
pequeña, pero algo mayor que en el caso torsión, se debe incrementar el área de los
anterior. Su dimensionamiento se debe hacer puntales. Pero esto no es una buena práctica.
como puntal del voladizo transversal de la No se debe hacer copmiicipe de la resistencia
sección. La torsión que recoge, cuando se al cortante y a la torsión, a un alma llena y a
triangula, constituye una acción parásita que si una celosía. Realmente se trata de dos
bien contribuye muy poco a la rigidez torsional estructuras con una defol1nabilidad a cortante
358 PUENTES
Jál'kr Alan/erola AmI/sen
muy diferente. Lo conveniente es que todas las curva de 60 m de luz, cuya sección transversal
almas de una misma sección o sean llenas o hemos representado en la Fig. 6.1.39. Este
trianguladas, nunca mezcladas. modelo se ha llevado hasta rotura pennitiendo
la plastificación de las chapas y la no linea-
Para realizar un cálculo no lineal de este lidad geométrica. Para iniciar los problemas de
tablero, en cuanto a plastificación de la sección inestabilidad geométrica no ha sido necesario
y la inestabilidad de los paneles se debe seguir introducir una secuencia de imperfecciones
el procedimiento preconizado en el Cap. 16. iniciales pues al tratarse de un puente curvo y
ser planos los elementos finitos, las imper-
En la Fig. 6.1.44 representamos la fecciones en la geometría que introduce la
modelización por elementos finitos de chapas, poligonal son suficientes.
losa, rigidizadores y diafragmas de una viga
RIGIDlZADIJI1
DE ALMA
Fig 6144
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PROYECTO -'-..
2 00
1 60
-' 1 20
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3
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<t ' \ - ESPESORES X O 6
040
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o
o
FLECHA (n)
Fig.6.145
Fig.6146
360 PUENTES
Javier lvJan/erola Armisen
chapas y espesores propuestas. Por otro lado en tica es similar a la de la chapa inferior del
la Fig. 6.1.46 representamos cajón con el añadido de que esta chapa sí tiene
solicitación exterior debido a las cargas de
a) Deformación de la viga con dimensio- tráfico.
namiento según normas.
6.2.1.- La losa ortótropa
b) Defonnaciones de la viga con una
reducción de espesores de chapa del El tablero metálico de una viga cajón ó
40%. Se aprecia perfectamente la inesta- de dos vigas doble "T", consta de tres
bilidad de la chapa entre los rigidiza- elementos básicos. La chapa metálica superior,
dores transversales. sobre la que se coloca el pavimento, la
rigidización de esta chapa, dispuesta siempre
c) Defonnación de la viga sin marcos en dirección longitudinal del puente y las vigas
transversales. El pandeo de chapas es transversales que transmiten la carga a las
evidente. almas principales de la viga cajón. Fig. 6.2.01.
Esta losa debe realizar un doble papel
6.2.- Tableros metálicos resistente. En primer lugar constituye la cabeza
de compresión o de tracción de la viga
La losa superior metálica es el único principal. En segundo lugar, es el elemento
elemento diferenciador de los tableros metá- destinado a recoger la carga directa de tráfico,
licos respecto a los mixtos, ya estén formados uniforme y puntual y transmitirla a las vigas
por vigas cajón ó vigas doble T. Su problema- transversales y de estas a las longitudinales.
Fig 62 01
CAPITULO 6 - TABLEROS IvIETIÍL/COS Y MIXTOS 361
o)
b)
Fig.6202
tudinales confonne nos acercamos al centro de viga caJon, una viga en "T" ó en doble "T".
la distancia entre las almas. Además se pro- Para la rigidez a flexión se utiliza una palie de
duce una segunda reducción del estado tensio- la losa superior correspondiente al intereje de
nal de la zona central de la chapa, por el efecto, los rigidizadores "a" ó 11/3, si esta cantidad es
ya analizado en el estudio de la chapa inferior, menor que el valor anterior, siendo 11, el 70%
que es la mayor flexibilidad longitudinal de la de la distancia entre las vigas transversales.
zona central de la chapa como consecuencia de (Suponemos que los rigidizadores longitu-
la curvatura longihldinal introducida por la dinales son continuos y por tanto la distancia
carga exterior. entre los apoyos virtuales que detennina el an-
cho eficaz de la cabeza superior es ese valor).
Junto a estos fenómenos generales es
necesario tener en cuenta la posible inesta- La rigidez a torsión es muy pequeña
bilidad por torsión local de los rigidizadores cuando se trata de rigidizadores en "T" ó doble
cuando estos son simples chapas verticales ó "T". Cuando se emplean canales como rigi-
vigas doble "T". Fig. 6.2.02b. dización longitudinal el problema se complica
un poco. Suponiendo puntos de momento nulo
El modelo de cálculo de la losa ortótropa
en la defonnada de la chapa superior en los
puede adoptar distinta complejidad según
centros entre rigidizadores, Fig. 6.2.04, el giro
queramos precisar la exactitud de la respuesta.
que se produce entre los bordes A y B se debe
El primer modelo consiste en un empa- a dos mecanismos resistentes. El primero es la
rrillado espacial simple, Fig. 6.2.03. rigidez a torsión del cajón en sí, que produce la
deformada CD y el segundo es la deformada de
La balTa, M, representa la rigidez a flexión de las chapas que añade la defonnación
flexión y a torsión del rigidizador, ya sea una que lleva los bordes AB a los puntos E y F.
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V" V' V
Fig62.03
CAPITULO 6- TABLEROS lvlETrÍLlCOS y MI"\TOS 363
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Fig 6.204
364 PUENTES
Javier N/anlera/a Armisen
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Fig 6205
Fig 6206
CAPITULO 6 - TABLEROS METrÍUCOS y lvIIKTOS 365
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r- 0JO 3500
3800
5 3800
TIPO 2
Fig.6207
366 PUENTES
Javier Manlerola Armisen
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lB (cn )
Fig 6208
o)
b)
Fig. 6209
CAPITULO 6 - TABLEROS METAL/COS y MIXTOS 367
o)
b)
Fig 6.2 ID
I 11 20
Ci. 1 20
SEccrDN
Fig 631
368 PUENTES
Javier !l1al1/erola Anl1i5el1
Fig 632
En el Viaducto Corso-Argentina de
Padua, planteamos la misma solución para otro
puente urbano, Fig. 6.3.2. Aquí el viaducto es
más sofisticado en cuanto que se realiza un
ejercicio fonnal adecuado para evitar la
desigual superposición de pilas entre el
viaducto principal y sus accesos.
Fig. 63.4
anteriores, lo que mejora la rigidez torsional de Vallecas, Fig. 6.3.4. Para unos puentes
la sección y no se necesitan chapas inferiores extraordinariamente anchos, curvos, etc, se ha
tan gruesas para mantener una adecuada dispuesto una viga cajón de sección curva que
rigidez a flexión. se prolonga por costillas transversales. La
curva no presenta problemas ni de ejecución ni
De la sección transversal trapecial de respuesta resistente y permite una transición
pasamos a la sección curva en los Viaductos de entre costillas y dintel continua, sin saltos.
370 PUENTES
Jm ú?r Alallfem/a Anlllfell
)J
A a)
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~~--'--:::-----------;:;-'---::-:?lC~
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12 l+K'tgl'f'
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Fig 7J2
y.' K-- Gj
De estos resultados salen las prImeras
= relación entre las rigideces a
El conclusiones:
torsión y flexión de la viga.
Las leyes de esfuerzos resultantes son: 1. Una viga bi-apoyada, oblicua, se
comporta a efectos de la flexión como
A-1, = _P_'I"- _ _---::_ una viga con empotramiento elástico, el
F 12 1 + cual depende de la relación de rigideces
T= pI tgtp a flexión y torsión del dintel, y de la
12 1 + f(' tptI! oblicuidad <p.
\"""
\
0.9
\
\ ""\ o K=0.652
I
0.8
\ I K= 0.0166
0.7
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10 20 30 40 50 60 70 80 90 <f
Fig 1/3
Fig 7.14
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Fig 715
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Fig 7I 6
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Fig.7J7
CAPITULO 7 - EL TIJBLERO OBLICUO 377
lA I C
o
C)
Fig 120/
del tablero (Fig. 7.2.01c.). En esta figura, oblicuidad y la relación ancho-luz. La carga
observamos como la oblicuidad tiende a que solicita la losa es uniforme.
torsionar el tablero, ya que las secciones AB y
CO giran en sentido contrario y esta torsión es Para tableros que tienen la misma luz
tanto más importante conforme más pequeño nonnal; Ix, Y la misma anchura útil, a, la
sea el ángulo <p. oblicuidad produce los efectos siguientes:
M
Q.tl
\
\
0.20 \
\
I \
0.18
\ \
\
,
0.14
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Fig 7202
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0./'l3 o.ooq 0.1'1'2 "3·
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Fig. 72.05
382 PUENTES
Javier Man/erola Armisen
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03)
A
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DESPLAZAMIENTOS
Fig 7.2.06
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 383
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A B
A B B
lf = 90'
~
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I I
I
A B A B
l. Carga uniforme.
Fig 72.. 07
384 PUENTES
Javier Mall/erola Armisen
Fig 7209
386 PUENTES
Javier lv/an/erala Annisen
También en la cuantía de los momentos 1er vano. El máximo valor del momento
flectores en el centro del vano aparece este flector positivo se produce cerca del apoyo
mismo efecto (cuadro 7.1.). empotrado, en lugar de estar cerca del
apoyado. El momento flector negativo es
Sin embargo, conforme la oblicuidad mucho menor, del orden de la mitad, del de
decrece, el tablero oblicuo continuo va una viga continua recta.
adecuando su comportamiento a las nociones
comunes al comportamiento del tablero recto. Estos dos resultados se entienden clara-
mente a la luz de la explicación que acabamos
Esta particular fonna de comportarse los de dar en el párrafo anterior. Que el momento
puentes continuos oblicuos, puede entenderse flector máximo se acerque al borde obtuso es
también de otra forma. Las condiciones de lo propio de los vanos oblicuos bi-apoyados.
controno de un vano oblicuo con sus
contiguos, se compone de dos palies. La Del momento flector negativo 0,063
? l '
primera es un empotramiento elástico, que le q. ¡1-' a parte mas Importante,111 = 0,0412 q.l¡-,
?
b
-;1
L'f
M:: K"Ql~
-0044
000198 /
-- --
00389 00377 ------ FLECHAS
- - MOMENTO FLECTOR
-0.0389 -0.0382
-0.01 -001
/1,
0.. 00093
---
0.031 0.031
0.. 037
-0.063
¡ -1
I ")
~081 O.Ol~O'Ol
0.037
0.0389 S-l S-3
.!!. = \
\,
- M flec:torea
~---- corr: verticales
~-/
~~
~ "~-/-
"~
~
~
0.059 0.0558 O 059
linea 2
-0.\09
~81
I ,
I I
I
I
I
I 1
00~044
0.055
dicha zona corresponde al borde obtuso del oblicuidad sobre un vano que acerca su
segundo vano, y la afluencia de cargas de toda comportamiento al de un vano bi-apoyado.
la losa es importante allí.
3° vano. Con respecto al tercer vano, la
Encima del segundo apoyo, el momento única característica que no hemos explicado
negativo alcanza un valor más pequeño que previamente, consiste en el momento negativo
encima del primer apoyo. Esto se debe a que que aparece sobre el apoyo derecho; y esto,
en el vano extremo derecho, la zona de losa como sabemos, es debido al hecho de que este
que corresponde a ese punto es la aguda, en punto es un apoyo obtuso.
lugar de ser la obtusa del primer vano; y el giro La línea central (línea 2) presenta una
que tiene la losa apoyada en ese punto es distribución de esfuerzos simétrica, como
menor que en el obtuso. corresponde a su localización en la losa.
El desplazamiento de los momentos Si examinamos ahora la distribución
máximos positivos hacia el segundo apoyo, se transversal de los momentos flectores nega-
debe, como en el primer vano, al efecto de la tivos longitudinales, en la sección de apoyo
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 389
o, .l,
l, 19 = 1.2.l1
0.8
~ 1'.....
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..---
0.1 ~ L..---'
.,.
...
20 30 40 50 60 70 80 90 'f
(sección 2), aparece en el ángulo obtuso del De la misma manera que pasa en los
primer vano el valor más importante de todos. tableros bi-apoyados, la localización de los
Este valor se reduce bruscamente, por efecto puntos de momento máximo positivo, siguen
del "coletazo" que produce el borde obtuso a curvas en "S" con concavidad hacia el lado
través del apoyo oblicuo. Se normaliza después obtuso, cuya situación, función de la
en el cuerpo de la losa, para volver a aumentar, oblicuidad, se da en la figura 7.2.12.
pero con menor intensidad, en el otro borde.
Este borde es similar, por simetría, al tercer 7.2.2.2.- Influencia de los apoyos puntuales
apoyo de la línea 1. En la sección 1 se ve, en el
aumento de momentos flectores del lado Es muy frecuente en puentes-losa,
obtuso, el efecto de la oblicuidad del primer establecer apoyos puntuales en las líneas de
vano. apoyos centrales. En este caso, se produce una
concentración muy importante de las flexiones
Este distribución longitudinal de principales longitudinales máximas en los
momentos flectores es típica en cualquier apoyos reales (Fig. 7.2.13), Y esta concen-
tablero oblicuo continuo; pero las diferencias tración es tanto más intensa conforme
de comportamiento respecto al tablero recto, se disminuye el número de apoyos.
reducen con la pérdida de oblicuidad, como se
puede apreciar en la figura 7.2.11., donde la Según Schleicher y Wegener el valor Kil
oblicuidad, ha pasado a 60°. que señala la amplitud de la separación de los
momentos negativos respecto a la distribución
390 PUENTES
Javier Man/erola Armisen
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Distribución de momentos flectores principales en las líneas de apoyo y en el centro del vano, cuando los apoyos centrales
están constituidos por soportes puntuales.
Fig. 7.2.13
que se produciría en el caso de apoyos centro del vano se separa algo respecto a la que
continuos, vale: se produce en el caso de apoyo continuo
Kt:, == i. O,125 Naturalmente, este efecto depende de la
1", relación ancho-luz del tablero. Cuando b/l<p es
donde ls es la distancia entre puntos de apoyo grande, el efecto que se produce en el centro
y lw la luz mecánica media, controlada según del vano se incrementa y viceversa.
la dirección de la flexión principal, y que va
7.3.- Tableros oblicuos de vigas
desde la línea de apoyo, a la segunda línea
momentos nulo encontrada. A efectos resistentes, la oblicuidad,
como ya hemos visto, equivale a un giro tor-
Esta concentración tan violenta de los sional impuesto al tablero, que le obliga a aco-
momentos flectores principales, longitudinales, plarse a la geometría de los apoyos. La res-
en las líneas de apoyo, desaparece en el centro puesta de una estructura ante una deformación
del vano. Únicamente cuando el número de impuesta, depende de las rigideces de la misma
apoyos es muy pequeño, (Fig. 7.2. l3d), la y, en este caso, de la rigidez conjunta a la tor-
distribución de los momentos flectores en el sión.
CAPITULO 7.- EL TABLERO OBLICUO 391
El tablero que hemos examinado tiene la Lo primero que salta a la vista es la si-
distribución de rigideces cOlTespondiente a la militud en cOlTimientos y esfuerzos longitudi-
losa isótropa y ya conocemos cuál es su res- nales, con los que se obtendrían si las cinco
puesta. Cuando cambiamos la distribución de vigas fuesen independientes.
rigideces, como es el caso de un tablero de
vigas, la respuesta ante el giro torsional im- La distribución longitudinal de los co-
puesto debe variar; ya que un tablero de vigas lTimientos y los momentos flectores principa-
supone una concentración de la rigidez en di- les, no presenta el marcado carácter de desvia-
rección longitudinal y un detrimento en la ción hacia el ángulo obtuso de los tableros
transversal. losa. La cuantía de los esfuerzos es bastante
parecida en las cinco vigas; e incluso las vigas
Dentro de los tableros de vigas tenemos extremas, tienen algo más de momento que si
dos tipos. Los fonnados por vigas T, que tie- la viga estuviese sola. Únicamente las vigas
nen una débil rigidez a la torsión, y los forma- centrales tienen esfuerzos y corrimientos algo
dos por vigas cajón, con una apreciable rigidez menores.
a la torsión. Para analizar la respuesta, hemos
elegido una sola fonna de tablero, muy oblicuo La distribución de reacciones presenta la
((<p=30), de 30 m de luz y 10 m de anchura, forma que conocemos de los tableros losa
fonnado por cinco vigas longitudinales separa- oblicuos; pero aquí sólo está insinuada, ya que
das entre sí dos metros (Fig. 7..3.1), y solicitado la diferencia entre las cinco vigas es muy
por una sobrecarga, unifonnemente repartida pequeña, máxime teniendo en cuenta la gran
de 1 t/m 2 , o 2 t/ml, distribuidas a lo largo de oblicuidad del tablero.
las vigas longitudinales.
De esta respuesta podría concluirse que
La sección transversal del tablero adopta un tablero oblicuo de vigas, se compolia, a
dos fonnas. La primera, formada por cinco vi- efectos prácticos, como si fuese recto, con luz
gas doble T, y la segunda, f011113da por cinco igual a la oblicua.
vigas cajón (Fig. 7..3.1). Se ha dispuesto la for-
ma para que ambos tableros tengan la misma La razón para este compOliamiento la
rigidez a flexión longitudinal y transversal y encontramos en la escasa rigidez a torsión del
que únicamente difieran entre sí en la rigidez a tablero. Si cortásemos el tablero por una serie
torsión longitudinal de cada una de las vigas. de líneas paralelas situadas en el intereje de las
vigas longitudinales, la defonnación transver-
o t sal del tablero a lo largo de la sección transver-
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10.00
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sal 1-1 (Fig. 7..3.2), sería la representada en la
figura 7..3..3.a. En el caso de que la rigidez a
~ 2.00 ~ .I------JSlG
torsión de las vigas longitudinales fuese nula,
podrían girar adoptando la f011113 (1) de la fi-
gura 7..3..3b, sin introducir ninguna solicitación
exterior adicional.
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b)
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que las vigas centrales se apoyen en las latera- les a las laterales es mucho más eficaz. Las
les, produciéndose la ley de esfuerzos y corri- vigas extremas se ven solicitadas por momen-
mientos que hemos visto en la Fig. 73.2. tos mayores, así como sometidas a corrimien-
tos también mayores. En las vigas centrales
Si al tablero la proporcionamos una gran disminuye la cuantía de los esfuerzos y se dis-
rigidez transversal por la inclusión de una serie torsiona la distribución de momentos flectores,
de vigas riostras (Fig. 7.3.4), la respuesta que como vemos en la figura 7.3.4.b. También las
acabamos de ver no cambia en esencia, pero sí reacciones, cambian de una viga a otra.
cuantitativamente; pues a la defonnación im-
puesta de flexión transversal (Fig. 7.3.3b), se le El arriostramiento produce, por tanto, un
opone una rigidez transversal mucho más in- efecto perturbador en la respuesta final del ta-
tensa, que ocasiona la defonnación final (3) de blero. No mejora el estado general de flexión y
la figura 7.3.3b. traspasa cargas de un lado a otro, sin beneficio
general del tablero. No se deben poner vigas
El traspaso de carga de las vigas centra- riostras en tableros de vigas doble "Too.
CAPITULO 7- EL TABLERO OBLICUO
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36.7
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7.3.2.- Tableros formados por vigas sores, en las vigas longitudinales, crecen muy
cajón distribuidas a lo ancho del fuertemente, así como las flexiones en la losa
tablero transversal. La distribución de reacciones cam-
bia claramente respecto a la que se presenta en
Al proporcionar rigidez a torsión a las las losas oblicuas.
vigas longitudinales, la respuesta del tablero
cambia radicalmente (Fig. 7.3.5). Los coni- La razón para este compOliamiento la
mientos de las vigas longitudinales disminuyen encontramos de nuevo al examinar la defonna-
de una manera importante, así como la cuantía ción transversal (Fig. 7.3.6). Al cortar el ta-
de los momentos flectores longitudinales. En blero por el inter-eje entre las vigas longitudi-
las vigas de borde aparece claramente apuntada nales, éstas se defonnarán, bajo la carga exte-
la ley de momentos flectores longitudinales rior, según se indica en la figura 7.3.6a. Pero
típica de los tableros-losa. Los momentos tor- en este caso, debido a la gran rigidez torsional
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3.09
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10.8
b)
Fig 736
de las vigas longitudinales, la losa transversal En cuanto a los tableros formados por
quedará muy distorsionada, produciendo un vigas cajón, el comportamiento vuelve a ser
traspaso de cargas de la zona más flectada similar al de los bi-apoyados, aunque un poco
(correspondiente al ángulo agudo del tablero) más reducido por las mismas razones anterio-
hacia la menos flectada (ángulo obtuso del res.
tablero). Esta redistribución de cargas es simi-
lar a la que analizamos al tratar de tableros- 7.3.4.- Conclusiones respecto al com-
losa; y en la figura 7.3.6b representamos la portamiento de tableros obli-
carga que recoge una viga de borde del resto cuos de vigas
del tablero. Se carga en la zona del ángulo
1. Un tablero oblicuo de vigas doble T, se
obtuso, se descarga en la del agudo y la resul-
compOlia, a efectos prácticos, como un
tante total equivale a una reducción general de
tablero recto de luz igual a la oblicua. El
la flexión y a un incremento de reacción en el
efecto de oblicuidad desaparece prác-
ángulo obtuso.
ticamente.
El disponer vigas riostras transversales, 2. La disposición de vigas riostras,
no produce cambios espectaculares en el com- peljudica más que favorece, el com-
pOliamiento del tablero (Fig. 7.3.7). Los mo- pOliamiento de los tableros de vigas.
mentos flectores disminuyen un poco, y se Estas conclusiones sólo son válidas para
acentúa más la distribución irregular de reac- las cargas que han sido estudiadas, es
ClOnes. decir, para cargas uniformemente repar-
tidas. Para las cargas puntuales, el efecto
7.3.3.- Tableros continuos beneficioso de las vigas riostras se man-
tiene.
No se estudia aquí el comportamiento
3. Si las vigas tienen una rigidez torsional
específico de los puentes continuos oblicuos de
impOliante, el efecto de la oblicuidad
vigas; pero de las conclusiones que acabamos
vuelve a aparecer. La luz de flexión ya
de ver para tableros bi-apoyados, se pueden
no es la oblicua, sino que es una inter-
extrapolar fácilmente las de los continuos.
media entre ésta y la nonnal a los
Para tableros de vigas doble T, la conti- apoyos. Las flexiones longitudinales dis-
nuidad acentúa la tendencia de los tableros a minuyen mucho y las torsiones
funcionar como tableros rectos de luz igual a la aumentan.
oblicua, ya que la continuidad equivale a un 4. El pretensado se introduce, nor-
aumento de la relación ancho-luz y, por tanto, malmente, cuando las vigas están
a un incremento de la rigidez a flexión longitu- sueltas; y, por tanto, en esa fase no
dinal respecto a la transversal. produce efectos especiales. Sin embargo,
396 PUENTES
Javier ManleJola Aunisen
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00171 168
1/
1/
las deformaciones producidas por la a flexión y torsión. Sin embargo, este compor-
fluencia y retracción, en el caso de tamiento elemental desaparece cuando las con-
tableros formados por vigas cajón, se diciones de deformación establecen la distor-
verán influidas por el comportamiento sión de la sección transversaL
oblicuo de este tipo de tableros; no así en
el de los tableros de vigas doble T. En el caso de las vigas cajón oblicuas, el
concepto de sección transversal, unido siempre
7.4.- La viga cajón oblicua al concepto de viga, desaparece en las proxi-
midades del apoyo y su comportamiento debe
Una viga cajón está constituida por cua- de considerarse como el corTespondiente a
tro placas interconectadas entre sí. Su com- cuatro placas conectadas y apoyadas en puntos
portamiento es claramente espacial y, en de- oblicuos. Este hecho complica el entendi-
terminadas condiciones de deformación, se miento resistente en dicha zona. Las pautas de
comporia como una viga simple con su rigidez comportamiento de tableros oblicuos que
CAPITULO 7- EL TABLERO OBLICUO 397
hemos visto hasta ahora, nos van a servir de 7.4.1.- La viga cajón bi-apoyada
poco; y únicamente podremos utilizar, como
elemento de comparación, la viga oblicua li- Para analizarla, y como venimos
neal examinada al punto 7.1. haciendo en este trabajo, partimos de los re-
sultados obtenidos en una viga c~jón concreta,
Vamos a examinar dos casos de vincula- con ángulo de oblicuidad 45°, con dos vigas
ClOn: el cajón bi-apoyado oblicuo y el cajón riostras en los extremos, y cuyas características
continuo. La hipótesis de carga que vamos a geométricas y primeros resultados se presentan
examinar es la de peso propio que, como cual- en la figura 7.4. L Las conclusiones de su exa-
quier carga uniformemente repmiida, es la que men son las siguientes:
presenta efectos más marcados ante la oblicui-
dad. El método de cálculo utilizado es el de los
elementos finitos.
12.4
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Fíg 742
LOSA SUPERIOR
LOSA
INFERIOR
1-
VIGA CAJON APOYADA. CARGA UNIFORME. TENSIONES PRINCIPALES
Fíg. 743
cipales de la losa superior e inferior, en direc- (Fig. 7.4.1c). Este comportamiento es acorde
ción de los ángulos obtusos. En la viga cajón con la concentración de tensiones que se pro-
real, las tensiones principales en losas y almas duce en el ángulo obtuso y en el alma de dicha
se inclinan, también, como representamos en la zona (Fig. 7.4.3).
figura 7.4.3.
y esta diferencia es lógica, dado que en
Sin embargo, en las inmediaciones de la viga oblicua las reacciones en A y e se
los apoyos, los resultados entre ambos mode- transmiten a las vigas por flexión de la viga
los, son muy diferentes. riostra indeformable que las une; mientras que
en el cajón real las reacciones de los apoyos se
El estado tensional longitudinal en la transmiten directamente a las almas del cajón.
sección de apoyo de la viga oblicua, que se
deduce en la figura 7.4.2b, corresponde a un La sección transversal del cajón se de-
estado tensional constante a 10 largo del ancho fonna, produciéndose flexiones transversales
de la sección; mientras que, en la realidad, esta en las caras que soportan el lado agudo del
distribución no 10 es, como ya hemos visto cajón desde el obtuso. Esto se comprueba
400 PUENTES
Javier Man/erola Armisen
examinando la figura 7.4.4, donde representa- bajo su propio peso, los momentos flectores,
mos los cortantes, Qy' y los momentos flecto- My, son constantes de un lado a otro; mientras
res transversales, M y ' de las losas superior e que en el cajón oblicuo experimentan una va-
inferior, a lo largo de la sección 2-2 de la fi- riación clara, debido a la distorsión del cajón.
gura 7.4.1. En el lado obtuso, el alma se ve
En la figura 7.4.5, donde representamos
sobrecargada por la flexión de las losas supe-
las trayectorias de los momentos flectores
rior e inferior; y en el ángulo agudo descar-
principales de las losas superior e inferior de-
gada. Cuando se examina la figura 7.4.4c, no
bidos al peso propio del cajón, se observa:
debe olvidarse que en una viga cajón recta,
-3.91'0.
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18.81'0.
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- - - LOSA SUPERIOR
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1.6
Respuesta de viga cajón oblicua bajo carga uniforme.
Esfuerzos a lo largo de la sección 2.2
Fig 74.4
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 401
LOSA SUPERIOR
LOSA
INFERIOR
Fig 745
402 PUENTES
Javier lvfanlero/a Annisen
como elementos comparativos, de las Viga 71,5 158,35 323,4 230,4 248,5
conclusiones obtenidas en el apaliado anterior oblicua
y de las que se deducen de la viga oblicua con- Cajón 70,1 161,06 320,8 226,7 246,6
tinua analizada en 7.1.2. oblicuo
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LOSA SUPERIOR
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LOSA INFERIOR
Respuesta cajón oblicuo continuo_ Carga uniforme a) Corrimientos verticales líneas Al, BJ b) Distribución de
Xn a lo largo sección I-L c) Distribución My a lo largo sección LI
Fig 74.7
Fig.748
404 PUENTES
Javier Monte/ola Annisen
Este hecho, que podría entenderse como menor del caJon, que es donde se refleja el carácter
efecto de oblicuidad, se debe a la presencia de espacial de la estructura.
momentos negativos en los apoyos e y D, que
reducen el momento torsor en el vano extremo, Si examinamos ahora la distorsión del
como ya vimos en el apartado 7.1.2. cajón, encontramos su reflejo en la distribución
de los momentos flectores transversales, M y ' a
Según la teoría de la viga oblicua, el lo largo de la luz (Fig. 7.4.7c), y en la
momento torsor en la viga biapoyada es T = dirección, cuantía y líneas de momento nulo de
619 m.L; mientras que en este caso resulta T = las losas superior e inferior (Fig. 7.4.9).
269 m.L (Fig. 7.4.6d). En el resto de los vanos,
la torsión de la viga continua se hace muy pe- Lo primero que observamos es una
queña. Estos resultados de la viga continua coincidencia de comporiamiento con el tablero
oblicua, se reflejan perfectamente bien en la biapoyado. El cajón distorsiona muy apre-
viga cajón. Si examinamos la figura 7.4.8, ciablemente, según lo que hemos definido co-
donde se representa la distribución de las ten- mo una tendencia a soporiar las zonas aguadas
siones principales en la losa superior, en la de cada vano desde las zonas obtusas. La ley
inferior y en las almas, se observa cómo en los de los momentos flectores de las losas co-
vanos extremos la inclinación de las tensiones nespondientes a las vigas cajón rectas, cambia
principales es muy apreciable, en lo que es el radicalmente.
cuerpo del cajón (los voladizos laterales de la
losa superior se enteran poco de este fenó- La cuantía de la distorsión o de los
meno), mientras que en los vanos centrales esta momentos M y en los apoyos, no es mayor que
inclinación es prácticamente inexistente en el
en el cajón bi-apoyado, sino un poco menor.
centro de la luz.
Este resultado, un poco sorprendente pues en el
cajón continuo aumenta la relación ancho-luz y
Los resultados de la viga oblicua conti-
esto supone generalmente un aumento de
nua no nos dicen mucho más del comporta-
defonnación transversal, se comprende si
miento del cajón oblicuo, que la coincidencia
recordamos, como venimos diciendo a lo largo
que acabamos de ver. Reproduce bastante bien
de todo este capítulo, que la oblicuidad
este modelo el comportamiento general de la
equivale a una defonnación impuesta de
viga cajón; pero, como es lógico, no da
torsión y no a una acción exterior de torsión.
ninguna luz respecto a la respuesta transversal
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LOSA INFERIOR
Fig 7A.9
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 405
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Fig 75.1
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Fig 761
Fig 76,]
408 PUENTES
Javier Manlerola Armisen
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Fig 76.3
Fig 764
esta misma dirección. Esta disposición reduce donde se adopta unas vigas prefabricadas
extraordinariamente la cuantía de la flexión y pretensadas de canto variable.
su cálculo debe realizarse teniendo en cuenta la
capacidad de reparto de la losa existente. En el caso de que oblicuidad no sea tan
extrema se puede adoptar una solución losa
Presentamos un ejemplo de puente como la representada en la Fig. 7.6.3 en la cual
pérgola de vigas, en la Fig. 7.6.2 represen- se extiende la losa algo más de lo necesario
tamos el ya desaparecido puente en la Plaza de para polarizar las flexiones en dirección
las Glorias Catalanas en Barcelona,
CAPITULO 7.- EL TABLERO OBLICUO 409
\\
~~/~--~--./-.~----.--
....
--
/ Fig 765
Fig76.6
Fig. 8.0.1
412 PUENTES
Javier Mall/erala Anllisell
de la cual debemos partir para entender el solicitada por una serie de cargas verticales p y
puente curvo. de pares torsores m T será:
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,
\
Fig 811
CAPITULO 8 - EL TABLERO CURVO 413
Este hecho se comprende de otra manera de la mayor parte de esta acclon torsora en
si vemos que la resultante de las compresiones tensiones tangenciales de torsión"
de la cara superior y de las tracciones de la
cara inferior debidas a la flexión, producen dos En el caso de una sección abierta se
fuerzas S que no es sino una acción torsora en produce una flexión de eje horizontal diferente
la sección, Fig. 8.1.2a, es decir la presencia del en cada una de las vigas con el consiguiente
termino M/R en la ecuación (3). En el caso de alabeo de la sección y unas flexiones
secciones cenadas este efecto produce la transversales en las almas que pueden requerir
distorsión del cajón, ver 8..3., y la conversión de riostras transversales, Fig. 8.1.2b.
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s
b)
Fig 812
2 E 1
K =ijJ = 1004
Carga uniforme 5 To/m.1 CJ 1 Sección transv
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Flg 81]
o)
b)
Flg. 8/4
Esta característica nos indica que una Si analizamos los cOlTimientos, tanto
viga curva continua tiene unos momentos verticales, ()x' como los giros de torsión, ex,
torsores relativamente poco importantes. En el vemos que la diferencia que existe según sea el
caso de vigas curvas en voladizo, caso muy tipo de vinculación en el borde es muy grande
frecuente durante la construcción de grandes lo cual va a tener una importancia decisiva
puentes curvos realizados por voladizos cuando la viga curva sea parte de una entidad
sucesivos, las torsiones son por el contrario, mayor como puede ser un puente losa, Fig.
muy importantes y de elemental determinación 8.1.3d, e, f, y g.
por tratarse de estructuras isostáticas.
416 PUENTES
Javia Mal1lerola Arlllisen
K = ~
4 J --46
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K = --q;r- - 1
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Fig 8.15
CAPITULO 8- EL TABLERO CURVO 417
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Fig.816
418 PUENTES
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VIGAS INDEPENOIENTES
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Fig. 8.2. 02
CAPITULO 8- EL TABLERO CURVO 421
En la columna II se representan las leyes la línea e, menos flexible, pierde carga; y ésto
de los momentos torsores en los dos casos, en cantidades muy importantes, si tenemos en
(losa y vigas independientes), viéndose una cuenta que la carga exterior que corresponde a
reducción de la cuantía de la torsión en todas cada una de estas líneas es de 5 T/mL El
las vigas, siendo más intensa en las exteriores. mecanismo de reparto transversal es diferente.
En la columna IV se representa la flexión
transversal del tablero, a lo largo de las cinco Destaquemos una franja longitudinal, de
secciones transversales. 2,00 m. de anchura, cuyo eje sea la línea a y
veamos cuales son las cargas que la solicitan
Según estos resultados, parecería que el en el tablero real:
mecanismo de respuesta del tablero curvo es
similar al del tablero recto, en cuanto que la 1. La carga veliical exterior, de 5 T/ml, que
zona más flexible (la exterior) transfiere carga produce en el centro de la luz un
vertical a la menos flexible (la interior) a través momento flector de 459 m.t.
de la flexión transversal de la losa. Sin
embargo esto no es así, lo que se comprueba si 2. Una ley de cargas verticales (Fig.
miramos la colullma III, donde se representa el 8.2.03a), introducidas por el resto de la
intercambio de carga veliical entre las cinco losa, que producen en el centro de la luz
vigas curvas. La línea a, más flexible, recibe un momento flector de 117,6 m.t., del
carga veliical del resto de la losa, mientras que mismo signo que el anterior.
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422 PUE,NTES
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CAP/TUlOS-EL TABLERO CURVO 423
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LOSA CIRCULAR SI-APOYADA SAJO CARGA PUNTUAL
Il LEYES DE MOMENTOS FLECTORES LONGITUDINALES. III LEYES DE MOMENTOS TORSO RES, HU LEYES DE
CARGA Y DESCARGA DE LAS LINEAS LONGITUDINALES. IV) LEYES DE MOMENTOS FLECTORES TRANSVER,
Fig.8.2.08
CAPITULO 8 - EL TABLERO CURVO 425
Las reacciones presentan esta mIsma similar al que se produce en los tableros rectos,
tendencia, se mantienen practicamente uni- bajo carga puntual.
formes a lo largo de todo el borde salvo en los
extremos que experimentan un gran incre- El mecanismo de torsión de los ele-
mento hacia el borde exterior y decremento en mentos transversales de la losa, se produce de
el interior. Fig 8.2.07b. una manera similar al caso de la carga uni-
forme.
8.2.1.- Comportamiento bajo cargas
puntuales En la fig. 8.2.09 representamos la
respuesta en flechas y momentos flectores de
Bajo cargas puntuales, los mecanismos la misma losa curva pero en la que la carga de
de respuesta que desarrolla la losa para resistir, 100 Tn pasa del borde exterior al interior
son los mismos que hamos comentado en el pasando por el centro.
párrafo anterior; pero la intensidad de la
solicitación hace que el traslado de la Se observan dos cosas claramente
solicitación de una a otra zona de la losa sea diferenciadas, las flechas tienden a ser mayores
diferente. en el borde exterior. Cuando cargamos el borde
exterior, la flecha en ese punto es del orden del
En la fig. 8.2.08 representamos la doble de la flecha del borde interior, mientras
respuesta de la misma losa circular que que cuando cargamos este borde la flecha es
estamos estudiando, bajo una solicitación de solamente un 12% mayor que en el borde
100 1. Vemos que los momentos flectores exterior.
máximos se desalTollan bajo la zona cargada
(216 m.1. en la línea a, contra 88 m.1. en la En cambio los momentos flectores en el
línea 3). La flexión total, de 681 m.t., que borde cargado son muy parecidos en los dos
tendría la línea a si actuase sola, se ha reducido casos, la diferencia entre el momento en el
drásticamente y redistribuido al resto de la borde exterior y el interior es de solo un 4%.
losa. La razón de este comportamiento es que los
dos mecanismos de reparto, flexión y torsión
En este caso, los corrimientos veIiicales transversal, son mucho menos excitados
y los giros de la zona cargada, considerada cuando se carga el borde interior que cuando se
sola, son tan intensos que, al contrario de lo carga el borde exterior.
que pasa bajo la sobrecarga uniforme, la línea
a se apoya en las demás, en lugar de recibir
carga (Fig. 8.2.07.111). Este mecanismo es
-12335 tn
t:::=::::::=~==--,,¿O 0144
Flechas -2 905 tn
~ borde int
borde ext "~ __-L-_+----j
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100 35 nt : j 95 88 nt
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Fig.8.209
426 PUliíVTIiS
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VIGAS INDEPENDIENTES
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a)
I
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LAS CARACTERISTICAS DE LA LOSA aJ LOSA NERVADA CON VIGAS RIOSTRAS SEGUN LA LINEAS
1,2,3,4,5 bJ LOSA NERVADA SIN VIGAS RiOSTRAS el LOSA NERVADA CON VIGAS RIOS-
TRAS DE GRAN RIGIDEZ rORSIONAL
Fig 8210
303
2es
\ R:::6Dm
o 39Tn/ml
L 17m. Tn
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1699 tn
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12 B5 tn
Fig 8212
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A
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b)
[ A
O. 0055 ~~= '~' . . . '._"..':
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e) d)
[argo en A
[or-go en B
[argo en [
Fig. 82.13
La pauta que siguen las leyes de Un tablero losa, curvo, desarrolla dos
momentos flectores es similar a la que vimos mecanismos de resistencia que le confieren su
con anterioridad, aunque la diferencia que carácter específico y que complementan la
existe entre los esfuerzos de las vigas curvas respuesta individual de la serie de vigas
elementales y los de tales vigas formando parte circulares en que podría dividirse el tablero
del tablero curvo es mínima. También las leyes mediante una serie de cortes circunferenciales.
de momentos torsores se atenúan mucho, así
como la cantidad de carga vertical que se A la deformación libre de las vigas
h'aslada de una zona a otra del tablero. longitudinales, que dependen de su luz, y de su
CAPITULO 8- EL TABLERO CURVO 431
• A
•
• A
A
• [argo un i farne
Fig. 8.2.13 e
Desplazanientas
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6.2~
15.----·
Fig 8214
del tablero. Por el contrario, las vIgas 4. Mirado el tablero curvo desde un punto
interiores se descargan. de vista totalizador se puede concluir.
Esta morfología del puente losa curvo es, • Es una estructura con una solicitación
por tanto, muy mala; ya que el raparto, permanente a la torsión proporcionada
en vez de aliviar las zonas más cargadas por la curvatura en planta del tablero.
del tablero, las penaliza.
CAPITULO 8- EL TABLERO CURVO 433
Fig.821.5
434 PUENTES
Javier JvJan/erola Armisen
Al estudiar la viga curva en el punto 8.1. La diferencia entre estos valores es:
suponíamos ésta absolutamente indefonnable y
con coincidencia entre el centro de esfuerzos
cOliantes y el centro de gravedad de la sección. j 2' - l'
JI
H' d
= ~~ x =
f
En el caso de puentes cajón esto no ocurre; la
sección transversal es defOlmable y, por
pero como según la ecuación de equilibrio de
consiguiente, se producirá en ella una deter-
la viga curva:
minada distorsión. Por tratarse de una sección
cerrada los efectos del alabeo torsional son
pequeños. H'=
, M\,
r
Si elegimos un elemento diferencial de
viga cajón, el estado tensional a que está el valor del flujo de tensiones tangenciales
sometida por los esfuerzos que la solicitan son: resultante en el elemento, por metro lineal,
será:
1) Debidas a la flexión longitudinal:
f= M,
Las flexiones M, y M, + M~. dx , r.n
producen, debido a la curvatura del elemento
diferencias, unas resultantes, transversales a la Las resultantes de estas fuerzas a lo
sección, cuyos valores son (Fig. 8.3.1): largo de las caras serán:
M M. T = M, .b
T = - - ' \ .a· T .a;
o r.n ' 1/=-'-\
r.n r.n
2) Debidas a la torsión: La suma de estos dos tipos de esfuerzos,
darán lugar a un conjunto de fuerzas
Las torsiones H, y H, + H~. dx , transversales, equilibradas, representadas en la
producen, en cada cara, un flujo de tensiones figura 8.3.3a,
tangenciales de Saint Venant cuyo valor es
(Fig.8.3.2.):
y
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f
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Fig 83.J
CAPITULO 8 - EL TABLERO CURVO 435
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Fig 833
Fig 834
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PUENTE CURVO
PUENTE RECTO
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Fig.835
438 PUENJES
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el ~ ~~ 3.4 :
3.7 I
Fig 836
CAPITULO 8 - EL DIBlERO CURVO 439
Para radios de curvaturas grandes (Fig. ra mayores valores que la vIga 2, aún para
8.3. 7b) el efecto de la curvatura desaparece. carga situada en la viga 2.
Cada una de las vigas recoge un momento
diferente e igual al que tendría un puente recto Cuando aumentamos el ancho del caJon
bajo la distorsión que le produce el des- (Fig. 8.3.7c) la distorsión normal como puente
centramiento de la carga. Para radios de recto es mayor; y alU1que la distorsión como
curvaturas pequeños, la distorsión comple- puente cmvo tiende a incrementar la carga en la
mentaria que acabamos de analizar, debida a la viga 1, no puede llegar a alcanzar valores similares
curvatura en planta, hace que la viga 1 adquie- a los de la viga 2 cuando la carga actúa sobre ella.
A 8 0165
Al
_ _ _ _ 0.521
Q,e!550_ el o __~
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OA
8 = 3048 m
D/L =0.055
02
L= 2438m
01
8)
30 50 100 150 200 250 300 R(m)
M/M T
06
05
0.4
0.3
02
8 =
426 m
D/L = 0.055
L=18.28m
0.1
C)
50 100 150 200 250 300 R (m)
• VIGA 1
• VIGA 2
_ CARGA EN A
____ CARGA EN 8
M T = MOMENTO TOTAL S08RE
EL CAJON
Fig.837
440 PUENTES
Javier Man/erola Aunisen
....
F/R
".
Fig.8.4.1
CAPITULO 8- EL TABLERO CUR va 441
Esta aCClOn torsora hay que tenerla en parabólico para el cable de flecha en el centro f
cuenta en cualquier cálculo de vigas curvas y y un valor de la carga de pretensado
produce efectos que sorprenden a primera
vista. pl2
F=-
o 8f
Por ejemplo, si pretensamos una viga
circular bi-apoyada y de sección rectangular,
Bajo esta acción, la carga exterior se
con carga exterior p unifonnemente distribuida
anula en' cada punto lo que lleva aparejado la
a lo largo de la viga, con un cable simétrico,
anulación de flexiones y torsiones a lo largo de
sin coeficiente de rozamiento y determinamos
la viga. Queda sobre la viga actuando
el valor de la fuerza de pretensado Fo y la
unicamente una compresión centrada Fo y una
distribución de excentricidades verticales e,
ley de cargas radiales F/R aplicadas a lo largo
tales que anulen la carga exterior p en
de la línea parabólica del cable. Fig. 8.4.2.
cualquier punto, tendremos un perfil
e
Fig. 842
F/R
F/P
e 12
Fig 843
442 PUENTES
JOJlierAfolllerolo AnllÚell
-------------- - -----~-~~----~
A
CAPITULO 8 - EL TABLERO CURVO 443
CARGA EXTERIOR
PRETENSADD
Fig.8.4.5
Fig 8.4.6
PRETENSAOO NORMAL
Fig 847
La intención que guía al apOliicar con la estructura una ley de momentos como la
las pilas un detenninado dintel , es reducir la representada en la figura 9.0.lc.
ley de momentos flectores que se produce en el
mismo gracias al empotramiento parcial que le e.
Podemos hacer que 5¡ = O= h, en es-
proporcionan la rigidez de las pilas. te caso si sumamos los estados 9.0.1 b y 9.0.1 c
tendremos la ley de momentos y la deformada
Si la vinculación que existe entre las pi- de la figura 9.0.ld. La inmovilidad lateral del
las y el dintel en un puente es la de articulación pie del pÓliico nos ha producido una ley de
simple, Fig. 9.0.la, la carga exterior producirá momentos flectores correspondiente a una viga
una deformada del dintel como viga simple- continua de tres vanos cuyas luces sean las
mente apoyada, una ley de momentos flectores mismas que las del pórtico, Fig. 9.0.1e, y
correspondiente a dicha defonnada y un giro además un esfuerzo axil en el dintel igual a H.
en el apoyo de valor e.
El puente pÓliico reduce la ley de mo-
Si la vinculación entre pila y dintel es de mentos flectores de una viga apoyada a otra
empotramiento, pero las pilas tienen una vin- continua siempre que se cumplan dos condi-
culación de apoyo deslizante con el suelo, Fig. ciones. El dintel y la pila se empotran entre si y
9.0Ib, la defonnación y la ley de momentos el terreno presenta una gran rigidez a las fuer-
flectores del dintel se conserva pero el pie de zas horizontales que le transmiten las pilas del
las pilas se desplaza lateralmente un valor pórtico. Con un terreno blando las pilas infe-
0= e.h. riores se abrirían, desaparecería o se reduciría
la fuerza H y la ley de momentos tendería de
Al introducir en el pie de esa misma es- nuevo a la de la viga bi-apoyada.
tructura una acción horizontal, H, se producirá
en el pie del dintel un corrimiento 8 10 y sobre En la Fig. 9.0.2 representamos un puente
pÓliico elemental.
446 PUENTES
Javier Man/erola Annisen
L o
H
--' \ e
Fig 901
Fig 9.02
CAPITULO 9- PUENTE PÓRTICO 447
Fig.9102
Fig 9101
448 PUENTES
JrlJl¡(?r Afan/ero/a Anlllsen
_ 16300 1Q50
le~ 00
Fig. 910]
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Fig 9/0S
Fig.9106
450 PUENTES
Javier Affan/erala lI,misen
"loe da.mi'./'"
itrler.t tmdtn
·'.C I ~. ~1:".•
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Fig 9107
Fig.9J08
CAPITULO 9 - PUENTE PÓRTICO 451
Fig9 1 09
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1r\2... \f2l b
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defornodo
Fig 9Jll
CAPITULO 9. - PUENTE PÓRTICO 453
compensa además por continuidad de los vanos monocelular con canto variable entre 7,00 m.
laterales del dintel. en la unión con las pilas y 2,5 m. en el centro.
La anchura del tablero es de 9,95 m. y la del
En la figura 9.1.12 presentamos el cajón 5,2 m.
puente de Bonhomme de 146,7 m. de luz entre
apoyos de pilas inclinadas en el dintel y 186,25 El principal inconveniente que tiene esta
m. entre apoyos en cimientos, la longitud total tipología es la construcción. En el puente de
del puente es de 282,6 m. Bonhomme hubo que construir además de la
pila inclinada, la pila vertical que estaba pre-
La propuesta de la Administración fran- vista en el proyecto inicial, aunque en este caso
cesa era un puente continuo de tres vanos con en construcción provisional, para poder resistir
pilas verticales, cimentadas por medio de pi- la falta de equilibrio que proporciona la pila
lotes en el granito del fondo. El proyecto inclinada durante la construcción del dintel en
construido es un pórtico de pilas inclinadas avance en voladizo.
obtenido sin mas que girar las pilas verticales
del proyecto anterior para ir a apoyarse en la De características similares pero de rea-
ladera exterior de roca, fuera de la influencia lización un poco mas reciente es el puente de
del mar. L'Oreal, con 108 m. de luz entre extremos de
pilas y canto variable entre 5,2 m. y 2,5 m. Fig.
El tablero está formado por un cajón 9.1.13
Fig. 9..1.12
Mas interés tiene el puente sobre la gar- en el nudo entre pila y dintel, se utilizó una
ganta del río Gouritz en Africa del Sur, Fig. técnica derivada de la construcción del puente
9.1.14. La realización del pórtico de pilas in- arco en avance en voladizo que permite elimi-
clinadas se debe en este caso a la doble ventaja nar todo soporte provisional intennedio.
que se obtiene de dicha inclinación para evitar
Las pilas se atirantaron a la cimentación
la cimentación en un aluvial de 40 m. de espe-
mientras crecían y el dintel, construido en
sor y reducir la luz del vano principal.
avance en voladizo desde el estribo necesitó de
Además la construcción no necesitó de un atirantamiento provisional para mantener su
la colocación de pilas provisionales verticales estabilidad.
PUENTES
.Im'lá AJall/erola AI'IJIIsell
Fíg. 9JIJ
'/ '¿'
/ \
F1g. 9JJ4
En la Fig. 9.1.15 representamos, dentro sucesiva de una serie de pórticos con una luz
de esta variante una pasarela en Vitoria entre articulaciones inferiores de 56,5 m. y
longitud total de 65,25 m. El empuje horizontal
Otra variante de construcción de estas está recogido por unas cimentaciones de fá-
pilas es la de realizarlas en posición vertical y brica muy poderosas que existían conespon-
girarlas, rotando alrededor de su nudo de unión dientes al puente procedente sobre el que se
con la cimentación. El atirantamiento pro- edificó el actual de Freyssinet, Fig. 9.1.16. La
visional sigue siendo imprescindible hasta que sucesión de un conjunto de pórticos simples
el dintel sujete la pila en su situación inclinada. configuran un aparente puente con células
En construcción metálica esta operación se ha triangulares continuos. La formidable res-
realizado girando respecto a la base de la pila, puesta de este tipo de pórticos continuos ante
pila y dintel, con lo cual la estabilidad y sujec- los empujes horizontales los ha hecho muy
ción de ambos elementos es mas segura du- útiles para puentes de fenocanil.
rante las fases del proceso.
La construcción se realizó con cimbra
El puente de St. Michel en Toulouse aporticada entre los cimientos del puente anti-
constituye otro ejemplo característico de esta guo, los cuales estaban unidos por tirantes
tipología. Cruza el río Garona por la adición provisionales.
CAPITULO 9.- PUENTE PÓRTICO 455
Fig.9115
" . .'(.1
, , J'::L ....•
........._--'-'.__.:::I_ ----.==c: !\
----------_.
[g1.1.1.1.1'1
(lrJ
Fig 9. 1 17
Para el caso pasos de autopista esta so- necesario añadir la tracción del tirante poste-
lución ha sido muy utilizada, tanto en su ejecu- rioL Fig. 9.Ll8a.
ción con hOImigonado "in situ" como con do-
velas prefabricadas. En la figura 9.1.17. repre- Tiene la ventaja respecto al pórtico de
sentamos la estmctura resistente de una serie patas inclinadas en que es posible eliminar la
de pasos superiores prefabricados por dovelas cimentación del extremo del vano de com-
realizado en la autopista alpina en el sur de pensación el cual puede descansar sobre el
Francia. tirante rígido.
9.1.3.- Pórtico con células triangulares Esta estmctura se ha utilizado con am-
plitud en el caso de pasos superiores con un
El pórtico de células triangulares puede excelente terreno de cimentación.
considerarse como un pórtico de pilas inclina-
das en las cuales se refiere el extremo de los En la figura 9.1.19. representamos el
vanos de compensación al cimiento de la pila puente Alcalde Alfonso Molina en la Coruña.
principal por medio de un tirante. Se puede Tiene 41 m. de luz, sección de dintel cajón de
considerar también como un pórtico básico en canto variable entre 1,4 m. en el empotra-
el cual la pila principal se ha descompuesto en miento con las pilas y 1 m. en el centro del
sus dos cordones, de composición y de trac- vano. Representa una configuración clásica
ción, Fig. 9.1.18. para pasos superiores de autopista.
o)
e)
Fig.9118
"'-
' ...... _".~ , /'
.... _--"'
Fig 9.1.19 Puente Alcalde Alfonso Molino en la Corlllla
es un buen ejemplo, con la célula triangular para una parte del vano principal y levanta-
empotrada en la cimentación y tres luces de miento del tramo central.
40+80+40 m. La célula triangular reduce la luz
central a 48 m. La sección transversal es una En el puente de los Franceses, Fig.
viga cajón con canto variable entre 2.00 m. y
9.1.22, se utiliza la construcción mixta sobre
1,2m.
trípodes invertidos.
El puente Kylesku (Escocia, Fig.
9.1.21), tiene un planteamiento similar con La fuerza de frenado se resiste muy bien
luces de 71,9, 132 Y 71,9 m. La célula trian- con células triangulares, como ocurre en el
gular está empotrada en la cimentación. Para la puente sobre el río Main en Gemünden
construcción se utilizaron tres procedimientos. (R.F.A.), DE 82+135+82 m, Fig. 9.1.23. La
Cimbra apoyada en el suelo para la célula sección transversal es una sección cajón con
triangular y los accesos. Voladizo sucesivo canto variable entre 6,5 m. y 4,5 m.
458 PUENTES
Javiel !v[anterola Armisen
Fig 9 120 El puente en la autopista A-19, tramo San Andró de L/avanems - AIalgmt en
Barcelona,
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62,00 135,00/2
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Mam ,¡,,~r
¡ - < u a ---t----------OOOO-----------""j
ALZADO úEI\ERAL
Fig 9J25
El caso del puente del Vergel, Fig. 9.1.4.- Pórticos sin empujes hori-
9.1.24, el efecto pÓliico con célula triangular zontales al suelo
se produce igualmente aunque solo tenga una
célula. El empuje horizontal de esta célula se En todo lo que acabamos de ver la es-
contrarresta con la parte del dintel situada entre tructura pÓliico tiene una ventaja básica que
el estribo y la célula triangular a través del produce a su vez un inconveniente básico. La
contrapeso que representa el estribo, Fig. componente horizontal H reduce la ley de
9.1.25. momentos flectores en el dintel a la vez que
introduce una compresión en el dintel, pero
El puente sobre el río Piloña (Asturias), también produce una componente horizontal
Fig. 9.1.26, con luces de 56+82+62+46+36 m., sobre el cimiento, el cual, muy frecuentemente,
constituye una variante a esta tipología del es incapaz de ser resistido sin que se produzcan
puente pórtico, en la cual la célula triangular grandes corrimientos. Esto conduce, en los
no se produce desde la cimentación sino a una casos en que se usa en terreno poco resistente a
altura intermedia en la pila. La unión de las dos necesitar grandes y costosas cimentaciones.
pilas principales con cimientos y dintel es de Fig. 9.1.27. (Viaducto Corso Francia, Morandi
empotramiento perfecto. 1959).
o)
r1 F fI¡
l: e u¡
~::;;:;:F=e=p====I===::::;-;:==========::::::-;:========;;:r~
FJ~==Fh====::==F~mmmmm_mnmmmmmS¡==;_====/t
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Fe 1,11 [11 F ¡1¡ flj
Ü t~ e ~; ..I
b)
Fig. 9.1.28
462 PUENTES
Javier Mantero/a Annisen
I ;",;-
!
l 11
r ,L
I
r Fig 9/29 Puente en/a" Roza,\ (Madrid)
(Madrid) en el cual se ha utilizado este meca- dado un poco de curvatura para eliminar las
nismo resistente en un pórtico de patas inclina- flexiones producidas por su propio peso.
das que solo transmite componentes veliicales
al suelo. Toda la enorme cimentación del Este tipo de puentes presenta una gran
puente Corso Francia (Fig. 9.1.29) podría lógica en el tratamiento entre los tramos de
haberse evitado con este aliificio. acceso y el viaducto principaL Una separación
lógica de pilas en el acceso, para la tecnología
9.1.5.- Puente pórtico - Puente arco actual, choca con la pequeña separación que
debe existir entre soportes para conseguir una
En la Fig. 9.1.30 representamos el directriz curva en el arco. En esta tipología
puente sobre el río Amo en Incisa (Florencia) arco-póliico, se puede mantener la secuencia
de S. Zorzi con 104 m. de luz principal desta- de las pilas en los accesos en el puente princi-
cando tres luces intermedias de 36+40+36 m. paL Y lo mismo podríamos decir del puente
Se puede considerar que es un puente arco con sobre el Pisuerga en Valladolid, Fig. 9.1.31
un antifunicular muy poligonal como COlTes- que su clasificación es todavía mas indefinida
ponde a dos puntos concentrados de carga, entre puente pórtico y puente arco.
pero también se puede mirar como un puente
pórtico de pilas inclinadas a las cuales se les ha
3500 35.00
3~OO '000
3600
M M
M M
H H
Fig. 9.2.1
M = __
E_.B..;::..o_ (1) La expresión del momento M para un
h L caso particular de puente lo representamos en
+ la figura 9.2.2., de la cual se pueden obtener un
3/ p 2/ v
conjunto de consecuencias interesantes:
donde:
CAPITULO 9.- PUENTE PÓRTICO 465
M( ntn)
320
300 ~
~
280 1"-..
~~ k= eo
260 1'-....
k= 1( Doy v 1---- '~
240
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/
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k
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v
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-
180 I / / 7 / I V
L.---- f.--
I / / I
I / / k7
160
140 11
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120 I/ / / / k=20C
II/ / /
/
100 V
80 II I / / /
60 I / / 1/ /
40 1/ /1 / /
20
1// JI / I
~/
2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 h (n)
Fig. 92.2
l. Para suelo con rigidez infinita, el mo- 2. El hecho de que el terreno tenga rigidez
mento flector de empotramiento va redu- infinita es solamente una hipótesis teó-
ciéndose confonne las pilas son mas al- rica. Por muy rígido que sea el telTeno
tas. La altura proporciona flexibilidad a tendrá una cierta elasticidad y en este
las pilas y por consiguiente reducen su caso la ley de momentos de empotra-
capacidad de empotramiento. También miento varía claramente, destacando dos
depende de la rigidez del dintel a través variables muy significativas. La elastici-
del ángulo de giro 8 0 . Cuanto mas rí- dad del suelo y la relación h/L.
gido sea el dintel, menor será el ángulo
8 0 y por tanto el momento de empotra- 3. Conforme el terreno es más elástico el
momento de empotramiento disminuye.
miento.
466 PUENTES
Javier !vJall/erola Armisell
4. Esta disminución es tanto mayor cuanto pórtico. En éste, las defonnaciones impuestas
menor sea la relación hlL. Para alturas de producen un efecto claramente negativo en el
dintel pequeñas la influencia de la rigi- comportamiento de la estructura.
dez del suelo es tan importante que el
dintel llega a perder prácticamente todo
su momento de empotramiento. Mientras
que en caso contrario, con alturas eleva-
°
Para un determinado corrimiento im-
puesto 0 en el dintel se producirá un momento
flector de empotramiento M del dintel cuyo
das, la influencia de la flexibilidad del valor es:
suelo desaparece a efectos prácticos.
M =o f_l._K _
Esta conclusión es extremadamente im- 2
portante pues destaca a la relación hlL 0 +h K
1
h + L
como la variable mas significativa en el E 311' 21"
compOltamiento resistente del puente
pórtico. Los puentes pórtico de pequeña
(2)
altura son muy sensibles a las deforma-
ciones del suelo y los puentes altos poco
sensibles. M=oo [ L E h
h-+-
J Para K = 00
21,. 311'
De entre las morfologías de puentes que
hemos examinado la correspondiente a la fi-
donde las constantes tienen el mismo valor que
gura 9.1.03 y sobre todo la de la figura 9.1.06 y
en la expresión (1).
9.1.19 son las más sensibles a los movimientos
del suelo pues son las que producen mayor
La cuantificación de esta fórmula en
componente horizontal H. Las morfologías de
función de la altura h del pórtico y la rigidez
las figuras 9.1.14 Y 9.1.15 son menos sensibles
del suelo K, la representamos en la figura
por tener una compensación natural en el vano
9.2.3.
trasero.
Como se vé en la figura, los corrimien-
La similitud entre el puente pórtico y el
tos longitudinales tienden generalmente a re-
puente arco se refleja no solo en la impOltancia
ducir el efecto pórtico ya que las defonnacio-
que para ambos tiene la relación hlL sino tam-
nes mas importantes son de acortamiento
bién en la respuesta de ambas estructuras a la
(fluencia, retracción y reducción de tempera-
solicitación descentrada, figura 9.2.2. De
tura). Unicamente el aumento de temperatura
hecho un puente pórtico es una mala aproxi-
tiende a incrementar el efecto pórtico.
mación a un trazado antifunicular de las cargas
exteriores. De la figura 9.2.3b se pueden sacar las
siguientes conclusiones:
9.2.2.- Respuesta ante las deformacio-
nes impuestas l. Una deformación impuesta produce
efectos tanto mas pequeños cuanto
Las variaciones de temperatura, la re- menor sea la rigidez del suelo.
tracción y la fluencia del hormigón constituyen
las defonnaciones impuestas por el medio am- 2. De la misma manera cuanto mas altas
biente. sean las pilas menos efecto producen las
deformaciones impuestas.
Las consecuencias de los giros impues-
tos a las secciones como son los correspon- Como se ve estas dos condiciones son
dientes a la temperatura diferencial entre las las mismas que tendían a reducir el valor del
dos caras del dintel, o las correspondientes a la empuje H bajo la acción de las cargas exterio-
fluencia y retracción, produce el mismo efecto res. El incremento de la altura de las pilas o su
en una estructura pórtico que una viga conti- perdida de rigidez y la elevada flexibilidad del
nua. Sin embargo los acortamientos axiles no suelo tiende a eliminar tanto los efectos positi-
influyen en la estructura continua y si en el vos, presencia de fuerzas H impOltantes, como
CAPITULO 9.- PUENTE PÓRTICO 467
Iv
a)
M(r1tn)
3 '1 '1
10 S O
32
30
28
26
24
22
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14 \ b)
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k-200
2 4 6 8 IO 12 14 16 I8 20 h ( r1)
Fig. 923
468 PUENTES
Javier A1an/erala Annisen
los negativos, reducción de su cuantía por las Sin embargo así como la viga continua
defonnaciones impuestas. deslizará sobre los apoyos bajo la componente
axil del pretensado sin producir flexiones, el
3. Para alturas pequeñas el valor del mo- pórtico experimentará un aCOliamiento del din-
mento flector M es máximo, siendo este tel con la consiguiente aparición de nuevas
efecto el mas perjudicial para el funcio- flexiones positivas gobernadas por la misma
namiento de la estructura como pÓliico. fónnula (2) que hemos examinado en el punto
Aquí se comprueba la aseveración an- anterior.
terior de que la relación h/L es impor-
tante para el buen funcionamiento de una Este segundo efecto hiperestático del
estructura como pÓliico. pretensado es, sin embargo, pequeño compa-
rado con el primero, y esto ocurre en general
Los efectos producidos por la fluencia y con todos los acortamientos elásticos de la
la retracción no corresponden exactamente a la estructura.
fórmula (2) ya que en ella suponemos que el
aCOliamiento impuesto ()o se producía en un 9.2.4.- Conclusiones de cara al diseño
instante y no a lo largo del tiempo como real-
mente ocurre en la realidad. Para obtener el Después de analizado el comporta-
momento real es necesario utilizar la fónnula miento resistente de este tipo de puentes po-
aproximada: demos sacar las siguientes conclusiones de
_ q:>-OA cara al diseño:
1- e 14
M= M o (3) l. Los puentes pÓliico encuentran en la
qJ-Ü.4 coacción del suelo a los movimientos
horizontales, las fuerzas H que reducen
2 3 4
su ley de momentos flectores, además de
0.581 0.425 0324 0.256 someter al dintel a una carga axil. Por
esta razón debe colocarse siempre en
donde: terrenos muy rígidos para reducir al
máximo los movimientos horizontales.
M o = es el momento obtenido por la fónnula
(2) como si toda la defonnación debida 2. La relación H/L es una variable espe-
a la fluencia y a la retracción se cialmente significativa. Con valores pe-
hubiese producido en un instante. queños de esta relación los efectos s-
cundarios aumentan mucho y se pierde la
<p = coeficiente final de fluencia. eficacia buscada.
3. La relación entre el canto en el apoyo y
9.2.3.- Efectos producidos por el pre- en el centro del vano en puentes pórtico
tensado de canto variable debe ser mas pequeña
que en puentes continuos, dado que casi
El pretensado introduce el mismo tipo todos los efectos secundarios debidos a
de fuerzas tanto en el puente pórtico como en movimientos horizontales de los apoyos
la viga continua equivalente, un conjunto de o a acortamientos del dintel tienden a
compresiones axiles y un conjunto de fuerzas aumentar los momentos positivos.
normales a la curvatura del cable.
4. Constituye una buena práctica cons-
El efecto de estas últimas, o lo que es lo tructiva, tanto mas necesaria cuanto el
mismo, el de la componente de excentricidad puente sea mas grande, interponer gatos
del cable como fuerzas flectoras, producirá el activos en el centro del vano o entre la
mismo efecto en una y otra estructura, que se cimentación y las pilas con el fin de
manifiesta en puentes pórtico en una pérdida producir la deformación elástica
apreciable de la componente horizontal H del horizontal del suelo sin que esta
efecto pórtico. Esto es claro pues el pretensado repercuta en el estado tensional del
introduce unas defonnaciones contrarias a las puente.
de las cargas exteriores.
CAPITULO 10- PUENTES EN CELOSÍA 469
Fig 10.01 b
CAPITULO 10 - PUENTES EN CELOSíA 471
~.
i
!.- ... - .. - - - uo
Fig. 101.01 b
-I--l-l--¡--~--~~--c¡---L.: v--''t.V''V mm
Fig. 101.02
473
Fig 10103 a
SECTION TRANSVERSALE
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MODELE . I .
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Fig. 101 03b
474 PUENTES
Javiel Man/erola Armisen
PRECONTRAINTE
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Fíg 10J05 b
Fig lO 1.06 a
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32,973 m; 280,773 111
O: 32,973 111
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44.337 m \, R =661,13 m i I I ~
45.347 m ~
Fig lO 1.06 b
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3.000111
Roadway
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Fig lO/O? a
C¡IP1TULO 10.- PUENTES EN CELOsíA 477
Upper anehoragc
Jacks
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Lower anchorage
.. : .. : Diagonal
'-'-::::--,-,-ttn
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Fig. 101.07 b
Fig 10JOSa
478 PUENTES
Javier Manlero/a AI1ni5en
Fig /OJOS b
Fig /0109
CAPITULO ID - PUENTES EN CELOSíA 479
Fig 10110
480 PUENTES
Javíer Manlerola Allnísen
Fíg 101.11
Fíg la 1.12a
CAPITULO !O- PUENTES EN CELOsíA 481
Fig !OJJ2b
Fig lO!!]
482 PUENTES
Javier Jvlan/erola Aunisen
F2 . F¡
--..:;>¡>- ---- -- -~- - -- -----E-
'1'
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Fig. J0201
CIIP/TULO /0- PUENTES EN CELOSÍA 483
e) o)
b)
d)
Fig /0202
pernos entonces hay que tener en cuenta la En este caso o en cualquier otro que
aparición de un momento en el plano de los exista excentricidad entre los ejes de las cabe-
pernos por la excentricidad de la carga axiL zas superior o inferior y el punto de intersec-
Este hecho obliga a prolongar los pernos ex- ción de las diagonales, es necesario introducir
tremos dentro del hormigón. Fig. 10.2.02 c. esta distancia, en el modelo de cálculo, a través
de una barra de rigidez infinita entre el punto
Otra cosa distinta ocurre si en la cabeza de intersección de las diagonales y el eje de la
superior se dispone una viga metálica longitu- barra o barras longitudinales, en el modelo
dinal, Fig. 10.2.02d, necesaria, muchas veces, general de cálculo del tablero.
para las fases de construcción. En este caso si
el eje de intersección de las diagonales se lleva Se puede paliar, prácticamente, todo este
al centro de gravedad del hormigón o del acero problema haciendo coincidir el centro de gra-
únicamente, se producirá una flexión parásita vedad de la losa de hormigón y el del cordón
correspondiente al brazo real que existe entre superior metálico para 10 cual este último debe
el paso real de las compresiones de la losa y de estar embebido en la losa superior, como ocu-
la viga metálica y el punto de intersección de rre en muchos puentes alemanes. Nesenbach
las diagonales. Eliminar las flexiones parásitas con tres vanos de 33,5 m+43,5 m+33,5 m para
completamente es imposible pues la cuantía de doble vía del tren de alta velocidad, el Kragen-
carga que discurre por la losa varía en el hofer, etc. Fig. 10.2.02e.
tiempo con la fluencia del hormigón.
484 PUENTES
JovieJ" MOJI/erala All11LleJl
1200-¡1OOO-T-- 2000
l'
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I!
I
I
1 •
Fig lO,202e
Fig /0203
\ I
"
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/
I
I
I
b)
Fig. /0204
486 PUENTES
Javier Manterola Armisel1
Fig /0206 a
at Bridge
Fig. /0206 b
Fig /0206 e
488 PUENTES
Javier Man/erola Armisen
f·
ELEVATION
Fig 10207b
23.5m
Fig 10207 e
CAP1TULO 10.- PUENTES EN CELOSíA 489
223
1.300
Fig lO 07 el
Fig 10207 e
0•5m
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _3:.c..:
23.5m
Fig f0208 a
''''''''
(¡)l170
fi:J\IAO
lllUi2S
PLANTA
SECCION TRANSVERSAL
r'¡:¡'U¡':D
Fig /0.J09a
492 PUENTES
Javicl Manlcro/a Armiscn
Fig 10209 b
Fig f0209c
493
CAPITULO JO. PUENTES EN CELOSÍA
Este puente tiene doble acción mixta, la Un proyecto similar a este es el puente
losa superior sobre la que se instalan las vías sobre el río Sil de H. Corres de 93,5 m+] 70
del tren y la losa inferior, situada entre los m+9.3,5 m con canto variable entre ] O m (c=
cordones inferiores y dispuesta en los vanos de L/] 7) en los apoyos y 4 m (c= L/42,S) en el
compensación y hasta (L/S) del vano central. centro del vano. Se utiliza la doble acción
Las diagonales no coinciden en el centro de mixta con la losa superior de hormigón, situada
gravedad conjunto de la sección superior, sino sobre el cajón longitudinal superior y con la
que se produce en el eje del cordón superior losa inferior situada entre los bordes de los dos
metálico. Resulta necesario controlar las cajones inferiores en la zona de apoyo, Fig.
flexiones locales que se producen debido a la ] 0.2.] ] . Los cajones de los cordones superior e
falta de coincidencia del centro de gravedad de inferior son de 0,6 m por 0,45 m.
la losa y del cordón superior
1'.30
b) 1,60 1.;0 '.lO 1.10 l.64
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'<>
\!1
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1';Of '~:
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Fig.J02fO
Fig f0211 a
494 PUENTES
Javier JvJanterola Annisen
1320m
4.00m
Perfil transversal
10.00 rn 6.0Sm
Losa inferior
Fig 10.212a
CAPITULO 10- PUENTES EN CELOSÍA 495
Execution Design
Fig.10212b
Fig. /0.2/2 e
496 PUENTES
Javier A1alllerola Annisen
Fig 10.2.13 a
Fig 10.213 b
CAPITULO JO - PUENTES EN CELOSÍII 497
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5430 I 5430
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5820 5820
14520
Fig JO] J3 e
El puente sobre el río Ebro en Zaragoza, la ría de Bilbao. El puente principal se desa-
Fig. 10.2.13. Se trata de un puente de ferroca- lTolla en un tramo recto y otro curvo, con cur-
rril de doble vía de 40,0 m + 50,0 m + 125,0 m vatura de radio 120 m. Las luces principales
+ 40,0 m soportado por una viga en celosía varían según el punto en que se midan. Si lo
WalTen de 3,625 m de canto entre los ejes de realizamos entre los ~jes de las pilas principa-
los cordones exteriores y 4,5 m entre caras les y los estribos en su dimensión desarrollada,
exteriores, cuyos cordones exteriores son dos tienen 75,4+ 113+75,4 m. Fig. 10.2.l4a.
vigas cajón de 1,00xO,6 m el inferior y 0,7xO,6
el superior. Las vigas transversales y longitu- La estructura del puente es un dintel
dinales que completan la parte metálica del recto, mixto y pretensado y está fonnada por
tablero se sujetan al cordón inferior. Fig. una gran viga en "Z", constituida por una
10.2.l3b. triangulación superior horizontal, la triangula-
ción vertical y una gran viga cajón horizontal
Para salvar el vano central de 125 m de en la parte inferior. Los tres elementos trabajan
luz, la viga metálica crece de canto hasta 8,4 m conjuntamente en una unidad estructura!. El
y se cuelga de un arco de 1,2 m de canto y 1,5 acero utilizado es el AE-355 D, salvo en los
m de anchura. Las péndolas son balTas macizas perfiles laminados normales en que se utilizó
de 180 mm de diámetro, con rosca para su acero AE-235. Fig. 10.2.l4b.
ajuste. Fig. 10.2.l3c.
El canto del cajón metálico inferior varía
El puente de Euskalduna, Fig. 10.2.14, de uno a otro punto de la sección transversal
es una estructura muy sofisticada para cumplir alcanzando un valor máximo de 1,77 m en la
un programa muy estricto. Se desarrolla sobre intersección del cajón con la celosía metálica.
498 PUENTES
Javier Manterola Armisen
Fig 10214 a
PUENTE EUSKALOUNA
Fíg 10114 b
CAPITULO 10.- PUENTES EN CELOSíA 499
Fig. 10214 e
Fig 10214 d
500 PUENTES
Javier Nlan/erala Armisen
Fig. 10.214 e
Contando la losa de hormigón el canto total de parte inferior a 0,8 m en la superior. El espesor
la viga cajón inferior alcanza los 2 m. Fig. de las chapas que las constituyen varía de una
1O.2.l4c. a otra zona del puente, con un máximo de 80
mm y un mínimo de 20 mm. Fig. 1O.2.l4d.
La celosía metálica vertical es de 6,6 m
de canto. El cordón superior tiene chapas de
espesor variable entre 20 y 60 mm y anchuras El cordón superior de esta triangulación
comprendidas entre 2 m y 65 cm. Las barras sostiene el voladizo de la cubierta del paso de
inclinadas de la celosía cumplen una doble peatones. Dicha cubierta se ha proyectado
misión, en primer lugar como alma triangulada como una viga triangulada en planta con el fin
de la gran viga metálica y en segundo lugar de añadir una rigidez horizontal a la cabeza
como ménsula empotrada en el cajón para superior en la celosía vertical lo que permite
resistir la componente radial producida por los repartir la componente radial citada a lo largo
esfuerzos axiles de tracción y compresión de del puente, pues en una zona esta componente
los cordones superiores como consecuencia de va hacia dentro de la CUIva (zona de los apoyos
la curvatura en planta del puente. Por esta ra- principales) y en otras va hacia fuera (zona del
zón tienen canto variable, desde 1,2 m en la centro del vano). En fases del proyecto en que
CAPITULO /0- PUENTES EN CELOSÍA 501
Fig la 2 /4f
esta cubierta no estaba terminada, las flexiones por tanto, con unas reacciones considerables -
que se producían en las barras inclinadas de la ver proceso constructivo-o Para resistirlas
celosía eran mucho mayores. hemos dispuesto una chapa inferior de 60 mm
de espesor constante y además disponemos
El tablero metálico tiene una anchura cada 40 cm un pequeño diafragma de 500x20
total de 26,95 m, de los cuales 14 m están des- mm que recoge la carga del apoyo y la traslada
tinados a dos calzadas de rodadura de vehícu- a las dos almas. Se evita así que la chapa de 60
los y 9,5 m a un paso de peatones. El resto de mm se abolle o punzone a lo largo de todo el
la sección se destina a la ubicación de las de- proceso de montaje. Para sujetar estas chapas
fensas, barandillas y al paso de la celosía me- es necesaria la segunda alma.
tálica.
La parte superior de la viga cajón tiene
Desde un punto de vista estructural el una triangulación en "K" necesaria no sola-
cajón metálico tiene una anchura de 10,17 m mente para controlar el pandeo de las cabezas
en su parte inferior y de 11,8 m en su parte superiores de las vigas sino también para pro-
superior. El espesor de las chapas inferiores porcionar rigidez a torsión al cajón abierto,
varía entre 20 y 60 mm y el cajón metálico necesaria en las operaciones de movimientos y
consta de las chapas superiores, cabezas de las montaje. Las dimensiones de esta triangulación
almas, es de 30 mm. Fig. 10.2.14b. horizontal varían según la zona desde media
HEB de 320 hasta perfiles en T fabricados "in
Tiene cinco almas, una central y dos pa- situ". Fig. 10.2.14e.
rejas de almas laterales. La disposición de esta
doble pareja de almas en los extremos tiene un Sobre el cajón se dispone una chapa ple-
doble motivo. En el borde donde nace la celo- gada que sopOlia la losa de hormigón de 20 cm
sía metálica es de presencia obligada para dar de espesor útil que forma unidad estructural
continuidad a la celosía con la cabeza inferior con las IPE por medio de conectadores.
formada por la chapa inferior de la viga cajón.
Pero además, debido a que el puente va a La losa de hormigón se arma con redon-
construirse por movimiento longitudinal, em- dos de armadura pasiva y se pretensa longitu-
pl~je o traslación, toda la parte inferior del dinalmente en la zona de los apoyos por medio
mismo constituye camino de rodadura, apoyo de 134 unidades de 7 0 0,6". Fig. 10.2.14f.
502 PUENTES
Javier ilIon/erola A/misen
Fig 10.301 b
CAPlTULO lO PUENTES EN CELOSÍA 503
,~t,l~}~,,-, ."7."""",,
m 22~lOO
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Fig. lOJOl e
Fig /03.02
La unión entre los dos tubos superiores Se interpone entre los tubos de las diagonales
de cada celosía se realiza con chapas transver- una viga doble T rigidizada y provista de co-
sales. Fig. lO.3.lb nectadores para recoger la carga vertical del
tablero, Fig. 1O.3.lc.
Los nudos inferiores deben colgar el ta-
blero de hormigón pretensado además de in- En el puente arco de Logroño, Fig.
troducir la componente horizontal correspon- lO.3.2, la celosía se establece conectando entre
diente. Los ejes de los tubos coinciden con el sí los dos arcos circulares superiores para pro-
de las vigas de hormigón pretensado inferior. porcionarles la inercia transversal necesaria
504 PUENTES
Javier Mamerola A!"misen
Fig 10-3030
Fig l03.03b
para hacer frente a las flexiones de eje vertical ó 6 tubos de 750 mm a 1 m de diámetro enla-
proporcionada por la sobrecarga actuando en zados verticalmente por celosías. Las luces
una de las dos pasarelas laterales. El arco de alcanzadas son enonnes: 360 m para el
140 m de luz, está formado por dos tubos de Yajisha, arco con tablero intermedio y 270 m
1200 mm separados en el centro 3,00 m y ayu- para el puente San-an-Youngjang, etc, etc, Fig.
dados por tirantes transversales para salir al 10.3.3.
paso de este efecto. Los arcos tubulares están
rellenos de hormigón para mejorar su capaci-
El puente del Centenari, Montserrat
dad de carga.
(Barcelona) y el puente sobre el pantano de
En China se han realizado varios puen- García Sola tienen tableros fonnados por una
tes arco con sección transversal formada por 4 viga en celosía espacial triangular.
CAPITULO /0 - PUENTES EN CELOSÍA 505
Fig /0.304 a
Fig 10304 b
506 PUENTES
Javier f",Ian/erala Armisen
Fig 10304 e
SECClON K-K
Fig 10305b
Fig 10306 a
50S PUENTES
Javier lv/antel ola Armisen
Fig 10306 b
Fig 10307a
CAPITULO 10.- PUENTES EN CELOSÍA 509
Fig I0307b
Fig IOJ07e
510 PUENTES
Javier Alanlelo!a lI,misen
Fig 10.307d
Fig 10.308
CAPITULO /0- PUENTES EN CELOsíA 511
Fig. /0].09
Fig" /0]/0
512 PUENTES
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