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Javier Manterola

PUENTES
Apuntes para su diseño¡ cálculo y construcción
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PUENTES
Apuntes para su diseño, cálculo y construcción

Javier Manterola
Este libro se lo dedico a Lolacha, Carlos, Santi y Lolacha hija.
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Contenido de la obra

VOLUMENI VOLUMENH

Capitulo 1 Capítulo 11
Historia del puente Puentes de ferrocarril 513
Capítulo 2 Capítulo 12
Planteamiento general del puente 67 Puentes rectos y curvos sobre 563
apoyos puntuales
Capítulo 3
El tablero de vigas de hormigón 97 Capítulo 13
Pilas, apoyos y cimentaciones 583
Capítulo 4
Puentes losa de hormigón 175 Capítulo 14.
Estribos de puentes 663
Capítulo 5
La sección cajón de hormigón 213 Capítulo 15
Construcción de puentes 693
Capítulo 6
Tableros metálicos y mixtos 319 Capítulo 16.
Cálculo general de puentes rectos 773
Capítulo 7
El tablero oblicuo 371 Capítulo 17
El puente arco 897
Capítulo 8
El tablero curvo 411 Capítulo 18
Puentes atirantados 989
Capítulo 9
Puente pórtico 445
Capítulo 10
Puentes en celosía 469
!ndice Volumen! VII

Índice del Volumen 1

Capítulo 5. LA SECCIÓN CAJÓN DE


Contenido de la obra V
HORMIGÓN 213
Presentación IX Morfología y dimensionamiento
Respuesta resistente
Introducción XVII
Comportamiento de la viga cajón

Capitulo 1. HISTORIA DEL PUENTE 1 Capítulo 6. TABLEROS METÁLICOS y


Puentes de piedra MIXTOS 319
Puentes de madera Dintel mixto
Los puentes de hierro y acero - Siglo XIX Tableros metálicos
Puentes de hormigón armado Secciones especiales

Capítulo 2. <PLANTEAMIENTO GENERAL Capítulo 7. EL TABLEROS OBLICUO 371


DELPUENTE 67 La viga oblicua
El material resistente Tablero losa oblicuo
Tipología estmctural Tableros oblicuos de vigas
La luz y el peso propio del puente La viga cajón oblicua
Puente recto o puente viga Configuraciones habituales
El puente arco Puente pérgola
El puente atirantado
El puente colgado Capítulo 8. EL TABLEROS CURVO 411
La viga curva
Tableros losa
Capítulo3.ELTABLER() DE VIGAS
Tablero cajón
DE HORMIGÓN
Pretensado
Morfología y dimensionamiento
Tablero de vigas comportamiento resistente Capítulo 9. PUENTE PÓRTICO 445
Cálculo de tableros de vigas Morfología longitudinal
Respuesta resistente
Capítulo 4. PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 175
Morfología y dimensionamiento Capítulo10. PUENTES EN CELOSÍA 469
Respuesta resistente Tableros en celosía de hormigón
Problemas particulares Tableros en celosía de metálicos y mixtos
Presentación IX

Presentación

Este libro es la conceptualización del trabajo desarrollado a lo largo de más de


30 años en el diseño, cálculo y construcción de puentes. Es tanto un libro teórico
como un libro en el que se recoge la experiencia constructiva de tantos años. Y en esto
creo que está su virtud y su defecto. La virtud en cuanto lo conceptualizado, responde
a una experiencia personal vivida y no solo al aprendizaje en un c01~junto de libros de
puentes de la teoría o teorías que gobieman la construcción de puentes. Y también
aquí reside su defecto. Es una interpretación personal y no usual de la clasificación,
conceptualización y entendimiento de los puentes.

El título "Puentes, apuntes para su diseño, cálculo y construcción", responde a


esta idea, la de algo que está en marcha, que no es definitivo, sino el resultado aquí y
ahora de estos planteamientos personales, algo que se debe completar, mejorar, y
corregir. Un texto que no es sino lo decantado a lo largo de mucho tiempo en textos,
artículos, experiencias propias y ajenas. También aquí se encuentran sus defectos dado
que a lo largo de tantos años el enfoque de cómo un ingeniero debe enfrentarse a los
puentes cambia. No se piensa igual en el 2005 que en 1970 y hay textos escritos a lo
largo de estos 35 años en distintas etapas de mi vida profesional y de docente. Textos
que cieliamente he sometido a una crítica directa, a una cimgía obligatoria que nunca
es suficiente, pues el recuerdo de cuando se escribía se confunde con la idealización
de la vida profesional de esta época y a ésta es bastante más dificil de rechazar y
censurar. Lo he intentado pero sé que no es suficiente.

Esta es la razón por la que este libro no lleva adjunto las referencias
bibliográficas de todos los libros que he estudiado y leído a lo largo de tanto tiempo.
Pues es muy difícil adjudicar a una lectura detenninada la razón de ser de un
detenninado planteamiento que viene avalado sobre todo por obras vistas en la
realidad o en las revistas. Para un diseñador de puentes ambas herramientas, ver y
leer, son absolutamente necesarias e imprescindibles. Una idea que aparece en una
constmcción determinada puede llevar en sí el gennen de muchos puentes. Puede
fecundar otras mentes y hacer que ellos cambien. El conocimiento teórico, más
constante y siempre presente y necesario, no es la mejor respuesta a detenninados
estímulos de la realidad.
x PUENTES
Javier Manlerola Annisen

Este hecho establece la dificultad de dar valor a una bibliografía que


generalmente viene sobrepasada por lo que es más imporiante, la idea encamada en
una obra detelminada. Ver puentes, mirar puentes, es una de las bases que toda
formación necesita y que yo he querido inculcar a mis almllilos a lo largo de 30 años
de docencia en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y
Puertos de Madrid.

Para mi es más impOliante el nombre de tal o cual diseñador que la


conceptualización de su trabajo realizado por otro. Nombres como Freyssinet,
Leonhardt, Schlaich, Virlogeux, Strasky, Muller, Dischinger, Cremer, Morandi,
Maillart, Nervi, Torroja o Femández Casado, deberían estar obligatoriamente en la
bibliografía como fundamento primero de mi concepción de los puentes. He
aprendido de todos ellos y también de la gente más joven de mi país y de fuera, sobre
los que debe recaer gran palie de la responsabilidad de lo aquí escrito, aunque cuentan
con la defensa de que el filtro de la operación de absorción de sus saberes soy yo, así
como la incOIporación a mi manera de entender y explicar los duros conceptos de
muchos puentes. A todos estos ingenieros mi más profundo agradecimiento.

El libro se desalTolla en 18 capítulos, falta el capítulo 19 de puentes colgados


que deberá esperar a la siguiente edición.

Después de una pequeña introducción, doy paso al capítulo 1 con una corta
historia de los puentes. Soy firmemente partidario de que una persona que quiera
saber de verdad de puentes conozca su historia. Todo el diseño actual de puentes debe
realizarse dentro de un detelminado contexto, el cual es el resumen de la vigencia
actual de la historia de los puentes, de la cultura, moda y modos imperantes en la
cultura general y edificatoria. Nuestra historia, la historia de los puentes es muy
brillante y la que corresponde a los siglos XIX y XX asombrosa. Son muchas las
fonnalizaciones verdaderas que se han producido en este tiempo, entendiendo por
verdaderas las que han iluminado otras mentes, descubriéndole qué es eso de ser
puente. Toda definición de un puente, de su verdad y su bondad, no puede
establecerse fuera de la expresión de su presencia. Toda la historia nos concierne y
nos ilumina. Estudiarla debe trascender el pequeño resumen que se expone en este
capítulo.

En el capítulo 2 plantemos la situación actual de puente, su historia reciente,


mucho más presente en el contexto en el que viven los puentes actuales que la historia
antigua. Si esta última es fundamentadora de conceptos básicos, la historia reciente no
es sino la concreción en la actualidad, de cómo se procede hoy en día, allí donde se
decanta o concentra todo el conocimiento existente en este momento.

Se pasa revista a las distintas tipologías de puentes y a los materiales. Se


determina su ámbito de aplicación. Puentes viga, puentes arco, puentes atirantados y
colgados, que utilizan distintos tipos de materiales hormigón o acero. Constituye una
visión general donde inscribir cada uno de ellos.

A partir de este momento se estudia en cuatro capítulos, las secciones


transversales de los tableros de puentes rectos o puentes viga, su respuesta resistente y
su dimensionamiento, así como los problemas particulares que se presentan. Se
clasifican las secciones según sirvan a tableros rectos de luces cortas y medias o de
grandes luces. Establecer en 50 m la luz que separa ambas familias de puentes rectos
(viga) se basa en sus procesos de construcción. 50 m podría ser el máximo
maximorum de los tableros de puentes que destacan elementos que puedan colocarse
de una sola vez entre apoyos permanentes. En el caso de puentes losa, la luz se refiere
Presentación XI

a la de las cimbras autoportantes o autocimbras que pueden puentear entre dos pilas
penllanentes o entre la pila y el extremo del dintel construido. De todas maneras la
frontera que limita a estas dos familias de puentes es difusa pues está sujeta a las
variaciones de las posibilidades constructivas.

A paliir de 50 m de luz, la construcción de los tableros debe hacerse por


dovelas, por secciones transversales y no longitudinales, en cuyo caso la luz del
puente puede llegar a ser tan grande como deseemos. Los 250 m de luz es la luz
máxima obtenida hasta el momento por puentes de hormigón.

En el capítulo :3 se analiza el puente de vigas de hOl111igón, sus diferentes


secciones transversales, según estén realizados "in situ" o prefabricados. Cuales son
sus procesos constructivos y su comportamiento resistente. Todo ellos después de
establecer el dimensionamiento de las secciones y siempre dentro del ámbito de luces
cortas y medias.

Se podría objetar que se han construido puentes de 70 m de luz con vigas


prefabricadas enteras. Pero esto supone la utilización de grúas y medios auxiliares
extraordinarios, sólo disponibles en puertos de mar o casos similares. Lo normal es
utilizar medios convencionales que rara vez son económicos para luces mayores de 40
m. Lo que sí se estudian son puentes de más luz, hasta 90 m, pero realizados con vigas
prefabricadas de 30 m que se enlazan entre sí con la ayuda de la continuidad entre
vigas y la utilización de puntales o tirantes.

En el capítulo 4 analizamos los tableros losa referentes a su utilización en


puentes de luces cortas o medias. En realidad un puente losa puede realizarse de
cualquier luz y longitud, todo depende de la longitud de la cimbra y su sopOlie, pero
hemos situado el límite en 50 m por la longitud económica posible en cimbras
autoportantes.

Se estudian los tipos de aligeramientos posibles, los problemas resistentes


específicos que se presentan en las losas aligeradas y el efecto local en las secciones
situadas sobre los apoyos y vigas riostras.

En el capítulo 5 estudiamos la sección caJon de h0l111igón, propia de los


puentes de gran luz, L> 50 m. La sección cajón es la que m~jor resiste la torsión sin
incrementar apenas el estado tensional longitudinal producida por la carga
descentrada. La eficacia resistente del material cuando adopta esta configuración es la
mejor. Se estudia la separación y colocación de las almas dentro de la sección y el
espesor y dimensionamiento de las paredes del cajón y los cantos del mismo.

Se analizan los fenómenos secundarios (si se dimensiona bien la sección y no


secundarios, si se hace mal) del alabeo torsional y la distorsión, que pueden
incrementar considerablemente las tensiones longitudinales de flexión y se analizan
los distintos tipos de secciones a estos efectos. Se hace un minucioso estudio de estos
estados tensionales en todas y cada una de las palies de la sección transversal.

Se analiza también el comportamiento de dos cajones unidos por su losa


superior, caso extraordinariamente frecuente en puentes de no demasiada luz.

El caso de la sección transversal metálica o mixta, ya sea de vigas como de


sección cajón, se estudia en el capítulo 6. Su dimensionamiento y posibles
configuraciones de puentes mixtos, principalmente, están expresados con generalidad.
XII PUENTES
Javier lvJanterola Annisen

En este capítulo se introduce en los problemas fundamentales de rigidización


longitudinal y transversal de la sección, el trabajo de diafragmas de apoyos y los
fenómenos secundarios de inestabilidad y los procedimientos para resolverlos. Se
estudia también, fuera del capítulo 16, referido principalmente al cálculo, problemas
de modelos aptos para determinar los esfuerzos en estos complejos tableros.

En los próximos capítulos, capítulo 7 a capítulo 12, ambos inclusive, se pasa a


analizar configuraciones particulares en puentes rectos.

Empezamos en el capítulo 7 por los tableros oblicuos y los fenómenos que


presentan la oblicuidad en la respuesta de tableros de vigas, de tableros losa y tableros
cajón, tanto biapoyados como continuos. Se empieza analizando la viga oblicua, cuya
deformación transversal se considera despreciable para pasar después a tableros en los
cuales la defonnación transversal puede influir en la respuesta.

Se analizan los problemas de cálculo y los procedimientos frecuentes para


evitar los problemas de oblicuidad por medio de los llamados puentes pérgola.

El capítulo 8 trata de los tableros curvos, siguiendo una estructura similar a la


de los tableros oblicuos. Influencia del radio de curvatura, de la distribución de
rigideces y de la relación anchura-luz. Se descubren los mecanismos resistentes
involucrados en la respuesta, tanto en tableros de vigas, losa y cajón y se plantean los
problemas de distorsión que naturalmente, sin necesidad de solicitación torsora
externa se producen en la sección. Finalmente se analizan los problemas derivados del
pretensado de este tipo de tableros.

Los puentes PÓliico, que empotran pilas y dinteles se estudian en el capítulo 9.


Se establecen los problemas morfológicos y de dimensionamiento. El pórtico vertical,
de pilas inclinadas y las células triangulares. Se plantea la delgada línea divisoria que
existe entre los pÓliicos y los arcos.

El punto fundamental de la rigidez del suelo en relación con los problemas de


relación altura-luz del pórtico se plantean con rotundidad -es el problema específico
del puente pórtico que lo relaciona también con el puente arco- así como el efecto
positivo y negativo que produce el pretensado.

Los puentes en celosía fue una morfología de tableros rectos clásica en el


desanollo de los puentes en fenocaITil, que se ha vuelto a actualizar en épocas
recientes. Se analizan las secciones transversales de los puentes de hormigón y de
acero, con barras rectas y tubos, pretensados o no, así como los problemas derivados
de la defonnación por cortante. Se analizan las uniones entre barras y los nudos
resultantes. Finalmente se estudian distintas configuraciones especiales donde el o los
vehículos se introducen en su interior, con gran eficacia para salvar grandes luces.

Los puentes de fenocanil con las características especiales que presentan el


tipo y la cuantía de la carga, así como los movimientos que se producen, constituyen
una familia especial que estudiamos en el capitulo 11.

Se presta especial atención a los problemas derivados de la relación calTil-


tablero y los condicionantes que se establecen respecto a la longitud del puente, la
situación de las juntas de dilatación y la situación de los elementos que soportan el
frenado. Se exponen las distintas secciones transversales de los tableros y su conexión
con las diversas tipologías en puentes rectos, arcos, y pórticos y puentes atirantados.
Finalmente se analizan los estribos fijos donde anclar el tablero.
Presentación XIII

El capítulo 12 se dedica a analizar los problemas relativos a los tableros rectos


o curvos apoyados sobre columna única. Este tipo de puente necesario para tantos
enlaces de las ciudades presenta especiales problemas de acumulación de torsiones o
del acoplamiento entre flexión y torsión así como los efectos derivados de posibles
fisuraciones con sus conespondientes pérdidas de rigidez y sus consecuencias.

Los cuatro capítulos siguientes -del trece al dieciséis, ambos inclusive- se


refieren a problemas comunes para todo puente.

En el capitulo 13 se analizan las pilas, apoyos, así como las formas y


dimensionamiento de las que soportan puentes rectos. En primer lugar se analizan los
distintos tipos de apoyos, de neopreno, teflón, rótulas, etc. para pasar a sus
disposiciones en el puente. Se estudian las distintas topologías de las pilas así como
los cimientos y su respuesta, ya sean realizados por cimentación "in situ" o por
pilotes.

Finalmente se sitúa la respuesta de la pila más el tablero, sus problemas


lineales o no lineales, presentes en las pilas altas, y los estados tensionales complejos
en pilas tabique.

En el capitulo 14 se estudian los estribos de los puentes, su dimensionamiento


y respuesta. El comportamiento de las aletas, su cimiento y los anclajes al suelo para
el uso de estribos especiales y muy altos.

Todos los problemas constructivos de los puentes rectos se encuentran en el


capitulo 15. En alguna otra versión simplificada de este libro, cada proceso
constructivo se asociaba con la topología de tablero de que era origen. Esto llevaba
muchas veces a repetir u omitir planteamientos constructivos en aquellos casos en los
cuales el tipo de construcción era valido para varios de ellos. Por esta razón he
decidido establecer los procesos constructivos de una sola vez y para todos los
puentes.

Empezamos por el tablero de vigas prefabricadas y su montaje. Si los tableros


son bi-apoyados, semicontimuos o continuos y los procedimientos para establecer las
vinculaciones entre los dinteles.

Le siguen, a continuación, con los tableros losa, cimbras más o menos


complejas, apoyadas en el suelo o autoportantes y aquellos problemas resistentes
derivados de la construcción tramo a tramo.

Pasamos después a la construcción en avance en voladizo, canos de avance,


características propias de los puentes realizados con dovelas "in situ" o con dovelas
prefabricadas. Se analiza el pretensado de los tableros así como la casuística que se
establece en la unión entre pila y dintel. Se estudia con detalle el estado tensional que
se produce en los "dientes" de las dovelas prefabricadas.

El puente empujado constituye otra parte del capitulo, indicando las


características de los parques de fabricación, el tamaño de las dovelas, gatos, apoyos
deslizantes y demás dispositivos necesarios. Se analizan también los problemas
resistentes derivados del proceso constructivo.

El capitulo 16 es un capitulo dedicado exclusivamente al cálculo de puentes.


He pensado, que cada vez más, los cálculos particulares, que aparecían apropiados
para distintas configuraciones de puentes y que constituían un conjunto sin numero
XIV PUENTES
Javier Man/erola Armisen

de casos particulares, una casuística apropiada pero dispersa, ha dado paso a la


utilización cada vez con más intensidad de los procedimientos generales de calculo
que por su potencia y complejidad pueden salir al paso de casi todo tipo de problemas
particulares. Dentro de poco tiempo la casuística aun presente desaparecerá por
completo.

Se empieza estableciendo las reglas para la confección de los modelos de


cálculo, herramienta fundamental pues en este modelo, de configuración cada vez más
compleja, se pueden obtener los esfuerzos en todas y cada una de las fases por las que
pasa la estmctura a lo largo del proceso constmctivo y su etapa en servicio.

Al modelo, emparrillado espacial, se le presta especial atención, pues es una


herramienta especialmente útil para la determinación de los esfuerzos y su post-
proceso. armado, y o comprobación tensional, seguridad de las secciones, etc, etc. Se
sigue así una normativa que se basa principalmente en el calculo seccional de las
estmcturas.

El cálculo de la fluencia y retracción de los puentes es pieza fundamental para


el análisis de casi todos los procesos de puentes en los cuales su constmcción pasa por
fases muy evolutivas. La relación entre hormigones de distintas edades y
características, la de estos con acero, no impOlia si es pasivo, activo o en perfiles y la
interacción de todos estos fenómenos en el tiempo es fundamental para este problema.
Se termina desarrollando modelos muy sofisticados para puentes completos mixtos.

El calculo dinámico constituye la ultima parte de este largo capitulo. Se


analizan los dos problemas básicos dinámicos de los puentes, el paso de vehículos,
camiones o locomotoras y las solicitaciones sísmicas así como sus respuestas
respectivas.

En los capítulos 17 y 18 volvemos otra vez al estudio de las morfologías


típicas de los puentes. Los puentes arco y los puentes atirantados.

En el caso de los puentes arco, capíhl10 17, se empieza analizando los tres
tipos de puentes arco, arco con tablero superior, arco con tablero intermedio y arco
con tablero inferior. Se analizan sus disposiciones y dimensionamiento, tanto en
hormigón como en acero, en arco simple, aporticando o tímpano en el caso de puente
con tablero superior. Se analizan igualmente los arcos con tablero intennedio e
inferior también en acero u hormigón. En todos ellos se plantean los distintos
problemas resistentes que suscitan, la eficacia de las distintas disposiciones, y su
respuesta resistente. Los modelos de calculo más habituales así como todos los
procesos constmctivos utilizados, cimbras, avance en voladizo, basculamiento, etc.

El último capitulo del libo trata los puentes atirantados. Se establecen en


primer lugar la morfología longitudinal y transversal de la disposición general. Se
estudian los tipos de secciones transversales, el tipo de atirantamiento en uno, dos y
tres planos, con disposición en abanico, arpa o semi-arpa. Los tipos de pilas y las
configuraciones generales planas o especiales.

Se estudia después el tirante en sus distintas versiones morfológicas, sus


uniones con la pila y el tablero y su respuesta resistente lineal y no lineal.

A continuación se pasa al estudio de los modelo de cálculo de este tipo de


puentes y el análisis de su respuesta resistente ante las diversas solicitaciones que se
producen en la etapa de servicio y durante el proceso constmctivo.
Presentación xv

Finalmente estudiamos los casos pmiiculares de puentes con atirantamiento


extradorsal, las "velas" de hormigón, su estado tensional y el atirantamiento inferior
de los tableros.

Este libro debe mucho a mucha gente. En primer lugar a mis profesores de la
Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid, sobre todo en la sección de estructuras,
que siempre fue la que más me interesaba. Aunque todos eran excelentes, debo
destacar a dos, Torroja y Femández Casado. De TOIToja esperábamos poder absorber
su penetración y conocimiento estructural, así como su talento en la fonnalización de
lo resistente. De Femández Casado muchas cosas, como que la vida no es un conjunto
de depmiamentos estancos sino un conjunto unitario que se manifiesta en múltiples
direcciones. Aprendí la importancia de la constancia, de ordenar la inteligencia.
Además me dio la opOliunidad, la enOlme satisfacción de sentir agradecimiento.

A mis compañeros de profesión y trabajo. En primer lugar a aquellos, los de


siempre, con que he compartido cansancio, preocupaciones, ocupaciones y también
alegrías, Leonardo Femández Troyano, Miguel A. Astiz, Miguel A. Gil, Antonio
Martínez Cutillas, Amando López, José Montero, Pablo Pezuela, Gregario Cannona,
Teresa Sánchez, y a los nuevos, Javier Muñoz-Rojas, Silvia Fuente, Juan A. Navarro,
Roberto Cannona, Elvira Quintana, Soledad Pezuela, Emilio Sánchez, Belén Sánchez
y tampoco quiero olvidar a todos los otros, que aunque no hayan trabajado conmigo,
siento por ellos afecto y agradecimiento.

De todos he aprendido, he sentido su ayuda, y quiero que sientan rm


agradecimiento.

Ahora debía extender mi agradecimiento a todos mis amigos, compañeros de


profesión, pero serían tantos que sería imposible hacer justicia. Solo quiero mostrar mi
afecto personal y profesional por José Manuel López Sainz ya desaparecido.

Quiero agradecer a Francisco Santa Isabel e Inmaculada Albacete, autores


materiales de este libro, su trabajo, su interés y dedicación para que quede lo mejor
posible.

y finalmente mi agradecimiento a todos los puentes.

Madrid, diciembre de 2005


INTRODUCCIÓN XVII

INTRODUCCiÓN

datos para el diseño del puente y las variables


El puente es un elemento del camino. que constituyen su dimensión funcional. Rara
Una carretera, un fenocanil se sirven de vez el puente impone sus condiciones a la ca-
puentes para salvar determinados obstáculos netera, tienen que ser cruces realmente excep-
que se encuentran en su camino. Atravesar un cionales, que reúnan una máxima dificultad
río, cruzar una canetera, ó una estación de para las posibilidades de la tecnología y unos
fenocarril, son obstáculos frecuentes. costes excesivos, para que sean estos los que
determinen a priori la ubicación del puente y
La vía impone sus condiciones. Anchu- sus condiciones geométricas a las cuales debe
ras, alturas, peraltes, trazado en planta son plegarse el trazado de la canetera.

Fig. 0.1 Puente la Reina


XVIII PUENTES
Javier lvlan/erola Armisen

Las condiciones funcionales las impone el acero por ejemplo, son el resultado de años
el móvil que utiliza la vía. En un puente me- de búsqueda de materiales mas resistentes,
dieval el perfil longitudinal en "lomo de asno" económicos y fáciles de obtener que lo que es
era perfectamente compatible con las exigen- la piedra y la madera, los cuales son los mate-
cias del caminante o los carros y caballerías riales clásicos de la historia de la construcción.
que utilizaban el puente. Con este perfil se
resolvía un problema importante, por un lado De la misma manera, de rudimentarios
adecuar el perfil del puente a unas márgenes conocimientos sobre la respuesta de determi-
situadas a poca altura sobre el agua y por otro nadas disposiciones resistentes, obtenidas por
permitir la disposición de arcos de cierta luz, procedimientos de prueba y error, se ha pasado
cuyos peraltes permitían su adecuada confor- a un adecuado control de la respuesta resistente
mación y un fácil paso de las aguas. Hoy en de estructuras cada vez mas complejas y
día un perfil en "lomo de asno" es totalmente eficaces. Conocernos bien el comportamiento
incompatible con las exigencias del tráfico de de arcos, celosías, vigas de grandes dimensio-
vehículos, Fig. 0.1. nes, tableros atirantados o colgados. Sus dispo-
siciones están además bastante optimizadas de
Existe otra condición funcional que el manera que se conocen, en los casos nonnales,
móvil impone al puente. Se trata de su rigidez. con suficiente precisión, que es mas barato o
Un puente se defonna al paso de los vehículos. mas caro. Fig. 0.2.
Se producen acortamientos o alargamientos,
giros, flechas, cOlTimientos en general que
cambian las características del trazado. Las
vibraciones del puente y su deformación, ra-
ramente eran tenidas en cuenta y su valor no
influía en las condiciones de cruce y en el con-
fort del usuario. Hoy en día pasa lo mismo en
la mayoría de las ocasiones pero existen mó-
viles, como por ejemplo, el tren de alta veloci-
dad, que acota la cantidad de deformación que
a su paso se puede producir en el puente ó en
las pasarelas de peatones que deban controlar
su respuesta dinámica para asegurar un cruce Fig 02.(2) Puente del Escudo (Can/abria)
confOliable.

Para dar cumplida respuesta a estas ne-


cesidades, la tecnología cuenta con una serie
de posibilidades. A lo largo del tiempo se han
ido alumbrando materiales, medios, procedi-
mientos y conocimientos que han permitido re-
solver la materialización del puente. El desa-
lTOllo de materiales resistentes, el hormigón y

Fig. 02 (1) Puente de Cuatro Caminos- Madrid Fig 02.(3)Puente de Barrios de Luna (León)
INTRODUCCIÓN XIX

Fig 03

Junto a estas posibilidades que constitu- Broolelyn, Fig. 0.3 la intensidad del cruce y el
yen la tipología estructural y los múltiples coste de realizar un puente apareció como
modelos de puentes que conocemos, el desa- evidente. Posibilidades y necesidades están
rrollo en la geotécnia y las posibilidades de siempre relacionadas y la historia de los
cimentación permiten realizar apoyos seguros puentes no es sino la expresión de esta
en cursos de agua, laderas de montañas, y casi relación. Los puentes han ido satisfaciendo
cualquier otro caso, resolviendo uno de los necesidades sociales alumbradas por lo
problemas clásicos de los puentes a lo largo de posible.
su historia, realizar cimentaciones seguras para
que el río, por ejemplo, y la socavación que En esta introducción han ido apare-
produce en el cauce y en la propia pila, no lo ciendo variables que pertenecen al puente. Sus
arruinen en épocas de avenidas. condiciones funcionales, impuestas por el
tráfico que utilizan, las dificultades que pre-
Las posibilidades y las necesidades no senta el obstáculo que hay que salvar y que la
son variables independientes. Realizar un tecnología permite resolverlas. Sin embargo el
puente entre Londres y Nueva Yorle no se puente no queda atrapado en este concepto.
siente como necesario hoy en día, pero si se
viese la posibilidad de realizarlo, a costes ra- Nos aproximamos mas a lo que es un
zonables, seguro que aparecería la necesidad puente si introducimos la historia. Todo puente
con apremio. Hoy en día se están realizando no es sino un momento en la historia de los
obras que hace pocos años resultaban inimagi- puentes. Toda la tradición heredada de nues-
nables. La posibilidad alienta la necesidad. tros mayores configura y condiciona nuestra
Cruzar el Estrecho de Gibraltar resulta posible manera de pensar en puentes. Un puente ro-
hoy en día, aunque eso sí, a un precio desco- mano o una pasarela colgada de los Incas del
munal como para ser una alternativa a las em- Perú no es solo una respuesta a un determinado
barcaciones que ahora mismo cumplen ese problema de paso, utilizando una determinada
papel. Existe aún mucha distancia entre la tecnología, sino que también es una definición
necesidad y los medios que hay que disponer de lo que es un puente. Nos trasmiten no sólo
para satisfacerla con un puente en este lugar. el cómo se han realizado y para qué sirven,
Sin embargo a mediados del siglo pasado sino que empiezan a descubrirnos el qué de los
cuando se decidió realizar el puente de puentes, su esencia.
xx PUENTES
Javier lv/ante/ola I1rmisen

En ellos podemos leer las preguntas que piensa que son. La forma de un pilar es mucho
se hicieron sus constructores al realizarlo, y más que el mero vehículo de unas determina-
vemos que coinciden con las que nos hacemos das solicitaciones, es el traductor en formas del
ahora: qué material utilizar, cómo ordenarlo, sentimiento común de lo que es soporiar, qué
cómo construirlo y qué resultado fonnal se es resistir la casa o el dintel. Que produzca
encuentra. Definir entonces el puente como sensación de robustez o liviandad, de tranqui-
fonna resistente construida es especialmente lidad o de intranquilidad, es algo que está en
útil, pues incluye las principales preguntas que
nuestra mano. Que se sitúe sobre un basamento
se hace todo constructor en general y de puen-
o no, que se corone por un capitel o tenga es-
tes en particular-
trías o no, es algo que trasciende el hecho re-
Pero también es incompleto, pues los sistente para converiirse en forma, f0l111a
puentes no son sino el resultado de su historia construida en que también lo resistente se ma-
y para el que los hace no son sino lo que él nifiesta. Fig. 0.4.

Fig. 04

Hoy en día podemos determinar con los esfuerzos que lo solicitan. Todas estas for-
bastante precisión cuál es el estado tensional mas, cuya explicación desde lo resistente es
que lo solicita, y la invención de la forma elemental, determinan fonnalmente una u otra
resistente pasa siempre por esa interacción de versión que condicionará al resto del diseño.
lo que sabemos que son las formas resistentes
heredadas y la respuesta resistente que susci- El cambio introducido por Brown en el
tan. Podemos hacer el pilar macizo o hueco, dintel del puente colgado. Fig. 0.5., al pasar de
con sección en doble T o en cruz, podemos la celosía rígida de la escuela americana a las
hacerlo de espesor constante o variable, po- secciones continuas pseudo-aerodinámicas del
demos articularlo o empotrarlo. Podemos, in- puente de Sevel11, es un buen ejemplo de lo
cluso, evidenciar su respuesta resistente que estamos diciendo y propicia la doble
descomponiéndolo en elementos simples lectura física y formal, pues por un lado nos
triangulados que manifiestan la complejidad de transmite la manera de tratar los esfuerzos
INTRODUCCIÓN XXI

Fig 06 (1) Puente de Alcántara (Cáceres)


Fig 05.(1) Puente del Seven

Fig 05(2) Puente de Lisboa

aero-elásticos y por otro nos hace evidente la


presencia del viento en la forma del dinteL

Ahora bien, a la presencia de lo resis-


tente en la forma es necesario añadir su dimen-
sión de forma construida. Los ingenieros crean
estructuras de gran tamaño cuyo logro sólo
puede ser obtenido por agregación y superpo-
sición de partes pequeñas y manejables. La
dovela de piedra de un arco es el resultado de
un acto creador de primera magnitud; su peso, Fig. 06.(2) Puente de Parramatta
su forma, su resistencia son consustanciales a
la forma final en que se ordenan (el arco), de El material impone sus características
manera que no se sabe qué es antes, si el arco o propias en todo este proceso. No sólo sus ca-
la dovela, pero lo que sí está claro es que el racterísticas resistentes, como son peso, resis-
arco no se habría descubielio sin la dovela. Un tencia y rigidez, sino las características for-
arco monolítico es un producto de la natura- males en que puede ser obtenido y configu-
leza, no del hombre. Con muchos más medios rado. La viga en celosía es al acero o a la ma-
y posibilidades, con muchos más conocimien- dera como la piedra al arco, un prodigio de
tos y dos mil años de historia constructiva, el simbiosis entre construcción y forma resis-
puente de Parramatta, en la Bahía de Sidney, tente. Tampoco aquí se sabe qué es antes o
Fig. 0.6, de 304 m de luz, es una copia exacta después, el elemento lineal cOlio o la celosía
en formas, conceptos y procedimientos de en que se ordena. Y aparece el nudo, la vincu-
puesta en obra de su antecesor, el puente ro- lación entre las partes, como elemento sustan-
mano.
XXII PUENTES
Javier Manterola Arl/li.sen

cial de lo construible. "Dios está en los deta- producen diversas maneras de interpretar lo
lles", decía Mies Van der Rohe. estructural de los puentes.
Desde el principio de los tiempos hasta
La conjunción de estos elementos, mate-
la actualidad se ha ido produciendo un sucesi-
rial resistente, forma en que se ordenan y
vo enriquecimiento de este lenguaje. A veces
construyen, constituye un lenguaje que es el
el desarrollo ha sido muy lento, en otros muy
propio de los artífices en los puentes, con su
rápido. La historia de los puentes es el definiti-
vocabulario y sus reglas. Y desde el cual se
vo reflejo de toda esta complejidad y su única
definición.

Pasarela del río Manzanares - Madrid


CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE

1.- HISTORIA DEL PUENTE

Si los puentes actuales son el resultado


de su propia historia, resulta imprescindible y en este apatiado nos debemos hacer
conocerla para tener un conocimiento cabal de las preguntas adecuadas y no equivocarnos con
los mismos. Yeso por una razón, como ya generalidades que casi nunca se cuestionan. El
hemos dicho en la introducción, las preguntas qué, cómo y el con qué, lo sabemos. Antes y
que se hicieron sus constructores ante el ahora, sabemos qué material o materiales
problema de realizar un puente en un vamos a emplear, conocemos qué o cuales,
detenninado lugar, son las mismas que nos entre las tipologías disponibles, vamos a
podemos hacer hoy en día, y si conocemos utilizar y muchas veces podemos predecir, y
cuales eran las posibilidades con que contaban, esto ahora más que antes, el tipo de problemas
nos podemos hacer una idea de qué es con que nos vamos a encontrar durante la
responder a este tipo de preguntas y además construcción.
aventurar si su respuesta fue buena o no.
Las preguntas de nuestros mayores y las
Cieliamente solo estas razones no son nuestras son modestas, con las posibilidades
suficientes para interpretar porqué hicieron el que tenemos y conocemos ¿cómo vamos a
puente que hicieron. Toda una manera más resolver el problema?, el cual viene definido
general de pensar y de sentir su actualidad está principalmente por las características locales
vertida en esa respuesta y todo lo que sepamos del lugar. Que variantes, sobre las variables
sobre ella nos ayudará también a interpretarla que man~jo, puedo realizar con el fin de
conectamente, lo cual nos enfrenta con un mejorar lo que hasta ahora conozco. Son pasos
doble problema resuelto en todo puente, la so- menudos, mínimos que damos en el mejor de
lución técnica y la respuesta cultural del los casos y que poco a poco, a lo largo de los
momento. En esta introducción histórica siglos y de tantas personas que se han
vamos a entrar principalmente en la dimensión preguntado con rigor sobre el qué de su
técnica de los puentes, más inmediata y fácil quehacer, es como se han ido constituyendo la
que la cultural. tecnología que tenemos.
2 PUENTES
Javiel lv/anterola Armisen

Un cambio de material, es un cambio


fundamental. Y cuando se produce, a
principios del XIX y quizás ahora estamos en
puertas de otro, se produce sin darnos cuenta.
Pero el cataclismo que ocasiona en todo lo que
hasta entonces se conocía es enorme. Todo
cambió con la llegada del hieno y del acero,
¿qué tiene que ver el puente de la Concordia de
Penonet Fig. 1.0.1(a) de 1791 con el puente de
Menai de Telford hecho solo 30 años
después? Penonet con toda su maestría y ta-
lento, piensa como un ingeniero romano Fig 1. 01 (b) Puente de la Concordia
mientras que Telford, con materiales
metálicos, está abriendo el paso a los grandes
puentes colgantes de la actualidad, Fig. 1.0.1
(b).Cuando Abraham Darby III, realiza en
fundición los planos de Pritchard y Wilkinson
para el puente de Coalbrookdale Fig. 1.0.1 (c)
reproduce de la mejor manera posible un
puente arco de piedra con banas de fundición.
Hace 10 que hizo el primer fabricante de auto-
móviles, un coche de caballos sin caballos.
Pero, pronto, las enorn1es posibilidades que
lleva consigo el nuevo material desencadenan
uno de esos cambios en métodos, tecnologías,
procedimientos y formas finales que
diferencian una época de la siguiente.

Esta elemental y básica historia de los


puentes se divide en varias etapas que preten-
den ser sucesivas pero que a veces se
superpondrán en el tiempo. Los puentes de
piedra, los puentes arco de piedra serán los pri-
meros puentes a tratar, nos han acompañado
desde hace rnás de 2000 años y ruuchos de
ellos seguimos usándolos. Los puentes de Fig1 0.1 (b) Puente del Estrecho del Menai
madera se solapan totalmente con los de
piedra. Serán los segundos y aunque solo
quedan escasos ejemplos de puentes de los
siglos XVIII y XIX son el prólogo y los
precursores de los puentes metálicos en
celosía. Los puentes del siglo XIX y principios
del XX constituyen el tercer apartado. Al resto
de los puentes de este siglo están dedicados los
demás capítulos de este libro.

1.1.- Puentes de piedra


FigJO.1 (c) Puente de Coalbrookdale
Desde la mas remota antigüedad hasta
bien entrado el siglo XIX, el puente arco de
piedra constituye la tipología básica de los determinar la forma de resolver el cruce de
puentes que se construyen con voluntad de calzadas y caminos sobre los accidentes natu-
permanecer. Con orígenes no bien conocidos rales. Fig. 1.1.01.
en Asia, el puente arco de piedra alcanza con
los romanos la estructura básica que con pocas Los elementos básicos de un puente arco
variaciones, a lo largo de los siglos, va a de piedra son: en primer lugar, el arco formado
CAPITULO /.- HISTOR/A DEL PUENTE .3

por dovelas. En segundo lugar, la calzada,


cuyo trazado facilita su uso para peatones o
caballerías. El relleno entre arco y calzada,
constituye el tercer elemento básico, y sirve de
transmisor de las acciones de uno a otro
elemento.

Finalmente los tímpanos laterales que


constituyen el elemento de contención lateral
del relleno. Estos elementos básicos se
mantienen constantemente a lo largo de todos
Fig /10/ a Puenle de A/cánlara estos siglos sin variación alguna. En un primer
acercamiento al puente de piedra podría
decirse que a lo largo de mas de dos mil años
no ha experimentado variación alguna. Como
veremos, en una visión mas próxima se pueden
distinguir la serie de cambios producidos por el
paso del tiempo, Fig. 1.1.02.

El conjunto de conocimientos científicos


que sopOlian la tecnología del puente de arco
de piedra, son consistentes pero mínimos, si
los miramos con ojos de hoy.

La dimensión científica del conoci-


miento resistente de las estructuras empieza a
perfilarse en los siglos XVII Y XVIII Y eclo-
siona en el siglo XIX, Mientras tanto el mé-
todo de prueba y error, de una manera lenta,
fue acumulando conocimiento, creando un
cOl~junto de reglas básicas que se debían cono-
cer y seguir para tener éxito en la empresa.
¿Cual debe ser el espesor del arco en función
de su luz?, ¿el material es piedra o ladrillo? y
¿la curva del intradós debe ser semicircular, un
arco formado por uno o tres círculos, elíptica?
¿Cual debe ser su relación flecha-luz? ¿ cual
debe ser el espesor de pilas y estribos? ¿Como
se debe cimentar un puente en un río? Son pre-
Fig. ]JO/ b Acueducto de Segovia guntas comunes que encierran respuestas
recogidas en normas que se siguen con mayor
o menor fidelidad en el tiempo. L.B. Albelii en
De re aedificatoria, 1452, es el primer autor
que establece las reglas que deben seguirse
para asegurar la estabilidad y constructivilidad
del puente. Palladio en 1 Quattro Libri
dell'Architettura, Venecia, 1570, constata el
dimensionamiento de los romanos. Gautier,

Fig. / fO] c Puenle La Reina


PUENTES
Javier Mamerola Armisen

Fig 11.02

Blondel, Penonet, etc establecen nonnativas la directriz semicircular, que se desanolla sin
cada vez mas ajustadas y que recogen la interrupción a lo largo de toda la historia del
experiencia adquirida y su propia invención en puente arco, convive con otro tipo de
lo que debe ser el dimensionamiento de los directrices. Para los romanos casi la única
puentes arco de piedra. directriz que existió fue la semicircular. Existe
algún raro ejemplo de directriz pseudo-elíptica,
Si comenzamos hablando de la relación como es el caso del puente Vaison-la-Romaine
del espesor del arco con la luz, Fig. 1.1.02., en Francia. La directriz semicircular está
Alberti establece para el espesor del arco que acompañada con la fonnada por dos arcos
C=L/10, para los arcos generales y puede redu- apuntados y segmentos circulares a lo largo de
cirse a L/15 para algún caso notable y nunca toda la edad media.
reducirlo de 30 cm. Perronet establece una
fónnula mas complicada C 0,325+0,035L y El arco apuntado, que se conocía en Irán
ya en el siglo XIX Lesguiller establece que desde el siglo V, no penetra en Europa hasta el
e = 0,1 + 0,2.[i. Sin embargo este espesor de siglo XII y se encuentra de una manera
arco no se refiere para nada a la calidad de la frecuente en los puentes desde esta fecha hasta
piedra ni a la relación flecha/luz, variables el siglo XVI. De cara a los puentes de piedra,
ambas que, como sabemos hoy en día, son el arco apuntado es un elTor conceptual. Como
detenninantes en la obtención del estado hoy sabemos, el antifunicular de cargas,
tensional que solicita al arco y en el disposición a que debe tender la fonna del arco
conocimiento de si ese estado tensional puede para eliminar o minimizar las tracciones en la
ser resistido. C = espesor arco. L = luz arco. fábrica, tiende a ser en un puente exactamente
la contraria a ésta, pues el peso se concentra en
En el caso de que la directriz del arco "riñones" y no en clave. En este sentido los
fuese semicircular, la respuesta a la pregunta arcos elípticos o los circulares , de dos o tres
de cual es la relación que debe existir entre la centros, pueden concentrar mas curvatura allí
flecha y la luz del arco sería 1/2. Sin embargo donde hay mas carga. Fig. 1.1.03.
CAPITULO f- HISTORIA DEL PUENTE 5

Fig 1" 1.03 Puente de Besa/u

Sin duda la coexistencia con el gótico Algunos autores achacan el apun-


tuvo que influir en el apuntamiento de los tamiento del arco a una excesiva precaución en
arcos; pero si analizamos las razones técnicas eliminar la deformada de la cimbra durante la
que produjeron el estilo gótico vemos que no construcción de un arco circular. Sin embargo,
coinciden con las que se producen en un arco no sabemos cual es la razón real que condujo a
de puente. El gótico tiene como intención nuestros mayores, de la edad media, a realizar
aligerar las bóvedas y cúpulas para reducir el arcos apuntados, que, por otro lado podían
empuje sobre los pilares, muros y arbotantes. coincidir con arcos semicirculares en el mismo
Para ello, en primer lugar, nerva las fábricas, puente. Hay que tener en cuenta que el
concentra en determinadas líneas el itinerario conocimiento de las razones negativas que he
de las cargas, líneas que sirven además de acompañado a su proyecto no se conocen hasta
plegamiento de las cubiertas lo que les el siglo XVIII, cuando Piranesi desalTolla las
proporciona rigidez a la vez que ligereza. En curvas funiculares.
segundo lugar las bóvedas y cúpulas de las
catedrales góticas están fuertemente cargadas Además si considerásemos que la
en la clave por las grandes cubiertas superiores exactitud geométrica, la aproximación a la
de madera y pizarra. Ninguna de estas dos curva antifunicular, es el fundamento de la
razones pertenecen al puente de piedra en arco resistencia de los puentes arco, deberíamos
apuntado. convenir que muchos de ellos se deberían
haber caído hace mucho tiempo. Los arcos del
El arco apuntado crea relaciones fle- formidable puente románico de Puente la
cha/luz mayores que en el arco semicircular. Reina en NavalTa, Fig. 1.1.01 están tan
Pues si en éstos se establecen relaciones de deformados por las sucesivas demoliciones y
112, en el caso de arcos apuntados estas reconstrucciones que se han producido a lo
relaciones crecen. Así en el puente de Belcastel largo de la historia, que se hubiesen caído. Sin
la relación es de 1/1,7, en Limoges 1/1,6 Y en embargo la capacidad de conducir las cargas a
Entraygues 111,6. Un arco apuntado con un lo largo de los arcos intemos que se pueden
triángulo equilátero inscrito daría una relación formar en estas fábricas, provistas de una gran
flecha/luz de 111,155. consistencia intema, es enorme. Todo esto,
6 PUENTES
Javier Mal1lelOla Armisen

ayudado por la pequeñez de las tensiones que El Ponte Vecchio de Florencia comen-
se desanollan en estas estructuras, cuya luz es zado en 1345 presenta relaciones flecha/luz de
de 20 m., hace que estos puentes sigan en pie. 1/6,7. La reducción de la relación flecha/luz,
lleva aparejados dos inconvenientes importan-
El arco que si tiene fundamento es el tes. El tallado de las dovelas que constituyen el
segmento circular con ángulo central menor de arco deben ser mucho mas precisas, pues
180°. Su definición se realiza por su relación enores significativos en su ejecución, llevarían
flecha/luz. Ahora sabemos que en un arco a ajustes inadmisibles de su geometría en el
semicircular es inútil la parte inferior, Fig. momento del descimbramiento. La segunda es
1.1.04. El antifunicular de cargas se desvía de que la cimbra tenía que ser mas rígida y pre-
la geometría exterior y se introduce en el cisa. Razón ésta por la que hay que esperar al
cuerpo del tímpano que es donde se equilibra Renacimiento cuando la perfección técnica era
su carga con la del arco vecino. Razón ésta por mejor. En teoría, El Ponte Vecchio, es un
la cual es fundamental utilizar una buena puente que se adelanta a su tiempo. Fig. 1.1.05.
disposición de fábricas o sillares en la parte de
unión entre dos arcos.

Fig 1J04

Fig 11.05 Pol1le Vecchio- Florencia


CAPITULO I - HISTORIA DEL PUENTE 7

Fig. ¡ ¡ 06 Puente de la Trinidad

El fonnidable puente de la Santa


Trinidad en Florencia (1566-1569) de
Ammanati, Fig. 1.1.06, presenta un perfil muy
tendido con relación flecha/luz de 1/6,6 y arco
de tres círculos, un círculo central grande y dos
círculos laterales pequeños que no sirven sino
para establecer un detenninado acoplamie~1to
formal con las pilas. Se inicia así un cam1110
muy fmctífero en el desanollo de los puentes
posteriores.

El renacimiento introduce otra intención


en los puentes. Si en el puente medieval recto o
en "lomo de asno", lo estricto, en lo que se
refiere a la disposición resistente, es la nonna, Fif!;.l. ¡ 07 Puente de Segovia
sin vestigio alguno de bóvedas nervadas que
señalasen la presencia de los grandes artífices
Palladio impone con su enonne peso,
de las catedrales, en el renacimiento, la presen-
tanto técnica como fonnalmente, la manera
cia de los grandes arquitectos en el diseño de
arquitectónica de enfrentarse con el puent~. Su
los puentes es evidente. Los perfiles
propuesta no realizada para el puente de RIa~to
longitudinales rectos se imponen, así como el
en Venecia es un ejemplo elocuente. FIg.
tratamiento oma111ental de impostas, tajamares,
1.1.08a. Se construyó el proyecto de Antonio
arcos, comisas y parapetos. El puente se
da Ponte. Fig. 1.1.08b.
convieIie en una construcción, en la cual, el
estricto diseño medieval convive con la
Los famosos "comes de vaches" que
omamentación. El puente de Segovia de
producen un formidable aspecto en las que
Madrid, de ReITera, es un acabado ejemplo.
podríamos llamar fachadas de los pue.ntes,
Fig. 1.1.07.
aparecen en el siglo XVI como acoplamIento
PUENTES
Javiel Manterola Allnisen

Fig.1J08 (a) PI/eme de Rialto-Palladio

Fig. 11 08 (b) Ponte de Rialto-A. Da Ponte

de las bóvedas!. cilíndricas a tajamares incli-


nados. En el Pont Neuf de París, 1578, Fig. El juego de luces y sombras presentes en
1.1.09., se decidió ensanchar el puente, para las impostas parapetos y tajamares se establece
sopoliar casas, cuando ya estaban realizadas también en el frente del puente retranqueado el
las cimentaciones y las pilas del brazo estrecho arco respecto al paramento exterior ó con la
del Sena. Baptiste du Cerceau decidió disposición de dos arcos superpuestos.
aprovecharlas y para acoplar las bóvedas También aquí la necesidad de ensanchar los
ensan~hadas ~ la inclinación del tajamar, puentes, moviendo el paramento vertical
produjo los pnmeros "comes de vaches" que exterior sin mover el arco, produce su efecto
con tanta profusión se han utilizado después en la distribución de luces y sombras que des-
con carácter omamental. pués es buscada por su dimensión omamental.
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 9

Fig 1109 Puente nuevo- París

Esto se emplea también cuando el definir lo Oliodoxo en cualquier quehacer. Sus


ensanchamiento es mas impOliante y la nueva rasgos fundamentales son arcos en "anse de
bóveda, adosada a la antigua, se coloca en ponier" (elíptico o circular de 3 ó 5 centros),
posición más elevada que la antigua. cornisas muy acentuadas, parapetos salientes,
tajamares triangulares acentuados.
Siguiendo con la dimensión arquitectó-
nica del puente, tenemos tres ejemplos funda- Para concluir con la indudable maestría
mentales de la aportación francesa a hacer francesa en el diseño de puentes de fábrica a lo
clásico el puente arco de piedra. En primer largo de los siglos XVII y XVIII conviene
lugar, el ya citado Pont Neuf de 1578 a 1607, acabar con Perronet (1708-1794), autor de
de Jacques Ange Gabriel, con luces de 20,8 m., puentes tan notables como el puente de Neui-
pilas oblicuas al cauce y tajamares muy afila- l1y, o el puente de la Concordia de París (1787-
dos, coronados por balcones semicirculares y 1791) donde alcanza una relación flecha-luz de
comisas claramente definidas acentuadas por 1:8 para luces de 31 m, lo que sin duda cons-
ménsulas ornamentadas. En segundo lugar, el tituye un prodigio de maestría en la elección y
puente Royal de París (1684-85) sobre el Sena tallado de la piedra. Fig. 1.0.1.
diseñado por Jules Hardouin-Mansart y cons-
truido por Gabriel. El tercero es el puente de Volviendo al dimensionamiento del
Blois, de 280 m de longitud, de Jacques V puente arco de piedra, la otra variable funda-
Gabriel, en 1716; puente admirable, con perfil mental que nos queda por tratar es la anchura
longitudinal con ligera pendiente, con varia- de la pila y su relación con la luz del puente.
ción de la luz de los arcos desde 16 m en los Ya Alberti en su tratado distingue entre pila y
arranques a 26 m en clave en el centro, el cual estribo, la primera con empujes equilibrados,
está coronado por un obelisco para establecer no plantea problemas de dimensionamientos
el cambio de inclinación de la rasante. En to- especiales, en cambio, el estribo debía soportar
dos ellos se realiza la tendencia francesa a los empujes desequilibrados de un solo arco.
10 PUENTES
Javier Manterola Annisen

Lo relaciona bien con las dos variables de que si no se realiza un adecuado recalce de su
depende, la altura de la pila y la luz del arco. cimentación, lo cual se puede realizar de una
Establece A=H/4 y 4<NL<6. Fig. 1.1.02. Es- manera muy fácil, hoy en día, por inyección
tas reglas parecieron demasiado audaces y se del aluvial o la hinca de micropilotes.
estimó que como máximo la relación entre la
luz y el espesor de la pila no debía ser mayor y sin embargo la tecnología que se
de 4, si el suelo era muy resistente y menor utilizaba para cimentar estos puentes no podía
aún, en el caso de cimentación por pilotes. Este ser mejor. Fig. 1.1.02. Se empezaban
planteamiento era pl1ldente pues la pila, du- realizando dos recintos de pilotes de madera
rante la constl1lcción, recibía empujes desequi- hincados entre los cuales se disponía teneno
librados, ya que los arcos se constl1lían uno arcilloso. Se podía realizar así la excavación
detrás de otro, dado que las disponibilidades interior de las tienas y la eliminación del agua
financieras impedían la constl1lcción simultá- con bombas especiales (de cangilones, por
nea de todos los arcos. La rotura del puente de ejemplo). El apoyo de las fábricas en teneno
Nantes en 1763, en el cual la relación entre la consistente o el hincado de pilotes definitivos,
luz y el tamaño de la pila era de 5, demostró la en los casos necesarios, se podría realizar en
pl1ldencia de no pasar de 4 si no se tomaban seco. Sobre los pilotes o el teneno resistente se
precauciones especiales. Solo a finales del disponía una cama de tablones de madera
siglo XVIII Penonet constl1lye el puente de la sobre la cual se empezaba a colocar los sillares
Concordia con relación entre A y L de 11 des- de la pila.
pués de adoptar una construcción simultánea
de todos los arcos para eliminar los empujes El dilatado tiempo que se estaba
desequilibrados durante la constl1lcción. instalado sobre el río hacia muy probable que
grandes avenidas arl1linasen, año tras año, las
En cuanto a la altura no era tan impor- cimentaciones en fase de constl1lcción. La
tante en el tamaño de la pila, pues el puente se tentación de culpar a los dioses del río de todos
ensanchaba rápidamente en cimentación, Fig. estos males conducía a la búsqueda de
1.1.02. protección divina, la cual pasaba por la
realización de sacrificios de animales y la
El dimensionamiento de los estribos se- constl1lcción de capillas votivas para conseguir
guía unas pautas similares a las de las pilas o ayudas "especiales". Cuando no funcionaba lo
algo mayores, pues los empujes desequilibra- divino se podía acudir al diablo, el cual solía
dos ya eran tenidos en cuenta en éstas. De to- ser mas eficaz.
das maneras Alberti recomienda extremar las
condiciones de cimentación en estas obras. Siglo XIX

La cimentación constituye el punto débil Aunque la técnica mas novedosa


de todos estos puentes, tanto durante la discune por los caminos que está abriendo el
construcción, como en la etapa de servicio. hierro y el acero, los puentes de piedra ó de
Aunque no con total seguridad, se puede mampostería, siguen constl1lyéndose, además
asegurar que todos los puentes de piedra que se de en las calzadas n0I111ales, Fig. 1.1.10 Y
caen o han caído, a lo largo de la Historia, es a acueductos de abastecimiento, en dos campos
causa de una mala cimentación ó de las inéditos hasta el momento, la construcción de
guerras. Realmente con los medios que se puentes de fenocarril y la de grandes
disponían, en tiempos históricos, era muy acueductos, muchas veces navegables,
difícil asegurar una buena penetración de los correspondientes a la unión de cuencas
pilotes de madera a las profundidades diferentes. Este tipo de obras están presentes
cOlTespondientes a la altura de socavación también en el siglo XVIII.
local de pilas, muy elevadas en ríos
caudalosos, con avenidas importantes y sin La presencia de este tipo de material en
ninguna regulación. La cimentación sobre los puentes de fen'ocalTil se prolongó hasta que
teneno resistente era todavía mas complicada y el honl1igón armado sustituyó a la
no son pocos los puentes de piedra cimentados mampostería. Y esto es debido a que muchas
sobre el aluvial a poca profundidad. veces, en competencia con puentes metálicos,
se prefirió el puente de piedra por presentar
Los puentes históricos caen, han caído y una seguridad y una rigidez mayor.
volverán a caerse ante las avenidas de los ríos
CAPITULO /- HISTORIA DEL PUENTE 1I

Sejourné (1851-1939)

Desde la muerte de lR. Perronet en


1794, la construcción de puentes de piedra
había entrado en una rutina no muy brillante.
Se asimila la utilización de pilas delgadas 118 ó
1110 de la luz, bóvedas muy rebajadas, e
intradós de los arcos en "anse de panier" de
tres, cinco y hasta diez centros, para
desembocar finalmente en el arco elíptico. En
todo este tiempo, el puente de Neuilly, cons-
truido por PelTonet de 1768-1774, sigue siendo
el modelo a seguir.

Sejourné renueva el diseño y la técnica


de los puentes de piedra. Después de la
publicación, a los 35 años, de su célebre
memoria "Construction de ponts du Castelet,
Lavaur et Antoinette ", todos los constructores
imitaron y adaptaron las disposiciones de estas
obras. Las luces que alcanza son muy grandes,
61,5 m. en el puente de Lavour y las Fig 1.1 10 Puente de Terue!
disposiciones estructurales son siempre
iguales:

Fig.I.III Puente Ado!{o- Luxemburgo

Bóvedas construidas por anillos Unión de arco y tablero en una amplia


sucesivos y de espesor variable, zona central.
creciente de clave a arranques.
Sustitución de una bóveda de anchura
Cimbras muy rígidas y por tanto caras. total por dos bóvedas de tamaño
De precio incluso mayor que la de las reducido.
bóvedas que sopolian.
12 PUENTES
Javier Nfantero/a Annisen

Fig 1.1.12 Puente de /05 Catalanes - Tou/ouse

+------ ti "Ym p. hI ---

Fig 1 1.13 Puente de Fontpédrouse

La construcción de arcos por anillos su- primer puente en el cual la bóveda la divide en
cesivos, dos ó tres anillos. Se colocan las pie- dos arcos independientes, colocando sobre
dras del primer anillo sobre la cimbra, dejando ellos una losa de honnigón annado. Su razona-
llaves abietias para que la defonnación de la miento para eliminar la bóveda continua no es
cimbra no produzca defOlmaciones en el pri- otro que el que establece la ventaja de los ele-
mer anillo. Una vez colocado todo el primer mentos lineales a los continuos. Se consigue
anillo se cierran las llaves. Así este primer así eliminar peso propio de las bóvedas y el ta-
anillo puede colaborar con la cimbra en el blero se extiende sobre los arcos a uno y otro
soporte del resto de los anillos. En 1903 cons- lado para completar la anchura del puente.
truye el gran puente Adolfo en Luxemburgo Habida cuenta de la profundidad del valle, la
sobre el valle de la Petruse. Con una luz cimbra que construye Sejoumé es formidable.
enonne, alrededor de 80 m, Sejoumé realiza el Fig. 1.1.11.
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE

En el puente de los Catalanes en


Toulouse de 1911, aplica el mismo principio
que en el puente de Luxemburgo. Realiza dos
arcos gemelos de 3,25 m. de anchura,
separados 10m entre sí y cubiertos por una
losa de hormigón de 22 m de anchura. Fig.
1.1.12.

El viaducto de Fontpédrouse es de
ferrocan-i1. Con 65 m de altura, Sejoumé
realiza un viaducto de dos pisos. El inferior
está formado por un arco ojival de 30 m de luz
y 18 m de altura que recibe en clave el pilar de Fig 1114 Viaducto de Ferrocarril de Cize-Bolozon
un arco del segundo piso. Fig. 1.1.13.

Sejoumé fue un fonnidable ingeniero, todos los países. Sus características SIempre
aunque anacrónico. Llevó el puente de piedra a son similares, grandes pilas de fábrica
una dimensión y perfección inimaginable, nervadas, arcos del orden de lOa 30 m de luz y
cuando ya estaban construidos los puentes gran longitud. De una, dos y hasta tres plantas,
metálicos franceses de Oporto, 160 m de luz se extendieron por toda Europa. El Viaducto de
(1877), Garabit, 165 m de luz (1884), Viaur, G6ltzschtal de 1846, que probablemente es el
220 m de luz (1902) Y si miramos a los viaducto mas grande de ferrocarril de fábrica
ingleses, la celosía metálica múltiple del Firth del mundo, se desanolla a lo largo de 579 m de
of Forth de 520 m de luz (1890). En cuanto a longitud y a una altura de 85 m. La luz
los puentes de fabrica de honnigón annado, principal es de 30,27 m y las secundarias de 12
Tavanasa (1905), el primero de los puentes m. En la Fig. 1.1.14 representamos el viaducto
modernos de Maillart es anterior al viaducto de de ferrocanil de Cize-Bolozon.
los Catalanes y Freyssinet está construyendo
Le Veurdre a la vez, en 1910. Los acueductos responden a las
necesidades de navegación de los grandes
Viaductos de Ferrocarril y Acueductos trabajos europeos de unir los ríos entre sí,
corno medio de transpOlie. Son obras pesadas y
La dificultad del ferrocarril de acoplar macizas que no aportan mas novedad que la
su geometría a la del terreno y la necesidad de gran caja superior donde transportan el agua.
construir líneas nuevas por zonas abruptas y En la Fig. 1.1.15. representamos el puente-
difíciles, dio lugar a la realización de un canal de Guetin sobre el Allier, de 19 m de luz
enonne número de viaductos de piedra en y canal de 6 m de anchura.

I
I
n/l/el' +

Fig. 1.115 Puente canal de Guetin


14 PUENTES
Javier Manterola Armisen

1.2.- Puentes de madera Si nos remontamos a la más remota


antigüedad tendríamos que hablar, en primer
Un material que ha coexistido con la lugar, del puente que Cesar hizo construir
piedra en la construcción de puentes, a lo largo sobre el río Rhin y cuyos vestigios nos han lle-
de todos los tiempos, ha sido la madera. Sin gado a través de Alberti, Giocondo, Palladio Y
embargo, el tiempo y el fuego han ido destru- Rusconsi. En la Fig. 1.2.01 presentamos la
yéndolos de manera que no existen puentes reconstrucción que sobre ese puente hizo
anteriores al siglo XVIII. En cuanto a su Palladio. En la columna Trajana aparece un
extensión geográfica solamente se han puente sobre el Danubio del mismo tipo.
desalTollado en países de muchos bosques,
Suiza y USA principalmente.

,'.,-.,--" .....--.

Fig 12 () I Puente 50bre el Rin de César

Pues ciertamente el conOCImIento de


como conseguir con elementos lineales
Palladio en sus "Quattro libri pequeños, salvar una luz grande ha sido mucho
del! 'Architettura" (1570) recoge tres tipologías mas difícil de lo que a primera vista parece. Su
de puentes de madera absolutamente solución definitiva, en el siglo XIX, ha dado
asombrosos para la época en que fueron lugar a uno de los logros estructurales más
diseñados "Prima, seconda y terza invenzione importantes de toda la historia de la
per un ponte in legno senza piloni intennedi" construcción. La viga en celosía es su
Fig. 1.2.02. La solución en arco de Paladio resultado. El nudo, el modo que tienen las
aparece mucho antes, grabada en la columna piezas de unirse entre sí, y que de una manera
Trajana de Roma. Deberemos llegar a bien fácil y sencilla canalicen los esfuerzos que
entrado el siglo XIX para encontrar un deben transmitirse a través de ellos, constituye
desalTollo de la celosía de balTas tan acabado la piedra angular donde reside el
como lo plantea Palladio. funcionamiento de semejante invención.
CAPITULO 1 - HISTORiA DEL PUENTE 15

No existen vestigios de los puentes


construidos por Palladio. Sí existe, sin
embargo, un puente morfológicamente mucho
más simple, y que consiste en la utilización del
puntal inclinado como procedimiento para
reducir la luz de las vigas horizontales de
madera dispuestas entre las pilas. Es el puente
de Bassano del Grappa (Venecia) sobre el
Brenta de 1570. Fig. 1.2.03. Ha existido una
fuelte controversia sobre si fue Palladio o un
carpintero, Battista Marchesi, quien ideó el
puente. Lo cierto es que, el primer puente que
proyectó Palladio para el lugar es un puente de
piedra, que fue rechazado por la comunidad de
Bassano por la dificultad de ~jecución en un
curso de agua extraordinariamente violento y
que sucesivamente arrastraba los puentes que
se disponían en ese lugar. A continuación
proyecta el puente actual, que aparece en los
"Quattro líbri del! 'Architettura ", del cual
existen precedentes similares desde la época
romana. Al tratarse de un puente de madera y
colocado en la mitad de la ciudad de Bassano,
Fig 1J02 Palladio - celosías este puente ha sido destruido y reconstruido
sucesivamente. La última reconstrucción ha
sido realizada, según los planos originales,
después de la segunda guerra mundial.

Fig.J103 Puel1le de Bassano sobre el Bren/a


16 PUENTES
Javier Manterola Armisen

Palladio utiliza el puntal inclinado para


reducir la luz libre de elementos lineales
sometidos a flexión y poder separar los apoyos
una distancia mayor. Es una intuición
estructural básica, crear un apoyo intermedio
flexible, enonnemente eficaz cuando la
sobrecarga variable es pequeña, como oCUlTÍa
en los puentes antiguos.
Se acude siempre a este artificio cuando
la separación entre las pilas es mas grande que
la capacidad pOliante de los elementos lineales.
Fif!. 1204 Puente de Lucerna
En caso contrario, como en el puente de Cesar
sobre el Rhin, se puentea simplemente la
distancia entre los apoyos sin ayuda
intermedia, de la misma manera que en el
puente de Lucerna que tiene una luz libre de
7,65 m. Esta pasarela, construida en 1300 ha
sido destruida recientemente por un incendio y
reconstruida después.
Pero la necesidad de ir a luces mayores
Fif!.1.205 conduce al apuntalamiento inclinado, interno
en el caso del puente de Lucerna, Fig. 1.2.04 o
a una serie de configuraciones estructurales
muy interesantes.

a)

b)

e)

d)

e)

l)

Fig 12.06
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 17

Una primera consiste en unir dos ele-


mentos lineales de un canto determinado para
producir una pieza de canto doble. Para ello no
hay sino que evitar el deslizamiento relativo
entre ambas piezas lo que se consigue por un
denteado y zunchado adecuado, Fig. 1.2.05.

Este mismo procedimiento puede utili-


zarse para transmitir tracciones a través de
piezas discontinuas zunchadas, lo que se em-
pleará para los tirantes de las celosías
elementales que se crean en esta época.

Sin embargo conseguir aumentar la luz, Fig 1207 Puente de Lucerna


creando capacidad de carga por superposición
de piezas, es mucho menos eficaz y más
costoso que la utilización del puntal inclinado
que va a generar una gran variedad tipológica
en los puentes de madera.

En la Fig. 1.2.06 presentamos una serie


de puentes obtenidos a partir del puntal
inclinado. En la Fig. 1.2.06a presentamos la
célula elemental, origen de un enorme desano-
110 posterior, que es la pila-pilote con dos
puntales inclinados. En la Fig. 1.2.06b la luz
principal del puente de Heinzerling, se divide
inclinados que salen desde la pila o los
estribos.
Fig. 12 08 Puente mixta-arco y celosía
En el puente de Westminster - según un
diseño original de 1738, Fig. 1.2.06c, el
apuntalamiento inclinado se dispone de una destruido por un bombardeo del ejército
manera muy interesante. francés el 13 de Abril de 1799, Fig. 1.2.06f.
Este puente no estaba calculado. Culmann aún
Un cambio nmdamental de la utilización no había escrito su "Diseilo estático" (1866)
del puntal inclinado lo encontramos en el que establece la detenninación precisa de los
Spreuerbrücke de Lucema, de 1400 y esnlerzos que se desanollan en una celosía.
reconstruido en 1568, Fig. 1.2.06d Y Fig. Para convencer a las autoridades de la posibi-
1.2.07. Se establece una auténtica viga en lidad de realizar semejante luz sobre el Rhin,
celosía sin mas que unir los puntales por su Grubenmann se subió encima de la moqueta
palie inferior. Esta estructura, aunque nmciona para demostrar su resistencia pero tuvo que
mal para cargas no simétricas, ya que no decir que el dimensionamiento de los puntales
triangula la célula central, constituye un paso era deducido de su experiencia.
fundamental en el proceso de desanollo de la
viga en celosía. La construcción de estos puentes se
realizaba con la utilización de cimbras de
Ese mismo planteamiento, con apun-
puntales apoyados en el suelo, en las cuales los
talamientos múltiples, cada vez más inclinados
suizos han sido siempre maestros.
y complejos, pero siempre partiendo desde dos
puntos fijos es el famoso puente sobre el Rhin
en Schaffhausen del también famosísimo Hans El puente en arco de madera es una
Ulrich Grubenman de 119 m de luz, pero que transposición del arco de piedra a la madera.
la municipalidad consideró demasiado audaz y Se trata de arcos laminados, obtenidos por la
por ello se aprovechó una antigua pila in- superposición de diversas láminas discontinuas
temledia para realizar un puente de 2 vanos de encoladas y grapadas entre sí, que propor-
50 m. Fue construido entre 1756-1758 y cionan inercia al arco, Fig. 1.2.08. En el mismo
PUENTES
Javier Manterola Armisen

+¡----
~~~.~._~~.~~~~~m a)

b)

e)
Fig 12.09

puente Spreuerbrücke en Lucerna, existe una En los puentes de la línea de Ferrocarril


segunda parte constituida por un arco de Baltimore-Ohio se constl1lyen una serie de
madera (1400). La estructura arco se utiliza en puentes sobre el río Patapsco, de B.H. Latrobe,
un gran número de puentes y la familia en 1838, con luces de 50 m y en las cuales se
Grubenmann alcanza 61 m de luz con esta recupera el concepto de celosía múltiple.
tipología. Con posterioridad se utilizó la
madera, a la manera de un arco tradicional Esta tipología de puentes fue importada
como aparece en el puente de Bamber de 1809. a Europa desde los Estados Unidos y en Suiza
encontramos varios ejemplos, Fig. 1.2.10.
Las vigas americanas

El desarrollo del puente de madera sigue


su propia dinámica en los EEUU. La viga en
celosía, Fig. 1.2.09a, pretensada transversal-
mente por redondos metálicos era fácil de
construir y barata pero según la tecnología
europea de mala conservación. Theodore Burr
une esta celosía al arco en un confuso com-
portamiento conjunto en el puente de Water-
ford, Fig. 1.2.9b, Y llega a la formidable reali-
zación del puente de Trenton sobre el Dela-
ware de 1894 y dos vanos de 61 m de luz, Fig.
1.2.9c. Este puente estuvo en servicio hasta
Fig.12.10
1909 en que ardió y fue sustituido por un
puente en celosía metálica.
CAPITULO I - HISTORIA DEL PUENTE 19

Pero la combinación de arco y celosía mundo. De aquí al puente metálico de


era difícil de realizar, montar y controlar. Ithiel Britannia de 1850, el primer puente en viga de
Town, arquitecto de patente de viga en celosía alma llena, solo hay un paso.
múltiple, Fig. 1.2.11, realizada con piezas de
madera ordinaria, simplemente pegadas. En El puente de madera más notable que
1831, Town, explica como se puede sustituir, se construyó fue el llamado "Colosus Bridge"
en este tipo de vigas, la madera por hierro o construido en 1812 de 103,6 m de luz en es-
fundición, cuya aplicación tuvo una gran
utilización en puentes de ferrocanil por todo el

_. ,¿gg;í~rT~~~j~:e~t~~_
ffi¡¡~H!\1\

Fig 12 I1

Fig. 12.12 ColoslIs Bridge

quema prácticamente igual a uno de los de Se deben considerar tres hechos funda-
Palladio y en disposición mucho mas simple y mentales que detenninan la enonue evolución
eficaz que los de la familia Schffhausen. Con que experimentan los puentes en este siglo. El
proyecto de Lewis Wirnwag fue destruido por primero es el ferrocanil. Las necesidades del
un incendio en 1838. Fig. 1.2.12. transporte y la extensión del ferrocarril como
solución a este problema, detenuinó la instala-
ción de las vías, de mucha menor flexibilidad
1.3.- Los puentes de hierro y acero - para acoplarse al terreno que los caminos para
Siglo XIX carros. De esto surge la necesidad de realizar
una gran cantidad de puentes, cada vez más
importantes y sobre lugares alejados y de difí-
Existen muchos factores que detenuinan cil acceso.
la aparición de la primera revolución industrial
en la Inglatena de finales del XVIII, principios En segundo lugar, el desarrollo de mate-
del XIX, No nos interesa ahora tratar de este riales metálicos de características cada vez
tema, que produjo uno de los cambios más m~jores. La fundición primero, el hieno for-
importantes que ha experimentado la humani- jado después y finalmente el acero. La fundi-
dad desde la aparición de la agricultura, y ese ción, que se obtiene en horno de coke y que
cambio es la industrialización. Lo que nos fue desanoliada por la familia de Darby a par-
interesa a nosotros es sus consecuencias en la tir de 1706, tiene un porcentaje de carbono
construcción, en general, y en el mundo de los muy elevado, del 2% al 6%. Es un material
puentes en particular. duro, quebradizo y de trabajabilidad deficiente,
20 PUENTES
Javier Manterola Armisen

pero que por otro lado, es fácilmente moldea- Benedicto XIV, encarga su eshldio a tres ma-
ble, resiste muy bien la compresión con cargas temáticos célebres que desalTollan el principio
de rotura de hasta 5000 kg/cm 2 y no se oxida. de los trabajos virtuales.
Sin embargo tiene una mala resistencia a la
tracción, del orden de ISO a 200 kg/cm2, lo que Bernoulli, a finales del siglo XVII, de-
la hace inadecuada para la fabricación de vigas tennina que la curvatura de una viga en un
que sin embargo se fabricaron hasta la mitad punto es proporcional al momento que actúa en
del siglo XIX. Su módulo de elasticidad es este punto, pero sigue situando la fibra media
también muy bajo, del orden de 1.100.000 de la sección en la palie inferior de la viga,
kg/cm 2 . como hace Galileo y Mariotte. Euler da en
1759 los primeros valores para controlar el
El hielTo forjado, puesto a punto a fina- pandeo que se produce en pilares esbeltos
les del siglo XVIII con la mejora de calidad y obtenidos con los nuevos materiales mas re-
el abaratamiento de producción con el horno sistentes.
de pudelado, permitía obtener un material con
menos impurezas y menor contenido de car- En 1809, T. Young, establece el módulo
bono. Esto unido a una forja mucho más efi- de elasticidad. Navier, en 1826, fija definiti-
caz, con martillos mucho más poderosos y a la vamente la posición de la fibra media en la
laminación, permitía obtener un material con sección y presenta un tratado en la Academia
resistencias a tracción de 600 a 1000 kg/cm 2 y de Ciencias que establece el método general de
un módulo de elasticidad del orden de análisis de problemas estáticamente indetenni-
2.000.000 kg/cm 2 . Estas características le van a nadas. Saint-Venant, en 1853, plantea de una
pennitir la fabricación de vigas laminadas que manera rigurosa los problemas de torsión y
se mantienen hasta el siglo Xx. De hecho, la flexión.
TOlTe EiffeI (1889), se fabrica con hierTo
forjado y no con acero, con el que si se cons- Karl Culmann emprende un viaje a los
truía, en el mismo tiempo, la Sala de Máquinas Estados Unidos en 1849-1850, a cuenta del
de Contamin y que ya venía utilizándose en los gobierno bávaro, para estudiar los puentes
Estados Unidos desde 1870. americanos de madera que le proporcionaran
las ideas para establecer su cálculo de celosías
Finalmente el acero que se pone a punto que rápidamente se extienden por el mundo y
por Bessemer en 1856 y que se mejora con el que se desalTollan por Ritter, en Zurich, 1882,
horno de Siemmens-Mariin en 1866. Su resis- M6hr Y Müller-Breslau, en Alemania y Luigi
tencia a tracción alcanza entonces del 2000 Cremona, en Italia. El cálculo de arcos fue
kg/cm2 con módulos de elasticidad del orden desalTollado a finales de 1870 para el cálculo
de 2.000.000 kglcm2. de las grandes estructuras de la Exposición
Universal de 1878 y para el diseño del puente
de Oporto de Seirig, para la empresa Eiffel.
El tercer hecho fundamental que se pro-
Castigliano muestra en 1873 las relaciones
duce es la cristalización del conjunto de plan-
entre las flIerzas, los desplazamientos y la
teamientos científicos elaborados con anterio-
energía interna del sistema, etc, etc.
ridad y que van a permitir pasar, a lo largo de
todo el siglo XIX, de un acercamiento expe- La reunión de estos tres factores; nece-
rimental a la respuesta resistente, a un plan- sidades de nuevas estruchlI'as para el felToca-
teamiento científico operativo. Haciendo un lTil, puentes, estaciones, etc, desalTollo de los
rápido repaso a este problema nos encontramos nuevos materiales metálicos y aplicación del
con que Leonardo da Vinci realiza un acerca- conocimiento científico de la resistencia de
miento preciso al análisis de las vigas triangu- materiales, unidos a un cambio general de la
lares. Galileo publica en 1638 su obra "Due sociedad en sus intenciones y esperanzas, pro-
nuove science" donde plantea la resistencia de dujeron un cambio drástico, y de una enonne
materiales y la dinámica. Leibritz y Newton velocidad en el mundo de los puentes.
desalTollan, casi simultáneamente, el cálculo
diferencial, en 1675, Roberi Hooke, establece El final del siglo XVIII y el principio del
en 1678 con el documento "De potentia Res- siglo XIX puede suponerse como el inicio de la
titutiva" la proporcionalidad entre carga y construcción metálica de los puentes. El primer
deformación de los muelles. En 1742 con puente metálico, el puente de Coalbrookdale
motivo del refuerzo de la cúpula de S. Pedro, (1776-1779) es el resultado de la iniciativa
CAPITULO J - HISTORIA DEL PUENTE 21

constructiva de Abraham Darby III, heredero Howe, que no es sino el desarrollo de uno de
de una gran dinastía de fabricantes metálicos, los planteamientos de las celosías de Palladio.
que a principios del siglo XVIII, consiguen En 1845 los elementos de madera son sustitui-
reducir el material de hiena por el carbón de dos por elementos metálicos de fundición, Fig.
cake. Actuando sobre planos elaborados por 1.3.01b.
Thomas Pritchard y John Wilkinson constru-
yen el primer puente en fundición, Fig. 1.0.1 c, Las vigas Pratt, Whipple y Wanen fue-
ron las primeras celosías obtenidas a partir de
El puente metálico empieza conviviendo planteamientos científicos. La primera versión
con el puente de piedra y el puente de madera de la viga Pratt es de 1842. Es idéntica a la
y poco a poco se va convirtiendo en el material viga Howe salvo que pone las diagonales a
principal para la construcción de puentes hasta tracción y los montantes a compresión con el
la aparición del hormigón al111ado a principios fin de reducir la longitud de pandeo de los
de este siglo. elementos comprimidos, Fig. 1.3.02a.

La viga en celosía Squire Whipple fue un ingeniero muy


notable. Fig. 1.3.02b. El primer puente "todo"
Las vigas en celosía metálica son el re-
metálico fue construido en los Estados Unidos
sultado de la sustitución de la madera por hie-
en 1840 por Whipple que realiza la primera
na fOljado en las antiguas celosías de madera.
"bow-string", constituida por fundición en el
Son, además, el resultado del rapidísimo desa-
cordón superior y hieno fOl:jado en diagonales
nollo que se produce en dicha tipología para
y cordón inferior. Cinco años más tarde, Whip-
fabricar puentes.
pIe desanolla y plantea la viga utilizada en el
felTocarril Reusselaer-Saratoga que se utiliza
La realización del ferrocarril en los Es-
frecuentemente en los fenocalTiles americanos
tados Unidos determinó un gran desarrollo de
en los años 1850-1890. Whipple era además un
esta tipología, lo que produjo la sorpresa de
gran teórico. En 1847 publica "An Essay on
Karl Culmann cuando comprueba que las celo-
Bridge Building" que contiene una informa-
sías de madera americanas distan mucho de ser
ción muy útil respecto al cálculo de celosías.
meras imitaciones de las propuestas europeas y
En su análisis dispone que las diagonales fun-
observa que incorporan muchas facetas origi-
cionan solo en compresión y elimina todas las
nales. La primera celosía utilizada en los
demás diagonales con el fin de obtener en cada
puentes se debe a William Howe, viga Howe.
nudo un polígono de fuerzas fácil de resolver,
Es una celosía múltiple de diagonales compri-
siempre, eso sí, partiendo de los nudos extre-
midas de madera y montantes verticales trac"
mos como iniciación de la solución.
cionados de hierro fo~jado. Fig. 1.3.01a. En
1840 D.C. HalTis simplifica la celosía múltiple,
haciéndola simple y la patenta como viga

a)

b)

Fig. /.3.01
22 PUENTES
Javier 1vJan/erola Armisen

La viga Warren es el tercer sistema de en los Estados Unidos. Entre sus muchas
vigas en celosía inventadas y patentadas en los manifestaciones tenemos la de Wendell Boll-
Estados Unidos en esos años. Es el resultado mano La "iron suspension tmss bridge", es una
de la simplificación de las complejas vigas de viga en celosía cuyos montantes en madera
celosías múltiples con el fin de reducir el nú- están soportados por tirantes en hierro forjado
mero de nudos. Se popularizó a partir de los que salen desde las esquinas superiores, Fig.
años 1860 y es de las configuraciones que más 1.3.03.a Albert Fink patenta en 1850 una viga
se utilizan hoy en día. Fig. L3.02c. atirantada sin cordón inferior, muy original,
aunque tuvo un éxito efímero, Fig. L3.03b.
La proliferación de patentes de vigas en
celosía se extiende entre los años 1850-1870

a)

b)

Fig 13.02

a)

b)

Fig 1303
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 23

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Fig. 1304 Puente de Britania

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Fig.13.05

El puente de Britannia jantes dimensiones, fue la negativa del Almi-


rantazgo británico de reducir el gálibo de bar-
Los primeros puentes realizados, en sec- cos por el Estrecho de Menai, lo que impedía
ción cajón de alma llena, fueron dos puentes de la ejecución de una solución en dos arcos de
FelTocalTil, el puente sobre el río Conway, un fundición. En el Estrecho existe un islote in-
vano biapoyado de 125 m de luz, realizado en tennedio situado a 140 m de las orillas y que
1849 y el puente de Britannia sobre el estrecho era utilizado como apoyo intermedio en todas
de Menai, fonnado por cuatro vanos continuos, las soluciones. Fig. 1.3.04.
los dos extremos de 70 m de luz, y los dos cen-
trales de 139.5 m de luz. Este puente se ter- La primera solución que se contempló,
minó al año siguiente de la telminación del una vez desechada la solución arco, fue la de
puente de Conway, en 1850. Ambos puentes realizar una enonne viga cajón dentro de la
fueron realizados por Robeli Stephenson, cual se introduciría el tren y que estaría so-
como ingeniero jefe, William Fairbairn (1789- portada por su propia rigidez y por el cuelgue
1874) YEaton Hodgkinson (1889-1861). de cadenas, a la manera del vecino puente de
La razón de la utilización, por primera Menai, construido por Telford 24 años antes.
vez en la historia, de una viga cajón de seme-
24 PUENTES
Javier lv/anterola Annisen

Stephenson, autor de la idea, pidió ayu-


da a Fairbaim que había obtenido una gran
experiencia en el manejo de chapas metálicas
para barcos y plantearon un método experi-
mental para acercarse a un dintel absolutamen-
te desconocido en la época. Lo primero que
dieron los ensayos fue la inutilidad del cuelgue
de las cadenas en el soportes de las cargas, lo
que fue aceptado, pero dejando las pilas prepa-
radas para su colocación en caso necesario. Lo
segundo fue la sorpresa de que el puente
fallaba en el lado cóncavo, el comprimido por
la flexión, en lugar del convexo donde solían
fallar todos los puentes de fundición. Descu-
brieron el pandeo de las cabezas comprimidas.
Fairbaim consultó sobre este fenómeno a su
amigo Hodgkinson, hombre de grandes co-
nocimientos teóricos y dedujeron la necesidad
de rigidizar las cabezas del cajón. Dispusieron
un refuerzo de viguetas, 9 en el cordón supe-
rior y 7 en el inferior para rigidizar las cabezas
y simultanear la rotura de la cabeza de compre-
sión y de tracción. Los mismos experimentos
demostraron que la rigidización dispuesta en
las almas del cajón eran suficientes.
Los cálculos realizados por Hodgkinson
dieron solo con un 20% de enor las flechas Fig. 13.06 Viaducto de Rouzat
que iba a experimentar el puente. Para igualar
el estado tensional en el apoyo y el centro de
los vanos de la viga continua se utilizó el mé-
todo de realizar asientos diferenciales después
de establecer la continuidad entre vanos.
Stephenson no solo realizó estos dos
fonnidables adelantos en la construcción de
puentes sino que las vigas de 139 m de luz las
llevó por flotación y levantó sus 1500 Tn, los
30 m que separan el mar de su posición defini-
tiva.
Se construyeron varios puentes de este
tipo por el propio Stephenson en Egipto y Ca- Fig. 1.3. 07 Puente de Puentedeull1e
nadá. En los Estados Unidos, el puente de
dificultan la ejecución de puentes continuos
Balton y en Francia por Eugene Flachat se
por los importantes momentos parásitos que
realizaron de la misma manera. Sin embargo,
introduce esa defonnación, en las cabezas de la
esta tipología, pronto cayó en desuso. Era
viga, en la zona de pila. Aumentar la rigidez a
demasiado cara y fue sustituida por las celosías
cortante se consigue multiplicando el número
múltiples mas fáciles de realizar en aquel
de montantes y diagonales. Una gran cantidad
tiempo. Solo a partir de 1930, con el abarata-
de dinteles metálicos para fenocanil se reali-
miento del precio del acero se recuperó el din-
zan utilizando esta tecnología, asociada muy
tel cajón de alma llena.
frecuentemente a la construcción en avance en
voladizo, En la Figura 1.3.05 representamos
Las grandes celosías metálicas
una fase de la construcción del Viaducto de
La celosía metálica múltiple es lo mas Bouble (1870) en Moreau en la línea fénea de
parecido a una viga de alma llena. La gran Commentry, en la que se ve la construcción de
defonnación a cortante que experimentan las la pila desde el dintel, atirantado provisional-
celosías elementales, Wanen, Pratt, Howe, etc, mente en esa fase. Se ve también el incremento
CAPITULO l· HISTORIA DEL PUENTE 25

del canto introducido en la parte inferior de la configuración frecuente para evitar los efectos
pila al aumentar su inercia en esa dirección. negativos que sobre las vigas continuas intro-
Este mismo artificio fue utilizado por Seyrig, duce la gran deformación a cOliante de este
diseñador de la empresa Eiffel, para el Via- tipo de vigas.Estos viaductos se consideraban
ducto de Rouzat, Fig. 1.3.06. en aquel tiempo mas económicos que los de
alma llena.
Son innumerables el número de realiza-
ciones de este tipo que existen en el mundo. En Este tipo de estructura desembocará fi-
España tenemos realizaciones tan formidables nalmente en la viga de alma llena.
como el puente de Tuy de 69 m de luz (1881),
etc. Zamora, 53 m de luz (1890), Víboras, 77 En 1890 se tennina el Firth ofForth, con
m de luz (1891), etc. El Viaducto de Redon- dos vanos de 250 m de luz y otros dos centra-
dela de M. Cordera (1881) tiene tres luces de les de 520 m de luz. Sobre este puente existe
46,0 m + 57,5 m + 46,0 m y fue realizado para una larga historia. En 1818 James Anderson de
la línea de ferrocanil de Redondela a Edimburgo hizo unos planos para un puente
Pontevedra. Fue construido en avance en atirantado, con tres vanos de 450 m a 608 m de
voladizo. Siguen en servicio. luz. En 1880 se le encarga el puente a Sir
Thomas Bouch, que proyecta un puente col-
En la Fig. 1.3.07 presentamos el puentes gado, con dos vanos de 486 m de luz, aprove-
sobre la ría de Puentedeume, en Galicia, en el chando para apoyarse el promontorio interme-
cual la viga en celosía se hace bi-apoyada, dio que se utilizó en la solución construida.

Fig. 1.308 Firlh 01 Forlh


Este puente se iba a construir pero la caída del El segundo diseño, el definitivamente
puente de Tay, diseñado por el mismo inge- construido, es una gigantesca viga Gerber en
niero, hizo que se desestimase su idea y se celosía, con sección tubular en el cordón de
encargase a 1. Fowler y B. Baker. compresión y perfiles en la zona de tracción y
diagonales. Las ménsulas tienen 206 m de luz
El primer diseño era algo diferente del y la viga biapoyada del centro, 106 m de luz.
definitivo con los apoyos intennedios y cen- Se construyó en avance en voladizo. Fig.
trales inclinados en lugar de ser verticales. 1.3.08.
26 PUENTES
Javier Manterola Aunisen

La obra se realizó a lo largo de 7 años y


empleó los servicios de 4000 trabajadores.
Constituye el máximo logro de la Ingeniería
Victoriana.

El puente de Quebec, de 549 m de luz,


es una consecuencia directa del puente del
FOlih y la historia de su construcción es telTi-
ble pues se cayó dos veces. La primera el 29 de
Agosto de 1907 que se rompió la ménsula sur,
an-astrando a 100 obreros. Se reconstruyó en
1916 y cuando se estaba izando la viga central,
se volvió a caer, alTastrando esta vez a 30 obre-
ros. El puente se puso finalmente en servicio Fig. 1309 Puente del Pilar - Zaragoza
en Octubre de 1917.

1,' '!

J'; ,!

Fig. 1.3.10 Puente de Tolbiak

Las vigas en celosía metálica con cordón luz en una curiosa superpOSlClOn de sistemas
superior curvo se realizaron muy frecuente- resistentes. El cordón superior curvo es de
mente. El puente del Pilar en Zaragoza, Fig. sección cajón y elíptico. El cordón inferior
1.3.09 está fOlTllado por cinco tramos bi-apoya- forma con el superior la viga lenticular y entre
dos de 48,1 m de luz con arco superior de sí se dispone una celosía. Fig. 1.3 .11.
perfil parabólico. El ancho de la calzada es de
6 m y tiene dos voladizos laterales, fuera de las
vigas de 1 m. Fue constl1lido en 1895.

El puente de Tolbiac (1895) presenta una


curiosa configuración para una viga continua
de canto arqueado con articulaciones en los va-
nos laterales. Es en realidad una viga Gerber
de tres vanos. Fig. 1.3.10.

El origen de las vigas lenticulares es du-


doso. J.K. Bl1lnel constl1lye el fonnidable
Fig 13.11 Puente de Saltash
puente de Saltash sobre el río Tamar de 1854-
1858, Bl1lnel construye dos vigas de 139 m de

4.1 7tJ

f8:iO

Fig 1.3.12 Puente de E/u!,!,


CAPITULO 1- I-IISTORIA DEL PUENTE 27

Pauli en Alemania construye los cuatro Nueva York, Fig. 1.3.14. Este tipo de puentes
vanos de 105 m del puente de ferrocarril Ma- se sigue realizando en Estados Unidos hasta el
yence-Sud en (1860.1862) y extiende esta ti- momento actual como el Francis Scott Key de
pología por el mundo. El puente Brugg en Baltimor de 366 m de luz central (1974-1977).
Suiza (1875) para la línea de fen'ocatTil Zu-
rich-Barle es una aplicación temprana, Fig. Puentes arco
1.3.12 Gustav Lindelthal construye en 1883 el
puente de la calle Smithfield en Pittsburgh Como ya hemos citado, el primer puente
sobre el río Monongahela. Está formado por metálico de la época moderna, el puente de
dos vanos apoyados de 112 m de longitud. Coalbrookdale (1779), Fig. 1.0.1, es un puente
en fundición, un puente arco de 30,6 m de luz.
Su formalización es elemental e ineficaz como
cOlTesponde a técnicos que tenían escasos
conocimientos sobre el comportamiento real de
este tipo de estructuras.

De un planteamiento tan elemental, se


pasó enseguida a concentrar en un solo arco
inferior todos los arcos distribuidos por los
tímpanos y referir el tablero al arco por un
tejido metálico transparente. Este adopta
diversas disposiciones, desde una serie de
círculos, utilizados en el puente de Sunderland,
se pasó a establecer un tejido de barras
triangulado, Fig. 1.3.15a y finalmente a
simples elementos verticales, tipología que ha
Fig 1313 Puente en Eudapesl llegado a nuestros días.

Desde un punto de vista de la eficacia


resistente está claro que la m~jor disposición es
Dentro de las vigas continuas en celosía la intermedia. El t~jido triangulado de
de canto variable tenemos el puente de Buda- elementos metálicos convierte a la estructura
pest sobre el Danubio, Fig. 1.3.13. De este tipo en un arco tímpano, muy eficaz en el reparto
de puente también se realizaron una gran can- de cargas y en la reducción de las flexiones del
tidad en todo el mundo. arco debidas a las sobrecargas no simétricas.
Sin embargo, esto no se sabía entonces de una
Pero las grandes celosías metálicas se manera específica y desde un punto de vista de
encuentran en los Estados Unidos. Buen ejem- cálculo era mucho más fácil la disposición de
plo de ello es el Queensboro Bridge de 360 m pilares verticales. Fig. 1.3.15b.
de luz máxima (1909) sobre el East River en

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Fig 1314 Puenle de Queensboro


28 PUENTES
Javier lv/anle/ola Armisen

Fig 13.15 Puenle de Sunderland

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Fig /.3 /6 Canousel

En cuanto a los arcos tipo Polonceau, el


puente de Carrousel fue construido en París en
1831. Cada arco de 47,7 m de luz, está
constituido por una sección tubular elíptica, re-
llena de madera. Se adoptó como referencia
entre arco y tablero, la solución del puente de
Sunderland. Fig. 1.3.16.

La fundición, material apto para la


compresión y la dovela metálica, de fácil
traslado y manejo, se convierten en la
Fíg /.3 17 a Puente sobre el Rodano-Lyon
actualización del puente de piedra en meta!.

Dos puentes de acero franceses alcanzan


la máxima perfección en lo que se refiere a
puentes arco con tablero superior, son el
puente de la Universidad de Lyon sobre el
Ródano de 1889, formado por tres arcos de
67,5 m, 72,5 m y 67,5 m con un rebajamiento
fantástico de 1115,91, Fig. 1.3.1 7a y el puente
de Alejandro III de París de Jean Resal, (1897-
1910), de 107,5 m de luz y un rebajamiento de
1: 17, lo que obliga a la realización de unos
estribos muy rígidos, unido a una gran
perfección en la ejecución del arco. Fig.
Fig 1.317b Puente de Alejandro 1fI- Paris 1.3.17b.
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 29

Con respecto de los viaductos que utili- La tercera obra es el Viaducto de Gara-
zan arcos para salvar un obstáculo principal, bit, Fig. 1.3.19, (1879-1889) de 165 m de luz,
tenemos, en primer lugar, tres ejemplos nota- de Koechlin y Nouguier, trabajando también
bles. El puente María Pía para fenocarríl en para la empresa Eiffel. El puente de María Pía
Oporto (1877), de 160 m de luz y el puente y el puente de Garabit participan de la misma
Luis 1, de 1780 m de luz, Fig. 1.3.18, también idea. Arco en celosía para recoger las flexiones
en OpOlio (1855), ambos diseño de Theophile producidas por la carga no simétrica del ferro-
Seyrig, el primero trabajando para la empresa carril. Construcción en avance en voladizo,
Eiffel, de la que era socio y el segundo con la atirantando el arco desde los vanos de acceso.
Société Willebrek de Bélgica. Arco articulado en la base para eliminar los
esfuerzos que durante la construcción se pro-
ducen en ese punto debido a las deformaciones
producidas por la carga y las variaciones de
temperatura. Finalmente aumento de la an-
chura del arco de clave a arranques para redu-
cir los esfuerzos transversales de viento sobre
la articulación del arco. El dintel pasa, por
encima del arco en el puente de Garabit, mien-
tras que en OpOlio se intelTUlnpe en el arco.
Dos puentes de hierro laminado realmente
admirables.

El cuarto gran puente arco de ferrocarril


Fig. J 3 18 Puente Luis 1 - Oporto
francés. injustamente oscurecido por el puente
de Garabit, es el Viaducto de Viaur, de 220 m
de luz, realizado en 1902 por Paul Bodin. La
tipología es inédita hasta el momento de su
construcción. Es una estructura espacial, for-
mada por dos arcos trialiiculados, dispuestos
en dos planos inclinados, que producen una
gran separación de las aliiculaciones en la base
para reducir, como los casos anteriores, el
efecto de la flexión transversal del viento. Se
construyó en avance en voladizo. Fig. 1.3.20.

El puente de la Roche-Bemard (1911),


Fig. 1.3.21, sobre el estuario de la Vilaire,
entre Nantes y Brest, estaba formado por un
Fig, 13.19 Viaducto del Garabit
gran arco intennedio trialiiculado de 198,27 m
de luz principal. La palie del arco, inferior al
tablero se construyó en avance en voladizo y a
continuación se fabricó el tablero, de esa
misma zona. La parte superior del arco se rea-
lizó también en avance en voladizo atirantado
y posterionnente se colgó el resto del tablero
central.

Este puente ha tenido siempre muy mala


suerte. Inicialmente fue un puente colgado con
198 m de luz que una tormenta destruyó en
1852. Aunque tuvo sucesivas reconstrucciones,
el viento siempre acababa con él. El puente
Fig 1.320 Viaducto de Viaur arco que hemos comentado, tampoco existe.
Lo volaron los alemanes en 1944. En la actua-
lidad existe un puente colgado de 408 m de
luz, inaugurado en 1960.
PUENTES
Javier lvfa11lerala Armisen

- - - . _ _ 112000--------

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f98270'-------

Fig J32 J Puente de la Rache - Bernard

En España José E. Ribera construye el magní-


fico puente del Pino en Zamora (1895-1913),
de 120 m de luz. Se trata de un arco en celosía
metálica con tablero superior construido por
avance en voladizo, Fig. 1.322.

En Alemania se construyen una serie de


puentes arco muy interesantes. En primer lugar
el puente sobre el Rhin en Bonn, Fig. 1.3.23.
(superior). Ganador en un concurso contra 16
soluciones diferentes fue aceptado en 1898.
Fig. 13.22 Puente del Pino

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L 167'0

Fig J 323

Tiene una luz central de 186 y dos luces de luz y una serie de vanos laterales que varían
laterales de 93 m también en arco. La estruc- entre SO m y 60 m. La anchura del puente es de
tura fue construida con la ayuda de una cimbra. 8,2 m y dos aceras en voladizo. El puente de
El ingeniero era el Prof. R. Krohn. El puente Harburg, Fig. 1.323 (inferior), tiene cuatro
de Dusseldorf sobre el Rhin, Fig. 1.3.23 vanos principales y una serie de vanos de ac-
(intennedia), fue también un diseño del Prof. ceso.
R. Krohn. Tiene dos vanos centrales de 180 m
CIIPITULO I.- HISTORIA DEL PUENTE 31

En los Estados Unidos se produce un


formidable desarrollo de estos puentes.
Durante los años 1869-1874 se construye el
famoso puente de San Luis, Fig. 1.3.24, de J.B.
Eads (1820-1887) formado por tres arcos de
153,1 m + 158,6 m + 153,1 m de luz,
construidos en avance en voladizo. Es
especialmente notable la construcción de las
cimentaciones realizadas, por primera vez, por
aire comprimido.

Fig I 3. 24 Puellte de Sall Luis

Hell Gate
a)

~ Ir./',·.·.I .1, :1.<,",'

Puellte de /0 Bahía de Svdlley


b)

Puellte Bayolllle e)

Fig. I325

voladizo con tone provisional ó atirantamiento


Otros tres puentes notables, aunque de
trasero. La canera por el récord mundial de luz
un tamaño bastante mayor son: Hell Gate
se estableció entre estos últimos puentes,
(1912-1916) de Gustav Lindenthal, puente de
decidida finalmente a favor del puente de Ba-
ferrocarril sobre el East River en Nueva York,
yonne que, empezando más tarde y con solo 60
de 298 m de luz, Fig. 1.3.25a. El puente de la
cm más de luz que el de Sydney, impidió el
bahía de Sydney (1924-1932), de 503 m de luz,
récord de este último.
de Ralph Freeman para cuatro líneas de
ferrocanil y 6 de carretera, Fig. 1.3.25b, Y el
puente Bayonne en Nueva York (1928-1931) El puente colgante
de 504,6 m de luz, de Othmar Ammann, Fig.
1.3.25c y 1.3.26. Los tres puentes son arcos en Suspender un tablero de dos cables ó
celosía, con tablero intermedio y aliiculados en cuerdas, que cuelgan entre dos puntos es una
la cimentación. Se construyeron en avance en de las intuiciones básicas de lo que se puede
32 PUENTES
Javier Manterola Armisen

entender por puentear, pasar de un punto a otro


sobre una platafonna. Su origen es tan antiguo
como el arco y los primeros vestigios de su
existencia se pierden en el tiempo. La
actualización en obra de esta tipología la
empiezan los ingenieros ingleses, excitados
probablemente por los relatos de viajeros que
venían del Tíbet y del Perú, donde estas obras
eran frecuentes.

Curiosamente el primer puente colgante


de la época moderna lo realizan James Finley
en los Estados Unidos. En 1800 cruzó con un
Fig. 1326 Puente Bayol1ne
puente de cadenas, el Jacob's Creek, 21 metros
de luz, sistema que patentó en 1810.

Fig 1327

de un puente colgado de un solo vano y 176


metros de luz. Cuelga el dintel de dos grupos
de 4 cadenas. La respuesta ante las cargas de
utilización de este tipo de puentes se sabía
detenninar y calcular, no así los problemas
aeroelásticos producidos por el viento, que
ocasionaron oscilaciones muy graves en 1826
y que obligó a reconstruir casi completamente
el puente en 1892 y de nuevo en 1938 y 1941.

Del mismo tipo y en sus proximidades,


pero mas pequeño y resguardado del viento,
Telford construyó el puente de Conway de
99,7 m de luz, terminado el mismo año de
Fig 1 328 Puente de Conll'ay 1826, Fig. 1.3.28.

En dicho puente se encuentran ya los I.K. Brunel en 1829, gana el concurso


elementos básicos de todo puente colgado, para la construcción del "Clifton suspension
además de las cadenas de suspensión, se bridge", de 183 m de luz, situado en las
encuentran las torres, los anclajes traseros y las proximidades de BristoL Este puente fue
vigas de rigidez. Ciertamente, la determinación objeto de varios concursos y discusiones. En
final de la utilidad de cada uno de estos 1790 se plantea por Hugh O'Neill un puente
elementos, tardó bastante tiempo en prácticamente igual al construido. En 1829 se
concretarse y su desconocimiento ocasionó la plantea un primer concurso de proyectos. En
caída de muchos puentes. Fig. 1.3.27. 1830 se examinan las propuestas del famosí-
sima T. Telford, Fig. 1.3.29a, autor del puente
T. Telford, en 1826, tennina el puente del Menai, Fig. 1.0.1, Y la propuesta de I.K.
sobre el Estrecho de Menai, Fig. 1.0.1 Se trata Brunel, entre otros resultando ganadora esta
CAPITULO 1- HlSTORIII DEL PUENTE 33

a)

e)

Fig 1330 Puente de C/ifton


34 PUliNTES
Jm'Ü!/ AlaJl/erola Aml/seJl

última, Fig. 1.3.29b. El puente construido mismo Navier desanolla el proyecto completo
según diseño último de Brunel y ternlinado del puente de los Inválidos de París en 1823,
después de su muerie, en 1864, aparece en la de 155 m de luz, Fig. 1.3.31, puente cuya
Fig. 1.3.29c y 1.3.30. constmcción se intelTlllnpió para no proseguir
nunca más, cuando la municipalidad de París
En 1823 Navier, después de dos viajes creyó que sus tones interferían la visión de los
realizados a Inglatena, pub/ica "Rapp0l1 el Inválidos.
memoire sur les pOlll suspelldus" en el cual
define con toda precisión las características Se plantearon dos soluciones para
principales de este tipo de puentes, el detalle realizar los elementos de cuelgue y hubo
de cada uno de sus partes y su modo de controversia respecto a las ventajas de uno u
cálculo. Es un estudio definitivo y excelente, otro sistema. Las cadenas, que fueron los
salvo que no toca el viento, problema conocido primeros elementos utilizados y los cables,
pero de imposible cálculo entonces. Animados desarrollados por los hermanos Seguin. Esta
por esta publicación, la facilidad constructiva y última opción es la que finalmente prosperó.
la economía de estos puentes para salvar En esta época el puente mas grande construido
grandes luces, se realiza una expansión fue el de Friburgo (1834) con 273 m de luz, en
explosiva que produjo hasta cuatrocientos Suiza, Fig. 1.3.32.
puentes en Francia de este tipo hasta 1886. El

Fig lJ.3J

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CAPITULO /.- HISTORIA DEL PUENTE 35

Fig 1333 a Puenle Sanl- André de Cubzac

Fig 1333 b Puenle sobre el Ródano -lyon Fig 1334 Puenle colganle - Bilbao

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Fig 13.35

Se hicieron puentes continuos como el detuvo bruscamente en 1850 cuando un


de Langeais, o el puente de Saint-André-de- batallón de infantería, desfilando, al paso, por
Cubzac sobre La Dordogne, Fig. 1.3.33. Estos encima del puente colgante de Angers, se de-
puentes estaban atirantados entre las cabezas lTUlnbó causando la muerte a doscientos
de las pilas o entre éstos y la unión de la pila veintitrés soldados. Esta desgracia, junto a la
con el dintel con el fin de controlar los caída, veinticuatro días después, del puente de
movimientos de la cabeza de las pilas y así La Roche-Bernard (1835-1839), el mayor
acotar las deformaciones del dintel bajo cargas puente colgante francés, de 198 m de luz,
altemadas. como consecuencia del viento, obligó a las
autoridades a establecer fuelies reservas sobre
La moda de realizar puentes colgantes se
36 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

Fig 1336 Puente del Niágara

Fig 1. 3. 37 a Puente de Brooklyn

el compOliamiento de este tipo de puentes, 10 ce en los Estados Unidos. Charles Ellet (1810-
que ocasionó su sustitución por puentes de 1862), que había estudiado en la Ecole de
piedra o metálicos. Ciertamente esta decisión Ponts et Chaussées de París, vuelve a los
se tomó porque, además de estas desgracias, se Estados Unidos en 1832. En 1841 completa el
habían caído muchos otros puentes menos Fainnount Park Suspension Bridge de 109 m
importantes como consecuencia del viento. de luz. En 1849 completa el Wheeling Bridge
sobre el río Ohio, de 308 m de luz, Fig. 1.3.35,
La casi total interrupción europea en la que se convirtió en el puente colgante más
realización de este tipo de puentes no se produ- grande del mundo.
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 37

El gran ingeniero de puentes colgantes


de esta época fue J 01111 Roebling (1806-1869) Y
su hijo Washington. Cuando en 1847 empieza
a construir el puente sobre el Niágara, Roe-
bling ya había construido varios puentes col-
gantes e incluso tenía patentado, en 1841, un
procedimiento de ejecución de cables de sus-
pensión formados por hilos paralelos. El
puente del Niágara, Fig. 1.3.36, de 250 m de
luz, tenninado en 1855, tenía varias novedades
importantes. Era un puente colgado, pero,
además, estaba provisto de tirantes rectos para
sujetar el dintel a cuartos de la luz, lo que in-
troduce una rigidez importante en el dintel de
cara a las acciones no simétricas. Tenía doble
tablero, el superior para ferrocarril y el inferior
para carretera, relacionados entre sí por pilares
de madera. Roebling ya había descubierto que
el viento producía oscilaciones importantes en
el dintel y que había destruido, en 1854, el
Whee1ing Bridge de Ellet, 10 que le condujo a
disponer las novedades estructurales que aca-
bamos de citar, razón ésta por la cual sus
puentes resistieron siempre muy bien. La gran
rigidez que confería al tablero y la presencia de
los tirantes acompañando a los cables colgan-
tes era un seguro para el viento y las cargas no
simétricas, fenómenos que él conocía bien,
aunque no estuviese en su mano cuantificar su Fig. 1337 b Puente de BrooklJln
efecto. Piénsese que, entonces, el cálculo de
los puentes, incluso estructuras tan complejas
como éstas, eran el resultado de un entendi- gran rigidez que permitían realizar el tráfico
miento intuitivo de estos fenómenos, unido a depeatones en un segundo nivel, Fig. 1.3.37.
cálculos sencillos. Este puente tiene cuatro cables portantes, dos
en los bordes y dos en el centro. La sección
La máxima realización de los Roebling transversal ha experimentado una clara
es el puente de Brooklyn de Nueva York, de variación desde su inauguración hasta la
486 m de luz (1867-1883). Este puente sigue actualidad, Fig. 1.3.38 b Y c. Su cimentación
las pautas del puente del Niágara, convivencia fue especialmente complicada de realizar,
del atirantamiento con el cuelgue y vigas de

Fig 1338
38 PUENTES
Javier Nfan/erofa Armisen

se utilizaron cajones de aire comprimido, igual tenía un tablero doble, 8 líneas de carretera en
que en el puente de San Luis, y de la misma la parte superior y felTocarril urbano en la
manera creó desgracias personales, pues se inferior. Pero la depresión de 1929 aconsejó
desconocían los problemas que producía la reducir el precio del puente eliminando el
descompresión rápida, que le ocasionó una tablero inferior. De esta manera el tablero se
parálisis parcial a W. Roebling, en 1872. A quedó, prácticamente, sin rigidez a flexión. Sin
pariir de este momento vigiló la realización de embargo a pesar de esta falta de rigidez, el
las obras desde su apartamento, situado en las dintel se comportó bien ante el viento por tres
inmediaciones y las ordenes las transmitía por factores. En primer lugar, se trata de un puente
su mujer. Este puente costó no solo la muy ancho (36,3 m) - relación ancho/luz,
invalidez del hijo Washington sino que en 1133.- En segundo lugar, tiene un tablero muy
1867 había costado la vida del padre por un pesado, al tener una rodadura formada por
accidente mientras se topografiaba la zona. pesadas losas de honl1igón y en tercer lugar,
los vanos de compensación son muy pequeños,
El éxito del puente de Brooklyn supone menores de 116 del vano principal.
el lanzamiento de la construcción de puentes
colgantes a través de los grandes ríos america- Este puente también introduce otra no-
nos y en 1903 se termina el puente de vedad. Los tres puentes anteriores, Brooklyn,
Williamsburg de 487,5 m de luz, situado aguas Williamsburg y Manhattan tienen cuatro cables
arriba del de Brooldyn, a pocos cientos de portantes distribuidos a lo ancho del tablero,
metros y en el mismo East River de Nueva con el fin de reducir la luz de las vigas trans-
York. versales. El puente Ammann coloca los cuatro
cables, en dos parejas a los lados. Otro cambio
Y se empieza la carrera por la esbelted que adopta, planteado ya por Lindenthal en
del tablero. Joseph Melan, ingeniero austríaco, Manhattan, es llevar el cable principal a la
demostró en 1880, que teniendo en cuenta el palie superior de la viga de rigidez, en lugar de
cálculo de segundo orden, con interacción llevarlo, como en los anteriores, a la parte infe-
entre la rigidez del dintel y la deformabilidad rior, lo que si bien obligaba a una mayor altura
de los cables, se podía reducir extraordinaria- de la ton"e para mantener la relación, altura de
mente la rigidez de las vigas verticales del las pilas - luz, se mantenía visible el cable a lo
dintel, y mas aún, confonl1e la rigidez del din- largo de toda la longitud del tablero, lo que
tel era menor, menores eran los esfuerzos que mejoraba mucho su aspecto.
lo solicitaban. En Brooklyn la relación canto
del dintel/luz, está en 1114, que se mantiene en En 1962 las autoridades del New York
Williamsburg, pero las esbelteces empiezan a POli Authority deciden realizar el segundo
aumentar de manera que las autoridades reco- tablero y su unión con el anterior con dos
miendan que no pasen de 1160 a 1190. en0l111es vigas de rigidez, lo que estabiliza
definitivamente el puente. La relación entre el
La teoría de Melan fue aplicada por canto y la luz, que era inicialmente de 11350,
León Moisseiff en el cálculo del puente de subió a 1190 en 1962. La tOlTe que inicialmente
Manhattan (1909), proyecto de Gustav Lin-
de1thal. Es el primer puente en el que se utilizó
una pila metálica vista. Aunque inicialmente se
diseña con cadenas, se cambió a cables de
hilos paralelos en el momento de su construc-
ción. Los tirantes inclinados, que utilizaba
Roebling, habían desaparecido completamente
de los puentes.

Othmar Ammann, suizo y asistente de


Gustav Lindenthal, da un paso de gigante en el
desarrollo de los puentes colgantes. En 1931
termina el George Washington Bridge, de
Nueva York, a través del Hudson, Fig. 1.3.39.
Su luz, 1067 m, era prácticamente el doble que
los anteriores y es la primera vez que se
Fig 1.3.39 P Geolge Washington
sobrepasan los 1000 m. Inicialmente el puente
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 39

iba a ser cubierta con mampostería, como en que ser fuertemente reforzado añadiéndole una
Brooklyn, se dejó desnuda, por la presión po- triangulación inferior, situada entre los cordo-
pular que le gustaba en su estructura pura. nes inferiores de las vigas laterales, para cons-
Además por falta de presupuesto. tituir así una viga de gran rigidez a torsión.

La máxima realización de la época y que En 1940, el 7 de Noviembre, un viento


constituye, probablemente, el puente mas moderado de 68 Km/h, destruye el puente de
famoso del mundo, es el Golden Gate de San Tacoma de 853 m de luz, que había sido terrni-
Francisco, Fig. 1..3.40, tenninado en 1937 y nado cuatro meses antes bajo diseño de León
que con 1280 m de luz, ha mantenido el récord Moisseiff. Se habían extremado los problemas
mundial hasta la construcción al Verrazano de esbeltez, que el desconocimiento de los
NatTows bridge, en 1964, de 1298 m de luz. puentes colgados de entonces aconsejaba, lle-
Sus autores son Joseph Strauss y Charles Ellis. gándose, en un puente muy estrecho, de 11,9 m
El puente experimentó graves problemas de (1174 de la luz), a alcanzar esbelteces verticales
viento por la falta de rigidez tanto vertical de 11.350, con dos vigas laterales de alma llena.
como horizontal. La teoría de Melan había Las oscilaciones verticales alcanzaron 1,5 m
pel111itido establecer una relación canto/luz de pero eran adecuadamente amortiguadas. Ahora
1/168 y la anchura de 27,4 m,. 1/47 de la luz bien, la rotura de una ligación central entre el
era mas pequeña que en George Washington. cable colgado y el dintel, cambió el tipo de
Por otro lado, los estudios llevados a cabo por oscilación con movimiento acoplado de flexión
Moisseiff y Líndenthal de 1932, aplicando el y torsión - flameo - con giros de ±45°, en dis-
cálculo no líneal a la acción transversal del tribución longitudinal antimétrica. Después de
viento, demostró que los cables portantes aproximadamente una hora de violentas oscila-
recogían una importante de esta carga al de- ciones autoexcitadas, el dintel se rompió ca-
f0l111arse transversalmente con el tablero. Esto yendo al agua. Es a partir de esta catástrofe,
permitía reducir también la rigidez horizontal cuando se empiezan a estudiar los problemas
del dintel. Como consecuencia de estas sucesi- derivados de la incidencia del viento sobre las
vas reducciones de rigidez, las oscilaciones estructuras muy esbeltas y a desarrollar la
debidas al viento se hicieron enormes. En Di- teoría de la aeroeslasticidad que sustenta,
ciembre de 1951, durante una galerna, las os- desde entonces, el diseño y cálculo de todos
cilaciones veliÍCales alcanzaron 3,3 m, 10 que los puentes colgados model110s.
obligó a cenar el puente durante 3 horas. Tuvo

Fig 1.3.40 Puente de San Francisco


40 PUENTES
Javier ÑIanferola Armisen

Como consecuencia de estos estudios, presente lo está, casi siempre, mezclándose con
hubo que reforzar gran cantidad de puentes los cables colgados. Y así lo encontramos en el
colgantes americanos. Al Bronx-Whitestone de puente del Niágara (1855), de Cincinnati
Ammann fue necesario añadirle una celosía (1867), y finalmente Brooklyn (1883), las tres
sobre las vigas del tablero. Se reforzó el Gol- de Roebling, en las que utiliza el atiranta-
den Gate, el George Washington, etc. La miento para rigidizar el tablero colgado. Los
reconstrucción del puente de Tacoma, bajo medios de cálculo de entonces eran incapaces
diseño de Steinman, utilizó vigas laterales de detenninar la cantidad de carga que se lleva
trianguladas de 10m de canto en lugar de cada uno de los dos sistemas de suspensión,
vigas de alma llena. Este mismo ingeniero, en habida cuenta de la clara diferencia de rigide-
pugilato con Ammann, diseñó el puente de ces entre ambos. Establecer, como hace Roe-
Mackinac (1954-57) de 1158 m de luz, cam- bling, que la mitad de la carga se la llevan los
biando el diseño previo realizado por tirantes y la otra mitad los cables colgados, no
Moisseiff. Utilizó una enor1TIe viga de rigidez deja de ser la expresión de una intención. Lo
de 11,6 m de canto, relación canto/luz de 1: 100 que sí ve Roebling con claridad, es la necesi-
para un puente de 14,9 m de anchura. Introdujo dad de tensar los tirantes para que entrasen en
también perforaciones en el tablero para carga desde el principio, en lugar de esperar
reducir los problemas de viento y colocó unas que la deformación del dintel los activase. La
cables extraordinariamente resistentes pues ausencia de esa operación parece ser fue la
tenían un coeficiente de seguridad de 10. Un causa de la rotura de muchos de los puentes
puente torpe, diseñado por el miedo a los atirantados que se habían construido hasta
fenómenos aeroelásticos todavía no bien entonces. Un mecanismo tan hiperestático, que
controlados. no se pone en carga simultáneamente, puede
producir concentraciones importantes de
El puente atirantado tensiones en detenninados tirantes.

Su morfología corresponde a una Un sistema de puentes atirantados


intuición primera. Crear, en una viga, una serie diseñado por Ordish para la construcción del
de apoyos intennedios para evitar su puente sobre el río Moldava en Praga, puente
defOl1TIación y hundimiento. Existen muchos de Francisco José, de 1868, se puede ver hoy
testimonios y gravados antiguos, como los en día en el Albert Bridge de Londres de 122
publicados por Fausti Verantii Siceni (Faust m de luz (1872), Fig. 1.3.44. Es un sistema de
Wranzi) en el siglo XVII, en los que se ve el atirantamiento de barras rectas -no articuladas-
apoyo de una viga por una serie de cadenas de que para evitar, en ellas, las flexiones
barras, Fig. 1.3.41. En 1784 un carpintero producidas por su propio peso, están colgadas
alemán, Immanuel L6scher, dieña un puente de un cable curvo. En aquellos casos en que
atirantado de madera en Friburgo de 32 m de este cable alcanza el tablero se produce un
luz. Fig. 1.3.42. extraño y complicado sistema de cuelgue mal
diseñado.
Esta tipología tuvo unos comienzos
difíciles. El primer accidente grave, de que Ferdinand Amodin (1845-1924)
tenemos conocimiento, se produce en 1818, en construyó bastantes puentes y transbordadores
una pasarela atirantada de 79,3 m de luz y 1,2 al final del siglo XIX. Utiliza, en primer lugar,
m de anchura, en Dryburg Abbey, que un una técnica híbrida de mezclar el cable de
golpe de viento destruyó. Otro accidente suspensión con los tirantes, pero separando
importante, la rotura del puente sobre el río claramente su zona de actuación. Dividía el
Saale (Nienburg, Alemania) de 78 m de luz en dintel en tres partes. Sus tercios laterales eran
1825, fue ocasionada por una excesiva sopOliados por seis tirantes que salían en
sobrecarga de personas. Fig. 1.3.43. abanico desde la parte superior de la pila y el
tercio central se colgaba del cable curvo. Así
Fue Navier, con su inmenso prestigio, en realizó los puentes sobre el Saone en Lion de
su "Rapport et Mémoire sur les ponts sus- 121 m de luz (1888), el puente de Bonhomme
pendus" de 1830, quien critica fuertemente la sobre el Blavet, de 1904, 163 m de luz central
tipología del puente atirantado, decantándose y 37 m de luces laterales.
claramente por el puente colgado, lo que oca-
sionó su casi total abandono por los ingenieros Arnodin realiza, además, una serie de
de entonces. Y cuando el atirantamiento está puentes transbordadores. Al primero de ellos,
CAPITULO /.- HISTORIA DEL PUENTE 41

Fig. l3. 41

Fig 1342

realizado con Alberto de Palacios en Nantes (1903), de 141 m de luz yen Marsella
Portugalete (188.3), de 165 m de luz, le siguen (1905), de 165 m de luz, abandona el cable
el puente de Bizerta (1896) de 198 m de luz, colgado y atiranta completamente el vano,
Rouen (1899) de 143 m de luz, en tipología salvo, en el centro, donde coloca una viga
semejante a la señalada, tercios o cuartos biapoyada. Fig. 1.3.45.
laterales atirantados y centro colgado. En
42 PUENTES
Javier Manlelola Am!ilen

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Fig 1.343

Fig, 1.344 Alberl Bridge (Londres)

Gisclard, en 1899, da una nueva versión plantea en el puente de Lezardrieux en 1925 de


del puente atirantado. Los tirantes no sujetan 111,5 m de luz, que aunque muy primitivo en
directamente el tablero sino que lo hacen por su concepción y materialización, es ya un
intennedio de un cable curvo, que queda trac- puente atirantado moderno. Fig. 1.3.46.
cionado y del cual cuelga el tablero. De esta
manera el tablero no queda comprimido. Con Eduardo TOlToja en 1926, construye el
este procedimiento se realizaron varios puentes acueducto de Tempul que constituye un inicio
de ferrocarril (vía estrecha), como el puente de de lo que va a ser la era moderna de los
Cassagne de 156 m de luz. Leinekugelle Cocq puentes atirantados.
CAPITULO /.- HISTORIA DEL PUENTE 43

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TRANSBORDADOR DE NANTES (FRANCIA)

Fig 1345

Los puentes colgantes en EspaPia

En España se construyeron muchos


puentes colgados a 10 largo del siglo XIX y
principio del siglo XX, Su facilidad construc-
tiva, comparada con las otras soluciones, hizo
volcar la balanza del lado de esta tipología aún
con el conocimiento, muchas veces explícito,
de la gran movilidad que se producía en el
puente al paso de la sobrecarga viva. La nece-
sidad de una viga de rigidez consistente no
llega a los puentes colgantes hasta mucho des-
pués.

El primer puente colgante se realiza en


España en Bilbao en 1922, pero que se cae y se
sustituye en 1952, por un precioso puente col-
gado asimétrico, de una sola tone con 50 !TI de
luz y 3,5 m de anchura, Este puente se susti-
tuye por un puente fijo en arco tímpano en
1874.

Se construyen a mitad de siglo el de Va-


ciamadrid (1842), el de Fuentidueña (1844),
ambos de unos 50 m de luz. En estos puentes
el tablero es de tablones de madera colgado de
los cables colgantes y con una mínima viga de
rigidez que hacía de barandilla.
Fig. /. 3 46 Puenle de Cassagne
El puente de Fraga se inaugura en ] 847
con 83 m de luz central y una longitud de ]68
m. Como los anteriores se destruye rápida-
mente, duró apenas 20 años.
44 PUENTES
Javier 1\lanlelOla Annisen

Fig 1. 3 47 Puente de Lmeell"l

Fig 13A8 Puenle de Las DueHas

Un puente realmente notable, construido del dintel desde el punto aproximado en que el
hacia 1860 es el puente de Lascellas, Fig. cable pOltante y el tablero se cruzan, alrededor
1.3.47, con 94 m de luz, con tablero intenne- de cuartos de la luz. La gran inestabilidad de
dio, apoyado en el centro y colgado en las tablero ante las acciones del viento se contra-
proximidades de las pilas. El tablero era, como nesta con estos cables veliicales. Fue diseñado
en los otros casos, de madera. Este puente por Mariano Royo y destruido en 1936 por
presenta una característica muy singular, se voladura durante la guerra civil española.
ancla al suelo por tirantes veliicales que caen
C4PJTULO 1- HISTORJA DEl PUENTE 45

El puente colgante de Dueñas sobre el construye es el puente de Amposta (1914), que


Pisuerga de Mendiazabal tenía 77 m de luz, actualmente se mantiene en servicio. Este
con tablero de madera y construido hacia mitad puente lo diseña y construye Ribera, bastante
de siglo. El puente de Santa Isabel de 136 m de después del resto de los puentes ya citados,
luz en Zaragoza, el puente de Mengibar de contraviniendo la casi total prohibición de su
108 m de luz sobre el río Guadalquivir, Fig. construcción por los sucesivos accidentes y la
1.3.48. gran inestabilidad y movilidad de los puentes
anteriores. Fig. 1.3.49
Pero el puente más importante que se

Fig. 1349 (J)

~~~~~~L

~~±!,I~¡j~~ltliftmt'mUIT'I'¡Tll~i~ll~.~,fJWf"$

Figl 349 (2) Puente de Ampo.rta


46 PUENTES
Javier ManIera/a Armisen

Fig 1 3 49 (3) Puenle de Amposla

Ribera introduce en su diseño unos arena, se obtenían morteros, los cuales unidos
cambios fundamentales, presentes ya en los con áridos gruesos, fonnaban el hormigón. El
puentes de Roebling. La luz del puente, de mortero era fundamental para acoplar entre sí
vano único, es de 134 m. Ribera establece un dos sillares de piedra evitándose, de esa ma-
sistema mixto de cuelgue, solo los 86 m cen- nera, el duro trabajo de talla que impidiese la
trales los cuelga de los cables pOliantes curvos rotura de los sillares cuando entrasen en con-
y los dos tramos del vano central, sihIados en tacto bajo carga. Una propiedad fundamental
las proximidades de las pilas los atiranta desde que debería cumplir el mortero, es que su re-
las torres sin que en esta zona coexistan con sistencia fuese similar a la de las piedras que
péndolas verticales de suspensión. unía, para evitar así, una reducción de resisten-
cia de la fábrica. Yeso lo conseguía el ce-
El tablero de 6 m de anchura total, 4,5 m
mento puzolánico.
más dos aceras de 0,75 m, es de hOlmigón
armado sobre vigas transversales metálicas que A lo largo de toda la edad media existían
se apoyan en una barandilla rígida que cuelga mOlieros, pero no tan buenos como los
de los cables. El peso del tablero, la rigidez de romanos. Solo en el siglo XVIII, John Smea-
las vigas de borde, pequeña pero ayudando, y ton, desarrolló un nuevo cemento puzolánico y
la suspensión del tablero en las proximidades Joseph Aspdin, en 1824, desarrolla un nuevo
de las pilas por cables atirantados, mucho más cemento artificial "Portland" que fue rápida-
rígido que los cables colgados, ha pennitido mente utilizado para realizar honnigón para
que el puente con las consiguientes reparacio- muros y cimentaciones.
nes haya resistido hasta ahora.
La asociación del acero en barras con el
1.4.- Puentes de hormigón armado honnigón se produce simultáneamente en
varios países. Telford ya lo había usado para
El cemento puzolánico era usado por los los estribos del puente del Menai y la asocia-
romanos como ligante que endurecía con el ción de banas y grapas de hieno forjado era
agua. Unido a materiales inertes, como la bastante frecuente en el siglo XVIII para unir
sillares.
C4PITULO 1- HISTORJ4 DEL PUENTE 47

Fig. 1401 Puenle de V,llelleu.re ffff 101

Joseph Monier patenta el sistema en dignificarlos, según el gusto de la época, se


Francia en 1877. Franyois Hennebique en recubrían con tímpanos de piedra.
Francia y G.A. Wayss en Alemania fijan y
extienden el hormigón armado por todo el El mayor puente construido de este tipo
mundo a finales del siglo XIX. lo realiza Freyssinet en el puente sobre el Lot,
en Villeneuve, de 100 m de luz, entre 1914-
El hormigón armado en general y , mas 1919. Fig. 1.4.01.
aún, aquel honnigón armado incipiente, tiene
problemas de fisuración y de defonnación E. Morsch constmye en (1903-1904) el
cuando la luz es grande. Por esta razón se puente de Grünwald, solución en doble arcada
preconizaba, que para luces mayores de 20 o de 72,25 m de luz, que soporta un tablero de
25 m, se debía abandonar la solución de puente 9,2 m de ancho por medio de cinco vigas.
recto para pasar a la solución arco.
Los tramos de acceso son rectos, de 8,5
Puentes arco de hormigón m de luz, manteniendo el mismo tablero que
sobre el arco. Esta tipología, tramos rectos en
La competencia entre el arco de piedra y el viaducto de acceso y solución en arco para
el de hormigón se decantó pronto por este salvar el tramo principal, fue muy imitada por
último material. La talla de los sillares era muy otros diseñadores. Cuando la luz es pequeña, la
cara y los cimbrados debían ser rígidos y ésto fisuración de las vigas de hormigón annado no
tanto más confonne los rebajamientos eran es excesiva y las flechas tampoco. cuando la
mayores, y entonces, utilizar rebajamientos del luz debe ser mayor se acude a la solución arco.
orden de 1/1 O no era raro. Pero, por otro lado, Fig. 1.4.02.
se tenía mucha mas confianza en la piedra, La arcada múltiple es la solución que se
avalado este hecho por el magisterio de adopta en hon11igón armado cuando las alturas
Seyourné, que por aquella misma época, está del viaducto son considerables que conducen a
constmyendo arcos de piedra de gran luz. una adopción de luces grandes, 30 a 40 m, las
Además, y en el caso de los puentes de cuales son difícilmente abordables por dinteles
ferrocanil, se era mas desconfiado pues se de hormigón armado con una fisuración con-
suponía que la trepidación de las máquinas trolada. En las figuras 1.4.03 y 1.4.04 repre-
podía disgregar el hormigón. Zafra y Ribera sentamos dos viaductos de este tipo, uno en
hicieron una campaña importante para intentar Italia y otro en Chile.
borrar este prejuicio no justificado. Estos
mismos autores redactan la primera colección El puente del Risorgimento en Roma,
moderna de puentes en España. proyecto de F. Hennebique se terminó en 1911
y es la primera vez que se llega a 100 m de luz
Los puentes arco de honnigón, en un con hormigón armado. Se trata de un arco tím-
principio no eran sino puentes de piedra en los pano, constituido por 7 tabiques longitudinales
que la piedra era sustituida por honnigón y tablero superior e inferior solidarios,
hidráulico en masa. Muchas veces para formando una sección cajón. Este arco está
48 PUENTES
JaFíer iV/al/lero/a Al'lll1sel/

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P¡g /402

Píg j 403 Puel/le el/ /0 auloplSla B%l/ía - P/orel/c¡[¡

empotrado en CImIentos con lo que resulta


dudoso si se comporta como un arco tímpano o
como una viga biempotrada de canto variable
Uno y otro comportamiento se produce en este
puente y el porcentaje en que paJiicipan va a
depender de la rigidez de la cimentación de
pilotes y de la relación flecha/luz.

Dischinger dedujo que el puente trabaja


como arco en un 62% y como viga en un 38%.
La falta de definición en el apoyo detenninó
esta duda, además de una fisuración muy
apreciable. En ese sentido interesa definir el
Flg 1404 PI/el/le de Amo/al/as (Chl/e)
apoyo del arco con claridad. Fig. 1.4.05.
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 49

que pocos aí'íos después utiliza Freyssinet en el


puente de Plougastel.

Junto a Hennebique, Morsch y Caquot,


hay dos ingenieros de esta época que destacan
claramente sobre los demás. Son R. Maillart y
E. Freyssinet. Todos trabajaron en la misma
época - Caquot, Maillart y Freyssinet tenían
prácticamente la misma edad -.

Robert Maillart (1872-1940)

Maillart es un ejemplo de la innovación


Fig 1 4.05 Puente del Risorgimiento
que puede obtenerse en la forma del puente
partiendo de una interpretación directa de la
Albert Caquot (1881-1976) fue otro de tecnología. Y esto es muy poco frecuente. Nor-
los mas grandes constructores en honnigón malmente se tiende a considerar la forma de
armado. Entre 1924 y 1928 construye el puente los puentes como expresión única de la tecno-
de La Caille de 140 m de luz, Fig 1.4.06, logía que lo sopOlia. Un puente arco es: ó un
utilizando una formidable cimbra autoportante arco tímpano, en el que la relación entre al'
de madera como soporte del arco, similar a la

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Fig. 1406 Puente de La Caille

co y tablero es continua, herencia del puente de mundo de los puentes, el arco triarticulado con
piedra, ó es un arco que sopOlia el tablero por rií'íones aligerados. Fig. 1.4.07 a y b.
medio de pilares verticales, herencia del puente
metálico. Maillart no hace ni lo uno ni lo otro,
El dintel no es algo que se superpone y
es un heterodoxo para su tiempo y abre una
apoya en el arco, sino que ambos forman un
ventana enorme al entendimiento del puente
elemento estructural único del que se elimina
arco. Cuando en el puente de Zuoz (1901),
la zona inútil. Estarán relacionadas por pilares
arco tímpano de hormigón de 30 m de luz,
o no, pero siempre manteniendo ese criterio.
triarticulado, y con relación flecha-luz 1: 1O, se
Los arcos son mas o menos arqueados, a
le fisuran los tímpanos, los elimina como en su
veces son hasta qjivales, pero siempre aco-
segundo puente, el de Tavanasa, (1905), en el
plándose a la ley de momentos flectores ca-
que empieza a perfilarse lo que va a ser una de
racterística de los arcos triarticulados.
las aportaciones concretas de Maillart al
50 PUENTES
Javier Mal1/erola Annisen

Fig 1407 a Puente sobre el ,io 11111 en Zuoz

Fig 1.4,07 b Puente sobre el Rhill en Tavallosa


CAPITULO f.- HISTORIA DEL PUENTE 51

Resultado de esta toma de conciencia


respecto a lo que es el puente arco tenemos
ejemplos tan características como los que se
representan en la tabla l.

Fig lA 08 Puente sobre el rio Arve en Ves>v

Tabla 1

Puente Año Luz (m) Relación flecha/luz

Tavanasa 1905 35,00 1/8,5


Salginatobel 1929-30 90,04 116,9
Rossgraben 1932 82,00 118,5
Thur 1933 72,00 118,45
Arve 1936 55,97 1/11,7
Simme 1939-40 32,00 1113,6
Strassenüberfiihrung 194O 40,00 118,8

Otra cosa que sorprende en estos puen- En la Fig. 1.4.08 representamos el puen-
tes, con una estructura tan flexible como es un te sobre el río Arve en Vessy, uno de los
arco trialiiculado, es su pequeña relación muchos puentes que construyó en esta tipolo-
flecha/luz. Renuncia pocas veces a relaciones gía con un reb~jamiento asombroso de casi
tan arriesgadas, aún en casos tan fáciles como 1/14.
el Salginatobel en el que la morfología del
La segunda tipología, original de
teneno no le obligaba a mantener rebajamien-
Maillart y que se ha hecho clásica en los puen-
tos tan grandes. Pero el rebajamiento es un
tes de hormigón armado es el que podríamos
elemento de tensión fonual en los arcos. Un
bautizar como puente colgante inveliido, en el
arco con una relación flecha/luz grande es un
cual el arco se reduce a su mínima expresión y
arco muy tranquilo. Un arco muy rebajado es
el dintel es la viga de rigidez que permite la
inquietante y hennoso.
actuación de cargas altemadas. De este tipo
tenemos:

Tabla 2
Puente Año Luz Relación Ancho Canto Espesor
flecha/luz Dintel dintel arcos
Schrahbach 1924 28,8 117,2 3,0 1,1 0,2 a 0,22
Val-Tschlel 1925 43,2 118,3 3,6 1,15 0,27 a 0,29
Landquart (ferrocarril) 193O 30 1/3,8 4,95 1,4 0,26 a 0,34
Spital 1930 30 119,2 7 0,9 0,24 a 0,28
Engstligen (pasarela) 1930 26 117,65 2 1,2 0,15 a 0,16
Hombach 1931 21 117 5 0,7 0,17aO,19
Traubach 1932 40 117,15 4 -- 0,2 a 0,26
Schwandbach 1933 37,4 1/6,23 4,9 0,9 0,2
52 PUENTES
Javier Man/erola A¡misen

Fig 1. 4. 09 Puente de Sc/lll'andbach

Se caracterizan por una ejecución cuida-


dosísima del arco, como no podía ser de otra El/gene Freyssinet (1879-1962)
manera pues los fallos en la geometría de la
La trascendencia de Freyssinet en el de-
directriz tendrían consecuencias considerables
sarrollo de la construcción moderna es funda-
en arcos de espesores tan delgados. Las vigas
mental. Se puede decir que sin él la técnica del
de rigidez del dintel son siempre las barandi-
hormigón y de los puentes sería hoy distinta.
llas y la referencia entre arco y tablero son
Su larga vida se puede dividir en dos períodos.
diafragmas muy delgados pero extendidos a
Antes del pretensado, hasta 1930 y después del
toda la anchura del arco. En este tipo de puen-
pretensado. En este resumen histórico nos
tes es necesario mantener la cimbra hasta la
vamos a referir exclusivamente al trabajo sobre
tenninación del puente pues el arco no puede
puentes del primer período.
aceptar cargas di simétricas sin tener la viga de
rigidez terminada. La tradición de este tipo de Entre 1907 y 1912 se construyen los
puentes se ha continuado en Suiza por Ch. puentes de Veurdre y Boutiron sobre el Allier,
Menn y fue utilizada con éxito por Fernández dos puentes en arco formado cada uno de ellos
Casado en acueductos, donde la rigidez del por tres arcos triariiculados de 72,5 m de luz y
dintel se obtiene naturalmente en la altura del una relación flecha/luz de 1/15. En estos
cajero que conduce el agua. puentes, realizados poco después del puente
Tavanasa de Maillart, Freyssinet opta también
En la Fig. 1.4.09 representamos el por aligerar los tímpanos, pero en lugar de
puente de Schwandbach. hacer el aligeramiento de Maillart, introduce
una triangulación entre arco y tablero lo que
El trabajo de Maillart no se redujo en los proporciona rigidez al arco. Por otro lado ex-
puentes exclusivamente, las losas "hongo" para trema la relación flecha/luz a niveles exagera-
los edificios, las primeras estructuras lami- dos. Los problemas que se produjeron en el
nares, etc son obra suya. puente de Veurdre por la fluencia del hormi-
gón, sirvieron para descubrir este tipo de
CAP/TULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 53

Fig 14" 10 Puente de Boutiron (1912)

Fig 14.11 Puente de Plougastel (1930)


54 PUENTES
Javier AJan/erola Armisen

formación hasta entonces no conocida y que


casi lo destruyen en 1911. Freyssinet resolvió
El puente de Plougastel (1925-1930),
este problema con su maestría habitual, levan-
Fig. 104.11, constituye una de sus obras de
tando el arco por abertura de la clave por me-
hormigón más importantes. Fue récord
dio de gatos, rellenando la abeltura dejada, a la
mundial en el momento de su construcción,
vez que bloqueaba la articulación en clave.
con tres arcos de 180 m de luz para calzada
Fig. 1.4.10.
doble de carTetera y fenocarril. Los arcos
En estos puentes se vislumbraba el tienen 4,5 m de canto y 9 m de ancho y fueron
futuro, se empezaba a ver cómo podían llegar a construidos sobre una cimbra móvil de madera
ser los puentes desde una tecnología superior, que se trasladaba por flotación de un arco a
situación que volverá a repetir Freyssinet con otro. Con este puente se abrió el camino para la
los puentes del Mame, 30 años después, construcción del resto de los grandes puentes
asociada esta etapa con la basílica de Lourdes de hormigón que se hicieron en el mundo en
y el Puente de Toulouse, a través de la técnica esos años. El puente de Traneberg (1934) en
del pretensado. Estocolmo, proyecto también de Freyssinet y
tiene 178,5 m de luz libre. El puente de Martín
En otros casos, Freyssinet se manifiesta
Gil de Tonoja, de 202 m de luz (1942), Fig.
como un fonnidable técnico. Villeneuve sur
1.4.12, que se terminó poco antes que el puente
Lot, es un puente en arco de hormigón en masa
de Sando, de 250 m de luz. En este último
de 100 m de luz realizado entre 1914-1919. El
puente se quiso utilizar el mismo tipo de
puente de Tonneins (1919), formado por cinco
cimbra del puente de Plougastel, una cimbra de
arcos de 46 m de luz, es muy parecido al
madera que dejaba libre el canal de navegación
puente de los Catalanes de Sejoumé, al cual
bajo el puente, pero que se hundió durante la
admiraba. En el puente de Sant Piene-du-
construcción y hubo que sustituirla por una
Vauvray de 130 m de luz (1923), Freyssinet
cimbra llena apoyada a lo largo de su longitud.
utiliza una solución de puente arco con tablero
Fig.lA.13.
intermedio de diseño muy torpe.

Fig. 1. 4.12 Puente de Mar/in Gil


CAPITULO 1 - HISTORIA DEL PUENTE 55

Fig 1413 Puente de Sondo

Fig 1414 Puente de Martín Gil


56 PUENTES
Javier Manlero/a Aunisen

SSCCI6H LartGITUcPlf'lAL

_~_I4-40

... ".- .• .. -
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111\RRI\S LONlJITUDlt'lALE.S,

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SSCCIÓti 'fI'tflI'lSVEftSAL.

POR

Fig 14.15

Los puentes de Maillart y los de definitivamente su resistencia a la del acero


Freyssinet se construyeron con cimbra, cuando se ha acabado el h0l111igonado. El se-
apoyada en el suelo o autoportante, operación gundo inconveniente es su mal com-
ésta costosísima y complicadísima que llevó a portamiento como al111adura pasiva pues sus
la ruina del primer puente de Sando. Se esta- condiciones de adherencia son pésimas, si las
blece, por tanto, con verdadero interés la comparamos con la armadura pasiva en redon-
búsqueda de procedimientos que abaraten esta dos. En la figura 1.1.14 representamos una
costosísima operación. cimbra autoportante del viaducto de Martín Gil
de Torroja. Este procedimiento no lo realizan
ni Maillart ni Freyssinet. Corresponde su
Uno de ellos es la autocimbra. Esta
utilización a Melan en Alemania y a Ribera,
solución consiste en realizar una estructura
Zafra, Torroja y Fernández Casado en España.
metálica, muy fácil de construir, que se
h0l111igona, sirviendo mientras se produce esta
operación, de sopOlie del encofrado y una vez JE Ribera (1864-1936) JM ZL?fra (1869-
hOl111igonada de al111adura pasiva del 1923)
h0l111igón. En aquella época, este pro-
cedimiento tuvo una gran actualidad pero tenía
Ambos ingenieros son los instructores
dos inconvenientes que finalmente la han
del hormigón al111ado en España, son
apartado de la construcción moderna. Los
coetáneos, profesores ambos de la escuela de
inconvenientes son: 1°) La operación de
Ingenieros de Caminos de Madrid, puentes el
h0l111igonado es muy complicada pues si se
primero y h0l111igón al111ado el segundo, más
quiere economizar en estructura metálica se
práctico y empresarial el primero, más teórico
debe colocar las cargas de h0I111igón simétri-
el segundo. A los dos el Ministerio de Fomento
camente y lo más repartidas posibles para
les encarga una colección de puentes de arco y
evitar flexiones importantes. El h0l111igón va
otra de puentes rectos de h0l111igón armado.
ayudando poco a poco al acero, incorporando
CAPITULO /- HISTORIA DEL PUENTE 57

I
-_!IH!.l!16n RI3[!D.-

Fig 1416

Fíg. 14 I7

Zafra diseña en sus colecciones de en tracción y los diagonales en compresión.


puentes rectos, dos tipos, puentes formados por Fig. 1.4.16.
dos vigas rectangulares hasta los 25 m de luz,
Un buen ejemplo de esta tipología es el
Fig. 1.4.15, a paliir de la cual recomienda, para
puente del Guaro, dos vanos bi-apoyados de
reducir el peso propio, acudir a las vigas en
26,4 m de luz. Fig. 1.4.17.
celosía en las que gran palie del alma
desaparece. Su colección lleva esta tipología En cuanto a los puentes arco establece
hasta los 50 m. Siempre utiliza los montantes tres colecciones con rebajamientos 1/10, 1/4 Y
58 PUENTES
Javier N/all/erola Armil ell

112, estos últimos generalmente para arcadas No era patiidario, como Zafra, de la viga en
múltiples. Todos ellos se construyeron con la celosía, aunque construyó alguna, como el
ayuda de cimbra autopOliantes interna que puente de Unquera. Fig. 1.4.19. Pensaba que
cubre el doble papel de construir la armadura aunque tenía menos hormigón, era mucho más
principal de arco y servir como soporte del cara que la de alma llena por la dificultad de su
encofrado con lo que actúa como cimbra, Fig. construcción. De hecho, para obviar los
1.4.18. problemas de la fisuración, prefería disponer
un arco cuando la luz sobrepasaba los 25 m.
Ribera fue un fonnidable proyectista y Este hecho dio lugar a una morfología muy
constructor de puentes. Ya hemos visto sus dos propia de él, disponer tramos rectos en los
máximas realizaciones en el puente arco Vatl0S de acceso y arco, o arcos, cuando la luz
metálico del Pino sobre el embalse de central sobrepasaba los 25 m. Son muchos los
Ricobayo en Zamora de 120 m de luz y 6,2 m puentes construidos con esta morfología,
de ancho con proyecto de 1897 y el puente Viaducto de Alfonso XIII en Tenerife (1908),
colgante de Amposta de 134 m de luz y 6,0 m puente de la Reina Victoria en Madrid (1909),
de anchura de 1909. Fig. 1.4.20, en el cual realiza por primera vez
en España dos arcos, uno a cada lado del
Pero toda su actividad como constructor tablero, en lugar de una bóveda transversal
se realizó como constructor de puentes de completa como ya había realizado en sus obras
honnigón annado, tanto rectos como arco. anteriores. En el puente de San Telmo en
Construye en 1902 el puente de Galbardo de Sevilla, repetirá esta disposición. Esta idea la
30 m de luz y 1/10 de rebajamiento. Está toma de Seyourné, ingeniero francés muy
formado por dos arcos independientes, sobre el admirado por Ribera.
que apoyan viguetas transversales. Los arcos
son de 0,5xO,6 m y se construyó con auto-
cimbra fOlmada por dos vigas dobles por arco.

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Fig /4.18
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 59

Fig 14 19 Puente de Unquera

Fig 14.20 Puente de la Reina Victoria (1909)


60 PUENTES
Javier lvfanlelOla Armisen

Fig f421 Puente del Kursaal (1918)

La apOliación más importante de Ribera E. Torroja (1899-1961)


es la invención de la cimbra autopOliante que
ya hemos visto en Zafra y después veremos en Discípulo de Ribera, Torroja constituye
el puente de Maliín-Gil de Torroja y en algún la máxima figura de la Ingeniería en la primera
arco de Fernández Casado. No está claro si la mitad del siglo XX en España. Conocido
invención es del ingeniero alemán Melan o de principalmente por su contribución al mundo
Ribera, o simultánea, lo cierto es que Ribera se de las estructuras laminares, su aportación en
dedica a esta estructura con gran dedicación y todos los campos que tocó fue trascendental.
extiende su ejemplo no solo a puentes arco
sino también a puentes rectos, como es el caso Vamos a citar en este apariado dos
del puente del Kursaal en San Sebastián. acueductos y un puente de hormigón annado,
el acueducto de Tempul de 1926, el puente de
En puentes rectos su máxima realización fenocanil del Esla de 1939-40 y el acueducto
es el citado puente del Kursaal (1918), Fig. de Alloz también de 1939.
1.4.21, fonnado por cuatro tramos de 22 m de
luz y 20 m de anchura. Dispuso 7 vigas longi- Tempul, de 60 m de luz libre, Fig.
tudinales de 1,6 m de canto y una autocimbra 1.4.23, es la primera obra atirantada de la
ligera embutida en cada una de las vigas. Un época moderna, adelantándose conceptual-
puente excelente, corno excelentes son otros mente 14 años al puente de Stromsund de
puentes rectos de honnigón ar1TIado como el Dischinger de 1940, pues los dos tirantes de
situado sobre el río Perales con una pila más hormigón am1ado están tensados mediante
hennosa que útil, contra lo que él pensaba gatos por levantamiento de 25 cm de la silla
como defensa para las avenidas, Fig. 1.4.22. situada sobre las pilas, lo cual permite el des-
CAPITULO 1..- HISTORiA DEL PUENTE

Fig. 1. 422 Puente sobre el río Perales

Fig. 14.23 Acueducto de Tempul (/926)


62 PUENTES
Javier Aifan/erola Annisen

Fig 1424 Acueduc/o de A/loz

cimbrado y la no fisuración en un dintel tan pero que sirve para armar la cabeza superior.
poco apropiado para ser colgado, corno hoy Su pila es un prodigio de simplicidad fonual y
sabernos, por su gran rigidez, se trata de un eficacia resistente.
acueducto de 2 m de canto y de tan poca luz.
La razón del atirantamiento fue resolver un La junta que inevitablemente se produce
problema de cimentación dentro del río Gua- cada 40 m no está bien, sale el agua después de
dalete al evitar la disposición de 2 pilas dentro muchos años de uso, pero este hecho no
del cauce. enturbia para nada semejante obra.

El acueducto de Alloz es de tal Este acueducto pertenece a una gran


perfección conceptual, -resistente y formal- tan tradición española de acueductos con cubas
adelantada a su tiempo que su presencia laminares. Ya había empezado Peña Benf en el
responde a todas las preguntas que pueden acueducto de Tordienta, Fig. 1.4.25 de 877 m
hacerse sobre lo que es ser un acueducto en el de longitud, vanos de 15 m y un cajero
siglo xx. Una obra magistral. Fig. 1.4.24. semicircular con capacidad para 71 m3/seg con
pendiente de 0,001 y ha seguido con
posterioridad en acueductos laminares de
Formada por tramos independientes de
tamaño mucho más grandes, Alcanadre con
40 m de longitud, con pilas formando luces
luces de 60 m y 25 m2 de sección de agua,
iguales de 20 m, configura una estmchlra
Monegros, Canal Imperial de Aragón en
laminar completamente sometida a momentos
Zaragoza, etc, etc. Todas estas obras de una
negativos a lo largo de toda su longitud, con el
manera u otra son deudoras de Alloz, en
fin de tener comprimida la parte inferior, lo
Navarra, cerca de Estella.
más expuesta a la salida del agua. Intenta
pretensar el cordón superior con un proce-
dimiento poco eficaz y prácticamente inútil,
63
CAPITULO /.- HISTORIA DEL PUENTE

fig. 2Ys'--Acueducto de 'l'nrdienta.

SE.CCION MEDIA DE UN TRAMO DE.1SC!2

Fig. 1425 Acueducto de Tardiel71a

El arco del Esla, el viaducto de Martín con la obligación de no variar la forma exterior
Gil, Fig. 1.4.12 Y 1.4.14, de 209 m de luz fue del arco.
proyectado por este ingeniero para la vía de TOlToja utiliza el método Melan-Ribera
ferrocarril de Zamora a Orense a su paso por el de cimbra 'autoportante interna al hormigón
embalse del Esla. Acabada la guerra civil, el para el arco principal, un verdadero alarde de
viaducto que tenía realizado únicamente los dominio resistente, en el cual el arco va au-
tramos de acceso, recoge Ton"oja en 1939 mentando su resistencia y rigidez por sucesivos
64 PUENTES
Javier MalJlerola ArmiselJ

honnigonados, hasta su tenninación en una


estructura cada vez más alejada de la
inestabilidad.

Fonnalmente, entre Alloz y Martín Gil


del mismo año 1940, existe una distanci~
abismal.
Fig 1426 (1)

SECCiÓN LONGITUDINAL
:y==9~f"1'~d"~;'~~=::i:: F
~'oo¡oo "oo~:rf,8dt--r=p=
lJo o,.

56p,lotu 30pdoto::s 30plote-1 3op,lo!e. 30pilold 56 pilotes


¡-UliO 20.00 1 2000 I 1 lHO _ _
e5.2 o ~

SECCiÓN TRANSVERSAL
SECCiONES CENTRALES SECCIONES POR ACARTElAM1ENTOG

~l~O--"---

Fig 1426(2)

Carlos Fernández Casado (1905-1988) Los puentes arco de honnigón annado


los realiza según tres procesos constructivos
La obra en hormigón annado se realiza
diferentes.
en. ~a primera ~ar;:e de su vida, en la segunda
utIliza el honmgon pretensado, y esporádica- . En el acueducto del Najerilla (1944),
mente, alguna construcción metálica, nunca en FIg. 1.4.27, Fernández Casado utiliza la
puentes. auto~imbra metálica impuesta en la tecnología
espanola de puentes arco por Ribera. Se trata
Los puentes de altura estricta, corres-
de un arco de 60 m de luz y 16 m de flecha que
ponden a una colección desarrollada entre los
soporta un cajero para el transporte del agua de
~ños ~ 930 Y 194~ de los cuales por él y otros
1,8 m por 1,8 m. Los arcos eran de canto
mge~Ie:.os se realizaron más de 50 ejemplares.
variable entre 0,6 m en clave al, 1 m en
Su dIseno recoge la estructura adintelada en su
ananque.
más clásica acepción. Su forma y proporciones
se adecuan en condiciones exactas a la distri-
En el acueducto del embalse de Gabriel
buc~?n de esfuerzos y a la simplicidad de eje-
y Galán .s?bre el río Alagón (1969), Fig.
CUClOn, dando lugar a obras estrictas. Están
1.4.28, utIliza una morfología tipo Maillari,
formadas por una serie de vigas longitudinales
muy adecuada para acueductos ya que la carga
en "T" de canto variable con losa inferior en la
es constante, el cajero obligatoriamente, para el
zona de apoyos, lo que detennina con la losa
trans~ort.e del agua, tiene gran rigidez, lo que
superior y las almas una auténtica losa alige-
penmte Ir a arcos muy delgados. Consta de 4
rada de gran rigidez a flexión y torsión. Fig.
grandes.arcos de 60 m de luz. Se construyó
1.4.26. Aunque este tipo de puentes era de uso
s?b~e cImbra apoyada en el suelo, proce-
muy, frecu~nte en Europa, en la época,
dll~llento molesto, pues la cimbra no se puede
Fernandez Casado les introduce en un orden
qUitar hasta que el cajero está tenninado.
complementario de gran precisión y belleza.
CAPITULO 1- HISTORIA DEL PUENTE 65

Fig. 14 Z7 (1)

Fig. 1427 (2) Acueducto de Najeril/a Fig 1428 Acueducto sobre el Embalse de Gabriel)' Galán

Fig. 14.30 Puente sobre el aliviadero de Cubil/as

Fig. 1429 Puende de Mérida

tímpanos macizos que solidarizan entre sí los


El tercer procedimiento que utiliza para arcos y eliminan la rotura de al clave. Sobre
constmir puentes arco es la prefabricación, ellos se hormigona el tablero. De esta tipología
procedimiento muy utilizado por él en muchas tenemos, el puente sobre el aliviadero de
experiencias de puentes y otro tipo de estmctu- Cubillas (1954), Fig. 1.4.30, de 49 m de luz, el
ras. Consiste en la fabricación de en un arco puente de Mérida (1955) con vanos arcos de 60
triarticulado, lo que pel111ite su elevación en m de luz y finalmente el de Mieres (1967)
dos tramos con apoyo provisional en el centro, f0l111ado por un solo arco tímpano de 70 In de
Fig. 1.4.29. Esta estmctura sirve de apoyo a luz.
66 PUENTES
Javier Jvfantero/a Armisen

Propuesta de Puente Gótico

Puente prefabricado
CAPITULO 2 - PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 67

2.... PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE

El conjunto de posibilidades que la tec- Tenemos honnigones armados y preten-


nología actual nos ofrece para realizar puentes sados que utilizan honnigón de distintas ca-
se puede ordenar en función de dos variables racterísticas:
fundamentales. El material utilizado en la rea-
lización del puente y la tipología estructural Hom1igón normal Resistencia::; 50,0 MPa
empleada. Podría considerarse una tercera
variable, no tan independiente como las otras Hormigón alta
dos pero que tiene cielta autonomía propia, el resistencia Resistencia entre 60,0 y 100,0 MPa
proceso constructivo. Cómo se construye un
puente está relacionado con cómo es el puente, Hormigón ligero Resistencia - 30,0 ó 40,0 MPa, con
pero no de una manera biunívoca, la prefabri- densidad de 1,8 a 2,0 TnJm 3
cación o la construcción "in situ" en las obras
de hOlmigón, la construcción en avance en
El acero, considerado en barras, hilos, o
voladizo, el empuje de los tableros, etc, son
torones se constituye como material indepen-
otros tantos procedimientos actuales de cons-
diente en los tirantes de los puentes. Utilizado
huir puentes relacionados, unos mas, otros
como material estructural básico se presenta en
menos, con un tipo de puente determinado.
chapas, perfiles, tubos para constituir los
puentes metálicos y mixtos, estos últimos co-
2.1.- El material resistente nectados con el hormigón para constituir la
estructura básica del puente.

En la actualidad se tienen dos materiales


Los aceros en chapas nonnalmente utili-
de construcción básicos, el honnigón y el
zados son:
acero, nombres genéricos que representan una
gama variada de características y posibilidad
de combinaciones.
68 PUENTES
Javier Man/erola AI/nisen

8235 f v ,2: 235 Mpa f u ,2: 360 MPa


8275 f v ,2: 275 Mpa fu;:::: 430 MPa

8355 f~,2: 355 Mpa f u ,2: 510 MPa


8460 f v ,2: 460 Mpa f u ,2: 565 MPa

En cuanto a los materiales futuros, que responsables primeras de la función resistente


en poco tiempo estarán disponibles para la mientras que la matriz penuite la transmisión
constmcción de puentes, tenemos las fibras de fuerzas y provee la fonua y la protección.
embebidas en polimeros, FPR Consisten en Tiene grandes ventajas, su peso propio es bajo,
fibras de cristal, carbón o aramida embebidas alta resistencia mecánica, no se conoe ni se
en una matriz de polimeros. Las fibras son las fatiga, es capaz de acoplarse a cualquier forma
y es fácil de manteneL

Propiedades Unidad Fibras cristal Fibras carbón Fibras -----


Resistencia a trac- MPA 3500 2600-3600 2800-3600
ción
Mod. Elas. E 6PA 73 200-400 80-190
Alarg. rotura % ~4,5 0,6-1,5 2,0-4,0
Densidad g/cm3 2,6 1,7-1,9 1,4
Coeficiente de 10 6 K 5-6 Axia1-0,la -3,5
expansión termica -1,3 radial 1,8
Diámetro um 3-13 6-7 12
Estructura isotrópico anisotropa Anisotropa
Propiedades mecánicas de las fibras tomado de Flemming

conexlOn entre losas de FRP y las viguetas


Actualmente se manifiestan en dos metálicas o de h0l111igón existente se realiza
direcciones, elementos de tracción y elementos con procedimientos habituales tales como per-
que resisten la flexión. nos, etc, embutidos en mOlieras sin retracción
inyectados en la zona de al conexión. Fig. 2.1.1
Los elementos de tracción se produ-
cen como tirantes, cables, compuestos de fibras Como estmcturas completas, hasta el
de carbón o aramida o como bandas superfi- momento se han realizado principalmente pa-
ciales para adherir, generalmente sobre hormi- sarelas de peatones con todos los componentes
gones, con el fin de efectuar reparaciones, lo de FRP o estmcturas híbridas consistentes, por
cual se realiza con mucho éxito. una lado en materiales tradicionales (acero,
hormigón, madera) y por otro lado perfiles de
Los elementos a flexión se producen FRP.
en fonua de vigas o placas. Se producen por
poltmsión. Las fonuas son generalmente ple- Para reducir el tamaño de los perfiles
gadas y están sujetas a diferentes patentes. a adoptar se ha reclllTido hasta ahora a estruc-
Difícilmente pasan de 20 cm de espesor. Las turas atirantadas o en arco para salvar luces
conexiones entre placas se realizan con adhesi- impOliantes. Por ejemplo la pasarela de
vos, tomillos, etc. Se suelen utilizar para table- Aberfeldy de 63 m de luz y 113 m de longitud
ros dispuestos sobre la estmctura portante se ha realizado con esquema clásico de es-
principal. Este tipo de utilización se ha reali- tmctura atirantada. La pasarela de las proximi-
zado para sustitución de tableros en puentes en dades de Lérida de lA. Sobrino y M.D.G.
celosía antiguos, muy acotados de capacidad Pulido es un arco de tablero inferior de 38 m
de carga y con este forjado, mucho más ligero, de luz. El material utilizado es FRP con fibras
se aumenta la cuantía de la carga de uso. La de vidrio. Las uniones de los elementos básicos
CAPITULO 2 - PlANTEAMIENTO GENERAL DEl PUENTE 69

del dintel se realizan unos atornillados con


tornillos de acero inoxidable. Fig. 2.1.2.

2.2.- Tipología estructural

De entre la multitud de disposiciones


posibles en la configuración de la estructura
resistente del puente, podemos establecer tres
grandes familias.

a) Puentes rectos o puentes viga. Se po-


drían definir vagamente como aque-
llos puentes en lo cuales el camino
de rodadura del móvil que lo utiliza
coincide con la estructura resistente
principal. Es una definición algo im-
precisa y vista desde el móvil. Desde
un punto de vista resistente podría-
mos decir que son puentes viga, que
utilizan la flexión generalizada
(flexión, cortantes, torsión, etc)
como mecanismo fundamental para
transmitir las cargas. Fig. 2.2.1 a.

b) En segundo lugar tenemos los puen-


tes arco, que utilizan a este último,
en sus muchas modalidades, como
elemento fundamental de soporte del
tablero. Fig. 2.2.1 b.

c) En tercer lugar los puentes atiranta-


dos, Fig. 2.2.1 c, y colgados, Fig. Fig. 2J I
2.2.1d, que utilizan una serie de ti-
rantes o un cable colgado ó ambos a
la vez como sopOlie principal del ta-
blero, por donde circulan los coches.

Fig Z /2 Pasarela el/lasproximidades de Lénda fA Soblil/oy AfD G Pulido


70 PUENTES
Javier lv/an/erola Armisen

Fig 2 2 1a Puellle sobre el Guadiana - Badajoz

Fig 2.21 b Puente sobre el río Escudo- Can/abria


CAPITULO 2.- PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 71

Naturalmente estas tres familias de puentes se


utilizan con cualquiera de los dos materiales
básicos citados. Tenemos puentes arco de
hOl1nigón Ó puentes rectos mixtos o puentes
colgantes rnetálicos, siendo intercambiables, en
la mayoría de los casos, la tipología y el
material resistente utilizado.

2.3.- La luz y el peso propio del


puente

Si se parte, para razonar, del comporta-


miento resistente del puente recto, tendremos
que el esfuerzo mas significativo que lo confi-
gura es la flexión, cuyo valor viene dado por
una expresión genérica:

M=K.P.L 2

Fig. 22.1 e Puente de Barrios de Luna

Fig 2 JI d Puente de HUl1lber-Inglaterra


72 PUENTES
Javier NJanlerola Armisen

Tn / 1'12

3.0
J.Mothivot
2.5 R.A.Swonn

2.0

1.5

1.0

0.5

o 50 lOO 150 200

Fig. 2,3 1 Peso propio dellablero en jimción de la luz

Ll L2 L3 L ( luz)

2.32 Relación entre el precio del puente y la luz, en jimción de la lipología wilizada
CAPITULO 2.- PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 73

donde K es una constante que depende del siciones de esa voluntad de obtener
punto en cuestión dentro del dintel, del tipo y la máxima eficacia resistente con el
ordenación del mismo, del tipo de apoyos, etc, mínimo peso.
etc. P es la carga que solicita al puente y L es
su luz. b) Se puede utilizar materiales, que
proporcionan una excelente relación
La cuantía del momento va a depender, resistencia/peso propio. De la utili-
por tanto, además de la configuración del zación del hormigón normal se
puente, de su carga y de la luz, siendo ésta la puede pasar a la utilización de hor-
variable mas importante pues va al cuadrado. migones ligeros resistentes, ó a hor-
migones de alta resistencia, con den-
Si consideramos en primer lugar a la sidades poco mayores de lo nonnaL
carga P que solicita al puente, vemos que el De una manera aún mas eficaz, se
peso propio del material resistente es, entre puede pasar a utilizar el acero, en su
todas las cargas que lo solicitan-carga muerta, dimensión de construcción mixta o
sobrecarga, etc,-Ia mas impOliante, pudiendo metálica pura, pues este material
llegar a ser entre el 80% y el 90% de la carga tiene una relación resistencia a peso
total para un puente de honnigón de gran luz. propio mucho mejor que la del hor-
Será por tanto objeto principal de diseño mi- migón.
nimizar el peso propio del puente, eligiendo y
distribuyendo el material de manera a obtener Si dividimos resistencia caracterís-
su máxima eficacia resistente. Toda la configu- tica del material por el peso propio
ración de las secciones transversales de los del material constitutivo, vemos que
puentes rectos viene condicionada por este fin. el hormigón nonnal de 40,0 MPa de
resistencia, tiene una relación de 16
Pero confonne aumenta la luz del m, mientras que un acero S355
puente, el momento flector aumenta también y tiene 66 m, es decir mas de cuatro
por tanto la cantidad de material necesario para veces mejor.
resistirlo, es decir, el peso propio. En un
puente recto de honnigón, el peso propio - Por tanto, conforme aumenta la luz,
traducción en cargas de la capacidad resistente la tendencia a utilizar, como material
de la sección - crece con el momento flector y básico, materiales mas resistentes,
éste con el peso y así sucesivamente en una honnigón de alta resistencia ó aceros
progresión creciente que se equilibra en curvas cada vez mejores, es mayor.
del tipo de crecimiento geométrico, que se ve
en la figura 2.3.1., que relaciona el peso propio a) El paso siguiente y definitivo es va-
de dinteles rectos de hormigón con la luz del riar además la tipología estructural.
puente. Para salvar una determinada luz, un
puente arco, un puente atirantado o
Es claro, entonces, que cuanto mayor es colgado son mas eficaces que un
la luz, mayor es el peso propio de la estructura puente viga. Los momentos flecto-
resistente, de manera que como hemos dicho se res, que configuran la cuantía de la
puede considerar que en un puente de 100 me- respuesta resistente de un puente
tros de luz de honnigón, el 90% de su capaci- recto, pierden sentido cuando se trata
dad resistente se destina a resistirse a sí mismo, de un puente arco o un puente col-
quedando el 10% restante para resistir la carga gado. Una lectura indirecta que po-
a que se destina el puente. dría hacerse de estas tipologías sería
que un arco o un sistema de tirantes
Se comprende que el enfrentamiento de constituyen un complejo sistema de
este problema en los puentes rectos pasa por apoyos elásticos del dintel, el cual
las siguientes opciones: reduce así extraordinariamente sus
flexiones.
a) Distribuir el material de la m~jor
manera posible para obtener con él Cieliamente esta reducción radical
la máxima eficacia resistente. Las de los esfuerzos del dintel se realiza
secciones aligeradas, en T, doble T, con la adición de un material resis-
sección cajón, son otras tantas expo- tente, visto en fonna de arco, en el
74 PUENTES
Javier N/anterola AI/nisen

caso de un puente arco, o de cables la definición de la solución adecuada depen-


en el caso de un puente atirantado o derá además de factores no objetivables en una
colgado. Pero el peso de estos ele- exposición de este tipo. Esta franja varía en
mentos y su coste es menor que el función del tiempo y del país, pero se sabe casi
del dintel necesario cuando se trata siempre donde no está y se sabe también por
de grandes luces. donde está.

De estas consideraciones podríamos Si elegimos como tipología a discutir el


concluir que si la configuración resistente mas puente arco, el problema sería mas complicado
eficaz es la atirantado, por ejemplo, y el mate- todavía, pues a las incertidumbres anteriores,
rial con una relación resistencia/peso mayor es hay que sumarle la mayor exigencia de la solu-
el acero, todos los puentes deberían ser de ción arco en cuanto a las características resis-
acero y atirantados. tentes del teneno. Podemos establecer entre los
cien y doscientos metros de luz, la zona en la
Pero se olvida una variable fundamental cual, las tres tipologías compiten entre sí. Pero
en esta argumentación y es el precio. En la lo sabemos ahora, puede que en unos años se
figura 2.3.2 establecemos tres curvas del coste haya movido hacia un lado o hacia otro. Para
ideal de los puentes, que nos van a servir para complicar más el asunto, existen otras posibili-
razonar. Se puede decir que el precio del dades de puentes, puentes en celosía, puentes
puente recto, como del puente arco ó como del con pretensado extradorsal, por ejemplo, que
puente atirantado y/ó colgado, crece exponen- funcionan bien en las franjas indecisas.
cialmente con la luz, pero así como el puente
arco es mas caro que el puente recto para luces 2.4.- Puente recto o puente viga
pequeñas es más barato para luces grandes, lo
mismo le pasa al puente atirantado ó colgado. Está constituido por una estructura viga,
en el sentido mas general, que se apoya en dos
Estas afirmaciones son mas o menos estribos extremos y una serie de pilares inter-
ciertas. Que un puente atirantado sea más ba- medios, Fig. 2.4.0L
rato que un puente recto a partir de una deter-
minada luz L2 , es en general verdad, pero lo Los estribos extremos establecen la tran-
que no sabemos es situar con precisión cual es sición de la estructura del puente con el te-
el valor de L2 y más aún, no sabemos si existe nena, contienen las tienas para que no invadan
un valor de L2 que sea la frontera entre la eco- la zona bajo el puente que queremos controlar,
nomía de una u otra tipología. Si decimos que sirven de apoyo al dintel y permiten que se
L2 es igual a 300 m de luz, podemos tener casi produzcan los movimientos relativos entre
la seguridad de que un puente atirantado es tablero y estribo producidos por las deforma-
más barato que un puente recto de hormigón. ciones impuestas de temperatura, fluencia y
Si decimos que L2 = 200 m empezaremos a retracción. Las pilas determinan la luz o las
tener dudas. Dependerá del material que utili- luces del tablero, reciben las cargas que éste
cemos, del coste que tiene cada uno de los les transmite y las trasladan al suelo a través de
elementos que constituye el puente en el mo- la cimentación.
mento que lo estamos fabricando, de la expe-
riencia del constructor, etc, etc. También de- El camino de rodadura se dispone gene-
pende del número de puentes que se hagan de ralmente sobre la estruchlra viga, aunque tam-
uno u otro tipo, lo que sin duda redundará en el bién puede estar sihlado dentro de ella o en
abaratamiento o encarecimiento de sus compo- situación intermedia. Esta constituido por las
nentes especiales. Si ponemos L2 en 100 m, calzadas, en el caso de un puente de caneteras,
podemos decir, en este momento, casi con total ó el balasto y las vías, en el caso de un puente
seguridad, que el puente recto de h01111igón es de fenocanil, las aceras y defensas. Pavimento
más barato que el atirantado. o vías y balasto, aceras, defensas, servicios,
etc. constituyen la carga muerta que solicita al
L2 es, por tanto, una variable para razo- puente.
nar, no tiene una respuesta exacta. La respuesta
más conecta a este problema sería la de que El ámbito de luces en que se han movido
existe una franja de luces, en las cuales, la este tipo de puentes alcanza los 260 m de luz
solución óptima, en cuanto al precio existe, en el puente de Northumberland en Canadá
que puede pertenecer a una u otra familia y que para puentes de hormigón y los 300 m en vigas
CAPITULO 2.- PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 75

Fig. 2.4.01 Viaducto de Can Balast - Barcelona

rectas metálicas del alma llena, puente Niteroi


en Brasil (1969-1974). En vigas en celosía Puentes de luces cortas y medias L::::50m
metálicas, el puente recto alcanzó su luz
Puentes de grandes luces L~50m
máxima en el puente de Quebec (1918) con
549,0 m de luz y más recientemente se ha
Establecer, precisamente en 50 m, la
construido en USA el puente de Astoria de 375
frontera divisoria entre las dos familias de
m de luz (1964-1968).
puentes no deja de ser d~doso, p~ro esa fron-
tera existe y va a detenmnar el tIpo de cons-
trucción a utilizar, la cual va a tener, a su vez,
2.4.1.- Clasificación
una enonne impOliancia en relación con la
sección transversal del dintel. De la misma
Son varios los parámetros que pueden
manera que hemos puesto 50 m, po.díamos
servir para la clasificación de los puentes rec-
poner 40 m ó 60 m, y este valor provIene de
tos. El material, la luz del puente y el proceso
que los puentes de luces corta.s ~ medias se
constmctivo. Estos tres parámetros están rela-
caracterizan porque los procedImIentos cons-
cionados entre sí aunque su relación no sea
tmctivos que utilizan penniten constmir el
necesariamente bi-únivoca. De esos tres pará-
puente, de pila a pila, sin necesidad de utilizar
metros, el más útil para la clasificación es la
apoyos intermedios provisionales. En el caso
luz la cual va a indicamos cual ó cuales de los
de vigas prefabricadas de hormigón dependerá
pr;cesos constmctivos que disponemos es o
del material utilizado, del peso del elemento a
son los mas adecuados, y cómo se debe confi-
colocar, de su envergadura, y que sea mas o
gurar el dintel, en función del material que
menos manejable con los procedimientos nor-
utilizamos.
males. De la misma manera, en los puentes
realizados "in situ" el tamaño de las cimbras
En función de la luz se establece una
autopOliantes económicas oscilan, hoy en día,
primera clasificación en:
alrededor de ese valor. Fig. 2.4.01.
76 PUENTES
Javier Manterola Armisen

Fig 2.4 02 Puente de Cuatro Caminos (Madrid)

Sería más impreciso, pero más aceItado,


Es evidente entonces, que dependería de establecer la definición de puente de luces
la capacidad de carga de los medios de mon- cortas y medias, como los que responden a
taje, lo que detenninase el límite que separa las luces menores o próximas a los 50 m y que
luces medias de las grandes luces. Sin embargo optimizan material y medios de montaje para
tarnpoco esto es cierto, pues si normalmente obtener una respuesta resistente adecuada.
los medios de montaje habituales pueden colo- Pues son luces que se establecen alrededor del
car sin dificultad vigas de hormigón de hasta valor citado las que diferencian, hoy en día, un
40 m ó 45 m y vigas metálicas mayores, tipo de construcción de puente de otro.
cuando el puente es extraordinariamente largo,
caso de los accesos al puente del Gran Belt en 2.4.2.- Puentes de luces cortas y me-
Dinamarca, ó el puente de Northhumberland dias
en Canadá, de 10,9 km de longitud, se han
Si consideramos como material resis-
montado de una sola vez, con grúas flotantes
tente el hormigón, tenemos tres tipos de sec-
especiales, vigas cajón de 192,9 m de longitud
ciones transversales, a saber: sección de vigas
y 8000 Tn de peso y estas grúas, evidente-
prefabricadas, sección en losa aligerada y sec-
mente, no son normales hoy en día y solo son
ción cajón. Si consideramos el acero tendre-
económicas en casos como los que acabamos
mos: la sección vigas doble "T" y sección ca-
de referir. Un caso similar de construcción, el
jón.
dintel metálico de 300 m de luz del puente de
la Bahía de Niteroi, en Brasil, se construyó El planteamiento que guía el diseño de
llevándolo completo por flotación e izándolo todas estas secciones es aprovechar al máximo
por medio de tirantes desde las pilas definiti- el material, distribuyéndolo de la manera mas
vas. adecuada posible para obtener la máxima efi-
CAPITULO 2- PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 77

cacia resistente, lo cual en el caso del honni- La seCClOn a) y b) corresponden a los


gón es fundamental para reducir el peso propio planteamientos clásicos de prefabricación de
y en el caso del acero para minimizar el coste vigas de hormigón tipo doble "T" ó artesa,
del material. cuya ejecución está muy industrializada. Con
pesos que alcanzan hasta las 100 Tn, estas
En la figura 2.4.0.3 representamos una vigas se perfilan extraordinariamente para
serie de secciones transversales de hormigón obtener la máxima inercia con el mínimo peso
que pasamos a comentar.

! ! ! o)

F? 1\===:J\ Ir LJ(9 b)

e)

d)

e)
\~c======::::::....,2/

f )

Fig 2403
78 PUENTES
Javier J'dan/erola Anllisen

y se pueden montar entre pilas con los proce- en los cuales, el puente está muy en contacto
dimientos habituales. Dado su tipo de cons- con el ciudadano. En tercer lugar, dada la gran
trucción, estas vigas se instalan en tramos bi- rigidez transversal del dintel, es posible esta-
apoyados. Aunque no obligatoriamente, las blecer un tamaño de pilas y una colocación de
ventajas resistentes que se obtienen por la con- las mismas, mucho menos exigente que en el
tinuidad estructural entre vanos no compensa, caso de tableros formados por vigas prefabri-
económicamente hablando, los inconvenientes cadas. Por último, los procedimientos de cons-
de establecer esta unión en vigas prefabricadas. trucción nonnalmente utilizados aconsejan
Fig. 2.4.04. Solo se suele dar continuidad a la establecer tableros continuos con la consi-
losa superior, la que cubre y une entre sí las guiente ventaja resistente.
vigas, y esto con el fin de eliminar juntas y
facilitar así la rodadura de los vehículos. En el Entre los inconvenientes conviene indi-
caso de puentes de fenocarril, la gran carga car que su construcción está menos industriali-
que representa este móvil, desaconseja, a zada que en el caso de las vigas prefabricadas,
efectos resistentes, introducir la continuidad lo que produce, normalmente, puentes mas
entre vanos. Solamente a efectos de controlar pesados que los de vigas. No obstante se ha
la deformada puede ser interesante. progresado grandemente en la industrialización
de esta tipología.
La construcción de losas aligeradas, Fig.
2.4.03 c y d , como dintel de los puentes de Los cantos de estos tableros oscilan al-
luces cortas y medias - presenta algunas ven- rededor de L/20, con tendencia a reducirse, en
tajas sobre el puente de vigas y algunos incon- los puentes losa, hasta L/30 ó incluso L/40,
venientes. Entre sus ventajas se encuentra en aunque estos últimos valores resultan excesi-
primer lugar y de una manera evidente, la rna- vamente pequeños, el puente vibra mucho y la
yor flexibilidad de este tipo de estructuras para cantidad de pretensado que necesita es grande.
acomodarse a trazados en planta curvos, obli- Es una tendencia contraria a los puentes de
cuos, etc. En segundo lugar permite mayor vigas prefabricadas, que aunque pueden esta-
libertad de f0l111alización del dintel, lo cual es blecerse cantos menores de L/20, generalmente
muy interesante en el caso de puentes urbanos, se adopta éste o aún mayores, L/18 ó L/15. Fig.
2.4.04.

La tendencia al aligeramiento de un
puente losa aumenta con la luz. Para puentes
pequeños, L < 25 m, aligerar una losa de 1 m ó
0,8 m resulta mas costoso que útil. Por el con-
trario para puentes de 40 ó 50 m de luz, merece
la pena establecer un aligeramiento eficaz que
reduzca peso y mantenga una adecuada capa-
cidad resistente.

No solo en planta, sino en sección, el ta-


blero losa puede admitir variaciones fOlmales
importantes respecto a las secciones clásicas
sin que ello signifique una disminución im-
pOliante de su rendimiento resistente, Fig.
2.4.03d Y2.4.05.

La sección cajón era, hasta hace relati-


vamente poco tiempo, patrimonio exclusivo de
los puentes de gran luz. Sin embargo con el
aumento de la potencia de los medios de colo-
cación y en las dimensiones reducidas que
conesponden a los puentes de luces cortas y
medias, ha vuelto a tomar actualidad cuando se
utiliza la prefabricación. En la Fig. 2.4.03e
Fig 2.4. 04 Puente de Torre Baró - Barcelona
vemos una sección cajón completa, asociada a
CAPITULO 2- PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 79

Fig. 2.405 Pasos superiores en la Ronda de la Hispanidad -Zaragoza

a)

'j_'dil_'_'_' ,G2_'''_''U'_'''U_'U''_'''''l"",l> bJ
" _i1

Fig. 2406

la prefabricación por dovelas, y que se unen Cuando se utiliza el acero como material
para fonnar una unidad del orden de 30 m a 40 básico se suele emplear en su modalidad de
m, que se monta entre pilas, dándose la conti- estructura mixta. Se optimizan así la eficacia
nuidad entre vanos por pretensado exterior. En de ambos materiales, el hormigón, por su
la Fig. 2.4.03f. tenemos una viga prefabricada buena resistencia a compresión y b~jo costo y
que se coloca de una sola vez entre pilas y una el acero, por su gran resistencia a tracción y
vez situada, sirve de sopOlte a una losa tam- poco peso. Con respecto a su morfología las
bién prefabricada o "in situ". opciones básicas aparecen en la Fig. 2.4.06. Y
80 PUENTES
Javier .Manterola Annisen

nA & Q )

J= 1
i\ ~"
'\257' b)

SECCION POR VANO

d)

SECCION POR PILAS

Fig 2.4.07

2.4.07. Las correspondientes a la Fig. 2.4.06 La mayor capacidad resistente de las vi-
son las disposiciones más elementales y coin- gas metálicas pennite la reducción del número
ciden con las versiones en honnigón, de la ª de vigas si lo comparamos con una solución de
Fig. 2.4.03. La más elemental de las disposi- vigas doble "T" de honnigón. Para una calzada
ciones es la constituida por dos vigas doble T normal de dos carriles, es dificil que sean ne-
enlazadas entre sí por un elemento transversal cesarias mas de dos vigas. La losa superior de
que rigidiza la sección a la flexión transversal hOImigón puede ser prefabricada, o realizada
y a la distorsión. Si se necesita rigidez a torsión "in situ", con cmro de avance. En este tipo de
complementaria - a veces no basta con la configuración, no pasa como en las soluciones
proporcionada por la torsión no uniforme - se de hormigón que van asociadas a vigas bi-apo-
pueden triangular los cordones inferiores entre yadas, la continuidad es elemental realizarla en
sí para fonnar una viga cajón a efectos resis- acero. En el caso de puentes más anchos, se
tentes, o lo que es mejor, acudir a una sección pueden realizar, también, tableros de dos vigas
cajón. La rigidización longitudinal de las cha- Fig. 2.4.06b, y entonces es necesario disponer
pas tiende a reducirse mucho e incluso a des- un costoso tejido de vigas transversales, de
aparecer, aún a costa de utilizar espesores ma- alma llena ó trianguladas. Suele ser más ade-
yores para las almas, pues esto redunda en cuado acudir a secciones como las que apare-
economía de la mano de obra. El rendimiento cen en la Fig. 2.4.06 c y d, con cuatro vigas en
resistente de estas secciones es óptimo. sección doble "T" o cajón.
CAPITULO 2 - PLANTEAlvflENTO GENERAL DEL PUENTE 81

La secclOn caJon 2.4.07b tiene limita- triangular, como la representada, o sección


ciones de aprovechamiento del material de la rectangular clásica.
chapa inferior, con pérdida de eficacia de la
zona sobre apoyos por deformación por es- 2.4.3.- Puentes de grandes luces
fuerzo cortante y abolladura. La sección com-
pacta reduce mucho la eficacia de esta tipolo- Hemos establecido en SO m la dudosa
gía para luces pequeñas. Comparado con la frontera con las luces medias y hemos dado las
solución 2.4.07a. solo tenemos una mejora en razones para elegir este valor. A partir de SO m
la rigidez a torsión. estarían, por tanto, los puentes rectos de
grandes luces. Sin embargo es mas exacto
definir el concepto de puente de gran luz,
cuando la optimización de su costo viene
asociado a uno de los dos ó a los dos conceptos
siguientes: utilización de sección cajón y
construcción en avance en voladizo. Esta
definición es también incompleta, pero define
mejor la realidad de estos puentes.

La sección c~jón no solo es la mas


eficaz desde un punto de vista resistente,
máxima resistencia a flexión y torsión, tanto
para puentes metálicos como para puentes de
hormigón, sino que además, en estos últimos,
son las que m~jor optimizan el peso y
distribución del material, Fig. 2.4.09.

La viga cajón en honnigón, tiene varias


configuraciones en función de su anchura. De
una viga cajón monocelular, Fig. 2.4.09a, para
anchuras de lOa 14 m, se puede pasar, con-
forme aumenta la anchura, a vigas cajón únicas
de dos o más células. Fig. 2.4.09b. Cuando a la
anchura total del puente corresponde a la de

Fig 2408

Cuando aumenta la anchura, puentes de


25 a 30 m, se multiplica el número de almas
Fig. 2.4.06 c y d con lo cual se puede reducir el
espesor de la losa de compresión a la vez que a)
se reduce el efecto de la deformación por es-
fuerzo cOliante en el comportamiento de las
cabezas de compresión y tracción. Cuando se
utilizan pequeñas vigas cajón, Fig. 2.4.06d., no
se dispone ningún rigidizador longitudinal ni
b)
transversal, salvo el situado en el apoyo, lo
cual simplifica mucho su ejecución.

Las celosías, 2.4.07 a y b, y fig. 2.4.08


han pasado por una serie de vicisitudes a lo
largo de su historia, desde una apabullante e)
presencia, a lo largo de todo el siglo XIX,
hasta que el siglo XX desarrolló las vigas de
alma llena como configuración más eficaz.
Recientemente esta estructura, no demasiado
eficaz ni económica, en tubos o perfiles, está
reactualizándose en configuraciones de sección d)

Fig 24.09
82 PUENTES
Javier Man/erola AllIlisen

una autopista se pueden disponer dos vigas la losa de hormigón. Resulta mucho más
cajón monocelulares separadas, una por vía de costosa, y para el ámbito de 100 m a 200 m de
circulación, o una sola viga cajón provista de luz, puede ser mas favorable la sección mixta
puntales o costillas transversales. Fig. 2.4.09c. con hormigón nonnal o ligero. Únicamente
con luces mayores la losa ortótropa puede ser
Las soluciones en acero no presentan interesante. Fig. 2.4.1 Oc.
una diferencia morfológica con las de hormi-
gón. Se utilizan cajones monocelulares, Fig. Lo que si se está utilizando cada vez
2.4. lOa, cajones con puntales exteriores, Fig. mas, es la doble acción mixta, con hOl1nigo-
2.4.l0b. La utilización de vigas en doble T nado de la chapa inferior del cajón en la zona
puede prolongarse a este ámbito de luces. Lo de pilas. Se reduce así de espesor de chapa en
que no suele ser frecuente es la utilización de esa zona con la consiguiente ventaja de precio
la losa ortótropa metálica como sustitución de en material y soldaduras.

o)

b)

e)

Fig 2.4.10

Yugoslavia, Fig. 2.5.0la., y los 518 m en


2.5.- El puente arco
puente metálico en celosía (1973-1977) en el
Esta tipología de puentes experimentó New River Bridge en USA. Fig. 2.5.0lb.
un parón en su propio desanollo con la exten-
sión de dos tipologías modernas. Los puentes El puente arco está constituido por dos
rectos de honnigón pretensado, construidos en elementos fundamentales. El arco, principal
avance en voladizo, que alcanzó los 202 m de elemento resistente, cuya forma viene determi-
luz en el puente de Bendorf y que le cortó el nada como el antifunicular de la carga perma-
camino por el lado de las luces bajas, y el nente del puente y, en segundo lugar el tablero,
puente atirantado, que solapándose con el ante- cuya geometría se acopla a las exigencias de la
rior, ha cubierto luces de hasta 856 m en el rasante de la carretera o fenocanil y que tienen
puente de Normandía. Sin embargo, la cons- un papel resistente secundario. Entre ellos se
trucción de arcos de hormigón en avance en disponen los pilares que transfieren la carga
voladizo y la recuperación de la celosía como del tablero al arco y éste la transmite a la ci-
estructura del arco, ha relanzado esta tipología. mentación.

El ámbito de luces en que se han des- La geometría del arco determina que los
anollado alcanza los 390 m de luz en puentes esfuerzos que lo solicitan, bajo la acción de la
de hormigón, puente de KRK (1976-1978) en carga permanente, sean casi exclusivamente de
CAPITULO 2.- PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 83

\67015

sr ,..

__ ~2~68~.~00~ ~_11
__ -:L!=..:I-",:::- 1 1005.1
a)

Puentes K R K - Croacia

+-----------------------~~ ,JI!. - - - - - - - - - _.. - - - - - - - -1

b)

New River Bridf!.e USA

Fig 2501

a)

~~
11.: · ~
'.' ..
~
- '~."'"

~ ~ b)

------------
---:::?j:-,-::---

M
s e)

Fig 2502
84 PUENTES
Javier lv/anterola Armisen

compresión, con la introducción de una [-uerte 2.5.1.- Clasificación


componente inclinada en el teneno, Fig.
2.S.02a. Sin embargo, bajo la sobrecarga de Si atendemos a su morfología, el puente
utilización, que no tiene porqué tener una dis- arco se divide en tres grandes familiar según
tribución antifunicular, se producen tanto com- sea la sih¡ación relativa entre arco y tablero.
presiones como flexiones, Fig. 2.5.02b. En la
suma de ambos efectos predomina la compre-
sión, para luces grandes, lo que es bastante Arco con tablero superior
fácil de resistir, y esto abarata considera- Arco con tablero intennedio
blemente las estructuras. Arco con tablero inferior

Sin embargo, la estructura arco tiene va-


rios inconvenientes importantes que la hace, en En el primero, la transmisión de carga
general, poco rentable para luces pequeñas. En entre arco y tablero se realiza por pilares. En el
primer lugar, a diferencia del puente recto, tercero por tirantes y en el arco con tablero
necesita dos estruchlras, el arco y el tablero y intermedio, una zona lo realiza por tirantes y
eso es más caro que una sola. En segundo lu- otra por pilares.
gar, es más vulnerable que el puente recto a los
movimientos horizontales del suelo. Si el arco Sin embargo, esa relación no se realiza
se abre, se reduce la componente horizontal F siempre por elementos verticales. Puede ser un
y aparecen momentos flectores positivos y tímpano macizo, para el caso de arcos con
negativos a lo largo de toda su directriz, Fig. tablero superior, lo que producirá Llna tipología
2.5.02c. Eso es ir contra la esencia de lo que es específica denominada arco-tímpano, y tam-
un arco. La importancia de estos esfuerzos bién se puede relacionar el arco y el tablero por
depende de la cuantía del corrimiento .Q y de la una triangulación, lo que determina un
relación flecha/luz, f/I, relación que va a cons- elemento con rigidez superficial, una especie
tituir uno de los parámetros importantes del de tímpano transparente.
puente arco.

Fig 2 5.03 Puente de Sibenic (Croada)


CAPITULO 2 - PLANTEl/MIENTO GENERAL DEL PUENTE 85

Fig. 2..5.04 Puente de Juan de Austria - Valladolid

Fig 2.5 05 Puente sobre el escudo - Cantabria


86 PUENTES
Javier lVIanterola Armisel1

Si contemplamos el material, tenemos Aunque no constituye un cambio de


las combinaciones habituales entre homügón y morfología, en acero se puede modernizar el
acero. Arco y tablero de hormigón. Arco y arco utilizando tubos que introducen una nueva
tablero de construcción mixta y arco metálico configuración visual. Por ejemplo en el pro-
y tablero mixto. yecto del puente para los accesos a MontselTat
de 1991, de 115,0 m de luz, se abandona la
clásica disposición de dos planos verticales
2.5.2.- Arcos con tablero superior
donde se alojan el arco, los pilares, y los ele-
El arco de honnigón, como material mentos longitudinales del tablero, para adoptar
económico y que se conserva bien, ha consti- una configuración espacial más interesante,
tuido el material clásico para la realización de pues un solo arco se une al tablero for111ando
este tipo de puentes. Su construcción ha evolu- una sección cajón por el tejido triangulado de
cionado desde la cimbra autoportantes de los tímpanos. Se constituye así una configura-
Plougastel a los modernos procedimientos de ción más compleja y muy eficaz, ante las car-
construcción en avance en voladizo, que ha gas excéntricas y no simétricas. Fig. 2.5.06.
actualizado y extendido su tipología por todo
el mundo.
Su for111a no ha evolucionado especial-
mente, pues el puente de Sando, de 264 m de
luz, récord mundial en 1943, se mantiene como
arquetipo de lo que es un puente de este tipo y
sigue de plena actualidad. Los pilares, no muy
separados, recogen la carga del tablero y la
transmiten lo más uniformemente posible al
arco. Fig. 2.5.03.
Fig 2506a
Una configuración, menos habitual, pero
cada vez más frecuente para puentes arco de
luces intermedias, pues resuelve bien la rela-
ción del tablero situado sobre el arco con los
tramos de acceso, la constihlye, como ejemplo,
el puente sobre el río Pisuerga en Valladolid.
Fig. 2.5.04.

En acero, el arco metálico o mixto junto


Fig. 2.5.06 b Propuesta de puente en el acceso a Montsenat
con un tablero mixto, adopta la misma disposi-
ción que en puentes de hormigón, y la facilidad
constructiva que presenta el acero está sustitu-
yendo a puentes de hor111igón, cada vez con
más frecuencia. Fig. 2.5.05.

a)
.;::

13 x HtJtJ
t ---.----------- -
18600
------ --- -+ -- - 7X 1:5 00
-------
_ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _
~.9jJJtJ..

Fig 2.5.07 Puente de la Roche - Guyol1


CAPITULO 2 . PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 87

Fig. 2508 Pasarela enla Ronda de la Hispanidad· Zaragoza

2.5.3.- Arco con tablero intermedio 2.5.4.- Arco con tablero inferior

Esta estmctura ha tenido, en hormigón, El arco con tablero inferior tiene una ca-
una viga muy lánguida, pues no goza de las racterística especial dentro del campo de los
ventajas del arco con tablero inferior, pues puentes arco. No introduce acciones hori-
introduce empl~jes horizontales al suelo, ni de zontales en el teneno, lo que le permite insta-
las correspondientes al arco con tablero supe- larse en cualquier situación resistente delsuelo.
rior. Es la consecuencia de un planteamiento Además, la relación flecha/luz se da a volun-
resistente, en el cual, la altura de la rasante tad. Como inconveniente tiene un proceso
horizontal no da suficiente relación flecha/luz constmctivo un poco más complicado que los
para realizar una arco con tablero superior que demás, aunque también podría intentarse una
tenga suficientes garantías de cara a los movi- constmcción en avance en voladizo.
mientos horizontales de la cimentación. Para
ganar flecha se pasa el arco por encima del Como en el caso del puente arco con ta-
tablero. Como ejemplo de puente de honnigón blero intelTl1edio, esta nueva configuración
hay que acudir al puente de la Roche-Guyon de tampoco ha tenido una gran continuidad en
161 m de luz, Fig. 2.5.07 o en acero la pasarela honnigón. El puente de la Coudette de 111,0 m
de la Ronda de la Hispanidad. Fig 2.5.08. de luz sigue siendo su máximo exponente. Fig.
2.5.09.
En acero esta tipología tampoco ha te-
La manera en que siempre se ha resuelto
nido un extraordinario desarrollo pero ha sido
transversalmente el puente arco, ha sido la
mejor que en h0l111igón, teniendo como expo-
disposición de dos planos de resistencia, con
nente máximo el puente de Freemont en USA
sus arcos y pilares o tirantes correspondientes,
de (1969-1973) de 382 m de luz. En plantea-
que recogen una porción de la carga, situada
miento reciente hay que destacar la propuesta,
excéntricamente en el tablero, en proporción
no constmida, de Foster y Schlaich para el
inversa a su distancia a cada uno de los dos
puente Oresund de 600 m de luz (se constmyó
planos. Ya hemos visto como este plantea-
una solución atirantada).
miento se quiebra con la disposición adoptada
88 PUENTES
Javier lv/anterala Armisen

Fig. 2509 Puente de la Coudette

Fig. 2510 Puaente de Alcantarilla - Murcia

en el proyecto del puente de Montsenat para como en la Coudette ó se pueden ttllnbar los
arco con tablero superior. En puentes arco con arcos, uno contra otro.
tablero inferior se multiplica la variedad de
disposiciones relativas entre arco y tablero. En En acero, el puente arco con tablero in-
el puente de Alcantarilla, se dispone un arco ferior, se ha mantenido perfectamente a lo
centrado en el tablero, la rigidez torsional se largo de los años. El arco puede adoptar mu-
confía a éste y el arco sólo transpülia la com- chas configuraciones, centrado en el tablero,
ponente vertical de la carga. Fig. 2.5.10. Se propuesta para puente sobre el Ebro de 120 m
puede disponer dos planos de arcos paralelos de luz, Fig. 2.5.11, con dos arcos inclinados,
CAPITULO 2 - PLANTEA/O/llENTO GENERAL DEL PUENTE 89

Fig 2 ..511 Puente sobre el río Ebro - Zaragoza

unidos en la parte superior, o separados, que vez que se cerraba el hueco dejado por los
confieren una configuración espacial visual y gatos. Fig. 2.6.1.
resistente muy interesante. Excéntricamente si-
tuado en el tablero e inclinado, como máximo El puente de Stromsund, de Dischinger,
exponente de la capacidad que ha alcanzado la Fig. 2.6.2a, tiene tres vanos metálicos de 75 m
tecnología de resolver planteamientos extre- + 183 m + 75 m y está sostenido por cuatro
mados. tirantes intermedios que salen, en abanico,
desde la parte superior de las tones. El dintel
2.6.- El puente atirantado está formado por dos vigas longitudinales,
doble T, de borde de 3,2 m de canto (L/58) y
una serie de vigas transversales. Los tirantes,
Aunque el primer puente atirantado de la
dispuestos en dos planos, sl~jetan ambas vigas.
época moderna es el puente de Stromsund en
Casi simultáneamente a este puente se realiza
Suecia (1955), el Acueducto de Tempul de E.
el NOlih Bridge en Düsseldorf (1958), Fig.
Torroja (1926), constituye un avance intere- 2.6.2b, también metálico fonnado por tres
sante de esta tecnología. Se trata de un acue- vanos de 108 m + 260 m + 108 m sostenido
ducto de honnigón, formado por tres vanos de por tres parejas de tirantes en arpa. El dintel
20 m + 57 m + 20 m y cuyo vano central está está formado por dos vigas cajón laterales de
sostenido por dos tirantes de hormigón. Los 3,37b m de canto (L/77) y 1,6 m de ancho, y
tirantes fueron de acero, en primera etapa, y se una losa ortótropa sostenida por vigas trans-
ponían en carga por elevación, por medio de versales. El tercer puente impOliante cons-
gatos, de las cabezas de las torres y una vez truido en Alemania en 1959, es el puente de
descimbrado el cajero se hormigonaban, a la Severin de Colonia. Fig. 2.6.2c. Tiene una sola

Fig. 26.1 Acueducto de Tempul- Cádiz


90 PUENTES
Javier lvfanterola Armisen

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Fig 2.6.2a

Fig 2.6.2 b Puente Nort/¡ - Dusseldolf

torre en "A", atirantamiento en los bordes, Estos tres puentes demuestran lo rapI-
corno los anteriores, con 302 m de luz princi- damente que se alcanzó una perfección mor-
pal y 150 m de luz lateral, entre otros. La sec- fológica, una configuración que respondió a
ción transversal está fonnada por dos vigas los requerimientos económicos, resistentes y
cajón laterales de 4,56 m de canto y losa ortó- estéticos, que alcanza una rara perfección en el
tropa intermedia. puente de Severin.
CAPITULO 2 - PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE
91

En 1962 se realiza un puente importante puentes atirantados y es el puente de Mara-


por ser el primero en el cual el atirantamiento caibo (Venezuela). Presenta dos novedades
se realiza al eje del tablero, en lugar de hacerlo
importantes. Es el primer puente moderno de
a los bordes, como hasta entonces. Es el NOlth
h0l111igón y además es el primer puente ati-
Elbe Bridge de 172 m de luz central y dos lu-
rantado que aborda la continuidad entre vanos.
ces laterales de 64 m. El dintel, metálico, tiene
Está formado por un número muy grande de
una rara configuración con tres vigas, dos, las
vanos, de los cuales, los cinco centrales son
laterales, en doble T y una tercera, la central,
en viga cajón de 7,8 m de ancho y 3 m de continuos de 236 m de luz, flanqueados por
canto, necesaria para recoger el efecto de las dos laterales de 148 m de luz que dan inicio a
excentricidades de carga que el atirantamiento los viaductos de acceso. Cada uno de los vanos
centrado no puede recoger. Tiene una anchura está apoyado en 6 apoyos intennedios, cuatro
de 31,5 m. En este puente la configuración de que salen de la pila y dos tirantes, que inicial-
los tirantes y la altura de las torres tiene exclu- mente eran de hormigón y que finalmente se de
sivamente una configuración guiada, también, dejaron con el acero desnudo. La pila princi-
por el aspecto estético. Fig. 2.6.3. pal, leiv-motiv del puente, resuelve por su gran
inercia longitudinal el efecto de las cargas
Ese mismo año se inaugura otro puente situadas en vanos alternos. El mismo sistema
fundamental, Fig. 2.6.4, en el desarrollo de los se utilizó para la propuesta (no realizada) para

Fig 2.603 No!'th E/be

:?~';:.(7q
"- e"

Fig. 2604 a Puente de Maracaibo


92 PUEWTES
Javier Manterola Armisen

Fig 2.6.04b

el puente del Gran Belt de Dywidag con vanos son grandes, 4,97 m en Maracaibo, lo que pro-
de hormigón de 220 m a 350 m de luz, en una duce una relación c/L de 1147.
indefinida sucesión de vanos continuos.
En 1967 se produce otra aportación im-
Con anterioridad se habían realizado va- portante en el puente Friedrich Ebert sobre el
rios puentes continuos colgados, el puente de Rhin en Bonn. Se trata de un puente de tres
Oakland (1935), en la bahía de San Francisco, vanos, 120 m + 280 m + 120 m, con atiranta-
que en realidad son dos puentes colgados de miento al eje del puente pero estableciendo un
704 m de luz unidos por sus extremos donde se atirantamiento múltiple. De cada pila y hacia el
coloca un gran contrapeso extremo. El puente vano principal, en lugar de salir, uno, dos tres,
de Tonnay-Charente (1842) ya utiliza un ati- etc, tirantes, como venía ocurriendo hasta en-
rantamiento horizontal entre las cabezas de tonces, salen 20 tirantes. El concepto de que un
pilas, Fig. 1.3.33b., como lo hace la pasarela de tirante tiene como vocación constituir un
Lyon (1853). No se puede decir que estos sean apoyo rígido al dintel, se sustituye, con esta
puentes continuos, pero si utilizan un procedi- disposición, por este otro. Un dintel está apo-
miento válido para puentes continuos. Pues yado sobre una fundación elástica, cuyos mue-
lles están constituidos por los tirantes.
estos solo necesitan rigidizar la cabeza de las
pilas, ya sea con rigidez de pila, como hemos
Este planteamiento, que es el que defi-
visto en Maracaibo, o atirantando entre si las
nitivamente va a utilizarse en todos los puentes
cabezas de las pilas. atirantados a partir de entonces, ocasiona una
reducción espectacular de las inercias del din-
Maracaibo fue el primero y el mejor de tel, pues cuanto menor es la inercia, menores
una serie de puentes diseñados por R. Morandi son los esfuerzos que lo solicitan y menores
en los años 60. La Polcevera (1966) de 210m son incluso las tensiones en el material. De un
de luz, Génova, Wadi Kuf en Libia de 282 m valor del canto del dintel de U47, en Mara-
de luz, Ansa de la Magliana (1967) de 144 m caibo, que tiene un solo tirante, se pasa a U77
de luz, etc. R. Morandi se fija a la idea de esta- en North Bridge de Düsseldorf que tiene dos
blecer un solo tirante por pila, con la intención tirantes por pila, así como en el puente sobre el
de realizar por este medio un nuevo apoyo río Paraná en Argentina, de 244 In de luz y
intennedio fijo. Los cantos de estos puentes también tiene dos tirantes por pila. Así, en
CAPITULO 2 - PLANTEAMIENTO GENERAl DEL PUENTE 93

progreslOn decreciente conforme aumenta el miento sale al paso de la solicitación de flexión


número de tirantes disminuye el canto del din- y torsión. En cambio, en puentes con atiranta-
tel, hasta alcanzar las formidables cifras de miento al eje, la reducción de cantos tiene que
1/200 en el puente de Barrios de Luna, Fig. ser obligatoriamente mucho menor, pues la
2.6.5, o de 1/477 en el puente de Evipros en sección transversal necesita área, producto de
Grecia que salta sus 215 m de luz central con canto por ancho, para controlar las tensiones
un dintel en losa maciza de hormigón de 0,45 producidas por la torsión. Este mismo hecho
m de espesor. determina que el atirantamiento deje de estar
presente en las proximidades de las pilas pues
La fantástica progresión que el atiranta- en éstas debe apoyarse obligatoriamente el
miento múltiple produce en la reducción de la dintel para recoger las torsiones y un apoyo en
inercia necesaria de los dinteles, se verifica pila supone un apoyo rígido que elimina la
especialmente en los puentes con atiranta- eficacia de los apoyos flexibles, de tirantes,
miento a los bordes, pues en ellos, el atiranta- próximos.

Fig. 26, 05 Puellte de Ban'ios de ¿ulla

El mayor puente construido, hasta el por primera vez y la unión en el centro de la


momento, es el puente de Tatara, Japón, de luz entre el cable principal y el dintel, ya tími-
890 m de luz. damente iniciada con anterioridad, se afianza
definitivamente. De esta manera se incrementa
2.7.- El puente colgado la eficacia del sistema de cuelgue ante fuerzas
no simétricas. Estas producen unos movi-
Hasta 1950 el campo de los puentes col- mientos longitudinales significativos en el
gantes que excedían los 500 m de luz se desa- cable para formar la nueva curva antifunicular,
rrolla exclusivamente en América. Pero en que, de esta manera, se reducen al estar rígi-
1959 se pone en servicio el puente de Tancar- damente unidos cable y dintel y, a su vez, éste
ville de 608 m de luz, en la desembocadura del unido al estribo. En este puente se da también,
Sena. Fig. 2.7.1. En este puente se producen por primera vez, continuidad al tablero sobre
dos innovaciones. La pila se hace de hormigón las pilas principales.
94 PUENTES
Jal'ter Atanterola Anllúell

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Fig 2 7 J Puellte de Tmlcorl'¡/Ie

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Fig 2 72 Puellte de f/e/7'azallo

22.90
-1

o O
l. 32.00

Fig 273 Puente del SeJ'em

Fig 274

En 1964 se inaugura el puente colgado Nueva York de O. Ammann de 1298 m de luz,


de Firth of Forth de 1006 m de luz, de Free- Fig. 2.7.02, 18 m mayor que el Golden Gate.
man-Fox. Aunque sigue más la tecnología Dispone de doble tablero y de una viga de
americana, evitando las aportaciones de rigidez considerable de 7,3 m de canto (L/178).
Tancarville, su canto se reduce a 8,4 m, 1/l20, Es más esbelto que el Golden Gate, pero en
algo más esbelto que los puentes americanos sección cajón desde el principio, aunque al
realizados en esa época. En 1960 se empieza la principio solo se iba a utilizar el tablero
construcción del puente de Verrazano en superior.
CAPITUlO 2 - PLANTEAMIENTO GENERAL DEL PUENTE 95

En 1966 se termina el puente sobre el río a flexión para alejar el peligroso acoplamiento
Tajo en Lisboa de 1014 m de luz principal y entre las vibraciones verticales y de giro -el
484 m de luz de compensación. Es un puente flameo. Además, para aumentar el amortigua-
de proyecto americano (Steinman) y cons- miento, se triangularon las péndolas, disposi-
truido por U.S. Steel. Se proyectó para carre- ción que ha obligado a sustituirlas reciente-
tera y ferrocarril, aunque solo se puso en servi- mente por presentar peligrosos problemas de
cio la carretera. Se previó que, cuando se ins- fatiga. Este puente fue muy ligeramente di-
talase el ferrocarril, se reforzaría la viga de mensionado, pues ha obligado a reforzar torres
rigidez, además de proceder a realizar un ati- y dintel a lo largo de los años 1985 a 1991.
rantamiento complementario a la manera en
que Roebling había actuado en el Niágara, 120 Como consecuencia de este puente se
años antes. realizaron una serie de puentes fonnidables
como los dos puentes del Bósforo en Turquía y
A lo largo de todos estos años se había el Humbert Bridge de 1410 m situado en el
avanzado, de nuevo, como ocurrió al final del Oeste de Inglaterra (1981), Fig. 2.7.4 Y 2.2.1 d.
siglo XIX, en el aumento de la esbeltez de los Este puente tiene además la rara particularidad
dinteles, utilizando también celosías metálicas de tener los dos vanos de compensación des-
espaciales, pero controlando los problemas iguales, 280 m uno y 530 m el otro. El equipo
aeroelásticos producidos por el viento en con- redactor de Freeman, Fox estuvo dirigido por
figuraciones seguras. Además se había produ- Brown. De la misma familia de puentes, es el
cido una progresión considerable en la fabrica- realizado sobre el pequeño Belt de Cm. Osten-
ción de los cables. En el Newpost Bridge, el feld en Dinamarca de 1970.
cable de suspensión, en lugar de formarlo hilo
a hilo, o de cuarto en cuarto, que era lo acos- Esta familia de puentes está siendo, en el
tumbrado, lo que daría lugar a 1159 vueltas momento actual, sobrepasada por el puente del
para colocar 4636 hilos, se cambió prefabri- Gran Belt, también en Dinamarca de 1716 m,
cando cables de 61 alambres, lo que redujo el que sería el nuevo récord mundial si no fuese
número del vueltas a 76. porque se va a tenninar antes el puente sobre el
estrecho de Akashi de 1990 m de luz, que
Un paso significativo en el desarrollo de vuelve a adoptar la tecnología inicial ameri-
los tableros de los puentes colgantes se pro- cana de utilizar para el dintel la celosía espa-
duce en el Sevem Bridge (1966), de Freeman, cial.
Fox y asociados de 987,5 m de luz. Se susti-
tuye el típico tablero en celosía espacial de los El fin no se ve todavía. Existen estudios
americanos, por esbeltas vigas en cajón del de factibilidad precisos para salvar los 3000 m
alma llena, con un canto de 3 m, (L/324 como de luz necesarios para cruzar el Estrecho de
en el primer Tacoma), con perfil aerodinámico, Messina en Italia de una sola vez y otros que
que demuestra producir unos costes inferiores han alcanzado los 5000 m de luz, con posibili-
a la clásica celosía americana, Fig. 2.7.3. La dades de factibilidad técnica, para el puente
viga cajón tenía una gran rigidez a torsión y sobre el Estrecho de Gibraltar.
mantiene una adecuada relación con la rigidez
96 PUENTES
Jal'lá A1allterola Amllsell

Pllellte de la Acebosa LClIItabria

DescomposfctOll del tablero


CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 97

3.- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN

La materialización de un tablero recto La losa superior que materializa el ta-


por un conjunto de vigas longitudinales que se blero tiene una doble misión:
apoyan en dos pilas y una detenninada estmc-
a) Repartir el efecto de las cargas que ac-
tura transversal que completa el tablero en su
palie superior, es una idea antigua en la histo- túan sobre ella entre las distintas vigas
ria de los puentes. Esta idea, plenamente vi- longitudinales.
gente hoy en día, lleva implícita una manera b) contribuir a la inercia longitudinal de las
clara de resolución de los dos problemas bási- vigas longitudinales.
cos de todo puente: El problema resistente y el
constmctivo. Fig. 3.0.1. Problema constructivo
Problema resistente En la morfología del puente de vigas
existe además una voluntad constmctiva. Cada
En todo tablero recto bi-apoyado o con- una de las vigas que constituye el tablero
tinuo, con dos bordes libres, el esfuerzo pre- puede realizarse independientemente y mon-
dominante bajo la actuación del peso propio, la tarla sobre las pilas, con lo que el peso del
carga muerta y la sobrecarga, es la flexión elemento a man~jar es mucho menor que el del
longitudinal. Esta flexión puede ser resistida de tablero total. Una vez colocadas las vigas se
dos maneras. Distribuyendo unifonnemente la constmye la losa superior apoyándose sobre
rigidez longitudinal a lo ancho del tablero, lo ellas. De esta manera se consiguen dos metas
que nos proporciona el tablero losa, o concen- importantes de todo puente: man~jar elementos
trándola en detenninadas líneas paralelas, con de poco peso, lo que detennina medios de
lo que tenemos el puente de vigas. En general montaje poco importantes y liberarnos del
y desde el punto de vista de la cantidad de apoyo en el terreno durante la constmcción.
materiales empleados, concentrar la rigidez en
una serie de líneas longitudinales es un criterio
de economía, ya que la flexión se resiste más
fácilmente cuanto mayor sea el canto" Fig.
3.0.2.
98 PUENTES
Javier /vlalllerola Annisen

Fig. 30.1 Puente BT2 aulopisla Barcelona-Marlorel!

Clasificación de los puentes de vigas Sin embargo recientemente se ha aban-


donado la idea básica de que todo puente de
Los puentes de vigas de hormigón se vigas prefabricadas está asociado a vigas bi-
clasifican en dos grandes familias: puentes de apoyadas, ó a vigas que tienen una longitud
vigas prefabricadas y puentes de vigas hormi- igual a la distancia entre las pilas. Hoy en día
ganadas "in situ" se han desarrollado mucho los dinteles conti-
nuos utilizando vigas prefabricadas, estable-
En el puente de vigas prefabricadas se ciendo la continuidad a cuartos de la luz, con
producen las dos ventajas antes citadas, las lo que es posible abordar luces de 60 ó 70 m
resistentes y las constructivas. Su ámbito de utilizando unidades de vigas pertenecientes a
aplicabilidad ha variado recientemente. Hasta luces mucho menores. Incluso, recurriendo a
hace poco años, el tablero de vigas prefabrica- determinadas disposiciones especiales, se han
das cubría desde las luces mas pequeñas hasta podido salvar luces de 90 m con vigas dimen-
los 40 ó 45 m de luz. La viga era concebida sionadas para 40 m de luz. Los procedimientos
como una unidad que salta entre dos soportes. para realizar uniones de continuidad entre dos
En este caso, el peso propio de las vigas, aco- vigas, son los que han posibilitado la utiliza-
taba su longitud. Sobrepasar esas longitudes ción de estas luces. Si a estas disposiciones, se
resultaba caro, con dificultades de transporte y
montaje.

a)

b)

Fig. 3.0.2
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 99

les añade puntales o tirantes, las luces a alcan- debía tomar el camino de la dovela y la cons-
zar fácilmente llegan a los 100 m. Fig. 3.0.3. trucción el avance en voladizo. Pero así como
En estos casos se han utilizado siempre vigas los puentes de vigas, como hemos dicho, han
"artesa". Fig. 3.0.2b. ampliado su campo de aplicación, también la
dovela, en sección cajón, ha reducido sus luces
A lo largo de mucho tiempo, para los de aplicación. De luces de 80 m, 100 m ó 150
puentes de grandes luces, la prefabricación con m, ha encontrado su puesto dentro de los
vigas longitudinales era imposible. La longitud puentes de luces de 30 m ó 40 m en puentes
de las vigas resultaba inmanejable y su peso que sean muy largos para rentabilizar las cos-
excesivo. La prefabricación, para estos casos, tosas instalaciones de ejecución y colocación.

Fig. 3,03 Puente sobre el río Mente

o)

r 50 I 11 50 I 400 I 11 5
- ¡ I 5~
r:=d}- =~ ¿t-=-,.,
"1
11 ~
3 00

16 25
11 1-...11 15
b)

Fig.304

Los tableros formados por vigas honni- cimbras apoyadas en el suelo o cimbras auto-
ganadas "in situ" presentan sus características portantes. En cuanto al ámbito de luces que
propias, como es una mayor separación de cubre este tipo de puentes, es desde las luces
vigas que las prefabricadas, así como vigas mas pequeñas hasta los 40 ó 50 m. Su proble-
más pesadas y menos perfiladas ya que aquí el mática es la de todos los puentes honnigona-
peso y tamaño de las vigas es menos impor- dos "in situ" y por tanto muy similar al de las
tante y conviene simplificar un encofrado que losas aligeradas, pero de rendimiento resistente
se repite pocas veces. Fig. 3.0Ab. Su indus- peor. No se utilizan demasiado.
trialización puede hacerse a base de grandes
100 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

3.1.- Morfología y dimensionamiento La distribución de las vigas en el tablero


depende del tipo de sobrecarga. Si estamos
tratando con un puente de ferrocarril la situa-
En la sección transversal de un tablero
ción es clara. Las vigas deben tender a colo-
de vigas, en su forma, están vertidas casi todas
carse bajo los carriles de manera que la trans-
las dimensiones resistentes y constructivas del
misión de la acción del móvil a las vigas se
mismo. Es el elemento generatriz del tablero y
realice con el menor recorrido horizontal posi-
por tanto de capital importancia de cara a su
ble a través de losas intermedias. Como las
diseño.
cargas de ferrocarril son tan importantes se
suelen utilizar principalmente vigas "artesa",
Las acciones más importantes que tien-
mas resistentes que las vigas doble "T".Fig.
den a configurarla son las directas verticales:
3.1.01 a.
pero propio, carga muerta y sobrecarga de
tráfico. El peso propio y la carga muerta actúan
Con estas últimas, las vigas deberán
permanentemente sobre el tablero y los esfuer-
adosarse unas a otras con el fin de alcanzar,
zos que producen crecen rápidamente con la
entre todas, la capacidad resistente requerida.
luz del tablero. Este hecho determina la nece-
La losa superior debe ser poderosa para
sidad de eliminar aquella parte de la carga
posibilitar el reparto transversal de la carga
permanente que contribuye menos a soportar la
entre todas ellas.
carga. El aligeramiento de la sección resulta
crecientemente interesante con la luz.

a)

b)

Fig 3J01

Si se trata de un puente de carretera, relación que existe entre carga pennanente y


donde la sobrecarga es mucho menor y puede sobrecarga, la condición de las vigas de estar
instalarse en cualquier posición, se pueden pretensadas y la clase de pretensado que con-
utilizar vigas doble "T" ó "artesa". En el caso viene utilizar.
de utilizar vigas doble "T" la distribución de
éstas en el tablero deberá ser lo más uniforme La relación que existe entre la carga
posible y la forma que deben tomar las vigas, permanente y la sobrecarga determina la cuan-
cual debe ser su separación y que cuantía de tía de la oscilación de los momentos flectores
arriostramiento transversal debe conferirse al principales que actúan sobre las vigas. Si se
tablero son las preguntas que plantea el diseño trata de puentes de muy pequeña luz, los mo-
de un tablero de este tipo.Fig. 3.1.01 b. mentos debidos a la sobrecarga son mayores
que los debidos a la carga permanente. Para
Para analizar este problema debemos luces medias, del orden de 30 ó 40 m., en
realizar previamente unas consideraciones puentes de carretera, los momentos debidos a
sobre tres aspectos importantes del puente. La la sobrecarga son menores que los de la carga
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN \0\

Fig, 3,1,02 Puente dela Torre Boro

pennanente. Si se trata de puentes de ferroca- ción del honnigón aumentan las oscilaciones
rril la relación entre momentos se polariza del de tensión en los cables de pretensado y pue-
lado de la sobrecarga por la cuantía de la soli- den aparecer problemas de fatiga. En puentes
citación exterior. de carretera la exigencia de mantener las vigas
en pennanente estado de compresión com-
Esto viene al caso ya que para hacer puesta no tiene por que realizarse, lo que esta-
frente a las tracciones debidas a estos esfuerzos blece el criterio de que la tendencia a disponer
variables contamos con el pretensado que es vigas con mucha fonna (de gran radio de giro)
una acción constante o casi constante. Si los no sea tan urgente.
momentos flectores que actúan sobre la viga
son muy variables deberemos utilizar seccio- Los planteamientos constructivos inter-
nes con gran radio de giro, es decir con gran- fieren con estas conclusiones. Si planteamos
des cabezas superior e inferior y almas delga- una fabricación "in situ" la cabeza inferior de
das, para asegurar que tenemos un estado de las vigas complica mucho la ejecución, con lo
compresión compuesta pemlanente. Por el que para el caso de puentes de ferrocarril se
contrario si la oscilación de momentos flecto- acude frecuentemente al puente losa o a la
res disminuye, la exigencia de gran radio de sección cajón con aligeramiento interior. En el
giro desaparece para mantener el mismo estado caso de una prefabricación intensa, dar fonna a
de compresión compuesta. las vigas interesa dado que no solo ahorramos
pretensado por perfilar la viga a sus dimensio-
Sin embargo mantener la viga en per- nes de máxima eficacia resistente, sino que
manente estado de compresiones, no se suele además la viga es más ligera con lo que facili-
exigir más que para puentes de ferrocarril tamos el transporte y su montaje.
donde la cuantía de la sobrecarga y la fisura-
102 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

La elección entre vigas doble "T" o vi- queda liberada de las flexiones de reparto
gas "ariesa" depende principalmente de las transversal y son las riostras las que verifican
condiciones de fabricación. En general la viga esa función. La práctica de disponer vigas
"artesa" es más cara y más pesada que una riostras ha desaparecido prácticamente hoy en
viga en doble "T", dado que la envergadura día.
transversal de la viga es mucho mayor. Con
respecto a su respuesta resistente la viga "ar- Junto a estos criterios de carácter resis-
tesa" es más eficaz que la doble "T", dado que tente se presentan los cOlTespondientes a la
por su mucha mayor rigidez a la torsión mejora construcción. La separación entre las vigas
los mecanismos de reparto transversal en el longitudinales ha crecido sin parar en los últi-
tablero. mos años. Esto es debido a la difusión del sis-
tema, a la posibilidad de manejar pesos mayo-
El criterio de separar las vigas más o res y a la eficacia obtenida en la elaboración de
menos viene ligado al tamaño de las vigas en menos unidades más potentes. Esta tendencia
sí, al espesor de la losa superior y a la disposi- se manifiesta con cualquier tipo de vigas, tanto
ción o no de vigas riostras transversales. Es si se trata de vigas artesa como si se trata de
evidente que cuantas menos vigas principales vigas doble "T" y cuando se realiza la cons-
pongamos mayor deberá ser su tamaño ya que trucción "in situ" que cuando es prefabricada.
la cantidad de flexión longitudinal que cada
una debe resistir será mayor. También deberá En la figura 3.1.03 representamos las
aumentar el espesor de la losa superior pues su posibles variantes de tableros de vigas que
flexión crecerá por dos conceptos. Por un lado pueden producirse a partir del aligeramiento de
la cOlTespondiente a la actuación de la carga la losa maciza. Aunque el ancho real del ta-
propia y de la sobrecarga flectando entre las blero establece cual debe ser el número de
vigas longitudinales y por otro al aumento de vigas, y su fonna, podemos establecer las si-
las flexiones debidas al reparto transversal de guientes pautas.
carga. Cuando disponemos vigas riostras
transversales, la losa, por su menor rigidez,

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Fig 3/.03

La simplicidad de la fonna de las vigas ble "T", con dos vigas cajón se resuelve lo que
y de su encofrado hace que las secciones 2, 3, necesita cinco con vigas doble "T". La sección
4, 5 Y 6 sean más adecuadas para puentes hor- 12 responde a este criterio. En casos de puen-
migonados "in sihl". La sección tipo 6 es nor- tes de no mucha anchura, se llegan a utilizar
malmente la mas adecuada para anchuras nor- vigas en "U" únicas, sección 13.
males de tablero. Para puentes prefabricados
son las soluciones 7, 8, 11 Y 12 las más usua- Las disposiciones 3 y 4 son muy poco
les. El número de vigas es función de la an- adecuadas por la mala distribución de las luces
chura de la plataforma. de la losa superior. La disposición 1O solo se
ha utilizado en alguna pasarela de peatones,
Cuando se utilizan vigas prefabricadas presenta una magnífica resistencia a la flexión
en "artesa", que fmman secciones cajón con el y la correspondiente a la torsión se logra con el
tablero, el número de vigas se reduce respecto par que se establece entre la cabeza superior e
a las que serían necesarias en una viga en do- inferior.
CAPITULO 3.- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 103

3.1.1.- Tableros de vigas prefabricadas. Luz del tablero

Los dividimos en tres tipos, según sea la Es la magnitud más significativa ya que
forma de la viga prefabricada y la situación de detennina la cuantía de la flexión del tablero.
la losa respecto de ellas. En los tipos 1 y n, Fig. Su relación con la anchura del mismo deter-
3.1.04, la viga prefabricada utilizada es la do- mina la relación ancho/luz, cuyo valor es fun-
ble "T", mientras que en el tipo In es la viga damental para establecer la eficacia de un
"artesa" en "D" que junto con la losa forman mismo arriostramiento en el reparto transversal
vigas cajón. La situación de la losa respecto a de cargas. Para un mismo tipo de arriostra-
las vigas puede ser adosada, tablero tipo 1, ó miento transversal, éste será más eficaz cuanto
superpuesta tableros tipos n y IlI. menor sea la relación ancho-luz y viceversa.

El dimensionamiento es similar en los Como ya hemos dicho, las luces máxi-


dos primeros tipos, variando únicamente en mas que se alcanzan con este tipo de tableros
problemas de matiz. En el tercero el dimensio- cuando se realiza la continuidad entre las vigas
namiento difiere más. pueden alcanzar los 60 m ó 70 m de luz. Las
resistencias de hormigón necesarias son, en-
Las variables significativas en el dimen- tonces, muy altas, 500 Kg/cnl a 600 Kg/cm2 y
sionamiento son las siguientes: la forma adecuada de la viga es la "artesa".
1. Luz del tablero.
Con vigas doble "T" los problemas de
2. Tipo de arriostramiento transversal.
continuidad son mas complicados.
3. Clase de pretensado que se utiliza,
total o parcial. Relación canto/luz. h/L.
4. Tipo de firme y condiciones fun-
cionales (peralte). Ya sea debido al peso propio y a la carga
5. Tipo de vinculación entre tramos suce- muerta o sea debido a la sobrecarga, cada una
sivos apoyado, semi-apoyado o con-
tinuo.

r Bo
1

JI I' X X IJ
L- s ,l. s s .1. s J TIPO Ir

F?~\~\~i~~~~-l~,---------,~r~~l
~ol~' s----,\ TIPO 1Ir

Fig.3104
104 PUENTES
Javier Manterola Annisen

h*Areo/S

o4 I---I----!----I---j-----f--I--I--j---+--j---- ---------- --- ---- ----- - - - ------

o3 h=L/18 7
I V
o2 V
--- _•.LC- V
h=L/15 6

--- ---
-
V V
~ ~
o1 V --- V

L (n)
5 10 15 20 25 30 35 40 45

Fig 3J05

h*Areo/B

O4

O3 V
/'
/"
O2 ./'
V

--------
---
O 1

- ----
¡..---

L (n)
5 10 15 20 25 30 35 40 45

Fig 3J06

de las vigas del tablero están solicitadas pre- capaz de almacenar la gran cantidad de com-
dominantemente a flexión, lo que hace que su presiones introducidas por el pretensado nece-
canto varíe proporcionalmente a la luz. Su sarias para hacer frente a las fuertes tensiones
de tracción producidas por la sobrecarga. Por
va l or OSCl'l a entre -L < h < -L. el contrario en el caso de esbelteces pequeñas
30 10
podremos redúcir el área de la cabeza inferior:
Sin embargo esto depende de muchas a+e
Area = a.a' +--a"
variables que vamos a examinar. En primer 2
lugar tenemos la separación S de las vigas
La cuantía de pretensado en el tablero
entre sí. Es claro que cuanto mayor sea el valor
depende a su vez en la esbeltez de las vigas,
de S menor será el número de vigas en el ta-
siendo menor cuanto menos esbeltas son.
blero y por tanto mayor cantidad de peso pro-
pio, carga muerta y sobrecarga recibirá cada
La conjunción de estas variables hace
una de ellas. Figura 3.1.04.
que una media estadística de la esbeltez nonnal
en puentes de vigas prefabricadas oscile, para
El área de la cabeza inferior influye vigas doble "Too, alrededor de
también en la esbeltez del tablero. Si mante-
niendo la misma separación entre vigas desea- h =. L(m)
mos aumentar la esbeltez, deberemos aumentar 16
el área de la cabeza inferior para que esta sea
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 105

Para tableros de vigas muy separadas, situadas 2 en los apoyos y 3 intermedias situa-
como conesponde a los horrnigonados "in situ" das a cuartos y en el centro de la luz, lo cual ha
la esbeltez es menor, llegando a h z Ll10 quedado obsoleto dado que el coste de ejecu-
cuando las vigas eliminan la cabeza inferior ción de las vigas riostras transversales es mu-
para facilitar su ejecución. Por el contrario cho mayor que el beneficio resistente que pro-
tableros con vigas muy próximas y con gran- ducen.
des cabezas inferiores pueden alcanzar esbelte-
ces de hasta h z Ll30 , aunque estos casos son Separación entre vigas S y espesor de losa e"
muy raros y costosos. Con vigas "artesa" las Así como hemos visto la intenelación
esbeteces son mayores. que existe entre la esbeltez del tablero, el área
Dentro de las esbelteces nonnales, los de la cabeza inferior y la separación entre vi-
puentes con h z Ll20 son esbeltos y con h z gas, vamos a ver ahora la relación entre la se-
Ll15 son un poco pesados. paración de vigas S y el espesor de la losa e".
En primer lugar observamos que existe
En la figura 3.1.05. representamos el una tendencia frecuente a separar cada vez mas
área de la cabeza inferior (Área), o mejor aún las vigas. La razón que encontramos para ello
su producto por el canto dividido por la es la economía que se consigue en la construc-
separación entre vigas, referido a la luz del ción al realizar pocas unidades de vigas, ya que
puente para el caso de tableros de vigas doble entonces se reduce el número de operaciones
"T". Podemos observar dos hechos de honngigonado, fenallado, transporte y colo-
importantes. cación, lo cual supone como ya hemos dicho la
h 1 existencia de medios de colocación más po-
1. Para puentes, con -z-- el producto tentes.
L 18,7
hArea El espesor medio de la losa e" depende
de es mayor que para puentes de la separación entre las vigas longitudinales
S ya que el trabajo a flexión transversal crece
h 1 con S. Su valor quedará influido por la exis-
con -z--
L 15,6 tencia o no de suficientes vigas riostras trans-
hArea versales intermedias, ya que cuando estas
2. Como es lógico el producto existan la losa superior reduce su papel a
S puentear la luz entre las vigas longitudinales,
crece linealmente con la luz del mientras que en el otro caso deben cargar ade-
puente. más con el trab~jo del reparto.
Para el caso de vigas en "1]" En el caso de que se utilicen vigas "ar-
representamos el producto del área inferior por tesa" y para este caso exclusivamente, la sepa'"
el canto dividido por el ancho de tablero. Este ración "S" a considerar para el dimensiona-
parámetro es idéntico al anterior, figura 3.1.06. miento de la losa es la distancia entre las almas
de las vigas, no la distancia entre los ~jes.
Dimensionamiento de Y. Guyon
El valor del espesor e" no debe bajar de
Guyon establece un dimensionamiento 20 cm. Por debajo de este valor resulta difi-
muy académico para los tableros de vigas pre- cultosa la colocación de annaduras y la con-
fabricadas doble "T". Mantiene la losa superior servación de los recubrimientos. En general el
a la altura de la cabeza de compresión de las valor de e" oscila:
vigas, lo cual es muy adecuado desde el punto ~~e"~~
de vista resistente del tablero, pero presenta 20 15
dificultades de ~jecución en los puentes con
peralte transversal, figura 3.1.07. en donde se supone que no existen vigas
riostras transversales en el vano.
e=~+5 cm+diam. vainas el=~-6 cm
36 9 El aumento de la resistencia de los hor-
migones de las vigas prefabricadas, esta posi-
S= L(m) +2 m e"=0,5 ó 0.6 el bilitando las separaciones muy importantes,
36
sobre todo cuando se utilizan vigas "artesa".
Establece además siempre un aniostra- Para tableros de lOa 12 m de anchura se está
miento transversal por medio de cinco vigas,
106 PUENTES
JaJ'iCr Aíollterolo AI'lIJlsell

I
111 11 T 11 11 1

111 Tr 1 11 11 1

~
11 11 I 11 11 1
--1

[1 ~
111 1 11 11 1

Fig .J /07

utilizando una sola viga artesa por todo el an- en banco, con cables adherentes que no pasan
cho, con lo cual los voladizos transversales son por el alma, aumentando hacia 20 cm si existen
muy importantes, habida cuenta que las vigas cables de pretensado en su interior.
prefabricadas tienen su anchura controlada por
las necesidades del transpOlie. La problemática Para vigas del orden de 30 a 45 m., el
de estos puentes se parece mas a la de los ta- espesor del alma oscila entre IS cm y 22 cm
bleros cajón que a las de viga, siendo en este
capítulo donde hay que buscar las referencias a Allchura]Jo de la cabeza de compresióll de
este tipo de problemas. Fig. 3.1.02.(13). la viga

En el caso de tableros de gran anchura, La anchura Bo de la cabeza de compre-


26 m, Fig. 3. LOS, la utilización de dos vigas sión de la viga varía según que el tablero se
"atiesa" detennina luces muy impOliantes para construya en prolongación de las alas, figura
la losa transversal, 10 que establece la necesi- 3.1.04. tipo 1, ó que se superponga sobre la
dad de hacer losas transversales prefabricadas viga, figura 3.1.04. tipo n.
nervadas, ligeras para el transporte y la coloca-
ción y que completan su necesaria capacidad En el primer caso suele oscilar alrededor
resistente con hormigón "in situ" conectado. de Bo""O,S h mientras que en el segundo su
tamaño está próximo al de la cabeza inferior.
La razón para ello es clara. Generalmente la
Espesor de! alma de las vigas e cabeza superior del tablero, constituida por
toda la losa superior, es superabundante para
El espesor del alma de las vigas prefa- resistir las compresiones de flexión de las vi-
bricadas no viene casi nunca determinada por gas longitudinales, y viene realmente detenni-
condiciones resistentes sino por problemas nada por la materialización del tablero de ro-
constructivos. El pequeño espesor que plantea dadura. Son, por tanto, las razones constructi-
el problema resistente queda claramente vas las que lo determinan.
aumentado por las necesidades de
honnigonado, de colocación de annadura En el primer caso, conviene extender
complementaria y de la de pretensado. Por esta lateralmente el ancho B o para reducir el ta-
razón en el dimensionamiento dado por Y. maño de la losa "in situ" que se honnigona
Guyon, que utiliza postensado curvo, entre cabezas. En el segundo, sería superponer
interviene el diámetro de los cables. Un demasiado material si llevásemos el mismo
espesor nonnal para puentes pequeños, del criterio y el dimensionamiento de B o depen-
orden de 15 a 22 m. de luz, puede oscilar derá de las tensiones de compresión que se
alrededor de lOa 14 cm si la viga se pretensa producen en la viga durante el proceso cons
CAPITULO 3 - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 107

1 00

~f o)

1 80
--l
L,..lo 70 O 70 U
L 2 975 --L..:... 2 975 .---J-._ 2 975 _1.- 2
VIADUCTO TORRE-BARD L = 40 00 r1

1 3 0 r - . , . I - - - - - - - - 1 3 4 0 - - - - - - - - - , . 1 - - - , - 1 ' 30
ri
'OO
100il 020

1: = JI 1 r]o !020
020
b)

L 3 35...L
O 903 O 90 LW
35 - - - ' - - 3 35 ----L..-. 3 35-----l
1

AUTOPISTA BARCELDNA-TARRAGDNA L = 40 00 r1

t f
lOOr¡ r¡'00
027

~1 50

1 070~
015!
1':J..lo 015

70
--l
050~406-- 406 4 06 ------LJ O 50
VARIANTE DE ALCALA L = 24 00 n

d)

I I 1. , 40..1 L,40 J 1)
O 7 0 U - 2 53-L..2 5 3 - 1 - 2 53-.1- 2 53.....L..2 53 53..1- 2 53~2 53...L. 070
PUENTE DE HUERNA L = 40 00 n

¡---292¡
e)

~Im~ L,m J
L 3 25 -----L _L ----l...-
3 25 3 25 3 25.J

-.- - - - - 2 5 7 0 - - - - - - ' 1

. ~: " A c'f <1P4(.~ f)

~ ~~7! ~ lj ..'1
------1300------.1
1_.

PUENTE SOBRE EL RIO MENTE L 90 00 r1 ( PUENTE PDRTlCO CON PUNTALES INCLINADOS )

Fig 3108
lOS PUENTES
Javier lv/anterola Armisen

Fig 3.109 Viaducto del Huema

liza cada vez con más frecuencia. En compara-


tructivo. En este caso el ancho Bo no sobrepasa
ción con los tableros formados por vigas doble
normalmente los valores de 0,3 a 0,4 h.
"T" tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Sin embargo hay que tener precaución
especial en este último caso, comprobando la Las ventajas se derivan de su plantea-
seguridad al pandeo lateral de la viga durante miento resistente. Por su mucha mayor rigidez
las operaciones de izado o lanzamiento a torsión longitudinal, este tablero tiene un
mejor repario transversal de cargas que otro
Tablero sobrepuesto a la viga o tablero en formado por vigas doble "T", para el mismo
prolongación de la viga. alTiostramiento transversal. También queda
aliviada la losa superior de las flexiones pro-
En general, desde el punto de vista re- ducidas por la carga directa debido a la menor
sistente, es mejor utilizar el tablero adosado a luz libre de dicha losa.
la viga, figura 3.1.04. (1), ya que ésta trabaja
con todo su canto durante las fases de cons- Los inconvenientes, derivados todos
trucción, mientras que en el caso de tablero ellos de la mayor dificultad de fabricación y
sobrepuesto, la viga trabaja con un canto me- del mayor peso que determinan, van siendo
nor durante las mismas. Esto hace que nor- resueltos por la prefabricación masiva y con la
malmente este último tipo de tablero necesite ayuda de medios de montaje mucho más pode-
un canto un poco mayor que el anterior, del rosos.
orden de un 5 a 10% mayor.
En la figura 3.1.08. representamos un
Sin embargo el tablero tipo II presenta conjunto de tableros fom1ados por vigas prefa-
cIaras ventajas cuando el tablero tiene peralte bricadas.
transversal o cuando se desea dar continuidad
longitudinal entre tramos, lo que ha desplazado Tableros de formas especiales
casi totalmente a la disposición anterior.
Así como la continuidad entre vigas
Utilización de vigas cajón prefabricadas longitudinales y la utilización de resistencias
de hormigón muy elevadas, del orden de 500
2
La utilización de vigas en forma de "D", Kglcm 2 a 700 Kg/cm , ha pennitido alcanzar
que con el tablero forman vigas cajón, se uti- luces grandes con vigas prefabricadas de peso
CAPITULO 3 - EL TABLERO DE VIGAS DEHORM/GÓN 109

25 70

~
\u
'v'
~.
¡'f
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\\ /f
//.
- ni
.'"y

\\ o
PUENTE SOBRE EL RIO I~ENTE L=90 DOn (con ayudo de punto I es ; nc 1; nodos)

PUENTE DE BOCAIRENTE L=90 DOn (con ayuda de ti rontes ) b)

Fig. JI/O

Fig: .1 /11 Fuellte sobre el do ¡f//ellte


110 PUENTES
Javier Manlerola Annisen

!J.
r-OEFENSA-!r1POSTA

@f

cosr IllAS o VOLAOI ZOS


PREFAERICADOS

DESPIECE

Fig 3.112a

y longitud controlada, también la seCClOn


transversal puede realizarse con una sola viga
longitudinal tipo "artesa" hasta anchuras im-
pOliantes de tablero, del orden de 13 m Ó 14 m.

Este hecho ha determinado, muchas ve-


ces, la necesidad de disponer grandes voladi-
zos transversales, dado que la anchura de las
vigas no puede ser muy grande por problemas
de transporte. Las losas superiores se convier-
ten entonces en gruesas y pesadas. Para alige-
rarlas se han dispuesto ó bien losas nervadas
con lo que se pueden obtener voladizos de
hasta 5 m de luz y más, si es necesario, Fig.
3.1.0Sa. ó utilizar un apuntalamiento transver-
sal que puede realizarse con placas prefabrica-
das inclinadas, Fig. 3.1.1 Ob. que sirven de
apoyo a la losa transversal reduciendo conside-
rablemente su tamaño. Este apuntalamiento
lateral puede adquirir cualquier forma, puntales
aislados, placas nervadas, con la forma que se
desee, placas continuas, etc.

En cuanto a la fonna de la seCClOn


transversal de la viga, la con'espondiente a la
viga "artesa" es muy buena desde un punto de
vista resistente, fácil de construir y perfecta-
mente válida para puentes rectos o curvos en
planta. Sin embargo esta fonna no tiene por
qué ser exclusiva; vigas con fondos curvos dan
lugar a dinteles más expresivos si es ese el
deseo que quiere gobernar el diseño. Son algo
CAPITULO 3.- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN Jll

·r.'
~ J··I.'.I-~
!'
e, ,
,ii
!:i
cl

Fig 3113 b
Fig31I3 a

b)

Fig.3114
112 PUENTES
Javier Manterola Armi5en

más difícil de construir, pero funcionan muy ción máxima de la rigidez a flexión longitudi-
bien desde un punto de vista resistente, cons- nal en pocas vigas bastante separadas entre sí.
tructivo y estético. En la fig. 3.1.12 represen- Si las separaciones nOlmales en puentes de
tamos un dintel, con viga "ariesa" de fondo vigas prefabricadas no pasan de 3,5 m., en el
cmvo, a la cual se le añade, para completar la caso de puentes honnigonados "in situ" pasan
anchura del tablero, costillas transversales o todas de 5 m, alcanzando los 16,25 en el caso
placas laterales aligeradas del puente Obereisesheim. Fig. 3.1.15.
Con hormigones de 500 Kg/cm 2 ó 600 La esbeltez de este tipo de puentes es,
Kg/cm 2 se pueden saltar 45 m ó 50 m, con por tanto, pequeña ya que oscila entre
vigas cuya geometrías conesponden a vigas bi- L L
-::;h::;-
apoyadas del orden de 30 m ó 35 m de luz. 18 10
Aumentar las luces a 60 m ó 70 m necesita
utilizar vigas mas pesadas, cOlTespondientes a De la misma manera el dimensiona-
luces de vigas biapoyadas del orden de 40 m miento de las almas no viene detenninado por
de luz, con lo cual el peso de los elementos a ninguna razón resistente sino por simplificar el
manejar es bastante mayor. encofrado y su descimbramiento.
Este tipo de tableros tiene una ventaja
Existen muchos procedimientos para clara respecto a los prefabricados. Así como
aumentar la luz de puentes de vigas prefabri- en estos, la continuidad estructural entre tra-
cadas sin que los pesos a utilizar sean imposi- mos es poco frecuente, cuando utilizamos vi-
bles de manejar. Entre ellos encontramos en la gas doble "T" y, además, la mayoría de las ve-
ces incompleta, en este caso y debido al proce-
Fig. 3.1.13. la utilización de pilas con dimiento constructivo utilizado, casi siempre
ménsulas transversales, que además de permitir son continuos, incluso para el peso propio, lo
luces mayores, se eliminan los apuntalamientos que establece una mucho mas equilibrada
provisionales. Estas ménsulas se disponen, en distribución de los momentos flectores longi-
este caso, en "cruz" para atender con una sola tudinales.
pila a dinteles de autopista muy anchos.
Este tipo de estructuras quiere hacer la
En la Fig. 3.1.13 se extiende el problema competencia a los tableros losa con aligera-
a luces de 90 m. En este caso el vano se mientos interiores circulares o cuadrados, los
resuelve con tres vigas de 30 m, utilizando un cuales tienen una mucha mejor distribución del
apoyo intelmedio el puntal inclinado para material para resistir momentos flectores posi-
reducir la longitud de los elementos a montar y tivos en el centro del vano y momentos flecto-
los esfuerzos de la viga. Las uniones entre res negativos en apoyos, mayor radio de giro y
vigas son similares a las ya descritas. menor peso, pero sin mucho éxito. Su utiliza-
ción se ha realizado preferentemente en Ale-
mania, donde se han desanollado extraordina-
3.1.2.- Tableros de vigas hormigonados riamente las cimbras móviles o fijas, apoyadas
"in situ" en el suelo o autoportantes, las cuales facilitan
La fOlma estricta de las vigas de los ta- su ejecución.
bleros prefabricados desaparece casi comple- En la figura 3.1.15 se presentan una se-
tamente en los puentes de vigas hOlTnigonados rie de puentes de vigas honnigonados "in situ".
"in situ". La complicación en el encofrado que
representa una distribución de masas tan es- En la Fig. 3.1.16 presentamos el puente
trictas como las conespondientes a las vigas de Mauricio Legendre, situado en las cercanías
prefabricadas, encarece considerablemente de Madrid. Es un puente de vigas, hormigona-
unos moldes con muy pocas utilizaciones. das "in situ" un poco especial. Debido a la gran
La forma idónea apenas se insinúa, oblicuidad del paso, se dispuso un empani-
como en la representada en la figura 3.1.14 o lIado triangular de vigas doble. El primero y
toma una disposición clara para facilitar el principal, con canto de 1,6 m y 1 m de an-
desencofrado como la representada en la figura chura, sigue la triangulación fundamental que
3.1.14. se apoya sobre columnas. Una segunda trian-
gulación secundaria, evita los grandes espeso-
Consecuencia de la misma tendencia a res que serían necesarios en la losa para salvar
simplificar el encofrado tenemos la concentra- las luces entre vigas principales.
CAPITULO 3.- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 113

1 11 ,11111,,11,'11111,1111111',111,,1 11111,'111 11 1 " , " " r !


1
--l
es
o)

VIADUCTO SOBRE EL VALLE DE LENNE ( 19671 L = 45 DO n h/I 1/24

r I 7S 1 7 SO 1I SO 1 7 SO 11 75 1
ouib~wI'III~'~~!c2~m'sssssoS';i'F b)

L 60~5
LU-o
2
58
30----'-210
1 I
2 10.....L--s 30----1- 2 60
I J
CARRETERA DE CIRCUNVALACION DE SINZIG ( 1967) L 27 DO n h/I = 1/16 B

150 1'"1-.,1------ 11 SO 1 4 00 1 11 SO ------,-1-"'tI 1 SO

c~:c=zi);= ¿Z:i 02 ZIr1:<?2; Z/: ;:1"2~l:; ;:;¿2:<2:?2 ?2l~;~5Z:1'2/2m¡Z~1:!3'foZ:?Z:;1:<;z~mZ ~:~0~3~5~;",2Zc2Z:;'2 Z)¿':<;2/ C¿/'2/ Z?: ;:¿2T~ ;: :; ;~Z2Z?':<?Z;Z:¿¡1:!2Z2Z:i =",s-ib-=~= e)

YIIS 162S---------J

PUENTE EN LOS ALREDEDORES DE DBEREISESHEIN L = 39 DO n h/I 1/13

d)

L-J 170
GIFHDRN - CARRETERA DE CIRCUNVALACION (1965-19551 L = 25 DO n h/I 1/17

e)

25--.-),-----11 10----~.l---S2S---J

PUENTE SOBRE LOS TERRENOS CONTIGUOS AL PUENTE DEL RIN (1953-19551 L = 7500 n h/I 1/25

rl 7S I 850 I 1 7S¡

'¿i"'¿i¿¿á'2~¿i¿¿r~6S f)

L2e8 fo 50 6 '4 1, 88J


PUENTE DEL VALLE DEL RISS (1954-1955) L = 3B 00 n h/I 1/17

Fig. 3.115
PUENTES
Joviel Monte/ola Annisen

12221-~2221--r-2221-¡-2221~2221~-22211
P-2 P-IO

P-I p-g
iA

SECCION A- A
PUENTE MAURICIO LEGENORE

Figo J r 16 Puente de Mouricio Legendre


C;lPJTULO 3- EL T;1BLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 115

3.1.3.- Moriología longitudinal, vincu- El pavimento supenor necesitará una


laciones normales entre vanos junta de dilatación encima de las pilas que
de vigas prefabricadas permita los movimientos longitudinales del
tablero por temperatura, fluencia y retracción.
Las vinculaciones que normalmente se
utilizan entre tableros formados por vigas pre- Se pueden disponer uniones a "media
fabricadas son de tres tipos. Tableros simple- madera". Su misión es ocultar la viga cabezal,
mente apoyados, tableros semi-continuos y situada sobre las pilas, dentro del espesor del
tableros continuos. tablero. Esta unión encarece las vigas por la
armadura complementaria que es necesario
disponer para resolver los esfuerzos locales
Tableros simplemente apoyados que allí se produce. Figura 3.1.17 d.

Es la disposición mas usual. Las vigas La distribución longitudinal de la inercia


longitudinales se apoyan por medio de apoyos de las vigas puede ser constante o variable.
de neopreno sobre vigas transversales situadas
sobre los pilares y sobre (entre) ellas se honni-
gana el tablero.

I 11 Il I
I
- ' -'- - ' -'-

a)

'- '-

b)

Fig.3JI7
116 PUENTES
Javier Manlero/a Armisen

o)

f~( t )

b) e)

Fig 3.1.18

Este tipo de tableros suele suponerse Tableros semi-continuos


isostático a efectos de los asientos diferenciales
entre pilas y esto, en general, no es cielio. Si el Estas uniones consisten en establecer la
asiento de la pila en su conjunto es un des- continuidad entre los vanos, exclusivamente a
censo vertical exclusivamente, el tablero es nivel de la losa superior. Las vigas quedan
isostático. Pero debido a la envergadura trans- separadas y apoyadas sobre las pilas. Esta
versal de este tipo de puentes el asiento trans- unión tiene como misión eliminar las juntas de
versal de las pilas puede no ser constante. En dilatación del pavimento, proporcionando una
este caso este descenso diferencial introducirá rodadura mucho mas confortable. Figura
unas torsiones en el tablero que producirán una 3.1.18.
serie de esfuerzos de flexión y torsión en vigas
y sección transversal que en general son pe- Se puede realizar tanto en tableros que
queños en el caso de vigas doble T y significa- tengan la losa adosada al nivel de la cabeza de
tivamente mayores cuando se utilizan vigas compresión de las vigas o sobrepuesta a ellas.
cajón. En este último caso es mucho mas cómoda la
disposición de las armaduras de continuidad
La presencia de juntas de dilatación del situadas en la losa.
pavimento en el extremo de cada uno de los
vanos, convierte a la conducción incómoda lo La losa se desconecta de las vigas en
que determina que prácticamente ha desapare- una determinada longitud. Para ello se elimina
cido su uso. la annadura de cercos y se interpone un
CAPITULO 3.- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 117

material inerte que impida la adherencia entre fuerzas son instantáneos y son tanto mas
el honnigón de la viga y de la losa. Debe tener pequefios cuanto mayor es la longitud
un detenninado espesor para impedir el con- desconectada L.
tacto entre los dos hormigones, Fig. 3.1.18c.
De esta manera se consigue proporcionar a la c) Los correspondientes al peso propio de
unión una detenninada flexibilidad que le per- la losa, a la carga muelia y a la aplica-
mita hacer frente con seguridad a los siguientes ción de la sobrecarga actuando sobre la
esfuerzos: longitud desconectada L. Estos valores
serán tanto mayores conforme aumenta
a) Los cOlTespondientes a las defonnacio- la luz L.
nes impuestas por la fluencia y la retrac-
ción del hormigón que producirán giros Por tanto la longitud L de la zona desco-
en los apoyos en función del tiempo. nectada depende del compromiso a encontrar
Estos giros producen unos esfuerzos entre unos efectos desfavorables y otros favo-
tanto menores cuanto mayor es la longi- rables, pero en general crecerá con la luz del
tud L de la losa desconectada de las vi- tablero. Para luces pequefias del orden de 15 a
gas. 20 !TI, una longitud adecuada puede oscilar
alrededor de 1 a 2 m. Para luces del orden de
b) Los cOlTespondientes a los giros de las 30 ó 40 m. la longitud variará entre los 2 y
vigas como consecuencia de la acción de 4m.
la sobrecarga sobre los vanos. Estos es-

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M( t )

b)

Arnadura pasivo
Pretensado
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Soldadura

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Pretensado

Fig.31I9
118 PUENTES
Javier Nfanlerola Armisen

Los momentos flectores que se producen un puente continuo. No ocurre lo mismo para
en la losa superior se resisten nonnalmente con el peso propio, que funciona como tableros
armadura pasiva. simplemente apoyados. Figura 3.1.19.
Un problema asociado a esta unión es el En el apoyo aparecerán unos esfuerzos
hecho de que la dilatación del puente se acu- M(t), correspondientes a las deformaciones de
mula vano a vano, con lo cual el tamaño de los fluencia y retracción del honnigón. Su signo
apoyos, si son de neopreno aumenta también. podrá ser negativo o positivo según sea el es-
Las juntas de dilatación se disponen solo en los tado tensional que exista en las vigas para la
extremos del puente, lo cual mejora mucho el hipótesis de carga pennanente. Si el puente es
confort de paso. muy esbelto y el estado de tensiones en la ca-
beza inferior es superior al de la cabeza supe-
Tableros continuos, con continuidad sobre rior las vigas tenderán a levantarse del centro y
el apoyo aparecerán momentos positivos en la unión. En
caso contrario serán negativos.
Si en los tableros semi-continuos, la
continuidad estructural se realiza exclusiva~ A estos esfuerzos en el empotramiento,
mente a través de la losa, la cual proporciona que modifican a lo largo del tiempo los COlTes-
un pequeño momento de empotramiento en el pondientes a la carga permanente en el instante
tablero, que prácticamente no cambia los es- t=O, deben añadírseles los de sobrecarga.
fuerzos que éste tendría si su vinculación fuese
simplemente apoyada, en los tableros conti- El annado de la continuidad entre vanos
mIOS se establece la continuidad estructural contiguos puede realizarse de diferente ma-
tanto en la viga como en la losa, de manera que nera. Por simple disposición de annadura pa-
para las acciones de carga muetia y sobrecarga siva tanto en la losa superior como en el talón
el puente se compOlia de la misma manera que

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Fig 3J20
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIG6N 119

inferior de las vigas. Figura 3.1.19. Esta dis- fin. Estas uniones, que mantienen pretensado
posición de la continuidad es muy cómoda de todo el tablero, presentan, sin embargo, pro-
realizar y por tanto está bastante empleada. blemas de constmcción por lo que no son de-
masiado utilizadas. Figura 3.1.19 f Yg.
La unión entre vigas prefabricadas
puede realizarse también por medio de preten- Un problema complementario a destacar
sado. en este tipo de uniones continuas radica en la
transición entre el apoyo provisional y defini-
Este se puede establecer por medio de tivo de estos tableros.
cables "sombrero", o cables COlios dispuestos
para este cosido o por prolongación de cables Las fases de constmcción son las si-
de las vigas dispuestas precisamente para este guientes. Fig. 3.1.20.

Fig 3.121

En la primera fase se colocan las vigas El mecanismo de transferencia de carga


sobre apoyos provisionales, los cuales deben entre vigas y riostra se realiza a través de las
estar sobre gatos o cajas de arena para poder llaves dejadas al efecto, por rozamiento y ad-
eliminarlos con facilidad. herencia entre viga pretensada y viga riostra y
por la annadura complementaria.
En la segunda fase se honnigona la viga
riostra y la losa superior entre vigas. En la En cuanto a los mecanismos de transfe-
tercera fase se eliminan los apoyos provisio- rencia de la carga entre las vigas longitudinales
nales. y la viga riostra, para la carga de peso propio,
t=O, no existen esfuerzos de compresión entre
El único problema que se plantea es la vigas, salvo la pequeña carga cOlTespondiente
transferencia de la carga de los apoyos provi- a la ménsula P.a. La transmisión del cortante se
sionales al definitivo ya sea para las hipótesis debe realizar entonces por la armadura pasiva
de peso propio como para sobrecarga. de cosido y los redientes que deben dejarse al
120 PUliNTES
Javier klal1/erola Al1l1úel1

efecto en los extremos de las vigas. En cuanto colocadas las vigas de un solo lado. Esta tipo-
a la flexión se resolverá por la armadura pa- logía está en desuso.
sante superior.
Tableros contim/os, con contimtidadjitera
Para la sobrecarga existirán momentos de los apoyos
negativos encima del apoyo, los cuales com-
primirán el hormigón y contribuirán muy efi- Entre las vinculaciones longitudinales que
cazmente a evitar el deslizamiento entre viga hemos visto hasta ahora siempre la unidad de
prefabricada y viga riostra. viga saltaba entre dos apoyos fijos. El peso y
tamaño de esta viga configura, más que su
Tableros continuos tipo Gerbel~
capacidad resistente las luces habituales de este
tipo de puentes. Pero si en lugar de intentar saltar
entre pilas con la unidad viga, hacemos como en
Este tipo de tableros se suele utilizar la viga Gerber obtenemos luces mayores con
cuando la luz L que se desea salvar con las vigas mas pequeñas y ligeras. Pero si además en
vigas prefabricadas es mayor que la longitud lugar de dejar una articulación permanente entre
de la viga. Se compone de tramos sobre pilas y vigas, damos continuidad a la unión, podremos
tramos intermedios apoyados sobre los prime- eliminar la servidumbre del doble soporte.
ros. Las uniones entre tramos son obligatoria- Tendremos un dintel continuo nonnaL
mente a media madera. Figura 3.1.22.
En la Fig. 3.1.23 representamos el pro-
El tramo sobre pilas puede ser "in situ" o cedimiento nom1al de construcción y vincula-
prefabricado, de inercia constante o de inercia ción de esta tecnología. Una vez colocada la
variable. Su fabricación dependerá del peso viga 1, se coloca sobre ella la viga 2 por inter-
que destaca y de los medios de construcción. medio de un apoyo provisional 3. La estabili-
Debe existir una relación entre la luz Ll y L2 Y dad de la viga 1 ante cargas tan disimétricas,
L para evitar el vuelco del tramo sobre pilas puede llevar asociada la necesidad de disponer
durante el proceso constructivo cuando estén apoyos intermedios provisionales o proporcio

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C4P1TUlO 3. - EL J:4BlERO DE V/CAS DE HORM1CON 121

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Fig. 3. 12.J Puellte de la Acebosa (Calltablia)


122 PUENTES
Javier NJan/erola Armisen

nar estabilidad en la unión entre la pila y la La variable más significativa en estas


viga 1 pOI' pretensado vertical, afundado o no, condiciones es la relación entre el ancho
por piezas especiales lo que incrementa el par y la luz del tablero.
resistido en la unión.
b) Condiciones de vinculación en el con-
La unión entre las dos vIgas se puede tomo.
realizar siguiendo los pasos: Suponemos siempre que el tablero pre-
senta dos bordes libres, lo cual es la si-
• Pretensado inferior de continuidad. hlación más frecuente en casi todos los
puentes. Los otros dos bordes del con-
• Sujeción de las cabezas de las dos vigas,
en la parte superior por la disposición de tomo podrán estar simplemente apoya-
postensado o chapas metálicas. dos en las pilas - tablero bi-apoyado -, o
tener continuidad estructural con los va-
• Honnigonado de la junta entre las vigas en nos contiguos. En ningún caso supon-
las que se han dejado dinteados. La dremos vinculación de empotramiento
sujeción superior e inferior impide el entre pilas y tablero, lo que dará lugar a
movimiento de la junta durante el fraguado los puentes pórtico.
del honnigón.
Admitimos también que los movimien-
tos de los soportes, bajo las acciones que
La viga 1, siempre en voladizo, tiene su
pretensado o annado superior para resistir las les transmite el tablero, son lo suficiente-
acciones anteriores. Sobre esta viga, ya conti- mente pequeños como para que no influ-
nua, se colocan las placas prefabricadas supe- yen en la respuesta resistente de éste.
riores y el honnigonado superior. En esta placa
se dispone la annadura y ó el pretensado lon- En este caso las dos únicas variables que
gitudinal que completa la capacidad resistente consideraremos de vinculación son las
de la sección de apoyo. de tablero simplemente apoyado o table-
ros continuos.
La unión entre las vigas, puede experi-
mentar a lo largo de la vida del puente mo- c) Distribución de rigideces en planta.
mento positivo y negativos. El postensado
inferior soporta los positivos y el pretensado o El tablero podrá estar fonnado por una
annadura pasiva longitudinal superior, los serie de vigas longitudinales con sección
negativos. transversal en "T", doble "T" o "U". Por
una losa transversal que materializa la
3.2.- Tablero de vigas. Comporta- platafonna y que siempre considerare-
miento resistente mos solidaria con las vigas a efectos re-
sistentes. Por una serie de vigas riostras,
más o menos espaciadas y que se distri-
Un tablero de vigas es una estructura buyen unifonnemente a lo largo de la luz
compleja, con un claro comportamiento espa··
y que pueden existir o no existir.
cial cuya respuesta bajo las cargas veliicales
depende de un conjunto de variables entre las
d) Tipo de cargas.
cuales las más significativa son:
Las cargas que vamos a considerar aquí
a) Geometría en planta del tablero. se reducen a dos tipos. Cargas puntuales
y cargas unifonnemente repmiidas, cu-
Consideramos tableros rectos Ulllca- bran o no toda la superficie del tablero y
mente. El tablero oblicuo o curvo cuya ambas verticales. En general, la mayoría
problemática participa de la de los puen- de los códigos de sobrecargas de puentes
tes rectos, presenta características de de calTeteras pueden referirse a estos dos
comportamiento palticulares debidas a tipos.
su geometría.
CAPITULO 3 - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 123

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Fig 3201

Con respecto al tratamiento a dar al despreciado la defol111ación por esfuerzo


problema conviene tratar con ejemplos cortante de las losas que constituyen el tablero,
concretos de tableros, como el que repre- la cual hará que la distribución de tensiones en
sentamos en la figura 3.2.01, del cual las cabezas superior e inferior no sea constante.
obtendremos la respuesta resistente variando o
no su sección transversal, luz o condiciones de La segunda sería suponer el tablero con
vinculación, pero siempre con casos concretos. sección transversal indeformable sometido a
Este procedimiento no sería interesante en el un par torsor de 450 mTn, que es el que se
caso de que se pudiese obtener expresiones obtiene de multiplicar el valor de la carga exte-
generales que acotasen la influencia de las rior por la distancia al centro de esfuerzos cor-
distintas variables enumeradas, pero este no es tantes del tablero. Figura 3.2.02c. Bajo esta
el caso. solicitación el tablero experimentará una serie
de giros alrededor del centro de esfuerzos cor-
3.2.1.- Descomposición de la res- tantes y una distribución lineal de tensiones
puesta resistente longitudinales de las cuales representamos la
de la sección central.
En la figura 3.2.02 representamos la res-
puesta en corrimientos y tensiones longitudi- Por último tenemos los cOlTimientos y
nales O'x en el centro de la luz, del tablero bi- tensiones longitudinales debido al hecho de
apoyado que aparece en la figura 3.2.01, que la sección transversal no es indefonnable,
cuando se le solicita bajo una carga puntual de como hemos supuesto en los dos casos anterio-
100 T., situada en el centro de la luz y con una res y que reflejamos en la figura 3.2.02d.
excentricidad respecto a su eje de 4,5 m.
Los cOlTimientos reales totales en el ta-
Esta respuesta la podemos suponer obte- blero se representan en la Fig. 3.2.02e.
nida por la suma de otras tres.
Esta descomposición de la respuesta real
La primera sería suponer el tablero con en otras tres no tendría interés si no fuese por-
sección transversal indeformable sometido a que destaca la impoliancia que tienen las ten-
una carga centrada de 100 T., figura 3.2.02b. siones longitudinales ()x debidas a la torsión,
Si en estas condiciones aplicamos la teoría de cuya cuantía es mayor que las debidas a la
la viga al cálculo de la respuesta, tendremos carga centrada y a la deformación de la sección
una flexión cilíndrica y un estado tensional transversal y reflejan en gran medida como
constante a lo ancho del tablero. El único elTor responde este tipo de tablero a la excentricidad
que se comete en este caso es el haber de la carga.
PUENTES
Javier Man/erala A/'Inisen

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d)

Fig 32.02
CAPITUl,O J - EL, TABl,ERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 125

Este hecho nos conduce a detenernos, sección estará coaccionado, produciéndose un


antes de pasar al estudio general, en conocer el estado tensionallongitudinal cr(x).
compoliamiento a torsión de un tablero de
vigas doble "T" con sección transversal inde- El comportamiento resistente ante la
fonnable. torsión se compone, por tanto, de dos
mecanismos. El primero formado por la rigidez
a torsión de cada una de las placas que
3.2.2. Tablero de vigas doble T con constituye la sección, donde se produce un
secc/on transversal indeforma- flujo de tensiones tangenciales de St. Venant y
ble, sometido a solicitación ex- el segundo formado por una flexión
céntrica antimétrica correspondiente al alabeo torsional
coaccionado.
La indeformabilidad real de las seccio-
nes transversales del tablero es una condición 3.2.3.- Análisis de un tablero de vigas
teórica, que en la realidad se puede conseguir, doble T, con sección transversal
a efectos prácticos, con la disposición de una deformable, sometido a una
serie de vigas riostras a lo largo de la luz y carga excéntrica
cuyo número dependerá de la relación ancho-
luz del tablero y el tipo y colocación de la
carga exterior. En general, salvo en casos de Si en lugar de ser la sección transversal
tableros de relaciones ancho-luz extraordina- indeformable, el tablero es deformable, la
rias, con tres vigas riostras intermedias y dos respuesta del mismo tablero de la figura 3.2. O1,
riostras en los apoyos la sección transversal sin más vigas riostras que las colocadas en sus
puede considerarse indeformable a estos efec- extremos, variará según aparece en la figura
tos. 3.2.04, donde se representan, comparadas con
las de sección transversal indefonnable.
En este caso y solo en este caso, la carga
descentrada que solicita a la sección transver- La diferencia entre ambas respuestas es
sal en el centro de la luz y con un descentra- ostensible. En el tablero deformable los
miento de 6 m. respecto al eje del tablero de la corrimientos de la viga cargada así como su
figura 3.2.03, se puede descomponer en una estado tensional es mayor que las de la viga
carga centrada de 100 Tn. y en una solicitación con sección transversal indeformable, de la
torsora de 600 m. Tn. misma manera que las vigas alejadas de la
carga tienen corrimientos y tensiones menores.
La primera solicitación produce una La losa superior se defonna transversalmente
flecha en el centro de la luz según la ley de momentos flectores My que
aparece en la figura 3.2.04c. Lo que ha
ocurrido es que la pérdida de rigidez de la
v = 0,0089 m. sección transversal ha producido un reparto de
cargas más pequeño.
y un estado tensional longitudinal como el
representado en la figura 3.2.03b. Para analizar la respuesta aislemos la
viga directamente cargada del resto del tablero
Bajo la torsión, la sección experimenta realizando un corte longitudinal por el inter~je
un giro 8(x) que produce dos tipos de con la viga contigua. Figura 3.2.05.
corrimientos, los transversales con centro de
giro el centro de esfuerzos cortantes, figura A lo largo de ese corte aparecen cuatro
3.2.03c., y el alabeo de la sección con tipos de esfuerzo. Por un lado unos esfuerzos
corrimientos longitudinales u(x,s). En el caso cortantes verticales Q , figura 3.2.05a. y unos
de que estos corrimientos longitudinales no M
momentos flectores y (no representados por
sean independientes de x, lo que ocurre cuando su pequeño valor). Por otro unos esfuerzos
los momentos torsores no son constantes a lo cortantes horizontales N x ' figura 3.2.05b., y
largo de toda la viga, el alabeo libre de cada N
unos axiles transversales y , figura 3.2.05c.
126 PUENTES
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CAPITULO 3 - El TABLERO DE V/GllS DE HORMIGÓN 127

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0.38 1 1
Fig. 3204

Estos cuatro tipos de esfuerzos reflejan


los dos mecanismos de resistencia que ha Flexión general del tablero
desarrollado el tablero para resistir. El primero
es el mecanismo de flexión general que se Si independizamos la viga directamente
refleja en lo~ esfuerzos Qy y My. El segundo cargada del resto del tablero y la solicitamos
es el producIdo por el efecto membrana de la por la carga exterior, experimenta una serie de
losa superior que se refleja en dicha sección en corrimientos verticales, vIo figura 3.2.06 y sus
los esfuerzos N xy YNy. correspondientes esfuerzos y tensiones.
128 PUENTES
Javier N/anterola Annisen

a)

c)

Fig. 3. 205

La cuantía de este efecto depende de las


La losa transversal, obligada a seguirla
siguientes variables:
en su deformación, experimentará un descenso
de apoyo y por su equilibrio intemo, la a) De la relación de rigideces a flexión de
aparición de unos momentos flectores y cor- la losa transversal y las vigas longitudi-
tantes en sus extremos, los cuales introducidos nales.
en la estructura completa, con signo contrario,
producirán una descarga de la viga exte- Cuanto más rigidez sean estas últimas,
rionuente cargada y una carga de la contigua. ya sea por tener una inercia grande o una
Además experimentarán unos determinados luz pequeña, la flecha y será más pe-
giros e diferentes entre dos vigas contiguas. queña y por tanto el factor origen de la
Este proceso se propaga hacia todas las demás transmisión transversal de cargas.
vigas hasta que el sistema se ponga en equi-
librio.
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 129

Por el contrario, cuanto mayor sea la Este efecto destaca la importancia que en
inercia de la losa transversal y menor sea el reparto transversal tiene la relación
su luz libre, lo que a lo largo de la entre la anchura y la luz del tablero y la
transmisión de cargas en dirección trans- relación que existe entre las inercias lon-
versal representa la anchura del tablero, gitudinal y transversaL
el traspaso de cargas de la viga direc-
tamente cargada a las demás será mayor.

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v

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b)
Fig. 3.206

b) De la rigidez a torsión de las vIgas versal del tablero, figura 3.2.06b. Este
longitudinales. giro diferencial torsiona la losa superior.

Cuanto mayor sea ésta, menor giro <p se Esto quiere decir que en el mecanismo
producirá en la viga longitudinal y por general de flexión del tablero se ponen en
tanto más empotrada estará la losa trans- juego las cuatro rigideces del tablero, a flexión
versal. En este caso las cargas Qy, que y torsión de las vigas longitudinales y a flexión
equilibran los momentos flectores trans- y torsión de la losa superior. Se destaca
versales My , serán mayores y mayor será también la relación ancho-luz como variable
por tanto el traspaso de cargas de la viga fundamental.
exterionnente cargada a las demás. Este
es el efecto especial que se produce con Efecto membrana de la losa superior
vigas cajón longitudinales.
El segundo mecanismo resistente que se
c) De la rigidez a torsión de la losa produce en el tablero conesponde al efecto
transversal. membrana que realiza la losa superior, desta-
cándose la rigidez en su plano tanto a flexión
Se pone en juego a través de los giros como a cortante.
diferentes que experimentan las vigas
longitudinales en la misma sección trans-
¡30 PUENTES
.Im'Ii?¡- ;llal/lero/a ,4nl/lsel/

En el mecanismo general de flexión que transversal de la losa superior y por tanto su


acabamos de describir solo hemos tenido en comportamiento como membrana.
cuenta la continuidad transversal de la losa
superior que hace aparecer los esfuerzos Qy y Su presencia produce dos efectos, uno
M y en la línea media de contacto entre aos sobre las vigas y otro sobre la losa misma.
vigas. Si solo existiese este efecto, cada una de
las cinco vigas que constituyen el tablero, bajo l. Las vigas quedan solicitadas a unos
la acción de los momentos flectores resultantes esfuerzos N xy a todo lo largo de su bor-
a que están sometidas, experimentarán en su de común con las contiguas, figura
cabeza superior unos conimientos longi-
3.2.0Sb. La integración de estos esfuer-
tudinales diferentes. Fig, 3.2.06c.
zos a lo largo de la viga equivale a un es-
fuerzo axil colocado en cabeza superior,
A estos corrimientos se opone la
continuidad de la losa superior con la aparición que trasladado al centro de gravedad de
de unos cortantes longitudinales N x , figura la viga equivale a un esfuerzo axil, de
3.2.0Sb, y unos axiles transversales ~, figura tracción o compresión y a una flexión
3.2.0Sc. Estos esfuerzos compatibilIzan los cuyo valor es el esfuerzo axil mul-
corrimientos longitudinales entre las fibras tiplicado por la distancia entre el centro
comunes de las distintas cabezas superiores de de gravedad de la viga y la fibra media
las vigas, haciendo que aparezca la solicitación de la losa superior. Figura 3.2.07.

>-....
'.
"
'''''"."
///
/>
.,////

Este efecto, unido al del primer meca- compresión. Este hecho hace que la fibra
nismo, determina que el estado de es- neutra en las vigas de un tablero varíe de
fuerzos en las vigas no es una flexión una viga a otra, ascendiendo en las car-
simple, sino una flexión compuesta. En gadas y descendiendo desde ésta hacia
las vigas que están exteriormente car- los lados, figura 3.2.04b.
gadas, el esfuerzo axil será de tracción, En la figura 3.2.0S representamos estos
mientras que en las no cargadas será de esfuerzos. En la figura 3.2.0Sa represen-
CAPITULO 3 - El J:4BIERO DE VIGAS DE HORMIGON 131

tamos la ley de esfuerzos axiles a que Curva c: Es la resultante de deducir a la


están sometidas las vigas del tablero y en curva b los momentos flectores produci-
la figura 32.08b representamos las si- dos por la ley de cortantes N xy .
guientes leyes de momentos de la viga
extrema directamente cargada. La repercusión de los esfuerzos cOliantes
Nxy en las tensiones longitudinales de
Curva a: Momentos flectores de una viga las vigas, es muy desigual en cabeza su-
apoyada bajo el efecto de las 100 Tn. perior y en inferior. En la primera redu-
cen extraordinariamente las tensiones de
Curva b: Es la resultante de deducir de la compresión que produce la flexión,
curva de los momentos flectores anterio- mientras que en la cabeza inferior su
res, los que producen la ley de descargas efecto es muy pequeño ya que las vigas
Qy del mecanismo general de la flexión. doble T tienen un gran núcleo centra!.

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2. Si miramos la losa superior flectando en siderando, la desplaza lateralmente, fi-


su plano vemos que está solicitada a un gura 3.2.04a.
conjunto de compresiones variables en
su contacto con las almas de las vigas, Si la carga exterior está centrada en el
que no son otras que las tensiones tan- eje del tablero no existirá flexión general
genciales que se producen entre alma y de esta losa.
cabeza de toda viga. Estas compresiones
son mayores bajo la zona cargada, lo que Además de las compresiones correspon-
detennina una flexión pura de la losa, dientes, la losa, en su conjunto, quedará
que en el caso de carga que estamos con- sometida a una serie de cOliantes N xy
132 PUENTES
Javier Mantero/a Armisen

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CENTRO DE L u Z

Fig 3.209

que como hemos visto, uno interfiere al otro y


variables lo que producirán su defonna-
viceversa. Cuanto menos eficaz sea el primer
ción correspondiente. Esta defonnación mecanismo, debido a la poca rigidez a flexión
produce la distribución no lineal de las transversal de la losa, por ejemplo, mayor será
tensiones longitudinales en cara superior, el desequilibrio de tensiones longihldinales
figura 3.2.04b que se hace especialmente entre vigas contiguas y mayor será, por tanto,
intensa en las proximidades de la zona el valor de los esfuerzos cortantes N xy .
cargada exteriormente. La distribución
de N xy en la losa superior aparece en la
figura 3.2.09. Una vez examinada cual es el tipo de
respuesta general de un tablero de vigas con
Como resumen podemos decir que el sección transversal defonnable, vamos a anali-
efecto membrana produce una redis- zar la influencia que sobre la respuesta del
tribución de las tensiones longitudinales tablero tienen las distintas variables que lo
de flexión en la losa de cada una de las constituyen.
vigas, descargando la zona más solici-
1) Respuesta de tableros de vigas doble "T"
tada y cargando la menos solicitada,
bajo cargas puntuales.
produce la concentración de tensiones
2) Influencia de las vigas riostras en la
longitudinales bajo la carga, y hace que
respuesta de los tableros fOfilados por
el estado tensional de las vigas no sea de
vigas doble "T".
flexión simple sino compuesta.
3) Respuesta de tableros de vigas doble "T"
bajo cargas uniformes.
Efecto conjunto
4) Influencia de la relación ancho-luz.
La flexión general del tablero y el efecto 5) Tableros continuos.
membrana son dos mecanismos acoplados, ya 6) Tableros formados por vigas cajón.
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 133

7) Comparación entre las respuestas que 3.2.4.- Respuesta de los tableros de


proporcIOnan distintos métodos de vigas doble "T" bajo cargas puntuales
cálculo.
Hemos obtenido la respuesta del tablero
8) Respuesta de los tableros de vigas doble bi-apoyado de la figura 3.2.01, cuando la carga
"T" y vigas cajón cuando se eliminan las puntual de 100 Tn se desplaza en la sección
vigas riostras sobre apoyos. transversal del centro de la luz. Los resultados
en cOlTimientos, tensiones y momentos los
El método de cálculo que vamos a representamos en las figuras 3.2.10 a 3.2.14.
utilizar para el análisis de estos casos es el de
las láminas plegadas. El número de amlónicos
utilizados en la discretización de las cargas
varía entre 60 y 150.
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Fig. 3210
134 PUENTES
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18 19 20 21

Fig 32JJ

los commlentos verticales, figura 3.2.13a.,


LorniJtientos sigue una ley de tipo parabólico.
Tanto los corrllmentos veliicales como
los horizontales en la sección central se Tensiones longitudinales
representan en la figura 3.2.1 Oa. En todos estos
casos se aprecia perfectamente la deformación Las tensiones longitudinales en el centro
de la sección transversal que acrecienta su de la luz y a solo dos metros de este punto se
valor en las proximidades de la zona cargada. representan en las figuras 3.2.1 Ob Y3.2.l2a.

La curvatura de la losa superior es En la sección central se observa una


siempre negativa salvo en las proximidades de clara concentración de las tensiones
la zona cargada. Ver ley de momentos flectores longitudinales en la cabeza superior. Estos
transversales en figura 3.2.12b. valores son especialmente intensos encima del
alma cuando la carga se dispone en esa
Tanto la cabeza superior como las situación. Sin embargo a solo dos metros de
inferiores del tablero experimentan corrimien- distancia, figura 3.2.12a, esta concentración de
tos horizontales siendo tanto mayores cuanto tensiones en cara superior ha desaparecido. En
más descentrada está la carga, figura 3.2.l3b, y realidad estos tableros son muy sensibles a las
su distribución a lo largo de la luz, como la de cargas localizadas, se deforman rápidamente,
CAPITULO 3. - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 135

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Fig. L2J2

pero amortiguan su efecto también muy puntual se repatie en las dos almas por la
rápidamente. flexión de la losa transversal. A las aristas 2 y
7 llega la carga distribuida, figura 3.2.1lc.
La distribución no lineal de tensiones en
cabeza superior se debe a su defonnación por En la cabeza inferior, el efecto local de
esfuerzo cortante. Esta vuelve a ser la carga puntual se amOliigua mucho y aunque
especialmente intensa en las proximidades de presenta los valores máximos bajo el alma
la carga puntual. cargada, su apuntamiento no adquiere la
intensidad que OCUlTe en la losa superior. Esto
Cuando la carga puntual actúa entre dos se debe a que, a lo largo del alma, la carga se
almas, la distribución de tensiones lon- va repartiendo por la defonnación por esfuerzo
gitudinales en cabeza superior es mucho menos cortante de la misma. Este hecho trae consigo
apuntada, como se observa en la figura que la distribución de tensiones longitudinales
3.2.1 Ob. Este hecho se debe a que la carga a lo largo del alma directamente cargada no es
136 PUENTES
Javier Manlerola Annisen

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38131721

a) Movimiento vertical b) Movimiento horizontal transversal de las


cabezasinferiores de las vigas
Fig 32.13

lineal, como se puede observar en todas las plazamiento lateral del tacón de la viga
figuras 3.2.1üb. exterior contrario al general de giro del tablero,
figura 3.2.13b, que produce una curvatura en
Todos estos efectos revelan la existencia planta, en las proximidades de la carga,
de las grandes tensiones tangenciales que contraria a la general. Las tensiones longi-
desarrolla el tablero en las proximidades de la tudinales en el tacón inferior quedan afectadas
carga para repartirla rápidamente. A solo un por este hecho.
canto de distancia el efecto se ha disipado casi
totalmente.
Momentos flectores transversales.
El estado tensional longitudinal en la
cabeza inferior de las vigas no es constante Los momentos flectores transversales en
sino que varía linealmente, lo que se debe a la la sección central se representan en la figura
flexión horizontal que se desarrolla en las 3.2.12b para los distintos tipos de cargas
mismas como consecuencia de los corri· analizados y su distribución longitudinal a lo
mientas representados en la figura 3.2.13b. largo de la luz en la figura 3.2.14.

Cuando la carga está centrada entre dos En todos los casos las flexiones se
almas, se produce una flexión de la losa concentran bajo la carga, tanto cuando ésta
superior que se transmite a las almas contiguas. actúa sobre las almas como cuando actúa en el
Los giros así obtenidos producen un des- centro del vano. Sin embargo como en el caso
CAPITULO 3.- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 137

0.19 0.19
0.43 0.43

a)

4.48

-9.13

0.19 0.19

b)

e)

7.87

Fig.3.2I4

de las tensiones longitudinales se disipa A pesar de la poca rigidez a torsión de


rápidamente. las vigas longitudinales estas desarrollan
suficiente capacidad de empotramiento para
Las leyes curvas que presenta la ley de que se produzcan momentos flectores
momentos flectores transversales en las negativos en la losa superior cuando la carga
proximidades de la carga se deben a este está centrada entre dos almas, figura 3.2.12b.
mismo hecho. La losa superior tiene una En esta rigidez a torsión influye de manera
enonlle capacidad de reparto tanto en dirección significativa la rigidez a flexión horizontal del
longitudinal como transversal. En cuanto nos tacón inferior.
alejamos del punto de carga las leyes de
momentos tienen una distribución lineal. 3.2.5.-lnRuencia de las vigas riostras en
la respuesta de tableros de vigas
Cuando la carga actúa en el centro del doble "T"
vano, las flexiones como es lógico son mucho
mayores. En la figura 3.2.lla y b. Siguiendo con el tablero bi-apoyado de
representamos su distribución a lo largo del la figura 3.2.01 vamos a analizar la influencia
eje, viéndose su rápida difusión.
138 PUENTES
J(/I',óAlo11lenJ!o AmllSell

de las vigas riostras en la respuesta general del 3. Con dos vigas riostras intennedias,
tablero, situadas a tercios de la luz.
Consideramos los siguientes casos de
arriostramiento, teniendo siempre en cuenta que 4. Con infinitas vigas riostras. Este caso no
todos ellos tienen vigas riostras en los extremos. se estudia por lámina plegadas sino por
la teoría de la torsión no unifonne en
1, Sin vigas riostras intermedias. secciones abiertas, según hemos visto en
el apartado 1,2. No tiene en cuenta la
2. Con una sola viga riostra intermedia, que defonnación por esfuerzo cortante.
es la sección donde se aplica la carga.

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CAPITULO 3- El TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 139

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Fig 3116

Salvo en el caso 4, las vigas riostras con- resultados en tensiones en los tacones
sideradas están fonnadas por una triangulación inferiores de las vigas son prácticamente iguaL
indeformable de los nudos de la sección trans- La diferencia estriba en que con una sola viga
versal al relacionar todos sus nudos fijamente, riostra, la actuación de la carga puntual, a
pero permite que se desanolle la defonnación través de la flexión de las losas, produce una
de las losas cuando están sometidas a flexión. deformación del talón inferior del tipo de la
figura 3.2.13b lo que detennina la flexión
horizontal que produce la desigualdad de las
Una sola viga en el centro de la luz
tensiones de borde.
La presencia de una viga riostra bajo la
En el caso de carga centrada en el
carga puntual es definitiva para el reparto
tablero, los resultados de tener una o muchas
transversal. El comportamiento del tablero es
vigas riostras es evidentemente el mismo, ya
prácticamente igual al que se produce en el
que la viga riostra neutraliza el efecto allí
mismo tablero si tenemos infinitas vigas
donde se produce.
riostras. No hay mas que comparar las figuras
3.2.15c con 3.2.l5b.
Dos vigas riostras a tercios de la luz
En el caso de que la carga puntual actúa La disposición de dos vigas riostras
entre dos vanos, caso de la figura 3.2.17 los intermedias supone un aniostramiento general
PUENTES
Javier Man/erola Armisen

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Fig.3.2.17

del tablero mayor que el de una viga riostra. los laterales, lo que produce el estado tensional
Pero para el caso de carga puntual en el centro, tan característico de la figura 3.2.19c. Desde la
su eficacia es menor. Esto se comprueba en las riostra hacia el centro de la luz, la viga central
figuras 3.2.15d y 3.2.16c se descarga algo en las laterales a través de la
El comportamiento de este tipo de rigidez de la losa transversal lo que pro-
aniostramiento se observa con claridad en la porciona la forma ligeramente curva a la ley de
figura 3.2.19. La rigidez de la viga riostra tensiones.
iguala los cOlTimientos de las cinco vigas en
los puntos a tercios de la luz. Esta igualación Podría considerarse, que en este caso de
se verifica a base de introducir una carga carga, el tablero funciona como suma de dos
ascendente en la viga central y descendente en estados de deformación.
CAPITULO 3 - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 141

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Fig.3218

a) El tablero puede considerarse como Cuando la carga en lugar de ser centrada


apoyado fijamente en las dos vigas rios- actúa sobre la viga lateral el funcionamiento es
tras situadas a tercios de la luz. Se pro- completamente similar al anterior añadiéndole
ducirá un reparto de cargas entre las los giros correspondientes a la excentricidad de
cinco vigas correspondiente a la rigidez a la carga, figura 3.2.19a.
flexión de la losa transversal y de su
relación ancho-luz. En cuanto a la actuación de la carga
entre dos vigas, el comportamiento es similar
b) Produciendo un descenso de los dos salvo en lo que se refiere a las puntas de
puntos situados a tercios de la luz de tensiones que son mucho menos acusados que
todo el tablero, lo que proporciona esa en los casos anteriores debido al repmio de la
característica ley de tensiones trape- carga que establece la losa, como ya hemos
ciales. visto en la figura 3.2.lOb.
Resulta por tanto evidente que para el Las tensiones inferiores, en este último
tipo de carga puntual, cuanto más próximas tipo de carga quedan afectadas por la curvatura
estén las vigas riostras al punto de carga, más en planta del tacón inferior flectando en su
eficaz será su presencia. Esto lo hemos plano el cual también se ve influenciado por
comprobado cuando disponemos una viga las vigas riostras como se ve en la figura
riostra bajo la carga, su eficacia entonces es 3.2.18.
máxima.
142 PUliNTES
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53.5

FlgJ2/9

Si hasta ahora hemos analizado el efecto Como se aprecia en las figuras 32.15,
de la rigidez transversal del tablero en el 3.2.16 Y 3.2.17 la variación de las tensiones en
mecanismo de reparto, el efecto membrana de cara superior, según existan o no vigas riostras,
la losa superior sigue funcionando de manera es mucho menor que los de la cara inferior de
habitual, estableciendo una redistribución de las vigas.
las tensiones en losa superior que las hace
mucho menos sensibles, que los de la cara Como consecuencia del estudio anterior
inferior de las vigas, a las variaciones de la ri- podemos sacar las siguientes conclusiones
gidez transversal del tablero que proporcionan respecto al efecto de las vigas riostras cuando
las vigas riostras. el tablero se le solicita por cargas puntuales.
CAPITULO 3 - El J:1BIERO DE f/lGAS DE HORMIGÓN 143

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Fig.3.2.20

1. La máxima eficacia de una viga riostra la transversal del tablero sea infinita que
encontramos cuando ésta se sitúa bajo la nos conduce a los estados tensionales de
carga puntual. las figuras .3.2.15b., 3.2.16b. y.3.2.17b.
2. Cuando no están bajo la carga, las vigas
riostras producen una descomposición En este caso la capacidad de reparto del
del comportamiento del tablero en dos tablero depende únicamente de la
palies: 1°) La zona situada entre vigas relación ancho-luz y de la rigidez a
riostras y que comprende la carga: torsión de las vigas longitudinales.
funciona como un tablero continuo con
una relación ancho-luz correspondiente a .5. En el caso de carga centrada entre vigas,
la separación de las vigas riostras y el la ley de momentos flectores My a lo
ancho total del tablero, en donde se largo de sus bordes de empotramiento en
produce el repalio transversal normal de las almas varía muy poco en función del
cargas. 2°) Una defonnación general de número de vigas riostras. Figura 3.2.20.
todo el tablero correspondiente a un Esto demuestra el efecto eminentemente
descenso y giro aplicados en las vigas local de la carga. No debemos olvidar
riostras próximos a la carga puntual. que el tipo de viga riostra que hemos
utilizado no impide la deformación en sí
Se entiende después de esto, que si un de la losa, sino que impide la distorsión
tablero se solicita bajo una sola carga
de la sección transversal.
puntual, prácticamente toda la eficacia
del arriostramiento transversal corres-
3.2.6.- Tableros formados por vigas
ponde a las dos vigas riostras más pró-
doble "T" bajo sobrecarga
ximas a la carga. El resto de las vigas
uniforme
riostras podían eliminarse.
En la figura 3.2.21 representamos la
.3. Cuando la carga puede moverse libre-
respuesta del tablero de la figura 3.2.01
mente por toda la superficie del tablero, solicitado por una sobrecarga uniformemente
resulta evidente que la respuesta mejor la distribuida a lo largo de la luz pero ocupando
obtendríamos poniendo un gran número únicamente la mitad izquierda del tablero. El
de vigas riostras que redujesen al míni- tablero no tiene mas vigas riostras que las de
mo el efecto local de la carga puntual. los apoyos.
4. La eficacia del número de vigas riostras Como se puede apreciar en la figura
está acotada. Su valor máximo posible lo .3 .2.21 a existe una pequeña deformación
encontramos en el caso de que rigidez transversal de la estructura correspondiente a la
144 PUENTES
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FigJ.2.2/

ley de momentos flectores M y de la figura Con la ley de bimomentos B(x) y las


3.2.21c. coordenadas sectoriales w, obtenemos el
estado tensional longitudinal G x debido a la
Si comparamos esta respuesta con la que actuación de un par torsar de 11,25 m.Tn.
tendría el tablero si su sección transversal uniformemente repartido a lo largo de la luz.
fuese indefonnable obtenemos.
Si sumamos este estado tensional al
Sección transversal indefonnable. producido por la carga centrada equivalente de
3 Tn por metro lineal, obtendremos el estado
cos/d~

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3.2.21 b.

mI [ J cos/a]
La diferencia entre los dos estados
B(x)=7 Al =23672(J-IJ032cosO(}2J8x)
tensionales es insignificante tanto en lo que
A /dcos-
2 aparecen en cara superior como inferior.
Origen de las x - el centro del tablero
CAPITULO 3- EL T:4BLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 145

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e)

La punta de tensiones que producían las se presenta una clara variaclOn respecto a la
cargas puntuales desaparece en este caso e sección transversal indeformable.
incluso la deformación por esfuerzo cortante
desaparece prácticamente en la sección central De estos resultados se pueden sacar las
donde el esfuerzo cortante es nulo. siguientes conclusiones:
a) La sobrecarga uniforme produce sobre
En el caso de que la carga esté centrada, un tablero de vigas un estado de tensión
como en la figura 3.2.22, el comportamiento y defonnaciones mucho más unifonne
del tablero difiere bastante del caso en el que la que bajo sobrecargas puntuales. Desa-
sección transversal es indeformable. parecen los incrementos bruscos de
tensiones y de flexiones transversales.
Si bien el estado tensiona1 cr x es muy
parecido en ambos casos en la cara superior de b) El a11'iostramiento transversal por vigas
la sección central, no ocurre 10 mismo con las es prácticamente innecesario para este
tensiones en la cara inferior de las vigas, donde tipo de solicitación y con la relación
146 PU.ENTliS
Jal'/el AJal1/e/vla Anl1isel1

ancho-luz examinada, Esto es debido a Este hecho va a redundar en los dos


que como hemos visto, para carga mecanismos de resistencia que desanolla el
excéntrica, los estados tensionales en los tablero. En el mecanismo de flexión general
dos casos son prácticamente iguales, hemos introducido un cambio impOliante en
Cuando solo cargamos la zona central, si una de sus características, hemos aumentado la
se producen unos resultados muy rigidez de las vigas longitudinales al disminuir
diferentes entre tener y no tener un fuelie la luz. La flecha v, de la figura 3.2.06, que
aniostramiento transversal, sin embargo desencadena el proceso, la hemos reducido a
su octava parte. Consecuencia de este hecho es
como la tensión máxima en las vigas
que la flexión que se desalTollará en la losa
centrales del tablero se producen cuando
transversal será mucho menor y por tanto
la sobrecarga cubre toda la superficie del menor el transpOlie de carga a las demás vigas.
tablero, las vigas riostras tampoco nos
interesan en este caso. Este cambio trae como consecuencia una
desigualdad más grande en el estado tensional
3.2.7. - Relación ancho-luz longitudinal de dos vigas contiguas, que el
efecto membrana no puede restablecer.
En este apartado nos proponemos
examinar la influencia de la relación ancho-luz La consecuencia de lo dicho la
en la distribución de tensiones en el tablero. comprobamos en el cuadro número 1 y en las
Para ello elegimos el mismo tablero de la figuras 3.2.23 y 3.2.24, donde comparamos en
figura 3.2.01 y lo comparamos con otro que flechas y tensiones O'x' el estado relativo de
tiene exactamente la misma sección transversal unas vigas frente a las otras del mismo tablero,
pero con luz mitad, L=20 m., con lo que la para las dos relaciones de ancho-luz.
relación ancho-luz la multiplicamos por dos.

L=40m c=2 m L=20 m. c=2 m. L=20 m. c=1 m


v/v max cr/crmax v/v max cr/cr max v/v max cr/cr max
viga 1 1 1. 1. 1 1 1
viga 2 0456 0.33 0..251 0.145 0351 0.231
viga 3 013 0.048 0.039 -000465 0.063 0.011
viga 4 -0013 -0.025 o.oon -0.0062 ·0014 -0.017
viga 5 -0.095 ·0.031 -00054 -0.014 -0.044 -0.0036
viga 1 03 0101 0.. 055 -0 . 0058 0128 003
viga 2 0.68 OA52 0323 0.208 0.514 034
viga 3 1 1 1. 1 1 1
viga 4 068 0.452 0323 0.208 0.514 034
viga 5 03 0.101 0.055 -00058 0128 0.03

Cuadro 11Ií111ero J

v = corrimiento vertical de la viga en el centro de la luz

f max cOITimiento vertical de la viga cargada en el centro de la luz

O' = tensión longitudinal en el centro del tacón inferior.

O'max = tensión longitudinal máxima en el centro del tacón inferior de la viga cargada

Se ve claramente como un aumento de la Si la variación de la relación ancho-luz


relación ancho-luz supone automáticamente un trae como consecuencia la variación en la
menor reparto transversal. Con 20 m. de luz, la relación entre las rigideces longitudinal y
viga contigua a la cargada tiene un 25% de la transversal del tablero, el mismo efecto
flecha de ésta, cuando se carga en el borde, podemos conseguir si mantenemos la relación
mientras que con 40 m. de luz su flecha es el ancho-luz pero variamos la inercia de las vigas
45%. Los mismo puede verse en las tensiones. longitudinales.
C4PlTULO 3- EL 7:4BLERO DE nO!fS DE HORA/lOÓN 147

65

a) 100
1.27

6.28

I
I
I
I
I
-24.37 \J
I
I
I
I -10.71

I -48.94
I I
I 1
I I
I I
I I
I
-98'. j
"\j -124

11.76
7.2
b) 4.01 1.82 -0.09 -1.78 -3.69 -6.18

1.46 1.27 1.81


-3D8 -0.84 -0.45 -0.03
I I
I -15.8
I
I
I I
I I
I I
I I
-54.3I\JI
-72.5
80

100
e) -3

I I
I 1 1 -5.87
I
I -19.33"'J
I
I
I -45.21
I
I
I
I
I
I
I
I
I

-116.4\ !
'\1-148.37

Fig32.23
148 PUliNTES
Jal'JfJr A1cmlero/a Al7!1fJeIJ

39.7

15.9
11.05 12.1 i-~15r·9::""' -!I~~:!..1 _---U.".105
a) I

-3.9 I I I I
-3.9
I I -10.1
-10.1
¡ 1
1
I
I

-36.7
V- 25.6 I
I
I
I
-25.6"J I I

-36.7
I
I
I I
I I
-68.9L..-.J

36.9

b) ~3==:::!~5~=~5.3~2~::7.:8f==:lo.:9L_-J_~=IIo:.9=::::7.¡8==~5E32~=~=:::J:;
2.~· . . 3.5 2.43

L2 1.2
-058
-16.4
V- 5 •16 1
1
-5.16
-16.4
-0.58

I 1
I I
I 1
-50.4el--i -50.48
-52.14

54.5

16.5
6.3~2__..J8~.5~6_.-!~_-:::f"'-! 6.32
c)

1.09
.6B6 I I
I
I I 1 -6.86
1
¡ .)-23.92
I I
1
I
I
-23.92,
I
¡
I

-41.71 V 1
I
"'J- 41 •71
I
1
1
1 I
1 I
-91.1 5 V· 9 1.15
-96.95

Flg.J.224

La comparaclOn que vamos a realizar transversal del tablero. En el cuadro número 1


ahora es entre dos tableros de 20 m. de luz, con y en las figuras 3.2.23 y 3.2.24 observamos
sección transversal idéntica a la de la figura mejor ésta respuesta.
3.2.01, pero variando el canto de las vigas, la
primera de 2 m. y la segunda de 1 m. Podemos realizar ahora una
comparación entre los dos cambios partiendo
Al reducir el canto a 1 m. aumentamos del tablero de 20 !TI. de luz y 2 m. de canto. Al
la flexibilidad de las vigas longitudinales, aumentar la luz a 40 m. y mantener el canto
aumenta la flecha v de la figura 3.2.06 y hemos reducido la relación ancho-luz a la
ponemos en juego más eficazmente la rigidez mitad y hemos aumentado la flexibilidad de la
CIIPITUlO.1 - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 149

viga directamente cargada 8 veces, la flecha es 3.2.8.- Tableros continuos


proporcional al cubo de la luz.
Para analizar el comportamiento de
Al reducir el canto a 1 m., manteniendo
puentes continuos de vigas hemos utilizado el
la relación ancho-luz, la flexibilidad de las
mismo tablero de la figura 3.2.01 pero con la
vigas longitudinales la hemos aumentado poco
disposición longitudinal conespondiente al
mas de 4 veces, la inercia es casi proporcional
empotramiento en los apoyos. Fig. 3.2.25.
al cuadrado del canto.
En general, en un tablero de puente, las
De lo dicho resulta que la disminución
situaciones de bi-empotramiento son raras para
de la relación ancho-luz ha convertido a las
la actuación de la sobrecarga, sin embargo con
vigas longitudinales en más flexibles que la
vistas a un análisis teórico, las situaciones
disminución del canto, lo que se ve reflejado
reales están comprendidas entre la de apoyo
en un m~jor repatio transversal. Ver cuadro
simple y la de bi-empotramiento.
número l.
Esta conclusión provisional es En este esquema estructural hemos
generalmente válida para cualquier tipo de analizado la respuesta del puente bajo dos
tablero de vigas adecuadamente dimensionado. hipótesis de cargas puntuales que difieren entre

l 6

TTTTT

0.04 0.04
a)

~_7.-r54
_ _~6.97
I
I
I
I
I
I
II
b)
N xy

-3.99 -3.99
I
I -3.09
1
1 ,.0.91
-0.15 -0.15
e)
Ny

Fig.J225
ISO PUENTES
Jal'ier iV/all/erola Anllilell

sí en su colocación transversal. La primera en la estructura debido al cambio, que el


la viga de borde y la segunda en la viga empotramiento en el borde, introduce en el
central. La longihldinal es siempre la modo y cuantía de la defonnación longihldinal
representada en la figura 3.2.25. Estas de las vigas.
situaciones de la carga ya la hemos analizado Supongamos el caso de carga en el cual
en el caso de tableros bi-apoyados. De la las 100 Tn actúan sobre la viga lateral del
misma manera hemos analizado la respuesta tablero y separemos esta viga del resto del
del tablero bajo dos sobrecargas uni- tablero por medio de un corte longitudinal por
fonnemente repartidas. La primera actuando en el eje entre las dos vigas extremas, como ya
la mitad lateral y la segunda en el centro. hicimos en la figura 3.2.6.
Las fuerzas que aparecen en dicho corte
La continuidad del tablero no cambia la se representan en la figura 3.2.25. Si las
naturaleza de los mecanismos de resistencia comparamos con las que aparecen en la figura
que hemos analizado, lo que cambia es la 3.2.5, conespondientes al tramo bi-apoyado,
cuantía de la redistribución de los esfuerzos en observamos diferencias notables.

~
Tablero bi-apoyado Tablero bi-empotrado
j/l'l/W /lcc/J(J
/kdwlI/tLril!l(/
~ /lty//(/mári!IJ(J
~
(Jxlll{/X (jx"JaX
C. vano apovo
viga 1 1 1 1 1 1
viga 2 0456 0.33 0292 0.175 0.256
viga 3 013 0,048 0,026 -0,013 -0.016
viga 4 -0013 -0,025 -0026 -0,02 -0031
viga 5 -0.095 -0,031 -0.048 -0,008 -0011
viga 1 03 0101 0.0418 -0018 -0.029
viga 2 068 0452 0463 028 0,506
viga 3 1 1 L 1 1
viga 4 068 0452 0463 0.28 0.506
viga 5 03 0101 0.0418 -0018 -0.029
viga 1 1 1 L 1 1
viga 2 0762 0.77 0,809 0821 0,847
viga 3 0468 0461 0458 0458 0458
viga 4 01748 0.156 0.1 0.085 0.067
viga 5 -0042 -0035 -0,056 -0046 -0,035
viga 1 0436 0.276 0,092 -0.049 0032
viga2 0.805 076 0482 0,654 0599
viga 3 L 1 1 1 1
viga 4 0.805 0.76 0482 0.654 0599
viga 5 0436 0.276 0092 -0.049 0032

Cuadro número 2
= corrimiento vertical en el centro de la luz de la viga que más flecha tiene

= tensión en el centro del tacón inferior

= tensión en el centro del tacón inferior de la viga mas cargada.

En primer lugar los esfuerzos cortantes razón para este comportamiento es evidente
verticales Qy' que reflejan el mecanismo de dado que las vigas longitudinales continuas
reparto por flexión transversal, son mas tienen unos conimientos verticales mas
pequeñas y con una distribución algo diferente pequeños y con una distribución diferente a lo
a lo largo de la luz ya que su ley tiende a cero largo de la luz que los tableros bi-apoyados.
más rápidamente al acercarse a los apoyos. La
CAPITUlO 3- EL T4BlERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 151

DESPLAZAMIENTOS

Fig. 3226

En cuanto al efecto membrana de la losa sobrecarga unifonne, sus resultados en


superior, que produce los esfuerzos cortantes tensiones longitudinales se encuentran en las
longitudinales Nxy , vemos en la figura figuras 3.2.30, 3.2.31 Y3.2.32.
3.2.25b, que su distribución a lo largo de la luz
es diferente, anulándose en los apoyos, al Todos estos resultados los podemos
contrario de lo que OCUlTe en los tableros bi- comparar con los obtenidos para estas mismas
apoyados. Este efecto se entiende también solicitaciones en el tablero bi-apoyado de la
claramente si consideramos que los coni- misma luz y sus resultados se encuentran en el
mientas longitudinales en una viga empotrada, cuadro número 2.
en la cabeza superior y en el apoyo, son nulos.
De él se pueden sacar las siguientes
Por último también son diferentes las conclusiones:
leyes de axiles transversales Ny a lo largo de la
viga. La defom1ada del tablero bi-empotrado 1) De la comparación entre flechas y
obtenido por el método de los elementos tensiones se puede observar claramente la
finitos está en la Fig. 3.2.26. mucho menor capacidad de reparto trans-
versal de este tipo de tableros, cualquiera
Los corrimientos, tensiones y momentos que sea la solicitación, respecto al bi-
flectores transversales de esta estructura apoyado. Por ejemplo para el caso de carga
aparecen en las figuras 3.2.27, 3.2.28 y 3.2.29. puntual centrada en el tablero biempotrado
Para otros tipos de solicitación como es el caso las vigas próximas a la cargada descienden
de carga punhIal centrada y las dos hipótesis de el 46% de ésta, mientras en el bi-apoyado
152 PUENTES
Javier Jllallter% Al7l1isell

...... 0.0006

13 17 21
"" 0.00119 "" 000063 0.0006
l/)
N N o
o o o
o o o
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u ..1 U ..1
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ul&&. WIZ
\:ll~ (1)1-

10.00301
e) I
I
I
I
I
I
I
I
I

0.0103

Fig. 3221

el descenso es del 68%. En la contigua equivalente y por anchura, la del


comparación de tensiones vemos que la tablero. Es decir un aumento importante en
relación pasa al 28% y 45% la relación ancho-luz del tablero.
respectivamente. Es decir las dos vigas
situadas a cada lado de la cargada Si examinamos la deformación longitudinal
participan en el transporte de cargas a los del tablero en la figura 3.2.27 y los estados
apoyos mucho mas en el tablero bi- tensionales longitudinales en las figuras
apoyado, que en el bi-empotrado. 3.2.28, 3.2.30, 3.2.31 y 3.2.32 se observa
una bastante buena coincidencia entre la
2) Ha sido practica, muchas veces admitida, el línea teórica de puntos de inflexión de la
suponer que un tablero bi-empotrado se defoilllada de la viga continua y la que se
comporta a efectos de la distribución de la observa en todas las vigas del tablero bi-
carga, como si fuese un tablero biapoyado empotrado, cualquiera sea la solicitación.
con una luz equivalente a la distancia entre Sin embargo los corrimientos verticales y
los puntos de momento nulo de una viga horizontales en la sección correspondiente
CliPITULO J - EL TABLERO DE VIGAS DEHORMIGÓN 153

Fig ]228

al punto de inflexión, no son iguales en correspondientes a los tramos bi-


todas las vigas, condición indispensable apoyadosde 20 m. de luz, luz equivalente a
para que con todo rigor se pueda considerar la que existe entre los puntos de momento
similar el comportamiento de los dos nulo de la viga continua, pero realmente
métodos de cálculo. Como se ve en la apoyados en éste caso, figura 3.2.23b y
figura 3.2.27c esto no ocurre. 3.2.24b, vemos que el estado tensional no
es igual aunque si bastante parecido. De
Si comparamos ahora el estado tensional en hecho la redistribución de esfuerzos es algo
la sección central del puente continuo más eficaz en el puente continuo que en el
figura 3.2.28b y 3.2.30b con las bi-apoyado ya que la flexibilidad de las
154 PUENTES
Javier A1alllel'O/a Al'llliJ'ell

a)

-223
1
1
1
I
1 1-1.54
II 1
1
1 1
1 1
I 1
I 1
I 1
I I
I I

b) !i
:- . ¡.1
I -=~====~?;;;;;;;;;;;;;;;;;~-0.13
-0.1
I 0.01
I

1.19

Fig 3229

zonas de vigas situadas entre el apoyo y el en los apoyos, figura 3.2.30a. Para que el
punto de inflexión aumentan la eficacia del estado tensional en las dos secciones fuese
mecanismo de flexión transversal. igual, las cargas también deberían serlo,
pero esto no es así dado que la reacción en
3) En la Fig. 3.2.26 aparecen los des-
el apoyo tiene como resultante el valor de
plazamientos reales del mismo tablero, 100 Tn, sin embargo su distribución en las
pero con la carga de 100 Tn colocada en el 5 vigas es mas repartida.
intereje de las dos vigas extremas.
4) La distribución de las tensiones longi- Este mismo razonamiento puede
tudinales en la sección de apoyo difiere extenderse a cualquier tipo de
bastante de la obtenida en la sección central solicitación. La mayor discrepancia entre
del tablero como se puede ver en las dos la distribución de tensiones en la sección
últimas columnas del cuadro número 3. central y la de apoyo la encontramos
para las cargas centradas y naturalmente
Si examinamos la figura 3.2.30 del tablero mayor para las cargas puntuales que para
bi-empotrado con solicitación de 100 Tn en las uniformes.
el centro de la viga central y punto de
inflexión de la deformada en el cuatio de la Para las cargas descentradas la diferencia
luz, podríamos considerar que este tablero entre ambas secciones es menor. Esto se
tiene un comportamiento antimétrico, con debe a que con la baja capacidad de reparto
curvahlra positiva entre los puntos de que tiene este tablero por su pequeña
inflexión y carga centrada de 100 Tn y con rigidez transversal y su gran relación ancho
curvahIra negativa entre la sección de luz, las reacciones en el apoyo difieren
inflexión y el apoyo y como carga la menos de la solicitación exterior que en el
correspondiente a las reacciones punhIales caso de carga centrada.
CAPITULO 3 - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 155

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-48.17

Fig 3.2.30
156 PUENTES
Javier JvIanlerola Aunisen

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1
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teo tO.5 t-3.64 REACCION

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Q
o
COMP.
TRAC.
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Fig 3.2.. 31
158 PUENTES
Javier Mante/ola Annisen

3.2.9.- Tableros formados por vigas cajón Nonnalmente las dimensiones de las vi-
gas "artesa", utilizadas en los puentes prefabri-
El comportamiento resistente de una cados, no son lo suficientemente grandes como
viga cajón está influido por la deformación para que su estudio como viga cajón de sección
transversal de la sección. El alabeo torsional, la indefonnable sea inconecto. Sin embargo, el
distorsión y los estados tensionales longitu- incremento en la capacidad de transporte y de
dinales y transversales que producen en la colocación de este tipo de vigas, es tan
sección, son fenómenos secundarios que se importante, que cada vez sus dimensiones son
añaden al estado tensional obtenido supo- mayores y en éstas no es evidente que se
niendo la viga con sección transversal inde- puedan eliminar todos los fenómenos secuan-
fonnable. Este incremento del estado tensional darios descritos. Para estas grandes vigas "ar-
depende principalmente de la relación ancho- tesa" la problemática se encuentra en una si-
luz de la viga cajón y del espesor de sus pare·· tuación intemledia entre la de las vigas cajón
des. Fig. 3.2.33. del capítulo 5 y las vigas prefabricadas nor

Fig 3..2 33
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 159

sin riostras con riostras

flecha máxima (jx max. flecha máxima (jx max


Carga en viga borde 1.7. 1.63 134 1.214

Carga en viga central 1275 1.217 0.75 (084) 0.517(0.917)

Cuadro na 3

males. Por esta razón remitimos el estudio de tablero apoyado de 40 m. de luz totalmente
los tableros de las vigas prefabricadas "artesa"
al punto 5.3.4. similar al representado en la figura 3.2.1, pero
en el que las vigas doble "T" han sido
Sin embargo, tanto porque se han sustituidas por vigas cajón. Esta sustitución se
utilizado en puentes reales, como por intereses ha realizado manteniendo el mismo canto del
académicos, vamos a realizar un análisis de tablero, la misma cantidad de material y el
tableros formados por pequeñas vigas cajón, en mismo momento de inercia de las vigas
los cuales el efecto de estos fenómenos longitudinales, únicamente varía la rigidez a
secundarios es insignificante. torsión de las mismas, consecuencia exclusiva
de su fonna cajón.
En la figura 3.2.34 representamos un

J
1-------=1
~ 40.00 ~

Fig 3234

El tipo de cargas a que ha sido solicitado


Los resultados en cOlTllmentos, ten-
son exactamente las mismas aplicadas en el
siones y momentos flectores transversales en el
mismo punto. Esta igualdad en características
centro de la luz del tablero para las tres
y solicitación se ha mantenido con el fin de
posiciones de la carga puntual se representan
aislar la influencia de la rigidez a torsión de las
en las figuras 3.2.35, 3.2.36 Y 3.2.37. Estas
vigas longitudinales en la respuesta general del
figuras debemos compararlas con las similares
tablero.
del tablero formado por vigas doble "T" y que
Como siempre las cargas puntuales de aparecen las figuras 3.2.10 y 3.2.12.
100 Tn se aplican en el centro de la luz del
De esta comparación surgen diferencias
tablero y únicamente varía su posición en la
de comportamiento muy impoliantes a favor
sección transversal.
del tablero de vigas cajón.
160 PUENTES
Jal'Ü!r fifalltero/a Aml/sell

a)

I
I
I
I
I
1
I
t\li
01 lo
1'1"

I'-'-J~

e)

Flg 3.2..35

El cociente entre la respuesta del tablero potramiento mucho mas eficaz a las lo-
de vigas doble "T" dividida por la que se sas transversales encargadas de transmi-
produce en el tablero de vigas cajón, para los tir la carga transversalmente.
dos tipos de carga y según tenga o no vigas
riostras la encontramos en el cuadro número 3. b) Las luces transversales de la losa son
mas pequeñas en este caso y por tanto
La razón de esta relación la encontramos las losas son más rígidas. Esto en lo que
en dos hechos fundamentales: se refiere a la luz entre dos vigas
longitudinales. Si miramos el problema
a) La mayor rigidez a torsión de las vigas
de la rigidez transversal a todo lo ancho
longitudinales. Esta proporciona un em-
CAPITULO 3 - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 161

a)

III
01
..,N ..,N
ot\I t\I
t\I
!!! ~ 01
N
b)

I ~I 101
1 ól 1":
1 t\I'---.Jgj
I I
t\l1 I
""11m
"'""J1l!
1m
III

III
OIt\I
1'=-:
.Ul
I

c)

Fig 3236

cargas. Si analizamos el caso de carga lateral,


del tablero, una franja elemental transversal de
en el cuadro número 3, vemos que cuando el
todo el tablero de vigas cajón es mas rígido tablero de vigas doble "T" no tiene vigas
que la misma fra~ja en el tablero de vigas riostras la relación entre flechas y tensiones es
doble "T". un 70% y un 63% mayor para este tipo de
tablero que para el de vigas cajón.
El efecto membrana se mantiene similar
para ambos tipos de tableros. Incluso aunque dispusiésemos un
número infinito de vigas riostras en el tablero
Estas dos características fundamentales de vigas doble "T" sus resultados son peores
determinan un reparto mucho mas eficaz de que en el de vigas cajón sin vigas riostras. Esto
162 PUENTES
Javier N/oH/erala Annisen

a)

0.00074 0.00075 0.00146 0.00074


....~
(O 1'-
§ ¡::
o 2! N lB t'! o
o
d g o
cl
o o
o
o
o o
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cl cl es

1'- 1'-
Iil Iil
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N N
-t: N ~ Iil Iil

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b)

I
1
1
I
1 I
011
"ll
(01
:"l
101

1(0
1ill--..J1il

e)

Fig 3237

se comprende porque, como hemos visto, la de vigas cajón, o reducir la relación ancho-luz
capacidad de ayuda al reparto de las vigas que en este caso es constante para ambas.
riostras, para el caso de carga descentrada, está
acotada a un valor máximo que es precisa- Pues bien. Aunque el tablero formado
mente el correspondiente al tablero de sección por vigas cajón pierde eficacia por la defonna-
transversal indeformable. Para mejorarla de- bilidad de la sección transversal, figura
bemos aumentar la rigidez a torsión de las 3.2.35a., sin embargo su mayor rigidez a tor-
vigas longitudinales, que es el caso del tablero sión resulta predominante.
C4P1TULO J - EL TABLERO DE VlCAS DE HORM/CON 163

Se entiende que la respuesta bajo cargas riostras a tercios de la luz, la relación entre la
excéntricas es mucho mejor que para el caso de respuesta de ambos tableros casi se iguala
cargas centradas en el tablero, pues aquellas (0,84 y 0,917).
están exigiendo rigidez a torsión total del ta-
blero y en cambio en este último solo a través Hay que tener en cuenta que en todas
de la flexibilidad de las losas transversales. estas hipótesis estamos suponiendo que el ta-
blero de vigas cajón tiene una viga riostra en
Por esta razón los coeficientes que rela- cada extremo que es la que impide el giro de
cionan la respuesta de estos dos tableros para borde de las vigas cajón. Si esto no fuese así, la
carga situada en el centro de la luz se reducen a rigidez a torsión de las vigas cajón no podría
un 27 y 21 por ciento y si el tablero de vigas desarrollarse en su totalidad, salvo la palie que
doble "T" tiene vigas riostras su respuesta es corresponde a la torsión diferencial que se
mejor que el de vigas cajón sin ellas. produzca entre dos secciones distintas. Su
efecto beneficioso desaparecerá en parte.
Los coeficientes de 0,75 entre las flechas
y 0,517 entre tensiones se refieren al caso de En la figura 3.2.38 representamos la
que el tablero de vigas sea absolutamente inde- distribución de cargas Qy que se produce a lo
formable. Si cuenta únicamente con dos vigas
PUENTES
Javier Man/erala Armisen

a)
~8.2=----J?¿----
'-. ® ..... 8 ./,>
\/@
26.87

b)

~',....
@ -'; ;-
d)
-._.
---.--._----- 12.6 12 ._,-. //
,..,........
,...-
2.~7~12~ ......
,..,........ "11111
24.1 ,..,.
,..-
,..,.
,..,.
4-/
/@
\ /'
\ I
\1
1
64.9

Fig 3239

largo de la luz en dos losas próximas a las vi- 3.2.10.- Comportamiento de un tablero
gas cargadas siendo bastante mayores en el de vigas sin vigas riostras en
caso de las vigas cajón que en el de las vigas sus apoyos
doble "T". Los efectos locales conesponden en
ambos casos a la proximidad de la carga pun- En el examen que hemos venido reali-
tual. zando sobre la influencia de las distintas varia-
bles que intervienen en la respuesta de un
puente de vigas siempre contábamos con la
En la figura 3.2.39 representamos una presencia de vigas riostras en los apoyos del
comparación de tensiones longitudinales a lo tablero. La teoría de las láminas plegadas esta-
largo de la luz en diversas fibras de la cabeza blece como condición necesaria que en el
superior entre los dos tipos de tableros. En el borde exista una viga infinitamente rígida en
caso de carga centrada, figura 3.2.39a y bIas su plano e infinitamente flexible fuera del
tensiones se unifonnizan rápidamente en todas plano. Esta viga recoge las tensiones tangen-
las vigas por efecto membrana. Únicamente la ciales que aparecen en la losa superior del
punta de tensiones se reduce bajo la carga en la borde apoyado y las traslada a los apoyos re-
viga cajón, dado que en este caso la carga no ales. El valor de estos esfuerzos tangenciales
actúa directamente sobre un alma sino que lo N xy que sirven para dimensionar la viga riostra
hace en el centro de la losa que la reparte algo aparecen en la figura 3.2.9.
en las almas próximas.
CAPITULO 3- EL TABLERO DE V/GAS DE HORMIGÓN 165

0.00011

Q)
~T1ITll 0.00184 0.000678 - 0.000493 -0.000584

--J-, 1
I
1
-0.0009

-0.0004
-0.0029

I
b) 1
1
I

1 /' '"
1
0.0308 I "
0.03219

~
I ,
¡ I ¡ i ¡ /"'tI
I , 1 I 1 1 I /
1 I 1 I
0.00184 "
,, 1 1
I
1 I 1 /
// 0.00184
1 I 1 I I /.
1 1
I
1 I I
I
e) 1 I 1 1 I
I I 1 1 1
1 1 1 I 1
0.00705 I I 1 0.00105 /
1

0.0086
,
"l
I

"
I
1
10.0093
1
1 0.0093
1
1}/
/ ' 0.0086
I /

"1 1 1./
", , I 10.0102
I
1,/
k/
0.0115-1...... ... 1 _ ...... 0,0115
--_-l_--
0.0126

Fig. 3240

cabezas superiores y no exige que en los bor-


En este apartado vamos a examinar el des apoyados del tablero los esfuerzos tangen-
comportamiento de los tableros de vigas en las ciales N xy estén recogidos por viga riostra
que se suprime la viga riostra de apoyo, y lo alguna.
vamos a realizar en el tablero de vigas doble
"T", figura 3.2.1 y en el formado por vigas De la comparaClOn entre la respuesta
cajón, figura 3.2.34. Ambos en su condición de entre dos tableros con y sin vigas riostras en
simplemente apoyados. los apoyos se pueden sacar las siguientes con-
clusiones:
Como el método de las láminas plegadas
empleado hasta ahora no es válido en este Tablero de vigas doble "T"
caso, vamos a utilizar el método del emparri-
llado espacial. Este procedimiento de cálculo En las figuras 3.2.40 representamos la
aproxima bastante bien el comportamiento comparación entre corrimientos entre el tablero
general de un tablero de vigas, reproduce el con y sin vigas riostras en el extremo, para
efecto membrana de la losa superior en alguna carga en el borde. Vemos que en el caso de no
medida ya que compatibiliza los corrimientos tener viga riostra, la deformación de la sección
longitudinales de las cabezas superiores de las de apoyo es significativa, mientras que los
vigas en una serie de puntos discretos, redistri- corrimientos verticales son prácticamente
buye el estado tensional longitudinal de las iguales.
166 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

000011 0.00075 0.0011

a)

I I I
I I
0.00339 I I 10.00339
I
I ~ J 0.00407
0.00407 - I
I
10.0104
b) ::-.
0.0109 " ........

0.0168

SIN VIGA RIOSTRA (EMP. ESPAC.I

CON VIGA RIOSTRA (LAM. PLEGA. I

0.011

e)

0.00458

Fig 3241

En cuanto a los corrimientos horizonta- La razón de ser de esta similitud la en-


les del talón inferior se representan en la figura contramos en la misión de la viga riostra ex-
3.2.40c. trema. Esta no sirve mas que pára empotrar a
torsión las vigas longitudinales y recoger las
No representamos en este caso el estado
tensiones tangenciales de la losa superior. El
tensional longitudinal ya que su valor difiere,
empotramiento a torsión solo puede ser signifi-
respecto al que tiene vigas riostras en los apo-
cativo en el caso en que las vigas longitudina-
yos, en menos de 1 kg/cm 2 en el punto donde
les tengan rigidez a torsión importante. Ahora
existe más diferencia.
bien, si esto no ocune, como pasa en este tipo
de tableros, la coacción a torsión es práctica-
Es decir las respuestas de un tablero de mente insignificante.
vigas doble 'T' con y sin vigas riostras extre-
mas son prácticamente iguales tanto en tensio- Con respecto a la segunda misión de las
nes como en cOlTimientos verticales y difieren vigas riostras, como es recoger las tensiones
sensiblemente en cuanto a corrimientos hori- tangenciales que transpolia la losa superior,
zontales, los cuales no influyen prácticamente tampoco es significativo en este caso, dado que
en el estado tensiona1. para acciones verticales exteriores, las únicas
CAPITULO 3- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 167

a)

I I
I I 0.00306 1 :0.000875
I
I
I I .~ª-9lL - - - 0.0034
I
I I
- - Ó.0048
I I
I I
I 0.0121!,.."" ...
I
I ""
I ...
0.018~'"
I

0.0216

b)

38.3
t:;35 5 - ---¡
1 .
L~3.:..34

\J :V'U :O---~-O--'0312
I =¡ 13.48
~.,3.23=-==1-
I -
I I 21.1 8.20
I
I

I
1
1 I I I-......J 8.7 !-....J 5.6
I : : 18.69 l._ -'12.65 '---10.19
I I
I =-='20.1
I I :
I I I
I \-- ... 40.11
I
I
I
:- _., 68.5
I.---J 75.33
- - - SIN VIGA RIOSTRA (EMPARRILLADO ESPACIAL)
e) -- - - CON VIGA RIOSTRA (LAMINA PLEGADA)

Fig. 3242

tensiones tangenciales que aparecen en el Otra cosa ocurriría si la solicitación ex-


contorno libre son las correspondientes a las terior fuese horizontal, cargas de viento, etc,
condiciones de equilibrio de tangenciales a que pero éste no es el caso que aquí tratamos.
obliga la teoría de las láminas plegadas en
dicha zona, pero que su carencia, al tener el En la figura 3.2.41 representamos los
borde libre, no hace sino redistribuir un poco el cOlTimientos en el caso de carga centrada. Aquí
estado tensional en dicha zona, lo que no si aparecen diferencias notables en lo que se
afecta al cuerpo del tablero. refiere a corrimientos verticales en el centro
168 PUENTES
Javier Mal1leJo/a Armisel1

a)

1 1 ¡ 1
1 1
I 1 1
1
I 1 1
I 1 1
I I 1 1
I I I I
I I 1 1
I I I 10.0068
0.0088 I 1 _;'/0.0078
0.00781..-_ I 1
............. '" '0.009& 0.008S 1
b) O.0099.... ~~ ~fII".,,,,. Q0099

0.012

111.54 Fr =
J!.~
--
r-·- 228
-_.
24.1
=-1...==_1.!!.-¡¡'0__
I 18.0S
=...r===--=-==
13.54
==A,

L : o~
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1
1
I
1
I
1
1
I
L.......J 30.82
1
1 1
20.1 i===l19.0oa

CON VIGA RIOSTRA (L.AMINA PL.EGADA)


SIN VIGA RIOSTRA (EMPARRIL.L.ADO ESPACIAL)

Fig 3243

del tablero. Pero este hecho no es real, se debe a unas flechas mayores y a un estado tensiona1
al método de cálculo utilizado pues el modelo superior. En este caso la rigidez a torsión de las
de emparrillado espacial no reproduce perfec- vigas longitudinales es significativa y la ausen-
tamente bien el comportamiento del tablero. cia de vigas riostras reduce la eficacia de las
vigas cajón para empotrar la losa transversal en
En 10 que se refiere a las tensiones lon- el mecanismo general de flexión.
gitudinales, la diferencia no llega a 1 kg/cm2
entre tener o no tener viga riostra, cuando se Estos efectos serían mucho mas signifi-
utiliza el mismo método de cálculo. cativos si la relación ancho-luz del tablero
fuese mayor pues en este caso la presencia de
Tableros con vigas cajón la rigidez a torsión sería mas intensa.

En la figura 3.2.42 representamos la res- Cuando cargamos el tablero en el centro


puesta del tablero teniendo o no vigas riostras de su ancho, figura 3.2.43, las diferencias que
en los apoyos. Aquí la diferencia entre corri- hemos apreciado en el caso anterior de carga
mientos en el centro y en las tensiones longitu- descentrada, desaparecen prácticamente, pues
dinales ya son mas significativas. Vemos como al ser la carga simétrica la rigidez torsiona1 de
en este caso la ausencia de vigas riostras lleva las vigas no influye tanto, predominando el
CAPITULO 3 - EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 169

efecto del incremento de la rigidez a flexión 3.3.2.- Esfuerzos de carga muerta y


transversal que le confiere la forma. sobrecarga

Estas acciones actúan sobre la estructura


3.3.- Cálculo de tableros de vigas completa. Se pueden elegir varios modelos de
cálculo que reproducen con mayor o menor
Los pasos a seguir en la cuantificación precisión todos y cada uno de los mecanismos
de esfuerzos y en la comprobación de la segu- resistentes que hemos analizado. Ver capítulo
ridad de un tablero de vigas depende del diseño 16.
realizado, el cual establece, no solo la tipología
estructural y su dimensionamiento, sino tam- 3.3.3.- Frenado, fuerza centrífuga,
bién el proceso constructivo, que detennina la viento y sismo
guía que tiene que seguirse en la cuantificación
de los esfuerzos de peso propio. Generalmente estas acciones tienen poca
repercusión en el dimensionamiento del tablero
Previamente a todo cálculo será necesa- y en los esfuerzos que lo solicitan. Van a
rio realizar un modelo del tablero, ver capítulo actuar principalmente sobre pilas, estribos y
16, al cual se le irán cambiando sus caracterís- cimientos.
ticas confonne varíe la configuración del ta-
blero. 3.3.4.- Pretensado
De esta manera quedan determinados En un puente de vigas prefabricadas es
dos itinerarios en el cálculo. El primero corres- nonnal introducir toda la fuerza de pretensado
ponde a la detenninación de los esfuerzos de en las vigas elementales mientras éstas están
peso propio y el segundo a los conespondien- en el parque de prefabricación. Por tanto el
tes a la carga muerta y sobrecarga. pretensado actuará sobre la estructura ele-
mental de las vigas apoyadas, que deberá
3.3.1.-Esfuerzos de peso propio quedar sometida a un estado tensional tal que
sea capaz de resistir los esfuerzos que va a
Su obtención depende del proceso recibir del resto de las acciones que actúan
constructivo elegido, el cual detenninará que sobre ella, ya sea trabajando como estructura
palie del tablero está trabajando en cada fase y elemental, caso del hormigonado de la losa,
cual es la acción que la solicita. como en combinación con ésta para resistir los
esfuerzos de carga muerta y sobrecarga.
Si, por ~jemplo, suponemos que estamos
proyectando un tablero de vigas prefabricadas A veces, cuando las vigas son muy
los pasos a seguir en esta primera fase son los esbeltas y están dotadas de una pequeña cabeza
siguientes: inferior, no son capaces de aguantar, sin
a) Se detenninan los esfuerzos de peso romperse, toda la carga de pretensado que
propio de las vigas solas. necesitan para resistir los esfuerzos totales. En
estos casos es necesario establecer un pre-
b) Se detenninan los esfuerzos que sobre tensado en segunda fase, que actuando sobre la
las vigas produce el honnigonado del estructura completa pueda introducirse sobre
tablero y de las vigas riostras. unas vigas descargadas de tensiones por el
peso propio de la losa del tablero. Esta última
La estructura portante en esta fase son disposición es cada vez menos frecuente.
vigas independientes simplemente apoyadas.
3.3.5.- Fluencia y retracción
Si tratamos con un tablero de vigas
honnigonado "in situ", se examinará cual es el La adición de tensiones en las distintas
proceso de cimbrado, hormigonado y des- fibras de vigas y losa, trabajando solas o
cimbrado que va poniendo en juego las dis- conectadas, tal y como lo hemos descrito
tintas fases de ejecución. Ver construcción detennina el estado tensional elástico a tiempo
tramo a tramo en tableros losa. cero (t = O).
170 PUENTES
Javier k[aJ1lerola Armisel1

Sin embargo, a tiempo infinito (t=oo), la Si examinamos los primeros vemos que
fluencia y la retracción del hormigón de vigas existe una diferencia entre la respuesta de una
y losa producen unas def011TIaciones que viga de hormigón annado y otra de hormigón
redistribuyen el estado tensional inicial por pretensado, figura 3.3.1. Las primeras experi-
interacción entre las distintas paties del mentan un quiebro A en su ley de momentos
tablero. Se presentan dos tipos de coacciones a curvatura a patiir de la fisuración del honni-
la libre deformación del hormigón, unas son gón. desde ahí en adelante sigue una respuesta
intel11as y otras extel11as. proporcional conespondiente al trabajo de la
armadura de tracción en fase elástica de la
Las coacciones intemas están cons- armadura, la ley de momentos-curvatura deja
tituidas por: de ser proporcional hasta alcanzar la rotura del
hormigón. Este esquema de funcionamiento
puede variar con la cuantía de armadura en la
.. La presencia de annadura activa y pasiva viga, pero para los efectos de lo que buscamos
dentro del hormigón. nos sirve. Curva 1.
.. La presencia de dos honnigones diferen-
tes, el de la viga y el de la losa, de ca
racterísticas y curado diferente, con eda-
des de puesta en carga también diferente
y proceso de retracción desfasados en el
tiempo. I
Las deformaciones de fluencia y retrac- o o
ción de cada uno de los h01migones interferi-
rán entre sí y con la annadura produciéndose
un intercambio tensional entre ellos(capítulo )

Las coacciones extel11as son la conse-


cuencia del hiperestatismo extel110 del tablero.
Ya se trate de un tablero continuo, fonnado por Fig 33.1
adición de tableros de vigas en los que la con-
tinuidad se realiza solo a nivel de la losa supe- Una viga de hormigón pretensado puede
rior (tableros semi-continuos) o bien a nivel tener una fase de elasticidad proporcional mu-
del conjunto (tableros continuos), ya sea de cho mas larga, curva 11, ya que la annadura ha
tableros oblicuos donde las coacciones a la transferido su carga al hormigón por el preten-
libre deformación de las vigas se ve coaccio- sado y la primera fase de carga únicamente
nada por la geometría oblicua del tablero, etc, descomprime éste. Sin embargo, a partir de la
la fluencia y la retracción del honnigón intro- físuración del honnigón, una viga de h0l111igón
ducen una variación considerable de los pretensado es menos dúctil y se precipita rápi-
esfuerzos hiperestáticos que es imprescindible damente hacia la rotura. Este esquema, como
tener en cuenta (ver capítulo 16). el anterior puede tener sus variaciones en fun-
ción de la cuantía de pretensado.
3.3.6.- Redistribución de esfuerzos de-
bidos a la fisuración. Rotura de Lo que nos interesa considerar ahora es
tableros. que un tablero de puente puede estar en servi-
cio en una situación como la a-a, con respuesta
La respuesta que hemos analizado hasta proporcional en sus partes constitutivas de
ahora corresponde a un cálculo elástico y deja hormigón annado y hormigón pretensado.
de ser válida cuando la proporcionalidad entre
esfuerzos y defonnaciones desaparece. Si adoptamos unas rigideces a flexión
conespondientes a la zona no fisurada, para las
Las leyes que detenninan el comportamiento a partes únicamente armadas del tablero, ocunirá
la flexión de los distintos elementos del tablero que estamos sobrevalorando la capacidad de
son las leyes de momentos-curvatura y las que reparto del puente, por encontrarse en esa fase
conesponden a la torsión son las leyes de con la losa, por ejemplo, fisurada longitudi-
momentos-giros torsionales. nalmente en detenninadas zonas, mientras las
CAPITULO 3· EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 171

vigas mantienen la rigidez inicial. Es decir los esfuerzos combinados de flexión y torsión y
distintos materiales del tablero pueden evolu- resulta difícil conocer cual es la influencia de
cionar de diferente manera a lo largo del pro- la fisuración de una pieza por torsión, sobre su
ceso de carga, lo que supone una redistribución rigidez a flexión y viceversa.
de esfuerzos. Una simplificación para salir al
paso de este hecho consiste en adoptar la rigi- Las simplificaciones que anteriormente
dez fisurada de las zonas de hormigón annado, hemos considerado, la de suponer que debe-
aun a sabiendas de que existirán zonas de losa mos tomar la inercia fisurada de las piezas de
no fisuradas por estar poco solicitadas. hormigón annado a flexión y la de reducir a la
mitad la rigidez a torsión de las vigas riostras
Si hemos visto el diferente comporta- sobre pilas en los tableros de vigas prefabrica-
miento de las diferentes secciones a la flexión, das, que son los elementos mas fuertemente
mucho mayor efecto redistributivo se encuen- torsionados, no deja de ser eso una simplifica-
tra en la rigidez a torsión, figura 3.3.2. ción. El procedimiento mas lineal de la res-
puesta haciendo que intervengan para ello, las
leyes constitutivas a flexión y torsión de las
distintas secciones del puente.

Para establecer un cálculo no lineal,


cuando éste depende de la no linealidad del
material, debemos abandonar los métodos ar-
mónicos de cálculo, como son el método de la
losa ortótropa y el de las láminas plegadas.
Debemos utilizar modelos formados por ele-
mentos discretos, como el del emparrillado o el
de los elementos finitos, en los cuales podemos
introducir las leyes no proporcionales de varia-
ción, variando el valor de la matriz de rigidez
(K) y poniéndola en función de los esfuerzos.
Fig 3.32

Los ensayos realizados en vigas de hor-


migón annado solicitadas a torsión demuestran Para hacer operativo este procedimiento
que su rigidez, GIT' se reduce muy rápida- se emplea el método incremental, el iterativo, o
mente a partir de la fisuración del honnigón. un método mixto entre el iterativo y el incre-
En vigas de hormigón pretensado, se prolonga mental.
algo más la respuesta proporcional pero tam-
bién cae rápidamente y además esta caída es Si conociésemos perfectamente bien las
mucho mas rápida que la de flexión. leyes de comportamiento individualizado de
cada una de las vigas que se pueden destacar
Por tanto si nosotros adoptamos una ri- del tablero bajo los efectos de acciones combi-
gidez a torsión correspondiente a etapas no nadas, podríamos, por el procedimiento analí-
fisuradas, estaremos sobrevalorando la capaci- tico que acabamos de examinar, determinar la
dad de reparto. Un caso especialmente claro de evolución de los mecanismos de resistencia de
estos lo constituye la viga riostra sobre pilas, cualquier tablero de puente desde la aplicación
que suele estar claramente solicitada a la tor- de la carga hasta su rotura.
sión por los diferentes giros de las vigas lon-
gitudinales sobre apoyos. Esto ha conducido a La determinación de esta evolución está
considerar para esta viga una rigidez a torsión muy poco avanzada. Por este procedimiento se
mitad, de la inicial, para afrontar el estudio del podría detenninar con precisión el coeficiente
reparto. de seguridad real que presenta el tablero, en
lugar de tener que recurrir, como se hace
Sin embargo, los comportamientos de ahora, a determinar la distancia que existe en-
las piezas elementales los hemos estudiado tre los esfuerzos elásticos bajo carga máxima y
bajo solicitaciones simples, ya sean de flexión los momentos de rotura de las secciones indi-
o la torsión. Pero las piezas están sometidas a
172 PUENTES
Javier Mamerola Annisen

Ir 21.. ee

SECCION TRANSVERSAL

t-·_··+=-2J·
.__.._--+------_.
. ±: .
..__.-+-..-+-.__.
VIGA-3
VIGA-2

VIGA-]

~ ¡ o.ea ~
0.00

SITUACION DE LAS CARGAS PARA ROTURA

Fig.333

vidualizadas. Este tipo de distancia no equivale La figura 3.3.4 representa la distribución


a la que existe hasta la rotura real del tablero. de rotación de las vigas del puente a lo largo
del proceso de carga. Como se puede apreciar,
Comportamiento hasta la rotura las rotaciones se concentran bajo las cargas en
la viga l. Estas rotaciones localizadas, que son
En el año 1965 se llevó a cabo en ellns- muy imp011antes en estados muy avanzados de
tituto Eduardo Torroja el ensayo! de un tablero carga provocaron alargamiento complementa-
que representamos en la figura 3.3.3. Una de rio de los hilos de pretensado, que al no estar
las finalidades de este ensayo era detenninar la inyectados produjeron una compensación ge-
evolución de sus mecanismos de resistencia neral de momentos en toda la viga que se con-
bajo la acción de las dos cargas puntuales re- cretó en una fisuración más débil en el centro
presentadas que aumentan de valor hasta al- de la viga.
canzar la rotura del tablero.
Las rótulas fonnadas por la fisuración
Una de las consecuencias que se obtuvo bajo carga dieron lugar a un segundo fenó-
en el mecanismo de reparto se mantuvo pro- meno que repercute sobre la distribución trans-
porcional a las cargas hasta que se presentó, versal de las cargas. Pues estas rótulas, al hacer
bajo la viga 1, una fisuración apreciable. flexible a la viga 1 hacen aumentar la relación
entre la rigidez transversal del tablero y la de la
Esta fisuración, debida no solo al mo- viga, por lo que la transmisión transversal de
mento flector, sino también al esfuerzo cor- cargas y la solicitación a flexión de la losa
tante, dio lugar a dos fenómenos que causan el entre vigas aumentó.
cambio de las leyes de momentos rotaciones y
la distribución transversal de cargas. Por otra parte, la distorsión angular con-
centrada, que es una rótula, se reproduce sobre
la losa superior convirtiéndose en una torsión
concentrada en este punto. Esta torsión, com-
1Este ensayo fue realizado por los Ingenieros José A. Torroja, binada con la flexión, cambia la dirección de
Julio Martínez Calzón, José Luis Vi llegas (Uruguay) y Javier los momentos principales del tablero, dando
Manterola. lugar a la inclinación de las fisuras.
CAPITULO J- EL TABLERO DE VIGAS DE HORMIGÓN 173

RUPTURA DEL PUENTE


DISTRIBUCION DE LAS ROTACIONES

.10

o __1liiii¡¡¡¡¡¡:~~2s;a:::~4~ 5-J.6-,7~8~~8P;;:L"~12._'3'--1,-4-,-15--l.16~'7:::::'8~~~¡¡¡iii'"
V1
10-4 m-1

50

100

150

300

400

500

.10
11 12 13 14 115 16 17 18
O

50

PR 4

100

• lO
50
~ ~~,ll,11,21~1;t1,51~rrl!J

O
__
~_~_--: -./:-:~~:::- ----------------r-~__ V3

- - - PR4 100 %
_ . - PR3 78.77%
5 ---.- PR2 52.52%
--PRl 26.25%

Fig.334
174 PUENTliS
Jal'ter A/cll//emla AI'lJllsell

Zaragoza
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 175

4.- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN

Dentro de la denominación de puentes Una característica importante de este


losa recogemos todos los tipos de puentes de tipo de puentes es su construcción, que se basa
luces cOlias y medias, cuya sección transversal en el hormigonado "in situ" del tablero, utili-
se obtiene por aligeramiento de una losa ma~ zando para ello cimbras apoyadas en el suelo,
ciza que cubre la anchura del tablero. El alige- cimbras móviles ó cimbras autopOliantes. La
ramiento podrá tomar diversas fonnas tanto tendencia a uno y otro tipo de cimbra depen-
exteriores como interiores y su cuantía crecerá, derá de su economía, en función del número de
en general, con la luz del puente. Fig. 4.0.1. repeticiones y de la velocidad de construcción.

Fig.401
176 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

Esta característica constmctiva le pro- colocadas en obra por avance en voladizo o


porciona al puente losa la posibilidad de aco- apoyadas sobre cimbras. Se han utilizado para
plarse perfectamente bien a cualquier disposi- puentes de luces cortas y medias con aligera-
ción en planta, ya sea recto, curvo, oblicuo, de mientos rectangulares, cuadrados y circulares.
anchura variable, etc y a cualquier disposición Fig.4.0.2.
en alzado con canto constante o variable. Por
otro lado le obliga a adoptar fOfilas exteriores Tanto si son prefabricados como si están
mucho más simples que el puente prefabri- hormigonados "in situ" , estos puentes suelen
cado, con el fin de simplificar un encofrado ser continuos, disposición muy favorable para
que no se va a utilizar muchas veces. reducir la cuantía de los momentos flectores
principales y que no ofrece ninguna dificultad
En algunas ocasiones se han realizado de ser conseguida por el método de constmc-
puentes losa prefabricados. En este caso la ción que utilizan.
prefabricación se realiza por medio de dovelas

fi!?Tl=~=~=o=o=o=o=o=/==~

1i5?=rll==============~

\OOí Fig 4.0.2

De estas primeras consideraciones po- bras autoportantes ha convertido su


demos incluir, que el tablero tipo losa es: constmcción en un proceso muy indus-
trializado.
a) Mas adecuado que el prefabricado para
acoplarse a condiciones de trazados cur- e) Mayor libertad en la fonna y colocación
vos ó variables. de pilas que el puente prefabricado.
b) Da lugar a puentes continuos, con inercia El ámbito de luces que se cubre con este
constante o variable, lo que permite re- tipo de puentes va desde los mas pequeños
ducir la cuantía de los momentos totales. hasta los 50 ó 60 m. de luz, aunque la zona de
utilización nonnal suele oscilar alrededor de
c) Puentes mas rebajados que los de vigas y los 30 m. El peso propio, que es una de las
con una mayor capacidad de resistencia solicitaciones más importantes de cualquier
última por redistribución de esfuerzos. puente, no resulta excesivamente gravoso para
estas luces, con lo cual las exigencias de
d) Puente más artesanal que el de vigas pre-
máximo aligeramiento del puente no están
fabricadas, aunque la utilización de cim-
excesivamente presentes en esta tipología.
CAPITULO 4· PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 177

Podemos decir que un puente losa es el resul- poslclOn favorable tanto desde el punto de
tado del compromiso entre la facilidad cons- vista resistente como del constructivo.
tructiva y las condiciones resistentes. Fig.
4.0.2. Dentro de las condiciones de continui-
dad es necesario considerar:
4.1.- Morfología y dimensionamiento
l. Distribución de cantos a lo largo del
puente.
Dentro de la morfología conviene dis-
tinguir morfología longitudinal y morfología
2. Relación entre la luz del vano extremo
transversal.
al vano tipo.
4.1.1.- Morfología longítudínal .3. Situación y tipo de las juntas longitudi-
nales.
Como ya hemos indicado los puentes
losa son normalmente puentes continuos, dis

e
Fig 4J.01

Distribución de cantos a lo largo del dintel superior presentan una transición de cantos
más rápida al principio para convertirse en casi
Podemos adoptar dos leyes de variación planas hacia el centro de la luz.
de cantos a lo largo del dintel. Canto constante
y canto variable. En la ley de cantos constantes Relación entre la luz del vano extremo y del
está presente la facilidad constructiva y la ex- vano tipo
presividad fonnal de una banda continua para
puentes largos. Fig. 4.1.01 a. Para que la ley de momentos flectores de
una viga continua, de canto constante y carga
El tablero de canto variable puede ofre- constante tenga el mismo momento en todos
cer dos tipos de variaciones. los apoyos debe ocurrir que la luz del vano
extremo sea:
El tablero acartelado, Fig. 4.1.0Ib., que
se acopla bien a las exigencias resistentes y los L¡ =O,8166L
tableros con intradós curvo, Fig. 4.1.0Ic. Den-
tro de las curvas se suelen elegir parábolas de Siendo L la luz del vano principal.
segundo grado o de tercer y cuarto grado. La
parábola de segundo grado presenta una transi- Los momentos flectores son, entonces,
ción de cantos suave, las parábolas de orden prácticamente iguales en todos los vanos por lo
178 PUENTES
Javier Manlerola Annisen

que si se adopta esta luz del vano extremo el del dintel, la deformabilidad de las pilas y la de
dimensionamiento de toda la estructura será el los aparatos de apoyo que se disponen entre
mismo. Fig. 4.1.02. pilas y dintel.

Si hacemos la luz del vano extremo En principio se deben poner la menor


igual a la del vano tipo resultará un incremento cantidad posible, pues toda junta es un ele-
importante de momentos encima de la primera mento singular y de perturbación de la roda-
pila y en el vano extremo. dura del puente, es costosa y se acaba deterio-
rando antes que los demás elementos de roda-
Por tanto cuando se distribuyen las luces dura. Si es posible debe disponer solamente
en puentes continuos de varios vanos debe una en cada extremo.
tenerse en cuenta que los vanos extremos de-
ben tener una luz que oscile alrededor del 80% Sin embargo los grandes mOVlIIllentos
de la del vano tipo. que experimenta el dintel en puentes largos,
bajo las defonnaciones debidas a la tempera-
En algunas ocasiones pueden utilizarse tura, a la fluencia y a la retracción, detenninan
vanos extremos más pequeños, hasta valores un encarecimiento de los aparatos de apoyo
mínimos del 25% de la luz del vano principal, situados sobre las pilas, los cuales son necesa-
los cuales obligarán a disponer un anclaje en su rios si se desea liberar a éstas de grandes es-
extremo para evitar que se levante cuando fuerzos longitudinales. Es por esta razón por la
cargamos el vano principal. que conviene llegar a un equilibrio entre las
ventajas que presenta un dintel continuo con el
Adoptar vanos de compensación largos menor número de juntas posible y el sobreco-
(L l '" 0,8L) o vanos de compensación cortos sto de los apoyos. Viaductos de 300 y 400 m.
(L l '" 0,25L) o cualquier otro valor intermedio de longitud sin juntas intermedias son fre-
va a depender de las condiciones funcionales, cuentes y la tendencia es a hacerlos cada vez
vanos de borde, derrame de terraplenes, etc. mas largos sin juntas intermedias aunque el
Siempre que se pueda debe evitarse el vano coste de los aparatos de apoyo aumente.
extremo corto anclado.
En el caso de disponer juntas interme-
Situación de las juntas longitudinales dias en el dintel pueden establecerse en los
siguientes puntos. En primer lugar es disponer
La detelminación de la situación de las una junta a "media madera" situada entre 0,2 L
juntas de dilatación en un puente continuo no Y 0,25 L. Por este procedimiento se mantiene
puede abordarse desde la problemática del la continuidad estructural de momentos flecto-
dintel únicamente. Será el resultado de consi- res en el dintel. Fig. 4.1.03a. Sin embargo los
derar conjuntamente las defonnaciones axiles movimientos que se producen en la junta, giros

Fig 4 J 02
CAPITULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 179

Junto de di latae i on

o)

b)
Junto de di latae i on

e)
Fig 4103

y desplazamientos veliicales, son bastante puede ser tanto exterior como interior, con
grandes y el mantenimiento de la junta se hace cuantía diversa en cada caso, Fig. 4.1.04.
complicado. A pesar de las ventajas resistentes
que presenta esta disposición en el comporta- Si consideramos en primer lugar la sec-
miento resistente del tablero, este tipo de juntas ción 1, losa maciza extendida a toda la anchura
tiende a ser evitado. del tablero, podemos aligerarla lateralmente lo
que nos proporciona la sección 7.
Si llevamos este tipo de junta a la velii-
cal de la pila, Fig. 4.1.03b., se produce un in- El aligeramiento interior puede reali-
cremento de momentos flectores en los vanos zarse por varios procedimientos y ser mas o
contiguos ya que funcionan como apoyados- menos intenso. En la figura 4.1.04. utilizamos
empotrados, en lugar de como biempotrados. los dos tipos mas usuales, el aligeramiento
Sin embargo se utiliza, cuando se quiere elimi- cilíndrico y el aligeramiento prismático.
nar la influencia de un vano sobre otro. Su
comportamiento es correcto. El aligeramiento cilíndrico produce unas
secciones transversales más pesadas y más
En la figura 4.1.03c. se disponen una rígidas que el prismático. Podría decirse que la
junta veliical, que es más fácil de realizar que viga Vierendel en que se convierte la sección
la junta a media madera, pero solo es posible si transversal del dintel está perfectamente di-
la anchura de la pila es suficiente para que mensionada con el aligeramiento cilíndrico al
puedan disponerse en su parte superior dos producir éste una distribución de espesores en
apoyados adosados, uno para cada vano. las paredes de la sección perfectamente aco-
pladas a las exigencias de los esfuerzos interio-
4.1.2.-Morfología de la secclOn res que se desalTollan en este tipo de vigas.
transversal y dimensiona- Fig. 4.1.04. (2, 3 y 8).
miento
Con el aligeramiento prismático el peso
propio de la estructura es menor y la eficacia
Partiendo de la definición que hemos
resistente de cara al pretensado longitudinal
establecido sobre los tableros losa, podemos
también es mejor, Fig. 4.1.04. (4 y 9). En cam-
obtener su morfología a partir del aligera-
bio aumenta la deformación por cortante de la
miento de una losa maciza. Este aligeramiento
180 PUENTES
Javier Manlerola Annisen

2
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5
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Fig 4J04

sección transversaL Es una sección mas flexi- Los tableros con aligeramientos circula-
ble que la proporcionada por el aligeramiento res se honnigonan muy bien de una sola vez, la
cilíndrico. En las secciones de la Fig. 4.1.04. (6 fonna circular inferior pennite que penetre
Y 11) el aligeramiento se ha llevado al máximo bien el honnigón sin dejar coqueras. En cam-
y la morfología de los puentes losa conecta con bio el aligeramiento rectangular es práctica-
la de los puentes cajón. mente imposible realizarlo de una sola vez por
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 181

Fig. 41. 05 Puente de Cualro Caminos- Madrid

10 que suele ser necesario hormigonar la ca- mente en puentes de luz pequeña, pueden al-
beza inferior en primer lugar y las almas y canzar hasta los 25 o 30 m. de luz aunque es
cabeza superior en segundo lugar. más frecuente su utilización para puentes me-
nores de 20 m. Tienen un mal rendimiento para
Este inconveniente ha dado paso a sec- el pretensado, ya que su relación inercia/área
ciones como las representadas en la figura es muy pequeña y se emplean por tanto prefe-
4.1.04. (5 Y 10) que aligeran mas que los círcu- rentemente en tableros de hOITnigón aITnado.
los y permiten el hOITnigonado de una sola vez. Se emplean también en tableros de hormigón
pretensado pero en este caso conviene utilizar
En la Fig. 4.1.05 representamos el un pretensado parcial.
puente de Cuatro Caminos, cuya sección trans- Con respecto al canto estos puentes pue-
versal está entre la.3 y la 8 de la fig. 4.1.04. den ser los mas esbeltos. Con la sección 1 se
han alcanzado cantos de hasta Ll40 pero en
Dimensionamiento este caso el puente es bastante flexible, vibra
mucho, y es bastante costoso por la cantidad de
La primera dimensión que hay que defi- annadura que es necesario disponer. ConfoITne
nir es el canto. Podemos establecer unas mag- vamos haciendo más pequeña la cabeza infe-
nitudes iniciales, a paliir de las cuales matizar rior al pasar de la sección 1 a la 7 los cantos
estos valores para cada tipo de sección. deben aumentar un poco si no queremos so-
bretensionar el h0IT11igón en su cara inferior.
L En general se pueden adoptar los cantos ini-
vanto apoyo -
Tableros de inercia variable. 22 cialmente fijados o un poco menores.
canto centro de vano c = -
1 40 Las secciones 2 y 8
Tableros de inercia constante c = L
25 Se utilizan para puentes de mas luz. Se
L= luz del tablero en metros han llegado a alcanzar con ellas hasta los 60
m., pero es mas habitual su uso para puentes
Análisis de secciones con luces oscilando entre los 20 m. y los 40 m.
Las secciones tipo 1 y 7 son las mas pe- El aligeramiento circular mejora mucho
sadas de todas por 10 cual se emplean única- el rendimiento del pretensado y se pueden
182 PUENTES
JOlJler iVlolllerolo Al7llisell

adoptar excentricidades máximas en el centro dicionado por condiciones constructivas. Des-


de la luz y los apoyos con lo que el aprove- de un punto de vista resistente el espesor mí-
chamiento del pretensado es máximo. nimo centrado con el eje del aligeramiento
sería aquel que evitase el punzonamiento de la
La forma circular del aligeramiento tiene losa bajo las cargas puntuales del tráfico. Estos
otras ventajas que la correspondiente a mate- espesores son muy pequeños. Para los radios
rializar adecuadamente la viga Vierendel que habituales de los aligeramientos, con 10 o 12
es la sección transversal. De hecho, su uso, se cm. sería suficiente ya que existen dos efectos
ha extendido extraordinariamente pues este que permiten reducir este espesor hasta el mí-
aligeramiento permite hormigonar sin dificul- nimo. El primero es la presencia del pavimento
tad toda la sección de una sola vez. La forma que ya establece un pequeño reparto de la
curva pennite la entrada fácil del hormigón en carga puntual. El segundo, es el efecto arco
la parte inferior. que produce la forma del aligeramiento. Úni-
camente para aligeramientos muy grandes, no
Con respecto al espesor del alma, ésta habituales en este tipo de puentes pues los
no suele estar gobernada por la capacidad de cantos son pequeños, sería necesario aumentar
resistencia a esfuerzo cortante. Normalmente la estos espesores. Sin embargo con 10 cm. de
capacidad resistente es superabundante por lo espesor de losa superior encima del aligera-
que son las condiciones constructivas las que miento, no es posible alojar la armadura pasiva
priman sobre su dimensionamiento. En el es- transversal y longitudinal y el pretensado
pacio que existe entre alvéolos suele dispo- transversal si es que lo tienen. Estas razones
nerse armadura pasiva de cercos y el paso de conducen a adoptar espesores mínimos del
los cables de pretensado cuando van desde la orden de 15 centímetros para los puentes hor-
cabeza superior, en la sección encima de pilas, migonados "in situ" en la losa superior y del
a la cabeza inferior en el centro de la luz. Esta orden de 18 a 25 cm. en la losa inferior, ya que
armadura suele dificultar el hormigonado de la tiene una mayor dificultad de hormigonado. En
sección, principalmente en las secciones situa- el caso de prefabricación por dovelas transver-
das a los cuartos de la luz. A facilitar esta ope- sales con ejecución muy cuidada, el espesor
ración es a lo que responde la tendencia de puede reducirse a 12 ó 15 cm.
aumentar la separación de los alvéolos circula-
res hasta dejar almas de 30 ó 40 cm., cantida- Cuando los puentes son de canto varia-
des éstas muy superabundantes para el trabajo ble el aligeramiento circular se suele llevar de
resistente que tienen encomendado. uno a otro lado del tablero sin cambio de diá-
metro. Fig. 4.1.06a. Con aligeramiento rectan-
Con respecto al espesor de la losa en- gular lo normal es acoplarse al canto real. Fig.
cima y debajo del alvéolo, también viene con 4.1.06b.

01 i geroM i ento e i rcu I or 01 i geroM i erito r"ectorigu I or


I I

o) b)

F¡g 4106
CAPITULO 4- PUENTESlOSA DE HORMIGÓN 183

a)

Fig.4101
184 PUENTES
Javier Manterola Armisen

~OOí
M
\OO~
Fig. 4/08

Fig. 4/09
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 185

Las secciones tipo 4, 5, 9 Y 10 longitudes de hasta .300 m, no es necesario


disponer juntas intermedias.
Proporcionan un aligeramiento excelente
de la sección transversal, el puente pesa poco, La forma de la pila está muy poco
tiene gran rendimiento ante el pretensado por condicionada por las exigencias resistentes del
su gran radio de giro y por tanto pueden dintel. Debe disponer de dos apoyos, separados
adoptarse en el caso de las mayores luces que lo suficiente para que la excentricidad que
cubre esta tipología. Hasta los 60 m. introduce la torsión de la sobrecarga sobre la
carga permanente se quede, con el
Sin embargo este tipo de secciones es de conespondiente coeficiente de seguridad, entre
uso poco frecuente por la dificultad de los apoyos. Esto obliga, generalmente a un
hormigonado de la losa inferior, menor en las ensanchamiento de la pila en la parte superior,
secciones 5 y 10 que en las secciones 4 y 9. En Fig. 4.1.07a, b, c, d y e. El cuerpo de la pila
este tipo de secciones la deformación por puede adoptar infinidad de formas.
esfuerzo caliante de la sección transversal
puede tener alguna influencia en la respuesta En la Fig. 4.1.08 se unen dos tableros
resistente de tableros muy anchos. simples para formar un dintel de más anchura.
Los planteamientos generales y de dimen-
sionamiento son similares al tablero anterior.
Secciones 6 Y 11
Una pila colocada bajo cada uno de los dos
cajones o una pila sola para ambos cajones,
Son poco frecuentes en luces cortas y
como la representada, es una solución
medias por la dificultad de hormigonado. Son
adecuada para este tipo de tableros clásicos.
sin embargo los de mejor rendimiento
resistente y los de mínimo peso.
En la Fig. 4.1.09 representamos dos
tableros losa con sección transversal curva y
Se han realizado para luces cortas y
con una relación de eficacia resistente·-peso,
medias cuando están asociados a la pre-
muy poco más pequeña que las soluciones
fabricación por dovelas y el pretensado exte-
anteriores. Sin embargo una disposición como
nor.
la presente puede realizarse perfectamente, sin
más sobrecoste que algo más de armadura de
4.1.3.- Disposiciones estructurales pretensado y un encarecimiento menor o
mayor del encofrado. El concepto de
En la Fig. 4.1.07. representamos dife- aligeramiento analizado, que tiene como fin
rentes disposiciones estlllcturales con la utili- reducir peso y mejorar eficacia resistente de la
zación de diferentes tipos de secciones trans- sección transversal se mantiene en ambos
versales nonnalmente utilizadas en este tipo de casos, aligeramiento exterior y aligeramiento
puentes. interior.
En la Fig. 4.1.07a tenemos la dispo-
sición más clásica, utiliza una sección de tipo En la Fig. 4.1.10 representamos un din-
8, muy eficaz desde el punto de vista resistente tel algo menos convencional con la intención
y fácil de constlllir. No en vano el número de de conseguir una imagen algo más poderosa
puentes constlllidos de esta fonna es muy del dintel.
grande. En el punto 4.1.1. hemos visto la
morfología longitudinal que se aplica habi- En las figuras 4.1.11 presentamos dife-
tualmente, ya sea con canto constante o rentes maneras de relacionarse pila con dintel.
variable (constante normalmente para puentes Pila elíptica con apoyo doble, Fig. 4.1.11 a, o
largos y constante ó variable para pasos circular con apoyo simple Fig. 4.1.11 b donde
superiores cortos). Las juntas de dilatación de la torsión se acumula a lo largo del dintel, ya
la Fig. 4.1.03. se aplican normalmente, que la pila no la recoge. A continuación dos
intentando separarlas lo más posible, aunque versiones de pila que recogen el dintel en su
sea necesario utilizar, para ello, aparatos de borde en disposición poco frecuente, pero po-
apoyo de neopreno-teflón con el fin de reducir sible. Fig. 4.1.11 c.
el efecto de las deformaciones impuestas del
dintel, en los esfuerzos de las pilas. En
186 PUENTES
Javier Manferola Annisen

Fig 4 lIO

Fig. 41.11
CAPITULO 4.- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 187

4.1.4.- Losas-hongo
y baja mucho en el centro , hasta valores
En aquellos casos de puentes muy an- próximos al cuarentavo de la luz. Sin embargo
chos y luces moderadas o pequeñas se puede el tablero no resulta pesado pues la fonna
adoptar una configuración estructural, en la "hongo" reduce visualmente los espesores.
cual la losa se polariza hacia un pilar único,
creando un'''hongo'' de canto variable, máximo La disposición de juntas de dilatación
en pila y mínimo en el centro del vano Fig. entre tramos es muy beneficioso por dos moti-
4.1.12. vos.

La disposición habitual de este tipo de a) Se asegura que no habrá acumulación


puentes es la de tramos separados por juntas de de esfuerzos en pilas debidas a las defonnacio-
dilatación. Cada tramo está formado por un nes impuestas por el dintel. En el caso de que
"hongo" y un vano intermedio. Las pilas son no se quisiese dejar juntas transversales entre
de gran dimensión, pues en sentido transversal tramo y tramo, sería necesario mantener desli-
el puente es una ménsula empotrada en las zante la unión pila-cimiento.
pilas.
b) La reacción de intercambio en la
El dintel tiene cantos muy fuertes en la unión entre dos tramos siempre es del mismo
zona de pila, alrededor de 1/10 a 1/12 de la luz signo, un tramo se apoya en el siguiente. En el

Fig. 4112
188 PUENTES
Javier Manlero/a Armisen

caso de que no eXIstIese losa intermedia, la volumen de hormigón utilizado a la vez que
reacción entre "hongos" podría ser tanto de mejora el peso del "hongo" y reduce la
tracción como de compresión, con lo que sería cantidad de pretensado. En la Fig. 4.1.13c se
necesario anclar las losas entre sí. adopta una losa maciza con paraboloides
hiperbólicos como superficie de transición
El "hongo" puede adoptar muchas dis- entre los bordes y los ejes.
posiciones. La más clásica es la representada
en la Fig. 4.1.12 con variación de canto, tanto Son muchísimas las variaciones que se
lineal (representada) como parabólica y diri- pueden adoptar en la forma de los "hongos",
giendo la arista entre cuadrantes, tanto al cen- más o menos simples, más o menos
tro de las aristas (representada) , como a las sofisticadas, como la que aparece en la Fig.
esquinas. El rendimiento resistente de estas 4.1.14. Todas ellas son válidas siempre que
exista una pila considerable que resista las
En la Fig. 4.1.13 representamos tres dis- flexiones transversales del tablero y una
posiciones habituales de "hongos". En las co- distribución de inercia en el tablero que
rrespondientes a las Fig. 4.1.013. a y b se permita un empotramiento con la pila y una
adopta una nervadura dirigida al centro o a las capacidad resistente a grandes flexiones
esquinas, lo que reduce considerablemente el longitudinales y transversales.

b)

Fig. 4J/3
CAPITULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 189

Fig 4J14

M xyen una dirección y M yx en dirección per-


4.2.- Respuesta resistente pendicular.

La ecuación diferencial que gobierna el Pero a este giro diferencial y al alabeo


compoliamiento de una losa oliótropa es correspondiente a la defonnación por cortante,
se opone también la rigidez a flexión en direc-
ción longitudinal y transversal de la losa a
través de su módulo de Poisson, DxYy+DyY x,
que constituyen los otros dos sumandos del
valor 2H y cuyo valor suele ser muy pequeño.
donde
El segundo ténnino de la ecuación dife-
Dx es la rigidez a flexión en dirección rencial de la losa ortótropa expresa el hecho de
longitudinal y D y es la rigidez a flexión en que las curvaturas principales de la losa y por
dirección transversal. tanto sus momentos flectores principales, no
siguen las direcciones de los ejes coordenados
Con respecto al valor H, su significado x ey.
físico es más complejo. Está compuesto por
tres sumandos 4.2.1.- Losa ¡sótrapa

En la Fig. 4.2.02 representamos la res-


puesta en conimientos, leyes de momentos
principales y distribución de los momentos
Dxy+D yx es la rigidez a torsión en sí de la flectores longitudinales y transversales en la
losa, es decir, la inversa del incremento de giro sección central de la losa isótropa bi-apoyada
<5 2 w
<5 <5 que se produce en un elemento diferen- Ante una carga puntual situada en el
x y centro de la luz y en el borde de la losa, se
cial cuando le aplicamos un momento unitario ponen en juego los mecanismos de resistencia
190 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

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a)

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e)

Fig 4201

longitudinal y transversal, la rigidez lon- Ante una carga unifonnemente repar-


gitudinal D x que transporta la carga hacia los tida, aunque sea descentrada, como es la repre-
apoyos, la rigidez transversal Dy que reparte sentada en la Fig. 4.2.03, el reparto se realiza
transversalmente la carga y la rigidez a torsión igualmente, pero de una manera más suave, de
2H que acopla la dirección de las curvaturas y los 20 m Tn que tendría la losa si consideráse-
las flexiones principalmente a las condiciones mos que resiste únicamente la zona directa-
geométricas determinadas por los bordes. mente cargada, se reduce a 12 m Tn. La cur-
vatura transversal es positiva en este caso.
Las losas resienten el efecto de las car-
gas puntuales; su influencia en las inmediacio- Si en la losa anterior bi-apoyada de
nes de la carga es muy intensa, pero se disipa 20x12 y 1,0 m de canto, introducimos dos
con rapidez. Se neutraliza a poca distancia por apoyos intermedios simétricos, Fig. 4.2.04,
la enorme capacidad de reparto que tiene su aumentamos la rigidez del mecanismo lon-
estructura, lo que se realiza en las inmediacio- gitudinal al reducir su luz, mientras man-
nes de la carga a través de la curvatura trans- tenemos la rigidez transversal. Esto redunda en
versal negativa. De 500 m Tn que supondría el un menor reparto transversal de la carga. La
momento flector de una viga bi-apoyada de la relación entre el momento máximo y mínimo
misma luz y la misma carga puntual, la zona en la sección cargada es de 3,13 para este caso,
más cargada de la losa apenas alcanza la quinta mientras que para la losa cargada en el centro
parte, 95,74 m Tn, y además este valor se re- de la luz, pero sin apoyos intermedios, es de
duce rápidamente. Fig. 4.2.02. 1,65.
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 191

......... -- _ ,--
A I
PDSIClDN DE LA CARGA

x x
"" "" "'" \ \
"" "" "' ... \
"" """ " "" ... "
"" "" \
"" "" ""
""
""
"x "x " " \
o
\
o
«
>-
o
tL
«
w
o
D!
o
(IJ

I
I
DISTRIBUCION DE MOMENTOS FLECTORES PRINCIPALES

100 O Tn
_)_-==_
t=_7_1_r_'t_(_======--_M_Y

95 7~ nt (Mx)

DISTRIBUCION DE MOMENTOS LONGITUDINALES Y TRANSVERSALES EN LA SECCIDN CENTRAL

Fig 4202
192 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

r>------ 20 ,¡DO - - - - -

DEFORMADA
0.4 Tn/rt

1
1 4: My
,,

, ,
8. 16

12 16

OISTRIBUCION DE MOMENTOS LDNG, Y TRANS. EN LA SECCION CENTRAL

Fig 4203
CAPiTULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMiGÓN 193

I
¿ PoSICIoN DEL APOYO
I
I
PoSICION DE LA CA~GA
1--- --0 ------- -----
I
I

?I PoSICION DEL APOYO

DEFORMADA

10 42

OlSTRIBUCloN DE l~oM LONG Y TRANS EN LA SECCIoN CARGADA


32 64

-10 46

, ,

i4ii~~!!¡
: ~~~~~:
.....

, : ! ¡ ¡ : '
, , ' l1y

5 B7
OlSTRIBUCION DE 1101·1 LONG Y TRANS EN LA SECCION DE APOYO

Fig. 4204

Los momentos negativos longitudinales concentración de flexiones y cortantes en


se concentran en la sección de apoyo con un sus inmediaciones, efecto que se disipa
máximo en el apoyo. con gran rapidez cuando se aleja del
De este primer estudio se deduce: punto de actuación de las cargas.
La relación ancho-luz influye en la
Toda estructura en losa isótropa tiene
relación entre la rigidez longitudinal y
una excelente capacidad de reparto trans-
transversal. Podemos aumentar la rigidez
versal para la actuación de cargas
longitudinal, reduciendo la luz, o
disimétricas, ya sean puntuales o
empotrando las losas en los bordes
uniformes.
transversales o disponiendo pilares inter-
Las cargas puntuales, ya sean acciones o
medios, etc. En este caso la capacidad de
reacciones de apoyo, producen efectos
reparto de la losa se reduce mucho.
locales muy intensos, con una gran
194 PUENTES
Javier Mantuola Aunisen

4.2.2.- Losa ortótropa 4.2.2.1.a.- Determinación de rigideces a flexión


Como hemos visto en 4.1. el aligera- y torsión
miento de una losa se realiza, a partir de los 20
Los valores a utilizar en la ecuación di-
ó 30 m de luz, con el fin de reducir peso propio
ferencial según la tipología de las losas
de una estmctura tan pesada. Este aligera-
miento, realizado siempre en dirección longi- g4 w g4 w g4 w
tudinal por medio de tubos circulares o rectan-
gulares, introduce una reducción en la rigidez D x &4 +2H &2&2 +D)' &4 = P(x,y)
transversal de la losa que potencia el meca- son:
nismo longitudinal de transporte de las cargas
sobre el transversal, con consecuencias signifi- a) Losa isótropa
cativas en aquellos puentes de luces pequeñas Et 3
o mejor dicho con relación luz/ancho peque-
D =D =-------,:--
2
x y l2(l-v )
ños. Confonne la luz aumenta la capacidad de
repaIio, reducida por el aligeramiento, suele Gt 3 Et 3
ser suficiente para obtener un claro comporta- D xv =-6- H == l2( l-v 2 )
miento longitudinal de la estmchlra, como si la
sección transversal fuese indefonnable, lo que b) Losa aligerada
permite asimilarlas a la teoría de la viga.
El,
D 1 = Inercia de la zona rayada en la
4.2.2.1.- Aligeramientos y rigidez trans- x a x
versa/ sección transversal
La determinación de las rigideces lon- l)' = Inercia de la zona rayada en la sec-
Dv=El)'
gitudinales y transversales depende del tipo de
aligeramiento utilizado. Pero éstos producen
ción longitudinal respecto al centro
no solo una diferencia de rigideces a flexión y
a torsión en dos direcciones perpendiculares, de gravedad conjunto de las losas
sino que ocasionan una defonnación por es-
fuerzo cortante que puede ser importante e superior e inferior
incidir, con fuerza, en el reparto transversal. D¡=D 2 =vDy
Fig.4.2.05.
Determinación de H

Fig 4205
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 195

~
~
;/-

.1 /::
J /::
/::

o
~
/::
'--

Fig. 42. 06


/

¿/:
¿;,
~,/
JZ h
~ ,

Fig.4.2.07

- Dxy.Fig. 4.2.06 El valor Yz se establece, ya que como en


las losas macizas, las tensiones tangenciales
Si suponemos la seCClOn transversal desanolladas participan de la rigidez a torsión
elemental equivalente a una sección rectangu- longitudinal y transversaL
lar, tendremos
- Dyx .Fig. 4.2.07

B~jo un momento torsor Myx se produce


en la sección un flujo de tensiones tangenciales
como el considerado. Quedará:
196 PUENTES
Javier Manterola AI/nisen

de donde
Estos mismos resultados son válidos SI
la sección tiene alvéolos rectangulares.

c) Tablero de vigas

y como Cuando el tablero está formado por vi-


gas doble T. Fig. 4.2.09.

D =EI, siendo Ix la inercia de la viga rayada


x
queda a
t 1t)h 2 D Et;
D vx =2G--- v l2(l-v 2 )
tI +t2
-2H GJ
Dw =- J rigidez a torsión de la viga ravada
a
sumando quedará
Gt 3
( \ D vx = - -
11 G 4A 2 _, tlt1d~ I 6
2H~2l-;;- f~S +2G /, ~/,) D¡=D 2 =vD y

En el caso del tablero fOlmado por vigas cajón


Sin embargo este valor es muy parecido
al que ha resultado dar valores mejores en la El planteamiento es el mismo y los valores los
experimentación. Fig. 4.2.08. obtenidos de la figura 4.2.10.

Fig.4.2.08
CAPITULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 197

o
Fig 4209

ti
J
g fJrl
Fig.42IO

4.2.2.1b.- Área a cortante


tiendo estos últimos en rectangulares de la
La defomlación por esfuerzo cortante, misma área.
dentro de los tableros losa, solo tiene influen-
cia en las secciones alveolares, ya sean alvéo- Pero en general, para evitar simplifica-
los circulares o rectangulares. ciones, 10 más recomendable es realizar un mo-
delo de la sección transversal y obtener en él
Para que la defonnación por esfuerzo dicha deformación. En la Fig. 4.2.11 represen-
c011ante, en dirección transversal, sea signifi- tamos la defonnación total de tres ménsulas,
cativa, el tamaño del aligeramiento debe ser cargadas en la punta, de tres secciones trans-
considerable. En principio se admite, que versales de losas, con distintos aligeramientos.
siempre que el área del aligeramiento sea me- Las tres secciones tienen la misma inercia a
nor que el 60% del área total el efecto de la flexión, 10 que significaría, que la flecha bajo
defonnación por c011ante es poco importante. la carga puntual sería 0,0423 m que aparece en
la Fig. 4.2.11 a, correspondiente a una losa ma-
Para obtener el valor de la rigidez a ciza en la cual la defonnación por esfuerzo
cortante -G.A.-se puede utilizar la fórmula que cortante es despreciable. Cuando utilizamos un
aparece en 16.1.22, utilizable para aligera- aligeramiento circular muy fuerte, (Área de
mientos rectangulares y circulares, convir- aligeramiento/área total = 0,57), Fig. 4.2.11 b,
198 PUENTES
JOl'ler ¡f,follterolo Amusell

100 O Tn

\ I

- - - - - - - - -- - - - ---- - - - o)

lO 0797

J
b)

I
10M

J
ESTADO TENSIONAL
100 O Tn

---------Ir--------r--------~---------ír--------l--------~
I , , , I

I I, I, I, I,
\
I, I, I,
0.375 e I
I

-----JU
Fig. 42JJ

la deformación por c0l1ante se aprecia con alcanza un valor de 0,375, es decir, unas 8
claridad en la deformada y la flecha total, veces mayor que lo que tendría si no conside-
0,0797, es 1,88 veces mayor que la flecha rásemos la defonnación por cortante.
elástica que produciría exclusivamente su rigi-
dez a flexión. La manera de obtener la rigidez a
flexión y el área a cortante a introducir en el
En el caso de una sección celular, con modelo de losa ortótropa, consiste en realizar
paredes muy delgadas, Fig. 4.2.llc, (área de un modelo lo más preciso posible de la sec-
aligeramiento/área total= 0,72), la flecha total ción, una ménsula, por ejemplo, reproducida
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 199

como tal, Fig. 4.2.11 a ó con elementos finitos como conocemos la flecha real, f, obtenida en
en el caso de la Fig. 4.2.11 b, ó por un emparri- el modelo general, podemos obtener la inercia
llado en el caso de la FigA.2.11 c. A estas es- equivalente L
tructuras se las somete a dos fuerzas distintas.
Un momento en el extremo del voladizo que La flecha producida por una carga pun-
produce una solicitación sin cortante y una tual en punta es
carga puntual que produce la defonnación
debida a los dos efectos. Se obtienen las fle-
chas reales en ambos casos.

De la primera solicitación, M constante,


tenemos que la flecha en una ménsula es Conocida la flecha f y la inercia 1, po-
MIz demos obtener el valor de GA.

f = 2E!

DESPLAZAMIENTOS

LOSA HAC1ZA
desp=-O 013901

AlGERAHIENTO CJRCUlAR
desp=-O 017697

ALIGERAMIENTO RECTANGLUR

desp=-O 032033

100 Tn

228

""'''''''' 90·7
miiAMlootI ttliW.,w 98 -2

.IllGElUHJOOO REtTAI(llJJ;! 163 . 3

Fig. 4212
200 PUENTES
Javie/ Monte/ola Armisen

Fig 42.13

4.2.2.2.- Influencia de la ortotropía en la


respuesta de los tableros losa y este efecto se acentúa mucho más
cuando se trata de cargas puntuales. En la Fig.
Elegimos tres secciones transversales 4.2.12 representamos las defOImadas y las
como las que acabamos de analizar, losa ma- leyes de momentos flectores longitudinales y
ciza, losa aligerada con aligeramientos circula- transversales en la sección central de la losa.
res y losa aligerada muy intensamente, con Cuando la defOImación por cOItante es muy
aligeramientos cuadrados y vamos a analizar la intensa, el momento flector longitudinal en el
respuesta ante dos tipos de solicitaciones muy centro llega a ser un 80% mayor que en una
diferentes. En primer lugar una carga puntual losa maciza y su flecha 2,3 veces mayor. In-
en borde, que desanolla un gran cOliante en las cluso, mientras que los momentos flectores
proximidades de la carga y en segundo lugar transversales en la sección transversal en el
una sobrecarga uniformemente distribuida centro de la luz, Fig. 4.2.12b, son negativos en
sobre una mitad longitudinal de la losa. Como los dos primeros casos, cambian de signo y se
losa utilizamos una losa bi-apoyada de 20 m de hacen positivos en el tercero.
luz y 12 m de anchura con las secciones trans-
versales señaladas. En la Fig. 4.2.13 representamos un
intercambiador en Zizur (Navana) que utiliza
Los resultados obtenidos, Fig. 4.2.12, re- sección trasversal curva y planta también
flejan claramente la influencia de la defonna- curva.
ción por cortante entre las tres soluciones que
comparamos. En sí mismas, las rigideces a Para una sobrecarga unifonne, distri-
flexión y torsión no son muy diferentes entre sí buida en la mitad del puente, Fig. 4.2.14, el
en los tres tipos de losas comparadas y por esta efecto de la defonnación por cortante es menos
razón su influencia en la respuesta es muy intenso. Lo que para el caso de carga puntual
pequeña. Por el contrario la gran defonnabili- producía un incremento de un 80% en los mo-
dad que introduce la deformación por cortante mentos flectores longitudinales de la sección
en la sección con gran aligeramiento rectan- transversal con un gran aligeramiento, en este
gular, produce una mucha menor capacidad de caso su valor se reduce a un 29%, la diferencia
reparto transversal en la losa y por consi- entre el momento longitudinal entre la sección
guiente una mucha mayor flexión longitudinal más aligerada a la menos aligerada.
bajo la carga.
CAPITULO 4.- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 201

desp!ozonientos

desp=-O 003117
LOSA MACIZA

desp=-O 003489
ALIGERAMIENTO CIRCULAR

desp=-O 004463
ALIGERAMI ENTO RECTANGULAR

OA Tn/M

ALIGERAMIENTO CIRCULAR 11' 81


LOSA MACIZA 12, 16 i
,,
,,, Mx
ALIGERAMIENTO RECTANGULAR 15.74

Fig.42I4

zona de las pilas , con una anchura ligeramente


4.3.- Problemas particulares superior a la de los apoyos que los sostienen.
Los esfuerzos cortantes y momentos tor-
4.3.1.- Vigas riostras sobre pilas
sores del dintel se transmiten a lo largo del
tablero por la losa superior, la inferior y las
La transmisión de los esfuerzos del din-
almas. Aunque estos elementos están poco
tel, cOliantes y torsiones, a los apoyos se rea-
definidos en un tablero losa con aligeramiento
liza a través de las vigas riostras.
circular, se puede simplificar idealmente la
sección circunscribiendo un rectángulo o un
Estas vigas riostras son el resultado de trapecio a los alvéolos circulares para destacar
macizar los aligeramientos longitudinales en la las almas y las losas superior e inferior, lo que
202 PUENTES
Jm'ler AI{lI/lerolo Anllisell

".--,

Fig4JO}a

nos proporcionará la cuantía y situación de la Si la solicitación es una torsión, el flujo


solicitación de la viga riostra, de tensiones tangenciales viene canalizada en
las losas superior e inferior y en las almas,
En efecto, la reacción total de la pila es valores que conocemos por la fónnula:
la suma de los esfuerzos cOliantes en la sección
a uno y otro lado de la viga riostra, Su distri- F= T/f2
bución en la sección puede hacerse en función
del área de cada una de las almas de la viga y valor que multiplicado por la longitud de las
dirigidas según el eje de dichas almas Fig, caras nos proporciona las fuerzas TI, T 2, T 3 Y
4,3.0la. T 4 de la Fig. 4.3.02.
CAPITULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 203

462 ln 400 Tn 462 ln

lA o 031

o 095
--.., ...
___ ~ ..... ~
,~-
v
.~
~, ~' ...

I[
.-
""" . . '" , . ,- . . 'I>---.----_.. -..
',~
-''' .--~ _.-~-
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.. - --...,
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....
'",-,'"
".- .
... -,
~

Fig 430I.b

La solicitación de las vigas riostras está tensiones principales, así como la distribución
así determinadas entre las fuerzas Qi y Ti. Los de las tracciones en las secciones indicadas. El
apoyos están constituidos por los propios so- soporte está constituido por unos, dos o tres
pOlies del puente. apoyos.

Generalmente estas vigas no cumplen


Cuando tiene un solo apoyo centrado
las condiciones de esbeltez necesarias para que
Fig. 4.3.0laA, la viga riostra queda
se produzca una distribución lineal de las
fuertemente solicitada. La carga de las almas
tensiones, por lo que las teorías normales del
exteriores Q¡ y Q3, actúa sobre la ménsula
cálculo de vigas no suelen ser aplicables. Solo
de gran canto con la distribución y cuantía
en casos excepcionales, las vigas riostras
tensional representada. En el caso de dos
tienen unas dimensiones en las cuales la
apoyos Fig. 4.3.0la.3, la distribución de las
relación canto-luz sin ser pequefía (1/1 O) puede
trayectorias de las tensiones principales es la
aceptarse un comportamiento como vigas.
representada. En ambos casos las mayores
tensiones de tracción aparecen encima de los
En la Fig. 4.3.0la representamos la dis-
apoyos y la profundización de l~ zona
tribución de los trayectorias de las tensiones
traccionada de la sección es significatIva, con
principales de tracción (......) y de com~resión
una distribución de tensiones, si no lineal,
(---) de una viga riostra nOllllal baJo una
bastante parecida.
solicitación centrada y en la Fig. 4.3.0lb las
204 PUENTES
Javier IYIanterola Armisen

Fig 43 02

El estado tensional cOlTesponde al tras- ensayos en rotura dan corno buena la posición
lado de las solicitaciones Ql y Q3 a los apoyos. C. Las tensiones cortantes se acumulan en la
Corno se ve por la distribución de tracciones y palie inferior, lo que determina que se debe
compresiones, la carga Q2 o bien se dirige di- disponer una armadura a lo largo de la cara
rectamente al apoyo central Fig. 4.3.01a.2 y 4 exterior que soporte el valor total del cortante
ó su efecto, contrario al de las cargas Q1 y Q3, en esta alma para poder proceder a la descom-
queda contraITestado por éstas. posición de la Fig. 4.3.03 corno aparece en la
Fig. 4.3.04a.
La teoría de las bielas, Fig. 4.3.03 es un
Este mismo efecto se puede conseguir
procedimiento habitual para determinar esta
recogiendo diagonalmente la carga acumulada
armadura. La carga Ql ó Q3 se puede colocar
en el punto inferior, corno indica Fig. 4.3.04
en cualquiera de las tres disposiciones repre-
versión b.
sentadas A a C. Su descomposición da el
mismo valor E de tracción horizontal, sin em-
En ambos casos la armadura pasiva debe
bargo no OCUlTe lo mismo en las lineas AD,
disponerse a poca carga para evitar fisuración
BD ó CD.
importante en un sitio tan especial.
De la distribución de las tensiones prin-
La disposición de un pretensado trans-
cipales obtenidas por el método de los ele-
versal Fig. 4.3.04c, es una excelente solución,
mentos finitos, parecería que la zona más ade-
pues anula las tracciones de la desviación de
cuada para proceder a la descomposición de la
las cargas. Sin embargo, hay que tener cuidado
teoría de los bordes sería la posición B, la cual,
con su puesta en carga, pues al tratarse de un
además es el centro del alma. Sin embargo, los
CAPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 205

A o

e e

Fig.4303

'\'\
~I
'\'\
• ~
1//
//
Y/

b)

"- 1 1 1 I /

~
//

'\'<?1
'\'\
~

~ e)

Fig 4304
206 PUENTES
Javier iv/an/erola Annisen

pretensado corto, las pérdidas por penetración las vigas riostra según dos direcciones ortogo-
de cuñas pueden ser impOliantes. nales a 45° con la vertical, y que conesponde a
las tensiones principales de un cortante puro.
En la Figura 4.3.01.a.2 representarnos la Esta distribución tensional se perturba por la
distribución de las tensiones principales de presencia de los dos apoyos donde acaban
compresión y de tracción cuando los apoyos se convirtiéndose la torsión en una carga vertical
colocan en la vertical de la intersección del eje ascendente en uno y descendente en el otro. La
de achlación de las cargas Q¡ y Q3 y una hori- teoría de las bielas daría un esquema corno el
zontal paralela al borde inferior de la viga de la Fig. 4.3.05 con el mayor efecto producido
riostra y equidistante entre ésta y el borde del por el traslado de T ¡ a los apoyos según las dos
aligeramiento. La teoría de las bielas acabaría alineaciones AB yAC.
aquí su interpretación. Sin embargo la apari-
ción de tracciones horizontales en la parte su- La diferencia entre el trazado de las ten-
perior de la viga riostra son el resultado de la siones principales en el caso de dos ó tres apo-
flexión constante introducida en toda la viga yos es muy pequeña, variando algo de cuantía
por la compresión inferior en que se ha des- y distribución por la mayor separación que
compuesto Ql según la teoría de las bielas. existe entre los apoyos extremos en el caso de
tres apoyos y por la flexión que produce el
En el caso de que solicitación sea una traslado de las fuerzas T2 y T4 a los apoyos. En
torsión, Fig. 4.3.02, la distribución de las ten- general el apoyo intennedio juega un papel
siones principales se mantiene en el centro de muy pequeño ante esta solicitación.

"~.""""""""""""""""""""""""" -<E-<-.....,.,--_
A
.

."
B/'/
'"
1\ T3 [

Fig 4305

Nunca existe torsión pura sobre una viga cálculo directo de la annadura o para la deter-
riostra. Siempre va acompañada del cortante de minación de la disposición geométrica de las
la carga pennanente y la sobrecarga. La distri- bielas se hace tanto más apremiante cuanto
bución de las tensiones principales adopta la mayor sea la relación canto/luz de una viga
forma representada en la Fig. 4.3.06. riostra. En el caso de relaciones canto/luz más
pequeñas corno ocurre en la FigA.3.07, aunque
La aplicación de la teroría de las bielas estrictamente hablando no es aplicable la teoría
se reduce a la suma de las dos descomposicio- de las vigas esbeltas, los resultados obtenidos
nes anteriores, la Fig. 4.3.03 para el traslado a por el método de los elementos finitos y la
los apoyos de las cargas Q¡, Q2 y Q3 y la Fig. teoría de las vigas no es tan diferente. En la
4.3.05 para el traslado de la fuerza T¡. Fig. 4.3.07 se representa el estado tensional sin
y con pretensado de una viga riostra bastante
ancha teniendo en cuenta el cortante y la tor-
Se deduce entonces que la utilización
sión.
del método de los elementos finitos para el
CAPITULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 207

Tl

~' lí

Fig 4306

Fig 4307
208 PUENTES
Javier Monte/ola Armisen

4.3.2.- Carga en los voladizos trans- longitudinales de flexión. Esto naturalmente en


versales el caso de que la deformación por cortante de
la sección transversal sea pequeña, lo cual es
Una carga en los voladizos transversa- frecuente para el tamaño de los aligeramientos
les, puntual o uniforme, con una posición y habituales Fig. 4.3.08a.
distribución cualquiera produce una flexión
local en el voladizo en si y una flexión y tor- En el caso de que la relación ancho/luz
sión en el cuerpo general del dintel. Fig. sea grande, Fig. 4.3.08b., la carga exterior
4.3.08. produce una distribución de la flexión longitu-
dinal no uniforme a lo ancho de la sección
En el caso en que la relación ancho/luz transversal. Un estado tensional tangente de
del tablero sea pequeña la carga en el voladizo cortante y torsión también no uniforme además
está contranestada en el dintel por un incre- de flexiones significativas en la sección trans-
mento de la torsión sin que se produzca una versal cuya determinación se obtiene en el
perturbación en la distribución de las tensiones cálculo general.

J.----- ------------------ ,

~@J

b)

Fig 4308

En el voladizo en si, interesa determinar flexiones longitudinales a través del efecto


la flexión propia del voladizo y la penetración Poison.
de esta flexión y su efecto en el cuerpo de la
losa. Si la carga es puntual o local, la relación
entre las rigideces longitudinales y transversa-
En cuanto a la cuantificación de las les del voladizo es detelminante de cara a ob-
flexiones es muy diferente según se trate de tener la distribución y cuantía de las flexiones
una sobrecarga uniformemente distribuida a lo longitudinales y transversales, Fig. 4.3.09.
largo y ancho del voladizo, o de una carga
puntual o local. En el primer caso la flexión del Si el voladizo es una losa de canto
voladizo es cilíndrica y uniforme en toda su constante, Fig. 4.3.09a, el efecto de la carga se
longitud. El efecto losa está presente en las reparte en una determinada anchura, normal
CAPITULO 4 - PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 209

o)

b)

e)

Fig 4309

mente muy grande, debido a la enorme capaci- La detenninación de los esfuerzos en


dad de reparto de una losa. Esta anchura puede cualquiera de estas tres disposiciones es muy
aumentarse o disminuirse según sea la distri- fácil sin mas que realizar un modelo de empa-
bución de las rigideces en la losa. Si variamos rrillado o por elementos finitos aplicado a una
el canto, con incremento hacia el empotra- longitud de voladizo suficiente como para que
miento en el cuerpo del dintel, estamos poten- el efecto de la carga puntual haya desapm"e-
ciando la rigidez transversal sobre la longitudi- cido. Tres o cuatro veces la luz del voladizo es
nal y por tanto concentramos la carga hacia el suficiente.
empotramiento. Si acentuamos esta tendencia
realizando vigas transversales, Fig. 4.3.09b., Para las casos nonnales de variación de
aunque sigue existiendo reparto longitudinal, la espesores en una losa en voladizo existen mul-
canalización de la carga según el eje de la viga titud de tablas que dan resuelto el problema.
es mucho más intensa.
El segundo problema, como penetra el
estado tensional del voladizo en el cuerpo de la
Por el contrario si acentuamos la rigidez losa aligerada esta menos estudiado. En la Fig.
longitudinal con la disposición de vigas de 4.3.1 O representamos la distribución de las
borde, Fig. 4.3.09c, el reparto longitudinal de tensiones de tracción a lo largo del voladizo y
la carga puntual es muy intenso y por tanto la del cuerpo del dintel, con dos variaciones de
disipación del momento flector en el apoyo. espesor distinto en el voladizo.
210 PUENTES
Javier lvicmlerola Armisen

I 036

o)

--::-:

() b)

Distribucion de tensiones transversales en lo 1050 superior


boja el efecto de uno cargo puntual

Fig.4310

Fig 43.11 El pilar


CllPITULO 4- PUENTES LOSA DE HORMIGÓN 211

Fig. 43 12 Puentes de los L/anos

En este estudio de la distribución de las elimina rápidamente el efecto de las tracciones.


tracciones en la fibra suprior se observa, como En la Fig. 4.3.11 representamos el puente del
el estado tensional se reduce bruscamente Pilar en Zaragoza con sección transversal co-
cuando el voladizo se empotra en la losa y la rrespondiente a la Fig. 4.1.04 (8) y en la Fig.
variación de espesores es muy grande, Fig. 4.3.12 el puente de los Llanos en EsteBa con
4.3.l0a o es una reducción más suave cuando sección transversal correspondiente a la Fig.
el cambio de espesores no es tan brusco, Fig. 4.1.04 (3) aunque con voladizo lateral alige-
4.3.10b. La losa aligerada actúa como una va- rado.
riación de canto en la ménsula transversal que
212 PUENTES
Javier Manlerola Annisen

Puenle cajón sobre el rio Guadiana - Badajoz

Cajón de hormigón curvo


CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 213

5.- LA SECCiÓN CAJÓN DE HORMIGÓN

Mirando desde el punto de vista re- resistentes 10 que la convierten en la sección


sistente, la sección cajón tiene las siguientes ideal para los puentes de gran luz. Fig. 5.0.01.
ventajas:
• Tiene una gran cabeza superior e inferior En realidad este tipo de sección podría
10 que la hace apta para soportar grandes utilizarse para todo tipo de luces, pequeñas y
grandes, pero en las primeras las dificultades
momentos flectores positivos y nega-
de ejecución no compensan las ventajas en
tivos.
peso y rendimiento que este tipo de sección
• Su condición de sección cerrada le presenta. De hecho, los tableros losa, con ali-
proporciona una gran rigidez a la torsión, geramientos más o menos grandes, participan
alabeos pequeños y distorsión reducida. de muchas de las ventajas resistentes de la
sección cajón, salvo en 10 que se refiere a su
• Por la propiedad anterior la sección ca-
peso propio. La vocación del aligeramiento de
jón es apta para soportar cargas des-
una losa es convertirla en una sección cajón.
centradas sin que se produzca una gran
Los aligeramientos parciales no son sino un
disimetría en la distribución de las ten- punto de equilibrio entre la facilidad construc-
siones longitudinales de flexión en la tiva y el rendimiento resistente de la distribu-
sección transversal. ción del material.
• Su gran rigidez transversal le permite
reducir al mínimo el espesor de sus
5.1.- Morfología y dimensionamiento
paredes.
• Tiene un gran radio de giro, relación Debido a la optimización del rendi-
InercialÁrea, por 10 que se obtiene un miento resistente que le proporciona su distri-
excelente rendimiento para el pre- bución del material, la sección cajón, en sus
múltiples modalidades, constituye la mOl"fo10-
tensado.
gía básica de los tableros de los puentes rectos,
Estas propiedades permiten sacar el atirantados y colgados de gran luz. Los puentes
máximo rendimiento a la distribución del arco, por su tradición y especial funciona-
material, obteniéndose tableros muy ligeros y miento resistente no adoptan siempre este tipo
214 PUENTES
Javier Manterola Armisen

Fig. 5.001

Fig5.00l (2)

de sección transversal en el arco y el tablero. cimbra apoyada en el suelo o autoportante


Muy frecuentemente se utiliza la sección cajón (cuando el número de vanos del puentes es
solo en el arco que se conjuga con tableros de grande). También se suele emplear el procedi-
vigas o losas. miento que caracteriza a los "puentes empuja-
dos".
5.1.1. Morfología y dimensionamiento
longitudinal El número de puentes que existen de
este tipo es cada vez mayor conforme se van
Podemos distinguir tres tipos de distri- universalizando los tipos de construcción se-
buciones longitudinales de cantos e inercias. ñalados. Esto ocurre en detrimento de los ta-
Fig.5.1.01. bleros de vigas prefabricadas.

Tipo 1 Tipo 11

El canto y la inercia son constantes a lo El canto es constante pero la inercia va-


largo de todo el puente. Se utilizan para las ría al acercarnos al apoyo. Este incremento de
luces medias, raramente sobrepasan los 60 inercia se realiza a base de aumentar el espesor
metros de luz. El tipo de construcción es nor- de la losa inferior desde una posición situada a
malmente la prefabricación por dovelas, la l/4 ó l/5 de la luz, contada desde la sección de
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORI\IIGÓN 215

apoyo, hasta el apoyo mismo. Este incremento mayor a extender el ámbito de aplicación del
de resistencia es necesario para controlar el canto constante hasta luces del orden de 120 a
estado tensional producido por los grandes 150 m., sobre todo si éstas pertenecen a gran-
momentos negativos que se presentan en esta des viaductos.
zona.
Su construcción paliicipa por el lado de
En algunos puentes se ha utilizado el re- las luces pequefias, 50 ó 55 m., de la construc-
gruesamiento de la losa inferior hacia fuera, en ción con cimbra, pero a paliir de ellas la cim-
lugar de hacia dentro, con lo que sale un canto bra es muy cara y se utiliza el avance en vola-
ligeramente variable. Fig. 5.l.01d. dizo. La construcción empujada amplía cons-
tantemente las luces, hasta 90 m, debido a la
Hace unos afias esta morfología rara- facilidad constructiva.
mente sobrepasaba los 80 ó 90 m. de luz. Úl-
timamente se observa una tendencia cada vez

I 11 1 I TIPO 1

TIPO II

TIPO III

d)

Fig.5I01

Este tipo de dinteles ofrece una exce- Esta morfología es la que distribuye el
lente imagen formal cuando va asociado a material de manera mas adecuada a la cuantía
viaductos largos y altos. de la solicitación por lo que la convierte en
morfología exclusiva de los tableros de mayor
Tipo 111 luz. En cualquier tablero de canto constante ,
éste es superabundante en el centro del vano.
En esta morfología varía el canto a todo
lo largo del puente, creciendo desde el centro La variación del canto reduce el es-
de la luz hacia los apoyos. La curva de varia- fuerzo cortante en las almas de la sección, ya
ción del canto suelen ser parábolas de 2°, 3° ó que una palie impOliante de la carga es trans-
4° grado siendo los mas utilizados los de 2° portada por la componente inclinada de com-
grado que da una variación bastante suave. Las presión de la losa inferior. Las almas de la
curvas de 3° y 4° dan una variación de canto sección pueden ser mas delgadas.
muy brusca en la zona de apoyos, que si bien
se acoplan m~jor que las de 2° a la cuantía de Como regla general se puede decir que
la solicitación, ofrecen una imagen de puente en todos estos tipos de tableros se debe perfilar
demasiado abrupta. al máximo la distribución del hormigón de
216 PUENTES
Javier lv/all/erala Aunisen

manera que en cada zona exista el estricta- Distribución de luces


mente necesario para soportar los esfuerzos.
Losas superiores, almas, losas inferiores, car- Como en todo puente continuo, las luces
telas, etc deben conjugar las necesidades cons- extremas suelen estar entre 0,25 y 0,75 de la
tructivas con los espesores mínimos necesa- luz de los vanos centrales. La primera deter-
rios. De otra manera el peso propio del puente, mina la necesidad de anclaje del dintel en el
que es con mucho la solicitación mas impor- estribo y la segunda conesponde a la distribu-
tante, crecerá extraordinariamente, encarecién- ción de luces clásica de una viga continua.
dolo. Ambas crean leyes de momentos flectores muy
adecuados.
Formalmente se adecua muy bien a
puentes de tres vanos, caso típico del cruce Se suelen utilizar luces intermedias entre
sobre ríos o cuando el puente es largo pero ambas en función de las condiciones de encaje
situado a baja altura. Fig. 5.1.02. general del puente en el entorno y la necesidad
de anclar el dintel en el estribo depende de la
proximidad a uno u otro límite.

Fig 5102

Relación canto-luz
Sin embargo estos valores, bien centra-
Es frecuente admitir que el canto de los dos dentro de la estadística de los puentes
puentes de espesor variable puede oscilar alre- construidos, puede variar por varias razones,
dedor de: siendo la mas importante que el canto va aso-
ciado con el área de la losa inferior y la resis-
e 1 tencia del hormigón para detenninar la capaci-
-""- en el apoyo dad resistente de la sección. Podemos conjugar
1 20
estos valores para obtener tableros mas o me-
e 1 nos esbeltos. Normalmente el área de la cabeza
-""- en el centro del vano e = canto, 1 = luz superior es superabundante para este problema
1 50
pues su tamaño no depende tanto de la flexión
Y mantener el canto igual a Ll20 en el caso del
longitudinal del puente, como de las condicio-
puente de canto constante a lo largo de toda su nes funcionales que determinan su anchura y
longitud. de la acción de las cargas puntuales que so-
CAPIrULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 217

porta el tablero que determinan, en gran me- 5.1.2. Morfología de la sección


dida, su espesor. transversal
En general realizar puentes mas esbeltos
que los determinados por esas relaciones, suele En el diseño de la secclOn transversal
ser costoso por el incremento del pretensado influyen los dos tipos de condicionantes que
exigido por un menor canto y por el hecho hemos citado siempre que se habla de diseño.
complementario de que la esbeltez no va unida
a un peso menor del puente, pues lo que se
- Condiciones resistentes.
reduce en canto se mantiene e incluso se in-
crementa en área de las losas y las almas de la
- Condiciones constructivas.
viga cajón.
Por el contrario acudir a tableros vi-
sualmente algo mas pesados, con esbelteces De entre las primeras podemos destacar
próximas a Lll5 suele dar lugar a puentes mas los siguientes efectos:
económicos. l. Capacidad de resistencia a flexión.
Para puentes de ferrocalTil la esbetez se 2. Capacidad de resistencia a torsión.
reduce a valores entre 1115 y 1/18 Yel canto se
mantiene constante en la mayoría de las oca- 3. Flexibilidad de la sección transversal.
siones.
4. Deformabilidad por esfiJerzo cortante de
Espesor equivalente las losas que constituyen el cajón.
5. Capacidad de resistencia de la losa del
Se entiende por espesor equivalente de tablero a la actuación de la carga directa.
una viga cajón el que tendría una losa plana del
mismo ancho para que el área de ambos fuese
la misma. Las condiciones constructivas son mu-
cho mas difíciles de objetivar y su variabilidad
En la figura 5.1.03 aparecen los espeso- depende de factores tan aleatorios como la
res equivalentes de tableros de puente en fun- experiencia constructiva del constructor, sus
ción de su luz. Las dos curvas representadas medios, etc. De la especialización y de la tec-
responden a las obtenidas por los dos autores nología usada en el país, del número de puen-
señalados de un c01~junto de puentes reales. tes que se realicen en el mismo, etc.

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Fig 5103
218 PUENTES
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Estos dos tipos de condiciones deben perturbadores de la distribución tensional


articularse de manera a conseguir tableros muy conespondiente a la flexión simple y que es el
resistentes, ligeros y fácilmente construibles. mas conveniente pues solicita por igual todo el
ancho de la sección. A reducir su importancia
La capacidad de resistencia a flexión va dirigida la manera en que distribuyamos el
depende del canto y de las áreas de la losa material en la sección.
superior e inferior. Así podemos obtener un
cajón mas rígido y resistente aumentando el
Por ejemplo, cuando la relación ancho-
área de la losa inferior ya sea variando su
luz es pequeña estos dos efectos quedan
anchura y manteniendo el espesor o viceversa.
automáticamente reducidos. La distorsión la
La losa superior suele ser casi siempre
podemos reducir a voluntad introduciendo mas
superabundante y su anchura está fijada por las
o menos vigas riostras en su interior, aunque
condiciones funcionales del puente.
raro es el tablero que las tiene a no ser que sea
de gran relación ancho-luz.
La capacidad de resistencia a torsión
depende del espesor de las paredes del cajón y
del área encerrada por las mismas. Su rigidez, Por último tenemos el efecto de las
del cuadrado de la misma área. flexiones directas de la carga exterior sobre las
losas, principalmente la superior. Esto va a
Sin embargo hablar de rigidez y producir flexiones importantes que van a
resistencia a torsión como lo estamos haciendo depender de las luces transversales entre almas
supone la indefonnabilidad de la sección del cajón y la longitud de los voladizos
transversal lo cual deja de ser cierto por la exteriores.
flexibilidad de la sección transversal que
provoca la distorsión del cajón, bastante
A la luz de estas variables vamos a
pronunciada cuando se trata de solicitaciones
examinar la fonna de la sección transversal a
puntuales y luces no muy grandes. Este hecho
adoptar en el diseño.
detemlÍna una desigualdad en el reparto de las
tensiones longitudinales de flexión.
En primer lugar tenemos el caJon
Junto con la distorsión, la defOlmación monocelular, de canto constante o variable que
por esfuerzo cortante, en su plano, de las losas cubre un rango de luces tan amplio como desde
superior e inferior suponen una nueva los 40 m., para los mas pequeños, hasta los 250
concentración de tensiones longitudinales en m. de luz para los puentes mas grandes. De la
las zonas próximas a las almas. misma manera la anchura varía desde los lOa
12 m. conespondientes a las vías de dos
Distorsión y defonnación por esfuerzo caniles hasta los 26 ó 27 m. para autopistas de
cortante pueden considerarse como efectos cuatro ó seis caniles.

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CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 219

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220
Javier Manterola Armisen

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CAPITULO 5· LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 221

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Fig. 51.11

La anchura de la viga cajón monoce1u1ar res e inferiores. También se acotan a valores


ha variado mucho a 10 largo del tiempo. En razonables los esfuerzos de flexión transversal
principio 10 frecuente era utilizar anchuras que de las losas, 10 cual permite mantener reduci-
no sobrepasaban los 12 ó 13 m. correspon- dos los espesores de las mismas
dientes a dos vías de circulación, sus arcenes y
sus defensas. Tenemos por ejemplo el viaducto Aumentar la anchura de la seCClon
de Le Campane de 42 m. de luz y 11,7 m. de transversal produce un incremento de la
anchura, Fig. 5.1.04, el viaducto della Fiuma- flexión transversal de la losa superior 10 que
rella de 120 m. de luz y 13 m. de anchura, Fig. supone un incremento de espesor de la misma.
5.1.05, el viaducto de Pontevedra de 120 m. de Sin embargo existe actualmente la tendencia de
luz y 12 m. de anchura, Fig. 5.1.06, el viaducto aumentar la anchura de la sección del cajón
de Roquebilliere de 110m. de luz y 12,4 m. de monoce1u1ar conforme aumenta el canto de la
anchura, Fig. 5.1.07, Y el viaducto sobre el sección transversal. Así por ejemplo tenemos
Torrente Garsexio de 144 m. de luz y 13 m. de con 17 m. de anchura el puente de Alssund de
anchura, Fig. 5.1.08. Todos estos viaductos 150 m. de luz, Fig. 5.1.09, Y el viaducto de la
están bien proporcionados, optimizan el re- Marquesa de 60 m. de luz, Fig. 5.1.1 O. Para
parto del material a 10 largo de la sección luces pequeñas la deformación por esfuerzo
transversal y se ordena adecuadamente la sepa- cortante de los grandes voladizos transversales
ración de las almas con el fin de minimizar la es grande y por tanto pierde eficacia la sección.
pérdida de eficacia a la flexión por deforma- No tiene pues ningún sentido hacer cajones
ción por esfuerzo cortante de las losas superio- monocelu1ares muy anchos y de pequeña luz.
222 PUENTES
Javier Man/erola Annisen

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Fig 5J13

Tenemos finalmente el caso del viaducto Los puentes de ferrocarril también


de Felsenau en Berna de 26,2 m. de anchura y utilizan la viga cajón monocelular por sus
144 m. de luz, Fig. 5.1.11, el del Pequeño mar excelentes características resistentes. Así por
de Tarento de 152 m. de luz y 27,1 m. de an- ejemplo en la figura 5.1.14 se representa la
chura, Fig. 5.1.12 Y el de Schottwien de 25,5 disposición de una doble vía de ferrocarril
m. de anchura y 230 m. de luz., Fig. 5.1.13, sobre un tablero de 45 m. de luz y en otro de
que tienen grandes voladizos transversales, 60 m de luz o lo que es mas raro, la inclusión
muy pesados pues alcanzan valores próximos a del ferrocarril dentro de la viga cajón como en
los 50 y 60 cm de espesor en el empotra- los viaductos de Alconetar y la Plata de 85 In.
miento. La posible rentabilidad de estas dispo- de luz, Fig. 5.1.15.
siciones se encuentra en la simplificación de la
construcción. Los equipos para realizar estos Si se aumenta mucho la anchura del
puentes son muy costosos por su gran enver- puente, la sección transversal del cajón
gadura transversaL monocelular, sobre todo si tiene una relación
CAPITULO 5- LA SEI'Xj'ÓN

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Fig 51.14

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Fig 5.115
224 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

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Fig.5116

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11 38

Fig 5117

ancho-luz grande, pierde eficacia resistente y Esta solución, sin embargo, tiene mas
eleva mucho el coste de los equipos móviles de problemas constructivos que la mono-
construcción. Para evitarlo se han contemplado celular ya que se necesita doble enco-
varias alternativas.
frado interior y resulta hiperestática para
a) Hacer un cajón de varias células, figura su manejo cuando se utiliza para la
5.1.16 a 5.1.23. construcción de dovelas prefabricadas.
Al tener el cajón varias células se reduce Con dos células se han utilizado para
la deformación por esfuerzo cortante de todo tipo de luces, desde las mas peque-
las losas ya que la separación entre las ñas, viaducto de la autopista B3 sur, Fig.
almas es mas pequeña. Se aumenta la ri- 5.1.16, de 38 m. de luz, pasando por el
gidez a la distorsión, pues un marco de viaducto de Oissel de 100 m de luz, Fig.
varias almas es más rígido que otro de 5.1.17, o el de Joinville-Pont de 108 m
dos y se reduce la flexión de carga dire- de luz, Fig. 5.1.19, hasta los mas grandes
cta sobre la losa superior por disminuir de Gennevilliers de 172 m. de luz, Fig.
la luz transversal de la misma. 5.1.19, ó el del canal de Houston de 228
m de luz, Fig. 5.1.20.
225

Fig 51.18

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Fig. 5119

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226
Javier Manterola Armisen

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Fig 5.1.22

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Fig 5123
CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORlvllGÓN 227

Se han realizado también tableros mono- tendría si los cajones estuviesen separa-
cajones de mas de dos células como el dos, lo que hace que salvo en los casos
viaducto del Viosne de 65 m de luz, Fig. de tableros muy anchos en los cuales el
5.1.21, el de Saint-Cloud de 101 m de luz, Fig. tráfico pasa por la unión entre ellos, en
5.1.22. El viaducto de Chillan, Fig. 5.1.23, de los demás se deban separar claramente.
92 m de luz también es de tres células pero
Desde el punto de vista constructivo esta
aquí las células laterales no contribuyen
solución tiene la ventaja de poder utilizar
significativamente a la rigidez a la torsión,
equipos de montaje o ejecución menos
como ocurre en los otros dos, sino que se
pesados y por tanto mas baratos, lo que
disponen con el fin de igualar la inercia
la ha convertido en la solución ideal para
térmica de voladizos y cajón central.
puentes de autopista.
b) Adosar varias vigas cajón.
En la figura 5.1.24 se representan la sec-
Se pueden hacer dos versiones, dejando ción transversal de puente de Givors de
los cajones separados o unidos por la 110 !TI. de luz, del puente de Blois de 91
losa superior. m de luz, Fig. 5.1.25, la del puente de
Piene Benite de 84 m. de luz, Fig.
Desde el punto de vista de su respuesta a
5.1.26, Y la del puente de San Juan de
flexión vertical, ambas soluciones son
Burdeos de 77 m. de luz y en la cual los
muy parecidas. Sin embargo cuando se
25,9 m. de anchura se reparten entre tres
carga uno solo de los cajones, la conti-
vigas cajón adosadas, Fig. 5.1.27.
nuidad transversal, en el caso de tableros
solidarios, introduce torsiones que no

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Fig.5124

disposición, que no sería lógica en un


c) Cajón monocelular con puntales trans-
caso normal de viga c~jón pues las
versales.
flexiones debidas a la carga directa se-
rían enormes en los voladizos laterales,
Este tipo de solución era bastante nueva
aquí se reducen pues la carga de la losa
hace unos años y se está imponiendo so-
superior se transmite a una viga de borde
bre las anteriores en los últimos tiempos.
longitudinal, la cual se apoya sobre
En la solución de la figura 5.1.28 corres-
puntales inclinados que transmiten su
pondiente al puente de Eschantal, de 124
efecto a la confluencia entre el alma y la
m de luz se adopta un cajón monocelular
losa inferior del c~jón principal.
bastante reducido en anchura de manera
que destaque tres vanos aproximada- Aunque el c~jón no es demasiado ancho,
mente iguales en la losa superior. Esta para reducir la flexibilidad transversal,
228 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

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Fig 5.127

es bastante grande ya que el tablero si-


en algún puente de este tipo se han dis-
gue teniendo dos almas y la anchura de
puesto dos o tres vigas riostras intenne-
las losas a cada lado de las almas im-
dias. Así la distorsión queda muy redu-
portante. Pero el hecho de que casi nunca
cida.
el dimensionamiento de la losa superior
Con respecto a la defonnación por es- depende de la flexión longitudinal del
fuerzo cortante de la losa superior, está puente, pennite realizar esta distribución.
CAPITULO .5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 229

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Fig. .5.128

SECC APOYO SECC. CENTRO VANO

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Fig. .5.129

una sección cerrada por losas y otro ele-


El exponente máximo de esta tipología
mento flexible como es una triangula-
es el puente de Kochertal de 138 m de
ción. En el caso de triangulaciones inten-
luz y 30,5 m de anchura, Fig. 5.1.29.
sas, la contribución de la rigidez torsio-
El apuntalamiento recto del puente de nal de la sección puede alcanzar del 10 al
~ochertal puede adoptar otras disposi- 20%.
CIOnes como las que se representan en la
En el caso de que el elemento que une la
Fig. 5.1.31. La triangulación de las al-
parte inferior del cajón con los vuelos
mas Fig. 5.1.31.b. YFig. 5.1.3lc., podría
esté constituido por placas independien-
suponer, en caso de que los elementos
tes, Fig. 5.l.30d, el problema varía pues
fuesen de gran tamaño, una reducción de
la rigidez a cortante de estas placas
la deformación por cortante de la losa
aumenta mucho y su eficacia de cara a
superior y una mayor rigidez a la torsión
contribuir a la rigidez y resistencia a
del puente para aumentar el área ence-
cortante y a la torsión de la sección
rrada. Sin embargo, con los dimensio-
completa es muy significativa. Esto se
namientos normales estas triangulacio-
verifica naturalmente siempre que la co-
nes varían poco la respuesta que se pro-
nexión de placas con la viga cajón sea
duce en la sección 5.1.30a. dado que la
eficaz. Un simple apoyo como a veces se
rigidez en su plano es pequeña. Presen-
plantea para facilitar la ejecución elimina
tan una gran flexibilidad, solo capaz de
esta utilidad.
reducir un poco el alabeo torsional de la
sección fuera de la sección cajón. Es un En la Fig. 5.1. 31 representamos la
problema hiperestático en que se en- distribución de tensiones tangenciales de
frentan un elemento muy rígido como es la losa superior de la Fig. 5.l.30b cuando
230 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

Fig 5130

\ I

1 \
, ,

Fig 5.1.31

se le somete a torsión. Como se ve en la Desde el punto de vista del proceso


zona 1, entre almas macizas, la dis- constmctivo, las soluciones apuntaladas,
tribución de tensiones principales corres- tienen la ventaja de que se realiza una
ponde a la presencia de un estado sola viga en el lugar de varias, pero
tensional tangente muy eficaz, lo que tienen el inconveniente de la necesidad
desaparece bmscamente en la zona 2, de utilizar equipos muy pesados para
cuando cruzamos el alma y pasamos a la fabricar vigas tan grandes. Este efecto se
zona sih.lada entre alma maciza y trian- soslaya en parte constmyéndolas en dos
gulación. etapas. En una primera se realiza
Fig 51 33

CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 231

Fig 5133

exclusivamente el caJon sin voladizos La distorsión del caJon queda también


laterales. Después y una vez que esta reducida pues las vigas riostras, aunque
viga está pretensada y se apoya en las no sean completas, aumentan claramente
pilas se constmye el voladizo lateral por la rigidez de la sección transversal. La
medio de un carro transversal que discu- deformación por esfuerzo cortante de la
rre apoyándose en la viga cajón. Su losa superior seguirá siendo impOliante
constmcción es "in situ". para casos de relación ancho-luz grande.
Otra manera de realizar cajones unice- La separación entre vigas transversales
hIlares para puentes de gran anchura debe ser tal que la losa superior que aloja
consiste en rigidizar la losa superior por el pretensado longitudinal resista la
medio de vigas transversales. En la fi- flexión longitudinal de la carga directa
gura 5.1.32 se representa la sección flectando entre las vigas transversales.
transversal del puente de Saint-André-de Es frecuente utilizar valores entre 3 y 4
-Cubzac de 95,3 m. de luz. La flexión m.
principal de la losa superior cambia de
La constmcción de esta solución suele
sentido y en lugar de flectar transversal-
realizarse principalmente por dovelas
mente lo hace longitudinalmente entre
prefabricadas ya que en este caso la
las vigas riostras.
232 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

DOVELA PREFABRICADA

Fig.5134

realizada "in situ" se le adosan vigas


presencia de la viga riostra no estorba a
transversales prefabricadas que se aco-
la salida de los encofrados interiores.
plan perfectamente bien a la viga cajón
En la figura 5.1.33 representamos la sec- por contacto único en dos puntos. Figura
ción transversal del puente de Salling- 5.1.35.
sund de 93 m. de luz.
Finalmente, una variante de esta sección,
Una solución mas complicada, realizada con vigas riostras internas, en prolonga-
con bastante anterioridad a las descritas, ción de las exteriores, la constituyen las
la constituye el viaducto de Hammers- secciones curvas de los puentes de Zara-
mith en Londres que utiliza dovelas y goza y Córdoba. Fig. 5.1.36.
costillas prefabricadas, figura 5.1.34. En
este caso resulta excesivo el número de 5.1.3.- Dimensionamiento de la sección
juntas transversales entre tantos ele- transversal
mentos diferentes.
Losa superior
Otra solución que resuelve bien el pro-
blema de añadir un voladizo transversal La losa superior cumple varios papeles
a una viga cajón ya construida, la cons- en las vigas cajón. En primer lugar materializa
tituye la realizada en el viaducto Luna III el tablero y por tanto estará sometida a
de la autopista Campomanes-León (Es- flexiones locales y uniformes producidas por la
paña), en la cual a una sección cajón acción directa de la carga pennanente, la
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 233

CONSTRUCCION DEL CAJON "TRAMO A TRAMO"

NIVELACION DE U\ COSTILLA POR PRETENSADO

FlJACION DE LA COSTILLA POR Acuf1.\DO PROVISIONAL y DEFINITIVO

COLOCI\CION DE PLACAS PREFABRICADAS

HORMIGONADO LOSA SUPERIOR Y PRETENSADO COMPLEMENTARlO

Fig 5.135

sobrecarga puntual y la uniforme, acciones vendrá gobernado por todas estas misiones,
éstas que pueden ser estáticas y dinámicas. aunque predomina el primer efecto.
Está sometida también a acciones de
temperatura y gradiente. En segundo lugar Desde el punto de vista de la flexión
contribuirá con el resto de las losas que forman transversal, la luz de la losa superior viene
la viga cajón a evitar la distorsión de la sección determinada por la separación entre las almas.
y contribuirá a la rigidez a torsión de la viga en En cajones monocelulares es frecuente que el
su conjunto. Finalmente constituye la cabeza voladizo exterior sea del orden del 40% de la
de tracción o compresión de la flexión distancia entre las almas, pudiendo ser algo
longitudinal del tablero. Su dimensionamiento mayor si el voladizo consta de grandes aceras
234 PUENTES
Javier Monte/o/a Armisen

Fig 5136

1018002

SEMI SECCION POR mI! SECC l oN POR


CENTRD DE VANO APOYO

o7 O7
06 ./
el ./ o6
05 05
./ p /

--- b< 12 OC n)
04 O4
O3 ./ ,/
O3
02
/' - -
:c2 O2
O1 O1

4 6 8 2 4 6 8 10 h< n)

Fig 5.1.37
CAPlrULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 235

libres de la carga directa de tráfico. La losa Cuando se disponen vigas riostras


superior actúa con empotramiento elástico transversales, figura 5.1.32, la losa superior
sobre las almas, empotramiento que suele ser flecta en dos direcciones, longitudinal y
muy rígido debido a la gran rigidez transversal transversal, siendo las dimensiones del
del marco. La distristribución de espesores de rectángulo que determinan la que establece en
la losa superior a lo ancho del puente suele ser función de su luz el espesor de la losa que
variable con valor máximo en las proximidades tiende a ser constante en toda su superficie y
de las almas reduciéndose conforme se acerca de espesor igual o ligeramente mayor que e2
al centro de su luz. de la figura 5.1.37. El regruesamiento de esta
losa en las inmediaciones de las almas
En la figura 5.1.37 representamos unos responde exclusivamente a la necesidad de
valores medios para dimensionamiento de la crear alojamiento al pretensado longitudinal
losa superior sobre los cuales conviene hacer del puente.
ciertas matizaciones. Se adoptan espesores
mínimos de 18 cm a 20 cm. Utilizar valores Almas
mas pequeños crea problemas de alojamiento
de armaduras, y de hormigonado. En el Las almas se ven sometidas a un con-
voladizo exterior se utilizan, entre el alma y los junto de tensiones longitudinales correspon-
bordes libres, todo tipo de transiciones lineales dientes a su papel en la resistencia a la flexión
o parabólicas. de la sección, pero cuyo valor máximo viene
controlado por las losas superior e inferior.
En cuanto a la losa situada entre las N0l111almente, tampoco la flexión transversal
almas, las transiciones, realizadas normalmente gobierna el espesor de las almas pues si su
en 114 de la distancia entre las almas, puede ser situación dentro de la sección transversal es la
también lineal o parabólica. adecuada y mas concretamente respecto a la
losa superior, estas flexiones no son muy im-
Esta distribución del material tiene pOliantes.
bastantes ventajas. En primer lugar se acopla
bien a la distribución de los momentos Son las tensiones tangenciales corres-
flectores transversales. En segundo lugar crea pondientes a la suma de las proporcionadas por
un gran espacio para el alojamiento de los la torsión y el esfuerzo cortante las que deter-
cables de pretensado en las proximidades de minan su espesor.
las almas, espacio necesario sobre todo cuando
el pretensado longitudinal superior entra en las Existe un espesor mínimo razonable que
almas. En tercer lugar reduce la deformación podrían establecerse en 25 cm, necesarios para
por cortante de las losas superior e inferior por facilitar el hormigonado y colocar la annadura
concentrar el área cerca de las almas. transversal, valores que deben crecer con la
altura de la sección para facilitar el
Longitudinalmente, el dimensionamien- hormigonado del alma. Estos valores mínimos
to de la cabeza superior suele ser constante ya podrían alcanzar los 40 cm para almas de 10
que por su gran embergadura, necesaria para m. de altura.
materializar el tablero, es superabundante para
recoger las tensiones debidas a la flexión Este dimensionamiento, que se basa en
longitudinal del puente. En algunos puentes se la facilidad constructiva es contrario a la lógica
dispone un mayor espesor de la losa superior resistente, dado que, en principio, la cantidad
en la zona de pilas pero esto no es debido sino de cOliante que tiene una sección es
a la necesidad de alojar en su interior la gran proporcional al area cargada, es decir al
cantidad de cables de pretensado longitudinal producto b.L; donde b es la anchura del puente
que se acumulan en dicha zona. y L la luz máxima, y la capacidad resistente de
cortante es proporcional al área del alma, es
Como se ve por su dimensionamiento, la decir 1.h; donde t es la suma de espesores del
losa superior está muy perfilada disponiéndose alma y h la altura del alma; 10 que indicaría
el espesor estrictamente necesario para resistir que en principio:
los esfuerzos a que está sometido ya que
constituye uno de los mayores componentes 1.h = kb.L
del peso propio del puente.
236 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

es decir, el área de cOliante es proporcional al sor del alma que tienen a considerar
área cargada; de donde se deduce que: exclusivamente los aspectos constructivos. Es
decir no bajar de 25 cm su espesor y establecer
_k.b.L_ b
t - --- -
h
"7'
1
-
un incremento lineal con la altura según la ley
presente en la figura 5.1.37. Para el caso de
es decir, el espesor del alma es inversamente anchuras de tablero mayores de 12 m, el
proporcional a su altura y si suponemos que incremento del espesor tiende a ser propor-
ésta es proporcional a la luz, acaba ocun-iendo cional a su anchura, teniendo siempre en
que el espesor es proporcional a la anchura del cuenta la consideración de que en la figura
puente y constante cualquiera que sea la luz del 5.1.37. están tenidas en cuenta la condiciones
puente si los anchos son iguales. constructivas que muchas veces rebasan las
exigencias resistentes.
La estadística de los puentes constmidos
confinna dentro de lo que cabe esta afirmación
Con respecto a su variación a lo largo de
y su desviación se debe a: la luz es evidente que puede reducirse del
apoyo al centro del vano, pues en este último
l. Problemas constructivos que tienden a punto tanto el cortante como la torsión es
aumentar el espesor del alma conforme mucho mas pequeño que en el apoyo, sin
aumenta la altura de la misma. embargo, tanto si el puente es de canto
constante o variable es muy frecuente que por
2. Presencia o no de pretensado transversal, facilidad constructiva el alma se conserve
que pennite reducir el espesor del alma también constante a lo largo de toda su luz.
cuando existe.
1. Mathivat establece las siguientes
3. Puente de canto constante o variable. En reglas para determinar el espesor del alma:
el caso de este último la variación del
canto reduce considerablemente las h
e? - + 5 + 0 (cm) si h 5, 6 m
tensiones tangenciales. Sin embargo la 36
instrucción del hormigón pretensado no
suele permitir la reducción del cortante h
e?-+8+0(cm) sih5,7m
por este efecto con la de la componente 22
inclinada del pretensado longitudinal.
donde h es la altura del alma y 0 el diámetro
De todas estas consideraciones no se del pretensado que la atraviesa.
puede sino sacar valores estimativos del espe-

lllHLlllJJJ.llIJJH J<l_P
3_ ¡---------------------------------------------3 _Pl _

. . . . . ~~,)ul,·u...... + ·········~'I~ub)ul·······

Fig 5.201
CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 237

Losa inferior 5.2.- Respuesta resistente

En la sección de apoyo sobre las pilas el La respuesta de una viga cajón bajo la
area de la losa inferior multiplicada por el actuación de una carga cualquiera dispuesta
canto de la sección debe ser proporcional al excentricamente, la podemos dividir en dos
momento flector que la solicita, es decir: partes.

h.A¡ = k.b.L2 La primera, Fig. 5.2.01a, consiste en


suponer que las aristas de la viga cajón, a lo
Siendo Ai el área de la losa inferior, h el canto
largo de toda su longitud, están fijas en apoyos
de la sección, L la luz máxima del puente y b ficticios deslizantes o no. Este cálculo nos
la anchura de la sección. produce la parte mas significativa de la
flexiones transversales en la sección cuya
El valor de k puede andar entre10-4 y 1.5 deformación se representa en la Fig. 5.2.03a.
4
x 10- dependiendo de la calidad del hormigón
que se utilice. La segunda parte consiste en calcular la
viga cajón eliminando los apoyos ficticios y
En la sección de centro de vano el utilizando como acciones las reacciones obte-
espesor de la losa inferior no suele venir nidas en el cálculo anterior Fig. 5.2.01b. Y su
condicionado por el momento flector que la deformada se representa en la Fig. 5.2.03b.
solicita, en el caso de que se conserven los
cantos recomendados, sino por problemas Esta segunda parte constituye el cálculo
constructivos, como es el sitio para el longitudinal de la viga y puede dividirse a su
alojamiento de las vainas de pretensado, etc. vez en dos partes. En la Fig. 5.2.02a. repre-
Rara vez se reduce de 20 cm. sentamos la parte simétrica de la solicitación,
lo que va a dar lugar a la flexión de la viga.
Equivale a suponer la carga exterior centrada
en la sección.

I F\;~. I~ 2. l~ 2.
\~
2.

o) b)

Fig.52.02

=
o) b)

Fig .5203
238 PUENTES
Javier Man/erola Annisen

En la figura 5.2.02b representamos el longitudinales a añadir a las propias del efecto


resto de las acciones no utilizadas en la Fig. Poisson en toda defonnación cilíndrica.
5.2.02a, su resultante vertical es nula y su valor
equivale al efecto de la excentricidad de la Las sobrecargas unifonnemente repar-
carga exterior respecto al centro de la viga. Es tidas también se consideran en este tipo, dado
la torsión de la viga cajón. que los máximos esfuerzos transversales se
producen cuando la sobrecarga unifonne se
extiende a lo largo de toda la viga. Sin em-
5.2.1.- Cálculo de la sección transver- bargo las flexiones longitudinales máximas no
sal de la viga se producen sino cuando la defonnación deja
de ser cilíndrica, lo cual ocurre cuando la
El cálculo definido en la Fig. 5.2.0la, en sobrecarga uniforme no se extiende a lo largo
el que se supone que las aristas del cajón no se de toda la viga y sobre todo con las sobre-
mueven a lo largo de toda su longitud, se cargas puntuales Fig. 5.2.05 a y b.
denomina cálculo de la sección transversaL
Este tipo de vinculación supone considerar a la Bajo este tipo de acciones se producen
sección transversal como un pórtico intras- los esfuerzos mas desfavorables en la sección
lacionaL transversal, con la aparición de fuelies flexio-
nes transversales y longitudinales.
No todos los esfuerzos que existen en la
sección transversal provienen de este cálculo, La determinación correcta de la res-
la distorsión de la sección debida a la variación puesta elástica del cajón bajo este solicitación
de la torsión longitudinal produce esfuerzos de pasa por la discretización del cajón ya sea por
flexión a añadir a los aquí calculados. elementos finitos o por un empalTillado espa-
cial de una zona del cajón alrededor de la carga
Hay dos tipos de solicitaciones a con- lo suficientemente larga, del orden de tres
siderar. En primer lugar aquellas que pueden veces la luz transversal del cajón, para que el
considerarse unifonnemente repartidas a lo efecto de la carga puntual se amortigue.
largo de la viga. Este tipo de solicitaciones
produce una defonnación cilíndrica de la La simplificación del procedimiento
sección, lo que pennite reducir el problema tiende siempre a eliminar el caracter espacial
espacial al de un pórtico transversal de ancho del problema para reducirlo a otro plano y esto
unitario Fig. 5.2.04. El peso propio, la carga es posible debido al enorme poder de reparto
muerta, la temperatura, la fluencia y la del efecto de las cargas punhlales que tIenen
retracción son acciones que claramente pueden las losas. Además, de las tres losas que con-
ser consideradas en esta categoría. Hay que fluyen en el punto de unión de losa superior y
tener en cuenta la presencia o no de vigas el alma, es esta última la mas rígida por su luz
riostras transversales que impiden la defor- y su unión con la losa inferior.
mación cilíndrica con la aparición de flexiones

L~-'
1 <

o) b)

Fig 5.2.04
CAPITULO .5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 239

de Monentos Flectores Verticoles

Tabique 4

ApoyO

Oefornoda Transversal

Punto de opl icacion de la carga

"~.- X'xxxxx~ xx.".'><-'>. ...... ,


, , "JI' X X X X XX. XX rx.
'X. ":><. 'x. '>l." " ,

l :, \\\\\
" ,..,.. /;t' //,?<X '-'r,>kt"~'r,'c XX \;"x,. "''' ...... "

; ; ~ ~ ; ~ ~ 'Í ~ ~ ~, ,~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ (~ ~
- :7--;7---~i--~i---~/-l?I--
" " '/ I I
~ "1'~- 1i ~_7t_~
I I 1f
1 t __ ~-- --- --- -- ---~-t--~-~--~-~---~--~---~--~·-
~~ ~~
11\\\\""
Tab ique 1
. , , I I I I 1 1 \ 1 I I , , , ,
I I ¡ 1 1 ¡ 1 I 1 ¡ I I
1 I ¡ I I 1 ! , I I 1 J

.. w w ;- _~ - - ; - - ~ w
,
¡
,
~
,
; ¡I I
i _.. l¡ __ .. iI {----:- +--->-~.---:--~---~------~--- ..-.----- Tab ique 2
, I

Planto superior Distribucion de MOMentos flectores principales

I I 1 1 1 Loso Superior
/ / I I ,
I
, I I 1 I I

I I I I

Tabique 1 Distribucion de MOMentos flectores principales

Fig .5.205a
240 PUENTES
Javier Manterola Armisen

Fig.5.2.05b

Fig 5.2.06

Estos dos hechos determinan que sea El problema queda así reducido al de
muy frecuente calcular las losas superiores con losas planas bajo la actuación de cargas pun-
una vinculación de empotramiento perfecto en tuales.
su unión con el alma. El alma se calcula
entonces con el momento de empotramiento en Existen en forma gráfica ábacos, como
cabeza obtenido en la hipótesis anterior. Estas los de A. Pücher, que representan las super-
simplificaciones son desfavorables para los ficies de influencia (esfuerzos provocados por
momentos negativos de la losa superior y algo cargas puntuales por medio de curvas de nivel)
favorables para los positivos. de los momentos flectores de losas con
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 241

diferentes condiciones de contomo. Pero vista y un estado de tensiones tangentes cuyo flujo
la facilidad actual de analizar las losas por viene gobemado por la ecuación
elementos finitos tipo losa, se recomienda este
procedimiento Q.Sv
q =_. (2)
s 1
5.2.2.- Flexión
y unas tensiones tangenciales
La teoría elemental de las vigas,
establece, que bajo la solicitación centrada se q Q.
T. =-' = (3)
produce en la viga una ley de flexiones 1 ti ti.I
longitudinales y de esfuerzos cortantes que
producen a nivel seccional un estado de donde Sy es el momento estático del punto
tensiones longitudinales considerado, ti es el espesor del cajón en cada
M.v punto, 1 es el momento de inercia vertical y Q
a= (1) el esfuerzo constante Fig. 5.2.07.
1

Fig 5207

Ahora bien, la distribución longitudinal La utilización del método de los


de tensiones obtenida por la teoría elemental elementos finitos, láminas plegadas, etc,
de la viga, a= ~.v, que produce una dis- reproduce adecuadamente el fenómeno. En la
tribución de tensiones constantes a lo ancho de Fig. 5.2.11. representamos la distribución de
las cabezas superior e inferior de la viga cajón, las tensiones longitudinales de una viga cajón
no es cierta. Si tenemos en cuenta la de puente de 40 m. de luz, solicitada por una
defomlación por esfuerzo cortante de cada una sobrecarga uniformemente distribuida de 400
de las caras que constituyen la viga cajón, la Kg/m2 .y en la figura 5.2.12. los correspondien-
distorsión y. Fig. 5.2.08. tes a una carga puntual descentrada de 100 Tn.

Bu
y=-+-
mv Para aproximar esta respuesta se utiliza
dz as el concepto de ancho eficaz. Por este término
se denomina a aquella porción de losa superior
produce una deformación no plana de cada una e inferior tal que utilizándola para obtener
de las caras que constituye la viga cajón Fig. inercias, centro de gravedad, etc de la viga, se
5.2.09. Y unas tensiones longitudinales no obtiene el mismo estado tensional máximo de
uniformes Fig. 5.2.10. la viga real.
242 PUENTES
Javier N/an/erala Armisel1

u
Fig. 5208

secc 1

..? .

Fig. 5209

Se entiende, que la determinación del establece, por ejemplo, los siguientes valores,
ancho eficaz solo puede ser aproximado, pues Fig.5.2.l3:
depende del tipo de carga, de la relación
ancho-luz, del tipo de vinculaciones exteriores losa inferior
de la viga, de la sección que consideremos, etc,
es decir de todas aquellas variables que b=~s::' hin!
influyen en la defonnación de la viga. 10 2

Son muchas las reglas que se establecen lo h int


hint = - <--
para aproximar este fenómeno. Una de ellas 6 - 2
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORlvIIGÓN 243

Fig.5210

0.4 Tn./m 2

17.6\

Fig.52.Jl

de donde se deduce que la anchura eficaz total intermedio ó 0,8 1 si se trata de un vano
a considerar es: extremo.

losa superior b s = 2 b ext + 2 b int + 2 bw La nonna inglesa BS 5400, parte 4 es


mucho mas rectrictiva pues da, utilizando la
losa inferior b'=2b
1 +2b w misma nomenclatura:
lo
bext = bint
lo es la luz del puente si se trata de un puente 10
bi-apoyado, ó la distancia entre puntos de tanto para la losa superior como para la
inflexión de la defonnada para vigas continuas, inferior.
valor próximo a 0,6 1 si se trata de un tramo
244 PUENTES
Javier Manterola Armisen

4 @
I I Zl20
I 1
I I
I ----r ZI.33
I ___
3a.9 ~ _ - ~72!. ....lI

I 36.87
I
I

63.02

Fig. 5.2.12

BS-5400 p-4 BS 5400 p-5

/
~
o.~
~
\/
/\\
1\
oo

o7 \ \
o6 \ \
o5 \\
04
~
~
o3

o2

oI

oI O2 O 3 O4 05 0.6

Fig 52.13
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 245

La norma BS 5400, parte 5 para es- En el caso de secciones no simétricas o


tructuras mixtas, da unos valores para el ancho formadas por varias células es necesario acudir
eficaz a tener en cuenta con las losas de a las ecuaciones de la deformación tangencial
hormigón mucho mas precisa, porque tiene en que proporcionan el alabeo de la sección, para
cuenta el tipo de carga, la sección en estudio, poder determinar la distribución de las ten··
etc. Fig. 5.2.13. siones tangenciales de flexión.

En cuanto a la obtención del flujo de Si establecemos cortes en cada una de


tensiones tangenciales debidas al esfuerzo las células que constituyen la viga cajón
constante, la solución es inmediata en el caso podremos establecer el flujo de tensiones tan-
de vigas cajón simétricas, pues el origen a genciales en la misma. Fig. 5.2.l5a.
partir del cual determinar los momentos está-
ticos Sy es el eje de simetría. Fig. 5.2.14.

Fig.5.2I4

o)

b)

e)

d)

Fig.5.2J5
246 PUENTES
Javier N/an/erala Armisen

Los labios de uno y otro lado del corte donde el primer ténnino es el alabeo
habrán experimentado un corrimiento longi- diferencial que existe en el punto 1 bajo las
tudinal diferente como consecuencia de la cargas exteriores. El segundo ténnino es el
defonnación por cOliante. Será necesario intro- producido por el flujo constante de tensiones
ducir en cada cOlie una fuerza tangencial qi tal tangenciales q¡ en la primera célula y el tercero
que haga que el alabeo de la sección en ambos
bordes del labio sean iguales. Fig. 5.2.15b. es la contribución al alabeo del punto 1 del
flujo de tensiones tangenciales q2 de la
El corrimiento del alabeo en el punto segunda célula.
será:

i
e:
-·-·--.. -·,-t·-·-·-·-
i e
_.- . _-----~--- ---_ . _--
S'

Fig 5.216

500------,-.-250-=

040
122

Yc
¡ 020
I
040, lJOO
020

3 625 o)

2 7019

5 5 2 7019

1 875
o 298
e s
o 3265 ><---;<
e

1 875 o 298
1 875 .. -.f,.~-~==tiJ
5 5 2 7019

2 7019

b)

T=3 3269 e=O 865

Fig.5.2.17
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 247

En general: La distribución de tensiones tangen-


ciales obtenidas por la ecuación (3) es cierta
011 ql + 0¡2 q2 = O¡O para el caso de vigas de canto constante.
82] q¡ + 822 q2 + ° 23 q3 = 820
Cuando se trata de vigas de canto variable la
distribución de tensiones tangenciales no sigue
823 q2 + 833 q3 = 830 esta ecuación, la componente vertical del
estado tensional longitudinal producido a lo
donde: largo de la sección recoge una parte mas o
menos significativa del esfuerzo cortante Q.
= ~Gqot ds
Fig. 5.2.18a.
O¡O para la célula i
I
Una aproximación suficientemente bue-
na a este problema es considerar que la distr.-
O = C_l_ ds para la célula i
11 ~Gt bución de tensiones tangenciales sigue la ley
determinada en la ecuación 3 pero_consi-
= J. Gt ds
1
Oi¡ para la pared situada derando un esfuerzo cortante reducido Q cuyo
1,/
valor es igual:
entre las células i y j.

El fll~jo de tensiones tangenciales resul-


tantes es el correspondiente a la suma de los
cuatro estados considerados.
Siendo bu y ti .el ancho y espesor de la
El centro de esfuerzos cortantes es el losa inferior y (Ji el estado tensional
punto dentro de la sección por el que deben longitudinal debido a la flexión en dicha losa.
pasar la resultante de las cargas exteriores para M es el momento flector y z la distancia entre
que no se produzca la torsión de la sección. En la fibra media de las cabezas superior e inferior
el caso de que la sección sea simétrica el de la sección.
centro de esfuerzos cortantes S está en el eje
de simetría y en general situado a una distancia En el caso, mucho menos frecuente, de
e respecto al centro de gravedad C. Fig. 5.2.16. variación en la cabeza superior y en la inferior,
el esfuerzo cortante virtual a utilizar en la
Para obtener este valor no hay más que ecuación 3 será. Fig. 5.2.18b.
cargar la sección en dirección perpendicular al
eje de simetría, obtener la distribución de O'.t.b.. tgaJ
1 / /_

tensiones tangenciales y obtener el punto alre-


dedor del cual la suma de los momentos del La variación de las tensiones tan-
flujo de las tensiones tangenciales de cada cara genciales a lo largo de la viga detel111inan un
sea nulo. último problema que conviene recordar.

En la Fig. 5.2.17 se representa en b) el Si elegimos un elemento diferencial de


flujo de tensiones tangenciales debido a una viga cajón y establecemos en él el equilibro
carga vertical unitaria cuando realizamos un entre el fll~jo de tensiones tangenciales en el
corte del cajón en el centro de la losa inferior. elemento veremos que es necesaria la aparición
El alabeo deferencial entre los dos labios de la de un estado tensional transversal F para
sección debe ser nulo lo que nos determina el mantener el equilibro de tensiones. Fig. 5.2.19.
flujo hiperestático q y en la Fig. 5.2.17c,
representamos la distribución del flujo de .
tensiones tangenciales de la sección real. En la cara supenor q¡ = IQ.Sl'
Tomando momentos respecto al centro de
gravedad de la resultante del fl~jo de tensiones y derivando
tangenciales en cada cara obtenemos el punto Sr Sy P
S - centro de esfuerzos cOliantes. dq¡ = dQ¡ = PI = ¡v.ts • y
248 PUENTES
Javier Manterola Armisen

....

~---------~

:-~----~2

Fig 52.18

Fig.5.219
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 249

donde p es la carga exterior, v es la distancia donde T es el momento torsor solicitación y Q


desde el centro de gravedad a dicha cara, ts el es el doble del área encerrada en la línea media
espesor de la cara superior e y la distancia del cajón.
desde el origen de los momentos estáticos al
punto en cuestión. Al contrario de lo que pasa en las
secciones abiertas, en las secciones cerradas no
Integrando este valor a lo largo de la puede despreciarse la deformación por es-
losa superior obtendremos la ley de esfuerzos fuerzo cortante de las caras que constituyen el
axiales transversales F, cuyo máximo se cajón.
produce en el centro de cada losa y cuyo valor
es: Llamando u al corrimiento de un punto
del ~je medio según la dirección de la coor-
denada circunferencial s, y por w el corri-
FfP P.v.ts·b; miento en dirección longitudinal z, tendremos
F,IlGX = ~ 1 v.t,.y.dy = 81
que la defonnación por cortante queda:

Lo mismo puede realizarse en la losa dw dU T


inferior. y = - +s- = - - (2,3,2)
as dz G.t.Q
Esta tracción o compreslOn transversal
sobre la sección hay que añadirla a la obtenida G= E
en el cálculo de la sección transversal con 2(1 + v)
aristas indeformables.
Como el movimiento general de la
5.2.3. Torsión sección es un giro e, alrededor del centro de
esfuerzos cortantes, tendremos:
Por la excentricidad de la solicitación, la
sección cajón está asociada con tres fenó- du de
_s =r.-=r.e' (2,.3,.3)
menos, la torsión de st Venant, el alabeo dz dz
coaccionado y la distorsión.
Siendo r la distancia desde el centro de
5.2.3.1. Torsión de st Venant esfuerzos cortantes a la tangente al eje de la
sección transversal en el punto. Entrando con
La torsión produce en la seCClOn este valor en (2,3,2) e integrando respecto a, s,
transversal de la viga cajón un flujo de quedará:
tensiones tangenciales constante dados por la
fórmula de Brendt. Fig. 5.2.20. f T f
e' -!Jrds (2,3,4)
w=wo + -!J G.Q.t ds -
T
q,= n (2,3,1,a)
T
T= (2,3, 1,b)
nt¡

-- --- • • .. ---
\~
\~
1)
------
\~
---- Fig 5220
---
250 PUENTES
Javier Man/erola Arlllisen

w
-,-,
I
I
I
I
I
I
1

1
l.---

Fig. 52.21

7
(
7
1 ~e t
-; /

Fig 52.22

que nos da el alabeo de la seCClOn en cada donde J, la rigidez a torsión, es igual a:


punto. Si integramos esta expresión alrededor n2

de toda la sección tendremos: J = rd (2,3,5,b)


g~
t
w
1/
r~ds-e' 9rrds
= w o + gO.Ut
La ecuaClOn (2,3,5,a) establece la
y como w n tiene que ser igual a w o por tratarse manera de obtener la ley de momentos torsores
en una viga cualquiera que sean sus
de una sección cenada tendremos: vinculaciones.

T Jds En todo lo que acabamos de decir sobre


e'=~=~tdS la torsión existe una imprecisión, muy poco
significativa, pero que conviene esclarecer.
~rds on- t
Según la teoría de la membrana, las tensiones
tangenciales no son constantes en el espesor de
de T la pared del cajón como expresa la ecuación
es decir: (2,3,5,a)
dz OJ (2,3,1,b). Fig. 5.2.22.
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 251

b 5

h
d ti

Fig. 5223

En realidad se produce una distribución lineal


a 10 ancho de la pared, cuyo valor puede
aproximarse suponiendo que al flt~jo de ten-
siones tangenciales se le afíade la distribución
tensiona1 que se produciría en las paredes si la
sección fuese abierta.
Normalmente los dos primeros términos
de /],,1: de las dos ecuaciones anteriores son tan
=
dz tG pequefíos que pueden despaciarse, quedando
los valores de las ecuaciones (2,3,1) Y (2,3,5)
de T como los únicos utilizados.
pero como = G.J
dz
Determinación de las rigideces a Torsión
T
/],,1:=t-
J En un cajón monocelu1ar como el
representado en la figura 5.2.23 la ecuación
Según esto, el valor del momento torsor (2,3,5,b) toma la fonna:
que solicitaría la sección sería, el momento T
más Q2 (b +bY h2
s
J - - - - -::-,--=---:...:-----::-
1 1 r - rds - b, d b¡
D.T=-.-gt ds
3 g- -'-+2 +-
J 3 t ts td t¡
el fltüo de tensiones tangenciales
En este planteamiento el valor de la
rigidez torsional co~junta es:

y la tensión tangencial en cada cara

y la tensión tangencial en un punto cualquiera, T


1: - -:------,---
e, del espesor de la sección será
¡ - (b, + b¡)h. t¡
252 PUENTES
Javier Mal/lerola Armisel/

-
q
¡¡
Fig 5224

Si se trata ahora de un cajón multicelular Tenemos tres ecuaciones con tres


tendremos que en cada una de las células, i, incógnitas que nos permiten obtener
que lo forman, se debe cumplir la ecuación
(2,3,5).

Para expresar esta ecuación hay que


tener en cuenta que cada célula tiene una o
varias paredes comunes con las otras células y
El momento torsor total es:
que el flujo de tensiones tangenciales en la
pared común es la diferencia entre los flujos de
las dos células adjuntas. Fig. 5.2.24.

Si en una célula única la expresión


(2,3,5) puede expresarse de la forma:

Es decir la rigidez torsional es:

( 1
I . I
forma:
En este caso la expresión tomará la
J =~.
11

L...J
/=1
l-q/G
de J-~ i

d2
Célula 1
y el flujo de tensión es qi
_q_I_~ds _~ fds =11 Ejemplo: Si tenemos la sección cajón de la Fig.
de t de 1,21,2
t I
5.2.25.
GI G
dz dz

Célula 2 q¡
--¡¡¡¡o (6-.2+-.2
3, )---¡¡¡¡.-=
(h 3
36
G 0,2 0,2 G 0,2
_~ r ~+2L ~ds _--iL i ~ -n dz dz
G --
d ()
dz
{2t d ()
1,2 G
dz
t
2 G
d ()
dz
".3 t
2,3
- 2
ql q2 3
-C1fj.-+C1fj' -O .2+- .2 =18
(2 3)
G 0,2 G ,2 0, 2
Célula 3
dz dz

(10 r ds q3 ~ds Gq~fB = 0.46956 qdB = 0.4174


- (fe ~,3-t - +-;¡¡¡ -t = 113 G-
G 2,3 G3 dz dz
dz dz
J = 0.46956 . 36 + 0.4174 . 18 = 24.4 m4
CAPITULO 5" - lA SECCIÓN CAJÓNDE HORMIGÓN 253

3 00 6 00 3 00 300-

I
3 00
- 1-- O 20
I
O 20 020- 1-- 020- 1--

L O {O

iOi01GJfOiOl
L! l .J L.

1U
L IJ

Fíg 5225a
254 PUENTES
Javier Mal1/ero/a Armisel1

Cuando una de las caras de la viga cajón 5.2.3.2.- Alabeo torsional


está formada por una triangulación de barras,
La ecuación (2,3,4) nos proporciona los
ésta puede sustituirse por una cara continua de
espesor equivalente, tI" dado por: cOITimientos longitudinales w, - es decir el
alabeo - a que se ve sometida la sección como
E ab consecuencia de la solicitación torsora.
t, - - 3
G d a3 1 Esta expresión puede ponerse de la
+
F" 3 F,) +F forma
"
E ab
t, (2,3,6)
G 2d 3 b3 a3 1
+ + +F
F" 4Fv 12
"
si en la ecuación (2,3,4) sustItUImos la
E ab
t =- -----,~--"' solicitación torsora T por el valor obtenido en
I G d3 a 1 (2,3,5).
2F" + 12 +F
" Llamando (j) = i r.ds
E ab
t=-

1~S ! d;
, G d3 b3 a 1
+ + Si denominamos iiJ = úJ-
+F
F" F" 12
" t

tendremos que la expresión del alabeo a lo


largo de perímetro de la sección será:

A de
w=w -(j)-
o dz

w TI T
l..-----'

Fig 5226
CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 255

DESPLAZAMI ENTOS

I 1
1-+--+--+--J-+-+--+--+--If--l-+--+-+-'f-+--+_._L-+--+--+-+-l-+--+--+-l-l-· 1--1---

SECCIDN CERRADA

SECCION ABIERTA

SECCION CERRADA SECCION ABIERTA

GIRO DE TORSION

8=0.0048 1·0,0700

----c=T-- ALABEO

U',ma.=0,000638 n,

Fig .5 227
PUENTES
Javtl?l' iV/all/el'ola A!7l11sell

TENSIONES EN EL PLANO MEDIO


I8 IA

SEMI LOSA SUPERIOR A SEWILOSA INfERIOR

SECCIDN CERRADA

IB

>( ~ ~< ~ ~ ~>c >;:):e~8 (,e'~


l t ~~ ~><>~><":$~3$E}EJ(,.~';¡,,-e<

I8 SEYILOSA SUPERIOR IA SEldllOSA INFER j DA

SECCIDN ABIERTA
TENSIONES NORMALES

SECCION A-A

Tmax=l1 O Kplcm2 Tmax=30S S Kp/cm2

~~~
~'~ ~~~
'~ . SECCION
8-8

Tmax=S5.0 Kp/cm2 Tmax=83.0 Ap/cm2

SECCION CERRADA SECCIDN ABIERTA

Fig. 5228
CAPITULO.f- L4 SECCIÓN C4JÓN DE HORMIGÓN 257

La representación gráfica de úJ Ji úJ es: estado tensional longitudinal producido por el


alabeo coaccionado en las dos disposiciones,
En la figura 5.2.27 se representa el de sección cerrada y sección abierta por la
alabeo y el giro de torsión de la viga cajón de realización de un coste longitudinal en el eje
la Figura 5.2.33, empotrada en este caso en un de la losa inferior. La representación se realiza
borde y libre en el otro y bajo la solicitación de en planta y en sección. Cuando la sección es
un momento torsor en cabeza de 120 mTn. Se cerrada la tensión longitudinal en el centro de
estudia en dos casos, sección cerrada y sección la luz es 17 Kg/cm2 es decir 18 veces menor
abierta, al introducir un corte longitudinal por de la que se produce en la sección abierta. En
el eje de la losa inferior. En el giro torsional la planta se ve, tanto en la losa superior, como
vemos representadas todas las secciones, en la losa inferior que la torsión se resuelve
miradas por el eje. Los giros en la sección principalmente en tensiones tangenciales,
abielia son, como se ve, 15 veces mayores que cuyas tensiones principales toman la
en la sección cajón. Del mismo modo, el característica forma de cruzadas a 45°. en
alabeo torsional, representado en planta y en cambio en el caso de la sección abierta la
sección (borde libre), que es cinco veces mayor tensión es representada por la flexión de las
en la sección abierta que en la cerrada. caras del cajón por lo que las tensiones
longitudinales son mucho mayores y pueden
En el caso de que el alabeo libre de cada con las tangenciales, estableciendo una
sección esté impedido ya sea por la existencia marcada dirección longitudinal que se hace
de coacciones exteriores a este corrimiento ó muy evidente en la losa inferior, como en los
por variación en la ley de torsiones a que está vuelos de la losa superior. Solo en la parte
sometida la viga, se producirán unas tensiones extrema de la losa superior, donde no existen
longitudinales <J. tensiones longitudinales de alabeo coacciona-
do, se hace presente el estado tensional tan-
En la Figura 5.2.28 representamos el gente. Las singularidades en las tensiones
estado tensional longitudinal que se presenta principales que aparecen a cuartos y en el
en la misma viga de Fig. 5.2.33, biapoyada y centro de la luz, se deben a la presencia de las
solicitada a un momento torsor uniformemente vigas riostras que eliminan la distorsión de la
repartido de 60 mTn/m1. Se representa el sección.

2,
Fig 5]]9
258 PUENTES
Javier N/an/erala Armisen

Sdz
,,/

j .. / ,e"~
'.

Sdz
P,-P'dz _ R-P, dz
2 2

Fig 5.2.30

5.2.3.3.- Distorsión El equilibro del elemento diferencial


dará como acciones resultantes sobre dz los
Hemos estudiado en el punto 5.2.3.1. y siguientes esfuerzos.
5.2.3.2. la torsión de St. Venant y el alabeo
torsional como manifestaciones de la torsión Si componemos estas fuerzas sobre la
cuando la sección transversal es indefonnable, sección transversal vemos que se reducen a dos
ya sea por la presencia de numerosas vigas fuerzas S iguales y contrarias, de resultante y
riostras u otro efecto. En realidad la sección momento nulo.
transversal se defOIma por efecto de la torsión,
defonnación llamada distorsión, produciendo La viga cajón estará solicitada a lo largo
un estado tensional longitudinal bastante mas de toda su longitud por las fuerzas S bajo cuyo
importante, que el cOITespondiente al alabeo efecto se defonna. Fig. 5.2.30.
torsionaL Se producen además unas flexiones
transversales que complementan a las corres- Esta deformación antimétrica supone
pondientes al cálculo de la sección transversal unos corrimientos de cada una de las caras del
5.2.1. cajón de valor. Fig. 5.2.3 L
Admitida la distribución de tensiones Cara superior Vo
tangenciales producidas por la teoría clásica de
la torsión y estudiando el equilibro de Cara inferior Vu
tensiones en un elemento diferencial de cajón, Cara inclinada Vs
tendremos:
Esta defonnación produce dos meca-
En la cara frontal un momento torsor T nismos de resistencia que se oponen a las
que produce un flujo de tensiones transversales fuerzas exteriores S.
qs'
El primero, efecto marco, es el que
presenta la sección transversal a defonnarse en
su plano y produce una flexión de la misma.

En la cara dorsal un momento torsor El segundo, efecto membrana, es el que


presenta la rigidez a flexión de cada una de las
T+ dTdz UCIra un fl'
que pro d" UJO de caras que constituye la viga cajón para defor-
dz marse en su plano y produce una flexión lon-
tensiones tangenciales q, + qs' dz . gitudinal de las mismas que a su vez producirá
tensiones longitudinales en la sección.
En los bordes laterales del elemento dz,
existirán las acciones exteriores Entre los dos tienen que resistir la carga
P¡ - P2 P¡ - P2 . 29 S. Si la sección tiene vigas riostras trans-
--'---=- Y ~ de la FIg. 5.2. . versales la fuerza S será resistida únicamente
2 2
CAPITULO .5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 259

Vu

Fig 5231

por éstas, que supuesta indefonnables elimi- En estas condiciones la carga actúa sobre las
narán los conimientos V y no se producirán estructuras obteniéndose la mayor cantidad de
tensiones longitudinales en la viga cajón. Por esfuerzos a que está solicitada la sección
el contrario si no existen riostras y la sección transversal.
es transversalmente muy deformable, los COlTi-
mientos v serán importantes y las tensiones Para aquellos casos de carga unifonnemente
longitudinales también. repartidas a lo largo de la viga caj ón nada
como son la carga permanente, las sobrecargas
unifonnemente repaliidas, etc se puede realizar
En general las fuerzas S se reparten
un estudio seccional dado que la defonnación
entre los dos mecanismos a la manera de las
del puente es cilíndrica.
vigas sobre fundación elástica en la que la
rigidez de esta viga será una composición de
Para el caso de cargas puntuales, junto a las
las rigideces en su plano de cada una de las
flexiones transversales se producen flexiones
placas que forman la viga cajón y los muelles
longitudinales en cada una de las losas que lo
elásticos no son sino la rigidez que tiene el
constituyen. No es válido realizar un análisis
marco a deformarse transversalmente por la
seccional en estos casos. La solución se
actuación de dos fuerzas iguales y opuestas.
encuentra discretizando por el método de los
elementos finitos, empanillado, etc una zona
La suma de estos dos mecanismos de suficientemente grande de viga cajón. Existen
resistencia da lugar a una ecuación diferencial métodos simplificados como considerar un
de cuarto grado, similar a la de la viga sobre detenninado ancho eficaz, ábacos, etc. que
fundación elástica. aproximan la respuesta.

2°) La segunda parte de la respuesta se


5.2.4. Resumen del comportamiento
encuentra cuando se solicita a la viga cajón con
resistente de una viga cajón.
las reacciones y cambiadas de signo -
obtenidas en el cálculo anterior Fig. 5.2.32.
Se puede descomponer la respuesta
resistente en la suma de otras dos. Podemos dividir esta solicitación en otras dos.

1°) En la primera se supone que la viga 2.1) La primera corresponde a la com-


ponente simétrica de las reacciones que
caj ón está apoyada en sus aristas a lo largo de
producen la flexión general de la viga. La
toda la longitud de manera que estas no se teoría de la viga es bantante conecta para
muevan. Fig. 5.2.01.
260 PUENTES
JOl'ier Afolllero!o AI'lJIIsell

h
~
1

~ . P+[P]+
r 1 t

~HI _1 = ~I + + 1J
1 t 1

Fig.52]2
CliP/TUIO 5 -LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 261

+- -'x..:.-=..::;2:..:;0.;.:me:..;., ..-;F_=_1_0_0_T_" ----,

1--------11
1~l x L= 40m, _

a)

l---.L-
lP= 100 T"
JO,20

]
'=:;1' '=1='
2
1 3 ~ 6 7 ¡a 10

o.ggl I g,g0
I I
~. ,~
10,20
b)
4 9

J 3m. l Gm. j 3m, 1


Fig, 5" 233

150Tn. 150Tn.
A;: 4.4 m2
---rl~~~~_+-
_
_-+.::tO~.T_2=T_2=-r.
c.d.g.
Ix;: '3.48 m4

o)
-- - ~r--~
1... -..
L-j-----
._', ,--,
V;:
P1 3 100.40 3
'4'iiEf" = --::4..,:,e.:,.1~3...¿,9~2•..,,10,...,6... = 0.009579 m.

20.5 kg/c:m 2 27.8 18.4 27.8


17.1 , I
17.1

'b:--E
I
I
: 35.9kg/c:m 2
1
,
:
"K.,-----.,--,
I
I
I,
I:E:
iI

4~ 3~.1 32.1-;.17

N3CY= ~ Tn/ml
e)

Flexión general de la viga. a) Corrimientos verticales. bl) Tensiones (sin tener en cuenta deformaciones por
esfuerzo cortante. b2) Tensiones (teniendo en cuenta deformaciones por esfuerzo cortante. c) Flujo de
tensiones tangenciales. Todos los resultados se presentan para el centro de la luz x 20 m.

Fig 5234
262 PUENTES
Javier Manterola Annisen

Id=7.2m 4
.. Jó:9rnl
a) _ _c_._d_.e~~ IúJ = 3.2Gm 6
le = 10.74m 4
431 kg/cm2
c.d.e.c.= Centro Esfuerzos Cortantes

G (X) = B(x)' w
I'W
b)

c) B (x)

89.77 Tn.· m2

150m.Tn.
-...... r-.. 100.55
Hd

d) Hd (x)
100.55
H w (x) i'-. 150 m.Tn.

G.25 Tn/ml.
, I
I ,

e) In.;:,
¡ -
[JI
i
T= M T
-Jl.--:' ---¡;¡--
150 =.6 25 Tn/ m.

6.25 Tn.lml

a) Características de la viga. b) Distribución de las tensiones x para x 20 m. c) Distribución del bi-momento B(x)
a lo largo de la luz. d) Distribución de los momentos torsores resistidos por torsión de St. Venand Hd(x), y por
flexión altimétrica Hw(x). e) Flujo de tensiones tangenciales de St. Venant.

Fig 52.35

obtener la respuesta longitudinal salvo en lo 2.2) Si el cálculo anterior supone que la


que se refiere a la falta de uniformidad del solicitación exterior está centrada en la
repmio de las tensiones longitudinales debidas sección, la excentricidad de la carga constituye
a la deformación por esfuerzo cortante de las la segunda parte de la solicitación exterior de
losas que constituyen la viga cajón. Este hecho la viga longitudinal, la cual puede dividirse a
produce una acentuación de las tensiones en su vez en otras dos.
las proximidades de las almas de la viga tanto
mas acusadas cuanto mayor sea la relación 2.2.1.) La primera corresponde a la respuesta
ancho-luz y la concentración de la solicitación. obtenida suponiendo la sección transversal in-
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 263

deformable. La excentricidad de la carga pro- 77% en la fibra superior y de un 81 % en la


duce la torsión general de la viga con un estado inferior, respecto a la que proporciona la teoría
tensional tangente como principal elemento elemental de la viga. En la figura 5.2.51.b.
resistente. El alabeo coaccionado que se representamos el estado tensianal en la misma
presenta cuando la torsión es variable o existe sección y bajo la misma carga obtenida con el
coacción extrema al alabeo produce un estado método mas exacto de las láminas plegadas
tensional longitudinal complementario. Este con un desalTollo de 99 annónicos, en las que
estado tensional es realmente secundario en el se ve que la aproximación es bastante correcta.
caso de las vigas cajón y mucho mas pequeño
Según estos resultados deberíamos concluir
del que se produciría en vigas abiertas.
que una viga cajón se comporta bastante mal
ante el efecto de las sobrecargas descentradas y
2.2.2.) La indeformabilidad de la seCClOn que poderla considerar como tal viga es exce-
transversal no es aceptable si no se cuenta con sivo. Sin embargo es necesario establecer las
suficiente número de vigas riostras transversa- siguientes consideraciones.
les. La distorsión con la aparición de un estado
tensional significativo y unas flexiones trans- 1. Las vigas cajón que normalmente se
versales considerables es la consecuencia de utilizan en puentes no son tal ideales
esta deformación, bastante bien recogida por el como la que aquí se ha calculado, ya que
simal de la viga sobre fundación elástica. las paredes suelen tener espesor variable
Cuando la viga cajón tiene una relación ancho- con 10 que se incrementa su rigidez a la
luz grande, la distorsión es bastante signi- distorsión y se reduce la deformación
ficativa, efecto que desaparece cuando la por esfuerzo cOliante.
relación ancho-luz es pequeña, caso de los 2. El efecto de la carga punhlal es bastante
puentes de grandes luces. local y solo afecta, en la cuantía que
hemos citado, a las inmediaciones de la
5.2.5. Ejemplo carga, amortiguándose rápidamente su
Vamos a analizar aquí la respuesta de efecto cuando nos separamos un poco de
una viga cajón bi-apoyada sometida a una la zona cargada.
carga puntual P=100 Tn aplicada sobre el alma
izquierda yen el centro de la luz. Fig. 5.2.33. 3. De la carga total que solicita la viga
cajón, solo una pequeña palie cones-
En la fig. 5.2.34 representamos la res- ponde a cargas concentradas. Como
puesta a la flexión centrada teniendo en cuenta veremos las cargas uniformemente repar-
y sin tenerlo, la defonnación por esfuerzo cor-
tidas a lo largo de la luz del cajón, aun-
tante de las losas que constituyen el cajón, 10
que tengan gran excentricidad, producen
cual supone un incremento de tensiones del
unos efectos mucho menores.
27,8 = 1,35 en la cabeza superior De todo este proceso se destacan sobre
20,5
los demás los siguientes parámetros significa-
tivos:
42,17 = 1 17 en la fibra inferior
35,9 '
1. La relación ancho-luz. Para puentes
anchos y de poca luz, los efectos del
En la figura 5.2.35 representamos el alabeo torsional, la distorsión y la defor-
efecto al alabeo torsional y en la figura 5.2.36 mación por esfuerzo cortante producen
se ve el efecto de la distorsión con un estado unas desviaciones muy importantes so-
tensional longitudinal mucho mas intenso y
bre el compOliamiento ideal de la viga
extendido que el producido por el alabeo tor-
cajón. Por el contrario para puentes
siona1.
largos y estrechos estas desviaciones se
reducen hasta casi desaparecer.
Si sumamos los tres efectos tendremos
el estado tensional total, Fig. 5.2.37, que se ve 2. La rigidez transversal de la viga cajón.
que produce un incremento muy impOliante de Cuanto mayor sea ésta mas reducidos serán
las tensiones longihldinales de flexión, de un los efectos perturbadores. En el caso límite
264 PUENTES
.leIF/Ó· Á1olllerolo Amllsell

k = 0.0020832' E
\f(·A*=4.6909 E
~ =4.5
!Jo =4

b -1)
b~C:J
UlC My

8.425

6.425
C)

16.95

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¡ji iD iD
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d) Ó, <.O <.O
Ó, Ó
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e)
o:
o, o'
01
g g¡

a) Defonnación sección transversal y características. b 1) Yc) Distribución de tensiones x para x = 20


m. b2) Ley de momentos flectores transversales. d) Distribución a lo largo de la luz de x en las fibras
1 y 2. e) Distribución de la distorsión a lo largo de la luz.
FIg 52]6

se deberán utilizar vigas riostras para tración de la masa hacia las almas,
eliminar las tensiones longitudinales reducirá los efectos producidos por la
producidas por la distorsión. Este es el defonnaCÍón por esfuerzo cortante.
caso de puentes muy anchos con grandes
voladizos transversales. Intentar acotar la influencia de estos tres
parámetros significativos es uno de los objetos
3. Una distribución adecuada del material de este trabajo, después de analizar más en
de la sección transversal con concen- profundidad la respuesta de la viga cajón.
CAPITULO 5 -LA SECCIÓN CAJÓNDE HORM/GÓN 265

36.32
......
./ ....... ....., ..........

25·175 -----:-::---=--:::29,:'0::9::---:
21.775 1~~~7_ 15.82
=--...:;;;,;.---...;-;;:------'"'-::-:-::::-<,12.425
11.97 ,
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58.97 /'
65.06 '

39.73

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I
51.92 I

b) ~" I
I
I
I
í I
I
I
21.33
I
I
I
I
I
I
I
I

63.02

Comparación de x por el método aproximado y el método de las láminas plegadas. A) Estado tensional
método aproximado, flexión, torsión (línea continua, sin tener en cuenta la deformación por esfuerzo
cortante de las losas, línea punteada, teniendo encuenta la deformación por esfiJerzo cortante. b) Estado
tensional por el método de las láminas plegadas. 99 annónicos

Fig.52}?

En las figuras 5.2.38, 5.2.39 Y 5.2.40 se


representan los desplazamientos y defomlación 5.3.1.- Comportamiento de la viga cajón
transversal de este dintel cuando la carga está con almas verticales.
aplicada en un borde, sobre el alma o en el
centro de la luz. Para analizar el compOliamiento resis-
tente de este tipo de viga cajón, vamos a utili-
zar el modelo de viga representado en la figura
5.3.- Comportamiento de la viga 5.2.33 y que ya hemos analizado en el método
aproximado. Estudiaremos en primer lugar la
cajón respuesta ante cargas puntuales y seguida-
mente bajo cargas uniformemente repartidas.
Vamos a examinar el comportamiento El método de análisis utilizado es el de las
resistente de las vigas cajón biapoyadas, de láminas plegadas con 99 armónicos.
almas veliicales e inclinadas. De dos vigas
cajón unidas y de vigas cajón continuas.
266 PUENTES
. . lJ n/erola
JaV¡el1Vla Annisen

Fig 5238
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 267

Fig 5239
268 PUENTES
Javier Manterola Armisen

Fig 5.2.40

5.3.1.1.- Respuesta ante las cargas pun-


tuales La distribución de corrimientos se repre-
senta en la figura 5.3.01, la de tensiones lon-
Examinaremos en primer lugar la res- gitudinales en la figura 5.3.02 y la de los mo-
puesta de la viga cajón solicitada bajo una mentos flectores transversales en la figura
carga puntual de 100 T. situada sobre el alma 5.3.03.
izquierda de la viga, en el centro de la luz. Esta
carga es la misma que la utilizada en el método Lo primero que puede apreciarse en la
de cálculo aproximado. distribución de las tensiones longitudinales es
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 269

Jl00 Tn.
~
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Ol

d)
dlst. = (O(.+~) + llr+§)
2

Corrimientos. a) Corrimientos para x = 20 m. b) Corrimientos para x = 15 m. e) Distribución de flechas de los


nudos 3 y 8 a lo largo de la luz. d) Distribución de la distorsión a lo largo de la luz

Fig. 53 01
270 PUENTES
Javier Manlerola Armisen


., o
o o .,
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1
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a) 35.9 Gsup max =1.93 G'Yiilo
36.87

G' In! mox. =1.75 GYiga


63.02

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30.90 28.59 25.20 22.75

~--~-~® -- - - - - -----~ 35.90


.21.33

x .. I
63.02

Tensiones longitudinales x a) Distribución de x en el centro de la luz (x=2Ü m.) b) Distribución de x para x = 15 m. c)


distribución a lo largo de la luz de las tensiones x en los nudos 3, 4, 8 Y9.

Fig 5.3.02
CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORlvDGÓN 271

2.07

a)

b)

I
~
I
__---i.2.06 i
I

e)
3.72

Momentos flectores transverales My. a) Momentos flectores en la sección central x = 20 m. b) Momentos


flectores para x 15 m. c) distribución a lo largo de la luz de los momentos My en los nudos 3 y 9.

Fig.5.3.03
272 PUENTES
Javier Mall/erola Armisell

el fuerte efecto perturbador en la zona situada También en el alma de la viga situada


bajo la carga, figura 5.2.03c Como se ve las bajo la carga, la distribución de tensiones
tensiones reales se separan fuertemente de las tangenciales se separa mucho de la habitual en
teóricas dadas por la teoría de la viga en dicha las vigas. Este hecho se debe a que la misión
zona, obteniéndose valores de hasta un 93% de las tensiones tangenciales en esta zona es
superiores en la fibra 3, sin embargo a solo 5 repartir el efecto de la carga puntual en el
m. de distancia de la carga las diferencias entre cuerpo del alma. Esto se ve muy bien en la
ambas teorías es insignificante Fig. 5.3.02b. figura 5.3.06b donde se representa la
distribución de los axiles Ny en el alma. La
De la misma manera este incremento de parte superior del alma está muy solicitada a
tensiones tan importantes se reduce mucho si cortante y se reduce sensiblemente en la parte
en lugar de utilizar una carga absolutamente inferior. Esto mismo se refleja en la figura
puntual, cargamos con la carga mas real del 5.3.04c.
tanque de 60 Tn. de la instrucción de cargas de
los puentes de carreteras. En este caso el in- Esta enorme perturbación que introduce
cremento de tensiones longitudinales es del la carga puntual en las tensiones tangenciales,
34% en el mismo punto 3. Esta reducción se se disipa rápidamente cuando nos alejamos de
debe al hecho de que la cuantía de las tensio- dicha zona. A solo dos metros de la carga, las
nes se reduce bruscamente en cuanto nos sepa- tensiones tangenciales se parecen mucho a las
ramos del punto exacto de la carga, lo que hace normales correspondientes al cortante y la
el vehículo de la instrucción que divide las 60 torsión de la viga y a cinco metros la
Tn en seis cargas de 10 Tn separadas entre sí distribución de tensiones tangenciales son
1,5y2m.
practicamente lineales e iguales a las que
proporciona la teoría de la viga. En la figura
En la figura 5.3.03 representamos los
momentos flectores transversales en la sección 5.3.04c se representa la distribución lon-
transversal debidas a la carga puntual de 100 gitudinal de los 1:xy en las fibras de la sección
Tn. Según la teoría de la distorsión la flexión transversal y en ella se comprueba esta
transversal del cajón sigue una curva afirmación.
homotética a la de los corrimientos de
distorsión. Esto se aprecia claramente en los Distribución de las tensiones O'y en la viga
momentos flectores My del punto 9 de la
sección transversal. Sin embargo los momentos
Son varias las causas de aparición de
flectores transversales en el punto 3, bajo la
carga, se diferencian bastante de los obtenidos tensiones axiles en la sección transversal,
por la teoría de la distorsión. Esto se puede normales al eje del puente.
deber a dos hechos. El primero a que el análisis
con 99 armónicos no es capaz de producir más En primer lugar tenemos las corres-
precisión. El segundo, a que esta teoría, al pondientes a la actuación directa de la carga
tener en cuenta todo tipo de deformación en puntual. En la figura 5.3.06b se representan las
esta zona, que no recoge el método apro- tensiones ay a lo largo de tres fibras en el alma
ximado, determina con mucha más precisión el directamente cargada y bajo la carga. Como se
efecto local. ve la tensión se reduce rápidamente en
profundidad, extendiendo su efecto en el alma
Distribución de las tensiones tangenciales y transmitiéndose a lo largo de ella por el
Z'xy esfuerzo cortante.
La distribución de las tensiones
En segundo lugar tenemos las tensiones
tangenciales 1:xy Y de los esfuerzos cortantes
correspondientes a la deformación por dis-
Nxy lo representamos en las figuras 5.3.04 y
5.3.05. La primera consecuencia que se puede torsión de la sección transversal, la cual, como
sacar de estas figuras es la fuerte concentración hemos visto, determina una flexión transversal
de las tensiones tangenciales en las pro- de la misma con la consiguiente aparición de
ximidades de la carga y sobre todo en la losa esfuerzos cortantes y axiles para equilibrar los
superior, que las separa radicalmente de las nudos. En la losa superior, figura 5.3.06a y
obtenidas en la teoría de la viga. 5.3.06c, aparece claramente una concentración
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 273

® @

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a)
4,27

8.65

~ I
I

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I I
I I
I I
I I
1 I

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4~1-_----:@)~
+------ X
__ 7
Tensiones tangenciales xy a) Distribución de xy en la sección de x 19,5 In, b) distribución de xy en la sección
transversal para x 19 In, c) distribución a lo largo de la luz de xyen los nudos 3 y 4.

Fig, 53,04
274 PUENTES
Javier Manterola Annisen

x= 5m.

12.28

11.92

2.49
x= 15m.

0.82
x= 18m.

x= 19.5m. f------=;;-::=+=-::i:~~==_-------+-----__l

Fig 5305 Disllibución de los esfilerzos cortantes N,-" en la losa superior


CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 275

T
C

T
C

....e::: ~9
10
T
C

o)

b)

T= TRACCION
C = COMPRESION

T
111 e

c) L.. . :::::::::::6.::72==~=:4~.B~8~==J
...,
e
T 210

232

Fig 5306
276 PUENTES
Javier Manterola Armisen

de estos esfuerzos en las proximidades de proporciona el valor de T, cuyo maXlmo se


actuación de la carga. encuentra en el eje longitudinal del puente y su
cuantía es:
Por último tenemos las correspondientes
a la variación de los esfuerzos cortantes a lo P.V'.e.b 2
largo de las losas que constituyen el cajón. En Tmax = 81
el caso de actuación de una carga simétrica la
detenninación de estos axiles transversales es
donde V' es la distancia del eje de la losa
muy simple. Supongamos un elemento dife-
inferior al centro de gravedad de la sección. e
rencial de viga cajón cortado por el eje
es el espesor de dicha losa y b es el ancho de la
longitudinal del puente. Figura 5.3.07.
losa inferior.
Si elegimos un elemento de la losa
La distribución de la tracción a lo largo
inferior, tenemos que el esfuerzo cortante T1
del ancho de las losas es parabólica como
en un punto es: corresponde a un incremento de carga lineaL
En el caso de acción simétrica sobre la sección
Q.Sy las tensiones en cara superior son de com-
I; = - - dI; = dQ. Sy = P. Sy
1 1 1 presión y de tracción en cara inferior.

Es decir, por ejemplo, en cada elemento En nuestro caso de carga, la distribución


dy de la losa inferior existe un desequilibrio de de tensiones no es en absoluto parabólica en
Sy las inmediaciones de la carga y su cuantía hay
fuerzas en dirección y cuyo valor es PI' que obtenerla en función del equilibrio trans-
versal de las losas superior e inferior.
donde P es la solicitación por metro lineal, Sy
es el momento estático en el punto considerado En la figura 5.3.06c se observa la
e 1 el momento de inercia de la sección. La variación de la tensión en cara superior e
integración de este valor a lo largo de y nos inferior en la sección central del puente.

Fig 5.3.07
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 277

Influencia en los esfuerzos y deforma- pasea por la losa superior. Como se puede
ciones de la variación de la situación de la observar el valor máximo de Gx.se obtiene
carga en la losa superior. precisamente cuando la carga se sitúa sobre el
alma, disminuyendo su valor cuando se al~ja
Cuando varía la situación de la carga en
de ella. Este efecto se explica con claridad si
la sección transversal, la cuantía de las ten-
observamos la figura 5.3.08a donde se presenta
siones, esfuerzos y deformaciones experimenta
la distribución de Qy.a lo largo de la línea 3.
cambios importantes.
Cuando la carga está separada del alma,
Variación en las tensiones O'x'
la carga puntual se extiende sobre la línea 3,
En la figura 5.3.08 representamos las cediendo de valor como consecuencia del
líneas de influencia de tensiones Gx.en los reparto que le proporciona la flexión de la losa
puntos A y B cuando la carga de 100 Tn se supenor.

100

37.3

16 18 20 22 24

39.50

2 ®

@)4----------
B
25.78
I
I
I
36.50 - - - - - - - - - - - - - - - - - - .... --------------------1

63.02

a) Distribución de cortantes Qy a lo largo de la línea 3 para carga situada en 1.2.3 y 6.


b) Líneas de influencia de tensiones longitudinales x en A y B para x= 20 ID cuando se desplaza una carga
puntual de 100Tn de uno a otro lado de la sección central
Fig. 5.3.08 a) y b)
278 PUENTES
Javier Mal1ferola Anl1isel1

16.57 16.41 ® 16.66 16.08 1525 1488 1459 1485 1460


-t--
15.67
-

___ ~L1~ _____________ 23.57 22.70


2a70--------------------~
23.70 - 24.84

30.10 30.05 ® 30.90 29.80

lf'l
I
O lf'l
lf'l I
I
Q
<1l
<1l
Ó
-
O

.
.
'?Q
~
m
ó

c) Línea de influencia de tensiones longitudinales en A y B para x = 15 m cuando una carga de 100 Tn se


desplaza de un lado a otro de la sección centraL
d) Línea de influencia de la distorsión para x 20 cuando la carga se desplaza transversalmente de un lado a otro
de la sección.

Fig. 5.308 e) y d)
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 279

La distribución de la distorsión de la Variación de los momentos My .


sección central experimenta una reducción
Cuando la carga se mueve en la sección
similar Figura 5.3.0Sd y lo mismo pasa,
transversal los momentos flectores trans-
aunque en menor medida, con el resto de las
versales provienen de dos causas, la distorsión
secciones, Figura 53.0Sc.
de la sección cuya variación hemos visto en
figura 5.3.0Sd y la flexión transversal propia
Cuando la carga está centrada la
del marco por la actuación directa de la carga.
distorsión desaparece y sin embargo las ten-
siones longitudinales en A y B figura 5.3.0Sb Las líneas de influencia de estos
no se hacen iguales a las conespondientes a la momentos flectores en diferentes puntos de la
teoría de la viga, 22,SI Kg/cm 2 contra 20,S sección transversal se observa en la figura
Kg/cm2 en A y 39,5S Kg/cm 2 contra 36,5 5.3.09. Estas líneas de influencia se parecen
Kg/cm 2 en la B, debido a la deformación por bastante a las correspondientes a suponer que
esfuerzo cortante de la losa superior. el marco está apoyado en la parte inferior de

42.29
LJ
1=-:c----JI..
Seccion._

@ 0.18

© 2.4C3==1.~31==~0~.0~1o:::::- """"...:0~=:::::I:!:.3=1 =:::::::i


2 43
.

29.65

@ -0.07
1.62

1,15

®
I :=--..
-.-- I
5.4-5--4....4-6- 2.25 1.84 206 194 1.78

Fig. 5.3.09 Lineas de influencia de M.,. en x = 20 m para carga de IOO Tn moviéndose transversalmente
280 PUENTES
Javier Manferola Armisen

Fig.5.3.JO

las almas y su diferencia se encuentra secclOn transversaL Su valor es 400 Kg/m2 .


precisamente en los momentos introducidos Fig. 5.3.12.
por la distorsión.
Corrimientos
En estas leyes de momentos se observa
la diferencia de cuantías que existen en los
En el único tipo de carga que presenta
puntos D y E del alma. Esto ha conducido a un
interés el comportamiento de este tipo de vigas
dimensionamiento de las secciones cajón
es el 1. Sus corrimientos los representamos en
tendentes a realizar almas de espesor variable,
la figura 5.3.13.
decreciendo de arriba a abajo.

A esta tendencia ayuda el hecho de que Lo primero que se aprecIa es que los
las tensiones tangenciales en la parte superior corrimientos son similares a los que se
del alma son mayores que en la parte inferior producen bajo una carga puntual, pero con una
como se ha visto en las figuras 5.3.04a. y diferencia importante,. la distorsión es del
5.3.05. orden de la tercera parte y su ley de
distribución a lo largo de la viga más uniforme.
Variación de los esfuerzos Ny .
Distribución de O'x'
De la misma manera que en las acciones
anteriores en la figura 5.3.11 se representan las La distribución de las tensiones lon-
líneas de influencia de los esfuerzos Ny en gitudinales o"x para esta misma carga y en el
distintas secciones del cajón. centro de la iuz, se representa en la figura
5.3.14b. En ella se pueden apreciar los efectos
que separan la distribución de tensiones de la
5.3.1.2.- Respuesta de la viga ante cargas proporcionada por la teoría de la viga, la
repartidas distorsión de la sección y la deformación por
esfuerzo cortante de las losas.
La viga cajón representada en la figura
5.2.47 se ha sometido a varios tipos de sobre- Sin embargo debido a que la distorsión
cargas uniformemente repartidas a lo largo de es muy pequeña y no existe una concentración
la viga, pero que cubren distintas zonas de la de cortantes en ningún punto, las diferencias
CAPITULO 5.. - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 281

11+---:\ _

~
1091 6A6

Seccion._

2~~~~~
~: , Tracclon
® 1.20

20.74

Tracclon
®
2.56 Compresion

6.53 ~.33 6.53

~o.'<:~'-I--------~----0-.-91¿v]
Tracclon
©
CompresIon
4.07 4.~3 4.07

Tracclon
....- ~-----------.:====I±.0;3=..2iO'I0
@
Compreslon

17.17

Fig 5.31/, Lineas de influencia de N,. de la sección x = 20 m para carga de 100 Tn moviéndose transversalmente en
dicha sección
282 PUENTES
Javier MantelOla Armisen

1_-r
Carga - 1 Carga - 2 Carga - 3

Fig.53.12

P=OA Tn/m 2
1111111 1 1 1 1
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r<l
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FLEXION TORSION DISTORSION ir =0.00033

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!? .
1{) -;- '2 ~
a ~ Ñ Ó
~
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a
N
o

Corrimientos a) Distribución de los corrimientos en la sección x = 20 m. b) Descomposición de los corrimientos


totales de a) en los cOlTespondientes a la flexión, torsión y distorsión. C) Distribución de la distorsión a lo largo de
la luz.
Fig 53.13
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 283

v 51 oN ¡;; al N
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III
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17.61 17.61

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oi oi Q Q oi oí Di oi oí Di Di _oL ai ---------
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----- - 10.03

OATn./m 2
10
9.57

----.----- Teoria de la villa


II~ -""'-__'"-=_~_::::_::_':':_::_::_::
__=_~_~_

Fig. 5.3.14. Distribución de tensiones para sobrecarga uniformemente repartida x = 20 m.


284 PUENTES
Javier Manterola Armisen

entre las tensiones longitudinales reales y las 5.3.2.- Viga cajón con almas inclinada
de la teoría de la viga son pequeñas.
Para analizar el comportamiento de
!Y real una viga cajón con almas inclinadas hemos
punto 3 _X_"_= 1,08
!Y viga
elegido la viga de la figura 5.3 .17 cuyas
x características geométricas son muy parecidas
!Y real a la de la figura 5.2.47.
punto 4 _x__ = 1,1
!Y viga
x Comparando las características mecá-
nicas de las vigas tenemos
Menor diferencia encontramos en el
caso de carga centrada - tipo 2 - cuyas ten- Viga cajón - almas verticales
siones longitudinales representamos en la
figura 5.3 .14a. En este caso no existe distor- Área = 4,4m2
sión y por tanto las únicas desviaciones de las Inercia flexión = 3,48 m 4
tensiones de la teoría de la viga se deben a la
deformación por esfuerzo cOItante. Inercia torsión = 7,2 m4
Centro de Grav. = 0,7272 m
Momentos flectores transversales My . Centro esf. corto = 0,9772 m

La distribución de momentos flectores Viga cajón - almas inclinadas


transversales My la representamos en la figura
5.3.15. para el caso de carga 1. Área = 4,6 m2

Como se ve esta ley de momentos Inercia flexión = 3,6202 m 4


flectores se reduce desde el apoyo de la viga Inercia torsión = 5,293 m4
hacia el centro del vano. Esta reducción se
debe a los momentos flectores positivos que Centro de Grav. = 0,7392 m
produce la distorisón, representados como M2 Centro esf. corto = 0,9418 m
en la figura y que completan con los reales la
ley de momentos flectores constantes que La solicitación es la misma, carga de
tendría la sección si estuviese apoyada a 10 100 Tn aplicada en el centro de la luz y con
largo de toda su luz. Se reducen del centro de una excentricidad respecto al eje de la viga de
la luz hacia los apoyos. 3m.

Esfuerzos axiles transversales N y Corrimientos

Si comparamos los corrrmIentos de las


En la figura 5.3.16 representamos los dos vigas, figura 5.3.01 y figura 5.3.18, vemos
axiles transversales N y para los tres tipos de que las flechas medias son muy parecidas,
carga. Estos se deben a la acción de la sección como corresponde a inercias longitudinales
transversal como marco, y al equilibrio de las también parecidas, pero si comparamos la
losas como consecuencia de la variación del distribución transversal de las flechas en la
esfuerzo cortante en las mismas. sección central, x=20, vemos que aunque la
viga cajón con almas inclinadas tiene mucha
Para el caso de carga centrada, figura menos rigidez a torsión y por tanto el giro
5.3.16a las compresiones de la losa superior debido a la excentricidad de la carga es mayor,
parten del valor introducido por los axiles del las flechas de los nudos 3 y 8 son incluso algo
marco y crecen hacia el centro, lo mismo le menores que en la viga con almas verticales.
pasa a las tracciones de la losa inferior. Para el
caso de carga 3, figura 5.3.16, las tracciones Este hecho se entiende si comparamos
del marco se disminuyen por las compresiones las curvas de distorsión de la sección, en donde
del equilibrio de fuerzas transversales en la los vemos que la correspondiente a la sección con
superior y lo mismo pero al revés pasa en la almas inclinadas es mucho menor, del orden de
losa inferior. la tercera parte.
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 285

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Ley de momentos flectores a lo largo de la viga A


M¡= Momentos reales. M,= Momentos debidos a la distorsión.
M= Momento flector del marco si sus aristas están apoyadas.
Fig 5315

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a) o o

q ~ '"tio o
o o ti
b)

lO
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e)

Distribución de N y en la sección transversal x 20 para carga uniformemente repartida


Fig 5316
286 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

6.00m. 3.00m.

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2 2 3 3 5 4 6 ::; 7 6 6 7 10

10

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x= 20m.
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Fig 53.17

La mayor rigidez a la distorsión de la los dos valores que aparecen en el punto 3


viga con almas inclinadas reposa en la rigidez corresponden a las tensiones obtenidas a uno y
transversal del marco de la sección a de- otro lado del alma. En realidad estas tensiones
formarse en su plano, que en este caso en par- debían ser iguales pero el método de cálculo
ticular es 2,7 veces mayor. Así en la analogía empleado, con 99 armónicos, no es suficiente
de la viga sobre fundación elástica que refleja para precisar la respuesta en este punto donde
la deformación por distorsión, la sección cajón existe un intercambio de tensiones muy
con almas inclinadas se apoya sobre una serie intenso.
de muelles 2,7 veces más rígidos que la viga
con almas verticales. Esta mayor rigidez reside Si recorremos ahora la viga en toda su
en la menor anchura de la losa inferior, en su longitud, figura 5.3 .l9b, se observa también
mayor espesor y en la forma de la sección. que la diferencia entre las tensiones como viga
y las reales son mucho menores que en el caso
Tensiones longitudinales O"x' del cajón vertical.
La distribución de tensiones longi- Momentos flectores transversales M y .
tudinales en la sección transversal del centro
de la luz experimenta los mismos cambios, En la figura 5.3.20 representamos la
respecto al comportamiento del cajón con distribución de los momentos flectores
almas verticales. Sin embargo debido a la transversales debidos a la distorsión del cajón
menor distorsión de la sección la separación de tanto en dirección transversal como longi-
las tensiones reales con las de la viga recta son tudinal. Como se puede observar la cuantía de
menores, figura 5.3 .19. los momentos flectores es similar a la del cajón
con almas verticales, figura 5.3.03, aunque la
a real distorsión es del orden de la tercera parte. Esto
punto 3 x = 1,98 ó 1,62 se debe a que como esta sección es bastante
a viga
x mas rígida, 2,7 veces, para unos corrimientos
a real del orden de la tercera parte, los momentos son
x similares.
punto 4 1,25
a viga
x
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 287

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alCorrimientos
b Corrimientos
x=
20 m
x=
15 m.
c Distribución flechas en 3 y 8

Fig. 53 18
288 PUENTES
Javier Manterola Armisen

a)
"62 G""vlga
C" supo max. ~ { 1.98 G"v Jga

' ..., G'lnt. max. = 1.25 G'vlga


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N N

a) Distribución de ,para x= 20 m.
b)Distribución de, ala largo delaluz. Puntos 3, 4, 8 Y9

Fig 5.3.19

comportamiento de los cajones al disminuir la


En las inmediaciones de la carga se distorsión, la segunda característica especial de
aprecia aquí el mismo efecto que veíamos en la su comportamiento la encontramos en la
figura 5.3.3. Las flexiones locales de la losa en distribución de N xy YN y en las inmediaciones
las inmediaciones de la carga perturban el de la carga.
comportamiento generalizado de la distorsión,
produciendo picos muy notables en la ley de Veamos en el caso de almas verticales e
momentos en la sección 3, que se separan inclinadas cuales son los esfuerzos cortantes
claramente de la ley que daría la distorsión, la que se producen en sus inmediaciones.
cual es lineal en la losa superior. Este efecto
local se amortigua rápidamente cuando nos La carga de 100 Tn en el caso de almas
separamos de la carga, tanto en dirección verticales, figura 5.3.21., está contrarrestada
longitudinal, figura 5.3.20b, como en dirección por los esfuerzos cortantes N xy en el alma de
transversal, donde el punto 9 no se ve afectado la viga y por esfuerzos cortantes Qy en las
por dicho fenómeno. losas superior e inferior del cajón. La mayor
cuantía de la carga, el 89% se transmite al alma
Distribución de cortantes Nxy' 'Z'xy Y axiles que la transporta a lo largo de la viga. El resto
transversales Ny • es recogido por la losa superior principal-
mente, en la que se produce la concentración
Si la inclinación del alma, veíamos, de flexiones que ya hemos visto en apartados
proporcionaba una característica especial al anteriores.
CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 289

<D

a)

a) Distribución de Mv para x= 20 11L


b) Distribución de M;. a lo largo de la 1HZ
Fig.53.20

\100Tn

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• 1.04

a) Sección transversal de la sección en la zona del alma. b) Distribución de K en el alma.


c) Distribüción en planta deQ, en la losa superior d) Disttibüción deQ, en lá losa inferior.

Fig.5321
290 PUENTES
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p= 100 Tn.

b)

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e) 2.4

Equilibrio de cortantes en la zona de carga. a) Descomposición de la fuerza exterior en dos


componentes. b) Estado de cargas en el nudo. C) Distribución de N,y en el alma. d) Distribución en planta
de Qy en losa superioL e) Distribución de Qyen losa inferior
Fig. 5322

En el caso de almas inclinadas, Fig. La componente horizontal según la losa


5.3.22 la carga de 100 Tn está contranestada superior produce una distribución de axiles,
por un lado por las componentes de cortante que son de tracción en la parte central y de
Qy que aparecen en losa superior e inferior y compresión en la lateral según se ve en la
por otra por una componente que se figura 5.3.23a. Estos axiles son mucho
descompone según la dirección del alma mayores que los cOITespondientes al cajón con
inclinada y la losa superior. Como en el caso almas verticales dado que la carga directa es
anterior estas componentes se llevan la mayor muy importante. Se concentran fuertemente en
cantidad de carga exterior. la zona de la carga y se dispersan rápidamente.

La distribución de cortantes N xy en la
Las componentes según el alma y la losa
losa superior, figura 5.3.24 experimenta
superior se transmiten en el plano de cada una
también un incremento bmsco de tensiones en
de ellas hacia los apoyos poniendo en marcha
la zona de carga ya que son los encargados de
todo el mecanismo de trabajo del cajón.
repartir el valor concentrado de N y en la losa,
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 291

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a) Distribución N" en la losa superior. b) Distribución N, en el alma cargada. C)


Distribución Ny en la sección cargada x= 20 m.- .
Fig. 5.3.23
292 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

x= 15m

x= 10m.

x= 15m.

x= 16m.

x= 19.5 m. I-,::::=----\-t------=:::::==-----i-----~

!100 TIl.

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Distribución de esfuerzos cortantes N". en losa superior.

Fig 5.324
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 293

además de realizar el papel de translllltIr las Influencia en los esfuerzos y defor-


tensiones G x al cuerpo de la losa superior. maciones de las variaciones de la situación
de la carga en la losa superior.
Estos valores se van regularizando
rápidamente a poca distancia del apoyo y Cuando paseamos la carga de 100 Tn en
vemos como a tan solo 5 m. ya tienen una la dirección transversal de la sección central de
distribución lineal propia de las tensiones la viga, los efectos sobre la distribución de
cortantes y de torsión de una viga normal. tensiones, esfuerzos y defornlaciones es similar
a la que veíamos para el caso de almas
En la figura 5.3.25 se complementa la
verticales, con las diferencias correspondientes
información sobre la distribución de cortantes
a las particularidades del comportamiento de
en el cajón.
este tipo de cajones y que ya hemos analizado.

lO
lO

20.39 20.05 . 19t;1 1 27.12

2107
20.47
20.97
20.45
21.56
)~1.33 1)
i 13.6
Alma izda.
X:5 8.58 X:IO 18.51 X =15 1955 X:19.5907

4.32 4.25 3.12 1.43

523 5.19 4.07 205 i Alma dcha.


'~IR
4.52 4.53
.25
3.92
2.6"
2.31
2.36
i
x"e X=IO X"15 X'18 I

a) Distribución de " para x= 19,5. b) Distribución de N,y en las almas. c)


Úlstnbuclón de:'. pa¡;a x= 15,00 m

Fig.5.325
294 PUENTES
Javier Jvfan/elD/a Armisen

33.2

18.1 18.14
19.11
---. ..... -----------.
18.22

A) X = 20

B } X=20

l_ _'
15.61 1~.42 11S¡41S 1!l~1 15.43 11S.54 1!l.4 18.14 14.72

_ 1 _ 1_ ' I
A) x= 15

24.08

B) x:: 15
24.86' 24.9!! 2!J.'38 215.915 26.~ 26.91 27.151 -
2 8.12

Líneas de inftuencia de , en Ay B para x= 20 m y x= 15 m y una carga


de 100 In moviéndose en direcciontransversal sobre la secCión central.
Fig.53.26
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 295

AsÍ, por ejemplo, en la figura 5.3.26 lógico y nos ha aparecido en varios de los
vemos la variación de las tensiones G x en un fenómenos estudiados, como consecuencia del
punto de la losa superior e inferior. La única reparto de la carga que realizan la flexión de
diferencia que se aprecia con el cajón de almas las losas sobre las aristas de intersección de
verticales es la menor cuantía de la separación almas y losa superior.
de la carga respecto a la de la teoría de la viga
por la menor distorsión de la sección. En segundo lugar los tipos de leyes,
aunque similares en forma, difieren de los
En la figura 5.3.28 que representa las correspondientes a las almas verticales, debido
líneas de influencia de N y en cuatro puntos de a la tracción local que introduce la
la sección central se observa en primer lugar descomposición de la carga veliical entre el
como en la sección A y B las compresiones o alma y la losa.
tracciones toman sus valores máximos cuando
la carga está sobre el alma. Este hecho es

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20.91

Seccion._

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1,.

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® ~ 8.44
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9.""

Línea de influencia de M" x= 20 m para carga de 100 Tn moviéndose


transversalmente

Fig 5.327
296 PUENTES
Javier Manterola Armisen

Seccion._ 1.4 1.88 2.23 2.9 331


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0.88

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19.88

Línea de influencia de N, de la sección x= 20 m para carga de 100 Tp


movlendose transversalmente en dicha sécción. .

Fig.53.28

5.3.3.- Conclusiones respecto al com- de la carga, convirtiéndola en tensiones


portamiento resistente de la viga tangenciales en el dintel y la distorsión
cajón que recoge la deformación de la sección
transversal, con sus correspondientes
Corrimientos efectos en tensiones longitudinales, que
a) Los corrimientos totales de una viga corrigen los obtenidos en el compor-
cajón monocelular pueden descompo- tamiento general a flexión y en flexiones
nerse en otros tres: un descenso vertical transversales a añadir a los corres-
que representa el comportamiento gene- pondientes a la carga directa.
ral a flexión de la viga, un giro torsional b) La cuantía de la distorsión depende de la
que recoge el efecto de la excentricidad relación entre el ancho del cajón y la luz
CAPITULO 5. - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 297

de la viga, de las condiciones de g) Tanto las tensiones longitudinales, como


vinculación de ésta con los estribos y las tangenciales así como los momentos
otras vigas, de la rigidez de la sección flectores transversales debidos a la
transversal, y del tipo de carga. distorsión tienen una distribución muy
apuntada en las inmediaciones de la
c) Un mismo cajón con almas inclinadas
carga puntual. Esta situación, que da
tienen menos distorsión que si tiene
lugar a incrementos importantes en las
almas verticales. Un caso extremo lo
tensiones, se disipa rápidamente, pu-
tenemos en la viga cajón de sección
diendo decirse que a distancias próximas
triangular que carecen de distorsión. Se
a un canto, el fenómeno está norma-
puede anular la distorsión en un cajón
lizado.
rectangular o trapecial introduciendo
vigas riostras en su interior. h) Las tensiones axiles transversales en
cajones rectangulares se deben al efecto
Tensiones pórtico de la sección transversal, que
engloba los correspondientes a la
d) El incremento de tensiones lon- actuación directa de la carga (pórtico de
gitudinales en una viga cajón respecto a nudos intraslacionales) y la distorsión
los que se obtienen en la teoría de la (traslación de los nudos). Se deben
viga, dependen de la cuantía de la también al equilibrio de tensiones
distorsión y de la deformación por tangenciales en las losas en dirección
esfuerzo cortante de las losas que transversal. Este último efecto produce
constituyen la sección. compresiones en la losa superior y
tracciones en la inferior yen las almas.
e) El tipo de carga influye predomi-
nantemente en dicho incremento. La i) En el caso de cajones trapeciales, las
cuantía de la distorsión y su efecto en tensiones axiles transversales en losa
tensiones longitudinales es mucho mayor superior se incrementan mucho con la
si se trata de cargas puntuales que si descomposición de la carga exterior
éstas están unifonnemente repartidas. según el alma y la losa superior. Las
tensiones tangenciales experimentan un
f) La cuantía de la distorsión depende de la incremento importante en la zona de
posición de la carga en la sección actuación de cargas puntuales.
transversal, siendo máxima cuando la
carga se sitúa sobre el alma.

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Fig. 53.29
298 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

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Corrimientos. a)cOIrimientos x 20 m. b) cOITimientos x 15 m. c) Distribución de cOITimientos


verticales a lo largo de la luz de los nudos 2, 5, 8 Y 11.
Fig 5330

En estas conclusiones hemos establecido 5.3.4.- Tablero formado por dos vigas
cualitativamente la influencia de un conjunto cajón
de parámetros que no vamos a intentar acotar
pues su estudio es muy largo y ya realizamos Para estudiar la respuesta resistente de
una aproximación al mismo en otra dos vigas cajón unidas por la losa superior
publicación l . hemos elegido el tablero bi-apoyado
representado en la figura 5.329. Este tablero
está formado por dos vigas exactamente
iguales a la que hemos estudiado en el apartado
1 "La sección abierta y cerrada bajo solicitación
excéntrica". Javier Manterola. Monografia nO 15 de la 5.3.01 y así poder comparar las respuestas
Agrupación de Fabricantes de cemento en España. resistentes en ambos casos. La luz libre del
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORlvflGÓN 299

vano bi-apoyado es de 40 m y la carga se sitúa A 10 largo de la línea de unión, aparecen


en la sección central cuatro tipos de esfuerzos que podemos
agruparlos de dos en dos. Figura 5.3.31. En
Supongamos, en primer lugar, que primer lugar tenemos los esfuerzos Qy y M y ,
disponemos la carga de 100 T en el nudo 2. que proporcionan el efecto tipo losa del
Para conocer el comportamiento resistente intercambio de esfuerzos entre los dos cajones.
damos un cOlie longitudinal por el eje del Los dos segundos, Ny y N xy representan el
tablero. La respuesta del cajón de la izquierda efecto tipo membrana ae la losa superior.
podría considerarse como suma de otras dos.
La primera, en la que a la viga cajón la solicita En el caso de carga que estamos
la carga de 100 T, conocemos su respuesta por considerando el momento My es cero a 10
el apartado 5.3.01. La segunda está propiciada largo del eje del puente, 10 que supone una
por los esfuerzos que aparecen en la línea de línea de inflexión de la deformada transversal
unión entre los dos cajones. Estos segundos del tablero. El efecto losa está representado
esfuerzos son los que proporcionan la entonces únicamente por los cortantes Qy
particularidad de la respuesta de este tipo de representados en la figura 5.3.31a. Su cuantía
estructuras.

Fig5331
300 PUENTES
Javier Manterola Armi5en

depende de la relación entre la rigidez de la En el cuadro 1 comparamos las


losa de unión entre los dos cajones y la rigidez tensiones longitudinales que se producen en las
de éstos. Con las dimensiones de estructura cuatro esquinas del cajón cargado. Como se
que estamos considerando, la cuantía de Qy es puede ver en el nudo 2 de la estructura de dos
muy pequeña. La descarga del cajón cajones las tensiones son mayores que en el
directamente cargada en el otro es el 13,6% de conespondiente del cajón único. Esto se debe a
la carga que le solicita y además con una las siguientes causas. El efecto losa, si bien
distribución curva como se ve en la figura supone una descarga del cajón directamente
5.3.3la y descentrada respecto al eje del cajón cargado, produce una torsión del mismo signo
que le proporciona una torsión del mismo de la que produce la carga exterior. Esta
signo de la solicitación exterior. torsión detennina un incremento de la
distorsión del cajón y por tanto una mayor
Del efecto membrana el único esfuerzo
carga en el alma directamente cargada. Este
que realmente nos interesa es el cortante N xy
hecho se comprueba también si comparamos
que aparece en la unión. Figura 5.3.3lc. Este
los esfuerzos cortantes en el alma directamente
cortante tiene como misión compatibilizar los
cargada en las dos estructuras figura 5.3.33a y
corrimientos longitudinales de las losas supe-
figura 5.3.04a. Vemos como las tensiones
riores ente los dos cajones. Su efecto sobre el
tangenciales son mayores en la estructura
cajón directamente cargado es: aparición de
formada por dos cajones que en la de un solo
una tracción axil variable a lo largo del dintel,
cajón, lo que determinará, a su vez, un
una flexión de eje horizontal que introduce
incremento de la deformación por esfuerzo
tracciones en la losa superior y compresiones
cortante en esa zona.
en la losa inferior del cajón y por último una
flexión de eje vertical que proporciona el
El efecto membrana tiende a producir,
marcado carácter lineal de la distribución de
como hemos visto, tracciones en la cara
las tensiones G x en las cabezas del cajón.
superior del cajón; pero el momento flector del
Si unimos el resultado de la acción de eje vertical que determinan por estar la
estos dos efectos y el de la carga directa solicitación aplicada a un borde, contrarresta
tendremos el estado tensional longitudinal del este efecto.
tablero formado por los dos cajones y que
representamos en la figura 5.3.32. En el nudo 3 de la estructura formada
por dos vigas cajón la tensión es algo más
Si comparamos este estado tensional con reducida que en su conespondiente nudo del
el de la figura 5.3.02 que representa la de un tablero de un solo cajón. En este punto los
cajón aislado tendremos: la distribución de efectos anteriores se conjugan de manera a
tensiones longitudinales G x en la sección reducir un poco la tensión.
cargada presenta el mismo tipo de con-
centración en la zona directamente cargada, in- Donde si se reduce claramente las
cluso mas acentuada. Esto, como ya vimos, se tensiones es en el alma no cargada. Aqui el
debe a la distorsión del cajón, figura 5.3.30a., a efecto membrana y el efecto losa tienden a
la defonnación por esfuerzo cortante de la losa reducir los esfuerzos que se producen en el
superior y al fenómeno general de la flexión. cajón único.
Cuadro 1
Hasta ahora hemos comparado las
Dos cajones unidos tensiones longitudinales que se producen en la
Un solo cajón
Nudo Nudo
sección central del puente que es la
2 (Jx = 45,92 3 (Jx = 39,73
directamente cargada. Si analizamos ahora el
kg/cm2 kg/cm2
estado tensional a lo largo del cajón vemos:
3 (Jx = 58,44 4 (Jx = 63,02 l. Las tensiones longitudinales G x en la
kg/cm 2 kg/cm 2
zona del alma cargada son muy
5 (Jx = 10,80 8 (Jx = 15,94
kg/cm 2 kg/cm 2
parecidas en los dos tipos de tableros. Lo
6 (Jx = 18,86 9 (Jx =21,33
mismo le pasa a las tensiones
kg/cm 2 kg/cm 2 tangenciales 'txy .
C/IPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 301

2. Las tension es longitudinales (Jx Y las líneas de influencia de las tensiones


longitudinales (Jx en las cuatro esquinas de un
tangenciales 1: xy son mas pequeñas en
cajón, figura 5.3.35.
la zona del alma no cargada para el
caso de las dos vigas cajón. De esta curva podemos sacar las
siguientes conclusiones:
Carga en cualquier punto de la sección
transversal 1. Un cajón ayuda muy poco al otro cajón a
resistir la carga. Pues si observamos la
Si paseamos ahora la carga a lo ancho de línea de influencia en el punto 2, vemos
la sección transversal, manteniéndola en la que cuando la carga se sitúa en el cajón
sección central del puente x=2ü m., podemos derecho las tensiones longitudinales en 2
obtener la distribución de los corrimientos a lo son muy pequeñas.
largo de la sección transversal, Fig. 5.3.34 Y las

e)

Tensiones longtf,úclinales t!ix <1J Distrihuci6n de6"x.en el


centro de la tu: (x : 20 m.). hl Dist.Tibució.n deG'x para
x '" 15 m. c;) DistrIbución a 10 largo de la luz de ias ten-
siones G':( en los nudos 2, 3,5 Y Ó.

Fig 5332
302 PUENTES
Javier lvlanferola Annisen

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fensiones tangenciales ~ xy. a) Distribuci6n de ~xY en


la sección x = 19,5 b) Distribuci6n de ~ xy en la sec-
ción x = 10 m. e) Distribución a lo largo de la luz de
'Zi xy en los nudos 2,3,5 Y 6.
Fig 5.333

En el caso del nudo 5, mas centrado en el obtever líneas de influencia en nudos -


tablero, la influencia del otro cajón es 1,2,3 y 7.
mayor, aunque cuando la carga está
situada encima, la tensión longitudinal es Las líneas de influencia en la zona
algo mayor que la que se produciría en el derecha del cajón izquierdo, 4, 5, 6 y 8
cajón único. Ver figura 5.3.8b. se extienden con mas amplitud en el
tablero, aunque de fonna muy reducida
2. Si examinamos ahora las líneas de cuando se separan de las zonas próximas
influencia de los momentos flectores al punto en cuestión.
transversales My, figura 5.3.36, vemos
lo mismo. Cuando la carga está situada Una conclusión complementaria que
en el cajón derecho toda la zona podemos sacar de estas líneas de influencia y
izquierda del cajón izquierdo prác- que la podemos aplicar tanto a los tableros de
ticamente queda sin solicitación un solo cajón como a los de dos cajones, la
CAPITULO 5"- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 303

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Evolución de los corrimientos de la sección transversal x = 20 m cuando la carga se mueve transversalmente en el


dintel

Fig,5334
304 PUENTES
Javier Malllelola Anllisen

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Líneas de influencia de tensiones longitudinales x para x = 20 111. Y la carga en x = 20 111. Y = variable


Fig 5.3.35

obtenemos si comparamos su trazado con la 5.3.4.1.- Caso de vigas prefabricadas


que tendría los de una viga contínua apoyada
en los puntos donde existen almas en la viga Si consideramos ahora un tablero mas
cajón. pequeño - 12 m de anchura y 30 m de luz - que
puede corresponder a la de cualquier paso
a) Cuando la carga pasa por un alma, el superior que utilizan vigas en "D" para
momento flector no se anula en dicho posteriormente fonnarse un tablero de dos
punto, efecto de la distorsión del cajón. vigas cajón con el honnigonado de la losa
superior, llegamos a conclusiones similares.
b) Las líneas de influencia prácticamente se
anulan fuera del vano en que se en- Bajo una carga puntual en el centro del
cuentra el punto donde se obtiene. Esto puente y en un borde, aparece como ya
es debido al efecto de empotramiento, sabemos un muy pobre reparto de la carga
casi perfecto, que produce la pequeña vertical. El valor de Qy, cortante vertical en la
longitud y gran rigidez de las almas sección 1-1, Fig. 5.3.37, es tan pequeño que no
verticales. aparece y lo mismo podríamos decir del
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORlvfIGÓN 305

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Líneas de influencia de momentos flectores M y transversales - Sección x = 20 m. carga x 20 m. y = variable


Fíg. 5336

momento flector M y • En cambio el valor de N xy cualquier cOliante en una viga biapoyada. Sin
es considerable y es el que realmente produce embargo a partir de un determinado punto este
un estado tensional longitudinal en la viga no valor decrece hasta hacerse cero en la sección
cargada y una descarga en la viga directamente de apoyo. Esto es debido a que el valor de N xy
cargada. es obligatoriamente cero en el borde de apoyo.
El efecto de ese borde libre se extiende una
El valor de N xy es prácticamente cero en determinada longitud en la losa.
el centro de la luz, el cajón cargado no se
defonna longitudinalmente en este punto, y La defonnada del tablero aparece en la
crece hacia el apoyo, como corresponde a Fig. 5.3.38.
306 PUENTES
Javier JvJan/erola Armisen

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Fig. 5.3.37

Si en lugar de considerar una carga 5.3.40 representamos la defonnación de esta


uniformemente repartida consideramos la estructura.
sobrecarga uniforme de 400 Kg/m2 extendida
en medio tablero, Fig. 5.3.39, las conclusiones 5.3.4.2.- Conclusiones respecto al com-
son similares. Transmisión prácticamente nula portamiento de dos vigas cajón
de cortante de eje vertical Qy de momento
flector transversal y eficaz achlación del Con el estudio tan limitado que hemos
cortante N xy que iguala las deformaciones hecho respecto al compOliamiento de dos
longitudinales en el borde común entre ambos cajones unidos es difícil sacar conclusiones
cajones y que produce flexiones de eje vertical claras respecto a la respuesta resistente de este
y horizontal respecto al centro de gravedad de tipo de tableros. Sin embargo las pautas de
cada uno de ellos así como esfuerzos axiles de comportamiento que han ido apareciendo nos
compresión en el cajón descargado y de penniten extrapolar un conjunto de con-
tracción en el cajón descargado. En la Fig. clusiones cualitativa.
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 307

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Perspect ¡ VD Oefornodo

Fig.5338

cOltante que iguala el desplazamiento


a) La relación ancho-luz de este tipo de
longitudinal en la línea central entre los
estructuras es normalmente muy grande
dos cajones y que supone la aparición de
y se enfrentan mecanismos de reparto de
tracciones en el cajón cargado, con sus
carga muy desequilibrados. Las vigas
con'espondientes flexiones y compensa
cajón son muy rígidas a la flexión lon-
en el cajón no cargado.
gitudinal y la losa transversal que une los
dos cajones es normalmente muy elás- d) La presencia de vigas riostras trans-
tica. Esto produce un repalto transversal versales mejoraría claramente el repalto
de carga entre las dos vigas cajón muy transversal entre las dos vigas cajón y
pobre, que a efectos de diseño, no este se ha realizado bastantes veces
permite contar con él para aliviar el cuando por razones funcionales las dos
dimensionamiento de cada uno de ellos. vigas cajón se han separado mucho y por
tanto la flexibilidad de la losa de unión
b) Este efecto se acentúa cuando la relación
aumentaba claramente.
ancho-luz crece y disminuye en caso
contrario. Por estas razones y analizando
c) El verdadero efecto de interacción entre exclusivamente el comportamiento resistente
los dos cajones es la aparición de N xy , es indiferente unir o dejar separados los dos
308 PUENTES
Javie¡· Nfanlerola Armi5en

Fig.5.339

cajones. Tienen que existir problemas fun- pauta de como se comporta un puente
cionales, caso de rodadura continua a lo ancho contínuo.
del tablero, o ventajas en el apoyo de las vigas
cajón en las pilas, para que la opción de unir Solicitación puntual excéntrica
los dos cajones sea favorable.
Solicitamos el tablero por dos cargas
5.3.5.- Tableros continuos puntuales de 100 toneladas situadas en el
centro de cada luz y con una excentricidad de 3
La condición de continuidad la m. respecto al eje del tablero, figura 5.3.41.
expresamos aquí en su situación mas simple Los resultados del cálculo siguiendo la teoría
como es la de tablero de dos vanos continuos y elemental de la viga se dan en la figura 5.3.42.
carga simétrica, figura 5.3.41. La distribución de tensiones longitudinales
reales <Jx, en los cuatro nudos significativos de
En esta situación cada vano se comporta la sección transversal la representamos en la
como apoyado, empotrado a causa de la figura 5.3.43.
simetría, respecto al apoyo central, de la carga
exterior. Si bien éste no es un caso general de En esa misma figura representamos las
continuidad, la respuesta nos va a dar una tensiones que se producirían según la teoría
CAPITULO 5 - LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 309

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Secc i on CEntro 1 - Oesp Iazani en tos

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310 PUENTES
Javier lv/all/erala Annisell

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Zona A8

Respuesta de la viga cajan segun la teoria de la viga. a) ley


de momentos torsores. b) ley de esfuerzos cortantes. c) ley
de momentos flectores. d) Distribuci6n de esfuerzos cortantes
~YV en la sección transversal.
Fig. 5342

elemental de flexión de la viga, que no tiene en En el cuadro número 2 representamos la

cuenta las defonnaciones de alabeo ni de comparación numérica de estas tensiones.


distorsión. Cuadro 2

De esta representación junto con la Sección x=30 m. Sección x=60 m.


figura 5.3.44 se pueden sacar las siguientes
conclusiones:
Nudo T.V. L.P. L.P.lT.V. T.V. L.P. L.P.lT.V.

l. La separación de las tensiones reales


2 23,82 45,62 1,915 28,58 40,105 1.403
respecto a las que produce la teoría de la
viga es muy intensa en las proximidades 4 23,82 17,62 0,724 28,58 29,8 1.042
de la carga.
3 43,67 76,42 1,75 52,41 69,61 1.328
2. La separación de las tensiones reales
respecto a las que produce la teoría de la 5 43,67 23,21 0,531 52,41 69,99 1.329
viga se atenua mucho en la sección de
T.V.= Teoría elemental de la viga
empotramiento.
L.P.= Teoría laminar plegadas (99 arm.)
3. La línea de momento nulo, en la teoría
elemental de las vigas, se conserva Como se ve por el cuadro y la figura
bastante bien en la respuesta real del 5.3.44 en la sección cargada la distribución de
tablero. tensiones está muy polarizada del lado de la
CAPITULO 5· LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 3J1

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Fig 5343
PUENTES
Javier Manterola Annisen

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Distribución de tensiones longitudinales en la sección transversal
a) sección de empotramiento x = 60 m.
b) sección centro de vano x = 30 m.

Fig 53.44

carga, mientras que en la seCClOn de secciones de apoyo están solicitadas por dos
empotramiento la distribución de tensiones es tipos de cargas puntuales. Las tipo 1 que
prácticamente simétrica. Esto se debe a que actúan directamente en las almas y son del
aunque ambas secciones están solicitadas por mismo tipo que las 100 T. de la sección
cargas puntuales, su cuantía y rigidización de central, y la del tipo 2 que no son sino la
la sección es muy diferente. traslación de las fuerzas Nxy que actúan en
cabeza superior e inferior y que su itinerario es
En la figura 5.3.45 se representan estas a través de la viga riostra. Por tanto la
cargas. La sección central tiene una carga distorsión y alabeo de la sección central es
concentrada de 100 Tn. en el alma izquierda y mucho mayor que la de la sección de apoyo en
no tiene riostra transversal alguna. Las la cual es nula por inmovilización que produce
CAPITULO 5.- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMlGCIN

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Puente empotrado- apoyado


a) Distribución de tensiones longitudinales en el centro del vano
b) Líneas de influencia de tensiones longitudinales Ox en la sección del centro del vano para
una carga de 100 Tn, desplazándose en esa sección

Fig 5345

la viga riostra. En el caso de que éstas no aumentaría el desequilibrio entre las tensiones
existiesen las cargas N xy que actúan en cabeza longitudinales de la zona izquierda del cajón y
superior e inferior provinientes de la torsión de la zona derecha en la sección de apoyo.
del cajón, deberían trasladarse a los apoyos
deformando el marco de la sección transversal, Si examinamos la figura 5.3.46, donde
es decir, distorsionándolo. Este hecho representamos la distribución de esfuerzos
314 PUENTES
Javier JI/a!1/ero/a ArlJll5e!1

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Distribución de esfuerzos tangenciales N xy en distintas secciones transversales a lo largo de la luz

Fíg 5346
CAPITULO 5- LA SECCIÓN CAJÓN DE HORMIGÓN 315

tangenciales N xy vemos como su distribución Solicitación uniforme excéntrica


a 10m. de la situación de la carga es muy
parecida a la que produce la teoría elemental En las figuras 5.3.47 y 5.3.48 repre-
de la viga, figura S.3A2d, mientras que cerca sentamos la distribución de tensiones lon-
de la posición de la solicitación exterior está gitudinales en la viga cajón cuando la soli-
muy perturbada y es del tipo que ya citación es una carga uniformemente repartida
conocemos en el estudio de los cajones de 400 kg/n/ pero colocada con un des-
apoyados, puntos 2 y 3. En la sección de apoyo centramiento respecto al eje de 3 m.
central la distribución de N xy está un poco
distorsionada lo que repercute en la Como se puede apreciar en estas figuras,
distribución de 0 x a través de la deformación la diferencia entre las tensiones entre el lado
por esfuerzo cOliante.

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Distribución de tensiones longitudinales' -x' a lo largo


de la luz.

Fig 5347
316 PUENTES
Javier Manferola Armisen

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Fig.5.3.48
CAPITULO 5" - L4 SECCIÓN C4JÓN DE HORMIGÓN 317

izquierdo y el derecho de la viga es muy l. Como en el caso de las vigas cajón bi-
pequefío lo que indica un pequefío alabeo y apoyadas, las cargas puntuales son las
distorsión de la sección. La teoría elemental de que producen una perturbación mayor en
la viga aproxima bien la respuesta. la distribución de tensiones longitu-
dinales 0'x' Estas se separan mucho de
Esto ocurre a lo largo de toda la viga las que proporciona la teoría elemental
cajón salvo en las inmediaciones del apoyo de la viga en las inmediaciones de la
central donde la perturbación es muy elevada. carga.
Este hecho que queda perfectamente reflejado
en la figura 5.3A8b puede que no responda a la
realidad sino que sea consecuencia del modo 2. Esta perturbación es mas intensa que en
en que se ha materializado la viga riostra en el los tableros bi-apoyados pues el empo-
programa de láminas plegadas que hemos tramiento supone una reducción en la
utilizado para este estudio. relación ancho-luz.
La viga riostra se ha materializado en el
programa de cálculo por medio de barras 3. En la sección de apoyo la perturbación
inextensibles que son las de la sección de las tensiones longitudinales es mucho
transversal, mas una nueva barra que va del menor que bajo la carga puntual y esto es
nudo .3 al 4 y que evita la distorsión de la
debido a la presencia de vigas riostras y
sección. Además se han inmovilizado al giro
los seis nudos. Esta representación de la riostra la menor concentración de la solicitación
no es muy precisa pues aunque inmoviliza puntual en dicha sección.
perfectamente los nudos, introduce una
aximetría clara de comportamiento, que 4. La sobrecarga uniforme produce un
creemos es la causa de la perturbación local del
estado de tensiones. En la figura 5.3.44a incremento de tensiones muy pequefío
también se observa esta anomalía. respecto a la teoría de la viga.

Conclusiones
5. En general las conclusiones obtenidas en
Respecto a la influencia de la tableros bi-apoyados son aplicables a los
continuidad podemos sacar las siguientes contínuos con las limitaciones que
conclusiones: acabamos de hacer.
318 PUENTES
Javier A1anterola Armisen

Puente de Tina Menor

Cajón metálico
CAPITULO 6 - TABLEROS lvlETiÍUCOS Y MIXTOS 319

6.... TABLEROS METÁLICOS Y MIXTOS

La clasificación que hemos realizado medias, pues la deformación por esfuerzo


entre puentes de luces cOlias y medias y cortante de las chapas inferiores en estos
puentes de grandes luces para el caso de últimos, hace que se desperdicie bastante
tableros de hormigón, tiene un sentido acero. Únicamente, cuando se trata de tableros
diferente cuando tratamos con tableros curvos, la viga cajón tiene alguna ventaja, pues
metálicos. En este caso las secciones con vigas la falta de rigidez a torsión de las vigas doble
doble "T", o las secciones cajón, son aptas para "T" hace que se concentren las flexiones
alcanzar grandes luces. Así se puede pensar en longitudinales en las vigas exteriores, las más
un tablero mixto de 100 m de luz formado por alejadas del centro de curvatura del dintel.
vigas doble "T", lo que sería difícil de entender
en puentes de hormigón. Y esto es lógico, pues En el caso de grandes luces, en las
la gran luz, en hormigón, va asociada a vigas cuales, el aprovechamiento del material de
continuas, de inercia y canto constante o toda la sección está casi asegurado, se utiliza la
variable de sección cajón, construida por viga cajón, que determina una mejor
dovelas prefabricadas o "in situ". En acero no distribución del estado tensional longitudinal
existe ningún problema en dar continuidad a para el caso de cargas excéntricas, las cuales
las vigas doble "T", ni conferirles canto producen torsiones en la sección transversal.
constante o variable, o aumentar el área de las
cabezas para acoplarse a los esfuerzos que se En cuanto a la cabeza superior, esta
producen en cada punto. Por otra parte, los puede ser metálica -losa Oliótropa ó de
medios de puesta en obra son mucho más hormigón- tablero mixto. En general la cabeza
sencillos cuando se trabaja con elementos de superior, que constituye además el sopolie de
poco peso como el acero. la rodadura del puente, es bastante más barata
si es de hormigón, dejándose el puente
Los tableros en vigas doble "T" son, en totalmente metálico para casos especiales en
general, más económicos que los tableros las que se necesita reducir el peso propio
cajón cuando se trata de puentes de luces puentes móviles, de gran luz, etc. Fig. 6.0.01.
320 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

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Fig 600/

6.1.- Dintel mixto La losa superior, cuyo dimensiona-


miento suele venir fijado por la flexión trans-
Está formado por una o varias vigas en versal producida por la carga pennanente y la
"U" ó por una o varias vigas doble "T" las sobrecarga de utilización. La flexión longi-
cuales, con la cabeza superior, constituyen una tudinal del puente influye más en la resistencia
ó varias vigas cajón, ó un tablero de vigas del honnigón que en su dimensionamiento.
doble "T". Se cubren con una losa de
hormigón colaborante, conectada con las almas La rigidización longitudinal y vertical de
a través de conectadores. almas y losas inferiores, si las hubiera, las
cuales con el espesor de las chapas controlan la
Los elementos constitutivos son: resistencia a flexión y torsión del tablero.
CAPITULO 6- TABLEROS METIÍLlCOS y ML\TOS 321

El arriostramiento transversal tiene segundo es la disposición clásica que elimina


varias misiones, controlar y resistir el efecto de la distorsión en secciones cerradas. Este mismo
la carga exterior sobre la flexión transversal de arriostramiento ó su inverso también es válido
la sección así como la distorsión producida por para las secciones con vigas doble "T".
la solicitación excéntrica, controlar el pandeo
fuera del plano de las cabezas de compresión Entre los cordones superiores de las
de las vigas longitudinales y ayudar a impedir vigas se dispone una triangulación horizontal
la inestabilidad del alma. Puede ofrecer para resistir los esfuerzos de viento que actúa
muchas modalidades. En la Fig. 6.1.01 sobre el cuerpo de la viga, Fig. 6.1.02. El par
presentamos dos arriostramientos que se han que se forma entre acción y reacción necesita
hecho clásicos. El primero está formado por de un par vertical para equilibrar el sistema. La
una "H" que controla la distorsión de las vigas rigidez transversal, como marco, propor-
durante su montaje en obra y en servicio, cionado por el atTiostramiento realiza esta
además de prevenir el pandeo fuera del plano misión.
de las cabezas de las vigas doble "T". El

Fig 6/01

Fig 6102
322 PUE-NTES
Javier illal//erola Al'lll!S'el/

La triangulación horizontal superior, en los 12 m ó 14 m, anchura que corresponde a


el caso de tratarse de vigas cajón, le pro- una calzada de autopista o a una carretera
porciona también una cierta rigidez a torsión normal de dos carriles. Es la sección bi-jacena
que puede ser necesaria en las etapas de que ha tenido una enonne repercusión en la
construcción. realización de puentes bi-apoyados y continuos
en toda Europa.
En el caso de secciones mixtas cajón se
puede utilizar doble acción mixta, sin más que El tablero está formado por dos vigas
honnigonar y conectar la chapa inferior y el metálicas, doble T, que se solidarizan con una
honnigón en la zona de momentos negativos. losa superior de honnigón annado, la cual
Aunque menos frecuente, también se puede soporta el tráfico directo y sirve de cabeza de
utilizar la doble acción mixta con tableros compresión de las vigas longitudinales.
fonnados por vigas doble T. Fig. 6.1.03.
La separación entre estas vigas depende
6.1.1.- Sección transversal del tablero de la solución dada a la flexión transversal del
mixto. Vigas doble "T" tablero. En el caso de que esta flexión se
6.1.1.1.- Canto del tablero, separación resista únicamente por la losa de hormigón. La
entre vigas, losa de hormigón. separación estará cerca de

Son varios los parámetros que deter- a ~ O,4b


minan la configuración más adecuada para este
tipo de tablero y entre ellas, son las relaciones Con esta separación, normalmente la
geométricas entre los lados del tablero y el tipo torsión del tablero, resistida únicamente por las
de carga, las más importantes. dos vigas longitudinales a través de la torsión
no uniforme, está suficientemente asegurada
Si estamos tratando con tableros de sin un aumento muy significativo de la flexión
luces moderadas, menores de 30 a 40 m, la en cada una de las vigas. Con separaciones
separación entre las vigas puede oscilar entre más pequeñas entre las vigas longitudinales,
los 3 m y los 7 m. La solución mas económica con voladizos muy grandes, la torsión puede
para este tipo de luces es utilizar vigas doble T, quedar mal resuelta.
laminadas y de sección compacta.
Para que se verifique un adecuado
En la Fig. 6.1.04 representamos una desarrollo de la torsión no uniforme, teóri-
configuración clásica en los puentes mixtos, camente la sección transversal debe ser inde-
para una anchura típica de puentes como son fonnable, lo cual es el límite superior ideal

Fig 6103
CAPITULO 6- TABLEROS METAL/COS y MIXTOS 323

o 32[1 d = O 26M
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d
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Lo 2 SO b 7 00 o 2 SO -J

Fig 6104

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Fig 6105
324 PUENTES
Javier Monte/ola Armisen

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Fig 6105 bis

Una primera manera de asegurar Cuando es necesario controlar la acción


suficiente rigidez a la distorsión es disponer del viento durante la construcción del puente,
una viga riostra transversal entre dos rigi- no es suficiente con este aniostramiento
dizadores verticales de las vigas longitudinales. transversal, pues carece de rigidez horizontal
Fig. 6.1.üSa. Se establece así un pÓliico para enfrentar este efecto, razón ésta por la que
transversal que rigidiza la sección transversal y se dispone una triangulación entre los dos
controla el pandeo de las cabezas de cordones superiores e inferiores. En este caso
compresión de las vigas longitudinales durante la excentricidad de la acción del viento sobre
el montaje. Fig. 6.1.üSb. Durante la fase de esta triangulación se resuelve recogiendo el par
servicio colabora con la losa superior de entre las dos vigas longitudinales, activando el
honnigón constituyendo un pórtico transversal efecto pórtico transversal. Fig. 6.I.üsc.
más rígido.
La disposición habitual de esta
La separación entre estas vigas triangulación es en la cara superior, pues
horizontales suele oscilar alrededor de 1Ü m, entonces el pandeo de la cabeza superior de las
cada dos o tres alTiostramientos verticales de vigas longitudinales está más asegurado.
las almas. Se puede hacer un estudio
paramétrico, en cada caso, para detenninar su Si se dispone entre las cabezas infe-
inercia y situación exacta. riores, se le confiere a la sección transversal
CAPITULO 6- TABLEROS METAucos y Ml>"70S 325

/ / / / / / / / A , " t ' / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / ¡ ( ';(// .// / / / /

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Fig.6106

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::1 '= I
e

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Fig.6107

una rigidez a torsión muy notable cuando se de la losa resulta demasiado importante. Fig.
realice el hormigonado de la cabeza superior. 6.1.07.

El pÓl1ico transversal constituido entre


Un alTiostramiento transversal más
vigas transversales y la rigidización ve11ical de
eficaz pero de elaboración más complicada
las almas es suficiente para la estabilidad
consiste en triangular el rectángulo fonnado
durante la construcción.
por las dos vigas longitudinales. Fig. 6.1.06.
La separación entre las vigas
En el cordón superior o inferior de esta transversales responde a la capacidad de
triangulación se puede disponer una flexión de las losas de hormigón, generalmente
triangulación horizontal para enfrentar al de .3 m a 4 m para que sus espesores no sean
viento y obtener así las ventajas señaladas en la demasiado imp011antes, lo que hace que la
configuración anterior. cuantía de acero aumente sustancialmente.

En cuanto a los espesores de la losa de


Una tercera fonna de vincular las dos
honnigón dependen de su luz libre de flexión.
vigas longitudinales, es disponiendo vigas
En general no debe sobrepasar los 32 cm en su
transversales conectadas con las vigas
apoyo sobre las vigas y de 25 a 28 cm en el
longitudinales. Esta disposición, con voladizo
centro del vano. Si las luces que se utilizan
exterior o no, se dispone cuando se trata de
producen esfuerzos no soportables por estos
establecer grandes distancias entre vigas
espesores, se debe acudir a disponer una
longitudinales y entonces la flexión transversal
326 PUENTES
Javier Mall/erala Arlllisell

sección con la de la Fig. 6.1.06 con la primer lugar, por grúas o empujado, para
disposición de una viga longitudinal después hormigonar la losa, ya sea utilizando
intermedia, apoyada sobre la triangulación de prelosas como encofrado o bien utilizando un
an'iostramiento transversal o a las carro móvil superior que se mueve sobre las
disposiciones de la Fig. 6.1.07. vigas metálicas.

Resolver el problema de la flexión En cuanto al dimensionamiento de este


transversal aumentando mucho los espesores tipo de secciones, junto con las características
de la losa de hormigón produce un aumento que hemos expuesto conviene añadir que la
considerable de la flexión longitudinal del relación canto/luz suele oscilar alrededor de
tablero.
c/L - 1120
En cuanto a la utilización del pretensado
Esta relación está sujeta a diversas
o no del tablero de hormigón para hacer frente
variaciones. Siempre se pueden realizar
a los fuertes momentos negativos que aparecen
secciones más esbeltas, con tendencia a c/L -
en la losa superior, encima de los apoyos, el
1125 o incluso 1130 cuando se emplean
criterio ha variado a lo largo del tiempo, desde
secciones compactas. Cuando se utilizan
los partidarios de pretensar la losa bien antes
secciones no compactas, disponer dinteles muy
de la conexión con las vigas longitudinales
esbeltos conduce a planteamientos menos
metálicas o bien después de la conexión, a los
económicos, con más cantidad de acero y más
partidarios de utilizar exclusivamente arma-
flexibles. Con cantos mayores se obtienen
dura pasiva. Pretensar la losa antes de la
generalmente cuantías más pequeñas.
conexión, tiene como inconveniente el del
manejo de losas especialmente grandes y el
Cuando las luces son grandes, mayores
hecho de que la transmisión de carga de
de 35 m, la sección transversal de doble viga,
pretensado a las vigas metálicas, que se quiera
se mantiene como la sección más adecuada.
evitar con la desconexión inicial, la fluencia y
Se abandona la utilización de vigas de
la retracción del hormigón la hace inevitable
laminación compactas, que resultan antie-
en el tiempo, aunque en cuantía algo menor
conómicas, y se utilizan vigas doble "T" fle-
que si el pretensado se realiza con el hormigón
xibles. Todo lo señalado en cuanto a la sepa-
conectado al acero desde el principio.
ración entre vigas longitudinales y espesores
de losa, cuando tratábamos de los puentes de
Razones estas por las cuales se ha vuelto
luces moderadas es igualmente aplicable a este
a utilizar armadura pasiva, en cuantías
caso.
imporiantes no solo para resistir la carga sino
para controlar la fisuración.
Cuando las anchuras del tablero
La doble acción mixta, Fig. 6.1.03 no aumentan, se pueden mantener las dos vigas
era muy frecuente en este tipo de tableros por longitudinales pero su canto óptimo debe
la dificultad de ejecución de la losa inferior. crecer a valores próximos a c/L - 1115, para
Sin embargo recientemente empiezan a apa- anchuras de más de 20 m. En este caso el
recer una serie de tableros formados por losa mantenimiento de la relación a/b - 0,4 puede
superior e inferior de hormigón y solo las dar lugar a espesores demasiado grandes de las
almas son metálicas, bien de chapa rigidizada, losas de hormigón. Para mantener este peso
de chapa plegada o de celosía y pretensado controlado, se suele recunir a la disposición de
interior, recto o quebrado, con desviadores una nueva viga longitudinal, secundaria, que se
adecuadamente dispuestos siguiendo criterios apoya en la rigidización transversal, Fig.
del pretensado exterior. La estructura metálica 6.1.06. Las relaciones entre a y b deben
hace el papel de un chasis que, junto con reajustarse a la nueva disposición de los
completar su trabajo como constituyente de la apoyos de la losa. En la Fig. 6.1.07, se
viga cajón que se forma, hace el papel de una representa otra solución para resolver el tablero
autocimbra. El formidable puente de Bras de la en el caso de grandes anchuras de puente,
Plaine de 280 m de luz, se ha construido de consistente en la disposición de una viga
esta manera. transversal conectada con el tablero, viga que
puede ser una doble "T", como la de la figura o
Desde el punto de vigas de la una celosía, si se trata de muy grandes
construcción, el tablero metálico se monta en distancias entre estas vigas. La solución
CAPITULO 6- TABLEROS METIÍUCOS y MIXTOS 327

obtenida es excelente, con una óptima rigidez En este caso es mejor acudir a tableros
transversal de la sección y una buena respuesta de 3, 4 ó 5 vigas longitudinales, Fig. 6. 1.08,
longitudinal y transversal del tablero. La con separaciones de vigas que oscilen
cuantía de acero utilizada es adecuada. En el alrededor de los 3 m y losas de hormigón con
caso de que los voladizos sean importantes, cantos alrededor de 25 cm.
como ya hemos dicho, lo cual ocurre en
tableros anchos y cuando se quiere promediar En el acceso al puente del Escudo se
bien las leyes de momentos transversales, las disponen 6 vigas longitudinales doble T de
vigas transversales se prolongan al exterior en 1,45 m de canto para soportar un tablero de 32
la forma de ménsulas metálicas. m de anchura y luces de 15,5 m. Fig. 6.1.09.

Cuando se trata de tableros muy anchos El dimensionamiento de este tipo de


y de luz pequeña utilizar bi-jacenas resulta tableros y separación de vigas y tamaño de
poco adecuado pues el tejido transversal de voladizos sigue los criterios del puente bi-
vigas que puenteen la losa entre las vigas .lacena.
longitudinales resulta muy costoso.

d = O 26n

o 1 65 b 2 90 --+-a--- b =2
f - s - - - - - - - - - - - - - - 12 00 - - - - - - - - - - - - - - e > <

Fig 6108

Fig 6109
328 PUENTES
Javier Jvfan/ero/a Annisen

6.1.1.2. Vigas nidos en cuenta pues la plastificación de la


sección y su capacidad de rotación eliminan
Las vigas pueden ser compactas o no estos efectos. De la misma manera no es
compactas. necesario sumar separadamente los esfuerzos
provenientes de las distintas solicitaciones que
6.1.1.2.1. Secciones compactas se producen en las diferentes etapas de
construcción. La suma total mayorada es la que
Las vigas compactas son aquellas cuyas plastifica la sección.
cabezas y almas tienen suficiente rigidez para
que se pueda desarrollar la plastificación total La conexión entre el hormigón y el
de la sección y una adecuada rotación sin que acero debe diseñarse también para la
se produzca ninguna pérdida de resistencia solicitación y el cortante último máximo si
debida a pandeas locales. Fig. 6.1.10. queremos que toda la sección mixta llegue a la
rotura. La sección de hormigón a utilizar, en
La distribución del estado tensional este caso, será aquella en que tenga en cuenta
longitudinal elástico desemboca en el plástico su anchura eficaz, que es mayor que la elástica,
con el incremento de la solicitación. Los del orden del doble, debido a que la
momentos debidos a la temperatura, retracción plastificación del homligón y su defonnación
y en general todos los que provienen de correspondiente, activa zonas más alejadas de
deformaciones impuestas pueden no ser te- las almas.

c··.,------------,.··, .. O 85 fck/y c
'1
L _ _
rl
_ _.1 ...1. .]
fy/Yo
--~-------------------

f n

Estado tensional elastico plostico

C •• . , - - - - , , - - ; ; - - ; ; - - - - ; ; - - . . . . , - - , •• ,
t1 rl

L •• _. • • O ~ ~ ~~~ ._._._._.J~~~2~i:~~~__. __ ._
f.n
M

_.__ !xl:_~ _
Estada tensionol plostico

Fig 6JiO
CAPITULO 6- TABLEROS METIÍUCOS y MLYTOS 329

6,1.1.2.2. Secciones no compactas las deformaciones impuestas de temperatura,


fluencia y retracción, y las acciones exteriores
Cuando las secciones, su alma y las actúan sobre secciones de características
cabezas, no son lo suficientemente rígidas diferentes, Fig. 6.1.11.
como para que se pueda producir la total
plastificación de la sección sin que se Las almas son delgadas y es necesario
produzcan fenómenos de inestabilidad y proceder a su rigidización transversal y
tampoco se pueda producir la capacidad de longitudinal para evitar su puesta fuera de
rotación suficiente, las secciones se denominan servicio por pandeo ante estados de carga
no compactas. pequeños. Se establece entonces una dialéctica
entre secciones de alma muy delgadas, de poco
Esta falta de capacidad de redistribución peso, que exigen una fuelie rigidización, con
hace que no se pueda obtener la solicitación gran coste de trabajo en taller o almas algo mas
total, como suma global de todas las gruesas, de más peso, y menos necesitadas de
solicitaciones existentes, como OCUlTe en las rigidización.
secciones compactas, sino que es necesario
tener en cuenta que el proceso constructivo o

+ +

Es todo tens ¡ano I Secc de acero Secc tato I Acc iones deb idos Totales
Acc iones ex ter i ores defornaciones inpuestos

Fig 6JIJ

Fig 61.12
330 PUENTES
JOI'Ii?r A1tmlerolo AnlllSell

La rigidización veliical del alma, dispuesta Cuando la flexión aumenta se produce el


por un solo lado de la sección puede utilizarse pandeo de una zona del alma. Esa zona pierde
desde esbelteces d/t > 50 hasta esbelteces del su capacidad de transmitir tensiones y el estado
orden de 200. En el caso de esbelteces mayores tensionallongitudinal se debe redistribuir hacia
se suele necesitar además una rigidización los bordes produciéndose un máximo en los
horizontal para poder controlar la defOlmación bordes longitudinales rigidizados y un mínimo
debida a la flexión y el cortante, Fig. 6.1.12. en la zona pandeada, Fig. 6.1.13.
6.1.1.2.2.1. Almas con rigidización transversal
únicamente El planteamiento normalmente utilizado
para tener en cuenta el comportamiento
Cuando actúa únicamente un momento postcrítico del alma de la viga sujeta a flexión,
flector la sección se comporta con una consiste en suponer que de la sección
distribución tensional lineal siempre que transversal se elimina la zona pandeada y así se
alguna zona comprimida del alma no pandee. organizan las instrucciones nacionales.

f n

Fig 6lJJ

o t fa
I I

d 1 O \

o) b)

e)
CAPITULO 6- TABLEROS METAucos y MIXTOS 331

Bajo un esfuerzo cOliante las almas La magnitud y extensión de este campo


experimentan un estado tensional que se diagonal, que no tiene por que seguir
manifiesta en tensiones principales diagonales exactamente la normal a la componente de
a 45°, Fig. 6.1.14a. Cuando la carga aumenta compresión, se extiende a lo ancho de una
las tensiones principales y en particular su determinada magnitud "g" y según un ángulo
componente de compresión hace pandear el "0". Una parte de estas tracciones se
alma, Fig. 6.1.14b. Bajo un incremento de equilibran con las que aparecen en los paneles
carga exterior las tensiones de compresión no vecinos y el resto se tiene que equilibrar
aumentan sino que pel111aneCen prácticamente flexionando las cabezas de la viga "Pratt" que
constantes y son únicamente las tensiones de se forma. De manera que las cabezas de la viga
tracción las que crean un campo diagonal de están sometidas a estas flexiones y a los
tracciones que son las únicas que aumentan. Al esfuerzos axiles provenientes de la flexión
comportamiento normal de un estado tensional general de la viga.
tangente se le añade un comportamiento como
viga "Pratt", solo posible cuando existe una Entre estas flexiones y los axiles se
rigidización vertical que hace el papel del produce el agotamiento de las cabezas con la
montante de esta viga en celosía y que debe aparición de rótulas plásticas que desen-
resistir la componente vertical de este campo cadenan la rotura de la viga por cOliante, Fig.
diagonal, Fig. 6.1.14. Esta es la razón por la 6.1.15 su valor va a depender de la rigidez de
cual la capacidad de carga a cortante de una las cabezas.
viga se obtiene como suma de los dos efectos,
plastificación del alma por cortante y campo
diagonal de tracción.

Zono plostificodo

Rotulo plostico

Rotulo plostico

Fig 6115

Bajo el efecto combinado de un cabezas superior e inferior de la viga. No se


momento flector y un esfuerzo cOliante considera en este punto la contribución del
mayorado la rotura de la viga se establece a campo diagonal de tracciones.
través de diagramas de interacción, Fig. 6.1.16
(RPX-95).
En la zona CD se supone que se verifica
toda la resistencia a flexión de la viga, almas
El punto A conesponde a la rotura por
incluidas, y que además puede resistir un
cOliante exclusivamente. La zona entre B y C
cortante de valor mitad del que agota el alma.
conesponde a la rotura por cortante y flexión.
Siempre que la solicitación mayorada de
En esta zona se supone que el punto B
cortante y flexión caiga dentro de esta curva la
representa que el alma resiste sola el cortante y
seguridad de la viga a rotura está satisfecha.
que la flexión es resistida únicamente por las
332 PUENTES
Javier Manterola Armisen

o
Mf, Rd M
Fig.6J16

En el panel extremo se presenta un 6.1.1.2.2.2. Almas con rigidizadores longitudi-


problema particular al no existir un panel nales y transversales
vecino que compense las tracciones del campo
diagonal que hemos visto se producen entre Cuando la esbeltez de las almas es
paneles intennedios. grande, d/t entre 200 y 400 es necesario añadir
rigidizadores longitudinales a los transversales
El rigidizador transversal extremo se para prolongar la capacidad resistente a flexión
encuentra sometido a las flexiones producidas y cortante.
por el campo diagonal y la compresión
producida por la reacción. Se produce entonces En la Fig. 6.1.18 se representa la
una tercera róhlla, Fig. 6.1.17a que es la que evolución del estado tensional longitudinal de
desencadena la rotura de la viga. una viga solicitada únicamente a flexión con
un rigidizador longitudinal en la parte
El valor de la contribución del campo comprimida de la viga. En la zona del
diagonal a la resistencia del cOliante no se rigidizador, el alma de la viga se mantiene el
tiene en cuenta en el panel extremo. Para estado tensional lineal creciendo con la
tenerlo en cuenta se puede disponer un panel solicitación, mientras que en sus zonas
posterior, Fig. 6.1.17b, que evite la fonnación próximas, pandeadas, el estado tensional se
de la rótula plástica del montante veltical. congela en valores muy pequeños. Este hecho
determina que el cálculo de la capacidad
En presencia de esfuerzos axiles y
resistente a flexión de la viga se obtenga
momentos torsores la nonnativa vigente reduce
eliminando las zonas pandeadas de la viga
los valores de V Rd, M Rd Y Mf~Rd con el fin de
cuya situación depende de la de los
utilizar la misma curva de interacción, Fig.
rigidizadores longitudinales y de las carac-
6.1.16.
CAPITULO 6- TABLEROS METAucos y lvDJt'TOS 333

Zona plastificada
o

Rotula plastica I
d
7

T
Rotula plostico o) b) I

Fig.6117

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..""''''''.'...''''.'''-'......_..--_'''''''-''_'''._..''....--_..",.,-,-,'_',-,-,','.",._'.',..'.-.-' :,::,7·:'_,_.:..:_::::.::::_-:.]=
f n

Fig.6118

b ~ 24 t f, V355/f y b f, ~ 7 5 t f, V355/f y

< 28
~
t wV355/f y
__,_,_. __ ,_,_,_.
ala ca~prif1ida

I
L._,J:!'. __ .
I
I
I
¡
I

!
I

~ 20 tr,--l.__n..-

Fig 6119
334 PUENTES
Javier lvIan/erola Annisen

terísticas geométricas de la viga y resistentes 6.1.1.3 Dimensionamiento del alma y alas


del material. de las vigas

Cuando se le solicita a cortante Para establecer un dimensionamiento


únicamente la máxima eficacia del rigidizador previo de la sección será necesario obtener, en
longitudinal se obtiene cuando se sitúa en el primer lugar, las solicitaciones y los esfuerzos
eje del alma pues entonces las dimensiones que actúan sobre la sección en cuestión.
geométricas de los paneles son iguales. Si la
rigidización longitudinal se traslada a la zona En cuanto a la detenninación de las
comprimida de flexión, para mejorar la solicitaciones, las conespondientes a la losa de
respuesta ante esta solicitación, la capacidad de compresión conviene seguir las indicaciones
resistencia a cortante disminuye en los paneles de 6.1.1. que detennina la geometría acon-
mas grandes y aumenta en los mas pequeños. sejable. El resto de la carga de peso propio
Una vez que el panel mas grande pandea puede empezarse suponiendo que el acero va a
pierde rigidez y los paneles adyacentes deben pesar del orden de 150 kg/m2 (L < 50 m) a 250
compartir la carga no recogida por este panel. kg/m2 (L > 50 m).
En el panel pandeado se produce el campo de
tensiones diagonal dentro de sus dimensiones y aunque estos valores puedan variar en
geométricas que aumenta su capacidad de la realidad, su cuantía complementaria va a
carga. Se entiende entonces que el com- producir esfuerzos insignificantes con respecto
portamiento que se produce después del al producido por el resto de las cargas. En
pandeo de uno de los paneles es mucho mas cuanto a la carga muerta su determinación
complejo que el que se produce en almas sin depende de la funcionalidad del puente, lo
rigidizadores intennedios. mismo que la sobrecarga de utilización.

Se han planteado varias teorías de Con esta aproximación de la carga total,


cuantificación de la resistencia a cortante. se puede estimar rápidamente, en función de la
Desde las que propugnan que la resistencia a tipología elegida, la cuantía del momento
cortante última sea la suma de la resistencia a flector y esfuerzo cortante en las secciones
cortante de cada uno de los paneles mas la significativas, centro de vano, apoyos, cuartos
proporcionada por el campo diagonal de de la luz.
tracción que se produce también en cada uno
de los paneles, a la que finalmente se adopta, 6. 1. 1.3. 1. Secciones compactas
mas conservadora, de que la resistencia del
alma hasta el pandeo corresponde a la tensión Para una sección compacta, y sin otros
de cortante de rotura conespondiente al panel rigidizadores transversales que los situados en
mas débil, extendiendo esta tensión a todos los apoyos, Fig. 6.1.19, la altura de la chapa del
paneles, a la que se suma un campo diagonal alma entre la fibra neutra y la palia inferior de
único que es el que se produciría si no la cabeza de compresión será menor o igual
existiesen rigidizadores horizontales, criterio que
este último adoptado por la RPX-95.

La existencia de rigidizadores hori-


zontales produce un incremento de la carga de
mi :S 28t w ¡r- 55
-.
Jv
(BS5400)

d . 45617
rotura a cortante, respecto al que tendría si no - < paraa,2: 0,5
existiesen rigidizadores longitudinales, en que tw - 13a-l
la tensión utilizada en el cortante resistido
hasta el pandeo conesponde a las dimensiones
del panel mas grande de entre los que se divide
el alma, tensión que siempre es mayor de la d 41,517
que tendría el panel si no existiesen - :S - - paraa < 0,5
rigidizadores longitudinales. tll' a
Bajo la acción conjunta de la flexión y el
cortante se utiliza el mismo diagrama de
interacción descrito en el apartado 6.1.1.2.2.1.
con 17 =
fJ! -.-
55
J)'
CAPITULO 6 - TABLEROS METALlCOS y MIXTOS 335

Por otro lado la altura total


será igualo menor que a:
g del alma
5181¡, t fv
S5
.

d :::;165. t", t.5 .


.Iv
(BS5400) En cuanto a la cabeza de tracción, su
vuelo desde el alma será menor que

d:::;lOO t", J3S.. 5 (RPX -95) :::; 20t/2


fv
y la distancia entre almas, en el caso de
La cabeza de compreslon, si no está una viga cajón será
conectada a losa alguna de hormigón tendrá
unos voladizos menores

b¡, 57,51 1, r;5 (BSS400) Cuando un seCClOn cumple estas


condiciones puede considerarse compacta y
por tanto el momento último produce la
b/1 :::; lIt !J 77 para perfileSlaminadOS} plastificación total de la sección según se
RPX-95 indica en la Fig. 6.1.10. Por tanto con los
esfuerzos obtenidos en los tanteos previos se
b/1 :::; 1Ot /1 77 paraperfilessoldados pueden detenninar las cabezas de compresión
o de tracción sin más que suponer que entre
ellas, a su carga límite, se resiste la flexión
y si se trata de una seCClon cajón el exterior. Este procedimiento es excesivamente
ancho de la cabeza de compresión entre almas conservador pues la plastificación del alma
será ayuda bastante al momento último. De la

b 5 241 h

b-3t
t 55
.
fv
(BS5400)
misma manera se puede suponer el cortante
total actuando sobre el alma, exclusivamente, a
una tensión de rotura de

_---=-1.::...2 :::; 3877 para perfil laminado hueco


t
h
b:::; 38t /2 77 6.1.1.3.2. Secciones flexibles - no compactas
a) Almas sin rigidización longitudinal
Para que las cabezas conectadas al
En este caso la zona comprimida del
honnigón se considere que son compactas, la
alma no será mayor que
separación entre conectadores en dirección
transversal es menor que
355
mi :::; 82,5t", (BS5400)
fvw

y en la dirección de la compresión y la altura total del alma

5 121¡, J35S (BS5400)


.1;,
En el caso de que los conectadores estén
distribuidos al tresbolillo
336 PUENTES
Javier Manlerola Arlllisen

ay la máxima tensión del ala en estado límite


d::;1601", ~355
-. (a) último.
1;.
b) Almas con rigidización longitudinal y
ó ~355
d::; 2401", - , (b) RPX-95 transversal
JI'
Aunque no se fija el espesor del alma, se
d::; 2001 ~35. 5
'" J'
(e) recomienda no reducir más allá de
J'

d ::; 450t w (BS5400)


(a) zona de apoyo de vigas continuas donde
coinciden valores importantes del
momento y el cortante.
(b) zona de centro de vano de vigas
d::; 250t w
(J!I
-
55
y
(a)

isostáticas o continuas con poco esfuerzo d ';3S0t w PS.5 (b) RPX -95
cortante. Iv
(c) zona de apoyo de vigas isostáticas.

En cuanto a las cabezas de la viga, la


(BS 5400) establece que cuando la cabeza está
d::; 300t w
(J!Iv
-.
55
(e)

comprimida la distancia entre el alma y el


donde a), b) y c) tiene el mismo significado
borde libre de la cabeza será
que en las almas sin rigidización horizontal.

!!!55
::; llt ti - .
(jI'
Por otro lado la BS 5400 hace las
siguientes consideraciones complementarias,
Fig. 6.1.20.

Siendo ay el menor valor del límite


elástico del material del alma ó 1.5 ay siendo

<:" 0.2 d
w ~ 65 lwV355/f y
zono ol1pril1ido

<~ 100 t w\/355/f y


f.n

Fig. 61.20
CAPITULO 6.- TABLEROS METJÍUCOS y lvfL\TOS 337

En cuanto al espesor del alma


La distancia entre el primer rigidizador
en la zona comprimida del alma y la parte
inferior de la cabeza comprimida será el valor
Q(mayorado) 1
tw=-=--'----=-------"----
menor de d fl' I
J3P
_ 65
< . tvl! P.S.fl'.5 donde p es un valor que depende de la
distribución de los rigidizadores transversales
:::; O,2d y longitudinales, si los tuviera, y del tipo de
material ver RPX-95, 6.3.3.2.2.
Para paneles intermedios totalmente
comprimidos la altura entre dos rigidizadores Si el centro de la sección lo dimen-
será sionamos el con mismo criterio, las cabezas
estarán sobredimensionadas pues la parte del
alma traccionada, generalmente importante en
<; 100tw ps.. s
fl'
vigas mixtas contribuye muy sustancialmente a
la cuantía del momento de rotura de la sección.

6.1.1.4.- Rigidización y diafragmas


y para paneles totalmente traccionados,
o con zona traccionada y zona comprimida, la
A la rigidización longitudinal y trans-
altura será
versal de las almas se les confiere el papel de
aumentar la capacidad de resistencia a cortante
y flexión de la viga así como mantener
:::; 165tw controlada la deformación transversal de los
cordones comprimidos. El diafragma no es
sino una rigidización transversal de la viga a la
Para obtener el dimensionamiento, de que se encomienda, además, la rigidización de
las cabezas y almas se parte, como en el caso la sección transversal del tablero, contri-
de la sección compacta, de los momentos y buyendo a su capacidad de repmio transversal,
esfuerzos cortantes calculados según la de torsión y de control de la distorsión. Dentro
aproximación señalada. de los diafragmas hay que distinguir los
diafragmas de apoyo, los cuales reciben las
Para el dimensionamiento, los puntos reacciones de los soportes del puente y los
que conviene tomar como referencia son el B y diafragmas intennedios.
el C del diagrama de interacción de la Fig.
6.1.16. 6.1.1.4.1.- Rígídízacíón del alma

El punto B nos debe servir para ajustar Las hipótesis consideradas en el cálculo
las dimensiones de cabezas y almas en los y dimensionamiento de la sección transversal,
apoyos de las vigas continuas donde existen establecía la indeformabilidad de los contornos
flexiones y cortantes importantes. de los distintos recuadros que los rigidizadores
longitudinales y transversales introducen en las
Con el momento mayorado, dividido por chapas del alma, y esta indefonnabilidad del
el intereje entre las cabezas se obtiene la carga contorno debe realizarse hasta los estados
de rotura de las mismas y su área. últimos de resistencia. Para que esto se
verifique se establece una condición de rigidez
' M (mayorado) 1 mínima a conferir al rigidizador.
A rea = ---::----:::...--.--:..
d fl' Ir Por otro lado la rigidización está
sometida a una serie de esfuerzos exteriores
Como se ve no se hace contribuir al que debe resistir. Por tanto la detenninación de
alma en la resistencia a flexión. los rigidizadores debe cumplir dos condicio-
338 PUENTES
Javier Man/erola Annisen

nes, una condición de rigidez y otra de Por otro lado esta compresión se supone
resistencia. centrada con el centro de gravedad del
rigidizador y la parte del alma correspondiente,
La condición de rigidez mínima viene para los tramos intennedios del rigidizador,
detenninada en los distintos códigos nacio- cuya flexión lateral queda eliminada por la
nales y siempre se refiere a una proporción de indeformabilidad de los rigidizadores trans-
la rigidez del alma versales.

También están sometidos a los esfuerzos


de flexión transversal cOlTespondiente a la
presión del viento y a las imperfecciones
locales. En el caso de puentes curvos se deberá
de las dimensiones geométricas y de la someter a su vez a las cargas transversales que
separación entre rigidizadores, etc. Al ser una se producen por la curvatura en planta.
condición de indefonnabilidad de los con-
tornos, cuanto mayor sea la inercia de la chapa Los rigidizadores transversales están
mayor debe ser la del rigidizador. sometidos a las siguientes acciones. La
compresión veliical del campo diagonal de
Las condiciones de resistencia de los tracciones, aplicada en el eje del alma, que se
rigidizadores longitudinales se establecen en produce en el estado postcrítico de resistencia
función de las acciones que existen sobre ellos. del alma, Fig. 6.1,21. A una serie de cargas
Se suponen rígidamente apoyados en los transversales, que producen flexión, debido a
rigidizadores transversales que detenninan, por los siguientes efectos, viento, CUlvatura en
tanto, su longitud de pandeo. Están sometidos planta del alma, efectos debidos a im-
a distintas cargas. Una compresión, centrada en perfecciones de la chapa metálica y a los
el eje del alma, correspondiente al estado transmitidos por los rigidizadores longitu-
tensional longihldinal de la sección trans- dinales, en el caso de que estos existan.
formada, para aquellas zonas del rigidizador
longitudinal situados en el borde de la viga.

i----------:;"..--rr----------j-·----------------------------------- --------- No

~
--~------------------------------------------------------------------------
. . . . . . + ••••••••••• _-------
NI
~

ESFUERZOS AXI EN EL RIGIOIZAOOR VERTICAL

Fig 6.121
C4PITULO 6 - TABLEROS MEl/iLJCOS y MIXTOS 339

Además habrá que tener en cuenta los


esfuerzos transversales correspondientes a la
flexión transversal de la sección del tablero, I
sometida a las cargas exteriores entre las que
se debe incluir la carga puntual veliical
correspondiente a la acción de las ruedas del
tráfico. La longitud de pandeo considerada
para el rigidizador es el 80% de la altura total
del alma.

La separaclOn a que suelen disponerse


los rigidizadores transversales está entre d y
2d, perdiendo efectividad cuanto mas
separados estén y obligando a la rigidización
longitudinal y a las almas a un aumento
importante de su inercia para mantener su
eficacia. Estos rigidizadores intermedios
frecuentemente no se sueldan a la chapa
traccionada, Fig. 6.1.22.

6. 1. 1.4.2. - Diafragmas

Además de servir como rigidizadores


transversales cumplen la misión de controlar la
deformación transversal del tablero tanto en la
etapa de construcción como la de servicio y en
esta fase ayudar al reparto transversal de
cargas.

Generalmente son de dos tipos. Los


constituidos por un pórtico transversal, Fig.
6.1.23a o los fonnados por una triangulación, I I
Fig. 6.1.23b. Su separación suele ser del orden
de 8 ó 10m y nunca mayor de 4d. Fig 6122

] - [ J1ZS[ JJS21
o) b) e)

Fij;.6123

A la rigidización transversal se le añade En el caso de que se ponga una triangulación


una triangulación superior, Fig. 6.1.03, que inferior, caso poco frecuente, se le proporciona
permite resistir las fuerzas horizontales de a la sección una rigidez a torsión muy
viento durante la construcción y mientras la considerable y útil en el caso de que el tablero
losa de hom1igón no está construida. Cuando la sea curvo en planta.
losa está realizada, la triangulación es inútil.
340 PUENTES
Javier Manlerola AI/nisen

~::_:-'~.J ---~::::::::::::::::::::::::::::::::V::::::::::::::::::::::::::::::::--- _"..:~

Fig 6J24

No/R
N
Fig 6125

Las acciones que solicitan a estos dia- En el caso de puente curvo en planta se
fragmas son las conespondientes a los de un ri- produce un doble efecto, una sobrecarga de la
gidizador transversal cualquiera mas las co- viga exterior producida por la curvatura en
lTespondientes a la flexión transversal de la planta que se obtiene por los modelos
sección, muy incrementadas respecto a los rigi- habituales de cálculo y que en el caso de
dizadores transversales nonnales, por la pre- tablero bi-apoyado y bajo sobrecarga unif0l11le
sencia de los travesaños intermedios, Fig. se convierte en un incremento del momento
6.1.24. flector en la viga exterior de valor

Resulta evidente que en los conectadores


existentes entre viga y losa se producen es-
fuerzos de tracción vertical como consecuencia
del momento flector que experimenta esta sec-
ción por la rigidez al giro que le proporciona el siendo 1 la luz del puente, R el radio de
travesaño transversal. Este efecto se produce curvatura central y b la distancia entre las
también, aunque en menor medida, en los vigas, Fig. 6.1.25.
rigidizadores transversales normales.
CAPITULO 6.- TABLEROS METÁLICOS Y MIXTOS 341

En cuanto a los rigidizadores verticales


y los diafragmas transversales se ven
sometidos a una carga transversal de valor t 11 11 11 t
Na
siendo a la distancia entre los
R'
rigidizadores transversales.

En el caso de los diafragmas de apoyo,


además de los esfuerzos que ya hemos descrito
en los diafragmas nonnales, tenemos como
solicitación mas importante la reacción de
apoyo. El diafragma se considera a estos
efectos como una columna con carga igual a la I

cOlTespondiente a la reacción del apoyo y


altura de pandeo, la del alma. Fig. 6.1.26.

6.1.1.5.- Pandeo transversal del cordón


comprimido

En el caso de que no esté sufi- / / /

1\
cientemente an"iostrado, el cordón comprimido
de las vigas puede pandear en su plano, bajo
los efectos del axil variable a que lo solicita la
flexión general del tablero. Este efecto solo se
puede producir en aquellos cordones situados Fig 6126
en la parte inferior de la sección, en los
dinteles continuos y en la proximidad de los

Fig 6127
342 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

apoyos. En esta zona la distancia entre los trata de una pieza, de características constantes
diafragmas no deberá ser mayor de 8 m y o variables, sometida a una compresión
cumplir la condición variable, el axil que la flexión produce en el
cordón inferior, y está estabilizada por una

~b~ E. ~95)
serie de muelles transversales cuya rigidez
LD ,,; 0,2 (RPX depende de la del marco, constituido por la
-v3 Iv sección transversal del puente. Este marco está
formado por la losa de hormigón y el
donde rigidizador transversal mas la parte de alma
que le está asociada. Cuando exista diafragma,
LD distancia entre diafragmas será el correspondiente a su propia
configuración, Fig. 6.1.27.
b ancho del ala comprimida
El cálculo de la rigidez de los muelles
1;, límite elástico del acero del ala
transversales se determina obteniendo la
comprimida
relación entre P y 8 según los distintos
Los cordones comprimidos superiores modelos de sección transversal posible, Fig.
están suficientemente arriostrados por la losa 6.1.28. Se supone nula la rigidez transversal de
superior a la cual está unida por los la sección cuando no existen ni rigidizadores ni
conectadores. Unicamente estos cordones diafragmas.
deben ser objeto de comprobación durante las
fases de construcción, cuando el tablero aún no El primer modo de pandeo del cordón
está bien fraguado, aunque sí colocado. inferior comprimido de un tablero continuo
toma la forma representada en la Fig. 6.1.29.
El problema de cálculo es simple. Se

p I)........L~ __ P p p
--"""'-'--1)

- - -

~j~p ~j~p j
1) 1) 1)

Fig.61.28
CAPITULO 6- TABLEROS METALICOS y MIXTOS 343

--\
~:: ... :

_._. +i~I-'
APOYO
_. - ._._. -_. -1- _. _._. -- -- _. _. -. _. _. _._._. _. _. -. . _. _. .--_._. _. _. _. _. _. _. -- -'- -- _.- _.

\ 1/
~-------------
..
./

Fig 6129

6.1.1.6.- Modelo de cálculo de los tableros nación apriorística viene en todas las nonnas,
de vigas doble "T" en función del estado de cargas y el tipo de
apoyos. Estas dimensiones sirven para
La modelización del tablero mixto de detenninar el área y la inercia de eje
dos o mas vigas se debe hacer considerando horizontal. Su inercia de eje vertical estará
por una parte las vigas metálicas y por otro asociada con las de las barras AA, ya que entre
lado la losa de hormigón, siguiendo las ambas forman una viga Vierendel plana cuya
indicaciones del emparrillado, Tipo 3, que inercia en dicho plano deber ser igual a la de la
aparece en el capítulo 16 de cálculo, Fig. losa real que reproducen y que es muy grande.
6.1.30. Para ello será necesario realizar un modelo
previo que reproduzca únicamente la losa en su
Las características a conferir a las banas plano donde se obtendrá la rigidez equivalente
A dependen de múltiples factores. Si se sitúan de las banas A y AA de la Vierendel
en zona de compresión del puente se le debe equivalente.
conferir el ancho eficaz elástico, cuya detenni-

A A A A

l'
2221

A
lB

A
o) 1 !: el

'1' lB
e
b)

Fig.6/30
344 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

Para el caso de que las acciones estados avanzados de carga, se considera


exteriores sobrepasen claramente las defor- únicamente la armadura pasiva y activa como
maciones elásticas y queramos obtener las área de la viga A.
cargas de rotura, el área a conferir a la barra A
se supone el doble que la elástica, siempre que Las barras B reproducen las carac-
este valor no sobrepase el máximo posible que terísticas de la viga metálica sola. Esta barra se
es el determinado por el intereje entre almas. sitúa en el centro de gravedad de la viga. Las
Este hecho se debe a que cuando se produce la barras AB tienen una rigidez transversal
plastificación del honnigón las defonnaciones correspondiente a la del rigidizador mas la de
se incrementan y por tanto se pone en juego la chapa a que está asociado y una rigidez en
zonas de honnigón más alejados de las almas. sentido longitudinal al puente de valor infinito.
Las barras CC reproducen las características de
Para el caso de puente continuo, con la las barras del diafragma. Por último las barras
aparición de momentos negativos importantes AA, reproducen la inercia de la losa de
en la zona de apoyos, se debe proceder con honnigón con su ancho correspondiente, Fig.
respecto a las características a conferir en la 6.1.30 a, b y c.
balTa A de la siguiente manera:
Este modelo se podría extender a
Cuando la fisuración va a aparecer en realizar el cálculo del pandeo fuera del plano
fase elástica de carga, se le puede conferir de las cabezas comprimidas metálicas sin mas
exclusivamente el área de la annadura pasiva que introducir las siguientes variantes. Se
que contiene el ancho eficaz elástico. En introduce una nueva barra longitudinal D, a la
cuanto a la longitud de zona fisurada que se que se le confiere el área y la inercia
produce en las proximidades del apoyo, una longitudinal y transversal del cordón inferior,
hipótesis simplificada es conferir estas carac- Fig. 6.1.30c.
terísticas al 15% de la longitud del vano a cada
lado del apoyo. En el resto del vano se debe Las características y la situación de la
utilizar el área de honnigón obtenida para las barra B cambian ahora, teniendo en cuenta que
zonas comprimidas. solo representan al alma y la cabeza superior
de la viga metálica. Las vigas riostras
En esta situación, al variar y reducirse la verticales AB se llevan ahora hasta las vigas
inercia conjunta de las secciones del dintel, en longitudinales "D" con las mismas carac-
la zona de apoyos, cambia la ley de momentos terísticas anteriores.
flectores de las cargas exteriores y las
deformaciones producidas por ellas. Los modos de pandeo se obtienen
rápidamente con este modelo y la carga de
Una aproximación mejor se obtiene rotura total, habida cuenta la inestabilidad
calculando el tablero dando a la barra A el área transversal del cordón inferior, si tenemos en
de hormigón cOlTespondiente al ancho eficaz cuenta la no linealidad geométrica y del
elástico, obtener la distribución de tracciones materiaL
en el honnigón en las zonas alrededor de la
pila y repetir el cálculo confiriendo a la barra 6.1.2.- Sección transversal del tablero
A el área de la armadura únicamente cuando mixto. Vigas cajón.
las tensiones de tracción sobrepasan en un 30%
la resistencia a rotura por tracción del La sección cajón puede utilizarse tanto
hormigón y conferir el área de la armadura en luces cortas y medias, L<50 m, como en
teniendo en cuenta el "tension stiffening" del grandes luces. En el primer caso, la eficacia del
hormigón entre grietas cuando las tensiones en acero de la chapa inferior en zonas de fuerte
tracción alcancen la tensión de rotura del oscilación del cortante no es óptima, debido a
hormigón. la deformación por cortante de la losa inferior
y la pequeña relación ancho/luz. Pero con una
Cuando la seCClOn esté pretensada el adecuada distribución de espesores, un espesor
área a conferir a la barra A es la del hormigón junto a las almas y otro menor en el centro, la
útiL Cuando analizamos la rotura del puente en pérdida de eficacia no es excesiva. Cuando sí
CAPITULO 6- TABLEROS lvIETrÍUCOS y MIXTOS 345

Fig 6-1.31
346 PUENTES
Javier Manlerola Annisen

interesa siempre utilizar la seCClOn caJon es En la Fig. 6.1.32a representamos un


cuando tratamos con tableros de gran luz, con tablero de luces reducidas con la utilización de
tableros curvos y aquellos otros fuertemente dos vigas cajón en lugar de las vigas doble "T"
torsionados, Fig, 6,1.31. que veíamos en la Figura 6. LOS. La rigidez
torsional de estos pequeños cajones favorecen
En la Fig. 6.1,03 la doble acción mixta la eficacia del reparto transversal de cargas
convierte a las vigas doble "T" en vigas cajón, entre las vigas, a la vez que se incrementa la
solución perfectamente lógica cuya acción flexión transversal en la cabeza de las vigas y
puede reducirse a la zona donde existen en sus conectadores. En general esta tipología
momentos negativos, o extenderse a lo largo de participa más de los problemas pertenecientes
todo el tablero. a las vigas doble "T" que a los problemas a
tratar en este apartado.

------1200------1

b)

[" 2500 l
"","m"",¡z~"""""""
e)

1""""'" ~:':'~':':':~: F""""'" l


d)

m
1

Fig.61.32
CAPITULO 6 - TABLEROS METAucos y M/,\TOS 347

Las vigas caJon individuales pueden Cuando la anchura del tablero aumenta,
extenderse a lo ancho del tablero, como en la se puede adoptar la solución de separar las
Fig. 6.1.33, donde se representa un tablero almas a la manera de la Fig. 6.1.32c, en la cual
muy curvo, de radio variable entre 61,6 m y se dispone una viga longitudinal en el ~je del
98,3 m, con 60 m de luz y 19,5 m de anchura. tablero para controlar la flexión transversal de
la losa. Al aumentar con esta disposición la
En la Fig. 6.1.32b vemos la típica viga relación ancho/luz del tablero se pierde
cajón con simple o doble acción mixta, en la eficacia en el rendimiento de la chapa inferior
zona de momentos negativos. La relación y aumenta la distorsión del cajón.
ancho/luz no debe ser muy grande si queremos
Conviene, siempre que se pueda, man-
optimizar el rendimiento del material de la
tener una relación adecuada entre el canto de
chapa inferior.
las vigas y la anchura del tablero que permita
la optimización de estos factores. Si, en estas
Su esbeltez puede ser mayor que la
condiciones, los voladizos laterales salen muy
correspondiente a viga doble "T"
grandes, lo que pasa siempre que se trata de
c/L ~ 1/22 si se trata de vigas de canto puentes muy anchos, conviene recurrir a una
constante de las dos soluciones que aparecen en la Fig.
6.1.32 d y e. En la primera se controla la
En el caso de vigas de canto variable flexión transversal y el peso del tablero de
hormigón por la utilización de vigas
c/L ~ 1/25 en el apoyo transversales . En el segundo se mantiene el
c/L ~ 1/40 ó l/50 en el centro del vano control de la respuesta con un apuntalamiento
lateral.
En este caso, como en los demás, Como en el caso de los tableros
conviene recordar, que salvo en casos muy fOl1nados por dos vigas doble T, el dimen-
exagerados, el canto es una variable asociada sionamiento de la losa superior depende de la
distancia de sus apoyos en dirección
al espesor de las cabezas de las vigas, a la transversal y de la luz del voladizo transversal.
resistencia del material y a la flexibilidad En el caso de que se tengan costillas
exigida al puente, pudiendo jugarse con uno y transversales, el dimensionamiento de la losa
otro en función de nuestras conveniencias. superior depende de la distancia entre costillas

Fig 6133
348 PUENTES
Javier lv/all/erola Armisen

En la Fig. 6.1.35 presentamos el puente


1
' de c:::;;-
a razon de Tina Menor de 378,5 m de Ion gitud y
20
vanos de 120 m de luz y está formado por una
En el puente pórtico del Vergel de 60 m
viga cajón monocelular de 10 111 de anchura y
de luz y 26 m de anchura se han dispuesto dos
6,5 m de canto. La anchura total de 31 m se
vigas cajón situadas en situación simétrica
completa con un apuntalamiento transversal
respecto al eje del tablero, pero dependientes
metálico cruzado, que además de sujetar el
entre sí por un arriostramiento transversal de
vuelo transversal, proporciona un incremento
costillas que se prolonga hacia el exterior y que
del 10% en la rigidez a torsión del conjunto.
compensa los momentos diferentes entre los
v~¡elos transversales y la losa entre vigas cajón,
Flg. 6.1.34.

Fig 6.134

Fig 6/35
CAPITULO 6- TABLEROS METIÍLICOS y MIXTOS 349

6.1.2.1- La viga esfuerzo cortante, en cuanto la relación entre la


anchura b y la luz L sea un poco grande, lo
Todo lo referente a las almas de estas cual es frecuente sobre todo en los puentes de
vigas es idéntico al ya tratado en los tableros 30 o 40 m de luz, la distribución de tensiones
formados por vigas doble T y por tanto a ese longitudinales elásticas en la chapa inferior no
apaliado nos referimos. Lo que si cambia en son lineales,. La deformación por esfuerzo
esta sección es el dimensionamiento y la cortante de esta losa determina el conocido
respuesta de la chapa inferior, y los problemas fenómeno del retraso por cortante, que ya
nuevos derivados de la distorsión del cajón que vimos en el Capítulo 5. En cambio, en las
afectan a su arriostramiento, los cuales, a fin de almas, la distribución de tensiones longi-
cuentas, no es sino la versión en las vigas cajón tudinales suele ser lineal en cuanto la luz sea
de la flexión transversal que se produce en las mayor de 4 ó 5 veces su canto, lo cual es
secciones abiertas debidas a la torsión. frecuente, Fig. 6.1.36a.
Bajo el efecto de la flexión vertical y el

Fig 6J36

Junto con este estado tensional 6. 1.2. 1. 1. La chapa inferior


longitudinal, la viga cajón tiene su correspon-
diente estado tensional tangencial debido al Existen cuatro posibilidades de pandeo
cortante y a la torsión, Fig. 6.1.36 b Yc. de la chapa inferior:
• Pandeo local de la chapa de fondo entre
Cuando se aumenta la carga exterior y la
los rigidizadores longitudinales.
sección se lleva hasta rotura se plantean
diversos problemas, no muy conocidos hasta • Pandeo local de alguno de los com-
ahora, en lo que se refiere al estado tensional ponentes del rigidizador (pandeo por
longitudinal en la chapa inferior rigidizada. torsión de los rigidizadores abiertos).
Existen discrepancias respecto a si la • Pandeo de los rigidizadores longitu-
plastificación de la zona de chapa, próxima a dinales entre rigidizadores transversales.
las almas, cuando el estado de carga llega a un
valor detenninado, conlleva una redistribución • Pandeo global de la chapa inferior total
del estado tensional longitudinal en la chapa entre las almas laterales.
inferior que tiende a eliminar el efecto del
retraso por cOliante. En principio, las distintas El pandeo local de la chapa de fondo
instrucciones mantienen un coeficiente entre rigidizadores longitudinales se tiene en
reductor, para determinar cual es la palie útil cuenta eliminando la palie de chapa que existe
equivalente que se produce en estados entre los rigidizadores longitudinales sus-
avanzados de carga y este coeficiente es ceptible de quedar fuera de servicio por pandeo
proporcional al elástico. y se procede a la misma manera que se obtenía
350 PUENTES
Javier Mantao/a Amlisen

la palie de chapa no útil entre los rigidizadores Sin embargo este es un planteamiento
longitudinales del alma. conservador. Cada uno de los rigidizadores no
está independiente en la sección transversaL La
El pandeo de los rigidizadores lon- chapa inferior forma con los rigidizadores
gitudinales suele ser el procedimiento habitual longitudinales una losa ortótropa. En el
para controlar la inestabilidad de la chapa momento de pandeo fuera del plano de los
inferior. Se supone que la chapa inferior está rigidizadores longitudinales se activa el
fonnada por una serie de columnas inde- mecanismo transversal de rigidez de la chapa
pendientes, con sección igual a la del rigi- inferior que reduce la defonnación.
dizador mas la parte de chapa útil que le co-
lTesponde y que pandea libremente entre los y esta reducción es doble pues por un
rigidizadores transversales supuestos indefor- lado, la rigidez de la chapa inferior como
mables, Fig. 6.1.37. lamina (losa + membrana) tiende a reducir la
defonnación fuera del plano de los rigi-
La carga a que están sometidos es la que dizadores. Por otro lado, el arco longitudinal
produce la flexión general del tablero, valor que forma la chapa y los rigidizadores longi-
este que puede tener una determinada excen- tudinales de la zona central de la chapa, entre
tricidad, el, respecto al centro de gravedad de rigidizadores transversales, introduce una pér-
la columna ya que la distribución lineal de dida de rigidez longitudinal en los mismos, que
tensiones que produce la flexión general no ocasiona la redistribución de tensiones longi-
tiene por que coincidir con el centro de tudinales del centro hacia los bordes (no con-
gravedad de esta columna virtual. fundir con el retraso por cortante), Fig. 6.1.38.

60 t chopo en conpresion

!20t chopo en trocclQn


e

b
3
Fig 61.37

Fig.6J38
CAPITULO 6- TABLEROS METrÍUCOS y MIXTOS 351

El efecto de la ortotropía es poco vimos cuando tratábamos de tableros de vigas


significativo cuando la rigidización longi- doble "T", es decir, una condición de rigidez y
tudinal es importante, lo que determina la otra condición de resistencia.
eliminación de este efecto por la normativa
habitual. Unicamente puede ser algo signi- En cuanto a la rigidización de la chapa
ficativo en el caso de tener una rigidización inferior comprimida, nos encontramos, de
longitudinal muy débil. nuevo, con las dos condiciones, condición de
rigidez y condición de resistencia. Tanto para
Otro efecto que tampoco se suele tener los rigidizadores longitudinales como trans-
en cuenta, aunque también está presente, es el versales la condición de rigidez mínima viene
efecto que sobre el pandeo de los rigidizadores determinada por las diferentes normas nacio-
longitudinales produce el hecho de que no son nales y siempre depende de las dimensiones
columnas bi-apoyadas entre los rigidizadores geométricas y del espesor de las chapas. La
transversales sino que son columnas continuas separación entre los rigidizadores longi-
entre ellos. Para que se pudiese mantener la tudinales bl, b2 y b3, Fig. 6.1.37, debe ser
hipótesis de columnas bi-apoyadas debería menor de 60 t, si la cabeza inferior está en
ocurrir que las imperfecciones geométricas de compresión y menor de 120 t, en el caso de
la columna, a lo largo de varios vanos, siguiese que esté en tracción (t= espesor chapa).
el primer modo de pandeo de una viga
continua, es decir, una imperfección simlO- En cuanto a la condición de resistencia y
sidad altemada, de un signo y otro signo en los en lo que se refiere a los rigidizadores
vanos sucesivos, lo cual es muy difícil que longitudinales ya las hemos analizado en el
OCUlTa. Lo que si puede eliminar la continuidad punto anterior 6.1.2.1.1. A esas solicitaciones
es la flexión exterior que introduce la sería necesario añadir las fuerzas exteriores
excentricidad de carga e, que hemos visto en la directas que pueden actuar sobre esta chapa,
figura 6.1.37. como las fuerzas de viento y en el caso de
puentes curvos un momento flector adicional.
La presencia del estado tensional
tangente debido al cortante general de la En el caso de los rigidizadores trans-
sección y sobre todo el debido a la torsión versales es necesario tener en cuenta, como
influyen también en el pandeo general de la carga transversal vertical, en primer lugar, el
losa inferior y en su plastificación. La manera efecto de las imperfecciones geométricas de la
de enfrentar su efecto es la de transformar los chapa y de los rigidizadores longitudinales,
valores extremos V rd , M Rd , Mf,Rd que aparecen cuyo valor habitual es considerar el 2% del
en el diagrama de iteración cortante y flexión valor de la carga que transportan. Por otro lado
de chapas, Fig. 6.16, por otros valores en los es necesario tener en cuenta los esfuerzos
que se tiene en cuenta una reducción por la provenientes de su trabajo como marco de la
presencia de la torsión, principal efecto sección transversal y de la posible actuación de
tangente de la sección por su valor constante a cargas directas.
lo largo de toda la chapa inferior.
6.1.2.2.1.- Distorsión
6.1.2.2.- Rigidizadores y diafragmas
En el capítulo 5 hemos analizado la
La rigidización de las vigas cajón como distorsión de las vigas cajón de hormigón y los
la de las vigas doble "T" tiene que dar efectos que sobre el estado tensional longi-
cumplimiento a la condición establecida en el tudinal y la flexión transversal del tablero im-
cálculo de chapas, de que los bordes de los pone la distorsión transversal de la sección.
rigidizadores son rígidos, lo que permite aislar
el pandeo de los recuadros en sí y de paso En el caso de tableros metálicos o
cumplir la condición del pandeo general de mixtos el efecto es mucho más acusado dado
almas y chapas inferiores de compresión. que, en si mismo, las paredes transversales de
una viga cajón son tan delgadas que, en el
Los rigidizadores de las almas deben concepto expresado de la viga sobre fundación
cumplir los dos tipos de condiciones que ya elástica que gobiema el proceso de la distor-
352 PUENTES
Javier Mal1lerola Anl1isel1

Defornacian del Modelo sin diafragnas ni rigidizadores

2C 00 H f-

'--

Oistribucion,tronSvEr'SOI de los tensiones


IL
1)'] ~~
FLEXlON Slt~
long paro dlstintos grados de rlgldlzoclon OISTORSION
t=~~~::,==::v-~~R:O~0~6G~O~~
MARCOS RIGIOOS
(K=500KLl
SIN MARCOS
CON DIAFRAGMAS
, - "TN MARrn'\
Fig 6139

slOn, la rigidez de los muelles, que está también, todo tipo de diafragmas intermedios y
constituido por la rigidez transversal de la de apoyos. Fig. 6.1.37.
chapa metálica, sería tan pequeña, que la
distorsión sería enonne con una gran Como nonnalmente se triangula la
desigualdad de las tensiones longitudinales de sección donde existen rigidizadores trans-
flexión entre las dos almas. Como muelles versales, los esfuerzos de la distorsión son un
transversales solo existen la rigidez de los valor mas a añadir a las condiciones de carga
marcos transversales rigidizados y la de los que se imponen sobre estos rigidizadores, des-
diafragmas. critos anteriormente.

En la Fig. 6.1.39 representamos una viga La rigidización transversal de la viga


cajón, de no muy grandes dimensiones, y se cajón metálica o mixta resulta entonces im-
representa la distribución de tensiones prescindible. Esta rigidización se realiza trian-
longitudinales de flexión y torsión en función guIando entre sí los rigidizadores transversales
de la rigidez del an'iostramiento transversal. o disponiendo un incremento de dimensiona-
miento del marco transversal que constituye en
si mismo el rigidizador. Se establece, por tanto,
Cuando no existe distorsión (rigidi-
unas rigideces mínimas a estos rigidizadores en
zadores transversales muy rígidos), la distri-
función de sus condiciones geométricas, con la
bución de tensiones longitudinales de flexión
condición de que toda la distorsión sea
en la chapa inferior es constante. Cuando se
resistida por ellos, con el fin de no penalizar el
van flexibilizando los rigidizadores, empieza a
estado tensionallongitudinaL
aparecer tímidamente una desigualdad entre
estas tensiones que se hace absoluta cuando
eliminamos, no solo los marcos transversales, En cuanto a la condición de resistencia
fonnados por los rigidizadores de alma y de la el procedimiento de cálculo a seguir es obtener
chapa inferior sino cuando eliminamos las fuerzas S(z), ver capítulo 5, y hacer que
ClIPITULO 6 - TABLEROS METiÍUCOS y MIXTOS 353

actúen exclusivamente sobre el rigidizador 6.1.2.2.2. Diafragmas de apoyo


transversal, sin contribución alguna de la
rigidez a flexión de las distintas chapas en su La diferenciación entre rigidizador y
plano, lo cual está del lado de la seguridad. diafragma es solo nominal. Podrían entenderse
los diafragmas como aquellas disposiciones
Cuando la triangulación es completa la que además de rigidizar las chapas superior e
eficacia del marco es total pues la deforma- inferior, realizan un papel cOlnplementario en
bilidad de la triangulación es muy pequefía, la sección del puente, como es el de controlar
Fig. 6.1.40a. Cuando la alineación de la la distorsión de la sección lo que ocurre cuando
triangulación no es perfecta, los puntos A y B se triangula la rigidización. De entre todos los
no coinciden, por razones constructivas u otras, posibles diafragmas tiene una significación
la coacción a la distorsión es algo menor, Fig. especial los diafragmas de apoyo.
6.1.40b.

s( z ) s( z )

k:.
s( z ) s( z )

Fig 6 140

Las solicitaciones principales que actúan En la Fig. 6,1.41 a representamos el


en estos diafragmas son: diafragma de apoyo de una viga cajón de gran
luz y anchura. El mejor procedimiento para
Las reacciones de las pilas. Acciones aproximarse al dimensionamiento de este
enormemente importantes y que equi- diafragma es empezar por disefíar la primera
libran las solicitaciones que sobre el dia- rigidización básica, consistente en transmitir la
fragma introduce el dinteL En puentes carga vertical de los apoyos al diafragma a
cajón, normalmente, estas reacciones no través de una rigidización vertical que resista
coinciden con los ejes de las almas de la toda la carga exterior. Se realiza una columna
vlga. formada, en el caso de la figura, por los
Cortantes del dintel, cuya suma, a uno y rigidizadores 1, la chapa situada entre ellos,
otro lado del diafragma produce las más una proporción de chapa exterior de
reacciones verticales de los apoyos. longitud

Torsión del dintel que dete1111ina los


valores diferentes de las reacciones en
los dos apoyos del dintel.
Fuerzas verticales que actúan direc-
Esta columna debe ser capaz de resistir
tamente sobre el diafragma.
toda la carga con una luz de pandeo libre
Resultante de los esfuerzos horizontales equivalente a la distancia entre cabezas.
actuantes sobre el dintel debidos al
viento y otras acciones horizontales. Esta primera rigidización, como la
correspondiente a las pasos de hombre de las
La deformabilidad conjunta del dia- vigas riostras, determina la configuración
fragma de apoyo tiene que ser mínima. inicial del diafragma.
354 PUENTES
Javier Nlanlerola A!lnisen

"1,,, '"
, 1 i I

"
,I
b)

e)
Fig 6J41

Un eshldio por elementos finitos excentricidad respecto a las almas, determina


superficiales, en los cuales se incluya la el itinerario que siguen las tensiones
presencia de estos rigidizadores, determina la tangenciales de cOliante y torsión del alma y de
distribución de tensiones principales en las las cabezas superior e inferior, trans-
distintas chapas en que queda dividido el fonnándose en tensiones axiles inclinadas de
diafragma, Fig. 6.1.41 b. Como se ve la compresión y tracción en cada uno de las
distribución de tensiones está gobernada por chapas del diafragma. En la Fig. 6.1.41 c se re-
las reacciones de las pilas, que debido a su presenta la deformada elástica del rigidizador.
CAPITULO 6 - TABLEROS METIÍLlCOS y MIXTOS 355

El estado tangente horizontal de la liberándola, en parte, a las chapas próximas de


cabeza superior, debido a la torsión del cajón y concentraciones no deseadas.
a las acciones horizontales de viento, se trans-
mite a lo largo de diafragma produciendo un Parece absolutamente necesario realizar
estado tensional principal cOlTespondiente al este modelo de elementos finitos del dia-
cortante puro, compresiones y tracciones igua- fragma, solicitado bajo cada unas de las ac-
les. Este estado tensional está fuertemente ciones exteriores que producen las máximas
transformado por la flexión que produce la reacciones en los apoyos, para determinar el
transmisión de las cargas del alma a las pilas, estado tensional y en función de este estado
con sus tracciones superiores e inferiores. tensional y los recuadros en que se ha dividido
el diafragma, establecer la seguridad de los
Existen varias zonas que se deben mismos.
analizar especialmente y estas son las chapas
inferiores del diafragma especialmente compri- Como paso intermedio se pueden
midas por la flexión transversal y a la acción obtener los modos de pandeo del diafragma
de la carga directa. Los pilares, constituidos que sale directamente del modelo de elementos
por los rigidizadores verticales 1 y la chapa finitos, Fig. 6.1.42.
correspondiente, hacen el efecto de un
elemento canalizador de cargas a los apoyos,

OIAFRAGf"iA

Fig 6142
356 PUENTES
Javier Alanterola Armi5en

Si se cuenta con programas que tengan procedimiento explicitado en el Cap. 16. Con
en cuenta tanto la plastificación de los distintos estos resultados y con los conespondientes
elementos que constituyen el diafragma y la no coeficientes de seguridad y mayoración se
linealidad geométrica se puede tener una puede pasar a analizar todas y cada una de las
cerieza muy buena respecto a la respuesta de partes del tablero cajón tal y como hemos
estos elementos fundamentales del puente. La visto.
introducción de imperfecciones, necesarias
para iniciar la no linealidad geométrica del Pero todo este proceso no es sino una
diafragma se puede obtener de los primeros concatenación de simplificaciones. Se fija un
modos de pandeo determinados en régimen ancho eficaz de la losa superior de hormigón
elástico. porque se sabe de la influencia del retraso por
cortante en la distribución del estado tensional
6.1.2.3.- Modelo de cálculo de tableros de longitudinal, cuando se podría tomar en cada
vigas cajón punto la anchura corTecta del dintel sin realizar
simplificación alguna. Se suponen rígidos los
Habida cuenta de que en las vigas cajón bordes de diafragmas y rigidizadores para
no se debe permitir, por medio de diafragmas, aislar un problema, la inestabilidad de los
una distorsión significativa, que como hemos recuadros de chapa conespondientes, cuando
visto produce una enonne perturbación en el se podría calcular la inestabilidad del panel
estado tensional longitudinal, el cálculo de las conjunto habida cuenta de la flexibilidad de
vigas cajón en régimen elástico resulta rigidizadores y diafragmas. La distorsión no
elemental. Toda la viga cajón se sustituye por tiene porqué solicitar solo a los diafragmas,
una bana, cuyas características, área, inercia cuando son dinteles de gran relación
vertical y horizontal, rigidez a torsión y áreas luz/anchura, las caras laterales del cajón se
de cortante son las de la viga constituida como llevan parte significativa de la misma, etc, etc.
sección indefonnable. Solo es necesario
establecer la reducción de las cabezas de La mejor manera de evitar estas y otras
compresión y tracción en el caso de que sus simplificaciones, es afrontar el problema
dimensiones sean grandes y se pueda suponer general de cálculo de una manera directa,
que el retraso por cortante va a afectar a sus realizando modelos de elementos finitos en los
anchuras útiles. cuales se tenga en cuenta la no linealidad
geométrica y del material.
No siempre y para cualquier tipo de
hipótesis de carga, el ancho eficaz de las En la Fig. 6.1.43 representamos un
cabezas superior e inferior puede ser el mismo, modelo de cálculo de una viga cajón de gran
lo que de llevarlo a cabo en sentido estricto, tamaño -L= 125 m, b= 30 m y c= 6.5 m- en el
detenninaría una proliferación de carac- que deseamos obtener la respuesta total del
terísticas de la sección y por tanto de distintas tablero. La sujeción de los voladizos
estructuras para la obtención de los esfuerzos. transversales de la sección cajón se realiza
Pero se pueden establecer criterios generales añadiéndole una celosía exterior, visible en la
básicos, que aunque no se ajusten perfec- figura 6.1.43. Se parte del análisis no lineal de
tamente a las distintas hipótesis de carga, se un trozo de cajón de 20 m, longitud suficiente
obtienen esfuerzos con suficiente garantía. La para que se puedan analizar adecuadamente
obtención de los esfuerzos en régimen elástico bien los problemas de inestabilidad y
resulta entonces elemental. plasticidad del conjunto. Las acciones en las
secciones de borde se obtienen en un cálculo
Lo que si hay que tener en cuenta es lo general del puente.
especificado en el punto 6.1.1.6 en cuanto a las
características a conferir a la losa de hormigón, En el modelo elegido existe la
según sea su situación en el tablero y el estado perturbación, respecto a un cajón normal, de la
de carga del mismo. presencia de la celosía triangulada exterior,
que va a participar en la rigidez a torsión del
Si en lugar de tener una sola viga cajón conjunto y en general, su colaboración a
se disponen varias se analizan por el resistir el esfuerzo cortante. Con este modelo,
CAPITULO 6- TABLEROS METAucos y MIXTOS 357

DEFDRMADA DE FLEXIDN

Fig 6143

en regllnen elástico, se puede calcular el del cajón, solicita axialmente a los elementos
conjunto obteniéndose resultados algo dife- de la celosía lo suficiente como para que su
rentes a los obtenidos, en el Cap. 5, para puen- valor deba ser tenido en cuenta.
tes de hOl1nigón. En aquel caso, la defor-
mación a cortante de la celosía era tan impor- Para que el efecto de la triangulación de
tante que su contribución a la rigidez conjunta la cara exterior de la sección incremente su
era insignificante. En este caso, sigue siendo contribución a la resistencia a cOliante y
pequeña, pero algo mayor que en el caso torsión, se debe incrementar el área de los
anterior. Su dimensionamiento se debe hacer puntales. Pero esto no es una buena práctica.
como puntal del voladizo transversal de la No se debe hacer copmiicipe de la resistencia
sección. La torsión que recoge, cuando se al cortante y a la torsión, a un alma llena y a
triangula, constituye una acción parásita que si una celosía. Realmente se trata de dos
bien contribuye muy poco a la rigidez torsional estructuras con una defol1nabilidad a cortante
358 PUENTES
Jál'kr Alan/erola AmI/sen

muy diferente. Lo conveniente es que todas las curva de 60 m de luz, cuya sección transversal
almas de una misma sección o sean llenas o hemos representado en la Fig. 6.1.39. Este
trianguladas, nunca mezcladas. modelo se ha llevado hasta rotura pennitiendo
la plastificación de las chapas y la no linea-
Para realizar un cálculo no lineal de este lidad geométrica. Para iniciar los problemas de
tablero, en cuanto a plastificación de la sección inestabilidad geométrica no ha sido necesario
y la inestabilidad de los paneles se debe seguir introducir una secuencia de imperfecciones
el procedimiento preconizado en el Cap. 16. iniciales pues al tratarse de un puente curvo y
ser planos los elementos finitos, las imper-
En la Fig. 6.1.44 representamos la fecciones en la geometría que introduce la
modelización por elementos finitos de chapas, poligonal son suficientes.
losa, rigidizadores y diafragmas de una viga

RIGIDlZADIJI1
DE ALMA

Fig 6144

El cálculo se ha realizado considerando Los coeficientes de seguridad a la rotura


una serie de variables que se han utilizado para obtenidos, referidos a la carga nominal de la
realizar un estudio paramétrico. VIga son:

Estudio con las dimensiones de chapas y Viga proyecto 1,89


rigidizadores tal y como se calcula por Viga con espesores x 0,8 1,6
las nonnas. Viga con espesores x 0,6 1,24
Viga con rigidizadores x 0,6 1,64
Cambio de dimensiones en los ngl- Viga con rigidizadores x 0,2 1,18
dizadores multiplicando su inercia por Viga sin rigidizadores 1,27
0,6 ó por 0,2, ó eliminándolos.
En la Fig. 6.1.45 se representa la flecha
Cambio en las dimensiones de las en el centro del la luz en ascisas y la relación
chapas, multiplicando sus valores por 0,8 entre carga de rotura y carga nominal de la
y 0,6. estructura para las distintas configuraciones de
CAPITULO 6- TABLEROS METIÍUCOS y ML\70S 359

/~,
PROYECTO -'-..
2 00

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O 00
o
o
o
FLECHA (n)

LEYES CARGA-FLECHA EN EL CENTRO DEL VANO

Fig.6.145

Fig.6146
360 PUENTES
Javier lvJan/erola Armisen

chapas y espesores propuestas. Por otro lado en tica es similar a la de la chapa inferior del
la Fig. 6.1.46 representamos cajón con el añadido de que esta chapa sí tiene
solicitación exterior debido a las cargas de
a) Deformación de la viga con dimensio- tráfico.
namiento según normas.
6.2.1.- La losa ortótropa
b) Defonnaciones de la viga con una
reducción de espesores de chapa del El tablero metálico de una viga cajón ó
40%. Se aprecia perfectamente la inesta- de dos vigas doble "T", consta de tres
bilidad de la chapa entre los rigidiza- elementos básicos. La chapa metálica superior,
dores transversales. sobre la que se coloca el pavimento, la
rigidización de esta chapa, dispuesta siempre
c) Defonnación de la viga sin marcos en dirección longitudinal del puente y las vigas
transversales. El pandeo de chapas es transversales que transmiten la carga a las
evidente. almas principales de la viga cajón. Fig. 6.2.01.
Esta losa debe realizar un doble papel
6.2.- Tableros metálicos resistente. En primer lugar constituye la cabeza
de compresión o de tracción de la viga
La losa superior metálica es el único principal. En segundo lugar, es el elemento
elemento diferenciador de los tableros metá- destinado a recoger la carga directa de tráfico,
licos respecto a los mixtos, ya estén formados uniforme y puntual y transmitirla a las vigas
por vigas cajón ó vigas doble T. Su problema- transversales y de estas a las longitudinales.

Fig 62 01
CAPITULO 6 - TABLEROS IvIETIÍL/COS Y MIXTOS 361

o)

b)

Fig.6202

desembocar en el pandeo longitudinal de los


Ambos efectos producen la solicitación rigidizadores. No solo es la rigidez a flexión
cOl~junta que actúa sobre la losa ortótropa. En del conjunto, rigidizadores más chapa superior
la fig. 6.2.02a representamos la deformación eficaz, la que tiene que enfrentarse con esta
de la losa ortótropa sometida a una carga solicitación, existen un segundo mecanismo de
normal exterior "P", principal agente de la resistencia que se encuentra en la rigidez a
flexión fuera del plano de la losa y bajo un flexión de la propia chapa superior, general-
estado de tensiones longitudinales "+" mente muy pequeña, y lo que es más importan-
producidas por la flexión general del cajón. te, el efecto membrana transversal de la misma
Tenemos dos efectos resistentes característicos chapa, que va a ofrecer un complemento de
que responden a esta solicitación. En primer capacidad de carga en estados elevados de la
lugar, la resistencia a flexión longitudinal de deformación y por tanto de la solicitación.
los rigidizadores, cuyo valor va a ser el
principal soporte de la carga exterior veliical, y Ante estas cargas no todas las zonas de
en segundo lugar, la flexión, también longi- la losa ortótropa están igualmente solicitadas.
tudinal, asociada a la carga axil de la losa mul- La deformación por esfuerzo cOliante de la
tiplicada por la flecha vertical de la misma, es losa superior reduce las tensiones axiles en la
decir los efectos de segundo orden que pueden chapa superior y de los rigidizadores longi-
362 PUENTES
Javier A1an/erala Allnisen

tudinales confonne nos acercamos al centro de viga caJon, una viga en "T" ó en doble "T".
la distancia entre las almas. Además se pro- Para la rigidez a flexión se utiliza una palie de
duce una segunda reducción del estado tensio- la losa superior correspondiente al intereje de
nal de la zona central de la chapa, por el efecto, los rigidizadores "a" ó 11/3, si esta cantidad es
ya analizado en el estudio de la chapa inferior, menor que el valor anterior, siendo 11, el 70%
que es la mayor flexibilidad longitudinal de la de la distancia entre las vigas transversales.
zona central de la chapa como consecuencia de (Suponemos que los rigidizadores longitu-
la curvatura longihldinal introducida por la dinales son continuos y por tanto la distancia
carga exterior. entre los apoyos virtuales que detennina el an-
cho eficaz de la cabeza superior es ese valor).
Junto a estos fenómenos generales es
necesario tener en cuenta la posible inesta- La rigidez a torsión es muy pequeña
bilidad por torsión local de los rigidizadores cuando se trata de rigidizadores en "T" ó doble
cuando estos son simples chapas verticales ó "T". Cuando se emplean canales como rigi-
vigas doble "T". Fig. 6.2.02b. dización longitudinal el problema se complica
un poco. Suponiendo puntos de momento nulo
El modelo de cálculo de la losa ortótropa
en la defonnada de la chapa superior en los
puede adoptar distinta complejidad según
centros entre rigidizadores, Fig. 6.2.04, el giro
queramos precisar la exactitud de la respuesta.
que se produce entre los bordes A y B se debe
El primer modelo consiste en un empa- a dos mecanismos resistentes. El primero es la
rrillado espacial simple, Fig. 6.2.03. rigidez a torsión del cajón en sí, que produce la
deformada CD y el segundo es la deformada de
La balTa, M, representa la rigidez a flexión de las chapas que añade la defonnación
flexión y a torsión del rigidizador, ya sea una que lleva los bordes AB a los puntos E y F.

1~h < o

V" V' V

Fig62.03
CAPITULO 6- TABLEROS lvlETrÍLlCOS y MI"\TOS 363

Si en el modelo del emparrillado la capacidad de carga está proporcionado por


espacial , Fig. 6.2.04, conferimos a las balTas el efecto membrana que también se produce en
longitudinales M la rigidez a torsión del cajón, los rigidizadores longitudinales, sobre todo,
la deformación de flexión de la barra AB cuando están solicitados por cargas puntuales
reproduce la deformación de la chapa superior. exteriores. En esta situación las grandes defor-
Las barras MG y MH, pueden suponerse maciones que se producen en el rigidizador
axialmente indeformables y biarticulada en sus directamente cargado, excitan la deformación
extremos. En este caso se desprecia la rigidez a axil del mismo la cual está soportada por los
flexión del marco GHIJ. Si se quiere recoger rigidizadores vecinos que se ponen a com-
este efecto no hay sino eliminar las presión. El efecto membrana, en dirección
articulaciones y conferir a las barras MG y MH transversal, solo puede activarse cuando la
la rigidez a flexión de la parte del cajón que solicitación es puntual y no existe un tiro
sustituyen, Fig. 6.2.04b. generalizado transversal en el alma de las vigas
principales que no podría resistir.
Este emparrillado reproduce bastante
bien el comportamiento a flexión de la losa Para tener en cuenta este efecto debe-
oliótropa solicitada por cargas veliicales remos realizar otro tipo de modelo que tenga
exteriores. Si además, tenemos en cuenta la en cuenta la rigidez en su plano de la chapa su-
matriz geométrica y el axil conespondiente a perior. Esto se consigue sin más que realizar
la flexión general del puente, podremos co- una reproducción de la chapa por un modelo de
nocer bien el efecto elástico de la no linealidad elementos finitos, tipo lámina, que recoja la ca-
geométrica en los rigidizadores longitudinales. pacidad de resistencia a flexión y el efecto
Sin embargo la experimentación ha de- membrana, manteniendo el resto de las carac-
mostrado que la capacidad de carga de la losa terísticas del modelo anterior. El tratamiento
ortótropa es mayor que la proporcionada por el de las vigas, en este modelo, es igual al que
mecanismo de flexión. Y este complemento de hemos descrito en el emparrillado. Fig. 6.2.05.

E
[
H
AL---&T~~~~-~ B
O
F

G jH
A--~~:::-----~-- B

M o)

Fig 6.204
364 PUENTES
Javier N/anlera/a Armisen

~v+'
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MALLA DE ELEIHJTDS FINITOS TIPO LAMINA

Fig 6205

Fig 6206
CAPITULO 6 - TABLEROS METrÍUCOS y lvIIKTOS 365

Si este modelo puede recoger la plas- Para otras zonas


tificación del material, además de la no linea-
lidad geométrica, la respuesta resistente obte- e ::; 400 mm y para t = 10 mm, e/t ~ 40
nida es completa.
PARA PUENTES DE FERROCARRIL
6.2.2.- Dimensionamiento
e
La rigidez a flexión necesaria para t ¿ 14111111 Y t mill ¿ 40
transportar las cargas desde su aplicación hasta
los diafragmas transversales se realiza para la
Los valores m1111mos, obtenidos expe-
utilización de losas ortótropas. Estas están per-
rimentalmente, garantizan un comportamiento
fectamente definidas en la tecnología actual y
adecuado bajo problemas de fatiga.
están formadas por una chapa superior y unos
cuantos rigizadores longitudinales que puen- El dimensionamiento de los rigidiza-
tean la carga entre los diafragmas. En el Euro- dores longitudinales depende de su luz, es
código 3 se establecen los siguientes valores, decir, de la distancia entre los diafragmas
Fig. 6.2.06. transversales. La Instrucción española RPM-95
recomienda unos determinados rigidizadores
PARA PUENTES DE CARRETERA
longitudinales en función de su luz, Fig.
6.2.07, que en el caso de cumplirse no necesita
Valores de t
realizar otra comprobación de la respuesta de
la losa ortótropa.
Para la zona de rodadera
En cambio el Eurocódigo 3 recomienda
t min ~ 12 mm con pavimento de espesores ~ 70 mm
una serie de inercias siempre que se conserven
t min ~ 14 mm con pavimento de espesores ~ 40 mm y
las distancias y espacios t y e señalada en la
::; 70 mm Fig. 6.2.06. En la Fig. 6.2.08 representamos la
relación que debe existir entre la inercia de los
Para otras zonas t ¿ 10 mm rigidizadores y su luz entre diafragmas
transversales.
Valores de e
El espesor t, de estos rigidizadores
Para zonas de rodadura longitudinales siempre debe ser mayor o igual
a6mm.
e::; 300 mm y e/t::; 25

tp

I DISHNClA HAX¡HA ENTRE

3200

¡IPO ]

r- 0JO 3500
3800
5 3800

TIPO 2

Fig.6207
366 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

1\

e --
"'
Q)

o
"''-
Q)
>
"'eo J I I
'-
~

"'oOJ
>
Q)

be
Q)

o
-
u
e
o
u
.l-'

"'
O O
1000 5000 10000 15000 20000 4
lB (cn )

Fig 6208

6.2.3.- Vigas transversales BalTa BC Rigidez a flexión infinita (muy


grande)
La luz de la losa ortótropa la detenninan
las vigas transversales. La obligada presencia BalTa CD Rigidez a flexión promedio, con
de los orificios realizados para el paso de los canto igual a la distancia media
rigidizadores longitudinales, convierte a esta entre las caras de dos rigidi-
viga en una extraña viga Vierendel que se debe zadores contiguos (b)
reproducir por el emparrillado plano repre-
sentado, Fig. 6.2.09. Las características de este BalTas DE YDF Rigidez de la viga
empanillado son: transversal completa no tenida en cuenta en la
rigidez de la balTa AB ..
BalTa ABEs una seCClOn en ".1" cuyo
canto es la distancia entre la parte inferior del Bana GERigidez y área de la chapa
rigidizador longitudinal y la cara inferior de la metálica superior con una anchura útil obtenida
viga (a) según la Fig. 6.2.09b.

o)

b)

Fig. 6209
CAPITULO 6 - TABLEROS METAL/COS y MIXTOS 367

o)

,.,---. b --."...,--- b - - - - '


I

b)

Fig 6.2 ID

Entre almas de la viga longitudinal


l almas veliicales o inclinadas, la morfología de
b, , .b L= luz entre almas
los puentes mixtos puede variar ampliamente
1+6,4(~J manteniendo su fundamento resistente, el cual
En el voladizo se puede concretar, en este caso, en suficiente
b,
I
, .b L= doble de la luz volada rigidez a flexión y torsión, las dos caracte-
b (b)-
1+6-+1,6 -
L L
rísticas principales a respetar para poder variar
la configuración exterior.
6.3.- Secciones especiales
En el puente de los Franceses, Fig. 6.3.1,
Junto con las tradicionales secciones presentamos una sección trapecial "cuasi"
transversales en tableros bi-jacena, cajón con

I 11 20

Ci. 1 20

SEccrDN

Fig 631
368 PUENTES
Javier !l1al1/erola Anl1i5el1

Fig 632

triangular, para un dintel en pórtico de 42,85 m


de luz. Desde un punto de vista resistente no es
la sección más eficaz para el material que se
utiliza, pero presenta una adecuada rigidez a
flexión y a torsión, aunque no se hayan
utilizado, para este fin, las células exteriores a
efectos del cálculo longitudinal.

En el Viaducto Corso-Argentina de
Padua, planteamos la misma solución para otro
puente urbano, Fig. 6.3.2. Aquí el viaducto es
más sofisticado en cuanto que se realiza un
ejercicio fonnal adecuado para evitar la
desigual superposición de pilas entre el
viaducto principal y sus accesos.

En el viaducto de acceso al puente de


Puentelarreina, la sección triangular del dintel
es extrema para un puente de 26 m de anchura,
y luces de 60,0 m. Fig. 6.3.3.

Un planteamiento similar hemos


utilizado en el tablero del cuarto puente sobre
Fig 63.3
el Ebro en Logroño. En este caso el trapecio
que constituye la sección transversal tiene una
base inferior algo mayor que las secciones
CAPITULO 6- TABLEROS METfÍLlCOS y IIHXTOS 369

Fig. 63.4

anteriores, lo que mejora la rigidez torsional de Vallecas, Fig. 6.3.4. Para unos puentes
la sección y no se necesitan chapas inferiores extraordinariamente anchos, curvos, etc, se ha
tan gruesas para mantener una adecuada dispuesto una viga cajón de sección curva que
rigidez a flexión. se prolonga por costillas transversales. La
curva no presenta problemas ni de ejecución ni
De la sección transversal trapecial de respuesta resistente y permite una transición
pasamos a la sección curva en los Viaductos de entre costillas y dintel continua, sin saltos.
370 PUENTES
Jm ú?r Alallfem/a Anlllfell

Puellfepérgo/a para fablero IJII~J' ob/kuo lj¡¿'maga- B¡/bao

Pumfe ob/icuo ell /a l'ancJllfe de Alcalá


CIIP/TULO 7.- EL TABLERO OBLICUO 371

7.... EL TABLERO OBLICUO

La oblicuidad del contorno detennina un tratar en primer lugar la viga oblicua,


modo específico de comportamiento resistente pasaremos después al tablero losa, pos-
de los tableros de puentes. Su efecto es similar teriOlmente al tablero de vigas para finalizar
a una deformación de torsión impuesta al ta- con la viga cajón oblicua.
blero, que perturba sustancialmente su res-
puesta.
7.1.- La viga oblicua
Las variables significativas en este
Entendemos por viga oblicua, un
fenómeno se pueden agrupar en dos grandes
elemento lineal en el que su apoyo está for-
apmiados. En el primero están las que
mado por dos líneas no ortogonales al eje
dependen de la geometría en planta del tablero
geométrico de la viga.
y de sus vinculaciones externas, es decir: la
magnitud de la oblicuidad, la relación ancho-
luz y el tipo de vinculaciones de contorno. El 7.1.1.- La viga oblicua apoyada
segundo 10 constituyen las diversas morfo-
logías resistentes del tablero, que se decantan Supongamos una viga bi-apoyada sobre
en la distribución de rigideces en planta. dos líneas que tienen una oblicuidad <p con el
Podemos tener tableros-losa, macizos o eje. Esta abstracción de cálculo corresponde a
aligerados; tableros de vigas y, por último, el un planteamiento real, en el cual el tablero
tablero cajón. La condición del tablero de ser tiene una anchura muy pequeña y sus apoyos
metálico, mixto ó de hormigón no cambia la se instalan con una oblicuidad <p.
problemática de los puentes viga ó de sección
cajón. La solicitamos con una carga unifor-
memente repartida p (figura 7.1.1.). Esta viga
Para determinar la influencia de estas es hiperestática. Para hacerla isostática supo-
variables en la respuesta del tablero vamos a nemos que tiene apoyo simple y recto en sus
PUENTES
Javier A1an/erola AI/nisen

)J
A a)
¿

A D
~~--'--:::-----------;:;-'---::-:?lC~
~--~
b)

M
~ Meos,/,
T= M sen'f

Fig 7.1 1

2
PL

a)
'~----
A ~
--- ----i~
r ---- --7'-
~-A
MF = PL". _ _1_ _
12 l+K'tgl'f'

"

b) I I P L~ lO 1
!-----------------,/.t-T ~ 12 . -l-+"";K::"-''':''tO-i -y>

Fig 7J2

extremos. La viga se defonnará según la figura La obtención de este momento la


7.l.lb. realizamos anulando el giro total que produce
según la perpendicular a la línea de apoyos. La
En sus extremos, aparecerá un giro e de ecuación que resulta es:
valor:
2cp
~cos = M(sen
2
PI3 + cos cp]i (1)
8=-- 24El cp GJ El 2
24El
de donde se deduce:
que detenninará que los puntos A y B tengan
un movimiento vertical incompatible con los M = p¡2 cosrp
apoyos oblicuos reales. Para anularlos será 12(cos 2 rp+K' sen2rp) (2)
necesario introducir, en el apoyo, un momento
M de eje perpendicular a la línea de apoyos. .
siendo: K' = 1
-
K
CAPITULO 7 - El T.4BlERO OBLICUO 373

y.' K-- Gj
De estos resultados salen las prImeras
= relación entre las rigideces a
El conclusiones:
torsión y flexión de la viga.
Las leyes de esfuerzos resultantes son: 1. Una viga bi-apoyada, oblicua, se
comporta a efectos de la flexión como
A-1, = _P_'I"- _ _---::_ una viga con empotramiento elástico, el
F 12 1 + cual depende de la relación de rigideces
T= pI tgtp a flexión y torsión del dintel, y de la
12 1 + f(' tptI! oblicuidad <p.

Una ley de momentos flectores (Fig.


7.1.2a.) con la aparición de momentos flectores 2. En el caso de valores de K pequeños, lo
negativos en los extremos, y una ley de que corresponde a vigas T o doble T, el
momentos torsores (Fig. 7.1.2b.), constante a momento torsor resulta también pequeño
lo largo de la viga.

\"""
\
0.9
\
\ ""\ o K=0.652
I
0.8
\ I K= 0.0166

0.7
;MF \M 1

\ \
0.6
; 1\
0.5
\
\ \ ~ -O
"T
/
~¿(,--tp----7'/
7
0.4
\
\ 1\ I
0.3
\ Iy '\~
Y
0.2

o.
/ ~!j= "'" ~ ~ ""-"
'V-1- r -1l'2'_ ......
-":::.. -:::.-=:.
- ~~
10 20 30 40 50 60 70 80 90 <f
Fig 1/3

y la ley de momentos flectores es conforme crece la oblicuidad (Fig.


prácticamente igual a la de las vigas 7.1.3.).
rectas.
En el caso de que los ángulos de
oblicuidad en los extremos, Fig. 7.1.4.,
3. Por el contrario, para valores de K
no sean iguales, el momento hipe-
grandes, que conesponden a vigas cajón,
restático en el apoyo 2 será:
las leyes de momentos flectores
negativos y la ley de momentos torsores ikl = p¡2 ctg r¡J1 + ctg r¡J2
2
alcanzan valores muy importantes, 8 sellr¡J2 (ctg r¡J1 + ctg r¡J1 . ctg r¡J2 + ctg 2 r¡J2 + 3K')
374 PUENTES
Javier Manterola Armisen

Fig 7.14

~.
M
+---x ___
A ~

Fig 715

Para el caso de cargas puntuales, el carga los situados en los obtusos (A y


procedimiento de cálculo es similar al anterior D).
y el valor de M resulta (Fig. 7.1.5.):
2. Que la combinación entre la flexión y la
2
M = P.l(E - E )cos cp torsión inclina, hacia los ángulos obtu-
sos, la dirección de los momentos flec-
2(cos 2 cp+K'sen 2 cp) tores principales.

x K' = El 3. Que la descarga del apoyo B producida


con: E=-
1 GJ por la torsión, puede convertir en trac-
ción la resultante de reacciones en B;
El momento flector negativo en los con lo que a lo largo de las líneas BA y
apoyos, vale: Mf M. cos <p; y el momento CD, aparecen flexiones negativas.
torsor, a lo largo de la viga: T = M. sen <p.
7.1.2.- La viga oblicua continua
Si aplicamos las consecuencias ante-
riores al caso real de la viga de anchura finita, Si calculamos la respuesta en flexiones y
torsiones de una viga continua, de gran rigidez
pero manteniendo el comportamiento elástico
a torsión, de tres vanos iguales, Fig. 7.1.7.,
de la teoría de la viga, ocurrirá (Fig. 7.1.6.):
bajo la actuación de una carga uniformemente
l. Que la torsión descarga los apoyos repartida y variamos el ángulo de oblicuidad <p,
situados en los ángulos agudos (B y C) y podemos obtener las siguientes conclusiones
CAPITULO 7.- EL TABLERO OBLICUO 375

0:------...~
e

I I I
I I I
LS k t A
Fig 7I 6

cuando la relación de rigideces a torsión y d) Cuando la rigidez a torsión es muy


flexión es igual a la unidad. pequeña, como conesponde a las vigas
doble T, el efecto de la oblicuidad
a) Observamos que los momentos flectores desaparece.
que aparecen en los apoyos intermedios
de la viga continua son muy parecidos a 7.1.3.- Cálculo de vigas oblicuas
los de una viga recta, cualquiera sea la
oblicuidad <p. Fig. 7.1. 7a, aunque los Siempre que se pueda considerar la
momentos flectores M2 y M3 no son sección indeformable, el cálculo de una viga
oblicua, continua o apoyada, puede realizarse
iguales y están relacionados a través de reproduciéndola por un emparrillado plano en
la expresión: el cual la viga se reproduce por su eje y sus
M 2 =M 3 + (T¡ T2 ) ctg cp lo que inercias a flexión y torsión, y los apoyos
quiere decir que el apoyo oblicuo, Fig. oblicuos, situados en su punto geométrico
7.1.7 c. constituye, como en el caso de exacto, se unen a las vigas por medio de banas
las vigas bi-apoyadas, una especie de indeformables a flexión y torsión. Fig. 7.1.7b.
empotramiento elástico exterior reflejado
en la diferencia de momentos de los 7.2.- Tablero losa oblicuo
vanos contiguos
Supongamos ahora un tablero oblicuo,
bi-apoyado, en el que realizamos dos cOlies
b) Los momentos torsores en las vigas longitudinales, de manera que se destaquen
centrales son mucho mas pequeños que tres elementos lineales (o que podamos
en las vigas extremas. Esto se debe a que considerarlos como lineales) y los cargamos
la continuidad reduce mucho el efecto con una sobrecarga unifonnemente distribuida.
del ángulo e de la figura 7.l.7.d y por Suponemos también que la línea de apoyo está
tanto el momento exterior que introd.cen constituida, exclusivamente, por los tres
los apoyos oblicuos. Por tanto los torso- apoyos situados en los ejes de esas vigas
res y la diferencia entre las flexiones de viliuales (Fig. 7.2.01.).
uno y otro vano son pequeños.
En este caso, la defonnada del tablero es
c) En los vanos extremos aparecen fle- igual a la defonnada de una serie de vigas
xiones y torsiones impOliantes, no tan apoyadas, desplazadas unas respecto a las otras
grandes como en el cado de una viga bi- en una cantidad igual a la anchura de la viga,
apoyada pero significativos. Lo que multiplicada por ctg <p (Fig. 7.2.01 b.). Si en
indica que una viga continua es oblicua esta defonnada establecemos dos secciones,
sobre todo en los vanos externos. AB y CD, tendremos la deformada transversal
376 PUENTES
Javier Manterola Armisen

TI 2
Pl

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20 30 40
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I I"
70 80 90
-DOO'

If
a)

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f 1 T2
I
I
¿ i a b, d)
~
t .L t t
d

Fig.7J7
CAPITULO 7 - EL TIJBLERO OBLICUO 377

lA I C

o
C)

Fig 120/

del tablero (Fig. 7.2.01c.). En esta figura, oblicuidad y la relación ancho-luz. La carga
observamos como la oblicuidad tiende a que solicita la losa es uniforme.
torsionar el tablero, ya que las secciones AB y
CO giran en sentido contrario y esta torsión es Para tableros que tienen la misma luz
tanto más importante conforme más pequeño nonnal; Ix, Y la misma anchura útil, a, la
sea el ángulo <p. oblicuidad produce los efectos siguientes:

La reconstrucción de la continuidad de 1. El punto de máximas flexiones positivas


la losa y el apoyo continuo sobre los bordes se desplaza del centro de la luz hacia el
apoyados, pondrá en juego los siguientes ángulo obtuso, en el borde libre (M 2 ).
mecanismos:
La razón para que esto ocurra así, la
1. El apoyo continuo de cada una de las encontramos examinando la figura
vigas en su borde, en lugar de hacerlo en 7.2.01c. La reconstrucción de la
un solo punto, detennina que entre en continuidad del tablero, pone en marcha
juego la rigidez a torsión de las vigas, la rigidez a flexión transversal de la losa,
según acabamos de ver en el apaliado que tiende a igualar los cOITimientos
anterior. veliicales de los puntos a, b y c; 10 que
se verifica con un traspaso de carga
2. La continuidad transversal entre las hacia el punto a. La cuantía de este
diferentes vigas longitudinales, pone en traspaso depende de la rigidez a torsión
juego el efecto losa que enfrenta las de las vigas longitudinales, de la rigidez
rigideces a flexión y torsión de los a flexión y torsión transversal de la losa,
elementos longitudinales y transversales y del desfase de flechas entre los puntos
de la losa. a y b, y b Y c, el cual depende de la
oblicuidad de la losa.
7.2.1.- Losas bi-apoyadas
Cuando en lugar de una estructura losa
La losa oblicua bi-apoyada ha sido isótropa tenemos una losa nervada
estudiada y tabulada por muchos ingenieros: longitudinalmente, con vigas de poca
Rüsch, Homberg, Jensen, etc.; y en la figura rigidez a la torsión, el traspaso de cargas
7.2.02. presentamos la evolución de los de la zona aguda a obtusa es pequeña,
momentos flectores en los tres puntos más pues la losa se deforma transversalmente
significativos de la losa, cuando variamos la muy fácilmente.
378 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

M
Q.tl
\
\
0.20 \
\
I \
0.18
\ \
\
,
0.14
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0.08
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0.0 4 1----\---j----+--+--+--t----1--+---I
0.1
0.0 2
0.0
O 10 20 30 40 50 60 70 80 90 if
Fig 7202

2. Aparecen momentos flectores nega- mento es el de más rápida variación con la


tivos en el punto 3, (M3). La razón de oblicuidad.
la presencia de este momento negativo
la hemos visto cuando analizábamos la 3. Las trayectorias de los momentos flec-
viga oblicua. La oblicuidad hace el tores principales (Fig. 7.2.03.), se diri-
efecto de un empotramiento elástico. gen, como consecuencia de la torsión
Como se ve (Fig.7.2.02a.), este mo- general a que está sometida la losa, en
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 379

A='2,3 0 g A,9898

M, Mu '( e'/ff MI Mn r i,/~

0.1'28 0,01/ .- 0.138 0.007

~~c R,2
0./'l3 o.ooq 0.1'1'2 "3·
..,
1".5" 0016

o,Jst} ~ o. 01'1. 18" 0. 1, 015 -0.03'2 31"

o.oH -0.05 2'" aCG3 -o 08 6- O 1 0'6 - 17.5-

~¿~
----- - .-------- - --'-,.-------. ..... 7ra.yectorlCJ,J
M"mMf¡,~ P,i"c1fa/l!S

Fig. 7203

dirección de los ángulos obtusos. Los soportar en ménsula el borde descolgado


puntos de momento máximo siguen la de la losa.
línea en "S" de la figura 7.2.04.
6. Todos los efectos que acabamos de ver
crecen con la oblicuidad y además muy
4. Si analizamos el momento flector
bruscamente. Cuando la separación del
principal en el punto 1, vemos que para
apoyo respecto a la nonnal no sobrepasa
una oblicuidad de 30° el valor del
los 20°, es decir, para qJ;::: 70° , el efecto
momento asciende a:
que produce la oblicuidad es muy
M = 0,165.q.l; pequeño. Pero cuando se sobrepasa este
valor, el incremento de esfuerzos es muy
para una relación b/l<p= l. intenso. Para <p=30°, el momento
negativo que aparece en el punto 3 puede
Este valor es mayor que el que tendría igualar el momento positivo en el centro
una losa recta de la misma luz nonnal Ix del vano (Fig. 7.2.02a.).
(M= 0,125.q.l;), pero es mucho menor 7. La relación ancho-luz, examinada en la
que el que tendría si la luz de flexión figura 7.2.02a. a través de las relaciones
fuese la oblicua. En este caso, el b/l<p' influye de la manera siguiente:
momento sería:
• Cuando la relación ancho-luz es
M = O, 125.q.l~ = 0,25.q.l; > O, 165.q.l; grande (b / 1'P ;::: 2) los momentos
5. En la zona de ángulos agudos se flectores en el centro, MI, no varían,
desarrollan también momentos flectores a efectos prácticos, cualquiera que
negativos transversales, de mucha menor sea la oblicuidad. La flexión
cuantía que los que se producen en los principal se desanolla en dirección
ángulos obtusos, y tienen como misión perpendicular a las caras apoyadas.
380 PUENTES
Javier Manterola Armisen

le

le
Fig 7.2 04

e Por el contrario, cuando la relación de luz igual a la oblicua.


ancho-luz es pequeña, el efecto de la
oblicuidad está muy presente en la En la fig. 7.2.05 Y 7.2.06 representamos
cuantía de este esfuerzo. la respuesta de dos losas oblicuas, <p= 45°, con
dos anchuras diferentes, 6 y 12 m. bajo la
e Los momentos flectores negativos en actuación de una carga de 400 kg/m2. En la
el punto 3, varían poco con la fig. 7.2.05 aparecen los momentos flectores
relación ancho-luz (Fig. 7.2.02a.). principales, dirigidos, como ya sabemos, en la
Este hecho indica que el efecto de la dirección de los ángulos obtusos de la losa y la
oblicuidad está producido por los presencia de los momentos flectores negativos
bordes libres. Cuando el tablero es transversales en las proximidades de los
muy ancho, la zona central funciona ángulos obtusos.
como un tablero recto y los bordes
libres se ven perturbados en su Este hecho se observa muy claramente
mayor flexibilidad, ocasionando los en la defonnada provocada de la fig. 7.2.06 a
efectos que ya hemos visto. Por el 1, en que solo se apoya la losa en dos apoyos
contrario, cuando el tablero es cerca del ángulo obtuso y en el ángulo agudo.
estrecho, el efecto de borde ocupa En la fig. 7.2.06 se aprecia muy bien la
todo el tablero, llegando en el caso curvatura de torsión que experimenta una losa
límite de tablero infinitamente oblicua, tanto con una anchura doble como
estrecho a funcionar como una viga sencilla.
CAPITULO 7- EL TABLERO OBLICUO 381

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Sobrecorga Uniforne de 400 kg/cn2

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~, <~.- <--,."'--;.~~~:.~~, ,,!-,')(, X....,

Trayectoria de los nonentos flectores principales

Fig. 72.05
382 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

A¡ - - - 2 0 00
.-- ;.1 --7 e
¡
12.00
o)

1"----'--------"
8 D

A
[

01 )
8 _ _r---

A
[

02 )
8

8 A o [

03)

A
[

b1)

DESPLAZAMIENTOS

Fig 7.2.06
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 383

de los momentos flectores negativos del punto


7.2.1.1.- Reacciones de contorno 3 (figura 7.2.02) se entiende rápidamente, de la
misma manera que la distribución de reac-
En la figura 7.2.07 representamos las ciones. El apoyo situado en el ángulo obtuso,
reacciones de borde en tableros oblicuos en recibe toda la carga; y el inmediato se
relación b/l<p= l. La distribución de reacciones descarga, como le OCUlTe a cualquier viga
a lo largo del borde es muy irregular. Aparece continua.
fuelie concentración de la reacción en el
ángulo obtuso, seguida de una reducción En la figura 7.2.07 hemos supuesto los
brusca en sus proximidades. Se normaliza apoyos indeformables. De hecho, cualquier
después para reducirse en el ángulo agudo. apoyo tiene una cielia flexibilidad; lo que le
Este proceso es tanto más intenso conforme supone un cielio asiento bajo la solicitación
más oblicuo es el tablero. exterior. En el caso de que todos los apoyos
sobre los que descansa la losa oblicua fueses
La razón para un comportamiento tan de igual deformabilidad, ocun-iría que por estar
heterodoxo la encontramos en la tendencia que solicitado el apoyo obtuso mucho más
tiene un tablero oblicuo a flectar entre los fueliemente que el resto, su asiento sería algo
ángulos obtusos. De una manera intuitiva, se mayor. Este asiento produce una pequeña
puede explicar este fenómeno de la fonna descarga del apoyo obtuso, redistribuyéndose
siguiente. En la zona del ángulo obtuso, el la carga hacia el resto de los apoyos. Este
funcionamiento de la losa es similar al de una efecto equivale a una reducción de los
viga quebrada, que se podría obtener tomando momentos negativos en los ángulos obtusos y
el borde libre y el borde apoyado de la losa. un incremento de los momentos flectores
Los apoyos de esta viga son los mismos que principales en el centro de la losa, o lo que es
los de la losa. Según este esquema, la aparición lo mismo a una reducción de la oblicuidad.

~ = 60' B~
A B

A B B

lf = 90'
~
I I
I I
I

A B A B

l. Carga uniforme.

Fig 72.. 07
384 PUENTES
Javier Mall/erola Armisen

7.2.1.2.- Pretensado con oblicuidad <p=30°, relación b/l<p=l y carga


unifonnemente repatiida.
Corno sabernos, el pretensado es una
acción que equivale a un conjunto de cargas Lo primero que se observa en la
axiles, situadas en los anclajes de borde, y a distribución de los momentos flectores prin-
otro conjunto de cargas verticales dependientes cipales es cómo las líneas de flexión actúan,
de la curvatura de los cables en cada punto. corno en el caso de tableros bi-apoyados, en di-
rección de los ángulos obtusos. De hecho, las
Normalmente, existen dos posibles cri- trayectorias de los momentos flectores
terios para distribuir el pretensado en una losa principales, en los dos tipos de losas, son muy
oblicua. El primero corresponde a repartir el parecidos.
pretensado unifonnemente a lo ancho de la
losa, paralelo a los bordes libres y con trazado Si compararnos la cuantía del momento
parabólico. En este caso, las dos acciones que flector principal, en el centro de la luz, en el
introduce el pretensado se distribuyen de la caso de este tablero continuo y en otro igual
manera siguiente: pero bi-apoyado vernos:

l. Las cargas axiles comprimen unifor- ~poyado _ 0,041.p.l~ _ 1, 36


----2;:- -
memente la losa.
~OlllillllO 0,03. p.lrp
2. Las cargas verticales se verán sometidas
al mismo tipo de hiperestatismo que En un puente recto, esta relación es 2.
hemos visto en cualquier carga uniforme
Si variarnos ahora la oblicuidad y
nonnal y por tanto los esfuerzos que
obtenemos la misma relación entre momentos
producen se deternlÍnan corno los de
de vanos biapoyados o continuos de dos vanos,
cualquier carga uniformemente repartida.
tendremos el cuadro 7.1.
El segundo criterio que se puede adoptar
CUADRO 7.1.
para el pretensado consiste en establecer una
distribución del mismo, concorde con la loca-
~ (contínllo)
lización y cuantía de los momentos flectores q> M
- , (apoyado) Mapoyado
máximos y mínimos de las cargas exteriores. pI; pi;
Este segundo criterio nos conduce a adoptar, ~onlinllo
corno puntos de máxima excentricidad del
pretensado, los correspondientes a la línea en S 30 0,03 0,041 1,36

de la figura 7.2.04. La componente vertical que


introduce el pretensado no es uniforme en este 45 0,0456 0,069 1,51

caso y, por tanto, no se pueden utilizar los


60 0,0557 0,097 1,74
ábacos nonnales de cálculo de las losas
oblicuas, lo que obliga a un cálculo directo del
90 0,0625 0,125 2
mismo por el método del empanillado ó los
elementos finitos.
Si examinarnos ahora las superficies de
Normalmente es mas frecuente utilizar influencia de los momentos flectores, M x' en el
solo el primer tipo de pretensado unifor- centro del vano izquierdo, para la losa continua
memente repartido. de dos vanos, de <p=60° vernos (Fig. 7.2.09):

7.2.2.- Tableros-losa continuos l. Cualquier carga situada en el vano


derecho, salvo una pequeña zona situada
En la figura 7.2.08 representarnos las junto a uno de los ángulos agudos,
trayectorias de los momentos flectores produce en el centro del vano izquierdo
principales y las líneas de nivel de la momentos flectores positivos, contra-
deformada de una losa continua, de dos vanos, riamente a lo que ocurre en un tablero
recto.
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 385

Losas continuasoCarga unifonneo a) Trayectorias momentos flectores principales


b) Líneas de nivel de la deformada
Fig 7208

Superficies de influencia de momentos flectores Mx en el centro del vaso izquierdo

Fig 7209
386 PUENTES
Javier lv/an/erala Annisen

2. Existe, en el mismo vano izquierdo, una hablábamos de vigas oblicuas continuas, en el


gran superficie, junto a uno de los punto 7.1.2. La segunda, un empotramiento
ángulos agudos, que produce momentos elástico que se refleja en la rigidez que
flectores negativos en el centro del presentan los vanos contiguos a defonnarse.
mIsmo vano.
Cuando la oblicuidad es muy grande,
La variación de la oblicuidad hacia el predomina el primer efecto de empotramiento;
tablero recto (Fig. 7.2.09b Y c), va eliminando el puente oblicuo continuo, se parece al bi-
esos resultados sorprendentes. Para <p=45°, las apoyado. Cuando la oblicuidad es pequeña,
zonas en que el comportamiento del tablero predomina el segundo efecto, y el puente
oblicuo es contrario al del recto, se reducen continuo se parece más al recto.
mucho; y para <p=60° han desaparecido por
completo y las superficies de influencia se Cualquiera de las dos maneras con que
parecen a las de los tableros rectos. explicamos la fonna particular de compor-
tamiento del tablero oblicuo continuo, explica
Podemos decir, después de todos estos también la pequeñísima influencia de las
resultados primeros, que conforme la obli- cargas situadas en terceras luces. Cuando la
cuidad va siendo mayor, el efecto de com- oblicuidad es muy grande (<p<30), su efecto es
pensación, que en todo tablero continuo recto, prácticamente nulo. Cuando la oblicuidad es
un vano ejerce sobre el otro, va desapare- pequeña, su efecto es similar al que producen
ciendo, de manera que un tablero continuo en los tableros rectos.
muy oblicuo se comporia como un conjunto de
tableros bi-apoyados, dispuestos unos al lado 7.2.2.1.- Esfuerzos para carga uniforme-
de los otros. mente repartida

Esta afirmación es demasiado rotunda y En la figura 7.2.10 representamos la ley


no tiene como finalidad sino resaltar una de momentos flectores, para carga unidor-
tendencia del comportamiento de los puentes memente repartida, de un tablero de tres vanos
continuos oblicuos. Fijémonos cómo, a la parte muy oblicuo (<p<30).
central del vano izquierdo, sólo le compensa
una pequeña zona del vano derecho, en la Si seguimos la ley de momentos
figura 7.2.09a. La tendencia a la flexión flectores de izquierda a derecha, a lo largo de
perpendicular a la línea de apoyo, elimina la la línea 1, Y la comparamos con la de un
influencia del segundo vano. tablero recto tendremos:

También en la cuantía de los momentos 1er vano. El máximo valor del momento
flectores en el centro del vano aparece este flector positivo se produce cerca del apoyo
mismo efecto (cuadro 7.1.). empotrado, en lugar de estar cerca del
apoyado. El momento flector negativo es
Sin embargo, conforme la oblicuidad mucho menor, del orden de la mitad, del de
decrece, el tablero oblicuo continuo va una viga continua recta.
adecuando su comportamiento a las nociones
comunes al comportamiento del tablero recto. Estos dos resultados se entienden clara-
mente a la luz de la explicación que acabamos
Esta particular fonna de comportarse los de dar en el párrafo anterior. Que el momento
puentes continuos oblicuos, puede entenderse flector máximo se acerque al borde obtuso es
también de otra forma. Las condiciones de lo propio de los vanos oblicuos bi-apoyados.
controno de un vano oblicuo con sus
contiguos, se compone de dos palies. La Del momento flector negativo 0,063
? l '
primera es un empotramiento elástico, que le q. ¡1-' a parte mas Importante,111 = 0,0412 q.l¡-,
?

proporciona el apoyo oblicuo y que se refleja corTesponde al empotramiento producido por


en el momento negativo que aparecía en el el apoyo oblicuo. El resto es consecuencia de
punto 3, de la figura 7.1.2 de los vanos bi- la coacción al giro de la losa, en dicho punto,
apoyados y que aparecía también cuando producido por el vano contiguo.
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 387

b
-;1
L'f
M:: K"Ql~

-0044

000198 /
-- --
00389 00377 ------ FLECHAS
- - MOMENTO FLECTOR

-0.0389 -0.0382

-0.01 -001
/1,

0.. 00093
---
0.031 0.031
0.. 037

-0.063

¡ -1
I ")
~081 O.Ol~O'Ol

0.037
0.0389 S-l S-3

Distribución de corrimientos verticales y momentos flectores principales <;>=30°.


Fig 72.10

20 vano. La ley de momentos flectores mento de empotramiento que produce el apoyo


negativos decrece muy rápidamente al prin- oblicuo.
cipio; después, su valor decrece muy lenta-
mente hacia el centro del vano, para crecer El descenso lento de la ley que se pro-
rápidamente, hacia el otro apoyo, sin alcanzar duce a continuación, se debe a que dicha zona
el valor que se produce en el primero. La ley cOlTesponde al borde agudo del vano. Las
de momentos flectores positivos alcanza su cargas que actúan en ella son transmitidas
máximo cerca del segundo apoyo, en lugar de hacia el borde obtuso del mismo vano, como
hacerlo en el centro del vano. hemos visto al hablar de tableros oblicuos bi-
apoyados, y queda poca carga para reducir la
La explicación para este compor- ley de momentos negativos.
tamiento también es clara. El descenso brusco
de la ley de momentos flectores negativos de la El incremento muy rápido que se
izquierda, se debe a la desaparición del mo- produce hacia el otro apoyo, se debe a que
388 PUENTES
Javier Mantero/a Annisen

.!!. = \
\,

~~ 0.069 0.059 o OM7


linea 1

- M flec:torea
~---- corr: verticales

~-/
~~
~ "~-/-
"~
~
~
0.059 0.0558 O 059
linea 2

-0.\09
~81
I ,
I I
I
I
I
I 1

00~044
0.055

S-l S·2 S-3

Distribución de cOITimientos verticales y momentos flectores principales <p=60°.

dicha zona corresponde al borde obtuso del oblicuidad sobre un vano que acerca su
segundo vano, y la afluencia de cargas de toda comportamiento al de un vano bi-apoyado.
la losa es importante allí.
3° vano. Con respecto al tercer vano, la
Encima del segundo apoyo, el momento única característica que no hemos explicado
negativo alcanza un valor más pequeño que previamente, consiste en el momento negativo
encima del primer apoyo. Esto se debe a que que aparece sobre el apoyo derecho; y esto,
en el vano extremo derecho, la zona de losa como sabemos, es debido al hecho de que este
que corresponde a ese punto es la aguda, en punto es un apoyo obtuso.
lugar de ser la obtusa del primer vano; y el giro La línea central (línea 2) presenta una
que tiene la losa apoyada en ese punto es distribución de esfuerzos simétrica, como
menor que en el obtuso. corresponde a su localización en la losa.
El desplazamiento de los momentos Si examinamos ahora la distribución
máximos positivos hacia el segundo apoyo, se transversal de los momentos flectores nega-
debe, como en el primer vano, al efecto de la tivos longitudinales, en la sección de apoyo
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 389

o, .l,
l, 19 = 1.2.l1

0.8
~ 1'.....
0.7
"" ~o,
0.6
~
~

1>,, /
0.5

0.4
02 LA;¡ /
0.3
./" .-/

.-/
/ / ~I
3 .
0.2
..---
0.1 ~ L..---'

.,.
...

20 30 40 50 60 70 80 90 'f

Situación de los puntos de máximos momentos flectores positivos


Fig. 7212

(sección 2), aparece en el ángulo obtuso del De la misma manera que pasa en los
primer vano el valor más importante de todos. tableros bi-apoyados, la localización de los
Este valor se reduce bruscamente, por efecto puntos de momento máximo positivo, siguen
del "coletazo" que produce el borde obtuso a curvas en "S" con concavidad hacia el lado
través del apoyo oblicuo. Se normaliza después obtuso, cuya situación, función de la
en el cuerpo de la losa, para volver a aumentar, oblicuidad, se da en la figura 7.2.12.
pero con menor intensidad, en el otro borde.
Este borde es similar, por simetría, al tercer 7.2.2.2.- Influencia de los apoyos puntuales
apoyo de la línea 1. En la sección 1 se ve, en el
aumento de momentos flectores del lado Es muy frecuente en puentes-losa,
obtuso, el efecto de la oblicuidad del primer establecer apoyos puntuales en las líneas de
vano. apoyos centrales. En este caso, se produce una
concentración muy importante de las flexiones
Este distribución longitudinal de principales longitudinales máximas en los
momentos flectores es típica en cualquier apoyos reales (Fig. 7.2.13), Y esta concen-
tablero oblicuo continuo; pero las diferencias tración es tanto más intensa conforme
de comportamiento respecto al tablero recto, se disminuye el número de apoyos.
reducen con la pérdida de oblicuidad, como se
puede apreciar en la figura 7.2.11., donde la Según Schleicher y Wegener el valor Kil
oblicuidad, ha pasado a 60°. que señala la amplitud de la separación de los
momentos negativos respecto a la distribución
390 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

-0.103
-0.094
-0,091 -0.091
1', KA
:\~
... ,_._ . . . ", -0.0678
I \ __ ,- -. ' - . - - ,-0.063
, - ',1
1 ~- I
I I
I I
5-1 I I 5-1
~ A
LJ L.
o) b)

'~'
1

i~
5-2 5-2 I
I
I
~-- ~ ...

-0.143

-0,108

-0.091

-0,,047

5-1

e ) d)

I '
5-2

L/ S-2
[7 I
I
1 - - .... .....-: ..
,,'

Distribución de momentos flectores principales en las líneas de apoyo y en el centro del vano, cuando los apoyos centrales
están constituidos por soportes puntuales.
Fig. 7.2.13
que se produciría en el caso de apoyos centro del vano se separa algo respecto a la que
continuos, vale: se produce en el caso de apoyo continuo
Kt:, == i. O,125 Naturalmente, este efecto depende de la
1", relación ancho-luz del tablero. Cuando b/l<p es
donde ls es la distancia entre puntos de apoyo grande, el efecto que se produce en el centro
y lw la luz mecánica media, controlada según del vano se incrementa y viceversa.
la dirección de la flexión principal, y que va
7.3.- Tableros oblicuos de vigas
desde la línea de apoyo, a la segunda línea
momentos nulo encontrada. A efectos resistentes, la oblicuidad,
como ya hemos visto, equivale a un giro tor-
Esta concentración tan violenta de los sional impuesto al tablero, que le obliga a aco-
momentos flectores principales, longitudinales, plarse a la geometría de los apoyos. La res-
en las líneas de apoyo, desaparece en el centro puesta de una estructura ante una deformación
del vano. Únicamente cuando el número de impuesta, depende de las rigideces de la misma
apoyos es muy pequeño, (Fig. 7.2. l3d), la y, en este caso, de la rigidez conjunta a la tor-
distribución de los momentos flectores en el sión.
CAPITULO 7.- EL TABLERO OBLICUO 391

El tablero que hemos examinado tiene la Lo primero que salta a la vista es la si-
distribución de rigideces cOlTespondiente a la militud en cOlTimientos y esfuerzos longitudi-
losa isótropa y ya conocemos cuál es su res- nales, con los que se obtendrían si las cinco
puesta. Cuando cambiamos la distribución de vigas fuesen independientes.
rigideces, como es el caso de un tablero de
vigas, la respuesta ante el giro torsional im- La distribución longitudinal de los co-
puesto debe variar; ya que un tablero de vigas lTimientos y los momentos flectores principa-
supone una concentración de la rigidez en di- les, no presenta el marcado carácter de desvia-
rección longitudinal y un detrimento en la ción hacia el ángulo obtuso de los tableros
transversal. losa. La cuantía de los esfuerzos es bastante
parecida en las cinco vigas; e incluso las vigas
Dentro de los tableros de vigas tenemos extremas, tienen algo más de momento que si
dos tipos. Los fonnados por vigas T, que tie- la viga estuviese sola. Únicamente las vigas
nen una débil rigidez a la torsión, y los forma- centrales tienen esfuerzos y corrimientos algo
dos por vigas cajón, con una apreciable rigidez menores.
a la torsión. Para analizar la respuesta, hemos
elegido una sola fonna de tablero, muy oblicuo La distribución de reacciones presenta la
((<p=30), de 30 m de luz y 10 m de anchura, forma que conocemos de los tableros losa
fonnado por cinco vigas longitudinales separa- oblicuos; pero aquí sólo está insinuada, ya que
das entre sí dos metros (Fig. 7..3.1), y solicitado la diferencia entre las cinco vigas es muy
por una sobrecarga, unifonnemente repartida pequeña, máxime teniendo en cuenta la gran
de 1 t/m 2 , o 2 t/ml, distribuidas a lo largo de oblicuidad del tablero.
las vigas longitudinales.
De esta respuesta podría concluirse que
La sección transversal del tablero adopta un tablero oblicuo de vigas, se compolia, a
dos fonnas. La primera, formada por cinco vi- efectos prácticos, como si fuese recto, con luz
gas doble T, y la segunda, f011113da por cinco igual a la oblicua.
vigas cajón (Fig. 7..3.1). Se ha dispuesto la for-
ma para que ambos tableros tengan la misma La razón para este compOliamiento la
rigidez a flexión longitudinal y transversal y encontramos en la escasa rigidez a torsión del
que únicamente difieran entre sí en la rigidez a tablero. Si cortásemos el tablero por una serie
torsión longitudinal de cada una de las vigas. de líneas paralelas situadas en el intereje de las
vigas longitudinales, la defonnación transver-
o t sal del tablero a lo largo de la sección transver-

f:i--Tlrl(-,
10.00
N j
-~-0'27-----1
sal 1-1 (Fig. 7..3.2), sería la representada en la
figura 7..3..3.a. En el caso de que la rigidez a
~ 2.00 ~ .I------JSlG
torsión de las vigas longitudinales fuese nula,
podrían girar adoptando la f011113 (1) de la fi-
gura 7..3..3b, sin introducir ninguna solicitación
exterior adicional.

En este caso, la losa transversal se vería


sometida a una deformación de flexión trans-
versal que pondría en juego su propia rigidez
Fig. 73 1
en esta dirección. Se produciría un intercambio
de cargas entre las vigas, hasta alcanzar la
7.3.1.- Tableros formados por vigas defonnación definitiva (2) de la figura 7.3.3b.
doble T
Se ve entonces que, por la escasa rigidez
En la figura 7.3.2 representamos la res- torsional de las vigas longitudinales del ta-
puesta del tablero de vigas, en el que el único blero, le es fácil a éste acoplarse a las condi-
elemento de reparto transversal está consti- ciones de defonnación que impone la oblicui-
tuido por la losa superior, ya que no existen dad de los apoyos. La defOlmación a flexión
vigas riostras ni en los extremos. transversal a que se ve impuesta la losa, hace
392 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

a)

M viga: 225 me T
b)
194
227 227

8 A
I
I
i I

0012~
d) LOO
i I I
I I I
~
I

e) el I ,_---cJ_ I )

0027 I /259 27.5-~~~ - 2a4


I'
?i7.88
R v lga :30Tm

Respuesta de tablero vigas "T" sin riostras. a) Corrimientos verticales. b) Leyes de


momentos flectores longitudinales. c) COITimientos sección 1-1. d) Ley de momentos
flectores transversales. e) Reacciones en apoyos.
Fig. 7.3.2

que las vigas centrales se apoyen en las latera- les a las laterales es mucho más eficaz. Las
les, produciéndose la ley de esfuerzos y corri- vigas extremas se ven solicitadas por momen-
mientos que hemos visto en la Fig. 73.2. tos mayores, así como sometidas a corrimien-
tos también mayores. En las vigas centrales
Si al tablero la proporcionamos una gran disminuye la cuantía de los esfuerzos y se dis-
rigidez transversal por la inclusión de una serie torsiona la distribución de momentos flectores,
de vigas riostras (Fig. 7.3.4), la respuesta que como vemos en la figura 7.3.4.b. También las
acabamos de ver no cambia en esencia, pero sí reacciones, cambian de una viga a otra.
cuantitativamente; pues a la defonnación im-
puesta de flexión transversal (Fig. 7.3.3b), se le El arriostramiento produce, por tanto, un
opone una rigidez transversal mucho más in- efecto perturbador en la respuesta final del ta-
tensa, que ocasiona la defonnación final (3) de blero. No mejora el estado general de flexión y
la figura 7.3.3b. traspasa cargas de un lado a otro, sin beneficio
general del tablero. No se deben poner vigas
El traspaso de carga de las vigas centra- riostras en tableros de vigas doble "Too.
CAPITULO 7- EL TABLERO OBLICUO

I
I 1
I
12
"1
3
b)
Fig 733

30.00 m.

8 o/-

~
/,./ 2m
// 2m

//'1 / 2m

A/I
....-
I / 2m.
....- -)~
11

al

0.0285 0.0285 1.\1100 =0.0272

bl

242 242 M.,v1oa 1:1 225 mo Tn.

8:---...,,--,_.,.......-.-.:A,
el 1
I
dle-~ el
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I
0.012l~ lO."
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0.0277 l' ." 1 I
" '.. -L.. . /

,
"
1/

1
36.7
RvlQO :: 30 rO.

Respuesta tablero de vigas "T" con riostras


a) Corrimientos verticales. b) Leyes de momentos flectores longitudinales
c) Corrimientos sección 1- L d) Momentos flectores transversales sección 1-1,
e) Reacciones de apoyos.
Fig 734
394 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

7.3.2.- Tableros formados por vigas sores, en las vigas longitudinales, crecen muy
cajón distribuidas a lo ancho del fuertemente, así como las flexiones en la losa
tablero transversal. La distribución de reacciones cam-
bia claramente respecto a la que se presenta en
Al proporcionar rigidez a torsión a las las losas oblicuas.
vigas longitudinales, la respuesta del tablero
cambia radicalmente (Fig. 7.3.5). Los coni- La razón para este compOliamiento la
mientos de las vigas longitudinales disminuyen encontramos de nuevo al examinar la defonna-
de una manera importante, así como la cuantía ción transversal (Fig. 7.3.6). Al cortar el ta-
de los momentos flectores longitudinales. En blero por el inter-eje entre las vigas longitudi-
las vigas de borde aparece claramente apuntada nales, éstas se defonnarán, bajo la carga exte-
la ley de momentos flectores longitudinales rior, según se indica en la figura 7.3.6a. Pero
típica de los tableros-losa. Los momentos tor- en este caso, debido a la gran rigidez torsional

00169 00184 f. V¡go' 00272


0.0184

bl

.,~.
52mTn

2.535 B A
dl
1 I t\ ~ , _ I 1,
r 11.4
---
00087~I
el
'{\J """J ~7
fl
I
I
I
I
I /
I

00184 I ~5181 1 /
I / .... - ..... . . ~""_./)-/
I / 29.6 296
I
I
/
'{ R. Vigo' 30 Tn.
'1
l54

Respuesta de tablero vigas cajon, sin riostras. a) Corrimientos verticales.


b) Leyes de momentos flectores longitudinales. c) Leyes de momentos
tarsores longitudinales. d) COITimientos en sección 1- 1. e) momentos
flectares transversales sección 1-1. f) Secciones en apoyos.
Fig 7.3.5
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 395

3.09

obtuso

I I agudo

~ a)
10.8
b)

Fig 736

de las vigas longitudinales, la losa transversal En cuanto a los tableros formados por
quedará muy distorsionada, produciendo un vigas cajón, el comportamiento vuelve a ser
traspaso de cargas de la zona más flectada similar al de los bi-apoyados, aunque un poco
(correspondiente al ángulo agudo del tablero) más reducido por las mismas razones anterio-
hacia la menos flectada (ángulo obtuso del res.
tablero). Esta redistribución de cargas es simi-
lar a la que analizamos al tratar de tableros- 7.3.4.- Conclusiones respecto al com-
losa; y en la figura 7.3.6b representamos la portamiento de tableros obli-
carga que recoge una viga de borde del resto cuos de vigas
del tablero. Se carga en la zona del ángulo
1. Un tablero oblicuo de vigas doble T, se
obtuso, se descarga en la del agudo y la resul-
compOlia, a efectos prácticos, como un
tante total equivale a una reducción general de
tablero recto de luz igual a la oblicua. El
la flexión y a un incremento de reacción en el
efecto de oblicuidad desaparece prác-
ángulo obtuso.
ticamente.
El disponer vigas riostras transversales, 2. La disposición de vigas riostras,
no produce cambios espectaculares en el com- peljudica más que favorece, el com-
pOliamiento del tablero (Fig. 7.3.7). Los mo- pOliamiento de los tableros de vigas.
mentos flectores disminuyen un poco, y se Estas conclusiones sólo son válidas para
acentúa más la distribución irregular de reac- las cargas que han sido estudiadas, es
ClOnes. decir, para cargas uniformemente repar-
tidas. Para las cargas puntuales, el efecto
7.3.3.- Tableros continuos beneficioso de las vigas riostras se man-
tiene.
No se estudia aquí el comportamiento
3. Si las vigas tienen una rigidez torsional
específico de los puentes continuos oblicuos de
impOliante, el efecto de la oblicuidad
vigas; pero de las conclusiones que acabamos
vuelve a aparecer. La luz de flexión ya
de ver para tableros bi-apoyados, se pueden
no es la oblicua, sino que es una inter-
extrapolar fácilmente las de los continuos.
media entre ésta y la nonnal a los
Para tableros de vigas doble T, la conti- apoyos. Las flexiones longitudinales dis-
nuidad acentúa la tendencia de los tableros a minuyen mucho y las torsiones
funcionar como tableros rectos de luz igual a la aumentan.
oblicua, ya que la continuidad equivale a un 4. El pretensado se introduce, nor-
aumento de la relación ancho-luz y, por tanto, malmente, cuando las vigas están
a un incremento de la rigidez a flexión longitu- sueltas; y, por tanto, en esa fase no
dinal respecto a la transversal. produce efectos especiales. Sin embargo,
396 PUENTES
Javier ManleJola Aunisen

30 m.
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148 148

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26.6
1

00171 168
1/
1/

Respuesta tablero vigas cajón, con riostras. a) Corrimientos verticales


b) Leyes de momentos flectores longitudinales. d) COITimientos seco l-L
c) Momentos f1ectores seco 1.1. f) Reacciones en apoyos
Fig. 737

las deformaciones producidas por la a flexión y torsión. Sin embargo, este compor-
fluencia y retracción, en el caso de tamiento elemental desaparece cuando las con-
tableros formados por vigas cajón, se diciones de deformación establecen la distor-
verán influidas por el comportamiento sión de la sección transversaL
oblicuo de este tipo de tableros; no así en
el de los tableros de vigas doble T. En el caso de las vigas cajón oblicuas, el
concepto de sección transversal, unido siempre
7.4.- La viga cajón oblicua al concepto de viga, desaparece en las proxi-
midades del apoyo y su comportamiento debe
Una viga cajón está constituida por cua- de considerarse como el corTespondiente a
tro placas interconectadas entre sí. Su com- cuatro placas conectadas y apoyadas en puntos
portamiento es claramente espacial y, en de- oblicuos. Este hecho complica el entendi-
terminadas condiciones de deformación, se miento resistente en dicha zona. Las pautas de
comporia como una viga simple con su rigidez comportamiento de tableros oblicuos que
CAPITULO 7- EL TABLERO OBLICUO 397

hemos visto hasta ahora, nos van a servir de 7.4.1.- La viga cajón bi-apoyada
poco; y únicamente podremos utilizar, como
elemento de comparación, la viga oblicua li- Para analizarla, y como venimos
neal examinada al punto 7.1. haciendo en este trabajo, partimos de los re-
sultados obtenidos en una viga c~jón concreta,
Vamos a examinar dos casos de vincula- con ángulo de oblicuidad 45°, con dos vigas
ClOn: el cajón bi-apoyado oblicuo y el cajón riostras en los extremos, y cuyas características
continuo. La hipótesis de carga que vamos a geométricas y primeros resultados se presentan
examinar es la de peso propio que, como cual- en la figura 7.4. L Las conclusiones de su exa-
quier carga uniformemente repmiida, es la que men son las siguientes:
presenta efectos más marcados ante la oblicui-
dad. El método de cálculo utilizado es el de los
elementos finitos.

12.4

3'l

f
c'.o,----------~o
la - 3-
2 A 3.5
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059
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O,
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- 0.00089

Y=O(
b)
_ 0.0002
0.0042
000967

45

¡-~'----------------------''''':;o__.

el

88.4

Respuesta de viga cajón oblicua <p = 45° bajo carga unifonne.


a) Corrimientos verticales según AB. c) Corrimientos de seco 1-1.
c) Estado tensiona1 O'x a lo largo de las secciones longitudinales
2 y 3,
Fig. 74.1
398 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

1. Corrimientos. la presencia de la viga riostra extrema. Este


momento se va reduciendo confonne vamos
• A lo largo de una de las almas, AB, los avanzando por sección de apoyo desde el án-
conimientos verticales se presentan en la gulo obtuso al agudo, anulándose en este punto
figura 7A.1a. Por simetría polar (Fig.7.4.1c).
alrededor del centro del tablero, se
conocen los de la otra alma. La Si comparamos ahora el comporta-
defonnada es prácticamente simétrica, y miento de la viga cajón oblicua con una viga
únicaemnte se insinúa la oblicuidad, en oblicua lineal cuya sección transversal es la de
unos conimientos algo mayores en la la viga cajón, encontramos coincidencias y
zona obtusa que en la aguda. discrepancias. Comparando, en primer lugar,
las reacciones en los cuatro apoyos A, B, e y
• Si realizamos un corte transversal D, tendremos:
(sección 1-1), perpendicular al eje de la
viga, en las proximidades de uno de los
ángulos obtusos, vemos (Fig. 7.4.1 b.),
que la sección transversal experimenta
ADOVO Villa oblicua Viga cajón
una distorsión.
A 232,729 227,650
2. Tensiones longitudinales.
B 32,903 38,046
En la figura 7.4.1 c, representamos la
distribución, a lo largo de dos secciones
e 32,903 38,046
longitudinales al cajón, de las tensiones
longitudinales, o"x, que aparecen en la D 232,729 227,650
cara superior e inferior del cajón. Por
simetría polar tenemos las tensiones en
todo el tablero. Podemos ver:
En estas reaCCIOnes, muy parecidas en
• En la sección de apoyo y en la zona valor absoluto, se ven sin ambargo pequeñas
obtusa, aparecen tensiones, negativas en diferencias significativas. La viga cajón con-
la losa superior y positivas en la losa centra menos que la viga oblicua las reacciones
inferior. Estas tensiones disminuyen a en el ángulo obhlSO. Esto es lógico, pues la
lo largo de la línea de apoyo, hasta viga oblicua es infinitamente rígida en direc-
anularse en la zona aguda. ción transversal, mientras que el cajón expresa
su defonnabilidad transversal en la distorsión
• Un ligero desplazamiento, hacia el lado de la figura 7.4.1 b.
obtuso, del estado tensional máximo
positivo. Este efecto conesponde con la Este efecto sería mucho mas marcado si
tendencia examinada en la distribución la relación ancho-luz de la viga fuese mayor, o
de los cOlTimientos veliicales. si los espesores de las paredes del cajón fuesen
menores.
Si comparamos estos primeros resulta-
dos con las conclusiones que conocemos de los En la viga oblicua, se produce una ley de
tableros-losa oblicuos (punto 7.2.), veremos momentos flectores, (Fig. 7.4.2b), y una ley de
que se reconocen todos los fenómenos, pero momentos torsores constantes (Fig. 7.4.2a).
aquí levemente insinuados. Existen desplaza-
mientos de los corrimientos y tensiones longi- En la parte central de la viga cajón y de
tudinales hacia los ángulos obtusos. La flexión la viga oblicua, los resultados se parecen bas-
transversal del tablero losa, supone aquí la tante, tanto en lo que se refiere a la cuantía de
distorsión de la viga cajón. Unicamente apa- las tensiones longihldinales como a la direc-
rece en la viga cajón, con contundencia, la ción de las tensiones principales. En la viga
presencia de momentos negativos en el ángulo oblicua, la combinación entre las tensiones de
obtuso, consecuencia de la rigidez del cajón y flexión y de torsión inclina las tensiones prin-
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 399

e D
4~~,<:",-,\ ~
A B
T= 619 m.To.
¡-
I
al I
bl

M = 1190 To.

Fíg 742

LOSA SUPERIOR

LOSA
INFERIOR

1-
VIGA CAJON APOYADA. CARGA UNIFORME. TENSIONES PRINCIPALES

Fíg. 743

cipales de la losa superior e inferior, en direc- (Fig. 7.4.1c). Este comportamiento es acorde
ción de los ángulos obtusos. En la viga cajón con la concentración de tensiones que se pro-
real, las tensiones principales en losas y almas duce en el ángulo obtuso y en el alma de dicha
se inclinan, también, como representamos en la zona (Fig. 7.4.3).
figura 7.4.3.
y esta diferencia es lógica, dado que en
Sin embargo, en las inmediaciones de la viga oblicua las reacciones en A y e se
los apoyos, los resultados entre ambos mode- transmiten a las vigas por flexión de la viga
los, son muy diferentes. riostra indeformable que las une; mientras que
en el cajón real las reacciones de los apoyos se
El estado tensional longitudinal en la transmiten directamente a las almas del cajón.
sección de apoyo de la viga oblicua, que se
deduce en la figura 7.4.2b, corresponde a un La sección transversal del cajón se de-
estado tensional constante a 10 largo del ancho fonna, produciéndose flexiones transversales
de la sección; mientras que, en la realidad, esta en las caras que soportan el lado agudo del
distribución no 10 es, como ya hemos visto cajón desde el obtuso. Esto se comprueba
400 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

examinando la figura 7.4.4, donde representa- bajo su propio peso, los momentos flectores,
mos los cortantes, Qy' y los momentos flecto- My, son constantes de un lado a otro; mientras
res transversales, M y ' de las losas superior e que en el cajón oblicuo experimentan una va-
inferior, a lo largo de la sección 2-2 de la fi- riación clara, debido a la distorsión del cajón.
gura 7.4.1. En el lado obtuso, el alma se ve
En la figura 7.4.5, donde representamos
sobrecargada por la flexión de las losas supe-
las trayectorias de los momentos flectores
rior e inferior; y en el ángulo agudo descar-
principales de las losas superior e inferior de-
gada. Cuando se examina la figura 7.4.4c, no
bidos al peso propio del cajón, se observa:
debe olvidarse que en una viga cajón recta,

-3.91'0.

Qy
al
2

18.81'0.
'-----F 2

- - - LOSA SUPERIOR

55.91'0. - - - - - - LOSA INFERIOR

b)
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49.81'0

3.1 m.To.

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1.6
Respuesta de viga cajón oblicua bajo carga uniforme.
Esfuerzos a lo largo de la sección 2.2
Fig 74.4
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 401

a) Las trayectorias de los momentos oblicua en el caso estudiado y, por tanto,


flectores principales, se inclinan, a la menor que en una viga cajón recta de luz
manera de un tablero-losa, debido a la igual a la oblicua. Sin embargo, si la
torsión que experimentan cada una de las relación ancho-luz del cajón es mayor,
losas por la torsión general del cajón. las reacciones a los apoyos agudos y
Esta inclinación es, sin embargo, mucho obtusos dejan de ser tan diferentes y el
menor que en los tableros-losa. estado tensional longitudinal en el centro
de la luz crece.
b) Los momentos flectores transversales,
debidos a la distorsión, ocasionan una 2. En las proximidades de los apoyos, el
línea de momentos flectores nulos muy comportamiento de la viga cajón y de la
diferentes a la que se produciría en un viga oblicua indeformable se separan
caj ón recto (líneas paralelas a los lados). claramente. Los esfuerzos cOliantes se
Este resultado es concordante con la concentran en la zona del alma
cuantía de momentos flectores, M y, de la con-espondiente al ángulo obtuso. El
figura 7AAc. cajón se distorsiona claramente,
apareciendo flexiones transversales en
De estos resultados se puede concluir lo las losas, que perturban totalmente la
siguiente, sobre el comportamiento del cajón distribución nonnal de las vigas cajón
obtuso bi-apoyado. rectas.

1. El efecto de la oblicuidad se hace 3. Es necesario preguntarse si conviene


presente en lo que podemos denominar hacer tableros cajón oblicuos, pues la
flexión general del cajón, estableciendo reducción que se consigue en la flexión
un estado tensional longitudinal dirigido no suele compensar la enorme torsión
según los ángulos obtusos. que se produce al introducir una
defomlación impuesta de torsión (la de
La cuantía del estado tensional en el los apoyos oblicuos) en una sección muy
centro de la luz es similar a la de la viga rígida a dicha defonnación.

LOSA SUPERIOR

LOSA
INFERIOR

TRAYECTORIA DE MOMENTOS PRINCIPALES


EN LOSA SUPERIOR E INFERIOR

Fig 745
402 PUENTES
Javier lvfanlero/a Annisen

7.4.2.- La viga cajón continua CUADR07J

Para analizar el compoliamiento de las


vigas cajón continuas, vamos a hacer uso,
A B e D E

como elementos comparativos, de las Viga 71,5 158,35 323,4 230,4 248,5
conclusiones obtenidas en el apaliado anterior oblicua
y de las que se deducen de la viga oblicua con- Cajón 70,1 161,06 320,8 226,7 246,6
tinua analizada en 7.1.2. oblicuo

Para ello hemos elegido una viga cajón


de cuatro vanos, de la misma luz e iguales F G H J
características que la viga bi-apoyada que aca-
bamos de examinar, solicitada también bajo su Viga 248,5 230,4 323,4 158,35 71,5
peso propio. oblicua

Cajón 246,6 226,7 320,8 161,06 70,1


Los primeros resultados en conimientos, oblicuo
esfuerzos y tensiones, los representamos en la
figura 7.4.6 (viga continua oblicua) y en la
figura 7.4.7 (cajón oblicuo continuo). Las re-
acciones en los apoyos de los dos modelos son:

al

bl
~l~l~¡~ 0005 0005

00095 00095

&
1642 1642
" 1353 1207
I "
I ' ,.... 269

................ ....//::.-'
5953
~ ~,-;
e) -- ---- - VllilO oblicua
9222 922
----- VI'il1J recTo

269

dl

Respuesta de la viga oblicua continua. a) planta. b) Corrimientos verticales.


c) Ley de momentos t1ectores. d) Ley de momentos torsores

Fig. 74.6

Lo primero que observamos al comparar R¡


_é = 38,046 = O,16 7 (·b·¡apoyad a )
los resultados de este cuadro con los de la viga RB 227,65
bi-apoyada, es que la relación entre las reac-
R¡ = -70,1
-' O 43 5
- - =, .
(contll1ua)
ciones en A y B es mucho mayor que la que
RB 161,06
existe en los cajones bi-apoyados.
CAPITULO 7- EL TABLERO OBLICUO 403

~' 0.0043 - -ÓlÓÓ46 Q,0046 ,0.007


" J

/
o) 0009 -0009

623
465
43.3
39 9 __ 3",,_ '
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\ 1, V \ I I
\~ 696 \ 1/
77 \;
LOSA SUPERIOR
96
LOSA INFERIOR

Respuesta cajón oblicuo continuo_ Carga uniforme a) Corrimientos verticales líneas Al, BJ b) Distribución de
Xn a lo largo sección I-L c) Distribución My a lo largo sección LI
Fig 74.7

1jÍ ;::: z--=::=.>::<> r;¿iX '%%?$J¿*


ALMA A-E
ª:( ~:= :;;. > '*~~
ALMA B-F

VIGA CAJON CONTINUA. TRAYECTORIA DE LJAS TENSIONES PRINCIPALES

Fig.748
404 PUENTES
Javier Monte/ola Annisen

Este hecho, que podría entenderse como menor del caJon, que es donde se refleja el carácter
efecto de oblicuidad, se debe a la presencia de espacial de la estructura.
momentos negativos en los apoyos e y D, que
reducen el momento torsor en el vano extremo, Si examinamos ahora la distorsión del
como ya vimos en el apartado 7.1.2. cajón, encontramos su reflejo en la distribución
de los momentos flectores transversales, M y ' a
Según la teoría de la viga oblicua, el lo largo de la luz (Fig. 7.4.7c), y en la
momento torsor en la viga biapoyada es T = dirección, cuantía y líneas de momento nulo de
619 m.L; mientras que en este caso resulta T = las losas superior e inferior (Fig. 7.4.9).
269 m.L (Fig. 7.4.6d). En el resto de los vanos,
la torsión de la viga continua se hace muy pe- Lo primero que observamos es una
queña. Estos resultados de la viga continua coincidencia de comporiamiento con el tablero
oblicua, se reflejan perfectamente bien en la biapoyado. El cajón distorsiona muy apre-
viga cajón. Si examinamos la figura 7.4.8, ciablemente, según lo que hemos definido co-
donde se representa la distribución de las ten- mo una tendencia a soporiar las zonas aguadas
siones principales en la losa superior, en la de cada vano desde las zonas obtusas. La ley
inferior y en las almas, se observa cómo en los de los momentos flectores de las losas co-
vanos extremos la inclinación de las tensiones nespondientes a las vigas cajón rectas, cambia
principales es muy apreciable, en lo que es el radicalmente.
cuerpo del cajón (los voladizos laterales de la
losa superior se enteran poco de este fenó- La cuantía de la distorsión o de los
meno), mientras que en los vanos centrales esta momentos M y en los apoyos, no es mayor que
inclinación es prácticamente inexistente en el
en el cajón bi-apoyado, sino un poco menor.
centro de la luz.
Este resultado, un poco sorprendente pues en el
cajón continuo aumenta la relación ancho-luz y
Los resultados de la viga oblicua conti-
esto supone generalmente un aumento de
nua no nos dicen mucho más del comporta-
defonnación transversal, se comprende si
miento del cajón oblicuo, que la coincidencia
recordamos, como venimos diciendo a lo largo
que acabamos de ver. Reproduce bastante bien
de todo este capítulo, que la oblicuidad
este modelo el comportamiento general de la
equivale a una defonnación impuesta de
viga cajón; pero, como es lógico, no da
torsión y no a una acción exterior de torsión.
ninguna luz respecto a la respuesta transversal

t f f
/ I I +
LOSA INFERIOR

TABLERO CAJON CONTINUO. SOLICITACION PESO PROPI().I)lIU:CC:IºN y CUANTIA


DE LOS MOMENTOS FLECTORES DE LA LOSA SUPERIOR E INFERIOR

Fig 7A.9
CAPITULO 7 - EL TABLERO OBLICUO 405

En la figura 7.4.7a se representan los el ángulo agudo y obtuso son casi


corrimientos verticales de las dos líneas iguales; un poco mayor en el obtuso. El
extremas del cajón, donde se engloban, en estado tensional principal es paralelo a
cualquier sección transversal, las deforma- los bordes libres.
ciones por la torsión y distorsión. Los corri-
mientos son parecidos a los de la viga oblicua 5. En los vanos extremos es donde más
continua. aparece el efecto de la oblicuidad. Los
cortantes se concentran en los ángulos
Si examinamos ahora el estado tensional obtusos y las tensiones longitudinales se
longitudinal, referido al valor N x' (Fig. 7.4. 7b), inclinan según la dirección de los
obtenido a lo largo de la sección 1-1, aparece ángulos obtusos. En los bordes apoyados
un fenómeno que ya habíamos visto en los aparecen los mismos efectos que ya
tableros de losa continuos: la diferencia hemos analizado en los tableros bi-
apreciable entre las tensiones que aparecen en apoyados, pero reducidos aquí en su
el apoyo D y en el apoyo H. Y la razón es la cuantía.
misma que la que expusimos en 7.2.2. El
apoyo H conesponde al ángulo obtuso, 6. Todos los efectos de la oblicuidad, que
mientras que el D corresponde al ángulo agudo reduce la continuidad del tablero,
del vano extremo; y el giro del tablero bi- aumentarían si se aumentase la relación
apoyado en la zona obtusa es mayor que en la ancho-luz del cajón, o disminuyese su
aguda. rigidez transversal por adelagazamiento
de las paredes del cajón.
De estos resultados podemos sacar las
siguientes conclusiones respecto al compor-
tamiento de los tableros oblicuos: 7.5.- Configuraciones habituales

l. La influencia de la defol111ación im- En general creemos que la oblicuidad en


puesta que supone la presencia de apo- los puentes se debe enfrentar tal y como viene,
yos oblicuos, se reduce cuando damos disponiendo pilas oblicuas y estribos oblicuos.
continuidad longitudinal a los distintos Si se trata de tableros oblicuos de un solo vano,
vanos. La flexión negativa que aparece Fig. 7.2.05, hay que tener en cuenta la desigual
en los apoyos, reduce el ángulo de giro distribución de la reacción en apoyos y el
del vano considerado como apoyado y, hecho de que en el caso que la losa esté
por tanto, la necesidad de introducir provista de al111adura pasiva, conviene
torsiones longitudinales para compa- disponerla en las dos direcciones que
tibilizar los conimientos del cajón con detel111inan los lados del paralelogramo, lo que
los apoyos. no va a producir la mínima cuantía de
al111adura. Esta quedaría reservada a disponerla
2. La teoría de la viga oblicua reproduce
según las direcciones de los momentos
bastante bien el comportamiento general
del cajón oblicuo en este caso; pero no flectores principales, pero en este caso el coste
produce información alguna sobre la de corte y colocación puede, salvo en algún
caso muy especial, ser superior al ahorro en
distorsión y la distribución de las
kilos.
tensiones longitudinales en la sección
transversal.
En el caso de que la losa sea pretensada,
3. Aparecen flexiones transversales en el éste conviene disponerlo, con más razón aún
cajón, de tipo antimétrico, extendidas a que la armadura pasiva, según la dirección
toda su longitud, ocasionadas por la longitudinal, paralela a los bordes libres. Pero
distorsión natural que introduce la hay que tener en cuenta que el pretensado es
oblicuidad de los apoyos. una acción y por tanto debe tenerse en cuenta
en el cálculo de la losa. Su efecto se ve
4. En los vanos centrales el efecto de la sometido al mismo efecto, pero en sentido
oblicuidad es mínimo. Los cortantes en contrario, que cualquier carga exterior.
406 PUENTES
Javier Mante/o/a Armisen

b)
o o

Fig 75.1

7.6.- Puente pérgola


Si se trata de tableros continuos, Fig.
7.5.1, se puede enfrentar el problema de varias En ocasión de oblicuidades extremas, las
maneras. Disponiendo una distribución oblicua luces que se crearían, siguiendo las pautas del
de pilas y estribos, Fig. 7.5.la y enfrentando el punto 7.6 podrían llegar a ser muy grandes,
cálculo con todas sus consecuencias. Fijémonos que la luz oblicua es igual a:

A veces se huye de la oblicuidad


disponiendo las pilas y los estribos perlen-
diculares al eje del puente, Fig. 7.5.lb, en estos la luz normal paliido por el seno del ángulo de
casos las pilas y los estribos agreden visual- la oblicuidad. Para <p= 10° -7 Lljl= 5,75 L n .
mente, con sus aristas, al usuario de la
carretera inferior. En estos casos extremos se suele acudir
al puente pérgola.
Para evitarlo se recurre muchas veces a
disponer pilas circulares, que tienen una En la Fig. 7.6.1 representamos el
imagen constante, cualquiera que sea la primero de los procedimientos para evitar las
dirección en que se los mire. Para evitar la luces extremas. Las vigas se disponen en
agresión del estribo, éste puede hacer también dirección perpendicular el eje inferior, lo que
curvo. El puente funciona como recto y no obligatoriamente produce una superficie del
presenta una imagen agresiva al usuario puente mucho mayor que la estrictamente
inferior, Fig. 7.5.lc. necesaria, a la vez que conduce la flexión en
CAPITULO 7- EL TABLERO OBLICUO 407

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Fig 761

Fig 76,]
408 PUENTES
Javier Manlerola Armisen

~~ .... , ...
~>

Fig 76.3

Fig 764

esta misma dirección. Esta disposición reduce donde se adopta unas vigas prefabricadas
extraordinariamente la cuantía de la flexión y pretensadas de canto variable.
su cálculo debe realizarse teniendo en cuenta la
capacidad de reparto de la losa existente. En el caso de que oblicuidad no sea tan
extrema se puede adoptar una solución losa
Presentamos un ejemplo de puente como la representada en la Fig. 7.6.3 en la cual
pérgola de vigas, en la Fig. 7.6.2 represen- se extiende la losa algo más de lo necesario
tamos el ya desaparecido puente en la Plaza de para polarizar las flexiones en dirección
las Glorias Catalanas en Barcelona,
CAPITULO 7.- EL TABLERO OBLICUO 409

\\

~~/~--~--./-.~----.--
....

--

/ Fig 765

Fig76.6

normal, reduciendo el área oblicua. En la Fig. riamente se convielien en pÓliicos que


7.6.4 representamos una solución de este tipo. puentean la viga inferior. En la Fig. 7.6.6
representamos esta solución para un cruce
Una tercera solución, Fig. 7.6.5, consiste bastante oblicuo de una vía de felTocarril sobre
en mantener la longitudinalidad del cruce pero otra.
disponiendo apoyos intennedios que obligato-
410 PUENTES
Javier Mal1lerola Armisen

Enlace de Zizur (Navarra)


CAPITULO 8 - EL TABLERO CURVO 411

8.- EL TABLERO CURVO

La curvatura en planta de los tableros de Para acercamos a la respuesta resistente


puente, determina un modo particular de com- del puente curvo, necesitamos tratar, en primer
portamiento resistente. Introduce una variable lugar, la viga curva cargada nonnalmente a su
nueva, la cual, junto con la relación ancho-luz plano, analizando la influencia que en su res-
y la distribución de rigideces dentro del puesta tiene la curvatura en planta, las vin-
tablero, determina los mecanismos de resis- culaciones con los apoyos, y la relación de
tencia que desarrolla la estmctura para hacer rigideces a flexiones torsión. Y esto es así por-
frente a las acciones exteriores. Fig. 8.0.1. que la viga curva representa la célula elemental

Fig. 8.0.1
412 PUENTES
Javier Mall/erala Anllisell

de la cual debemos partir para entender el solicitada por una serie de cargas verticales p y
puente curvo. de pares torsores m T será:

Las ecuaciones de equilibro en un


Trataremos, en segundo lugar, del ta-
elemento diferencial ds son:
blero losa, para poder analizar el compOIta-
miento conjunto de una serie de elementos
Cargas verticales:
longitudinales y transversales.

La sección cajón la trataremos en tercer Q, +dQ,. -Q.. + pds = O -p (1)


lugar, haciendo hincapié en la distorsión
natural que proporciona la curvatura a este tipo
de tableros. Momentos flectores

Todo lo relacionado con el tablero de vi- (R tBr


M+dM-M-QRdB+HdB+ P e =0
gas o el tablero cajón curvo es igualmente 2
válido cualquiera que sea el material utilizado,
honnigón pretensado, dintel mixto o metálico. de donde dM +H =Q (2)
ds R r

8.1.- La viga curva Momentos torsores

Supongamos una viga circular, de radio H + dH - H - MdB+ m,.ds =O


R y ángulo de abertura total 8 0 y en la que se dH M
consideran las siguientes condiciones: La - = --m (3)
ds R r
sección transversal es muy pequeña comparada
con la luz de manera que las propiedades
elásticas pueden suponerse concentradas a lo La ecuación (1) es igual a la de una viga
largo del centro de gravedad de la viga y que recta. De las ecuaciones (2) y (3) se deduce
coincide con el centro de esfuerzos cortantes. que en una viga curva las torsiones y flexiones
La sección no distorsiona transversalmente, ni están acopladas.
se alabea longitudinalmente. Fig. 8.1.1.

Las ecuaciones de equilibrio de esta viga

",,,
,
\

Fig 811
CAPITULO 8 - EL TABLERO CURVO 413

Este hecho se comprende de otra manera de la mayor parte de esta acclon torsora en
si vemos que la resultante de las compresiones tensiones tangenciales de torsión"
de la cara superior y de las tracciones de la
cara inferior debidas a la flexión, producen dos En el caso de una sección abierta se
fuerzas S que no es sino una acción torsora en produce una flexión de eje horizontal diferente
la sección, Fig. 8.1.2a, es decir la presencia del en cada una de las vigas con el consiguiente
termino M/R en la ecuación (3). En el caso de alabeo de la sección y unas flexiones
secciones cenadas este efecto produce la transversales en las almas que pueden requerir
distorsión del cajón, ver 8..3., y la conversión de riostras transversales, Fig. 8.1.2b.

o)
s

b)

Fig 812

8.1.1.- Respuesta de la viga curva Lo primero que se observa, Fig. 8. L.3b,


es que la ley de momentos flectores longi-
En la Fig. 8.1.3 representamos la res- tudinales, tanto si está biapoyada a flexión o
puesta de una viga curva de sección rectan- biempotrada, es prácticamente igual a la de una
gular maciza con dos vinculaciones en los viga recta con la misma vinculación y luz igual
apoyos, bi-apoyada a flexión y empotrada a a la longitud de la viga curva desarrollada.
torsión y biempotrada a flexión y torsión y en
ambos casos solicitadas por una carga vertical Este hecho ha determinado un pro-
unifonnemente repartida a lo largo de su luz. cedimiento simplificado de cálculo de las vigas
414 PUENT.ES
Jal'/el' Aiall/ero/a Al'lllisell

2 E 1
K =ijJ = 1004
Carga uniforme 5 To/m.1 CJ 1 Sección transv

al

~e.!5

~ 266 ~
,i\\
,, /
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,,
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I I 10.7

,
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: /
,i ./' 10.7

-i~,-;,
,I
I
I
b 1M. ,I
,
I _~. 91 APOYADA A FLElCJON
:
-- - - - 81 EMPOTRADA A FLEXIOH
403

::::7
dlli x 0.0". el ex
0,00183

iJll J 1 1 1~~T~Jm,1
t~ () '0.00030

gl

RESPUESTA DE UNA VIGA CURVA BAJO CARGA UNIFORME. Q I PLANTA DE LA VIGA.


bl LEY DE MOMENTOS FLECTORES el LEY DE MOMENTOS TORSORES dI CORRIMIENTOS VERTICALES
el GIROS 8x f) CORRIMIENTOS EN EL CENTRO EN LA VIGA APOYADA ~I CORRIMIENTOS EN EL
CENTRO EN LA VIGA EMPOTRADA

Flg 81]

curvas. Si de la ecuación (2) suponemos que el Obtenida la ley de momentos flectores


valor del momento torsor H partido por el por este procedimiento podemos detenninar la
radio de curvatura es despreciable comparado ley de momentos torsores siguiendo la
con el cortante, entonces esta ecuación ecuación (3) en la cual la torsión no es sino el
representa la ecuación diferencial de una viga esfuerzo cortante de una viga en la cual la
recta con luz igual al desanollo de la viga carga es la suma de la solicitación torsora
CUIva, exterior mt y la solicitación conocida MIR,
C1PlTULO 8 - EL TABLERO CURVO 415

Se puede acercar a la respuesta exacta proyección sobre la cuerda de la viga es igual


por aproximaciones sucesivas ya que una vez al momento respecto a esta misma recta de las
conocido el valor del momento torsor H, fuerzas exteriores, Fig. 8.1Aa.
podemos volver a la ecuación (2) y sumar al
valor del cOliante exterior el valor de H/R. Los momentos torsores se reducen mu-
cho cuando la viga está biempotrada, pues a fin
- En segundo lugar en el caso de que la de cuentas la tendencia al giro alrededor de la
viga esté apoyada a flexión, aparece una ley de cuerda del arco, que las cargas exteriores
momentos torsores significativa, Fig. 8.1.3c. imponen a la estructura, está contrarestada en
Cuando la carga sea vertical y esté unifor- este caso no solo por la componente según la
memente repartida a lo largo de la viga curva y cuerda del momento torsor H, sino también por
además sea simétrica, la viga será isostática y la componente según esa misma cuerda del
el equilibrio se realiza con la aparición de momento flector de empotramiento.
momentor torsores en los extremos cuya

o)

b)
Flg. 8/4

Esta característica nos indica que una Si analizamos los cOlTimientos, tanto
viga curva continua tiene unos momentos verticales, ()x' como los giros de torsión, ex,
torsores relativamente poco importantes. En el vemos que la diferencia que existe según sea el
caso de vigas curvas en voladizo, caso muy tipo de vinculación en el borde es muy grande
frecuente durante la construcción de grandes lo cual va a tener una importancia decisiva
puentes curvos realizados por voladizos cuando la viga curva sea parte de una entidad
sucesivos, las torsiones son por el contrario, mayor como puede ser un puente losa, Fig.
muy importantes y de elemental determinación 8.1.3d, e, f, y g.
por tratarse de estructuras isostáticas.
416 PUENTES
Javia Mal1lerola Arlllisen

Variación de la relación EI/GJ. esfuerzos. Representamos la respuesta de la


viga, solicitada en el vano central por una
En los ejemplos anteriores la relación carga uniformemente distribuida con una
entre la rigidez a flexión y a torsión era del excentricidad constante, y cuando variamos el
orden de la unidad como conesponde a valor de k y la curvatura en planta.
secciones cenadas o macizas.
Cuando la viga tiene valores de k
Si variamos ahora la relación k=EI/GJ a próximos a la unidad, la ley de momentos
valores muy grandes como corresponde al caso flectores Fig. 8.1.6a, prácticamente no varía,
de vigas de poca rigidez torsional, vemos que aun con radios en planta muy variables. Por el
las flechas y los giros para las mismas cargas contrario la ley de momentos torsores varía,
exteriores cambian mucho. En el ejemplo aumentando con la disminución del radio de
contemplado en la Fig. 8.1.5 vemos que el curvatura. Fig. 8.1.6c.
valor de las flechas puede ser casi doble y el de
los giros 24 veces mayor que el de la misma Cuando la viga tiene poca rigidez
viga con valores de k próximos a la unidad. torsional, caso de k=12,43 en el ejemplo, la ley
Los esfuerzos no varían de uno a otro caso de momentos flectores crece conforme la
dado que la estructura es isostática para la curvatura aumenta, mientras que los momentos
carga a que está sometida. torsores varían muy poco, Fig. 8.1.6b Yd.

En el caso de que la viga sea Este comportamiento encuentra su


hiperestática como le ocurre a la viga de tres sentido en que la falta de rigidez torsional
vanos representada en la Fig. 8.1.6, como le moviliza mas flexiones para hacer frente a la
OCUlTe a la viga de tres vanos representada en excentricidad de la carga para el caso de
la Fig. 8.1.6, el valor de K=EI/GJ, influye curvaturas crecientes.
considerablemente en la cuantía de los

K = ~
4 J --46
p= 5 Tn./ml

E I _
K = --q;r- - 1

J__ --'=-2=5m"--._ _ ~

1
'0.0018
1 I
1 [
1_ _ - 1
I
10.055
® 1
I étx
I
0.043
0.1

VIGA ISOSTATICA. INFLUENCIA DE LA VARIAC10N DE RIGIDEZ TORSIONAL EN LOS


CORRIMIENTOS

Fig 8.15
CAPITULO 8- EL TABLERO CURVO 417

- Variación de la curvatura en planta.


8.1. 7.1.), se observa que, tanto los momentos
Ya hemos visto, en la figura 8.1.6, como flectores y los desplazamientos verticales
los efectos que produce la disminución de la como los momentos torsores y los giros
rigidez a la torsión son tanto mayores cuanto torsionales, aumentan confoll11e disminuye el
mayor es la curvatura en planta de la viga. A radio de curvatura, siendo mucho mayor el
fin de cuentas la curvatura es la variable aumento en el segundo grupo que en el
desencadenante de esta manera pmiicular de prnnero.
comportarse la viga curva.
Cuando la carga puntual es torsora (Fig.
En la figura 8.1.7 vemos la influencia de 8.1.7), se observa el mismo tipo de incremento
la curvatura en planta, en las vigas cargadas con la curvatura; pero en este caso es mucho
con cargas puntuales. mayor el incremento en momentos flectores y
descensos verticales, que en momentos
Cuando la carga puntual es vertical (Fig. torsores y giros.

_~oo
E/G :: 2,3
_~oo
J~:: 6, 7853m,4
--'lOO
--1.00
_o
a) --lPO
--'lOO
~oo

~oo

_400
-.3.00
--.aOO
--1.00

--"
b) -!DO
--'lOO
K:~J =12,43 _3.00
~OO

_R=lDQ
_Ji: 200 ----'"'O
,
I-R ::oe

-!DO

--l!
o)

-!DO
K: 1,243
--'lOO

IR:: 100 --'lOO


-R:: 200
I
I ---lil0
I
I
--"-
d)
---lil0

--".00

COMPARACION ENTRE VIGAS RECTAS Y CURVAS.


o yb LEY DE MOMENTOS FLECTORES
<: y d LEY DE MOMENTOS TaRSORES

Fig.816
418 PUENTES
Jm'/eJ Aéfal/ferola Am//5el/

- L1Jnc!usión respecto al comportamiento en la viga isostática un incremento impoltante


resistente de las vigas cunJas de los giros y las flechas verticales.

Una viga curva isostática, cargada El empotramiento a flexión de las vigas


veliicalmente, desarrolla momentos flectores y curvas, lleva consigo una disminución muy
torsores de impOliancia. En su deformación, importante de los momentos torsores que
junto con conimientos verticales se dan giros solicitan la viga.
de torsión.
El acoplamiento entre flexiones y
La ley de momentos flectores longi- torsiones, determina la impOliancia del papal
tudinales de una viga curva, para los casos en desarrollado por K =(EI/GJ), Cuando éste
que el ángulo de abeliura de la misma no es aumenta, como consecuencia de la disminu-
muy grande, es prácticamente igual a la de una ción de la rigidez a la torsión, los momentos
viga recta de la misma longitud. Crece flectores longitudinales experimentan incre-
ligeramente cuando reducimos el radio de mentos muy apreciables en vigas curvas conti-
curvatura. nuas.

La reducción de la rigidez a torsión, En la Fig. 8.1.8 vemos el puente del


aunque se mantenga la de flexión, determina Pilar, tablero curvo asimilable a la viga.

E 1
K"-;:LOO
G J

i
R;;; 30m -!-- R::60m R;30m _-t--. R;;;SOm

8 ..

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~.om,"
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o ., _ _ _ 0,09
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(0
00058

~-- /~

[7
I

(9J~OOO~~~
® o,OOles
(1) (11)

COMPAAACtON ENTRE LA RESPUESTA DE UNA VIGA CURVA DE R= eOm y OTRA


cE R:: 30m

Elg 817
C4P1TUlO S - EL, J;4BIERO CURVO 419

21---,--,...---,---.----..;11

10m. I I
I 1
----- I
I
I
I
I I 1
I I I
0.041 >'---""1 1 I
0.046 ----J I
1
25 m. 1 0. 065

--.J0074
b)
a )

Fig. S20J

8.2.- Tableros losa planta determina un trabajo tipo superficial,


incluso para las cargas uniformes.
Existe una diferencia clara entre el
comportamiento de un tablero recto y un Supongamos el tablero curvo bi-apo-
tablero curvo. Para una carga uniformemente yado de la figura 8.2.1a solicitado por una
distribuida actuando sobre un tablero de inercia carga uniformemente repaliida de 2,5 T/m2.
constante, en el tablero recto no existe En dicho tablero, destacamos cinco vigas
redistribución de esfuerzos. Cada viga longi- curvas longitudinales, de 2,00 m de anchura, al
tudinal en que se podría abstraer el tablero, se realizar cuatro cOlies circunferenciales.
lleva la carga que la solicita; mientras que para
un tablero curvo en planta, existe una Cada una de estas vigas curvas, soli-
redistribución de esfuerzos. Ocurre 10 mismo citada por una carga uniforme, experimentará
que en los tableros oblicuos, la geometría en unos corrimientos y giros a lo largo de su
420 PUENTES
Javier Malllerola Armisell

trazado, cuyo valor en el centro de la luz lo trabajo longitudinal y transversal, lo repre-


representamos en la figura 8.2.01 b con líneas sentamos, en lo que se refiere a los esfuerzos,
de trazos. Las vigas situadas más lejos del en la figura 8.2.02. En la columna 1
centro de curvatura, tienen desplazamientos y comparamos las leyes de momentos flectores
giros mayores que las de menor radio de del tablero (en 2,00 m. de anchura), con las de
curvatura. La continuidad transversal de la las cinco vigas consideradas independientes. El
losa, junto con las características elásticas de resultado del trabajo conjunto del tablero, hace
las vigas curvas, debe reconstituir la que en las vigas más alejadas del centro de
continuidad en la defonnación total del tablero. curvatura pierdan momento respecto a las
La línea continua de la figura 8.2.01b independientes, y las más próximas lo ganen.
representa las deformaciones reales del tablero Existe por tanto una redistribución transversal
en el centro de la luz. que tiende a igualar las flexiones a lo ancho del
tablero.
Los resultados de esta interacción entre

Lineo -o
Linea - b
LOSA
f--HC:=::¡=-; Linea ~ e
VIGAS INDEPENOIENTES

r-7 ~. _ T ~
3,6mTn

18,8~/11
1 23 I Llne-a-o
[IPTIJ
I / --- ~
1 /
1 /
I /
1 /
63.7L-/ 3.8 ml'n

~ -~
la}1-----/!
e d e b a
-0.a9

1
I
/ 24.2)
/
Linea - b
---
I /
I ,
I '
59.8L,~·-

~a~
'<!:::J?~
la6L~7 ti: d e b a

~~405 I
I
1
25.3 /

/
/
Línea - e
---
Linea - 3

I "
56.0/.--"
3.7 mTo
~.<L~
'-7-~~

J.:lnea -d

3.582

0~
e b a

I Ir m

~ISTRI8UCION DE ESFUERZOS EN UN TA8LERO CIRCULAR 81-APOYADD R'60m.


I.- DISTRI8UCION MOMENTOS FLECTDRES LONGITUDINALES .
JI.- DIS11l18UCION MOMENTOS TORSO RES
m . LEYES DE DESCAIlGAS y CARGAS
Il1: - MOMENTOS FLECTORES TRANSVERSALES

Fig. 8.2. 02
CAPITULO 8- EL TABLERO CURVO 421

En la columna II se representan las leyes la línea e, menos flexible, pierde carga; y ésto
de los momentos torsores en los dos casos, en cantidades muy importantes, si tenemos en
(losa y vigas independientes), viéndose una cuenta que la carga exterior que corresponde a
reducción de la cuantía de la torsión en todas cada una de estas líneas es de 5 T/mL El
las vigas, siendo más intensa en las exteriores. mecanismo de reparto transversal es diferente.
En la columna IV se representa la flexión
transversal del tablero, a lo largo de las cinco Destaquemos una franja longitudinal, de
secciones transversales. 2,00 m. de anchura, cuyo eje sea la línea a y
veamos cuales son las cargas que la solicitan
Según estos resultados, parecería que el en el tablero real:
mecanismo de respuesta del tablero curvo es
similar al del tablero recto, en cuanto que la 1. La carga veliical exterior, de 5 T/ml, que
zona más flexible (la exterior) transfiere carga produce en el centro de la luz un
vertical a la menos flexible (la interior) a través momento flector de 459 m.t.
de la flexión transversal de la losa. Sin
embargo esto no es así, lo que se comprueba si 2. Una ley de cargas verticales (Fig.
miramos la colullma III, donde se representa el 8.2.03a), introducidas por el resto de la
intercambio de carga veliical entre las cinco losa, que producen en el centro de la luz
vigas curvas. La línea a, más flexible, recibe un momento flector de 117,6 m.t., del
carga veliical del resto de la losa, mientras que mismo signo que el anterior.

/.....¡
t
~13984 1348 1269
~/:
1.375 ,
I
,,
I

al

10,86 11.015
95~
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11
b)

2.912 2,84 3,45 -------:,'


2,82~ ,
,
,,
I

el

ACCIONES DEL RESTO DE LA LOSA SOBRE LA VIGA CURVA !!.


a) CARGAS VERTICALES. b l FLEXIONES ¡ e l TORSIONES

Fig8J03
422 PUE,NTES
JOI'k!r A1cllllero!o AnJllJet/

3. Una ley de cargas flectoras (Fig. En primer lugar, fijémonos en el giro de


8.2.03b), introducidas por el resto de la flexión, e, Fig. 8.2.04a, que experimentan las
losa, que producen en el centro de la luz vigas curvas, consideradas independientes, en
un momento flector de -160,6 m.t. una misma sección radial. Debido a la distinta
longitud de las vigas, estos giros serán
4. Una ley de cargas torsoras (Fig. 8.2.03c), diferentes, y a su diferencia producirá una
introducidas por el resto de la losa, que torsión en la viga radial AB. Si esta viga tiene
producen en el centro de la luz un una considerable rigidez a la torsión, tenderá a
momento flector de -7,97 m.t. igualar ambos giros, introduciendo sobre las
vigas curvas unos pares flectores, repre-
La suma de estos cuatro momentos es de sentados en la figura 8.2.03b cuya integración
408 m.t., que es el momento en el centro de la a lo largo de la viga curva da lugar a los
luz de la losa, en esa zona (Fig. 8.2.02a). mayores momentos de descargas. Este efecto
es similar al que se produciría en una losa
Si examinamos ahora las deformaciones trapecial (Fig. 8.2.04b).
de la losa, veremos cuales son los mecanismos
de resistencia que se han desanollado.

"~-----"'-----'v
, ,

b)

Fig 8.204

---E"·-
A B A ;B
I c::::=:J
I

I~~~~=
,
(~) (~I'

(l/¡) (,' I

a) b ) e)

Flg 8205
CAP/TUlOS-EL TABLERO CURVO 423

------L
Q ¡...---------. _---=.,,;.d:===-_J.-..::....!!

6EI[2
Q= ...- -(6'-b)-(e:+~) ]
L'" L 1 2 1 2

Flg 8206

En este primer mecanismo se han de la viga transversal cargue o descargue a las


enfrentado la rigidez a torsión de los elementos longitudinales (Fig. 8.2.06)
transversales y la de flexión de las vigas
curvas. En el caso particular que estamos consi-
derando, las vigas A y B producen, consi-
El segundo mecanismo lo encontramos deradas independientes, unos valores de 8], 8
en el enfrentamiento entre la rigidez a flexión 2, e], e2' cuya resultante Q tendería a cargas
de las vigas transversales y la de torsión de las
muy ligeramente la viga exterior y descargar la
vigas curvas. Si comparamos lo que pasa con
interior. Pero como este mecanismo de
este mecanismo, en los tableros rectos
resistencia está acoplado con el primero,
cargados excéntricamente, y en los curvos:
ocurre que la disminución de flechas que
veremos una diferencia fundamental.
produce la carga flectora (Fig. 8.2.03b),
invierte el fenómeno haciendo que las cargas
Al cargar un tablero recto con carga
excéntrica y si dividimos el tablero en un que se transmiten a la viga exterior sean del
conjunto de vigas longitudinales, veremos que, mismo signo que la carga exterior, como
bajo .la carga diferente, cada una de las vigas veíamos en la figura 8.2.02, columna III.
descIende una determinada cantidad. Para
Si reducimos la rigidez torsional de las
reconstruir la carga transversal, los elementos
vigas curvas elementales, el fenómeno de
transversales del tablero se defonnarán
descargando la viga más cargada y cargando l~
traspaso de carga de la zona interior a la
exterior será mucho más intenso, como luego
menos cargada. Con este mecanismo comienza
veremos.
el reparto transversal de cargas (Fig. 8.2.05a).
En la Fig. 8.2.07 representamos las
Si el tablero es curvo, junto con el
trayectorias de los momentos flectores
descenso de las vigas elementales aparecen los
pri~cipales bajo la actuación de una carga
giros de torsión. La reconstitución de la losa
umfomlemente repartida y la distribución de
transversal obliga a una defonnación en esa
reacción en el borde.
dirección, mucho menor que si no existiesen
esos giros (Fig. 8.2.0Sb), e incluso de signo
Como se ve en la Fig. 8.2.07a las tra-
contrario si, por la poca rigidez a torsión de las
yectorias seguidas por los momentos flectores
vigas curvas longitudinales, la defonnada de
longitudinales siguen la dirección de la cuerda
las vigas elementales es como la representada
de la losa, salvo en la zona próxima a los
en la figura 8.2.0Sc.
apoyos donde experimenta una incurvación
contraria a la de la curvatura como conse-
Depende del valor relativo de 8}> 82 , el,
cuencia de la torsión que se acumula en el
e2' el que el valor que aparece en el extremo borde exterior.
424
Javier Man/erofa Armisen

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Fig.8.2.07

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Q

~ 24
lI1 IV
Il
LOSA CIRCULAR SI-APOYADA SAJO CARGA PUNTUAL
Il LEYES DE MOMENTOS FLECTORES LONGITUDINALES. III LEYES DE MOMENTOS TORSO RES, HU LEYES DE
CARGA Y DESCARGA DE LAS LINEAS LONGITUDINALES. IV) LEYES DE MOMENTOS FLECTORES TRANSVER,

Fig.8.2.08
CAPITULO 8 - EL TABLERO CURVO 425

Las reacciones presentan esta mIsma similar al que se produce en los tableros rectos,
tendencia, se mantienen practicamente uni- bajo carga puntual.
formes a lo largo de todo el borde salvo en los
extremos que experimentan un gran incre- El mecanismo de torsión de los ele-
mento hacia el borde exterior y decremento en mentos transversales de la losa, se produce de
el interior. Fig 8.2.07b. una manera similar al caso de la carga uni-
forme.
8.2.1.- Comportamiento bajo cargas
puntuales En la fig. 8.2.09 representamos la
respuesta en flechas y momentos flectores de
Bajo cargas puntuales, los mecanismos la misma losa curva pero en la que la carga de
de respuesta que desarrolla la losa para resistir, 100 Tn pasa del borde exterior al interior
son los mismos que hamos comentado en el pasando por el centro.
párrafo anterior; pero la intensidad de la
solicitación hace que el traslado de la Se observan dos cosas claramente
solicitación de una a otra zona de la losa sea diferenciadas, las flechas tienden a ser mayores
diferente. en el borde exterior. Cuando cargamos el borde
exterior, la flecha en ese punto es del orden del
En la fig. 8.2.08 representamos la doble de la flecha del borde interior, mientras
respuesta de la misma losa circular que que cuando cargamos este borde la flecha es
estamos estudiando, bajo una solicitación de solamente un 12% mayor que en el borde
100 1. Vemos que los momentos flectores exterior.
máximos se desalTollan bajo la zona cargada
(216 m.1. en la línea a, contra 88 m.1. en la En cambio los momentos flectores en el
línea 3). La flexión total, de 681 m.t., que borde cargado son muy parecidos en los dos
tendría la línea a si actuase sola, se ha reducido casos, la diferencia entre el momento en el
drásticamente y redistribuido al resto de la borde exterior y el interior es de solo un 4%.
losa. La razón de este comportamiento es que los
dos mecanismos de reparto, flexión y torsión
En este caso, los corrimientos veIiicales transversal, son mucho menos excitados
y los giros de la zona cargada, considerada cuando se carga el borde interior que cuando se
sola, son tan intensos que, al contrario de lo carga el borde exterior.
que pasa bajo la sobrecarga uniforme, la línea
a se apoya en las demás, en lugar de recibir
carga (Fig. 8.2.07.111). Este mecanismo es

borde ext borde i nt,

-12335 tn
t:::=::::::=~==--,,¿O 0144

Flechas -2 905 tn
~ borde int
borde ext "~ __-L-_+----j
I!--"
¡ ~ 0.977 tn
!-- 1 borde I nt.

~
borde ext

8297tn'
1 j
! !
4033"t~~,¡ 52.09 nt
r-
''''e
! ! 21,589 tn
Rencc
100 35 nt : j 95 88 nt

Mon flec

Fig.8.209
426 PUliíVTIiS
Ja),"?1 Jllall/erola Anlllsell

8.2.2.- Influencia de la variaclOn de las


rigideces, en el comportamiento La razón de este comportamiento se
del tablero curvo entiende claramente si repasamos los
mecanismos de resistencia vistos en el punto
En el punto anterior hemos examinado 8.2. Aquí se ha disminuido extraordina-
los mecanismos de respuesta de un tablero riamente la eficacia del primer mecanismo de
circular, de 60 m. de radio medio, y una resistencia, al reducir la rigidez a torsión de las
distribución de rigideces cOlTespondiente a la vigas transversales. Queda, por tanto, única-
losa isótropa. Para analizar la influencia de la mente el segundo mecanismo que , como
distribución de rigideces en la respuesta, veíamos, trasladaba la carga de la zona interior
hemos elegido el mismo tablero en planta, con a la exterior; razón ésta que justifica el en0l111e
la misma carga y vinculaciones externas, pero incremento de la flexión en las vigas exteriores
distinta distribución de rigideces. y su reducción en la interiores.

Cuando reducimos la rigidez a flexión


Como sección transversal hemos elegido
transversal, las cosas no cambian mucho
una sección nervada, de cinco vigas, que tiene
(véase Fig. 8.2.10b); siguen las vigas exte-
la misma rigidez a flexión longitudinal que la
riores cargándose y las interiores descar-
losa isótropa del apmiado anterior, pero en la
gándose.
que, evidentemente, disminuye la rigidez a
torsión.
En cambio, si potenciamos el primer
mecanismo resistente dando rigidez torsional a
Transversalmente, hemos estudiado tres
las vigas riostras trasversales, (Fig. 8.2.1 Oc),
casos. En primer lugar, el tablero con diez
las leyes de momentos vuelven a ser casi
vigas riostras, colocadas según las líneas
iguales a las de la losa isótropa, cosa que no
1,2,3,4,5 y sus simétricas, y de las mismas
nos debe extrañas pues, como vimos en el
características que las longihldinales, es decir,
punto 8.2., éste es el mecanismo más eficaz
de es~asa rigidez a torsión. En segundo lugar,
para la reducción de la flexión en las vigas
el mIsmo tablero, pero sin vigas riostras
exteriores.
transversales. POI' último, el tablero con diez
vigas riostras pero, en este caso, con la rigidez
Este estudio demuestra la impOliancia
a torsión que le correspondería a la losa
que en el compOliamiento como puente curvo
maciza.
tiene la rigidez a torsión de los elementos
transversales, y la mala disposición estructural
En la respuesta resistente de estas
que es el tablero de vigas. En este caso, ante la
estruchlras no se ha tenido en cuenta la
falta de rigidez a torsión de las vigas
excentricidad entre el centro de gravedad de
longitudinales, el tablero se compOlia girando
las vigas y de la losa que confiere al conjunto
hacia las vigas más flexibles, bajo la influencia
un claro comportamiento espacial.
de la torsión general que supone la carga
Los resultados de este análisis son muy exterior. El tablero desarrolla su rigidez a
variables. En la figura 8.2.10a, representamos torsión, por el par que se crea entre las distintas
las distribuciones de momentos flectores en las vigas longitudinales, cargándose las exteriores
cinco vigas del primer caso, comparándolas y descargándose las interiores.
con las que se producirían en las cinco vigas
Este fenómeno sería menos impOliante
separadas. En ellas se ve como la viga exterior
si dotásemos de rigidez a torsión a las vigas
resulta mucho más solicitada que si estuviese
longitudinales, aunque las vigas transversales
sola; al contrario de lo que pasa con la interior.
no la tuviesen.
CAPITULO 8.- EL TABLERO CURVO 427

tTrFrr ,l 2,00 ~ 2.00 lL 2.00 ,L2.o0 1L

e
o
VIGAS INDEPENDIENTES
W K'!U..'46 LOSA NERVADA
"' GJ

f I
I
1

LINEA

~
• "------,-J...
611
\J.. I
~ ... 1
I

LINEA ~." ~ . I
.22
~I...
I 1

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e
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' - ..... - 403
4"
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I
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1

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d
~ -....
....... _-
302
377
~I
'----1
I
298
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I
~ ...
~~

LINEA
~~'.7
• ' ----_-1•• 0
a)
I
b)
~." C)

VARIACION DE LA LEY DE MOMENTOS FLECTORES LONGITUDINALES EN FUNCION DE

LAS CARACTERISTICAS DE LA LOSA aJ LOSA NERVADA CON VIGAS RIOSTRAS SEGUN LA LINEAS

1,2,3,4,5 bJ LOSA NERVADA SIN VIGAS RiOSTRAS el LOSA NERVADA CON VIGAS RIOS-
TRAS DE GRAN RIGIDEZ rORSIONAL

Fig 8210

8.2.3.- Influencia de las coacciones en Los dos mecanismos de resistencia en


los extremos que hemos basado la respuesta de un tablero
curvo son excitados, por tanto, en mucha
El empotramiento en los bordes menor amplitud que en el caso de vigas
extremos de la losa circular de la figura 8.2.11, apoyadas; lo que determina una reducción
detennina una reducción drástica de los brusca del intercambio de esfuerzos.
conimientos de las vigas elementales que se
pueden destacar de la losa. Los conimientos El empotramiento hace el mismo papel
verticales, los giros de torsión y los de flexión en tableros curvos que en tableros rectos:
son mucho más pequeños; y por tanto también reduce extraordinariamente el intercambio
lo es la diferencia entre los que se producen en transversal de esfuerzos.
las distintas vigas longitudinales.
428 PUENTES
Javier Manterola Armisen

303
2es
\ R:::6Dm

o 39Tn/ml
L 17m. Tn

linea al l l - - - ' t - - - - I ~
e d e b a
2e4
27e
linea a) linea
" '....... 135
12 e m IV
150
linea al
JI

linea b) l l - - - ' t - - - - I

2S9
",.... 133
140

I I
I
I
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I
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I
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1 I
1
1 I I I
I 1 lo.:.~aJ:J
259 1 1 __ -5"
249 I 1 0009
1 131
: 0,013 I _-
I
1 l. _---J
1
0014
I
I
I
v
linea d) t-.-~----,

245 tablero 1050


232 >-_J 122
"1 12e villas Independientes
1\
1 \
I \
1I ',
1
linea 8) ¡j-_-',;_ _---'

114
125

DISTRIBUCION DE ESFUERZOS EN UN TABLERO CIRCULAR" BIEMPOTRADO. 11 DISTRIBUCION


MOMENTOS FLECTORES LONGITUDINALES II) DISTRIBUCION MOMENTOS TORSORES m) ACCIONES
VERTICALES DEL RESTO DEL TABLERO SOBRE LINEA o. TV) MOMENTOS FLECTORES TRANSVER-
SALES V) FLECHAS VERTICALES EN EL CENTRO DE LA LUZ

Fig 82Jl

En la figura 82.11.1, representamos la diferencia es mínima, si bien se puede apreciar


comparación entre los momentos flectores claramente el mismo tipo de comportamiento
longitudinales en las cinco vigas indepen- que observábamos en los tableros bi-apoyados,
dientes y en el tablero real. Como se ve la aunque mucho más reducido.
CAPITULO 8- EL TABLERO CURVO 429

Los momentos torsores también se la zona de momentos flectores POSitIVOS y


reducen, aunque en mucha menor proporción descarga en la zona de momentos negativos.
(Fig. 8.2.11.11).
La distribución de los momentos flec-
La cantidad de carga vertical que la línea tores principales en una losa continua de dos
a recibe del resto de la losa, figura 8.2.llJII), vanos cargada uniformemente y su distribución
sigue la pauta indicada anteriormente: carga en de reacciones en el borde libre y en el apoyo
central se encuentran en la fig. 8.2.12.

o)
1699 tn

Reacc borde lotero 1

b)
Reace. apoyo centra 1
12 B5 tn

Fig 8212

borde libre en A sea del orden del doble de la


8.2.4.- Relación ancho-luz del C, fig 8.2.13b. Sin embargo las flechas en
A son del orden de seis veces mayores que las
En la Fig. 8.2.13 representamos un caso flechas en C para las mismas cargas. Fig
extremo en el cual la relación ancho/luz es 8.2.13c.
muy grande. El radio de curvatura es muy
pequeño. (Rmed= 22,5 m). En la fig. 8.2.13d se representan los
momentos flectores transversales en la sección
En la Fig 8.2.13a representamos la central. Se observa como los momentos son
distribución de los momentos flectores mucho mayores cuando la losa se carga en A
principales para una carga uniformemente que cuando se carga en C, como habiamos
repartida, cuyo aspecto es muy similar aunque indicado.
mucho mas acentuado que el de la Fig 8.2.07a.
8.2.5.- Variación del radio de curvatura
Los mecanismos de reparto de cargas-
rigidez a torsión y flexión de los elementos En la figura 8.2.14 representamos los
transversales están aquí muy activados por la esfuerzos que se producen en el mismo tablero
enorme diferencia de luces entre los dos bordes de la figura 8.2.02, pero en el que se ha variado
libres y el pequeño radio de curvatura de la su radio de curvatura, pasando de 60 m. a 200
losa. Así los momentos flectores longitudinales m. Este aumento del radio de curvatura
en A y en e para carga puntual en A y en C minimiza todos los problemas que hemos
son muy parecidos aunque la longihld del examinado hasta ahora, pues la respuesta
430 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

[ A
A

. .-/

o)
89 74 nt

b)
[ A
O. 0055 ~~= '~' . . . '._"..':
~
e) d)
[argo en A
[or-go en B
[argo en [

Fig. 82.13

elemental de una viga curva es inversamente 8.2.6.- Conclusión respecto al compor-


proporcional al cuadrado del radio, como ya tamiento del tablero losa, curvo,
vimos en el punto 8.1. en planta.

La pauta que siguen las leyes de Un tablero losa, curvo, desarrolla dos
momentos flectores es similar a la que vimos mecanismos de resistencia que le confieren su
con anterioridad, aunque la diferencia que carácter específico y que complementan la
existe entre los esfuerzos de las vigas curvas respuesta individual de la serie de vigas
elementales y los de tales vigas formando parte circulares en que podría dividirse el tablero
del tablero curvo es mínima. También las leyes mediante una serie de cortes circunferenciales.
de momentos torsores se atenúan mucho, así
como la cantidad de carga vertical que se A la deformación libre de las vigas
h'aslada de una zona a otra del tablero. longitudinales, que dependen de su luz, y de su
CAPITULO 8- EL TABLERO CURVO 431

• A


• A
A

• [argo un i farne
Fig. 8.2.13 e
Desplazanientas

del mismo signo que las que producen


rigidez a flexión y a torsión, se oponen dos las diferencias de flechas. (Segundo
mecanismos de resistencia: mecanismo de resistencia).

1. La rigidez a torsión de los elementos 3. La influencia de este segundo


transversales del tablero, tiende a igualar mecanismo de resistencia va a depender
los giros a flexión de las vigas El
de los valores K = - de las vigas
longitudinales. Esta tendencia es tanto GJ
más acusada cuanto mayor es su rigidez circulares elementales. Si estos son
a torsión; y tiene como consecuencia una grandes (vigas circulares de pequeña
reducción de los momentos flectores de rigidez a torsión) los giros de torsión de
las vigas longitudinales más largas las vigas longitudinales se diferencian
(exteriores) a costa de las más cortas más que las flechas; lo que determina un
(interiores). Este primer mecanismo es traspaso muy eficaz de cargas, de la
de una gran eficacia. parte interior del tablero a la exterior. En
este caso, si las vigas transversales
2. La rigidez a flexión de los elementos tienen además poca rigidez a la torsión y
transversales es excitado por la no puede desarrollarse eficazmente el
diferencia de flechas entre las vigas primer mecanismo de resistencia, ocurre
longitudinales y por la diferencia entre que las vigas exteriores se cargan mucho
los giros a torsión de las mismas. Los y sus momentos flectores son mucho
dos tipos de movimiento de las vigas mayores que los de las vigas elementales
longitudinales, se contrarrestan entre sí;
ya que los giros en las vigas curvas son
432 PUENTES
Javier Mante/o/a Armisen

,.--_--r-------__-::-::- a
o -------------_ b
Q+--_-"12"".5"'-z!r_-_-_-_-_-..c:-:::;-=~e
¡....-_ _ - - LOSA
----- VIGAS INDEPENDIENTES
------------ d

l---+---t-----_-.J e
R= 200

Linea a) "
"
" 393 16.a---
"'--- 407 I

~
16.5----
1

16.2------
-===-1
I
~
I

6.2~
15.----·

DISTRIBUCION DE ESFUERZOS EN UN TABL.ERO CIRCULAR BI-APOYADD R= 200m.


1) MOMENTOS FLECTORES LONGITUDINALES. tI) MOMENTOS TORSORES LONGITUDINALES
In) LEYES DE CARGAS Y DESCARGAS DE CADA UNA DE LAS LINEAS CURVAS

Fig 8214

del tablero. Por el contrario, las vIgas 4. Mirado el tablero curvo desde un punto
interiores se descargan. de vista totalizador se puede concluir.

Esta morfología del puente losa curvo es, • Es una estructura con una solicitación
por tanto, muy mala; ya que el raparto, permanente a la torsión proporcionada
en vez de aliviar las zonas más cargadas por la curvatura en planta del tablero.
del tablero, las penaliza.
CAPITULO 8- EL TABLERO CURVO 433

• En las seccIOnes transversales de c) Con aITiostramientos transversales


tableros curvos de baja rigidez a la muy rígidos a la torsión.
torsión (tablero de vigas "1"), la
solicitación de torsión se resuelve en 5. Bajo cargas puntuales, el raparto trans-
flexiones longitudinales, a través de los versal viene muy influenciado por la
pares de fuerzas iguales y contrarias que situación de la carga en el tablero, (lado
desanolla la rigidez a flexión transversal interior o exterior), y por el radio de
del tablero. Como consecuencia, las curvatura de la losa.
vigas exteriores están mucho más
solicitadas a flexión y las interiores se 6. La continuidad estructural de los tableros
descargasn. curvos, reduce muy eficazmente la
influencia de la solicitación torsora, ya
• En las secciones transversales de gran que los momentos negativos de flexión
rigidez a la torsión, la solicitación que se desanollan en los apoyos contri-
to1'sora se resuelve principalmente en buyen muy eficazmente a eliminarla. En
tensiones tangenciales, sin que se los tableros se produce un compor-
produzca un incremento de la flexión del tamiento muy similar al de las vigas
tablero. Más aún, la rigidez conjunta del curvas.
mismo, tiende a igualar la solicitación
flectora en todo el tablero. 7. La curvatura en planta es el elemento
desencadenante del proceso y, por tanto,
• La rigidez a torsión se consigue: su efecto será tanto mayor cuanto mayor
sea ésta.
a) En secciones macizas o aligeradas
interioremente. En la Fig. 8.2.15 representamos un
tablero curvo de varias vigas cajón.
b) En tableros de vigas, cuando éstas
son de secciones cajón.

Fig.821.5
434 PUENTES
Javier JvJan/erola Armisen

8.3.- Tablero cajón

Al estudiar la viga curva en el punto 8.1. La diferencia entre estos valores es:
suponíamos ésta absolutamente indefonnable y
con coincidencia entre el centro de esfuerzos
cOliantes y el centro de gravedad de la sección. j 2' - l'
JI
H' d
= ~~ x =
f
En el caso de puentes cajón esto no ocurre; la
sección transversal es defOlmable y, por
pero como según la ecuación de equilibrio de
consiguiente, se producirá en ella una deter-
la viga curva:
minada distorsión. Por tratarse de una sección
cerrada los efectos del alabeo torsional son
pequeños. H'=
, M\,
r
Si elegimos un elemento diferencial de
viga cajón, el estado tensional a que está el valor del flujo de tensiones tangenciales
sometida por los esfuerzos que la solicitan son: resultante en el elemento, por metro lineal,
será:
1) Debidas a la flexión longitudinal:
f= M,
Las flexiones M, y M, + M~. dx , r.n
producen, debido a la curvatura del elemento
diferencias, unas resultantes, transversales a la Las resultantes de estas fuerzas a lo
sección, cuyos valores son (Fig. 8.3.1): largo de las caras serán:

M M. T = M, .b
T = - - ' \ .a· T .a;
o r.n ' 1/=-'-\

r.n r.n
2) Debidas a la torsión: La suma de estos dos tipos de esfuerzos,
darán lugar a un conjunto de fuerzas
Las torsiones H, y H, + H~. dx , transversales, equilibradas, representadas en la
producen, en cada cara, un flujo de tensiones figura 8.3.3a,
tangenciales de Saint Venant cuyo valor es
(Fig.8.3.2.):

y
°0f
f
x
S..- kt-

bl

~\ :1-50
_ _ _o

Su
o l el

Fig 83.J
CAPITULO 8 - EL TABLERO CURVO 435

To

Hu b)

o)

Fig. 832

....

~~~I r~b =
"rr
O) Mx
r
-
[ Au' eu O 2
--+-- (-:
Sv
+ 7)J b)
'"
Ix .IL 111

Fig 833

Si la sección transversal fuese indefor- Si queremos analizar con precisión la


mable, estas fuerzas se anularían entre sí y no respuesta del puente cajón curvo, debemos
pasaría nada. acudir a otros procedimientos de cálculo que
tengan en cuenta, además de la distorsión de la
Cuando la sección transversal es defor- sección transversal, la deformación por es~
mable estas fuerzas la deformarán, producién- fuerzo cOliante de las caras y la torsión no
dose un doble mecanismo de resistencia. El unifonne que se produce en todo puente. No-
primero, la flexión en su plano de cada una de sotros, para el ejemplo que vamos a examinar
las caras que configuran la viga cajón curva. El seguidamente, hemos utilizado una discretiza-
segundo, la rigidez de la sección transversal ción del cajón por elementos finitos tipo lá-
como marco. Entre los dos, y en función de sus mma.
rigideces respectivas, resisten el efecto de esas
fuerzas. En la figura 8.3.5 analizamos un puente
cajón, de 60 m. de radio, de la misma luz y
En la Fig. 8.3.4 presentamos el puente anchura que los puentes losa antes estudiados,
de Tina Menor, curvo y con sección cajón. y sometido a la acción del peso propio. En
436 PUENTES
Javier Man/erola Annisen

Fig 834

8.3.5a se representa la distribución de puntual colocada en el punto A (exterior) o el


tensiones longitudinales en la sección central, B (interior), de la sección central.
junto con el efecto de la defol1nación por
esfuerzo cortante de las caras, y el efecto que Bajo este tipo de solicitación aparece
sobre las mismas produce la distorsión, otra particularidad en el compOliamiento de los
incrementando las tensiones en el borde puentes cajón curvos. Bajo la carga excéntrica,
interno del cajón y disminuyéndolas en el la distorsión del cajón se compone de dos
externo. Este estado tensional se compara con sumandos:
el que se produciría en el mismo puente si
fuese recto. Se ve que la diferencia es muy a) La distorsión correspondiente a un
pequeña; y esto es lógico, pues el radio de puente recto por excentricidad de la
curvatura no es muy pequeño y la distorsión carga, que en este caso es muy violenta
producida por una solicitación parabólica, por tratarse de una carga puntual.
como es la ley de M(8)/R, es pequeña por su
falta de concentración local, que es lo que b) La distorsión que produce la curvatura
produce efectos violentos. en planta del tablero por la solicitación
M(8)/R, mucho menos intensa por
La ley de momentos flectores trans- tratarse de una carga repartida.
versales (Fig. 8.3.5c) recoge el efecto de la
distorsión inclinando la ley nOl1nal del puente Ambas hacen el efecto de quitar rigidez
recto. También en los corrimientos de la a la sección transversal, haciendo que la
sección central aparece este mismo fenómeno. tendencia de la viga cajón, cuando es ancha y
Junto con el descenso de flexión y el giro de delgada, sea trabajar como dos vigas
torsión, aparece la defol1nación por distorsión elementales de forma????? Resulta, entonces,
(Fig.8.3.4b). que cuando cargamos en la zona exterior
(carga en A), como la viga exterior tiene más
En la figura 8.3.6 aparece la respuesta de luz que la interior, el estado tensional
este mismo tablero bajo el efecto de una carga longitudinal que se produce es mayor, como
claramente aparece en la figura 8.3.6b. Aunque
CAPITULO 8- EL TABLERO CURVO 437

-
L =25.00
B

~
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~ 352 -,3104
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53 153.1

A B

- ::0:~:'-=========0=":00=0=1=6~J---
I I

b)
1000086 I

1
-.J0.00077 -- -
I

PUENTE CURVO
PUENTE RECTO

C)

PUENTE CAJON CURVO R= 60.00 . PESO PROPIO . SECCION CENTRAL


o) DISTRIBUCION DE TENSIONES LONGITUDINALES, b) DISTRIBUCION DE CORRIMIENTOS,
b) DISTRIBUCION DE MOMENTOS FLECTORES TRANSVERSALES.

Fig.835
438 PUENJES
JOl'ler AIolller% Anllisell

las tensiones maXllnas son prácticamente Estas conclusiones parciales se


iguales, el área de las tensiones longitudinales constatan en los eshrdios realizados por C.
es mayor en el caso de la carga en A que en el Meyer (3) mediante bandas finitas de vigas
caso de carga en B. cajón, cuando se varía el radio de curvatura en
planta (Fig. 8.3.7). Se trata de un puente cajón
La igualación de las tensiones máximas monocelular, bastante estrecho y bi-apoyado,
que ocurre en este caso, se debe a que la que se solicita por dos hipótesis de carga: el
distorsión ocasionada por la curvatura, siempre camión de la norma U.S.A. colocado en la
tiende a incrementar el estado tensional en la posición A, o en la posición B.
zona interior.
Los resultados se dan, englobados, en
En la figura 8.3.6c aparecen los los momentos que resultarían sobre cada una
momentos flectores transversales en la sección de las dos vigas virtuales en que se puede
central, y en ella se ve la influencia de la descomponer la viga cajón. Se denomina MT
distorsión debida a la curvatura. Cuando el momento total sobre la viga cajón, en el
cargamos en A, la distorsión debida a la centro de la luz, y M el momento que se lleva
curvatura se resta de la originada por la caa una de las vigas.
excentricidad de la carga; y viceversa.

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I I - - p , curvo
38.5 I I
I :
L§1,~'L___ --1 I
I
I
133 :
I

r~
el ~ ~~ 3.4 :
3.7 I

VIGA CAJON CURVA 8AJO CARGA PUNTUAL. SECCION CENTRAL Ql CORRIMIENTOS


bl AXILES LONGITUDINALES el MOMENT'OS FLECTORES TRANSVERSALES

Fig 836
CAPITULO 8 - EL DIBlERO CURVO 439

Para radios de curvaturas grandes (Fig. ra mayores valores que la vIga 2, aún para
8.3. 7b) el efecto de la curvatura desaparece. carga situada en la viga 2.
Cada una de las vigas recoge un momento
diferente e igual al que tendría un puente recto Cuando aumentamos el ancho del caJon
bajo la distorsión que le produce el des- (Fig. 8.3.7c) la distorsión normal como puente
centramiento de la carga. Para radios de recto es mayor; y alU1que la distorsión como
curvaturas pequeños, la distorsión comple- puente cmvo tiende a incrementar la carga en la
mentaria que acabamos de analizar, debida a la viga 1, no puede llegar a alcanzar valores similares
curvatura en planta, hace que la viga 1 adquie- a los de la viga 2 cuando la carga actúa sobre ella.

A 8 0165

Al

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OA4,,~-)I )t 0.473

OA

8 = 3048 m
D/L =0.055
02
L= 2438m

01

8)
30 50 100 150 200 250 300 R(m)

M/M T

06

05

0.4

0.3

02
8 =
426 m
D/L = 0.055
L=18.28m
0.1

C)
50 100 150 200 250 300 R (m)

• VIGA 1
• VIGA 2
_ CARGA EN A
____ CARGA EN 8
M T = MOMENTO TOTAL S08RE
EL CAJON

INFLUENCIA DEL RADIO DE CURVATURA EN LA RESPUESTA DE VIGAS CAJON (C.Meyer)

Fig.837
440 PUENTES
Javier Man/erola Aunisen

De todo lo expuesto se pueden sacar las 8.4.- Pretensado


siguientes conclusiones sobre la influencia de
la curvatura en puentes cajón: Mirado como acción, el pretensado de
una viga equivale a las acciones del cable o
l. La curvatura en planta produce una cables en los anclajes y a las fuerzas de
distorsión del cajón, incluso para desviación distribuidas a lo largo de la viga y
cargas uniformemente repartidas en el cuyo valor es inversamente proporcional al
tablero. Esta distorsión tiende a radio de curvatura del cable en cada punto.
cargar la zona del cajón más próxima
En general, los cables de cualquier viga,
al centro de curvatura y descargar la
opuesta. sea recta o curva en planta, tienen curvatura
con proyección en dos direcciones, veliical y
horizontal. Cuando la viga es resta, las cur-
2. El efecto que produce la distorsión es vaturas horizontales de los cables responden a
como si la zona de viga cajón (viga 1 de un problema de distribución de los mismos a lo
la Fig. 8.3.7a) mas próxima al centro de ancho de la sección y su efecto normalmente se
curvatura, fuese más rígida, y la opuesta anula por simetría respecto al eje de la viga.
más elástica. Fig. 8.3.7a.
Cuando la viga es curva, a la com-
3. Este efecto es tanto más impOliante presión y flexión del eje horizontal debido a la
confOlme el radio de curvatura es menor componente vertical del cable hay que añadir
y la relación ancho-luz mayor. la componente horizontal F/R producida por la
desviación que sobre el cable introduce la
curvatura de la viga. En el caso de cable
4. Para radios de curvatura pequeños, la centrado en el eje de la viga esta fuerza
carga puesta en el borde exterior determina una acción torsora en la viga de
experimenta un reparto, en toda la viga valor (F/R)e siendo e la distancia al centro de
cajón, mucho más adecuado que si la esfuerzos cortantes de la situación del cable F
carga está en el borde interior. en cada punto. Fig. 8.4.1.

....
F/R
".

Fig.8.4.1
CAPITULO 8- EL TABLERO CUR va 441

Esta aCClOn torsora hay que tenerla en parabólico para el cable de flecha en el centro f
cuenta en cualquier cálculo de vigas curvas y y un valor de la carga de pretensado
produce efectos que sorprenden a primera
vista. pl2
F=-
o 8f
Por ejemplo, si pretensamos una viga
circular bi-apoyada y de sección rectangular,
Bajo esta acción, la carga exterior se
con carga exterior p unifonnemente distribuida
anula en' cada punto lo que lleva aparejado la
a lo largo de la viga, con un cable simétrico,
anulación de flexiones y torsiones a lo largo de
sin coeficiente de rozamiento y determinamos
la viga. Queda sobre la viga actuando
el valor de la fuerza de pretensado Fo y la
unicamente una compresión centrada Fo y una
distribución de excentricidades verticales e,
ley de cargas radiales F/R aplicadas a lo largo
tales que anulen la carga exterior p en
de la línea parabólica del cable. Fig. 8.4.2.
cualquier punto, tendremos un perfil

e
Fig. 842
F/R

F/P

e 12

R M =~O 193 PI 3 /24P


t

Fig 843
442 PUENTES
JOJlierAfolllerolo AnllÚell

Su efecto en la viga es la de una ley de Para conseguir eficacia del pretensado


acciones torsoras con distribución parabólica y de cara a la reducción de las torsiones de la
de valor máximo en el centro de valor viga deberemos descentrar el pretensado del
eje de la viga.

Si mantenemos el mismo trazado ver-


tical del pretensado del caso anterior pero lo
La integración de esta acción a lo largo distribuimos en un cilindro paralelo al del eje
de la viga produce un momento torsor idéntico de la viga y dispuesto del lado exterior, con
al que tenía la viga bajo la carga exterior. una excentricidad ea constante, tendremos que
Es decir, la torsión de la viga debida a la la componente vertical de la acción exterior p
carga exterior, que había sido anulada por la es anulada por la componente vertical del
componente vertical del pretensado, se vuelve pretensado pero este introduce además dos
a producir debido a la componente horizontal pares torsores de signos opuestos, el primero
que la curvatura de la viga introduce en el Fey y el segundo Feo' Siempre podremos
pretensado. detenninar eo de manera que se anule el
Esta conclusión se demuestra también momento de torsión en el extremo. Sin em-
directamente si utilizamos la fórmula (3) para bargo no se anula toda la ley de momentos
la acción exclusiva del pretensado. torsores pues la distribución a lo largo de la
viga de los momentos torsores producidos por
Fey y los producidos por Feo son diferentes.
pl
--e Fig. 8.4.3.
dr(e) M(e) 8/ pl
- - = - - + I l l ¡ =--'-+--e=O
ds R R 8fR
Esta reducción drástica de la ley de
Es decir la acción de pretensado produce torsiones resultante en la viga, viene
una torsión nula en la viga. acompañada de una flexión de eje vertical que
no había aparecido hasta ahora como conse-
En el caso de que la vIga fuese cuencia de la excentricidad eo del pretensado.
biempotrada y el pretensado que introdujése-
mos fuese el mismo que si la viga fuese apo-
yada, la torsión de la viga no solo no se Este efecto secundario se puede eliminar
reduciría sino que aumentaría pues la com- si distribuimos el pretensado en la viga con
ponente vertical del pretensado anula la torsión excentricidades veIticales diferentes en el
y flexión de la carga vertical, pero la com- interior y en el exterior de la viga como indica
ponente horizontal produce la mismo torsión la Fig. 8.4.4. En este caso no es posible
que en la viga bi-apoyada que como sabemos eliminar todo el momento torsor producido por
es mucho mayor que la de la viga empotrada. la carga exterior.

-------------- - -----~-~~----~

A
CAPITULO 8 - EL TABLERO CURVO 443

CARGA EXTERIOR

Fuerzas tronsv Fuer zas cor ton tes di ierenc i o I es


debidos o lo flexíon deb i dos o i o tors í on

PRETENSADD

Fuer Z05 de desv i oc ¡ en Fuerzas cortantes diferenciales


de los cables debidos o lo torsion de los cables

Fig.8.4.5

Pret. en 1050 superior

Pret en 1050 inferior

Fig 8.4.6

PRETENSAOO NORMAL

PRETENSAOO LOSA SUPERIOR


E INFERIOR

Fig 847

En este caso, la distorsión de la sección, entre los cables interiores y exteriores, se


en el caso de que ésta sea un cajón, aumenta, realiza añadiendo pretensado nuevo en la cara
dado que la resultante transversal debida a la superior e inferior de la viga de curvaturas
carga exterior y al pretensado es del mismo opuestas. Fig. 8.4.6.
signo. Fig. 8.4.5.
Con el pretensado en planta de la figura
Este último efecto se puede eliminar si 8.4.6a y c se elimina la torsión resultante de la
en lugar de intentar eliminar la torsión de la carga exterior mas el pretensado n0l111al de la
carga exterior, por descentramiento vertical VIga.
444 PUENTES
Javier Manterola Armisen

La distorsión también se reduce dado impoliante de pretensado complementario.


que sus resultantes tienen signo contrario. Este hecho conduce a que normalmente en
puentes curvos el pretensado se utilice como
Como se ve después de todos los en puentes rectos para reducir los efectos de la
intentos que hemos hecho, intentar anular con flexión y la torsión es resistida por otros
pretensado la torsión debida a la carga exterior procedimientos. Fig. 8.4.7.
es a costa o de flexión transversal o de
aumento de distorsión o de poner una cantidad

Fig 8.4.8 Puente del Pilar (Zaragoza)


CAPITULO 9- PUENTE PÓRTICO 445

9... PUENTE PÓRTICO

La intención que guía al apOliicar con la estructura una ley de momentos como la
las pilas un detenninado dintel , es reducir la representada en la figura 9.0.lc.
ley de momentos flectores que se produce en el
mismo gracias al empotramiento parcial que le e.
Podemos hacer que 5¡ = O= h, en es-
proporcionan la rigidez de las pilas. te caso si sumamos los estados 9.0.1 b y 9.0.1 c
tendremos la ley de momentos y la deformada
Si la vinculación que existe entre las pi- de la figura 9.0.ld. La inmovilidad lateral del
las y el dintel en un puente es la de articulación pie del pÓliico nos ha producido una ley de
simple, Fig. 9.0.la, la carga exterior producirá momentos flectores correspondiente a una viga
una deformada del dintel como viga simple- continua de tres vanos cuyas luces sean las
mente apoyada, una ley de momentos flectores mismas que las del pórtico, Fig. 9.0.1e, y
correspondiente a dicha defonnada y un giro además un esfuerzo axil en el dintel igual a H.
en el apoyo de valor e.
El puente pÓliico reduce la ley de mo-
Si la vinculación entre pila y dintel es de mentos flectores de una viga apoyada a otra
empotramiento, pero las pilas tienen una vin- continua siempre que se cumplan dos condi-
culación de apoyo deslizante con el suelo, Fig. ciones. El dintel y la pila se empotran entre si y
9.0Ib, la defonnación y la ley de momentos el terreno presenta una gran rigidez a las fuer-
flectores del dintel se conserva pero el pie de zas horizontales que le transmiten las pilas del
las pilas se desplaza lateralmente un valor pórtico. Con un terreno blando las pilas infe-
0= e.h. riores se abrirían, desaparecería o se reduciría
la fuerza H y la ley de momentos tendería de
Al introducir en el pie de esa misma es- nuevo a la de la viga bi-apoyada.
tructura una acción horizontal, H, se producirá
en el pie del dintel un corrimiento 8 10 y sobre En la Fig. 9.0.2 representamos un puente
pÓliico elemental.
446 PUENTES
Javier Man/erola Annisen

L o

H
--' \ e

Fig 901

Fig 9.02
CAPITULO 9- PUENTE PÓRTICO 447

9.1.- Morfología longitudinal nivel de compactación de las tielTas en el tras-


dós del muro. Una compactación normal puede
9.1.1.- Pórtico simple ocasionar empujes al reposo en el trasdós del
muro, una compactación muy intensa puede
La materialización mas elemental del sobrepasarlos.
puente pórtico lo constituye la figura 9.1.01
donde se representa un pórtico rectangular de Los problemas de inter-acción suelo es-
inercia constante con dos tipos de vinculacio- tructura están, por tanto, absolutamente pre-
nes extremas. Una de empotramiento en ci- sentes en este tipo estructural y tanto mas in-
mentación (izquierda) y otra de atticulación tensamente cuanto mas pequeño sea el puente.
(derecha). En ambos casos, aunque de cuantía Además de las condiciones de compactación,
diferente, aparecerá una reacción horizontal H influye en el empuje de las tierras, las defor-
que introduce una flexión en el dintel a través maciones por fluencia y retracción del dintel
de la rigidez de la pila. El dintel queda también que pueden llegar a permitir que el empuje se
comprimido en toda su longitud por el axil H. reduzca, para t = 00, a valores próximos al em-
puje activo en aquellos casos en que el acorta-
En este tipo de puente es impOltante miento del dintel produzca movimientos en
considerar el empuje lateral del suelo sobre los cabeza suficientes.
muros verticales de la estructura. La cuantifi-
cación de este empuje es bastante imprecisa ya En el caso de marcos embutidos en el te-
que la tendencia de las pilas a abrirse está con- rraplén la interacción suelo-estructura se pro-
trarrestada tanto por los empl~jes horizontales duce tanto en la base como en los muros late-
que introducen las tierras adosadas al trasdós rales y su valor es difícil precisar con exacti-
del muro veltical como por la rigidez del ci- tud. Sus esfuerzos dependen principalmente
miento. El tipo de terreno que encontramos y del modo y cuantía de la compactación lateraL
sus características resulta definitivo. Si se trata
de roca sana. la excavación puede hacerse ver- Una variante morfológica del pórtico
tical y la coacción lateral se produce a lo largo elemental lo constituye la figura 9.1.03 y
de toda la altura del estribo y del cimiento sin 9.0.02, en la que al tablero se le proporciona
diferencias significativas. Fig 9.1.02. inercia variable para adecuar sus espesores a la
distribución de la ley de momentos flectores.
Si es necesario realizar una excavación En la figura se ha representado una va-
con talud inclinado o el puente pórtico se sitúa riación continua de espesores. Podría ser
no en desmonte sino en terraplén sobre suelo igualmente acartelado. Por lo demás la pro-
competente, los empujes horizontales a lo blemática es exactamente igual al caso ante-
largo del muro vertical van a depender del nor.

Fig.9102
Fig 9101
448 PUENTES
JrlJl¡(?r Afan/ero/a Anlllsen

_ 16300 1Q50
le~ 00

Fig. 910]

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Flg. 9./04

deformaciones por fluencia y retracción del


El puente de la Giunture sobre el Liri (R.
dintel invalidan la intención de evitar que el
Morando, 1954) es un pótiico rectangular de
pretensado del dintel no reduzca efecto pórtico.
61,6 m. de luz, fonnado por tres elementos en
cajón con una variación muy pequeña del
Las tierras laterales y su contención se
canto entre el centro de la luz y los apoyos,
independizan del pórtico y ambas descansan
Fig. 9.1.04.
sobre una cimentación de pilotes de gran ta-
maño para resistir las cargas horizontales del
Con el fin de evitar los efectos negativos pórtico y reducir sus movimientos horizonta-
que produce el acortamiento axil del dintel les,
producido por el pretensado de las pilas, Esta
pretensión es casi inútil, pues si bien para Un ejemplo fonnidable de la misma
tiempo = O la operación es corTecta, las morfología lo constituye el puente sobre el río
CAPITULO 9 - PUENTE PÓRTICO 449

i'II~'''''''_'
. "'
, \

I ~'¡-.\ ~~
I \
. \::::_-:-~- _-::..=-_ ~_ c -~--- =- ===-

Fig 9/0S

Fig.9106
450 PUENTES
Javier Affan/erala lI,misen

Tagliamento (Zorzi, 1965) de 163 m. de luz y zada en avance en voladizo y la estabilidad


184 m. de longitud total, Fig. 9.1.05 durante la construcción se consiguió por an-
claje provisional contra el telTeno.
Las características morfológicas del
pórtico corresponden a bi-articulación en los Una pequeña variación estructural de la
extremos, sección cajón en el dintel dimensio- configuración habitual de los puentes pórtico la
nada como el caso de los puentes en voladizo constituye la fantástica colección de los puen-
de gran luz. La articulación es Freyssinet, muy tes sobre el Mame que Freyssinet proyectó y
apropiada para estos casos en los cuales las construyó después de la segunda guelTa mun-
cargas son muy importantes y los giros no lo dial, Fig. 9.1.06 y Fig. 9.1.07.
son tanto.

La construcción de este puente fué reali-

Oeml·coufJe ¡j /a cM OemlCoupe a 24 "'00 de /a e/e

"loe da.mi'./'"
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·'.C I ~. ~1:".•
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Fig 9107

Fig.9J08
CAPITULO 9 - PUENTE PÓRTICO 451

Fig9 1 09

~..
L. . _

Fig. 9110 Puente sobre e/ río Sinigo (Ea/zona)

En estos casos Freiyssinet descompone deformación influya en la geometría del


la pila triangular del pórtico en sus dos cabezas pórtico y por tanto en sus efectos secundarios.
de compresión y de tracción. Los efectos de la Es de suponer que las características del suelo
pequeña relación flecha-luz (ver 9.2.) se sal- corresponderán a suelo muy elástico en el que
van, en palte, estableciendo una acentuada las deformaciones no crecen con el tiempo.
variación del perfil vertical del puente que Tampoco, en este caso, el empuje de tierras
incrementa claramente la distancia entre el eje actúa sobre el pÓltico.
del dintel en el centro del vano y el punto
donde se produce el empuje horizontal sobre el Una variante al pórtico simple, la cons-
estribo. tituye el representado en la figura 9.1.08, en el
La influencia negativa del movimiento cual el elemento veltical se inclina hacia el
horizontal gatos planos entre éste y las patas terraplén incrementando la luz del dintel. El
inclinadas del puente. Dando una carga a estos efecto pÓltico se mantiene aunque disminuido
gatos igual a la acción horizontal de carga dado que la parte situada desde la veltical del
pennanente se deforma el suelo sin que esta apoyo hacia la derecha o la izquierda cumple el
452 PUENTES
Javier Man/erala Armisen

papel de compensar de la flexión general del empotradas en el dintel y atiiculadas en


dintel. cimientos, constituye una estructura pÓliico
muy usual. Fig 9.1.11.
Esta misma tipología se ha realizado in-
troduciendo una atiiculación deslizante a cuar- En este caso la inclinación de las pilas
tos de la luz. En este caso el efecto pórtico cumple una doble función. Reduce, en primer
desaparece y la viga que cubre el vano central lugar, la luz central del dintel. En cuanto a
se apoya en ménsulas que deben equilibrarse flexiones hay que tener en cuenta que si bien
en la cimentación, Fig. 9.1.09 para carga permanente la viga central funciona
con la luz que determinan la posición de las
El puente sobre el río Sinigo (Bolzano) pilas inclinadas, para la sobrecarga el compor-
Fig. 9.l.1 0, es un pórtico de tres articulaciones, tamiento no es exactamente igual dado que la
dos en los apoyos y una en el centro. De hor- actuación de carga encima de la pila produce
migón ligero en la parte central, tiene un canto flexiones en el dintel, Fig. 9.l.1l c, 10 que no
variable entre 2,2 m. en clave y 7 m. en OCUlTe si las pilas son verticales. La pila incli-
atTanque. nada introduce a su vez una componente axil
significativa en el tramo central del dintel.
9.1.2.- Pórtico de pilas inclinadas
La segunda función que cumple la pila
El aporticamiento de un dintel contínuo inclinada es la de conseguir un empotramiento
de tres vanos por medio de pilas inclinadas mas perfecto del vano central, el cual se

1r\2... \f2l b

e
defornodo

ley de non, flectores

Fig 9Jll
CAPITULO 9. - PUENTE PÓRTICO 453

compensa además por continuidad de los vanos monocelular con canto variable entre 7,00 m.
laterales del dintel. en la unión con las pilas y 2,5 m. en el centro.
La anchura del tablero es de 9,95 m. y la del
En la figura 9.1.12 presentamos el cajón 5,2 m.
puente de Bonhomme de 146,7 m. de luz entre
apoyos de pilas inclinadas en el dintel y 186,25 El principal inconveniente que tiene esta
m. entre apoyos en cimientos, la longitud total tipología es la construcción. En el puente de
del puente es de 282,6 m. Bonhomme hubo que construir además de la
pila inclinada, la pila vertical que estaba pre-
La propuesta de la Administración fran- vista en el proyecto inicial, aunque en este caso
cesa era un puente continuo de tres vanos con en construcción provisional, para poder resistir
pilas verticales, cimentadas por medio de pi- la falta de equilibrio que proporciona la pila
lotes en el granito del fondo. El proyecto inclinada durante la construcción del dintel en
construido es un pórtico de pilas inclinadas avance en voladizo.
obtenido sin mas que girar las pilas verticales
del proyecto anterior para ir a apoyarse en la De características similares pero de rea-
ladera exterior de roca, fuera de la influencia lización un poco mas reciente es el puente de
del mar. L'Oreal, con 108 m. de luz entre extremos de
pilas y canto variable entre 5,2 m. y 2,5 m. Fig.
El tablero está formado por un cajón 9.1.13

Fig. 9..1.12

Mas interés tiene el puente sobre la gar- en el nudo entre pila y dintel, se utilizó una
ganta del río Gouritz en Africa del Sur, Fig. técnica derivada de la construcción del puente
9.1.14. La realización del pórtico de pilas in- arco en avance en voladizo que permite elimi-
clinadas se debe en este caso a la doble ventaja nar todo soporte provisional intennedio.
que se obtiene de dicha inclinación para evitar
Las pilas se atirantaron a la cimentación
la cimentación en un aluvial de 40 m. de espe-
mientras crecían y el dintel, construido en
sor y reducir la luz del vano principal.
avance en voladizo desde el estribo necesitó de
Además la construcción no necesitó de un atirantamiento provisional para mantener su
la colocación de pilas provisionales verticales estabilidad.
PUENTES
.Im'lá AJall/erola AI'IJIIsell

46,00 84,OOm 51,00

..--="'- -=.=."-=- -"'37'-",B=6_-+- ~1=12~,T7~


~l _

Fíg. 9JIJ

'/ '¿'
/ \

F1g. 9JJ4

En la Fig. 9.1.15 representamos, dentro sucesiva de una serie de pórticos con una luz
de esta variante una pasarela en Vitoria entre articulaciones inferiores de 56,5 m. y
longitud total de 65,25 m. El empuje horizontal
Otra variante de construcción de estas está recogido por unas cimentaciones de fá-
pilas es la de realizarlas en posición vertical y brica muy poderosas que existían conespon-
girarlas, rotando alrededor de su nudo de unión dientes al puente procedente sobre el que se
con la cimentación. El atirantamiento pro- edificó el actual de Freyssinet, Fig. 9.1.16. La
visional sigue siendo imprescindible hasta que sucesión de un conjunto de pórticos simples
el dintel sujete la pila en su situación inclinada. configuran un aparente puente con células
En construcción metálica esta operación se ha triangulares continuos. La formidable res-
realizado girando respecto a la base de la pila, puesta de este tipo de pórticos continuos ante
pila y dintel, con lo cual la estabilidad y sujec- los empujes horizontales los ha hecho muy
ción de ambos elementos es mas segura du- útiles para puentes de fenocanil.
rante las fases del proceso.
La construcción se realizó con cimbra
El puente de St. Michel en Toulouse aporticada entre los cimientos del puente anti-
constituye otro ejemplo característico de esta guo, los cuales estaban unidos por tirantes
tipología. Cruza el río Garona por la adición provisionales.
CAPITULO 9.- PUENTE PÓRTICO 455

Fig.9115

" . .'(.1

, , J'::L ....•

........._--'-'.__.:::I_ ----.==c: !\

----------_.

Fig 9116 Puenle de SI Michef en Tal/fal/se (Francia)


456 PUENTES
Javier Manterola Annisen

[g1.1.1.1.1'1

(lrJ

Fig 9. 1 17

Para el caso pasos de autopista esta so- necesario añadir la tracción del tirante poste-
lución ha sido muy utilizada, tanto en su ejecu- rioL Fig. 9.Ll8a.
ción con hOImigonado "in situ" como con do-
velas prefabricadas. En la figura 9.1.17. repre- Tiene la ventaja respecto al pórtico de
sentamos la estmctura resistente de una serie patas inclinadas en que es posible eliminar la
de pasos superiores prefabricados por dovelas cimentación del extremo del vano de com-
realizado en la autopista alpina en el sur de pensación el cual puede descansar sobre el
Francia. tirante rígido.

9.1.3.- Pórtico con células triangulares Esta estmctura se ha utilizado con am-
plitud en el caso de pasos superiores con un
El pórtico de células triangulares puede excelente terreno de cimentación.
considerarse como un pórtico de pilas inclina-
das en las cuales se refiere el extremo de los En la figura 9.1.19. representamos el
vanos de compensación al cimiento de la pila puente Alcalde Alfonso Molina en la Coruña.
principal por medio de un tirante. Se puede Tiene 41 m. de luz, sección de dintel cajón de
considerar también como un pórtico básico en canto variable entre 1,4 m. en el empotra-
el cual la pila principal se ha descompuesto en miento con las pilas y 1 m. en el centro del
sus dos cordones, de composición y de trac- vano. Representa una configuración clásica
ción, Fig. 9.1.18. para pasos superiores de autopista.

La célula triangular de las esquinas de- La utilización de la célula triangular en


sarrolla un excelente efecto pórtico con un puentes continuos es muy frecuente. El puente
gran empuje horizontal al terreno, pues a la en la autopista A-19, tramo San Andrés de
componente inclinada de la pila principal es Llavaneras - Malgrat en Barcelona, Fig. 9.1.20,
CAPITULO 9.- PUENTE PÓRTICO 457

o)

e)

Fig.9118

"'-
' ...... _".~ , /'
.... _--"'
Fig 9.1.19 Puente Alcalde Alfonso Molino en la Corlllla

es un buen ejemplo, con la célula triangular para una parte del vano principal y levanta-
empotrada en la cimentación y tres luces de miento del tramo central.
40+80+40 m. La célula triangular reduce la luz
central a 48 m. La sección transversal es una En el puente de los Franceses, Fig.
viga cajón con canto variable entre 2.00 m. y
9.1.22, se utiliza la construcción mixta sobre
1,2m.
trípodes invertidos.
El puente Kylesku (Escocia, Fig.
9.1.21), tiene un planteamiento similar con La fuerza de frenado se resiste muy bien
luces de 71,9, 132 Y 71,9 m. La célula trian- con células triangulares, como ocurre en el
gular está empotrada en la cimentación. Para la puente sobre el río Main en Gemünden
construcción se utilizaron tres procedimientos. (R.F.A.), DE 82+135+82 m, Fig. 9.1.23. La
Cimbra apoyada en el suelo para la célula sección transversal es una sección cajón con
triangular y los accesos. Voladizo sucesivo canto variable entre 6,5 m. y 4,5 m.
458 PUENTES
Javiel !v[anterola Armisen

Fig 9 120 El puente en la autopista A-19, tramo San Andró de L/avanems - AIalgmt en
Barcelona,

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I~.~ F 1 11\

Fig 9.1.21 Puente Kvlesku (Escocia)


CAPITULO 9.. - PUENTE PÓRTICO 459

Fig. 9.1.22 Puenle de los Franceses

13500 9200 5500 5500 5400


9 10
Wllubun¡-
Giunlo

W§ 'r~ '1"'"77" e'-\rM':~':V "_'" F'¡ ':YT'Y

62,00 135,00/2

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a.,,

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Mam ,¡,,~r

Fig 9/ 23 Puenle sobre el rio Main en Gemiinden (RFA)


460 PUENTES
Javier Mal1lerola Armisen

Fig 9 l 24 Puente del Ve/gel

¡ - < u a ---t----------OOOO-----------""j

ALZADO úEI\ERAL

Fig 9J25

Fig 91.26 Puente sobre el rio Pi/oiia (Asturias)


CAPITULO 9· PUENTE PÓRTICO 461

El caso del puente del Vergel, Fig. 9.1.4.- Pórticos sin empujes hori-
9.1.24, el efecto pÓliico con célula triangular zontales al suelo
se produce igualmente aunque solo tenga una
célula. El empuje horizontal de esta célula se En todo lo que acabamos de ver la es-
contrarresta con la parte del dintel situada entre tructura pÓliico tiene una ventaja básica que
el estribo y la célula triangular a través del produce a su vez un inconveniente básico. La
contrapeso que representa el estribo, Fig. componente horizontal H reduce la ley de
9.1.25. momentos flectores en el dintel a la vez que
introduce una compresión en el dintel, pero
El puente sobre el río Piloña (Asturias), también produce una componente horizontal
Fig. 9.1.26, con luces de 56+82+62+46+36 m., sobre el cimiento, el cual, muy frecuentemente,
constituye una variante a esta tipología del es incapaz de ser resistido sin que se produzcan
puente pórtico, en la cual la célula triangular grandes corrimientos. Esto conduce, en los
no se produce desde la cimentación sino a una casos en que se usa en terreno poco resistente a
altura intermedia en la pila. La unión de las dos necesitar grandes y costosas cimentaciones.
pilas principales con cimientos y dintel es de Fig. 9.1.27. (Viaducto Corso Francia, Morandi
empotramiento perfecto. 1959).

Fig. 91.27 Viaducto Corso- Francia, Morando 1959

o)
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b)

Fig. 9.1.28
462 PUENTES
Javier Mantero/a Annisen

I ;",;-
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l 11
r ,L

I
r Fig 9/29 Puente en/a" Roza,\ (Madrid)

Ahora bien podemos mantener exacta- En resumidas cuentas este mecaOlsmo


mente las condiciones del comportamiento de trabajo lo único que hace es trasladar la
como estruchlra pórtico introduciendo sola- componente horizontal, que un pórtico tipo
mente cargas con componente vertical al suelo introduce en el cimiento al dinteL Este traslado
siguiendo el artificio que aparece en la figura supone un par que es el valor de la fuerza hori-
9.1.28. zontal Fd por la distancia h, el cual es equi-
valente a la fuerza vertical Fe por l.
La componente inclinada de las pilas,
FP' se descompone en una carga vertical que Este ariificio se utilizó por primera vez
va al cimiento, Fc, y otra inclinada, F t, que va en el puente arco de AlTiondas de 80 m. de luz,
al tornapuntas posterior. La compresión de esta para el caso de una estructura arco apoyada en
pieza se convielie en una tracción del dintel, el alubial de un río que no pelmite desalTollar
Fd, Yuna carga veliical en el estribo, Fep' que las cargas horizontales necesarias dentro de
debe ser compensada por su contrapeso, Fig. unos cOlTimientos aceptables.
9.1.28a, En la figura 9.1.28b representamos el
mismo efecto pero en el caso que se desee En la figura 9.1.29 representamos un
tener un vano útil detrás de la pila inclinada. puente pÓliico de 50 m. de luz en Las Rozas
CAPITULO 9.- PUENTE PÓRTICO 463

(Madrid) en el cual se ha utilizado este meca- dado un poco de curvatura para eliminar las
nismo resistente en un pórtico de patas inclina- flexiones producidas por su propio peso.
das que solo transmite componentes veliicales
al suelo. Toda la enorme cimentación del Este tipo de puentes presenta una gran
puente Corso Francia (Fig. 9.1.29) podría lógica en el tratamiento entre los tramos de
haberse evitado con este aliificio. acceso y el viaducto principaL Una separación
lógica de pilas en el acceso, para la tecnología
9.1.5.- Puente pórtico - Puente arco actual, choca con la pequeña separación que
debe existir entre soportes para conseguir una
En la Fig. 9.1.30 representamos el directriz curva en el arco. En esta tipología
puente sobre el río Amo en Incisa (Florencia) arco-póliico, se puede mantener la secuencia
de S. Zorzi con 104 m. de luz principal desta- de las pilas en los accesos en el puente princi-
cando tres luces intermedias de 36+40+36 m. paL Y lo mismo podríamos decir del puente
Se puede considerar que es un puente arco con sobre el Pisuerga en Valladolid, Fig. 9.1.31
un antifunicular muy poligonal como COlTes- que su clasificación es todavía mas indefinida
ponde a dos puntos concentrados de carga, entre puente pórtico y puente arco.
pero también se puede mirar como un puente
pórtico de pilas inclinadas a las cuales se les ha

3500 35.00
3~OO '000
3600

Fig. 9J30 Puente sobre el río Amo en Incisa (Florencia)

Fig 9.1 31 Puente sobre el Pisuerga (Valladolid)


464 PUENTES
Javier Manterola Annisen

9.2.- Respuesta resistente En aquel caso no especificábamos nada


más. La ley de momentos flectores y el axil del
Vamos a examinar la respuesta del dintel dependían uno de otro, estaban aco-
puente pÓliico ante los dos tipos de solicitacio- plados.
nes para los cuales este tipo de puente tiene un
comportamiento especiaL No trataremos que Vamos a ver ahora las variables de que
todos los otros tipos de respuesta que en este depende el valor de la reacción horizontal H.
puente son comunes a otras morfologías. Son de dos tipos.

9.2.1.- Respuesta ante las cargas exte- En el primero se encuentran aquellas


riores que dependen de la rigidez del dintel y de las
pilas, y de la relación entre la altura de las pilas
En la introducción hemos visto como la y la luz del dintel hlL. En el segundo aparece
ley de momentos flectores en el dintel se redu- la rigidez del suelo a las deformaciones hori-
cía considerablemente por la coacción hori- zontales. Fig. 9.2. L
zontal del pie del sopolie en el terreno, la cual
producía la reacción H.

M M
M M

H H

Fig. 9.2.1

La expresión del momento de empotra- 80 = es el giro del dintel, como bi-apo-


miento en función de estas variables es: yado, bajo la acción de las cargas
exteriores (simétricas).

K= rigidez del suelo (Tnlm). H = K . 8,

E= módulo de elasticidad del material

Ip , Iv = momento de inercia de las pilas y el


y para el caso de suelo infinitamente rí··
dintel.
gido, K= 00

M = __
E_.B..;::..o_ (1) La expresión del momento M para un
h L caso particular de puente lo representamos en
+ la figura 9.2.2., de la cual se pueden obtener un
3/ p 2/ v
conjunto de consecuencias interesantes:
donde:
CAPITULO 9.- PUENTE PÓRTICO 465

M( ntn)

320

300 ~
~
280 1"-..
~~ k= eo
260 1'-....
k= 1( Doy v 1---- '~
240
1/
/
.------ - ~
---::::~

--
k
1--:: ~
220
v
200 / / 7 ---- k=
-
180 I / / 7 / I V
L.---- f.--

I / / I

I / / k7
160

140 11
V
/v
120 I/ / / / k=20C

II/ / /
/
100 V
80 II I / / /
60 I / / 1/ /

40 1/ /1 / /
20
1// JI / I

~/
2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 h (n)
Fig. 92.2

l. Para suelo con rigidez infinita, el mo- 2. El hecho de que el terreno tenga rigidez
mento flector de empotramiento va redu- infinita es solamente una hipótesis teó-
ciéndose confonne las pilas son mas al- rica. Por muy rígido que sea el telTeno
tas. La altura proporciona flexibilidad a tendrá una cierta elasticidad y en este
las pilas y por consiguiente reducen su caso la ley de momentos de empotra-
capacidad de empotramiento. También miento varía claramente, destacando dos
depende de la rigidez del dintel a través variables muy significativas. La elastici-
del ángulo de giro 8 0 . Cuanto mas rí- dad del suelo y la relación h/L.
gido sea el dintel, menor será el ángulo
8 0 y por tanto el momento de empotra- 3. Conforme el terreno es más elástico el
momento de empotramiento disminuye.
miento.
466 PUENTES
Javier !vJall/erola Armisell

4. Esta disminución es tanto mayor cuanto pórtico. En éste, las defonnaciones impuestas
menor sea la relación hlL. Para alturas de producen un efecto claramente negativo en el
dintel pequeñas la influencia de la rigi- comportamiento de la estructura.
dez del suelo es tan importante que el
dintel llega a perder prácticamente todo
su momento de empotramiento. Mientras
que en caso contrario, con alturas eleva-
°
Para un determinado corrimiento im-
puesto 0 en el dintel se producirá un momento
flector de empotramiento M del dintel cuyo
das, la influencia de la flexibilidad del valor es:
suelo desaparece a efectos prácticos.
M =o f_l._K _
Esta conclusión es extremadamente im- 2
portante pues destaca a la relación hlL 0 +h K
1
h + L
como la variable mas significativa en el E 311' 21"
compOltamiento resistente del puente
pórtico. Los puentes pórtico de pequeña
(2)
altura son muy sensibles a las deforma-
ciones del suelo y los puentes altos poco
sensibles. M=oo [ L E h
h-+-
J Para K = 00

21,. 311'
De entre las morfologías de puentes que
hemos examinado la correspondiente a la fi-
donde las constantes tienen el mismo valor que
gura 9.1.03 y sobre todo la de la figura 9.1.06 y
en la expresión (1).
9.1.19 son las más sensibles a los movimientos
del suelo pues son las que producen mayor
La cuantificación de esta fórmula en
componente horizontal H. Las morfologías de
función de la altura h del pórtico y la rigidez
las figuras 9.1.14 Y 9.1.15 son menos sensibles
del suelo K, la representamos en la figura
por tener una compensación natural en el vano
9.2.3.
trasero.
Como se vé en la figura, los corrimien-
La similitud entre el puente pórtico y el
tos longitudinales tienden generalmente a re-
puente arco se refleja no solo en la impOltancia
ducir el efecto pórtico ya que las defonnacio-
que para ambos tiene la relación hlL sino tam-
nes mas importantes son de acortamiento
bién en la respuesta de ambas estructuras a la
(fluencia, retracción y reducción de tempera-
solicitación descentrada, figura 9.2.2. De
tura). Unicamente el aumento de temperatura
hecho un puente pórtico es una mala aproxi-
tiende a incrementar el efecto pórtico.
mación a un trazado antifunicular de las cargas
exteriores. De la figura 9.2.3b se pueden sacar las
siguientes conclusiones:
9.2.2.- Respuesta ante las deformacio-
nes impuestas l. Una deformación impuesta produce
efectos tanto mas pequeños cuanto
Las variaciones de temperatura, la re- menor sea la rigidez del suelo.
tracción y la fluencia del hormigón constituyen
las defonnaciones impuestas por el medio am- 2. De la misma manera cuanto mas altas
biente. sean las pilas menos efecto producen las
deformaciones impuestas.
Las consecuencias de los giros impues-
tos a las secciones como son los correspon- Como se ve estas dos condiciones son
dientes a la temperatura diferencial entre las las mismas que tendían a reducir el valor del
dos caras del dintel, o las correspondientes a la empuje H bajo la acción de las cargas exterio-
fluencia y retracción, produce el mismo efecto res. El incremento de la altura de las pilas o su
en una estructura pórtico que una viga conti- perdida de rigidez y la elevada flexibilidad del
nua. Sin embargo los acortamientos axiles no suelo tiende a eliminar tanto los efectos positi-
influyen en la estructura continua y si en el vos, presencia de fuerzas H impOltantes, como
CAPITULO 9.- PUENTE PÓRTICO 467

Iv
a)

M(r1tn)
3 '1 '1
10 S O
32

30

28

26

24

22

20

18
\k= to
16 \
14 \ b)
12

10
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1/1 / ..- k 1000 - ~~

~~ -
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k-200

2 4 6 8 IO 12 14 16 I8 20 h ( r1)
Fig. 923
468 PUENTES
Javier A1an/erala Annisen

los negativos, reducción de su cuantía por las Sin embargo así como la viga continua
defonnaciones impuestas. deslizará sobre los apoyos bajo la componente
axil del pretensado sin producir flexiones, el
3. Para alturas pequeñas el valor del mo- pórtico experimentará un aCOliamiento del din-
mento flector M es máximo, siendo este tel con la consiguiente aparición de nuevas
efecto el mas perjudicial para el funcio- flexiones positivas gobernadas por la misma
namiento de la estructura como pÓliico. fónnula (2) que hemos examinado en el punto
Aquí se comprueba la aseveración an- anterior.
terior de que la relación h/L es impor-
tante para el buen funcionamiento de una Este segundo efecto hiperestático del
estructura como pÓliico. pretensado es, sin embargo, pequeño compa-
rado con el primero, y esto ocurre en general
Los efectos producidos por la fluencia y con todos los acortamientos elásticos de la
la retracción no corresponden exactamente a la estructura.
fórmula (2) ya que en ella suponemos que el
aCOliamiento impuesto ()o se producía en un 9.2.4.- Conclusiones de cara al diseño
instante y no a lo largo del tiempo como real-
mente ocurre en la realidad. Para obtener el Después de analizado el comporta-
momento real es necesario utilizar la fónnula miento resistente de este tipo de puentes po-
aproximada: demos sacar las siguientes conclusiones de
_ q:>-OA cara al diseño:
1- e 14
M= M o (3) l. Los puentes pÓliico encuentran en la
qJ-Ü.4 coacción del suelo a los movimientos
horizontales, las fuerzas H que reducen
2 3 4
su ley de momentos flectores, además de
0.581 0.425 0324 0.256 someter al dintel a una carga axil. Por
esta razón debe colocarse siempre en
donde: terrenos muy rígidos para reducir al
máximo los movimientos horizontales.
M o = es el momento obtenido por la fónnula
(2) como si toda la defonnación debida 2. La relación H/L es una variable espe-
a la fluencia y a la retracción se cialmente significativa. Con valores pe-
hubiese producido en un instante. queños de esta relación los efectos s-
cundarios aumentan mucho y se pierde la
<p = coeficiente final de fluencia. eficacia buscada.
3. La relación entre el canto en el apoyo y
9.2.3.- Efectos producidos por el pre- en el centro del vano en puentes pórtico
tensado de canto variable debe ser mas pequeña
que en puentes continuos, dado que casi
El pretensado introduce el mismo tipo todos los efectos secundarios debidos a
de fuerzas tanto en el puente pórtico como en movimientos horizontales de los apoyos
la viga continua equivalente, un conjunto de o a acortamientos del dintel tienden a
compresiones axiles y un conjunto de fuerzas aumentar los momentos positivos.
normales a la curvatura del cable.
4. Constituye una buena práctica cons-
El efecto de estas últimas, o lo que es lo tructiva, tanto mas necesaria cuanto el
mismo, el de la componente de excentricidad puente sea mas grande, interponer gatos
del cable como fuerzas flectoras, producirá el activos en el centro del vano o entre la
mismo efecto en una y otra estructura, que se cimentación y las pilas con el fin de
manifiesta en puentes pórtico en una pérdida producir la deformación elástica
apreciable de la componente horizontal H del horizontal del suelo sin que esta
efecto pórtico. Esto es claro pues el pretensado repercuta en el estado tensional del
introduce unas defonnaciones contrarias a las puente.
de las cargas exteriores.
CAPITULO 10- PUENTES EN CELOSÍA 469

10.- PUENTES EN CELOsíA

La celosía es la tipología estructural Es con este material y empujada por el


propia de los elementos lineales. Es la manera ferrocarril, como se desarrolla la celosía insta-
en que se ordenan y enlazan entre sí para lándola, como elemento resistente a la flexión,
constituir una estructura resistente capaz de tanto en vigas como en arcos. Puentes tan for-
salvar luces mucho mayores que las posibles midables como el Garabit (1884) de Koechlin,
para cada uno de sus elementos individuales. o el Firth of Forth (1890) de Baker y Fowler,
Es una de las grandes invenciones estructurales abren unas posibilidades infinitas a esta tipolo-
de la historia de la construcción y cuya clari- gía que se constituirá casi en única para los
dad de comprensión no se logró hasta el siglo puentes rectos, arcos y colgados de gran luz,
XIX, cuando Culmann escribió su mecánica tanto para felTocalTil como calTetera. Fig.
gráfica, lo que realizó después de visitar las 10.0.1.
grandes celosías americanas realizadas por una
mezcla de intuición resistente y de necesidad En acero, esta tipología, está plenamente
(la madera era el material que encontraban con presente en la tecnología actual, tanto europea
mas facilidad cuando se construyó el ferroca- como americana. Baste citar algunos ejemplos.
rril de costa a costa). Puentes como los dos que se desarrollan sobre
la New River George (USA), récord mundial
El puente de madera es la primera mani- de puente arco de 518 m de luz de 1975, o el
festación de la celosía en puentes y vivió du- puente atirantado de Hitsuishijima (1988) de
rante siglos asociado al tornapuntas inclinado, 420 m de luz en los enlaces de Honshu-
alcanzando su máxima complicación en los Shikoku en el Japón y el puente colgado del
puentes de los hermanos Grubenmann en el estrecho de Akashi también en el Japón, que es
siglo XVIII. Únicamente Palladio, en el siglo el récord absoluto de luz, con 1990 m de luz
XVI, realizó auténticas celosías de madera desde el año 1998 o las grandes celosías rectas
cuya perfección de diseño resistente solo se de USA, como el puente de Astoria sobre el río
vuelve a repetir a partir del siglo XIX, con la Columbia de 375 m de luz (1964-1968) y el
aparición y utilización de la fundición, el hie- puente de Tonegewa en Japón de 510 m de luz
rro dulce y el acero. de 1973 y 72 m de canto máximo en el apoyo,
470 PUENTES
Javier J\1an/ero/a Armisen

Fig 1001.a Puente de j'errocar'¡/ Zamora

Fig 10.01 b
CAPITULO 10 - PUENTES EN CELOSíA 471

Fig lOOJ.c Puen/e de Lisboa

son los ~jemplos mas notables del uso de la


celosía en acero. El dintel del puente atirantado
de Oresund entre Suecia y Dinamarca, es tam-
bién una celosía mixta. Fig. 10.2.07.

Este tipo de tablero es especialmente in-


dicado para puentes de doble tablero, superior
e inferior como OCUlTe en alguno de los puen-
tes anteriormente citados.

Pero no solo se está utilizando en puen-


tes tan importantes. La celosía metálica se
sigue construyendo tanto para puentes de fe-
lTocanil como de canetera en luces mucho
mas moderadas. En España se han realizado
varios y están en construcción dos o tres más.

En hormigón esta tipología ha tenido


mucho menos éxito, pues el hormigón es un
material mucho menos adecuado para realizar
elementos lineales que el acero. Sin embargo
también va teniendo su campo de aplicación.
En Francia se realizaron puentes tan impor-
tantes como la pasarela de Ivry de 134,6 m de
luz en 1930 o el puente de la calle Lafayette de
París, f01111ado por dos vanos de 76,4 m de luz,
1927, Y cuyo autor es A. Caquot. En España
este tipo de puentes los aplican y hacen los
grandes ingenieros l M. Zafra y lE. Ribera
desde 1908 y aún se encuentran en servicio Fig 101 Ola
varios puentes en España de esta época.
472 PUENTES
Javier Man/erola Armisen

1----_----;...--- lOIl.oo - - - - - -....- - . . . ,

~.

i
!.- ... - .. - - - uo

Fig. 101.01 b

10.1.- Tableros en celosía de hormi- La razón para este incremento de an-


gón chura no solo es el incremento del esfuerzo
cOItante sino también el de reducir la deforma-
En 1960 la empresa Dyckerhoff und ción por cOItante que es significativa en puente
Widmann construyó en Alemania el puente de en celosía (veremos que es uno de los "leif
Magfall (1960), continuo, de tres vanos de motiv" de su diseño) y bastante mayor que la
90,00+ 108,0+90,0 m, de 23,5 m de anchura y que se produce en vigas de alma llena, lo que
7,3 m de canto= (L/4,7), Fig. 10.1.01. No solo conduce, en el caso de no tomar medidas espe-
utiliza una celosía de muchas banas (cruces de ciales, a la aparición de flexiones parásitas
San Andrés) sino que además, la anchura de importantes en los cordones superior e inferior
los montantes y diagonales es variable, desde de la celosía en la zona de apoyos. Este fenó-
0,66 m en el centro de vano a 2,2 m en apoyos. meno se acrecienta si permitimos la fisuración

-I--l-l--¡--~--~~--c¡---L.: v--''t.V''V mm

Fig. 101.02
473

Fig 10103 a

SECTION TRANSVERSALE

ij
:z:
_J
BUBIYAN

MODELE . I .
~-- r--l
Fig. 101 03b
474 PUENTES
Javiel Man/erola Armisen

PRECONTRAINTE

"""ECONTRAINTE lONGITUDINALE
24 T 15

--~- --- 40 16 M

¡..o----- .--.. ---.- 8 X 4.56 M _._~----~-------~

VOUSSOIRS SUR APPUI

1/2 COUI'I! TRAl4l1VIHUULf VOUSSOPR SUR PILlE VOIJSl!lOIiR SUi'l CUl.1E lE

Fig lO. 104

de las barras traccionadas. En Magfall ese En 1984 Bouygues simplifica Boubiyan


efecto se elimina con pretensado interior de las y en los viaductos de Glaciers y Sylans, vuelve
diagonales tendidas. En la Fig. 10.1.02 a la idea inicial de Magfall de realizar vigas
representamos la defonnación vertical de una cajón, las cuales se diferencian de las normales
viga en celosía y una de alma llema con la en que se aligera el alma hasta convertirla en
misma inercia a flexión y el área a cortante una celosía. Con 60,67 m de luz y 4,17 m de
igual, en la celosía recogida toda ella por las canto, dispone de 4 almas trianguladas para un
diagonales y en la viga de alma llena por el dintel relativamente estrecho de 10,79 m. Junto
área del alma. Como se aprecia en estas vigas con este exceso de almas, dispone de un im-
tan cortas, donde la deformación por cortante portante pretensado interior, abanicado desde
es significativa, las flechas en la celosía son la parie superior del apoyo con el fin de ayudar
mucho mayores que las flechas que se a la reducción de la deformación por cortante
producen en la viga de alma llena. recogiendo directamente la carga. Tampoco
estos puentes se vuelven a repetir, Fig. 10.1.05.
Los franceses, de la mano de Bouygues,
empiezan en el puente de Bubiyan en 1980. El Un puente mucho más reciente, el
tablero de este puente es una celosía de honni- puente de Bras de la Plaine situado en las islas
gón espacial de 18,2 m de anchura, 3,18 m de Reunión, Fig. 10.1.06, de 280 m de luz man-
canto (2,5 m de separación entre ejes de la tiene la misma idea de la viga cajón de honni-
triangulación) y 40,16 m de luz, en un tablero gón con dos almas trianguladas de tubos de
continuo de 2400 m de longitud. Fig. 10.1.03. acero, en este caso. El tablero tiene un ancho
Es un tablero complejo de construcción, muy constante de 11,9 m y un canto variable de
deformable a coriante y provisto de pretensado 17,6 m en su empotramiento en los estribos y 4
exterior, con el fin de reducir, además de la m en el centro, Fig. 10.1.07.
deformación a flexión, parte de esta deforma-
ción a cortante, Fig. 10.1.04. Fue ejecutado por Tanto la losa superior como la inferior
dovelas con juntas secas. Es un diseño que pro- utilizan honnigón de alta resistencia B-60 y el
viene del realizado para una cubierta de un es- espesor de esta última varía entre 0,2 m en el
tadio en Teherán y que no se vuelve a repetir. centro del dintel a 1,7 m en el apoyo.
CAPITULO 10- PUENTES EN CELOSíA 475

Fíg 10105 a Fíg 10105 e

Fíg 10J05 b

Las diagonales comprimidas son tubos En todos estos puentes la presencia de la


de 610 mm de diámetro S355 y espesores que celosía se reduce a aligerar el alma de la viga
oscilan entre 28 mm y 36 mm. Las diagonales cajón de un dintel normal, de esbelteces pe-
traccionadas tienen el mismo tubo 0 610 mm queñas, entre 1/14 y 1/16 de la luz.
pero solo tienen 14 mm de espesor y están
soldadas a placas que varían entre 55 m y 65 m La presencia de la viga en celosía en que
de espesor. Estas diagonales se pretensan inte- la cabeza superior e inferior también son ba-
riormente con cables que introducen cargas lTas, se presenta en otro tipo de puentes. En el
variables entre 500 y 600 tn. Fig. 10.1.07b. puente de ferrocalTil de Etxebarri, sobre el río
476 PUENTES
Javier Man/el ola Aunisen

Fig lO 1.06 a

o
32,973 m; 280,773 111
O: 32,973 111

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45.347 m ~

Fig lO 1.06 b

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Roadway

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10

0.065 111 6,463 ll1 l11

Fig lO/O? a
C¡IP1TULO 10.- PUENTES EN CELOsíA 477

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Plate 1:"'" ,od


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Grouting with ~ ..
compensatecl HA32 ou HA40
shrinkage

.. : .. : Diagonal
'-'-::::--,-,-ttn
thicknes ]4.2
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'. ., ~

' ..
Fig. 101.07 b

Fig 10JOSa
478 PUENTES
Javier Manlero/a AI1ni5en

Nervión en Bilbao, Fig. 10.1.08, de 86 m de


luz, se establecen tres vigas prefabricadas por
dovelas en forma de "2", de 6,41 m de canto y
dispuestas para soportar dos niveles de carga

En las figuras 10.1.09, 10.1.1 0, 10.1.11 Y


10.1.12 representamos cuatro puentes en
celosía en hormigón clásicos.

Finalmente el fonnidable puente de


honnigón armado sobre el río Duero en Mos-
teiro, de Edgar Cardoso, de 110,0 m de luz el
vano principal y 42 m los vanos laterales. El
canto del dintel en el apoyo es de 7,5 m. Fig.
10.1.13.

Fig /OJOS b

Fig /0109
CAPITULO ID - PUENTES EN CELOSíA 479

Fig 10110
480 PUENTES
Javíer Manlerola Allnísen

Fíg 101.11

Fíg la 1.12a
CAPITULO !O- PUENTES EN CELOsíA 481

Fig !OJJ2b

Fig lO!!]
482 PUENTES
Javier Jvlan/erola Aunisen

traen las cabezas de las diagonales al encon-


10.2.- Tableros en celosía metálicos trarse con la cabeza superior de la viga longi-
y mixtos tudinal, Fig. 10.2.02b. Las cargas que trans-
portan las almas se propagan naturalmente en
Los elementos constitutivos de estos el alma de la viga longitudinal. La componente
puentes son, perfiles laminados (para puentes horizontal de las cargas que traen las cabezas
pequeños), vigas armadas de sección cajón o de las diagonales se transmiten directamente a
doble T y tubos. Resulta, por tanto, funda- la cabeza superior de la viga longitudinal. Su
mental en estos casos cómo se ordena la distri- componente vertical se transmite al alma por
bución de banas y cómo son los nudos. los rigidizadores veliicales donde se disipa
conviIiiéndose en cortante de la viga inferior.
La viga Wanen es la estmctura más clá- El transporte de la resultante hasta el eje de
sica para la ordenación del tejido de las almas. dicha viga longitudinal se produce con la apa-
A veces, pocas, se ha utilizado la "cmz de San rición de un momento que se contralTesta en el
Andrés" con un incremento del número de nudo por el par que se produce entre las com-
nudos y una eficacia complementaria en la ponentes verticales, descendente en las diago-
menor deformación por cortante siempre que al nales comprimidas y ascendente en las traccio-
mayor número de banas conesponda el co- nadas. Esto hace que el alma de las vigas lon-
nespondiente aumento del área. gitudinales en el nudo en cuestión se encuentra
sometido a un estado de tensión complejo.
10.2.1.- Barras formadas por perfiles
laminados o armados En la Fig. 10.2.03 se aprecia la de-
formada del nudo y el estado tensional del
Un principio básico a respetar en toda nudo inferior de una celosía, cuando se colocan
celosía es la coincidencia del eje de las banas rigidizadores velticales en prolongación de las
que confluyen en un nudo, Fig. 10.2.0la. A fin cabezas de las doble "T" de las diagonales y
de cuentas, la fuerza F 1, pasa a ser F 2 cuando se cuando no existen estos rigidizadores. La de-
le añaden las fuerzas de las diagonales, F3 YF 4, formada producida por el momento se aprecia
cuya suma de componentes verticales es cero. claramente así como el incremento de tensio-
nes, del orden de un 30%, que se produce en el
Cualquier falta de coincidencia entre los alma del cordón inferior cuando no existen
ejes, supone introducir una flexión en el nudo, rigidizadores verticales.
Fig.lO.2.0lb.
En el cordón superior es necesario tener
La disposición de los nudos entre las ba- en cuenta la losa de honnigón si se trata de una
rras deberán ser los que mejor resuelvan la estmctura mixta. El punto de intersección de
transmisión de las cargas que traen cada una de las diagonales debe llevarse al centro de gra-
las chapas que fonnan las barras a las vecinas vedad de la cabeza de compresión, Fig.
que confonnan el nudo. 10.2.02c. El intercambio de cargas con la ca-
beza de hormigón se hace naturalmente si las
Si los perfiles son vigas doble "T" po- diagonales se prolongan hasta introducirse en
drán estar ordenados según la Fig. 10.2.02. La el hormigón. Los propios casquillos actúan o
presencia de los rigidizadores veliicales en las pueden actuar como conectadores rígidos. En
barras longitudinales se disponen para estable- el caso de que las diagonales no se introduzcan
cer el equilibrio de las cargas inclinadas que en el honnigón y la conexión se realice por

F2 . F¡
--..:;>¡>- ---- -- -~- - -- -----E-
'1'
i
. . 2\
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Fig. J0201
CIIP/TULO /0- PUENTES EN CELOSÍA 483

e) o)

b)
d)
Fig /0202

pernos entonces hay que tener en cuenta la En este caso o en cualquier otro que
aparición de un momento en el plano de los exista excentricidad entre los ejes de las cabe-
pernos por la excentricidad de la carga axiL zas superior o inferior y el punto de intersec-
Este hecho obliga a prolongar los pernos ex- ción de las diagonales, es necesario introducir
tremos dentro del hormigón. Fig. 10.2.02 c. esta distancia, en el modelo de cálculo, a través
de una barra de rigidez infinita entre el punto
Otra cosa distinta ocurre si en la cabeza de intersección de las diagonales y el eje de la
superior se dispone una viga metálica longitu- barra o barras longitudinales, en el modelo
dinal, Fig. 10.2.02d, necesaria, muchas veces, general de cálculo del tablero.
para las fases de construcción. En este caso si
el eje de intersección de las diagonales se lleva Se puede paliar, prácticamente, todo este
al centro de gravedad del hormigón o del acero problema haciendo coincidir el centro de gra-
únicamente, se producirá una flexión parásita vedad de la losa de hormigón y el del cordón
correspondiente al brazo real que existe entre superior metálico para 10 cual este último debe
el paso real de las compresiones de la losa y de estar embebido en la losa superior, como ocu-
la viga metálica y el punto de intersección de rre en muchos puentes alemanes. Nesenbach
las diagonales. Eliminar las flexiones parásitas con tres vanos de 33,5 m+43,5 m+33,5 m para
completamente es imposible pues la cuantía de doble vía del tren de alta velocidad, el Kragen-
carga que discurre por la losa varía en el hofer, etc. Fig. 10.2.02e.
tiempo con la fluencia del hormigón.
484 PUENTES
JovieJ" MOJI/erala All11LleJl

1200-¡1OOO-T-- 2000

l'
l'
I!
I

I
1 •

t::= 3000 4000


---10:>00,-------
i----32W---

Fig lO,202e

La disposición contraria, con la dirección y la mayor inercia para enfrentar el


colocación de las vigas doble T en posiclOn pandeo fuera del plano. Como inconveniente
horizontal, Fig. 10.2.04 tiene sus ventajas y sus presenta la menor rigidez y resistencia a
inconvenientes. Entre las ventajas está la flexión en su plano, lo que puede ser necesario
facilidad de la realización de la unión siempre para la cabeza superior que recibe carga directa
que las diagonales tengan la misma anchura a lo largo de toda su longitud.
que los cordones longitudinales. Esta también
la menor cuantía de los momentos parásitos El cambio de sección de las vigas
que reciben por flexión de la estructura al longitudinales debe realizarse fuera del nudo.
presentar estas balTas menor inercia en esa
CAPITULO / o- PUENTES EN CELOSÍA 485

Fig /0203

\ I

"
\ I

/
I
I
I

b)
Fig. /0204
486 PUENTES
Javier Manterola Armisel1

Cuando, en lugar de utilizar vigas doble El North River Bridge, en el nOlie de


T para cada uno de los cordones utilizamos Groenlandia, es un ejemplo clásico de los ta-
vigas cajón, las uniones con los cordones bleros en celosía con tablero inferior. De 60,96
longitudinales son similares a las que aparecen m de luz y 8,4 m de anchura, la estructura del
en las vigas doble T, hay que controlar por puente está formada por dos vigas Warren de 5
donde vienen las fuerzas, como se transmiten y m de canto (c=L/12,2), Fig. 10.2.06. El diseño
equilibran entre sí. Fig. 10.2.05. de la viga Warren corresponde con el especifi-
cado en la Fig. 10.2.03, pero únicamente en lo
En cuanto a la cabeza superior el pro- que se refiere a las diagonales y la cordón su-
blema que se plantea es similar al ya analizado perior. El cordón inferior, que soporta el ta-
cuando tratamos de las vigas doble T. blero adopta también una viga doble "T" pero
veliical en lugar de tumbada. Este hecho, favo-
rable para el soporte de la carga unifonne del
tablero tiene como inconveniente que las cabe-
zas de las diagonales caen a la altura del borde
exterior de las vigas doble "T" lo que obliga a
la disposición de una cartela exterior al cordón
inferior y tangente a él para transmitir la fuerza
horizontal de intercambio. Disponer las diago-
nales con la inercia principal en dirección
transversal tiene como ventaja, además de las
ya citadas, las de controlar el pandeo fuera del
plano del cordón superior. Fabricado en Dina-
marca, las uniones se realizaron con tomillos
de alta resistencia y se colocó en obra por em-
puje sobre pilas provisionales.

El puente de Oresund, Fig. 10.2.07,


constituye el último de los ejemplos de puentes
en celosía más recientes. Abierto al tráfico el 1
de Julio del año 2000, su tramo de acceso está
formado por vanos continuos de 140 m de
b) luz,con dos vigas en celosía de 10,8 m de canto
total (c=L/13). En este diseño a la viga WalTen
se le dio una inclinación de 45° con la hori-
zontal, en lugar de los 60° habituales, con el fin
de reducir el número de nudos, con lo que re-
sultan vanos intennedios de 20 m de luz entre
nudos. Las secciones transversales de los cor-
dones suprior, inferior y montantes, son vigas
e cajón de l500x1300 mm en el cordón superior
Fig 10205 sobre el que se conecta la losa mixta de honni-
gón. Los conectadores son de dos tipos, largos
los de los bordes, para recoger además del
rasante el tiro vertical que determina el mo-
Además de estas disposiciones, que son mento flector que se produce en la unión con la
las más habituales, puede utilizarse cabezas en losa por carga exterior sobre ésta. El cordón
sección cajón y diagonales en doble "T", lo inferior es igual al superior y la diferencia de
que también es muy frecuente, en cuyo caso esfuerzos que se producen según su localiza-
los problemas de unión están incluidos en los ción en la viga, se resuelve variando el espesor
ejemplos anteriores. En la cabeza superior y en de las chapas que lo constituyen, sin variar las
celosías mixta se puede utilizar también el dimensiones exteriores. El acero utilizado fue
detalle de la Fig. 10.2.02e, para hacer coincidir de S460N con límite elástico de 460 Mpa para
el eje longitudinal de los cordones longitudi- las diagonales, el cordón inferior y los nudos
nales de las cabezas con el punto de intersec-
ción de las diagonales.
CAPITULO /0- PUENTES EN CELOSÍA

Fig /0206 a

at Bridge

Fig. /0206 b

Fig /0206 e
488 PUENTES
Javier Man/erola Armisen


ELEVATION

- -Ilíll-·----·--tíwwl ---.. --- -j~ll --·--111;;1·- --'-+Jlf

PLAN AT LOWER LEVEL


"-"--- S 355 N
_S460N

Fig 10207b

23.5m

:./=.3m~,it-:j -=12~.4m:::._ .¡+1.3m~

Fig 10207 e
CAP1TULO 10.- PUENTES EN CELOSíA 489

223

1.300

Fig lO 07 el

Fig 10207 e

Fig. 10.2 al!


490 PUENTES
Javier lv/al1/erola Armisel1

Fig. f02 07g

0•5m
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _3:.c..:
23.5m

1.3m 12.4m 103m


~->it----- -----------.-->it--~

Fig f0208 a

de enlace. El cordón superior, ayudado en su En todos los nudos se completa la unión


trabajo por la losa superior, se realizó con con cubrejuntas redondeadas.
acero S355N.
En el tramo atirantado la celosía es si-
El tipo de nudos inferiores de la celosía milar, aunque se abandona la disposición de las
es el conespondiente a la Fig. 10.2.04 con la diagonales a 45° para adoptar una paralela a los
disposición de rigidizadores intemos en el cables de atirantamiento y recoger así mejor
cajón. El nudo superior es idéntico salvo que las acciones, Fig. 10.2.08.
además el cordón superior metálico se conecta
con la losa de hormigón, Fig. 10.2.07d.
CAPITULO /0.- PUENTES EN CELOSÍA 491

adopta una disposición de las barras del alma


poco frecuente en cruces de S. Andrés con
barras casi a 45°. Como cordón superior e infe-
rior se utilizan vigas doble T armadas de bas-
tante impOliancia de 70 cm y 55 cm de canto.

Los enlaces superior e inferior de las di-


agonales con los cordones longitudinales res-
ponden al dibujo Fig. 10.2.02. Todos estos
viaductos se construyeron empujados, con
atirantamiento provisional, por lo que la pe-
queña luz que se produce en el cordón inferior
entre diagonales cobra sentido. Todos estos
viaductos son bastante esbeltos para tratarse de
una estructura en celosía pues los cantos osci-
lan entre (c= Ll17 y LlI6).

El puente de ferrocarril sobre el río Main


en Nantenbach (Alemania) es de unas dimen-
siones colosales, 208 m de luz principal para
doble vía de ferrocarril de alta velocidad, Fig.
10.2.10. Los cordones superiores, inferiores y
Fig /02.08 b las diagonales son vigas cajón annadas. El
canto es variable entre 15,66 m (c= Ll13) en el
En los viaductos de Costa Maliina, (L= apoyo y 7,66 m (C= Ll27) en el centro. La
121,2 m), Neira 1, (L= 114,5 m) y 2, (L= 94,95 celosía es una viga Warren.
m) y del Ric (L= 97,5 m), Fig. 15.2.09 se

''''''''
(¡)l170
fi:J\IAO
lllUi2S

--·I-,-~---t".!:.·::~~-~_· 1-.-+--.-"1-.-1- I I ···I~·""" I I •

PLANTA

SECCION TRANSVERSAL
r'¡:¡'U¡':D

Fig /0.J09a
492 PUENTES
Javicl Manlcro/a Armiscn

Fig 10209 b

Fig f0209c
493
CAPITULO JO. PUENTES EN CELOSÍA

Este puente tiene doble acción mixta, la Un proyecto similar a este es el puente
losa superior sobre la que se instalan las vías sobre el río Sil de H. Corres de 93,5 m+] 70
del tren y la losa inferior, situada entre los m+9.3,5 m con canto variable entre ] O m (c=
cordones inferiores y dispuesta en los vanos de L/] 7) en los apoyos y 4 m (c= L/42,S) en el
compensación y hasta (L/S) del vano central. centro del vano. Se utiliza la doble acción
Las diagonales no coinciden en el centro de mixta con la losa superior de hormigón, situada
gravedad conjunto de la sección superior, sino sobre el cajón longitudinal superior y con la
que se produce en el eje del cordón superior losa inferior situada entre los bordes de los dos
metálico. Resulta necesario controlar las cajones inferiores en la zona de apoyo, Fig.
flexiones locales que se producen debido a la ] 0.2.] ] . Los cajones de los cordones superior e
falta de coincidencia del centro de gravedad de inferior son de 0,6 m por 0,45 m.
la losa y del cordón superior

1'.30
b) 1,60 1.;0 '.lO 1.10 l.64

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Fig.J02fO

Fig f0211 a
494 PUENTES
Javier JvJanterola Annisen

1320m

4.00m

Perfil transversal
10.00 rn 6.0Sm

Losa inferior

Seccion sobre pila Seccion de centro


de vano
Fig 10211 b

10.2.2.-Viaductos especiales y espa- con triangulación Wanen cubriendo los tres


ciales vanos de 88,2 m+ 156,8 m+88,2 m , Fig.
10.2.12.
La celosía puede adoptar formas menos
rígidas para el tablero que la típica y eficací- Al vano central se le ayuda con un arco
sima solución de disponer dos vigas laterales superior. Éste se constituye por dos cajones
por encima o por debajo del tablero. unidos de 7,00 mx 1,00 m que se abren al des-
embocar en los dos cordones superiores de la
En el puente sobre el río Elba se ha dis- celosía inferior. Los cordones superiores de la
puesto una viga en celosía de 10,9 m de canto, celosía son de 600x75ü y los inferiores de
9,8 m entre ejes de cordones superior e inferior 1000x75ü.

Fig 10.212a
CAPITULO 10- PUENTES EN CELOSÍA 495

Execution Design
Fig.10212b

Fig. /0.2/2 e
496 PUENTES
Javier A1alllerola Annisen

Fig 10.2.13 a

Fig 10.213 b
CAPITULO JO - PUENTES EN CELOSÍII 497

ISO 2000 ISO


'1 ['

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~I o
o
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t-
I
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5430 I 5430

§
'C

§
'ro
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er.

o
o
'C
O'

5820 5820

14520
Fig JO] J3 e

El puente sobre el río Ebro en Zaragoza, la ría de Bilbao. El puente principal se desa-
Fig. 10.2.13. Se trata de un puente de ferroca- lTolla en un tramo recto y otro curvo, con cur-
rril de doble vía de 40,0 m + 50,0 m + 125,0 m vatura de radio 120 m. Las luces principales
+ 40,0 m soportado por una viga en celosía varían según el punto en que se midan. Si lo
WalTen de 3,625 m de canto entre los ejes de realizamos entre los ~jes de las pilas principa-
los cordones exteriores y 4,5 m entre caras les y los estribos en su dimensión desarrollada,
exteriores, cuyos cordones exteriores son dos tienen 75,4+ 113+75,4 m. Fig. 10.2.l4a.
vigas cajón de 1,00xO,6 m el inferior y 0,7xO,6
el superior. Las vigas transversales y longitu- La estructura del puente es un dintel
dinales que completan la parte metálica del recto, mixto y pretensado y está fonnada por
tablero se sujetan al cordón inferior. Fig. una gran viga en "Z", constituida por una
10.2.l3b. triangulación superior horizontal, la triangula-
ción vertical y una gran viga cajón horizontal
Para salvar el vano central de 125 m de en la parte inferior. Los tres elementos trabajan
luz, la viga metálica crece de canto hasta 8,4 m conjuntamente en una unidad estructura!. El
y se cuelga de un arco de 1,2 m de canto y 1,5 acero utilizado es el AE-355 D, salvo en los
m de anchura. Las péndolas son balTas macizas perfiles laminados normales en que se utilizó
de 180 mm de diámetro, con rosca para su acero AE-235. Fig. 10.2.l4b.
ajuste. Fig. 10.2.l3c.
El canto del cajón metálico inferior varía
El puente de Euskalduna, Fig. 10.2.14, de uno a otro punto de la sección transversal
es una estructura muy sofisticada para cumplir alcanzando un valor máximo de 1,77 m en la
un programa muy estricto. Se desarrolla sobre intersección del cajón con la celosía metálica.
498 PUENTES
Javier Manterola Armisen

Fig 10214 a

PUENTE EUSKALOUNA

Fíg 10114 b
CAPITULO 10.- PUENTES EN CELOSíA 499

Fig. 10214 e

Fig 10214 d
500 PUENTES
Javier Nlan/erala Armisen

Fig. 10.214 e

Contando la losa de hormigón el canto total de parte inferior a 0,8 m en la superior. El espesor
la viga cajón inferior alcanza los 2 m. Fig. de las chapas que las constituyen varía de una
1O.2.l4c. a otra zona del puente, con un máximo de 80
mm y un mínimo de 20 mm. Fig. 1O.2.l4d.
La celosía metálica vertical es de 6,6 m
de canto. El cordón superior tiene chapas de
espesor variable entre 20 y 60 mm y anchuras El cordón superior de esta triangulación
comprendidas entre 2 m y 65 cm. Las barras sostiene el voladizo de la cubierta del paso de
inclinadas de la celosía cumplen una doble peatones. Dicha cubierta se ha proyectado
misión, en primer lugar como alma triangulada como una viga triangulada en planta con el fin
de la gran viga metálica y en segundo lugar de añadir una rigidez horizontal a la cabeza
como ménsula empotrada en el cajón para superior en la celosía vertical lo que permite
resistir la componente radial producida por los repartir la componente radial citada a lo largo
esfuerzos axiles de tracción y compresión de del puente, pues en una zona esta componente
los cordones superiores como consecuencia de va hacia dentro de la CUIva (zona de los apoyos
la curvatura en planta del puente. Por esta ra- principales) y en otras va hacia fuera (zona del
zón tienen canto variable, desde 1,2 m en la centro del vano). En fases del proyecto en que
CAPITULO /0- PUENTES EN CELOSÍA 501

Fig la 2 /4f

esta cubierta no estaba terminada, las flexiones por tanto, con unas reacciones considerables -
que se producían en las barras inclinadas de la ver proceso constructivo-o Para resistirlas
celosía eran mucho mayores. hemos dispuesto una chapa inferior de 60 mm
de espesor constante y además disponemos
El tablero metálico tiene una anchura cada 40 cm un pequeño diafragma de 500x20
total de 26,95 m, de los cuales 14 m están des- mm que recoge la carga del apoyo y la traslada
tinados a dos calzadas de rodadura de vehícu- a las dos almas. Se evita así que la chapa de 60
los y 9,5 m a un paso de peatones. El resto de mm se abolle o punzone a lo largo de todo el
la sección se destina a la ubicación de las de- proceso de montaje. Para sujetar estas chapas
fensas, barandillas y al paso de la celosía me- es necesaria la segunda alma.
tálica.
La parte superior de la viga cajón tiene
Desde un punto de vista estructural el una triangulación en "K" necesaria no sola-
cajón metálico tiene una anchura de 10,17 m mente para controlar el pandeo de las cabezas
en su parte inferior y de 11,8 m en su parte superiores de las vigas sino también para pro-
superior. El espesor de las chapas inferiores porcionar rigidez a torsión al cajón abierto,
varía entre 20 y 60 mm y el cajón metálico necesaria en las operaciones de movimientos y
consta de las chapas superiores, cabezas de las montaje. Las dimensiones de esta triangulación
almas, es de 30 mm. Fig. 10.2.14b. horizontal varían según la zona desde media
HEB de 320 hasta perfiles en T fabricados "in
Tiene cinco almas, una central y dos pa- situ". Fig. 10.2.14e.
rejas de almas laterales. La disposición de esta
doble pareja de almas en los extremos tiene un Sobre el cajón se dispone una chapa ple-
doble motivo. En el borde donde nace la celo- gada que sopOlia la losa de hormigón de 20 cm
sía metálica es de presencia obligada para dar de espesor útil que forma unidad estructural
continuidad a la celosía con la cabeza inferior con las IPE por medio de conectadores.
formada por la chapa inferior de la viga cajón.
Pero además, debido a que el puente va a La losa de hormigón se arma con redon-
construirse por movimiento longitudinal, em- dos de armadura pasiva y se pretensa longitu-
pl~je o traslación, toda la parte inferior del dinalmente en la zona de los apoyos por medio
mismo constituye camino de rodadura, apoyo de 134 unidades de 7 0 0,6". Fig. 10.2.14f.
502 PUENTES
Javier ilIon/erola A/misen

El cordón superior, el arco, está fonuado


10.3.- Celosías tubulares
por dos tubos de 711 mm de diámetro y pare-
des de 25 mm AE-355D.
Los perfiles am1ados en sección cajón o
doble "T", se han sustituido en muchas ocasio-
. . Los nudos superiores se configuran de la
nes por secciones tubulares. Como en el punto
sIgUIente manera. El espesor del tubo de la
10.2.1, todo lo concemiente a la coincidencia
poligonal superior del arco, crece a 30 mm a lo
de ejes sigue siendo válido en este caso.
largo de 1 m en la zona de cruce con las diago-
nales. A éstas, de 244,5 mm de diámetro y
En el puente de ferrocarril de doble vía
paredes de 12,5 m, se los añadió un enlace
de V~toria se adoptó la solución de disponer
tronco cónico que aumenta el diámetro del
dos vIgas en ce.losía, superiores al tablero, Fig.
tubo en su contacto con los tubos principales.
10.3.1. Estas vIgas constan de dos arcos poli-
La transición se realiza a lo largo de 40 cm con
gonales de 6 m de flecha en el centro, enlaza-
un ángulo de 8°.
dos por una celosía triangular con un tablero
inferior de honuigón pretensado. La luz del
puente es de 64 m.

Fig. 103 Ola

Fig 10.301 b
CAPlTULO lO PUENTES EN CELOSÍA 503

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DETALLE 6 - ALZADO SECCION A-A SECCION 8-8

Fig. lOJOl e

Fig /03.02

La unión entre los dos tubos superiores Se interpone entre los tubos de las diagonales
de cada celosía se realiza con chapas transver- una viga doble T rigidizada y provista de co-
sales. Fig. lO.3.lb nectadores para recoger la carga vertical del
tablero, Fig. 1O.3.lc.
Los nudos inferiores deben colgar el ta-
blero de hormigón pretensado además de in- En el puente arco de Logroño, Fig.
troducir la componente horizontal correspon- lO.3.2, la celosía se establece conectando entre
diente. Los ejes de los tubos coinciden con el sí los dos arcos circulares superiores para pro-
de las vigas de hormigón pretensado inferior. porcionarles la inercia transversal necesaria
504 PUENTES
Javier Mamerola A!"misen

Fig 10-3030

Fig l03.03b

para hacer frente a las flexiones de eje vertical ó 6 tubos de 750 mm a 1 m de diámetro enla-
proporcionada por la sobrecarga actuando en zados verticalmente por celosías. Las luces
una de las dos pasarelas laterales. El arco de alcanzadas son enonnes: 360 m para el
140 m de luz, está formado por dos tubos de Yajisha, arco con tablero intermedio y 270 m
1200 mm separados en el centro 3,00 m y ayu- para el puente San-an-Youngjang, etc, etc, Fig.
dados por tirantes transversales para salir al 10.3.3.
paso de este efecto. Los arcos tubulares están
rellenos de hormigón para mejorar su capaci-
El puente del Centenari, Montserrat
dad de carga.
(Barcelona) y el puente sobre el pantano de
En China se han realizado varios puen- García Sola tienen tableros fonnados por una
tes arco con sección transversal formada por 4 viga en celosía espacial triangular.
CAPITULO /0 - PUENTES EN CELOSÍA 505

El puente del Centenari para un ferroca-


rril funicular de vía única tiene 480 m de lon-
gitud con vanos tipo de 56,00 m y vano
máximo 70,00 m, Fig. 10.3.4. Con 3 m de
canto total el puente es mixto con tablero de
hormigón, diagonales en disposición de una
viga Warren. El cordón inferior es un tubo 0
600 Y las diagonales tubos 0 270 mm. La co-
nexión de las diagonales con la losa superior, a
través de chapas axiales de espesor variable
entre 45 mm y 60 mm, según la zona, permite
la coincidencia del eje longitudinal del cordón
superior y la intersección entre diagonales. El
cordón superior metálico no es tubular sino
trapecial para poder realizar un buen acopIa-
miento con la losa de honnigón. Éste, junto
con el nudo de bifurcación del tubo inferior
para llegar desdoblado al apoyo aparece en
Fig. 10.3.5.

El puente de García Sola es mucho ma-


yor, Fig. 10.3.6. Es un puente de carretera de
532 m de longitud total y 14 m de anchura con
cinco vanos de 90 m+ll0 m+132 m+l10
m+90m.

Fig /0.304 a

Fig 10304 b
506 PUENTES
Javier f",Ian/erala Armisen

Fig 10304 e

Fig 103 OSa


CAPITULO /U- PUENTES EN CELOSÍA 507

SECClON TRANSVERSAL TIPO

15 W'HTJ.OClRES (ZI ~<! A 010


5 EN tJ:IA FILA EHERlDR
10 EN OOS FILAS ltHERlDR

SECClON K-K

Fig 10305b

Fig 10306 a
50S PUENTES
Javier lv/antel ola Armisen

Fig 10306 b

Fig 10307a
CAPITULO 10.- PUENTES EN CELOSÍA 509

Fig I0307b

Fig IOJ07e
510 PUENTES
Javier Alanlelo!a lI,misen

Fig 10.307d

Fig 10.308
CAPITULO /0- PUENTES EN CELOsíA 511

Fig. /0].09

Fig" /0]/0
512 PUENTES
JOl'ló¡f{{lI//eJ% AI/nilen

Inicialmente, cuando el tablero se iba a Abandonamos el apoyo en los cordones supe-


montar con grúas, la sección transversal, de 7 riores, solución clásica, sino que abrimos el
m de canto, estaba formada por un cordón cordón inferior para crear los dos apoyos, Fig.
inferior de 1000 mm, celosías tubulares, tipo 10.3.7c lo cual es elemental con triángulos en
Warren de 560 mm de diámetro y dos tubos las caras. Abandonamos, también, una inten-
superiores de 800 mm de diámetro. Estos dos ción inicial de atirantar el dintel a la pila de-
tubos se sustituyeron por dos vigas doble T de bido a su excesiva flexibilidad.
1 m de canto cuando se decidió empujar el
puente lo cual, necesariamente, era preciso En planteamientos totalmente espaciales
empujarlos sobre el cordón superior, Fig. presentamos dos proyectos, el puente de Alcoy
10.3.7d. es una viga apoyada de 140 m de luz, Fig.
10.3.8, con cabeza inferior y superior de hor-
Objeto especial de estudio es el del migón armado y una celosía poligonal de tubos
apoyo de esta celosía en la pila para transmi- del alma. El mismo planteamiento realizamos
tirle no solo la carga vertical sino también la para un puente de ferrocarril en Italia, Fig.
torsión debido a la sobrecarga excéntrica, etc. 10.3.9.

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