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A∴ T∴ D∴ L∴ V∴ y A∴ P∴ D∴ G∴ H∴

En el Or∴ de la Ciudad de México, a los dos días de junio del 2018 de la E∴ V∴, y 171 años de la
Inic∴ Mas∴ del Il∴ y P∴ H∴ Benito Pablo Juárez García. Traz∴ que presenta el M∴ M∴ Osiris Torres
Gómez, miembro activo de la R∴ L∴ S∴ “Terror de los Tiranos”, jurisdiccionada a la M∴ R∴ G∴ L∴
N∴ M∴ “La Luz”, del R∴ N∴ M∴.

Del Ritual

Ritos, rituales, ceremonias, son adjetivos que normalmente tomamos como sinónimos, ya que la
relación entre ellos es muy estrecha.

Es común pensar que en un rito se hacen ciertos rituales, distintos en otros ritos, incluyendo
diferentes ceremonias.

Rito, etimológicamente viene de la raíz –ar-, cuyo significado puede traducirse como “mover”,
“ajustar” o “hacer actuar”, cuando somos profanos, solemos referirnos a ritos religiosos, pero, un rito
es mucho más común y se puede asociar a diferentes aspectos del individuo y a la sociedad. Es decir,
son una secuencia de acciones realizadas de forma simbólica, su objetivo principal es comunicar
algún significado o una idea, o reforzarlo, como si fuese parte del lenguaje corporal.

La práctica ritual se lleva a cabo conforme a una lógica que todos los que se encuentran en ese grupo
social lo puedan entender, incluso puede darse un diálogo que recompone la unidad, la armonía, el
orden social. A su modo, todo rito media en una relación con el espíritu, con una imagen del hombre
y del mundo, con un sistema de valores vitales, sea cual sea la categorización particular de dicha
relación. Es secundario que se conciba como relación entre hombre y divinidad, entre vivos y
difuntos, entre enfermo y salud, en definitiva, entre el ser humano y cualquier otra simbolización de
un valor cultural (la ciencia, la patria, la razón, el amor, el progreso, etc.).

El rito lo constituye el conjunto de sus representaciones repetitivas a lo largo del tiempo (algo que se
hiciera una sola vez ni siquiera adquiriría la categoría de ritual).
Los que dirigen el ritual y participantes que asumen papeles y, a veces, una indumentaria peculiar,
los cuerpos que realizan gestos y acciones, las diferencias de sexo y de edad, los objetos y sustancias
instrumentalizados en la actuación (una procesión, una comida, una curación, una inauguración,
etc.), el uso de la palabra, de la música y otras artes. Al entrar en la trama simbólica, se instituyen
muchas categorías rituales: sacrificio, plegaria, ofrenda, encantamiento, adivinación, sacramento,
trance, procesión, conmemoración, y numerosas otras. Todas ellas tienen como protagonista el
cuerpo, sujeto y objeto de la acción ritual, que convierte sus materiales en signos gestuales y orales.

Los rituales satisfacen al hombre de diversas maneras, intelectuales y emocionales, merece cierto
nivel intelectual, para ser entendido, ya que al ser participe de alguno debe de encontrarle sentido, y
no solo que sea parte de un formalismo social, y se le valorizan como actos positivos o negativos.

La estructura de los ritos es redundante, como la gramática, repetirlo es aprenderlo, mediante su


repetición, enseña a conformarse ser parte de lo que se está establecido, y como todo lo que existe,
no puede escapar a la entropía, que nos permite comprender su desgaste y su evolución a lo largo del
tiempo.

Lo importante de los rituales en la masonería, no importando el rito, es que se debe de mantener un


orden, y su esencia, para no perder el simbolismo. Y aunque cada logia de diferentes ritos pueda tener
su propia versión de apertura de trabajos, iniciación, o cualquier otra ceremonia, es nuestro trabajo
entender que son usos y costumbres distintos y a la vez entender su escencia.

“Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. BPJG.

Bibliografía de consulta.
Fabre, F.J. 1829, Descripción de las alegorías pintadas en las bóvedas del Real palacio de Madrid.
Frau Abrines L. Diccionario Enciclopédico de la masonería, tomo 1.

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