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HANNAH ARENDT
pero no una alabanza sin más del progreso, del pathos progresista
de la novedad.
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radical novedad.
interconectados.
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que despliegan.
».
La acción, en cambio, es la actividad a través de la cual
eres tú?:
sus actos.107
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107. Arendt, H., La condición humana, ed. cit., 1993, pág. 202.
de la acción.108
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108. Arendt, H., Sobre la revolución, Madrid, Alianza, 1988, pág. 266.
109. Finkielkraut, A., La humanidad perdida, ed. cit., 1998, pág. 44.
110. «La esfera política surge del actuar juntos, de "compartir palabras
y actos"», escribe Hannah Arendt. Esto es, surge «como un espacio de aparición
aparezco ante otros como otros aparecen ante mí, donde los hombres no
existen meramente como otras cosas vivas o inanimadas, sino que hacen su
historia de una vida. La historia narrada dice el quién de la acción. Por tanto,
la propia identidad del quién no es más que una identidad narrativa». Véase
Tiempo y narración. Vol. III: El tiempo narrado, ed. cit., pág. 997.
113. «El discurso y la acción revelan esta única cualidad de ser distintos.
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movimiento.116
de acción.
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114. Arendt expresa esta idea en La vida del espíritu, Madrid, Centro de
una hazaña.
de contar.
las sombras.
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historia que los otros relatan. Y es que la acción, más que espacial,
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117. La acción que nos revela se encaja, dice Arendt, «entre los hombres
», es la esfera de los asuntos humanos formada por «la trama de las relaciones
acción, esto es, de aquella forma de cognición, distinta de muchas otras, por
la que los hombres que actúan (...) pueden finalmente aceptar lo que irrevocablemente
novedad.
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120. Ouaknin, M.-A., Lire aux éclats. Éloge de la caresse, Paris, Quai
desde el principio.
Arendt.122
122. Arendt, H., La condición humana, ed. cit., 1993, págs. 160-161.
123. Arendt, H., La condición humana, ed. cit., 1993, pág. 163.
125. Arendt, H., La condición humana, ed. cit., 1993, pág. 170.
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Barcelona, Ed. 62, 1993. Véase también Agamben, G., El hombre sin
129. Arendt, H., «Labor, trabajo, acción. Una conferencia», ed. cit.,
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del Homo faber, todo tiene que servir para algo, todo
debe ser útil, «es decir, debe prestarse como instrumento para
planificada de enseñanza/aprendizaje».132
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130. Arendt, H., La condición humana, ed. cit., 1993, pág. 72.
Pág. 29.
•
Lo nuevo siempre se da en oposición a las abrumadoras
que para todos los ñnes prácticos y cotidianos son certeza; por
improbable,135
de lo imprevisto e imprevisible».136
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134. Arendt, H., La condición humana, ed. cit., 1993, pág. 201.
haya desplazado cada vez más al quién soy. La figura del funcionario
funcionario nazi, que hace oídos sordos a los gritos de las víctimas,
tiempo.»139
de Primo Levi:
137. Arendt, H., La condición humana, ed. cit., 1993, pág. 202.
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140. Levi, P., Si esto es un hombre, ed. cit., 1995, pág. 209. (La cursiva
es nuestra).
142. Ricoeur, P., Tiempo y narración. Vol. III, ed. cit., 1996, pág. 997.
de la vida de uno debe ser escrito por otros, por otras personas
coautores.
144. Arendt, H., La condición humana, ed. cit., 1993, pág. 205.
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del otro. Esa necesaria relación con los otros provoca que
discípulo: «Hacer y sufrir son las dos caras de una misma moneda
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ción». Pero Hannah Arendt todavía va más allá. Falta otra figura
(Adrián Leverkühn).
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del tiempo.
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mecánica (la fabricación), «en la que la causa de un efecto debe ser inmediatamente
temporal» (Mosés, S., El ángel de la historia, Madrid, Cátedra, 1997, pág. 136).
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153. Seguimos a Ouaknin, M.-A., Lire aux éclats. Éloge de la caresse, ed.
154. Arendt, H., La condición humana, ed. cit., 1993, pág. 265.
Pág. 738.
es negación, es crítica.