HABILIDADES SOCIALES Las habilidades sociales implican un conjunto de comportamientos

adquiridos y aprendidos, y no un rasgo de personalidad. Las HS se adquieren principalmente a

través del aprendizaje, e incluyen tanto comportamientos verbales como no verbales. Su
desarrollo es efectivo para promover conductas deseables, tales como socialización, mejor
comunicación, toma efectiva de decisiones, solución de conflictos. Cuando se habla de
habilidades sociales se hace referencia a que la persona es capaz de ejecutar una conducta de
intercambio con resultados favorables.

AUTOESTIMA La autoestima es una experiencia interna, reside en el núcleo de nuestro ser.

Es lo que yo pienso y siento de mí mismo. El modo en que nos sentimos con respecto a
nosotros mismos afecta en forma decisiva todos los aspectos de nuestra experiencia, desde la
manera en que funcionamos en el trabajo, el amor o el sexo, hasta nuestros procederes como
padres y para progresar en la vida. Nuestra respuesta ante los acontecimientos dependen de
quien y que pensamos que somos.

Tiene dos componentes: un sentimiento de la capacidad personal y un sentimiento de valía

personal. Desarrollar la autoestima es desarrollar la convicción de que es un componente para
vivir y merecer la felicidad y por lo tanto enfrentar la vida con mayor confianza, optimismo, lo
cual nos ayuda a alcanzar nuestras metas y experimentar la plenitud. Es ampliar la capacidad
de ser felices.

La autoestima es la valoración, positiva o negativa, que uno hace de sí mismo. Es la valoración

que hacemos del autoconcepto. Es el aspecto afectivo, evaluativo y enjuiciador del
conocimiento de sí mismo. Se entiende que es el resultado de la discrepancia entre la
percepción que cada uno tiene de sí mismo y el ideal, lo que le gustaría ser, de suerte que una
gran discrepancia produce una baja autoestima.

ANSIEDAD: La ansiedad se manifiesta a través del cuerpo por medio de sensaciones físicas y a
nivel del pensamiento a través de ideas. Estas ideas y situaciones aparecerán en relación a una
situación, un contexto.
La diferencia fundamental entre ansiedad normal y patológica es la magnitud de la repuesta a un
estímulo provocador. ¿Qué es un trastorno de ansiedad? Es un estado de inquietud o ansiedad
irracional y continúo, que en algunos casos puede agudizarse hasta transformarse en miedo agudo
o pánico, con efectos secundarios sobre otras funciones mentales, como ser la atención, la
concentración, la capacidad de raciocinio y la memoria. Los trastornos de ansiedad se clasifican
en: fobias específicas, trastorno de ansiedad social, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de la
ansiedad generalizada, trastorno por estrés postraumático y trastorno de pánico.

Pánico Se caracteriza por la aparición espontánea y frecuente de ataque de pánico, acompañada

en los intervalos libres de crisis de un miedo persistente o intermitente, de intensidad variable, a
sufrir nuevas crisis de pánico. Esto último se denomina ansiedad anticipatoria.
Algunos síntomas son: taquicardia, opresión precordial, sensación de falta de aire,
náuseas o sensación de nudo el la boca del estómago, mareos con o sin sensación de
desmayo. Los ataques de pánico pueden ser espontáneos (aparecen sin una causa externa),
situacionales (ansiedad anticipatoria en circunstancias que no se pueden evitar afrontar) o
inducidos por sustancias. ¿Qué es la fobia social? Es un miedo intenso ante situaciones
sociales o actuaciones en público por temor a que resulten embarazosas. Generalmente
cuando una persona con fobia social se encuentra en situaciones sociales temidas,
experimenta una preocupación y teme que los demás lo vean como un individuo ansioso,
ridículo o estúpido, es decir, le teme a la evaluación negativa de los demás. La persona cree
que van a juzgarle negativamente, porque se darán cuanta que está nervioso (le tiemblan las
manos, se pone rojo, le tiembla la voz).

La terapia cognitiva coloca al sujeto como analizador intermedio entre estímulo y respuesta
generadora de la conducta. Incluye los factores motivacionales y analiza los pensamientos
negativos que producen en el sujeto desordenes psicológicos. En forma práctica se intenta
analizar, registrar y cambiar esos pensamientos o negativos que afectan automáticamente al
sujeto. Hace participar al paciente del tratamiento. También se utiliza terapia grupal. Se lleva a
cabo psicoeducación, tareas intercesión, exposiciones en vivo, y prevención de recaídas.

Asertividad: Es la forma de actuar que permite a una persona se movilice en base a sus intereses
más importantes, defenderse sin ansiedad, expresar cómodamente sentimientos honestos o
ejercer los derechos personales, sin negar los de los demás.

Estos derechos comprenden: Derecho a juzgar nuestras propias aptitudes, a cometer errores, a
decir "no" sin sentirnos culpables, a tener creencias políticas, a no justificarnos ante los demás, a
decidir qué hacer con nuestro cuerpo, tiempo y propiedad, a ser independientes, a ser quien
queramos y no quien los demás esperan, a ser tratados con dignidad y a decir "no lo entiendo".

Empatía: Es una habilidad, propia del ser humano, que nos permite comprender y experimentar el
punto de vista de otros sin por ello tener que estar de acuerdo. Es la capacidad de ponerse en el
lugar de la otra persona para desde ahí comprenderle.
ENTRENAMIENTO EN DIFERENTES HABILIDADES SOCIALES

LA ESCUCHA ACTIVA: La escucha activa significa escuchar y entender la

comunicación desde el punto de vista del que habla. La escucha activa se refiere
a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente,
sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está
diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta empatía, es
decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona.
Habilidades para la escucha activa: Mostrar empatía: Escuchar activamente las
emociones de los demás es tratar de "meternos en su pellejo" y entender sus motivos.
Es escuchar sus sentimientos y hacerle saber que "nos hacemos cargo", intentar
entender lo que siente esa persona.
Parafrasear. Este concepto significa verificar o decir con las propias palabras lo
que parece que el emisor acaba de decir. Emitir palabras de refuerzo o cumplidos.
Pueden definirse como verbalizaciones que suponen un halago para la otra persona o
refuerzan su discurso al transmitir que uno aprueba, está de acuerdo o comprende lo
que se acaba de decir. Resumir: Mediante esta habilidad informamos a la otra
persona de nuestro grado de comprensión o de la necesidad de mayor aclaración.

Expresiones de resumen
serían:
- "Si no te he entendido mal..."
- "O sea, que lo que me estás diciendo es..."
- "A ver si te he entendido bien...."