Você está na página 1de 9

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA CALIFICACION

INDOAMÉRICA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y DE LA SALUD


CARRERA DE PSICOLOGIA
NEUROFISIOLOGÍA

INTEGRANTES:
Martín Ortiz
Israel Ramos

SEMESTRE:
A18

DOCENTE:
Josmary Valera

TEMA:
Atención

FECHA:
19 de mayo del 2018
Atención

Es un vocablo que se compone de tres partes: el prefijo ad– que es sinónimo de “hacia”,

el verbo tendere que puede traducirse como “estirar” y finalmente el sufijo –ción que es

equivalente a “acción y efecto”.

Atención es un término con diversos significados y que puede ser utilizado en distintos

ámbitos. Para la psicología, la atención es una cualidad de la percepción que funciona

como una especie de filtro de los estímulos ambientales, evaluando cuáles son los más

relevantes y dotándolos de prioridad para un procesamiento más profundo.

Por otra parte, la atención también es entendida como el mecanismo que controla y regula

los procesos cognitivos. Hay ocasiones en que incluso actúa de manera inconsciente.

Los psicólogos establecen dos tipos de determinantes de la atención: determinantes

internos (aquellos que son propios del individuo y que dependen de él) y determinantes

externos (que proceden del medio).

En el primer grupo, podemos mencionar el estado orgánico (las pulsiones que

experimenta el sujeto cuando recibe la estimulación), los intereses (relacionado con lo

que atrae a la persona. Por ejemplo: un amante del deporte prestará mucha atención a un

partido de fútbol), la sugestión social y los cursos del pensamiento.

Entre los determinantes externos, aparecen la potencia del estímulo (por ejemplo, un

sonido fuerte), el cambio (una alteración en el campo de percepción), el tamaño (una

imagen imponente), la repetición (un estímulo débil que gana fuerza por ser repetido en

forma constante), el movimiento (un desplazamiento que genera una reacción), el

contraste (un estímulo que contrasta con el entorno) y la organización estructural.


Bases fisiológicas de la atención

Se han logrado relacionar a lo largo del tiempo e intensos estudios neurofisiológicos,

diversas estructuras cerebrales que ayudan al mantenimiento del estado atencional

general. Las lesiones talámicas que afectan a los núcleos intralaminares o el núcleo

reticular, o las lesiones de algunas áreas de asociación polimodales de la corteza (como

la corteza prefrontal, la corteza temporal ventral o la corteza parietal posterior), producen

alteraciones de atención general.

Estos diferentes sistemas activadores están formados por grupos de neuronas con el soma

situado en el tronco del encéfalo que envían sus axones a múltiples localizaciones

diencefálicas y telencefálicas. En el caso de las proyecciones colinérgicas, si bien es cierto

que algunas de estas se originan en el tronco del encéfalo, hay un grupo muy importante

de axones que proporcionan inervación en la corteza y el hipocampo que tienen su soma

situado al cerebro anterior basal.

Igualmente, la histamina, otra sustancia neurotransmisora, modula también la actividad

de otras áreas del encéfalo, pero en este caso, los somas de los axones histaminérgicos se

localizan en el hipotálamo.

Tradicionalmente, sin embargo, se ha hablado de la formación reticular troncoencefálica

como el sistema activador más importante del encéfalo. Actualmente dividimos la

formación reticular en diferentes grupos neuronales que se diferencian en función del

neurotransmisor que usan (acetilcolina, dopamina, serotonina o noradrenalina). Estos

sistemas activadores envían proyecciones, algunas de las cuales, a través del tálamo, en

múltiples estructuras diencefálicas y telencefálicas, como la corteza, modulando su

actividad.
Nos centraremos en el papel activador de la noradrenalina, ya que es uno de los sistemas

mejor estudiados. La mayor parte de vías noradrenérgicas se originan en el locus cerúleo,

situado en la protuberancia del tronco del encéfalo.

Las neuronas pueden mostrar dos tipos de actividad diferenciables. En primer lugar, todas

las neuronas responden cuando son estimuladas por alguna sustancia neurotransmisora.

Esta respuesta se llama señal, ya que es consecuencia de algún evento interno o externo

que ha afectado el organismo. En segundo lugar, muchas neuronas muestran una

determinada frecuencia de descarga basal, en ausencia de estimulación, que llamamos

ruido. La noradrenalina incrementa la capacidad de procesamiento de la información

incrementando el cociente señal / ruido, ya que incrementa la actividad neural que sigue

una estimulación (señal) sin afectar sobre el ruido. De este modo, se consigue que la

actividad neural consecuencia de una estimulación destaque por encima de la actividad

basal, con lo cual se facilita la detección de los estímulos.


La noradrenalina incrementa la capacidad de procesamiento de la información en diversas

áreas del encéfalo incrementando la respuesta de las neuronas cuando éstas son

estimuladas.

Locus Coeruleus

Es un núcleo compuesto principalmente por neuronas noradrenérgicas que se encuentra

en la protuberancia del tronco encefálico. Este centro de es una de las partes

pertenecientes al sistema de activación reticular y sus principales funciones son aquellas

relacionadas con las respuestas fisiológicas de estrés y miedo.

Además, el locus coeruleus proporciona la principal fuente de noradrenalina (o

norepinefrina, NE) para todo el cerebro, el tronco encefálico, el cerebelo y la médula

espinal. La actividad neuronal de este ejerce un papel esencial en la integración de la

información sensorial a la hora de regular la activación, la atención y ciertas funciones de

la memoria.

Varias investigaciones han demostrado que está involucrado en el procesamiento

selectivo de los estímulos sensoriales, de tal manera que el estímulo sensorial atendido,

pero no el ignorado, induce un incremento en la actividad neuronal.

La respuesta del locus coeruleus a las señales sensoriales está modulada en gran parte por

los autoreceptores somatodendríticos noradrenérgicos alfa-2.

Las conexiones y circuitos correspondientes entre el locus coeruleus y la neocorteza, el

diencéfalo, el sistema límbico y la médula espinal pone en relevancia su importancia

dentro del funcionamientos del eje neural.


Baja actividad del locus coeruleus

Así, pues, en condiciones de baja actividad del locus cerúleo, las neuronas de otras áreas

del encéfalo reaccionarán poco a la estimulación, disminuyendo la capacidad de detección

de los estímulos; es decir, disminuyendo el estado atencional general. Esto es

característico de la fase de sueño, por ejemplo.

Alta actividad del locus coeruleus

En condiciones de alta actividad del locus cerúleo, en cambio, las neuronas mostrarán una

respuesta incrementada a la estimulación. Esta situación provoca un estado atencional

general hipervigilante, en el que se detectan fácilmente una gran cantidad de estímulos,

pero se dificulta la atención selectiva y se incrementa la distracción. Esto es característico

de las situaciones peligrosas, innovadoras y en general de los estados de ansiedad.

Actividad moderada del locus coeruleus

Finalmente, si la actividad del locus cerúleo es moderada, se pueden detectar fácilmente

los estímulos relevantes a la vez que se impide la interferencia de estímulos irrelevantes.

En esta condición, además, la atención se puede focalizar fácilmente, ya que la aparición

de un estímulo sobresaliendo provoca una hiperactivación puntual del locus cerúleo, lo

que aumenta la probabilidad de detección de este estímulo.

Lóbulo parietal y atención

Los estudios electrofisiológicos en primates han detectado neuronas en el lóbulo parietal

que incrementan su frecuencia de descarga cuando el animal focaliza su atención en un

estímulo significativo. Este incremento en la actividad se mantiene durante todo el

período durante el cual el animal focaliza su atención en el estímulo, y desaparece cuando

deja de prestarle atención.


El lóbulo parietal contiene neuronas que responden específicamente durante los periodos

de atención a estímulos relevantes.

El síndrome de negligencia contralateral o negligencia hemisférica

Después de una lesión cerebral algunos pacientes muestran un trastorno atencional

conocido con el nombre de síndrome de negligencia contralateral.

El síndrome de negligencia contralateral suele estar causada por lesiones en la corteza

parietal del hemisferio derecho.

Los pacientes que presentan este síndrome no atienden a los objetos presentados mediante

cualquier modalidad sensorial al lado contralateral a la lesión. En algunos casos tampoco

prestan atención a las partes de su cuerpo contralaterales a la lesión. En ningún caso no

presentan ningún déficit sensorial o motor que pueda explicar el trastorno.

Dibujos hechos por pacientes con síndrome de negligencia contralateral. Se puede ver

como omiten casi completamente el lado izquierdo del dibujo.

El déficit atencional hacia el lado contralateral a la lesión no afecta únicamente a la

percepción de los estímulos, sino también a su representación mental. Así, en un

experimento, se pidió a sujetos con síndrome de negligencia que describimos de memoria

un espacio conocido por todos ellos (la plaza del Duomo de Milán). Se observó que los

pacientes sólo describían los detalles situados junto ipsilateral a la lesión. Cuando se les
pidió que, mentalmente, se situaran en el lado opuesto de la plaza, sólo describieron

aquellos detalles que anteriormente habían omitido.

Dado que la lesión causante de este síndrome suele afectar el hemisferio derecho, estos

pacientes no reaccionan ante estímulos presentados en el lado izquierdo, ya veces

descuidan completamente el lado izquierdo de su cuerpo, olvidándose de lavarlo, vestirse,

afeitarse, etc. Los casos más extremos llegan a negar su existencia. Algunos pacientes,

por ejemplo, han llegado a afirmar que en su cama había una pierna o un brazo que no

eran suyos (haciendo referencia a su pierna o a su brazo izquierdos).

Como hemos comentado, la mayor parte de veces el síndrome de negligencia contralateral

es consecuencia de lesiones parietales en el hemisferio derecho. Esto se debe a que

mientras el hemisferio izquierdo controla la atención que se dirige al lado derecho, el

hemisferio derecho controla la atención que se dirige a ambos lados. De esta manera, el

déficit de atención que se observaría tras lesiones parietales izquierdas, queda

compensado por el control bilateral de la atención ejercido por el lóbulo parietal derecho.

Bases fisiológicas de la atención selectiva

Los mecanismos fisiológicos de la atención selectiva han sido muy bien estudiados junto

al sistema visual. Por ejemplo, cuando presentamos simultáneamente dos estímulos al

campo receptor de una neurona de un área visual, estos competirán entre sí para que se

favorezca la percepción de uno.

Los mecanismos de selección del estímulo atender son bastante complejos, e incluyen

aferencias reguladoras provenientes de la corteza prefrontal y otras áreas de asociación.

Así, por ejemplo, podemos seleccionar un estímulo sobre el que focalizar la atención

dependiendo de si previamente su aparición ha ido seguida por la presentación de un

reforzador. En este caso, son las áreas de la corteza prefrontal donde se almacena esta
asociación estímulo-reforzador, las responsables de que el campo receptor de las neuronas

de las áreas visuales de asociación se reduzca alrededor de este estímulo condicionado.

La atención selectiva nos es muy útil en numerosas situaciones de la vida cotidiana.

Imaginemos, por ejemplo, que estamos en el cine y buscamos una amiga que es rubia.

Automáticamente, las neuronas de las áreas visuales de asociación encogen su campo

receptor en torno a los estímulos que coincidan con la característica “rubia”, por lo que

nos será mucho más fácil de encontrar nuestra amiga.

Tipos de atención

Bibliografía

Rebollo, M. y Montiel, S. Atención y funciones ejecutivas. Rev Neurol 2006;42 (Supl. 2):

S3-S7

Ocampo, L. P. L. (2009). La atención: un proceso psicológico básico. Revista de la

Facultad de Psicología Universidad Cooperativa de Colombia-Volumen.

Você também pode gostar