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Sobre mediciones de campo en tramos de ríos meandriformes

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Sobre mediciones de campo en tramos de ríos meandriformes

Manuel G. Gallego1, Francisco G. Latosinski2 y Carlos A. Vionnet1

1
Centro de Estudios Hidroambientales (CENEHA), Facultad de Ing. y Cs. Hídricas (FICH), Universidad Nacional del
Litoral (UNL), y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Santa Fe. 2 Facultad de Ing.
y Cs. Hídricas (FICH), Universidad Nacional del Litoral (UNL), Santa Fe.

E-mail: gallegomanu@yahoo.com.ar

RESUMEN: La continua variación del régimen hidrológico y de los procesos de aporte, erosión y transporte
de sedimentos que se establecen en el cauce principal de un río de llanura condicionan su evolución
morfológica en tiempos geológicos. Sin embargo, a una escala temporal y espacial más localizada, se
desarrollan procesos que controlan parte de la erosión de las márgenes del río, aspecto que a su vez condiciona
la sinuosidad del cauce. La traza meandriforme que exhibe un cauce aluvial induce la formación de corrientes
secundarias que se caracterizan por la presencia de un flujo y una pendiente transversal a la dirección principal
del escurrimiento, socavando la margen externa o cóncava. La razón de éste fenómeno es la fuerza centrípeta
que induce un rápido flujo superficial hacia la margen cóncava, motorizado por un gradiente transversal de la
superficie del agua. Como esta presión hidrostática adicional no está exactamente equilibrada por la aceleración
centrípeta, las partículas de agua que circulan cerca del fondo se desvían hacia la margen convexa,
estableciéndose así un flujo de estructura helicoidal. En este trabajo se presentan resultados preliminares
producto de mediciones de campo intensivas realizadas en dos tramos curvos del río Coronda (Prov. Santa Fe).
La elevación del lecho se concretó a partir de datos relevados con una sonda ecógrafa, y posteriormente
procesados con un desarrollo computacional propio, mientras que la estructura
3D del flujo se obtuvo con dos perfiladores acústicos Doppler (aDcp). Se han detectado corrientes
secundarias en varias de las secciones transversales relevadas y en distintas ocasiones. Adicionalmente, se
relevó la sobre-elevación del pelo de agua en uno de los sitios de interés, detectando un apreciable gradiente
hidráulico lateral, en coincidencia con la descripción teórica del proceso.
INTRODUCCIÓN

El estudio de la morfología de los ríos, como agentes modeladores del paisaje, es de primordial importancia
desde una óptica socio-económica puesto que, entre otros aspectos relevantes, pocas veces dan origen a canales
rectos. Por el contrario, los ríos generalmente desarrollan tipologías de cauces entrelazados o
meandriformes en respuesta a la producción de sedimentos a nivel de cuenca, la pendiente del lecho a escala
regional, y a los procesos de erosión, transporte y deposición de sedimentos del lecho y de las márgenes a
escala local. Un completo entendimiento de todos los aspectos morfodinámicos del río requiere de un
conocimiento preciso sobre una gran variedad de escalas espaciales y temporales que caracterizan cada proceso
individual (Dietrich y Whiting, 1989). En consecuencia, la separación –o desacople– de escalas constituye un
atajo inevitable en la ciencia aplicada en general y en la ingeniería fluvial en particular.

Un proceso donde el flujo y la erosión de las márgenes responden a escalas de tiempo disociadas, aunque en
parte responsables de la morfología del cauce a largo plazo, esta dado por el llamado flujo helicoidal que se
establece en las curvas de ríos meandriformes (Rozovskii, 1957; Engelund, 1974; Bathurst et al., 1979;
Johannesson y Parker, 1989; Richardson y Thorne, 1998; Blanckaert y De Vriend, 2004). Las corrientes
secundarias o flujo helicoidal escalan localmente con el ancho de canal, B, la profundidad media del cauce,
H, y el radio de curvatura del tramo, R. Resulta ser que estos flujos exhiben comportamientos diferentes en
función de las relaciones de aspecto R/H = α y B/H = β, (Rozovskii, 1957; Yalin, 1992; Tarrab et al., 2009).

Estas corrientes secundarias son motorizadas por las fuerzas centrífugas a las que se ve expuesta el flujo a
superficie libre en las curvas de un río. El flujo secundario produce una redistribución de las velocidades, de
las tensiones de corte sobre el lecho, y del material suspendido (Leschziner y Rodi, 1979; De Vriend, 1981;
Blanckaert y Graf, 2004; Dinehart y Burau, 2005a). No obstante, y a pesar de la existencia de una gran cantidad
de datos experimentales de laboratorio sobre flujos curvos, en particular a partir de los trabajos de Rozovskii
(1957), Shiono et al. (1999), y más recientemente, Blanckaert y De Vriend (2004), al presente se cuenta con
pocos estudios de campo que detallan la estructura de los flujos helicoidales motorizados por fuerzas
centrífugas.

Las mediciones con aDcp han ganado gran popularidad y aceptación en los últimos años por su versatilidad
de uso y eficientes estimaciones de las descargas en ríos. Los datos de aDcp son utilizados cada vez más para
estudiar la estructura 3D del flujo. La tendencia es repetir pasadas a lo largo de transectas para resolver las
velocidades de las corrientes del flujo transversal (Dinehart y Burau, 2005a, b; Szupiany et al., 2007). Sin
embargo, se establece que cada vez que los efectos centrífugos estén por encima de una intensidad determinada
(cuya intensidad parece depender de β, (Yalin, 1992)), la celda de flujo secundario es siempre capturada sin
necesidad de promediar mediciones repetidas a lo ancho de una misma transecta, y sin importar si el plano
transversal está correctamente orientado (si es estrictamente perpendicular al plano de flujo primario). Además,
aquí se establece la coexistencia de la celda de circulación secundaria con un fuerte gradiente lateral de la
superficie libre (fenómeno de sobre-elevación del pelo de agua), en concordancia con la descripción teórica
del proceso.
SITIOS DE ESTUDIOS

Se llevaron a cabo mediciones de campo en dos tramos curvos del río Coronda (Prov. Santa Fe), uno
próximo a la ciudad de Santa Fe, y el otro cercano a la ciudad de Coronda, denotados como A y B,
respectivamente en la Figura 1. En ambos lugares el flujo experimenta un giro agudo con cambios de dirección
de unos 100º aproximadamente, generando efectos inerciales apreciables por acción de las fuerzas centrípetas.
Los anchos medios en los tramos A y B asumen valores del orden de 200 y 60 m, para unos tirantes medios
de 12 y 4 m, respectivamente. Los radios de curvatura, medidos al eje del cauce, son del
orden de 250 m en el tramo A, y de 220 m en el tramo B.

Figura 1.- Tramos de estudio A y B sobre el río Coronda.

Los sitios de estudio forman parte del sistema aluvial del río Paraná, el cual presenta una pendiente
superficial del orden de [3-5]x10-5. No obstante, en los tramos A y B, la pendiente superficial local puede
adoptar valores comprendidos entre 1x10-5 y 5x10-5, en situaciones de estiaje y crecida, respectivamente. El
lecho del cauce se compone mayormente por arenas medias y gruesas, con presencia de gravas en los
sectores más profundos e intercalaciones limo-arcillosas en menor medida. Sus márgenes presentan estratos
de limos y arcillas de unos 4-6 m de espesor, por encima de las arenas gruesas del Paraná.

MODELO CONCEPTUAL

La aproximación de ondas largas sobre la ecuación del movimiento del fluido en la dirección vertical z, permite
postular un balance mecánico entre las fuerzas de gravedad y presión, lo que predice una
distribución hidrostática de presión, g + ρ–1∂p/∂z ≈ 0, donde g es la aceleración de la gravedad, ρ la densidad y
p la presión del líquido. Luego, la formación de las celdas de circulación secundaria que se establecen en
dirección transversal al sentido primario del escurrimiento pueden ser explicadas en términos de un
desequilibrio local entre la fuerza centrífuga y el gradiente de presión (Rozovskii, 1957; Engelund, 1974).

Ahora bien, y con referencia a la Figura 2, si r, θ, y z son las coordenadas cilíndricas en dirección radial,
azimutal, y vertical (positiva hacia arriba), respectivamente, la componente de velocidad radial o transversal,
ur, y la componente del flujo primario o longitudinal, uθ, están gobernadas por el sistema reducido de
ecuaciones postulado por Engelund (1974):

Figura 2.- Esquema de flujo en curva.

  ru r u
  0
r  , (1)

z w u 2 
2
u
g    2r  0
r r z , (2)

u
2

gS   2  0
z , (3)
donde zw es la elevación de la superficie libre por encima del datum, є es el coeficiente de viscosidad de
remolino –el cual se supone constante– y S es la pendiente longitudinal de lecho del cauce que satisface la
restricción geométrica Sr = S0R, donde S = -dzb/rdθ tal que S0 representa la pendiente a lo largo del centro
del canal en r = R. Aquí, zb es la elevación del lecho por encima del datum de referencia.

La integración directa de la ecuación (3) produce una distribución parabólica para uθ, la cual fue resuelta por
Engelund (1974) después de asumir una velocidad de deslizamiento libre a nivel del lecho. Luego, si
analizamos la componente de velocidad uθ, la misma varía desde cero, o cercana a cero sobre el lecho, hasta
un valor máximo en la zona de superficie, siendo los efectos centrífugos mayores sobre la superficie respecto
de los del lecho. Esta situación puede observarse en la ecuación (2), dónde la fuerza centrífuga es
mayormente contrarrestada por el gradiente de presión radial, el cuál supuestamente está dominado por un
equilibrio hidrostático.
Por lo tanto, la fuerza de presión radial se manifiesta como un gradiente hidráulico local en dirección radial,
∂zw/∂r, dando lugar al conocido fenómeno de elevación transversal de la superficie libre (Fig. 3). Está claro
que el equilibrio entre ambas fuerzas puede encontrarse solamente en un elemento situado en algún lugar de
la parte central de la columna de agua, que se mueve con una velocidad igual a uP θ (Rozovskii, 1957; Falcon,

1984). Para las partículas en movimiento ubicadas en la parte superior de la columna de agua, con velocidad
uθ > uPθ , la fuerza centrífuga será mayor que el gradiente de presión hidrostática por lo que estas partículas se
moverán en dirección radial, lejos del centro de curvatura. Por el contrario, las partículas situadas en la parte
inferior de la columna de agua, para las cuáles uθ < uP θ, serán desplazadas hacia el centro de curvatura (Fig.
2). En base a lo explicado hasta aquí, la componente vertical de la velocidad uz se desarrollará simultáneamente
con la componente radial por razones de continuidad de la masa. De esta forma, el campo de velocidades
adopta un complejo patrón 3D, helicoidal, a lo largo de las curvas de meandros del río (Engelund, 1974;
Bathurst et al., 1979). Esta descripción es debida a Rozovskii (1957), y posteriormente fue
revisada por Engelund (1974) y Johannesson y Parker (1989).

Figura 3.- Fenómeno de super-elevación del pelo de agua.

Las dificultades que se plantean al momento de la captura de la información en campo están asociadas a la
existencia de un flujo turbulento, altamente irregular y por tanto muy lejos de la uniformidad, y a una geometría
del lecho alejada de lo que se conoce como secciones prismáticas. Es de esperar entonces, un apartamiento
entre datos observados y teóricos, aunque comparaciones preliminares confirman la validez del modelo de
Engelund (Morell et al., 2012).

RECOLECCIÓN DE DATOS

En lo concerniente a la captura de datos de velocidad y relevamiento batimétricos, se efectuaron mediciones


sistemáticas en los sitios de estudio desde el año 2006 hasta la actualidad. El equipamiento utilizado
consistió en dos aDcp, uno SonTek River Surveyor de 1000 kHz y otro Teledyne Workhorse Rio Grande de
1200 kHz, conectados a un sistema diferencial de posicionamiento global (DGPS). Las batimetrías y
mediciones de velocidades se realizaron en simultáneo aplicando la metodología de la embarcación en
movimiento (Muste et al., 2004). Para el relevamiento batimétrico se empleó una sonda ecógrafa Raytheon
de 210 kHz. Los datos de posicionamiento geográfico fueron convertidos a coordenadas Posgar - Gauss
Krügger, Datum WGS84, Faja 5.
El procesamiento de los primeros datos relevados permitió detectar aquellas secciones cuyas celdas de
corrientes secundarias se encontraban mejor definidas. En base a estos resultados preliminares, se
planificaron las siguientes campañas, luego de ubicar con mayor precisión los sectores de interés para la
recolección de datos, donde cada sección transversal fue seleccionada siguiendo radios que partían de un centro
virtual de curvatura definido en la margen interior o convexa de la curva (Fig. 1).

Por otra parte, desde el año 2009 se mide la sobre-elevación transversal de la superficie libre inducida por la
curvatura del flujo. Para la detección de este fenómeno se seleccionaron las transectas donde previamente se
encontraron celdas de circulación secundaria bien definidas. Las mediciones se llevaron a cabo con un
sistema cinematico diferencial de posicionamiento global en tiempo real Leica (RTK DGPS), montado sobre
la embarcación.

RESULTADOS

En las Figs. 4 y 5 se muestran los modelos digitales de elevación (MDE) de terreno correspondientes a los
tramos A y B, respectivamente, generadas mediante la utilización de un código propio (Vionnet, 2010). Este
último toma como valores de entrada los datos de latitud y longitud captados por el RTK DGPS, y de la
profundidad local medida por la sonda ecógrafa, luego convertidos a cota IGM.

Figura 4.- MDE del tramo A.


Figura 5.- MDE del tramo B.

En las Figs. 6 y 7 se muestran las posiciones en planta de las transectas relevdas con aDcp y RTK DGPS. En
colores amarillo y blanco se representan las transectas guía y las navegadas, respectivamente.

Figura 6.- Ubicación en planta de transectas en el tramo A.

Figura 7.- Ubicación en planta de transectas en el tramo B.


En las Figs. 8 y 9 se grafican las corrientes secundarias detectadas en las transectas XS_02 del tramo A y
XS_03 del tramo B, respectivamente, proyectadas con el código VMT (Parsons et al., 2011). En dichas
figuras, la escala vertical de la derecha representa el valor de velocidad de la componente principal del flujo
en cm/s. Las profundidades se encuentran referidas al pelo de agua, y las progresivas poseen el 0 m sobre la
margen izquierda (MI). Cabe destacar que las componentes de velocidad transversales fueron proyectadas
según el método de Rozovskii. Este último establece la componente de velocidad transversal de cada celda
en relación con la componente de velocidad longitudinal media en la vertical.

En las Figs. 8 y 9 pueden observarse las celdas de circulación formadas por las corrientes secundarias,
detectándose un desplazamiento hacia la margen externa en la zona próxima a la superficie del agua y, por el
contrario, hacia la zona interna de la curva en las zonas próximas al lecho. En ambos casos (tramos A y B) se
registraron valores de velocidades secundarias de hasta casi 40 cm/s.

Figura 8.- Velocidades transversales en transectas sucesivas en XS_02 del tramo A (desde MI).
Figura 9.- Velocidades transversales en transectas sucesivas en XS_03 del tramo B (desde MI).

Por último, en la Fig. 10 se muestran los niveles de elevación del pelo de agua en las 9 transectas del tramo B
captados con el RTK DGPS. Cabe aclarar que las cotas están asociadas a un nivel horizontal o plano de
referencia arbitrario, y que el 0 m de las progresivas inician sobre la margen izquierda de cada transecta, las
que fueron normalizadas con respecto al ancho del cauce. Puede observarse que las XS_03 y XS_04 poseen
una mayor densidad de puntos en sectores bien delimitados, donde se realizaron mediciones estacionarias.
Figura 10.- Elevación del pelo de agua, referido a un nivel de referencia arbitrario, de las transectas XS_01 a XS_09
del tramo B.

La sobre-elevación del pelo de agua en el tramo B registró valores del orden de 4 cm entre ambas márgenes
en las transectas XS_03, XS_04 y XS_09. Resulta de interés destacar el signo que adoptan las pendientes del
pelo de agua en sentido transversal, siendo de signo positivo en XS_03 y XS_04, y negativo en XS_09. Esto
último, en correspondencia con el sentido de giro izquierdo y derecho, respectivamente, que presentan ambas
curvas del tramo B.

CONCLUSIONES

Estos desniveles se detectaron sobre los ápices de los meandros analizados (XS_03, XS_04 y XS_09 del tramo
B, próximo a la ciudad de Coronda), evidenciándose en los tramos inicial (XS_01 y XS_02) y de transición
entre ambas curvas (XS_05 a XS_08), la disminución de la pendiente transversal y la horizontalización de la
superficie libre.

Los datos de velocidades presentados muestran las celdas de circulación en 2 tramos curvos del río Coronda.
La combinación de estas celdas con el flujo primario definen el movimiento helicoidal (descendente sobre
las márgenes cóncavas o externas) en los tramos analizados. Paralelamente, las mediciones de la sobre-
elevación del pelo de agua acusan desniveles máximos del orden de los 4 cm. La ocurrencia simultánea de
ambos procesos, la formación de celdas de circulación secundaria y sobre-elevación de la superficie libre
convalidan, en principio, el modelo teórico de Engelund (1974).

Al presente, se están realizando nuevas mediciones en los tramos seleccionados y se esta confeccionando una
herramienta computacional alternativa al VMT a los efectos de proyectar las celdas de circulación secundaria
sobre una transecta media.

REFERENCIAS

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