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Amonso y Amoro, Akoda y Asheda, Orangun: ¿Quiénes fueron los primeros

Babalawos?

Amosun, que significa “Aquel que toma a Ozun”, lo cual se refiere al cayado de
hierro (Osun Orere) que el primer Amosun llevó para Ifá. El Ozun es muy
distinto al nuestro en tierras Yoruba. Este no es una pequeña copa, sino un
cayado, que por lo general, se utiliza como cayado. La copa, surge de la
necesidad de mantener oculto el culto a Ifá.

Por tanto, Amonso fue el primero que consagró Osun por mandato de Olofin y
Amoro, fue era un herrero ayudante de Ogún. De esto se desprende el hecho,
de que fueron los que crearon los atributos de Ozun. Amonso y Amoro también
fueron los primeros Babalawos, pero no pudieron ejercer como tales, ya que no
fueron legalmente consagrados, sino que su consagración fue hecha por la
acción furtiva de su madre. La historia se nos cuenta en Ogbe Tua la Mora,
cuando Yeyemoro tuvo en su poder el tablero de Ifá y les hizo Ifá a sus hijos
Amonso y Amoro, bajo el amparo de una ceiba.

Al darse cuenta de esto, Olodumare le retiró el tablero a Yeyemoro dándoselo a


Orunmila y mandó a Amonso y a Amoro con Orangun, quien los sacrificó al pie
de dos palmeras, de donde entonces surgen las semillas para fines de
adivinación. Desde entonces, por la actitud de Yeyemoro, quedó dictaminado
que ninguna mujer pudiera manipular el secreto de Ifá.

Es claro entonces que lo que la historia nos cuenta, es la razón por la cual Ifá
lleva dos manos, las que representan a Amonso y a Amoro. También nos deja
ver con mayor claridad, el porqué cuando se entrega Awofakan/Ikofá o sea, la
primera Mano de Orula, esta viene acompañada de Ozun, ya que esta primera
Mano representa a Amonso, el primero que le llevó el Ozun a Ifá. Nuestras
liturgias son claras y nos dicen el porqué de las cosas. No es a capricho que en
tradición afrocubana se entregue Ozun en una Mano de Orula.

Esto es lo que hace tan contradictorio o que parezca contradictorio el hecho de


quienes fueron los primeros Babalawos. Vemos que de esto se dice de Akoda y
Aseda, Amonso y Amoro, pero además también se dice lo mismo de Orangún u
Orungan.

Orangún es un Orisha menor, que según la tradición afrocubana es el dueño


del mediodía y que es hijo de Aggayú y Yemayá. Violó una vez a su madre y la
segunda vez que lo intentó, el cuerpo de esta estalló y de él, salieron los otros
quince Orishas.

De Orangun también se dice que fue el primer hombre consagrado en Ifá.


Aprendió el uso del tablero y las herramientas de la mano de Elegguá y cuando
Orunmilla recibió el Ashé, este le enseñó los secretos de la adivinación para
que ayudara a la humanidad.

Debe quedar claro que este es un Orisha de Babalawo, por lo que no nos
explicamos como un estafador de origen cubano en México, dice poder recibirlo
de manos de un AHIJADO OLORISHA y que este lo recibió de otro Olorisha. El
nombre del estafador, para que no le recibas nada, es David Arencibia, mejor
conocido como DAVID ALÁ AGGAYÚ.

Sin embargo, este Orisha menor, de acuerdo a la historia oral, fue el primer hijo
de Oduduwa. En otras versiones, se dice que es el cuarto hijo de Oduduwa. Él
se llamaba Fagbamila Ajagunla Orangun Ile-Ila. Realmente se le apodaba
Orangun, que es la contracción de “Ọ̀ràn mí gún”, que significa: “Mi situación es
perfecta”, aunque existen otras etimologías alternativas, pero poco plausibles.

Dice la historia oral, que cuando Oduduwa envió a sus hijos a fundar sus
reinos, le dio a Fagbamila un enorme machete curvo (Cimitarra) llamado Adá
Ogbo, el cual le serviría para guiarlo a través de la selva, pero con el objetivo
principal de ayudarlo a encontrar el sitio correcto para asentarse y fundar su
reino.

Según los historiadores, este machete fue el que dio el nombre “Igbomina”, a
una de las tantas etnias yoruba, ya que cuando Orangun llegó al sitio, dijo:
“Ogbo mi mo ona” u "Ogbo mo ona" o sea, Ogbo guió mi camino.
Esta traducción de Ogbo, solo es una interpretación, ya que los yorubas son
muy dados a los juegos de palabras. Ogbo, dependiendo de dónde lleva el
acento, significa larga vida o anciano. La palabra yoruba para “Sable”, por lo
que Ogbo mi mo ona, puede traducirse más correctamente como Mis mayores
me muestran la vía, quizás haciendo alusión a que dicho machete se lo entregó
su padre Oduduwa.

Estas discrepancias sobre el primer Babalawo, obviamente pueden deberse a


varios períodos de transición por los que pasó nuestra religión, donde podemos
identificar claramente diferentes épocas, donde los marcos de creencias fueron
cambiando de forma paulatina y formando una nueva cosmogonía, la cual se
intenta estandarizar hoy en día en Nigeria, mediante una Orishología más
estándar o por decirlo de alguna forma, una “Orishología Oficial” y esconder
estos hechos, para dar la percepción de creencias “Muy antiguas”. Estas
épocas, las defino como:

Época Pre Olodumare


Época Post Oloddumare
Época Pre Oduduwa
Época Post Oduduwa

Más adelante se publicará este análisis, ya que es claro entonces que estos
períodos de transición, los notamos igualmente en el hecho de que varios
personajes tienen que ver en la formación de Ifá aparte de Orunmila, lo que
incluye a Changó, Obbatalá y quienes fueron los primeros Babalawos.

Quizás no sabremos con precisión cuáles fueron estos primeros Babalawos, o


en que período de la transición fueron incluidos, lo que sí sabemos es que
tenían la misión de enseñar los valores y el conocimiento, como los grandes
pilares de Ifá.

Tu amigo de siempre,
Águila de Ifá

Akoda y Asheda: Lo que debe ser un Babalawo

Dentro de nuestra tradición religiosa, se dice que Akoda y Aseda fueron los
primeros discípulos de Orunmila. Akoda y Aseda fueron los nombres de los dos
primeros estudiantes que aprendieron Ifá, convirtiéndose así en los dos
primeros Babalawos.

Se dice que Akoda fue el primero en practicar la adivinación de Ifá y Aseda


enseñó sabiduría a los ancianos. Por ello ambos nombres siempre son
mencionados para saludar a Orunmila, diciendo: “Akoda ti nko gbogbo aye ni
Ifá, Aseda ti nko gbogdo agba ni imoran”. Akoda el que enseña Ifá a todo el
mundo, Aseda el que enseña todos los antiguos conocimientos (Bascom).

Mientras Orunmila estuvo en la tierra, le enseñó Ifá a su primer discípulo Akoda


y éste a su vez, fue el encargado de enseñarle sabiduría a su discípulo Aseda,
Akoda y Aseda, son conocidos como el Alma del conocimiento y el Espíritu de
la sabiduría, desde el principio de los tiempos. Esto se debió más que nada a
su experiencia y no simplemente por el hecho de haber sido iniciados. Es por
ello, que Akoda y Aseda representan los pilares del estudio de Ifá.
A pesar que todo Babalawo debe saber quién es Akoda y quien es Asheda, es
poco lo que se escribe o habla de ellos en nuestros Odus de Ifá, aún cuando lo
que representan, es de suma importancia para la práctica de Ifá. Es más, la
información es bastante limitada y más que nada intuitiva, pero además, en
muchos casos, es contradictoria. Dentro del Corpus de Ifá afrocubano, se habla
de ellos en el Odu de Ifá Otura Oshe, donde Asheda y Akoda bajaron como
enviados de Olodumare, para enseñarle al ser humano como vivir. Veamos:

Después de la creación del mundo, dos grandes espíritus bajaron del cielo. El
primero fue llamado Ashedá y el segundo Akodá. En esos tiempos no existían
medicinas y no se adoraba nada. En todo el mundo existían pocos seres
humanos. Estos espíritus llamaron a todos los hombres para decirles que ellos
eran enviados de Olodumare y que era necesario que cada uno de los hombres
conociera el Ifá de su destino y adorara a los Orishas ancestrales.

Los seres humanos preguntaron: “¿Qué es eso que ustedes llaman Ifá y
Orishas ancestrales?”. Los seres divinos explicaron que Ifá es el espíritu o
criatura con el cual Olodumare creó el espíritu de cada hombre y que esta
criatura sólo Orunmila la conocía, que Obatalá era dueño del cuerpo, pero el
espíritu era Olodumare. Que cada hombre tenía un Odu de Ifá que señalaba su
manera de ser y que ellos poseían la escritura u Odu de cada día utilizados por
Olodumare para crear el espíritu de cada hombre. Cada uno de estos signos
los hacía conocer lo que ellos podían o no podían comer o hacer.

Cuando Ashedá y Akodá dijeron esto, añadieron que cada hombre tenía un
espíritu llamado Oshalagba Teri, que era su dios personal y que debía ser
adorado, pero que fuera de esos signos sagrados, no se podían conocer las
interioridades de cada uno de esos dioses personales. Era necesario que cada
uno de los habitantes de la tierra adoraran a ese espíritu o dios personal, pues
por voluntad de Olodumare, era el que dirigía a cada humano desde el
nacimiento hasta la muerte.

Cuando Ashedá y Akodá terminaron de hablar todo el pueblo entendió que Ifá y
aquellos seres o dios personal, era necesario adorarlos. Ellos que conocían
que a la orilla del río Anya, cerca de Cisi había un viejo llamado Alaunde que
era clarividente, era un oráculo viviente; fueron a verle para pedirle consejos.
Este les dijo que ellos antes de adorar a Ifá, debían ir a la orilla del río que
enviaría con ellos a Otura She.

Cuando llegaron, los recibió Otura She que les dijo: “Esa misión de ustedes va
con los espíritus que acompañan a cada ser humano ellos se llaman:

Ajaka El guía
Okú El muerto protector
Ogbona Isin El ser obsesor

Que serían adorados por cada hombre durante su estancia en la tierra.


Entonces Otura She les preparó los secretos con los que tenía que vivir el ser
humano. (Editado).

En resumen, Aseda, quiere decir: “El que hace criaturas” (A-se-eda), porque se
dice que creó gente en el cielo (Bascom). Se dice que es el que nos enseña las
leyes de convivencia, el control, la enseñanza y las opciones). Aseda enseña
los componentes del sacrificio es decir la parte litúrgica de Ifá, orientada al
sacrificio. En otras palabras, Aseda es quien nos ensaña la parte práctica y
litúrgica de Ifá.

Akoda. El titulo quiere decir: “El que empuña la espada” (A-koida), o una
contracción de: “Akode” que quiere decir: “El que va adelante o encabeza”,
pues así llaman al que preside un desfile (Bascom). Es la realidad de las cosas,
el principio de todo, la autenticidad de las obras y de todos lo eventos desde el
primer día de la creación. Akoda nos enseña la filosofía de la vida de Ifá y sus
valores como lo son fidelidad, firmeza, flexibilidad, generosidad, gratitud,
honradez, justicia, lealtad, misericordia, obediencia, orden, humildad, paciencia,
etc.

Todo esto también se ve reflejado dentro de la tradición nigeriana, cuando un


Ese Ifá del Odu Ogbe Ka nos dice:

Antes de que Orunmila saliera en su viaje del cielo a la tierra, Oloddumare le


dio a Orunmila la autoridad de enseñar Ifá a la humanidad, mientras que la
habilidad de mirar pacientemente hacia Dios para recibir bendiciones de todo
tipo, fue dada a Obbatalá. Tanto Orunmila como Obbatalá, realizaron rituales
para atraer una gran multitud de seguidores que difundirían sus nombres por
todo el universo. Según Ogbe Ka esto fue así:

Aki I yo eyin adie ninu omi


Lati owuro ki dale ko to gbe
Bi omunu ogede ba pe ninu omi
Kio gbe boro boro
A fo aso tan ninu eji
Eji ko da, a ko ri oorun saa
Lo difa fun akoka
Ti nko gbogb aye ni ifa
Lo difa fun aseda
Ti nko gbogbo agba ni imoran
Won ni awon mejeeji rubo ajalu
Ki won ma baa j anile aye
Ki oruko won ma baa si parun
Mo juba akoda mo juba ase da
Gbogbo omo awo ni kii o maa juba yi
Iba ni a a ju fun oniba
Omo awo ti ko ba juba akoda
Bi o ba difa, ifa re ko le se
Omo awo ti ko ba juba aseda
Bi o rubo, ebo re ko le da
Iba ni a a ju fun oniba
Mo ji mo juba akoda
Mo ji mo juba aseda
Gbogbo ohun ti mo ba wi ni ki o se
Ase

Traducción

Nadie saca del agua, los huevos de la gallina


Desde la mañana hasta el amanecer, sin estar secos
Siempre que se coloque un plátano en el agua
No madurará en el tiempo
Lavamos la ropa en la lluvia
La lluvia no para
Mientras que el sol no aparece para secar la ropa
Fue el Ifá que se le vio a Akoda (maestro)
Quien enseña el oráculo de
De igual forma se adivinó para Aseda –el creador
Quien enseña sabiduría a los sabios e iniciados
Se aconsejó a las dos eminentes divinidades, que ofrecieran sacrificio contra
un desacuerdo
Para que no estuvieran en desacuerdo cuando llegaran al mundo
Para evitar una situación en la que sus nombres pudieran borrarse
Del libro de la vida
Doy obediencia a la primera criatura
Mi reverencia al creador
Todos los iniciados, den reverencia
Obediencia a los que merecen obediencia
Aquel que dentro de los iniciados, no le rinda obediencia a las primeras
criaturas
Cada vez que él consulte Ifá, terminará en un fiasco
Aquel que dentro de los iniciados, no le rinda obediencia a las primeras
criaturas
Cada vez que ofrezca sacrificio, este no será aceptado por las divinidades
Se debe tener obediencia, hacia aquellos que merecen obediencia
Me levanto en la mañana y doy mi obediencia a la primera criatura
Me levanto en la mañana y doy mi obediencia al creador
Todos mis pasos y mis planes, deben ser testigos del apoyo del creador.

Sin embargo, no importa de qué tradición se esté hablando, Akoda y Asheda,


representan exactamente lo mismo. Sin embargo, de forma alarmante, puede
verse que muchos desconocen su valor y significado dentro de la práctica de
Ifá. Primero, el respeto, la veneración y la obediencia que debe sentir todo
Babalawo, por el oráculo de Ifá, debe ser su bandera dentro de la práctica, para
que nunca falsee ni desobedezca, ni mucho menos manipule a su
conveniencia, la palabra de Ifá.

Adicionalmente, Akoda y Asheda nos enseñan el respeto que debe existir,


tanto de ahijados hacia padrinos, como de los padrinos hacia los ahijados.
Todo Babalawo, debe asumir, las enseñanzas de Akoda, especialmente el
Respeto. El respeto, es el padre de la obediencia. No podrá existir obediencia,
si no hay respeto. Un padrino abusivo, no puede esperar que un ahijado lo
respete. Un Aleyo abusivo, no puede esperar que un Padrino, lo respete quiera
enseñarle. La relación ahijado/padrino, debe basarse primero que todo, en el
respeto. Deben verse los grandes valores que nos enseña Akoda, pa ra no solo
ponerlos en práctica, sino también para EXIGIRLOS, a todos aquellos que
quieran aprender, lo que le queremos enseñar.

Algo importante que se debe mantener siempre en mente, es que el solo hecho
de que Akoda y Asheda sean el Alma del conocimiento y el Espíritu de la
sabiduría, desde el principio de los tiempos, fue debido más que nada a su
experiencia y no simplemente el hecho de haber sido iniciados. ¿Cómo es
posible que sin tener esta experiencia quiera una persona consagrar a otra en
Ifá? Akoda y Asheda nos enseñan que debemos tener el conocimiento y la
experiencia suficiente para ejercer como sacerdotes y no el solo hecho de
haber recibido una iniciación.

Lo que representan Akoda y Asheda para un Babalawo, son los valores que
deben regir su vida y su práctica de Ifá. El conocimiento y la experiencia no
deben y no tienen por qué desaparecer nuestra mente y de nuestra práctica,
pues las enseñanzas de Ifá, representadas por Akoda y Asheda son para el
beneficio de la humanidad, sean creyentes o no. Debemos reemplazar la
incertidumbre, la codicia, las culturas de odio y la duda, con un deseo de saber
más acerca de nuestra religión y cultura y su significado, para de esta forma,
poder cumplir con la misión que VOLUNTARIAMENTE, buscamos y
aceptamos.

Los sacerdotes de nuestra religión, sean Olorishas o Babalawos, tenemos la


responsabilidad y la oportunidad de aliviar las penas y sufrimientos de otros
seres humanos. No es un beneficio económico, es la oportunidad de hacer algo
productivo por las personas y ayudar a la humanidad, tal como lo juramos en
su momento.

Curar la salud emocional y espiritual y para los que tengan el saber, la salud
física de las personas, debe ser siempre nuestra meta. No es el bolsillo de las
personas, los que se deben limpiar. Debemos testificar al mundo que Ifá es una
solución real, para todas las personas. Akoda y Asheda, fueron seleccionados
para llevar a cabo la misión esencial de restauración y salvación; y así lo
debemos hacer nosotros. Sabemos que no somos Akoda y Asheda, somo
seres humanos que podemos equivocarnos, pero cuando esto sucede,
debemos ser lo suficientemente honestos, para corregirlo. Hagamos sentir
orgulloso a Orunmila, porque sus discípulos Akoda y Asheda, nos marcaron la
senda y la estamos siguiendo.

Tu amigo de siempre,

Águila de Ifá

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