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1. Consideraciones previas
Tres son los presupuestos legales[1] que deben establecerse cuando se trata de otorgar una
pensión alimenticia. Estos son: “a) un presupuesto subjetivo, constituido por la existencia
del vínculo familiar, caracterizado por su carácter y vocación de permanencia, mientras los
otros dos, de carácter objetivo: b) el estado de necesidad del acreedor; y, c) la
disponibilidad económica del obligado, que pueden variar con el transcurso del tiempo”[2].
Entonces, una pensión fijada judicialmente puede variar al concurrir posteriormente alguna
de las circunstancias antes precisadas u otras. Así, la regla general establecida en el artículo
482 del Código Civil, establece:
La pensión alimenticia se incrementa o reduce según el aumento o la disminución que
experimenten las necesidades del alimentista y las posibilidades del que debe prestarlas…
2. Tendencia interpretativa
Para resolver la cuestión planteada en el título del presente comentario, y dentro del marco
antes detallado, debemos tener en cuenta primero que si bien la tendencia interpretativa es
por una respuesta afirmativa, lo cierto es que no han tratado con claridad de establecer las
razones de aquello, sino que se han limitado a indicar aspectos genéricos, tal es así que, por
ejemplo:
Ahora bien, interpretando el segundo párrafo del artículo 482 ya citado, tenemos que el
término “no es necesario”, no es igual al término “no se puede o no procede”. En ese
sentido, no puede ser utilizado como causal de improcedencia, pues ello no ha sido
indicado de manera taxativa, sino que deja a salvo la posibilidad y aquello opera como una
solución a que las partes tengan que iniciar un nuevo juicio para aumentar el monto líquido
que resultaba de la operación matemática de aplicación de la regla de tres simple, al
momento de la fijación de la pensión, esto es, si es que en determinado periodo de tiempo
no se condice con la percepción del total de ingresos.
Es decir, si por ejemplo en el año 2008, se fijó una pensión del 20% de la remuneración
cuando el demandado ganaba S/ 1,000.00, se entiende que el monto líquido era de S/
200.00, y si posteriormente, percibe la cantidad de S/ 1,500.00, entonces es justo que la
beneficiaria de los alimentos también experimente el incremento de su pensión, pues según
el porcentaje fijado, ya no le corresponderá S/ 200.00, sino S/ 300.00.
Aquí la ley ya no puede aplicarse ni interpretarse como impedimento para iniciar un nuevo
proceso porque, no puede condenarse a las partes a percibir u otorgar, durante el tiempo
que el derecho y la obligación subsistan, un mismo porcentaje, pues este fue asignado
atendiendo a ciertas circunstancias que a la fecha quizá ya se torna en injusta, por éstas
habrían variado.
Además, se debe tener en cuenta que “Las normas procesales no pueden ser aplicadas ni
interpretadas rígidamente porque se estaría omitiendo el Principio procesal previsto en el
artículo tercero del Título Preliminar del Código Procesal civil, según el cual, la finalidad
del proceso es la de resolver un conflicto intersubjetivo de intereses o la eliminación de
una incertidumbre jurídica”[9]; lo cual puede ser también aplicado al interpretar normas
sustantivas que hacen referencia a la tramitación de los procesos, como ocurre con la
segunda parte del artículo 482 del Código Civil.
4. Otras razones
6. Referencia bibliográfica
[1] Interpretación concordada de los artículos 474 inciso 2) y 481 del Código Civil.
[2] Cornejo Chávez, Héctor, Código Civil Comentado, Gaceta Jurídica Edición, 2004, p. 264.
[3] Ley N° 30292, publicada en el diario oficial El Peruano el 28 de diciembre de 2014.
[4] Actualmente el mínimo vital es de S/ 930.00.
[5] Estas expresiones son utilizadas de manera cotidiana, para diferenciar la actividad realizada en el
Despacho Judicial por los jueces y personal jurisdiccional, al resolver “casos”, y la actividad realizada por los
abogados al pretender o defender a una de las partes en los procesos judiciales.
[6] Cas. N° 725-99, Lambayeque, publicado en el diario oficial El Peruano con fecha 31 de Agosto de 1999,
p. 3388.
[7] Disponible y listo para descargar aquí.
[8] Conforme lo ha expresado el Tribunal Constitucional en el EXP. N.° 00750-2011-PA/TC- LIMA (Caso
Amanda Odar Santana).
[9] Cas. N° 454-01-Tacna, Publicado en el diario Oficial El Peruano el 05 de noviembre de 2001, p. 7846.
[10] Artículo 3 del Código Procesal Civil.
[11] STC Exp. 03843-2008-PA/TC.
[12] Borda, Guillermo, Manual de Derecho de Familia, 9° Edición, Perrot, Buenos Aires, 1984, pp. 476-477.
[13] Sentencia del 30 de Abril de 2014, emitida en el Expediente N° 04058-20123-PA/TC, Huaura- Silvia
Patricia López Falcón, cuyos fundamentos 10, 11, 19 y 25 constituyen doctrina jurisprudencial vinculante.
[14] Plácido v., Alex, “El Interés Superior del Niño en la Interpretación del Tribunal Constitucional”,
En: Cuadernos Jurisprudenciales Nº 62, Agosto, 2006, Editorial Gaceta Jurídica, p. 52.