Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
0213-0599/05/21.3/124
ANALES DE PSIQUIATRIA AN. PSIQUIATRIA (Madrid)
Copyright © 2005 ARAN EDICIONES, S. L. Vol. 21. N.º 3, pp. 124-137, 2005
RESUMEN ABSTRACT
El objetivo del trabajo es presentar una breve revi- The objective of this study is to present a brief exa-
sión de la asociación entre abuso de alcohol, maltrato mination of the association between alcohol abuse,
infantil y género y, por otra parte, la transmisión inter- child maltreatment and gender and, by the other hand,
generacional del alcoholismo. the intergenerational transmission of alcoholism.
PALABRAS CLAVE: Abuso de alcohol. Maltrato KEY WORDS: Alcohol abuse. Child maltreatment.
infantil. Transmisión intergeneracional del alcoholismo. Intergenerational transmission of alcoholism.
Vol. 21. N.º 3, 2005 ALCOHOL Y ABUSOS INFANTILES: LA TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DEL ALCOHOLISMO 125
En relación con nuestro país, el estudio de Eche- adultos se han llevado a cabo en mujeres. Estos
burúa y cols. (3) de 1990 había encontrado una análisis han recurrido a una amplia variedad de
tasa de alcoholismo en el grupo de maltratadores muestras, incluyendo a mujeres de la población
del 36,1%. El más reciente estudio del Centro Rei- general, mujeres con historial judicial de abuso o
na Sofía para el estudio de la violencia encuentra rechazo infantil, así como mujeres en tratamiento
que “el 35% de los agresores consumen sustancias por alcoholismo.
tóxicas”; en este sentido subraya el hecho de que
“son las mujeres las que consumen más drogas
mientras que, en el caso de los hombres, prevalece Alcohol y edad de abusos
el uso del alcohol”. Un folleto editado reciente-
mente por la Child Welfare League of America Según Covington (5), en 1986 el 74% de las
(CWLA) referido a los EE.UU. (4) resalta lo mujeres alcohólicas a tratamiento habían sufrido
siguiente: abuso sexual antes de los 11 años de edad, mien-
—Más de ocho millones de niños viven con tras que este había tenido lugar en el 31% de las
padres consumidores de tóxicos. mujeres del grupo control. En 1987 Briere y Runz
—El abuso de sustancias existe entre un 40 y un (6) informaban de que las mujeres consultadas con
80% de familias en las que los niños son víctimas historia de abuso sexual tenían 10 veces más pro-
de abuso. babilidades de resultar adictas a las drogas y 2
—Los hijos de padres consumidores de tóxicos veces más de resultar alcohólicas que las mujeres
que no reciben adecuado tratamiento tienen más consultadas sin historia de abusos infantiles. Según
probabilidad de permanecer bajo cuidados más el estudio retrospectivo de Miller y cols. (7) de
prolongados y volver a precisar cuidados mayores 1987, las mujeres alcohólicas no sólo tienen más
prolongados una vez que han regresado a su domi- posibilidades de sufrir abuso sexual infantil con y
cilio. sin contacto antes de cumplir los 18 años, sino
—Los hijos de padres consumidores de alcohol también de sufrirlo durante largos periodos de
u otras drogas tienen tres veces más probabilidades tiempo, especialmente las que eran hijas de padres
de ser abusados y más de cuatro veces más proba- alcohólicos; según estos autores, por lo general no
bilidades de sufrir rechazo que los hijos de familias era el padre el causante de los abusos, sino que su
no abusadoras. falta de protección a la hija favorecía que fuese
Uno de los hechos más llamativos de la práctica abusada por otros. Tampoco había constancia de
clínica cotidiana en la consulta de una USM, en la que el consumo de alcohol se hubiese iniciado
que el alcoholismo ocupa uno de los primeros luga- antes de los abusos. El análisis multivariado indica
res en las demandas de atención y en un país donde que el abuso sexual infantil (incluidas las experien-
el alcoholismo alcanza al 3% de la población adulta, cias sin contacto físico) y el alcoholismo parental
radica en la ausencia de casos registrados de alcoho- son predictores independientes de alcoholismo en
lismo y maltrato infantil en dicha población: la revi- mujeres. Peters (8), basándose en un estudio comu-
sión de los historiales clínicos de los pacientes alco- nitario, encontró que el 17% de las mujeres vícti-
hólicos consultados y tratados en dicha USM a lo mas de abusos sexuales presentaban síntomas de
largo de los últimos cinco años no aporta informa- alcoholismo frente al 4% de las controles y que el
ción alguna sobre este punto (ni siquiera casos judi- 27% consumía al menos un tipo de droga frente al
ciales), lo cual contrasta con la abundancia de refe- 12% de las controles. Para Stein y cols. (9) las víc-
rencias bibliográficas, por no mencionar la timas de abuso sexual infantil tenían más probabi-
actualidad del tema (abusos, maltrato, violencia lidad en algún momento de su vida de consumir
doméstica, alcoholismo, etc.). Es precisamente este drogas o abusar/depender del alcohol, tanto en el
contraste (gran impacto social, irrelevancia clínica) caso de las víctimas varones (55,4% drogas, 44,9%
lo que nos ha animado a abordar el tema mediante la alcohol) como de las mujeres (13,7% drogas y
revisión bibliográfica desde dos puntos de vista: por 20,8% alcohol).
una parte, el alcohólico como víctima y como cau-
sante de abusos/maltrato y, por otra, la transmisión
intergeneracional del alcoholismo. ALCOHOL E INCESTO
nacional sobre victimización sexual infantil infor- go de 53 a 64%. Para los hombres, las diferencias
maba de una tasa del 27% de mujeres”. La literatu- entre grupos en la prevalencia de una historia fami-
ra en esta área sugiere una fuerte asociación entre liar fueron marcadamente diferentes: 72,0% para
incesto infantil y desarrollo de abuso de alcohol. el abuso dual; 54,4% para el abuso físico y 38,7%
Las tasas de prevalencia de incesto en mujeres para el abuso sexual.
alcohólicas oscila entre el 12% y el 85% y varía de Downs y Miller (17) al estudiar a mujeres con
acuerdo con la población estudiada (por ejemplo, problemas de alcohol, encontraron asociación
alcohólicos anónimos, dispositivos asistenciales). entre abuso sexual e historia familiar de abuso de
Muchos autores observan que las tasas de incesto alcohol. Winfield y cols. (18) al estudiar al mismo
informadas por las mujeres alcohólicas son signifi- grupo de mujeres de la muestra del trabajo de Bur-
cativamente más altas que las informadas por la nam y cols. (19) encontraron una fuerte asociación
población general. Los estudios que comparan la entre tasas de abuso o dependencia de alcohol e
prevalencia de incesto infantil en mujeres alcohóli- historia de abuso sexual. Spack y cols. (20) en su
cas y no alcohólicas y que apoyan este hallazgo seguimiento comunitario del año 1997 también
son escasos: los de Wilsnack y Klassen (12) y aprecian una asociación positiva en mujeres que
Miller y cols. (13) sobre todo. habían sufrido abusos en su infancia. Beitchman y
En opinión de Beckman y Ackerman (11) la ele- cols. (21) opinan que las formas más graves y trau-
vada tasa de victimización sexual infantil entre máticas del abuso, como son las que implican
mujeres alcohólicas puede ser una consecuencia de penetración, violencia y abuso por el padre, son las
la inestabilidad, a menudo asociada con alcoholis- que tienen un mayor potencial de producción de
mo paterno, frecuentemente informada en su fami- trastornos psicopatológicos. Según Miller y cols.
lia de origen. El incesto que ocurre dentro del con- (13) había grandes diferencias en las tasas de abu-
texto de la familia alcohólica generalmente es el so entre mujeres con y sin problemas de alcohol
resultado del comportamiento alcohólico del según la gravedad de la forma de abuso, como las
padre. Al mismo tiempo se ha visto que el incesto que implican penetración. Mullen y cols. (22) en
puede ocurrir cuando una madre alcohólica no está otra muestra comunitaria encontraron asociación
disponible a su marido. Como resultado su marido con abuso de alcohol solamente en el subgrupo de
se dirige a la hija en busca del apoyo y amor que víctimas cuyo abuso había implicado penetración.
recibía de su esposa. El estudio de Erhard (14) Para Fergusson y cols. (23) las tasas de abuso de
sobre ajuste en la etapa adulta de hijas de alcohóli- alcohol encontradas en su estudio con jóvenes de
cos encontró que el incesto era más probable que 18 años estaban en relación con el grado de grave-
ocurriese cuando la madre era el progenitor alco- dad del abuso sexual.
hólico. Wilsnack y cols. (24) investigaron la relación
Con respecto al incesto, surge la pregunta de si entre abuso sexual infantil y conducta etílica adulta
todas las mujeres víctimas de incesto se convierten en 1099 mujeres que participaban en un segui-
en alcohólicas. Hurley (15) compara dos grupos de miento de ámbito nacional a 10 años sobre bebida
mujeres víctimas de incesto, uno de 10 alcohólicas en mujeres. En este estudio, los investigadores
y otro de 9 no-alcohólicas y encuentra que las víc- valoraban retrospectivamente los abusos sexuales
timas alcohólicas presentaban con mayor frecuen- infantiles a través de los auto-informes de las parti-
cia inhibición sexual, anorgasmia, escaso interés cipantes. Aquellas mujeres que habían sufrido abu-
sexual y utilización del alcohol como alivio de sos sexuales infantiles tenían significativamente
esos sentimientos y para disminuir la inhibición más posibilidades que las demás mujeres de infor-
sexual. mar sobre uno o más de uno de los siguientes pro-
blemas y comportamientos relacionados con el
alcohol:
Alcohol y gravedad de los abusos —Consumo de alcohol en los 30 días previos a
la entrevista de seguimiento.
Diferentes autores han estudiado la relación —Intoxicación en el año anterior a la entrevista
entre los abusos y el alcohol desde la perspectiva de seguimiento.
de la gravedad de los abusos. Así, según Windle y —Uno o más de un problema relacionado con el
cols. (16) la historia familiar de alcoholismo está alcohol (por ejemplo, disputas con miembros de la
asociada a una alta prevalencia de abuso físico o familia, problemas laborales, accidentes domésti-
sexual infantil; sin embargo, encuentran diferen- cos, problemas con los hijos) en el año anterior a la
cias de género con respecto al tipo de abuso; para entrevista.
las mujeres con historia familiar solamente había —Uno o más de un síntoma de dependencia del
diferencias menores según el tipo de abuso (por alcohol (por ejemplo, olvidos durante la ingesta,
ejemplo, solamente sexual, solamente físico o bien ingesta matutina, incapacidad para parar o reducir
dual) con los otros tres grupos de abuso en un ran- la bebida) en el año anterior a la entrevista.
08. SANTIAGO AGRA 24/6/05 11:17 Página 127
Vol. 21. N.º 3, 2005 ALCOHOL Y ABUSOS INFANTILES: LA TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DEL ALCOHOLISMO 127
En 1998 Fleming y cols. (25) en otro estudio malestar y síntomas psicológicos más graves que
comunitario compararon la prevalencia de abuso los no abusados, si bien no diferían de estos res-
sexual infantil entre mujeres con abuso de alcohol pecto al inicio, la gravedad y la historia del trata-
(identificadas a través de sus respuestas al Alcohol miento de la dependencia alcohólica.
Use Disorders Identification Test [AUDIT] y Windle y cols. (16) informaron que las diferen-
mujeres sin abuso de alcohol. Según dicho estudio cias entre grupos en la prevalencia de historia
el abuso sexual infantil por sí mismo no predecía familiar de alcoholismo eran marcadamente dife-
de forma significativa el abuso de alcohol. Sin rentes: 72,0% para el grupo de abuso dual y de
embargo, cuando lo consideraron junto a otros fac- 38,7% para el grupo de abuso sexual solamente.
tores en el trasfondo de la familia de la mujer (por Además, mientras la historia familiar de alcoholis-
ejemplo, tener una madre percibida como fría o mo estaba asociada con abuso infantil tanto en
descuidada o casada con un alcohólico; creer que mujeres como en hombres, la probabilidad de vic-
el alcohol es un desinhibidor sexual), la historia de timización por abuso dual era mayor en los hom-
abuso sexual infantil se convirtió en un predictor bres.
significativo de abuso de alcohol en la etapa adul- En su estudio prospectivo de 1994 Ireland y
ta. Widom (33) analizaron si la victimización infantil
Schuck y Widom (26) en un estudio prospectivo tenía que ver con un aumento del riesgo de deten-
de un grupo de mujeres que habían sufrido abusos ciones relacionadas con el abuso de alcohol u
en su infancia y su relación con el alcohol, llegan a otras drogas, tanto en la adolescencia como en la
la conclusión de que la victimización infantil pue- etapa adulta. Este análisis encontró que en los
de ser uno de los factores causales del desarrollo varones la historia de abuso infantil no predecía
de problemas con el alcohol en mujeres. de forma significativa las detenciones por abuso
Carmen y cols. (27), Bryer y cols. (28) y Brown de alcohol u otras drogas. También citan el estu-
y Anderson (29), en sus estudios llevados a cabo dio de Widom y cols. (34) de 1995 sobre el segui-
en pacientes psiquiátricos adultos obtuvieron miento de la misma muestra en el que llegaron a
resultados opuestos a los anteriores: no se encontró la conclusión de que no existía relación entre vic-
relación entre una historia de victimización sexual timización infantil y el posterior abuso de alcohol
y abuso de alcohol. en hombres (pero sí un aumento significativo del
Downs y cols. (30) en 2004 encuentran en muje- riesgo para las mujeres). También citan a Lange-
res asociación entre experiencias de abuso infantil land y Hartgers (35) como autores de uno de los
y desarrollo de problemas con el alcohol, si bien primeros estudios prospectivos, quienes tampoco
reconocen que tal asociación es compleja y preci- detectaron incremento del riesgo de abuso de
sada de ulteriores estudios. alcohol en hombres adultos que habían sufrido
abusos físicos en su infancia. Finalmente, los
estudios retrospectivos revelan que la tasa de abu-
ESTUDIOS EN HOMBRES so físico o sexual infantil entre hombres alcohóli-
cos era similar e incluso más alta que las encon-
Según Black y cols. (31), los adultos criados en tradas en la población general. En conjunto no
familias alcohólicas informaron de una menor uti- existe suficiente información a partir de la cual se
lización durante su infancia de recursos interperso- puedan alcanzar conclusiones firmes acerca de la
nales; de forma significativa tenían más trastornos relación entre victimización infantil y abuso de
familiares caracterizados por una mayor tasa de alcohol en varones adultos.
divorcios y de muerte parental y familiar prematu- De acuerdo con Langeland y Hartgers (35) es
ra; informaban de más problemas emocionales y difícil alcanzar conclusiones acerca de la presencia
psicológicos en la etapa adulta; habían sufrido más de un vínculo directo entre abuso sexual o abuso
abusos sexuales y físicos en la infancia y se con- físico infantil y posterior alcoholismo en mujeres.
vertían con mayor frecuencia en alcohólicos y se En otras palabras, el abuso sexual y el abuso físico
casaban con mujeres alcohólicas cuando se les infantil pueden haber incrementado el riesgo de
comparaba con adultos criados en familias no alco- desarrollar problemas con el alcohol en mujeres,
hólicas. pero no se puede concluir que esta vía de riesgo
Schaefer y cols. (32) pretenden averiguar la pre- sea recta e inevitable. El resultado puede también
valencia de abuso físico infantil en adultos alcohó- reflejar la interacción de varios factores causales
licos para determinar las diferencias que puedan tales como disfunción familiar concomitante,
existir en el perfil psicológico y los patrones de rechazo infantil, problemas parentales de abuso de
abuso de alcohol tanto en abusados como no abu- sustancias o experiencias de victimización en la
sados. Sus hallazgos indican que aproximadamen- etapa adulta.
te un tercio de los alcohólicos sufrieron abuso físi- En opinión de Widom y Hiller-Sturmhöfeld (36)
co infantil, quienes a su vez informaron de los investigadores sugieren que la diferencia de
08. SANTIAGO AGRA 24/6/05 11:17 Página 128
Vol. 21. N.º 3, 2005 ALCOHOL Y ABUSOS INFANTILES: LA TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DEL ALCOHOLISMO 129
de alcohol. Polusny y Follette (43) han encontrado —Un mecanismo para afrontar o escapar del
tasas elevadas de enfermedad depresiva en super- trauma de la victimización infantil y la depresión
vivientes de abuso sexual y consumo elevado de con ella relacionada.
alcohol como respuesta a la depresión inicial. En —Una forma de reducir sentimientos de soledad
opinión de Boney-McCoy y Finkelhor (44) existe y aislamiento.
evidencia de que el abuso sexual infantil puede —Automedicación como intento de asumir el
precipitar un trastorno de estrés postraumático, control de la experiencia.
donde el abuso de alcohol puede constituir una de —Una forma de mejorar la autoestima.
las manifestaciones de este trastorno. Sin embargo, —Una forma de comportamiento autodestructi-
Cottler y cols. (45) han sugerido que el abuso de vo.
alcohol precede al inicio del trastorno de estrés Según esto, factores tales como escasa habilidad
postraumático en personas con un problema identi- relacional, comportamiento antisocial y trastorno
ficado de alcohol o drogas. Moncrieff y Farmer de estrés postraumático (PTSD) pueden servir de
(38) no descartan que la asociación sea un artefac- intermediarios en las relaciones entre victimiza-
to pero dado que los estudios aportan resultados ción infantil y problemas de alcohol en la etapa
inciertos proponen realizar estudios más exhausti- adulta.
vos. Con respecto al afrontamiento (“coping”)
Por su parte, Langeland y Hartgers (35), tras Miller y cols. (46) han sugerido que algunas víc-
revisar la bibliografía, encuentran que la asocia- timas de abuso infantil se sirven del alcohol
ción entre abuso infantil y problemas con el alco- como mecanismo para resolver el trauma asocia-
hol tiene que ver con el recurso al alcohol como do al abuso y sus consecuencias. Por ejemplo, la
una forma de automedicación, cuya finalidad sería victimización infantil frecuentemente ocasiona
la de mitigar las secuelas psicológicas de los abu- depresión. Las personas que carecen de los ade-
sos: se ha postulado que el abuso y rechazo infantil cuados mecanismos (por ejemplo, buscar la ayu-
(o más específicamente la falta de vínculos segu- da de los demás) para afrontar el trauma de la
ros) a menudo ocasiona trastornos en el desarrollo victimización infantil y la depresión resultante,
social y en el desarrollo de procesos de regulación utilizarían el alcohol para conseguir la mejoría
del sí-mismo, concretamente regulación del con- subjetiva. Debido a que el alcohol simplemente
trol de afectos e impulsos; debido a la incapacidad oculta, pero no cura, el problema, la necesidad de
para regular el despertar fisiológico. Las personas alcohol puede persistir e incluso aumentar con el
que fueron abusadas o rechazadas cuando niños paso del tiempo, aumentando el riesgo de desa-
son más vulnerables a los comportamientos auto- rrollar abuso o dependencia del alcohol. Este
destructivos y adictivos, en sus intentos por con- mecanismo puede ser más común en mujeres que
trolar los estados emocionales intensos. Otras en hombres, debido a que en los hombres la
explicaciones más específicas en la línea de las depresión, en muchos casos, parece ser una con-
hipótesis de automedicación/autorregulación se secuencia más que un factor que contribuya al
refieren a que los tóxicos, incluido el alcohol, pue- abuso de alcohol.
den ser usados: a) para afrontar los síntomas de Schuck y Widom (26) también examinaron el
estrés postraumático (p. ej.: pesadillas, recuerdos papel de las habilidades de afrontamiento y de
recurrentes, etc.); b) para conseguir la disociación otros factores conductuales y psicológicos (por
inducida químicamente como una estrategia (cró- ejemplo, depresión, aislamiento y soledad, sen-
nica) de afrontamiento para resolver las cognicio- timientos de inutilidad y baja autoestima) en la
nes, recuerdos y afectos asociados al abuso; c) para relación entre abuso y rechazo infantil y proble-
facilitar, en lugar de reprimir, los recuerdos del mas de alcohol en el adulto. El estudio incluyó
abuso y para ser capaz de hablar acerca del mismo; 582 mujeres con abuso y rechazo infantil judi-
d) para sobrellevar la reconstrucción compulsiva cialmente probados. De los factores estudiados,
del trauma original; e) para regular o aumentar la solamente el uso de alcohol, como un mecanis-
autoestima; y f) para proporcionar una ilusión de mo de afrontamiento, sirvió como mediador
control en el funcionamiento interpersonal, con el entre el abuso y rechazo infantil y los posterio-
fin de evitar sentimientos de incapacidad o deses- res problemas con el alcohol. Además, el abuso
peranza asociados con la victimización. y rechazo infantil incrementaba significativa-
Para Widom y Hiller-Sturmhöfeld (36) los mente el uso de alcohol u otras drogas como
mecanismos que subyacen a la asociación entre forma de afrontarlos, lo cual, por el contrario,
abuso parental de alcohol y abuso sexual infantil incrementaba significativamente el número de
permanecen confusos a pesar de lo cual no dejan problemas con el alcohol. En la relación entre
de citar el trabajo de Widom y cols. (34) de 1995 rechazo (pero no abuso) infantil y posteriores
quienes proponen las siguientes hipótesis acerca problemas con el alcohol, la depresión también
del recurso al alcohol: fue mediadora.
08. SANTIAGO AGRA 24/6/05 11:17 Página 130
TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DEL Ernst (56) las tasas más altas de maltrato infantil
ALCOHOLISMO tenían lugar en barrios caracterizados por infravi-
viendas, pobreza, violencia y falta de ayudas socia-
Según el estudio de Midanick (47) el 25% de los les. Para Dore (57) el abuso de drogas contribuye a
encuestados tenían al menos un familiar de primer la paternidad desadaptada de tres formas, lo que
grado con problemas de alcoholismo. Para Beardslee podría denominarse “modelo tridimensional”, el
y cols. (48) el 26% de las personas expuestas al alco- cual, en nuestra opinión, podría aplicarse de forma
holismo parental durante la infancia presentaban con exclusiva al abuso/dependencia del alcohol: prime-
posterioridad este problema, mientras que el 9% de ro, por el efecto directo del alcohol sobre el com-
las personas sin historia familiar de alcoholismo portamiento parental (capacidad para responder a
reciben el diagnóstico de dependencia del alcohol. las necesidades de los hijos, tanto físicas como
Mediante dos estrategias se ha investigado la emocionales o sociales, etc.); segundo, por el efec-
posibilidad de que los tóxicos puedan ser la res- to del alcohol sobre el contexto en el que tiene
puesta al maltrato sufrido en la infancia. Una de lugar la paternidad (la pareja, el entorno físico, las
ellas consistía en preguntar a adolescentes o adul- interacciones sociales, la economía, etc.); tercero,
tos en consulta acerca del maltrato infantil y proce- por la propia historia personal de abuso y abando-
der a comparar su consumo/abuso de tóxicos con no asociados a su vez con consumo de alcohol y
aquellos que no habían sido objeto de maltrato drogas en la adolescencia y en la etapa adulta.
infantil (Downs y cols. [49]; Miller y cols. [7]; Sin-
ger y cols. [42]; Harrison y cols. [50]; Dembo y
cols. [51]; Kang y cols. [52]); los estudios realiza- TRANSMISIÓN GENÉTICA
dos bajo este punto de vista apoyan el argumento
de que el maltrato aumenta el consumo tanto de Existen numerosos estudios que apoyan la teoría
alcohol como de otras drogas; sin embargo, en opi- de la transmisión genética del alcoholismo, desde
nión de Ireland y Widom (33), este tipo de estudios Amark (58) hasta la fecha, por lo que se acepta que
adolece de varios problemas metodológicos, entre todo hijo de alcohólico tiene más probabilidades
los que se incluyen la dependencia del recuerdo de llegar a convertirse en alcohólico en la etapa
retrospectivo del maltrato y el precisar muestras adulta, unas 4 ó 5 veces más que los hijos de no
muy específicas. La otra estrategia utiliza la reco- alcohólicos; en opinión de Miller y Gold (59)
gida de datos longitudinal en amplios periodos de “...no existe ninguna enfermedad psiquiátrica en la
tiempo, ya sea a partir de muestras de población que la dominancia familiar sea tan potente...”.
seleccionadas aleatoriamente o bien de estudios de Goodwin (60,61) informó de una tasa de prevalen-
casos-control. En 1995 Widom y cols. (34), cia del alcoholismo del 25% en varones parientes
mediante autoencuestas sobre consumo y depen- de alcohólicos, lo cual supera la prevalencia esti-
dencia de alcohol encontraron que los abusados mada para los varones alcohólicos que está entre el
(abusados antes de los 12 años, abusos demostra- 3 y el 5%. La prevalencia de alcoholismo entre
dos judicialmente), cuando se los comparaba con mujeres parientes de alcohólicos está entre el 5 y el
el grupo control, tenían más probabilidad de pre- 10%, lo que supera la prevalencia estimada para
sentar problemas de consumo y dependencia del las mujeres alcohólicas: entre el 0,1 y el 1%. La
alcohol al principio de la etapa adulta; sin embar- transmisión genética del alcoholismo se ha estu-
go, cuando se controlaba estadísticamente el uso diado a partir de estudios con marcadores genéti-
paterno de alcohol con otras características, la rela- cos; estudios de gemelos; estudios de adoptados;
ción entre maltrato y problemas de alcohol sola- de alto riesgo y de tolerancia.
mente se mantenía para las mujeres. Thornberry y 1. Los estudios con marcadores genéticos, según
cols. (53) mediante la búsqueda de datos a partir de Steinglass y cols. (62), no aportan resultados con-
una muestra aleatoria de jóvenes urbanos de alto cluyentes.
riesgo encontraron que cualquier caso demostrado 2. Estudios de gemelos: algunos investigadores
de maltrato previo a los 18 años de edad estaba han estudiado la predisposición genética al alcoho-
relacionado con consumo de drogas y con proble- lismo en gemelos monocigóticos y dicigóticos en
mas asociados al consumo de alcohol según auto- los que al menos uno de ellos era alcohólico. Dado
encuestas a adolescentes. Según estas investigacio- que los gemelos monocigóticos tienen los mismos
nes, el abuso de tóxicos como causa y como genes pero los dicigóticos no, debería encontrarse
consecuencia de maltrato infantil indica de forma un alto nivel de alcoholismo entre los monocigóti-
consistente que el consumo paterno de alcohol (u cos lo cual apoyaría la base hereditaria del alcoho-
otras drogas) incrementa el riesgo de maltrato lismo. Muchos estudios han demostrado que la fre-
infantil en la familia, aunque el riesgo varía de cuencia de alcoholismo en monocigóticos es
unos estudios a otros. Para Garbarino y Kostelny mayor que la de los dicigóticos. Pickens y cols. (63)
(54), Rishters y Martinex (55) y más recientemente han estudiado tanto a monocigóticos como dicigó-
08. SANTIAGO AGRA 24/6/05 11:17 Página 131
Vol. 21. N.º 3, 2005 ALCOHOL Y ABUSOS INFANTILES: LA TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DEL ALCOHOLISMO 131
ticos varones y hembras y encuentran una concor- cols. (75) estudiaron tanto a hombres como muje-
dancia significativa monocigóticos/dicigóticos en res adoptados y encontraron que en las mujeres
varones respecto al abuso de alcohol, dependencia adoptadas, tanto los conflictos familiares a tempra-
de alcohol, así como abuso y/o dependencia de na edad como la psicopatología de la familia de
otros tóxicos. Para las gemelas había concordancia adopción, interactuaban con los factores genéticos
monocigóticas/dicigóticas solamente en la depen- para incrementar en la mujer el riesgo de abuso o
dencia del alcohol. dependencia de alcohol. Esto se cumplía en los
Los hallazgos de otros estudios de gemelos que varones adoptados estudiados.
indican una alta concordancia de alcoholismo entre 4. Estudios de alto riesgo: Schuckit (76,77) ha
gemelos monocigóticos (así como la base genética realizado el estudio de la tolerancia en hijos de
del alcoholismo) se contradicen con el estudio fin- alcohólicos que consumen alcohol antes de llegar a
landés de 902 varones gemelos. Este estudio mues- ser alcohólicos. Los resultados indican que los
tra diferencias estadísticamente no significativas alcohólicos heredan probablemente la capacidad
en las tasas de alcoholismo entre gemelos monoci- para beber mayores cantidades que los individuos
góticos y dicigóticos, lo cual indicaría, sin embar- sin predisposición genética al alcoholismo.
go, que la frecuencia y cantidad de bebida era sig- 5. Estudios de tolerancia: para Miller y Gold
nificativamente similar para unos y para otros. En (59) tanto la tolerancia como la falta de tolerancia
un estudio de 3810 gemelos australianos, Heath y al alcohol se heredan, por lo que una persona con
cols. (64) apreciaron importantes influencias gené- tolerancia al alcohol tiene mayor riesgo de desarro-
ticas respecto a la frecuencia y cantidad. llar alcoholismo y viceversa, lo que hace suponer
3. Estudios de adopción: el examen de hijos de que la baja tolerancia al alcohol reduciría el riesgo
padres alcohólicos pero adoptados al nacer y cria- de alcoholismo.
dos por no alcohólicos se ha revelado como un Los investigadores están de acuerdo en que el
método útil de estudio de variables genéticas y modelo genético de transmisión del alcoholismo es
ambientales asociadas con el alcoholismo futuro. multifactorial. Los diferentes autores han identifi-
Los estudios de adopción escandinavos proporcio- cado tres tipos de asociación en parejas que pueden
nan un cuadro convincente acerca de la posible estar vinculadas al alcoholismo. El primer tipo,
influencia genética del alcoholismo (65-72). En un también llamado “homogamia social”, se refiere a
estudio representativo, Cadoret y cols. (69) encon- la tendencia a casarse con personas de similar clase
traron que los varones adoptados cuyos padres bio- o posición; el acto de beber está condicionado por
lógicos eran alcohólicos resultaron tener cuatro la pertenencia a dicha clase social. El segundo tipo
veces más probabilidades de convertirse en alco- se refiere al emparejamiento selectivo directo o
hólicos. Goodwin (61) ha sido uno de los más acti- fenotípico, que consiste en la atracción mutua en
vos investigadores de hijos adoptados de alcohóli- personas propensas al alcoholismo (beben por y
cos. A partir de sus múltiples estudios llega a la para estar juntos). El tercer tipo, el contagio, con-
conclusión de que los hijos de padres biológicos siste en que uno de los miembros de la pareja, el
adoptados al nacer, tenían cuatro veces más proba- que bebe, induce al otro a beber también. Del aná-
bilidades de convertirse en alcohólicos que los lisis de estos tres tipos de asociación, los autores
hijos de padres control normales. Los problemas encontraron que el más socorrido era el segundo, o
de alcohol que presentaban los adoptados incluían sea, el emparejamiento selectivo fenotípico, lo cual
inicio precoz de ingesta elevada, pérdida de con- no invalida la consideración inicial de que en la
trol, alucinaciones y tratamiento contra la bebida. etiología del alcoholismo están presentes tanto fac-
El alcoholismo era significativo en los hijos adop- tores genéticos como ambientales, es decir: la pre-
tados de padres biológicos alcohólicos. Cadoret y disposición genética es el componente básico
cols. (73) estudiaron 197 adultos adoptados (95 necesario junto con la exposición al alcohol para
varones y 102 mujeres) de padres biológicos alco- que se desarrolle el alcoholismo. Schuckit y cols.
hólicos y determinaron que se presentaba un factor (78,79) explican que, tanto la heterogeneidad
genético por el que el alcoholismo es un marcador genética como las influencias ambientales, se com-
y que ejerce su efecto en las mujeres como una binan de forma desconocida, situando a algunas
interacción genes/ambiente que conduce a la personas y a otras no en alto riesgo de desarrollar
depresión mayor. McGue y cols. (74) estudiaron abuso/dependencia de alcohol; en los individuos
653 casos de adopción con un niño adoptado y de alto riesgo, mencionan una disminución de la
otros parientes (ya sean hijos biológicos o adopta- respuesta al alcohol como uno de los factores
dos) y encontraron que la relación entre problemas genéticos de riesgo. Tarter (80) opina que los ras-
paternos con la bebida, el funcionamiento familiar gos caracteriales interactúan con factores medio-
y la implicación del adolescente con la bebida era ambientales y aumentan el riesgo de alcoholismo.
moderada y significativa entre los descendientes Heath y cols. (64) observaron la relación entre per-
biológicos pero no entre los adoptados. Cutrona y sonalidad y temperamento y respuesta cardiaca en
08. SANTIAGO AGRA 24/6/05 11:17 Página 132
niños con alto riesgo. Wiers y cols. (81) proponen no ejercen influencia modeladora sobre la transmi-
dos vías diferentes para los hijos de alcohólicos; sión intergeneracional de los patrones de consumo
sugieren que el hijo de un padre alcohólico prima- de alcohol, lo cual sugiere que la identificación
rio, multigeneracional, puede sufrir una disfunción puede ser un predictor individual o bien puede ser
hereditaria leve del cortex prefrontal, lo que deriva mediada por las expectativas hacia el alcohol. La
en características neuropsicológicas y personales interacción de doble vía apoya solamente de forma
similares a las del padre alcohólico; el hijo de un parcial un aprendizaje social comprensible de los
padre alcohólico secundario puede estar sujeto a patrones de consumo de alcohol.
estrés y aprendizaje social que puede llevarlo a una
afectividad negativa y a un afrontamiento represi-
vos, lo que a su vez conduce al abuso/dependencia TRANSMISIÓN FAMILIAR
de alcohol u otras drogas.
Para los teóricos de la terapia familiar sistémica
como Steinglass y cols. (62) la transmisión del
APRENDIZAJE SOCIAL alcoholismo consiste en un proceso insidioso que
puede darse en la infancia, en la adolescencia o en
En opinión de Van Exan y cols. (82), poco se la etapa adulta, por lo que “...la transmisión del
sabe acerca de cómo el modelado paterno y coetá- alcoholismo de una generación a la siguiente abar-
neo influyen en las intenciones futuras de los ado- ca a todo el sistema de la familia a lo largo del
lescentes hacia el alcohol. Según McKee y Hinson tiempo...” donde los transmisores son uno o los
(83) hay indicios de que la identificación parental dos cónyuges y los receptores son los hijos. La
juega un importante papel en la transmisión inter- transmisión del alcoholismo entre los miembros de
generacional del consumo de alcohol, mientras que la familia implica diferentes factores. El alcoholis-
para Wall y McKee (84) el posible papel modela- mo parental altera la vida familiar y contribuye al
dor de la identificación parental sobre la relación mal funcionamiento de la progenie lo cual, a su
entre conducta de bebida de padres e hijos no ha vez, puede conducir al abuso de alcohol u otras
sido investigada en profundidad; según estos auto- drogas por parte del adolescente. Wolin y cols.
res, el papel del género y el grado de identificación (87) y Bennett y cols. (88) muestran que el grado
con padres y coetáneos son influencias potencial- de organización y ruptura en la familia alcohólica
mente modeladoras sobre la transmisión intergene- permite distinguir el bienestar futuro del hijo de
racional de los patrones de consumo de alcohol. alcohólicos. La alteración del ritual familiar (por
De forma más específica, se piensa que el género ejemplo, las comidas, las vacaciones, el ocio) está
del modelo interactúa con el género del observa- significativamente asociado a la transmisión dife-
dor, de forma que el mismo sexo, por oposición al rencial del alcoholismo. El mantenimiento de los
modelado de sexo cruzado, será más influyente rituales familiares durante los periodos de elevada
(85). Además, se postula que el nivel de identifica- ingesta paterna ocasiona pocos casos de transmi-
ción con uno de los padres (o ambos) determina el sión alcohólica si se les compara con aquellas
grado según el cual los hijos imitarán el comporta- familias que sí alteran sus rituales. La estabilidad
miento de sus padres. Kandel y Andrews (86) opi- ritual en las familias alcohólicas durante la infan-
nan que la influencia de los padres como modelos cia y la adolescencia parece influir en el posterior
es más fuerte en las primeras etapas del contacto alcoholismo. Además, aquellas familias que mues-
con el alcohol. Dado que la adolescencia represen- tran más estabilidad también evidencian menos
ta una etapa del desarrollo en la que los coetáneos alcoholismo en los hijos adultos de alcohólicos.
tienen particular influencia, es importante compa- Las familias alcohólicas informan de mayores
rar la influencia de los padres con la de los coetá- niveles de conflicto que las familias no alcohóli-
neos. Se ha propuesto que los adolescentes perci- cas. La bebida es el principal factor en la ruptura
ben tanto a padres y coetáneos como guías familiar. Los padres consumidores de alcohol a
competentes en diferentes áreas de sus vidas. En menudo carecen de la capacidad de proporcionar
opinión de Kandel y Andrews (86) los coetáneos estructura y disciplina en la vida familiar, pero de
influyen más sobre las metas y aspiraciones vitales forma simultánea esperan que sus hijos sean com-
futuras; estos modeladores potentes, incluidos el petentes de forma más precoz en una amplia gama
género y la identificación, pueden ejercer una de tareas que los hijos de padres no consumidores.
influencia independiente o interactiva sobre la Incapaces de hacer todo perfectamente bien en
transmisión de los patrones de consumo de alco- todo momento, los hijos de estas familias pueden
hol. Para Van Exan y cols. (82) el determinante percibirse a sí mismos como fracasados. Los hijos
más consistente del uso de alcohol por parte de los jóvenes de padres alcohólicos son influidos negati-
adolescentes son los propios coetáneos, mientras vamente cuando el cuidador significativo de la
que tanto la identificación materna como paterna familia (generalmente la madre) está muy implica-
08. SANTIAGO AGRA 24/6/05 11:17 Página 133
Vol. 21. N.º 3, 2005 ALCOHOL Y ABUSOS INFANTILES: LA TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DEL ALCOHOLISMO 133
Vol. 21. N.º 3, 2005 ALCOHOL Y ABUSOS INFANTILES: LA TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DEL ALCOHOLISMO 135
diferencias metodológicas en los estudios. a Dore (57) y su modelo tridimensional del abuso
A menos que se instauren medidas preventivas de drogas (incluido el alcohol): “...las soluciones
en la infancia y adolescencia, un cierto número de no son simples. Las intervenciones deben ir dirigi-
hijos de alcohólicos están destinados a seguir los das hacia cada una de las tres vías del consumo de
pasos de sus padres. Las intervenciones efectivas drogas. No es suficiente con mantenerse limpio y
deben basarse en parte en la investigación de aque- abstinente de drogas, ni tampoco el hacer los cursi-
llos factores de protección que permiten a algunos llos por orden judicial; tampoco el entrenamiento
hijos de alcohólicos evitar los comportamientos en habilidades de manejo de los hijos...”.
desviados en la infancia y adolescencia. Siguiendo
BIBLIOGRAFÍA
1. Gottheil E, ed. Alcohol, drug abuse and aggression. ment of daughters of alcoholics. California School of
Springfield, IL. Charles C. Thomas, 1983. Professional Psychology, Los Angeles, 1993.
2. Lang AR, Pelham WE, Atkenson BM, Murphy DA. 15. Hurley DL. Women, alcohol and incest: an analytical
Effects of alcohol intoxication on parenting behaviour in review. Journal of Studies on Alcohol 1991; 52 (3): 253-
interactions with child confederates exhibiting normal or 68.
deviant behaviours. Journal of Abnormal Child Psycho- 16. Windle M, Windle RC, Scheidt DM, Miller GB. Physi-
logy 1999; 27 (3): 177-96. cal and sexual abuse and associated mental disorders
3. Echeburúa E, Corral P, Sarasua B, Zubizarreta I, Sauca among alcoholic inpatients. American Journal of Psy-
D. Malos tratos y agresiones sexuales: lo que la mujer chiatry 1995; 152 (9): 1322-8.
debe saber y puede hacer. Vitoria: Servicio de Publica- 17. Downs WR, Miller BA. Inter-generational links between
ciones de Emakunde/Instituto Vasco de la Mujer, 1990. childhood abuse and alcohol-related problems. En:
4. National Council on Child Abuse and Family Violence Alcohol Problems in the Community, Harrison L, ed.
(08-April-2004); http: //www.nccafv.org/parental subs- New York: Routledge, 1995. p. 14-51.
tanceabuse.htm. 18. Winfield I, George LK, Swartz M, Blazer DG. Sexual
5. Covington SS. Facing the clinical challenges of women assault and psychiatric disorders among a community
alcoholics: physical, emotional and sexual abuse. Focus sample of women. American Journal of Psychiatry 1990;
Fam Chem Depend 1986; 9 (3): 10-11, 37, 42-4. 147: 335-41.
6. Briere J, Runz M. Post sexual abuse trauma: Data and 19. Burnam MA, Stein JA, Golding JM, Siegel JM, Soren-
implications for clinical practice. Journal of Interperso- son SB, Forsythe AB, et al. Sexual assault and mental
nal Violence 1987; 2: 367-79. disorders in a community population. Journal of Consul-
7. Miller BA, Downs WR, Gondoli DM, Keil A. The role ting and Clinical Psychology 1988; 56: 843-50.
of childhood sexual abuse in the development of alcoho- 20. Spack L, Spack F, Allebeck P. Factors in childhood and
lism in women. Violence and Victims 1987; 2: 157-72. youth predicting alcohol dependence and abuse in Swe-
8. Peters SD. Child sexual abuse and later psychological dish women: findings from a general population study.
problems. En: Lasting Effects of Child Sexual Abuse; Alcohol and Alcoholism 1997; 32: 267-74.
Wyatt GE and Powell GJ, eds. Newbury Park, CA: Sage 21. Beitchman JH, Zucker KJ, Hood JE, Dacosta GA, Ack-
Publications, Inc, 1988. p. 101-17. man D, Cassavia E. A review of the long-term effects of
9. Stein JA, Golding JM, Siegel JM, Burnam MA, Soren- child sexual abuse. Child Abuse Neglect 1992; 16: 101-
son SB. Long-term psychological sequelae of child 18.
sexual abuse: The Los Angeles epidemiological catch- 22. Mullen PE, Martin JL, Anderson JC, Romans SE, Herbi-
ment area study. En: Lasting Effects of Child Sexual son GP. Childhood sexual abuse and mental health in
Abuse; Wyatt GE, Powell GJ, eds. Newbury Park, CA: adult life. British Journal of Psychiatry 1993; 163: 721-
Sage Publications, Inc, 1988. p. 135-54. 32.
10. Pribor EF, Dinwiddie SH. Psychiatric correlates of 23. Fergusson DM, Horwood LJ, Lynskey MT. Childhood
incest in childhood. American Journal of Psychiatry sexual abuse and psychiatric disorder in young adultho-
1992; 149 (1): 52-6. od: II. Psychiatric outcomes of childhood sexual abuse.
11. Beckman LJ, Ackerman KT. Women, Alcohol, and Journal of American Academy of Child and Adolescents
Sexuality. En: Recent Development in Alcoholism, Psychiatry 1996; 35: 1365-74.
Volume 12: Women And Alcoholism; Galanter M, edit. 24. Wilsnack SC, Vogeltanz ND, Klassen AD, Harris TR.
New York: Plenum Press, 1995. p. 267-85. Childhood sexual abuse and women’s substance abuse:
12. Wilsnack SC, Klassen AD. Childhood sexual abuse and national survey findings. Journal of Studies on Alcohol
problem drinking in a US national sample of women. 1997; 58 (3): 264-71.
Women’s Issues Related to Alcohol Abuse and Violence 25. Fleming J, Mullen PE, Sibthorpe B, Attewell R, Bam-
Conference, University of Illinois at Chicago, College of mer G. The relationship between childhood sexual abuse
Nursing, September, 1992. and alcohol abuse in women. A case-control study.
13. Miller BA, Downs WR, Testa M. Interrelationships bet- Addiction 1998; 93 (12): 1787-98.
ween victimization experiences and women´s alcohol 26. Schuck AM, Widom CS. Childhood victimization and
use. Journal of Studies on Alcohol 1993; (Supl. 11): alcohol symptoms in females: casual inferences and
109-17. hypothesized mediators. Child Abuse Neglect 2001; 25
14. Erhard AV. Effects of sex of alcoholic parent, family (8): 1069-92.
functioning and compensatory support on adult adjust- 27. Carmen EH, Rieker PP, Mills T. Victims of violence and
08. SANTIAGO AGRA 24/6/05 11:17 Página 136
psychiatric illness. American Journal of Psychiatry 46. Miller BA, Maguin E, Downs WR. Alcohol, drugs and
1984; 141: 378-83. violence in children’s lives. En: Recent Developments in
28. Bryer JB, Nelson BA, Miller JB, Krol PA. Childhood Alcoholism: Volume 13. Alcoholism and Violence,
sexual and physical abuse as factors in adult psychiatric Galanter M. ed. New York: Plenum Press, 1997. p. 357-
illness. American Journal of Psychiatry 1987; 144: 85.
1426-30. 47. Midanik L. Familial alcoholism and problem drinking in
29. Brown GR, Anderson B. Psychiatric morbidity in adult a national drinking practices survey. Addict Behav 1983;
inpatients with childhood histories of sexual and physi- 8: 133-41.
cal abuse. American Journal of Psychiatry 1991; 148: 48. Beardslee WR, Son L, Vaillant GE. Exposure to parental
55-61. alcoholism during childhood and outcome in adulthood:
30. Downs WR, Capshew T, Rindels B. Relationships bet- a prospective longitudinal study. British Journal of Psy-
ween adult women’s alcohol problems and their childho- chiatry 1986; 149: 584-91.
od experiences of parental violence and psychological 49. Downs W, Miller B, Gondoli D. Childhood experiences
aggression. Journal of Studies on Alcohol 2004; 65 (3): of parental physical violence for alcoholic women com-
336-244. pared with a randomly selected household sample of
31. Black C, Bucky SF, Wilder-Padilla S. The interpersonal women. Violence and Victims, 1987; 2: 225-40.
and emotional consequences of being an adult child of 50. Harrison PA, Hoffmann NG, Edwall GE. Sexual abuse
an alcoholic. International Journal of the Addictions correlates: similarities between male and female adoles-
1986; 21 (2): 213-31. cents in chemical dependency treatment. Journal of Ado-
32. Schaefer MR, Sobieraj K, Hollyfield RL. Prevalence of lescent Research 1989; 4: 385-99.
childhood physical abuse in adult male veteran alcoho- 51. Dembo R, Williams L, Wothke W, Schmeidler J, Brown
lics. Child Abuse Neglect 1988; 12 (2): 141-9. CH. The role of family factors, physical abuse and
33. Ireland T, Widom CS. Childhood victimization and risk sexual victimization experiences in high-risk youth’s
for alcohol and drug arrests. International Journal of the alcohol and other drugs use and delinquency: a longitu-
Addictions 1994; 29 (2): 235-74. dinal model. Violence and Victims 1992; 7: 245-66.
34. Widom CS, Ireland T, Glynn PJ. Alcohol abuse in abuse 52. Kangs S, Magura S, Laudet A, Whitney S. Adverse
and neglected children followed-up: Are they at increased effects of child abuse victimization among substance-
risk? Journal of Studies on Alcohol 1995; 56 (2): 207-17. using women in treatment. Journal Interpersonal Violen-
35. Langeland W, Hartgers CH. Child sexual and physical ce 1999; 14: 657-670.
abuse and alcoholism: a review. Journal of Studies on 53. Thornberry TP, Ireland TO, Smith CA. The importance
Alcohol 1998; 59: 336-48. of timing: the varying impact of childhood and adoles-
36. Widom CS, Hiller-Sturmhöfel S; Alcohol abuse as risk cent maltreatment on multiple problem outcomes. Ame-
factor for and consequences of child abuse. Alcohol rican Society of Criminology Conference, 2000.
Research & Health 2001; 25 (1): 52-7. 54. Garbarino J, Kostelny K. Child maltreatment as a com-
37. Fergusson DM, Mullen PE. Childhood sexual abuse: an munity problem. Child Abuse Neglect 1992; 16: 455-64.
evidence based perspective. En: Developmental Clinical 55. Rishters JE, Martinex P. The NIMH Community Violen-
Psychology and Psychiatry. Thousand Oaks, CA: Sage ce Project I: children as victims of and witnesses to vio-
Publications, 1999. lence. Psychiatry 1993; 56: 7-21.
38. Moncrieff J, Farmer R. Sexual abuse and the subsequent 56. Ernst JS. Community-level factors and child maltreat-
development of alcohol problems. Alcohol & Alcoho- ment in a suburban county. Social Work Research 2001;
lism 1998; 33 (6): 592-601. 25: 133-43.
39. Rose SM, Peabody CG, Stratigeas B. Undetected abuse 57. Dore MM. Impact and relationship of substance abuse
among intensive case management clients. Hospital and and child maltreatment: risk and resiliency factors. What
Community Psychiatry 1991; 42: 499-503. research tell us. Protecting Children in Substance Abu-
40. Yama MF, Fogas BS, Teegarden LA, Hastings B. Child- sing Families Conference; Minneapolis, 1998.
hood sexual abuse and parental alcoholism: interactive 58. Amark C. A study in alcoholism: clinical, social-psy-
effects in adult women. American Journal of Orthopsy- chiatric and genetic investigations. Acta Psychologica
chiatry 1993; 63: 300-5. Neurologica Scandinavica suppl 1951; 70: 1-283.
41. Moncrieff J, Drummond DC, Candy B, Checinsky K, 59. Miller NS, Gold MK. Alcohol. Barcelona: Ediciones en
Farmer R. Sexual abuse in people with alcohol pro- Neurociencias, Citran, 1993.
blems. A study of the prevalence of sexual abuse and its 60. Goodwin DW. Is alcoholism hereditary? New York:
relationship to drinking behavior. British Journal of Psy- Oxford University Press, 1976.
chiatry 1996; 169: 355-60. 61. Goodwin DW. Alcoholism and genetics: the sins of the
42. Singer MI, Petchers MK, Hussey D. The relationship fathers. Archives of General Psychology 1985; 42: 171-
between sexual abuse and substance abuse among psy- 4.
chiatrically hospitalised adolescents. Child Abuse 62. Steinglass P, Bennett LA, Wolin SJ, Reiss D. La Familia
Neglect 1989; 13: 319-25. Alcohólica. Barcelona: Editorial Gedisa, 1989.
43. Polusny MA, Follete VM. Long-term correlates of child 63. Pickens RW, Svikis DS, McGue M. Heterogeneity in the
sexual abuse: theory and review of the empirical literatu- inheritance of alcoholism. Archives of General Psy-
re. Applied and Preventive Psychology 1995; 4: 143-66. chiatry 1991; 48: 19-28.
44. Boney-McCoy S, Finkelhor D. Is youth victimization 64. Heath AC, Meyer J, Jardiner R. The inheritance of alco-
related to trauma symptoms and depression after contro- hol consumption patterns in a general population twin
lling for prior symptoms and family relationships? A sample. II. Determinants of consumption frecuency and
longitudinal, prospective study. Journal of Consulting quantity consumed. Journal of Studies on Alcohol 1991;
and Clinical Psychology 1996; 64: 1406-16. 52: 425-33.
45. Cottler LB, Compton WM, Mager D, Spitznagel EL, 65. Goodwin DW, Schulsinger F, Hermansen L. Alcohol
Janca A. Posttraumatic stress disorder among substance problems in adoptees raised apart from alcoholic biolo-
users from the general population. American Journal of gical parents. Archives of General Psychology 1973; 28:
Psychiatry 1992; 149: 664-70. 238-43.
08. SANTIAGO AGRA 24/6/05 11:17 Página 137
Vol. 21. N.º 3, 2005 ALCOHOL Y ABUSOS INFANTILES: LA TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DEL ALCOHOLISMO 137
66. Goodwin DW, Schulsinger F, Knop J, Mednick S, Guze 80. Tarter RE. Developmental behaviorgenetic perspective
SB. Alcoholism and depression in adopted-out daughters of alcoholism etiology. Recent Developments in Alco-
of alcoholics. Archives of General Psychology 1977; 34: holism 1991; 9: 69-85.
751-5. 81. Wiers RW, Sergeant JA, Guning WB. Psychological
67. Bohman M. Some genetic aspects of alcoholism and cri- mechanism of enhanced risk of addiction in children of
minality: a population of adoptees. Archives of General alcoholics: a dual pathway? Acta Paediatrica 1994; 404
Psychology 1978; 35: 269-76. (Supl.): 9-13.
68. Cloninger CR, Bohman M, Sigvardsson S. Inheritance 82. Van Exan J, Kranck M, Wall AM, Lai D, Wekerle C,
of alcohol abuse: cross fostering analysis of adopted McKee SA. Understanding adolescent’s current and
men. Archives of General Psychology 1981; 38: 861-8. intended alcohol consumption patterns: a test of social
69. Cadoret RJ, Cain CA, Grove WM. Development of alco- learning theory. Project on Adolescent Trajectories and
holism in adoptees raised apart from alcoholic biologic Health (PATH), 2003.
relatives. Archives of General Psychology 1980; 78: 83. McKee SA, Hinson RE. If your father drinks then you
561-3. had better like your mother: maternal buffering affects
70. Cadoret RJ, Troughton E, O’Gorman TW. An adoption involved in paternal identification and paternal alcohol
study of genetic and environmental factors in drug abu- use. Alcoholism: Clinical and Experimental Research,
se. Archives of General Psychology 1986; 43: 1131-6. 23, 118a.
71. Sigvardsson S, Bohman M, Cloninger R. Replication of 84. Wall AM, McKee SA. Cognitive social learning models
the Stockholm adoption study of alcoholism. Archives of substance abuse and intimate violence. En: Wekerle
of General Psychology 1996; 53: 681-7. C, Wall AM, eds. The Violence and Addiction Equation:
72. Goodwin DW, Schulsinger F, Knop J. Psychopathology theoretical and clinical issues in substance abuse and
in adopted and non-adopted daughters of alcoholics. relationship violence. Philadelphia: Brunner/Mazel,
Archives of General Psychology 1979; 34: 1005-9. 2001.
73. Cadoret RJ, Winokur G, Langbehn D. Depression spec- 85. Bandura A. Social foundation of thought and action: a
trum disease. I. The role of gene-environment interac- social cognitive theory. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-
tion. American Journal of Psychology 1996; 153: 892-9. Hall, 1986.
74. McGue M, Sharma A, Benson P. Parent and sibling 86. Kandell DB, Andrews K. Processes of adolescent socia-
influences on adolescent alcohol use and misuse: evi- lization by parents and peers. The International Journal
dence from a US adoption cohort. Journal of Studies on of Addictions 1987; 22 (4): 319-42.
Alcohol 1992; 57: 8-18. 87. Wolin SJ, Bennett LA, Noonan DL, Teitelbaum MA.
75. Cutrona CE, Cadoret RJ, Suhr JA. Interpersonal varia- Disrupted family rituals. Journal of Studies on Alcohol
bles in the prediction of alcoholism among adoptees: 1980; 41: 199-214.
evidence for gene-environment interactions. Com Psy- 88. Bennett LA, Wolin SJ, Reiss D. Couples at risk for
chol 1994; 35: 171-9. transmission of alcoholism: protective influences.
76. Schuckit MA. Differences in plasma cortisol after etha- Family Process 1987; 26: 111-29.
nol in relatives of alcoholics and controls. Journal of Cli- 89. Jacob T, Johnson S. Parent-child interaction among
nical Psychiatry 1984; 45: 374-9. depressed fathers and mothers: impact on child functio-
77. Schuckit MA. Subjective responses to alcohol in sons of ning. Journal of Family Psychology 2001; 15 (1): 38-
alcoholics and controls. Archives of General Psychiatry 52.
1985; 41: 879-84. 90. Patterson GR, Reid J, Dishion T. Antisocial boys. Euge-
78. Schuckit MA, Li Ti-K, Cloninger CR, et al. Genetic of ne, OR: Castilia, 1992.
alcoholism. Alcoholism. Clin Exp Res 1985; 9: 475-92. 91. Tower CC. The role of educators in the prevention and
79. Schuckit MA. A clinical model of genetic influences in treatment of child abuse and neglect. A Report to Con-
alcohol dependence. Journal of Studies on Alcohol gress on Substance Abuse and Child Protection. Was-
1994; 55: 5-17. hington DC: U.S. Government Printing Office, 1992.