Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Los empresarios en el siglo XIX decidieron agruparse nuevamente, esta vez en una Sociedad
Democrática de Artesanos que para 1850 buscaban la capacitación de los empresarios, la igualdad
de condiciones para todos, las buenas prácticas empresariales de cada sector productivo y la
defensa de las “buenas costumbres”, que termino por convertir en una fuerza política que aún sin
proponérselo fue uno de los factores que desencadenó la guerra civil de 1851, sumergiendo en la
crisis el sector empresarial; sin embargo en medio de esta hay un nuevo aire para los empresarios
de Santander, Cundinamarca y Antioquia quienes se consolidaban desde entonces como los
estados con mayor número de empresas constituidas, la mayoría de ellas del sector
manufacturero, minero, agroindustrial y comercial.
Se afianzan el panorama empresarial Santander, Valle del Cauca y Antioquia con las exportaciones
de Chocolate, café, tabaco, caucho, loza cerámica (producida por la Compañía Cerámica
Antioqueña, fundada en 1881) y piezas maquinadas a Sudamérica; el incremento de las
comunicaciones, la naciente inversión extranjera y un tímido comercio exterior da mayor
dinamismo a las ciudades con puertos fluviales y marítimos, lo que vuelve los ojos a ciudades
intermedias como Honda, La Dorada y Girardot y propicia el mejoramiento de las instalaciones
portuarias en Buenaventura, Barranquilla y Cartagena.
Sumado a todo esto, se fortalece una práctica antigua fue el contrabando de tejidos, alcoholes
potables (causó un grave perjuicio a las finanzas del Valle del Cauca que vio descender sus ingresos
fiscales con la arremetida de los aguardientes y rones caribeños en el mercado nacional), harinas y
muebles ingleses que llegaban a Cartagena de Indias desde Jamaica, que lesionaba, como hoy, a
los empresarios del país y que produjo un grave estancamiento de la empresa colombiana que
hasta este siglo XXI se está, al parecer, reparando.
Uno de los grandes empresarios de la epoca José “Pepe” Sierra no se aventuraba en nuevos
proyectos empresariales que significaran la compra de maquinaria especializada, sino que
preferían amasar fortunas en negocios a bajo riesgo como eran la especulación en bienes raíces,
los remates de renta (de bebidas alcohólicas y tabaco) y el crédito extra-bancario; es decir, solo se
preocupaban por su propia economía y es por tal razón que a pesar de que él y muchos más
fueron héroes empresariales, también cabe decir que en las manos de ellos estuvo que la actividad
empresarial en Colombia se modernizara mucho más rápido y mejor de lo que se está haciendo.
El desarrollo empresarial colombiano se ha visto acrecentado gracias a los las empresas fundadas
en las primeras décadas del siglo XX y en la de los cuarenta, las cuales han cumplido entre 50 y 90
años de vida. Se trata principalmente de empresas antioqueñas: Noel, Fabricato, Cadenalco,
Coltabaco, BIC, Nacional de Chocolates, Suramericana de Seguros, entre otras. La modernización
económica que rigió aquellos años, gracias a la confluencia de distintos fenómenos, entre ellos la
sustitución de importaciones impulsada en buena medida por efecto de las dos grandes guerras
mundiales, permitió que surgieran y se consolidaran empresas que hoy se encuentran entre las
mayores del país. Muchas de esas hoy grandes compañías se originaron en pequeños talleres
artesanales que, animados por pioneros visionarios, se fusionaron para conformar sociedades con
mayor capital y control sobre las materias primas, la competencia y el mercado.
En la actualidad el desarrollo empresarial colombiano se esta dando por las micro, pequeñas y
medianas empresas (Mipymes) son actores estratégicos en el crecimiento de la economía, la
transformación del aparato productivo nacional y el mejoramiento de la posición competitiva del
país. Además, las Mipymes contribuyen a reducir la pobreza y la inequidad, al ser alternativas de
generación de empleo, ingresos y activos para un gran número de personas.