Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
NACIONAL DE JAÉN
Ciclo: VIII
Jaén-Perú
2018
CAJA DE CAMBIOS
1. ¿Que es una caja de cambios?
2.3 Sincronizadores
En el momento que el conductor, acciona la palanca de cambio y trata de colocar una
de ellas, lo que hace es, por medio de un juego de palancas mover el collarín
desplazable hacia una u otra dirección, arrastrando o empujando consigo los anillos de
bronce forjado cónicos, hasta que entra en contacto con el cono del engranaje.
2.4 engranajes
dientes rectos
Los engranajes rectos son la tipología de engranes más común, y tiene la
particularidad de que sus dientes están montados en ejes paralelos. Se utilizan
para grandes reducciones de engranaje, velocidades pequeñas y velocidades medias.
De esta forma, los rectos son de gran aplicación cuando se requiere transmitir el
movimiento de un eje a otro paralelo y cercano
dientes helicoidales
Los engranajes helicoidales operan de forma más suave y silenciosa en comparación
con los rectos. Esta diferencia se debe a la forma oblicua en la que interactúan sus
dientes en relación al eje de rotación. Estos ejes pueden ser paralelo o cruzarse
generalmente a 90º. En caso de que se cruce, los engranajes helicoidales se aplican
junto a un sinfín. Aunque en estos casos también suele emplearse dos engranajes
cónicos como opción alternativa.
conjunto de engranajes que giran con una sola pieza, cuya función es de guiar la
fuerza de acuerdo al requerimiento de desplazamiento del vehículo
3 Tipos de cajas de cambio
3.1 Manuales
De dientes rectos:
tienen la ventaja de ser muy robustas y permiten cambiar de marcha sin utilizar
el embrague. Suelen utilizarse en competición. Son muy ruidosas y de
accionamiento tosco, al carecer de mecanismos de sincronizado.
De dientes helicoidales:
los engranajes tienen el dentado inclinado, siguiendo una curva helicoide. Son
menos ruidosas y su accionamiento es más sencillo gracias al trabajo de unos
discos intermedios llamados sincros. Son las llamadas cajas de cambio
sincronizadas. Esos discos evitan que, al cambiar de marcha, coincidan dos
dientes enfrentados. Asimismo, igualan las velocidades de giro para hacer más
fácil el accionamiento y que las marchas “no rasquen”.
De trenes epicicloidales:
Las cajas de cambio manuales están formadas por un embrague de disco simple o
múltiple, en seco o en aceite, y un sistema de engranajes de dientes rectos o
helicoidales sincronizados. Lo más habitual es la combinación de un embrague
monodisco en seco, cuyo accionamiento es hidráulico, y una caja helicoidal
sincronizada accionada por una timonería de cables.
Este tipo de cajas de cambio nació a causa de las pesadas direcciones sin asistencia y
las altas prestaciones que a mediados de los años 30 del siglo XX empezaban a
alcanzar los automóviles. Marcas como Delage producían coches capaces de llegar a
velocidades muy elevadas; soltar una mano del volante en esas circunstancias era una
temeridad. Por ello, proliferaron una serie de cajas de cambio con preselector. El
conductor escogía la relación con un pequeño boliche que se manejaba suave y
rápidamente, volvía a aferrarse al volante con ambas manos y, para que la caja de
cambios metiese esa marcha, ya a punto de entrar en la curva, debía pisar un pedal
de embrague. El accionamiento era electromagnético; eran muy fiables y más fáciles
de manejar de lo que pueda parecer. Tenían la peculiaridad de contar el mismo
número de relaciones hacia delante que hacia atrás. Los principales fabricantes de
estos cambios eran Cotal y Wilson. Su elevado precio y peso las fueron dejando en
desuso y en los años 60 sólo los autobuses y camiones las utilizaban.
3.5 Cambios
automáticos
Se encuadran aquí las famosas cajas de cambio de doble embrague del grupo VAG
llamadas DSG y las PDK de Porsche. Se trata de un invento de la marca de Stuttgart
para la competición. Su idea básica es que cuánto más tiempo tardamos en cambiar
de marcha, menos tiempo está el motor empujando y peores “cronos” hacemos. A
Pors che se le ocurrió reducir segundos lanzando un cambio de doble embrague.
.
En realidad, se trata de dos cajas de cambio dentro de una única carcasa. Cuando una
está moviendo el coche en una marcha, la otra tiene preparada la siguiente. De ese
modo, el conductor, al seleccionar una relación, simplemente desembraga una caja de
cambios y embraga la que corresponda, reduciendo así el tiempo de respuesta. Tienen
el inconveniente de que son caras, complicadas de fabricar y pesadas, al ir bañadas
en aceite.
Dificultad para que entren las marchas: En este caso, también es posible
que el mando del embrague se haya desajustado y sea necesario retensar el
cable como hemos comentado. Si la situación persiste, será necesario lubricar
el varillaje de accionamiento del cambio por si se ha desalineado y ajustarlo.
Si la caja de cambios sigue dándonos problemas, podríamos hablar de una avería
interna, así que no nos quedará otra más que desmontar la caja y comprobar que
rodamientos, piñones y el resto de componentes se encuentran en buen estado y
reemplazar los que estén deteriorados.
4.2 Caja de cambios automática
Podemos hablar de un fallo en una caja de cambios automática, si detectamos alguno de
estos tres síntomas:
Las marchas resbalan cuando se intenta cambiar: Lo más probable es que se
deba a una mala lubricación, por lo que recomendamos reponer el nivel de aceite
hasta el límite marcado.
Hay una aceleración pobre en todas las marchas: A bajas velocidades, la
aceleración es reducida si el convertidor de par se avería e impide que el
rodamiento unidireccional del reactor funcione, por lo que se aconseja reemplazar
el convertidor, aunque antes de meternos en complicaciones, igual que en el
supuesto anterior, es mejor comprobar que el nivel de aceite es el adecuado y no
está causando problemas por ello.
No se realiza el cambio de marchas: O se trata de una avería general que nos
invita a pasar por el taller para hacer una revisión completa, o hay un mal ajuste
del mando y debemos verificar las presiones y volver a ajustarlo.
Si persistieran los problemas, tal como indicamos en el último punto, deberemos acudir a
un taller de confianza, ya que a veces las cajas automáticas fallan por quedarse
agarrotadas o desgaste del embrague.