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El desmonte con pala frontal, dejando los restos leñosos en cordones o colleras, es llamado también “ desmonte
limpio” . La siembra de pasto ya se hace al desmontar. La sembradora va fijada a la topadora o después con una
rastreada o con el rolo. Los cordones se queman después de uno o varios años.
El desmonte con pala frontal dejando los restos en forma de caracol. Los restos leñosos quedan en montículos
dispersos aleatoriamente por toda la superficie. Actualmente es el sistema más usado. La siembra del pasto se
hace al desmontar. El piquete se puede pastorear una vez instalada la gramínea, y la quema se puede atrasar
entre dos a cuatro años. Después se quema o se le hace un tratamiento especial.
Desmonte en forma de caracol: la topadora tira un rolo pesado. Es muy similar al punto anterior; el precio es más
elevado.
Desmonte a mano: usando la superficie con el sistema silvopastoril. Es muy poco utilizado; se puede practicar en
superficies pequeñas. El pequeño productor podría aprovechar la madera para la producción de carbón.
Los puntos de partida para la habilitación de tierras, respondían a la presunción o intuición de la calidad de las
mismas.
Se consideraba, por ejemplo, la ubicación del campo dentro de un área de tierras favorables, en otros casos la
vecindad a un camino público de acceso a la propiedad, la cercanía a cursos de agua (arroyos o ríos, etc.), la pre-
caria o definitiva existencia de una infraestructura (llámense viviendas, galpones, corrales, etc.).
Este accionar intuitivo, dió como consecuencia, el desmonte de tierras no aptas para la agricultura o con se-rias
limitaciones, lo que significaba en el corto plazo el abandono de las tierras, o el desmonte de tierras menos
fértiles en detrimento de las más fértiles, el desmonte de suelo de aptitud pastoril o forestal y no agrícolas, o la
insistencia de siembras a pérdidas, hasta un punto en que la explotación resultaba por ende muy
comprometedora, más aún considerando que en esta región no se puede perder una cosecha y que para
mantenerse en la producción, ésta tiene que ser por lo menos buena y todos los años.
El obrar de esta forma, se puede interpretar de diversas maneras; a veces por un exceso de fe o credibilidad en sí
mismo o autoconfianza, otras veces en desconocimiento de la existencia de mapa de suelos o un trabajo profe-
sional de relevamiento aerofotogramétrico en particular y también en falta de confianza a la profesión de la agro-
nomía. Esta situación es real, ha ocurrido y aún sigue ocurriendo.
Sin embargo, para hacer las cosas bien no se debe insistir en ese accionar, tan personal y muchas veces erró-neo.
Existen en la actualidad elementos de juicio muy precisos con los que se logrará la habilitación de tierras de
calidad, disminuyendo los riesgos a límites ínfimos.
Una de las herramientas con que cuenta el productor son los mapas de suelos, encontrándose muchas áreas de
esta región perfectamente estudiadas y otras que si bien no las están, cuentan con fotografía aéreas y pueden ser
objetos de un estudio particular.
La ejecución de la obra de una carretera conlleva en todo caso una serie de procesos de desmonte, terraplenado
y excavación para adecuar los niveles de cota del terreno natural a los exigidos por el proyecto de construcción.
En este post se recogen los diferentes tipos de maquinaria usada para llevar a cabo estas labores en sus distintas
fases.
MÁQUINAS EXCAVADORAS:
La función principal de las máquinas excavadoras es la extracción de material procedente del terreno natural, su
carga y transporte y su descarga en el lugar elegido para la realización del acopio. En función de las características
y desnivel del terreno, se usan dos tipos diferentes de excavadoras: sobre ruedas y sobre cadenas u orugas. Las
segundas ofrecen una mayor estabilidad ante terrenos de desniveles importantes, al situarse el centro de gravedad
de la máquina a menor altura y contar, además, con mayor superficie de contacto con el terreno.
Cazo: se emplea para arrancar directamente del terreno el material a excavar o para cargarlo y
transportarlo a otras zonas. Se emplea en terrenos granulares o de poca resistencia. Es el útil de extracción
más común.
Martillo: se utiliza para romper terrenos tipo roca o formados por materiales de gran dureza en pequeños
fragmentos que posteriormente puedan ser manejados por otra maquinaria.
Ripper: se usa generalmente para la rotura de capas superficiales duras, las cuales no pueden ser
fragmentadas por otros medios.
PALAS CARGADORAS:
La pala cargadora se usa en las labores de excavación y desmonte para la recogida y acarreo del material acopiado
por la excavadora o generado por voladura del terreno hasta el lugar elegido para el almacenamiento en obra o
hasta el medio de transporte que posteriormente lo trasladará a la cantera. El material transportado por la pala en
estas labores está compuesto principalmente por rocas, conglomerados y tierras. La cuchara de la pala ha de
adecuarse a las características de los materiales que debe transportar.
TRACTOR BULLDOZER
El tractor bulldozer es usado en las labores de desmonte y excavación como alternativa a la excavadora para la
extracción y transporte de capas de terreno de poco espesor siempre y cuando la profundidad de excavación sea
pequeña. Estas capas extendidas deberán ser posteriormente compactadas mediante rodillo. Con respecto a la
ejecución de terraplenes, el bulldozer también puede utilizarse para el extendido tongadas de material de relleno,
aunque existen equipos más especializados para la realización de esta tarea, tales como la motoniveladora, de la
que hablaremos posteriormente. La principal ventaja que presentan los bulldozers frente a las palas excavadoras y
cargadoras es que pueden realizar labores de excavación y acarreo sin necesidad de añadir equipos auxiliares. De
igual forma que sucede con las máquinas excavadoras, los bulldozers puede montarse sobre orugas y sobre ruedas.
TRAÍLLAS
Las traíllas son maquinaria empleada de manera específica para la carga y transporte de material. Las traíllas pueden
realizar labores de excavación y acarreo similares a las de los bulldozers, pero no pueden llevar a cabo la extensión
de tongadas de material. Su actividad está indicada para la extracción de terreno de capas superficiales de
materiales fácilmente excavables, acopio de material y vertido posterior en el lugar indicado para ello. Son equipos
adecuados para la excavación de grandes superficies y poca profundidad.
MOTONIVELADORA
Hoja dózer frontal: se trata de una hoja situada en la parte delantera que sirve para empujar la tongada de
material sobrante, dejando únicamente la cantidad necesaria para la nivelación de la capa extendida.
Escarificador central: se trata de un elemento dentado que se sitúa delante de la vertedera, cuya función
es el arranque de raíces y piedras del terreno para facilitar su manipulación.
Ripper trasero: su función es similar a la del escarificador, pero este abarca una superficie de trabajo más
amplia.
Cosechadoras: diferentes tipos y productos
Las cosechadoras son uno de los tipos de maquinaría agrícola más importantes y utilizadas hoy en día,
puesto que son las encargadas de recolectar la producción de cereales, facilitando las labores de segar,
trillar, separar y limpiar el grano, así como almacenarlo hasta su descarga.
Cada vez son más los avances que presentan los modelos de cosechadoras más modernos, ya que
incluyen innovaciones para adaptarse a diferentes tipos de terreno, para evitar atascos en el sistema
recolector, sensores de control y accionamiento para el conductor, etc.
Nos encontramos con un amplio mercado de este tipo de maquinaria, así como con un gran número de
fabricantes de calidad. Sin embargo, las prestaciones suelen ser similares entre los diferentes
fabricantes, salvando determinadas innovaciones técnicas y funcionales.
Por lo tanto, el único factor que podemos tomar en cuenta a la hora de clasificar las cosechadoras es su
sistema motriz, que nos permite diferenciar entre dos grandes grupos de cosechadoras: arrastradas y
autopropulsadas.
Tipos de cosechadoras
Cosechadoras arrastradas
Las cosechadoras de arrastre se consideran menos útiles por su accionamiento con toma de fuerza del
tractor o mediante motor auxiliar, que dificulta la capacidad para maniobrar, especialmente en parcelas
pequeñas.
Este tipo de cosechadoras fueron las primeras en utilizarse, pero en los últimos años han perdido
claramente su protagonismo en favor de los nuevos modelos de cosechadoras autopropulsadas.
Cosechadoras autopropulsadas
Hoy en día, las cosechadoras autopropulsadas son las más habituales en el mundo agrícola, ya que
ofrecen mejores resultados que las más antiguas.
Este tipo de cosechadora se caracteriza por contar con un motor propio que permite su funcionamiento
sin necesidad de acoplarlo a un tractor.
Más allá de las diferencias según el sistema motriz de la cosechadora, los diferentes modelos y marcas
de este tipo de maquinaria son bastante similares, con ciertas diferencias en el funcionamiento y
aplicaciones.
Las cosechadoras nos permiten llevar a cabo la recogida de una gran variedad de productos como arroz,
trigo, cebada, cereales, maíz, girasol, algodón, sustancias oleaginosas… se regulan de una forma u otra
según el tipo de grano o producto que se pretenda conseguir, llegando al punto incluso de necesitar
distintos cabezales que se adapten a nuestra maquinaria para poder llevar a cabo el cultivo de
determinados cereales.
Las cosechadoras son una de las máquinas más utilizadas en el campo junto a los
tractores, grúas de campo y sembradoras; las primeras máquinas que aparecieron lo
hicieron en 1834, más tarde pudimos visualizar modelos de “segadoras- agavilladoras”,
las mismas como su nombre lo indica dejaban las mies en montones, sin atar, sobre el
suelo.
Las explotaciones agrícolas españolas se caracterizan por sus reducidas dimensiones, lo que aumenta la
importancia de esta decisión para no perder competitividad con la suma de gastos, sobre todo si tenemos
en cuenta el aumento desmesurado de los costes de producción de fitosanitarios, abonos o carburantes.
Un mayor ahorro se logra gracias a la adecuada compatibilidad entre el tractor y el apero, algo que
puede llegar a reportar un ahorro en combustible, por ejemplo, cercano a un 20%. El uso correcto de la
maquinaria agrícola y la aplicación de otros criterios como la utilización comunitaria de maquinaria, el
alquiler de servicios agrícolas o el uso de tecnología y electrónica (desde los ya muy conocidos GPS
hasta la programación de aplicación de productos), hacen que la rentabilidad de las explotaciones pueda
mejorar sustancialmente.
La agricultura moderna y competitiva va unida a la selección del equipo mecánico más apropiado
reduciendo los costes de producción, e incrementando la productividad de la mano de obra ocupada en
la agricultura, repercutiendo en la mejora de su nivel de vida.
Las máquinas de reciente fabricación, expuestas con prolijidad y detalle nos seducen a la hora de decidir
la renovación de nuestros viejos artefactos. Estos, aunque fieles y trabajadores, seguramente presenten
algunas falencias a la hora de introducir cambios importantes en nuestro trabajo, particularmente con la
agricultura de precisión, capacidad de trabajo, disponibilidad de servicio postventa, etc.
Es también una buena oportunidad para tomar en cuenta la seguridad de la maquinaria entre los
requisitos de compra. Para ello debemos abrir bien los ojos, para que la máquina no nos encandile a
primera vista y luego nos llevemos una sorpresa cuando la ART o el usuario nos advierta sobre la
ausencia de aspectos de seguridad.