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GUÍA DE LA RESERVA NACIONAL DE

PARACAS

Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 1


GUÍA DE LA RESERVA NACIONAL DE

PARACAS
EDICIÓN GENERAL
Walter H. Wust
TEXTOS
Antonio Brack Egg, Yuri Hooker,
Federico Kauffmann, Patricia Majluf,
Víctor Pulido, Walter H. Wust, Ronald Woodman
FOTOGRAFÍAS
Walter H. Wust
FOTOGRAFÍA suBMarina
Yuri Hooker
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Gabriel Herrera / Wust Ediciones
CARTOGRAFÍA
Grupo Geographos
ASISTENCIA EDITORIAL
Nelly Del Carpio, Jorge Luis Mendoza,
Johnny Parihuamán, Natali Wust
Cuidado de la edición
Gabriel Herrera / Wust Ediciones
PREPRENSA E IMPRESIÓN
Gráfica Biblos S.A.

I.S.B.N: Xxxxx
Hecho el Depósito Legal: N° 2005-3896
Impreso en Lima, Perú, 2006
Todos los derechos reservados. Se prohibe toda reproducción parcial o total de esta obra,
a través de medios mecánicos o electrónicos, sin la autorización escrita de los autores.
PARACAS TOP

LAS AVES LA CATEDRAL


La biodiversidad de Paracas es impresionante. Aquí se han registrado 216 especies de Producto de las travesuras de la erosión sobre un acantilado salitroso, La Catedral
aves. Los diversos hábitat de la Reserva hacen de ella un sitio ideal para el descanso es uno de los destinos más recurrentes de Paracas. Se ubica justo al sur de la playa
y alimentación de aves residentes y migratorias de orilla, provenientes de la región Yumaque, en un lugar donde el viento y las olas han labrado durante milenios la roca
neártica del hemisferio norte, la región austral del hemisferio sur y de los altos Andes. hasta darle la forma una enorme cúpula y una torre saliente.

LAS islas BALLESTAS LOS MANTOS


Las Ballestas son un importante depósito de guano y un lugar privilegiado para observar Las telas de paracas-necrópolis son reconocidas universalmente por la policromía de
de cerca la mayor concentración de lobos marinos y aves guaneras en esta parte del sus figuras bordadas. Fueron elaboradas con algodón y lana de camélidos. Al morir
litoral. Estas islas rocosas reciben su nombre de las ballestas o arcos, seguramente en el individuo, adquirían la sagrada función de ropaje funerario. Los llamados mantos
razón a los grandes arcos de piedra que la erosión ha formado en ellas. miden 2,50 m x 1,30 m en promedio.

LAS PLAYAS EL CANDELABRO


Extensas playas de arena y enormes acantilados que caen al mar en picada; decenas de Este enigmático geoglifo de 182 m de largo y 74 m de ancho se encuentra de cara
miles de aves de todas formas y colores que planean sobre grandes colonias de lobos al mar el norte de la península de Paracas y puede ser observado camino de las islas
marinos; islas y puntas rocosas formadas por los estratos más antiguos de la Tierra; y Ballestas. Como su nombre lo dice, se trata de un enorme candelabro –¿quizás un
extensos arenales y dunas donde el sol brilla sin piedad los 365 días del año. cactus?– labrado sobre una empinada colina de arena.
A nuestros lectores
Es probable que cuando esta Guía llegue a sus manos algunos de los datos
que ofrece sobre infraestructura y servicios hayan perdido vigencia. Por otro
lado, un trabajo de esta magnitud puede dar lugar a errores involuntarios.
Para brindar un mejor servicio, esta guía será permanentemente revisada
y actualizada por un equipo especializado. Agradeceremos comunicarnos
cualquier error, omisión o cambio producido en la información que
contiene la presente edición a la siguiente dirección:

Calle Alcalá 119, oficina 203


Miraflores-Lima 18
T. 273-1669
E-mail: whwust@terra.com.pe
Web: www.walterwust.com

Agradecimientos
Xxxxxxxx

Cómo usar esta guía


Para su comodidad, hemos dividido esta guía en tres secciones: la primera,
Información general, contiene datos generales sobre la Reserva Nacional de Paracas;
la segunda, Datos útiles para el viajero; proporciona consejos de interés para que su
excursión a la Reserva sea un éxito y los próximos visitantes le estén agradecidos; y la
tercera, Paracas de punta a punta, presenta una relación detallada de las principales
atractivos turísticos de la Reserva, así como datos útiles para llegar y disfrutar de sus
beneficios. Complementa esta sección una detallada hoja de ruta.

Usted encontrará, además, textos sobre ecología, historia y geología escritos por
algunos de los más prestigiosos expertos peruanos. Estamos seguros que disfrutará su
lectura mientras aprende sobre la naturaleza de Paracas.

La sección final sobre Servicios turísticos le informará acerca de la infraestructura


disponible en Pisco y Paracas, los centros urbanos más cercanas a la Reserva. Se
incluye también direcciones y teléfonos de hospitales, comisarías, agencias de viaje y
otros de interés para el viajero.
PRESENTACIÓN

A
dorado y protegido desde tiempos muy antiguos por los primeros pobladores
del litoral y objeto de bonanza nacional durante siglos enteros, el mar del Perú es
uno de los más pródigos del mundo y, paradójicamente, uno de los más amenazados
por el avance de la industria y la contaminación humana. A la luz de los importantes
cambios climáticos a nivel global, que han producido una severa alteración en
nuestros ecosistemas marinos, y de la presencia cada vez mayor de amenazas para
la conservación del litoral es nuestro deber trazar nuevas estrategias para preservar
la riqueza de nuestro mar, así como aprovechar sus paisajes y habitantes como una
fuente limpia y sostenible de ingresos para la población local.

La Reserva Nacional de Paracas es, sin duda alguna, el mejor representante del litoral
peruano: extensas playas de arena y rocas cobijadas por enormes acantilados que caen
al mar en picada; decenas de miles de aves de todas formas y colores que planean
sobre grandes colonias de lobos marinos; decenas de islas y puntas rocosas formadas
por los estratos más antiguos de la tierra; y extensos arenales y dunas donde el sol
brilla sin piedad los 365 días del año. Un laboratorio al aire libre donde es posible
observar a las más asombrosas criaturas marinas y donde cada tarde, la muerte del sol
nos regala las más estremecedoras pinturas naturales.

Es un compromiso de Prima AFP colaborar con la difusión y la conservación de lugares


como Paracas, donde la naturaleza parece haberse tomado el tiempo de labrar cada
roca y playa, cada ave y grano de arena, con la minuciosidad de un artista barroco.
Esperamos que esta publicación sirva como una herramienta para la conservación de
Paracas y sus asombrosos habitantes.

Juan Pérez
Repsol YPF
PREFACIO

A
dorado y protegido desde tiempos muy antiguos por los primeros pobladores
del litoral y objeto de bonanza nacional durante siglos enteros, el mar del Perú es
uno de los más pródigos del mundo y, paradójicamente, uno de los más amenazados
por el avance de la industria y la contaminación humana. A la luz de los importantes
cambios climáticos a nivel global, que han producido una severa alteración en
nuestros ecosistemas marinos, y de la presencia cada vez mayor de amenazas para
la conservación del litoral es nuestro deber trazar nuevas estrategias para preservar
la riqueza de nuestro mar, así como aprovechar sus paisajes y habitantes como una
fuente limpia y sostenible de ingresos para la población local.

La Reserva Nacional de Paracas es, sin duda alguna, el mejor representante del litoral
peruano: extensas playas de arena y rocas cobijadas por enormes acantilados que caen
al mar en picada; decenas de miles de aves de todas formas y colores que planean
sobre grandes colonias de lobos marinos; decenas de islas y puntas rocosas formadas
por los estratos más antiguos de la tierra; y extensos arenales y dunas donde el sol
brilla sin piedad los 365 días del año. Un laboratorio al aire libre donde es posible
observar a las más asombrosas criaturas marinas y donde cada tarde, la muerte del sol
nos regala las más estremecedoras pinturas naturales.

Es un compromiso de Prima AFP colaborar con la difusión y la conservación de lugares


como Paracas, donde la naturaleza parece haberse tomado el tiempo de labrar cada
roca y playa, cada ave y grano de arena, con la minuciosidad de un artista barroco.
Esperamos que esta publicación sirva como una herramienta para la conservación de
Paracas y sus asombrosos habitantes.

Lic. Luis Alfaro


Intendente de Áreas
Naturales Protegidas-INRENA
SUMARIO

Introducción Paracas kilómetro a kilómetro: hoja de ruta 68


Paracas, una costa prodigiosa 19
Fauna de Paracas 84
Datos útiles para el viajero 22 Un laboratorio de diversidad 85
Información general 25 Antonio Brack E.
Consejos prácticos 28 Aves de Paracas 91
Usted y el ambiente: protéjalo y protéjase 28 Víctor Pulido
Qué llevar 29 Aves migratorias 94
Dónde acampar 29 Walter H. Wust
Qué comer 30 ¿Lobo estás? 99
Sobre el auto 30 Patricia Majluf
Un mundo submarino 103
Paracas de punta a punta 32 Yuri Hooker
Pisco 35 Cetáceos 110
La Reserva 43
Cómo llegar 43 El futuro de Paracas 112
Excursiones 44 Antonio Brack E.
Bahía de Paracas 45
Atenas 46 Servicios turísticos 118
El Candelabro 46
Lagunillas 47 Mapas y croquis 124
La Mina y El Raspón 47
Punta Arquillo 48
Playas al sur de la península: Supay y Yumaque 48
La Catedral 54
Mendieta 55
Playa Sacasemita 55
Laguna Grande 56
Bahía de la Independencia 57
Playa Barlovento 58
UNA COSTA
PRODIGIOSA
UNA COSTA
PRODIGIOSA
Patricia Majluf

P
ocos son los que visitan el Perú con el propósito expreso de conocer sus costas.
En comparación con Machu Picchu, los Andes o la selva amazónica, nuestra
costa desértica y sus fríos mares no suelen llamar la atención y pasan desapercibidos
para la gran mayoría de viajeros. Incluso para los propios peruanos, a menudo
la costa vale únicamente por sus hermosas playas y como fuente de manjares
inagotables. Solo recientemente, a raíz de las catástrofes ocasionadas por El Niño
en los períodos 1982/83 y 1997/98, estamos percibiendo el importante rol que
juega el mar en nuestras vidas y lo mucho que dependemos de este y sus recursos
para nuestro bienestar.

Una afortunada combinación del perfil de nuestras costas y un complejo sistema


de corrientes que trae del sur las aguas frías de la Antártida y que continuamente
recicla los nutrientes del fondo marino hacia la superficie, hace del mar peruano el
más rico de la Tierra.

En base a la extraordinaria abundancia de unas pocas especies marinas, la economía


nacional tuvo importantes momentos de auge en los últimos dos siglos. Primero
el guano de isla y después la harina de anchoveta, hicieron del Perú una de las
principales naciones pesqueras del mundo. Sin embargo, el escaso cuidado que
se puso en la explotación de estos recursos llevó en muy pocos años al colapso de
ambas industrias. Entre 1960 y la actualidad, el Perú ha capturado casi el 10% del
volumen total de la pesca en el mundo entero, y solo podemos seguir pescando
volúmenes tan altos debido a la extraordinaria productividad de nuestras aguas. En
cualquier otra parte del planeta, bajo las condiciones de explotación a las que están
sometidos nuestros recursos marinos, hace mucho que estos se hubieran agotado.

Por otro lado, la riqueza de nuestro mar no es constante a causa de la aparición del
fenómeno El Niño, que consiste en el arribo de grandes masas de aguas cálidas y
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto
ocasiona que la anchoveta y otros peces migren

pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto ocasiona que la
anchoveta y otros peces migren al sur o se refugien en aguas más profundas, fuera
del alcance de sus depredadores. Con sus presas prácticamente inaccesibles, las aves
y lobos marinos mueren en masa y la pesca se paraliza.

Las especies de nuestro litoral, normalmente adaptadas para sobrevivir a este tipo
de fluctuaciones naturales a través de estrategias reproductivas muy flexibles que
les permiten minimizar las pérdidas a largo plazo, están siendo afectadas por los
cambios en nuestros patrones de clima a raíz del calentamiento global, que ocasiona
una presencia cada vez mayor de El Niño en nuestras costas.

Si combinamos esto con la captura indiscriminada y constante de la mayor parte


de la biomasa disponible de anchoveta y sardina por la pesquería industrial, las
consecuencias a mediano plazo para muchas de las principales especies de nuestro
litoral podrían ser muy graves.

Poblaciones que antes eran capaces de resistir los efectos de El Niño muy intensos,
recuperándose rápidamente de estos, hoy en día toman cada vez más tiempo en
hacerlo y nunca logran alcanzar los niveles poblacionales que tenían antes del
desarrollo de la pesca industrial de la anchoveta. A partir de mediados de la década
de 1970, después del primer gran colapso de la pesquería, las poblaciones de aves y
mamíferos marinos, así como las de muchas especies de peces de la costa peruana,
se han mantenido en niveles muy bajos, y se han reducido cada vez más después
de cada Niño. Si efectivamente se está produciendo un aumento en la frecuencia
e intensidad de la ocurrencia de El Niño, pronto muchas de las poblaciones de
fauna marina habrán desaparecido de nuestro litoral, a no ser que se logre reducir

20 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 21


la presión de pesca de forma tal que estas especies tengan suficiente alimento
disponible para incrementar su capacidad reproductiva o de recuperación.

Aunque no existe mucha información disponible sobre el estatus de la mayoría de los


recursos marinos, existen indicios claros que muchos de aquellos que son explotados
comercialmente se encuentran sobreexplotados o colapsados. Las estadísticas
muestran que las principales especies de importancia comercial prácticamente han
desaparecido y que la mayoría de las especies de mariscos están siendo capturadas
muy por debajo de la talla mínima permitida. Esto indica que también están siendo
sobreexplotadas y sus poblaciones se encuentran seriamente afectadas.

Este colapso de las pesquerías no se limita al Perú; la actividad está en crisis en todo el
mundo. La FAO reporta que de las quince principales regiones pesqueras del mundo,
cuatro ya han sido agotadas y nueve están en franca declinación. En la última década y
a escala mundial las capturas están cayendo, aun cuando las flotas pesqueras están en
constante expansión y pescando cada vez más intensamente. Algunos stocks pesqueros
de gran importancia, como el bacalao en el Atlántico Norte, se encuentran en estado
crítico, de forma tal que ya se ha prohibido o reducido significativamente su pesca. Sin
embargo, solo recientemente se ha tomado conciencia de la crisis profunda que afecta
a los ecosistemas marinos y de la necesidad urgente de hacer algo por ellos.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto
ocasiona que la anchoveta y otros peces migren
Una afortunada combinación del perfil de nuestras
costas y un complejo sistema de corrientes marinas,
hace del mar peruano el más rico de la Tierra.

En el Perú, sin embargo, poco o nada se ha hecho al respecto. Con la riqueza


del mar peruano en mente, siempre se ha presumido que los recursos del mar
son inagotables y que se pueden recuperar sin importar la presión que se ejerza
sobre ellos. Además, con casi el 60% de la población y las principales industrias
ubicadas en las zonas costeras, los intereses políticos y económicos generados son
muy fuertes, y esto lleva a que los políticos no hagan nada al respecto. Por otro
lado, los altísimos niveles de pobreza de las comunidades pesqueras hacen que estas
se muestren reacias a cualquier medida que limite su uso de los recursos.

Es posible que un factor relevante que ha contribuido a esta inercia sea el poco
conocimiento de los peruanos sobre la importancia del mar y sus recursos y de la
crisis en que se encuentran. A diferencia de los bosques, donde la tala es evidente
a simple vista, los mares aparentemente no cambian. Difundiendo la excepcional
riqueza de nuestras aguas, representada magistralmente por las costas de Paracas,
esperamos que se logre una mayor apreciación de ellas y, de ser posible, el interés
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto suficiente para buscar un cambio a largo plazo en nuestras formas de uso. Esperamos
ocasiona que la anchoveta y otros peces migren que esta guía contribuya con este propósito.

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INFORMACIÓN
GENERAL
Categoría: Reserva Nacional

Fecha de creación: 25 de setiembre de 1975

Dispositivo legal: Decreto Supremo N°. 1281-75-AG

Superficie: 335.000 hectáreas *

Localización: distrito de Paracas, provincia de Pisco, Región Ica

Vida silvestre: 216 especies de aves, más de 180 de peces y 20 de cetáceos

Arqueología: 114 sitios arqueológicos registrados

Hábitat: desiertos, playas de arena, enormes acantilados y orillas rocosas

Objetivo
Conservar una muestra representativa de los ecosistemas marinos del mar frío de la
Corriente Peruana, considerado por los especialistas como el más productivo de la Tierra,
además de mantener los ambientes utilizados por una amplia variedad de especies
migratorias para su alimentación y refugio durante sus largas travesías anuales.

Reconocimientos
Debido a su importancia como lugar de descanso y alimentación para especies
migratorias, en 1991 fue elevada a la categoría Reserva Regional de la Red Hemisférica
para Aves Playeras (en la actualidad Programa Wetlands for the Americas). Asimismo,
en abril de 1992 fue reconocida como uno de los sitios de carácter especial para
la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional (Convención
RAMSAR), especialmente como hábitat de especies acuáticas.

*Parte de la superficie de la Reserva, específicamente 217.594 hectáreas, está constituida por ambientes
acuáticos. El resto, 117.406 hectáreas, corresponde al desierto costero.

24 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 25


Texto ANPs,
SINANPE e
importancia Mapa
de las ANPs ANPs

26 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 27


DATOS UTILES
PARA EL VIAJERO
No le ha pasado alguna vez que luego de viajar horas de horas y llegar a lo que
cree el rincón más apartado y hermoso de la ruta, y a punto de desempacar su
cargamento y sintiéndose un Indiana Jones o Robinson Crusoe, encuentra las “huellas”
de algún visitante anterior. Me refiero a las infaltables bolsas de basura, cuando no
está desperdigada por el lugar; “tatuajes” en los árboles o tristes recordatorios en las
rocas... “Juan estuvo aquí” o “Pepe y Lola se aman”. Bueno, si le ha pasado, no crea
que es el único. A continuación, algunas recomendaciones de utilidad para disfrutar
conservando nuestras playas:

CONSEJOS PRÁCTICOS
Muchas de las playas de Paracas carecen de servicios para el visitante, lo que para
muchos es precisamente donde reside el encanto del lugar. Por eso, cuando se
dirija hacia una playa que no conozca lleve siempre agua y alimentos en cantidad
suficiente. No olvide el protector solar y alguna casaca ligera para el viento de las
tardes, así como una bolsa plástica para llevar de vuelta sus desechos. En caso de
transitar por caminos afirmados o de arena, evite aventurarse en ellos a menos que
esté acompañado y cuente con la experiencia del caso. Si va a circular por arena
desinfle un poco sus neumáticos, ello evitará que su vehículo se atasque fácilmente.

Para los que gustan de las comodidades de la ciudad, las playas cercanas a la bahía
de Paracas cuentan con restaurantes y establecimientos de hospedaje que funcionan
todo el año e incrementan su afluencia y servicios entre diciembre y marzo. Recuerde
que estos lugares se llenan durante los feriados nacionales, por lo que es necesario Qué llevar
hacer las reservas con anterioridad. Nunca vaya a la playa sin protector solar (la capa de ozono nos pasa la factura).
Gorro o sombrero, además de lentes de sol son siempre recomendables.
En ciertas playas, como las de la bahía de Paracas y algunas del norte, existe el riesgo Abundante agua potable, especialmente si va con niños.
de ser “picado” por una raya o pastelillo. Para ello se recomienda ingresar al mar con Lleve siempre consigo bolsas para los desperdicios y sobretodo... llévelas de
zapatillas, watershoes o arrastrando los pies, con lo que se evita las dolorosas heridas. regreso al basurero más cercano. El próximo visitante (que puede ser usted, se
En caso de una picadura, lavar con abundante agua dulce y lo más caliente posible. lo agradecerá).
No use arena porque empeorará la situación. A menudo, una buena bolsa de dormir es suficiente para pasar las noches de
verano en las playas peruanas. En todo caso, arme su carpa antes de llevarla de
Los aficionados al camping tienen en Paracas una amplia gama de playas para escoger. campamento y vea que tiene todo lo necesario.
Recomendamos acampar siempre en grupo, especialmente cuando se visita playas Compre leña en los pueblos cercanos a la playa para hacer su fogata nocturna.
alejadas o de acceso difícil. Las caletas pesqueras son buenos lugares para alquilar Asegúrese de apagarla bien antes de dormir (no la cubra con arena).
embarcaciones y conseguir pescado fresco, así como para reparar desperfectos en
motores fuera de borda. Dónde acampar
Fíjese en la dirección del viento (en nuestra costa, generalmente es suroeste) y
Usted y el ambiente: protéjalo y protéjase oriente su campamento de espaldas a este.
Hay una frase que resume lo que debe ser una visita exitosa a un lugar natural: “No Busque una zona protegida del viento, que suele ser el extremo sur de las ensenadas.
tomes más que fotografías y no dejes más que tus huellas”. Créalo, si le gusta la vida Observe las marcas de la última marea, no sea que tenga que despertar surfeando
al aire libre, verá que bien funciona y de esta forma nos beneficiaremos todos. por la noche.

30 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 31


Por la tarde la arena se suelta, con el consiguiente peligro de que su vehículo
se atolle. Téngalo en cuenta si ingresa a un lugar poco accesible de noche o
de mañana.
Muchas playas se abarrotan durante los feriados largos, especialmente en Año
Nuevo. Si gusta de la soledad y la paz... quédese en Lima en esos días.

Qué comer
Si está cerca de una caleta de pescadores compre pescado y mariscos frescos. No
se arrepentirá.
Una propina sumada al precio del pescado suele ser suficiente para que los
pescadores le preparen un almuerzo suculento e inolvidable.
Si lleva carnes blancas (pollo) calcule medio día antes de que empiece a
malograrse.
Guarde bien sus alimentos por la noche. Los perros, roedores y zorros (cuando los
hay) pueden hacer de las suyas con su desayuno.
No lave los platos ni arroje los desperdicios a la orilla. Generalmente los restos
permanecen allí por semanas, justamente en los lugares ideales para darse un buen
baño. Utilice un balde y haga un agujero en la arena para ello.
No use detergentes. Un poco de arena fina limpia hasta la peor de las mugres.

Sobre el auto
Asegúrese de contar con gata y llanta de repuesto... bien inflada (un inflador nunca
está de más).
No olvide los documentos: tarjeta de propiedad y licencia de conducir.
Contar con una buena guía u hoja de ruta ayuda mucho y entretiene.
Verifique el estado de los frenos, luces y batería.

EL GUARDAPARQUE
Xxxxxx.

Texto
guardaparques

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PARACAS DE
PUNTA A PUNTA

34 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 35


PISCO
Distancia desde Lima Altitud Temperatura Código LDN
261 km (N) / 6 h 5 msnm Máx: 30 ˚C Mín: 8 ˚C 56
por carretera asfaltada Promedio anual: 22 ˚C

La historia de Pisco se remonta a tiempos precolombinos. El valle donde se levanta


la ciudad era parte de los territorios del señorío de Chuquimanku, que fue anexado
más tarde al Tawantinsuyu bajo el gobierno de Pachacútec. La fundación española
de la ciudad se pierde entre los vericuetos de las crónicas. Para algunos, fue en 1640
cuando el virrey Conde de Nieva estableció la Villa de la Magdalena de Pisco. Para
otros, fue fundada bajo el nombre español de San Clemente de Macera en 1650.
Lo cierto es que, años más o años menos, y debido al efecto de los devastadores
maremotos de 1662 y 1687, la población se mudó hacia el interior –al lugar que hoy
ocupa– bajo el nombre de Villa de Nuestra Señora de la Concordia de Pisco. Pero sus
penurias no acabarían allí, los piratas habían puesto el ojo en la ciudad y apenas un
año más tarde, el corsario William Davis la asoló sin piedad.

La situación de la población cambió conforme crecían sus parras y viñedos. Pronto


se necesitó más mano de obra para procesar la uva, por lo que fueron traídos al
lugar esclavos negros con órdenes de trabajar la tierra. Se dice que la naciente
industria del vino llevó a la gente de color a superar en número incluso a la raza
indígena de la zona antes de la Independencia. El aguardiente producido en las
haciendas y embarcado desde el pequeño puerto recibió el nombre popular de
pisco. Desde aquí partían los cántaros o piscos cargados del preciado aguardiente
de uva hacia diversos puntos del país y el extranjero.

Años más tarde, Pisco se convertiría en el cuartel general de don José de San Martín,
quien desembarcó en las costas de Paracas una soleada mañana de setiembre de
1820. Cerca a la actual ciudad se encuentra la antigua hacienda Caucato –nombrada
en honor a un ave local–, escenario del triunfo de las fuerzas libertadoras sobre los
realistas al mando de Rodil.

Hoy Pisco posee la denominación de origen de la más venerable de nuestras bebidas:


el pisco. El puerto, inactivo, sigue siendo la base de la pesca artesanal y el punto de
acopio de la mayor parte de los mariscos que llegan a la capital –conchas de abanico,
almejas, choros, chavetas, chanques y cangrejos. Además posee una pesca siempre
generosa y de gran calidad que cuenta con cabrillas, lenguados y ojos de uva, entre
sus exponentes más sobresalientes. Pisco se ubica a unos minutos de la carretera
Panamericana Sur. La ciudad ha sido dividida en dos partes, Pisco pueblo, con sus
casonas de estilo colonial, arboledas y plazas (aquí está la mayoría de servicios); y

36 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 37


Pisco puerto, a orillas del mar, donde se ubica el local de la Capitanía de Puerto, el
viejo muelle de fierro, la plazuela Colón y varias casonas de quincha con hermosas
ventanas de hierro forjado (lamentablemente muy venidas a menos) ubicadas a lo
largo del Malecón Miranda. Durante el verano existen aquí varios albergues para
turistas y uno que otro restaurante.

En la ciudad, siempre tranquila y apacible, hay poco que ver. Sugerimos tomar la
fresca plaza, a la sombra de viejos higuerones y poncianas, como punto de partida para
visitar la catedral y el Club Pisco (Av. San Martín 132), cuartel y base de operaciones
del Libertador durante su estadía en la ciudad. Muy cerca se encuentra la antigua
iglesia San Francisco, construida por los jesuitas y separada de la Municipalidad
por un estrecho pasaje. Si le gusta el misterio, dése una vuelta por el Cementerio
Municipal para visitar la tumba de Sarah Ellen, quien murió en 1913. Pregunte a
los guías locales por su historia de vampiros y fantasmas, bien conocida por todos
en Pisco. La avenida San Martín –bastante deteriorada al momento de cerrar esta
edición– une la plaza principal con el puerto. Esta fue la ruta que utilizó el Libertador
para ingresar a la zona luego de su desembarco en Paracas. Esta es también la ruta San Andrés
que deberá seguir para dirigirse a Paracas. Una antigua caleta de pescadores ubicada al lado mismo de la carretera que
une Pisco con Paracas. El muelle artesanal José Olaya, bulle de actividad cada
SERVICIOS mañana con la llegada del pescado fresco. En San Andrés encontrará varias
Vea la página 120 bodegas y una estación de servicio para sus primeros abastecimientos; desde este
pintoresco distrito en donde a la puerta de cada casa encontrara botes varados
RECOMENDACIONES y hombres tejiendo las redes de pesca, salen a la mar valerosos pescadores que
• Los servicios (hoteles y restaurantes) suelen estar abarrotados durante los fines de nos permiten disfrutar del delicioso pescadito que en nuestra mesa se sirve al
semana largos. Haga sus reservas con tiempo. vapor o frito con mucha cebollita y rocoto.
• Los mosquitos pueden ser un problema durante las noches de verano en la ciudad.
Lleve espirales o repelente. Servicios
• Desde Pisco salen colectivos cada media hora rumbo a Paracas. Averigüe por los Vea la página 120
horarios de regreso (ver Servicios, pág. 120).

38 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 39


HISTORIAS ENTRE LA ARENA
Federico Kauffmann Doig

La península de Paracas fue el lugar elegido por los hombres del desierto para
sepultar a los ilustres difuntos de la cultura que denominamos paracas, un pueblo
cuyos orígenes se remontan a los últimos siglos previos a nuestra era. Hoy sabemos
que su desarrollo se prolongó por más de quinientos años, aproximadamente hasta
el siglo IV. Dos son las etapas que comprende esta cultura, las mismas que han sido
nombradas por los expertos en función a la forma en que enterraron a sus muertos:
paracas-cavernas y paracas-necrópolis, que le sigue cronológicamente.

La región de Paracas es extremadamente árida. Al carecer de agua, sus suelos son


improductivos. Por esta razón no fue habitada. Los cuerpos que allí fueron sepultados
corresponden a pobladores que moraron en los valles vecinos, acaso en sectores océano. La Mamacocha era para los antiguos peruanos fuente universal de las aguas.
medios del valle de Pisco, si tomamos en cuenta los recientes hallazgos de cerámica Esta circunstancia explicaría por qué el pueblo paracas eligió esta península como
de estilo paracas-cavernas realizados en el lugar. lugar de reposo de sus muertos.

No obstante la cercanía del mar, con su rica fauna marina, tanto los paracas-cavernas Las tumbas de los paracas-cavernas estaban conformadas por espacios colectivos
como los paracas-necrópolis se sustentaban básicamente de la agricultura, y solo en excavados en forma de grandes pozos en el suelo. Los paracas-necrópolis, en
segundo lugar de la pesca. Testimonio de ello son los alimentos colocados en vasijas cambio, sepultaban a sus difuntos directamente en la tierra o emplazándolos
que debían alimentar simbólicamente a los difuntos en su viaje de ultratumba. en pequeñas cámaras subterráneas recubiertas de piedras. En ambos casos, los
cuerpos de los muertos eran momificados y envueltos en abundantes telas hasta
Como sucedió en todas las sociedades antiguas que basaban su economía en conformar un bulto o fardo funerario.
la agricultura, los paracas debieron experimentar un apremiante crecimiento
demográfico, que los obligaba a extender su frontera agraria más allá de los estrechos Mientras que en las sepulturas paracas-cavernas la cerámica asociada es policroma,
valles bañados por el agua de los ríos provenientes de los Andes. Aquello exigía de colores brillantes aplicados después de la cocción, en las de paracas-necrópolis
realizar complejas obras de irrigación. Pero estos esfuerzos resultaban insuficientes esta es por lo general monocroma. Sin embargo, fue en sus magníficas piezas textiles
cuando sobrevenían alteraciones climáticas recurrentes, como las provocadas por el donde estos últimos volcaron su amor por los colores. Las exploraciones arqueológicas
fenómeno de El Niño, causante de feroces sequías o excesos pluviales que daban realizadas en 1927 y en años posteriores por Julio C. Tello y Toribio Mejía Xesspe,
lugar a catastróficos desbordes de los ríos. pusieron al descubierto 429 fardos o paquetes funerarios paracas-necrópolis. Algunos
–cerca del 10%– alcanzaban grandes dimensiones, llegando a medir varios metros de
Para paliar estas adversidades, que hacían asomar una y otra vez el flagelo longitud por más de 1,50 m de alto.
del hambre, los antiguos peruanos recurrían a elaborados rituales destinados
a granjearse la benevolencia de lo que consideraban era el dios del agua, un ser Las telas de paracas-necrópolis son reconocidas universalmente por la policromía de sus
sobrenatural capaz de regular el régimen de las lluvias que –al precipitarse en áreas figuras bordadas. Fueron elaboradas con algodón y lana de camélidos (llama, alpaca
cordilleranas– engrosaban los ríos costeños y permitían así fecundar a la diosa Tierra y vicuña). Al morir el individuo, adquirían la sagrada función de ropaje funerario. Las
o Pachamama. prendas paracas-necrópolis más portentosas son los llamados mantos, que miden, en
término medio, 2,50 m x 1,30 m. Se estimaba que los mantos eran sujetados sobre
Si bien la aridez de la península de Paracas no permitía morar de manera permanente los hombros, pero en el antiguo Seminar für Völkerkunde, de la Universidad de Bonn,
en ella, su configuración, al proyectarse mar adentro, debió recibir especial Alemania, fue expuesto un fragmento de tela bordada que retrata a personajes que
significado: hundía su punta, por así decirlo, en las entrañas de la Mamacocha u portan el manto sujeto a la cabeza, a manera de una larga mantilla.

40 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 41


En los mantos de paracas-necrópolis las figuras bordadas aparecen distribuidas Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto
siguiendo un patrón específico: van ordenadas en hileras. Una misma imagen es ocasiona que la anchoveta y otros peces migren

representada en sucesión, aunque variando sus detalles debido al color de sus hilos.
Por lo general, estos presentan una figura emblemática per se. Los seres sobrenaturales
son expuestos unas veces boca arriba y otras veces boca abajo, en estricta alternación
cromática. Las diversas figuras policromadas bordadas en los tejidos deben ser
consideradas como representaciones gráficas de relatos míticos.

Todas las momias de Paracas acusan posición fetal. Además de practicar extensamente
la trepanación del cráneo, los paracas lo deformaban hasta alcanzar límites más allá
de lo imaginable. En la boca, sobre la lengua, las momias suelen lucir una lámina
de metal, patrón cultural de carácter mágico también presente en otras culturas del
antiguo Perú y de América.

Las momias de Paracas portan adornos tales como collares, narigueras de oro
imitando mostachos de felino, diademas y ornamentos circulares hechos de oro
laminado que eran emplazados en las orejas o sobre las trenzas. Con todo, los
objetos de oro son escasos y se les confeccionaba utilizando láminas martilladas muy
delgadas o del tipo papiro.

Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto
ocasiona que la anchoveta y otros peces migren

42 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 43


LA RESERVA
Distancia desde Lima Altitud Temperatura Código LDN
261 km (N) / 6 h 5 msnm Máx: 30 ˚C Mín: 8 ˚C 56
por carretera asfaltada Promedio anual: 22 ˚C

CÓMO LLEGAR
Para acceder a la Reserva y sus playas es posible tomar dos rutas alternativas: una
clásica, que se inicia en el desvío del km 230 de la Panamericana Sur y que conduce
a Paracas atravesando la ciudad de Pisco y la caleta de pescadores de San Andrés; y
otra, también asfaltada aunque menos frecuentada, que parte del desvío en el km
245 de la Panamericana Sur, pasando la fundición de estaño, y que recorre unos 11
km para unirse a la carretera asfaltada en la zona de La Puntilla, a la entrada misma
del balneario de Paracas.

En el cercano balneario de Paracas y la playa El Chaco es posible encontrar varios


hoteles y restaurantes (ver Servicios turísticos, pág. 120), además de embarcaciones
para visitar las islas Ballestas. Desde la garita de ingreso a la Reserva parte un camino
hacia la izquierda (asfaltado los primeros 15 km) que conduce a las Salinas de
Otuma (y a partir del cual se accede a las bellas playas de Supay, Yumaque y La
Catedral). Siguiendo hacia la derecha se llega al Museo de Sitio Julio C. Tello y al
desvío (afirmado, izquierda) que conduce a las playas del extremo sur de la península
(Lagunillas, La Mina, el mirador de lobos de Punta Arquillo, entre otras). Si no se
toma este, se puede continuar por la carretera asfaltada (derecha) que prosigue hacia
El Sequión, la apacible Atenas y Punta Pejerrey, donde se ubica el puerto General San
Martín (fin del camino).

Desde Lagunillas, varios caminos afirmados conducen al sector sur de la Reserva, y


se unen eventualmente con la ruta que parte de la garita de control, y nos permite
acceder a muchas de las playas más bellas y mejor conservadas de la región: Mendieta
y la bahía Independencia (Canastones, Carhuas, Barlovento, El Negro, Antana,
Olleros). Para llegar a estas últimas es necesario contar con vehículos 4 x 4 (y saber
conducirlos) ya que el terreno es arenoso y difícil. Recomendamos ingresar con guía
a esta zona.

* Si desea contar con un mapa oficial, la zona de la península de Paracas se encuentra cubierta por la carta
28 K del Instituto Geográfico Nacional de Lima.

44 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 45


EXCURSIONES Bahía de Paracas
* Las distancias están medidas desde la garita de control de ingreso a la Reserva. Distancia: 4,5 km
Servicios: restaurantes, hoteles, internet, policía, centro de salud y tiendas
Aquel lugar mágico de desiertos salitrosos y mar siempre azul, es sin duda la principal
reserva natural de nuestro litoral. Sus cerca de 335.000 hectáreas se extienden desde la El balneario de Paracas es el último punto para abastecerse de insumos antes de iniciar
península del mismo nombre hasta la punta Gallinazo Sur, que se ubica al sur de Morro su visita a la Reserva. Caracterizado por sus grandes palmeras datileras y sus arbolillos
Quemado en la bahía de la Independencia, protegiendo una extraordinaria diversidad de tamarix, el lugar cuenta con un puñado de casas –algunas muy lujosas– ubicadas
de especies adaptadas a la vida en la estrecha franja que definen las arenas y las olas. en el malecón a ambos lados del antiguo hotel Paracas (hoy remozado y en excelentes
condiciones) y varios alojamientos para turistas. El balneario cuenta con algunos muelles
Contar con el mar más rico del planeta le ha valido a Paracas la oportunidad de privados, una flotilla de lanchas recreativas, además de un minimarket, teléfono
convertirse en un verdadero imán para la vida natural. Y los humanos no nos excluimos. público, correos, centro de salud, cabina de Internet, estación de Policía y una estación
Hasta sus costas llegan cada año cientos de miles de aves migratorias que, recorriendo de servicio (la última posibilidad de aprovisionarse de combustible por estos lares). La
distancias que quitarían el aliento hasta al viajero más curtido, encuentran en sus bahía de Paracas ha sido reconocida por la OMI (Organización Marítima Internacional)
orillas el alimento necesario para sobrevivir durante el frío invierno septentrional. como una zona altamente sensible.
Hasta ellas llegan también, cada verano, procedentes de las congestionadas urbes
costeñas, una legión de visitantes en busca de, precisamente, lo que no tienen en
casa: paz, aire puro y un paisaje de ensueño.

Recorrer Paracas puede ser, al mismo tiempo, una experiencia relajante y encantadora
o una aventura radical. Depende del lugar que escoja como destino y la información
con que cuente al ingresar a sus caminos de salitre afirmado.

Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.

El Chaco
Ubicado sobre una pequeña ensenada, El Chaco comenzó como un punto de
embarque para botes pequeños. Más tarde, sus aguas calmas atrajeron a
sanandresinos y pisqueños hasta convertirlo en una suerte de playa de fin de
semana. Con el tiempo, el lugar se pobló de embarcaciones y se convirtió en el
punto de salida alternativo para las lanchas con destino a las islas Ballestas (ver
Servicios, pág. 120). Hoy, El Chaco es punto de referencia obligado para todo
aquel que visite Paracas. Aunque luce algo descuidado y cuenta con problemas de
limpieza, se ha organizado para ofrecer una flota competente de lanchas rápidas y
un bulevar con buenos restaurantes especializados en pescados y mariscos. Existen
varios hospedajes sencillos, una feria artesanal y cabinas de Internet. Desde aquí
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto parten también los colectivos a Pisco.
ocasiona que la anchoveta y otros peces migren

46 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 47


Atenas Lagunillas
Distancia: 11 km Distancia: 7,5 km
Servicios: restaurante, estacionamiento, camping Servicios: muelle artesanal, restaurantes, estacionamiento, baños públicos

Es la playa de más fácil acceso de la Reserva, se caracteriza por tener poca Una de las zonas más visitadas de la Reserva, a la que se llega siguiendo una trocha
profundidad y movimiento de aguas. Alberga una alta diversidad de aves y el 70% de 6 km que corta el “cuello” de la península de Paracas. El lugar, a orillas de una
de las que habitan en la zona son especies migratorias. Atenas es considerada, amplia bahía de aguas calmas, cuenta con un desembarcadero artesanal a donde
de acuerdo a la zonificación de la Reserva, como una zona de recuperación, un llega el pescado y mariscos frescos cada
espacio que requiere un manejo especial para recuperar su calidad y estabilidad tarde. También existen varios restaurantes
ambiental, Además, las playas Sequión, Atenas, Cangrejal y Santo Domingo se especializados en platos marinos, algunos
encuentran en la denominada Zona de protección estricta, destinada al descanso, muy buenos como el clásico Rancho de la
anidación y alimentación de aves residentes y migratorias. Por ello no se permiten Tía Fela. Hacia el extremo sur encontrará
allí actividades turísticas como el kitesurf, windsurf u otras actividades similares. una pequeña playita de arena gruesa
y rojiza, ideal para disfrutar de un buen
El Candelabro baño en las frías aguas. Lagunillas es el
Distancia: 15 km punto de partida para visitar el mirador
Servicios: ninguno de lobos de Arquillo y la playa La Mina.
Aquí también se pueden rentar botes para
Este enigmático geoglifo de 182 m de largo y 74 m de ancho se encuentra de cara la pesca de pinteo.
al mar el norte de la península de Paracas y puede ser observado, solo desde el
mar, camino de las islas Ballestas. Como su nombre lo dice, se trata de un enorme La Mina y El Raspón
candelabro –¿quizás un cactus?– labrado sobre una empinada colina de arena. Distancia: 12,5 km Aguas cálidas y pobres en nutrientes
Su trazo recuerda al de las líneas de Nasca, aunque su factura es más reciente y Servicios: estacionamiento, baños provenientes del otro lado del Pacífico.

data del tiempo de la Colonia. Algunos dicen que fue trazado por piratas y otros
aseguran que estaría relacionado con la Cruz del Sur y servía como referencia para Las playas más concurridas de la Reserva y, para muchos, las más hermosas. De mar
los navegantes. Existe un camino afirmado que parte desde playa Atenas hacia el calmo y cristalino, toma su nombre debido a la antigua mina de carbón que se ubicó en
noroeste y llega hasta el lugar. Está prohibido acercarse por tierra, por lo que El el extremo sur de la playa. Se accede a ellas siguiendo el camino afirmado a Lagunillas.
Candelabro debe observarse únicamente desde el mar. Los letreros en el aparcadero lo orientarán. Existe un sendero de cemento con escaleras
para descender a la playa. Durante el verano suele estar muy concurridas por bañistas.
Aquí es posible acampar y realizar deportes acuáticos como el buceo. El Raspón es
una pequeña playa de arena y ubicada a la izquierda de La Mina– a la que llegan
los bañistas escapando de las multitudes. Para llegar a ella deberá descender por una
cuesta rocosa empinada, donde deberá tener cuidado (de allí el nombre de la playa).

Punta Arquillo
Distancia: 12 km
Servicios: mirador, estacionamiento

Ubicada en el extremo sur de la península de Paracas, es un excelente mirador


de las loberías, desde donde se puede apreciar –sobre todo en verano– al cóndor
andino en busca de placentas y carroña. El mirador posee barandas de seguridad
y un estacionamiento para vehículos. Le recomendamos llevar un buen par de
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. binoculares y abrigo, ya que el viento suele ser intenso. Si va con niños esté muy

48 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 49


Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.

alerta con los precipicios. Se accede a través de la ruta de Lagunillas, a 15 km de


la garita de ingreso.

Playas al sur de la península: Supay y Yumaque


Distancia: 6 km
Servicios: mirador, estacionamiento

Se accede a ellas desde Lagunillas o la garita de control de la Reserva, siguiendo una


trocha afirmada que recorre la costa. Rumbo al sur, antes de llegar a los grandes
acantilados, hay una playa de arena gruesa y mar medianamente calmo llamada
Yumaque, nombre de origen quechua que significa “donde se extrae con la mano”.
Aquí podrá escarbar en la orilla y encontrar un marisco muy preciado conocido como
“palabrita”, muy agradable para las pastas o tallarines de campamento. Al final de
esta playa, rumbo al sur, encontramos uno de los acantilados más pronunciados de
la costa llamada Punta El cielo, vecina de La Catedral, que se encuentra bañada por
las aguas de la playa Supay, palabra quechua que significa diablo. Esta playa no es
recomendada para nadar debido al fuerte movimiento de sus aguas, sin embargo
con unos buenos anzuelos podría hacer la pesca para la semana. En este lugar Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.
habita un grupo de delfines residentes que usted podrá avistar con mucha facilidad
Aguas cálidas y pobres en nutrientes
desde la parte alta de la playa. provenientes del otro lado del Pacífico.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.
La Catedral
Distancia: 10 km
Servicios: mirador, estacionamiento

Producto de la erosión sobre un acantilado salitroso, La Catedral es, junto a las islas
Ballestas, el destino más recurrente de Paracas. Se ubica justo al sur de la playa Yumaque.

50 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 51


LA ODISEA DEL TIEMPO
Ronald Woodman Pollitt

El desierto y sus criaturas ha sido un tema apasionante para el hombre peruano desde
tiempos inmemoriales. A diferencia de los hombres europeos, que no conocieron la
inclemencia de la arena y el sol, los hombres del Nuevo Mundo –y no solo los que
viven en el litoral– se han ocupado del mar y de esa estrecha franja de dunas y rocas
que le sirve de preludio.

Y en Paracas, el desierto tiene uno de sus mayores exponentes, no solo a causa de sus
bellos paisajes, también a su alta biodiversidad y su historia, que han permitido que
esta área se encuentre protegida por el Estado desde hace más de tres décadas. La
falta de vegetación y la ausencia total de lluvias del desierto de Paracas hacen posible
leer con claridad el gran libro de la geología, esa suma de procesos que desde el
nacimiento de la tierra han configurado el rostro actual de la Reserva: puntas rocosas,
decenas de islas que salpican el litoral, farallones que caen en picada hacia el mar y
decenas de islas e islotes, que hacen de Paracas un lugar irrepetible.

Aquí en Paracas afloran las rocas más antiguas de la Tierra, aquellas formadas en el
Precámbrico, hace 700 millones de años, cuando la vida en el planeta estaba aún allí más pronunciada. De la misma forma, las estribaciones andinas están tan alejadas
en proceso de formación. Otro aspecto determinante del clima y la morfología de que hacen imposible el paso de las lluvias provenientes de la Amazonía. Por otro lado,
Paracas es la reaparición de la Cordillera de la Costa, una cadena de montañas muy las grandes extensiones casi planas del desierto de Paracas calientan las brisas marinas
importante a nivel geológico que nace en el norte, en los Cerros de Amotape piuranos, e incrementan la sequedad.
y se interna en el mar, donde se encuentra cubierta de sedimentos en su mayor parte.
Esta cordillera aflora a la altura de Paracas y conforma las partes más elevadas de la Todos estos factores hacen que en Paracas brille el sol los 365 días del año. Es
península, así como las numerosas islas de la zona, antes de desaparecer a la altura de como un verano perpetuo. La gran insolación de la Reserva facilita la creación de
Nasca, donde forma los cerros Tunga y Huricangana, de 1.500 metros de altura. fuertes vientos provenientes del mar, las famosas paracas, que pueden alcanzar
hasta 80 km/h.
A diferencia del resto de la costa peruana, Paracas carece de esas franjas de verdor
ocasional, donde los hombres han desarrollado la agricultura. Aquí, los ríos más El fuerte viento y el oleaje han producido verdaderas joyas naturales, sobre todo
cercanos, Pisco e Ica, se encuentran a 150 km de distancia hacia el norte y sur, en las partes más occidentales de la Cordillera de la Costa, donde los acantilados
respectivamente. Y esto se debe a la presencia de la Cordillera de la Costa que bloquea de Morro Quemado, la península y el cerro Lechuza alcanzan alturas de hasta 600
cualquier curso de agua proveniente de los Andes. Esta ausencia de erosión fluvial metros. Estas paredes verticales que parecen caer al mar en picada están compuestas
hace que el suelo de Paracas se parezca a Marte, al punto que la NASA, antes de por rocas plutónicas, granitos y graneodoritas, que afloraron a causa del plegamiento
enviar su primera sonda al planeta rojo usó a Paracas como centro de entrenamiento de la corteza terrestre en tiempos antiguos.
para la interpretación de imágenes.
En estas zonas es posible observar sedimentos mucho más antiguos, correspondientes al
Otro de los factores que determinan la morfología de Paracas es la ausencia total de periodo precámbrico, comunes en las zonas de Playón y Mendieta, de formas sinuosas
lluvias, al punto que es probable que no haya llovido en varios miles de años. Como el y veteadas. Los mineros sajones llaman a estas rocas gneiss y pueden ser apreciada en las
mar de Paracas es más frío que en el resto del litoral, la sequedad típica de la costa es piedras y guijarros redondeados que son erosionados por la rompiente.

52 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 53


Otro tipo de roca de interés que se puede apreciar en Paracas corresponde al
Carbonífero y está compuesta por material orgánico fosilizado, como árboles,
plantas y turba depositados hace aproximadamente 300 millones años. Son
precisamente estos restos vegetales los que al convertirse en carbón liberaron el
oxígeno que actualmente respiramos y que permitió el desarrollo de la vida en el
planeta. Este tipo de rocas pueden ser observadas en los extremos de la playa La
Mina y se caracterizan por su forma escamosa.

La siguiente fase visible de la geología de Paracas corresponde al Terciario,


aproximadamente hace 40 millones de años. Estas rocas del Terciario constituyen
otro atractivo pues, además de la región petrolífera del norte, ningún otro lugar de
la costa presenta este tipo de sedimentos. Se dividen en dos formaciones, según la
clasificación de los geólogos: la de Pisco y la de Paracas.

La primera, y más reciente, está compuesta por material del Mioceno superior y
Plioceno inferior, entre 4 y 15 millones de antigüedad. Estas rocas de color blanco se
denominan diatomitas y están formadas por esqueletos fósiles de microorganismos Las extensas dunas de arena que forman verdaderas cordilleras de arena son otras
monocelulares (diatomeas). Son característicos de las Salinas de Otuma y la zona de las atracciones geológicas de Paracas, y un imán que atrae a miles de aventureros
contigua a Ocucaje, donde el color blanco característico de esta formación se aprecia cada año. Estas formaciones son depósitos de arena transportadas por el viento y
con claridad. Aquí es común encontrar fósiles de mamíferos superiores, ancestros de forman los sedimentos del cuaternario más recientes.
las ballenas y delfines de nuestros días.
Mirar más allá de los paisajes del desierto nos puede enseñar mucho sobre cómo
Por su parte, la Formación Paracas, típica de la península y alrededores, tiene entre se formaron la Tierra y sus habitantes. Cada acantilado, playa y canto de Paracas
35 y 40 millones de años de antigüedad y pertenece a la época del Eoceno superior. guarda en su memoria una historia de millones años que espera al viajero para
Esta es la roca de color amarillento típica de la Reserva, que puede apreciarse en la ser descubierta.
Catedral, el monumento natural más visitado por los viajeros.

54 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 55


Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.

En este lugar el viento y las olas han labrado durante milenios la roca hasta darle porción de arena protegida del viento, aunque por lo general está ocupada por los
la forma una enorme cúpula y una torre saliente. Las paredes de La Catedral se han extractores de algas o cochayuyo. Sus aguas suelen ser muy frías y el viento intenso,
convertido en el hogar de numerosas aves marinas como chuitas, zarcillos y piqueros, así que tome sus precauciones; sus islas e islotes cercanos (La Tortuga, el Panetón)
mientras que los roqueríos de los alrededores son el mejor lugar para observar al gato son ideales para la práctica del buceo y la pesca deportiva. Para llegar tome el
marino (Lutra felina). La administración de la Reserva ha implementado una zona de camino asfaltado hacia las Salinas de Otuma, pasando por el desvío a La Catedral, y
estacionamiento y un mirador, además de barandas de protección; próximamente se siga luego la trocha afirmada. Indispensables: abrigo, protector solar y agua.
instalará un sendero interpretativo. Para llegar hasta La Catedral debe seguir la ruta
asfaltada que parte de la garita de control de ingreso a la Reserva y que conduce a las Playa Sacasemita
Salinas de Otuma, al sur (ruta a la izquierda). También es posible empalmar este camino Distancia: 36 km
siguiendo la trocha afirmada que parte de Lagunillas y se dirige al sureste. Servicios: ninguno

Algo más al sur del mirador, siguiendo el borde del acantilado, está la playa La Una playa amplia y hermosa, poco visitada, salvo por algunos campistas y tablistas
Catedral (algunos también la llaman Yumaque, lo que crea confusión). Aquí encontrará en busca de olas durante las crecidas. Se ubica poco antes de llegar a Laguna
señalización de la Reserva y una nueva zona de estacionamiento. El ingreso al interior Grande, al otro lado de la porción de tierra que se adentra en el mar (Punta Carreta).
de la Catedral está prohido, ya que el INGEMMET, organismo encargado de estudios Posee una zona de arena amplia y un islote blanco y afilado hacia el norte, llamado
geológicos en el país, detectó desprendimientos de roca que podrían causar accidentes Lornillo, a través del cual pasan las olas.
a los visitantes. Dicen algunas guías para viajeros que este fue uno de los lugares
escogidos para filmar la famosa película El Planeta de los Simios; sin embargo, Charlton Laguna Grande
Heston no ha confirmado el dato. Distancia: 35 km
Servicios: ninguno
Mendieta
Distancia: 25 km Como su nombre lo indica, Laguna Grande es una amplia zona de aguas bajas y
Servicios: ninguno azules que se ubica en el extremo norte de la bahía de la Independencia, cobijada
por la Punta Carretas. En el lugar existen dos pequeños asentamientos de pescadores:
Un verdadero monumento al mar que reconocerá por el montículo de roca el llamado Sector Muelle al norte, cuenta con algunas casas y un muelle artesanal
perforado en el centro por la fuerza de las olas. Es posible acampar en la pequeña flotante, además de algunas bodeguitas y un puesto de control y vigilancia de la

56 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 57


previa de la Jefatura de la Reserva y en compañía de un guardaparque Desde aquí
es posible descender hacia las mayores loberías de la región. La caminata es ardua y
toma todo el día. Lleve agua, binoculares y abrigo.

Bahía de la Independencia
Distancia: 40 km
Servicios: ninguno

El general don José de San Martín, libertador del Perú, desembarcó aquí en 1820
al mando de 4.118 hombres con el fin de acabar con el virreinato más poderoso de
América. Lejos del tráfago de esos días, la bahía de la Independencia ofrece hoy al
viajero un apacible paraíso de playas calmas donde pasar un excelente día de sol.
Le recomendamos la zona sur de la playa Cruz de Carhuas, protegida del viento por
la Punta El Queso, y con una larga playa de arena, ideal para un buen baño y el
buceo. Se accede a esta zona por una vía afirmada que parte de la garita de ingreso
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.
a la Reserva hacia el sur, atravesando las salinas de Otuma y Mendieta. También
llega hasta aquí una trocha que parte de Comatrana (Ica). De ser posible vaya con
Reserva, desde donde los guardaparques realizan sus actividades de conservación, de camionetas todo terreno o vehículos altos pues la ruta es engañosa hasta para los
acuerdo con los objetivos de creación de la Reserva . Hasta aquí llegan los colectivos más experimentados. Evite viajar de noche.
procedentes de Pisco. Hacia el sur, está el sector denominado Ranchería, ubicado
sobre un varadero de arena sobre el que se levantan un conjunto de antiguos ranchos, Barlovento
esta comunidad está asentada en el lugar hace unos 100 años aproximadamente. Distancia: 110 km
Servicios: ninguno
Debido a su poca profundidad y ubicación, laguna grande es una suerte de guardería
natural para numerosas especies de peces y mariscos. Aquí se desarrollan las algas, los Una extensa zona de playas de arena, algo ventosas, muy visitada por los pescadores
mismos que años atrás –gracias a una inusual combinación de condiciones naturales y con caña, por la abundancia de corvinas y lenguados. En Barlovento se inicia un
de mercado– propiciaron la llegada de grandes cantidades de trabajadores, algunos circuito de playas de arena, separadas por promontorios rocosos y dunas, que se
de los cuales se quedaron. Desde el sector norte de la laguna parte una trocha
afirmada que permite llegar a una zona de hermosos acantilados (Puntas Sacasemita
y Redumbao), ideales para la fotografía y el avistamiento de aves. Ojo, tenga cuidado
con las grietas en el terreno.

La laguna se encuentra casi encerrada por un estrecho paso de agua formado por
una saliente de tierra (llamada El Ancla), al oeste, y la punta Ranchería, al este. Por
esta “bocana” pasan todos los días las embarcaciones que se dirigen a mar abierto o
regresan a la seguridad de la bahía cargados con productos del mar.

Laguna Grande es también el punto de partida para visitar la playa Caclio (buena para
acampar) y el Morro Quemado (585 msnm), una gran montaña en el límite sur de la
Reserva que domina el extremo sur de la bahía de la Independencia y desde donde se
obtienen vistas espectaculares del litoral y las islas cercanas. En Morro Quemado existe
una flora particular y amenazada que vive de humedad producida por la niebla, que
es visitada solo con fines de investigación debido a su alta fragilidad y con autorización Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.

58 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 59


Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.

prolonga hacia el sur y es accesible solo con vehículos todo terreno y por pilotos
experimentados. Estas son: El Negro, en realidad un conjunto de pequeñas ensenadas,
rodeadas por rocas oscuras; Antana, llamada también Santa Ana, posee un cerro
hacia el sur donde existe una gran cueva (la mayor de la costa) en la que suelen
acampar los pescadores con auto incluido; y Gallinazo, donde existe un pequeño
refugio de palos habitado por pescadores. Al sur de esta playa existe una gran duna
que corta el paso, conocida como la “duna del más allá”, que debe ser atravesada para
seguir al sur rumbo a Punta Lomitas, Olleros y Boca del Río (Ica).

Para llegar existen varios caminos afirmados que parten desde Laguna Grande o
Pozo Santo (unas 3 h, si no se extravía en el camino). Es muy importante solicitar
un permiso para visitar la zona a la Jefatura de la Reserva . El lugar no cuenta con
servicios así que lleve abrigo, agua y alimento.

60 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 61


LAS ISLAS DE PARACAS

Islas Ballestas
Distancia: (6 km) 1 h de viaje en lancha desde Paracas
Servicios: ninguno

Estas islas rocosas reciben su nombre de las ballestas o arcos, seguramente en razón
a los grandes arcos de piedra que la erosión ha formado en ellas. Las Ballestas son
un importante depósito de guano y un lugar privilegiado para observar de cerca
la mayor concentración de lobos marinos y aves guaneras en esta parte del litoral.
Ballestas está formada por tres islas: sur, centro y norte. Para visitarlas es necesario
abordar las lanchas que parten del embarcadero de El Chaco; aunque las excursiones
pueden ser contratadas desde Pisco a través de las agencias. La travesía dura entre
dos y tres horas. Para ello usted tiene dos opciones: las lanchas del hotel Paracas o Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.

aquellas que parten de El Chaco (estas últimas requieren de un cupo mínimo para
zarpar). Las expediciones parten cada mañana desde las 6:30 am. Recomendamos playas pedregosas de la isla, llamada El Playón, es lugar de descanso de muchos
hacer sus reservas con antelación y procurar salir lo más temprano posible (a medida lobos y atrae a visitantes de cuando en vez. La isla es también visitada por tablistas
que avanza la mañana el viento y la chupina hacen menos placentero el retorno a durante la llegada de las crecidas, pero no pernoctan en ella, ya que está prohibido
la costa). Ojo, ninguna de las embarcaciones cuenta con cabina para pasajeros, así desembarcar, acampar en ella. San Gallán ha sido clasificada, según el Plan Maestro
que recomendamos llevar protector solar y casaca cortavientos, además de cámara de la Reserva Nacional de Paracas, como Zona de Protección Estricta, y la franja desde
fotográfica y binoculares. Si sufre de mareos, tome medicación al menos una hora la orilla a 100 metros mar adentro como Zona Silvestre. Por ello, hay restricciones
antes de embarcarse. En las islas está prohibido desembarcar. Recuerde, existen para acampar y practicar surf. Indague en la garita de control.
distancias mínimas para el acercamiento de las lanchas. No permita que su guía se
acerque demasiado a la costa o moleste a los animales. Las islas Ballestas no son parte Islas Chincha
de la Reserva, sin embargo, existe una propuesta para incluirlas junto con las islas Distancia: (6 km) 1 h de viaje en lancha desde Paracas
Chincha; por lo pronto siguen bajo la administración de PROABONOS. Servicios: ninguno

Isla San Gallán A pesar de su nombre, las Chincha se encuentran frente al puerto de Pisco. Antiguamente
Distancia: (5 km) 40 min de viaje en lancha desde Paracas estas islas fueron el principal punto de extracción de guano. En ellas se construyeron
Servicios: ninguno viviendas, muelles y hasta uno que otro palacete. Se dice también que era frecuente
observar centenares de embarcaciones fondeadas en sus aguas, en espera de cargar
Las viejas crónicas informan que el nombre indígena de esta gran isla era Chankaylla y el preciado fertilizante con destino a ultramar. Debido a su importancia estratégica,
que, al igual que el cerro Lechuza, era un punto de referencia para la aproximación de las Chincha fueron capturadas por los españoles en 1864 y recuperadas para el Perú
las embarcaciones que accedían a Pisco. Vista desde el extremo oeste de la península, luego del combate del Callao del 2 de mayo de 1866. Las islas, tres en total, se llaman
San Gallán parece más un continente que una isla. Pose enormes acantilados y Sur, Centro y Norte, y se ubican a una distancia aproximada de 400 metros una de
cumbres que superan los 400 m de altura, a menudo cubiertas por la niebla. El sector la otra siguiendo una alineación sur-norte. Las tres albergan grandes concentraciones
norte de la isla cuenta con una zona de aguas tranquilas y varios islotes –llamados de aves guaneras y cuentan con ensenadas, roqueríos y acantilados de gran belleza.
Los Mentirosos por los pescadores– convertidos en lugar de descanso de colonias No obstante, el desembarco está prohibido en ellas. Su tutela y aprovechamiento
de lobos y aves marinas. La isla está separada del continente por el Boquerón, una está a cargo de ProAbonos, ente organismo descentralizado encargado de realizar las
zona de mar traicionero y grandes tumbos que dificulta la navegación. Una de las campañas guaneras cada seis años.

62 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 63


Isla Independencia
Distancia: (3,5 km) 30 min h de viaje en lancha desde Laguna Grande
Servicios: ninguno

A esta isla guanera, grande, elevada y achatada en la cima, se le conoce localmente Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.
como la Vieja. Posee grandes cerros de arena hacia el norte y acantilados infranqueables Aguas cálidas y pobres en nutrientes
hacia el este. La sección sureste es la más accesible, y allí se encuentran las instalaciones provenientes del otro lado del Pacífico.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes
construidas hace cuatro décadas para la extracción del guano. En el lugar hay un pequeño
provenientes del otro lado del Pacífico.
muelle (El Panetón), varias casas y hasta un edificio de tres pisos, que permanece vacío
hasta la llegada de los extractores (cada seis años). Hacia el norte hay una ensenada de
mar calmo donde se cultivan algas para exportación. Se le llama Punta Callao y, vista
desde el aire, reproduce con exactitud la figura del yin yang.

Con excepción de los dos guardaislas de ProAbonos y los guardaparques de la


MAPA
Reserva que patrullan la zona, la isla está habitada solo por aves y lobos. Una de sus
particularidades reside en albergar a la mayor colonia de potoyuncos (Pelecanoides
gardnotti), unas pequeñas aves del tamaño de una paloma que anidan en agujeros
ISLAS
excavados en las laderas arenosas y salen cada noche a pescar anchovetas en altamar.
Hacia el sur, luego de atravesar una explanada amplia convertida en colonia de
anidamiento de pelícanos, se encuentra un promontorio barrido por el viento llamado
cerro Pan de Azúcar.

Isla Santa Rosa


Distancia: (3,7 km) 45 min h de viaje en lancha desde Laguna Grande
Servicios: ninguno

Se ubica justo al sur de La Vieja y se encuentra separada de esta por un estrecho canal
llamado La Trujillana en honor a un barco patriota hundido en estas aguas. En Santa
Rosa solo existe un par de casas de madera habitadas por guardaislas y un embarcadero
de madera. Para acceder a la isla hay que subir la larga escalera de cuerda de 10 m de
altura que suele bambolearse con el viento. Esta pequeña isla pasaría desapercibida
sino fuera por su alucinante paisaje y la enorme cantidad de fauna que la habita.
Aquí viven lobos, zarcillos, aves guaneras y nutrias, que anidan en cada saliente y
se aprietan para aprovechar hasta el mínimo espacio disponible. La isla está partida
en dos. Una playita de canto rodado, cubierta por el mar durante la marea alta, la
conecta con la sección sur, llamada Santa Rosita (dicen que antiguamente un puente
colgante las unía). Dada su ubicación –a escasos minutos de Laguna Grande– este
lugar debería ser un punto de visita obligado para los amantes de la naturaleza. La
recomendamos como un lugar excepcional para la práctica del kayak (tomando todas
las medidas de seguridad).

64 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 65


EL GUANO DE ISLA
Walter H. Wust

El guano, palabra que proviene del quechua wanu, era utilizado por los antiguos peruanos
desde tiempos inmemoriales. Cosechado y almacenado en lugares especialmente
acondicionados en la costa, era transportado a los valles de las serranías y empleado
para la fertilización de las campos de cultivo que alimentaban al Imperio Inca.

El guano de isla era utilizado como abono de forma generalizada y cada isla se había
destinado para el uso de una región específica del imperio. Asimismo, se habían
establecido serios castigos para quienes incumplieran con los reglamentos de uso. “En
tiempo del Inca –señala el Inca Garcilaso– había tanta vigilancia en guardar aquellas
aves, que en tiempo de cría a nadie le era lícito entrar en aquellas islas, so pena de
vida, porque no las asombrase y echase de sus nidos. Tampoco era lícito matarlas en
ningún tiempo dentro ni fuera de las islas so misma pena”.

Se sabe, además, que desde épocas remotas el hombre peruano conoció los poderes En 1840 se firmó el primer contrato para la explotación y exportación del guano. “Los
fertilizantes del pescado, pues se ha encontrado en numerosas ocasiones una apremios fiscales y la falta de honradez de los concesionarios determinaron que el
anchoveta o una cabeza de sardina enterrada junto con una planta de maíz, con el país no recibiera el ingreso justo por esa riqueza”. La extracción del guano de isla se
claro propósito de fertilizarla. convirtió pronto, a pesar de lo escandaloso de los términos de los contratos, en una
actividad creciente y que ocupaba a una mano de obra importante en el país, además
A mediados del siglo pasado, al llegar los primeros investigadores a las costas del de la de millares de esclavos chinos traídos de ultramar.
país, las deposiciones de las aves guaneras habían formado una capa de guano que
sobrepasaba los cincuenta metros de altura sobre las islas y puntas inaccesibles de Los trabajos de embarque, comercialización y consignación permitieron el movimiento
nuestro litoral. de una inusitada flota de barcos en nuestras costas, la mayoría de los cuales era de
bandera inglesa. Se iniciaba así una era de dependencia basada en el guano que
Según Tauro del Pino, fue el naturalista y explorador Alexander von Humboldt el precipitó al país en el primero de los muchos sucesos de explotación irracional de
primero en enviar muestras de guano a Europa para su análisis en laboratorio. Los recursos que recorrerían las páginas de su historia.
resultados hallados, especialmente su alta concentración de nitrógeno, llamó pronto
la atención de los investigadores. La extracción del singular fertilizante, considerado La exportación de fertilizante a Gran Bretaña pasó de poco más de 14.000 toneladas
treinta veces más eficaz que el estiércol de ganado (con un contenido de 16,21 % de en 1842 a casi 200.000 en 1851. El deterioro del recurso se había iniciado de manera
nitrógeno), alcanzó entonces proporciones descomunales. irreversible. El estudioso M. Denegri señala:

El guano de isla parecía inagotable. Miles y miles de toneladas eran extraídas y “Infortunadamente el Perú no supo aprovechar la coyuntura. Lejos de ello, la falaz
exportadas a Europa mientras los gobiernos de turno se enriquecían a un ritmo riqueza guanera nos convirtió en país dependiente de la exportación en sus ingresos y
impresionante. El Perú se sobrepuso así de una dura crisis que lo había azotado de la importación en su abastecimiento. Los barcos europeos no tenían con qué llenar
desde hacía varias décadas. Sin embargo, con el paso de los años y el desarrollo las bodegas en sus viajes hacia el Perú; el guano sí les aseguraba la carga de retorno y
de una intensa actividad pesquera sin limitaciones ni planificación a futuro, se esa circunstancia explica que buena parte de las veredas de Lima fueran hechas con lajas
fueron diezmando los grandes cardúmenes de anchoveta que poblaban nuestros inglesas y que nuestras cocinas consumieran carbón importado de Inglaterra”.
mares –principal alimento de las aves– que redujo drásticamente la producción del
preciado abono. El ingreso de divisas provenientes de la venta del guano llegó a ser tan importante
que superó largamente el presupuesto del Estado, al punto que los peruanos de aquel

66 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 67


entonces no tenían que pagar impuestos. Para el año 1900, sin embargo, debido al
mal uso del recurso y la sobreexplotación pesquera quedaban ya muy pocas aves en
las islas guaneras. Esto motivó una reacción decidida de las autoridades. En 1909
el gobierno creó la Compañía Administradora del Guano y se solicitó la asesoría
de expertos internacionales para iniciar la recuperación de la población de las aves
guaneras. Se establecieron guardianías en las islas y se evitó ocasionar disturbios
incluso durante las campañas de extracción. En 1946 se crearon las Zonas Reservadas
Guaneras en torno a algunas de las puntas de nuestro litoral, y se ampliaron de
manera significativa los refugios para las aves y la fauna marina. Los resultados no
tardaron en aparecer: para 1950 se alcanzó un promedio de 18 millones de aves (casi
el triple de la población existente hacia principios de siglo).

Desde entonces, las poblaciones de aves guaneras han venido sufriendo ciclos de
abundancia y crisis, marcados por los efectos de los fenómenos climáticos y las
crecientes tasas de pesca. En la actualidad el guano continúa siendo explotado, pero
la recolección debe realizarse cada seis años, período necesario para formar la delgada
capa –de tan solo unos centímetros– que justifique la extracción.

Las puntas e islas guaneras se encuentran actualmente protegidas por la legislación


peruana. Su control y administración es responsabilidad de ProAbonos (Proyecto
Especial de Promoción del Aprovechamiento de Abonos Provenientes de Aves
Marinas), entidad que ha hecho un excelente trabajo a lo largo de los años, a pesar de
las limitaciones presupuestales y de infraestructura con que cuenta. Toda autorización
de ingreso a estos lugares deberá ser gestionada ante la entidad responsable y
cumpliendo con normas de conservación rigurosas. En la zona de Paracas, algunas
de las islas (San Gallán e Independencia) son protegidas por la administración de la
Reserva Nacional, que tiene a su cargo su monitoreo y conservación.

68 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 69


PARACAS KILÓMETRO
A KILÓMETRO

70 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 71


HOJA DE
RUTA
El recorrido hacia Paracas se inicia en el desvío ubicado a la altura del km 230 de la
carretera Panamericana Sur. Coloque el odómetro de su vehículo en 00. La carretera
lo llevará hasta la ciudad de Pisco (5 km). Una vez allí tome la avenida San Martín
(actualmente bastante deteriorada) que se ubica frente a la catedral y conduce hacia
el puerto de Pisco (km 07). Al final de la calle doble a la izquierda y estará en el
antiguo malecón Demetrio Miranda. Luego de pasar frente a la Capitanía de puerto y
por algunas cuadras de casonas ingresará a un descampado con el mar a su derecha.
Es el inicio de los humedales de San Andrés –o lo que queda de ellos a causa de
la contaminación y el descuido. Pronto llegará al poblado de San Andrés (km 09),
que posee un muelle y algunos restaurantes. Aquí, como en otros lugares, la carretera
toma el nombre de una avenida, este caso, Genaro Medrano.

A continuación verá la base de la Fuerza Aérea-Grupo Aéreo 51 (km 11), la zona de la


nueva planta de gas (km 13) y las fábricas harineras y conserveras (km 16). Un desvío
a la izquierda (km 20) marca el inicio de la ruta asfaltada que desemboca a la altura
del km 245 de la Panamericana Sur. Usted estará en las proximidades del balneario
de Paracas, con sus típicas palmeras datileras y botes anclados.

Desde aquí, siempre siguiendo la orilla del mar, llegará al primer desvío marcado
por un singular monumento que representa la riqueza marina de la zona: a la mano
derecha se encuentra la hermosa bahía de Paracas, poblada de hoteles y casas
residenciales, y el siempre activo embarcadero de El Chaco, con su rosario de hostales
y restaurantes playeros especializados en pescados y mariscos.

Para ingresar a las playas de Paracas es preciso continuar por la ruta (mano izquierda)
unos 4 km y llegar hasta la garita de ingreso a la Reserva (km 25, Puesto de
Control Santo domingo). Allí, guardaparques correctamente uniformados le exigirán
el pago del derecho de ingreso a la Reserva, el mismo que garantiza la protección
y salvaguarda de esta área natural protegida. A cambio le será entregado un ticket
oficial, un mapa y un folleto explicativo.

A escasos metros de la garita el viajero encontrará una importante bifurcación: la


ruta asfaltada hacia la derecha conduce a la zona de Lagunillas y Punta Pejerrey;
la ruta de la izquierda se interna en el desierto con rumbo al sector sur de Paracas
(Yumaque, La Catedral, Mendieta, Laguna Grande y otros).

Siguiendo la vía principal encontrará el desvío a la derecha al Museo Julio C.


Tello (km 27), que cuenta con una pequeña aunque interesante colección de piezas

72 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 73


siempre calmas, es la preferida de los aficionados al windsurf y kitesurf por presentar
buen viento por las tardes. Aquí se encuentra el campamento Athenas, propiedad de
El Griego (don Miguel Yica Ormeño), quien prepara buenos cebiches y parihuelas en su
restaurante y proporciona alojamiento y sitios para camping a buen precio.
La ruta asfaltada pasa Atenas y concluye en la entrada del puerto General San Martín
(Punta Pejerrey, km 39), desde donde se embarca la harina de pescado producida en
la bahía y la sal de Otuma, usada para descongelar carreteras en Estados Unidos
y Canadá, e –irónicamente– el peligroso ácido sulfúrico producido en la refinería
de Cajamarquilla (Lima). Aquí también atracan los cruceros de lujo que, cada cierto
tiempo, llegan para visitar las costas de Paracas, Chincha y las líneas de Nasca.

Un desvío alternativo parte hacia la izquierda unos 2 km antes de Atenas y se


interna en las colinas desérticas hacia El Candelabro y la hermosa playa Talpo, en el
extremo norte de la península. Desde aquí es posible ver, hacia el sur, las islas Blanca
o Lobillos, las Tres Marías y las Ballestas.

Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. TIERRA ADENTRO
Desde el desvío ubicado al lado de la garita de control (mencionado líneas
arqueológicas, textiles y momias descubiertas por el famoso arqueólogo peruano en arriba) parte una carretera de sal y asfalto que conduce hacia las playas que se
1925 (los mejores textiles, sin embargo, están en los museos de La Nación y de extienden hacia el sur de la península. Yumaque es la primera de ellas, ideal
Arqueología, en Lima). En el lugar existe un centro de interpretación, donde usted para acampar (ojo con el viento); luego se suceden Supay (km 06) y La Catedral
podrá informarse acerca de la ecología de Paracas, su biodiversidad y sobre los (km 10), famosa formación en forma de bóveda producida por la erosión de las
esfuerzos de conservación que se llevan a cabo. La visita al centro de interpretación es olas sobre un acantilado de salitre.
indispensable porque le permitirá conocer sobre el funcionamiento de los ecosistemas
marinos y por qué es importante preservarlos; también sabrá qué animales podrá
observar, y en dónde, durante su visita. Algo más adelante (km 27,5) aparece un
letrero de madera que indica el ingreso a la zona de Lagunillas (izquierda). Este
camino afirmado lo conducirá, a través de un sinfín de curvas y baches, hasta la
hermosa bahía de Lagunillas (32,5), la misma que cuenta con una pequeña playa
de arena, algunos restaurantes y un pequeño muelle artesanal. Desde Lagunillas es
posible tomar los caminos a las playas El Raspón y La Mina (5 km), quizás las más
bellas (y concurridas) de Paracas. Desde aquí parte también un camino que conduce,
retirándose momentáneamente de la costa, a playa Prieto (de arenas oscuras) y al
mirador de lobos de Arquillo (6 km), un enorme farallón desde el cual es posible
divisar colonias de aves guaneras y lobos marinos asoleándose en los islotes y, con
algo de suerte, al majestuoso cóndor andino en busca de carroña.

En Arquillo, extremo sur de la península de Paracas, termina el camino convencional.


Hacia el oeste se suceden una serie de acantilados y colinas que culminan en Cerro
Lechuza, zona de cara al océano que tiene enfrente a la isla San Gallán.

Volviendo a la ruta asfaltada en el desvío a Lagunillas, es posible continuar hacia la


derecha hacia las playas de El Sequión (km 33) y Atenas (km 36). Esta última, de aguas Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.

74 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 75


Siempre hacia el sur, el asfalto se termina en un desvío a la izquierda que conduce a la
playa Las Salinas (km 15), a cuyas espaldas se ubican las salinas de Otuma. En el espacio
que queda entre la costa y las minas de sal existe una depresión que alcanza los ocho
metros bajo el nivel del mar. Esta suele estar cubierta de agua salobre y se conoce como
Lago del Muerto. Hasta aquí llega el camino asfaltado (sal cubierta de asfalto). Hacia el
mar verá una gran isla achatada, llamada Zárate, nombrada con precisión El Panetón.

Siga la trocha afirmada rumbo al sur y llegará a la hermosa playa Mendieta (km
22), buena para acampar y paraíso de pescadores y buzos. La reconocerá por contar
con islote cercano en forma de caparazón y varios arcos horadados por las olas: La
tortuga (su verdadero nombre es La Viuda). Desde Mendieta la ruta continúa al
sur pasando por una zona de médanos parcialmente cubiertos por vegetación que
cobijan la playa Cueva de las Zorras hasta terminar en la Punta Mendieta. Desde
este punto las trochas se internan en el desierto hacia el sector sur de la Reserva:
Laguna Grande y la bahía de la Independencia.

La carretera se pega a la costa algo antes de llegar a la ensenada de Laguna Grande.


Hacia la izquierda está la plata Sacasemita, con el islote Lornillo custodiando su
extremo norte. Si se sigue bordeando el mar se llega a la punta Sacasemita y al cerro
Carreta (415 msnm) o cerro Wilson, desde donde se obtiene una impresionante vista
de la bahía de la Independencia, hacia el sur. Unos kilómetros de sueva descenso
permiten llegar a las azules y calmas aguas de la Laguna Grande (km 35).

En Laguna Grande confluyen los caminos afirmados que llegan desde Paracas (el
que usted ha venido siguiendo) y otro procedente del este, que se inicia en Pozo
Santo, a la altura del km 256 de la carretera Panamericana Sur.

Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.

76 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 77


Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.

Desde Aquí la trocha sigue el contorno de la orilla rumbo a las playas Caclio y La Cruz
de Carhuas, todas frecuentadas por campistas y pescadores de orilla. Es importante
citar que carhuas es zona arqueológica y esta prohibido hacer campamentos sobre
la zona alta. Nos encontramos en plena bahía de la Independencia, con las islas
La Vieja y Santa Rosa cerrando el horizonte. Al extremo sur de la playa Carhuas
la carretera bordea un enorme cerro de color oscuro. Se llama Morro Quemado
y sirve de límite sur no solo a la bahía sino también a la Reserva Nacional de
Paracas. Desde aquí se inicia una serie de playas, accesibles solo con vehículos todo
terreno, frecuentadas por los pescadores de lenguado y corvina. Estas son (de norte
a sur): Barlovento, El Negro, Antana y Gallinazo. Más al sur se encuentra una
gran duna, conocida como la “duna del más allá” que debe ser superada para llegar
a Punta Lomitas, Olleros y Boca del Río (Ica), todas zonas de pesca y de acceso
sumamente restringido. Pera esa es otra zona y otra historia.

78 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 79


LA FAUNA
DE PARACAS

80 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 81


UN LABORATORIO
DE DIVERSIDAD
Antonio Brack Egg

En Paracas, debido a la presencia de la península del mismo nombre, que intercepta


la Corriente Peruana o de Humboldt, se produce el fenómeno del afloramiento de
aguas subsuperficiales cargadas de nutrientes, lo que permite la proliferación de
plancton y el desarrollo de una cadena alimenticia con una enorme concentración de
especies de peces, aves y mamíferos marinos.

De las 83 especies de cetáceos (ballenas, cachalotes y delfines) registradas en el


mundo, 36 se encuentran en el Perú (43%). De ellas, 34 viven, transitan y se dejan ver
en Paracas. Es tal vez la zona marina del mundo donde se puede observar la mayor
diversidad de cetáceos, tanto cerca de la costa como en zonas más alejadas. Hasta la
segunda mitad del siglo XX existía una estación de caza y procesamiento de ballenas
en la zona, que contribuyó a reducir enormemente las poblaciones de las especies
que cada año migran desde la zona antártica hacia las costas peruanas. En el pasado
aquí se podía observar al animal más grande del planeta, la ballena azul (Balaenoptera
musculus), hoy en peligro de extinción.

En la bahía de la Independencia vive el raro pez aguja (Syngnathus independenciae),


endémico de la zona, y en sus aguas existen al menos unas 400 especies de peces
característicos del mar frío de la Corriente Peruana. Ello hace de Paracas la zona de
mayor diversidad de estas especies en el mar peruano.

Unas 260 variedades de aves, en su mayoría marinas, habitan esta parte de la costa.
Entre ellas se encuentran varias decenas de aves migratorias que vienen a pasar el
verano aquí, huyendo del crudo invierno en el Ártico, o descansan en sus playas en su
largo vuelo hacia Tierra del Fuego... una ruta de cerca de 14.000 kilómetros volando
de polo a polo. Debido a que se desplazan por los continentes, las especies migratorias
no tienen nacionalidad. Paracas constituye un refugio invalorable de descanso, lugar
de alimentación y refugio temporal para estas criaturas.

Hasta la década de 1970 Paracas era la zona de mayor concentración de aves del
mundo y los alcatraces, guanayes, piqueros y chuitas se contaban por decenas de
millones. Viajeros del siglo XIX narran que la abundancia de aves era tal, que cuando
despegaban de las islas para alimentarse de los bancos de peces oscurecían el sol.
Hoy ese espectáculo aún se mantiene, pero en menor escala. La razón: la reducción

82 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 83


en las poblaciones de aves guaneras –de 28 millones de individuos a apenas dos o
tres millones– por la competencia de la pesca de la anchoveta y la sardina, unida a la
ocurrencia de fenómenos climáticos severos (El Niño).

Mientras hasta la primera mitad del siglo XX se cosechaban al año unas 250.000
toneladas de guano de isla, hoy apenas se recogen 15.000 toneladas rascando
los excrementos de las rocas. Es el Perú el que cambia y sus recursos los que se
van perdiendo. Un ejemplo es el guano de isla, considerado un abono natural de
primer orden.

En Paracas, como a lo largo de la costa peruana, existe el único passeriforme adaptado


a los ambientes marinos; se trata del marisquero (Cinclodes nigrofumosus), un ave que
busca su alimento en la zona de rompientes y en los roqueríos, y anida en agujeros
entre las peñas, usando como material para sus nidos las algas marinas (la modernidad
le permite hoy incluir algunos plásticos de colores).

Cuando en el verano, a partir de diciembre, se concentran los lobos marinos finos y


chuscos en las islas e islotes para reproducirse, el cóndor andino (Vultur gryphus) llega
desde los Andes para alimentarse de las placentas y de los lobos muertos. El cóndor
es el ave voladora de mayor envergadura del mundo y es todo un símbolo de la
fauna andina. Hasta el año 1970 se mataba a los cóndores que se acercaban a las islas
guaneras en busca de carroña para no espantar a las aves durante la reproducción.
Hoy es posible observar cóndores en Paracas, pero son cada vez más raros. Parece que
al rey de los cielos andinos no le gusta compartir su entorno con el mayor depredador
del planeta: el hombre.

Una especie ya muy escasa, la nutria de mar (Lutra felina), conocida como huallaque,
chingungo o gato marino, está también en peligro de extinción. Todavía se le puede
observar pescando cerca de las orillas y descansando en las rocas de algunas de las
playas menos accesibles de Paracas. Es una de las especies en mayor peligro del Perú.

En el continente la fauna no es tan ubérrima como la mayoría cree. En el desierto


y a lo largo de las playas vaga el zorro costeño (Pseudalopex sechurae) en busca de
carroña. Si bien observarlo es difícil, sus huellas se ven claramente en la arena.

La lagartija peruana (Tropidurus peruvianus) es muy común en las orillas marinas,


donde busca moscas y algas para comer. En el pasado fue introducida a las islas
guaneras con el objeto de controlar las garrapatas, que afectan a las aves durante la
época de reproducción. Una sola ave puede ser atormentada por centenares, si no
miles, de ellas y llevarla hasta la muerte.

En algunos lugares y debajo de las piedras es posible encontrar arácnidos, escorpiones


y algunos insectos, en un hábitat extremo por la falta de vegetación.

84 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 85


Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.

86 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 87


LAS AVES
DE PARACAS
Víctor Pulido

La Reserva Nacional de Paracas es la única área natural que protege y conserva


muestras representativas de ecosistemas marino-costeros del país. Es debido a ello que
esta zona ha sido reconocida como sitio de importancia internacional para las aves
acuáticas y está incluida en la Convención Ramsar. Además, en 1991, fue declarada
Reserva Regional para Aves Migratorias por la Red Hemisférica de Reservas para Aves
Playeras, en el marco del Programa Wetlands for the Americas.

La biodiversidad de Paracas es realmente impresionante. A la fecha se han registrado


1.543 especies. De este total, 216 corresponden a las aves.

Los diversos hábitat de la Reserva hacen de ella un sitio ideal para el descanso y
alimentación de aves residentes y migratorias de orilla, provenientes de la región
neártica del hemisferio norte, la región austral del hemisferio sur y de los altos Andes.
El humedal de mayor importancia para estas especies es la bahía de Paracas, que
sustenta, además, una rica fauna ornitológica residente.

Las costas de Paracas albergan a numerosas especies de aves amenazadas. Dos de


ellas se encuentran en peligro de extinción: el pingüino de Humboldt (Spheniscus
humboldti) y el potoyunco peruano (Pelecanoides garnotii). Ambas son endémicas de
la corriente de Humboldt y se reproducen en las islas de la región. En el caso del
potoyunco peruano, las únicas áreas de reproducción registradas a lo largo de toda la
costa peruana se ubican en las islas La Vieja y San Gallán; en el caso del pingüino de
Humboldt, la colonia ubicada en Tres Puertas, al sur de la Reserva, es una de las más
importantes de la costa peruana.

Otras especies de aves que se encuentran amenazadas son protegidas en Paracas. Entre
ellas destacan el halcón peregrino (Falco peregrinus), la parihuana (Phoenicopterus ruber
chilensis), la chuita (Phalacrocorax sp.), aves guaneras como el guanay (Phalacrocorax
bougauvilli), el pelícano (Pelecanus thagus), el piquero peruano (Sula variegata), el piquero
patas azules (Sula nebouxi), el cóndor andino (Vultur gryphus), el zarcillo (Larosterna inca)
y el rayador negro (Rynchops niger).

Aves como el pamperito (Geositta peruviana) y el huerequeque (Burhinus superciliaris),


encuentran refugio, descanso y lugares de reproducción en las regiones desérticas
adyacentes al litoral de Paracas.

88 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 89


Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.

Las aves acuáticas migratorias son componentes sobresalientes de la biodiversidad alguno de estos sitios se viera afectado en cuanto a cantidad y/o calidad del hábitat
global. Sus migraciones de larga distancia, que a veces llegan a 20.000 kilómetros por la contaminación, el drenaje, la expansión urbana o el turismo no regulado,
anuales, y su tendencia de concentrarse en grandes números en determinados poblaciones enteras de estas aves podrían verse seriamente amenazadas. De allí la
humedales, las hace muy vulnerables. Estas aves dependen de una cadena de importancia de proteger Paracas.
ambientes acuáticos altamente productivos para alimentarse y descansar, logrando
así completar sus grandes migraciones anuales. Las aves acuáticas son, además, muy Una gran variedad de especies de aves acuáticas migratorias neotropicales y
útiles como indicadoras del estado de conservación de los humedales. Su presencia neárticas, depende de los humedales del Pacífico de América del Sur. Particularmente
es ampliamente valorada por numerosos grupos de beneficiarios, como poblaciones impresionantes son las islas de la costa de Perú que acogen millones de aves playeras.
locales, turistas, empresas asociadas, cazadores e investigadores científicos. Estas islas están fuertemente influenciadas por el Fenómeno de El Niño, que afecta
cíclicamente la abundancia de alimento, diezmando un porcentaje grande de las
Estudios recientes indican que algunas poblaciones de aves de orilla de Norteamérica especies presentes.
dependen de áreas de descanso crítico durante sus migraciones hacia el norte y
hacia el sur. El 80% de los individuos de algunas especies pueden usar la misma Unas 38 especies de aves de orilla migran y se concentran durante la temporada
área al mismo tiempo, sugiriendo que poblaciones enteras pueden verse seriamente no reproductiva en los 24 humedales de importancia internacional ubicados a lo
afectadas por la pérdida de estos sitios. largo de la costa del Pacífico. Los hábitat a lo largo de la costa del Pacífico son
particularmente importantes para las poblaciones de muchas especies neárticas, como
La disparidad entre las extensas áreas de cría y el reducido número de humedales el playero blanco (Calidris alba), la becasina migratoria (Limosa haemastica), los pata
utilizados para la alimentación y descanso durante la migración y el período no amarilla (Tringa spp.), el playero trinador (Numenius phaeopus), el playero ala blanca
reproductivo, provocan enormes concentraciones de aves de orilla en pequeñas (Catoptrophorus semipalmatus) y el playero occidental (Calidris mauri). La ruta de la
áreas. En ocasiones, decenas y hasta cientos de miles de individuos pueden costa del Pacífico peruano abarca más de 3.080 km de litoral.
depender de un sOlo humedal en determinado período del año. En el caso de que

90 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 91


AVES MIGRATORIAS: GRANDES
VIAJEROS EMPLUMADOS
Walter H. Wust

Cada año llegan hasta nuestro país más de 200 especies de aves procedentes de
lugares distantes. Durante su estadía en nuestras costas, muchas de ellas se convierten
en parte del paisaje de playas y pantanos. Pero, ¿nos hemos preguntado alguna vez
de dónde provienen estas minúsculas máquinas de volar?

¿Qué persona osaría viajar desde Canadá hasta los Andes y regresar al punto de partida
sin mapas, sin indicadores de camino y sin consultar a nadie; sin compañeros de viaje
que conozcan el camino o sin que nadie le dijese cómo llegar a la meta? Y es que
no se trata simplemente de volver a la región en donde uno nació, aunque sea sólo
de forma aproximada, sino de dirigirse exactamente al lugar preciso del nacimiento,
es decir, por ejemplo: el Perú, valle de Cieneguilla, margen izquierda del río Lurín,
calle La Alborada # 476, jardín posterior, tercer sauce a la derecha. Este milagro, sin ESCAPANDO DEL FRÍO
embargo, lo realizan anualmente millones y millones de aves migratorias. Una de las principales razones para la migración es, precisamente, escapar del
crudo invierno. La mayoría de las especies que llegan hasta nuestro país proceden
A menudo, nos quedamos realmente atónitos y admiramos profundamente el esfuerzo del extremo norte de América. Allí, como es sabido, el invierno es tan intenso que
que tienen que llevar a cabo estos trotamundos emplumados. No obstante, en otras mataría a prácticamente todo ser vivo, con excepción de algunas especies adaptadas
partes del globo, el fenómeno de la migración de las aves adopta formas muchísimo para soportar los rigores de un clima en verdad extremo. Es así que, a inicios del
más sorprendentes que la de estos vuelos uniendo las Américas. otoño septentrional, las aves –siguiendo una señal oculta– empiezan a agruparse en
grandes bandadas en ciertos lugares específicos. Una vez gordas y cubiertas de una
Si nuestras águilas pescadoras se trasladan desde el norte de los Estados Unidos, siguiendo capa de grasa que les servirá de combustible durante el vuelo, las aves parten rumbo
la costa, hasta las playas de Paracas; un pariente más pequeño, el cuclillo neozelandés, al sur, hacia latitudes tropicales.
debe atenerse a un “plan de vuelo” bastante más complicado. Los profesores Thomas
Gilliard y Georg Steinbacher, de la Universidad de Munich, Alemania, indagaron un Los pequeños pájaros (la mayoría no sobrepasa los 80 gramos de peso), hacen su
poco más al respecto. La hembra del cuclillo, luego de poner sus huevos en los nidos aparición en las mismas playas de nuestra costa que visitaron el año anterior a fines
de otros pájaros pequeños (recordemos que los cuclillos son consumados parásitos de la primavera e inicios del verano (octubre a noviembre), permaneciendo por varias
de otras aves), emprende el vuelo y se retira a sus cuarteles de invierno. Las crías, semanas en algunos puntos predilectos de nuestro país que les proveen refugio y
cariñosamente cuidadas por sus inusitados padres postizos, siguen el mismo rumbo un fuentes seguras de alimento (las costas de Paracas, los pantanos de Villa, los manglares
mes más tarde, pero completamente solas y sin que nadie las dirija. de Tumbes, entre otros). Otros fenómenos que estimulan a las aves a “mudarse” son la
escasez de alimento, las sequías y los cambios climatológicos.
Este viaje las conduce, en primer lugar, a 2.500 kilómetros de distancia en dirección
oeste, atravesando los mares del sur, sin una sola isla en ellos, hasta llegar a la lejana Sin embargo, las aves no solo llegan desde el norte. También hacen su aparición, en
Australia. Desde aquí, y después de un breve intervalo para descansar y reponer los meses de invierno, los halcones peregrinos, las dormilonas y la gaviota gris, que
energías, se dirigen hacia el norte, bordeando siempre la línea costera, atravesando llegan desde regiones australes del continente para pasar algunos meses disfrutando
Nueva Guinea hasta llegar al archipiélago de las islas de Bismark. Solo allí, después de nuestro benigno invierno. Lo interesante es que ambas migraciones no se
de haber volado 6.000 kilómetros, se produce el reencuentro con sus padres, a los superponen. Si esto ocurriera, se produciría una sobre demanda de recursos y lugares
que no habían visto aún y a los que, naturalmente, no reconocen tampoco como de refugio, saturándolos y terminando por perjudicar a las propias aves migratorias y
miembros de su familia. claro, a las especies residentes de nuestro país.

92 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 93


Muchos se preguntan entonces cómo es que afecta la masiva llegada de comensales
venidos de fuera a las especies que viven todo el año en nuestro país. La respuesta es
sabia como la propia naturaleza. La llegada de las grandes bandadas coincide siempre
con un aumento temporal en la disponibilidad de alimento en ciertas regiones, lo que
evita que se sobreexploten las reservas locales. Por ejemplo, la llegada de los viajeros
del norte coincide con la temporada de reproducción de los pequeños crustáceos
conocidos como muymuyes (Emerita analoga) en nuestras playas. Durante este breve
período, la oferta de alimento es tal, que alcanza sin problemas para satisfacer las
demandas tanto de las especies locales como la de los hambrientos visitantes. Una vez
la abundancia termina, los viajeros prosiguen su camino, manteniendo un equilibrio
que no ha sido roto en millones de años.

PROBLEMAS EN AMBOS LADOS


Lo que sí produce importantes desbalances en el equilibrio natural es la perjudicial
acción del hombre que utiliza de manera inadecuada algunos de los lugares vitales
para estas especies. Son justamente las zonas “marginales” de nuestra geografía, es
decir, los pantanos, orillas desérticas y estuarios, las áreas que las aves escogen para
refugiarse. Pues el hombre ha decidido que estas zonas “no son de utilidad” para
él, así que invierte esfuerzos en cambiarlas y transformarlas en zonas “aptas” para
la utilización humana. Así, los pantanos son drenados con fines de expansión de las
áreas urbanas o para la instalación de fábricas; las aguas de los ríos son contaminadas
con los desechos de las industrias y las playas son transformadas en zonas residenciales
para el disfrute de los veraneantes. No es que esto último sea malo, el problema es
que al cambiar de manera tan drástica la totalidad de los lugares utilizados por las
especies de fauna, alteramos significativamente la ecología de nuestro ambiente.

Las aves migratorias, como otras especies animales, actúan como indicadores
de la calidad de los ecosistemas. Del mismo modo en que los canarios alertaban
antaño a los mineros acerca de la contaminación del aire en los socavones, las aves
pueden darnos –si sabemos escucharlas– la clarinada de alerta sobre el deterioro
de las condiciones del agua, el suelo o el aire en nuestra localidad. Yendo aún más
lejos, ¿sabemos acaso qué consecuencias ambientales podría ocasionar la repentina
ausencia de estos masivos depredadores sobre las poblaciones de animales acuáticos, Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.
decenas de variedades de insectos perjudiciales a los cultivos o, simplemente, los
Aguas cálidas y pobres en nutrientes
mosquitos? La respuesta es una incógnita. Sin embargo, existen alrededor del globo provenientes del otro lado del Pacífico.
numerosos ejemplos acerca de los graves perjuicios que ocasiona al propio hombre la Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.
violenta rotura de un eslabón en la cadena de la vida en un determinado ambiente,
ejemplos de los que debemos aprender.

94 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 95


¿LOBO ESTÁS?
Patricia Majluf

Existen dos especies de lobos marinos (y no focas) en el litoral peruano. Estas son: el
lobo marino chusco (Otaria byronia) y el lobo marino fino o de dos pelos (Arctocephalus
australis). Ambas especies pertenecen al orden de los carnívoros y corresponden a la
familia Otariidae. Tienen una amplia distribución que cubre el cono sur de Sudamérica,
desde Bayóvar en Piura hasta el sur de Chile, en el Pacífico, y desde el centro de Brasil
hasta las islas Malvinas, en el Atlántico. Los lobos marinos no compiten por lugares de
descanso. Mientras los lobos chuscos buscan las playas arenosas o de guijarros para
tenderse al sol, los lobos finos prefieren las salientes rocosas. Se reproducen durante
los meses de verano (diciembre a marzo), época en donde se congregan por millares,
poblando las islas y puntas del litoral. A causa de su fina piel (de gran demanda
en la industria peletera) el lobo fino sufrió una intensa presión de caza, habiendo
desaparecido de regiones enteras de nuestra costa.

EL LOBO FINO O DE DOS PELOS


Alcanzan una longitud de 1,6 metros y un peso máximo de 120 kilos (en los
machos). Los cachorros nacen pesando entre cinco y siete kilos y miden entre 60 y 75
centímetros de largo. El pelaje de los lobos finos es marrón rojizo, siendo más oscuro
en los machos quienes, además, presentan una melena grisácea. Se alimentan de
noche y casi exclusivamente de anchoveta. Solo cuando esta escasea incluyen en su
dieta pequeños peces y calamares. Mientras cazan se sumergen hasta los 30 metros
de profundidad, aunque suelen hacerlo hasta los 170 metros (unos siete minutos)
al anochecer y al amanecer. Entre sus depredadores (además del hombre) están los
grandes tiburones y las orcas (Orcinus orca).

Los lobos finos se reproducen de manera estacional: los nacimientos ocurren entre
fines de octubre y fines de diciembre. Las hembras alcanzan la madurez sexual a los
tres años y paren por primera vez a los cuatro años, luego de un período de gestación
de 355 días. Tienen una sola cría por año y la lactancia dura entre seis meses y tres
años. Su población en el Perú se estima en unos cinco a ocho mil ejemplares. La
especie esta incluida en el Apéndice II del CITES.

EL LOBO CHUSCO O DE UN PELO


Alcanzan una longitud de 2,6 metros y un peso máximo de 300 kilos (en los machos).
Los cachorros nacen pesando entre 10 y 15 kilos y miden unos 80 centímetros de
largo. El pelaje de los lobos chuscos es generalmente más claro y amarillento que
en los lobos finos. Los machos son más oscuros que las hembras y presentan un

96 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 97


cuello muy grueso con una melena de coloración ligeramente más clara que el resto
del cuerpo. Oportunistas por excelencia, la base de su alimentación es la anchoveta
aunque complementan su dieta con sardinas, jureles, pejerreyes, calamares y otras
especies de aguas abiertas. Aunque realizan buceos cortos y superficiales durante
el día entero, se ha registrado una profundidad máxima para esta especie de 175
metros. Entre sus depredadores (además del hombre) están los grandes tiburones y las
orcas (Orcinus orca). Son presa común de vampiros (Desmodus rotundus).

Los lobos chuscos se reproducen de manera menos estacional que sus parientes, los
lobos finos: los nacimientos ocurren a lo largo de todo el año, aunque hay un pico
marcado en el mes de febrero. Los machos alcanzan la madurez sexual a los cinco o
seis años. El período de gestación dura 355 días. Tienen una sola cría por año y la
lactancia dura entre seis y dieciocho meses. Ambos sexos viven unos veinte años. Su
población en el Perú se estima entre 30 y 50 mil ejemplares.

Existen tres grandes diferencias morfológicas entre los lobos marinos y las focas:
· Los lobos marinos poseen orejas visibles. Las focas, por su parte, poseen oídos
ubicados detrás de la boca y siempre cubiertos por pelo.
· Los lobos marinos poseen uñas en sus aletas posteriores, por lo que pueden rascarse.
las focas no.
· Los lobos marinos pueden apoyarse en sus aletas posteriores para caminar y trepar
rocas. Las focas, en cambio, no cuentan con articulaciones allí, por lo que deben
arrastrarse o rodar.

EL GATO MARINO O CHUNGUNGO


Para lograr ver a la rara nutria marina o chungungo (Lutra felina) de solo 1,15
metros de largo y apenas 4,5 kilos de peso es necesario tener mucha suerte. Este
simpático animal, habitante silencioso de las playas rocosas y orillas cercanas a
los acantilados, es una de las criaturas más elusivas de nuestra costa, razón por la
cual se conoce poco acerca de sus hábitos y biología. A pesar de pertenecer a la
misma familia, esta especie no tiene mucho en común con las nutrias marinas de los
Estados Unidos y de Canadá, porque proviene de una especie de nutria de río que
conquistó el mar como hábitat hace pocos millones de años. Tiene dos parientes en
los ríos del Perú, la nutria amazónica (Lutra longicaudis) y la nutria gigante o lobo
de río (Pteronura brasiliensis). Se alimenta de pequeños peces, moluscos y crustáceos
en las zonas pobladas de algas. Al igual que sus parientes del norte, suele nadar de
espaldas mientras sujeta a sus presas en el pecho para devorarlas.

98 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 99


UN MUNDO
SUBMARINO
Yuri Hooker

Bajo las aguas, Paracas presenta casi todos los tipos de hábitats submarinos y
comunidades biológicas que es posible encontrar en las costas que baña la corriente
Costera Peruana o corriente de Humboldt. La disponibilidad de estos refugios permite
tener representadas en Paracas a casi todas las especies costeras del llamado gran
ecosistema de Humboldt.

El mar de Paracas es, además, excepcionalmente rico, en especial el de la bahía


Independencia, considerada una de las áreas más productivas del mundo. Allí
prosperan gigantescos bancos naturales de choros y caracoles, conchas de abanico y
almejas. La productividad se debe a un fenómeno producido por la gran diferencia
de temperaturas entre el candente desierto y las frías aguas del mar, lo que deriva
en bruscos cambios de presión atmosférica que se reflejan en los fuertes vientos
llamados paraca. Las aguas superficiales son arrastradas por el viento y se profundizan,
mientras grandes masas de aguas profundas son llevadas hasta la superficie cargadas
de nutrientes, en un fenómeno conocido por los expertos como ‘afloramiento’. La
fertilización de las aguas superficiales permite la excepcional proliferación del plancton,
mientras que los fondos poco profundos son cubiertos por extensas praderas de algas.
Tanto el plancton como las algas del fondo son el primer eslabón de la cadena trófica,
de los que se alimentarán cientos de otras especies.

La anchoveta (Engraulis ringens) es una de las especies más importantes de la cadena


y, como tantos otros, su existencia depende directamente de la disponibilidad del
plancton. Se desplazan en gigantescos cardúmenes compuestos por millones de
pececillos –no mayores que un lápiz– que nadan velozmente con las bocas abiertas
para permitir el paso del agua, cargada de plancton, mientras la filtran entre sus
branquias. Tras ellos, miles de aves y lobos marinos siguen el rastro, alimentándose
frenéticamente de esta, aparentemente, inagotable fuente de sustento.

BOSQUES BAJO LAS OLAS


En mares de aguas templadas y frías las algas son especialmente abundantes y
diversas, y Paracas no es la excepción. Se estima que aquí habitan unas 300 especies
de macroalgas, muchas de las cuales son raras, solitarias o muy pequeñas para ser
fácilmente encontradas. En las orillas poco profundas de algunos sectores (como los
comprendidos entre el Museo Julio C. Tello y la playa El Sequión, en la bahía Paracas;
las orillas de la parte norte de bahía Independencia y la bella bahía Mendieta), la

100 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 101


distraídos crustáceos que serán su alimento. Sobre el fondo, los trambollos (Labrisomus
philippii) con sus grandes ojos azules y las mejillas amarillas llenas de manchas color
turquesa, protegen con ansiedad los pedazos de roca donde están adheridos sus
huevecillos. Oculto entre las rocas, el cherlo (Acanthistius pictus) asecha a los crustáceos,
aunque algún pequeño pez no será rechazado como almuerzo. Las puntas de las hojas
y los retoños de las abundantes algas también serán el vegetariano banquete de las
jerguillas (Aplodactylus punctatus) un pez herbívoro, característico de estos bosques.

VERDES PRADERAS
Las macroalgas no son los únicos vegetales que forman praderas submarinas. Uno
de los hábitats más peculiares y menos conocidos de esta región son las praderas de
gramilla (Ruppia maritima). Esta es una fanerógama o planta verdadera, es decir, una
planta que produce flores. A diferencia de sus parientes terrestres, la gramilla crece
totalmente sumergida y solo sus flores salen a la superficie por medio de un largo y
delgado pedúnculo para poder ser fecundadas por los insectos. Paracas es el único
lugar en el Perú donde esta planta crece en ambientes totalmente marinos, sin la
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. influencia del agua dulce.

naturaleza ha sembrado la mayor diversidad de algas de toda la Reserva. En las La gramilla crece sobre fondos arenosos con alto contenido de materia orgánica,
aguas más profundas y correntosas que rodean a las islas y puntas, la diversidad de a no más de tres metros de profundidad y en zonas totalmente calmas. Han sido
algas cede ante la abundancia, floreciendo densos bosques submarinos que pueden registradas dos praderas marinas en la región: una en la bahía de Paracas y otra en
elevarse por varios metros hacia la superficie. Laguna Grande, siendo esta última la más densa y extensa.

Los bosques de algas gigantes cubren los fondos rocosos poco profundos de las islas Su densidad es tal que, cuando baja la marea, el agua tiene que fluir a través de
e islotes y gran parte de las áreas rocosas del litoral. Las zonas más expuestas al oleaje canales que se forman entre la pradera. Durante la marea alta, las plantas quedan
están cubiertas por el aracanto (Lessonia trabeculata y L. nigressens), algas pardas de tallo totalmente sumergidas, sin alcanzar la superficie, siendo el mejor momento para
grueso y resistente que llegan a medir unos seis metros de largo y que constituyen, en poder nadar sobre ellas y observarlas. Su color verde intenso las asemeja a largas
conjunto, las más abundantes de nuestro litoral. En lugares más protegidos del oleaje, melenas mecidas lentamente por el vaivén del mar. En los canales, millares de jóvenes
crecen exuberantes las Macrocystis pyrifera y M. integrifolia, conocidas comúnmente lisas (Mugil cephalus) nadan y se alimentan filtrando los microorganismos que crecen
como sargazo (aunque este no es un nombre apropiado, porque los verdaderos profusamente sobre las hojas y el fondo. Pequeños peces, como gobios, trambollitos
sargazos no existen en el Perú). Estas algas, las más grandes que se conocen, forman y otros escapan de nuestra vista, asustando a su paso a las pequeñas anémonas que
un ecosistema especial poblado por muchas especies estrictamente dependientes viven en la arena. Unos pequeños agujeros, ubicados uno al lado del otro, se observan
del bosque. En los alrededores de la isla Independencia, las Macrocystis sobrepasan en el fondo. Son la sutil señal de que bajo el substrato existen bancos de conchas
fácilmente los 20 metros de largo. Las algas, en su necesidad de alcanzar la luz que navaja (Tagelus dombeii) y conchas pata de mula (Trachycardium procerum).
necesitan para sobrevivir, permanecen erguidas, elevándose sobre el fondo marino
hasta alcanzar la superficie, gracias a unas estructuras llenas de gas –a manera de EN BUSCA DE LAS PROFUNDIDADES
flotadores– ubicadas en la base de sus hojas. Al flotar sobre la superficie del mar de Paracas difícilmente se puede evitar la tentación
de sumergirse tras los rayos del sol que ingresan como espadas y se desvanecen con
En el bosque submarino, sobre la espesura de las algas, revolotean como mariposas la profundidad.
cientos de pequeños peces castañuela (Chromis crusma), que se alimentan de zooplancton.
No lo hacen filtrando el agua, sino capturándolos uno a uno. En los espacios libres Los primeros metros son el reino de la luz, donde los colores brillan atravesados por
que se crean entre los tallos de las algas, a modo de túneles y canales, las pintadillas las serpenteantes luces difractadas desde la superficie. Las algas multicolores son el
(Cheilodactylus variegatus) forman cardúmenes mientras observan entre las rocas a los jardín de organismos que gustan de la luz y la abundancia de oxígeno.

102 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 103


A medida que nos sumergimos la luz se hace tenue y empiezan a desaparecer las
algas. Las rocas ahora están cubiertas de choros (Aulacomia ater) y caracoles (Stramonita
chocolata). En algunos rincones se amontonan los erizos negros (Tetrapigus níger) entre
los que resaltan otros de intenso color rojo (Loxechinus albus) que curiosamente son
llamados erizo verde, debido a que toman ese color al ser sacados del agua. Grandes
porciones de rocas están vestidas de colonias de anémonas blancas e inmaculadas,
apariencia engañosa ya que pueden ser peligrosas para quien las toca, por ser
urticantes. Estas anémonas, a pesar de ser extraordinariamente abundantes, son una
nueva especie para la ciencia, y son comúnmente confundidas con otra especie muy
parecida (Anthothoe chilensis). Más allá, sobre una roca, se hace visible un raro caracol
sin concha o nudibranquio de un género no reportado en el Perú (Tritonia sp.) y
que muy probablemente sea también una nueva especie. Otros raros invertebrados,
como las esponjas marinas y los tunicados, empiezan a dominar y a llenar de color
las rocas (estudios realizados en Paracas permitieron identificar hasta once especies de
esponjas, dos de las cuales resultaron nuevas para la ciencia. Lo mismo ocurrió con los
tunicados: de siete especies registradas, tres fueron nuevas para la ciencia).

Al llegar a los veinte metros de profundidad, la luz adquiere un tono azul verdoso,
el oleaje de la superficie es imperceptible y solo nos acompaña el sonido de nuestras
burbujas al respirar y el traquetear constante de los camarones pistolero (Synalpheus
spinifrons), ocultos bajo las rocas. Un pulpo (Octopus mimus), misterioso y suspicaz,
avanza cerca del fondo en busca de un apetecido cangrejo, pero siempre vigilante,
para no ser él la presa de un pez morena (Gymnothorax wieneri). Cardúmenes de
cabinzas (Isacia conceptionis) nos rodean huyendo intempestivamente cuando
veloces lobos marinos bajan desde la superficie. No sabemos si los lobos de mar
están aquí para capturar peces o para mirar a los intrusos que, cargados de metal,
luces y burbujas, nadan lentamente, mientras ellos fluyen como el agua misma,
diluyéndose y condensándose, encogiéndose y alargándose en este mundo verde y
azul, entre la luz y la penumbra.

Al sobrepasar los treinta y cinco metros de profundidad nuestro tiempo de


permanencia bajo el mar se agota, pero los secretos submarinos de Paracas continúan
apareciendo ante nuestros ojos. Desde la oscuridad de las cuevas, formadas entre
grandes rocas cubiertas de esponjas anaranjadas, los enormes ojos de los peces ojo
de uva (Hemilutjanus macrophthalmos) nos miran impacientes, mientras nuestros ojos
miran hacia abajo las profundidades inalcanzables. Ahora, una vez más, se hace
evidente nuestra limitada capacidad humana para explorar este mundo paralelo.

104 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 105


Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes
provenientes del otro lado del Pacífico.

106 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 107


CETÁCEOS: GIGANTES
BAJO LAS OLAS

El delfín común (Delphinus delphis) mide 2,7 metros de largo y pesa 150 kilos. Sus
mandíbulas poseen entre 41 y 54 dientes en cada lado. Se les encuentra en los mares
templados y tropicales. Poseen territorios amplios que varían con los movimientos
migratorios de sus presas: los peces. Aunque nadan a una velocidad crucero de 15
nudos, pueden alcanzar los 20 nudos durante un tiempo considerable. Los delfines
viajan en bancos o grupos familiares compuestos por individuos de ambos sexos y
de todas las edades. Sus depredadores son las orcas y alguno que otro tiburón. A
pesar de la atracción que desde siempre han ejercido en los humanos, su enemigo
implacable ha sido siempre el hombre.

Los delfines son animales inteligentes y muy sociables. Tienen un lenguaje muy
elaborado, compuesto por más de 4.000 diferentes silbidos. Cada individuo posee un La Ley N° 26585 (artículo segundo) prohíbe la extracción, procesamiento y
silbido particular, que es usado como un nombre para identificarse. Cada grupo de comercialización de los delfines, toninas, chanchos marinos, marsopas, bufeos y otros
delfines se comunica a través de un dialecto diferente. No conocemos otros animales cetáceos menores. Además, el Estado peruano prohíbe la caza de siete especies de
en el mundo capaces de una forma de comunicación tan elaborada. ballenas grandes que pasan por aguas peruanas en rumbo a Guayaquil o de regreso
a la Antártida.
Los delfines son importantes para mantener la pesca, ya que mayormente cazan peces
viejos o enfermos. Así contribuyen a disminuir las enfermedades infecciosas entre Mediante el Reglamento para la Protección y Conservación de los Cetáceos
los peces y aseguran la salud y reproducción de los recursos pesqueros. Al matar Menores (Decreto Supremo N° 002-96-PE) se prohíbe el consumo de carne de
a los delfines se mata a la “policía sanitaria” del océano, lo que puede resultar en cetáceos menores en estado fresco o en cualquiera de sus estados de conservación
enfermedades y disminución de los cardúmenes de peces. Matar a un delfín daña (Artículo Tercero).
directamente la pesca sostenible.
También está prohibido acosar, hostilizar, herir, lesionar de manera permanente o
Los delfines son recursos valiosos. A nivel mundial, los turistas gastan mucho dinero mutilar intencionalmente a cualquier ejemplar de cetáceo menor (Artículo Sexto).
para observar delfines y ballenas. La observación de estos animales genera cerca de
20 millones de dólares cada año. Con su gran diversidad de cetáceos, el Perú cuenta Los ejemplares vivos de cetáceos menores encontrados en las redes destinadas a la
con un gran potencial turístico como alternativa económica para los pescadores pesca artesanal o industrial deberán ser puestos en libertad (Artículo Cuarto).
artesanales, un recurso que no es aprovechado aún en el país. La carne de un delfín
muerto solo se puede vender ilegalmente por unos pocos soles. A través del turismo, Los cetáceos encontrados vivos en los puntos de desembarco, así como en playas
los pescadores podían ganar miles de dólares durante los 40 años de vida de un y orillas, presentando signos vitales que permitieran su supervivencia, deberán ser
delfín. Matar a un delfín significa destruir un recurso natural valioso, dañar a los devueltos al ambiente acuático (Artículo Quinto).
pescadores artesanales y destruir el futuro económico de nuestros hijos.
Está prohibido el desembarque de ejemplares muertos de cetáceos menores o parte
En el Perú existen 33 especies de cetáceos (entre ballenas, orcas, cachalotes, delfines de ellos, con fines de consumo (Artículo Dieciséis).
y bufeos). El orden de los cetáceos está compuesto por dos subórdenes. Las especies
que pertenecen al suborden Odontoceti (como los delfines, cachalotes, orcas, etc.) El Perú ha suscrito diversos acuerdos que protegen a estas especies, como el Tratado
poseen dientes. En cambio, las ballenas del suborden Mysticeti (las demás ballenas Antártico, el Convenio Ballenas, el Convenio sobre Diversidad Biológica y el CITES
grandes); no tienen dientes sino barbas o ballenas: láminas córneas y elásticas (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y
ubicadas en sus mandíbulas superiores. Flora Silvestre).

108 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 109


EL FUTURO
DE PARACAS

110 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 111


EL FUTURO
DE PARACAS
Antonio Brack Egg

Paracas vale oro para el Perú, no solo por ser fuente de trabajo para los pescadores,
sino por sus características ecológicas y su proverbial biodiversidad, atractivos únicos
para el turismo hacia la naturaleza y el turismo de aventura. Hoy en día esta es una
de las zonas más visitadas por los turistas nacionales e internacionales. Sin embargo,
su futuro para el ecoturismo es enorme y está muy poco aprovechado.

En la actualidad existen millones de aficionados a las aves o birdwatchers en el mundo.


Paracas es, precisamente, uno de los lugares más cotizados para observar aves y
diversas especies de fauna en su ambiente marino.

Si cuidamos Paracas y lo conservamos para el disfrute las generaciones presentes


y futuras, su biodiversidad puede valer más que el gas de Camisea, que al final de
cuentas es un recurso no renovable que terminará agotándose.

El Perú debe forzosamente incluir a Paracas en su oferta para el ecoturismo mundial,


un rubro de enorme crecimiento. Paracas tiene atractivos para todos los gustos:
paisajes, aves, cetáceos, lobos marinos, especies raras y en peligro, atardeceres de
ensueño, una geología fascinante, islas de gran belleza, fauna de aguas profundas,
especies endémicas y migratorias. ¿Dónde en el mundo se engarzan todos estos
atractivos en una forma tan bella y armoniosa?

Pero el desarrollo turístico de Paracas debe ser planificado de una forma inteligente,
sostenible y ordenada. Normas para las visitas por tierra y por mar; hoteles bien
montados en la zona de Pisco; embarcaciones turísticas seguras y tantas otras cosas.
Se tendrá que descontaminar el mar y hacer una industria limpia, y controlar la basura
y desechos que pululan por doquier.

El turista amante de la naturaleza no llega hasta Paracas para ver basura y desorden;
no quiere sufrir atropellos, porque viene a disfrutar, a descansar y a aprender.

UN FUTURO INCIERTO
Cuando en 1974 se trazaron los límites definitivos de la Reserva Nacional de Paracas
por parte de una comisión mixta de especialistas de los Ministerios de Agricultura y
Pesquería, el panorama de la zona era muy diferente.

112 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 113


Las zonas rocosas eran el territorio de algas y choros y pejesapos; el cóndor era un
ave común; las playas estaban limpias y sin montañas de plástico; la pesca era aún
muy abundante; y llegar hasta Punta Gallinazo, al sur, era una aventura comparable
al rally París-Dakar.

Hoy el panorama es muy distinto. Las playas están llenas de desechos; existen
asentamientos precarios en Lagunillas y Laguna Grande; los enormes bancos de algas
y choros han sido mermados; las bandadas de aves son cada vez más escasas; la bahía
de Paracas está contaminada.

Todos los peruanos debemos considerar muy seriamente el futuro de Paracas porque
es una parte de nuestro patrimonio natural e histórico, y es un potencial para el
desarrollo sostenible de la Región Ica, de la provincia de Pisco y del Perú. Pensemos si
queremos ver a fines del siglo XXI un Paracas depredado o con más vida que ahora.

La decisión es, al final de cuentas, de todos nosotros.

114 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 115


DIRECTORIO
DE SERVICIOS

116 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 117


PISCO Dónde alojarse • El Bumerang: Av. Las Américas 1202. • Dr. José Melgarejo: Ayacucho 124
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ciudad). Para llegar tome cualquier E. hostalpisco@latinmail.com • Pizzería Villanova: San Francisco 225 San Clemente. 54-3008
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horarios). Algunas empresas poseen 267 T. 53-2885 • El Catamarán: Comercio 166 Acorema
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Buses a Pisco T.53-2568 Reservas Lima: 472-2370, • El Dorado: Plaza de armas Av. San Martín 1471. T. 53-2046
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801 T. 332-3210, 332-4000 • Los Inkas: Prolong. Barrio Nuevo Mz Datos útiles
• Ormeño: Av. Carlos Zavala 177 M Lt 14, Urb. San Isidro T. 53-6634 Policía Agencias de turismo
T. 427-5679 / Av. Javier Prado 1109 E. www.losinkasinn.com Av. San Martín Norte 126 T. 54-2156 • Zarcillo Connections: San Francisco
T. 225-6163, 225-6200 • Regidor: Arequipa 201 T. 53-5220, 111 (Arequipa 164?) T. 53-6543,
• Soyuz: Av. México 333 T. 266-1515 53-5219 Capítanía y Guardacostas 66-3072, 26-2795. E. zarcillo@post.
• Las Olas: Miguel Grau 156, Pisco Playa Demetrio Miranda 206 T. 53-2246 cosapidata.com.pe
Oficinas en Pisco T. 53-2315 W. www.lasolasperu.com • Blue Sea Tours: Chosica 320, San
• Cruz del Sur: XXX • Regency Plaza: Progreso 123, plaza Bancos Andrés T. 53-3469
• Ormeño: San Francisco 259. de armas T. 53-5919 Reservas Lima: • BCP. Perez Figuerola 162, plaza de • Ballestas Travel: San Francisco 249
T. 53-2764 225-1805 armas. T. 53-2340 T. 53-3095.
• San Martín: San Martín 199. T. XX. • Las Américas: Beatita de Humay 150, • De la Nación: San Francisco 151, • Islas Ballestas: San Francisco 109
• Soyuz: Av. San Juan de Dios 100, T. 53-3905 plaza de armas. T. 53-2070 • Ballestas Travel Service: San Francisco
plaza de armas T. 53-5526 • El Candelabro: Callao y Pedemonte • Scotiabank: Progreso 117, plaza de 249 T. 53-3095
T. 53-2620 Reservas Lima: 435-2156 armas. T. 53-3846 • Paracas Tours: San Francisco 257
Cómo llegar a Paracas • Belén: Arequipa 128, plaza Belén
Desde Pisco parten diariamente T. 53-3046 Bomberos Alquiler de vehículos
colectivos rumbo a Paracas (25 km). • La Reserva: San Francisco 327. Cía. de Bomberos No. 37: Ayacucho • Quasar: Av. José Gálvez B. 235,
Estos se toman frente al mercado T. 53-5643 128. T. 53-2333 Córpac. T. 476-0408, 475-9995
Virgen de Chapi y tres veces por • El Edén: Bolognesi 122. T. 53-2656 • Triny: Los Cerezos 190, esq.
día (6:30, 12:30 y 15:30), con uno • Villa Manuelita: San Francisco 227 Locutorio público Telefónica Jacarandá, Monterrico. T. 279-1000
adicional los días domingos las 10:00 T. 53-5218 plaza de armas • Hertz: central aeropuerto
horas. Su costo es de aprox. S/. 2,50. • El Dorado: San Juan de Dios 28 T. 447-2119, 445-5716
También es posible contratar un taxi T. 53-2015 Hospitales • Budget: central aeropuerto
por unos S/. 10. Los colectivos de • El Oasis: San Francisco 389 • San Juan de Dios: San Juan de Dios T. 442-8703, 442-8706
regreso a Pisco pueden tomarse en el T. 53-1156 350 T. 53-2332
embarcadero de El Chaco. • Internacional: José Balta 639 • Antonio Skrabonja: San Francisco 322
T. 53-2492 T. 53-2234

118 Guía de la Reserva Nacional de PARACAS 119


PISCO PUERTO • El Chorito: Av. Paracas s/n T. 54-5045
Dónde alojarse • El Chaco: En esta caleta existe
• Portofino: en el Malecón un boulevard donde hay varios
• Pisco Playa: Jr. José Balta 639 restaurantes especializados en pescados
T. 53-2492. y mariscos. Los más conocidos: “Toto”
• Arenas Inn: Demetrio Miranda cdra 5 y “Jhonny y Jennifer”.
T. 53-2754
Lanchas a las islas Ballestas
SAN ANDRÉS El transporte a las islas ballestas es
Dónde comer manejado, principalmente, por la
• El Velero: Av. Genaro Medrano 460 Asociación de Operadores de Transporte
T. 54-2384 Turístico Acuático Paracas-AOTTAP
• Mendoza: Av. Genaro Medrano cuadra 5 que agrupa 17 compañías, aunque
• Brisa Marina: Ica 252 T. 53-4600 también lo ofrecen algunos operarios
• Olimpia: Grecia 200 independientes debidamente registrados.
Las lanchas salen del embarcadero
PARACAS flotante de El Chaco generalmente a las
Dónde alojarse 8 h y el viaje dura dos horas. Una hora
• Hotel Paracas: Av. Paracas 173 se emplea en el recorrido (ida y vuelta) y
T. 54-5100 Reservas Lima: 445-9376, otra hora en la visita propiamente dicha.
446-5079 W. www.hotelparacas.com Las lanchas tienen capacidad para más
• El Mirador: Carretera a Paracas km. 20 de 20 pasajeros, cuentan con chalecos
T. 54-5086, 66-5842 Reservas Lima: salvavidas, póliza de seguros y zarpe de la
241-6803, 445-8496 Capitanía de Puerto. El costo promedio es
W. www.elmiradorhotel.com de S/. 40 por persona (cuando se compra
• Santa María: Av. Paracas s/n T. 54- el mismo día) y baja a S/. 35 cuando se
5045 W. www.santamariahostal.com hace la reserva el día anterior.
• El Amigo: Plazuela Abelardo Quiñones
s/n T. 54-5042 Informes
• Posada del Libertador: Av. Paracas 25 AOTTAP. T. 992-8446
T. 967-2163 Nextel: 829*3029
W. www.posadadellibertador.com Comisaría de Paracas
• Ballestas Island: Av. Paracas Mz. D Lt. 9 T. 105 / 54-5076
T. 54-5089
• El Cóndor: Urb. Santo Domingo Lote 4 T. Guías
54-5080 W. www.resortelcondor.com El mejor experto en aves pelágicas
• Santa Elena: Reservas Lima: 71-8222 (oceánicas) de la zona es don Julián
Uribe, uno de los pilotos de las lanchas
Dónde comer del Hotel Paracas. Si usted es un
• Restaurante del Hotel Paracas: birdwatcher, no vaya a las islas sin él.
Av. Paracas 173 T. 54-5100 Los guías Jorge Espejo y Hubert van
• Café Spondyllus: Av. Paracas s/n, Lomoen, de la playa El Chaco, son
frente al Posada del Libertador también recomendados.

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MAPA SECCION MAPA SECCION
NORTE SUR

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