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Facultad de Humanidades
Departamento de Historia
Mateo Figueroa Agudelo
Mayo 30 del 2018
Orígenes del Nacionalsocialismo.
Luciano Arcella
Introducción.
Durante este régimen republicano comprendido entre 1918 y 1933, los alemanes vivieron
en la intranquilidad social y política (aunque fuera un régimen democrático) representado
en los continuos intentos de golpes de Estado militares de derecha, intentos de revolución
por parte de la izquierda, disturbios sociales, además de las fuertes y continuas crisis
económicas. Así, se puso en evidencia evidenció una descomposición del cuerpo social y
político alemán. Esta situación, que duro mas de una década, permitirá a Hitler y al Partido
Nacionalsocialista, preparar el ascenso al poder.
Gran parte de estos conflictos sociales y políticos se originaron o agudizaron por el Tratado
de Versalles firmado entre la nueva república y los Países Aliados. En estos acuerdos,
básicamente Alemania se responsabilizó por todos los daños (en todas las formas)
ocasionados en la guerra, señalada como la única culpable y encargada de reparar
económicamente a todos los afectados por la guerra, lo que genero en el interior del país
una sensación de escepticismo por parte de la sociedad ante la república, y peor aún
agudizo la tensión entre el régimen y las diferentes tendencias políticas que veían con
desconcierto y humillación las gravosas condiciones impuestas forzosamente en esos
acuerdos. A partir de estos Alemania perdió todas sus colonias y territorios conquistados,
se vio obligada a ceder buques mercantes, también se dispusieron zonas desmilitarizadas
al igual que se estableció el desarme (prohibición de tenencia de armas y tanques), la
prohibición de tener un ejercito de mas de cien mil hombres, junto con la imposibilidad al
rearme.
Este contexto de inestabilidad e incertidumbre social entrará en su etapa aguda con la gran
crisis mundial de 1929, conocida mejor como la Gran Depresión, que se prolongó hasta
finales de la década de los treinta. Los efectos devastadores de esta crisis económica, que
se originó con la caída de los precios de la bolsa de valores en los Estados Unidos, se
extendieron por todo el mundo. El hambre, la miseria y la inseguridad social, son el
resultado de la caída de la renta nacional, los ingresos fiscales, beneficios empresariales,
el descenso del comercio internacional y el crecimiento sostenido de desempleo; debido a
esto Alemania dejara de tener financiación por parte del exterior. La industria pesada y
constructora, al igual que la agricultura mermaron la producción y los precios. Esta situación
se ira superando a inicios de la década de los treinta.
Aunque esta visión del mundo, expresada y relacionada íntimamente una forma de
modernismo cultural y artístico, utilizaba la fuerza del aparato estatal, no para renovar la
cultura simbólica de Alemania, sino para sincronizar a todo un cuerpo social en un mapa
cognitivo, que se construye en el ideal liberar a la nación de la decadencia moderna y crear
una nueva era histórica. “La misión del nacionalsocialismo era fundar un «Estado-nación
socialista» sin clases, en que se integraran todas las razas, que traería la coherencia y la
dirección a un mundo dominado por el caos espiritual y la decadencia burguesa.”2 A partir
de ahora, analizaremos, dentro de la lógica modernista, la revitalización que sufrió la
economía alemana bajo la ideología y los proyectos políticos del régimen nazi.
Hitler se oponía fuertemente a crear un proyecto nacional capitalista, porque según los
nacionalsocialistas, el flujo de capital monetario, bursátil y prestamista generaba la
multiplicación del dinero a costa del interés, suprimiendo así el esfuerzo laboral, que, según
la ideología nazi, era la fuente del la riqueza nacional y la única actividad que daba sentido
a la producción de dinero como forma de pago por trabajos realizados. De esta forma la
mayoría de las empresas durante el régimen fueron privatizadas, teniendo como objetivo
crear una forma de corporativismo entre el Estado, las empresas y los trabajadores. Por
ende, la mayoría de las empresas estatales no se dedicaban a los sectores estratégicos de
la economía y el comercio, sino que se dedicaron de lleno a la producción de servicios
públicos y la industria del acero, vital para el proceso de rearme nacional.
La tesis del préstamo a interés es el invento diabólico del gran capital. Solo ella posibilita la
indolente vida de zángano de una minoría de poderosos del dinero, a costa de los pueblos
2
Ibid,352.
creadores y de su capacidad de trabajo: es ella quien, llevado a los contrastes abismales,
inconciliables, al odio de clases, del que nace la guerra civil y la lucha fratricida. 3
Feder critica que el capital prestamista sea mayor que el capital industrial. Según el autor,
el dinero no debe ser nada mas que un bono que emite el Estado por los trabajos realizados.
En este sentido el dinero no puede crecer por si mismo a partir del interés, que esclaviza a
los trabajadores frente a los grandes capitalistas. Así, el dinero o los bonos emitidos por el
gobierno no tenían como propósito mantener el flujo constante del capital, sino que ese
dinero o bonos se expresaba en resultados sobre trabajos de infraestructura, servicios
públicos, y demás labores que eran compensadas económicamente por el sistema:
A modo de conclusión la historiadora Patricia Agosto, explica que de cierta forma las
políticas económicas no sujetaron las esferas de la vida social y cultural de forma
dominante. Pero si se expresa que a partir de la crisis económica de Alemania terminada
la Primera Guerra Mundial, las formulaciones en torno al ejercicio del poder condicionaron
los demás dispositivos de control como: la propaganda, el arte, las campos de
concentración, política antisemitas, los medios de difusión de información… en fin,
pareciera que de esta crisis se reconfigurara el discurso nacional, partiendo de la necesidad
de convocar a todos dentro de los mismo intereses y objetivos, al mismo tiempo que
interiorizando las amenazas y los enemigos que querían impedir la renovación y
estructuración de un Estado modernista fascista.
3
FEDER, Gottfried. Manifiesto contra la usura y la servidumbre del interés del dinero. Editorial
Maxim, 1918.pp. 11.
4
AGOSTO, Patricia. Economía y empresas en la dictadura nazi. En: EL NAZISMO. La otra cara del
capitalismo. Ocean Sur, 2008.pp. 55.