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Soportando la exhortación

Hebreos 13:22

22. Hermanos, os insto a que soportéis mi palabra de exhortación, ya que os he escrito sólo una breve carta.

Introducción

Al concluir la carta, el escritor de Hebreos da muchos consejos prácticos, de los cuales hemos visto algunos, aunque no son todos.

No os olvidéis de mostrar hospitalidad.


Acordaos de los presos y de los maltratados.
Sea el matrimonio honroso en todos y el lecho matrimonial sin mancilla
Sea vuestro carácter sin avaricia, contentos con lo que tenéis
Acordaos de vuestros pastores que os hablaron la palabra de Dios, imitad su fe
No os dejéis llevar por doctrinas diversas y extrañas
Ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan1 su nombre.
Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua1a, porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que
lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.
Orad por nosotros

Una vez más, él dice “os insto” (véase 13:19). Pero ahora lo hace casi disculpándose al explicarles a los lectores lo que quiere que hagan.
Dice: “os insto a que soportéis mis palabras de exhortación”. De hecho, les dice a sus lectores que toleren sus palabras de exhortación,
les está pidiendo que escuchen cuidadosamente lo que tiene que decir. Suavemente y con ternura el autor se dirige a sus lectores, que
tanto necesitaban ese mensaje. La exhortación se requiere cuando estamos mal, o cuando estamos a punto de hacer el mal. El hombre
que no se arrepiente no quiere la exhortación, le fastidia que le digan que corrija su camino, que haga la voluntad de Dios, pero el que
quiere hacer la voluntad de Dios, está atento a la corrección y a la exhortación.

1.- Soportar la exhortación, porque viene de Dios

El escritor de Hebreos inicia mencionando que Dios nos habla en estos días por medio de su Hijo, es Dios quien nos habla, los escritores
de la Biblia fueron sólo un instrumento para hacernos llegar el mensaje de Dios, no es invención de Pedro, de Pablo, de Apolos, o de
algún otro hombre.

Dios habló por los profetas, Dios dio la ley, Dios no habla por su Hijo, nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. La escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñar, para
redargüir, para corregir y para instruir en justicia.

No son ocurrencias de Pablo, él era un hombre muy preparado, estudió con los mejores maestros, hablaba varios idiomas, era un
ciudadano romano por nacimiento, pero no escribió de su propia cuenta, el mismo dice, si alguno se cree espiritual entre vosotros,
reconozca que lo que yo escribo son mandamientos del Señor. 1 Corintios 5:20 Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios
rogara por medio de nosotros; en nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios!

No es imaginación de Juan, no son inventos de Lucas, son hechos verídicos, hay nombres, fechas, lugares y toda clase de detalles
precisos. La carta a los hebreos y la Biblia en general, fueron dadas por Dios para el hombre.

Hay una tremenda cantidad de exhortaciones en Hebreos, y en la Biblia, tenemos que soportarla, porque viene de Dios. Si hay algo que
reclamar, dile a Dios. Él es quien dejó todas esas exhortaciones en la Biblia, y es porque tiene un propósito eterno, sus pensamientos
son para bien, no para mal, él nos ama con amor eterno, nos ha prolongado sus misericordias, pero quiere guiarnos, es muy fácil perderse
en el mundo, por eso necesitamos la guía divina, que es su Palabra, y eso incluye exhortaciones, que a veces no nos gustan.

2.- Soportar la exhortación porque es para nuestro bien

El consejo de la Palabra de Dios es para vida, es para que estemos con él por la eternidad, no es que Dios quiere condenarnos y mandarnos
directo al infierno, no, por eso envió a Jesucristo, porque nos ama, sus exhortaciones son para nuestro bien, para que estemos con él.

Exhortar es llamar a una persona, rogar; amonestar, exhortar es apremiar a alguien para que siga un curso de conducta; siempre en
anticipación, mirando al futuro. Es decir, es para tu bien, para que cambies, para que seas mejor, para crecer, para madurar.

No nos exhorta Dios para destruirnos, para mandarnos al infierno, al contrario, nos exhorta para rescatarnos, él no quiere que nadie se
pierda, sino que todos nos arrepintamos, él quiere que estemos donde él está, que tengamos vida, y vida en abundancia, que tengamos
paz, amor, que heredemos el reino preparado para nosotros desde la fundación del mundo. Por eso nos dice que seamos santos, porque
sin santidad nadie verá al Señor, por eso nos dice que tengamos fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios.

Dios quiere tu bienestar, ¿tú lo quieres?


Dios quiere tu salvación, ¿tú la quieres?
Dios quiere que estés con él eternamente, ¿tú quieres estar con él eternamente?

Soporta la exhortación, a veces es muy suave y dulce, con mucho amor, pero a veces es fuerte, para que reacciones, no eches en saco
roto lo que Dios nos da en su Palabra. Es para nuestro bien espiritual y eterno.

2 Pedro 3:1Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, 2
para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador
dado por vuestros apóstoles.

Te imaginas lo que será caminar por aquellas calles como de oro, con un mar como de cristal, donde no hay necesidad de sol, ni de luna,
porque Dios mismo será nuestra luz. Es gratis para nosotros, ya se pagó el precio, ya se preparó el lugar, sólo estamos en espera del
momento para ir a la presencia de Dios y gozarnos con él por la eternidad.

Conclusión

La Biblia nos exhorta una y otra vez, la carta a los hebreos también, por ejemplo:

Que no haya en nosotros ninguna raíz de amargura, ese corazón amargoso, nada le parece, que si se canta, que si no, si es muy largo el
sermón, si es muy corto, si es muy aburrida la clase, si el maestro parece payaso.
Que ya no seamos niños, debemos crecer, madurar, debiendo ser ya maestros, hay necesidad de que se nos enseñe nuevamente todo
desde un principio.
Que no descuidemos una salvación tan grande
Que no endurezcamos nuestros corazones
Que no dejemos de congregarnos, por qué faltas al servicio, por qué se te hace tan pesado estar dos horas el día domingo, por qué el día
miércoles sólo asistimos unos pocos, siempre los mismos,
La Biblia dice que tenemos que orar sin cesar, por qué nos cuesta tanto trabajo, vamos a iniciar una tarde mensual de oración, ¿quiénes
van a estar? ¿Los mismos de siempre? ¿Los demás no necesitan de la oración?

¿Vas a soportar esta exhortación? ¿Te harás el ofendido y dejarás de asistir? ¿Rechazarás a Dios?

Lucas 10:10 Pero en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, salid a sus calles, y decid: 11 “Hasta el polvo de vuestra ciudad
que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos en protesta contra vosotros; empero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado.”
12 Os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad. 13 ¡Ay de ti Corazín! ¡Ay de ti
Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en vosotras hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, hace tiempo que se hubieran
arrepentido sentados en cilicio y ceniza. 14 Por eso, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para vosotras. 15
Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades serás hundida! 16 El que a vosotros escucha, a mí me escucha,
y el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.

Es tiempo de crecer, de madurar, de comprometernos con Dios seriamente, todos tenemos que trabajar para el Señor. Pero hay que
soportar la exhortación, y seguir adelante, al premio, a la recompensa eterna, te imaginas cuando se abra el libro de la vida y tu nombre
sea mencionado, delante de ángeles, de todos los santos del mundo, que hermoso será ese día. Tenemos que soportar la exhortación y
obedecer la Palabra de Dios. No somos de los que retroceden para perdición, sino de los que perseveran para salvación. Quiero animarte
a que este año que inicia, te entregues a Dios de todo corazón, ya deja los pretextos, las excusas, el no tengo tiempo, el ‘se me olvidó’,
anímate a seguir a Dios a obedecerle, verás que bonito va a ser, que grandes satisfacciones tendrás, que grandes victorias te va a dar el
Señor, sólo deja que él haga su voluntad en ti, no eches en saco roto tantas exhortaciones de parte de Dios.

Hebreos 13:20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del
pacto eterno, 21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante
de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

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