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Rodolfo Benítez Verson, garante de Cuba en los diálogos, fue el encargado de hacer el
anuncio en rueda de prensa sobre la solución al problema de las drogas ilícitas.
Entre los acuerdos logrados, Benitez Verson aseguró que el Gobierno deberá poner en
marcha un programa de sustitución de cultivos de uso ilícito y se elaborarán programas de
prevención del consumo y salud pública. Asimismo, se le dará solución al fenómeno de
producción y comercialización de narcóticos.
Y agregó que "las políticas que se emprendan deben tener un enfoque territorial, basado en
la participación ciudadana y en la presencia y fortalecimiento de las instituciones,
especialmente las responsables de la atención social y de la seguridad y protección de las
comunidades, para construir soluciones sostenibles y garantizar los derechos de los
ciudadanos y el no resurgimiento del problema".
Por su parte, Dag Nylander, delegado del Gobierno de Noruega, afirmó que otro de los
acuerdos logrados es en torno a los consumidores de drogas.
También se acordó establecer los mecanismos necesarios para luchar de manera efectiva
contra el tráfico de insumos.
Al término de este anuncio, Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del Gobierno,
dijo que la meta acordada con las Farc se basa esencialmente en un programa de sustitución
voluntaria y que el objetivo de este acuerdo era liberar a Colombia de los cultivos ilícitos
así como "trabajar con la gente, trasformar el campo y abrir nuevas oportunidades para los
colombianos rurales".
"Nos sentimos satisfechos con lo acordado porque beneficia a Colombia (...) invito a los
colombianos a participar del proceso de paz con sus propuestas y críticas", afirmó De la
Calle.
El anuncio, que estaba previsto originalmente para el 22 de mayo, se hace el mismo día
que las Farc y el ELN decretaron una tregua unilateral debido a las elecciones
presidenciales del 25 de mayo.
Hemos logrado acuerdo sobre los tres sub puntos del Acuerdo General:
Lo que hemos convenido, reconoce que para sentar las bases de una paz estable y duradera
en Colombia es necesario encontrar una solución definitiva al problema de las drogas
ilícitas.
Que el fin del conflicto representa una oportunidad para construir una solución conjunta e
integral al problema de las drogas ilícitas.
Que esta nueva visión implica buscar nuevas alternativas basadas en la evidencia, que
diferencie en su tratamiento el fenómeno del consumo y el problema de los cultivos de uso
ilícito, del problema de la criminalidad organizada asociada al narcotráfico.
Que las políticas que se emprendan deben tener un enfoque territorial, basado en la
participación ciudadana y en la presencia y fortalecimiento de las instituciones,
especialmente las responsables de la atención social y de la seguridad y protección de las
comunidades, para construir soluciones sostenibles y garantizar los derechos de los
ciudadanos y el no resurgimiento del problema.
No se trata de tener solamente territorios sin coca, sino también dar garantías plenas a las
comunidades para el ejercicio de sus derechos y libertades.
El Programa hace parte de la Reforma Rural Integral, acordada en el primer punto de este
Acuerdo.
Esta solución definitiva será posible si es el resultado de la construcción conjunta entre
comunidades y autoridades, mediante procesos de planeación participativa,de Planes
Integrales Comunitarios y Municipales de Sustitución y Desarrollo Alternativo, para lograr
la trasformación estructural del territorio, y generar condiciones que les permita a los
cultivadores de coca desvincularse definitivamente de esa actividad y a todos los habitantes
de las zonas afectadas de esos cultivos, gozar de condiciones de bienestar y buen vivir. Se
promoverá la participación efectiva de la mujer y, en general, el fortalecimiento de las
normas del Estado Social de Derecho. De esa manera se asegura una solución sostenible y
definitiva al problema de los cultivos de uso ilícito.
Las medidas de apoyo por parte del programa estarán condicionadas al cumplimiento del
cronograma de compromisos adquiridos por los cultivadores en el marco de los acuerdos de
sustitución y no resiembra. Lo anterior en el entendido de que el proceso de sustitución y su
sostenibilidad requieren del apoyo del Gobierno en los términos acordados con las
comunidades. En todo caso deberá existir un compromiso pleno de no cultivar ni de estar
involucrado en labores asociadas al cultivo, ni de participar en las comercialización ilegal
de las materias primas derivadas de los cultivos de uso ilícito.
En los casos donde, en el marco de la suscripción de los acuerdos con las comunidades en
el marco del programa, haya algunos cultivadores que no manifiesten su decisión de
sustituir los cultivos de uso ilícito o incumplan los compromisos adquiridos sin que medie
caso fortuito o fuerza mayor, el Gobierno procederá a su erradicación manual, previo un
proceso de socialización que tenga en cuenta la información de las comunidades.
Pendiente párrafo 4…
Se acordó crear un programa de alto nivel para articular las instituciones nacionales y
regionales con competencia en la reducción del consumo y coordinar un proceso
participativo de revisión, ajuste e implementación de una política en esta materia.
El programa busca garantizar el diseño y puesta en marcha de una política pública con
acciones sostenibles en el tiempo de manera articulada y coordinada según las
competencias de cada institución.
Se acordó que el Gobierno Nacional, en el marco del fin del conflicto, pondrá en marcha
una estrategia de política criminal de alcance nacional con enfoque territorial, que
fortalezca la efectividad institucional y concentre sus capacidades en la investigación,
judicialización y sanción de los delitos asociados a cualquier organización criminal
relacionada con el narcotráfico, en especial aquellas que en los territorios constituyen una
amenaza para la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz. Esto, de forma
paralela a la implementación de una estrategia integral de lucha contra la corrupción.
Adicionalmente, acordamos que se pondrá en marcha una estrategia contra los activos
involucrados en el narcotráfico y el lavado de activos que incluya, entre otros, el mapeo de
la cadena de valor del narcotráfico sobre la base de un nuevo modelo basado en el trabajo
de un grupo de expertos; un nuevo estatuto de prevención y lucha contra las finanzas
ilícitas que permita articular y fortalecer toda la normatividad en la materia en todos los
sectores que se puedan ver afectados por el lavado, sobre la base del trabajo de una
comisión de expertos; rediseño o creación de nuevas instancias de investigación,
supervisión o control financiero de las redes de crimen organizadas asociadas al
narcotráfico; una campaña nacional contra el lavado de activos para generar una cultura de
prevención y rechazo al lavado de activos; puesta en marcha de una nueva estrategia para
garantizar la aplicación efectiva de la extinción de dominio en casos asociados al
narcotráfico.
También se acordó establecer las normas y mecanismos necesarios para luchar de manera
efectiva contra el tráfico de insumos.
Se acordó que el Gobierno promoverá en el marco del fin del conflicto, una conferencia
internacional en el ámbito de la ONU para hacer una evaluación objetiva de la política de
lucha contra las drogas y avanzar en la construcción de consensos en torno a los ajustes que
sea necesario emprender, teniendo en cuenta la perspectiva y la responsabilidad compartida
entre países productores y consumidores.
Por último, acordamos que todo lo anterior solo es posible con el compromiso efectivo de
todos:
•El compromiso del Gobierno Nacional de poner en marcha las políticas y programas de
este punto, de intensificar y enfrentar de manera decidida la lucha contra la corrupción en
las instituciones causada por el problema de las drogas ilícitas, y de liderar un proceso
nacional eficaz para romper de manera definitiva cualquier tipo de relación de este flagelo
con los diferentes ámbitos de la vida pública.
• Por último, la construcción de una paz estable y duradera supone la disposición por parte
de todos de contribuir con el esclarecimiento de la relación entre el conflicto y el cultivo, la
producción y la comercialización de drogas ilícitas y el lavado de activos derivados de este
fenómeno, para que jamás el narcotráfico vuelva a amenazar el destino del país.
Lo convenido hasta ahora forma parte de un acuerdo más amplio que esperamos lograr
prontamente el cual contiene seis puntos.
Recordamos que uno de los principios que guían La Mesa de Conversaciones es que "Nada
está acordado hasta que todo esté acordado". Esto significa que los acuerdos que se
construyen, están condicionados a un pacto sobre la totalidad de la Agenda y que se pueden
ajustar y complementar.
Queremos agradecer a Cuba y Noruega, países garantes de este proceso, por su apoyo y por
el ambiente de confianza que propician. Igualmente agradecemos a Chile y Venezuela,
países acompañantes, a quienes las delegaciones informan periódicamente sobre la marcha
de los diálogos.
Estos cuatro países conforman un grupo de naciones amigas del proceso que valoramos de
manera especial, al igual que agradecemos las expresiones de apoyo de otras naciones,
organismos y líderes internacionales.
Estos acuerdos fundamentales son el resultado del intenso trabajo realizado a fondo por
ambas Delegaciones, pensando siempre en el anhelo de paz de los colombianos."