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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE PETÉN


LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
ABOGACÍA Y NOTARIADO

ANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS


CÓNYUGES

Leidy Elizabeth Benavente Quezada

Santa Elena, Flores, Petén, junio de 2018


UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE PETÉN
LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
ABOGACÍA Y NOTARIADO

ANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS


CÓNYUGES

TRABAJO DE GRADUACIÓN PRESENTADO AL CONSEJO DIRECTIVO DEL


CENTRO UNIVERSITARIO DE PETÉN DE LA
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

POR

Leidy Elizabeth Benavente Quezada


Registro Académico 201343776

Santa Elena, Flores, Petén, junio de 2018


UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE PETÉN
LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
ABOGACÍA Y NOTARIADO

TEMA

ANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS


CÓNYUGES

TRABAJO DE GRADUACIÓN

POR
Leidy Elizabeth Benavente Quezada
Registro Académico 201343776

En el acto de investidura como

LICENCIADA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

En el grado académico de

LICENCIADA

Santa Elena, Flores, Petén, junio de 2018


UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE PETÉN
LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
ABOGACÍA Y NOTARIADO

MIEMBROS DEL CONSEJO DIRECTIVO

DIRECTOR
Ing. Agr. Zoot. Henry Giovanni Vásquez Kilkán

SECRETARIA
Licda. Wendy Carolina Morales Figueroa

REPRESENTANTES DE CATEDRÁTICOS
MA. Ing. José Francisco Ochaeta Requena
Lic. Carlos Humberto Sánchez Góngora

REPRESENTANTE DE EGRESADOS
Licda. Deysi Margoth Godoy Castellanos

REPRESENTANTES DE ESTUDIANTES
Br. Otmar Francisco Guzmán Trujillo
PAE Joel Abdías Can Vanegas

Santa Elena, Flores, Petén, junio de 2018


Santa Elena de la Cruz, Flores, Petén, 23 de mayo de 2017
Expediente UAT/41-2017

licenciada
VILMA LUCRECIA BEDOYA PAREDES
Abogada y Notaria
Poptún, Petén

Estimada licenciada:

Por el presente medio hago de su conocimiento que la estudiante de Licenciatura en Ciencias


Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario LEIDY ELIZABETH BENAVENTE QUEZADA, carné número
201343776, ha presentado el Plan de Investigación intitulado "ANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO
POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS CÓNYUGES".

Razón por la cual, se le solicita su apoyo y se le nombra Consejero Docente de Plan de


Investigación antes mencionado, solicitándole que su trabajo se fundamente en el Normativo para
la elaboración del Trabajo de Tesis de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y
Notario del Centro Universitario de Petén.

Sin otro particular, se agradece el apoyo con esta casa de estudios superiores. Atentamente,

urídicas y Sociales, Abogado y Notario


USAC-CUDEP
ID Y ENSEÑAD A TODOS

e.e: Archivo

Centro Universitario de Petén, Parque Las Estelas, Santa Elena, Petén. Tel/Fax: 79260584
Lícda. Vilma Lucrecia Bedoya Paredes
Abogada y Notaria

Ref.: Expediente UAT/41-2017

Poptún, Petén, 06 de Junio de 2017

licenciado
JOSÉ ADOLFO HERNÁNDEZ GODOY
Jefe de la Unidad de Asesoría de Tesis
Carrera Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales,
Abogacía y Notariado .
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE PETÉN (CUDEP)
Presente.-

Respetable Licenciado Hernández Godoy:

Atentamente me dirijo a Usted y en cumplimiento a mi nombramiento como


Consejera-Docente de Plan de Tesis de la Unidad de Asesoría de Tesis, HAGO
CONSTAR: Que el Plan de Investigación y el Tema propuesto por la estudiante:
LEIDY ELIZABETH BENAVENTE QUEZADA, CARNÉ No. 201343776, intitulado
"ANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS
CÓNYUGES", reúne los requisitos contenidos en el Normativo respectivo y, por
tanto, emito OPINIÓN FAVORABLE para que el mismo sea aprobado, de
conformidad con el artículo 25. del ·Normativo para la Elaboración de Tesis de
Licenciatura . en Ciencias Jurídicas y Sociales y del Examen General Público del
Centro Universitario de Peténn.

. .cHCia /3.Jo,o PaJ,.


c: : : : ====�S?--����t-\.--lr-���-¡=�� yNOTIJUA
ij __..;:,.��H-\T����-+�

Zona 4, Colonia Militar, 17012, Poptún, Petén, Guatemala.


Telefax Nº: 502-57457920
Correo-e: ibeyado@gmaiLcom
Santa Elena de la Cruz, Flores, Petén, 17 de julio de 2017
Expediente UAT/41-2017

licenciada
RUSSILL CARMINA GALVÁN ALVAREZ
Abogada y Notaria
Poptún, Petén

Estimada licenciada:

Reciba saludos cordiales de la Unidad de Tesis, licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales,


Abogado y Notario, del Centro Universitario de Petén de la Universidad de San Carlos de
Guatemala. Por el presente medio hago de su conocimiento que la Consejero Docente de Plan de
Investigación licenciada VILMA LUCRECIA BEDOYA PAREDES, aprobó el Plan denominado
"ANÁLISIS JUR(DICO AL DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS CÓNYUGES",
elaborado por la estudiante LEIDY ELIZABETH BENAVENTE QUEZADA, Carné número
201343776.

Para el efecto, se le nombra ASESORA del trabajo de investigación antes mencionado,


solicitándole se desarrolle y dictamine el mismo conforme el Nomiativo para Elaboración de Tesis,
especialmente debe basarse en el artículo 27, tercer párrafo, que establece que tiene facultad para
modificar el bosquejo preliminar de temas y de las fuentes de consulta originalmente
contempladas, asl como el tltulo del punto de tesis propuesto, teniendo por objeto mejorar la
investigación, agradeciéndole desde ya su colaboración con esta casa superior de estudios.

Sin otro particular, me suscribo de usted, Atentamente,


_-.-7"";��

e.e. Archivo

"ID Y ENSEAAD A TODOS"


Centro Universitario de Petén, Parque Las Estelas, Santa Elena, Petén. TeVFax: 79260584
OFIQNA PROFESIONAL
UCENCADA RUSSILL CARMINA GALVAN ALVAREZ
ABOGADA Y NOTARIA

Ref.: Expediente UAT/41-2017

Poptún, Petén, 23 de febrero de 2018

Licenciado
Erwin Ronaldo Morales Berges
Jefe de la unidad de Asesoría de Tesis
Carrera de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales,
Abogacía y Notariado
Universidad de San Carlos de Guatemala
Centro Universitario de Petén (CUDEP)

Respetable licenciado Morales Berges:

Atentamente me dirijo a usted y en cumplimiento a mi nombramiento emitido por esta


Unidad de Tesis, como Asesora del trabajo de investigación de Tesis intitulado
"ANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS
CÓNYUGES", de la estudiante LEIDY ELIZABETH BENAVENTE QUEZADA,
CARNÉ 201343776, el mismo que a mi criterio, reúne los requisitos contenidos en el
Normativo de este Centro Universitario, por lo que procedo a emitir el siguiente
dictamen:

l. Considero que el tema investigado por la alumna LEIDY ELIZABETH


BENAVENTE QUEZADA; es de suma importancia, no sólo por su contenido
científico y técnico; sino que también porque aborda una temática de especial

711• Calle, s-es, Zona 1, Bo. *El centro", Poptún, Pet,n. Celular 47396049
OFICINA PROFESIONAL
LICENCIADA RUSSILL CARNINA GALVÁN ALVAREZ
ABOQADA Y NOTARIA

importancia a nivel nacional, como lo es el divorcio por voluntad de uno de los


cónyuges mediante causa determinada regulado en el artículo 154 numeral 2°. del
Código Civil, Decreto 106; cuyas causas restringen injustificadamente el libre
desarrollo de la personalidad; por lo que la estudiante logró establecer la necesidad
de reformar el artículo 154 del referido cuerpo legal y que se regule legalmeñte en
Guatemala el divorcio por voluntad de uno de los cónyuges, sin causa determinada,
debido a que esta forma de solicitar el divorcio no restringe el derecho al libre
desarrollo de la personalidad, consagrado en la Constitución Política de la
República y otros instrumentos legales de ámbito internacional, como lo es la
Declaración Universal de Derechos Humanos.

11. La estructura formal de la presente tesis se encuentra en concordancia con la guía


proporcionada para la elaboración de tesis de este Centro Universitario; además
para su desarrollo se utilizaron los métodos de investigación inductivo, deductivo y
analítico-sintético; además de las técnicas de investigación documental y de
campo, representando gráficamente los resultados de ésta última; como también
se hizo uso de bibliografía adecuada y actualizada.

111. Lo concerniente a la redacción, a mi criterio, es muy precisa; pues, aborda de forma


sencilla y práctica la temática de la presente investigación; como también en la
misma se hace uso de un adecuado léxico jurídico.

79• Calle, 3-65, Zona 1, Bo. -El centro", Poptún, Petén. Celular 47396049
OPIQNA PROFESIONAL
UCENQADA RUSSILL CARMINA QALVAN ALVAREZ
ABOGADA Y NOTARIA

IV. Las conclusiones y recomendaciones fueron redactadas de forma sencilla, clara y


precisa, en congruencia con el tema investigado, brindando valiosos aportes en el
ámbito jurídico.

V. A mi criterio, la presente investigación cumple con los requisitos de forma y fondo


conforme a lo establecido en el artículo 32 del "Normativo para la Elaboración del
Trabajo de Tesis de la Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y
Notario, para Estudiantes del Centro Universitario de Petén, de la Universidad de
San Carlos de Guatemala"
En consecuencia de lo anterior, emito DICTAMEN FAVORABLE, a la investigación
realizada por la estudiante LEIDY ELIZABETH BENAVENTE QUEZADA, por haber
cumplido con todo lo necesario para la elaboración de la misma, en relación al
requerimiento científico y técnico; la aplicación correcta de la metodología y técnicas
de investigación; redacción pertinente; conclusiones y recomendaciones precisas,
atinentes al tema investigado, incluyendo una adecuada bibliografía.

Sin otro particular, me es grato suscribirme como su deferente servidora.

1•. Calle, 3-65, Zona 1, so. "'El centro", Poptún, Pet,n. celular 41396049
USAC
............, .
TRI CENTENARIA
..._�-�

Santa Elena De La Cruz, Flores, Petén, 05 de marzo del 2018


Expediente UAT/41-2017

Licenciado
ALEJANDRO JOS� FLORES MALDONADO
Abogado y Notario
Poptún, Petén

Estimado Licenciado:

Reciba saludos cordiales de la Unidad de Tesis, Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales,


Abogado y Notario, del Centro Universitario de Petén de fa Universidad de San Carlos de
Guatemala. Por el presente medio hago de su conocimiento que la licenciada RUSSILL CARMINA
GALVÁN ALVAREZ, en su calidad de Asesor, ha emitido dictamen favorable al trabajo de
investigación de tesis denominado "ANÁLISIS JURÍDICO Al DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE
LOS CÓNYUGESH, elaborado por la estudiante LEIDY ELIZABETH BENAVENTE QUEZADA, Carné
número 201343776.

Siendo usted colaborador de esta casa superior de estudios, y con fundamento en el Normativo
para la Elaboración del Trabajo de Tesis del Centro Universitario de Petén y a la Guía para la
elaboración de Tesis y Trabajos de Graduación, se le nombra REVISOR. Cabe mencionar que el
presente nombramiento y desarrollo de la función de Revisor se fundamenta en el artículo 30 del
Normativo antes mencionado, por lo que tiene la facultad para realizar las modificaciones de
forma y de fondo que tengan por objeto mejorar la investigación.

Atentamente,

e.e: Archivo

"ID Y ENSEÑAD A TODOS"


Centro Univers,it ano
· d •
e Peten, Parque Las Estelas, Santa Elena, Petén. Tel/Fax: 79260584
2• C!.Jtr. !J-45, 2'ona !J, !B,núo c:3anl.a &1aúa, 17012,
Li4. d/ü¡andw ffeú 9lc� e::M.a!Jonak fPopitui, fAun. �

c:11to9o.Jc y dVoto.tw ':JJ.,fax di!': {502} 19277$84


l'.?atuo-� aüxtfm1o@qmd.aom

Poptún, Petén, 12 de marzo de 2018


Expediente UAT/41-2017

Licenciado
ERWIN ROLANDO MORALES BERGES
Jefe de la Unidad de Asesoría de Tesis
Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario
CENTRO UNIVERSITARIO DE PETÉN DE LA
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA.

Respetable Licenciado Morales Berges:

Por este medio, quiero rendir dictamen como REVISOR DE LA TESIS de la estudiante
LEIDY ELIZABETH BENAVENTE QUEZADA, carné universitario número 201343776, quien
hizo su trabajo con el título siguiente: "ANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO POR
VOLUNTAD DE UNO DE LOS CÓNYUGES".

En atención a la providencia de esta Unidad a su cargo y con base en el Artículo 32 del


"Normetivo para la Elaboración de Tesis de Licenciatura en Ciencias Jurldicas y Sociales y
del Examen General Público del Centro Universitario de Petén", procedo a emitir mi opinión
del trabajo encomendado:

a) Considero que el tema investigado, reviste de gran importancia con relación a su


contenido científico y técnico, al abordar un tema de suma importancia en la materia de
Derecho de familia, proponiendo la innovación de que el divorcio sea por la sola voluntad de
uno de los cónyuges y sin expresión de causa.

b) Para la elaboración del presente estudio se utilizaron los métodos idóneos para este tipo
de investigaciones jurídico-científicas, porque se partió de la documentación de temas de
carácter universal o genéricos, con la ayuda de la técnica bibliográfica, para después
desglosar una totalidad, con el fin de analizar independientemente cada una de las partes
que la componen y obtener solamente los elementos fundamentales de cada tópico.

e) la forma en que se redactó el trabajo de investigación fue hecho con base al Diccionario
de la lengua española, y cumple con los tecnicismos fundamentales y reglas ortográficas
para la correcta comprensión y lectura de la tesis.
(!aflr. 3·45, :.lona 3, !Banlo óanta c:::;lttfa't(a, 17012,
:Je� 9fc� dlt{afdon.ado
2A

�fu. df.�andw fPopf.4.n, fPdLn, §ualunala.

clf&o9cuÍo y dVotailc 'Jdz.fax di': {502} 79277884


C!c't'tuH: afu:¡{m10@9maiÍ.aom

d) En el trabajo presentado, fueron citados diversos autores sobre los temas que componen
los capítulos de la presente tesis, haciendo acopio en las citas en el sistema APA y en el
apartado de las referencias bibliográficas, cumpliendo con las normas y directrices
contenidas tanto en el Normativo para la Elaboración de Tesis de Licenciatura en Ciencias
Jurídicas y Sociales y del Examen General Público como en la Guía para la Elaboración de
Tesis y Trabajo de Graduación en las Diferentes Carreras, ambos del Centro Universitario de
Petén.

e) Para terminar quiero dejar constancia de la grata labor que fue revisar, en la medida de
mis posibilidades, la factura de esta tesis. La estudiante Leidy Elizabeth Benavente Quezada
hizo cuanto esfuerzo estuvo a su alcance por salvar las dificultades de la pobreza de
bibliografía en nuestro medio. También debo comentar en la labor de síntesis de algunos
capítulos, tales como los capítulos 111 y IV, ya que demuestran excelente conocimiento y
juicio crítico de los escasos materiales asequibles, así como un connotado dominio de la
legislación civil guatemalteca y del derecho comparado.

La presente investigación, fue revisada por mi persona y comprende los requisitos


necesarios para la emisión del DICTAMEN FAVORABLE, el cual reitero se fundamentó en el
Artículo 32 del "Normativo para la Elaboración de Tesis de Licenciatura en Ciencias Jurídicas
y Sociales y del Examen General Público del Centro Universitario de Petén"; por lo que se
APRUEBA el trabajo de tesis presentado por la tesante, a efecto de que el mismo pueda
continuar con el trámite correspondiente, para su posterior evaluación por el Tribunal
Examinador en el Examen Público de Tesis, a la vez que presento a su autora mis más
sinceras felicitaciones por un buen estudio, ceñido a la sobriedad doctrinaria que debe
exigirse en la Universidad, y le insto a que el trajín y preocupación de su futura vida
profesional no le permita abandonar sus preocupaciones científicas en pro de las Ciencias
Jurídicas y Sociales.

De Usted respetuosamente,

.v1

Colegiado Activo
UC, lWlNIH JOS� FLIRES
QQ.QAl)O ylNOT.ldlO--
Santa Elena de la Cruz, Flores, Petén, 12 de marzo de 2018
UAT/41-2017

Licenciada
MAYRA LISSEHE RODRIGUEZ CALLEJAS
Abogada y Notaria
Santa Elena, Flores, Petén

Estimada Licenciada:

Reciba saludos cordiales de la Unidad de Tesis, Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales,


Abogado y Notario, del Centro Universitario de Petén de la Universidad de San Carlos de
Guatemala. Por el presente medio hago de su conocimiento que el Licenciado ALEJANDRO JOSÉ
FLORES MALDONADO, en su calidad de Revisor, ha emitido dictamen favorable al trabajo de
investigación de tesis denominado "ANÁLISIS JURÍDICO Al DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE
LOS CÓNYUGES", elaborado por la estudiante LEIDY ELIZABETH BENAVENTE QUEZADA, carné
número 201343776.

Siendo usted colaboradora de esta casa superior de estudios, y con fundamento en el Normativo
para la Elaboración del Trabajo de Tesis para estudiantes del Centro Universitario de Petén y
conforme a la Guía para la elaboración de Tesis y Trabajos de Graduación, se le nombra
CONSEJERO DOCENTE DE ESTILO. Cabe mencionar que el presente nombramiento y desarrollo de
la función de Consejero Docente de Estilo se fundamenta en los artículos 10, 11, 31 y 33 del
Normativo antes mencionado.

Atentamente,

cas y Sociales, Abogacía y Notariado


USAC-CUDEP

e.e: Archivo
"ID Y ENSEÑAD A TODOS"
Centro Universitario de Petén, Parque Las Estelas, Santa Elena, Petén. Tel/Fax: 79260584
Lic. Mayra Lissette Rodríguez Callejas
Abogada y Notaria
O Avenida Zona 1 frente a Colegio Sagrada Familia
Santa Elena, de la Cruz, Flores, Petén
Teléfono 7924-8030 y 4235-2137

Santa Elena de la Cruz, Flores, Petén, 23 de abril de 2018

Licenciado Erwin Rolando Morales Berges


Jefe de la Unidad de Tesis · ·
Carrera de Licenciatura en Ciencias·Jurídicas y Sociales,
Abogado y Notario · ·
Centro Universitario de Petén ·
Universidad de San Carlos de Guatemala

Respetable Licenciado: ·

Atentamente me dirijo a usted.y en atención al nombramiento en donde se me designa


como CONSEJERO DOCENTE DE ESTILO · de Tesis de . LEIDY ELIZABETH
BENAVENTE QUEZADA, respecto a su trabajo de tesis intitulado "ANÁLISIS
JURIDICO AL DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS CÓNYUGES", con el
objeto de informar sobre mi labor y oportunamente emitir dictamen respectivo.

Con respecto a la redacción, puntuación y ortografla se utilizó las normas establecidas


en el diccionario de la Real Academia Espanola, además lo establecido en el normativo
para la elaboración de tesis de Licenciatura en Ciencias Juñdicas y Sociales, en cuanto
a la forma, márgenes, tipo de letra, presentación puntualizando en aspectos
gramaticales y ortográficos, habiéndose hecho las correccio · necesarias para el
presente trabajo de tesis. · ·
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En virtud de tener a la vista los dictámenes que anteceden, en mi calidad de Revisora de


Estilo del presente trabajo de investigación, me permito informar que el mismo cumple
con los requisitos espectficos establecidos en los artlculos 10, 11,31 y 33 del normativo
para ta elaboración de tesis de Licenciatura en Ciencias Jurldicas y Sociales, por lo que
no tengo inconveniente en emitir el presente DICTAMEN FAVORABLE, a fin de que el
presente trabajo continué con el trámite correspondiente.

Sin otro particular, me suscribo de usted,


UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS
DE GUATEMALA

Ciudad de Flores, Petén, 23 de abril de 2018

Lic. Erwln Ronaldo Morales Berges


Jefe de la Unidad de Asesoría de Tesis
Universidad de San Carlos de Guatemala
Centro Universitario de Petén (CUDEP)

Respetuosamente me dirijo a usted con el fin de manifestarle que, con fecha 23 de abril de
2018, dentro del expediente UAT/41-2017, fue emitido dictamen favorable por parte de la
CONSEJERA DOCENTE DE ESTILO, la LICENCIADA MAYRA LISSETTE RODRIGUEZ
CALLEJAS, con respecto al trabajo de investigación intitulado: "ANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO
POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS CÓNYUGES" y para los efectos subsiguientes, hago entrega del
presente Proyecto de Tesis, a efecto que el mismo se traslade a la Coordinación Académica de la
Carrera de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogacía y Notariado, en cumplimiento con
las disposiciones del normativo para la elaboración de tesis de esta casa de estudios.

De antemano agradezco la atención a la presente.

Atentamente,
Santa Elena De La Cruz, Flores, Petén, 23 de abril de 2018
Expediente UAT/41-2017
Licenciado
RAMÓN ANTONIO MORALES OZAETA
Coordinador de Carrera Ciencias Jurídicas y Sociales
Abogacía y Notariado
USAC/CUDEP

Señor Coordinador:

Por el presente medio hago de su conocimiento que con fecha 23 de abril de 2018, el Consejero
Docente de Estilo y Redacción, Licenciada MAYRA LISSETTE RODRÍGUEZ CALLEJAS, emitió dictamen
favorable a la investigación realizada por la estudiante LEIDY ELIZABETH BENAVENTE QUEZADA,
carné número 201343776, razón por la cual traslado la presente investigación denominada
u ANÁLISIS JURÍDICO Al DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS CÓNYUGES".

Por lo que, conforme a la Guía para la elaboración de Tesis y Trabajos de Graduación y


fundamentado en los artículos 31, 32, 33 y 34 del Normativo para la Elaboración del Trabajo de Tesis
del Centro Universitario de Petén, traslado el presente trabajo para los efectos que correspondan.

Atentamente,

erg es
ra de Tesis
Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogacía y Notariado
USAC-CUDEP

e.e: Archivo

Centro Universitario de Petén, Parque Las Estelas, Santa Elena, Petén. Tel/Fax: 79260584
COORDINACION CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES, ABOGACÍA y NOTARIADO
Santa Elena De La Cruz, Flores, Petén, 23 de abril de 2018

Licenciado
EDY JOSUE ROMERO TZIN
Coordinador Académico
Centro Universitario de Petén, CUDEP-USAC
Santa Elena De La Cruz, Flores, Petén.

Respetable Licenciado:

Tengo el gusto de dirigirme a usted respetuosamente, para informarle que el día 23 de abril de 2018,
se trasladó a esta Coordinación, por parte del Jefe de Unidad de Asesoría de Tesis el expediente de la
estudiante LEIDY ELIZABETH BENAVENTE QUEZADA, carné número 201343776, el cual contiene el
DICTAMEN FAVORABLE, emitido por la Consejero Docente de Estilo Licenciada MAYRA LISSETIE
RODRÍGUEZ CALLEJAS, sobre el traba·o de investigación intitulado "ANÁLISIS JURÍDICO Al DIVORCIO
POR VOLUNTAD DE UN � LOS CÓNYUGES".

Conforme a la Guía pa raduación y con fundamento en los


artículos 31, 32, 33 y del Normativo para la Elaboración el Trabajo de Tesis del Centro
Universitario de Petén, y ha iendo cumplido con todos los requisit s establecidos, traslado el mismo
a la Coordinación que usted · ige para que se eleve al Oirec del Centro Universitario de Petén
para la autorización de la Orden Impresión.

u�-A;;óJ�·�Morales Ozaeta

Coordinador Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogacía Y Notariado


CUOEP- USAC

84
Centro Universitario de Petén, Parque Las Estelas, Santa Elena, Petén. Tel/Fax: 792605
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Universidad de San Carlos de Guatemala

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CENTRO Centro Universitario de Petén
UNIVERS!TARIO
DE PETEN Coordinación Académica

Santa Elena, Flores Petén, 11 de junio de 2018.

A:
lng. Agr. Zoot. Henry Giovanni Vásquez Kilkán
Director del Centro Universitario de Petén
Universidad de San Carlos de Guatemala
Su despacho.

Asunto: Informe Final de Tesis: uANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO POR


VOLUNTAD DE UNO DE LOS CÓNYUGES"

Presentado por: Leidy Elizabeth Benavente Quezada, Registro Académico


No. 201343776, de la Carrera de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales,
Abogacía y Notariado.

Para que se sirva:


Hacerlo de su conocimiento
Emitir Opinión o Dictamen
Efectos consiguientes.

Atentamente,

<Parque Las 'E.stefas, Santa 'F.íma, Plims, <Pet.én. 'l'e[ 7926-2524


'Faa6oo{Oficia[; Centro Universitario áe <Pet.én - Correo ef.ectrónico: coortf.acaá.cuáep@usac.eá1L9t
Universidad de San Carlos de Guatemala
CENTRO Centro Universitario de Petén
UNIVERSITARIO
DE PETÉN Coordinación Académica

Asunto: Informe Final de Tesis: "ANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO POR


VOLUNTAD DE UNO DE LOS CÓNYUGES"

Presentado por: Leidy Elizabeth Benavente Quezada, Registro Académico


No. 201343776, de la Carrera de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales,
Abogacía y Notariado.

IMPRÍMASE,

Santa Elena, Flores Petén, 11 de junio de 2018.

Parque Las 'Estefas, Sant.a P.fena, 'FfMes, Petin. 'Te[ 7926-2524


'Face6oof¿Oficiaf: Centro 'Unioersitario áe Petén - Corrro efectr6nico: coon[aauícwfep@usac.eáu.9t
DEDICATORIA

A Dios: “Porque Jehová da la sabiduría y de su


boca viene el conocimiento y la
inteligencia”. Proverbios 2:6.
Fuente inagotable de sabiduría y poder.
Porque desde un inicio coloqué mis
planes en tus manos y no me
abandonaste, como gigante fuiste
delante de mí; me has tenido en alta
estima y has puesto en alto mi nombre.

A mis padres: Luis Alfredo Benavente y María


Elizabeth Quezada de Benavente;
bendición de Dios es tenerlos como
padres, que mi triunfo sea un premio a
su apoyo y amor incondicional.

A mis hermanos: Deglin Alfredo e Iris Quiliola; con


quienes he compartido toda una vida,
por su solidaridad y cariño.

A mi sobrino: Luis Julio Berges Benavente; por su


cariño y que mi triunfo le sirva como
ejemplo; para que, a su corta edad,
pueda trazarse metas mayores que las
mías.

A mis catedráticos: Por compartirme sus valiosos


conocimientos profesionales, apoyarme
y confiar en mis capacidades; de
quienes guardo gratos recuerdos.

Al Licenciado Alejandro José Flores Excelente ser humano y profesional, mi


Maldonado. agradecimiento por toda la ayuda
brindada, mi admiración y respeto hacia
su persona.

A mis compañeros de promoción: Por todas las vivencias que tuvimos,


que permanecerán en mi mente.

A mi Alma Mater: La Universidad de San Carlos de


Guatemala, Centro Universitario de
Petén, Sección Poptún. Templo del
saber; por prepararme como profesional
y muy orgullosa de pertenecer a la
Máxima Casa de Estudios de
Guatemala, la Gloriosa Tricentenaria.
AGRADECIMIENTOS

A la Consejera Docente del Plan de Licenciada Vilma Lucrecia Bedoya


Investigación Paredes.

A la Asesora de esta Tesis Licenciada Russill Carmina Galván


Alvarez.

Al Revisor de esta Tesis Licenciado Alejandro José Flores


Maldonado.

A la Universidad de San Carlos de


Guatemala

Al Centro Universitario de Petén


-CUDEP- Sección Poptún

.
ÍNDICE

RESUMEN ................................................................................................................. vi
1. INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 1
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ..................................................................... 4
3. JUSTIFICACIÓN ..................................................................................................... 5
4. OBJETIVOS ............................................................................................................ 9
4.1. General ................................................................................................................ 9
4.2. Específicos........................................................................................................... 9
5. ALCANCES Y LÍMITES …………………………………………………………………10
5.1. Alcances ............................................................................................................ 10
5.2. Límites ............................................................................................................... 10
6. MARCO TEÓRICO ............................................................................................... 11
CAPÍTULO I .............................................................................................................. 11
1.1. El Matrimonio ..................................................................................................... 11
1.1.1. Definición. ....................................................................................................... 11
1.1.2. Naturaleza jurídica. ......................................................................................... 12
1.1.2.1. El matrimonio como contrato…………………………………………………….12
1.1.2.2. El matrimonio es un acto jurídico mixto o negocio jurídico complejo………..13
1.1.2.3. El matrimonio es una institución…………………………………………………14
1.1.3. Clasificación de los sistemas matrimoniales. .............................……………….15
1.1.3.1. El sistema exclusivamente religioso…………………………………………….15
1.1.3.2. El sistema exclusivamente civil………………………………………………….15
1.1.3.3. El sistema mixto…………………………………………………………………...15
1.1.4. Requisitos legales para su celebración. .......................................................... 16
1.1.4.1. Requisitos personales…………………………………………………………….16
1.1.4.2. Requisitos formales……………………………………………………………….18
1.1.4.3. Requisitos solmenes………………………………………………………………20
1.1.5. Deberes y derechos que nacen del matrimonio............................................... 22
1.1.6. Capitulaciones matrimoniales y esponsales. ................................................... 26

i
1.1.7. Régimen económico del matrimonio. .. ……………………………………………29
1.1.7.1. Comunidad absoluta………………………………………………………………29
1.1.7.2. Separación absoluta………………………………………………………………30
1.1.7.3. Comunidad de gananciales………………………………………………………31
1.1.8. Impedimentos para contraer matrimonio. ........................................................ 32
1.1.9. Regulación legal. ............................................................................................. 36
CAPÍTULO II ............................................................................................................. 39
2.1. El Divorcio .......................................................................................................... 39
2.1.1. Antecedentes históricos. ................................................................................. 39
2.1.2. Definición. ....................................................................................................... 44
2.1.3. Divorcio voluntario. .......................................................................................... 46
2.1.4. Divorcio necesario. .......................................................................................... 48
2.1.5. Efectos. ........................................................................................................... 51
2.1.6. Diferencia con la separación. .......................................................................... 54
2.1.7. Regulación legal. ............................................................................................. 56
CAPÍTULO III ............................................................................................................ 58
3.1. El Libre Desarrollo de la Personalidad ............................................................... 58
3.1.1. Definición. ....................................................................................................... 58
3.1.2. El desarrollo de la personalidad colectiva........................................................ 63
3.1.3. El desarrollo de la personalidad individual....................................................... 69
3.1.3.1. La dignidad, la libertad y la no discriminación, como derechos
fundamentales, proyectados en el libre desarrollo de la personalidad individual..72
3.1.3.2. La ley protectora de la persona humana desde el aspecto individual..73
3.1.3.3. El deber del Estado sobre el respeto al derecho al libre desarrollo de la
personalidad individual……………………………………………………………………..73
3.1.4. El libre desarrollo de la personalidad en el derecho constitucional. ................. 75
3.1.4.1. ¿Qué es el derecho constitucional?...............................................................75
3.1.4.2. Definición de lo que es la Constitución Política de la República de
Guatemala…………………………………………………………………………………...78
3.1.5. Libre desarrollo de la personalidad en el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos. ................................................................................................. 83

ii
3.1.5.1. ¿Qué son los derechos humanos?................................................................83
3.1.5.2. Características de los derechos humanos……………………………………...84
3.1.5.3. Clasificación de los derechos humanos………………………………………..85
3.1.6. El derecho al libre desarrollo de la personalidad establecido expresamente
en los instrumentos jurídicos internacionales en materia de derechos humanos.... 87
CAPÍTULO IV............................................................................................................ 91
4.1. Análisis Jurídico al Divorcio por Voluntad de Uno de los Cónyuges. .................. 91
4.1.1. El divorcio por voluntad unilateral. ................................................................... 91
4.1.2. Examen de las causales de divorcio en Guatemala. ....................................... 95
4.1.3. Los efectos del divorcio por voluntad de uno de los cónyuges. ..................... 105
4.1.4. El divorcio por voluntad unilateral en la legislación comparada (el caso de
México).………………………………………………………………….………………….107
4.1.5. El divorcio por voluntad unilateral frente al derecho humano del libre
desarrollo de la personalidad. ................................................................................. 111
4.1.6. Necesidad de incluir dentro de nuestra legislación vigente el divorcio por la
sola voluntad de uno de los cónyuges y sin expresión de causa. ............................ 115
4.1.7. Análisis jurídico del Decreto 27-2010, emitido por el Congreso de la
República de fecha 17 de septiembre de 2010. ...................................................... 119
7. MARCO REFERENCIAL ..................................................................................... 123
7.1. Ubicación ......................................................................................................... 123
7.2. Población, Cultura e Idioma ............................................................................ 123
7.3. Condición Climática ......................................................................................... 124
8. METODOLOGÍA ................................................................................................. 126
8.1. La Hipótesis ..................................................................................................... 126
8.2. Variables .......................................................................................................... 127
8.2.1. Variable independiente.................................................................................. 127
8.2.2. Variable dependiente. ................................................................................... 128
8.2.3. Definición conceptual de las variables ........................................................... 128
8.2.4. Definición operacional de las variables. ........................................................ 130
8.3. Población del Estudio ....................................................................................... 131
8.4. La Muestra ....................................................................................................... 132

iii
8.5. Instrumentos de Recolección de los Datos ...................................................... 132
8.6. Tratamiento de los Datos ................................................................................. 132
9. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS ................................................................. 133
9.1. Discusión ......................................................................................................... 136
10. COMPROBACIÓN DE LA HIPÓTESIS ............................................................. 137
11. CONCLUSIONES ............................................................................................. 138
12. RECOMENDACIONES ..................................................................................... 140
13. REFERENCIAS ................................................................................................ 141
14. ANEXOS ........................................................................................................... 147

iv
ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1 La restricción injustificada del derecho al libre desarrollo de la


personalidad……………………………………………………………… 133
Figura 2 El respeto a la autonomía de la voluntad del cónyuge que solicita
la disolución del 133
matrimonio...................................................................
Figura 3 El divorcio solicitado por uno de los cónyuges, sin expresión de
causa.......…………………………………………………………........... 134
Figura 4 Necesidad de regular legalmente, en Guatemala, el divorcio sin
causa determinada…………….………………………………………… 134
Figura 5 Agilización y simplificación de los trámites de la disolución del
matrimonio........................................................................................ 135
Figura 6 El menoscabo de la dignidad del cónyuge dentro del proceso de
divorcio………………………………………........................................ 135

v
RESUMEN

La presente investigación, aborda una realidad social que actualmente afecta a un


sector de la población guatemalteca, que se encuentra unida bajo el vínculo del
matrimonio; la legislación guatemalteca regula dos modalidades para que el divorcio
sea declarado: “La separación de las personas, así como el divorcio, podrá
declararse: 1º. Por mutuo acuerdo de los cónyuges; y 2º. Por voluntad de uno de
ellos mediante causa determinada” (Código Civil, 1963, art. 154). Las causas para
solicitar el divorcio por voluntad de uno de los cónyuges se encuentran reguladas en
el Código Civil, Decreto Ley 106 y en la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Intrafamiliar, Decreto 97-96. En Guatemala, no se encuentra regulado
legalmente el divorcio por voluntad unilateral de cualquiera de los cónyuges, sin
causa determinada; la problemática surge cuando uno de los cónyuges manifiesta su
voluntad de solicitar el divorcio, sin causa determinada; dicha expresión unilateral de
voluntad se encuentra limitada por las causas que el legislador ha establecido en la
norma; lo anterior se contrapone al derecho al libre desarrollo de la personalidad
consagrado en la Constitución Política de la República de Guatemala y en otros
instrumentos legales de rango internacional que Guatemala ha ratificado; el libre
desarrollo de la personalidad consiste en que todo ser humano tiene derecho a
planear y a ejecutar su propio proyecto de vida, sin que el Estado o alguna persona
se lo restrinja o condicione; el Estado de Guatemala debe de facilitarle el alcance de
dicho desarrollo.

Palabras Clave: Realidad social, matrimonio, divorcio, voluntad, personalidad.

vi
1. INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo de tesis se realiza un análisis jurídico al divorcio por


voluntad de uno de los cónyuges; para ello se abordan varios aspectos que son
considerados como relevantes y que son atinentes a dicho análisis; los cuales
emergen de la institución del matrimonio, de la disolución del mismo, de la autonomía
de la voluntad de la persona humana y el derecho al libre desarrollo de la
personalidad del ser humano. El matrimonio, es considerado como una de las
instituciones más antiguas que aún prevalecen en la actualidad, su definición legal
es: “El matrimonio es una institución social por la que un hombre y una mujer se
unen legalmente, con ánimo de permanencia y con el fin de vivir juntos, procrear,
alimentar y educar a sus hijos y auxiliarse entre sí” (Código Civil, 1963, art. 78). La
familia, considerada como la base de la sociedad y el lugar idóneo para que se
conciba y se desarrolle el ser humano, se encuentra fundada dentro del marco legal
del matrimonio. En Guatemala, la norma legal, establece lo siguiente: “La separación
de personas, así como el divorcio, podrán declararse: 1º. Por mutuo acuerdo de los
cónyuges; y 2º. Por voluntad de uno de ellos mediante causa determinada” (Código
Civil, 1963, art. 154).

El artículo transcrito anteriormente establece cuáles son las únicas dos


modalidades por las cuales se puede declarar el divorcio; el cuerpo legal citado, no
tiene contemplada dentro de su normativa, el divorcio por voluntad de uno de los
cónyuges sin expresión de causa; como es el caso de otros países que dentro de su
ordenamiento jurídico adoptaron esta modalidad del divorcio; tal es el caso de
México, que en algunos de sus Estados, se puede solicitar el divorcio por voluntad de
uno de los cónyuges sin expresión de causa, más conocido como divorcio exprés.

La persona humana, es un ser dotado de libre albedrío, tiene esa capacidad


para elegir su propio proyecto o plan de vida; es decir auto determinarse y a lo que
también se le conoce como la autonomía de la voluntad, lo que le permite obtener el
desarrollo de su personalidad; dicho desarrollo debe de ser alcanzado de forma libre,

1
sin que el Estado o alguna otra persona pueda limitarlo, condicionarlo o prohibirlo. En
Guatemala el derecho al libre desarrollo de la personalidad se encuentra consagrado
dentro de los deberes del Estado: “Es deber del Estado garantizarle a los habitantes
de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo
integral de la persona” (Const., República de Guatemala, 1985, art. 2). Es deber del
Estado garantizarle a los habitantes de la República, entre otros, el desarrollo integral
de la persona humana; además dicho derecho, al libre desarrollo de la personalidad,
se encuentra establecido dentro de varios instrumentos jurídicos de ámbito
internacional, como lo es la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Al condicionar el Estado de Guatemala, a través de su legislación vigente, el


divorcio por voluntad de uno de los cónyuges, a ciertas causas establecidas en la
misma, está limitando o condicionando al cónyuge el libre desarrollo de su
personalidad, que al igual que toda persona humana tiene derecho; además al
exponer la causa por la cual se solicita el divorcio, ante personas ajenas a los
cónyuges se denigra o se menoscaba la dignidad del otro cónyuge poniendo de
manifiesto la intimidad matrimonial. Tal como se manifiesta en los considerandos del
Decreto 27-2010, del Congreso de la República de Guatemala, de fecha 17 de
septiembre de 2010, que reforma el artículo 156 del Código Civil de Guatemala, no
hay más causa para invocar el divorcio que sólo la voluntad del cónyuge, pues la
causa determinante no es más que el fin del consentimiento expresado.

El presente trabajo de tesis se desarrolla en cuatro capítulos: en el primer


capítulo se enmarca al matrimonio, en el segundo capítulo al divorcio, en el tercer
capítulo se señala lo relativo al libre desarrollo de la personalidad y en el cuarto
capítulo se realiza un análisis jurídico al divorcio por voluntad de uno de los
cónyuges; haciendo la salvedad, que cada uno de los temas contenidos en los
capítulos anteriores, se encuentran divididos en sub temas, para lograr alcanzar un
mejor desarrollo y análisis de los mismos.

2
Las técnicas utilizadas en la investigación bibliográfica y documental es el
subrayado, resúmenes y anotaciones; en la investigación de campo: es la
observación, la encuesta, los cuadros estadísticos y visitas personales a instituciones
y organismos tales como el Juzgado de Familia ubicado en el municipio de Poptún,
departamento de Petén, el Registro Nacional de las Personas con sede en el
municipio de Poptún, departamento de Petén, ONG’s , a abogados y demás
instituciones públicas o privadas relacionadas con la familia del municipio de Poptún,
departamento de Petén.

Con la presente investigación, previo a obtener el grado de Licenciada en


Ciencias Jurídicas y Sociales, se pretende demostrar que en lo concerniente a las
causas para solicitar el divorcio por voluntad unilateral de los cónyuges, establecidas
en el Código Civil, Decreto Ley 106 y la causa contenida en la Ley para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, contenida en el Decreto Número 97-
96 del Congreso de la República de Guatemala, se vulnera el derecho al libre
desarrollo de la personalidad del cónyuge que solicita el divorcio por voluntad
unilateral, al invocar causa establecida.

Es necesario que se proponga la respectiva iniciativa de ley para que se


reformen dichos cuerpos legales, los cuales deben de ser vanguardistas, apegados a
la realidad y necesidad social, para garantizarle a la población el derecho al libre
desarrollo de la personalidad consagrado en la Ley Suprema del Estado de
Guatemala y otros instrumentos jurídicos internacionales, y por ende, se alcance la
plena realización personal.

3
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El problema radica en que actualmente el Código Civil en sus artículos 154,


numeral 2°, y 155, así como la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Intrafamiliar en su artículo 9°., regulan una serie de causales para poder solicitar el
divorcio por voluntad de uno de los cónyuges, lo cual restringe injustificadamente el
libre desarrollo de la personalidad como un derecho fundamental que permite a los
individuos elegir y materializar los planes de vida que estimen convenientes.

La investigación se enfocó en el estudio y análisis minucioso de los artículos


154, numeral 2°, y 155 del Código Civil, así como el artículo 9º. de la Ley para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar y sus consecuencias
jurídicas en contraposición al libre desarrollo de la personalidad (unidad de análisis).
El estudio abarcó desde la entrada en vigencia de la Constitución Política de la
República de Guatemala, el 14 de enero de 1986, a la presente fecha (período
histórico), y el territorio dentro del cual se enmarcó la investigación fue la República
de Guatemala, así como el derecho comparado de las legislaciones de otros países
que tratan sobre esta problemática (ámbito geográfico).

Por lo que el problema objeto de investigación quedó definido de la manera


siguiente: “¿Cuáles son las consecuencias jurídicas, desde la perspectiva de los
derechos fundamentales de la persona, que ha tenido el divorcio por la voluntad de
uno de los cónyuges por causa determinada, contenido en los artículos 154 numeral
2º. y 155 del Código Civil, así como en el artículo 9º. de la Ley para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, a partir de la entrada en vigencia de
la Constitución Política de la República de Guatemala, el 14 de enero de 1986?.

4
3. JUSTIFICACIÓN

El divorcio ha existido y ha sido permitido desde las organizaciones familiares


más antiguas. En nuestra legislación sustantiva civil actual, el divorcio puede darse
de dos formas, como son el mutuo acuerdo de los cónyuges y por la voluntad de uno
de ellos por causa determinada, por lo que el objetivo de este trabajo es realizar un
estudio sobre este último, es decir, el divorcio por voluntad de uno de los cónyuges
derivado de una causal determinada, ya que conculca el libre desarrollo de la
personalidad y remite a uno de los consortes a permanecer indefinidamente con el
otro cónyuge, por lo que se considera la necesidad de analizar esta modalidad de
disolución del matrimonio debido a la ineficacia que representa para los derechos
inherentes de la persona.

La legislación guatemalteca contempla lo siguiente: “La separación de


personas, así como el divorcio, podrán declararse: 1º. Por mutuo acuerdo de los
cónyuges; y, 2º. Por voluntad de uno de ellos mediante causa determinada” (Código
Civil, 1963, art. 154). Así como también, se encuentran reguladas las causas
unilaterales para obtener el divorcio, las cuales son las siguientes:

1°. La infidelidad de cualquiera de los cónyuges; 2°. Los malos


tratamientos de obra, las riñas y disputas continuas, las injurias graves
y ofensas al honor y, en general, la conducta que haga insoportable la
vida en común; 3°. El atentado de uno de los cónyuges contra la vida
del otro o de los hijos; 4°. La separación o abandono voluntarios de la
casa conyugal o la ausencia inmotivada, por más de un año; 5°. El
hecho de que la mujer dé a luz durante el matrimonio, a un hijo
concebido antes de su celebración, siempre que el marido no haya
tenido conocimiento del embarazo antes del matrimonio; 6°. La
incitación del marido para prostituir a la mujer o corromper a los hijos;
7°. La negativa infundada de uno de los cónyuges a cumplir con el otro
o con los hijos comunes, los deberes de asistencia y alimentación a que

5
está legalmente obligado; 8°. La disipación de la hacienda doméstica;
9°. Los hábitos de juego o embriaguez, o el uso indebido y constante de
estupefacientes, cuando amenazaren causar la ruina de la familia o
constituyan un continuo motivo de desavenencia conyugal; 10º. La
denuncia de delito o acusación calumniosa hecha por un cónyuge
contra el otro; 11º. La condena de uno de los cónyuges, en sentencia
firme, por delito contra la propiedad o por cualquier otro delito común
que merezca pena mayor de cinco años de prisión; 12º. La enfermedad
grave, incurable y contagiosa, perjudicial al otro cónyuge o a la
descendencia; 13º. La impotencia absoluta o relativa para la
procreación, siempre que por su naturaleza sea incurable y posterior al
matrimonio; 14º. La enfermedad mental incurable de uno de los
cónyuges que sea suficiente para declarar la interdicción; y, 15º.
Asimismo, es causa para obtener el divorcio, la separación de personas
declarada en sentencia firme. (Código Civil, 1963, art. 155).

No obstante a lo anterior, existe una décima sexta causa de divorcio en otro


cuerpo legal, que textualmente regula: “De la reiteración del agresor. Se entenderá
como reiteración del agresor, quien haya agredido por más de una vez a su víctima o
a otro integrante del grupo familiar. Este hecho podrá ser invocado como causal de
separación o divorcio”. (Decreto 97, 1996, art. 9).

Sin embargo, el libre desarrollo de la personalidad constituye la expresión


jurídica del principio liberal de “autonomía de la persona”, de acuerdo con el cual al
ser valiosa en sí misma la libre elección individual de planes de vida, el Estado tiene
prohibido interferir en la elección de éstos, debiéndose limitar a diseñar instituciones
que faciliten la persecución individual de esos planes de vida y la satisfacción de los
ideales de virtud que cada uno elija, así como a impedir la interferencia de otras
personas en su persecución.

6
En el ordenamiento jurídico guatemalteco, el libre desarrollo de la
personalidad es un derecho fundamental que permite a los individuos elegir y
materializar los planes de vida que estimen convenientes, cuyos límites externos son
exclusivamente el orden público y los derechos de terceros. De acuerdo con lo
anterior, el régimen de disolución del matrimonio contemplado en el Código Civil, que
exige la acreditación de causales cuando no existe mutuo consentimiento de los
contrayentes, incide en el contenido del derecho al libre desarrollo de la
personalidad. En este sentido, se trata de una medida legislativa que restringe
injustificadamente ese derecho fundamental, toda vez que no resulta idónea para
perseguir ninguno de los límites que imponen los derechos de terceros y de orden
público. En consecuencia, los artículos 154, numeral 2°, y 155 del Código Civil, así
como el artículo 9° de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Intrafamiliar, en los cuales se establecen las causales que hay que acreditar para
que pueda decretarse la disolución del matrimonio cuando no existe mutuo
consentimiento de los cónyuges, son incongruentes con los derechos establecidos
en los artículos 2° y 44 de la Constitución Política de la República de Guatemala.

De acuerdo con lo anterior, el no condicionar el otorgamiento del divorcio a la


prueba de alguna causal para decretar la disolución del vínculo matrimonial bastaría
con que uno de los cónyuges lo solicite sin necesidad de expresar motivo alguno. No
obstante, el hecho de que en esos casos se decretara el divorcio sin la existencia de
cónyuge culpable no implica desconocer la necesidad de resolver las cuestiones
familiares relacionadas con la disolución del matrimonio, como pudieran ser la
guarda y custodia de los hijos, las relaciones familiares, los alimentos o alguna otra
cuestión semejante.

Por lo anteriormente expuesto; la investigación que se propone la he intitulado


como “Análisis jurídico al divorcio por voluntad de uno de los cónyuges”.

El trabajo a desarrollar se hace necesario para determinar la viabilidad o


inviabilidad actual del divorcio por voluntad de uno de los cónyuges por causa

7
determinada, en beneficio de un derecho tan fundamental del ser humano como lo es
el libre desarrollo de la personalidad. El resultado servirá para la oportuna propuesta
de reforma legal del Código Civil en cuanto a este tema.

8
4. OBJETIVOS

4.1. General

4.1.1. Determinar las consecuencias jurídicas, desde la perspectiva de los derechos


fundamentales de la persona, que ha tenido el divorcio por la voluntad de uno
de los cónyuges por causa determinada, contenido en los artículos 154,
numeral 2°, y 155 del Código Civil, así como en el artículo 9° de la Ley para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, a partir de la entrada
en vigencia de la Constitución Política de la República de Guatemala, el 14 de
enero de 1986.

4.2. Específicos

4.2.1. Examinar la institución familiar del matrimonio.


4.2.2. Estudiar las formas de disolución del vínculo matrimonial.
4.2.3. Conceptualizar el libre desarrollo de la personalidad como derecho humano.
4.2.4. Analizar el divorcio por voluntad de uno de los cónyuges mediante causa
determinada.

9
5. ALCANCES Y LÍMITES

5.1. Alcances

La investigación se enfocó en el estudio y análisis minucioso de los artículos


154 numeral 2º. y 155 del Código Civil, Decreto Ley 106, así como el artículo 9°. de
la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, Decreto 97-96 y
sus consecuencias jurídicas, en contraposición al libre desarrollo de la personalidad
(unidad de análisis).

5.2. Límites

El estudio abarcó, primordialmente el ámbito legislativo, el cual inició a partir


de la entrada en vigencia de la Constitución Política de la República de Guatemala,
el 14 de enero de 1986, a la presente fecha (período histórico), también dentro del
mismo se abordó los instrumentos legales de rango internacional en materia de
derechos humanos atinentes al tema, y desde el ámbito territorial, la investigación se
enmarcó principalmente en la República de Guatemala; a la vez, se realizó un
análisis sobre el derecho comparado de las legislaciones de otros países que tratan
sobre esta problemática (ámbito geográfico).

10
6. MARCO TEÓRICO

CAPÍTULO I

1.1. El Matrimonio

1.1.1. Definición

El ser humano en sí es un ser eminentemente social, lleno de un cúmulo de


necesidades personales, sociales, políticas, económicas, que diariamente busca
satisfacer y entre estas necesidades personales está el deseo de querer formar una
familia; siendo esta última valorada como la base de la sociedad; el matrimonio a lo
largo de la historia ha sido considerado como el génesis legal de la familia, pues a
través de éste un hombre y una mujer se unen legalmente con el fin de formar una
familia; para que bajo el amparo y el reconocimiento legal los cónyuges puedan
convivir juntos, procrear hijos, alimentarse, auxiliarse entre sí y también adquirir
derechos y obligaciones dentro de la esfera del matrimonio.

La palabra matrimonio proviene de las raíces latinas mater munium, que


significan “oficio de madre”; doctrinariamente el matrimonio, Tobeñas (s/f) citado por
Beltranena Valladares de Padilla (2011, p. 120) lo define como la unión legal de un
hombre y una mujer para la plena y perpetua comunidad de existencia.

Desde el punto de vista legal, el matrimonio en Guatemala, se define de la


siguiente manera: “El matrimonio es una institución social por la que un hombre y
una mujer se unen legalmente con ánimo de permanencia y con el fin de vivir juntos,
procrear, alimentar y educar a sus hijos y auxiliarse entre sí” (Código Civil , 1963, art.
78).

El matrimonio es la base legal de la familia; es decir; que es el marco jurídico


sobre el cual ésta se forma, la envuelve protegiéndola y a la vez le da vida jurídica.

11
1.1.2. Naturaleza jurídica

Para poder determinar la naturaleza jurídica del matrimonio, varios tratadistas


y doctrinarios estudiosos del derecho, han aportado un cúmulo de ideas, pero han
coincidido en tres criterios, siendo éstos los siguientes: “el matrimonio como contrato,
el matrimonio es un acto jurídico mixto o negocio jurídico complejo, el matrimonio es
una institución” (Brañas, 2012, pp. 126-131).

1.1.2.1. El matrimonio como contrato

Sobre esta doctrina Puig Peña (1987), citado por Brañas, (2012, p.126) afirma
que: “se injerta en la tesis de los canonistas, quienes siempre han sostenido que el
matrimonio es en todo caso un contrato”.

Para esta corriente el matrimonio es un contrato, lo que sí es evidente que


para su constitución deben de existir algunos de los requisitos de validez que son
indispensables para el otorgamiento de un contrato, pudiendo mencionar la voluntad
y el consentimiento de los contrayentes, la capacidad legal de los mismos; sin los
elementos anteriores; es decir, si no hay consentimiento, voluntad y capacidad legal
de parte de los contrayentes el matrimonio no puede nacer a la vida jurídica y si
naciere éste podría anularse, al igual que un contrato que encierra un negocio
jurídico o una manifestación de voluntad si faltan los elementos o requisitos de
validez anteriormente descritos, éste es inexistente o está viciado. Aunque si bien es
cierto, tanto el matrimonio como el otorgamiento de un contrato genera efectos en la
esfera jurídica para los consortes y otorgantes o contratantes como lo son derechos
y obligaciones, también entre ambas existe una marcada diferencia, lo que conlleva
a afirmar que el matrimonio no es un contrato o por lo menos no puede apreciarse
desde ese punto de vista; puesto que, en el caso del matrimonio tanto los derechos
y las obligaciones para los cónyuges se encuentran taxativamente regulados en el
Código Civil y éstos no son de su elección, no pueden pactarse como en el caso del
contrato, simplemente los consortes al momento de contraer matrimonio se

12
adhieren a dicha regulación legal; los derechos que les asisten y las obligaciones que
deberán de cumplir ya se encuentran plenamente establecidos en una ley y no son
creados por éstos; al contrario, son producto de la voluntad del legislador que los
creó, caso contrario sucede con el contrato que encierra un negocio jurídico que es
decisión de los otorgantes pactar las condiciones a las cuales estarán sometidos y la
forma en la que se va a realizar el objeto del contrato mismo.

1.1.2.2. El matrimonio es un acto jurídico mixto o negocio jurídico complejo

Esta es la opinión que acepta el civilista hondureño Gautama Fonseca (s.f),


citado por Brañas (2012) quien la expone en los siguientes términos:

Se distinguen en el Derecho los actos jurídicos privados, el acto jurídico


público y los actos jurídicos mixtos. Los primeros se realizan por la
intervención exclusiva de los particulares; los segundos por la
intervención de los órganos estatales y los terceros por la concurrencia
tanto de particulares como de funcionarios públicos en el acto mismo,
haciendo sus respectivas manifestaciones de voluntad. (p.128).

Esta corriente es aceptable, puesto que para la autorización del matrimonio


es necesaria la intervención; por una parte, de dos particulares; con capacidad legal,
consentimiento, voluntad para contraer matrimonio y todo lo demás que esto
conlleva, quienes representan al sector privado y por otra parte; el funcionario
público competente, que obviamente está dotado por un poder que le otorga la ley
para autorizar el matrimonio; es decir, revestir el acto de legalidad, con este último
estaría representado el sector público. El matrimonio no puede celebrarse si no figura
alguna de las partes antes mencionadas, inclusive deben de estar presentes en el
mismo momento de celebrarse éste. De lo anterior parte esta corriente, que aunque
es concreta y razonable, no es la que adopta el ordenamiento jurídico guatemalteco.

13
1.1.2.3. El matrimonio es una institución

Es relevante determinar por qué en la doctrina se contempla al matrimonio


como una institución, siendo esta corriente la que ha tenido influencia en el Código
Civil, Decreto Ley 106, debido a que dentro del articulado legal del mismo, define al
matrimonio como una institución social.

Debe partirse de un punto de vista: el matrimonio como institución o


dicho en otra forma, la institución del matrimonio, no constituye una
persona jurídica del tipo institucional. La palabra institución se emplea,
respecto al matrimonio, en el sentido de una situación o estado.
(Brañas, 2012, p. 129).

Puig Peña (1957) citado por Brañas (2012) expresa que:


El matrimonio, como estado jurídico, representa una situación especial
de vida, aludida y regida por un conjunto especial de reglas impuestas
por el Estado, que forman un todo, y al cual las partes no tienen más
que adherirse. Una vez queda su adhesión, su voluntad es ya
impotente, y los efectos de la institución se producen de modo
automático. (p. 129).

Esta corriente, es la que adopta la Legislación Civil guatemalteca, como ya se


mencionó anteriormente, debido a que, considera al matrimonio como una institución
social, la cual se encuentra enmarcada dentro de un cúmulo de normas jurídicas que
la regulan, estableciendo claramente los derechos y obligaciones de los consortes,
como también determina qué requisitos deben de cumplir éstos, previo a su
celebración. El ordenamiento jurídico civil guatemalteco va dirigido a la protección y
conservación de la familia como la base de la sociedad guatemalteca, lo anterior
derivado de lo siguiente:

14
El Estado garantiza la protección social, económica y jurídica de la
familia. Promoverá su organización sobre la base legal del matrimonio,
la igualdad de derechos de los cónyuges, la paternidad responsable y
el derecho de las personas a decidir libremente el número y
espaciamiento de sus hijos. (Const., República de Guatemala, 1985,
art. 47).

En atinencia a esta obligación del Estado de Guatemala, se ha considerado al


matrimonio como una institución, pues éste es la base legal, la seguridad jurídica que
reviste a la familia.

1.1.3. Clasificación de los sistemas matrimoniales

Según la doctrina guatemalteca, existen dos clases de matrimonio: el civil y el


religioso, de los cuales surgen tres sistemas matrimoniales siendo éstos. “El sistema
exclusivamente religioso y el sistema exclusivamente civil y el sistema mixto”
(Brañas, 2012, p. 133).

1.1.3.1. El sistema exclusivamente religioso

Es aquel que se realiza o se celebra ante autoridad eclesiástica, el matrimonio


que se celebre bajo este sistema carecerá de validez legal, solamente es reconocido
y surte sus efectos dentro de la esfera eclesiástica.

1.1.3.2. El sistema exclusivamente civil

Este sistema surge a raíz de la revolución francesa, en el cual las personas


que deseaban contraer matrimonio debían hacerlo ante autoridad competente,
distinta a la eclesiástica para poder tener validez legal.

1.1.3.3. El sistema mixto

Es una fusión de los dos sistemas matrimoniales anteriores; para que, tanto el
matrimonio religioso surta sus efectos al igual que el matrimonio civil.

15
En Guatemala, en la actualidad, el matrimonio civil es el sistema reconocido
legalmente, en el cual el matrimonio debe de ser autorizado ante la autoridad que el
Estado le ha concedido plenas facultades para realizarlo. “El matrimonio podrá ser
autorizado por los alcaldes, concejales, notarios en ejercicio y ministros de culto
facultados por la autoridad administrativa correspondiente” (Const., República de
Guatemala, 1985, art. 49). En este orden de ideas, también lo regula el Código Civil
guatemalteco, Decreto Ley 106, en el cual se han establecido las formalidades que
conlleva la celebración del mismo; antes, durante y posterior a su celebración, siendo
una de estas últimas la inscripción del matrimonio en el Registro Civil del Registro
Nacional de las Personas, para que éste tenga plena validez legal; “se inscriben en el
Registro Civil de las Personas: a)…; b) Los matrimonios y …….”. (Decreto 90-2005,
art. 70). Los contrayentes, también tienen la facultad, debido a que no es obligatorio,
a raíz de que el matrimonio civil es el único que surte efectos legales, de contraer
matrimonio eclesiástico o religioso, según sea la fe que profesen, a sabiendas de que
en Guatemala existe la libertad de religión, el cual es un derecho de las personas
que se encuentra regulado en el artículo 36 de la Constitución Política de la
República. En Guatemala, el matrimonio civil se celebra antes que el matrimonio
religioso.
1.1.4. Requisitos legales para su celebración

Para la celebración del matrimonio es necesario que se cumplan con los


requisitos extrínsecos e intrínsecos, establecidos en el Código Civil, Decreto Ley 106,
de tal manera que éste no adolezca de vicios ya sea de fondo o de forma, para que
surta sus efectos legales, Alfonso Brañas, en su libro Manual de Derecho Civil, los
clasifica en personales, formales y solemnes.

1.1.4.1. Requisitos personales

Fonseca (s.f), citado por Brañas (2012) expresa lo siguiente:


Algunos autores distinguen, como requisitos del matrimonio, los
requisitos de existencia (diversidad de sexo, consentimiento,

16
intervención de funcionario competente) y los requisitos de validez
(capacidad, consentimiento, formalidades), dando a cada uno de los
distintos elementos integrales de unos u otros requisitos, distinta
proyección según que incidan en la existencia o en la validez del acto
matrimonial, otros distinguen entre elementos esenciales
(manifestación de voluntad de los contrayentes y del funcionario
competente) y elementos de validez (capacidad, ausencia de vicios del
consentimiento, observancia de las formalidades legales, licitud en el
objeto del acto. (p. 135).

De lo anterior, surge lo siguiente: que para la celebración del matrimonio es


necesario que los contrayentes sean personas de diferente sexo, en cumplimiento de
lo establecido legalmente. “El matrimonio es una institución social por la que un
hombre y una mujer se unen legalmente….” (Código Civil, 1963, art. 78); los
contrayentes deben de tener capacidad legal para contraer matrimonio, la cual es
definida como la aptitud para ser sujeto de contraer derechos y obligaciones, claro
está que a través del matrimonio se adquieren derechos y obligaciones, por lo tanto
se debe de tener la aptitud necesaria para ello. La aptitud para contraer matrimonio,
según lo establecido es: “Se establece los dieciocho años de edad. Como la edad
mínima para contraer matrimonio” (Código Civil, 1963, art. 81). El artículo 81 del
Código Civil, Decreto Ley 106, fue reformado por el artículo 1, del Decreto Número 8-
2015 del Congreso de la República, el 5 de noviembre del año 2015, el mismo
cuerpo legal establece: “no podrán contraer matrimonio ni autorizarse de manera
alguna, el matrimonio de menores de dieciocho años de edad” (Código Civil, 1963,
art. 83). Este artículo fue reformado por el artículo 3 del Decreto Número 8-2015 del
Congreso de la República el 5 de noviembre del año 2015 y reformado por el artículo
2 del Decreto Número 13-2017 del Congreso de la República, el 21 de septiembre
del año 2017; además el matrimonio debe de ser autorizado por persona
competente:

17
El matrimonio debe autorizarse por el alcalde municipal o el concejal
que haga sus veces, o por un notario hábil legalmente para el ejercicio
de su profesión. También podrá autorizarlo el ministro de cualquier
culto que tenga esa facultad otorgada por la autoridad administrativa
que corresponde. (Código Civil, 1963, art. 92).

En la actualidad, es más común que los matrimonios sean autorizados por el


alcalde, concejal o por un notario hábil. El consentimiento de los contrayentes para
celebrar el matrimonio es fundamental y no es más que la manifestación de la
voluntad de éstos para contraer matrimonio, de lo contrario el matrimonio sería
anulable: “Es anulable el matrimonio: 1. Cuando uno o ambos cónyuges han
consentido por error, dolo o coacción” (Código Civil, 1963, art. 145). Lo mismo
sucedería si uno de los contrayentes padeciera de incapacidad mental al celebrarlo.

1.1.4.2. Requisitos formales

El legislador moderno –a diferencia del romano y del de la Edad Media


hasta el concilio de Trento-, ha regulado cuidadosamente lo que
concierne a los requisitos formales cuyo cumplimiento es necesario
previamente al acto matrimonial en sí. A ello responde la iniciación y
tramitación del expediente respectivo ante el funcionario autorizante,
con el objeto esencial de que la prueba escrita o documental respalde a
la manifestación de voluntad de los contrayentes. (Brañas, 2012, pp.
151-152).

Con base en lo anterior, los requisitos formales se aducen que son todo lo
referente a los documentos que necesitan presentar las personas que desean
contraer matrimonio, para lo cual en la legislación se encuentra regulado lo siguiente:

Las personas civilmente capaces que pretendan contraer matrimonio, lo


manifestarán así ante el funcionario competente de la residencia de

18
cualquiera de los contrayentes, quien recibirá bajo juramento de cada
uno de ellos, legalmente identificados, declaración sobre los puntos
siguientes, que hará constar en acta: nombres y apellidos, edad, estado
civil, vecindad, profesión u oficio, nacionalidad y origen, nombres de los
padres y de los abuelos si los supieren, ausencia de parentesco entre
sí que impida el matrimonio, no tener impedimento legal para contraerlo
y régimen económico que adopten si no presentaren escritura de
capitulaciones matrimoniales, y manifestación expresa de que no están
legalmente unidos de hecho con tercera persona. (Código Civil, 1963,
art. 93).

El contrayente que fuere extranjero o guatemalteco naturalizado deberá


comprobar en forma fehaciente su identidad y libertad de estado.
Previamente a la celebración del matrimonio, se publicarán edictos en
el Diario Oficial y en otro de mayor circulación, por el término de 15
días, emplazando a denunciarlo quienes sepan de algún impedimento
legal para el mismo. Si el matrimonio no fuere celebrado dentro de los
seis meses de publicados los edictos, éstos perderán su efecto legal.
(Código Civil, 1963, art. 96).

Los contrayentes deberán de identificarse a través del medio legalmente


aceptado para hacerlo, en el caso de Guatemala es a través del Documento
Personal de Identificación, el cual es extendido por el Registro Nacional de las
Personas de la República de Guatemala; deberán presentar la certificación de
nacimiento, extendida por el Registrador Civil, del Registro Nacional de las Personas
de la República de Guatemala; además de lo anterior deberán de presentar:

La Constancia de Sanidad, es obligatoria para ambos contrayentes,


será extendida en los centros de atención médica públicos o por un
médico y cirujano colegiado activo, haciendo constar que la persona
examinada no padece de enfermedad contagiosa incurable, perjudicial

19
para el otro contrayente o a la descendencia, o que no tiene defectos
físicos que imposibiliten la procreación. No están obligadas a presentar
certificado de sanidad las personas que residan en lugares en donde se
carece de médico y cirujano colegiado activo o de centros de atención
médica públicos y quienes ya hubieren tenido relaciones de hecho que
hagan innecesario dicho certificado. (Código Civil, 1963, art. 97).

Además de lo anterior, también se encuentra regulado, acerca de que si se


diera la circunstancia que uno de los contrayentes hubiere estado casado, para lo
cual la norma legal establece lo siguiente:

El contrayente que hubiese sido casado, presentará documento legal


que acredite la disolución o insubsistencia del matrimonio anterior; si
hubiese tenido hijos, comprobará estar garantizada la obligación de
alimentarlos; y si tuviere bienes de menores bajo su administración,
presentará el inventario respectivo. (Código Civil, 1963, art. 95).

1.1.4.3. Requisitos solmenes

“La ceremonia de la celebración del matrimonio es el acto solmene con el que


culminan las diligencias iniciadas a ese efecto” (Brañas, 2012, p. 154). La
solemnidad, como requisito de la celebración del matrimonio, lo constituye el acto en
el que se realiza el mismo, para lo cual se determina lo siguiente:

Cerciorado el funcionario de la capcidad de los contrayentes y


cumplidos, en su caso, los requisitos que exigen los artículos
anteriores, señalará, si lo solicitan los contrayentes, día y hora para la
celebración del matrimonio, o procederá a su celebración inmedianta.
(Código Civil, 1963, art. 98).

20
Durante la celebración del matrimonio, se observarán una serie de
formalidades establecidas, las cuales deben cumplirse obligatoriamente por
disposición legal, para que el matrimonio tenga validez.
Estando presentes los contrayentes, procederá el funcionario que debe
autorizar el matrimonio, a dar lectura a los artículos 78 y del 108 al 112
de este código, recibirá de cada uno de los cónyuges su consentimiento
expreso de tomarse, respectivamente, como marido y mujer y, en
seguida, los declarará unidos en matrimonio. El acta deberá ser
aceptada y firmada por los cónyuges y los testigos, si los hubiere,
poniendo su impresión digital los que no sepan hacerlo, además del
funcionario autorizante. (Código Civil, 1963, art. 99).

Posteriormente al otorgamiento del matrimonio, funcionario autorizante deberá


de enviar aviso al Registro Civil, del Registro Nacinal de las Personas de la
República de Guatemala.

Una vez efectuado el matrimonio el funcionario que lo autorice


entregará inmediatamente constancia del acto a los contrayentes,
razonará las cédulas de vecindad y demás documentos de
identificación que se le presenten y enviará aviso a la Oficina de
Registro de Cédula de Vecindad respectiva, dentro de los quince días
siguientes a la celebración de dicho acto, para que se hagan las
anotaciones correspondientes. (Código Civil, 1963, art. 100).

Cabe hacer la aclaración que el documento válido de identificación en


Guatemala es el Documento Personal de Identificación y el aviso a que se refiere el
artículo anteriormente transcrito, deberá de enviarlo el funcionario autorizante del
matrimonio al Registro Civil del Registro Nacional de las Personas, para que se
realice las anotaciones que el caso requiere y no a la Oficina de Registro de Cédula
de Vecindad, como indica dicho artículo.

21
En conclusión, para que el matrimonio tenga validez legal, se deben de llenar
requisitos previos, durante y posteriores a su celebración, debiendo observar el
funcionario que lo autorice todos los requisitos legales.

1.1.5. Deberes y derechos que nacen del matrimonio

De la unión de un hombre y una mujer a través del matrimonio, surgen


derechos y obligaciones legales para ambos cónyuges, los cuales permitirán el
cumplimiento de los fines del mismo, como lo son el ánimo de permanencia, vivir
juntos, procrear, alimentar y educar a sus hijos y auxiliarse entre sí; para lograr lo
anterior en la legislación civil guatemalteca se han establecido una serie de
obligaciones que deben ser cumplidos por los cónyuges, así también en ella se ha
establecido derechos para ambos. Partiendo de lo preceptuado en el Código Civil,
Decreto Ley 106, se realiza la siguiente clasificación de derechos y obligaciones para
cada uno de los cónyuges.

“Por el matrimonio, la mujer tiene derecho de agregar a su propio apellido el


de su cónyuge y de conservarlo siempre, salvo que el matrimonio se disuelva por
nulidad o por divorcio” (Código Civil, 1963, art. 108). Según lo regulado en el artículo
anterior; por el matrimonio, la ley le faculta a la cónyuge a agregar a su apellido el
apellido de su cónyuge, aunque el texto legal es claro es especificar que es un
derecho que ella tiene y no es una obligación o un deber, por lo que puede ejercer
dicho derecho que la ley le otorga o abstenerse de ello, que si se abstiene no incurre
en algún tipo de responsabilidad legal ante la cual ella deba de responder, pero
también está la salvedad que en el caso de que el matrimonio se disuelva por la
nulidad del mismo o por el divorcio, la cónyuge ya no está facultada legalmente para
ejercer el referido derecho.

La mujer tendrá siempre derecho preferente sobre el sueldo, salario o


ingresos del marido, por las cantidades que correspondan para
alimentos de ella y de sus hijos menores. Igual derecho le corresponde

22
al marido en los casos en que la mujer tenga la obligación de contribuir
en todo o en parte para los gastos de la familia. (Código Civil, 1963, art.
112).

En el texto legal anterior, se observa que la norma busca proteger a los


cónyuges y a sus descendientes en el plano económico, de tal manera que tanto los
cónyuges como los hijos dispongan de lo necesario para su subsistencia, pues la
cónyuge tiene derecho preferente sobre el sueldo, salario o ingresos del marido y
también este último tendrá derecho preferente sobre el sueldo, salario o ingresos de
su cónyuge cuando ella tenga la obligación de contribuir en todos o en parte de los
gastos de la familia.

La representación conyugal corresponde en igual forma a ambos


cónyuges quienes tendrán autoridad y consideraciones iguales en el
hogar, de común acuerdo fijarán el lugar de su residencia y arreglarán
todo lo relativo a la educación y establecimiento de los hijos y a la
economía familiar. En caso de divergencia entre los cónyuges, el Juez
de familia decidirá a quien le corresponde. (Código Civil, 1963, art.
109).

Con relación a la representación conyugal, haciendo un breve análisis, del


artículo anteriormente citado, en el cual dicha representación conyugal se encuentra
enmarcada, coloca al hombre y a la mujer en un plano de igualdad dentro del
matrimonio, lo cual está concatenado con lo preceptuado en la Constitución Política
de la República de Guatemala, en la cual se establece:

En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en


dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su
estado civil tienen iguales oportunidades y responsabilidades, ninguna
persona puede ser sometida a servidumbre ni a otra condición que

23
menoscabe su dignidad. Los seres humanos deben guardar conducta
fraternal entre sí. (Const. República de Guatemala, 1985, art. 4).

Según el artículo constitucional citado, en Guatemala todos los seres humanos


son libres e iguales en dignidad y derechos; además tienen las mismas
oportunidades y responsabilidades. En el mismo orden de ideas se invoca el
siguiente artículo:

El Estado garantiza la protección social, económica y jurídica de la


familia. Promoverá su organización sobre la base legal del matrimonio,
la igualdad de derechos de los cónyuges, la paternidad responsable y
el derecho de las personas a decidir libremente el número y
espaciamiento de sus hijos. (Const., República de Guatemala, 1985,
art. 47).

En el ámbito de derecho internacional, al respecto se regula lo siguiente: “Los


Estados partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad de
derechos y la adecuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en
cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo”
(Convención Americana sobre Derechos Humanos, 1969, art. 17, num. 4); lo anterior
viene a colación debido a que la ley establece que la representación conyugal
corresponde en igual forma a ambos cónyuges, quienes tendrán autoridad y
consideraciones iguales en el hogar, de común acuerdo fijarán el lugar de su
residencia y arreglarán todo lo relativo a la educación y establecimiento de los hijos y
a la economía familiar; esto rompe con todos los paradigmas que se traían de
tiempos pasados, en los cuales se colocaba, dentro del matrimonio, a la mujer en
una posición de subordinación frente al hombre, donde imperaba una especie de
patriarcado, en el cual el hombre ejercía el mando y la dirección de la familia; en la
actualidad ambos cónyuges ejercen la representación conyugal, tiene la misma
autoridad dentro del hogar y de común acuerdo fijarán su residencia y lo relacionado
a la educación de los hijos y a la economía de la familia y en dado el caso que los

24
cónyuges no entraren en consenso sobre la representación conyugal, será un Juez
de familia quien decidirá poniéndole fin a tal discrepancia.

La mujer deberá también contribuir equitativamente al sostenimiento del


hogar, si tuviere bienes propios o desempeñare algún empleo,
profesión, oficio o comercio; pero si el marido estuviere imposibilitado
para trabajar y careciere de bienes propios, la mujer cubrirá todos los
gastos con los ingresos que reciba. (Código Civil, 1963, art. 111).
El rol de la mujer dentro del matrimonio es de suma importancia, pues ya no
figura dentro del mismo como la persona que se dedica al cuidado de su cónyuge e
hijos, a la procreación; sino que, en la actualidad se ubica dentro de la sociedad
como una persona productiva, capaz de contribuir económicamente al sostenimiento
del hogar de forma equitativa y si su cónyuge estuviere imposibilitado para el
sostenimiento económico de éste, ella deberá asumir esa responsabilidad de manera
total. Si bien es cierto, que entre los fines que persigue el matrimonio está el auxilio
mutuo entre los cónyuges, también es una obligación para ambos y a la vez un
derecho.

El marido debe protección y asistencia a su mujer y está obligado a


suministrarle todo lo necesario para el sostenimiento del hogar de
acuerdo con sus posibilidades económicas. Ambos cónyuges tienen la
obligación de atender y de cuidar a sus hijos, durante la minoría de
edad de estos últimos. (Código Civil, 1963, art. 110).

Es obligación del marido brindarle protección a la mujer, proporcionarle lo


necesario, según sus posibilidades, para satisfacer las necesidades que surjan en el
hogar. Ambos cónyuges tienen la obligación de atender y cuidar a sus hijos, durante
la minoría de edad de estos últimos, esto a tenor de lo establecido en el artículo 110,
anteriormente transcrito. Los cónyuges en ejercicio de la patria potestad sobre sus
hijos, tiene la obligación de cuidar y atender a los mismos, brindarles alimento,

25
vestuario, vivienda, educación y demás, hasta que éstos alcancen la mayoría de
edad.

1.1.6. Capitulaciones matrimoniales y esponsales

Para el autor Brañas, (2012) las capitulaciones matrimoniales reciben otras


denominaciones: “Capitulaciones matrimoniales, contrato de matrimonio, contrato de
bienes en ocasión del matrimonio, son otras denominaciones utilizadas para el
conjunto de disposiciones que el código enmarca bajo la denominación de régimen
económico del matrimonio” (p.170).
“Las capitulaciones matrimoniales son un acuerdo de las voluntades de los
contrayentes o cónyuges, en virtud del cual se establece, se modifica o se sustituye
el régimen económico de su matrimonio” (Pérez Contreras, 2010, p. 45). Las
capitulaciones matrimoniales son pactos que establecen los contrayentes, para
determinar el régimen económico que regirá el matrimonio, éste puede ser
establecido antes de contraer matrimonio o durante la celebración del mismo,
inclusive éste puede ser modificado. La Exposición de Motivos del Código Civil define
a las capitulaciones matrimoniales como el convenio que regula el régimen
económico matrimonial.

“El régimen económico del matrimonio se regula por las capitulaciones


matrimoniales otorgadas por los contrayentes antes o en el acto de la celebración del
matrimonio” (Código Civil, 1963, art. 116). Para algunos doctrinarios las
capitulaciones matrimoniales vienen siendo una especie de contratos, aunque si bien
es cierto que en éste hay un acuerdo de voluntades, una manifestación del
consentimiento por parte de los otorgantes y capacidad de los mismos; siendo éstos
elementos indispensables para el otorgamiento de un contrato, el cuerpo legal que
las regula las define así: “Las capitulaciones matrimoniales son los pactos que
otorgan los contrayentes para establecer y regular el régimen económico del
matrimonio” (Código Civil, 1963, art. 117). La definición legal anterior se debe a que

26
las capitulaciones matrimoniales sólo son acuerdos entre los contrayentes para
poder celebrar el matrimonio, que sería el objetivo principal.

¿En qué casos son obligatorias las capitulaciones matrimoniales?


Son obligatorias las capitulaciones matrimoniales en los siguientes
casos:
1. Cuando alguno de los contrayentes tenga bienes cuyo valor llegue a
dos mil quetzales;
2. Si alguno de los contrayentes ejerce profesión, arte u oficio, que le
produzca renta o emolumento que exceda de doscientos quetzales
al mes;
3. Si alguno de ellos tuviere en administración bienes de menores o
incapacitados que estén bajo su patria potestad, tutela o guarda; y,
4. Si la mujer fuere guatemalteca y el varón extranjero o guatemalteco
naturalizado. (Código Civil, 1963, art. 118).

La legislación vigente, establece cuáles son las formalidades para hacer


constar las capitulaciones.

Las capitulaciones matrimoniales deben hacerse constar en escritura


pública o en acta levantada ante el funcionario que haya de autorizar el
matrimonio. El testimonio de la escritura o la certificación del acta, se
inscribirán en el Registro Civil. Una vez efectuado el matrimonio; y
también en el Registro de la Propiedad, si se afectaren bienes
inmuebles o derechos reales sobre los mismos. (Código Civil, 1963, art.
119).

El testimonio de la escritura o la certificación del acta, se inscribirán en el


Registro Civil, del Registro Nacional de las Personas.

27
“Son nulas y se tendrán como no puestas, las cláusulas del convenio que
contravengan lo dispuesto en la ley o restrinjan derechos y obligaciones de los
cónyuges entre sí o con respecto a los hijos” (Código Civil, 1963, art. 120). Lo
anterior se refiere a que si lo estipulado en la escritura pública o en el acta de las
capitulaciones matrimoniales contraríen lo establecido en la ley, serán nulas o se
tendrán como si no se hubieran puesto, lo mismo sucederá, si en éstas se restrinjan
derechos y obligaciones de entre los cónyuges o con relación a los hijos.

Las capitulaciones deberán comprender: la designación de los bienes


que tenga cada uno de los cónyuges al contraer matrimonio; la
declaración del monto de las deudas de cada uno; y la declaración
expresa de los contrayentes sobre si adoptan el régimen de comunidad
absoluta, el de separación absoluta, o el de comunidad de gananciales;
o con las modalidades y condiciones a que quieran sujetarlo. (Código
Civil, 1963, art. 121).

¿Qué son los esponsales?


Recibe la denominación de “esponsales” –o “esponsales de futuro”, por
oposición a los esponsales de presente, que en el derecho canónico
histórico equivalían al matrimonio- la promesa bilateral mutuamente
aceptada que dos personas de distinto sexo se hacen de contraer
matrimonio. (Belluscio, 2002, p. 125).

Los esponsales consistían en la promesa que se hacían, un hombre y una


mujer, de contraer matrimonio en el futuro; actualmente en Guatemala los
esponsales no constituyen obligación de contraer matrimonio. “Los esponsales no
producen obligación de contraer matrimonio, pero dan lugar a demandar la
restitución de las cosas donadas y entregadas con promesa de un matrimonio que no
se efectuó” (Código Civil, 1963, art. 80). Según el artículo anteriormente transcrito,
los esponsales dan lugar demandar para que se restituyan las cosas donadas y
entregadas con promesa de matrimonio; considerando que si ya no se llegó a

28
realizar el matrimonio lo conveniente y justo es que se restituyan a quien
corresponda, las cosas que se donaron por motivo de la promesa de matrimonio.

1.1.7. Régimen económico del matrimonio

El aspecto económico es muy importante que quede bien definido dentro del
matrimonio, para evitar futuros inconvenientes a los cónyuges; existe una relación
entre las capitulaciones matrimoniales y el régimen económico del matrimonio; lo
anterior se debe a que dentro de las capitulaciones matrimoniales va contenido el
régimen económico que los cónyuges opten; por lo consiguiente, en la legislación
guatemalteca vigente, se ha dispuesto lo siguiente:

Las capitulaciones deberán comprender: 1. La designación detallada de


los bienes que tenga cada uno de los cónyuges al contraer matrimonio;
2. Declaración del monto de las deudas de cada uno; y 3. Declaración
expresa de los contrayentes sobre si optan el régimen de comunidad
absoluta, el de separación absoluta, o el de comunidad de gananciales;
o con las modalidades y condiciones a que quieran sujetarlo. (Código
Civil, 1963, art. 121).

Según el artículo anteriormente transcrito, en el último inciso, establece que


existen tres regímenes económicos, de los cuáles los contrayentes optarán por uno,
lo cual lo deberán declarar de forma expresa, siendo éstos: comunidad absoluta,
separación absoluta y el de comunidad de gananciales.

1.1.7.1. Comunidad absoluta

“En el régimen de comunidad absoluta, todos los bienes aportados al


matrimonio por los contrayentes o adquiridos durante el mismo, pertenecen al
patrimonio conyugal y se dividirán por la mitad al disolverse el matrimonio” (Código
Civil, 1963, art. 122). Lo anterior establece que los bienes que poseen los cónyuges

29
antes de contraer matrimonio, los cuales son aportados a éste y los bienes obtenidos
durante el mismo, pasan a formar parte del patrimonio conyugal, de tal manera que
al disolverse el matrimonio los bienes serán divididos en partes iguales entre ambos
cónyuges; por eso el nombre de comunidad absoluta, porque son de comunidad total
entre los cónyuges.

1.1.7.2. Separación absoluta

En el régimen de separación absoluta cada cónyuge conserva la


propiedad y administración de los bienes que le pertenecen y será
dueño exclusivo de los frutos, productos y accesiones de los mismos.
Serán también propios de cada uno de los cónyuges los salarios,
sueldos, emolumentos y ganancias que obtuviere por servicios
personales o en el ejercicio del comercio o industria. (Código Civil,
1963, art. 123).

Este régimen, según lo regulado en el artículo anteriormente transcrito,


establece que en el régimen de separación absoluta, como su nombre lo indica,
existe una separación total de los bienes de los cónyuges y cada uno de ellos
conserva la propiedad y administración de éstos, considerándose como dueños
exclusivos cada uno de los mismos; es decir, que los bienes que posean los
contrayentes o los que obtengan éstos durante el matrimonio, no pertenecen al
patrimonio conyugal, los primeros porque no fueron aportados al mismo y los
segundos son propiedad del cónyuge que los adquirió, así mismo se reserva el
derecho de administración de los mismos y será dueño exclusivo de los frutos,
productos o accesiones de los mismos, siendo este último un modo de adquirir la
propiedad; también cada cónyuge será dueño de su sueldo, salario, emolumentos y
ganancias que obtuviere por servicios personales prestados o en el ejercicio del
comercio o industria.

30
“La separación absoluta de bienes no exime en ningún caso a los cónyuges,
de la obligación común de sostener los gastos del hogar, la alimentación y educación
de los hijos y las demás cargas del matrimonio”. (Código Civil, 1963, art.128). Es
importante darle la atención debida y que este caso requiere, en cuanto a que si bien
es cierto cada uno de los cónyuges conservan la propiedad sobre sus bienes y
demás ganancias, eso no significa que los cónyuges se vayan a desentender de los
deberes que éstos tienen para con los hijos, pues eso nunca es el verdadero sentir
de la norma jurídica que regula lo concerniente al régimen de separación absoluta.

1.1.7.3. Comunidad de gananciales

El régimen de comunidad de gananciales, es el que optan la mayoría de


personas en la actualidad, que contraen matrimonio, para que los bienes que poseen
antes de la celebración del matrimonio no se vean afectados con éste.

Mediante el régimen de comunidad de gananciales, el marido y la mujer


conservan la propiedad de los bienes que tenían al contraer matrimonio
y de los que adquieren durante él, por título gratuito o con el valor de
unos y otros; pero harán suyos por mitad, al disolverse el patrimonio
conyugal los siguientes:
1. Los frutos de los bienes propios de cada uno de los cónyuges,
deducidos los gastos de producción, reparación conservación y
cargas fiscales y municipales de los respectivos bienes;
2. Los que se compren o permuten con esos frutos, aunque se haga la
adquisición a nombre de un solo cónyuge; y
3. Los que adquiera cada cónyuge con su trabajo, empleo, profesión o
industria”. (Código Civil, 1963, art. 124).

De lo anterior, se origina el nombre de este régimen, comunidad de


gananciales, porque sólo lo que produzcan los bienes de los cónyuges y los

31
obtenidos con los frutos que éstos han producido, son los que pertenecerán al
patrimonio conyugal; es decir, que son de propiedad común a los cónyuges.

La legislación no ha dejado desprovisto cualquier eventualidad que surja con


relación a las capitulaciones matrimoniales; como es el caso de la falta de éstas,
pues la norma dispone un régimen subsidiario. “A falta de capitulaciones
matrimoniales sobre los bienes se entenderá contraído el matrimonio bajo el régimen
de comunidad de gananciales” (Código Civil, 1963, art. 126).

Los cónyuges tienen derecho de modificar durante el matrimonio, el régimen


que optaron antes o durante la celebración del mismo, dicha modificación será
faccionada en escritura pública y el testimonio de la misma deberá ser inscrito en los
registros respectivos, lo anterior según lo preceptuado en la norma legal en la
materia.

Los cónyuges tienen derecho, irrenunciable de alterar las


capitulaciones matrimoniales y adoptar otro régimen económico del
patrimonio conyugal, durante el matrimonio. La modificación de las
capitulaciones matrimoniales deberá hacerse por medio de escritura
pública que se inscribirá en los registros respectivos, y sólo perjudicará
a tercero desde la fecha de la inscripción. (Código Civil, 1963, art. 125).

1.1.8. Impedimentos para contraer matrimonio

Existen impedimentos para que el matrimonio sea autorizado y el matrimonio


puede ser autorizado si no se violan las prohibiciones que impiden su autorización.
“Generalmente, a esas prohibiciones se les denomina impedimentos matrimoniales,
con terminología originaria del derecho canónico” (Brañas, 2012, p. 137).

Tradicionalmente se han caracterizado los impedimentos distinguiendo,


según el derecho canónico, los dirimentes de los impedientes. Los

32
impedimentos dirimentes son aquellos que originan la nulidad del
matrimonio, en tanto que los impedientes no afectan su validez, pero
motivan a determinadas consecuencias. (Rojina Villegas, 2008, p. 311).

Los impedimentos dirimentes, anulan el matrimonio si éste se ha autorizado y


los impedimentos impedientes, no afectan la validez del acto, pero sí trae
consecuencias jurídicas si se ha autorizado el matrimonio.

Según Fonseca (s.f.), citado por Alfonso Brañas (2012) afirma:


La misma legislación canónica, tomando en cuenta las diversas
situaciones en que pueden encontrarse las personas que adolecen en
alguna ineptitud de las que dan origen a un impedimento dirimente,
dividió éstos en absolutos y relativos. Impedimentos dirimentes
absolutos son aquellos que colocan a una persona en la imposibilidad
de celebrar matrimonio con cualquier otra e impedimentos dirimentes
relativos aquellos que impiden a una persona contraer matrimonio con
otra persona determinada. (p. 137).
Lo anteriormente expuesto es desde un punto de vista doctrinario, el Código
Civil, Decreto Ley 106, establece cuáles son los impedimentos para contraer
matrimonio y relacionándolos con la doctrina, éste los clásifica en dirimentes e
impedientes. Los impedimentos dirimentes (absolutos) se encuentran determinados
en la legislación Civil, guatemalteca.

“Tienen impedimento absoluto para contraer matrimonio: Los parientes


consanguíneos en línea recta, y en lo colateral, los hermanos y medios hermanos”;
(Código Civil, 1963, art. 88, num. 1). En este numeral, es bien claro el impedimento
para personas que tienen relación de parentesco consanguíneo, no pueden contraer
matrimonio; debido a que uno de los fines del matrimonio es la procreación y está
comprobado científicamente que los hijos de personas que tienen parentesco
consanguíneo tienen un alto riesgo de que nazcan con malformaciones.

33
“Los ascendientes y descendientes que hayan estado ligados por afinidad”;
(Código Civil, 1963, art. 88, num. 2). Este numeral, se refiere que a que no podrán
contraer matrimonio los que hayan tenido relación de afinidad como el suegro y la
nuera, la suegra y el yerno.

“Las personas casadas; y las unidas de hecho con persona distinta de su


conviviente mientras no se haya disuelto legalmente esa unión” (Código Civil, 1963,
art. 88, num. 3). En Guatemala, no está permitido que personas que estén unidas
bajo el vínculo del matrimonio, vuelvan a contraer matrimonio con otra persona; ni las
personas que teniendo capacidad para contraer matrimonio, hayan declarado la
unión de hecho ante alcalde de su vecindad o ante un notario, contraigan matrimonio
con persona distinta con la que tienen relación de hecho legalmente declarada.

Según la Exposición de Motivos del Código Civil, Decreto Ley 106, no puede
reconocerse existencia de vínculo matrimonial en ningún caso, ni aún alegándose
prescripción, del matrimonio celebrado de buena o mala fe entre parientes
consanguíneos en línea recta, ni entre hermanos o medios hermanos; tampoco entre
ascendientes o descendientes, que hayan estado ligados por afinidad, como entre
suegra y yerno, o entre suegro y nuera; y, desde luego, de las personas casadas o
en convivencia declarada legalmente puesto que para contraer matrimonio es
requisito esencial que los contrayentes sean solteros, viudos, divorciados o que esté
disuelta judicialmente su unión.

“El matrimonio es insubsistente en los casos que enumera el artículo 88. La


declaratoria de insubsistencia puede hacerla de oficio el Juez, con intervención de
los cónyuges y del Ministerio Público” (Código Civil, 1963, art. 144). El mismo cuerpo
legal que establece los impedimentos absolutos, también establece los impedimentos
impedientes, los cuales se transcriben, a continuación:

34
No podrá ser autorizado el matrimonio:
1. Derogado por el artículo 4 del Decreto Número 13-2017 del
Congreso de la República el 21-09-207.
2. Derogado por el artículo 4 del Decreto Número 13-2017 del
Congreso de la República el 21-09-2017
3. Derogado por el artículo 1 del Decreto Número 27-2010 del
Congreso de la República el 17-09-2010.
4. Del autor y del protutor o de sus descendientes, con la persona que
esté bajo su tutela o protutela;
5. Del autor o del protutor o de sus descendientes, con la persona que
haya estado bajo su tutela o protutela, sino después de aprobadas y
canceladas las cuentas de su administración;
6. Del que teniendo hijos bajo su patria potestad, no hiciere inventario
judicial de los bienes de aquéllos, ni garantizare su manejo, salvo
que la administración pasare a otra persona; y
7. Del adoptante con el adoptado, mientras dure la adopción. (Código
Civil, 1963, art. 89).

Los impedimentos anteriores son impedientes, debido a que el matrimonio


celebrado, es válido, pero lo que sí produce son sanciones.

No obstante lo prescrito en el artículo anterior, fuere celebrado el


matrimonio, éste será válido, pero tanto el funcionario como las
personas culpables de la infracción serán responsables de conformidad
con la ley y las personas a que se refieren los incisos 4º. y 5º., perderán
la administración de los bienes de los menores, y no podrán sucederles
por intestado. (Código Civil, 1963, art. 90).

También al respecto se establece siguiente:


Si el funcionario que interviene en el acto tuviere conocimiento de la
existencia de algún impedimento legal, ya por razón de oficio o por

35
denuncia del Ministerio Público o de cualquier persona, ordenará la
suspensión de las diligencias matrimoniales y no podrá proseguirlas
sino hasta que los interesados obtengan resolución favorable por la
autoridad competente. Si la denuncia no fuere ratificada, quedará sin
efecto. (Código Civil, 1963, art. 91).

El matrimonio es anulable en los siguientes casos:


Es anulable el matrimonio:
1. Cuando uno o ambos cónyuges han consentido por error, dolo o
coacción;
2. Del que adolezca de impotencia absoluta o relativa para la
procreación, siempre que por su naturaleza sea perpetua, incurable
o anterior al matrimonio;
3. De cualquier persona que padezca incapacidad mental al celebrarlo;
y
4. Del autor, cómplice o encubridor de la muerte de un cónyuge, con el
cónyuge sobreviviente. (Código Civil, 1963, art. 145).

1.1.9. Regulación legal

Fue el Doctor Mariano Gálvez, quien autorizó el matrimonio civil en Guatemala,


cuando fue Jefe de Estado. La figura legal del matrimonio y todo lo relacionado a
éste, lo regula, tanto cuerpos legales nacionales como también internacionales;
siendo algunos, los siguientes:

1. El Estado garantiza la protección social, económica y jurídica de la


familia. Promoverá su organización sobre la base legal del
matrimonio, la igualdad de derechos de los cónyuges, la paternidad
responsable y el derecho de las personas a decidir libremente el
número y espaciamiento de sus hijos. (Const., República de
Guatemala, 1985, art. 47).

36
2. El matrimonio podrá ser autorizado por los alcaldes, concejales,
notarios en ejercicio y ministros de culto facultados por la autoridad
administrativa correspondiente. (Const, República de Guatemala,
1985, art. 49).

3. Los hombres y las mujeres en la edad núbil, tienen derecho, sin


restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a
casarse y fundar una familia; y disfrutarán de iguales derechos en
cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución
del matrimonio. (Declaración Universal de los Derechos Humanos,
1948, art. 16.1).

4. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos


podrá contraerse el matrimonio. (Declaración Universal de los
Derechos Humanos, 1948, art. 16.2).

5. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y


debe ser protegida por la sociedad y el Estado. (Convención
Americana sobre Derechos Humanos, 1969, art. 17.1).

6. Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio


y a fundar una familia si tienen la edad y las condiciones requeridas
para ello por las leyes internas, en la medida en que éstas no
afecten el principio de no discriminación establecido en esta
convención. (Convención Americana sobre Derechos Humanos,
1969, art. 17.2).

7. El matrimonio no puede celebrarse sin el libre y pleno


consentimiento de los contrayentes. (Convención Americana sobre
Derechos Humanos, 1969, art. 17.3).

37
8. Los Estados partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar
la igualdad de derechos y la adecuada equivalencia de
responsabilidades de los cónyuges en cuanto al matrimonio, durante
el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de
disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección
necesaria de los hijos, sobre la base única del interés y
conveniencia de ellos. (Convención Americana sobre Derechos
Humanos, 1969, art. 17.4).

9. La ley debe reconocer iguales derechos tanto a los hijos nacidos


fuera de matrimonio como a los nacidos dentro del mismo.
(Convención Americana sobre Derechos Humanos, 1969, art. 17.5).

10. Código Civil, Decreto Ley 106. Libro Primero, Título II, Capítulo I.

38
CAPÍTULO II

2.1. El Divorcio

2.1.1. Antecedentes históricos

La figura del divorcio ha existido desde tiempos antiguos, aunque el


matrimonio fue diseñado para que un hombre y una mujer convivieran juntos hasta
que la muerte los separase, procrearan hijos, formaran una familia, se prestasen
auxilio mutuamente; pero no siempre lo anterior se obtiene.

Al inicio, el derecho a solicitar el divorcio sólo le correspondía únicamente al


hombre debido a que el hombre y la mujer no eran considerados en un plano de
igualdad; en tiempos bíblicos, el libro de Deuteronomio narra que Moisés permitió
que se expidiera carta de divorcio al hombre que no le agradare su esposa por haber
hallado en ella cosa indecente.

Lo anterior es muy subjetivo, se deja a criterio del hombre con respecto a lo


que le desagradaba de su mujer y lo que no especifica el texto bíblico es qué era
concebido como cosa indecente en esos tiempos. Aunque para Jesús el divorcio no
era aceptable. “Por dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a
vuestras mujeres, más al principio no fue así. Mateo (19:8).

Una palabra que era empleada para describir el desprecio del marido hacia su
mujer era el repudio. “El divorcio reconoce como forma histórica registrable la
institución del repudio, consistente en el rechazo de uno de los cónyuges (casi
unánimemente sólo la mujer) por parte del otro, efectuado con amplias facultades e,
incluso, sin fundamentación alguna” (Méndez Costa et al., 1982, pp. 540-541).

La mujer era considerada como un ser inferior al hombre y por esa causa el
hombre podía repudiar a su esposa, más no la esposa a su cónyuge. “El repudio

39
respondía a la situación jurídico-social en que se encontraba la mujer, considerada
como una mera cosa, susceptible de apoderamiento, uso y rechazo” (Méndez Costa,
et al., 1982, p. 541).

En los pueblos de la antigüedad, socialmente la mujer era considerada como


objeto de apoderamiento y ésta debía estar sujeta a su marido, no podía manifestar
su voluntad y sus acciones estaban limitadas, no era reconocida socialmente y no
había legislación que le concediera derechos.

En babilonia, las leyes primitivas otorgaban al marido el derecho de


repudiar libremente a su esposa; el Código de Hammurabi fijó causas
para que ese derecho pudiera ser ejercido por el marido, pero a falta de
causa igualmente podía repudiarla, aunque quedaba obligado a pagarle
una indemnización, y además admitió el derecho de repudio por la
mujer, en ciertos casos. (Belluscio, 2002, p. 416).

En el Código de Hammurabi, entre otras aspectos relevantes, también se


regulaba el divorcio, estableciendo las causas para que el cónyuge pudiera ejercer el
derecho de repudiar a su esposa, aunque si no existía causa alguna, igualmente
podía repudiarla, con la salvedad de que éste le debía de pagar una indemnización a
su esposa.

El Código recoge diferentes casos de divorcio: si un señor se propone


divorciarse de su mujer que le proporcionó hijos, se le devolverá el dote
a esa mujer, se le dará una parte del campo, del huerto y de los bienes
familiares, para que pueda criar a sus hijos. (Fernández, 2013, párr. 8).

En las culturas del Próximo Oriente Antiguo son los dioses quienes
dictan las leyes a los hombres, por eso, las leyes son sagradas. En este
caso es el dios Samash, el dios sol, dios de la Justicia, quien entrega
las leyes al rey Hammurabi de Babilonia (1790-1750 a.C.). El código de

40
leyes unifica los diferenes códigos existentes en las ciudades del
imperio babilónico. Pretende establecer leyes aplicables en todos los
casos, e impedir así que cada uno “tomara la justicia por su mano”,
pues sin ley escrita que los jueces hubieran de aplicar obligatoriamente,
era fácil que cada uno actuase como más le conviniera. (M. Pilar, 1999,
párr. 1).

Al final, en babilonia, existieran o no existieran causas el marido siempre podía


repudiar a su esposa.

En la India, las Leyes de Manú conferían al marido un derecho de


repudio ilimitado que no se otorgaba a la mujer quien aún en caso de
ser abandonada lo único que podría hacer era salir a la búsqueda del
esposo. En China, el derecho de repudio del marido era casi ilimitado
por la amplitud de las causales (falta de sumisión a los parientes del
marido, esterilidad, impudicia, celos, enfermedad crónica, locuacidad y
robo). En Persia, el marido podía repudiar a la mujer a su libre voluntad.
En Esparta, el divorcio era raro o merecía reprobación. (Belluscio,
2002, p. 416).

Tanto en la India como en China, el marido tenía libertad para repudiar a su


esposa de forma ilimitada y este derecho sólo lo tenían los hombres no así las
mujeres.
Caso distinto sucedía en Atenas, debido a que a la mujer también se le había
dado la facultad de pedir el divorcio:

En Atenas el derecho del marido era absoluto, sólo limitado por la


obligación de devolver inmediatamente la dote de la mujer; ésta podía
pedir el divorcio por crueldad o excesos del marido, pero la efectividad
de su derecho quedaba limitada o su falta de libertad para salir del
hogar y recurrir a la corte a entablar la demanda, por la dificultad de la

41
prueba, y porque en todo caso los hijos quedaban con el marido”
(Belluscio, 2002, p. 416).

En este caso hay un leve beneficio para la mujer debido a que si ella era
víctima de actos crueles y excesos del marido, podía pedir el divorcio, esto deja por
sentado un claro precedente en las actuales legislaciones, en lo que respecta a las
causales del divorcio.
El matrimonio romano se disolvía por muerte de uno de los cónyuges,
por la pérdida de la capacidad y por la pérdida de la affectio maritalis.
La pérdida de la capacidad tenía lugar por la capitis deminutio máxima,
ya fuera por hacerse esclavo, ser condenado a servidumbre o caer en
poder del enemigo, y también por el incesto sobreviniente,
especialmente en caso de adopción de la esposa por el suegro. La
pérdida de la affectio maritalis por parte de cualquiera de los cónyuges
provocaba la disolución del matrimonio por divorcio. (Belluscio, 2002, p.
417).

El divorcio en el derecho romano estaba condicionado a tres causales: la


primera por muerte de uno de los cónyuges, es evidente que con el fallecimiento de
uno de los consortes el matrimonio se disolvía; la segunda por pérdida de la
capacidad, esto se debía por la pérdida de la libertad y la tercera causa por la
pérdida de la affectio maritalis, que consistía en el elemento subjetivo sobre el cual
estaba basado el matrimonio, como lo es el deseo del hombre y de la mujer de estar
juntos, de permanecer y convivir juntos, cuando éste desaparecía era una causal
para el divorcio.
En algunos países no era aceptado el divorcio, si no que solamente la
separación de los cónyuges.

A lo largo de la historia, el divorcio se le ha tenido como el repudio que tiene el


hombre contra la mujer o más bien el repudio que tiene el hombre hacia la mujer lo
que ha sido causa de que el divorcio fuere solicitado.

42
En Guatemala, fue el Doctor Mariano Gálvez quien autorizó el divorcio,
cuando él era Jefe de Estado, suele ser algo contradictorio; puesto que, fue el mismo
Doctor Gálvez quien autorizó también el matrimonio civil en Guatemala.

Durante el gobierno del doctor Mariano Gálvez, fue emitido el decreto


legislativo de fecha 19 de agosto de 1837, que admitió el divorcio como
una de las formas de disolución del vínculo matrimonial, o sea el
divorcio vincular, en sus dos formas; divorcio por mutuo consentimiento
y divorcio por causa determinada, disponiendo que los esposos que se
divorcien por cualquier causa no podían ya reunirse ni ser reconocidos
en ningún concepto como tales esposos, más podía verificarse entre sí
un segundo matrimonio, pasado un año de pronunciado el divorcio.
(Brañas, 2012, p. 192).

Los Gobiernos de Guatemala desde un inicio eran conservadores, estaban


fuertemente influenciados por la Iglesia Católica; por lo tanto, éstos no apoyaban lo
relacionado al divorcio, de tal manera que en oposición, el Doctor Mariano Gálvez,
cuyo gobierno era liberal, admitió el divorcio como la forma de disolución del
matrimonio y emitió un decreto legislativo sobre éste.

Brañas (2012) manifiesta: “Durante el gobierno del General Justo Rufino


Barrios, fue abandonada esa postura sobre la materia objeto de estudio, el Código
Civil de 1877 dispone que divorcio es la separación de los casados, quedando
subsistente el vínculo matrimonial (Art.165)” (p. 192).

Un cambio radical de criterios se manifiesta en el decreto gubernativo


número 484, promulgado el 12 de febrero de 1894, cuando gobernaba
el país el general José María Reina Barrios, el cual contiene la ley de
divorcio, basándose en que según la ley el matrimonio es un contrato
civil, y que por lo tanto una de sus consecuencias es indudablemente la
disolubilidad del vínculo legal, pues no siendo el matrimonio obra de la

43
naturaleza sino del mutuo consentimiento de las partes, debe
considerarse destruido desde que faltan los motivos o causas
fundamentales que hicieron contraerlo; esa ley autorizó el divorcio.
(Brañas, 2012, p. 193).

Lo anterior, son los aportes que tuvieron, en su momento, gobernantes de


Guatemala acerca del divorcio; así como estaba estipulado el matrimonio en la ley,
también debía de existir legalmente cómo disolver éste.
Las referidas legislaciones sientan un precedente para la regulación del
divorcio en la actualidad; aunque en ese entonces, se consideraba el matrimonio
como un contrato civil y que así como los contratos pueden disolverse, también el
matrimonio, pues si en ambos cónyuges ya no había consentimiento para
permanecer unidos bajo el vínculo del matrimonio, entonces se procedia a solicitar el
divorcio. Así es como surge el divorcio en la legislación guatemalteca.

De este ideal de concebir al matrimonio como un contrato, surge en la doctrina


la teoría del matrimonio como contrato, que ya fue desarrollada en el capítulo anterior
del presente trabajo de investigación y en el cual quedó demostrado del por qué no
puede ser un contrato.

2.1.2. Definición

El divorcio es la disolución del matrimonio, por causales que se encuentran


reguladas en la ley o por mutuo acuerdo de los cónyuges.

En muchos países, los cónyuges, ya sea por mutuo consentimiento o por


causa determinada en la ley, pueden solicitar ante autoridad competente la
disolución del matrimonio; es decir, solicitan el divorcio ya sea voluntario o necesario,
para disolver ese vínculo legal que los une, quedando en la plena libertad para
contraer nuevamente matrimonio, si así lo desean; en algunos países, como México,
el matrimonio puede ser disuelto por voluntad de uno de los cónyuges, sin que exista

44
causa determinada en la ley, como lo es el divorcio “exprés o incausado”, que al final
tienen el mismo fin, que los anteriores, disolver el matrimonio.

A través del divorcio, los cónyuges recuperan su estado de soltería en el que


se encontraban antes de contraer matrimonio, con la salvedad, de que dicha
disolución puede acarrearles determinadas obligaciones, para con su otro cónyuge e
hijos.

La palabra divorcio implica el distanciamiento o la ruptura respecto de


algo o de alguien. Jurídicamente se refiere el quebrantamiento de la
comunidad de vida conyugal, a la interrupción de la convivencia y a la
alteración del estado de familia matrimonial, el cual se transforma en
otro que reconoce particularidades específicas. Bajo esta perspectiva,
que remite al estado de familia que se modifica, podemos decir que el
divorcio es la transformación del estado de familia matrimonial en otro
estado, derivado de una sentencia, la cual emplaza a los cónyuges en
la condición de divorciados, con efectos sobre su persona y sus bienes.
(Mendez Costa et al., 1982, p. 539).

Divorcio: “Del latín divortium, del verbo divertere, separarse, irse cada uno por
su lado. Puede definirse como la ruptura de un matrimonio válido viviendo ambos
esposos” (Cabanellas de Torres, 2006, p. 151). Las definiciones anteriores coinciden
en que el divorcio es una ruptura, el divorcio es la ruptura del matrimonio.

Divorcio “es el cese definitivo del vínculo matrimonial” (Garnica Enríquez,


2016, p. 343). En Guatemala, el Código Civil, Decreto Ley, es muy puntual en
determinar lo siguiente: “El matrimonio se modifica por la separación y se disuelve
por el divorcio”. (Código Civil, 1963, art. 153). También el mismo cuerpo legal es
claro en establecer lo siguiente:

45
La separación de personas, así como el divorcio, podrá declararse: 1.
Por mutuo acuerdo de los cónyuges; 2. Por voluntad de uno de ellos
mediante causa determinada. La separación o divorcio por mutuo
acuerdo de los cónyuges, no podrá pedirse sino después de un año,
contando desde la fecha en que se celebró el matrimonio. (Código Civil,
1963, art. 154).

El artículo anteriormente transcrito, regula que en Guatemala, sólo podrá


declararse el divorcio por mutuo consentimiento de los cónyuges y por voluntad de
uno de ellos por causa determinada, que el mismo establece; no existe otra
modalidad de divorcio legalmente establecida, más que sólo las anteriores.
De lo anterior se puede decir que el divorcio es la figura legal plasmada en la
ley, por medio de la cual se disuelve el matrimonio; es decir que se pone fin
legalmente al vínculo conyugal.

2.1.3. Divorcio voluntario

“Esta clase de divorcio es la que se da como consecuencia del acuerdo de


voluntades entre los cónyuges para terminar con el matrimonio” (Pérez Contreras,
2010, p. 67). En el divorcio voluntario como su nombre lo indica, es por voluntad de
los cónyuges, en el cual es relevante el mutuo consentimiento de éstos, es decir que
ambos se han puesto de acuerdo para disolver el matrimonio.

En esta clase de divorcio lo esencial y fundamental es la manifestación de la


voluntad de los cónyuges de querer disolver el matrimonio y no es necesario invocar
causa determinada, pues con la sola voluntad y mutuo acuerdo de los cónyuges, se
incia los trámites de divorcio.

En Guatemala, esta modalidad de divorcio se encuentra regulada en la


legislación sustantiva en la materia, la cual establece:

46
La separación de personas, así como el divorcio, podrán declararse: 1.
Por mutuo acuerdo de los cónyuges; y 2. Por voluntad de uno de ellos
mediante causa determinada. La separación o divorcio por mutuo
acuerdo de los cónyuges, no podrá pedirse sino después de un año,
contado desde la fecha en que se celebró el matrimonio. (Código Civil,
1963, art. 154).

Claramente se puede distinguir, de las dos modalidades para solicitar el


divorcio anteriormente transcritas, cuál es la que regula el divorcio voluntario y es la
contenida en el numeral 1. En esta modalidad del divorcio, prevalece el acuerdo de
voluntades de ambos cónyuges, sin invocar alguna causa determinada;
sencillamente ambos han decidido ponerle fin al vínculo matrimonial, por lo tanto
manifiestan acuerdo de voluntades, estableciendo como única limitante, que éste no
podrá pedirse sino después de un año, contado desde la fecha en que se celebró el
matrimonio.

Considerando que hay un acuerdo mutuo entre los cónyuges para solicitar el
divorcio, no debiera de existir una restricción a la manifestación de la voluntad de los
mismos; puesto que, la norma jurídica restringe dicha voluntad, estableciendo un
plazo determinado para que ambos soliciten la disolución del matrimonio, dicho plazo
es de un año, el cual empieza a contar a partir del día en que se celebró dicho
matrimonio.
Por lo tanto en Guatemala, sí está regulado legalmente el divorcio por mutuo
acuerdo de los cónyuges, a lo que se le llama divorcio voluntario, pero la norma legal
condiciona dicha manifestación de voluntad a un plazo; es voluntario pero
condicionado; podría decirse que esta es la modalidad más adecuada para solicitar
el divorcio porque en ella se encuentra inmiscuido el mutuo acuerdo de los cónyuges.

La ley adjetiva en Guatemala establece, acerca del divorcio, lo siguiente: “El


divorcio o la separación por mutuo consentimieto podrán pedirse ante el juez del
domicilio conyugal, siempre que hubiere transcurrido más de un año, contado desde

47
la fecha en que se celebró el matrimonio”. (Código Procesal Civil y Mercantil, 1963,
art. 426).

La ley sustantiva determina lo siguiente, sobre el divorcio que fuere solicitado


por mutuo acuerdo de los cónyuges:
Si la separación o el divorcio se solicitaren por mutuo acuerdo, los
cónyuges deberán presentar un proyecto de convenio sobre los puntos
siguientes:
1. A quién quedan confiados los hijos habidos en el matrimonio;
2. Por cuenta de quién de los cónyuges deberán ser alimentados y
educados los hijos y cuando esta obligación pese sobre ambos
cónyuges, en qué proporción contribuirá cada uno de ellos;
3. Qué pensión deberá pagar el marido a la mujer si ésta no tiene
rentas propias que basten para cubrir sus necesidades;
4. Garantía que se preste para el cumplimiento de las obligaciones que
por el convenio contraigan los cónyuges. (Código Civil, 1963, art.
163).

Se deduce de lo anterior, que a pesar de que el divorcio fuere solicitado por


mutuo acuerdo de los cónyuges, la legislación guatemalteca, especialmente en el
área civil, busca proteger a la familia, como también a la mujer y a los hijos; siendo
éstos los sujetos más vulnerables.

2.1.4. Divorcio necesario

Esta clase de divorcio necesario, llamado también en la doctrina como divorcio


causal; es por medio del cual se disuelve el matrimonio cuando uno de los cónyuges
así lo solicita, siempre y cuando la causa por la cual se solicita el mismo, se
encuentre regulada en la ley; de allí surge la necesidad, por existir una causa
determinada por la ley.

48
En el caso de Guatemala, también dentro de la legislación tiene regulada esta
modalidad de divorcio, específicamente en el Código Civil, Decreto Ley 106, artículo
154 numeral 2º. y posteriormente a este artículo, las causas para solicitar el mismo
se encuentran establecidas en el artículo155, enumerando 15 causas; así también,
en la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, artículo 9, se
encuentra regulada otra causa para solicitar el divorcio; es decir, que debe de existir
una causa taxativamente establecida en la ley y es lo que lo hace necesario.

“La separación de personas, así como el divorcio, podrán declararse; 1. Por mutuo
acuerdo de los cónyuges; y 2. Por voluntad de uno de ellos mediante causa determinada”
(Código Civil, 1963, art. 154). La parte del artículo anteriormente trascrito, que es de interés,
por ser atinente al tema, está contenida en el numeral 2, por ser divorcio necesario; debido a
que la ley también establece las causas por las cuales podrá ser declarado el divorcio por
voluntad de uno de los cónyuges, siendo éstas las siguientes:

Son causas comunes para obtener la separación o el divorcio:


1. La infidelidad de cualquiera de los cónyuges;
2. Los malos tratamientos de obra, las riñas y disputas continuas, las
injurias graves y ofensas al honor y, en general, la conducta que
haga insoportable la vida en común;
3. El atentado de uno de los cónyuges contra la vida del otro o de los
hijos;
4. La separación o abandono voluntario de la casa conyugal o la
ausencia inmotivada, por más de un año;
5. El hecho de que la mujer dé a luz durante el matrimonio, a un hijo
concebido antes de su celebración, siempre que el marido no haya
tenido conocimiento del embarazo antes del matrimonio;
6. La incitación del marido para prostituir a la mujer o corromper a los
hijos;
7. La negativa infundada de uno de los cónyuges a cumplir con el otro
o con los hijos comunes; los deberes de asistencia y alimentación a
que está legalmente obligado;

49
8. La disipación de la hacienda doméstica;
9. Los hábitos de juego o embriaguez, o el uso indebido y constante de
estupefacientes, cuando amenazaren causar la ruina de la familia o
constituyan un continuo motivo de desavenencia conyugal;
10. La denuncia de delito o acusación calumniosa hecha por un
cónyuge contra el otro;
11. La condena de uno de los cónyuges, en sentencia firme, por delito
contra la propiedad o por cualquier otro delito común que merezca
pena mayor de cinco años de prisión;
12. La enfermedad grave, incurable y contagiosa, perjudicial al otro
cónyuge o a la descendencia;
13. La impotencia absoluta o relativa para la procreación, siempre que
por su naturaleza sea incurable y posterior al matrimonio
14. La enfermedad mental incurable de uno de los cónyuges que se
suficiente para declarar la interdicción; y,
15. Asimismo, es causa para obtener el divorcio, la separación de
personas declarada en sentencia firme. (Código Civil, 1963, art.
155).

Lo anterior, deja muy claro que: si alguno de los cónyuges no incurre en alguna de
estas causas y si no existiere el mutuo consentimiento entre los mismos, la disolución legal
del matrimonio sería imposible.

Es decir, que la norma legal condiciona la voluntad del cónyuge que solicita el
divorcio a determinadas causas.

Además; el mismo cuerpo legal, establece que: “No son causa de separación
ni de divorcio, los actos de infidelidad cometidos en convivencia o con el
consentimiento del otro cónyuge, o cuando después de consumados y conocidos por
el otro, han continuado los cónyuges conviviendo” (Código Civil, 1963, art. 157).

Aparte de las causas de divorcio establecidas en el Código Civil, Decreto Ley


106, existe otra causal de divorcio, contenida en otro cuerpo legal, en el cual se

50
establece: “Se entenderá como reiteración del agresor, quien haya agredido por más
de una vez a su víctima o a otro integrante del grupo familiar. Este hecho podrá ser
invocado como causal de separación o divorcio”. (Decreto 97-96, 1996, art. 9).

El artículo anterior versa sobre la violencia intrafamiliar, como causal del


divorcio necesario.

En Guatemala, ¿quién de los cónyuges puede solicitar el divorcio, atendiendo a la


modalidad de solicitar el divorcio por voluntad de uno de los cónyuges mediante causa
determinada? En la actualidad, en Guatemala se encuentra regulado al respecto, lo
siguiente:

El divorcio y la separación sólo pueden solicitarse por el cónyuge que


no haya dado causa a él, y dentro de los seis meses siguientes al día
en que hayan llegado a su conocimiento los hechos en que se funde la
demanda. (Código Civil, 1963, art. 158).

Según el artículo anteriormente transcrito, establece que el divorcio por


voluntad de uno de los cónyuges mediante causa determinada, sólo puede solicitarse
por el cónyuge que no haya dado causa a él; es decir el inculpable y que sea dentro
del plazo de los seis meses siguientes al día en que haya llegado a su conocimiento
los hechos que se funde la demanda.

2.1.5. Efectos

La disolución del matrimonio produce múltiples efectos, desde el punto de


vista psicológico, social, económico y jurídico; debido a que es una pequeña
sociedad que se desintegra, la cual está conformada por un hombre, una mujer y
comúnmente por hijos, además de un patrimonio; dichos efectos serán analizados
desde el punto de vista jurídico.

51
Así como el matrimonio produce efectos legales para los cónyuges; es decir,
que por el mismo contraen derechos y obligaciones, también la disolución del vínculo
conyugal producirá efectos legales para éstos.

“Son efectos civiles comunes de la separación y del divorcio, los siguientes: La


liquidación del patrimonio conyugal”; (Código Civil, 1963, art. 159, num. 1). La
liquidación del patrimonio conyugal se hará de la siguiente manera:

Al estar firme la sentencia que declare la insubsistencia o nulidad del


matrimonio o la separación o el divorcio, se procederá a liquidar el
patrimonio conyugal en los términos prescritos por las capitulaciones
matrimoniales, por la ley, o por las convenciones que hubieren
celebrado los cónyuges. (Código Civil, 1963, art. 170).

“El derecho de alimentos a favor del cónyuge inculpable, en su caso” (Código


Civil, 1963, art. 159, num. 2).

Al realizar el análisis respectivo del numeral anterior, se deduce que éste sólo
es aplicable al divorcio por voluntad de uno de los cónyuges por causa determinada,
debido a que debe de haber un cónyuge culpable; es decir, que la conducta de uno
de los cónyuges recayó, en por lo menos, en una de las causas establecidas en la
ley, ya descritas anteriormente, para obtener el divorcio. La ley es muy clara en
determinar que si la mujer es inculpable gozará de la pensión alimenticia, siempre y
cuando no contraiga un nuevo matrimonio, el mismo derecho tendrá el marido
inculpable, sólo cuando esté imposibilitado para dedicarse a trabajos que le
proporcione medio de subsistencia y no contraiga nuevo matrimonio. La fijación de la
pensión alimenticia en el caso de divorcio por mutuo acuerdo de los cónyuges, debe
de quedar establecida en el proyecto de convenio que los cónyuges deben de
presentar al juez, quien no podrá declarar el divorcio mientras no estén
suficientemente garantizadas la alimentación y educación de los hijos.

52
“La suspensión o pérdida de la patria potestad, cuando la causal de separación
o divorcio la lleve consigo y haya petición expresa de parte interesada” (Código Civil,
1963, art. 159, num. 3).

¿Qué es la patria potestad? Es una figura legal proveniente del Derecho


Romano; no es de extrañarse puesto que el Código Civil guatemalteco, está
fuertemente influenciado por el Derecho Romano, el Ius Civile.

La Patria Potestad es un típico derecho subjetivo familiar mediante el


cual la ley reconoce a los padres un conjunto de derechos y deberes
para la defensa y cuidado de la persona y patrimonio de sus hijos y que
permanece hasta que estos adquieran plena capacidad. (Varsi
Rospigliosi, 2012, párr. 13).

La patria potestad se suspende:


1. Por ausencia del que la ejerce, declarada judicialmente;
2. Por interdicción, declarada en la misma forma;
3. Por ebriedad consuetudinaria; y,
4. Por tener el hábito del juego o por el uso indebido o constante de
drogas estupefacientes. (Código Civil, 1963, art. 273).

La patria potestad se pierde:


1. Por las costumbres depravadas o escandalosas de los padres,
dureza excesiva en el trato de los hijos o abandono de sus deberes
familiares;
2. Por dedicar a los hijos a la mendicidad, o darles órdenes, consejos,
insinuaciones y ejemplos corruptores;
3. Por delito cometido por uno de los padres contra el otro, o contra la
persona de alguno de sus hijos;
4. Por la exposición o abandono que el padre o la madre hicieren de
sus hijos, para el que los haya expuesto o abandonado; y

53
5. Por haber sido condenado dos o más veces por delito del orden
común, si la pena excediere de tres años de prisión por cada delito.
(Código Civil, 1963, art. 274).

Al hacer el análisis de los artículos anteriores, sobre la suspensión y pérdida


de la patria potestad, y las causas por las cuales se puede obtener el divorcio, se
concluye que éstas se encuentran relacionadas, que no sólo son causas para
obtener el divorcio, sino que también para la suspensión o pérdida de la patria
potestad, tal como se encuentra establecido en la norma legal: “La suspensión o
pérdida de la patria potestad, cuando la causal de separación o divorcio la lleve
consigo y haya petición expresa de parte interesada” (Código Civil, 1963, art. 159,
num. 3).

Aunque alguna de las causas anteriormente transcritas, en muchas ocasiones


no es posible que se puedan probar. Otro efecto propio del divorcio es que la
disolución del vínculo conyugal deja a los cónyuges en libertad para contraer un
nuevo matrimonio, pues así lo establece el artículo siguiente: “Es efecto propio del
divorcio la disolución del vínculo conyugal, que deja a los cónyuges en libertad para
contraer nuevo matrimonio” (Código Civil, 1963, art. 161).

Al disolverse el matrimonio la mujer divorciada no tiene derecho a usar el


apellido del marido. “La mujer divorciada no tiene derecho a usar el apellido del
marido” (Código Civil, 1963, art. 171). “Los efectos y consecuencias de la
insubsistencia o de la nulidad del matrimonio, así como los de la separación y del
divorcio, se regirán, en cuanto a las personas, por las leyes del país donde hayan
sido decretadas” (Código Civil, 1963, art. 172).

2.1.6. Diferencia con la separación

“Muchos tienden a confundir la separación con el divorcio, siendo el primero la


suspensión temporal de la vida en pareja, mientras el segundo es la culminación

54
definitiva del mismo” (Garnica Enríquez, 2016, p. 343). La figura del divorcio, para
algunos juristas es considerada como una institución, es distinto a la separación.

Sí; bien es cierto, el Código Civil, Decreto Ley 106, en algunos artículos regula
lo concerniente al divorcio y que también son de aplicación para la separación de los
cónyuges, estas figuras legales no son iguales, al contrario son distintas, pues a la
vez que la norma legal regula que el divorcio podrá ser declarado por mutuo acuerdo
de los cónyuges (voluntario) por otro lado también regula el divorcio podrá ser
declarado por voluntad de uno de los cónyuges por causa determinada (necesario o
causal), también regula en el mismo artículo que la separación podrá ser declarada
por mutuo acuerdo de los cónyuges (voluntario) y por voluntad de uno de los
cónyuges por causa determinada (necesario o causal).

“La separación de personas, así como el divorcio, podrá declararse: 1. Por


mutuo acuerdo de los cónyuges; y 2. Por voluntad de uno de ellos mediante causa
determinada” (Código Civil, 1963, art. 154). Lo anterior no se debe de interpretar
erroneamente, como que la norma legal dipone que el divorcio y la separación son lo
mismo, colocando en una misma situación a los cónyuges; de ninguna manera, pues
son figuras legales distintas, la primera modifica el matrimonio, existiendo aún el
vínculo matrimonial, en donde los cónyuges se encuentran imposibilitados para
contraer de nuevo matrimonio y la segunda lo extingue; es decir, que le pone fin al
matrimonio y coloca a los cónyuges en la posición de contraer de nuevo matrimonio,
con la persona de su elección.
Además la norma legal regula que las mismas causas comunes para declarar
el divorcio son las mismas que para declarar la separación. “Son causas comunes
para obtener la separación o el divorcio….;” (Código Civil, 1963, art. 155).

Así también la separación, tiene efectos que son comunes al divorcio, pues así
lo regula el Código Civil, Decreto Ley 106, de Guatemala. “Son efectos civiles
comunes de la separación y del divorcio, los siguientes:” (Código Civil, 1963, art.
159); pero el mismo cuerpo legal establece la diferencia entre el matrimonio y la

55
separación. “El matrimonio se modifica por la separación y se disuelve por el
divorcio” (Código Civil, 1963, art. 153). Es decir; que por la separación el vínculo
conyugal aún existe y el matrimonio sólo se modifica legalmente; en cambio, con el
divorcio el vínculo conyugal se disuelve, se termina.

Son efectos propios de la separación, además de la subsistencia del


vínculo conyugal los siguientes: 1. El derecho del cónyuge inculpable, a
la sucesión intestada del otro cónyuge; y 2. El derecho de la mujer de
continuar usando el apellido del marido. (Código Civil, 1963, art. 159).

Con respecto al último numeral, del artículo anteriormente transcrito; hace


referencia que por la separación, la mujer puede seguir usando el apellido del marido
y en esto difiere la separación y el divorcio, que según con lo establecido en el
Código Civil, Decreto Ley 106; en cuanto a que, por el divorcio la mujer ya no tendrá
derecho a agregar a su apellido el apellido de su cónyuge. “Por el matrimonio, la
mujer tiene el derecho de agregar a su apellido el de su cónyuge y de conservarlo
siempre, salvo que el matrimonio se disuelva por nulidad o por el divorcio” (Código
Civil, 1963, art. 108).

Es de entenderse que: por el divorcio tal relación conyugal ya fue disuelta y


por la separación la relación conyugal aún existe. Otro aspecto en el que el divorcio
difiere de la separación es el siguiente: “Es efecto propio del divorcio la disolución del
vínculo conyugal, que deja a los cónyuges en libertad para contraer nuevo
matrimonio” (Código Civil, 1963, art. 161). Los cónyuges quedan en libertad, después
de que el divorcio sea declarado, para contraer matrimonio con otras personas de su
elección; lo anterior no aplica en el caso de la separación.

2.1.7. Regulación legal

La figura del divorcio y todo lo relacionado a éste, se encuentra regulado en


los artículos 153 al 172 del Código Civil, Decreto Ley 106; los artículos 426 al 434 del

56
Código Procesal Civil y Mercantil, Decreto Ley 107, establece lo relativo al proceso
de divorcio; el artículo 70 numeral “f” de la Ley del Registro Nacional de las
Personas, Decreto 90-2005, establece entre otros, que las resoluciones que declaren
el divorcio deberán inscribirse en el Registro Civil de las Personas; la Ley para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, artículo 9, establece una
causal de divorcio y la Ley de Tribunales de Familia.

57
CAPÍTULO III

3.1. El Libre Desarrollo de la Personalidad

3.1.1. Definición

¿Qué es el libre desarrollo de la personalidad? El ser humano es un ser


complejo; tanto en su constitución física como también en su aspecto emocional y
psiquicológico; poseedor de una serie de atributos que integran su personalidad, que
lo hace diferenciarse de los demás seres de su misma especie; aunado a lo anterior,
se le dotó naturalmente de una capacidad esencial que lo diferencia de los demás
seres creados y es el “libre albedrío”, que es esa apitud que posee de poder elegir y
tomar decisiones, de conformidad con el conocimiento que posea; principios
inculcados; valores morales y religiosos; su entorno social, económico y familiar.

Posee capacidad para pensar, de allí la libertad de emisión del pensamiento,


libertad de expresión y de acción, aunque éste último, la organización que fue creada
por él mismo, el Estado, se lo ha limitado, debido a que el ser humano ha hecho mal
uso de esa libertad causando daño a otras personas. En el desarrollo de la
personalidad del ser humano inmiscuye la libertad que tiene para elegir su proyecto
de vida, para alcanzar la realización plena como hombre o como mujer.

El derecho al libre desarrollo de la personalidad es la capacidad,


facultad o potestad que tiene toda persona para adoptar su proyecto de
vida y desarrollarse en la sociedad por sí mismo, decidiendo libremente
cómo quiere ser y qué quiere ser, sin injerencia ajena ni coacción
alguna, menos recibir controles o impedimentos injustificados por parte
de los demás menos del Estado. (Rivera, 2017, párr. 2).

El libre desarrollo de la personalidad del ser humano, está relacionado con el


derecho que éste tiene de elegir su propio proyecto de vida, sin que éste, esté sujeto

58
a la voluntad o imposición de otra persona o del Estado, por eso se refiere a la
libertad que tiene el ser humano de elección de su proyecto de vida sin que el Estado
u otra persona le indique cuál debe de ser éste o lo condicione; es decir, que el
desarrollo de la personalidad del ser humano no debe de estar limitado o
condicionado, para que exista un desenvolvimiento pleno de ésta.

Este derecho tiene su base y fundamento en el valor de la libertad, su


esfera del estatus personal, y en el valor de la dignidad humana; de
manera que surge del ámbito de autodeterminación que tiene toda
persona. Su finalidad es lograr la realización de las metas de cada
individuo de la especie humana, fijadas de manera autónoma por él
mismo de acuerdo con su temperamento, personalidad y su propio
carácter. (Rivera, 2017, párr. 3).

Cada ser humano, ya sea hombre o mujer, es un ser dotado de diferentes


aptitudes, caracteres físicos, psicológicos y con su propio proyecto de vida, por
medio del cual obtiene su desarrollo individual, que le produce satisfacción.

El derecho al libre desarrollo de la personalidad tiene una doble


connotación, la positiva y la negativa. En el plano positivo, este derecho
consiste en que cada persona es poseedora de un ámbito de
autodeterminación personal que le permite decidir por sí mismo su
proyecto de vida, de manera que pueda hacer todo lo que desee en su
vida y con su vida. En el plano negativo, este derecho genera una
obligación de abstención para la sociedad civil y el Estado, de manera
que no pueden realizar intromisiones indebidas en la vida de las
personas, salvo para resguardar los derechos de terceros, del bien
común y la convivencia pacífica, caso en el que podrán imponer un
límite razonable a su ejercicio, pero que en todo caso preserve el
núcleo esencial del derecho. (Rivera, 2017, párr. 7).

59
Por lo tanto, el desarrollo de la libre personalidad del ser humano se convierte
en un derecho que a éste le asiste, que se le debe de respetar y que el Estado no
debe limitarlo, porque éste último se ha organizado para proteger a la persona y
garantizarle dicho desarrollo, no para ponerle límites, en relación al desarrollo de su
personalidad.

“El derecho al libre desarrollo de la personalidad, otorga una protección


jurídica general a la personalidad humana, lo cual tiene como uno de sus principales
efectos jurídicos el reagrupar y unificar todos los derechos humanos fundamentales
específicos” (Villalobos Badilla, 2012, p. XIV). El libre desarrollo de la personalidad es
un derecho que tiene relación con los derechos humanos fundamentales reconocidos
internacionalmente.

El libre desarrollo de la personalidad está íntimamente ligado al


concepto de la voluntad individual y responsabilidad personal. En este
sentido, se podría señalar que cuando un sujeto tiene autonomía para
decidir qué es lo que quiere para sí mismo, y se da el contexto social
para alcanzarlo, podrá decirse que tiene libertad para escoger entre las
diferentes opciones que le ofertan en el grupo social. Esa autonomía
que permite la tenencia de una libertad de acción en el sujeto es un
deseo que cualquier ser humano requiere para el libre desarrollo de su
personalidad. De no tener esa autonomía, la libertad estaría
constreñida y limitada y, por ello, no podríamos hablar de la posibilidad
que desea toda persona de elegir libremente qué es lo que quiere hacer
con su vida. (Santana Ramos, 2014, p. 107).

La autonomía es el poder que tiene el ser humano de tomar decisiones


propias, de hacer elecciones sin que se encuentre coaccionado, manipulado o
influenciado por otras personas o por el Estado mismo y ésta se encuentra
relacionada con el libre desarrollo de la personalidad, debido a que el ser humano
posee autonomía para decidir qué será de su vida, él es el único que tiene la

60
capacidad y la responsabilidad de decidir hacia dónde desea conducirla y qué
pretende obtener con el plan de vida que se ha tazado. El hombre y la mujer
necesitan tener autonomía individual para poder desarrollar su personalidad con
libertad, de tal manera que se logre la plenitud de los mismos.

Miguel Ontiveros Villalobos Badilla, (2012) manifiesta:


…el libre desarrollo de la personalidad encuentra su basamento teórico
en la dignidad humana. Ésta constituye, junto a la vida, el valor más
importante en un Estado Constitucional, y se traduce en la libertad que
todo ser humano tiene de ser “uno mismo”. Es decir, que ni el Estado,
ni los órganos que lo componen, ni persona alguna, puede tener
injerencia en la espiritualidad e individualidad de la mujer y el hombre.
(p.71).

La dignidad humana, es el valor intrínseco de cada persona, es el valor que


posee como ser humano, es un bien jurídico tutelado por el derecho constitucional,
asimismo por los derecho humanos. La dignidad del hombre y de la mujer están
relacionados con el libre desarrollo de la personalidad y ésta no puede denigrársele
limitándole el desarrollo de su personalidad, cada ser humano tiene su propia
identidad, personalidad, principios, valores morales y religiosos, su propio proyecto
de vida y es digno de que esto le sea respetado; el Estado está en la obligación de
garantizar y velar para que a cada persona, que integra la población, le sea
respetada su dignidad y el libre desarrollo de la personalidad.

Lucrecio Rebollo Delgado (1998), como citó Villalobos Badilla, (2012)


expone lo siguiente:
Hemos de tener en cuenta que la dignidad humana constituye no sólo
la garantía negativa de que la persona no va a ser objeto de ofensas o
humillaciones, sino que entraría también la afirmación positiva de pleno
desarrollo de la personalidad de cada individuo. (pp.71-72)

61
Cada ser humano, ya sea hombre o mujer, posee su propia dignidad, es un
sujeto de respeto y dicha dignidad debe de anteponerse ante cualquier otra persona
y el Estado, a través de las leyes, debe de garantizar la conservación de la dignidad
de cada individuo.

Humberto Nogueira (2009), como se citó en Villalobos Badilla, (2012)


define el concepto de dignidad como:
La dignidad de la persona es el rasgo distintivo de los seres humanos
respecto de los seres vivos, la que constituye a la persona como un fin
en sí mismo, impidiendo que sea considerada un intrumento o medio
para otro fin, además de dotarlo de capacidad de autodeterminación y
de realización del libre desarrollo de la personalidad. (p.73).

En la definición anterior figuran los conceptos ya ampliamente definidos con


anterioridad, como lo son: el libre albedrío, la autonomía del ser humano, la
dignidad; que éstos en su conjunto son el fundamento del libre desarrollo de la
personalidad y a la vez, el libre desarrollo de la personalidad es la máxima expresión
del libre albedrío que el ser humano posee, de su propia autonomía y de su dignidad
que debe de respetársele; el ser humano no es un objeto, para que se le determine a
través de la legislación cuál será su proyecto de vida, o para que se le indique qué
debe de hacer con su vida o qué decisiones debe de tomar con relación a ésta, si no
que es un ser dotado con la capacidad necesaria para decidir cuál será su proyecto
de vida, que incluye el aspecto emocional, social, laboral, económico, familiar y
demás; que en su conjunto lo conducirá a la realización plena de su personalidad,
que es lo que el Estado pretende garantizarle en cumplimiento de un deber
constitucional. Cualquier Estado de Derecho debería, primordialmente entre otros,
garantizarle a cada individuo el libre desarrollo de la personalidad, no limitárselo a
través de la norma jurídica, si no más bien, que la norma jurídica venga a reforzar
dicha libertad, que coadyuve en el respeto de la dignidad del ser humano, como
centro de todo el ordenamiento jurídico y a quienes se debe la razón de ser del
Estado; si bien es cierto el fin del Estado es el bien común de la población y ese bien

62
común se logra con el respeto de la libertad de todo hombre y mujer a elegir su
estilo y plan de vida, que se desarrolle plenamente; que no se le limite el libre
desarrollo de la personalidad.

3.1.2. El desarrollo de la personalidad colectiva

El ser humano, es un ser por naturaleza eminentemente social, no puede vivir


aislado de los seres de su misma especie, necesita vivir dentro de un grupo social
para desarrollarse socialmente, psicológicamente, emocionalmente,
económicamente, culturalmente, políticamente, educativamente, profesionalmente y
demás. Necesita vivir en compañía para poder satisfacer sus necesidades
individuales, como también alcanzar la satisfacción colectiva del grupo social al que
pertenece; nace con la necesidad de relacionarse con las demás personas y formar
parte de su entorno social y por ende trabaja para lograr su propio desarrollo y el de
la colectividad, que alcanzando el primero contribuye en gran parte para alcanzar el
segundo. Los miembros que integran la colectividad, poseen características
homogéneas, con las cuales éstos se identifican y en sí la colectividad también va a
en busca de la satisfacción de las necesidades colectivas; es decir, que ésta no es
estática, sino al contrario es dinámica, cambiante conforme a las necesidades
colectivas de sus miembros. “Esta “faceta colectiva” del libre desarrollo de la
personalidad se especifica y materializa jurídicamente en parte con lo que se ha
denominado el derecho a la libre determinación de los pueblos” (Villalobos Badilla,
2012, p. 74).

La libre determinación de los pueblos es conocido también como


autodeterminación, es un derecho propio de los pueblos al libre desarrollo de la
personalidad colectiva; el derecho a la libre determinación de los pueblos o el
derecho de autodeterminación, es un derecho adquirido y otorgado a los pueblos a
través de instrumentos jurídicos internacionales en materia de derechos humanos,
surgidos a raíz de la primera guerra mundial. ¿Qué es la libre determinación de los
pueblos o la autodeterminación?

63
Según el diccionario de la Real Academia Española, autodeterminación
es la “Decisión de los pobladores de una unidad territorial acerca de su
estatuto político”. Esta es una definición vaga e imprecisa puesto que
no determina quiénes sean “los pobladores” (la problemática
determinación del sujeto del derecho de autodeterminación), y cuál sea
la “unidad territorial”, defectos que no hay que imputar a nuestra
Academia, ya que son consecuencia obligada de la ambigüedad
inherente al término y al propio concepto que este expresa. El derecho
de autodeterminación sería, pues, el derecho de tales pobladores a
decidir acerca de su estatuto político. (Ruiz Sánchez, 2007, p. 2).

Según el texto citado anteriormente, el derecho de autodeterminación o


derecho de la libre determinación de los pueblos es el derecho que tiene la población
de elegir su propio estatuto político, sin que alguien externo o extranjero decida por
ellos, imponiéndoles un estatuto político que vaya en contra de sus intereses
colectivos, les restrinja sus derechos o que les impida obtener su desarrollo colectivo,
inclusive que no se respete su identidad cultural, religiosa o política.

Otras definiciones:
El derecho de libre determinación de los pueblos o derecho de
autodeterminación es un principio del derecho internacional que
establece que cada pueblo tiene la facultad colectiva de determinar la
forma de su sistema político, con independencia de cualquier influencia
extranjera; se considera un derecho humano de tercera generación.
(DHpedia, s.f. párr. 2).

Se entiende la libre determinación de los pueblos como una institución


jurídica configurada a través de la concertación de voluntades de los
individuos que pronunciados a título personal integran la visión
unificada de un colectivo que comparte tradiciones, costumbres, idioma
e intereses. Tomándolo como algo práctico, esta constituye la

64
capacidad de un pueblo para elegir en nombre propio su camino a
través de la toma de decisiones primordiales para el rumbo y desarrollo
de los mismos. (Guzmán Valdéz, 2015, p. 99).

Las definiciones anteriores se complementan; por una parte cada pueblo se


caracteriza porque la colectividad que la integra tiene en común el idioma,
tradiciones, costumbres e intereses, con derecho a elegir libremente su sistema
político y no sólo eso; sino que también, a elegir los medios necesarios para alcanzar
su desarrollo, a tomar las decisiones que sólo le conciernen a la colectividad; la libre
determinación de los pueblos o autodeterminación además de ser un derecho es la
capacidad que tiene la colectividad para tomar las decisiones necesarias que vayan
acorde a sus intereses.

La libre determinación de los pueblos o autodeterminación es un derecho


humano, contemplado en instrumentos legales de rango internacional; el concepto de
autodeterminación de los pueblos, fue mencionado durante la primera guerra mundial
por el presidente de los Estados Unidos de América.

Woodrow Wilson fue el 28 presidente de Estados Unidos de América y


probablemente uno de los más admirados; se esforzó por mantener a
su país fuera de la I Guerra Mundial, hasta que forzado por las
circunstancias involucró a su país en su cruzada por salvar la
civilización occidental. Durante la guerra se empeñó en conseguir una
paz sin victoria y su idealismo lo llevó a sostener siempre la
autodeterminación de los pueblos y la fundación de la Sociedad de
Naciones; en sus discursos siempre enfatizó que la guerra se hacía en
esos momentos en nombre de la libertad del mundo. (Larios Ochaita,
2015, p. 263).

La primera guerra mundial surgió debido a que países se apoderaban de


territorios que pertenecía a otros países, conquistándolos e invadiéndolos,

65
imponiendo en éstos sus propios sistemas de gobierno y despojándolos de sus
riquezas; Estados Unidos fue un país que en la primera guerra mundial se mantuvo
al margen del conflicto, evitando intervenir en la misma y prácticamente su
intervención se vio obligada. Woodrow Wilson, presidente de este país en ese
entonces, ya contemplaba dentro de sus ideales la autodeterminación de los pueblos
y la formación de la Sociedad de Naciones, esto con el fin de mantener la paz
internacional entre los países; aunque al finalizar la primera guerra mundial surge la
Sociedad de Naciones, que desaparece tiempo después, debido a que no formaron
parte de ésta países que considerados como potencias mundiales; posteriormente a
la Segunda Guerra Mundial surge lo que hoy se conoce como Organización de las
Naciones Unidas que tiene como precedente la Sociedad de Naciones.

El 8 de enero de 1918 Wilson enumeró en uno de sus discursos lo que


se conoce como “los 14 puntos de Wilson” que no eran ni más ni
menos que las bases sobre las cuales debía asentarse la paz y el fin de
la guerra. (Larios Ochaita, 2015, p. 263).

Dentro de esos 14 puntos contenidos en el discurso del presidente de los


Estados Unidos de América, Woodrow Wilson, se encuentra “todos los pueblos son
libres de autodeterminación” (Larios Ochaita, 2015, p. 263).

Posteriorente en lo que se conoce como La Carta del Atlántico, según hace


mención Larios Ochaita (2015) se incluyó dentro de los ocho puntos que ésta
contenía, “la autodeterminación de los pueblos”.

“No se trata de un Pacto, ni de un Convenio; se trata de una


“Declaración sobre las intenciones y la filosofía que animaba a los
Estados Unidos e Inglaterra”. Fue firmada el 14 de agosto de 1941 a
bordo del acorazado Prince of Wales mientras navegaba en algún
punto del Atlántico. Contiene ocho puntos bien precisos, a saber:
1)…..2)…..3) la autodeterminación de los pueblos debe entenderse en

66
el sentido de que son libres para escoger y darse la clase de gobierno
que deseen;…”. (p. 265).

En ella intervinieron el presidente de los Estados Unidos de América, Franklin


Delano Roosevelt y Winston Churchull en representación de Gran Bretaña, en la
Carta del Atlántico resalta la autodeterminación de los pueblos; es decir, se da inicio
al reconocimiento, en el ámbito jurídico internacional, del derecho que tienen los
pueblos de elegir de forma libre el sistema de gobierno que los regirá, se empieza a
respetar la soberanía de los mismos, lo que provocará el desarrollo económico y
político de los mismos.

El desarrollo de la personalidad colectiva, como ya se hizo mención


anteriormente, reflejado jurídicamente como la libre determinación de los pueblos o
autodeterminación, es considerada como aquella autonomía que tienen los pueblos
de elegir su propio sistema político, de determinar quiénes los gobernarán, como
también involucra la decisión del pueblo a conservar su identidad e ideología, su
cultura. Lo anterior, para que aquellos países desarrollados que tienen poder
económico, político y bélico no tengan injerencia en aquellos países llamados
“subdesarrollados”, en la toma de decisiones que solamente le corresponden a éstos
últimos.

El ser humano, tiene derecho al libre desarrollo de la personalidad colectiva,


que éste no se le limite, ni se le impida; sino, que se logre el desarrollo, el avance
económico, político, social y cultural de los pueblos.

La Declaración sobre el derecho al desarrollo, adoptada por la Asamblea


General de la Organización de las Naciones Unidas, en su resolución 41/128, de 4
de diciembre de 1986, fue proclamada entre otros, recordando el derecho de los
pueblos a la libre determinación, en virtud del cual tienen derecho a determinar
libremente su condición política y a realizar su desarrollo económico, social y cultural.
Es decir, que no sólo se reconoce el derecho a la libre determinación de los pueblos,

67
sino que también, les asiste el derecho de lograr alcanzar el desarrollo económico,
social y cultural, lo anterior desde el punto de vista colectivo.

El derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable en virtud del


cual todo ser humano y todos los pueblos están facultados para
participar en un desarrollo económico, social, cultural y político en el
que puedan realizarse plenamente todos los derechos humanos y
libertades fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y disfrutar de él.
(Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, 1986, art. 1, num. 1).

La Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, es muy precisa en determinar


que el derecho al desarrollo es un derecho que le pertenece a todo ser humano y
todos los pueblos tienen esa facultad de participar en su desarrollo, para lograr
realizarse plenamente.

El derecho humano al desarrollo implica también la realización del


derecho de los pueblos a la libre determinación, que incluye, con
sujeción a las disposiciones pertinentes de ambos pactos
internacionales de derechos humanos, el ejercicio inalienable a la plena
soberanía sobre todas sus riquezas y recursos naturales. (Declaración
sobre el Derecho al Desarrollo, 1986, art. 1, num. 2).

La libre determinación de los pueblos tiene estrecha relación con el derecho


humano al desarrollo y cada Estado tiene la obligación de garantizarle el desarrollo a
la población desde el punto de vista, educativo, cultural, religioso, social, económico,
entre otros. El libre desarrollo de la personalidad colectiva se logra con la libre
determinación de la población, esa autonomía en los pueblos que les permita
alcanzar el desarrollo, desde diferentes puntos de vista; derecho que no les puede
ser vedado, sino al contrario, debe ser respetado y garantizado; tanto por el Estado,
como también por la comunidad internacional.

68
3.1.3. El desarrollo de la personalidad individual

Como ya se hizo mención anteriormente, el ser humano es ser complejo,


dotado de aptitudes y de libertad de elección, además que no es un medio, sino más
bien es un fin en sí mismo. El ser humano por instinto o por atributo natural siempre
va encaminado hacia el desarrollo, no es un ser estático, sino al contrario; es un ser
multifacético, dotado de un mecanismo intelectual que le permite tener visión hacia el
futuro, diseña hacia dónde desea conducir su vida, en aras de desarrollar su
personalidad individual.

La faceta individual del libre desarrollo de la personalidad se presenta


como la posibilidad del individuo de buscar su propio desarrollo en aras
de construir su propia personalidad. En este sentido, el derecho al libre
desarrollo de la personalidad busca proteger la autodeterminación
individual en la toma de decisiones que moldean su propia vida.
Además, protege aquellos atributos que hacen a cada ser humano un
ser único. De modo que se busca tutelar todos aquellos aspectos
personales que se encuentran enfocados a la realización personal del
individuo y a su propio y autónomo desarrollo del propio ser. (Villalobos
Badilla, 2012, p. 83).

Aunque todos los seres humanos, en su conjunto forman parte la llamada


especie humana, cada uno posee características propias, ideales propios; atributos
distintivos que forman parte de su personalidad, cada ser humano es único y el
Estado está obligado a proteger y a garantizar los derechos de cada individuo, sin
discriminación alguna. Dentro del ámbito de su individualidad cada hombre y mujer
busca su propio desarrollo, toma desiciones que a su consideración e intelecto le
parecen más favorables para su plan de vida. Uno de los derechos que tiene el ser
humano y que se encuentra tutelado es la libertad. ¿Qué es la libertad? La definición
del concepto de libertad suele ser muy subjetiva, debido a que surgen diversos

69
criterios al respecto, los cuales varían dependiendo de cada persona, atendiendo a
sus conocimientos, principios y forma de vida.

Por LIBERTAD se entiende, de acuerdo con el significado propio de la


palabra, la ausencia de impedimentos externos, impedimentos que con
frecuencia reducen parte del poder que un hombre tiene de hacer lo
que quiere; pero no pueden impedirle que use el poder que le resta, de
acuerdo con lo que a su juicio y razón dicten. (Hobbes, 2016).
El ser humano está dotado de un elemento mental llamado razón, que es lo
que le permite realizar acciones que a su juicio considera adecuadas y es utilizando
la libertad, la razón y su juicio como se conduce por la vida, para lograr el desarrollo
de la personalidad individual. Porque es conforme a la razón y a su juicio que toma
las decisiones, elige, planea lo que quiere para sí mismo, sin que alguna otra
persona le restrinja su libre desarrollo.

El libre desarrollo de la personalidad individual está íntimamente relacionado


con la autodeterminación, debido a que en ambas interviene la libre voluntad propia
de la persona para determinar lo que sucederá con ella en el futuro; qué profesión
desea tener, cuál será el medio de su sostenimiento económico, si desea contraer
matrimonio, si desea divorciarse, cuántos hijos desea tener, en qué lugar establecerá
su domicilio y residencia, si está conforme con el nombre y apellidos que lo
identifican, entre otros. ¿Cómo se desarrollará la personalidad del ser humano si el
Estado u otras personas le restringen esa libertad?

El ser humano busca, desea alcanzar todo aquello que satisfaga sus
necesidades; el ser humano quiere llegar a alcanzar la felicidad, aunque ésta sea
subjetiva y propia de cada persona; debido a que, lo que le produce felicidad a una
persona, no es lo que le produce la felicidad a otra persona, en tanto que el concepto
de felicidad es subjetivo para cada persona, cada uno tiene su propia definición de
felicidad; lo que sí es necesario es que el ser humano goce del derecho de libre
desarrollo de la personalidad o autodeterminación, porque nadie va a alcanzar la

70
felicidad por él, nadie se va a desarrollar por él, nadie puede decidir por él y si el
Estado está decidiendo u otra persona le está restringiendo esa libertad de decidir su
proyecto o plan de vida está violentando el derecho de autodeterminación que a la
persona humana le asiste y a la vez menoscabando su dignidad, porque ésta no va a
alcanzar el desarrollo de la personalidad; será un ser infeliz, limitado, frustrado lo que
le provocará daños psicológicos, al tener que estar en una condición o estatus que
no ha sido de su elección y no puede salir de ella porque el Estado u otra personas
han puesto candados que le impiden ejercer su autodeterminación o libre desarrollo.
“La persona humana es el sujeto central del desarrollo y debe ser participante
activo y el beneficiario del derecho al desarrollo” (Declaración sobre el Derecho al
Desarrollo, 1986, art. 2, num. 1). El artículo anteriormente transcrito establece que la
persona humana es el sujeto central del desarrollo; por consecuencia, es algo que a
éste no se le puede impedir; al contrario, se le debe de garantizar.

“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su


persona” (Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948, art. 3). Este
instrumento legal internacional determina la libertad que posee la persona humana,
la libertad en todas sus facetas; es decir, no sólo la libertad de locomoción, la libertad
de expresión, la libre emisión del pensamiento, sino que también al libre desarrollo
de la personalidad, a su autodeterminación, al libre goce de sus derechos humanos,
que el referido instrumento legal tutela.

“Garantizar a plenitud el reconocido derecho a la dignidad e igualdad humana


conlleva al pleno respeto al derecho humano del libre desarrollo de la personalidad y
a su protección ante toda forma de discriminación” (Ávila Álvarez, 2014, párr. 1). El
derecho a la dignidad e igualdad humana, es un derecho ampliamente reconocido, el
cual se pretende garantizar y proteger a través de los ordenamientos jurídicos
constitucionales y también por instrumentos jurídicos internacionales en materia de
derechos humanos; esto incluye el respeto al derecho del libre desarrollo de la
personalidad y además este debe de estar protegido de cualquier discriminación; la
cual se debe a que como el ser humano está facultado para ejercer el libre

71
desarrollo de la personalidad, que esto conlleva a que es un sujeto dotado de libertad
para elegir su estilo de vida personal, haciendo la salvedad que esto no les da
derecho a perjudicar a las demás personas, y que por estas decisiones que toma
puede ser objeto de discriminación; es decir tiene libertad para elegir una religión, a
proyectar una determinada cultura y grupo social, a elegir hablar o no su propio
idioma, a elegir usar o no su propia vestimenta que identifique al grupo étnico al que
pertenece, a contraer matrimonio o a divorciarse, entre otras decisiones que debe de
tomar, que lo puede convertir en el blanco de discriminación.
Lo anteriormente expuesto es que tanto el derecho a la dignidad e igualdad
humana conllevan el respeto a la libre desarrollo de la personalidad, porque este
derecho es de igual aplicación para todo ser humano, al igual que no se les debe
menoscabar a ninguna persona su dignidad, colocándola en un plano de desigualdad
e hiriendo sus sentimientos, que le provocarían algún determinado daño psicológico.

3.1.3.1. La dignidad, la libertad y la no discriminación, como derechos


fundamentales, proyectados en el libre desarrollo de la personalidad individual

Isaiah Berlin, politólogo e historiador de origen letón (Lituania),


considerado como uno de los principales pensadores liberales del siglo
XX, expresó: “Soy libre solamente si planeo mi vida de acuerdo con mi
propia voluntad. Quizá, esta sea la forma más precisa de definir el
concepto de lo que es el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
(Bautista, 2014, párr. 5).

Cada ser humano debe planear su vida de acuerdo a su voluntad; la cual está
dirigida según sean sus aspiraciones e ideales, valores morales, religiosos; que lo
conlleva a desarrollar ese plan de vida que se ha trazado; ésta es la máxima
expresión del derecho de libertad. Tres derechos fundamentales conforman la piedra
angular sobre la que se consolida el libre desarrollo de la personalidad, siendo éstas:
el derecho a la libertad, desde sus diferentes perspectivas; el derecho que tiene la

72
persona humana a que no se le menoscabe su dignidad, y el derecho de la persona
humana a la no discriminación.

3.1.3.2. La ley protectora de la persona humana desde el aspecto individual

Esta prerrogativa que tiene cada persona, sólo por el hecho de serlo,
de que se reconozca su individualidad como el conjunto de
características que lo hacen un ser único y distinto de los demás, es a
lo que hace referencia el derecho al libre desarrollo de la personalidad:
su forma de ser, sus decisiones, sus ideales, sus preferencias son los
componentes que integran el ámbito de este derecho y lo que hacen
estar estrechamente relacionado con la idea de libertad y de dignidad
humana. (Bautista, 2014, párr. 6).

Cada persona humana es única dentro de su especie, razón por la cual la ley
protege al ser humano desde su individualidad, reconociéndole derechos
individuales, como lo son: derecho a la vida, a la salud, a la seguridad, a la
educación, al trabajo, a la recreación, entre otros; así como no todas ellas tienen los
mismos planes de vida, cada una es diferente, poseedora de características únicas;
por lo tanto también el Estado por medio de la ley debe de tutelar el libre desarrollo
de la personalidad individual de la persona humana.

3.1.3.3. El deber del Estado sobre el respeto al derecho al libre desarrollo de la


personalidad individual

El reconocimiento del libre desarrollo de la personalidad como derecho


fundamental es inherente al ser humano y le otorga un carácter de
inalienabilidad. Al mismo tiempo, implica para el Estado que lo
reconoce una serie de obligaciones: No debe de interferir más allá de lo
indispensable en el ejercicio que hagan las personas de este derecho y
debe tomar todas las medidas necesarias para que las personas

73
puedan ejercer plenamente este derecho. La efectividad de este
derecho requiere que el Estado provea aquellos elementos esenciales
como la educación, salud, alimentación y cultura, que permitan al
ciudadano gozar de una vida digna y desarrollarse de acuerdo a sus
preferencias y elecciones. (Bautista, 2014, párr. 14).

Estando considerado el libre desarrollo de la personalidad como un derecho;


éste posee las siguientes características principales:

1. Es un derecho fundamental; debido a que es fundamental que el ser humano se


desarrolle en pro del alcance de su proyecto de vida y trabaje libremente para
obtenerlo; siendo un ser dotado de libre albedrío por naturaleza.

2. Es un derecho inherente al ser humano; el derecho al libre desarrollo de la


personalidad no puede ser separado del ser humano, le pertenece por naturaleza,
debido a que no es una máquina que se deba manipular por un soberano o
alguna persona que ejerza el poder, le pertenece porque el ser humano piensa,
razona y acciona cada día, elige constantemente, trabaja en pro de su desarrollo,
es el centro de la sociedad y del ordenamiento jurídico; porque existe antes que el
Estado y la ley; siendo éstos últimos creación suya. En ejercicio de ese libre
desarrollo de la personalidad, el ser humano creó al Estado y el ordenamiento
jurídico para la protección de sus intereses en el desarrollo de su personalidad;
por lo anterior el libre desarrollo de la personalidad no se limita sólo a elegir, a
planear, a ejercer, sino que también a crear.

3. Es un derecho con carácter inalienable: el derecho al libre desarrollo de la


personalidad es un derecho que le pertenece sólo al ser humano, tanto
individualmente como colectivamente; no lo puede delegar o renunciar al mismo,
porque es inherente a él.

74
El Estado, como expresa el autor en la cita anteriormente transcrita, debe de
proporcionarle a la persona humana educación, salud, alimentación, cultura,
agregándole lo que es la seguridad, la recreación, el trabajo, el respeto a su
dignidad; para que éste pueda desarrollarse como es debido y no limitarle o interferir
en su libertad al desarrollo de la personalidad; sino más bien, tiene la obligación
garantizárselo porque ese es su deber, que el ser humano disfrute de una vida plena.

3.1.4. El libre desarrollo de la personalidad en el derecho constitucional

En la presente investigación ya se ha definido claramente qué es del libre


desarrollo de la personalidad, desde sus facetas colectiva e individual, además
siendo éste considerado un derecho inherente, fundamental e inalienable del ser
humano; ahora bien, para determinar la relación que existe entre el libre desarrollo
de la personalidad y el derecho constitucional, es necesario definir éste último.

3.1.4.1. ¿Qué es el derecho constitucional?

Es el conjunto de normas jurídicas de superior jerarquía dentro de un


Estado de Derecho, cuyo propósito fundamental es delimitar los
derechos fundamentales de la persona y la organización política del
Estado, para el ejercicio del poder público, a efecto de lograr los
propósitos de la comunidad organizada conforme a la ley. (Villegas
Lara, 1996, p. 122).

El derecho constitucional está integrado por un cúmulo de normas jurídicas de


superior jerarquía; es decir, que está compuesto por un conjunto de normas que se
encuentran por encima de cualquier otra norma jurídica, ocupando en su conjunto el
primer lugar en el ordenamiento jurídico y normas jurídica inferiores no pueden
contradecirlas; puesto que, estas últimas se desprenden de ellas; las normas
jurídicas que conforman el derecho constitucional contienen regulados los derechos
fundamentales de la persona; como razón de ser del derecho y del Estado, además

75
ésta determina la estructura organizativa y funcional del Estado. Es en este derecho,
donde se encuentran regulados los derechos fundamentales de la persona, que son
aquellos derechos que protegen a la persona humana y que el Estado le debe de
garantizar.

Según afirma Villegas Lara (1996) “Todo Estado, jurídica y políticamente


organizado, funda su existencia en una ley fundamental o básica, que tiene la
máxima jerarquía sobre las demás leyes ordinarias. A esta ley se le conoce como
“CONSTITUCIÓN” o “CARTA MAGNA” (pp.121-122).

En Guatemala esa ley fundamental se le denomina Constitución Política de la


República, Carta Magna, Ley Suprema y Ley Fundamental; es la máxima ley que rige
al Estado de Guatemala, lo anterior se debe a que en Guatemala el ordenamiento
jurídico que sencuentra jerarquizado.

Esa jerarquización o escalonamiento es llamada por Adolfo Merkl y


Hans Kelsen, pirámide jurídica, en cuyo vértice aparece la Ley
Fundamental o Constitución. Este orden jurídico es esencial para la
existencia de un país, ya que sin él no se concibe la vida social. No hay
Estado sin Constitución. (Prado, 2007, p. 76).

En Guatemala las leyes que tienen rango constitucional son:


1. Constitución Política de la República de Guatemala
2. Ley de Libre Emisión del Pensamiento
3. Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad
4. Ley Electoral y de Partidos Políticos y,
5. La Ley de Orden Público

En lo que respecta a la Constitución Política de la República de Guatemala, es


en donde se encuentran determinados los derechos fundamentales de la población e
inclusive la organización funcional del Estado.

76
Según el Doctor Hans Kelsen “Las leyes o normas jurídicas, se
jerarquizan de la siguiente forma ordenada y escalonada: primero las
leyes constitucionales; bajo de éstas las leyes ordinarias; bajo de éstas
las leyes reglamentarias y por último las leyes individualizadas”. (García
Santiago, 2008, p. 4).

El ordenamiento jurídico de Guatemala atiende a la jerarquización expuesta


por el Doctor Hans Kelsen.

Atendiendo al órgano creador, las leyes constitucionales en nuestro


sistema jurídico, son hechas por un Órgano Legislativo temporal e
independiente al resto de los organismos permanentes del Estado, al
que se le dononima en nuestra legislación como Asamblea Nacional
Constituyente; este ente jurídico creador, se le considera que lleva, al
momento de hacer la Carta Magna y demás leyes constitucionales, el
sentir legítimo de la población en general, por lo que es electo de forma
directa por la misma, para crear cuerpos normativos que serán los
fundamentos del sistema jurídico del Estado y rectora a la vez de las
leyes posteriores o de menor jerarquía jurídica. (García Santiago, 2008,
p. 4).

Por motivos del presente trabajo de tesis, es necesario centrarse en la


Constitución Política de la República de Guatemala y en las Constituciones de otros
países, como derecho comparado, para desarrollar lo relacionado al libre desarrollo
de la personalidad, visto desde el punto de vista constitucional y se hizo mención de
los demás cuerpos legales que tienen rango constitucional, sólo por motivo de que
éstos forman parte del derecho consitucional en Guatemala; siendo la Constitución
Política de la República de Guatemala, la que en ella se encierran los derechos
fundamentales del ser humano en Guatemala y que posteriormente éstos son
desarrollados por el resto de normas del ordenamiento jurídico guatemalteco.

77
3.1.4.2. Definición de lo que es la Constitución Política de la República de
Guatemala

Es la ley fundamental que sirve para establecer los principios y los


derechos de los guatemaltecos y para establecer la organización
jurídica y política del Estado de Guatemala. Se dice que es la Ley
Suprema de Guatemala, porque todas las normas contenidas en la
Constitución pueden ser desarrollas por otras normas y otras leyes,
pero nunca pueden ser contrariadas o tergiversadas, es decir, que
sobre la Constitución no existe otra disposición o ley superior a ella. (De
León Carpio, 1995, p. 16).

La Constitución Política de la República de Guatemala, se encuentra dividida


en 3 partes: la Dogmática, Orgánica y la Práctica, encerrando entre otros los
derechos fundamentales de la persona humana, que estos son los derechos que
tiene el ser humano y que son inherentes al mismo y en el preámbulo de la misma se
afirma la primacía de la persona humana como sujeto y el fin del orden social,
además en el mismo se determina que se impulsará la plena vigencia de los
Derechos Humanos dentro de un orden institucional estable.

Según el Diccionario de la Real Academia Española los derechos


fundamentales “son derechos que, por ser inherentes a la dignidad humana y por
resultar necesarios para el libre desarrollo de la personalidad, son normalmente
recogidos por las constituciones modernas asignándoles un valor jurídico superior”
(2014).

Bastida Freijedo (2005), citado por Villalobos Badilla (2012) manifiesta:


“Serán <<Fundamentales>> los derechos que se entienden como más básicos o
esenciales del ser humano. Aquellos que se consideren inherentes al desarrollo de
su personalidad” (p.119). La cita anterior afirma que los derechos fundamentales son
considerados como básicos de la persona humana, de allí que son fundamentales

78
porque son indispensables para su existencia, se consideran inherentes al desarrollo
de la personalidad de la misma; o sea que éstos derechos fundamentales garantizan
a la persona humana un libre desarrollo de su personalidad.

Por lo tanto, los conceptos de derechos fundamentales y libre de


desarrollo de la personalidad son interdependientes. Los derechos
fundamentales protegen manifestaciones específicas de la
personalidad como los derechos de pensamiento y expresión,
intimidad, imagen, privacidad, culto y honor, mientras que el libre
desarrollo de la personalidad otorga una protección jurídica a la
personalidad humana. (Villalobos Badilla, 2012, p. 119).

Es decir, que entre los derechos fundamentales y el libre desarrollo de la


personalidad tienen relación estrecha, existe una cierta dependencia interna entre
estos conceptos, debido a que los derechos fundamentales tutelan las
manifestaciones producidas por el desarrollo de una libre personalidad y ésta otorga
protección jurídica a la personalidad humana.

Los derechos fundamentales de la persona humana, contemplados en la


Constitución Política de la República de Guatemala son: el derecho a la vida, la
libertad, a la igualdad, la libertad de emisión del pensamiento, libertad de religión, a
la educación, al trabajo, derecho a la propiedad privada, derecho a crear; por lo que
surge el derecho de autor e inventor, la libertad de industria, comercio y de trabajo;
derecho a contraer matrimonio, sin coacción, ejerciendo libre voluntad; también el
derecho a expresarse libremente; derecho a la seguridad; a la paz; a la justicia;
entre otros derechos, que engloban el desarrollo de la libre personalidad, porque ésta
se manifiesta a través del ejerccio de ellos y son tutelados en la legislación como
derechos fundamentales.

El ordenamiento jurídico constitucional de Guatemala establece: “Es deber del


Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la

79
seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona” (Const., República de
Guatemala, 1985, art. 2). En el desarrollo integral de la persona incluye el derecho al
libre desarrollo de la personalidad.

“Los derechos y garantías que otorga la Constitución no excluyen otros que,


auque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona humana”
(Const., República de Guatemala, 1985, art. 44). El derecho al libre desarrollo de la
personalidad es un derecho inherente a la persona humana.

Con relación al artículo anterior De León Carpio (1995) expresa:


¿Están todos los derechos inherentes a la persona humana contenidos
en nuestra Constitución?. Posiblemente no estén todos, pero nuestra
Constitución establece que los derechos y garantías que ella otorga no
excluyen otros que aunque no figuren expresamente allí, son
inherentes (propios) a la persona humana. O sea, que hay derechos
que le corresponden a la persona humana por el solo hecho de serla y
aunque no se encuentren establecidos en la Constitución, ella misma
los está aceptando como si estuvieran. (p.57).

Realizando un análisis del artículo 44 del cuerpo legal, ya enunciado y el texto


anteriormente transcrito se llega a la conclusión de que en Guatemala, desde el
punto de vista constitucional, en lo que respecta a los derechos inherentes a la
persona humana, se utiliza el sistema de numerus apertus (listado abierto), debido a
que si existieran otros derechos y garantías que son inherentes a la persona humana
y que no se encontraran establecidos en la Constitución Política de la República,
ésta los acepta como si se encontraran establecidos en ella.

Los derechos fundamentales, inherentes a la persona humana, es la


objetivización del libre desarrollo de la personalidad, es de decir que ésta se
materializa a través de los derechos fundamentales reconocidos por las
Constituciones de los paises.

80
De manera que estos derechos humanos fundamentales no
reconocidos expresamente en constituciones o instrumentos
internacionales son derechos no enumerados, denominados como
derechos implícitos, por no estar dispuestos expresamente, sino que
existen implícitamente dentro de la dogmática, espíritu y unidad
orgánica del sistema de derechos fundamentales. (Villalobos Badilla,
2012, p. 141).

En relación al derecho comparado, desde el punto de vista constitucional,


también hay países cuya legislación constitucional contienen disposiciones que
determinan lo relacionado sobre los derechos implícitos inherentes a la persona
humana, como es el caso de: Perú, artículo 3; Venezuela, artículo 22; Honduras,
artículo 63, Nicaragua, artículo 46; por mencionar algunos.

La relevancia de los derechos implícitos o “numerus apertus” en este


proceso de conceptualizar el derecho al libre desarrollo de la
personalidad se debe a la ya mencionada característica de éste de ser
un "Macro Derecho” ya que además del contenido ya comentado sobre
este derecho, su naturaleza es abierta. Siendo que al brindar el
derecho al libre desarrollo de la personalidad una protección amplia y
general a la persona y personalidad humana. Este derecho se configura
como una cláusula abierta para la interpretación, creación y
reconocimiento de derechos implícitos derivados o relacionados con el
derecho general a la personalidad. (Villalobos Badilla, 2012, p. 143).

El libre desarrollo de la personalidad, analizado desde el punto de vista del


derecho constitucional, aborda no sólo los derechos taxativamente establecidos en
los ordenamientos constitucionales de cada país; sino que también, aquellos
derechos que son inherentes a la persona humana que pudieran existir o pudieran
surgir en un futuro y que hasta el momento no se encuentran plenamente
reconocidos; por eso el derecho al libre desarrollo de la personalidad es considerado

81
como el “macro derecho”, porque encierra un cúmulo de derechos otorgados a la
persona humana para que ésta desarrolle su personalidad y pueda
autodeterminarse, en todas las esferas de su vida y aún tiene alcances a aquellos
derechos que aún no están reconocidos; recordando que el ser humano es un ser
que se encuentra en proceso de evolución, su entorno es cambiante, el medio en el
que se desenvuelve no es estático, surgen nuevas necesidades con el paso del
tiempo y el ser humano debe adaptarse a su entorno y satisfacer las necesidades
que se le presenten y por ende cambia o eleva su plan de vida, para lograr su
satisfacción.

Con relación al tema, como derecho comparado existen países en cuya


legislación constitucional tienen regulado literalmente el derecho al libre desarrollo de
la persona; siendo algunas, los siguientes:

“Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin


más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico”
(Const., Colombia, 1991, art. 16).

“La dignidad de la persona, los derechos inviolables que se son inherentes, el


libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás
son fundamento del orden político y de la paz social” (Const., Española, 1978, art.
10, num. 1).

“Toda persona tiene el derecho a la libre expresión de su personalidad, a la


creatividad y a la formación de su propia identidad e imagen” (Const. de
Paraguay,1992, art. 25).

“Toda persona tiene derecho al libre desarrollo de su personalidad, sin más


limitaciones que las impuestas por el orden jurídico y los derechos de los demás”
(Const., República Dominicana, 2010, art. 43). Dicho artículo se encuentra bajo el
epígrafe Derecho al Libre Desarrollo de la Personalidad.

82
También se hace la aclaración que existen países en cuyos ordenamientos
constitucionales el derecho al libre desarrollo de la personalidad se encuentra
establecido de forma implícita.

3.1.5. Libre desarrollo de la personalidad en el Derecho Internacional de los


Derechos Humanos

3.1.5.1. ¿Qué son los derechos humanos?

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres


humanos, sin distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen
étnico, lengua, religión o cualquier otra condición. Entre los derechos
humanos se incluyen el derecho a la vida y a la libertad; a no estar
sometido ni a esclavitud ni a torturas; a la libertad de opinión y de
expresión; a la educación y al trabajo, entre otros muchos. Estos
derechos corresponden a todas las personas, sin discriminación
alguna. (NACIONES UNIDAS, s.f., párr. 1).

Los derechos humanos son aquellos derechos que le pertenecen a la persona


humana, por el simple hecho de su naturaleza, los cuales les deben ser respetados
pues forman parte de su dignidad. En el afán de proteger a la persona humana y que
sus derechos no sean vulnerados, se han creado instrumentos jurídicos
internacionales que los contemplan, comprometiéndose los Estados a respetar y
hacer que les sean respetados estos derechos a cada persona humana que forma
parte del conglomerado poblacional.

Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en


la ley y garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho
internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes
del derecho internacional. El derecho internacional de los derechos
humanos establece las obligaciones que establecen los gobiernos de

83
tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar
de determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los
derechos humanos y las libertades fundamentales de los individuos o
grupos. (NACIONES UNIDAS DERECHOS HUMANOS OFICINA DEL
ALTO COMISIONADO, s.f., párr. 2).

3.1.5.2. Características de los derechos humanos

Cabe resaltar que a los derechos humanos se le han reconocido ciertas


características propias:
De conformidad con lo resuelto en la Conferencia Mundial para los
Derechos Humanos celebrada en Viena en el mes de junio de 1993, los
Derechos Humanos gozan de las características siguientes:
universalidad, interdependencia, indivisibilidad e interrelación. Por lo
consiguiente: a) todos los Estados deben tratar los Derechos Humanos
de manera global, justa y equitativa, en pie de igualdad y con la misma
urgencia; y b) todos los Estados, sean cuales fueren sus sistemas
políticos, económicos y culturales, tienen el deber de promover todos
los Derechos Humanos y todas las libertades fundamentales (Larios
Ochaita, 2015, p. 46).

La universalidad como característica de los Derechos Humanos, se refiere a


que éstos le asisten a toda persona que pertenece a la especie humana, sólo por el
hecho de ser un ser humano, sin distinción alguna de nacionalidad, raza, religión y
otros; la interdependencia se refiere a que entre ellos existe una dependencia una
relación; es decir que no se puede respetar unos derechos y otros no, el respeto de
unos conllevan a respetar los demás derechos, pues entre éstos existe una
correlación, la indivisibilidad como característica de los Derechos Humanos, se
refiere a que no se pueden separar de la persona humana, pues son inherentes a
ella; la interrelación, todos los Derechos Humanos como conjunto guardan relación
unos con otros.

84
3.1.5.3. Clasificación de los derechos humanos

Los Derechos Humanos se han clasificado por motivo histórico al ser objeto de
estudio, sin perder su indivisibilidad que los caracteriza, según Larios Ochaita (2015)
en:

1. Primera Generación.
Estos derechos son, entre otros: la vida, la libertad, la propiedad, la
seguridad, la igualdad ante la ley, la prohibición de la tortura y los tratos
crueles o degradantes, derecho a la personalidad jurídica, derecho a no
ser detenido arbitrariamente, las garantías procesales, derecho a su
imagen (intimidad y honra), derecho a la libre circulación y a la
residencia, derecho a la nacionalidad (adquirirla y cambiarla), derecho
al matrimonio y a fundar una familia, derecho a la libertad de
pensamiento así como libertad de conciencia y de religión, derecho a
la libertad de opinión y expresión así como a la información, la
resistencia a la opresión el derecho a intervenir en la elaboración de
leyes, el derecho de acceso a cargos públicos. Se desarrollaron entre
1679 (Ley de Hábeas Corpus en Inglaterra) y 1917 cuando ya tienen de
común el haber sido elevados a categoría de normas constitucionales.
(p.47).

2. Segunda Generación.
Incluyen: el derecho al trabajo, el derecho a la libre elección del trabajo,
el derecho a condiciones equitativas de trabajo, derecho a protección
contra el desempleo, derecho a igualdad en el salario, derecho a un
salario suficiente y digno, derecho a la sindicalización, derecho al
descanso, derecho al disfrute del tiempo libre, derecho a la limitación
razonable del trabajo, derecho a vacaciones pagadas, derecho a un
nivel de vida adecuado, derecho a la seguridad social, derecho de la
maternidad y la infancia a disfrutar de una asistencia específica,

85
derecho de todos los niños a protección social, derecho a la educación
(gratuidad, obligatoriedad de la educación ambiental, elegir el tipo de
educación para sus hijos), derecho a participar en la vida cultural (gozar
de las artes), derecho a participar en el progreso científico, derecho a la
protección de los derechos de autor. Obviamente estos derechos
imponen al Estado la obligación de adoptar los medios adecuados para
garantizarlos a su población y para que ésta los alcance. A partir de
1917 la mayoría de los Estados los incorporan en sus propias
Constituciones. (p.48).

3. Tercera Generación.
Según García Baúer, citado por Larios Ochaita, (2015)
Podemos mencionar: derecho al desarrollo, derecho a un medio
ambiente sano y adecuado, derecho a la libre determinación de los
pueblos, derecho a la comunicación internacional, derecho a la paz y
seguridad, derecho a beneficiarse del patrimonio común de la
humanidad, derecho de los cónyuges a decidir libre y
responsablemente el número y el momento de nacimiento de sus hijos,
así como el derecho a una educación e información adecuadas a este
respecto; derecho a objeción por motivos de conciencia. (p.48).

De allí surge, que la mayoría de países tienen contemplados estos derechos


dentro sus leyes constitucionales.

Los Derechos Humanos tienen como objetivo dignificar a la persona humana,


desde todos los ámbitos, tanto individual, social, económico, familiar, político, entre
otros.

Haciendo una relación entre los Derechos Humanos y el libre desarrollo de la


personalidad se establece lo siguiente: “Los derechos humanos puede definirse
como un conjunto de prerrogativas que permiten al individuo desarrollar su

86
personalidad” (Cassin, et al., 1974, p. 480). Es decir, que los Derechos Humanos, le
permiten al ser humano el libre desarrollo de su personalidad y algunos instrumentos
jurídicos internacionales en materia de Derechos Humanos, contemplan
expresamente el derecho que tiene la persona humana al libre desarrollo de su
personalidad.

3.1.6. El derecho al libre desarrollo de la personalidad establecido


expresamente en los instrumentos jurídicos internacionales en materia de
derechos humanos

Los instrumentos jurídicos internacionales que versan sobre los derechos


humanos de la persona, fueron creados con el fin de que a la persona se le respeten
los mismos, sancionando a los Estados partes, si así no lo hicieren; todo ello como
consecuencia de las dos guerras mundiales que han flagelado a la población
mundial; además, para lograr mantener la paz mundial y evitar en un caso dado, que
se vuelva a desencadenar otra tercera guerra mundial, que reduzca a zozobra a los
países del mundo.

Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la


seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la
cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los
recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos,
sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo
de su personalidad. (Declaración Universal de los Derechos Humanos,
1948, art. 22).

En el artículo anterior se encuentran entrelazados la dignidad y el libre


desarrollo de la personalidad.

La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad


humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las

87
libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la
amistad entre las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y
promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para
el mantenimiento de la paz. (Declaración Universal de los Derechos
Humanos, 1948, art. 26.2).

“Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella
puede desarrollar libre y plenamente su personalidad” (Declaración Universal de los
Derechos Humanos, 1948, art. 29.1). La persona humana no puede concebirse como
un ser aislado de los demás seres de su especie, la colectividad necesita de la
persona humana y esta última, a su vez, necesita de ella para desarrollar libremente
su personalidad; es decir para realizarse plenamente.

“Toda persona tiene el deber de convivir con las demás de manera que todas y
cada una puedan formar y desenvolver integralmente su personalidad” (Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 1948, art. 29). Es dentro del
conglomerado que la persona humana desenvuelve su personalidad; es decir, en
conjunto, de por sí el ser humano es un ser ampliamente social.

“Reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su


personalidad, debe de crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad,
amor y comprensión” (Convención sobre los Derechos del Niño, 1989, párr. 6º.).
Desde la niñez del ser humano, se le garantiza el desarrollo de la personalidad,
solamente que, en esa etapa de su vida, dicho desarrollo se logra dentro del seno
familiar y en su edad adulta en la sociedad; es decir, fuera del seno familiar.

“Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y


el desarrollo del niño” (Convención sobre los Derechos del Niño, 1989, art. 6.2). El
desarrollo del niño deberá estar garantizado por los Estados partes

88
“Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar
encaminada a: “a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y
física del niño hasta el máximo de sus posibilidades” (Convención sobre los
Derechos del Niño, 1989, art. 29.1). La educación de la persona humana desde la
etapa de la niñez debe de ir emcaminada a desarrollar la personalidad de la misma.

“Convencidos de que la misión histórica de América es ofrecer al hombre una


tierra de libertad y un ámbito favorable para el desarrollo de su personalidad y la
realización de sus justas aspiraciones” (Carta de la Organización de los Estados
Americanos, 1985, párr. 1º.). En el artículo anterior se presenta la idea de América
como tierra de libertad, derecho fundamental de toda persona humana dentro del
cual se debe de ejercitar el desarrollo de la personalidad, como también la
realización de las aspiraciones que toda persona humana tiene, siempre y cuando,
éstas sean en beneficio propio y de la sociedad.

Los instrumentos legales a nivel internacional, antes enunciados, no son los


únicos que contienen regulado o normado el derecho al libre desarrollo de la
personalidad, pero fueron resaltados por mencionar algunos, debido a que éstos se
clasifican en Instrumentos Internacionales Universales sobre Derechos Humanos,
Instrumentos Regionales sobre Derechos Humanos.

Durante la I y II Guerra Mundial, se violaron muchos derechos humanos; no se


respetaron los mismos y se anteponían a éstos los intereses de los gobernantes de
los países inmersos en el conflicto; la ambición de poder, el apoderamiento de
tierras, las riquezas que habían en ellos, la discriminación racial; fue el motor que dio
origen a ambas guerras, en donde murieron millones de personas; a raíz de esos dos
acontecimientos que marcaron para siempre la historia a nivel mundial, se pretende
proteger al ser humano, reconociéndole a nivel internacional los derechos humanos
que son inherentes a la persona humana, para que éste pueda lograr alcanzar el
libre desarrollo de su personalidad, a nivel individual, como también a nivel colectivo.

89
En Conferencia de San Francisco se discutió si la Carta de Naciones
Unidas debía contener un listado de Derechos Humanos, y se concluyó
que no; sin embargo se dejó claro que a partir del momento de la
fundación de la ONU, los Derechos Humanos pasaban a ser
“preocupación Universal”. (Larios Ochaita, 2015, p. 49).

Posteriormente surgió la Declaración Universal de los Derechos Humanos,


que es el fundamento de la normativa internacional en materia de Derechos
Humanos.

El libre desarrollo de la personalidad es un derecho que el ser humano tiene,


tanto de forma individual como colectiva; el goce de los derechos fundamentales
contemplados en las constituciones de los distintos Estados es la máxima expresión
del desarrollo de dicha personalidad, algunas Estados tienen contemplado dentro de
su normativa constitucional el referido derecho, algunas otras no, pero dejan abierta
dentro de su legislación constitucional la posibilidad de que ese derecho sea
reconocido porque tienen como primacía a la persona humana.

El libre desarrollo de la personalidad humana, también se encuentra


contemplado en los distintos instrumentos jurídicos internacionales, los mismos lo
reconocen como un derecho inherente al ser humano, el cual es garantizado desde
la etapa de la niñez de éste.

El ser humano tiene derecho a elegir, lo que a su consideración mejor le


convenga, a disfrutar sus derechos sin que el Estado u otras personas se los limiten,
haciendo la salvedad que con esto no perjudique la vida o los derechos ajenos; a que
ejerza su autodeterminación y autonomía; se le debe de respetar su dignidad, no se
le puede obligar a estar en donde no quiere estar, a ser lo que no quiere ser; a elegir
lo que no quiere elegir, si no que se le debe de proteger para que se desarrolle y
que el ordenamiento jurídico de cada Estado le respete ese derecho, ampliamente
reconocido a nivel internacional.

90
CAPÍTULO IV

4.1. Análisis Jurídico al Divorcio por Voluntad de Uno de los Cónyuges

Por lo anteriormente expuesto en el presente trabajo de investigación, es


necesario hacer un análisis jurídico al divorcio por voluntad de uno de los cónyuges;
debido a que, en Guatemala sólo están reguladas legalmente dos modalidades para
que el divorcio sea declarado: “La separación de personas, así como el divorcio,
podrá declararse: 1. Por mutuo acuerdo de los cónyuges; y 2. Por voluntad de uno de
ellos mediante causa determinada” (Código Civil, 1963, art. 154).

El divorcio por voluntad de uno de los consortes, sin expresión de causa, no


se encuentra regulado legalmente en Guatemala y al establecer causas para solicitar
el divorcio violenta el derecho que cada individuo tiene al libre desarrollo de la
personalidad o a la libre autodeterminación, ya expuesta en el capítulo anterior.

4.1.1. El divorcio por voluntad unilateral

La voluntad de la persona humana como ser individual, es muy importante


porque ésta se encuentra inmersa dentro de las decisiones que realiza a diario el ser
humano, cuyas consecuencias tienen repercusión en él mismo y a la vez, la
voluntad, desde el punto de vista jurídico, constituye un elemento indispensable y
esencial para crear, modificar o extinguir obligaciones.

En Guatemala, en el Código Civil, Decreto Ley106, sí se encuentra regulado el


divorcio por voluntad unilateral de los consortes, pero dicha voluntad se encuentra
condicionada por la normativa legal; es decir, que el legislador ha condicionado la
voluntad de los consortes, restringiendo la posibilidad de que éstos de forma
individual y libre, manifiesten su voluntad al solicitar la disolución del matrimonio, a
través del divorcio; en vista de que en el mismo cuerpo legal se encuentran
reguladas las causas por las cuales uno de los consortes de manera individual puede

91
solicitar el divorcio y en el mismo articulado se establece que el consorte a quien le
correspondería plantear dicha solicitud es aquel quien no haya incurrido en dichas
causales y debe de hacerlo dentro de los seis meses siguientes al día en que éste
tenga conocimiento de la causa sobre la cual se funda la demanda; es decir, que el
consorte que no haya incurrido en la conducta descrita en la norma o sea el cónyuge
afectado, es al que le asiste el derecho de solicitar el divorcio.

Por tal razón, se deduce que: dicha normativa legal en Guatemala, condiciona
la libre expresión de la voluntad de los consortes, al momento de solicitar el divorcio
por uno de ellos, puesto que, si no surge dentro del matrimonio alguna de las
causales que se encuentran establecidas en los artículo 155 del Código Civil,
Decreto Ley 106 y el artículo 9 de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Intrafamiliar, Decreto 97-96, el consorte que ya no desee continuar unido
bajo el vínculo del matrimonio (situación que en la actualidad no se tiene como
aislada y que es fuertemente influenciada por diferentes factores, tanto sociales,
económicos, culturales, profesionales y demás) no podrá solicitar el divorcio; es decir
que dentro de la esfera del matrimonio alguno de los cónyuges debió de ser el
culpable o responsable de realizar alguna de las causales para que el cónyuge
afectado pueda solicitar el divorcio, debiendo ésta estar establecida en la ley.

Hasta que alguna de dichas causas se lleve a cabo, entonces el cónyuge


afectado o inculpable, por así decirlo, puede manifestar su voluntad de forma
unilateral solicitando el divorcio; además debe de probar la causal en que funda su
solicitud de divorcio, a menos que exista acuerdo de voluntades entre ambos
consortes y soliciten divorcio por mutuo acuerdo; es decir que la voluntad de uno de
los consortes para solicitar el divorcio se encuentra condicionada a dos situaciones:
la primera es a la voluntad del otro consorte (acuerdo de voluntades) y la segunda a
las causales establecidas en la ley, restringiendo por completo la voluntad de uno de
los cónyuges a alguna causa determinada por la norma legal, como también puede
darse el caso que la verdadera causa para solicitar el divorcio no se encuentre
regulada en la ley como tal, para solicitar el divorcio.

92
En otros países, sí se encuentra regulado dentro de su legislación el divorcio
por voluntad unilateral del cónyuge, sin expresión de causa; ésta modalidad para
solicitar el divorcio se contrapone al divorcio por voluntad de uno de los cónyuges,
mediante causa determinada.

En esta modalidad del divorcio por voluntad de uno de los cónyuges, sin
expresión de causa; el que plantea la demanda de divorcio, que puede ser cualquiera
de los consortes, sabe cuál es la causa que originó realizar dicha solicitud; pues no
es necesario que la dé a conocer, pudiendo encontrarse ésta o no encontrarse
dentro de las mismas que se encuentran establecidas en el articulado legal que rige
al país en esa materia, además se evita acreditar o sustentar las mismas, para
solicitar el divorcio.

El vínculo del matrimonio, después de ser considerado por muchas personas


como una unión “feliz y para siempre” entre un hombre y una mujer o “hasta que la
muerte los separe”, al paso del tiempo puede convertirse en un viacrucis para los
cónyuges o para alguno de ellos; el ánimo o la voluntad de permanencia bajo el
vínculo del matrimonio desaparece, no necesariamente deben darse las causales
establecidas en la ley, que deben de ser invocadas para solicitar el divorcio;
sencillamente el ser humano cambia de forma de pensar, tiene otros intereses y
planes de vida que lo conducen a ese no querer continuar conviviendo con él o la
cónyuge.

En la actualidad, encontramos ordenamientos en los que se puede


encontrar que el divorcio se puede solicitar por uno sólo de los
cónyuges lo quiera el otro o no, por ejemplo, en el Código Ruso, el
matrimonio se puede disolver por mutuo consentimiento de los
cónyuges, así como por voluntad de uno de ellos, en el Código Civil de
Uruguay se puede aún por la sola voluntad de la mujer” (Martínez
Rodríguez, 2013, p. 58).

93
Los países en el texto anteriormente citado, sólo son algunos de los demás
países que tienen legislado el divorcio por voluntad unilateral de uno de los
cónyuges, en donde la voluntad de uno de ellos es suficiente para solicitar el
divorcio, sin invocar causa alguna.

El Estado utilizando la vía legal no puede obligar a una persona a permanecer


unida a otra en matrimonio, si esa ya no es su voluntad, el Estado debe de garantizar
a cada individuo su desarrollo integral y personal, por lo tanto debe de crear
condiciones para que lo anterior sea viable para cada individuo, ésto debería de ser
un deber del mismo, desde el ámbito constitucional.

Por lo que el divorcio incausado no es un concepto nuevo, el Código


Francés lo contempla bajo el disfraz de incompatibilidad de caracteres,
el cual pocedía si lo alegaba uno sólo de los cónyuges sin tomar en
cuenta el sentir del otro, lo que nos lleva a recordar a los romanos, ya
que consideraban que no debía de subsistir un matrimonio si las partes
se daban cuenta que la affectio maritalis había desaparecido por lo que
se daba el repudio, que no es otra cosa más que la incompatiblidad de
caracteres. (Martínez Rodríguez, 2013, p. 58).

El divorcio incausado es aquel en el que es solicitado sin que exista causa


establecida en la legislación del país de que se trate, basta con la sola voluntad de
uno de los cónyuges para solicitar el divorcio y ésta no está condicionada bajo causa
alguna.

El affectio maritalis, para los romanos no era más que el deseo de los
cónyuges de vivir en pareja bajo el matrimonio, auxiliarse entre sí y demás; al
desaparecer eso surgía lo que es el repudio, pues el ánimo de convivencia en uno de
los cónyuges con su cónyuge respectivo ya no existía.

94
4.1.2. Examen de las causales de divorcio en Guatemala

El divorcio por voluntad de uno de los cónyuges, se encuentra condicionado a


las causales contempladas en la legislación guatemalteca, específicamente en el
Código Civil, Decreto Ley 106, artículo 155, y en la Ley para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Intrafamiliar artículo 9, se examinarán dichas causas siendo las
siguientes:

“La infidelidad de cualquiera de los cónyuges” (Código Civil, 1963, art. 155,
num. 1).

Como lo manifiesta Brañas, (2012):


Esta circunstancia tipifícase cuando uno de los cónyuges sostiene
relaciones íntimas con otra persona, hombre o mujer, según el caso,
debilitando el ánimo de permanencia que caracteriza la unión conyugal.
Si bien la fidelidad debida entre varón y mujer no aparece
expresamente admitida por el código como característica del
matrimonio, debe entenderse que lo es por cuanto la unión
monogámica, base de aquél, la presupone. (p.196).

El matrimonio está definido dentro de la legislación como una institución social


por la que un hombre y una mujer se unen legalmente, con el fin de permanecer
juntos, procrear, alimentarse, auxiliarse entre sí, educar a sus hijos; determinando
además de lo anterior una serie de derechos y obligaciones para los cónyuges; por lo
tanto, no se tiene por consentida alguna relación extramatrimonial de cualquiera de
los cónyuges con otra u otras personas, porque se pierde totalmente el objetivo
original del matrimonio; además de esto, se expone la salud del otro o de la otra
cónyuge, según sea el caso, puesto que éste o ésta al sostener relaciones sexuales
fuera del matrimonio con otra persona, puede contraer alguna enfermedad de
transmisión sexual, exponiendo al contagio a su familia, y por ende poniendo en
riesgo la salud y la vida de su cónyuge e inclusive la de sus hijos; el matrimonio

95
también es una forma adecuada de prevenir la proliferación de enfermedades de
transmisión sexual, que cada año cobran vidas humanas. La infidelidad es una
causal para solicitar el divorcio y que cualquiera de los cónyuges afectado debe de
acreditar o demostrar.

La infidelidad se puede definir como el engaño de uno de los cónyuges hacia


el otro, llevando una doble vida al sostener relaciones sexuales extramatrimoniales,
es decir fuera del matrimonio, con otra persona u otras personas, lo que pone en
riesgo la estabilidad familiar, económica, emocional, psicológica y el desarrollo
integral de los miembros de la familia, que se encuentra protegida por la institución
social del matrimonio.

“Los malos tratamientos de obra, las riñas y disputas continuas, las injurias
graves y ofensas al honor y, en general, la conducta que haga insoportable la vida en
común” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 2). En el numeral anterior, se encuentran
varios supuestos jurídicos, que constituyen causales para solicitar el divorcio; los
malos tratamientos de obra, los malos tratos entre los cónyuges e inclusive de éstos
para con los hijos provoca sufrimiento a la persona a quien van dirigidos, producen
graves daños en su autoestima, además de repercutir en el ambiente familiar,
volviéndolo hostil y violento; ese no es el fin del matrimonio; las disputas continuas,
es decir las discusiones que se vuelven habituales dentro del matrimonio, que
demuestra la falta de comprensión, respeto y dominio propio entre los cónyuges, no
es posible que en medio de constantes discusiones exista armonía dentro del
matrimonio; injurias graves y ofensas al honor, de por sí las injurias están
contempladas en el Código Penal guatemalteco como un delito contra el honor de las
personas, prácticamente es que un cónyuge levante falsas acusaciones contra su
cónyuge, le desprestigie su buen nombre; obteniendo como resultado el menoscabo
de la dignidad del cónyuge afectado, pues con las injurias perjudican su honor; la
conducta que haga insoportable la vida en común, cuando entre los cónyuges no hay
una compatibilidad, la vida conyugal se vuelve tediosa e insoportable.

96
No es posible que el cónyuge que está siendo objeto del daño provocado por
su cónyuge bajo las circunstancias ya expuestas, siga unido a éste, bajo el vínculo
del matrimonio, sencillamente los fines que se persiguen a través de este vínculo
legal se ven frustrados y el matrimonio llega a convertirse en un yugo que provoca la
zozobra del cónyuge víctima de lo anterior descrito en esta causal de divorcio.

“El atentado de uno de los cónyuges contra la vida del otro o de los hijos”
(Código Civil, 1963, art. 155, num. 3). La vida es un bien jurídico tutelado; el Estado
está en la obligación por mandato constitucional, el de garantizar la vida de toda la
población y a la vez es un derecho constitucional de toda persona humana. Es
causal de divorcio que un cónyuge atente contra la vida de su cónyuge o de los hijos,
poniendo la vida de los mismos bajo riesgo; esta causal pone de manifiesto que la
convivencia conyugal entre los cónyuges bajo estos términos no es posible, pues se
pone en riesgo la vida de alguno de éstos o de los hijos. Se pierde totalmente el
verdadero sentido del matrimonio, que es la conservación de la especie humana; es
existente una clara contradicción entre ésta causal y entre los fines que se persiguen
a través del matrimonio tales como: el auxilio mutuo que se deben de prestar los
cónyuges, además de procrear hijos, alimentarlos y educarlos; y el atentar contra la
vida del cónyuge y de los hijos; pone de manifiesto un severo contraste entre los
extremos expuestos.

“La separación o abandono voluntarios de la casa conyugal o la ausencia


inmotivada, por más de un año” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 4). El referido
cuerpo legal, fue reformado mediante el artículo 3, del Decreto 27-2010 del Congreso
de la República, con fecha 17 de septiembre de 2010, el cual hace alusión a este
numeral estableciendo lo siguiente: “Se presume voluntario el abandono e
inmotivada la ausencia a que se refiere el inciso 4º. del artículo anterior. La acción
podrá ser promovida por cualquiera de los cónyuges” (Código Civil , 1963, art. 156).

Haciendo una relación entre el inciso 4 y el artículo 156, en esta causal de


divorcio, sí se pone de manifiesto la voluntad de cualquiera de los dos cónyuges; en

97
cuanto que la separación y el abandono de la casa conyugal son voluntarios, al igual
que la ausencia sin motivo; es decir sin ninguna causa; estableciendo que cualquiera
de los consortes podrá iniciar con la acción de promover el divorcio, no
necesariamente tiene que promoverla el cónyuge afectado o aquel que no haya
realizado la conducta descrita en dicha causal. Y esta facultad sólo le es concedida a
los cónyuges en la presente causal, pues como ya quedó claramente manifestado en
el presente trabajo de investigación y concatenado con el Código Civil, Decreto Ley
106, artículo 158, el cual establece que el divorcio y la separación sólo pueden
solicitarse por el cónyuge que no haya dado causa a él. Podría decirse que la
facultad que la norma legal les concede a los cónyuges y que fue anteriormente
expuesta, es una excepción a esta disposición y que más adelante se analizará en el
Decreto 27-2010 del Congreso de la República.

“El hecho de que la mujer dé a luz durante el matrimonio, a un hijo concebido


antes de su celebración, siempre que el marido no haya tenido conocimiento del
embarazo antes del matrimonio” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 5). Este numeral
es bien claro en establecer que es causal de divorcio, si la cónyuge da a luz un hijo,
el cual fue concebido antes de la celebración del matrimonio y que el cónyuge no
tuviere conocimiento de su estado de gravidez antes de contraer matrimonio con ella.

“La incitación del marido para prostituir a la mujer o corromper a los hijos”
(Código Civil, 1963, art. 155, num. 6). Estas acciones, de parte del marido,
contenidas en el presente numeral y que están contenidas entre la causales de
divorcio; las cuales se refieren a que el marido incite a la mujer a prostituirse; es decir
que el marido ejerza influencia sobre su cónyuge para que ella preste servicios
sexuales a cambio de dinero; además que éste corrompa a los hijos, dándoles
ejemplos inmorales u obligándolos a realizar actos que son contrarios a la moral y a
las buenas costumbres.
Aunque estos actos, en la actualidad, no sólo son propios del marido, sino que
también la mujer puede realizar dichas acciones indebidas, el Código Civil, Decreto
Ley 106, sólo determina esta causal para el marido y no para la mujer.

98
En esta causal se manifiesta la inmoralidad por parte del marido,
anteponiéndose a los principios morales y a las buenas costumbres que deben ser
cultivados dentro del matrimonio, tanto entre los cónyuges; como también, éstos
deben de ser transmitidos a los hijos.

“La negativa infundada de uno de los cónyuges a cumplir con el otro o con los
hijos comunes, los deberes de asistencia y alimentación a que está legalmente
obligado” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 7). El cónyuge debe de proporcionarle
asistencia y alimentación, tanto a la esposa como a los hijos que tienen en común; la
esposa si tuviere bienes, algún empleo, profesión, oficio o comercio también debe de
contribuir de forma equitativa con el esposo al sostenimiento del hogar; y es causal
de divorcio si se negaren sin justificación fundada a proporcionar lo establecido en
este numeral. Además de constituir una causal de divorcio, también es una causa
para iniciar juicio de fijación de pensión alimenticia ante juez competente,
demandando al cónyuge que se niega a proporcionar alimento sin causa infundada.

“La disipación de la hacienda doméstica” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 8).

Esta causal puede ser atribuible al varón o a la mujer. Si bien la


expresión hacienda doméstica no aparece precisada en el código, debe
entenderse comprensiva de los bienes normalmente destinados al
sostenimiento del hogar, especialmente el dinero y aquellos bienes
muebles sin los cuales no puede mantenerse aquél. (Brañas, 2012, p.
199).

Este numeral se refiere al mal gasto o desperdicio que hiciere cualquiera de


los cónyuges sobre los bienes que son destinados al sostenimiento del hogar,
incluyendo dentro de éstos el dinero. Si los bienes, incluyendo el dinero no son
administrados de forma adecuada dentro del hogar, éstos no serán suficientes para
satisfacer las necesidades básicas de sus miembros y primordialmente la de los

99
hijos, a quienes se les debe de proporcionar alimentación, educación académica,
vestimenta, medicamentos si se enfermaren, vivienda y demás.
El factor económico dentro del matrimonio es sumamente importante, pues
depende de una buena administración de la hacienda doméstica para lograr que los
recursos económicos dentro del matrimonio sean suficientes para la satisfacción de
las necesidades de los cónyuges y de los hijos.

Es necesario saber administrar los recursos, ( bienes, incluyendo el dinero)


que se disponen dentro del hogar, para que el matrimonio logre sus fines, se logre
alcanzar el bienestar de sus miembros y evitar que la condición económica de éste
sea encuadrada dentro del índice de pobreza o pobreza extrema, que pone de
manifiesto una insatisfacción de las necesidades básicas dentro del hogar.

“Los hábitos de juego o embriaguez, o el uso indebido y constante de


estupefacientes, cuando amenazaren causar la ruina de la familia o constituyan un
continuo motivo de desavenencia conyugal” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 9).
Los malos hábitos descritos en este numeral y que son causa de divorcio, producen
un ambiente familiar nocivo para sus miembros, provocando en éstos daños
psicológicos y económicos.

Este no sería un ambiente matrimonial adecuado y tampoco es el perseguido


por dicha institución jurídica. Un hábito es una conducta que se repite
constantemente, de tal manera que se hace habitual o parte de la rutina; los hábitos
del juego, embriaguez, el uso indebido y constante de estupefacientes, éstos en su
conjunto o individualmente, conforman una de las enfermedades que más estragos
causa a la unidad familiar, debido a que éstos malos hábitos se convierten en una
enfermedad, que perjudica no sólo a la persona que los practica, sino que también
enferma todo el ambiente familiar, repercutiendo en la vida de los demás miembros
de la familia y regularmente sucede que la persona enferma no acepta su
enfermedad por lo tanto se niega a recibir algún tipo de ayuda profesional para salir
de la condición en la que se encuentra.

100
Estas causales del divorcio ponen de manifiesto que la persona que practica
dichos hábitos no tiene control de su voluntad provocando daños a quienes les rodea
dentro y fuera del seno familiar; inclusive la embriaguez y el uso indebido y constante
de estupefacientes son causales para que el Juez declare a una persona en estado
de interdicción, perdiendo con esta declaración su capacidad civil, tal como lo
determina el siguiente artículo que en su parte conducente establece: “Pueden
asimismo ser declarados en estado de interdicción, las personas que por abuso de
bebidas alcohólicas o de estupefacientes, se exponen ellas mismas o exponen a sus
familiares a graves perjuicios económicos” (Código Civil, 1963, art. 9).

Y no sólo la embriaguez y el abuso de estupefacientes perjudican la economía


familiar, sino que también el hábito del juego; a la vez, también influye en el deterioro
de la armonía familiar, pues genera muchas veces, violencia intrafamiliar, que deja
fuertes secuelas en los miembros de la familia.

En el matrimonio se deben de fomentar los buenos hábitos, entre los


cónyuges y de éstos a los hijos, no enseñarles a éstos malos ejemplos de conducta
que pudieran convertirse en repetitiva por ellos en su edad adulta o que desarrollen
conductas nocivas para la familia y la sociedad.

“La denuncia de delito o acusación calumniosa hecha por un cónyuge contra


el otro” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 10). Si uno de los consortes presenta
denuncia o acusación en contra del otro, y al llevarse el debido proceso en contra de
éste se determina, a través de sentencia firme que ya sea que la denuncia de delito o
acusación presentada sólo fue una calumnia del consorte hacia el otro, esto
constituye causal para solicitar el divorcio.

“La condena de uno de los cónyuges, en sentencia firme, por delito contra la
propiedad o por cualquier otro delito común que merezca pena mayor de cinco años
de prisión” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 11). La sentencia firme por medio de la
cual se condena a uno de los cónyuges por la comisión del delito o por cualquier otro

101
delito común que merezca pena mayor de cinco años de prisión, constituye causal
para que el otro cónyuge solicite el divorcio; el matrimonio tiene como fin que los
cónyuges vivan juntos, también procrear, alimentar y educar a sus hijos, además de
auxiliarse entre sí¸ y con una condena de esa índole definitivamente estos fines no se
alcanzarían, además que los cónyuges deben de manifestar una conducta basada en
principios morales, como lo son; la honestidad, la honradez, entre otros; para poder
educar y que ésta sea transmitida a sus hijos y no darles malos ejemplos con
conductas delictivas, que luego éstos puedan recrear, pues sería como un patrón de
enseñanza; siendo el matrimonio, una figura que reviste de legalidad a la familia,
fuente de transmisión de valores morales, culturales, religiosos.

Una sentencia firme da por asentado legalmente que el cónyuge condenado


realizó la conducta delictiva de la que se le acusó en su momento, lo cual quedó
demostrada a través del debido proceso que se le debió de haber realizado.

“La enfermedad grave, incurable y contagiosa, perjudicial al otro cónyuge o a


la descendencia” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 12). Este numeral no especifica
qué enfermedades son consideradas por el legislador como graves, incurables y
contagiosas, perjudicial al otro cónyuge o a la descendencia; pero esto no representa
ninguna limitante, debido a que para eso hay profesionales expertos en la salud que
puedan emitir un certificado médico o dictamen, por medio del cual se puede
determinar lo anterior.

El legislador pudo no haber especificado los nombres de estas enfermedades,


debido a que continuamente van surgiendo nuevas enfermedades que pueden ser
encuadradas dentro de las características y efectos que el presupuesto jurídico de la
norma señala; lo que sí especificó claramente el legislador son las características y el
efecto que éstas deben de presentar y producir, para que constituyan causal de
divorcio; dentro del matrimonio se debe de proteger la vida de los cónyuges y de sus
hijos, y no ponerlas en riesgo de cualquier naturaleza.

102
“La impotencia absoluta o relativa para la procreación, siempre que por su
naturaleza sea incurable y posterior al matrimonio” (Código Civil, 1963, art. 155, num.
13). Entre los fines del matrimonio está la procreación, esto es fundamental, razón
por la cual muchas parejas contraen matrimonio, para poder darle solidez legal,
emocional, moral y religiosa, tanto a su unión como a su descendencia; es decir a
sus hijos; pero en el caso de que alguno de los cónyuges padeciera impotencia
absoluta o relativa para la procreación, que sea por naturaleza incurable y que éste
padecimiento sea posterior al matrimonio, el otro cónyuge puede solicitar el divorcio
fundando su solicitud en esta causal.

Nótese que aquí la ley exige que la impotencia (absoluta o relativa) sea
posterior al matrimonio. Si es anterior a éste tipificará un caso de
anulabilidad (art.145, inc. 2º.), aducible dentro de seis meses de
haberse efectuado el matrimonio (art. 148), y por lo tanto no apreciable
después de ese lapso. La justificación de ese distinto criterio radica en
que la impotencia de un cónyuge puede ser reconocida por el otro en el
transcurso de los seis primeros meses después de la celebración del
matrimonio, y hacer valer la anulabilidad de éste, entendiéndose, si no
lo hace, que admite continuar la unión aún a sabiendas de la
impotencia del otro. (Brañas, 2012, p. 201).

El legislador es muy específico a establecer lo relativo a la impotencia para


procrear, de cualquiera de los cónyuges; debido a que, si dicha impotencia es
padecida antes o después del matrimonio, así será la acción legal a emprender, ya
sea la nulidad del matrimonio o el divorcio y el legislador en la misma norma legal
estableció quién de los cónyuges está facultado legalmente para iniciarla.

“La enfermedad mental incurable de uno de los cónyuges que sea suficiente
para declarar la interdicción” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 14). En esta causal
es determinante que la enfermedad mental que padezca el cónyuge sea incurable, y
que sea suficiente para poder declararlo en estado de interdicción, tal como lo

103
establece en su parte conducente el siguiente artículo: “Los mayores de edad que
adolecen de enfermedad mental que los priva de discernimiento, deben ser
declarados en estado de interdicción” (Código Civil, 1963, art. 9).

“Asimismo, es causa para obtener el divorcio, la separación de personas


declarada en sentencia firme” (Código Civil, 1963, art. 155, num. 15). El matrimonio
se modifica por la separación y se disuelve por el divorcio, según el articulado legal;
por lo tanto aunque estas dos figuras tienen sus diferencias, también tienen sus
similitudes, las cuales ya se determinaron en el apartado correspondiente del
presente trabajo de investigación, solamente que con la separación el vínculo del
matrimonio todavía es existente entre los cónyuges, en cambio por el divorcio éste
llega a su fin o se extingue y los coloca en la posición de libertad para contraer un
nuevo matrimonio.

Otra causal de divorcio es la siguiente: “Se entenderá como reiteración del


agresor, quien haya agredido por más de una vez a su víctima o a otro integrante del
grupo familiar. Este hecho podrá ser invocado como causal de separación o divorcio”
(Decreto 97-96, 1996, art. 9).

Según el artículo anterior es causal de divorcio, cuando el cónyuge agreda por


más de una vez a su víctima o integrante del grupo familiar; no puede haber un
ambiente familiar armónico en medio de repetidos hechos de violencia sufridos en el
seno familiar, siendo éstos ocasionados por cualquiera de los cónyuges.

Las causas señaladas en los numerales 12 y 13, del artículo 155, del Código
Civil, Decreto 106, menoscaban la dignidad del cónyuge que padece la enfermedad
grave, contagiosa e incurable, al igual que el cónyuge que posee el referido
impedimento determinado en la norma legal.

104
4.1.3. Los efectos del divorcio por voluntad de uno de los cónyuges

Los efectos del divorcio por voluntad de uno de los cónyuges sin expresión de
causa, son los mismos efectos que produce el divorcio propiamente dicho, los cuales
se encuentran regulados en el Código Civil, Decreto Ley 106 y que tienen cierta
similitud con los establecidos en el derecho comparado, en lo relacionado al divorcio
por voluntad de uno de los cónyuges incausal, teniendo también las siguientes
acepciones en otros países: divorcio sin expresión de causa y divorcio exprés.

En Guatemala no se encuentra regulado el divorcio por voluntad de uno de


los cónyuges sin expresión de causa, aunque sí existe un indicio muy sutil acerca de
la necesidad de que éste sea regulado, prueba de esto se encuentra en uno de los
considerandos y en el artículo 3 del Decreto 27-2010 del Congreso de la República
de fecha 17 de septiembre de 2010, que reforma el artículo 156 del Código Civil,
Decreto Ley 106. Para establecer los efectos del divorcio por voluntad de uno de los
cónyuges se tomaron como base los efectos del divorcio regulados en el Código Civil
guatemalteco y el derecho comparado de los Estados de México que sí contemplan
dentro de su regulación legal esta clase de divorcio y como ya quedó establecido que
éstos tienen mucha similitud con los establecidos en Guatemala.

Entre los efectos están: el cónyuge que solicitare el divorcio de forma


unilateral debe de presentar un proyecto de convenio sobre los siguientes:

1. A quién quedan confiados los hijos habidos en el matrimonio;


2. Por cuenta de quién de los cónyuges deberán ser alimentados y
educados los hijos, y cuando esta obligación pese sobre ambos
cónyuges, en qué proporción contribuirá cada uno de ellos;
3. Qué pensión deberá de pagar el marido a la mujer si ésta no tiene
rentas propias que basten para cubrir sus necesidades; y

105
4. Garantía que se preste para el cumplimiento de las obligaciones que
por el convenio contraigan los cónyuges. (Código Civil, 1963, art.
163).

“La liquidación del patrimonio conyugal, para lo cual se procederá conforme los
términos prescritos por las capitulaciones, por la ley, o por las convenciones que
hubieren celebrado los cónyuges” (Código Civil, 1963, art. 170).

“La mujer divorciada ya no tendrá derecho a continuar usando el apellido del


marido” (Código Civil, 1963, art. 171). Esto es algo lógico debido a que el vínculo
conyugal ya fue disuelto.

“La libertad para los cónyuges de contraer nuevo matrimonio” (Código Civil,
1963, art. 161). Los cónyuges vuelven a su estado de soltería.

“El padre y la madre quedan sujetos a las obligaciones que tienen para con sus
hijos y conservan el derecho de relacionarse con ellos y la obligación de vigilar su
educación” (Código Civil, 1963, art. 167). Las obligaciones de los padres para con los
hijos deben de permanecer hasta que éstos cumplan la mayoría de edad.

Además, en lo que respecta a los cónyuges, al no establecer la causa del


porqué se solicita el divorcio no se expone la vida íntima matrimonial a personas que
son ajenas, además entre las causales de divorcio que se encuentran establecidas
en el Código Civil, guatemalteco, existen causales que atentan contra la dignidad de
los cónyuges, al exponer su situación, padecimiento o enfermedad como causa de
divorcio. En cuanto a los tribunales competentes para conocer el trámite del divorcio
el principio de celeridad y economía procesal se ven ampliamente manifestados.

106
4.1.4. El divorcio por voluntad unilateral en la legislación comparada (el caso
de México)

Por motivo de que en Guatemala no se reconoce legalmente el divorcio por


voluntad unilateral, sino sólo mediante las modalidades ya expuestas, para el
desarrollo del presente trabajo de investigación, se hace necesario recurrir al
derecho comparado, en el cual se regula el divorcio por voluntad unilateral, como es
el caso del país de México; en sus Estados, en los que se admite dicha modalidad
del divorcio.

Existen varios países en cuyas legislaciones se regula el divorcio por voluntad


unilateral y el país de México es uno de ellos y que en esta modalidad de divorcio ha
sido influenciado por la normativa jurídica de Francia, específicamente del Código
Francés, que lo tiene regulado bajo el ideal de incompatibilidad de caracteres, y que
podía solicitar el divorcio un cónyuge sin consentimiento del otro; siendo similar al
divorcio romano solicitado por repudio de uno de los cónyuges hacia el otro, al ya no
existir el affectio maritalis, es decir que dicha modalidad no surgió en México por
primera vez, sino que ya en Francia se reconocía legalmente el divorcio por voluntad
unilateral de cualquiera de los cónyuges, sin expresión de causa. En la actualidad en
los países de Brasil, Uruguay, entre otros, tienen regulado legalmente esta
modalidad de divorcio.

Inicialmente el matrimonio en México estaba regulado como un vínculo


indisoluble, posteriormente se legisló que el matrimonio se podía disolver a través del
divorcio, ya sea por mutuo consentimiento de los cónyuges o por causal
determinada.

Posterior a esto, en algunos Estados de México como en el Distrito Federal,


se regula en su legislación civil el divorcio por voluntad unilateral de los cónyuges o
incausal. En México esta clase de divorcio es conocido como Divorcio Exprés,
término coloquial con el que también es conocido el divorcio voluntario unilateral o

107
incausal, según expertos en la materia dicho sobrenombre surge en México a
mediados del año dos mil cinco con la entrada en vigencia de las reformas en el mes
de julio al Código Civil Federal de México, dicha figura ha ganado amplia aplicación
en tan poco tiempo debido a que ha logrado reducir notablemente los plazos para
que los interesados puedan obtener en sentencia firme el divorcio.

Esta figura busca innovar la institución del divorcio y en el futuro no


muy lejano pretende dejar en desuso el divorcio por mutuo
consentimiento y por causa justificada, tal y como ya sucede en
algunas legislaciones internacionales, tales como México, España y
Brasil. (Matta Calderón, 2017, p. 68).

No todos los Estados que integran el País de México, en sus legislaciones en


materia civil, tienen regulado el divorcio por voluntad unilateral de los cónyuges o
incausal, solamente éstos: “Únicamente 8 estados cuentan con la figura de divorcio
incausado o exprés. (Coahuila, Distrito Federal, Guerrero, Hildalgo, Estado de
México, Quintana Roo, Sinaloa y Yucatán)” (Méndez Sánchez, 2014, p. 11).

El Código Civil para el Distrito Federal tuvo muchas reformas y hasta fue
derogado.

El Código Civil para el Distrito Federal, nuevamente fue reformado el


tres de octubre del año 2008, desaparece el divorcio voluntario y el
divorcio necesario, por ende se suprimen todas las causales de
divorcio, para dar entrada al divorcio incausado. (Martínez Rodríguez,
2013, p. 64).

En el Distrito Federal ya no existe el divorcio necesario; que es el que se


solicita por causa determinada y tampoco el divorcio voluntario por mutuo acuerdo de
los cónyuges; para que proceda el divorcio incausado que es el divorcio por voluntad
unilateral de cualquiera de los cónyuges o incausal, ya no tiene el cónyuge que

108
fundar dicha solicitud en determinada causa establecida en la ley, ni tampoco por
acuerdo de voluntades de los cónyuges.

En el Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán se realizó la siguiente


publicación: “por decreto 516, se crea el “Código de Familia” para ese Estado,
teniendo aspectos relevantes como la exclusión de las causales para solicitar la
disolución del vínculo matrimonial, para dar pie al divorcio incausado” (Martínez
Rodríguez, 2013, p. 64).

En el Estado de Guerrero “El 09 de marzo del año 2013, se reforma la Ley de


Divorcio del Estado de Guerrero, incursionando el divorcio incausado,
estableciéndolo en el Título V, artículo 27 y sus consecutivos” (Martínez Rodríguez,
2013, p. 65).

¿Pero por qué legislar el divorcio incausado, también conocido como; divorcio
por voluntad unilateral de los cónyuges sin causa o divorcio exprés en el Estado de
México?

Por lo que en el caso del Estado de México se tomaron en


consideración diversos aspectos para llevar a cabo dicha acción,
motivo por el cual cabe hacer mención de la exposición de motivos
publicada en el Periódico Oficial Gaceta del Gobierno, mediante
decreto número 442, de fecha 3 de mayo de 2012, donde se vierte la
fundamentación para incorporar en el Código Civil el juicio de divorcio
incausado. (Méndez Sánchez, 2014, p. 13).

Según el texo anterior, se realizó una publicación en el Periódico Oficial


Gaceta del Gobierno, mediante decreto número 442, fecha 3 de mayo de 2012,
exponiendo los motivos del por qué de la implementación del juicio de divorcio
incausado, lo cual se debió a lo siguiente:

109
En respuesta a las situaciones variables de la sociedad y una vez que
la estabilidad matrimonial no es una directriz por la cual el individuo
deba permanecer encadenado al vínculo que los une como cónyuges,
los motivos o razones personales son causa justificada y suficiente para
determinar teleológicamente la necesidad de una disolución, por lo que
resulta prioritario promover las condiciones para el desarrollo integral
de la población, elevar la calidad de vida y fortalecer el estado de
derecho para dar respuesta a los retos que la configuración social
plantea. (Méndez Sánchez, 2014, pp. 13-14).

En otro párrafo de la publicación, anteriormente citada, se expresa lo


siguiente:
En congruencia, es bien sabido el desgaste y afectación emocional y
económico, que un divorcio implica para los miembros de la familia, por
lo que, partiendo de la premisa de que el matrimonio se sustenta
fundamentalmente en la autonomía de la voluntad de las personas, fue
que se optó por el establecimiento del divorcio sin causa, comúnmente
denominado exprés, derivado del cual, el matrimonio, en su carácter de
contrato civil pueda determinarse por voluntad de uno de sus
contrayentes, mediante el establecimiento de los medios jurídicos
necesarios al efecto. (Méndez Sánchez, 2014, pp. 14-15).

Los textos anteriormente citados dan a conocer que fue necesario incluir el
“Divorcio Exprés” en la legislación del Estado de México, debido a que la estabilidad
matrimonial no necesariamente debe de constituir un ideal de vida, causa por la que
las personas deban de permanecer unidas en matrimonio aún en contra de su
voluntad, además que deben de ser suficientes las causas personales que el
cónyuge individualmente tenga para iniciar juicio de divorcio, no necesariamente
éstas deben de estar establecidas o determinadas por la ley, el matrimonio es
producto de la autonomía de la voluntad de cada uno de los cónyuges, razón
suficiente para legislar el divorcio incausado, porque se busca el desarrollo integral

110
de la población y evitando el desgaste emocional y económico de los miembros de la
familia.

Según lo investigado el juicio de divorcio por voluntad unilateral de los


cónyuges o incausado, no conlleva demasiado tiempo, de allí que también se le
donomine exprés.

4.1.5. El divorcio por voluntad unilateral frente al derecho humano del libre
desarrollo de la personalidad

Como ya quedó establecido en el presente trabajo de investigación, toda


persona humana tiene derecho al libre desarrollo de su personalidad y cada Estado
tiene el deber de garantizar dicho derecho.

Toda persona humana, tiene el derecho a elegir su plan o proyecto de vida,


siempre que no perjudique a terceros; al contraer matrimonio los cónyuges de forma
individual hacen ejercicio de su voluntad autónoma que poseen; porque ni el Estado,
ni la ley, ni alguna otra persona puede obligarlos a contraer matrimonio en contra de
su voluntad, esa es una decisión propia de cada individuo, además es un derecho
fundamental que les asiste regulado en cuerpos legales nacionales e internacionales;
aunado a esto no es viable que al ser humano se le condicione a que sucedan
ciertas causas para que él ejercite de forma libre su voluntad.

El divorcio por voluntad unilateral de los cónyuges, es una manifestación del


libre desarrollo de la personalidad, si el ejercicio del primero se condiciona, se
violenta dicha manifestación del libre desarrollo de la personalidad, que es
considerado un derecho humano.

Si dentro de los planes de vida de uno de los cónyuges, ya no está el de


permanecer unido bajo el vínculo del matrimonio con su cónyuge, es porque algo
está sucediendo dentro del matrimonio, puede ser que dentro del hogar se estén

111
dando las conductas descritas en el articulado legal que establece las causas para
que pueda solicitar el divorcio por causa determinada o a lo mejor son otras que no
están reguladas dentro de las mismas; como también puede darse el caso que no
logre un consenso con su otro cónyuge sobre la disolución del matrimonio, por lo
tanto no se le puede reprimir su derecho de la libre autodeterminación, porque ante
tal situación definitivamente no podrá alcanzar su desarrollo y realización personal,
por el contrario el ambiente matrimonial se volverá hostil, no habrá armonía en el
hogar, nadie es feliz estando en un lugar o bajo una situación a la que no es su
voluntad o de su agrado.

En México siendo uno de los países, que dentro de sus Estados, sí tiene
regulado legalmente el divorcio por voluntad unilateral de los cónyuges, también
conocido como divorcio exprés, basta con la manifestación de la voluntad unilateral
de cualquiera de los cónyuges, que se concretiza en la demanda de divorcio, para
que se le dé inicio al juicio de divorcio, esto como consecuencia del libre desarrollo
de la personalidad a la que cada individuo tiene derecho. En atinencia a lo anterior,
se transcribe el siguiente artículo denominado “El divorcio sin expresión de causa
vrs. el derecho de audiencia”, extraído de la Revista de Investigación Académica Sin
Fronteras, procedente México, el cual será fragmentado para lograr un mejor análisis
del mismo.

El libre desarrollo de la personalidad constituye la expresión jurídica del


principio liberal de “autonomía de la persona”, de acuerdo con el cual al
ser valiosa en sí misma la libre elección individual de planes de vida”
(S.J.F, 28 julio de 2015). La persona tiene la capacidad de elección, de
tomar sus decisiones y manifestar su voluntad, dichos derechos están
fundamentados en la constitución mexicana como garantías, el Estado
tiene prohibido interferir en la elección de éstos debiéndose limitar a
diseñar instituciones que faciliten la persecución individual de esos
planes de vida y la satisfacción de los ideales de virtud que cada uno

112
elija, así como a impedir la interferencia de otras personas en su
persecución. (Geraldine et al., 2016, p. 8).

“En el ordenamiento mexicano, el libre desarrollo de la personalidad es


un derecho fundamental que permite a los individuos elegir y
materializar los planes de vida que estimen convenientes, cuyos límites
externos son exclusivamente el orden público y los derechos de
terceros” (S.J.F, 28 julio de 2015). La persona tiene el derecho de el
libre desarrollo de la personalidad siempre y cuando no interfiera en
contra del orden público ni los derechos de otros ciudadanos debiendo
respetar los derechos que le han sido consagrados no sólo a unos
cuantos ya que por ser fundamentales son para todos los ciudadanos.
(Geraldine et al., 2016, p. 8).

En el fragmento transcrito del artículo anterior del tema “El divorcio sin
expresión de causa vrs. el derecho de audiencia”, lo autores del mismo, para
establecer la importancia del divorcio sin expresión de causa, ellos abordaron el tema
del libre desarrollo de la personalidad, debido a que éste es un derecho fundamental
regulado en la Constitución mexicana y que ni el Estado ni otra persona puede
interferir en los planes de vida de la persona humana, siempre que dichos planes no
perjudiquen a terceros o que vayan en contra del orden público, pero establece la
necesidad que el ser humano persiga y desarrolle sus planes de vida, porque tiene
facultad para elegir y decidir, basándose en la autonomía de su voluntad.

Otro fragmento de la revista antes mencionada, que a continuación se


transcribe:
La garantía de audiencia no es violada, sigue siendo un derecho con el
cual todos los ciudadanos contamos. El legislador se vio obligado a
buscar una estabilidad ante el conflicto de el libre desarrollo de la
personalidad y el derecho de audiencia, comparando ambos y
ponderando el que más prevalece de los dos, así es como surge este

113
nuevo juicio de divorcio partiendo de la idea de que nadie está obligado
a permanecer en matrimonio cuando ya no es su voluntad, motivo por
el cual el Estado no lo puede obligar. (Geraldine et al., 2016, p. 9).

Es determinante para este trabajo de investigación analizar cómo los autores


del artículo ya mencionado hacen una relación entre el divorcio sin expresión de
causa, llamado también divorcio exprés, incausal o por voluntad unilateral de los
cónyuges y el derecho al libre desarrollo de la personalidad del individuo, realizando
una valoración entre éste último y el derecho de audiencia, dándole mayor
ponderación a libre desarrollo de la personalidad y al resolver dicho conflicto
generado entre el libre desarrollo de la personalidad y el derecho de audiencia, de
entre los cuales debe de prevalecer el libre desarrollo de la personalidad surge
entonces el juicio de divorcio sin expresión de causa, fundamentándose en la
premisa del libre desarrollo de la personalidad y del cual se desprende el enunciado
de que nadie puede ser obligado a permanecer unido bajo el vínculo del matrimonio,
en contra de su voluntad y ni aún el Estado lo puede obligar.

El libre desarrollo de la personalidad al que el ser humano tiene derecho,


aborda o comprende todas las áreas de la vida de la persona humana; si éste
derecho se le respeta al ser humano para contraer matrimonio, porque es su derecho
contraer matrimonio o no y quedarse soltero, también debe de respetársele y
garantizársele al momento de que éste ya no sea de su voluntad permanecer unido
bajo dicho vínculo, sin condicionar la manifestación de su voluntad a una causal, que
viene a exponer la intimidad matrimonial de los cónyuges ante personas ajenas,
extrañas a ellos mismos y afectando la dignidad de uno de ellos al dar a conocer la
causal de divorcio; tan sólo debe de ser necesario que uno de los cónyuges exprese
su voluntad de querer divorciarse para que se dé inicio al proceso que dicho juicio de
divorcio conlleva y que viene siendo la manifestación de su derecho al libre
desarrollo de su personalidad, el cual no debe de condicionársele para ser ejercitado
por éste.

114
El divorcio por voluntad unilateral sin causa, es una de las tantas
manifestaciones que tiene el ejercicio del derecho al libre desarrollo de la
personalidad.

Cada ser humano tiene la capacidad para elegir y lo hace en busca de su


realización personal, proyecta su vida hacia el futuro, hace planes y trabaja por
alcanzar ese ideal, que según cada criterio personal le proporcionará la felicidad que
toda persona humana desea alcanzar. El plan de vida de cada persona es distinto,
porque cada individuo es único, poseedor de características propias.

4.1.6. Necesidad de incluir dentro de nuestra legislación vigente el divorcio


por la sola voluntad de uno de los cónyuges y sin expresión de causa

Si bien es cierto en Guatemala, no existe un artículo legal específico que


establezca textualmente y literalmente el libre desarrollo de la personalidad, pero sí
se establece dentro del articulado legal constitucional, lo siguiente: “Es deber del
Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la
seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona” (Const., República de
Guatemala, 1985, art. 2).

Entre esos deberes constitucionales figura el desarrollo integral de la persona,


el cual aborda el libre desarrollo de la personalidad de éste; además en el ámbito
jurídico internacional, dentro de otros instrumentos legales, figura la Declaración
Universal de Derechos Humanos, que dentro de la misma existen varios artículos
que son atinentes al libre desarrollo de la personalidad, pero como ya se desarrolló
un apartado específico dentro de este trabajo de investigación sobre éstos, en el
presente apartado sólo invocaremos dos artículos de la misma Declaración.

Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la


seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la
cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los

115
recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos,
sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo
de su personalidad. (Declaración Universal de los Derechos Humanos,
1948, art. 22).

La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad


humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la
amistad entre las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y
promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para
el mantenimiento de la paz. (Declaración Universal de los Derechos
Humanos, 1948, art. 26.2).

Aunado a lo anterior, dentro del articulado constitucional de Guatemala se


establece lo siguiente: “Los derechos y garantías que otorga la Constitución no
excluyen otros que, aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la
persona humana” (Const., República de Guatemala, 1985, art. 44). Es decir que
aunque el derecho al libre desarrollo de la personalidad del individuo, propiamente
dicho y literalmente, no estuviere regulado dentro del articulado constitucional,
tampoco se considera excluido del mismo; puesto que, el derecho al libre desarrollo
de la personalidad es considerado un derecho inherente a la persona humana, como
lo es el derecho a la vida. “Se establece el principio general de que en materia de
derechos humanos, los tratados y convenciones aceptadas y ratificados por
Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho interno” (Const., República de
Guatemala, 1985, art. 46).

Con base en todo lo investigado en el presenten trabajo y el articulado legal


transcrito que figura en el mismo, es determinante la necesidad que en Guatemala se
incluya dentro de la legislación vigente el divorcio por voluntad unilateral de
cualquiera de los cónyuges sin expresión de causa; es necesario que el Estado de
Guatemala reconozca, respete y garantice el libre desarrollo de la personalidad de

116
todos los individuos, en su máxima amplitud, pues es un derecho que le asiste a toda
persona humana y que no sólo le sea respetado a medias, estableciendo causas, a
discreción del legislador, para que éste pueda obtener la disolución del matrimonio a
través del divorcio; siendo que al contraer matrimonio sí se respetó la manifestación
unilateral de la voluntad de los contrayentes; es decir que en ese caso el Estado de
Guatemala sí garantiza a todo individuo el libre desarrollo de su personalidad; pero al
solicitar el divorcio, sucede lo contrario, la manifestación de dicha voluntad unilateral
de los cónyuges se ve limitada o condicionada a determinadas causales que se
encuentran establecidas en la ley; por lo tanto, en este caso el Estado de Guatemala
ya no está respetando, ni garantizando el libre desarrollo de la personalidad y con lo
anterior menoscaba la dignidad, la autonomía de la persona humana que está
íntimamente ligado al derecho al libre desarrollo de la persona humana.

La inclusión, en la legislación vigente, del divorcio por voluntad unilateral de


cualquiera de los cónyuges, tendría como consecuencia, la viabilización de una
forma más rápida de obtención del divorcio; es decir, que durante el proceso regirían
los principios de celeridad y economía procesal, debido a que no existirían causas
que probar, ni situaciones vergonzosas que ventilar, al igual que el proceso de
divorcio no generaría mucho costo económico tanto para el Estado como para los
cónyuges; pero sobre lo anteriormente expuesto, existen razones más ponderantes
que las anteriormente expuestas y es el mantenimiento de la armonía dentro del
seno familiar, el respeto entre los cónyuges, de éstos a los hijos que procrearon y de
éstos últimos hacia sus padres.

Ninguna persona puede crecer y formarse sanamente dentro de un hogar en


el cual ya no existe la armonía entre los fundadores del hogar, por así decirlo, porque
si la voluntad de uno de los cónyuges ya no es permanecer unido en matrimonio con
su otro cónyuge, es evidente que ya no existirá dentro del hogar un ambiente sano,
armonioso y muchas veces este sentir del cónyuge se refleja en la violencia
intrafamiliar; la violencia física, psicológica, económica o sexual de un cónyuge hacia
el otro, inclusive el maltrato hacia los hijos o se pone en peligro la vida de éstos o de

117
alguno de los cónyuges; no es necesario llegar a tales extremos si tan sólo la
voluntad unilateral de cualquiera de los cónyuges fuera suficiente para solicitar el
divorcio sin expresión de causa, por qué esperar a que sí exista una causa
determinada en la ley, por qué el Estado a través de la legislación vigente obliga a
los cónyuges a permanecer unidos aún en contra de su voluntad, estableciendo
causales que fueron determinadas bajo el criterio del legislador y no bastando la sola
voluntad de uno de los cónyuges.

La existencia de hijos que fueron procreados, en común por ambos cónyuges,


no es impedimento para que dicha clase de divorcio se regule dentro del
ordenamiento legal guatemalteco, debido a que éstos quedarían legalmente
protegidos, así como lo están actualmente ante la disolución del matrimonio y a ellos
se les evitaría vivir en un ambiente familiar hostil, conflictivo y violento, que tendría
fuerte influencia en su desarrollo físico, emocional y psicológico; teniendo ellos el
derecho a vivir y a desarrollarse en un ambiente de paz y armonía, que les
proporcione lo necesario para desarrollarse como personas plenas.

Teniendo como base, el preámbulo de la Constitución Política de la República


de Guatemala, en la cual se afirma la primacía de la persona humana como sujeto y
fin del orden social, y reconociendo a la familia como génesis primario y fundamental
de los valores espirituales y morales de la sociedad, es necesario que el divorcio por
voluntad unilateral de cualquiera de los cónyuges sea regulado en la legislación
vigente del país de Guatemala; para que cada ser humano logre su desarrollo
personal en ejercicio de la autonomía de la voluntad, pues las causas establecidas
para solicitar el divorcio vulneran el libre desarrollo de la personalidad de los
cónyuges.

En el tercer considerando del Decreto 27-2010 del Congreso de la República,


de fecha 17 de septiembre de 2010 y que es atinente al tema de la necesidad de
incluir dentro de nuestra legislación vigente el divorcio por la sola voluntad de uno de
los cónyuges y sin expresión de causa, tema que posteriormente se desarrollará en

118
el presente trabajo de investigación, el legislador plasma que es necesario incluir en
el Código Civil, reformas que tiendan a agilizar y simplificar los trámites para la
disolución del vínculo matrimonial, al ya no exigirse que uno de los cónyuges deba
alegar causa determinada para iniciar el trámite del divorcio, bastando únicamente la
voluntariedad de una de las partes y que con esto se contribuiría a la armonía y
tolerancia social.

La regulación legal, en Guatemala, del divorcio por voluntad unilateral de


cualquiera de los cónyuges, sin causa determinada, no eximiría a los consortes de
las obligaciones que tienen éstos para con los hijos; al contrario, se les
proporcionaría un ambiente de paz y armonía, en el que ellos puedan desarrollarse
de forma libre y plena.

4.1.7. Análisis jurídico del Decreto 27-2010, emitido por el Congreso de la


República de fecha 17 de septiembre de 2010

Es necesario realizar un análisis jurídico minucioso del Decreto 27-2010,


emitido por el Congreso de la República de Guatemala, de fecha 17 de septiembre
de 2010, centrándose primordialmente, por la temática abordada en el presente
trabajo de investigación, en el artículo 3 del referido Decreto, por medio del cual se
reforma el artículo 156 del Código Civil, Decreto Ley 106.

Previo a la reforma que se hiciere sobre el artículo 156 del Código Civil,
Decreto Ley 106, en el mismo se establecía lo siguiente:

“Se presume voluntario el abandono e inmotivada la ausencia a que se


refiere el inciso 4º. del artículo anterior; pero contra tales presunciones
se admite prueba en contrario. La acción respectiva debe promoverse
durante la ausencia o abandono del cónyuge demandado”. (Código
Civil, 1963, art. 156).

119
El Decreto 27-2010 a través del artículo 3, reforma el artículo anteriormente
transcrito, el cual queda de la siguiente manera: “Se presume voluntario el abandono
e inmotivada la ausencia a que se refiere el inciso 4º. del artículo anterior. La acción
podrá ser promovida por cualquiera de los cónyuges”.

Realizando un análisis jurídico comparativo del artículo 156 del Código Civil,
Decreto 106, antes y después de la reforma; previo a la reforma, ante el abandono
voluntario de la casa conyugal o la ausencia inmotivada, por más de un año; se
admitía prueba en contrario, esto fue quitado del artículo por medio de la reforma
realizada al mismo; con relación a la acción respectiva que debía de promoverse
durante la ausencia o abandono del cónyuge demandado, ésta le correspondía al
cónyuge que no había realizado dicha causal, es decir al cónyuge que no había
abandonado voluntariamente la casa conyugal o se había ausentado por causa
inmotivada o injustificada; por medio de la reforma quedó establecido que la acción
podrá ser promovida por cualquiera de los cónyuges, incluyendo aquel que realizó
dicha conducta descrita en la norma legal de forma voluntaria e inmotivada.

Tal reforma realizada al artículo 156, es justificada en el segundo y tercer


considerando del Decreto 27-2010, los cuales en su orden, manifiestan:

Que actualmente la separación y el divorcio se conciben como dos


opciones a las que las partes pueden acudir para solucionar las
vicisitudes de su vida en común, y desde esta óptica, con el presente
decreto se pretende reforzar el principio de libertad de los cónyuges en
el matrimonio, pues tanto la continuación de su convivencia como su
vigencia dependen de la voluntad constante de ambos. (Decreto 27,
2010, parr. 2).

Que es necesario incluir en el Código Civil, reformas que tiendan a


agilizar y simplificar los trámites para la disolución del divorcio
matrimonial, teniendo como principal novedad el ahorro económico y

120
procesal, al ya no exigirse que uno de los cónyuges deba alegar causa
determinada para iniciar la ruptura del vínculo matrimonial, bastando la
voluntariedad de una de las partes para iniciar el trámite de separación
o divorcio, pues la causa determinante no es más que el fin del
consentimiento expresado, permitiendo así reducir la tensión y,
consecuentemente, la conflictividad, contribuyendo a la armonía y
tolerancia social. (Decreto 27, 2010, parr. 3).

En los dos considerandos, anteriormente transcritos se hace alusión de que


con el artículo 3 del Decreto 27-2010 se pretende reforzar el principio de libertad de
los cónyuges en el matrimonio y que por lo tanto de su convivencia como su vigencia
dependen de la voluntad constante de ambos, lo anterior es una clara manifestación
del derecho al libre desarrollo de la personalidad humana; así como también en el
segundo considerando se establece la necesidad de incluir en el Código Civil,
reformas que tiendan a agilizar y simplificar los trámites de la disolución del
matrimonio, teniendo como principal novedad el ahorro económico y procesal, al no
exigirse que uno de los cónyuges deba alegar causa determinada para iniciar la
ruptura del vínculo matrimonial, lo cual da a entender que con las causas
establecidas en el ordenamiento jurídico no contribuyen al ahorro económico y
procesal y de no existir éstas el proceso de divorcio sería más simple y por lo tanto
más ágil; continuando con el análisis del segundo considerando, el legislador a
través del mismo, manifiesta que debe de bastar la voluntariedad de una de las
partes para iniciar el trámite de separación o divorcio, y que la causa determinante no
es más que el fin del consentimiento expresado, es decir, la manifestación unilateral
de la voluntad de cualquiera de los cónyuges, lo que contribuye con la armonía y
tolerancia social.

La reforma efectuada al artículo 156 del Código Civil, Decreto Ley, 106, podría
considerarse como el génesis de la regulación del divorcio por la sola voluntad de
uno de los cónyuges sin expresión de causa, en Guatemala; que se espera que en
un día no muy lejano sea regulado formalmente en la legislación guatemalteca; y

121
como una antesala a esta clase de divorcio, puede considerarse dicha reforma
realizada al artículo en mención, en el cual sí se respeta la voluntad unilateral de
cualquiera de los cónyuges, siendo esto una manifestación del libre desarrollo de la
personalidad, que consagra la dignidad, tolerancia y autonomía de la persona
humana.

La sociedad es cambiante y se ve influenciada por diversos factores; por lo


tanto, las normas legales que regulan los diferentes actos y relaciones de la vida del
ser humano, también deben de ser dinámicas y apegarse en lo más posible a la
realidad y necesidad social.
Aunque el matrimonio, también es considerado como una sociedad conyugal, no
se debe de olvidar, que dicha sociedad está integrada por un hombre y una mujer,
seres individuales, con voluntad propia y necesidades que buscan satisfacer.

122
7. MARCO REFERENCIAL

Las características del área en donde se desarrolló el estudio, son las


siguientes:

7.1. Ubicación

Guatemala, se sitúa en el istmo centroamericano con una extensión


territorial de 108, 889 km2 y está limitada al oeste y norte por México, al
este con Belice y el golfo de Honduras, al sureste con Honduras y El
Salvador, y sur con el Océano Pacífico. (Naciones Unidas Guatemala,
s.f., párr. 1º.).

Guatemala se encuentra dividida en zona norte, zona sur, zona oeste y zona
este; administrativamente se divide en 22 departamentos.

La máxima autoridad de cada departamento es el Gobernador, quien es


nombrado por el Presidente de la República. Cada Departamento a su
vez se divide en Municipios. La máxima autoridad de cada Municipio es
el Alcalde, el cual es electo a través del voto popular. (Enciclopedia de
Guatemala, s.f., párr. 1º.).

7.2. Población, Cultura e Idioma

Para la realización del censo del 2002, el Estado fue apoyado por el
Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade) y el Fondo
de Población de las naciones Unidas (Unfpa). Según resultados de
dicho censo, la población de Guatemala para ese momento era de
11,791,136 personas con lo cual se proyecta una población para el
2017 de 16,924,190. (Estrada, 2016, párr. 3º.).

123
Guatemala es un país pluricultural, que se encuentra dividido en cuatro
culturas que son: maya, xinca, ladina, garífuna. Las culturas: maya, xinca y garífuna,
conservan aún las tradiciones de sus antepasados; entre los que figuran: los rituales
que realizan cuando es época de siembra y cosecha de maíz y de frijol, le piden a
sus dioses que tengan una buena cosecha; el permiso que le piden a la madre selva
antes de cortar un árbol y las fiestas solemnes que celebran en determinadas fechas
del año; no se puede dejar de resaltar los hermosos trajes típicos que las mujeres
utilizan, bordados y tejidos con hilos de vistosos colores, los cuales son propios de
cada cultura y les sirven de distintivos; como también, los platillos típicos, propios de
la región. En la historia guatemalteca se narra el poderío de estas culturas, siendo
una de las más importantes la cultura maya. Los ladinos, también tienen sus
costumbres y tradiciones, con las que también enriquecen al país; por eso
Guatemala es considerado un país pluricultural y también multilingüe.

Los garífunas se encuentran concentrados en su mayoría en los


departamentos de Livingston y Puerto Barrios; la maya en el norte y accidente del
país; los xincas se encuentran ubicados en los departamentos de Jalapa, Santa
Rosa y Jutiapa; y, los ladinos se encuentran dispersos en todo el país.

El idioma oficial en Guatemala es el Español, pero por ser un país pluricultural,


también es multilingüe, por lo que además del español también se hablan los
siguientes idiomas: Queqchí, Kaqchikel, Man, Poqomanchi, Achí, Q’anjob’al, Ixil,
Acateco, Jakalteco, Chuj, Pocomam, Chortí, Aguateco, Sacapulteco, Sipacapense,
Garífuna, Uspanteco, Tectiteco, Mopan, Xinka, Itzá.

7.3. Condición Climática

El clima en Guatemala es muy variado siendo templado, cálido y frío.

En los departamentos de Totonicapán, Quetzaltenango, Huehuetenango, entre


otros departamentos de esa zona, prevalece el clima frío.

124
El clima cálido se hace sentir, por mencionar algunas zonas, como Zacapa,
Escuintla y Puerto Barrios.

El clima templado prevalece en la capital del País; Guatemala, en


Sacatepéquez, El Progreso, Chimaltenango, por mencionar algunos departamentos.

125
8. METODOLOGÍA

Los métodos utilizados en la presente investigación son:

1. El método analítico-sintético: Porque se analizaron en forma separada todos los


elementos que conformaron el objeto de estudio; luego se realizó la unificación de
los mismos y se conformó un todo.

2. Método descriptivo: Porque se describió las cualidades del problema, objeto de la


investigación, partiendo de la observación del problema planteado.

3. El método deductivo: Es decir, que se realizó el estudio partiendo de lo general a


lo particular.

4. El método inductivo: Porque se realizó el estudio tomando como punto de partida


lo particular desplazándose hacia lo general.

8.1. La Hipótesis

La hipótesis orientó y organizó el proceso concreto de la presente


investigación, la cual desempeñó una función rectora, ya que es la hipótesis la que
permitió precisar con la mayor exactitud posible la solución tentativa al problema
investigado, adelantando su respuesta. La hipótesis enmarcó la búsqueda de los
datos, mediante la cual se analizó todo el proceso de esta investigación y los
elementos que la componen. Por tratarse de una respuesta adelantada al problema
que debe ser investigado, la hipótesis desempeñó, también, un importante papel en
la interpretación de los datos y en la elaboración de las conclusiones.

Tomando en consideración este enfoque, la suposición fundamental que guió


la presente investigación quedó planteada de la siguiente forma:

126
Las consecuencias jurídicas, desde la perspectiva de los derechos
fundamentales de la persona, que ha tenido el divorcio por la voluntad de uno de los
cónyuges por causa determinada, contenido en los artículos 154, numeral 2°, y 155
del Código Civil, así como en el artículo 9° de la Ley para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Intrafamiliar, a partir de la entrada en vigencia de la
Constitución Política de la República de Guatemala, el 14 de enero de 1986, son las
siguientes:

1. Ha limitado el derecho humano al libre desarrollo de la personalidad consagrado


en la Constitución Política de la República de Guatemala, en los tratados y
convenciones internacionales aceptados y ratificados por Guatemala, en materia
de derechos humanos.

2. Debido a la complejidad, para demostrar ante los órganos jurisdiccionales


cualesquiera de las causales de divorcio, no otorga la seguridad jurídica
necesaria al cónyuge para invocarla y lo remite a contemplar otra, que no es la
que realmente existe.

3. Al exigir la acreditación de una causal para disolver el vínculo matrimonial se


vulnera el derecho del libre desarrollo de la personalidad y, por tanto, de la
dignidad humana”.

8.2. Variables

8.2.1. Variable independiente

Las consecuencias jurídicas, desde la perspectiva de los derechos


fundamentales de la persona, que ha tenido el divorcio por la voluntad de uno de los
cónyuges por causa determinada, contenido en los artículos 154, numeral 2°, y 155
del Código Civil, así como en el artículo 9° de la Ley para Prevenir, Sancionar y

127
Erradicar la Violencia Intrafamiliar, a partir de la entrada en vigencia de la
Constitución Política de la República de Guatemala, el 14 de enero de 1986.
8.2.2. Variable dependiente

1. La limitación del derecho humano al libre desarrollo de la personalidad


consagrado en la Constitución Política de la República de Guatemala y en los
tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala, en materia de
derechos humanos.

2. Debido a la complejidad de demostrar ante los órganos jurisdiccionales


cualesquiera de las causales de divorcio, no otorga la seguridad jurídica
necesaria al cónyuge para invocarla y lo remite a contemplar otra, que no es la
que realmente existe.

3. Al exigir la acreditación de una causal para disolver el vínculo matrimonial se


vulnera el derecho del libre desarrollo de la personalidad y, por tanto, de la
dignidad humana.

8.2.3. Definición conceptual de las variables

1. Las consecuencias jurídicas, desde la perspectiva de los derechos fundamentales


de la persona, que ha tenido el divorcio por la voluntad de uno de los cónyuges
por causa determinada, contenido en los artículos 154, numeral 2°, y 155 del
Código Civil, así como en el artículo 9° de la Ley para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Intrafamiliar, a partir de la entrada en vigencia de la
Constitución Política de la República de Guatemala, el 14 de enero de 1986.

Las consecuencias jurídicas son el producto o los efectos que produce el


divorcio por voluntad de uno de los cónyuges por causa determinada; como lo son la
vulneración de: el libre desarrollo de la personalidad, la autonomía de la voluntad del
ser humano, la autodeterminación y la dignidad.

128
2. La limitación del derecho humano al libre desarrollo de la personalidad
consagrado en la Constitución Política de la República de Guatemala y en los
tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala, en materia de
derechos humanos.

El derecho al libre desarrollo de la personalidad es la capacidad,


facultad o potestad que tiene toda persona para adoptar su proyecto de
vida y desarrollarse en la sociedad por sí mismo, decidiendo libremente
cómo quiere ser y qué quiere ser, sin injerencia ajena ni coacción
alguna, menos recibir controles o impedimentos injustificados por parte
de los demás menos del Estado. (Rivera, 2017, párr. 2).

La limitación del libre desarrollo de la personalidad es conculcar el derecho


que tiene el ser humano a elegir libremente si quiere seguir casado o divorciarse, a
elegir su profesión, ocupación u oficio, su lugar de trabajo, sus amistades, su pareja,
su forma de vestirse y otras.

3. Debido a la complejidad de demostrar ante los órganos jurisdiccionales


cualesquiera de las causales de divorcio, no otorga la seguridad jurídica
necesaria al cónyuge para invocarla y lo remite a contemplar otra, que no es la
que realmente existe.

Es lo complicado para el cónyuge que está solicitando el divorcio por causa


determinada, demostrar o acreditar ésta ante el órgano jurisdiccional competente, por
lo que se ve en la necesidad de invocar otra causa y no realmente la que existe.

4. Al exigir la acreditación de una causal para disolver el vínculo matrimonial se


vulnera el derecho del libre desarrollo de la personalidad y, por tanto, de la
dignidad humana.

129
Es la condición que se debe de cumplir para solicitar el divorcio por voluntad
de uno de los cónyuges es invocar y acreditar alguna causal de divorcio, plasmada
en la norma legal para tal efecto; es decir, que no es suficiente la voluntad unilateral
de cualquiera de los cónyuges sin causa determinada para solicitar el divorcio, lo que
hace que se vulnere el derecho del libre desarrollo de la personalidad de éste o ésta.

8.2.4. Definición operacional de las variables

1. Las consecuencias jurídicas, desde la perspectiva de los derechos fundamentales


de la persona, que ha tenido el divorcio por la voluntad de uno de los cónyuges
por causa determinada, contenido en los artículos 154, numeral 2°, y 155 del
Código Civil, así como en el artículo 9° de la Ley para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Intrafamiliar, a partir de la entrada en vigencia de la
Constitución Política de la República de Guatemala, el 14 de enero de 1986

Se estableció mediante un análisis jurídico dirigido sobre el divorcio por


voluntad de uno de los cónyuges por causa determinada y a las causas mismas; lo
anterior regulado en los artículos 154, numeral 2º. Y 155 del Código Civil; y el artículo
9 de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar.

2. La limitación del derecho humano al libre desarrollo de la personalidad


consagrado en la Constitución Política de la República de Guatemala y en los
tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala, en materia de
derechos humanos.

Se estableció mediante la práctica de encuestas realizadas a instituciones y


organismos tales como el Instituto de Derecho de Familia, los Juzgados de Familia
ubicados en el departamento de Petén, el Registro Nacional de las Personas con
sede en el municipio de Poptún, departamento de Petén, las ONG’s y demás
instituciones públicas o privadas relacionadas con la familia.

130
3. Debido a la complejidad de demostrar ante los órganos jurisdiccionales
cualesquiera de las causales de divorcio, no otorga la seguridad jurídica
necesaria al cónyuge para invocarla y lo remite a contemplar otra, que no es la
que realmente existe.

Se demostró mediante el proceso de divorcio por voluntad de uno de los


cónyuges, al tener que acreditar una causal determinada en la norma legal atinente.

4. Al exigir la acreditación de una causal para disolver el vínculo matrimonial se


vulnera el derecho del libre desarrollo de la personalidad y, por tanto, de la
dignidad humana.

Se demostró mediante el análisis jurídico que se hace de las causas para


disolver el divorcio por voluntad de uno de los cónyuges mediante causa
determinada y el derecho al libre desarrollo de la persona.

8.3. Población del Estudio

La población sujeta a estudio fue la siguiente: las instituciones y organismos


tales como: el Instituto de Derecho de Familia, los Juzgados de Familia ubicados en
el departamento de Petén, el Registro Nacional de las Personas con sede en el
municipio de Poptún, departamento de Petén, ONG’s , a abogados del
departamento de Petén y demás instituciones públicas o privadas relacionadas con
la familia del municipio de Poptún; el estudio fue dirigido a ellas, debido a que es la
población descrita anteriormente, quienes tienen conocimiento jurídico sobre el tema
objeto de investigación y además son quienes desempeñan funciones de forma
directa dentro del proceso de divorcio; lo que tiene como consecuencia la recolección
de información, precisa, fidedigna y confiable.

131
8.4. La Muestra

Por razón de limitantes, como lo es la disponibilidad de tiempo, la muestra de


la población, objeto de estudio estuvo integrada por 50 personas, que laboran en: el
Juzgado de Familia, ubicado en el municipio de Poptún, el Registro Nacional de las
Personas con sede en el municipio de Poptún, ONG’s, instituciones públicas o
privadas relacionadas con la familia en el municipio de Poptún y a abogados
colegiados activos del municipio de Poptún; lo anterior con el fin de recolectar los
datos que son atinentes, importantes e indispensables para la presente investigación.

8.5. Instrumentos de Recolección de los Datos

El instrumento utilizado para la recolección de datos fue la encuesta; la cual


está conformada por 6 preguntas con opciones de respuestas conforme la escala de
Likert, dirigidas a 50 personas y que forman parte de la población sujeta a estudio,
sin que se identifiquen en el propio instrumento, quienes laboran al Juzgado de
Familia, ubicado en el municipio de Poptún, departamento de Petén, el Registro
Nacional de las Personas con sede en el municipio de Poptún, ONG’s, instituciones
públicas o privadas relacionadas con la familia en Poptún y a abogados colegiados
activos del municipio de Poptún.

8.6. Tratamiento de los Datos

Los datos que se recolectaron a través del instrumento de encuesta, fueron


tabulados y organizados conforme a cada interrogante planteada en la misma y sus
respectivas cinco variables propuestas como respuestas, las cuales fueron
diseñadas de acuerdo a la escala de Likert, siendo éstas las siguientes: totalmente
de acuerdo; algo de acuerdo; ni de acuerdo, ni en desacuerdo; algo en desacuerdo;
totalmente en desacuerdo, midiendo en los resultados la frecuencia de cada una de
ellas, según hayan respondido las personas encuestadas, dentro de la muestra.

132
9. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS

Figura 1

La restricción injustificada del derecho al libre desarrollo de la personalidad

Totalmente de acuerdo
28%
Algo de acuerdo

46%
Ni de acuerdo, ni en
2% desacuerdo
4% Algo en desacuerdo

20% Totalmente en desacuerdo

Fuente: (Elaboración propia, 2018).

Figura 2

El Respeto a la autonomía de la voluntad del cónyuge que solicita la disolución


del matrimonio

Totalmente de acuerdo
28%
Algo de acuerdo
38%
Ni de acuerdo, ni en
8% desacuerdo
Algo en desacuerdo

2% 24%
Totalmente en desacuerdo

Fuente: (Elaboración propia, 2018).

133
Figura 3

El divorcio solicitado por uno de los cónyuges, sin expresión de causa

Totalmente de acuerdo
22%

Algo de acuerdo

10% 54% Ni de acuerdo, ni en


desacuerdo
Algo en desacuerdo
14%
Totalmente en desacuerdo

Fuente: (Elaboración propia, 2018).

Figura 4

Necesidad de regular legalmente, en Guatemala, el divorcio sin causa


determinada

Totalmente de acuerdo
24%
Algo de acuerdo

4% 54% Ni de acuerdo, ni en
desacuerdo
4%
Algo en desacuerdo
14%
Totalmente en desacuerdo

Fuente: (Elaboración propia, 2018).

134
Figura 5

Agilización y simplificación de los trámites de la disolución del matrimonio

12% Totalmente de acuerdo


2% 4%
Algo de acuerdo

Ni de acuerdo, ni en
18% desacuerdo
64%
Algo en desacuerdo

Totalmente en desacuerdo

Fuente: (Elaboración propia, 2018).

Figura 6

El menoscabo de la dignidad del cónyuge dentro del proceso de divorcio

Totalmente de acuerdo

24% Algo de acuerdo

Ni de acuerdo, ni en
4% desacuerdo
2% 66% Algo en desacuerdo
4%
Totalmente en desacuerdo

Fuente: (Elaboración propia, 2018).

135
9.1. Discusión

Según todo lo investigado, incluyendo los resultados de la investigación de


campo que se realizó, se procedió a realizar la discusión referente a que, si el
divorcio por voluntad de uno de los cónyuges mediante causa determinada, regulada
en el artículo 157, numeral 2º. del Código Civil, decreto Ley 106, restringe
injustificadamente el derecho al libre desarrollo de la personalidad. Esta modalidad
de divorcio limita la voluntad del cónyuge que solicita el divorcio a determinadas
causas; es decir que condiciona la voluntad de éste, lo que impide el desarrollo de la
personalidad, pues le impide que éste realice sus planes de vida, a lo cual tiene
derecho. La manifestación de la voluntad del cónyuge en sí debería de ser suficiente
para que éste solicite el divorcio, lo anterior está en concordancia con los resultados
que arrojó la investigación de campo realizada; a la vez, la misma también arrojó que
en Guatemala no se respeta el derecho de la autonomía de la voluntad del cónyuge
que solicita la disolución del matrimonio; lo anterior se debe a que condiciona la
voluntad a causales determinadas por lo tanto no se respeta dicho derecho.

Lo novedoso de la presente investigación es que presenta la necesidad de


que en Guatemala se regule el divorcio por voluntad unilateral de cualquiera de los
cónyuges, sin expresión de causa; según lo investigado dicha modalidad de divorcio
es necesaria, puesto que hay causales reguladas que menoscaban la dignidad de las
personas al ser invocadas dentro del proceso de divorcio, como también podría
darse el caso, que la causa de divorcio podría no estar regulada en la norma legal;
además que, con la inclusión en el ordenamiento jurídico de Guatemala del divorcio
por voluntad de uno de los cónyuges sin expresión de causa, se lograría agilizar y
simplificar los trámites de la disolución del matrimonio, porque ya no se tendría que
probar la causal invocada y muchas veces aunque ésta realmente exista es
imposible probarla; tal es el caso de la infidelidad, la cual se dificulta probarla y en el
peor de los casos podría surgir que el cónyuge inculpable, como lo nombra la
legislación guatemalteca, no solicitara el divorcio.

136
10. COMPROBACIÓN DE LA HIPÓTESIS

La hipótesis planteada en el presente trabajo de investigación se comprobó a


lo largo del mismo, porque el divorcio por voluntad de uno de los cónyuges mediante
causa determinada, sí vulnera o restringe el derecho al libre desarrollo de la
personalidad, al establecer causas para solicitarlo. Cada ser humano tiene derecho a
decidir cuál será el rumbo que tomará su vida, de acuerdo a sus ideales, que
conlleva el libre desarrollo de la personalidad, consagrado en la Constitución Política
de la República de Guatemala y en otros instrumentos legales de rango
internacional, siendo uno de ellos la Declaración Universal de Derechos Humanos; ni
el Estado, ni tercera persona puede condicionarle o limitarle dicho derecho, sino al
contrario, el Estado de Guatemala debe garantizarle el referido derecho. Esta
modalidad de divorcio regulada en la legislación guatemalteca no le da seguridad al
cónyuge para invocar la causal contemplada en la norma, por presentar dificultad
para probarla, por lo que invoca otra que no es la verdadera causa por la que solicita
el divorcio, lo que trae como consecuencia que los trámites del divorcio se vuelvan
muy tardados, no ágiles y menos simplificados.

137
11. CONCLUSIONES

Las consecuencias jurídicas, desde la perspectiva de los derechos fundamentales de


la persona, que ha tenido el divorcio por voluntad de uno de los cónyuges por causa
determinada, contenido en los artículos 154, numeral 2º., y 155 del Código Civil, así
como en el artículo 9º. de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Intrafamiliar, a partir de la entrada en vigencia de la Constitución Política de la
República de Guatemala, el 14 de enero de 1986 son: la restricción injustificada del
libre desarrollo de la personalidad y el menoscabo de la dignidad de la persona
humana.

La institución familiar del matrimonio, es una de las instituciones más antiguas que
aún existe, que reviste de legalidad a la familia, protegiéndola a través de un marco
legal, en el cual se establecen derechos y deberes para ambos cónyuges y así lograr
alcanzar los fines del mismo.

Las formas de disolver el vínculo matrimonial, reguladas en la legislación


guatemalteca son dos: 1º. Por mutuo acuerdo de los cónyuges; que es el que se
plantea cuando ambos cónyuges están de acuerdo en disolver el matrimonio, el cual
podrá pedirse después de un año de haberse celebrado el mismo, contado a partir
de la fecha de dicha celebración; y, 2º. Por voluntad de uno de los cónyuges
mediante causa determinada; en esta forma de disolver el vínculo matrimonial, se
encuentra condicionada a determinadas causas establecidas en la norma legal y
debe de ser el cónyuge que no haya dado causa al mismo, quien solicite el divorcio;
a excepción, que la causa de disolución del mismo sea por separación o abandono
voluntarios de la casa conyugal o la ausencia inmotivada por más de un año, la cual
puede ser invocada por cualquiera de los cónyuges.

El libre desarrollo de la personalidad como derecho humano es, el derecho que tiene
toda persona humana consagrado en la Constitución Política de la República de
Guatemala y otros instrumentos legales internacionales en materia de Derechos

138
Humanos, como lo es la Declaración Universal de Derechos Humanos, de
autodeterminarse, de concretizar sus planes o proyecto de vida, para lograr una
plena realización personal, sin que el Estado o tercera persona se lo condicione o
restrinja.

El divorcio por voluntad de uno de los cónyuges mediante causa determinada,


conculca el derecho al libre desarrollo de la personalidad, pues restringe
injustificadamente dicho derecho.

139
12. RECOMENDACIONES

El Estado de Guatemala debe respetar y garantizar, en todos los aspectos de la vida


de la persona humana, los derechos fundamentales de la misma, tales como: el
derecho al libre desarrollo de la personalidad y la dignidad de la persona humana,
inclusive, no aprobando normas legales que conculquen dichos derechos
fundamentales.

El Estado de Guatemala, debe de respetar dentro de la institución familiar del


matrimonio, el libre desarrollo de la personalidad de sus miembros, no
restringiéndoselos, ni legislando en contra del mismo, obligándolos a permanecer en
una condición que ya no es de su voluntad.

El Congreso de la República de Guatemala debe de realizar un análisis jurídico a las


causas de divorcio por voluntad de uno de los cónyuges y evaluar si éstas, en la
actualidad se ajustan a la realidad y a la necesidad social; teniendo como base la
premisa de que el derecho es dinámico y debe de apegarse lo más posible a una
sociedad cambiante, para luego legislar al respecto.

El Estado de Guatemala debe de respetar y no limitar el libre desarrollo de la


personalidad, al que toda persona humana tiene derecho; debiendo de diseñar
instituciones que faciliten la persecución individual de esos planes de vida y la
satisfacción de los ideales que cada uno elija, así como a impedir la interferencia de
otras personas en su persecución.

La Universidad de San Carlos de Guatemala, debe de presentar una iniciativa de ley,


al Congreso de la República de Guatemala, que tenga por objeto que se regule
legalmente el divorcio por voluntad de uno de los cónyuges sin causa determinada;
primero, para que no se le restrinja el derecho al libre desarrollo de la personalidad al
cónyuge que solicita el divorcio y segundo, para facilitar y agilizar el trámite de
divorcio.

140
13. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ávila, A.D. (19 de Abril de 2014). Derecho al libre desarrollo de la personalidad.


MILENIO.COM. Recuperado de http://www.milenio.com/firmas/derechos_hum
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146
14. ANEXOS

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA


CENTRO UNIVERSITARIO DE PETÉN

MODELO DE ENCUESTA PARA EL PERSONAL DE: EL JUZGADO DE FAMILIA,


DEL MUNICIPIO DE POPTÚN; EL REGISTRO NACIONAL DE LAS PERSONAS,
CON SEDE EN POPTÚN; ONG’S, INSTITUCIONES PÚBLICAS O PRIVADAS
RELACIONADAS CON LA FAMILIA EN EL MUNICIPIO DE POPTÚN Y
ABOGADOS COLEGIADOS ACTIVOS DEL MUNICIPIO DE POPTÚN

Tesis: “ANÁLISIS JURÍDICO AL DIVORCIO POR VOLUNTAD DE UNO DE LOS


CÓNYUGES”

Fecha:____________________

Para la investigación del tema de tesis, arriba identificado; es necesario la


recolección de datos, por lo que se le solicita que usted colabore con la misma,
respondiendo las siguientes interrogantes. Se le hace la aclaración que no es
necesario que consigne su nombre dentro de la presente encuesta.
INSTRUCCIONES: Marque con una X la respuesta que a su criterio es la correcta.

1. ¿Considera que el divorcio por voluntad de uno de los cónyuges mediante causa
determinada, regulado en el artículo 154, numeral 2º. del Código Civil, Decreto
Ley 106, restringe injustificadamente el derecho al libre desarrollo de la
personalidad?

Totalmente de acuerdo ( )
Algo de acuerdo ( )
Ni de acuerdo, ni en desacuerdo ( )
Algo en desacuerdo ( )

147
Totalmente en desacuerdo ( )
2. Según su criterio, ¿Se respeta en Guatemala, el derecho de la autonomía de la
voluntad del cónyuge que solicita la disolución del matrimonio?

Totalmente de acuerdo ( )
Algo de acuerdo ( )
Ni de acuerdo, ni en desacuerdo ( )
Algo en desacuerdo ( )
Totalmente en desacuerdo ( )

3. ¿Considera que con sólo la manifestación de la voluntad unilateral de cualquiera


de los cónyuges debería de ser suficiente para solicitar el divorcio, sin expresión
de causa?

Totalmente de acuerdo ( )
Algo de acuerdo ( )
Ni de acuerdo, ni en desacuerdo ( )
Algo en desacuerdo ( )
Totalmente en desacuerdo ( )

4. Según su criterio, ¿Es necesario que en Guatemala se regule legalmente el


divorcio por voluntad unilateral de cualquiera de los cónyuges, sin causa
determinada?

Totalmente de acuerdo ( )
Algo de acuerdo ( )
Ni de acuerdo, ni en desacuerdo ( )
Algo en desacuerdo ( )
Totalmente en desacuerdo ( )

148
5. ¿Considera que con la regulación legal del divorcio por voluntad unilateral de
cualquiera de los cónyuges, sin causa determinada, se lograría agilizar y
simplificar los trámites de la disolución del matrimonio?

Totalmente de acuerdo ( )
Algo de acuerdo ( )
Ni de acuerdo, ni en desacuerdo ( )
Algo en desacuerdo ( )
Totalmente en desacuerdo ( )

6. ¿Considera que las causas de divorcio reguladas en el artículo 155 del Código
Civil, Decreto Ley 106, numeral 12 (La enfermedad grave, incurable y contagiosa,
perjudicial al otro cónyuge o a la descendencia) y numeral 13 (La impotencia
absoluta o relativa para la procreación, siempre que por su naturaleza sea
incurable y posterior al matrimonio) menoscaban la dignidad del cónyuge al ser
invocadas dentro del proceso de divorcio?

Totalmente de acuerdo ( )
Algo de acuerdo ( )
Ni de acuerdo, ni en desacuerdo ( )
Algo en desacuerdo ( )
Totalmente en desacuerdo ( )

149

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