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Consecutivo – 01 03 / 10 / 17 Laura Alejandra Porras


Cristian Almanza
Amartya Sen (2000). Las Lengua original del Tipo de documento:
distintas caras de la pobreza. documento: español Artículo de opinión
Tribuna: Fondo de Cultura
Económica. 200 páginas.
Conceptos clave:
Pobreza – Economía – Libertad Política – Crisis económica – Democracia
Encabezado

Descripción

El trabajo del nobel de economía Sen, inicia haciendo una sugerencia de cómo se debe
medir el progreso, es decir, por la reducción de las privaciones. El autor reflexiona sobre el
futuro, añadiendo que se debe pensar en la vida de los pobres, entendiendo por pobres las
personas sometidas a regímenes autoritarios, sin libertad política ni derechos civiles,
mujeres sometidas a sociedades machistas, entre otros. Por esto el autor hace énfasis en
que la pobreza económica no es la única que empobrece la vida. El autor propone que la Descripción
democracia y la igualdad forman gran parte de la solución a la pobreza, para que estas general, tipo
personas tengan una mejor calidad de vida en el futuro. abstract. Tres a
cuatro oraciones
muy concretas,
máximo 300
palabras.

Contenidos

En su introducción, el autor inicia criticando el sistema por el cual se mide el progreso de


una población. Actualmente este método consiste en medir el enriquecimiento de las
personas adineradas. Por eso, el autor plantea que no se puede pensar en una esperanza
de mejora en la vida de los pobres. Entonces, sugiere que se mida por la reducción de las
privaciones, puesto que los pobres no son solamente las personas que carecen de una
fortuna.

A partir de esto, el autor comienza estableciendo qué tipo de personas pueden ser
consideradas como pobres, para saber a qué tipo de personas va a estudiar. La obra consta
de cuatro capítulos. El primero está dedicado a la escritura; el segundo, a la lectura; y el
tercero, a la evaluación que contempla a ambas. En cada uno de ellos, Paula Carlino
presenta las actividades que realizó en sus clases, en una asignatura de las ciencias sociales,
las fundamenta y examina cómo funcionaron. El capítulo cuatro cierra el libro dando cuenta
de diez principios comunes a los capítulos anteriores, ideas teórico-prácticas que están en
la base de las actividades experimentadas y el relato de otras dos actividades realizadas con
los alumnos.

Carlino parte, en el primer capítulo de su obra, de algunas premisas: escribir es uno de los
‘métodos’ más poderosos para aprender y por ello no puede quedar librado a cómo puedan
hacerlo los estudiantes por su cuenta. También se basa en la noción de que cualquier

Se hace análisis
conceptual del texto
base, no se trata de
asignatura está conformada, además de por un conjunto de conceptos, por modos
específicos de pensar vinculados a formas particulares de escribir y que estas formas deben
ser enseñadas junto con los contenidos de cada materia.
La autora considera la enseñanza de la lectura y la escritura a lo largo y ancho de la
formación superior por varias razones. Una es que aprender los contenidos de cada materia
consiste en una tarea doble: apropiarse de su sistema conceptual-metodológico y también
de sus prácticas discursivas características. Otra es que, con el fin de apropiarse de
cualquier contenido, los estudiantes tienen que reconstruirlo una y otra vez, y la lectura y
la escritura devienen herramientas fundamentales en esta tarea de asimilación y
transformación del conocimiento.
En el segundo capítulo, Carlino pone en evidencia que aunque leer es imprescindible en los
estudios superiores, los alumnos lo hacen poco y con dificultad. Asimismo, plantea que si
bien a los estudiantes se les exige leer, no se les enseña cómo hacerlo y por tanto examina
dos situaciones didácticas que ayudan a resolver esta carencia. En la segunda parte del
capítulo, la investigadora incluye una ponencia en la que caracteriza la cultura académica
con la que se encuentran quienes ingresan a la universidad y señala implícitos que
obstaculizan su comprensión de la bibliografía.
En el tercer acápite, Carlino se dedica a examinar las distintas formas y funciones de evaluar
y concretamente analiza dos situaciones acreditativas que desarrolló en la enseñanza de
una materia universitaria de las ciencias sociales: la posibilidad de que los estudiantes
reescriban el examen a partir de los comentarios recibidos de su docente y la organización
de una jornadas abiertas a la comunidad universitaria donde los estudiantes, en grupo,
debieron exponer sobre un tema a partir de elegir la bibliografía que les interesaba para
leer.
En el capítulo final, Paula Carlino intenta hacer visibles los hilos conductores de diez
nociones generales que se analizan en los capítulos precedentes. Se refiere así a conceptos
provenientes de varios marcos teóricos; sobre el aprendizaje, las prácticas lectoescritoras
disciplinares y la enseñanza reflexiva de sí misma. Para ello parte de un interrogantes que
muchos nos hacemos: ¿Quién soy yo para enseñar a leer y erigir si no soy profesor de lengua?
Para concluir, la autora fundamenta la idea de la responsabilidad compartida: somos los
docentes y las instituciones, junto con los alumnos, corresponsables de cómo se leen y
escriben los textos en la educación superior. E invita a ser proactivos para vincular a las
universidades con ese propósito.

Conclusiones

Paula Carlino sintetiza en diez las ideas centrales acerca del aprendizaje, las prácticas de
lectura y escritura inherentes a las disciplinas y la tarea docente reflexiva:

1. Nadie aprende por recepción pasiva: para apropiarse de un saber colectivo, los
alumnos han de transformarlo. Los docentes tienen que prever esta acción cognitiva del
sujeto y propiciarla.
2. Nadie aprende de una vez para siempre; necesita, en cambio, abordar
recursivamente los mismos contenidos y efectuar ajustes paulatinos. Por ello, los docentes
deben contemplar varias instancias de trabajo para cada tema y prever oportunidades en
las que sea posible rever lo hecho antes.
3. Nadie aprende una disciplina solo; precisa entablar un diálogo con quienes ya
participan en las comunidades disciplinares para que éstos le muestren su quehacer y
comenten cómo marchan los intentos de aproximación del principiante. Los profesores han
de auspiciar estas situaciones. Este aparte consiste
en un proceso de
inferencia por parte
de quien hace la
ficha. Aquí se
mencionan los
aportes esenciales
desde su perspectiva
4. Nadie aprende por imposición sino únicamente si se interesa en hacerlo y si confía
en sí mismo para lograrlo. Dado que los intereses y la autoconfianza de un sujeto no son
innatos y, en cambio, se generan en interacción con el mundo y con los otros, los docentes
no son ajenos a crear contextos que favorezcan el interés de aprender de los estudiantes y
su creencia en que lo conseguirán finalmente.
5. Resulta inevitable cierto grado de desajuste entre las expectativas del docente y el
punto de vista de los alumnos, pero es preciso que los profesores ofrezcan medios para
intentar acercar ambos.
6. Leer y escribir son procesos intelectuales que se dan dentro de ciertas prácticas
sociales: herramientas para aprender dependientes de modos culturales de hacer cosas con
el lenguaje. Y es un despropósito que la universidad no se ocupe de ellos, porque los
desaprovecha cono estrategias de aprendizaje y porque los desconoced como constitutivos
de las comunidades académicas que han dado origen y sostienen la propia universidad.
7. En tanto miembros de una cultura académica, los docentes participan de sus
prácticas como si estas fueran naturales.. Pero para los alumnos no lo son y, muchas veces,
su desorientación proviene del carácter implícito de las expectativas de los profesores,
forjadas dentro de la lógica de un determinado campo de estudio. Para ingresar a éste, los
estudiantes necesitan explicación y guía.
8. La autonomía no es sólo un rasgo de maduración biológica, que pueda exigirse a
los adultos en cualquier contexto. Es también una capacidad que se adquiere para cierto
ámbito cuando alguien está familiarizado con las prácticas que allí se llevan a cabo. Los
universitarios son recién llegados a las prácticas discursivas universitarias y necesitan del
docente paras saber cómo participar en ellas.
9. Tener en cuenta el punto de vista de los alumnos es imprescindible en toda
enseñanza que se preocupa por el aprendizaje. Los docentes han de estar al tanto, pues,
no sólo de qué van aprendiendo los estudiantes sobre los temas de sus materias sino de
qué piensan sobre la forma de enseñarles y sobre las tareas que se les proponen. Asimismo,
los alumnos deben ser consultados y co-responsabilizados de ciertas opciones acordadas.
10. Para desarrollarse profesionalmente cono docente y para mejorar la enseñanza se
precisa tomarla como objeto de análisis. La enseñanza investigativa y la investigación sobre
la acción son algunas de las alternativas de que dispone el profesor reflexivo.
Dado que la ficha se hace para
un proceso investigativo, es
muy importante fijarse bien en
Metodología el método utilizado por quien o
quienes escriben el documento
La autora hace un análisis documental, se basa en entrevistas y en muestras de escritura y base, pues es una oportunidad
lectura de estudiantes. de aprendizaje. Aquí se
mencionan, brevemente, los
Si el texto leído no aporta información sobre ello, mencionarlo métodos, el enfoque, las
técnicas e instrumentos
usados, si son explícitos en el
texto. Algunas veces no se
encuentran mencionados en un
lugar específico del documento
base y se ofrecen en diferentes
apartes.

Fuentes
Se mencionan las bases
Experiencias de la autora, trabajo de campo, referencias bibliográficas, entre ellas varias de bibliográficas en las que se
la autora, gran parte de las referencias son en lengua inglesa y provienen de trabajos del basaron quienes produjeron
contexto anglosajón; también hay fuentes en lengua castellana de diversos autores de del documento base.

América Latina.

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