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que se produzca el embarazo que tienen un carácter reversible; es decir, que simplemente
interrumpiendo su uso la mujer podrá quedar embarazada.
Según el informe del “Trend in Contraceptive Use Worldwide” de 2015, el 64% de las mujeres
casadas o en pareja en edad reproductiva en todo el mundo utilizaban algún método
anticonceptivo. Aunque depende de los países, bajando el porcentaje en lugares menos
desarrollados.
Por otro lado, los métodos anticonceptivos reversibles son más comunes en África y Europa,
mientras que los permanentes se utilizan más en Asia y Norteamérica.
Existen varias formas de conseguir esto, estando la mayoría de los métodos centrados en la
mujer.
Se suelen clasificar los anticonceptivos reversibles según sus características, como los
hormonales, donde encontramos la píldora o el parche; los de barrera, que incluye el
preservativo; técnicas conductuales como la marcha atrás, o bien métodos de tipo natural, es
decir, basados en la observación de los ciclos hormonales de la mujer.
Hormonas inyectables
Se trata de una inyección de progestina, que provoca que el moco del cuello uterino se vuelva
espeso, impidiendo que los espermatozoides lleguen a fecundar el óvulo. También se adelgaza
el revestimiento del útero y, en algunos, impide la liberación de un óvulo.
Se coloca en el brazo o glúteo cada 3 meses, aunque las hay de diferentes duraciones (12, 13
semanas).
Ventajas: este método tiene una efectividad mayor del 99% y es útil para mujeres que no
pueden tomar la píldora anticonceptiva o suelen tener olvidos (ya que hay que tomarla cada
día). Además, no tiene interacciones con la medicación. Otra ventaja es que disminuye la
probabilidad de cáncer de matriz y de enfermedad inflamatoria pélvica.
Desventajas: puede dar lugar a efectos secundarios en algunas personas como ganancia de
peso, dolores de cabeza, cambios en el estado de ánimo, sensibilidad en los pechos y
sangrado irregular o ausente. Por otro lado, el nivel de fertilidad normal no vuelve hasta que
haya pasado un año aproximadamente desde la última inyección.
Puede provocar también una disminución temporal de la densidad de los huesos (sobre todo
en los jóvenes), que coincide mientras se está bajo el tratamiento y desaparece cuando éste se
deja.
Este método se debe compaginar con una dieta rica en vitamina D y calcio, por lo que se
recomienda tomar suplementos vitamínicos mientras tanto.
Parches
Consiste en un parche delgado adhesivo, que mide 5x5cm y libera hormonas al torrente
sanguíneo a través de la piel. Suele colocarse en los glúteos, la zona inferior del abdomen,
parte externa del brazo, o parte superior del cuerpo.
Las hormonas que contiene son las mismas presentes en la píldora, por lo que actúa de la
misma forma: impidiendo la ovulación, afinando el revestimiento uterino y espesando el moco
cervical, lo que hace prácticamente imposible el embarazo.
Los parches se aplican durante 3 semanas una vez a la semana, dejando una semana libre
para que llegue la menstruación.
Píldoras
Sencillamente, estas hormonas evitan que los ovarios liberen óvulos (un proceso conocido
como ovulación, que es periodo ideal para que la mujer se quede embarazada). La píldora se
debe tomar cada día, preferiblemente a la misma hora, durante 21 días y luego se descansa
una semana para que llegue el período.
También existen píldoras que sólo contienen progestina, que parece que no están asociadas al
riesgo de desarrollar coágulos de sangre.
Actualmente hay unas nuevas píldoras combinadas que se toman cada día durante 12
semanas, pero con una frecuencia de la menstruación de una vez cada 3 meses, en vez de
una vez al mes. Esto también se puede hacer con las píldoras convencionales, tomando las
pastillas durante tres meses sin parar, indicándose que no existen efectos nocivos conocidos
de esta práctica.
Ventajas: puede utilizarse para evitar el embarazo, para tratar menstruaciones dolorosas o
intensas, síndrome premenstrual, endometriosis, etc. Este método tiene más del 99% de
efectividad.
Desventajas: muchas mujeres son olvidadizas y este método requiere constancia diaria para
que no pierda su efecto. Otra desventaja es que pierde su efecto si ese día se ha tenido
vómitos o diarrea.
Por otro lado, pueden darse efectos secundarios como cambios de humor, senos sensibles o
dolores de cabeza, incluso formación de coágulos de sangre o cáncer de cuello de útero, pero
eso es muy infrecuente. Además, tampoco protege de las enfermedades de transmisión sexual.
Implante subdérmico
Se trata de un implante de una pequeña varilla flexible de unos 40mm de largo, que se coloca
justo debajo de la piel en la parte superior del brazo. Debe insertarla un profesional, y su efecto
puede durar hasta 3 años.
El implante funciona liberando poco a poco progestina al torrente sanguíneo que, como ya
vimos, espesa el moco cervical y adelgaza el revestimiento del útero impidiendo el embarazo.
Si existen efectos secundarios, lo positivo es que puede ser retirado y volver a alcanzar el
grado anterior de fertilidad rápidamente.
Preservativo masculino
Es el método anticonceptivo de barrera más usado. Consiste en una funda fina de látex o
poliuretano que se coloca en el pene cuando está erecto, antes del coito. Funciona encerrando
el semen y evitando que entre en el interior de la mujer. Tienen que desecharse después de
cada uso. Algunos vienen con espermicida para disminuir aún más la probabilidad de
embarazo.
Ventajas: a diferencia de otros métodos, el preservativo destaca por reducir el riesgo de
contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Por ello también es adecuado para el
sexo oral o anal. Su efectividad es del 98%, son muy fáciles de obtener y, a diferencia de las
hormonas, son poco invasivos para el organismo y no tienen efectos secundarios.
Desventajas: hay hombres que se muestran incómodos con el uso de este método porque
sienten que pierden sensibilidad. Esto es algo que puede solucionarse probando otras marcas
o tamaños.
Por otro lado, no es compatible con algunos lubricantes, cremas o lociones; pueden deslizarse
durante el acto sexual, tienen que almacenarse correctamente para que no se dañen, y hay
que vigilar la fecha de caducidad.
Además, existen algunas personas sensibles al látex que pueden no tolerar este tipo de
preservativos, pero pueden usarse otros de diferentes materiales.
Preservativo femenino
Son parecidos a los masculinos, pero más anchos. Consiste en una bolsa de plástico delgada,
flexible y blanda que se introducen en el interior de la vagina antes de las relaciones sexuales
para evitar que el semen llegue al útero y disminuir el riesgo de contraer enfermedades de
transmisión sexual.
Cubre toda la vagina y queda sobresaliendo afuera de ella con una abertura donde se debe
introducir el pene. Al igual que en los preservativos masculinos, los femeninos tienen un solo
uso.
Ventajas: tienen una efectividad del 95% si se usan de la forma adecuada, protege contra las
ETS.
Es una cúpula circular pequeña y delgada de silicona que se introduce en la vagina tapando el
cuello del útero. Debe colocarse antes de la penetración para evitar que el esperma avance en
el interior de la mujer. El médico determinará cual es el capuchón adecuado para cada mujer,
ya que puede tener distintos tamaños.
Este método se debe acompañar con el uso de espermicidas para disminuir la probabilidad de
embarazo, y tiene que permanecer en la vagina después de la relación sexual, durante unas 6
a 8 horas.
Sin embargo, hay que retirarlo antes de que hagan las 48 horas y proceder a su correcta
limpieza. Son parecidos al diafragma, pero más pequeños, rígidos y menos perceptibles.
Ventajas: no ocasiona los síntomas secundarios ni el peligro que puede tener para las mujeres
la administración de hormonas, además, usándolo con espermicida tiene una efectividad del
92-96% aproximadamente. Si se cuida bien, puede llegar a durar 2 años ya que son
reutilizables durante este periodo.
Desventajas: hay que aprender a colocarlo, siendo algo tedioso para algunas mujeres que no
conocen bien su cuerpo. Cuando se aumenta o disminuye mucho de peso o después de haber
tenido un bebé, es posible que haya que cambiar el capuchón por otro de distinto tamaño. No
protege de las enfermedades de transmisión sexual.
Diafragma
Es una copa flexible de látex o goma suave que se inserta en la vagina (no muy
profundamente) antes del coito e impide que el semen llegue al útero haciendo de barrera. Al
igual que los capuchones, el diafragma debe utilizarse conjuntamente con un espermicida.
Desventajas: hay que introducirlo y retirarlo después de cada relación sexual, y puede que se
tenga que cambiar después de embarazos o de perder o ganar peso.
DIU
Es un pequeño dispositivo en forma de “T” que puede ser de cobre o de plástico, y que se
introduce en el útero con la ayuda de un profesional.
Actúa liberando una pequeñísima cantidad de cobre en el útero, que evita que el óvulo
fecundado se implante en el útero o simplemente deteniendo el avance del esperma. Hay otro
tipo que libera progesterona poco a poco, llamado Sistema Intrauterino o SIU.
Según UW Heath, este método está cada vez es más extendido por ser el más eficaz
controlando la natalidad de forma reversible (más del 99%). Actualmente son seguros y pueden
ser efectivos a muy largo plazo (de 5 a 10 años).
Existen distintos tipos y tamaños. Por ejemplo, los que contienen más cobre son los que tienen
más efectividad protegiendo a la mujer contra el embarazo.
Ventajas: tiene alta efectividad, no requiere estar atenta a él cada día o cada vez que se tienen
relaciones, ya que se coloca una vez y su acción puede durar mucho tiempo. Además, ya
hacen efecto desde el primer momento en el que se introduce. En cuanto se retira también se
vuelve enseguida a los niveles normales de fertilidad.
Consiste en un anillo pequeño, delgado y flexible que se inserta en la vagina y libera las
hormonas durante 3 semanas. A la 4 semana se retira para la menstruación y luego, a los 7
días, se vuelve a introducir uno nuevo.
Ventajas: tiene una eficacia del 99%, no requiere estar atento a ello cada día ni antes de cada
relación sexual y puede aliviar los síntomas premenstruales y el malestar y dolor del período.
Espermicidas
Es una sustancia tiene la función de destruir a los espermatozoides. El agente más habitual es
un producto químico llamado nonoxinol-9 (N-9) y se puede utilizar sólo o junto a otro método
para hacerlo más efectivo.
Ventajas: es un método poco invasivo para el organismo si lo comparamos con las hormonas,
y tiene un efecto a corto plazo.
Desventajas: puede ser poco efectivos por sí solos y pueden ocasionar alergias o vaginitis.
Esponja con espermicida
Funciona de forma que la esponja bloquea la entrada del esperma en el interior de la vagina,
asegurando la muerte de los espermatozoides a través del espermicida. La esponja debe
permanecer al menos 6 horas sin retirarse, y luego se tiene que sacar antes de 30 horas.
Ventajas: no tiene ningún problema para la salud de la mujer ni los síntomas secundarios que
pueden causar las hormonas.
Desventajas: hay que introducirlo y retirarlo en cada uso, puede causar irritación vaginal y
puede que sea necesario utilizar un lubricante durante el acto sexual.
Métodos naturales
La mujer debe mantener un registro diario estricto de sus señales de fertilidad como la forma de
sus fluidos, su temperatura o los días del mes. Aproximadamente, se puede tardar de 3 a 6
meses (o ciclos menstruales) para aprender bien los métodos. Este aprendizaje suele llevarse
a cabo por un profesional de la salud.
Sin embargo, es importante saber que las señales de fertilidad se pueden alterar por algunos
factores como enfermedades, cambios de ambiente o de rutina o periodos estresantes.
En este método se atiende a los ciclos hormonales para encontrar los días del mes en los que
se es más o menos fértil, aprovechando los días de poca infertilidad para practicar relaciones
sexuales.
El ciclo menstrual dura desde el primer día de la menstruación hasta el día antes del siguiente
periodo, siendo normalmente de 28 días aproximadamente.
Sobre la mitad del ciclo menstrual, se produce la ovulación, que es periodo de máxima
fertilidad. En este momento, una mujer podría quedar embarazada fácilmente, teniendo en
cuenta que los espermatozoides pueden vivir en el interior del cuerpo de una mujer durante 7
días como máximo.
No se recomienda que este método se utilice por sí sólo para evitar el embarazo, sino que se
tiene que combinar con los otros dos de abajo.
Si transcurren 3 días en los que la temperatura es superior a los 6 días anteriores, es probable
que ya pueda practicar relaciones sin peligro de embarazo.
Otra señal es que existen cambios en la cantidad y consistencia de la mucosidad liberada por
el cuello uterino en los diferentes momentos del ciclo menstrual. Para comprobarlo, se puede
introducir un poco el dedo medio en la vagina y examinar el flujo.
Los primeros días después del periodo, la vagina está más seca y casi no puede percibirse el
moco.
Sin embargo, a medida que se acerca la ovulación, el nivel de hormonas sube y el flujo
producido suele ser más pegajoso y blanquecino al principio; para después volverse más
húmedo, transparente y resbaladizo, indicando el nivel máximo de fertilidad.
Cuando esta etapa ha pasado y el moco vuelve a ser más espeso y pegajoso, indicaría que
está llegando el periodo no fértil.
Para controlar esto mejor, se pueden utilizar gráficos de fertilidad incluso aplicaciones web para
registrar la información combinada de los tres métodos.
Retirada
O marcha atrás, que consiste en colocar el pene fuera de la vagina antes de que se produzca
la eyaculación. Este método puede ser peligroso ya que no sólo existen espermatozoides en el
semen durante la eyaculación, sino que también pueden estar en el líquido preseminal que
libera el hombre antes de eyacular.
Higgings & Wang (2015) evaluaron a 3517 jóvenes sexualmente activos, de unos 15 a 24 años,
una edad en la que se está en riesgo de un embarazo no deseado. Encontraron que el 14% de
las mujeres y el 17% de los hombres indicaron que usaban este método alguna vez, mientras
que el 7% y el 6% respectivamente, dijeron que sólo utilizaban la marcha atrás.
Además, los jóvenes que solían usar este método también tenían actitudes hacia el embarazo
más positivas que otros, o pensaban que los preservativos reducían el placer sexual.
Este método es utilizado en los primeros 6 meses después de haber dado a luz, cuando las
mujeres están en periodo de amenorrea o ausencia de menstruación que transcurre de forma
natural durante el periodo de lactancia. En este momento, la mujer es infértil, pero volverá a
serlo cuando acabe ese período.
Además, resulta mucho más efectivo si la mujer va controlando su fertilidad gracias a los
métodos que anteriormente señalamos.