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1. Analiza los trastornos disociativos y Somatoformes referido en el texto básico


capítulo 5, 6, 7, 8 página 172- 322 y elaboración un portafolio virtual con los
aspectos presentados en estos capítulos.

Los trastornos somatomorfos,

Son un grupo de enfermedades caracterizadas por molestias diversas, en mayor o


menor grado difusas, que aquejan al paciente pero que no pueden ser explicadas
por la existencia de una lesión orgánica, o al menos no de manera suficiente y
concluyente.

Los pacientes suelen insistir en la presencia de síntomas físicos


como dolor, inflamación, náuseas, vértigo, debilidad o lesiones, pero niegan tener
problemas psiquiátricos, acompañado de demandas persistentes de exámenes y
pruebas diagnósticas a pesar de que los hallazgos continuamente resultan
negativos y de la garantía de los tratantes que los síntomas no tienen justificación
orgánica. La sensación física reportada por los pacientes con trastornos
somatomorfos no es ficticia o inventada, es sintomatología real que no tiene
explicación o causa física.

La fisiopatología de la somatización y el trastorno somatomorfo, permanecen


desconocida. Los trastornos somatomorfos primarios pueden estar asociados con
una mayor conciencia de las sensaciones corporales normales que puede verse
aunado con un sesgo cognitivo durante la interpretación de cualquier síntoma físico
como indicio de una enfermedad médica inminente.

Los trastornos somatomorfos pueden presentarse bajo una variedad de


síntomas, por ejemplo:
Respiratorios: el paciente puede referir un sentimiento de asfixia o dificultad
respiratoria, sensación de presión cardiovascular y sensación de ansiedad en el
pecho y taquicardia.

Tracto gastrointestinal: dispepsia y síndrome del intestino irritable, con náuseas,


hinchazón, dolor abdominal, heces irregulares, etc.

Ginecológicos: dolor pélvico crónico, dolor abdominal bajo, incluyendo el sacro.

Urología: vejiga, próstata y/o uretra irritable, aumento en la frecuencia de las


micciones, dolor al orinar, sensación de dificultad para orinar.
Dolor persistente, sin correlacionar con los hallazgos de la exploración física.

Síntomas.
Las personas con trastorno somatomorfo están preocupadas por sus síntomas
físicos, sobre todo por lo graves que puedan ser. Para estas personas, los
problemas de salud ocupan el centro de su vida y en ocasiones llegan a absorberla.

Los síntomas físicos comienzan generalmente antes de los 30 años de edad, a


veces durante la infancia. La mayoría de las personas presenta muchos síntomas,
pero algunas presentan un único síntoma grave, por lo general el dolor. Los
síntomas pueden ser específicos (como dolor abdominal) o vagos (como la fatiga).
En el trastorno de somatización la preocupación puede centrarse en cualquier parte
del cuerpo.

La persona se preocupa en exceso por los síntomas y sus posibles consecuencias


catastróficas. Su preocupación es desproporcionada en relación con los síntomas.
La gente puede interpretar sensaciones o molestias normales, como los ruidos
estomacales, como un trastorno físico. Tienden a pensar lo peor de los síntomas
que experimentan. Los propios síntomas o la excesiva preocupación por ellos es
angustiosa o perturba todos los aspectos de la vida cotidiana. Algunas personas se
deprimen.

Las personas afectadas pueden llegar a desarrollar dependencia de los demás,


exigir ayuda y apoyo emocional y enfadarse si tienen la sensación de que no se
presta atención suficiente a sus necesidades. También pueden amenazar con
suicidarse, o intentarlo. Cuando su médico trata de tranquilizarles, a menudo
piensan que no se está tomando en serio sus síntomas. A menudo, están
descontentas con la atención médica que reciben y suelen cambiar de un médico a
otro o someterse a tratamientos por parte de varios médicos al mismo tiempo.
Muchos no responden al tratamiento médico, que puede incluso empeorar los
síntomas. Algunos parecen extremadamente sensibles a los efectos secundarios de
los fármacos.

La intensidad y la persistencia de los síntomas pueden reflejar un fuerte deseo de


ser cuidado. Los síntomas pueden ayudar a las personas a evitar responsabilidades,
pero también pueden impedir que disfruten de actividades, actuando como un
castigo, lo que sugiere que pueden existir sentimientos subyacentes de falta de valía
y culpa.

Los síntomas pueden remitir o empeorar, pero suelen persistir y es infrecuente que
desaparezcan por completo durante periodos prolongados.
Diagnostico

Los médicos diagnostican el trastorno cuando aparecen las características


siguientes:

1. La persona presenta síntomas que le preocupan en exceso y/o perturban su


vida diaria.
2. Piensa constantemente en la posible gravedad de sus síntomas
3. Se siente extremadamente preocupada por su salud o por sus síntomas
4. Invierte una cantidad excesiva de tiempo y energía en los síntomas o en
problemas de salud

Para determinar si los síntomas se deben a un trastorno físico, los médicos llevan a
cabo una exploración a fondo y a menudo solicitan pruebas.
El trastorno somatomorfo se puede distinguir de otros trastornos de salud mental
similares por sus múltiples y persistentes síntomas y por los pensamientos y
preocupaciones excesivos que les acompañan.

Este trastorno se puede pasar por alto en las personas mayores debido a que ciertos
síntomas, como la fatiga o el dolor, se consideran parte del envejecimiento o debido
a que la preocupación acerca de los síntomas se considera comprensible en las
personas mayores, que suelen presentar varios problemas médicos graves y toman
muchos medicamentos.

Tratamiento

Incluso cuando la persona mantiene una buena relación con su médico de cabecera,
a menudo se la suele derivar a un psiquiatra. La psicoterapia, en particular la terapia
cognitivo-conductual, es el tratamiento más eficaz. Si existe depresión, es preciso
tratarla.

A las personas con este trastorno les beneficia mantener una relación de apoyo y
confianza con un médico.

Los trastornos disociativos:

Los trastornos Disociativos, se definen como todas aquellas condiciones


patológicas que conllevan disrupciones o fallos en la memoria, conciencia, identidad
o percepción.
La amnesia disociativa, es la inhabilidad de recordar la información personal
importante, generalmente de una naturaleza traumática o estresante, (DSM IV) pero
más de lo que caracterizaríamos como una falta de memoria ordinaria. No es
debida, por supuesto, a un trauma físico, al uso de droga, o a una dolencia. En su
lugar, es debido a la capacidad que esta gente tiene de enfocar de lejos ciertas
memorias que le molestan.

La fuga, es la amnesia acompañada por un viaje repentino lejos del refugio de una
persona.

El trastorno de despersonalización, se caracteriza por una sensación persistente


o recurrente de estar separado de los propios procesos mentales o del propio
cuerpo. Las personas que padecen este trastorno dicen sentirse como si estuvieran
mirando sus vidas desde fuera de sus cuerpos, como si vieran una película.

El trastorno de identidad disociativo conocido anteriormente como trastornos de


personalidad múltiple es la manifestación más severa y más crónica de la
disociación, caracterizado por la presencia de dos o más estados de personalidad
o identidades diferentes que, recurrentemente, toman el control del
comportamiento del individuo, acompañado por una incapacidad para recordar
información personal importante que es demasiado amplia para ser explicada por el
olvido ordinario.
Bajo el término trastornos disociativos se agrupan una serie de síntomas como:

 la amnesia

 la despersonalización

 la desrealización

 la alteración de la identidad

 la absorción.

Característica clínica de los trastornos dispositivos

La característica esencial de los trastornos disociativos es la perturbación de la usual


integración de funciones de la consciencia, memoria, identidad y percepción. El trastorno
puede ocurrir de forma súbita o gradual, transitoria o crónica.
La amnesia disociativa se caracteriza por una incapacidad para recordar
información personal importante, generalmente de naturaleza traumática
o estresante. Es tan predominante que no se puede explicar como un olvido
ordinario.

Esta amnesia puede ser de cinco tipos:

Localizada: de un periodo específico de tiempo.

Selectiva: de un evento específico en un periodo de tiempo determinado.

Generalizada: de toda la vida.

Continua: de eventos subsecuentes a un momento específico, incluyendo el


presente.

Sistematizada: de ciertas categorías de información.

Etiología de los trastornos disociativos.


Se sabe que estos trastornos disociativos son más frecuentes entre personas que
han afrontado serias adversidades. Es las interacciones de factores
biopsicosociales y no una sola variable lo que explica la aparición y mantenimiento
de los trastornos disociativos.

Tratamiento de los trastornos disociativos.


Muchos de los síntomas de los trastornos disociativos desaparecen con el
tratamiento de los trastornos mentales subyacentes o con el cambio de las
circunstancias vitales ante las cuales se presenta el problema. Entre las técnicas
que se han sugerido para síntomas particulares destacan: el caso de
la despersonalización: que el paciente establezca contacto físico con alguien de su
contexto inmediato, se concentre en una actividad como leer, conversar o
ejercitarse, que recuerde eventos positivos o visualice un lugar seguro.
2. Realizar un cuadro o esquema sobre los trastornos disociativos y somatoformes.

Los trastornos disociativos. Los trastornos somatoformes

Trastorno de somatización; El aspecto definitorio


1. La amnesia de disociativa amnesia psicógena; Se
del trastorno de somatización según el DSM-IV-TR
caracteriza por una incapacidad para recordar
es la presencia de un patrón de síntomas somáticos
información personal importante.
múltiples y recurrentes que sucede a lo largo de un
2. La fuga disociativa fuga psicógena; Se caracteriza periodo temporal de varios años y que se inicia
por un viaje repentino e inesperado lejos del hogar o del antes de los 30 años.
trabajo, acompañado por una incapacidad para recordar
su pasado y confusión sobre la identidad personal o la Trastorno somatoforme indiferenciado; Para el
asunción de una nueva identidad. DSM-III-R era una categoría para los cuadros
clínicos que no reunían los criterios completos para
3. El trastorno de despersonalización; Se caracteriza el trastorno de somatización.
por una sensación persistente o recurrente de estar
separado de los propios procesos mentales o del propio Hipocondría; La sintomatología esencial de la
cuerpo. hipocondría según el DSM-III-R es la preocupación,
4. El trastorno de identidad disociativo; Conocido miedo o creencia de tener una enfermedad grave a
anteriormente como trastornos de personalidad múltiple partir de la interpretación personal de los signos o
es la manifestación más severa y más crónica de la sensaciones físicas.
disociación, caracterizado por la presencia de dos o
más estados de personalidad o identidades diferentes Trastorno de conversión: En el DSM-III-R se
que, recurrentemente, toman el control del contemplaba una concepción muy amplia del
comportamiento del individuo, acompañado por una síntoma de conversión, pues incluía tanto los que
incapacidad para recordar información personal sugerían un daño neurológico parálisis como los que
importante que es demasiado amplia para ser explicada afectaban al sistema vegetativo vómitos y al
por el olvido ordinario. endocrino embarazo fantasma.

Trastorno dismórfico corporal; la característica


esencial de este trastorno es la preocupación
excesiva por alguna anomalía física leve o
inexistente.

3. Valorar los factores emocionales ligados a los diferentes trastornos de la


conducta alimentaria.

Los trastornos de la conducta alimentaria son considerados y tratados como


enfermedades y se caracterizan porque las personas afectadas desarrollan
alteraciones anormales en sus hábitos alimentarios y en su estado de nutrición. Se
encuentran íntima mente relacionados con problemas psicológicos.

Los trastornos alimenticios más comunes son la anorexia nerviosa y la bulimia


nerviosa más conocidas como anorexia y bulimia. Pero existen otros trastornos
relacionados con la alimentación que se están volviendo más comunes, como
el trastorno por atracón, los trastornos relacionados con la imagen corporal o las
fobias a determinados alimentos.

ANOREXIA
La anorexia se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de alimentos
indicada para el individuo en relación con su edad, estatura y necesidades vitales.
Esta disminución no responde a una falta de apetito, sino a una resistencia a
comer, motivada por la preocupación excesiva por no subir de peso o por reducirlo.
Las personas que padecen anorexia sienten un miedo real a engordar y tienen una
imagen distorsionada de las dimensiones y la forma de su cuerpo. Es por esto que
no pueden mantener un peso corporal normal.
Los adolescentes con anorexia pueden tener un miedo intenso a aumentar de peso
y tienen una imagen distorsionada de su propio cuerpo el espejo los engaña y se
ven mucho más gordas de lo que están. Esto los conduce a disminuir la ingesta de
alimentos haciendo dieta, ayuno o ejercicio físico excesivo. Apenas comen y lo poco
que ingieren se convierte en una obsesión.

BULIMIA.
La palabra bulimia significa hambre de buey, es diferente a la anorexia porque la
persona que solo es bulímica se ve aparentemente normal, no evita comer delante
de otras personas, todo lo que hace para evitar subir de peso lo hace a escondidas
y es difícil para las amigas o la familia darse cuenta.

En el caso de la bulimia, quien la padece se da grandes atracones de comida come


en exceso con sensación de pérdida de control y después trata de compensarlo con
medidas drásticas, como el vómito inducido, consumo abusivo de laxantes,
diuréticos o enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno prolongado.
Esta excesiva alimentación puede alternarse con dietas extremas que traen como
consecuencia fluctuaciones de peso dramáticas. Las repetidas purgas traen consigo
un peligro muy serio a la salud física, incluyendo la deshidratación, el desequilibrio
hormonal, el agotamiento de minerales importantes y el daño a los órganos vitales.

TRASTORNO POR ATRACÓN.


Este trastorno alimenticio es similar a la anorexia y la bulimia en que la persona se
da atracones regulares más de tres veces por semana. Pero, a diferencia de los
otros trastornos alimenticios, las personas con este trastorno no
intentan compensar el exceso con purgas. Por eso, quien padece de este problema
generalmente está pasado/a de peso.

La anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón implican patrones de alimentación


no saludables que comienzan de manera gradual y llegan al punto en que la persona
no logra controlarlos.

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