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NEUROPLASTICIDAD Y EL MÉTODO FELDENKRAIS

Entiendo que no sea fácil justificar la aplicación del método Feldenkrais en los Enfermos
Vasculares Cerebrales (EVC) a los neurólogos de la Fundación. Creo que los profesionales de
Feldenkrais deberíamos estar mejor informados y formados sobre lo que en estos últimos
cinco años se está evidenciando y demostrando a través de la neuroimagen del cerebro en
cuanto a la conducta, trastornos psicológicos, lesiones cerebrales y las novedades de cómo
realmente aprendemos, es decir, cómo aprende nuestro cerebro.

Se está abriendo un nuevo camino sobre el que se basa nuestro método (Feldenkrais), sin
embargo los profesionales que nos dedicamos a ello con mayor o menor empeño le estamos
prestando poca atención o no la atención que se merece: la Neuroplasticidad o la capacidad
del cerebro de cambiarse a sí mismo. Obviamente, si facilitamos que así sea, que se produzcan
cambios reales y no bálsamos más próximos a la fe que a la ciencia e incluso tomar la ciencia
como placebo en el mejor de los casos. Entender que no debemos ser ajenos a estas
novedades ya que mucho tienen que ver con Feldenkrais y puede que hasta llegue a replantear
en algunos aspectos su práctica, la individual como maestros y la que aplicamos a nuestros
alumnos.

Desde hace tres años (2007) vengo aplicando los principios de la Neuroplasticidad de forma
satisfactoria, con niños en Colima (México), con adultos con Parkinson, Esclerosis Múltiple,
Hemiplejias y otros tipos de afecciones Neurológicas con manifestaciones motoras en sesiones
individuales, lo que llamo Integración Sensorio-motora (ISM) y en con docentes, maestros,
educadores, psicólogos, pediatras, fisioterapeutas además del público general en las clases en
grupo, lo que llamo Reeducacion Neuromotora (RNM)

Ojalá que poco a poco hayan más iniciativas que asocien la Neuroplasticidad con Feldenkrais
en cursos y en las sesiones individuales que impartimos a nuestros alumnos. He escuchado a
Elizabeth Beringer (formadora fiable como pocos de Feldenkrais) en la Conference anual 2010
organizada por el Feldenkrais Guild of North America. Así que te animo a que investigues al
respecto y puedas organizar algún curso en breve incluso dirigido a otros profesionales de
Feldenkrais en México. Yo lo vengo aplicando desde hace bastantes años, como te decía, pero
desde hace tres ya lo menciono abiertamente, es decir, totalmente asociado:
Neuroplasticidad, aprendizaje y movimiento. Hay que trabajárselo puesto que la
Neuroplasticidad aplicada en Feldenkrais puede y debe ser dirigida no sólo a niños (con un
cerebro más plástico) sino a adultos en los que aparecen otras dificultades si no se entienden
el concepto de plasticidad del cerebro.

Puedo imaginarme fácilmente a Moshé entusiasmado y al corriente de todos estos hallazgos


científicos que manifiestan un gran avance en cuanto a la naturaleza humana, sus orígenes y
evolución y recursos científicos asumibles por nuestro Método.

Si echas un vistazo a los matices verás que en el mundo profesional de Feldenkrais (sean
formadores o profesores) en realidad se usa un enfoque Cartesiano-inconsciente (como
argumenta Damasio en un aspecto y en otro F.J. Rubia) en lugar de Espinosiano o, como
Dennis Leri en un lúcido y largo artículo expone, de estilo Heinz Von Foerster, científico
cibernetista y amigo personal de Moshé Feldenkrais y perteneciente a la línea de la escuela de
Chile de Francisco Varela y Humberto Maturana. De estos dos últimos neurobiólogos ya sabes
lo mucho que influyeron en el Método proponiendo una nueva visión revolucionario en los
años 60 acerca de cómo debe investigarse en ciencia, de qué manera afecta el observador en
lo observado, etc.
Según los dos primeros investigadores que te comento en este párrafo (Damasio y Rubia), se
presume de tener superada la dualidad cartesiana sin embargo por costumbre, por hábitos
culturales asumidos se trabaja, se piensa y se investiga todavía bajo la influencia de esa
dicotomía. Por eso tantos maestros de Feldenkrais lo usan como terapia y fisioterapia en lugar
de cómo un sistema de aprendizaje o reaprendizaje neuromotor.

Este enfoque inconsciente-mecánico-subliminal, pero sin duda dualista, a mi criterio se pone


de manifiesto por los soportes en los que se apoyan para complementar al Método
Feldenkrais. No estoy muy seguro de que Feldenkrais necesite de algunos de esos soportes ya
que pienso que se vale por sí mismo sin requerir de tintes que le cambien el color. Con veinte
años de práctica todavía me siento un principiante. Pero lejos de parecer ortodoxo o puritano
sabes que suelo beber de fuentes de naturaleza pluridisciplinar que no son propias de
Feldenkrais, no obstante siempre relativas directas o indirectamente con el aprendizaje. Creo
que en esencia de eso se trata nuestro Método, del aprendizaje, o por lo menos es por donde
más me decanto como Educador y profesional del Método.

Diferenciaría entre técnicas y/o sistemas que pretenden complementar para venderlo mejor al
público y recursos que son enriquecidos por la práctica del Método. Es decir, diferenciaría
entre complementar y enriquecer. Me quedo con lo segundo. Es una opción personal y creo
que de rigor profesional. En esta línea me llama la atención tenaces y profundos trabajos en
Neurociencia que se vienen realizando por auténticos aventureros de la Neuroplasticidad
desde hace unos 30 años (Moshé fue un auténtico aventurero), por neurólogos y que más
abajo te menciono alguno. Por fin se han reconocido y aceptado a pesar de que los
ultraconservadores de la neurología desacreditaban sus experimentos y hallazgos y
bloquearon su difusión. Hay que saber que algunos de estos hallazgos hoy ya aceptados
universalmente en ciencia están en consonancia con la base científica del Método y que
algunos de ellos Moshé ya intuyó en su momento e incluso expuso, y dejó que su Método se
empapara de ellos para enriquecerlo y enriquecerse. De hecho Feldenkrais no sería posible sin
la capacidad plástica de aprendizaje del cerebro y él lo demostró en sus abordajes. Recuerda
el libro The case of Nora que sin contar con la plasticidad del cerebro, a todas luces, no habría
sido posible resolver del modo que va explicando la evolución de su paciente o alumna.

Así pues, te doy mi opinión y experiencia para que, si te parece oportuna, en ese interesante
proyecto que me has comentado puedas argumentar de forma convencida que,
efectivamente, Feldenkrais puede ayudar y mucho a los afectados por enfermedades
vasculares cerebrales (EVC). En caso de prosperar el proyecto iremos profundizando y
ampliando ya que hay muchos aspectos y matices que no vienen a colación en este momento.
Expongo una versión resumida acerca de qué fundamentos puede trabajar el método
Feldenkrais en los EVC. Cómo articularlos se verá cuando el proyecto se haga realidad. Sólo te
menciono que considero importante y quizás Feldenkrais no tuvo muy presente, algo que
luego, sobre el terreno, te expondré de forma más extensa y precisa. Me refiero a un aspecto
fundamental también aplicable con buenos resultados en los casos de EVC y en espectros de
ciertos trastornos. Se trata de algo relacionado con la neurosociología: Todos desarrollamos
patrones de comportamiento según la propia imagen, que es una imagen corporal y social
simultáneamente. Los afectados de EVC también, indiscutiblemente, tienen una propia
imagen, quiere decir que trabajando aspectos concretos de socialización o relación con el
entorno o reeducación de dichos patrones motores pueden mejorar sus síntomas.
Bien, empecemos por el principio. Quizás la mejor definición que he encontrado en los últimos
20 años del método Feldenkrais es: un sistema de reeducación neuromotora (RNM). ¿Y cómo
se reeduca? Mediante la toma de conciencia a través del movimiento (TCM). Es decir,
prestando minuciosa atención a lo que se hace, en palabras de Michael Merzenich, el
prestigioso neurólogo y posiblemente quien más sabe acerca de la plasticidad del cerebro.
Prestando minuciosa atención activas aquellas áreas del cerebro en que el aprendizaje es más
profundo, estable y a largo plazo. Se activa la fisiología del aprendizaje y se corporeiza el
aprendizaje.
Hay que saber mínimamente qué ocurre en el cerebro porque sino no estamos haciendo
Feldenkrais o se hace un Feldenkrais epidérmico. Se hacen puros ejercicios físicos de poco
alcance en los beneficios y ningún aprendizaje neuromotor ni afectación al sistema cognitivo ni
límbico (emociones). Cuando Moshé Feldenkrais hacía mención de que no quería cuerpos
flexibles sino mentes flexibles probablemente estaba haciendo mención a la neuroplasticidad,
esto es, a la capacidad que tiene el cerebro de cambiarse a sí mismo, de reorganizarse. Lo más
accesible que he leído acerca de la neuroplasticidad ha sido el libro The brain that changes
itself, de Norman Doidge. Y en él se pueden encontrar las razones por las que un método como
Feldenkrais puede ayudar a pacientes con EVC y lesiones cerebrales. Norman Doidge,
psiquiatra psicoanalista que aplica terapias basadas en la neuroplasticidad, también
recomienda la práctica de Feldenkrais para que se produzcan cambios reales en el cerebro:
www.feldenkraiscentre.com/Doidge%20article.pdf

Michael Merzenich conoce el método Feldenkrais, lo practica y lo avala. Se puede ver en una
entrevista que hace a Anat Baniel en el que aparecen ambos en:
http://www.youtube.com/watch?v=BHxMjkuumEE
Karl Pribram, indiscutible eminente neurólogo y amigo personal de Feldenkrais en sus tiempos,
también avala la práctica con frases como: Feldenkrais no es simplemente mover los músculos
por aquí y por allá, sino que produce cambios en el cerebro. Fíjate bien......, dice que la práctica
de Feldenkrais cambia cosas en el propio cerebro. Y esa es la clave: cambiar cosas en el
cerebro. Especialmente es la clave para tratar las lesiones cerebrales. En eso están de acuerdo
todos los neurólogos "neuroplásticos," como Álvaro Pascual Leone, amigo y colega de Michael
Merzenich y del que basándose en sus investigaciones acerca del aprendizaje la Fundación
Guttmam de Barcelona (prestigioso centro de rehabilitación de afecciones neuromotoras)
tratan a personas con lesiones medulares y cerebrales. Un interesante enlace donde
M.Merzenich y Pascual Leone dialogan acerca de la neuroplasticidad:
http://www.youtube.com/watch?v=A993Fl13mK4

Estos acreditados e ilustres neurólogos no tienen un método propio de rehabilitación o, mejor


dicho, reeducación, pero sus principios e investigaciones sí que son aplicables. Y todas son
compatibles y enriquecen el método Feldenkrais e incluso diría que ya las aplicaba, por lo
menos las más importantes. Se tiene que hacer un trabajo meticuloso de “traducción” para
incluirlos en el Método. Hay que ser precisos.
Merzenich ha desarrollado su propia técnica, no obstante trabaja las áreas cognitivas del
cerebro, especialmente el área auditiva. Visita Wikipedia donde encontrarás que M. Merzenich
y Norma Doidge apoyan al método Feldenkrais:
http://en.wikipedia.org/wiki/Feldenkrais_Method.
Si sigues la búsqueda por Internet encontrarás al propio Merzenich practicando Feldenkrais en
un curso de Anat Baniel y haciendo una lúcida exposición acerca de la estructura evolutiva del
pie humano y su función. Ya sabes que ahora en ciencia no se pregunta por qué, sino para qué
sirve y en esa línea disfrutarás de la exposición de Merzenich.
Quiero insistir en algo importante, y es que en el contexto neuroplástico es más práctico y real
darlo a conocer Feldenkrais como un sistema de reeducación neuromotora, en lugar de como
educación somática. Es importante no confundir la interesante teoría de los Marcadores
Somáticos del laureado neurobiólogo Antonio Damasio y su esposa Hanna Damasio. Si te
entretienes en averiguar qué es esto último verás que nada tiene que ver con semejante
gazapo (la educación somática).

Reeducación neuromotora, en el contexto de la neuroplasticidad, quiere decir que tiene la


capacidad de crear nuevos mapas motores (asociaciones neuronales –Joaquín Fuster- o nuevos
módulos funcionales –Gerald Edelman) a los que se usaban previo a la lesión cerebral o
medular. Es decir, que si la señora X tomaba café usando una circuitería neuronal relativa a la
función motora de su mano y brazo derecho, después de tener una lesión en esa región del
lóbulo izquierdo que deja inservible parte de esa circuitería que usaba para tomar el café,
podrá volver a tomar el café con su mano y brazo derecho si conseguimos y consigue la Sra. X
abrir, crear, otra circuitería, otra asociación o asambleas neuronales, que haga la misma
función. No hay que enseñarle o que aprenda a tomar el café con su mano izquierda, la no
afectada. En absoluto. Lo que es posible hacer es recuperar tantas funciones como se puedan
de la mano derecha o afectada por la lesión cerebral de parte del hemisferio izquierdo. Para
volver a utilizar su mano derecha no se necesita un milagro, sino un proceso de reeducación
preciso, crear nuevas conexiones ya que las que tenía para hacer ese gesto según el patrón
aprendido (tomar café) están afectadas y son inservibles para el resto de sus días: han muerto
y no pueden resucitarse. Están investigando con las neuronal stem cells (neuronas madre) para
poder sustituir las neuronas afectadas por otras nuevas y así poder restablecer las funciones
perdidas, pero todavía está en pañales dichas investigaciones aunque son prometedoras. Estas
neuronal stem cells se han encontrado en la médula, en alguna estructura del sistema límbico
(el que procesa las emociones) y otras áreas que procesan el movimiento y van a ver si son
injertables en zonas que estén lesionadas. De todos modos, si pudieran injertar o trasplantar
esas neuronas madre se requeriría de todos modos de reeducación o tratamiento para que
funcionaran sobre la función afectada. Por lo que, a día de hoy, sigue siendo la mejor opción
encontrar nuevas redes neuronales que recuperen o reaprendan la función atenuada o
eliminada. Es curioso que una de las formas para ayudar el crecimiento de estas neuronas
madre es una determinada actividad física, aprender nuevas habilidades y provocar que se
reproduzca una situación de aprendizaje, es decir, cuando aprendemos algo nuevo: la
liberación de Brain derived neurotrophic factor (BDNF). Esta liberación química se libra en el
organismo en los momentos de mayor disposición orgánica de aprendizaje llamados periodos
críticos. Rita Levi Montalcini, la vieja y prestigiosa neuróloga italiana recibió el Premio Nobel
por este hallazgo.

Sobre estos principios sí que hay un neurólogo clínico también muy reconocido que tiene su
propio método: Edward Taub. Este hombre trabaja en una clínica universitaria de
rehabilitación-reeducación de lesionados cerebrales. Es fantástico lo que este investigador
clínico y su equipo consiguen. El caso es que su práctica encaja con la línea de Feldenkrais y yo
la voy aplicando cuando tengo ocasión. Este investigador se basa en el learned nonuse, es
decir, cuando una persona tiene una lesión cerebral y pierde las funciones motoras de un
miembro del lado derecho o izquierdo hay un proceso neurológico en que se aprende a no
usar el miembro afectado. Esto es muy curioso e interesante, es decir, que no puede mover el
miembro porque la zona del cerebro que está lesionada está resentida por el accidente y
cuando ha cicatrizado, después de un tiempo, podría reeducarse para volver a recuperarla
poco a poco, pero no lo hace porque el organismo ha aprendido a no usarla y además las
funciones que hacía con ese miembro ahora inactivo (comer, sonarse los mocos, rascarse
cuando le pica un mosquito, peinarse, etc) empieza a aprender con el miembro del otro lado,
por lo que el afectado queda irremisiblemente inerte. Ante esta situación ha creado su
método: Constraint Induced Movement Therapy, que consiste grosso modo en restringir,
evitar, el uso del miembro que no está afectado por la lesión cerebral para "obligar al cerebro"
a crear nuevas vías neuronales de reeducación funcional para recuperar el uso del miembro
afectado y está obteniendo unos resultado asombrosos de entre el 70 y el 80% de
restablecimiento de la funcionalidad perdida comprobado por neuroimagen. Con esa
reeducación (aunque lo llamen rehabilitación se trata en realidad de una reeducación:
aprender a hacer lo mismo pero de otro modo) lo que hacen, como te decía más arriba, es
activar nuevas asociaciones neuronales para el restablecimiento de la actividad. Se ha
descubierto que la capacidad de supervivencia del cerebro es mucho mayor de lo que se creía
y ante la necesidad él mismo se reorganiza y busca las vías para que el organismo funcione de
la forma más digna que es capaz. Lo asombroso es lo siguiente: El cerebro busca nuevas rutas
y se reorganiza a sí mismo. Es él el que hace el trabajo, nosotros lo único que hacemos es
aplicar un buen sistema de reeducación para facilitar que el cerebro haga su tarea:
reorganizarse. Lo realmente complicado y delicado y en lo que tenemos una gran
responsabilidad con nuestros alumnos es que no es fácil aplicar este principio en nuestros
pacientes o alumnos: traducirlo al método Feldenkrais. Hay que tener una precisión y una
capacidad de interactuar con el paciente determinada.
No se sabe cómo nuestro cerebro lo consigue, pero se sabe de forma muy clara y con
neuroimágenes que lo hace. Al respecto, uno de los artículos que traduje en mi web escrito
por Elizabeth Beringer habla de esas experimentaciones. Todo esto entra dentro de la filosofía
o línea de investigación del darwinismo neuronal, como lo ha llamado Gerald Edelman (premio
Nobel), otro neurocientífico experto en la conciencia, también muy útil para la aplicación de
Feldenkrais.

Te pongo un ejemplo que viví acerca de la aplicación de la línea de Taub. En Colima (México)
vimos a un chaval de 18 años con una lesión cerebral por traumatismo en un accidente de
coche desde hacía dos años. Él era diestro y su lado derecho estaba afectado, inerte, ya que el
golpe fue en el lado izquierdo de su cabeza, apenas se apoyaba con el pie derecho en el suelo y
su mano derecha casi inservible. Trabajamos varias funciones en su lado derecho del brazo y
mano y respondió bastante bien ya a la primera sesión, especialmente a la espasticidad del
miembro que consiguió cambiar el tono después de meses. Pero lo más destacable fue que
cuando estaba tumbado para sentarse y levantarse lo hacía por el lado afectado ayudándose
de su mano y lado no afectado, el izquierdo. Conseguimos con alguna estrategia reeducativa y
paciencia que se levantara por el otro lado que llevaba dos años sin hacerlo ayudándose con
los miembros afectados y casi inútiles. Esto les sorprendieron tanto a los padres como a su
fisioterapeuta que le acompañaba para ver cómo trabajábamos con él ya que en la
rehabilitación de fisioterapia nunca se les ocurrió la idea de trabajar sobre los miembros
afectados para recuperarlos y reeducarlos.

Pero la línea de Taub no siempre es posible o conveniente aplicarla. En otra línea diferente a la
de Taub, en estos momentos estoy trabajando con una señora con una afección neurológica
que afecta al conjunto de su respuesta motora y cognitiva y en estos momentos no puedo
comentarte en detalle, pero en realidad lo que estamos haciendo, y ya se notan los avances, es
activar otras zonas motoras diferentes a las afectadas: nuevos circuitos, mapas, módulos,
imágenes, asociaciones neuronales.

Los neurólogos saben que el cerebro nace con unas prioridades o tendencias funcionales
localizadas en áreas específicas (el lóbulo occipital para la vista, el temporal para el habla y
auditivo, el frontal para la conciencia, la inteligencia, sistema límbico para las emociones, etc),
pero estas localizaciones son plásticas, especialmente la corteza cerebral. Esa plasticidad dura
toda la vida, o si no que le pregunten a Levi-Montalcini que tiene más de cien años y sigue
investigando y trabajando en neurociencia, es decir que podemos seguir aprendiendo por muy
mayores que seamos. Elkonon Goldberg (neuropsicólogo) también da testimonio de ello en
alguna entrevista y en su libro La paradoja de la sabiduría.
En una entrevista a Levi Montalcini con 100 años de edad le preguntaron “¿Qué le gustaría
hacer si fuera joven?” A lo que respondió “Ya lo estoy haciendo.”

Esta plasticidad asociada al aprendizaje se ha demostrado con innumerables experimentos. De


los más elegantes han sido los llevados a cabo por Álvaro Pascual Leone (valenciano de origen
afincado en EE UU) en los que demuestra cómo los ciegos usan las áreas visuales del cerebro
para refinar su oído y viceversa, cómo los sordos usan las áreas de la visión del cerebro para
desarrollar y mejorar su vista. Y cómo personas no invidentes se les vendaron los ojos para
enseñarles Braile a través del tacto y ese aprendizaje se manifestó en las áreas de la visión, es
decir, que las áreas de la visión se convirtieron en motoras (tacto de los dedos) durante el
aprendizaje. Y eso se produce de forma natural, sólo hay que saber provocar la situación. Por
consiguiente, nuestro cerebro tiene unas preferencias de ubicación de las funciones pero esas
zonas, esas neuronas, esas estructuras neuronales, pueden ser utilizadas para otras funciones.
No hay un determinismo neuronal como se creía unos años atrás: cada zona del cerebro sólo
puede llevar a cabo una función. Cuando una función está afectada o disminuida el cerebro
busca otras infrautilizadas para recuperarla. Y eso puede hacer un cerebro lesionado
especialmente en el contexto de afecciones motoras y en concreto el EVC.

Paul Bach i Rita, científico de origen catalán pero nacido y criado en México, consiguió que su
padre que tuvo una lesión cerebral que afectaba a tres cuartas partes de su cerebro, volviera a
caminar a pesar de que el hombre no se sostenía ni de pie. Por cierto, hay una curiosidad con
este hombre y es que su mujer fue una mexicana que a su vez es psicóloga y maestra de
Feldenkrais. Bach y Rita decía que podía conectar cualquier cosa con cualquier cosa, se refería
a las conexiones del neuronales del cerebro. Inventó diferentes artilugios como una
maquinaria en que los invidentes de nacimiento podían ver hasta cierto punto, unos guantes
con sensibilidad que usaron los astronautas y un mecanismo para mantener el equilibrio a
personas con el aparato vestibular devastado. Entre otros.

¿Cómo se consigue recuperar o reeducar funciones de los tullidos cerebrales?: con la


exploración. Como cuando un bebé explora con su cuerpo en movimiento diferentes formas
hasta que va encontrando las más útiles para su propósito o intención (reptar, rodar, gatear,
incorporarse, andar,...) Al explorar se inicia un proceso en el que el cerebro hace una
discriminación de qué es mejor y qué no le sirve a través de prueba-error-prueba-acierto. De
forma similar funcionamos los adultos y con la aplicación del Método: se exploran diferentes
formas de movernos que resulten más fáciles, cómodas, elegantes, mejores, diferentes a las ya
aprendidas, y así creamos nuevos patrones más saludables o útiles que es lo mismo que decir
que creamos nuevas conexiones neuronales para movernos de forma más placentera y
eficiente. En los niños se tiene claro que ese desarrollo motriz conlleva un desarrollo cognitivo-
emocional, mientras que en los adultos se cree que mejorar la habilidad motora no aporta
beneficios en estos campos, y eso es un gran error. Es decir, dependiendo del cómo
exploramos no sólo mejoramos nuestras funciones motoras sino también el conjunto de
funciones del organismo, sean intelectuales, emocionales y orgnánicas. Eso ya es una evidencia
científica, no una sospecha. El cómo (famoso en Feldenkrais) es prestando minuciosa atención
a lo que se hace y se siente y se percibe, etc, o sea Awareness through movement (ATM) en
inglés o Toma de conciencia a través del movimiento (TCM) en español y lenguas latinas
(véase en francés e italiano). En las sesiones individuales de Integración Funcional (o
integración sensorio-motriz-ISM) pasa lo mismo porque exploramos con el alumno-paciente
diferentes posibilidades para ampliar la gama de opciones posibles y de ese modo se van
encontrando nuevas rutas neuronales, nuevas opciones que potencialmente existen en el
cerebro de la persona afectada. O sea, no tocamos el cuerpo del alumno sin más, sino que
creamos, circuitos nuevos, nuevas rutas, asociaciones neuronales nuevas. Tocamos el cerebro,
no los músculos ni las articulaciones ni la carne ni el esqueleto de nadie.

Por eso creo que el mejor trabajo que se podría hacer con este tipo de personas (EVC) que
pretendemos ayudar (lesiones cerebrales y medulares) y al público en general que nos plantea
su problema motor sería una combinación de RNM e ISM, e incluir algunos instrumentos
(como el box mirror de Ramachandran, otro neurólogo) y estrategias prestadas de los
neurólogos neuroplásticos para una reeducación-restablecimiento de funciones a medio-largo
plazo. Hay que tener paciencia y averiguar cómo aplicar este conjunto de estrategias féldicas y
no féldicas.

Para ir terminando podríamos sintetizar que con el método Feldenkrais se consigue que el
cerebro recupere y mejore sus funciones motoras a través de la reeducación gracias a la
capacidad plástica del cerebro, el cual es capaz de encontrar otras vías para resolver las
limitaciones acaecidas por la lesión cerebral y que ha dejado inservible esa zona afectada.

La relación entre las emociones y el aprendizaje lo dejamos para la próxima conversación y


profundizamos en ello, desde el punto de vista de la aplicación de Feldenkrais y algún otro
“ingenio” para tener presente que se puede establecer una buena comunicación a través de la
reeducación neuromotora y las emociones para resolver afecciones de la conducta, la atención
y la socialización y, por supuesto, aplicable también para los afectados por EVC. Otro abordaje
interesante que nos podemos plantear es tener presente que la toma de decisiones depende
sobre todo de la emoción y no de la razón. Hablaremos de la implicación de cómo se ajusta el
movimiento o sistema neuromotor para dicha toma de decisiones.

Para acabar, viene a colación la afirmación siguiente de Gerald Edelman "Una descripción no
puede sustituir a la experiencia." Puesto que la experiencia cambia el cerebro, la descripción
no.

Juan Rivas Bedmar. Abril 2010.

Juan Rivas Bedmar, educador del método Feldenkrais desde 1998, graduado en SemioPhysics
Feldenkrias Profesional Training (California, EE UU, 2000). Tiene su consulta particular en
Barcelona y Sitges. Imparte cursos por todo el territorio español a aquellas entidades e
instituciones que lo solicitan.

info@reeducacionneuromotora.com
T. 647 672 635

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