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La ortopedia funcional de los maxilares tiene sus bases fundamentales en los estudios de los estímulos

funcionales originados en la actividad de la lengua, labios y músculos masticatorios y faciales, los cuales son
transmitidos a los dientes y su periodonto, a los huesos maxilares y a la ATM. Aquí el factor decisivo es la
función. El fundamento para ello es el principio de adaptación funcional postulado por Roux sobre la relación
existente entre función y forma, el cual explica como las cargas funcionales modificadas provocan cambio en la
arquitectura interna y en la forma externa del hueso. Para esto es necesario tener conocimiento de
crecimiento y desarrollo craneofacial.

Evolución histórica de los aparatos funcionales

A principios del siglo XX Robins desarrollo su monobloque, con la cual logro la reubicación hacia delante de la
mandíbula. Mas tarde Andresen, sin tener conocimiento del monobloque, crea un dispositivo parecido
basándose en la posibilidad de influenciar funcionalmente el tamaño, forma, y ubicación de las estructuras
óseas. Tenia la esperanza de poder así modificar la maloclusiones sagitales clase II tipo 1 de angle mediante la
modificación del modelo funcional del sistema estomatognatico durante el crecimiento. Solo después de
perfeccionar más la teoría y la técnica de tratamiento en colaboración con Haupl, surgió el concepto de
ortodoncia funcional en el año 1936.

Definición: Los aparatos funcionales son aparatos que tienen una acción principal sobre los músculos y los
huesos y secundariamente sobre las piezas dentarias. Los aparatos funcionales pueden actuar sobre la
musculatura, activándola o inhibiéndola y sobre los huesos, estimulando el crecimiento óseo o deteniéndolo y
con ello podemos conseguir una nivelación de las bases óseas. Podemos modificar maloclusiones de clase II y
clase III, transformándolas en clases I.

No tienen elementos activos como las placas removibles, las fuerzas son intermitentes y las fuerzas musculares
son capaces de hacer mover a las piezas dentarias y de modificar los huesos básales.

Equilibrio de las fuerzas Musculares. El desequilibrio entre las fuerzas musculares externas (labios y mejillas) y
la fuerza muscular interna (lengua) hace que los maxilares crezcan más o menos, tanto en sentido antero
posterior como transversal. Según el crecimiento de los huesos, si no es homogéneo, surgen las discrepancias
entre maxilar y mandíbula y por tanto la instauración de diferentes maloclusiones. Si aplicamos un aparato que
inhiba la fuerza de las mejillas sobre las piezas dentarias, es la acción de la lengua la que hace que crezcan los
maxilares en sentido transversal y si lo aplicamos a nivel anterior y evitamos la fuerza de los labios sobre las
piezas dentarias, el crecimiento que se produce es en sentido anteroposterior. Por ello podemos hacer crecer
un hueso cuando queramos. Podemos hacer crecer la mandíbula en sentido anteroposterior si obligamos su
adelantamiento, los cóndilos salen de la cavidad glenoidea y estos crecen en sentido de ir a buscar su ubicación
en la cavidad. Estas teorías son fuentes de controversias, pero está claro que en periodo de crecimiento de un
niño o adolescente, el adelantamiento de la mandíbula estimula su crecimiento, fundamentalmente a partir de
los cóndilos. Por ello, la ortodoncia funcional está indicada en la mayoría de los casos en pacientes que están
en periodo de crecimiento y debemos tener en cuenta que éste es diferente según el sexo, los varones acaban
el crecimiento craneofacial más tarde que las mujeres y por consiguiente tenemos más margen para tratarlos.
En sentido de hacer crecer o detener el crecimiento óseo, la ortodoncia funcional es totalmente ineficaz
cuando el paciente ha finalizado su crecimiento craneofacial.

Formas de Acción: Los aparatos funcionales basan su efecto en la puesta en acción de fuerzas que tienen
diferencias claras con los aparatos convencionales. Todas estas fuerzas actúan sobre los dientes y huesos
maxilares propiciando cambios morfológicos y funcionales. Según el tipo y diseño del aparato, el objetivo de
acción es variable y selectivamente dirigido. Pero todos lo aparatos funcionales tienen un común denominador:
son efectivos sin tener miembros activos como elementos protagonistas de la acción terapéutica; son
fundamentalmente rígidos e inerte.

Fuerzas fisiológicas: el origen de la fuerza proviene de la deformación de la musculatura. El aparato afecta la


posición muscular y al deformarla crea unas presiones que se transmiten a la dentición. La energía proviene de
la alteración del fisiologismo masticatorio, por lo que ejerce fuerzas fisiológicas bien aceptadas por el
periodonto. Son de pequeña intensidad y permiten la recuperación histica.

Fuerzas Intermitentes: El paciente lleva el aparato ciertas horas al día. Las 12 o 14 horas de uso permiten
mantener integra la vascularizacion periodontal, por lo que el movimiento ortodontico y la remodelación ósea
es lenta y gradual. No hay presiones continuas, como en los aparatos fijos, que son más propicios a provocar
lesiones intra y peridentarias debido al carácter ininterrumpido de las fuerzas.

Fuerzas Funcionales: El aparato rígido deforma el músculo y la reacción de este origina la fuerza que mueve al
diente. En la actualidad se consideran tres tipos de fuerza funcionales.

Fuerza Muscular: Es la responsable de la respuesta ortopédica del activador. Un ejemplo característico es la


respuesta adaptativa ante el desplazamiento mandibular. El activador obliga a la propulsión de la mandíbula y
tensa y estira los músculos elevadores. La musculatura a su vez tiende a retraer la mandíbula o la mandíbula se
adapta a la postura forzada creciendo para mantenerse en posición adelantada. El estimulo del aparato
condiciona una respuesta muscular o una adaptación del hueso útil para las corrección de la distoclusion.
Fuerzas Oclusales: el aparato encaja entre los dientes sup e inf que tratan de ponerse en contacto al elevarse la
mandíbula. La interposición del material rígido desvía la trayectoria y se produce una oclusión adelantada de la
mandíbula. El encaje dentario provoca fuerzas que actúan sobre la posición e inclinación de los dientes, por lo
que ejerce una acción correctiva.

Alivio de presión ambiental: el diente se mantiene en posición por el equilibrio de todas las fuerzas
ambientales que le rodean. La presión de la lengua, mejillas y de los labios determina el posicionamiento
dentario en el llamado “pasillo de tomes”. Si por medio de aletas o alambres se evita el contacto de los tejidos
blandos, el diente se moverá hacia el lado en que no hay presión muscular. El alivio de la presión ambiental
facilita un desplazamiento dentario fisiológico.

Fuerzas Eruptivas. El diente tiende a crecer verticalmente y el potencial eruptivo es mas si el paciente es joven.
Si el material rígido se apoya en la cara oclusal o incisal, se inhibe parcialmente la erupción. Si el aparato evita
el contacto entre los dientes antagonistas, estos tenderán a hacer erupción hasta encontrar un tope en su
trayecto.

Fuerzas elásticas. La mayoría de los aparatos actuales contienen algún tipo de arco o resorte que complementa
la acción estrictamente funcional y enriquecen sus posibilidades terapéuticas.

TIPOS DE APARATOS: Los aparatos funcionales, construidos con acrílico, se rigen por unos principios bien
distintos. Despiertan un estimulo funcional origen de la fuerza que actúa sobre la dentición y los maxilares. No
existen fuerzas mecánicas directas, sino que influyen pasivamente sobre la posición muscular, y es la tensión o
contracción del músculo la fuente de la acción ortodontica. El aparato provoca la deformación y transmite el
efecto funcional a unas zonas selectivas de los arcos dentarios.

Activador de Andreasen: El activador es un aparato que se considera


como el pionero de la ortopedia funcional, en realidad aunque se llame
activador es una placa pasiva ya que no ejerce fuerza directa sobre las
piezas dentarias. Es un bloque de acrílico que colocado dentro de la
boca obliga a adelantar la mandíbula según la mordida constructiva que
hemos tomado en clínica, el acrílico superior e inferior está unido por la
parte interna, es como si uniéramos una prótesis completa poniendo
acrílico en la cara lingual de la piezas dentarias de forma que quedaría
visto desde dentro de la boca un bloque de acrílico.

Debido a que el paciente no puede hablar, es un aparato de uso nocturno, por tanto el tratamiento será más
lento que si usamos otros aparatos que el paciente pueda llevarlo más horas. El activador original está
diseñado para ir suelto en la boca, solo lleva un arco vestibular que debe ser pasivo, hace una función
estabilizadora. Otros autores colocan espolones de apoyo para estabilizar el aparato. Nosotros colocamos
muchas veces retenedores Adams en las piezas 16 y 26, el aparato no queda suelto, pero continúa haciendo su
función de adelantar la mandíbula y por tanto la hace crecer, pensamos que es más cómodo para el paciente y
los resultados son buenos. El original lleva un solo arco vestibular, si colocamos un arco en la arcada inferior de
forma que sea pasivo, facilitamos al paciente el posicionamiento de los dientes entre acrílico y arco cuando
cierra la boca, pensemos que el paciente de forma inconsciente posiciona la mandíbula según le obliga el
activador, y al adelantarla, obtiene una dimensión vertical menor, lo cual es más cómodo para el paciente, si no
adelanta la mandíbula no podría cerrar la boca, con todas las incomodidades que ello representaría. De todas
formas la colocación de Adams y un arco labial en la mandíbula es opcional, también podemos colocar resortes
sobre alguna pieza dentaria que nos interese desplazar, ésta función activa es secundaria, recordemos que el
activador es un aparato pasivo. Si la distoclusion es muy grande, la reducción a neutroclusión se debe hacer
mediante activadores diferentes, por ello en estos casos usamos otro tipo de aparatología, en la que con solo
un aparato se reduce la distoclusion de forma paulatina.

Activador de Woodside y Harvold para clase II. Su función es el Cambio


funcional del plano oclusal en una maloclusión clase II-1. En este activador
para clase II-1, el arco labial está doblado contactando hasta los caninos y
desde allí es doblado de forma similar al ansa del buccinador para proteger la
mejilla, posteriormente es doblado a través de un ansa en U de nueva cuenta
hacia el frente; la retención termina en el área de la apertura interoclusal. Los
resortes distalizadores constan de un ansa grande en la región molar y tienen
un cantilever distal mesial de los primeros molares y su retención en el área
incisal.

La cobertura con cera debe hacerse cuidadosamente. La característica


singular de este aparato es la gran apertura vertical en las secciones bucales que se determinó por la mordida
constructiva. Para guiar el movimiento anterior en la región posterior, un plano de cera delgado se agrega en el
maxilar superior y un plano de cera alto, más alto que la mitad de la apertura vertical, se agrega en el maxilar
inferior; el propósito principal es crear superficies planas para las plataformas acrílicas.

Cuando el fijador es cerrado, la separación entre ambos planos de cera en el área bucal debe ser de
aproximadamente un milímetro a fin de que el plano lateral de mordida presente estabilidad suficiente.
En los modelos, la extensión de la
pantalla de acrílico sobre el total
del área incisal en los maxilares
superior e inferior debe ser
limitada con un marco de cera. La
retención del arco labial se
encuentra en el acrílico interoclusal
justo detrás de los incisivos
superiores. Los modelos preparados de esta forma pueden ser cubiertos con acrílico y colocados en la olla de
presión para su polimerización.

Activador de Woodside y Harvold para


clase III. Su función es la Terapia para
maloclusión clase III. En este activador
para clase III, el arco labial en el maxilar
inferior es doblado como un arco
intermaxilar; su función en el maxilar
superior es alejar los labios a través de
ansas dobladas como almohadillas
labiales. La retención se sitúa como en el
aparato clase II, en el área anterior de la
apertura vertical. También el resorte
distalizador está doblado con un ansa
grande en la región molar. Sin embargo, en este aparato los resortes distales están ubicados detrás de los
primeros molares. La retención termina en el área anterior del paladar.

La pantalla acrílica de este aparato solo cubre el área incisal inferior y se enmarca de manera correspondiente
con una limitación de cera. A pesar de su localización, se debe garantizar suficiente anclaje para la retención
del arco labial. Antes de agregar el acrílico ambos modelos deben ser hidratados. Los dientes superiores
solamente hacen contacto con la pantalla de acrílico. El acrílico puede ser recortado y formado individualmente
por el ortodoncista. El plano lateral de mordida permite una mayor sobre erupción vertical para los dientes
posteriores superiores.

Bionator Es Un activador reducido con especial influencia


en la función de los labios y lengua. Esta conformado por
Ansa del buccinador 0.9 mm duro-elástico, resorte de
Coffin 1.2 mm duroelástico. Su acción es Influenciar la
función de labios y lengua

Aparato de Herbst

El aparato de Herbst se compone de dos tubos, dos


embolos, los ejes y los tornillos. El aparato de Herbst ha
experimentado algunos cambios en su diseño original pero
desde el setenta ha mantenido su forma general con sólo
unos pocas modificaciones con respecto a métodos de su
fijacion. El aparato de Herbst reduce el grado de
sobremordida al desplazar el maxilar inferior hacia
adelante y los molares superiores hacia atrás. Este aparato
fijo se utiliza principalmente en niños pequeños en edad de crecimiento durante un periodo aproximado de 12
a 15 meses.

Bloque gemelo Estos aparatos reposicionan la mandíbula y


redirigen las fuerzas oclusales. Están construidos en una mordida
protrusiva que permite modificar eficazmente el plano inclinado
oclusal por medio de planos inclinados de plástico o de acrílico
colocados sobre los bloques de mordida oclusales. Son cómodos y
deben ser usados todo el tiempo incluyendo el momento de las
comidas, con el objetivo de fomentar la función mandibular
protrusiva.

Regulador funcional de frankel. Estos aparatos bimaxilares deben ser vistos como aparatos funcionales de
ejercicio ortopédico con pantallas labiales y bucales. Su acción es la Corrección de desordenes funcionales. Se
apoya en el vestíbulo oral por medio de aletas y botones de acrilico, es mas un aparato mucosoportado que
dentosoportado.

Pantalla vestibular

Poco empleado, es interceptivo, se usa para eliminar hábitos de


succión del labio inferior, en deglución atípica y protrusion lingual.
Arco labial o paralabios (e) Aparato fijo, alivia la presión del labio inf. Y el
buccinador, sirve para distalar las coronas.

Rejillas
Evitan la protrusion o interposicion lingual, deglucion atipica, se
utiliza en la posicion baja de la lengua en tratamiento de clase III. Son
aparatos que se colocan por detrás de los incisivos, son rejillas hechas
con alambre en formas de "S" que impiden la interposición de la
lengua y también se usa para evitar la succión del pulgar. Pueden ser
removibles o fijas, éstas son más efectivas, ya que las removibles el
paciente puede sacarse el aparato con mucha facilidad.

Almohadilla o flancos linguales. Estimulan la colocación de la mandíbula en una nueva posición adelantándola.

Pin deslizante y tubo

Se encuentra en el aparato de herbst

Rampas de mordida Adelanta la mandibula.

Almohadillas labiales Evitan la


presion labial sobre los dientes.

Escudos linguales Alejan la lengua en reposo de entre los dientes.

Topes oclusales o incisales Controla la


posicion vertical de los dientes.

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