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Mandato,
El depósito,
El comodato
El arrendamiento
Prestación de servicios
CONTRATOS QUE CREAN DERECHOS REALES
El usufructo,
El uso, la habitación y
Las servidumbres
Contenido de la Teoría General del Contrato
Normalmente muchos aspectos estudiados por la teoría general del contrato son
abordados dentro del estudio de la teoría general de las obligaciones, en
consecuencia, aquella constituye un apartado especial de ésta última.
Para Baudrit Carrillo “el estudio de la teoría general del contrato comprende una
base de conceptos fundamentales..., en que se precisan los elementos necesarios
para analizar sus efectos... y concluye con el examen de la etapa de cumplimiento
de las obligaciones.”1
Luis Muñoz, considera que el valor científico y práctico de la teoría del contrato, viene
dado por la pluralidad de tratadistas; “y es que la elaboración de aquella permite
ofrecer criterio y orientaciones inapreciables, además de la ventaja metodológica que
supone para el jurista si es certeramente construida.”2 “La indagación de los
principios comunes a todos y cada uno de los contratos interesa inclusive en relación
con los atípicos, que son aquéllos no disciplinados o regulados particularmente por el
ordenamiento jurídico.”3
En resumen, tal cual afirma Alberto Soto, la teoría general del contrato implica todo lo
relacionado con su naturaleza, requisitos, vicios y modalidades.4
3 Ídem.
Artículo 1792. Convenio es el acuerdo de dos o más personas para crear, transferir, modificar o
extinguir obligaciones.
Comentario. Como muchas instituciones del actual derecho civil, el concepto de convenio tiene su
origen en el derecho romano, aunque sus implicaciones jurídicas eran distintas en esa época; como lo
explica Faustino Gutiérrez Aluiz (cfr. Gutiérrez Aluiz y Armario, Diccionario de derecho romano, 2a.
ed., Madrid, Reus, 1976, pp. 76 y 77), el concepto de convenio o conventio en la antigua Roma era el
acuerdo de dos o más personas, expresión que resultaba equivalente a pactum, consensus, pactum
conventum, que no daba origen por sí solo a obligaciones en el derecho romano, es decir, un acuerdo
liso y llano sin consecuencias jurídicas.
Por su parte, el Código francés, comenta Borja Soriano, no expresaba lo que debía entenderse por
convenio, pero como la definición de contrato del Código de Napoleón era casi una reproducción de la
Pothier, accediendo a éste vemos que es “un convenio, cuyo término sinónimo es pacto, es el
consentimiento de dos o más personas, habido para formar para entre ellas alguna obligación, para
destruir una precedente o para modificarla” (cfr. Borja Soriano, anuel, Teoría general de las
obligaciones, 8a. ed., México, Porrúa, pp. 111-113); de ahí que, como explicaba el profesor italiano
Biagio Brugi, como consecuencia del orden poco laudable que guardaba en materia de obligaciones
el Código de Napoleón, se confunde el contrato con la obligación convencional (cfr. Brugi, Biagio,
Instituciones de derecho civil, México, Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal-Ilustre y
Nacional Colegio de Abogados, 2006).
Por tanto, es válido concluir que el concepto de contrato contenido en el Código francés se asemeja a las
codificaciones civiles de México, y desde luego al Código Civil Federal (CCF), en cuanto a la
conceptualización de convenio.
Consecuentemente, al ser considerado como una fuente de las obligaciones civiles, el convenio es un
género particular de los actos jurídicos, en el que el acuerdo de voluntades tiene por objeto un interés jurídico
referido a la transmisión, modificación, creación o extinción de derechos y obligaciones, género del cual el
contrato es una especie.
Artículo 1793. Los convenios que producen o transfieren las obligaciones y derechos toman el nombre de
contratos.
Comentario. En el antiguo derecho romano, como explica el gran jurista francés Petit, para poder
comprender qué significaba la noción de contrato era necesario diferenciarla del convenio. En ese sentido,
cuando dos o más personas se ponían de acuerdo respecto a un objeto determinado, se decía que había
entre ellas una convención o pacto. Así, la regla antigua consistía en que el acuerdo de voluntades, ese
simple pacto, no bastaba para crear una obligación civil (cfr. Petit, Eugéne, Tratado elemental de derecho
romano, 25a. ed., trad. de José Ferrández González, México, Porrúa, 2009).
De ahí que las convenciones, que eran sancionadas por el derecho civil, formaban un contrato; por tanto, los
contratos en el derecho romano son aquellas convenciones destinadas a producir obligaciones y que han
sido sancionadas y nombradas por el derecho civil.
Es por eso que en Roma, desde finales de la República, se distinguieron cuatro clases generales, según las
formalidades por las que debía acompañarse a la convención: 1. Los contratos verbis, que se forman con la
ayuda de palabras solemnes; 2. El contrato litteris, que exigía menciones escritas; 3. Los contratos re, que
eran aquellos que se conformaban con la entrega de la cosa; 4. Por último, los contratos formados sólo
consensu, es decir, por el acuerdo de las partes. Toda convención que no se configurara dentro de tales
clasificaciones no era considerada un contrato, sino un simple pacto o convenio que no producía, en
principio, obligación civil alguna (cfr. Petit, op. cit.).
La vinculación entre convenio y contrato no fue exclusiva del derecho romano, y de hecho es el punto
de partida, aun en la actualidad, para comprender plenamente qué se debe entender por contrato; en
ese sentido, Planiol y Ripert distinguen entre convenio o convención de la siguiente manera:
“Convención es el acuerdo de dos o más personas en cuanto a un objeto de interés jurídico.
Las convenciones pueden tener como finalidad crear, probar, modificar o extinguir obligaciones, pero
la denominación de contrato se viene dando tradicionalmente a las del primer grupo; es decir, a las
creadoras de obligaciones” (cfr. Planiol, Marcelo y Ripert, Jorge, Tratado práctico de derecho civil
francés, trad. de Mario Díaz de la Cruz, México, Acrópolis, 1998).
Por su parte, el profesor italiano Brugi señala que para no confundir al contrato con el convenio se
debe considerar que: “el contrato como causa de obligaciones debe definirse así: manifestación
concorde de la voluntad de dos personas, una de las cuales promete y la otra acepta una prestación.
Lo único esencial es este acuerdo de las voluntades (pueden ser varios los promitentes y los
aceptantes) sobre la propuesta y la aceptación; cualquier otra circunstancia no pertenece a la esencia
del contrato, es decir, nacimiento de obligación para un solo contratante o para ambos,
contraprestación, etcétera” (cfr. Brugi, op. cit.).
En el derecho civil mexicano, la materia contractual siempre ha sido fuente primordial de las
obligaciones; así, el primigenio Código Civil de 1870 definió al contrato, en su a. 1272, como “un
convenio por el que dos o más personas se transfieren algún derecho o contraen alguna obligación”.
Por su parte, el Código Civil de 1884 reprodujo el texto de su antecesor. Es hasta el Código Civil de
1928 en el que se establece la concepción actual y vigente en el ordenamiento jurídico, que establece
que el contrato es una especie dentro del género que es el convenio. En ese sentido, la doctrina ha
agrupado las diferentes definiciones en cuatro grupos, que son: a. La concepción amplia que
identifica al contrato con la convención o acto jurídico bilateral, y que incluye todo acuerdo dirigido a
crear, modificar o extinguir relaciones de obligación y a construir relaciones de derecho de familia.
Proemio
Declaraciones
Cláusulas
Esenciales
Naturales
Accidentales
PROEMIO.
Se redacta el inicio del contrato, permite establecer el tipo de contrato que se va a celebrar y
las partes, así como definir como se les va a llamar durante el desarrollo del contenido.
Recordemos que esto en algunos casos fija la competencia a los Jueces para poder conocer
de los litigios que se presenten respecto a ese contrato.
Se pone nombre y apellido completo y sin abreviaturas, salvo que así este registrado, el
carácter va a hacer referencia a si actúan como vendedor, comprador, arrendador,
arrendatario, etc. Si actúa en nombre propio o por medio de representante.
DECLARACIONES
Esenciales
Naturales
Accidentales
1.- El precios
2.- Forma de pago
3.- Lugar de pago
4.- Objeto del Contrato no importando que ya se haya descrito
anteriormente.
5.- Obligaciones de las partes y las condiciones en que han de cumplirse
6.- Formas de rescindir el contrato (motivos o causas).
7.- Caso Fortuito y Fuerza Mayor, que sucede si existe alguna situación de
este tipo.
8.- Cláusula Penal: Considerando las situaciones en las que se puede
imponer una penalización, que porcentaje se le va a cobrar por morosidad
en el pago, entre otras.
9.- Formas de terminación del contrato
SUSCRIPCIÓN
LEER
http://www.scielo.org.co/pdf/tecn/v16n32/v16n32a12.pdf
PERFECCIONAMIENTO Y ACUERDO DE VOLUNTADES.
Por regla general los contratos se perfeccionan por el mero consentimiento de las
partes.
Artículo 1832. En los contratos civiles cada uno se obliga en la manera y términos
que aparezca que quiso obligarse, sin que para la validez del contrato se requieran
formalidades determinadas, fuera de los casos expresamente designados por la
ley.
Así mismo, el artículo 1796 del citado ordenamiento nos refiere:
Salvo aquellos contratos que aparezcan celebrados con carácter aleatorio, cuando
en los contratos sujetos a plazo, condición o de tracto sucesivo, surjan en el
intervalo acontecimientos extraordinarios de carácter nacional que no fuesen
posibles de prever y que generen que las obligaciones de una de las partes sean
más onerosas, dicha parte podrá intentar la acción tendiente a recuperar el
equilibrio entre las obligaciones conforme al procedimiento señalado en el siguiente
artículo.
De igual forma nos dice que las obligaciones entre las partes nacen desde
que se perfecciona el contrato, es decir al otorgar el consentimiento.
En el último punto del artículo te recomendaría leer acerca de la
Clausula de indexación, teoría de la imprevisión, esta trata sobre
lo que cita el artículo en la parte final.
I.- Día señalado para su cumplimiento por voluntad o por la ley, al día
siguiente de su vencimiento;
3.- INTERÉS.- Precio del uso del dinero ajeno, ganancia o renta producida
por el capital.
1.- LA NOVACIÓN
Requisitos y efectos
D) Intención de novar.
EFECTOS
En esta forma de extinguir el contrato, hablamos de que se crea una nueva obligación completamente
diferente de la primera, pues esta se deshecha en su totalidad y sólo queda la nueva.
2.- LA DACIÓN EN PAGO
3.- LA COMPENSACIÓN
Es un modo de extinguir las obligaciones que tiene lugar cuando dos personas reúnen la
calidad de deudores y acreedores recíprocamente y por su propio derecho (2185, 2188
y 2191 CCCDMX). Como cuando le debes a hacienda, pero hacienda también te debe
de regresar impuestos, lo que hace generalmente es una compensación entre ambos
adeudos.
4.- LA CONFUSIÓN
Es un modo de extinguir las obligaciones que tiene lugar cuando las calidades de
acreedor y deudor se reúnen en una misma persona (2206 CCCDMX). Ejemplo tu le
estabas comprando a tu tía su casa a plazos, pero en el transcurso de la vigencia del
contrato, esta fallece y te nombra como su heredero y dentro de la masa hereditaria
viene la casa que tu estabas pagando, en este sentido reúnes las dos calidades
vendedor y comprador, por ello se da la confusión y queda extinta la obligación.
5.- LA REMISIÓN
6.- LA PRESCRIPCIÓN
LEER
Dentro del Libro de Rojina Villegas Rafael, Derecho Civil I, el cual puedes
encontrar en la red de forma electrónica, en la página 121 a la 131 nos
explica la inexistencia y nulidad del acto jurídico.
https://bibliotecavirtualceug.files.wordpress.com/2017/05/compendio-de-
derecho-civil-i-rafael-rojina-villegas.pdf
La RESCISIÓN
Es un acto jurídico unilateral por medio del cual una persona se retracta
de un acto jurídico previo que ha otorgado en favor de otra.
El Código Civil nos maneja un capítulo acerca del como las partes y los tribunales deben de interpretar los
contratos civiles, y estos se encuentran regulados en los artículos siguientes, los cuales no citare
textualmente, sólo extraeré lo más relevante, pero puedes consultarlos literal en la liga que te dejo en la
carpeta de contenidos:
Artículo 1851. Si los términos son claros y no dejan duda se estará al sentido literal de sus cláusulas.
Si las palabras parecieren contrarias a la intención evidente de los contratantes, prevalecerá ésta sobre
aquéllas.
Es decir que mientras el contrato sea claro no hay porque interpretar se esta a lo escrito, pero si existe duda,
se interpretara en conjunto a lo que se entienda fue la intención de los contratantes.
Artículo 1852. Cualquiera que sea la generalidad de los términos de un contrato, no deberán entenderse
comprendidos en él cosas distintas y casos diferentes de aquéllos sobre los que los interesados se
propusieron contratar.
Artículo 1853. Si alguna cláusula de los contratos admitiere diversos sentidos, deberá entenderse en el más
adecuado para que produzca efecto.
Es decir si estamos en un arrendamiento solo se atenderá a ese sentido todas las clausulas, aunque
pareciera otro el sentido.
Artículo 1854. Las cláusulas de los contratos deben interpretarse las unas por las
otras, atribuyendo a las dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas.
Interpretación conjunta del contrato, al igual que en las sentencias, deben de llevar
una interpretación del todo.
Artículo 1855. Las palabras que pueden tener distintas acepciones serán
entendidas en aquella que sea más conforme a la naturaleza y objeto del contrato.
Volvemos a lo mismo todo debe de interpretarse como unidad, para una mejor
comprensión.
Artículo 1856. El uso o la costumbre del país se tendrán en cuenta para interpretar
las ambigüedades de los contratos.
Rojina Villegas, Rafael. (1994). Derecho Civil Mexicano. Tomo VI. México:
Porrúa.
http://www.aldf.gob.mx/archivo-541c8c3c5d4c05a43a47a977cde017af.pdf
http://www.eumed.net/libros-gratis/2015/1449/obligaciones-contrato.htm
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/8/3844/5.pdf
http://www.rodriguezvelarde.com.pe/pdf/libro1_parte1_cap2.pdf