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UT VI - CONSERVACIÓN DE FORRAJES

1.- Objetivos:
-Reconocer los sistemas de conservación de forrajes, su función en la nutrición
del rumiante y en los sistemas de producción.
-Interpretar etapas y procesos de las técnicas de conservación.
-Habilidad para resolver problemas de cálculo de presupuestación de reservas.

2.- Contenidos:
2.1.-Conservación. Definición, rol de las reservas forrajeras en la nutrición del
rumiante y en los sistemas de producción animal. Calidad de las reservas forrajeras.
Presupuestación de reservas en los sistemas.
2.2.-Henificación. Etapas, calidad y momentos de corte en las especies. Sistemas
de corte. Secado. Conservación del heno: parvas, fardos, y rollos.
2.3.-Ensilaje. Métodos, silaje de cultivos y granos. Cultivos, sistemas de siembra y
densidad. Especies forrajeras y momentos de corte y sistemas de picado.
Confección del silo, tipos de silo, ubicación, dimensiones y cubicación. Calidad ensilaje.
Extracción, distribución y suministro. Eficiencia de los procesos.
2.4.-Henolaje. Henolaje o empaquetado de rollos, etapas en la confección de
silopac, almacenamiento.

2.1.-Conservación. Definición, rol de las reservas forrajeras en la nutrición del rumiante y


en los sistemas de producción animal. Calidad de las reservas forrajeras. Presupuestación
de reservas en los sistemas.

Definición
‛‛Órganos o plantas enteras que se conservan de diferentes maneras para ser usadas
en la alimentación del ganado".
Existen cuatro tipos básicos de reservas forrajeras originadas en el forraje verde: el
heno, el silaje, el henolaje, y los pastoreo diferidos.
Para situaciones de falta de alimento estacional y previsible anualmente, como para
las extraordinarias que ocurren cada tanto, es necesario contar con reservas forrajeras.
Estas también se pueden emplear para un manejo más eficiente tanto del rodeo como de
las propias pasturas.

Finalidad de las reservas forrajeras


Las reservas pueden utilizarse como un recurso de excepción o como un recurso
habitual. Se dará el primer caso, cuando el campo sufre una disminución de su
productividad por adversidades fuera de lo normal, como son las sequías, heladas muy
tempranas o muy tardías, inundaciones, incendios, etc.
En cambio, se usarán reservas como un recurso habitual cuando teniendo en cuenta
que el crecimiento del forraje es marcadamente estacional y existen momentos en que la
disponibilidad forrajera excede las necesidades de los animales mientras en otros no
llega a cubrirlas, se trasladan estos excedentes en forma de reserva y se usan para
equilibrar estas diferencias.

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Roles del forraje conservado:
1. Suplementos en otoño-invierno: complementando al pastoreo cuando las praderas
disminuyen sensiblemente su productividad.

2. Ajuste de la carga animal: el suministro adicional de silajes y henos permite un


aumento significativo del número de cabezas del establecimiento, en igual superficie. O
bien, sobre una carga determinada, permite aumentar la producción por animal. En
contingencias climáticas (sequía-inundaciones), los forrajes conservados son recursos
clave para mantener la carga animal preexistente.

Producción
de MS/ha

Carga’
Carga
Carga ‘’

Otoño Invierno Primavera Verano

3. Balance y equilibrio de las dietas todo el año: los silajes son ingredientes básicos
para complementar en pastoreo ya que las pasturas, como principal ingrediente de la
dieta, representan una fuente limitada y muy inestable de nutrientes, aun para rodeos de
baja productividad. En otoño-invierno contienen elevados niveles de agua y compuestos
nitrogenados no proteicos y son, además, pobres en carbohidratos (fibrosos y no
fibrosos). En primavera, si bien poseen una mejor concentración de azúcares, la fibra no
tiene una buena efectividad y los niveles de proteínas degradables en rumen son muy
altos. En verano, normalmente la planta madura con rapidez, se lignifica mucho y pierde
digestibilidad en forma abrupta.

El rol de los forrajes conservados en los sistemas de producción de carne y leche de


la Argentina ha ido variando a través del tiempo. En el pasado, la producción y
almacenamiento de reservas forrajeras eran considerados como un "seguro‛' contra
emergencias que pudieran disminuir la producción de forraje, tales como periodos
prolongados de sequía, de anegamiento o de temperaturas extremas, y ataques de plagas
y enfermedades. Por el contrario, en la actualidad los forrajes conservados de alta
calidad son considerados un componente vital de la alimentación animal para aumentar
la producción ganadera mediante el incremento de la carga animal y la producción
individual.

Calidad de las reservas forrajeras

Normalmente, los estratos superiores de las plantas son de mayor digestibilidad que
los inferiores. Esto es mucho más marcado en alfalfa ya que hay mayor proporción de
hojas arriba que en los estratos inferiores. Además, a medida que el tallo madura se va
lignificando y se producen pérdidas de hojas.
El trébol blanco es una excepción a la regla antes mencionada, ya que los tallos son
rastreros y el animal sólo consume hojas y pecíolos.

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Como regla general para todas las forrajeras, a medida que avanza la estación de
crecimiento, decae la digestibilidad, y sobre todo cuando se produce el pasaje del estado
vegetativo al reproductivo. Algunas pierden calidad más rápido que otras, por ejemplo
pasto ovillo decae fuertemente luego que se produce el 50% de emergencia de
inflorescencias.
Por otra parte, hay mayor diferencia en calidad dentro de una misma forrajera en
distintos estados fenológicos, que entre distintas forrajeras en un mismo estado
fenológico.

Factores que afectan la calidad del forraje

*Factores predispuestos: aquellos que se dan y no pueden manejarse. Por ejemplo:


tipo de suelo, fertilidad del suelo, clima.

*Factores bajo control de manejo del cultivo: variedad de la planta; mezcla de


especies vs. especies puras; malezas; enfermedades y daños por insectos.

*Factores bajo control de manejo de cosecha: madurez de la planta; hora del día en
que cosecha; altura de corte; tiempo entre corte y cosecha. El 80% de la calidad se
define en el momento de corte.

*Factores bajo el control del manejo después de la cosecha: control de humedad del
forraje cosechado; método de almacenamiento; método de suministro.

Determinación rápida (visual) de la calidad de las reservas forrajeras

Heno:
* Rollos de alfalfa:
-Muy bueno: debe tener un color similar al material original verde, estar bien
compactado y conformados, libre de malezas sin materiales extraños, buena cantidad de
hojas.
-Regular: un material verde pálido indica un exceso de exposición al sol con una
disminución de calidad. A su vez, si el rollo es bien conservado pero tiene poca cantidad
de hojas indicaría que fue cortada o en un momento inadecuado o que se perdieron en la
confección, lo cual hace que la calidad también sea regular.
-Malo: la presencia de moho indica problemas de humedad durante la confección, lo
que provoca un deterioro de la calidad y del consumo. Un color marrón, atabacado
indica un exceso de humedad y calentamiento con el sucesivo deterioro de la calidad. Si
el heno presenta más de una característica regular se lo debe considerar como “malo”.

*Rollos de moha:
-Bueno: no debe contener malezas y estar cortada al comienzo de panojamiento o
principio de la floración.
-Malo: si existe gran cantidad de panojas con grano duro la calidad debe ser
considerada como muy baja.

Silaje:
*Silaje de buena fermentación (BUENO):
Debe estar bien compactado y con buena hermeticidad.
Debe tener una textura firme, el material ensilado forma una masa compacta.

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El color debe ser castaño claro, verdoso.
El olor debe ser agradable, con aroma dulzón (similar a pickles).
Libre de la presencia de mohos y hongos.
Valor nutritivo de buena calidad.

*Silaje que sufrió algún calentamiento (REGULAR A MALO):


Mala compactación, exceso de aire desde el principio de la confección.
Textura débil los trozos se desprenden con facilidad de la masa de forraje.
Color marrón intenso.
Olor agradable, atabacado o a caramelo.
Valor nutritivo bajo a causa de un excesivo consumo de azúcar y del
acomplejamiento de las proteínas con la fibra ácida.

*Silaje butírico (MALO):


Exceso de humedad del forraje ensilado, escasez de azúcares solubles.
Relación azúcares/proteínas muy baja.
Textura blanda, (los trozos se separan fácilmente y están muy húmedos al tacto).
Color amarronado, verde opaco, verde azulado.
Olor muy desagradable, rancio.
Escasa palatabilidad. Valor nutritivo bajo por pérdidas de azúcares y desdoblamiento
de las proteínas.

*Silaje mohoso (MALO):


Carencia de condiciones de hermeticidad del silo.
Textura muy floja.
Color oscuro con manchas blancas.
Olor rancio.
Valor nutritivo malo.
Peligroso por poder contener sustancias tóxicas.

2.2.-Henificación. Etapas, calidad y momentos de corte en las especies. Sistemas de


corte. Secado. Conservación del heno: parvas, fardos, y rollos.

Consiste en someter al forraje verde al corte y posterior desecamiento o


deshidratación progresiva, pero lo más rápida posible, a fin de impedir la acción de
microorganismos (hongos y bacterias) que lo alteren o dañen (fermentaciones;
enmohecimientos, putrefacciones, etc.) y así poderlo conservar.
Se debe llevar el forraje verde desde un contenido del 20 al 30% de materia seca
hasta un 80 o 90% según los métodos de empacado y conservación.
Si bien la deshidratación de las plantas es un proceso físico que no debiera alterar en
si el valor nutritivo del forraje, siempre se producen pérdidas en tal valor. Estas pérdidas
son ocasionadas por la respiración de células que permanecen vivas un tiempo después
del corte y por pequeñas fermentaciones que se producen espontáneamente. El daño que
ocasionan depende casi exclusivamente del tiempo que tarde el forraje en disminuir su
humedad al grado conveniente, el que puede verse alterado por condiciones climáticas
adversas.

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La velocidad o tiempo en llegar al grado óptimo de humedad depende del porcentaje
de humedad de la planta en el momento del corte, del clima del lugar, del sistema
empleado en el corte y preparación del heno, etc.
Cuanto más veloz es el secado, mejor será el producto obtenido, calidad que se
traducirá sensiblemente en un mejor color, íntimamente ligado al contenido de caroteno
o provitamina A, un olor más agradable, un mayor porcentaje de hojas, etc.

Métodos de henificación
Siendo el objetivo principal de la henificación desecar el forraje hasta que su
contenido de humedad no permita pérdidas por fermentaciones, la deshidratación puede
usarse tanto por métodos naturales como artificiales. En el primer caso, que es el más
empleado, se usa al sol como fuente de energía para eliminar el agua. En el segundo
caso se emplean fuentes de energía artificial, generalmente combustibles fósiles, para
originar aire caliente y seco suficiente para secar el forraje. Este método es empleado en
zonas donde el clima no permite el secado natural del pasto e involucra un costo extra
que generalmente las explotaciones comerciales en el país no pueden afrontar.
También se emplea el desecamiento artificial en las plantas procesadoras, donde el
pasto inmediatamente después de cortado es llevado a ellas y en pocos minutos
deshidratado y peleteado.

Siendo el secado natural el método más empleado en la zona será en el que se hará
hincapié. Este proceso comprende distintas etapas:

A) Corte: puede ser efectuado mediante cortapicadora, o cuando se requiere mayor


cuidado como en el caso de las leguminosas, con guadañadora o segadora.
Algunas máquinas cortadoras poseen dos chapas deflectoras en su parte posterior
que orientan e hileran el pasto cortado en la misma operación del corte.
En cuanto a la altura de corte, cuando la máquina está regulada demasiada alta
dejará forraje sin cortar en el campo. Si por el contrario la altura de corte es
excesivamente baja se corre el riesgo de causar daños a los meristemas de crecimiento
de las plantas, además del aporte de tierra a la andana.
Si se regulan las máquinas en rangos entre 5 cm y 10 cm, tomando como altura
óptima los 7 cm se efectuará un trabajo eficiente.
El ancho de corte más común de las máquinas utilizadas en nuestro país, oscila entre
2,5 m y 3,2 m. Cuando se trabaja con pasturas demasiado voluminosas no se deben
elegir diseños de cortadoras con gran ancho de labor.
El repicado del forraje se produce cuando las cuchillas de corte impactan mas de una
vez con la planta cortada, lo que ocurre cuando uno de los rotores impulsa material
hacia la otra cuchilla que trabaja en sentido contrario. Esto trae aparejado dos tipos de
problemas: por un lado la caída de las hojas por golpe, con la consiguiente perdida de
calidad y por el otro que los trozos de forraje que tienen menos de 10 cm de largo, no
son recogidos por los recolectores de las enrolladoras, produciéndose perdidas en
cantidad de forraje.
En cuanto a la operación de corte, ésta debe iniciarse siempre durante la mañana
después que se levantó el rocío. Con esto se esta asegurando una disminución rápida del
porcentaje de humedad del forraje durante el transcurso del primer día y una reducción
de las perdidas por respiración.
La cantidad de forraje a cortar tiene que ver con el ancho de labor de la cortadora.
Generalmente la capacidad de trabajo de las cortahileradoras duplica a la de las
enrolladoras o enfardadoras. Uno de los errores más frecuentes es cortar mucha más

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pastura por día de la que se puede henificar. De esta manera se trabaja siempre con
andanas pasadas en su momento óptimo de recolección y con elevadas pérdidas de hoja.
Cabe destacar que las perdidas producidas por lavado de agua de lluvia, son
mayores cuando el pasto esta seco que cuando este todavía tiene humedad. Esto se debe
a que las células al estar muertas, pierden su capacidad de permeabilidad selectiva.
El sistema de corte más utilizado en nuestro país es por impacto y filo. En el caso
que el filo de las cuchillas haya desaparecido por desgaste o rotura, provocará el
desgarrado de los tallos, favoreciendo la entrada de enfermedades y demorando el
rebrote, llegando a cortar solo por impacto y no por filo, con la consiguiente caída o
desprendimiento de hojas.
El síntoma más característico de este problema es el peinado de los tallos en el
mismo sentido al de avance de la máquina, tallos desgarrados y altura de corte real
superior al de la regulación de la máquina producida por el acostado de los tallos.

B) Acondicionado (opcional): para favorecer la evaporación del agua de tallos y


hojas en forma más pareja y rápida al someter al forraje después del corte a la acción de
los llamados "rodillos acondicionadores". Estos constan de dos cilindros que giran en
forma conjunta uno contra el otro, pero que poseen un fuerte resorte que los mantiene
apretados entre sí. Entre ambos deberá pasar el forraje cortado de modo que la acción de
los mismos quiebre o aplaste los tallos y facilite la pérdida de humedad.
Los cilindros acondicionadores pueden ser lisos, de acero o de caucho, o ambos
materiales combinados. Hay otro sistema en que ambos cilindros son dentados y
encajan uno en el otro a modo de dos grandes engranajes.
Los acondicionadores a rodillos son aconsejados para trabajar con leguminosas o
gramíneas de tallos suculentos, susceptibles de ser aplastados o quebrados, como la
moha o el sorgo.
El acondicionado se logra al hacer pasar el forraje entre dos rodillos que giran en
sentido contrario, los que generalmente son de caucho duro con tacos dispuestos
helicoidalmente en forma concéntrica en su parte media. Esto evita la tendencia a
enrollarse que posee el forraje inmediatamente después de cortado.
El acondicionador a dedos o martillos son recomendados para el trabajo con
gramíneas que posean tallos finos. Trabajan lacerando los tallos y hojas de las plantas lo
que se consigue "raspando el forraje" mediante varias filas de dedos montados sobre un
rotor y el efecto de un peine que permite regular la intensidad de acondicionado.
Las cortahileradoras equipadas con acondicionadores a rodillos o a dedos,
conforman la andana de la forma y el volumen deseado, realizando una leve
modificación de la apertura de las compuertas traseras.
El acondicionado debe realizarse como máximo 20 minutos después del corte,
debido a que las plantas comienzan a marchitarse y los tallos no tienen la rigidez
suficiente para que el acondicionado logre su efecto.
Los acondicionadores por lo general van en tandem con la guadañadora o la
cortapicadora, en otros casos se los arrastra directamente con el tractor en forma
independiente. Por último, se encuentra en algunas máquinas acoplado formando un
todo con la segadora o cortadora.

C) Secado del forraje al sol y al aire: el forraje extendido sobre el campo sufre una
desecación parcial rápida y a ritmo constante eliminándose el agua de las células
superficiales de las plantas cortadas, especialmente en las hojas, pero no así en los tallos
que la retienen con mayor firmeza. En esta primera etapa, siempre de acuerdo a las
condiciones climáticas, la planta puede pasar rápidamente de un 70-80% de humedad a

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un 50-60%, continuando luego la pérdida en forma más lenta y muy condicionada al
clima.
Para un rápido secado de la andana debe cortarse el forraje a una altura que permita
que la misma quede suspendida y sin tocar el suelo, facilitando la circulación de aire.

D) Hilerado y/o volteo de las hileras (opcional): se puede dejar el forraje extendido
sobre el terreno de modo que continúe la pérdida de humedad. También se puede hilerar,
y si se quiere acelerar el proceso se puede realizar una remoción o volteo, tanto de la
hilera como del forraje desparramado, a fin de exponer partes que estaban en la base de
la andana, o cubiertas por otras plantas, a la acción del sol y del aire. No existen en ese
momento mayores peligros de pérdidas de hojas ya que la planta conserva aún su
elasticidad.
Estas máquinas pueden realizar el volteo de la hilera, su dispersión o bien la unión
de dos o más hileras de escaso volumen, al mismo tiempo que las voltean.
Sucede entonces una segunda fase en la deshidratación, en la que además de
perderse el agua superficial de las plantas, debe eliminarse el agua contenida en las
células interiores, que irá pasando progresivamente a las células exteriores y de éstas al
aire. El proceso se hace más lento con respecto al primero. Si las condiciones
ambientales lo permiten se puede llegar así a un contenido del 15-20% de humedad.

Uso de los rastrillos


Cuando se trabaja con cortahileradora con acondicionador y en condiciones
climáticas favorables, es posible evitar el uso de rastrillos.
-Velocidad de trabajo: no es aconsejable trabajar con velocidades que excedan los 5
o 6 km/h. Esto se debe a que el impacto recibido por las hojas será demasiado violento
provocando la caída de estas.
-Altura de trabajo: debe procurarse siempre trabajar a una altura de 2,5 cm para
evitar que las púas de los rastrillos ocasionen daños a los meristemas de crecimiento de
las plantas. Otra ventaja importante al trabajar de esta manera es que se evita recolectar
broza de cortes anteriores (forraje de mala calidad) y la incorporación de tierra a la
andana.
-Dirección de trabajo: debe ser la misma en la que se realizó el corte. Esto se debe a
que una vez cortada, la planta queda acomodada y respetando esa orientación el trato
que se le da al pasto es menos violento.
-Horario de trabajo: en el caso de utilizar el rastrillo para dar vuelta la hilera y
uniformar el oreado, se debe trabajar en horas de máxima humedad de andana (noche o
madrugada), pero siempre sin rocío, para evitar el desprendimiento de las hojas.
-Recorrido del forraje: el forraje es desplazado en un sentido transversal al del
avance del tractor. Por ello debe tratarse que la cantidad de impactos que recibe la planta
hasta alcanzar su posición final, sea la menor.

Tipos de rastrillos existentes en nuestro país:


a) Rastrillos de ruedas estelares: no poseen sistemas de transmisión, ya que sus
ruedas giran por el contacto con el forraje y ocasionalmente con el suelo.

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Para aumentar su duración, en andanas muy pesadas y con exceso de humedad se
aconseja disminuir la velocidad de trabajo y reducir el ángulo de cruce.
Estos rastrillos de ruedas estelares, tienen un ancho máximo de barrido 0,65 metros
por rueda y pueden ser construidos de arrastre o montados en tres puntos, con una
disposición de las ruedas en forma lineal o en "V", pudiendo contar con 4 o hasta 9
ruedas según el modelo.
Los rastrillos estelares en 'V", poseen un diseño con dos bastidores convergentes de
ángulo regulable, con cuatro ruedas basculantes cada uno y cuerpos plegables para el
traslado.
Presentan la ventaja de poder juntar andanas con un menor recorrido del forraje, ya
que convergen hacia el centro dos hileras.

b) Rastrillos giroscópicos: Son accionados por la toma de potencia del tractor y por
lo general poseen de 4 a 6 brazos horizontales, con peines u horquillas en su extremo.
Los brazos giran alrededor de un eje central.
Presentan algunas ventajas con respecto al rastrillo estelar relacionado
principalmente al menor aporte de tierra a la andana, menor recorrido de forraje y un
trato menos agresivo lo que permite preservar más las hojas.
Como desventaja se puede mencionar la necesidad del accionamiento por la toma de
fuerza del tractor y un mecanismo de funcionamiento más complejo y de mayor costo
de construcción y mantenimiento.

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E) Empacado del heno: cuando el porcentaje de humedad de las plantas llega al 15-
20% se procede al empacado del mismo, sea con máquinas enfardadoras tradicionales o
bien con máquinas enrolladoras. Estas últimas tienen la ventaja de poder trabajar en el
enrollado mayores porcentajes de humedad (20% vs. 15%).
Para ello, la mejor manera de determinarlo es con la ayuda de humedímetros
electrónicos, que son aparatos que permiten medir la humedad y a veces la temperatura
del forraje que se va a henificar.
En días calurosos o al mediodía, debido a la baja humedad relativa, el forraje se
encuentra quebradizo y se producen perdidas de hojas en el momento de la recolección;
por tal motivo conviene comenzar a henificar a la mañana temprano, apenas se levanta
el rocío, y detener la operación cuando comienza la caída de hojas por efecto de la
insolación y de viento con menos humedad.
También se puede trabajar a última hora de la tarde o durante la noche hasta que la
humedad del forraje no supere el 22% o hasta la formación del rocío.
Para el caso de las gramíneas, se puede trabajar durante el día, ya que no sufren
tanta caída de hojas.
Actualmente existen productos conservantes que trabajan inhibiendo el desarrollo de
la flora microbiana y que, aplicados al pasto en el momento de la confección de los
rollos, posibilitan la henificación con un contenido de humedad de hasta el 25%.
Permite reducir las pérdidas de hojas a nivel del recolector y de la cámara de
compactación, pudiéndose obtener rollos con un 5 a 10% más de hojas.
Son aplicados en forma líquida y asperjados sobre el recolector de la enrolladora.
La adopción de estos aditivos dependerá de un detallado análisis económico.
La rotoenfardadora es la máquina que posibilitó incrementar la cantidad de forraje
conservado en forma de heno en nuestro país.
Dentro de sus principales ventajas se menciona las siguientes: reducción del costo
del kg de materia seca (MS) a la mitad con respecto al fardo convencional; reducción de
la mano de obra extra de la explotación.
La ventaja de los rollos es que por su forma, hace que el agua escurra y se forma una
capa más o menos impermeable con las hojas, haciendo posible almacenarlo a la
intemperie con pocas pérdidas.
La compactación de los rollos generalmente, es del 70% al 80% respecto de las
enfardadoras prismáticas alcanzando una densidad de 95 a 200 Kg/m3.
Las dimensiones varían entre 1,2 m a 1,6 m de ancho y de 1,2 m a 1,85 m de
diámetro. Con las dimensiones mencionadas, el peso de los rollos puede variar entre

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300 y 900 kg. Por ejemplo, un rollo de alfalfa pura de 1,8 m de diámetro y 1,5 m de
ancho pesa entre 600 kg a 750 kg.
En el caso de las enrolladoras actuales, éstas trabajan en forma óptima cuando la
andana presenta un volumen de aproximadamente 2 kg de forraje seco por metro lineal
en leguminosas y algo menos en gramíneas. Ello se logra directamente por la densidad
del cultivo, pero en caso de que no resultara suficiente, mediante la unión de dos o más
hileras pequeñas para obtener una de tamaño adecuado. De acuerdo a la humedad con
que se comienza a trabajar, deberá ajustarse la densidad del fardo o rollo, para que
continúe o no, la desecación.
En cuanto a la velocidad de trabajo, entre 5 a 7 km/h se logra una buena capacidad
de trabajo. Si la velocidad es mayor, el caudal de ingreso de material a la cámara de
compactación será excesivo dificultando el amasado del pasto.
Es esencial que la andana tenga forma rectangular no de cordón y una altura
uniforme en todo su ancho, con lo que se asegura una alimentación pareja y constante
de la cámara de compactación.
Para el empacado del heno, el recolector de la máquina alzará la hilera y procederá a
su prensado sistemático en el caso de fardos prismáticos o al enrollado en las máquinas
que realizan tal trabajo.
Las enrolladoras recolectan el pasto de la hilera o andana, el que va entrando en la
cámara de prensado o enrollado, donde por diversos sistemas se obtiene el compactado
del pasto, luego se produce el atado y por último el proceso de descarga, dejando el
rollo sobre el campo.
Cuando se comienza con la confección de los rollos y para "armar el núcleo de los
mismos" es necesario empezar a cargar por uno de los laterales de la máquina y luego
seguir con uno o dos zigzagueos continuos hasta que el núcleo se haya formado.
Esto se debe a que en un principio, al ser pequeño el rollo, con poco pasto dentro de
la cámara de compactación de la rotoenfardadora se marcará las diferencias entre los
laterales.
Un monitor electrónico, ubicado en el puesto de conducción del tractor, que capta
señales emitidas por sensores ubicados en las correas laterales de la cámara de
compactación, e informan con que frecuencia se debe realizar el zigzagueo.
A partir de ese momento, los cambios de dirección de la máquina tienen que ser
quebrados o pronunciados para que se cargue en forma pareja en todo su ancho.

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No debe olvidarse que la dirección de avance de la máquina, tiene que ser la misma
que en la que se cortó y rastrilló, para que el tratamiento que se le de al forraje sea lo
menos agresivo posible.
El levantado del pasto se realiza por medio de mecanismos recolectores
generalmente de púas o dedos retráctiles. El ancho del recolector varía entre 1,20 y 1,50
m según modelo de máquina. El pasto va penetrando en la cámara de prensado, que
puede ser "fija" o "variable". Los elementos compactadores consisten en rodillos o
correa. Dentro de las de "cámara fija" se encuentran tanto unos como otros de dichos
elementos compactadores que aplican su presión sobre las capas del forraje que llena la
cámara. Mientras más material entra en la cámara más se prensan las camadas y estas a
su vez ejercen presión sobre las capas ya enrolladas.
Este accionar de afuera hacia adentro produce una compactación del rollo con un
centro relativamente "blando" o "flojo" y una superficie externa de mayor densidad, y
por lo tanto menor densidad al centro, lo que permite una circulación de aire a través del
rollo. Se producen así los denominados rollos de "núcleo blando o flojo".

Los rollos de “núcleo compacto” se obtienen con máquinas de "cámara variable", es


decir que las correas ejercen presión sobre el pasto desde el núcleo, en virtud de que la
cámara aumenta de tamaño a medida que el rollo bien prensado va creciendo desde el
centro hacia las capas exteriores. Esto produce una densidad constante en todo el rollo.

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También existen diseños combinados de rodillos y correas, los que presentan una
ventaja al momento de iniciar la confección del rollo, facilitando la formación del
núcleo del rollo.

Cuando el rollo ha llegado a su tamaño final se produce su atado con hilo plástico.
Este atado se comanda desde el tractor mecánica o hidráulicamente, con alrededor de 7
a 10 vueltas de hilo. El atado se realiza con el tractor detenido y una vez que finaliza se
procede a la descarga, abriendo la puerta posterior y dejando depositado el rollo en el
suelo.
Es conveniente contar con un sistema de atado de doble hilo, para reducir el tiempo
de giro del rollo.
Existe también un sistema de atado con malla plástica tipo red; esto además de
reducir el tiempo muerto de atado, puede disminuir las pérdidas de hojas en la periferia
de los rollos.
Se requieren 2 a 2, 5 vueltas de malla para que el atado sea suficiente.
La protección se realiza al formarse una capa de hojas en la periferia, por ayuda de
la red, que impermeabiliza el exterior del rollo, logrando disminuir las pérdidas en la
cámara de compactación.
Como desventaja se puede mencionar el mayor costo de la red en comparación con
el hilo, lo que lo hace aconsejado cuando se confeccionan rollos de muy alta calidad.
En el caso de la enfardada puede convenir, ya sea inmediatamente de terminado el
fardo o al final de la jornada, ir parando los fardos sobre una de sus puntas para facilitar
la terminación de su secado, llegando alrededor del 10 al 12% de humedad.
Es conveniente que la rotoenfardadora a utilizar posea un cabezal de recolección
flotante, permitiendo realizar un mejor copiado de las irregularidades del terreno y
evitar la incorporación de tierra al heno. Los recolectores flotantes permiten colocar
copiadoras. Estas ruedas preservan la vida útil de las púas del recolector y evitan las
perdidas de calidad.

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Para lograr un llenado uniforme de la cámara de compactación, es importante que el
recolector cuente con ruedas juntadoras de andana. Estas ruedas aumentan el ancho de
trabajo del recolector.
Para reducir las perdidas de hojas en la cámara de compactación, evitar patinaje y
trabajar con la presión adecuada, las correas deben ser anchas y estar dispuestas con
poco espacio de separación entre si.
También es importante que el equipo cuente con un sistema de monitoreo
electrónico de llenado de la cámara de compactación.
La puerta de apertura para la expulsión del rollo, debe ser lo más grande posible y
abrir por la mitad de la cámara de compactación, de esta manera el rollo cae libremente
y no queda atascado por rozamiento en las paredes.

F) Estibado o acomodo de los fardos y rollos: en el caso de los fardos prismáticos,


una vez que han completado su secado (llegan aproximadamente al 10% de humedad)
se apilan o estiban al aire libre, o directamente bajo tinglado. En algunos casos, cuando
se dispone de ellos se pueden apilar dentro de galpones.
En el caso de los rollos, lo que se hace habitualmente es depositarlos uno a
continuación del otro, “pegados" por sus caras planas, en lo posible en hileras orientadas
según los vientos predominantes y separadas entre sí por un metro de distancia como
mínimo. Estas hileras se hacen sobre un lateral del potrero protegiendo la zona de
depósito con un alambrado eléctrico o bien uno provisorio, construido generalmente con
hilos de púa. En caso que la calidad del material enrollado lo justifique, puede ser
cubierto con mantas plásticas.

Factores que determinan la calidad del heno

a) Tipo o clase de pastura a conservar: tipo de especie en el caso de pasturas monofíticas


y en el caso de que varias especies integren la mezcla, a la proporción entre ellas y a la
relación entre gramíneas y leguminosas.

b) Implementos empleados y momento del corte: es importante emplear para el corte del
forraje cuchillas bien afiladas, a fin de que realicen un corte neto de los tallos e impidan
los arranques y “desflecados“ de las plantas. Confeccionar andanas de forma y volumen
constante a fin de facilitar y agilizar el trabajo.
El punto ideal en que se conjuga una buena producción de materia seca por hectárea con
una buena digestibilidad es, en el caso de la alfalfa, cuando se inicia la floración y en las
gramíneas el estado de grano lechoso a pastoso.
Cuando se desea henificar una pastura y que el producto obtenido resulte de óptima
calidad, se deben tomar en cuenta varios parámetros, que como mínimo debieran ser:
digestibilidad de la materia orgánica: 60%; contenido proteico: 12%; y en el caso de
pared celular, su contenido debe ser inferior al 55%.
Para el caso de cereales de invierno, puede cortarse en dos estados: emergencia de
espigas o en grano lechoso-pastoso (almidón en formación sin deterioro alto de la
planta). En cambio para verdeos, el momento óptimo en que se conjugan calidad con
cantidad es cuando las espigas o panojas empiezan a emerger de la hoja bandera.

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c) Humedad con que se empaca el heno: como la superficie y los mecanismos de
evaporación de las hojas son superiores a la de los tallos, éstas secan primero llegando a
un límite crítico, que en el caso de las leguminosas, provoca que se desprendan con
facilidad de los tallos al ser manipuladas. Este límite crítico esta en alrededor del 10%
de humedad y por esta razón el enfardado o enrollado del heno debe hacerse con un
contenido de humedad superior a estos límites. Esto es especialmente crítico cuando se
enfarda ya que cuando se procede al enrollado, se puede realizar con mayor contenido
de humedad, aproximadamente el 20% y dejar secar después hasta que llegan al 10-12%
que permite su conservación.
El exceso de humedad con que se empaca el heno también puede perjudicar el proceso
de la henificación, ya que si bien las hojas no se desprenden, se produce el
calentamiento de la masa debido a la respiración de las hojas y a las posibles
fermentaciones que ocurran, con una pérdida de calidad.

d) Tamaño y flexibilidad de los tallos: los tallos del forraje henificado, especialmente en
el caso de la alfalfa, deben ser delgados y flexibles, ya que indicarán un buen estado de
desarrollo de las plantas y un porcentaje de humedad adecuado en el momento del corte.
Los tallos muy secos y quebradizos corresponderán a plantas que han estado expuestas
en exceso al sol y si son lignificados, aunque no lo sean por la acción del sol, serán
quebradizos por un estado avanzado del ciclo del vegetal.
En caso de henificar pasturas de gramíneas, el tamaño excesivo de los tallos indicará un
gran porcentaje de carbohidratos estructurales o de sostén, poco o totalmente
indigestibles, que la planta ha desarrollado para sostén de las inflorescencias en
avanzado estado de madurez. También indicará la poca calidad de las hojas, con gran
cantidad de ellas muertas o senescentes por la finalización de su vida o del ciclo anual
de la planta.

e) Cantidad o porcentaje de hojas: un heno donde se observen gran cantidad de tallos y


por lo tanto pequeña cantidad de hojas será de pobre valor. Un heno de buena calidad
debe poseer no menos del 50% de su peso en hojas, ya que en ellas se encuentran al
iniciar la floración (10%), entre el 75 y el 80% de la proteína, los minerales y el
caroteno. Por otra parte los henos con un alto contenido en hojas son consumidos en
forma voluntaria en mayor cantidad que aquellos que poseen poca cantidad de las
mismas.

f) Fermentaciones: durante la henificación siempre ocurre un principio de fermentación


iniciado por bacterias presentes en el aire y en el mismo forraje.
Si se producen lluvias sobre las andanas se ocasionan pérdidas de principios nutritivos
por lavado. Las lluvias por otra parte tienen consecuencias secundarias, ya que si se
almacenan o guardan fardos muy mojados, pueden producirse fermentaciones que
degradarán al material original.

g) Color del heno y contenido de provitamina A: el heno bien elaborado deberá


presentar un color verde lo más semejante al color de las plantas vivas. Este color
indicará el contenido en caroteno o provitamina A.
El color amarillento indica una exposición muy prolongada del pasto al sol, el que llega
a su máximo en el color blanco, que indica que se ha destruido prácticamente todo el
caroteno. Un color castaño indica la acción de lluvias durante el periodo de secado, o
que el forraje se ha cortado en avanzado estado de madurez.

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El color oscuro o negro indica un exceso de fermentación y elevación de la temperatura,
por el alto porcentaje de humedad al enfardar o enrollar el heno.

h) Condiciones climáticas: durante el corte y/o durante el tiempo de secado, las cuales
pueden afectar negativamente la calidad del heno.

Pérdidas de calidad desde el corte a la confección del heno

Si bien la planta sigue fotosintetizando, esto no alcanza a compensar las perdidas


que causan los procesos respiratorios; por consiguiente a mayor tiempo de respiración,
mayores serán las pérdidas de calidad del forraje cortado.
Ventajas del uso de los acondicionadores: la ventaja principal es la reducción de
prácticamente un día en el tiempo que transcurre desde el corte a la confección,
reduciendo significativamente el riesgo climático de lluvias. Además, los tallos
aplastados pueden facilitar el trabajo de compactación de las enrolladoras, pudiendo
confeccionar rollos de mayor densidad con igual presión de cámara.
Reducción del tiempo de secado: una vez cortada la planta continua respirando hasta
que alcanza rangos del 40% al 50% de humedad, nivel este en que la respiración
disminuye.
A mayor temperatura y humedad, mayor será la tasa de respiración y por
consiguiente de pérdida de materia seca durante el tiempo que el forraje permanece
cortado en el campo.
Secado uniforme de tallos y hojas: en condiciones de secado convencional, por lo
general se debe esperar a que los tallos se sequen para recoger las andanas, evitando de
esta forma el riesgo de enmohecimiento. En este punto las hojas están excesivamente
secas tornándose quebradizas y se terminan perdiendo al momento de confeccionar los
rollos. Los acondicionadores mecánicos actúan abriendo vías de escape al agua que se
encuentra dentro de los tallos y hojas, igualando sus velocidades de secado dando como
producto final henos de mejor calidad con mayor contenido de hojas.

¿Cómo disminuir pérdidas durante el almacenaje?

-Lugar de almacenaje: El predio donde se depositen los rollos confeccionados, debe


ser alto y que permita el escurrimiento del agua. También se debe tener en cuenta que
los rollos no queden al reparo de árboles, para permitir el flujo de aire después que
ocurran precipitaciones.
-Superficie: los rollos almacenados sufren perdidas tanto por su parte superior como
por la inferior, por lo que resulta importante que no exista un contacto directo entre el
material almacenado y el suelo, para evitar que este le ceda humedad que pueda
deteriorarlo. Por ello es conveniente aislar los rollos con algún tipo de cobertura como
palos, gomas, ripio etc.
-Cobertura: la cobertura en superficie resulta de utilidad para evitar que el agua filtre
dentro de los rollos. Puede ser una cubierta plástica que cubra a los rollos hasta la mitad
de su diámetro para que el viento no la levante.
Existen máquinas que envuelven el rollo con una película de polietileno en toda la
superficie circular dejando libres las caras planas, permitiendo almacenarlos unos a
continuación de otros, dando una protección total contra los factores climáticos
adversos.

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-Ubicación y dirección: la forma correcta de ubicar los rollos es apareados por sus
caras planas formando hileras, las que deben tener la orientación de los vientos
predominantes para favorecer el paso del aire entre ellas.

-Distancia entre hileras: debe existir una separación de por lo menos un metro, para
que el aire corra libremente.
-Diagnóstico durante el almacenaje de las condiciones de confección: el color que
presenta un rollo es un elemento que puede servir para establecer bajo que condiciones
fue confeccionado. Así por ejemplo, un rollo color verde, lo más parecido a la planta
viva, muestra una buena calidad de heno. Un color amarillento, indica que el heno ha
sido expuesto durante demasiado tiempo al sol, llegando al extremo del color
blanquecino, donde ha ocurrido la destrucción de carotenos y provitamina A,
produciéndose las mayores perdidas por respiración. El color castaño indica la acción de
las lluvias durante el período de secado, o que el forraje ha sido cortado en un estado de
madurez avanzada. El color oscuro o negro muestra un exceso de fermentación y
elevada temperatura del heno, por haber sido confeccionado con demasiada humedad.

Plantas forrajeras para henificar


Las dos grandes familias de plantas forrajeras, gramíneas y leguminosas presentan
plantas aptas para la henificación. Las leguminosas son ricas en proteínas, vitaminas y
minerales. Dan un heno muy palatable y han sido la fuente tradicional de materia prima
para la henificación. Las gramíneas pueden también dar origen a henos de calidad pero
con mayor porcentaje o contenido energético y menor porcentaje de proteínas.
Un cultivo apto para henificar debe cumplir con ciertos requisitos: buena producción
de forraje; rápido secado; buen valor nutritivo; cantidad y calidad coincidente con la
época del año con buenas condiciones para el secado.

Leguminosas para henificar


-Alfalfa: el momento de corte óptimo de la alfalfa es cuando se inicia la floración,
ya que en él las plantas presentan un buen valor nutritivo, un buen rendimiento de heno
por hectárea y se permite el rebrote rápido de las plantas al haberle previamente
permitido una cierta acumulación de sustancias de reserva.

-Trébol rojo: El valor nutritivo del heno de trébol rojo en general es menor que el de
alfalfa, presentando menor contenido proteico, menor palatabilidad y menor porcentaje
de hojas, ya que estas se desprenden fácilmente durante el manipuleo.
Se corta cuando la primera vegetación está llegando a la floración y durante el
henificado se suelen producir pérdidas importantes por desprendimiento de hojas.
Se lo suele henificar en mezclas con gramíneas como el pasto ovillo, la cebadilla o
la festuca con las cuales crece asociado, dando un buen heno mezcla.

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-Trébol blanco: si bien en la zona pampeana se lo puede henificar, ello sucede
solamente cuando está integrando mezclas, generalmente con raigrás perenne. Si bien
resulta de un excelente valor nutritivo no rinde de por sí grandes cantidades de heno.

Gramíneas para henificar


Las más usadas en la región son aquellas que integran las mezclas forrajeras. Por
tener una gran producción en primavera presentan excedentes forrajeros difícilmente
consumibles con la dotación o el stock normal de hacienda de un campo.
Se hacen reservas forrajeras con raigrás perenne asociado generalmente a trébol
blanco; con festuca y agropiro acompañadas o no por alguna leguminosa adaptada a
campos bajos; con falaris, pasto ovillo, cebadilla criolla, provenientes de mezclas
forrajeras, etc.
Hay otras gramíneas que también se henifican, como el raigrás anual y la avena.
Esta última sembrada para pastoreo o para doble propósito: pastoreo y cosecha. En este
último caso sucede a veces que cuando llega el momento cercano a la cosecha y se
evalúa la posible producción de grano y no se la juzga satisfactoria, se corta y henifica.
Pero la riqueza en carbohidratos del grano es muy adecuada y el resto de la planta,
cuando se suministra al animal, actúa especialmente como alimento de volumen (fibra).
Con la avena se hace más que un heno, una reserva de "paja granada".
También se realizan rollos o fardos con moha de Hungría, sembrada a tal fin,
aprovechando su rápido desarrollo primavero-estival. Aunque no da un heno de gran
calidad, ya que posee también mucha fibra, bajo contenido proteico y baja
digestibilidad, es un buen recurso para mantenimiento.
El momento de corte de las gramíneas va desde el panojado hasta la maduración
lechosa o pastosa de los granos.

Sistemas de corte

1 - Sistema de corte alternativo por cizalla


Las máquinas con barra de corte de movimiento alternativo, conocidas como
guadañas o segadoras, se caracterizan por realizar un corte neto de los tallos mediante
cuchillas de secciones intercambiables.
Estos diseños favorecen la pronta recuperación de las pasturas ya que no producen
desgarramiento de los tallos, aceleran el rebrote y disminuyen los riesgos de ingreso de
enfermedades, además de evitar totalmente el repicado.
Otra gran ventaja de este tipo de implemento es la posibilidad de contar con
modelos que tengan acondicionadores mecánicos incorporados, ya que el sistema de
corte que poseen no acordona, sino que entrega un manto de material.
Su nivel de adopción en nuestro país es limitado debido a su baja capacidad de
trabajo, una reducida velocidad de avance y mayor frecuencia de roturas. Además
presentan el inconveniente de no adaptarse a pasturas enmalezadas con especies de
tallos leñosos, demasiado densas, o en lotes sucios.

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2 - Sistema de Corte rotativo
Estas máquinas poseen todas el mismo principio basado en la utilización de un eje
rotativo con un rotor con cuchillas unidas a él y el otro extremo libre lo que les permite
mantenerse perpendiculares al eje de rotación por fuerza centrífuga. Estas cuchillas
giran con una alta velocidad tangencial.
Como se dijo anteriormente, la limpieza del corte de los tallos se verá favorecido
cuanto mayor sea la velocidad de giro de las cuchillas y el filo de las mismas.
Existen en el mercado tres tipos de cortadoras rotativas:

*Cortadora hileradora rotativa tipo hélice: El motivo del alto nivel de adopción de
este tipo de máquinas, esta dado por su bajo costo de fabricación y mantenimiento
además de una gran robustez de funcionamiento, lo que las hace aptas para cortar
pasturas enmalezadas. Otro motivo de su masiva adopción es la falta de concientización
por parte de los productores, sobre el trato agresivo que estos equipos realizan sobre el
material cortado.
Principales desventajas:
-Ineficiente copiado del terreno, lo que ocasiona una altura de corte irregular,
provocando daños a las pasturas y cuchillas e incorporando tierra a la andana.
La desuniformidad en la altura de corte se debe a que los puntos de copiado (ruedas)
se encuentren alejados del punto de corte (cuchillas).
Las cortahileradoras de 3 ruedas con lanza de tiro articulada, tiene mejor copiado del
terreno que las que cuentan con sólo dos ruedas traseras y lanza de tiro rígida.

-Repicado del forraje, ocurre a consecuencia del diseño de los dos grandes rotores
con cuchillas largas que al girar hacia adentro y en sentido contrario, arrojan el

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material cortado una hacia la otra, produciéndose elevadas pérdidas de forraje de
alto valor nutritivo.
-No permiten el uso de acondicionadores mecánicos, como consecuencia de entregar
el material cortado en forma de cordones densos, mientras que los acondicionadores
necesitan que se lo haga de manera uniforme en todo su ancho.
Dada la gran importancia que tiene el filo en la calidad del corte, es recomendable
que el diseño de la máquina contemple el uso de cuchillas de material tratado y filo
rectificado; en lo posible con cuatro filos útiles por cuchilla ya que resulta más
practico intercambiar las cuchillas de lugar antes que afilarlas.
Es aconsejable el recambio de las mismas a medida que se va perdiendo el filo,
cuando se observa desgarramiento del tallo y una excesiva caída de hojas en lugar
de un corte limpio. El recambio de las cuchillas debe hacerse de a pares opuestos
tratando siempre que las cuchillas tengan exactamente el mismo peso para evitar
desbalanceos que dañen la estructura de la máquina.

*Cortahileradoras a tambores o platos: su escasa difusión se debe principalmente al


mayor costo de fabricación con respecto a las de tipo hélice y las reducidas ventajas
agronómicas que el usuario puede apreciar.
En estas maquinas de tambores, las cuchillas se fijan en la base de los cilindros
(tambores) los que se encuentran suspendidos por una viga que incluye los mecanismos
de transmisión.
Estos equipos permiten un diseño con plataforma flotante para copiar las
irregularidades del terreno y de esta forma mantener una altura de corte constante.
La plataforma consiste en grandes platos de giro libre, del mismo diámetro que los
tambores, y colocados por debajo de estos se deslizan en contacto con el suelo.
Ventajas del sistema con respecto al diseño tipo hélice:
-Menor repicado del material.
-Mayor uniformidad de la altura de corte.

Desventajas
-Mayor costo de fabricación.
-Ineficacia con el uso de acondicionadores mecánicos en modelos de gran diámetro
de tambor.

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*Cortadoras hileradoras de disco con acondicionador mecánico: Estas máquinas
cuentan con discos ovalados de diámetro reducido (30 cm. aproximadamente) en cuya
periferia se encuentran cuchillas cortas y livianas, que le confiere mayor seguridad a
este tipo de implementos, además de facilitar el recambio de las mismas por su bajo
costo.
Toda la plataforma de corte, trabaja sobre un chasis flotante suspendido por resortes
que permiten un copiado perfecto del terreno.
Poseen generalmente 6 discos que funcionan de a pares, entregando el material
cortado en forma uniforme (alfombra) a los acondicionadores que luego lanzan el
forraje hacia atrás.
En la parte posterior de estas maquinas, se encuentran unas compuertas regulables
que ayudan a la formación de las andanas con diferentes anchos y alturas.
Ventajas de las cortadoras de discos con acondicionador mecánico:
-Gran capacidad de trabajo.
-Corte prolijo con mínimo deshilachado de los tallos por un fácil recambio de las
cuchillas.
-Corte del forraje con mínimo repicado.
-Eficiente copiado del terreno.
-Eficiente trabajo del acondicionador.
-Conformación de andanas uniformes y menos densas por la facilidad de regulación
de los faldones traseros.
-Menor costo de reposición de las cuchillas, las que son reversibles y pequeñas.

Desventaja con respecto a las hélices:


-Mayor costo de construcción.

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Enfardadoras gigantes

Las dimensiones máximas que se pueden lograr con este tipo de maquinaria son de
2,4 m de largo por 1,16 m de ancho y 1,15 m de alto. Las dimensiones de un fardo
común son de 46 cm de ancho, 36 cm de alto y 130 cm de largo.
En estas máquinas confluyen las cualidades del fardo junto a la de los rollos.
Son enfardadoras de arrastre y cuentan con un recolector bien ancho que posibilita
trabajar con andanas de grandes dimensiones, una cámara de precompresión, una
cámara de compresión, un pistón y 4 o 6 atadores de hilo.
Este sistema de enfardado presenta la ventaja de facilitar y economizar el transporte,
por aprovechar en forma más eficiente el espacio.
Las principales ventajas de las enfardadoras gigantes disponibles en el mercado son:

* Mayor capacidad de procesado de la cámara de compactación: más kg/min. De


forraje compactado que las enrolladoras.
* Mayor presión de compactación (250kg/cm2) en heno comparado con las
enrolladoras (160 kg/cm2).
* Recolector más ancho, lo que permite trabajar con andanas anchas.
* Menos "amasado" en la cámara de compactación, lo que evita perder hojas.
* Mayor facilidad de suministro directo al estar confeccionado en panes

Como desventaja se menciona:


* Alta inversión inicial.
* Falta de equipamiento de máquinas para el movimiento de fardos.

Suministro
Dentro de los factores que afectan la eficiencia en el suministro, se encuentran:
forma de suministro; hambre del animal; calidad del heno.
Como primera medida se debe tener en cuenta que cuando se trabaja con suministro
directo de rollos, deben quitarse los hilos de atado y acumularlos fuera de los corrales,
ya que pueden provocar muerte por asfixia al ser ingeridos por el animal.
Los rollos deben suministrarse parados, apoyados sobre sus caras planas dentro de
aros metálicos, calculando una cantidad de 40 a 50 animales por rollo.
Con respecto a los aros comederos, existen diferentes diseños que apuntan a evitar
que el animal saque la cabeza del portarrollos para comer fuera de él.
Para facilitar el suministro directo de rollos a un número importante de animales, se
pueden utilizar acoplados con una capacidad de 2 - 4 hasta 6 rollos.

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Estos acoplados pueden ser usados además, como comedero para rollo molido con
grano, para lo cual se les debe agregar y adecuar chapas laterales.
También se puede recurrir al desmenuzado o molido, en este caso para una adecuada
distribución de rollos y raciones.

Henificación en alfalfa

Parámetros utilizados para estimar la calidad del heno de alfalfa

Evaluación organoléptica:
- Madurez o estado fenológico: si bien es difícil de estimar en forraje ya enfardado,
la presencia de botones florales, flores y frutos en el heno da una idea del estado de
madurez al que fue cortado el cultivo.
Foliosidad: la estimación de la proporción de hojas en el heno es un buen indicador.
- Materiales extraños: estima el grado de contaminación con malezas, rastrojos de
alfalfa y de otros cultivos, rocas, tierra, y otros materiales con poco o ningún valor como
alimento.
- Olor y presencia de hongos: un buen heno de alfalfa no debiera presentar olores
desagradables (producto de fermentaciones indeseables) ni desarrollo fúngico. Estos
parámetros, junto con el color, están estrechamente relacionados con la humedad con la
que se enfardo y la temperatura alcanzada durante el almacenamiento.

Evaluación mediante análisis de laboratorio y ensayos con animales


La proteína es el principal nutriente que aporta la alfalfa a la dieta animal, y su
concentración es comúnmente estimada mediante el método Kjeldahl.
La digestibilidad estima la proporción del forraje consumido que es retenida en el
cuerpo del animal, y que provee los nutrientes necesarios para las funciones de
mantenimiento, crecimiento y producción. Puede estimarse mediante métodos directos e
indirectos.
Entre los métodos directos se incluyen:
- Digestibilidad "in vivo" (en animal)
- Digestibilidad "in Vitro" (en tubos de ensayo)
- Degradabilidad "in situ"

Entre las formas indirectas utilizadas para estimar la digestibilidad del forraje se
encuentra la técnica de determinación de pared celular de van Soest, o método de
detergentes.
EI consumo voluntario de materia seca es uno de los principales parámetros que
determinan la productividad animal. AI igual que en el caso de digestibilidad, el
consumo puede ser estimado directamente mediante ensayos con animales, midiendo
suministro y rechazo de materia seca. Una forma de estimar indirectamente el consumo
de materia seca como % del peso vivo es a través del método de van Soest, ya que la
FDN presenta una fuerte correlación negativa con el consumo de materia seca.

Factores que influyen en el rendimiento y la calidad del heno de alfalfa

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a) Corte:
Estado de madurez: en estados maduros la alfalfa es menos digestible y posee un
consumo voluntario y un potencial de producción animal inferior que en estados
inmaduros, cambios que están asociados a una declinación en el contenido de PB y un
incremento en fibras y lignina.
La disminución en calidad es más rápida en verano que en primavera debido a una
aceleración del desarrollo fenológico y a mayores pérdidas de carbohidratos no
estructurales por respiración.

A medida que se posterga el corte de la alfalfa hasta el estado de floración el


rendimiento por hectárea aumenta linealmente debido principalmente al incremento en
el peso de la fracción tallo, pero esto va asociado a una disminución en la relación
hoja/tallo y a cambios en la composición química que determinan un menor valor
nutritivo. A partir del estado de floración tardía el valor nutritivo sigue declinando, y el
rendimiento también comienza a disminuir debido a la caída de las hojas basales. Por
otro lado, cortes en estados muy inmaduros (vegetativo, prebotón floral) producen
forraje de alta calidad, pero pueden comprometer la sobrevivencia del stand por no
permitir suficiente acumulación de reservas en las raíces.

Maquinaria de corte e hilerado


-Segadoras de movimiento alternativo.
-Segadoras de movimiento rotativo: dependiendo del tipo de elemento cortante, se
dividen en:
a) de hélice
b) de tambor
c) de discos

Altura de corte
La digestibilidad, el contenido de carbohidratos no estructurales y el contenido de
proteína bruta disminuyen desde el ápice hacia la base.
Desde el punto de vista de la sobrevivencia de las plantas y de la velocidad del
rebrote no existen ventajas que justifiquen dejar remanentes de más de 5-7 cm de altura.
La decisión sobre que altura cortar debe basarse, al igual que en el estado de madurez,
en un compromiso entre la calidad y la cantidad de materia seca.

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Presencia de malezas
Tiene efectos directos e indirectos sobre la henificación. Los efectos directos se
relacionan con el valor nutritivo per se de la maleza presente, y dependen de la especie
de que se trate y de su estado fenológico.
Los efectos indirectos, muy comunes en malezas suculentas y/o de tallos gruesos,
están relacionadas con la dificultad que presentan para la maquinaria de corte y a su
lenta tasa de secado, inferior a la de la alfalfa.

b) Secado:
El objetivo es secar rápido y retener las hojas. La etapa de secado a campo
normalmente dura entre 2 y 4 días, aunque dependiendo de las prácticas de manejo
empleadas y de las condiciones climáticas, este período puede extenderse desde uno
hasta más de 15 días.

c) Recolección:
-Humedad del forraje
-Condiciones ambientales: las variables que más influyen son la humedad relativa y
la radiación solar, ya que afectan el grado de humedad de la andana y la pérdida de
hojas.
-Máquinas recolectoras: el grado de compactación del heno, no tiene un efecto
inmediato sobre la calidad del fardo o rollo sino que influye sobre la hermeticidad a las
lluvias durante el almacenamiento.

d) Transporte y almacenamiento

2.3.-Ensilaje. Métodos, silaje de cultivos y granos. Cultivos, sistemas de siembra y


densidad. Especies forrajeras y momentos de corte y sistemas de picado.
Confección del silo, tipos de silo, ubicación, dimensiones y cubicación. Calidad ensilaje.
Extracción, distribución y suministro. Eficiencia de los procesos.

El ensilado o ensilaje es el conjunto de procesos físico-químico-biológicos a que se


somete el forraje verde, o el grano húmedo, a fin de poderlo conservar. Para ello el
forraje verde cortado es depositado en un lugar (silo) desde su cosecha hasta que se
logra un producto (silaje) que gracias a su acidez, obtenida por su fermentación en
determinadas condiciones de temperatura y humedad, adquiere cierta estabilidad y
capacidad de ser conservado durante largo tiempo (años). La duración o conservación
dependerá del forraje usado, del modo en que se realicen las operaciones y de la forma
en que se lo almacene.

Tipos de silos:
Existen numerosos tipos de silos, pero en la región pampeana prácticamente uno
solo, con algunas variantes es el que comúnmente se realiza y es el denominado "silo
puente". No obstante se enunciarán someramente algunos de los tipos de silos más
comunes, clasificados por su duración: temporarios y permanentes; y por su posición
con respecto al nivel del suelo: subterráneos, semisubterráneos y superficiales o aéreos.

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Silos subterráneos: Los silos trinchera o fosa, tanto temporarios como permanentes
son excavaciones cuyas paredes tienen una cierta inclinación hacia el centro, lo que
permite una mejor compactación del forraje a medida que se va llenando el silo y en el
caso del silo temporario, también evita que se desmoronen las paredes. Tienen formas
rectangulares de medidas variables tanto en longitud como en ancho, pero éste nunca
deberá ser menor de dos metros y medio para permitir el pasaje, es decir la entrada y
salida de vehículos, tanto en las operaciones de carga y descarga, como en el
compactado del silo. Por esta razón deben tener dos rampas para entrar y salir. En
ciertos casos, se los construye con una sola rampa.

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La diferencia fundamental entre los temporarios y los permanentes reside en el
material con que se construyen las paredes de estos últimos: mampostería, madera,
hormigón, etc. o que directamente éstas sean de tierra.
Entre los silos subterráneos profundos, se encuentran los denominados silos cuba,
cuya característica principal es la gran profundidad que poseen en relación a su largo o
ancho. Son poco usados por los inconvenientes que presentan para la extracción del
silaje o porque al ser profundos pueden acercarse a la napa de agua. Se llenan por
simple depósito del forraje en capas sucesivas pero sin que penetren en ellos los
vehículos.

Silo semisubterráneos: Presentan características semejantes a las de los anteriores,


pero son de menor profundidad, siendo sus paredes laterales ampliadas hacia arriba del
nivel del suelo con la tierra extraída de la excavación. En el caso de que sean
permanentes, estos terraplenes servirán a su vez para soporte de la continuación de las
paredes de mampostería o de otro material.
Silos superficiales: Son todos de carácter temporario y consisten en el
amontonamiento del forraje dentro de un perímetro delimitado en forma más o menos
precaria. En el silo parva y en el "torta" se superponen las capas de forraje sin ningún
elemento de contención, elemento que se introduce en el silo puente, que se realiza
mediante dos alambrados paralelos que actúan como paredes, dentro de los cuales se
coloca el forraje en capas para que fermente. En algunos casos se emplean a modo de
molde, paredes de madera especialmente preparadas y una vez terminada la elaboración
del silo se retiran y se llevan a otro lugar para efectuar otro silo.

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Una modificación al silo parva con la introducción de elementos mecánicos en su
construcción lo constituyó el denominado silo Frigeri, que tuvo cierta difusión en la
década del 60. Posee un aro de contención que sube a medida que se va depositando el
forraje, el que es comprimido con un elemento mecánico, formado por dos ruedas y un
conjunto de pequeños rolos, accionado todo por un pequeño motor que permite que el
conjunto se desplace girando alrededor de un eje central. De este modo se llega a
construir un silo parva cilíndrico de hasta 5 m de altura. Una vez terminada su
construcción se desarman el aro de contención y los elementos compactadores y se saca
el eje central quedando el silo sostenido por su propia compactación y armado.

El denominado silo Covas o de suncho simple se construye también con un aro de


metal, en este caso de sección tronco-cónica, dentro del cual se va depositando el
forraje. La presión de dos hombres que acomodan el forraje a medida que va llegando y
que caminan dentro de la superficie delimitada por el perímetro del aro, provoca la
compactación del forraje. Dada la forma tronco cónica del aro, éste, va subiendo
lentamente hasta unos 2 o 3 m de altura. Es un método anticuado y que ha dejado de
usarse.

También se encuentra entre los silos aéreos superficiales el denominado bunker o


cajón, semejante en su concepción al silo trinchera o fosa pero que se construye

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mediante paredes de madera, hormigón o mampostería sobre la superficie del suelo. Se
lo emplea en lugares de difícil drenaje.

El sistema de silos torres, con alturas muy variables está poco desarrollado en el
país, no así en Estados Unidos de Norte América, donde el tipo de explotación, muy
condicionada al clima, impone el guardar grandes cantidades de reservas para la
alimentación en épocas de nieve o hielo, con la menor cantidad de pérdidas posibles.
Puede ser construido de mampostería, hierro vitrificado o plastificado, hormigón
armado o premoldeado. Tiene, dada su gran altura, mecanismos especiales para el
llenado y para su descarga.

Elección de la estructura de almacenaje


Las principales consideraciones a tener en cuenta para la elección del tipo de silo
son la velocidad de carga y descarga, volumen de almacenamiento necesario y el costo
de la estructura.

Ventajas y desventajas de las diferentes estructuras de almacenaje


Tipo de silo Ventajas Desventajas
Bunker y puente *Permiten almacenar gran volumen *Requieren más cuidado en
*Pueden ser llenados con el llenado y compactado.
elementos convencionales *Mayor inversión inicial si
disponibles por el productor. es que se construye piso y
*Pueden realizarse en estructuras paredes permanentes.
de bajo costo. *Requiere que el forraje
*Permite realizar extracciones más sea cortado y luego cargado

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rápidas. para ser extraído.
*Elevadas pérdidas durante
el proceso de almacenaje:
15-20%.
Bolsas plásticas *Sistema flexible que permite *Las bolsas deben
incrementar la capacidad a medida protegerse de rasgaduras o
que se necesite. roturas.
*Bajo costo de inversión inicial, *Vida útil limitada, la cual
comparado con el búnker. se paga con el menor
*Tiene distribuidor para aditivos en desperdicio que tiene.
pasturas, lo cual favorece a una
correcta distribución del producto.
*Reducida pérdida en el
almacenaje: 4-8%.
Tortas *Baratos por carecer de estructura *Grandes pérdida de
alguna. materia seca superiores al
*Requiere muy poco trabajo de 35% del total de forraje
confección. almacenado.
*Gran cantidad de
superficie expuesta.
*Dificultad para compactar.

Embolsadoras o silo-press
Su difusión comenzó en nuestro país en los últimos años, debido fundamentalmente
al bajo porcentaje de perdidas que se producen en todos los forrajes que se conservan
dentro de las bolsas.
Son dos los sistemas de embolsado, diferenciándose por el método de compactación
y llenado que emplean:
1- Máquinas a tornillo y freno en las ruedas: embolsan el forraje por medio de un
sinfín longitudinal, ubicado en el centro de la máquina, accionado por la toma de
potencia del tractor, que compacta el material contra las paredes de la bolsa.
La regulación de la presión de compactado se realiza mediante el freno que se
imprime a las ruedas: a mayor intensidad de frenado, mayor compactación.

Ventajas:
* Menor costo inicial.
* Sencillez de construcción.

Desventajas:
* Necesidad de una mesa de alimentación para trabajar con camiones o carros
volqueros.
* Dependencia de las características del suelo para lograr compactación.

2- Máquinas de peine y cable: realizan la compactación mediante un rotor


transversal horizontal, con peines que embolsa el forraje picado, compactando desde
abajo hacia arriba de la bolsa.
A la presión del rotor, se le suma la de dos cables de acero, que corren por el costado
de la bolsa y determinan la intensidad de compactado: el rotor empuja el material contra

29
la bolsa y los cables impiden el avance de la máquina, graduando la compactación
mediante la regulación de la intensidad de frenado de los mismos.

Ventajas:
* Excelente prestación para trabajar con camiones o carros volqueros.
* Eficiencia de aprovechamiento de la potencia en el embolsado de silo de pastura.
* Independencia de las características del suelo para la regulación de la
compactación.

Desventajas:
* Mayor costo de la inversión.
* Características constructivas de mayor grado de sofisticación.

Estas máquinas permiten ensilar forraje picado con muy bajo nivel de pérdidas,
(maíz, sorgo, alfalfa, etc.) o concentrados (grano de maíz con elevado porcentaje de
humedad, hez de malta, pulpa de citrus, etc.), que almacenados en sistemas
tradicionales, como los silos bunker o puente, tendrían elevados porcentajes de perdidas
por fermentaciones indeseables.
Actualmente existen máquinas específicas que quiebran y embolsan el grano con
alto porcentaje de humedad.
Estos equipos trabajan con bolsas de menor costo y requieren baja potencia en el
tractor.

Ventajas y desventajas del ensilado

Las ventajas del ensilado pueden ser:


a) Permite conservar para épocas críticas en la producción de forrajes, grandes
cantidades de energía obtenida de cultivos hechos a tal fin o de excedentes de
pasturas en las épocas de gran producción.
b) El silaje conserva gran parte del valor nutritivo que tiene el forraje en el momento
del corte.
c) El producto que se obtiene (silaje) es un alimento palatable, es decir apetecido por
el ganado.
d) Permite conservar la reserva obtenida por largo tiempo (muchos años).
e) Con el corte mecánico se aprovecha toda la planta, sin que exista selección de
órganos o partes de las mismas.
f) Con los elementos y maquinarias disponibles en la actualidad, su cosecha se
realiza en forma rápida.
j) Tiene bajo costo de almacenaje.

También presentan ciertos tipos de dificultades o desventajas:


a) No es un alimento completo, presentando en general bajo contenido de proteínas
y minerales, sobre todo cuando se lo hace a partir de gramíneas.
b) Se requieren ciertos conocimientos para determinar momento de corte, modo de
almacenaje, control de la fermentación, etc.
c) Son necesarias cierto tipo de instalaciones o construcciones.
d) Se requieren maquinarias no comunes en las explotaciones ganaderas en general
y se transporta y conserva gran cantidad de agua para tener los mismos nutrientes
que en el caso del henificado.
e) El producto obtenido no sirve como ración única.

30
f) El silaje es de muy difícil comercialización.
g) El silo, por precario que sea, necesita cierto tipo de protección para disminuir o
evitar pérdidas.
h) Es un alimento suculento, con gran porcentaje de agua y por lo tanto de difícil
traslado a lugares distantes.
i) NO HACE MILAGROS. Esto está referido a que según sea la calidad del forraje
que se ensile, será la calidad del silaje. Habrá cierto tipo de pérdidas variables con el
modo de ensilar, pero nunca el producto obtenido será mejor que el material del cual
se parte.

El proceso del ensilado de forrajes verdes

Lo primero que se debe decidir es el tipo de silo a efectuar y en caso de no ser una
construcción permanente, determinar sus medidas y su ubicación. Si el silaje se va a
consumir dentro del año de su elaboración puede ser útil el efectuar la construcción del
llamado "silo puente" o "doble cuña", que permite cambiarlo de lugar todos los años,
realizarlo de acuerdo al ancho y largo requeridos para depositar el volumen de forraje
que se calcula necesario para las actividades del campo y con un mínimo de costo en
instalaciones y mano de obra.
En este caso, una vez determinadas las medidas y la ubicación se inicia el proceso
de llenado del silo con forraje verde para su transformación. Las etapas y la naturaleza
de los procesos del ensilado son sucesivamente:

a) Corte del forraje (físico): se realiza con máquinas cortapicadoras, las hay a
martillo o a cuchillas; y por el trabajo que realizan pueden clasificarse, de picado simple
o grueso y de doble picado o picado fino o repicado.
Prácticamente en la actualidad se usan estas últimas, ya que las de picado simple
dan trozos de la planta de 10 a 20 cm de longitud y las de doble picado o picado fino
proporcionan trozos de 2 a 5 cm. Este tamaño permite un mejor acomodamiento del
material en el silo; una más fácil compactación y expulsión del aire; una mejor
fermentación y posteriormente, una más fácil extracción del material (silaje) para ser
suministrado a los animales.
La cortapicadora va acompañada de un vagón o carro forrajero, o a veces
directamente por un camión. Ambos tienen por misión recibir el forraje picado y
transportarlo hasta el silo o lugar donde ocurrirá la fermentación.
Por efectos del corte y picado del forraje se produce pérdida de humedad por
transpiración. Por otra parte, como las plantas pese a estar cortadas siguen con sus
tejidos vivos, éstos respiran produciendo calor, lo que acentúa las pérdidas por
transpiración, produciéndose un principio de plasmólisis de los tejidos.

b) Transporte del forraje desde el campo al silo (físico): Los procesos que se
producen son semejantes a los del corte, es decir, fundamentalmente pérdida de
humedad por transpiración.
Depósito en el silo: A medida que el forraje se va depositando en el silo, continúa la
plasmólisis de las plantas. Por otra parte continúa la respiración y el aumento de la
temperatura se acentúa.

c) Plasmólisis (físico): este proceso se inicia con el corte, continúa durante el


traslado y se acentúa en el depósito. Las plantas pierden totalmente su turgencia.

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d) Aumento de la temperatura (bio-físico-químico): Durante la etapa del acumulado
del forraje en el silo y las posteriores, la respiración de los tejidos vivos provoca un
aumento de la temperatura proporcional a la cantidad de aire incluida dentro del silo,
llegando fácilmente a superar los 50 ºC e incluso a los 70 ºC o más, lo que puede
producir la combustión espontánea del forraje.
Es por esta razón y por las pérdidas de nutrientes, sobre todo azúcares que se
emplean en la respiración y el calentamiento de la masa, que se debe mantener la
temperatura lo más baja posible. Esto se logra produciendo la expulsión del aire de la
masa por compactación.

e) Acción de bacterias, levaduras y mohos (biológico): A medida que va creciendo la


temperatura pero conjuntamente con los otros fenómenos, comienzan a actuar los
microorganismos aerobios, es decir aquellos que necesitan del aire para su vida. Estos
microorganismos posteriormente van dejando lugar a los anaerobios, es decir, los que
viven en ausencia de aire, a medida que el aire se enrarece y es reemplazado por dióxido
de carbono. Las bacterias producen la fermentación de los hidratos de carbono y esto
produce acidificación de la masa. Las fermentaciones que ocurren pueden ser acéticas,
lácticas o butíricas, de acuerdo a las condiciones en que se realice el ensilaje.
En una fermentación láctica pura solo se utiliza aproximadamente el 4% de la
energía presente en el material, mientras que si ocurren fermentaciones acéticas o
butíricas estas pérdidas ascienden al 38% y 24% respectivamente. Los fermentos
lácticos se desarrollan entre los 5 ºC y los 60 ºC, pero su temperatura óptima está
alrededor de los 35-37 ºC tanto en condiciones de aerobiosis como de anaerobiosis.

f) Acidificación (químico-biológico): La fermentación láctica al producir como


producto final ácido láctico, baja rápidamente el pH de la masa, inhibiendo el desarrollo
de otros microorganismos y fermentaciones no deseables. Produce una disminución del
pH que lo lleva alrededor de pH 4, lo que impide el desarrollo de gran parte de las
especies microbianas indeseables.
La fermentación más eficiente es la láctica, ya que produce la acidificación del
medio (pH 3,6-4) con un mínimo costo de energía y por ello el forraje conservará mayor
porcentaje de azúcares que podrán ser utilizados por el ganado.

g) Enfriamiento y estabilidad (físico-químico): A medida que las plantas van


muriendo, va cesando la respiración y terminando la plasmólisis de los tejidos, con un
aumento de la acidez del medio, luego se produce el descenso de la temperatura y de la
actividad bacteriana. El forraje, ya transformado en silaje, entra en una etapa de
enfriamiento y estabilización que le permitirá su conservación sin ser atacado por
microorganismos no deseables, como los que producen la putrefacción y
descomposición del forraje.

Duración del proceso: El proceso aeróbico no debiera superar las 12 horas, pero cuanto
menos dure mejor será el producto obtenido. Para ello se debe eliminar de la mejor y
más rápida manera posible el aire de la masa. Esto se logra por compactación en el caso
de los silos comunes, o se obtiene fácilmente en silos herméticos, donde por esta razón
no es tan importante la compactación. La duración total del proceso, incluida la etapa
anaeróbica dura aproximadamente dos semanas.

32
El proceso de fermentación del silaje de maíz y sorgo

Para lograr alta calidad en los silajes, se deben compatibilizar tres factores que
interactúan y guardan una estrecha relación entre si:
‛ Momento óptimo de picado.
‛ Tamaño y uniformidad del mismo.
‛ Contenido de humedad de la planta al momento de picado.

Los organismos aeróbicos crecen en el material picado durante los primeros estadios
de la fermentación. Estos organismos, al respirar elevan la temperatura en el interior del
silo, por esta razón se debe eliminar la mayor cantidad de aire posible durante el llenado
y compactado. Cuando el aire desaparece, comienzan a multiplicarse los organismos
anaeróbicos productores de ácido acético, que provocan una disminución del pH y el
incremento de la acidez del silo.
Al mismo tiempo, comienzan a multiplicarse rápidamente las bacterias formadoras
de ácido láctico, que son las que en definitiva dominarán el proceso de fermentación del
silo. Estas bacterias provocan que el pH baje lo suficiente (alrededor de 4) para inhibir
cualquier otro tipo de fermentación y conservar el forraje.
Este proceso toma de 1 a 3 semanas, dependiendo del cultivo ensilado. En ese
momento el ácido láctico representa al 6 % o más de la materia seca del silo.
A continuación se describen las fases que ocurren durante el proceso fermentativo:

FASE I
La fase aeróbica de la fermentación comienza con el picado y continúa hasta que el
oxígeno es desplazado del silo. Durante este estado, los azúcares de las plantas se
descomponen en el proceso de respiración. Microorganismos aeróbicos presentes en el
forraje picado utilizan también el azúcar vegetal durante esta fase como principal fuente
de energía para la respiración.
A pesar que en esta fase se consume el oxígeno para crear las condiciones
anaeróbicas deseadas, el proceso de respiración produce agua y calor en la masa del
silo, teniendo en cuenta que una excesiva producción de calor puede reducir en gran
medida la digestibilidad de los nutrientes tales como las proteínas. Temperaturas
superiores a los 34 ºC pueden desnaturalizar las proteínas, las que luego no quedan
disponibles para los animales.
Al calentarse el aire intersticial por respiración, éste se eleva y genera una corriente
de aire y a la vez genera succión sobre el aire de los costados del silo, haciendo que se
eleve la temperatura. Para evitar dicho proceso es que se recomienda tapar el silo con
mantas plásticas, a la vez que lo protege de las lluvias.
Otro cambio químico de importancia que ocurre durante la fase aeróbica es la
degradación de las proteínas vegetales en nitrógeno no proteico, péptidos, aminoácidos
y amonio producidos por las proteasas de las células vegetales. La duración de la
proteólisis dependerá de la tasa de decrecimiento del pH, debido a que un ambiente
ácido reduce la actividad de las enzimas proteolíticas. La proteólisis es indeseable,
particularmente para vacas de alta producción, debido a que el exceso de N no proteico
soluble resulta en una pobre eficiencia en la utilización del N y baja producción de
leche.
Además, elevados niveles de nitrógeno amonio en silajes han estado asociados con
bajos consumos de materia seca.

33
La fase aeróbica disminuye la calidad del silo por lo que debería durar lo menos
posible. Bajo condiciones ideales de cultivo y almacenaje, esto debería ocurrir en no
más de 2 horas.
Los factores claves para lograr este objetivo son:
- Contenido óptimo de humedad del cultivo: el cual debe aproximarse al 70%.
- Largo y uniformidad de picado: El tamaño óptimo de picado es de 8 a 12 mm.
- Llenado rápido y compactación adecuada.
- Correcto sellado de la estructura de almacenamiento.

FASE II
Una vez que el oxígeno ha sido desplazado, la fase anaeróbica comienza. Durante
esta fase una sucesión de diferentes poblaciones de bacterias fermentan los azúcares.
Estos son convertidos principalmente en ácido láctico, pero también en algunos otros
productos. La producción de ácido baja el pH del material ensilado, lo que inhibe el
desarrollo de otros microorganismos.
Una vez que comienza la Fase II, ocurre una fermentación anaeróbica,
produciéndose el crecimiento y desarrollo de las bacterias productoras de ácido acético.
Estas bacterias fermentan carbohidratos solubles generando ácido acético, que a
pesar de ser un proceso indeseable, resulta importante, ya que este es utilizado por los
rumiantes como un catalizador para obtener el pH necesario para el proceso de
digestión.
Cuando el pH de la masa ensilada cae por debajo de 5, la población de las bacterias
acéticas disminuye. Esto señala la finalización de la fase, que en condiciones normales
ocurre dentro de las 24 a 72 horas de iniciado el proceso.

FASE III
Es una fase de transición donde las bacterias acéticas dan lugar a las productoras de
ácido láctico, las que aumentan en número debido al continuo descenso del pH.
Durante este proceso, diferentes especies de bacterias productoras de ácido láctico
se convierten en dominantes en diferentes momentos.
A elevado pH, al principio de la fermentación, las bacterias producen una gran
cantidad de ácido acético. A medida que el pH desciende, el láctico se convierte en el
producto dominante. Sin embargo, si el contenido de azúcar en la planta es bajo se
produce baja cantidad de este ácido, lo que atenta contra la calidad del forraje
conservado.
Cuando el silaje es consumido, este ácido también será utilizado por el ganado como
fuente de energía.
En silaje de maíz, el proceso activo de fermentación anaeróbica dura menos de una
semana.

FASE IV
El silo de pasturas podrá alcanzar un pH final de alrededor 4,5 y el de maíz cercano
a 4.
Forrajes ensilados con niveles de humedad superiores el 70 %, en lugar de
desarrollarse bacterias lácticas crecerán grandes poblaciones del genero Clostridium,
presentes en la tierra, que producen ácido butírico en lugar de láctico, dando como
resultado final un silaje de color negro y olor rancio, con un pH superior a 5.
La fase IV es la mas larga, ya que continúa hasta que el pH del forraje es lo
suficientemente bajo como para inhibir el crecimiento de todas las bacterias, llegando al
punto de conservación.

34
FASE V
Comprende los procesos respiratorios y de degradación que ocurren durante el
suministro, ya sea en los comederos o en las superficies expuestas del silo.
Esta fase comienza una vez que el silo es abierto y finaliza cuando todo el silaje fue
consumido.
Generalmente, el primer signo de deterioro aeróbico es la presencia de calor y olor
fuerte, seguido por desarrollo de hongos en la superficie y/o interior del silo.

Etapa I Etapa II Etapa III Etapa IV


Fase láctica Estabilización
T
R
O2 A
N Ácido láctico
S
I
C
I pH
O
N

Perfil típico de un silaje bien fermentado


Perfil Análisis
pH del silaje 3,6 - 4
Productos finales de la fermentación
Ácido láctico 4-6 %
Ácido acético menor a 2%
Ácido butírico menor a 0,1%
Ácido propiónico menor a 0,5%
Etanol menor a 0,5%
Fracción nitrogenada
N-amonio Menos de 5% del total de N
Poblaciones microbianas
Levaduras Menos de 100.000 UFC/g de silaje
Hongos Menos de 100.000 UFC/g de silaje
Organismos aerobios Menos de 100.000 UFC/g de silaje

Factores que afectan la fermentación

Uno de los elementos necesarios para la fermentación es la presencia de suficiente


cantidad de azúcares estimada en más del 3% del peso fresco.
Los factores que afectan la calidad del silaje al afectar la fermentación son:

1) Especies y variedades: en forma general las gramíneas tienen altos niveles de


azúcares, especialmente los maíces y los raigrases, ya sea en cultivos realizados
específicamente para ensilar o en el caso de especies que integran pasturas.
Las leguminosas en cambio, tienen bajos niveles de azúcares, menores porcentajes
de materia seca y se resisten más a la disminución del pH.

35
2) Momento del corte: los niveles de azúcares tienden a ser mas elevados a la tarde
que a las mañanas, pero dada la pequeña diferencia entre estos contenidos y el tipo de
trabajo que se realiza, que consiste en hacer y terminar el silo lo antes posible,
aprovechando todas las horas de luz, no se considera como importante. También se
presentaría como más apto el forraje cortado sin rocío, pero por las mismas razones que
las enunciadas anteriormente pierde importancia.

3) Tamaño del picado: tiene ventajas prácticas, como el mejor acomodamiento de las
partículas durante el llenado del silo, lo que facilita la compactación y por lo tanto la
eliminación del aire de la masa forrajera. Permite realizar menos viajes de transporte del
campo al silo pues también en el carro que transporta el forraje las partículas se
acomodan mejor. Por el contrario, si el tamaño de las partículas es muy pequeño no
estimula la rumia en el animal, y el alimento no cumple la función al ser menor el
tamaño de la fibra que el adecuado para dicho proceso.

4) Contaminación con tierra: la contaminación del silaje con tierra puede ocurrir si
la altura de corte del forraje es muy baja, o el suelo muy desparejo y el recolector alza
tierra junto con el forraje. También puede ocurrir en el caso del silo puente si se trabaja
después de lluvias que han provocado barro. El tractor en sus viajes pasa por el barro en
las cabeceras y luego al pasar sobre el silo para compactarlo (silo torta), incorpora el
barro traído en sus ruedas.
La presencia de tierra en la masa en fermentación puede provocar fermentaciones
inadecuadas y en forma irregular, disminuyendo la calidad del silaje.

5) Aplicación de fertilizantes: Si bien la aplicación de fertilizantes favorece el


desarrollo de las plantas y la producción de materia seca, el exceso de nitrógeno puede
reducir los niveles de azúcares. Si la planta no utiliza todo el nitrógeno del fertilizante,
los altos niveles de nitrógeno no proteico favorecen fermentaciones indeseables.

6) Premarchitado: a veces, con el objetivo de disminuir la humedad del cultivo, se


procede al corte y premarchitado del forraje en el campo antes de ensilarlo. Esta
operación tiene como objetivos: aumentar la concentración de azúcares en las
gramíneas, disminuir las pérdidas por efluentes, reducir la actividad de bacterias no
deseables y acelerar la cosecha.
No obstante, esta operación aumenta los riesgos de pérdidas en el campo, al dejar el
forraje tendido para su secado parcial, ya que se hace el corte y recolección del forraje
en dos etapas distintas, mientras que en el corte convencional, el forraje cortado y
picado pasa luego al vagón forrajero en una sola operación.

7) Aditivos: con el nombre genérico de aditivos se agrupa a una serie de sustancias


que se pueden agregar al forraje a ensilar, con la finalidad de obtener ciertas ventajas en
cuanto a calidad, tipo de fermentación, etc. Entre los productos que se adicionan se
pueden mencionar a los ácidos, como el caso de agregados de ácido sulfúrico para bajar
el pH de la masa y obtener sólo fermentaciones deseables, o el agregado de ácido
fórmico (1,8 litros/tn MV) que inhibe la acción de ciertas bacterias. Otro tipo de aditivo
que se suele emplear es el agregado de azúcares, generalmente en forma de melazas,
para facilitar la fermentación y la producción de ácido. En algunos casos se emplean
también enzimas que desdoblan o descomponen carbohidratos complejos y los llevan a
azúcares para que fermenten, pero tienen la desventaja de ser muy caros.

36
En otros casos se agregan granos, a fin de poner a disposición de las bacterias
carbohidratos fácilmente fermentescibles. También se usan en algunas ocasiones
inoculantes, es decir que se agregan directamente bacterias para favorecer la
fermentación, pero para esto es necesario que exista un buen nivel de hidratos de
carbono.

Cultivos para ensilar

Entre las plantas forrajeras, los cereales y las gramíneas son las especies que más se
prestan para la confección de ensilajes debido a su alto contenido de carbohidratos
fácilmente fermentables y a su baja capacidad tampón, comparada con las leguminosas
que son bajas en azúcares y de alta capacidad tampón.
Entre las fuentes de materia prima también se encuentran los excedentes de pasturas
e incluso, en algunas ocasiones verdeos de invierno como la avena, pero la principal
fuente la constituyen cultivos realizados a ese fin. El primer caso se da cuando las
reservas sólo ocupan una parte de los recursos forrajeros y serán empleadas para casos
excepcionales, pero en los casos que entran a formar parte de la alimentación en forma
regular, se hace necesario contar con cultivos especiales, de alto rendimiento y calidad
para tener seguridad de que se contará con tales recursos.
Una baja cantidad de carbohidratos solubles en la planta asociada a un bajo
contenido de materia seca (material muy húmedo), crean condiciones extremadamente
propensas al desarrollo de fermentaciones secundarias.
En el caso de realizar el silaje con excedentes de pasturas, éstas deben tener un
porcentaje de materia seca que supere el 25% y que no hayan perdido calidad por el
avanzado estado de madurez con que se efectúa.
La importancia de los carbohidratos solubles se ve también reflejada en el contenido
de nitrógeno amoniacal (N-NH3) de los ensilajes, indicador de mala preservación del
material. El nivel de N-NH3 se relaciona inversamente con la concentración de
carbohidratos solubles de la planta original. Es decir, las leguminosas forrajeras y las
gramíneas en estados tempranos de desarrollo y con bajos tenores de azúcares y alto
contenido de proteína producen, al ensilarse, una cantidad de ácido insuficiente para
evitar el desarrollo de clostridios responsables de fermentaciones secundarías que
transforman el ácido láctico en butírico y degradan proteínas y aminoácidos
aumentando el nivel de N-NH3.
En general se emplean para los silajes, cultivos de maíz, que tienen la ventaja de
aportar una gran producción de materia seca por hectárea, de alta digestibilidad,
especialmente si se emplean híbridos obtenidos para ese fin. El maíz con respecto al
sorgo, puede producir menor kilaje de materia seca total por hectárea, pero
generalmente, con mayor porcentaje de materia seca y mayor digestibilidad, lo que lo
hace un producto apto para vacas de tambo y animales en invernada, ambos con grandes
requerimientos diarios.
Para el cultivo de maíz se deberá buscar un buen suelo, fértil y profundo. El híbrido
a elegir deberá estar de acuerdo a ese suelo y al momento en que se piensa realizar el
silo.
La densidad de plantas puede incrementarse entre 10 y 15% por sobre lo
recomendado para la cosecha de grano. Un adecuado espaciamiento entre plantas es
crucial para poder alcanzar el pico en rendimiento y calidad, y esto maximizará la
producción potencial.
Pese a que el cultivo se va a dedicar a la confección de silaje se debe realizar con
todo cuidado, impidiendo la competencia con malezas, se debe calibrar bien la

37
sembradora y sembrar lo más temprano posible según zona. Cosechar las plantas
cuando superen el 30% de materia seca (32-38%) coincidente con el grano vítreo o
duro, mantener el buen estado de las cuchillas.
Un indicador de la madurez del maíz para el silaje, puede determinarse por la
aparición y ubicación de la llamada "línea de leche", que no es más que la interfase
entre las porciones líquidas y sólidas del grano. La "línea de leche" en el momento
óptimo, debe estar situada entre la parte media y los dos tercios de la altura del grano.

Una forma de mejorar la calidad de un silaje de maíz consiste en elevar la altura de


corte de la planta, con lo cual se modifica la relación grano/planta. La mayor altura de
corte se justifica con el cultivo en un estadío fenológico avanzado.
El silaje de maíz presenta ciertas limitantes cuando se lo desea suministrar como
único alimento. Posee una baja proporción de proteína bruta (PB) y minerales
(esencialmente calcio) y requiere de una suplementación estratégica cuando es
consumido por los animales. Ello puede solucionarse con la adición de urea al silo en
una proporción de 5 kg/tn de forraje, para maíces con más del 30% de MS. Este aditivo
hace que aumente la proteína cruda a suministrar, así como estimula la actividad de
bacterias lácticas.

Silaje de Maíz
El silaje de maíz es uno de los forrajes conservados más importantes en los sistemas
de producción modernos. Siendo utilizado cada día más por las siguientes ventajas:
* Altos rendimientos/ha de alimento de alta energía.
* Alimento palatable y consistente.
* Inmediato almacenaje después del corte.
* Rápida cosecha.
* Bajo costo por kg de materna seca digestible.
* Mínimo porcentaje de pérdidas, siempre y cuando se trabaje en forma correcta.

Es conveniente que el silaje de maíz contenga del 30% al 50% de granos sobre la
base de materia seca, siendo utilizado como suplemento energético de la ración o como
complemento de la dieta, como ocurre en las pasturas en otoño, las que presentan un
desbalance nutricional en esa época, con elevadas cantidades de nitrógeno no proteico y
baja concentración de hidratos de carbono solubles.

38
En situaciones de reducida cantidad de granos, el tallo resulta proporcionalmente
más importante y de mayor calidad. En ensayos realizados, se llegó a la conclusión que
el número de granos fijados tiene muy poco efecto sobre la calidad del silaje, pero el
rendimiento total se afectó ante la ausencia total de granos.
Cultivos con alto contenido de granos (ciclos cortos, siembras tempranas) permiten
ser cortados en estadíos fenológicos más avanzados que cultivos con pobre desarrollo de
su espiga.
Los productores de silo de maíz deben esforzarse para maximizar la energía/ha, por
tal motivo los lotes destinados a silaje deben ser de alto rendimiento en grano.
El problema que suele presentarse con los maíces desarrollados para producir granos
es que como todo el mejoramiento genético que se realiza es para la producción de
grano propiamente dicha, las cañas son gruesas, resistentes al vuelco y con una
maduración pareja entre espiga, tallo y hojas; lo que provoca que cuando el grano se
encuentra con la madurez óptima para picado, la planta esta demasiado seca,
disminuyendo la digestibilidad de la fibra y dificultando la compactación del silaje, por
lo que en estos materiales se debe comenzar a picar antes, resignando cantidad de
energía acumulada en los granos.

Materiales a ensilar: Los materiales especialmente para ensilar poseen tallos más
finos y permiten que el grano llegue al estadío de grano pastoso duro, o lo que es lo
mismo 1/4 de línea de leche, con la planta aún verde.
Los híbridos de ciclo corto tienen menor producción de materia seca total que los
demás por la menor radiación total interceptada durante su ciclo. Cuando el cultivo es
para silaje, se pueden utilizar híbridos de ciclos más largos que para grano, ya que no es
importante la humedad a cosecha.

¿Maíz o sorgo?
Cabe destacar que en zonas marginales donde el maíz no supera los 3.000 kg/ha de
rendimiento de grano, es conveniente sembrar sorgo para lograr silajes de alta calidad.
El silaje de sorgo se constituye en una opción muy valedera en zonas marginales
para maíz, donde las sequías no han permitido lograr cultivos con buen contenido de
grano.
Para la confección del silaje de sorgo, las consideraciones son las mismas que para
maíz, con el agravante que si no se tiene especial cuidado en el quebrado del grano
durante el picado, es muy probable que por más que el cultivo contenga una muy buena
relación grano/planta, no sea aprovechada la energía contenida en la panoja.

Evaluación del silaje


La calidad del silaje de maíz esta determinada por el contenido de energía y el
potencial de consumo, como así también por las proteínas y minerales que contenga.
Las diferencias en el contenido de fibra afecta directamente a la digestibilidad: a
mayor contenido de fibra menor será la digestibilidad del forraje.
El contenido de energía en el silaje de maíz esta principalmente determinado por la
cantidad y la digestibilidad de la fibra, además del contenido de grano.

Silaje de Alfalfa
Se logra una mejor calidad del forraje conservado de alfalfa con la técnica del
ensilaje o henolaje que con la henificación.

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La principal desventaja del ensilaje es su mayor inversión en maquinarias, que
incrementa el costo de la confección. Por lo tanto, es muy importante lograr silajes de
alta calidad que permitan respuestas animales que cubran esos mayores costos.
Para hacer uso de esta opción, se recomienda partir de pasturas sin malezas, bien
fertilizadas.

Momento de corte
Se produce un marcado descenso de la calidad a medida que se atrasa la fecha de
corte (digestibilidad y energía metabolizable).

Manejo de la andana
Usar acondicionadores para reducir el tiempo que el forraje se encuentre tirado en el
campo.
Otro factor a tener en cuenta es el manejo de la andana durante el premarchitado. El
uso del rastrillo, sobre todo los estelares, puede producir pérdidas de hojas e
incorporación de material muerto y heces al silaje, que puede provocar fermentaciones
indeseables y contaminaciones butíricas.
Al usar el rastrillo para juntar las andanas, se produjo un descenso de la
digestibilidad y de la energía metabolizable y un aumento del contenido de fibra.
Es fundamental que con el preoreo se alcancen niveles de 45-55% de humedad.

¿Cómo mejorar la conservación?


La aptitud de un forraje para ser ensilado depende de las características de la planta,
recomendándose que la misma posea altos contenidos de azúcar, bajos de proteína bruta
y reducida capacidad buffer (resistencia a disminuir el pH). Estas condiciones son
comunes en el maíz pero no en la alfalfa, por lo que se debe recurrir a ciertas prácticas
de manejo para mejorar su conservación.
Las más utilizadas son el premarchitado, el agregado de algún ácido (fórmico o
propiónico), granos molidos e inoculantes y enzimas (cultivos de bacterias lácticas +
enzimas).

El premarchitado
Consiste en cortar y mantener el forraje extendido sobre el suelo durante algunas
horas, con el objeto de conseguir su deshidratación parcial, para luego recolectarlo y
ensilarlo. Esta práctica involucra una mayor inversión en maquinaria también tiene
implícito un factor de riesgo durante la etapa de deshidratación a campo, dado que
condiciones climáticas muy favorables para el secado podrían elevar el contenido de
materia seca del material a niveles muy altos en corto tiempo o, por el contrario,
condiciones de alta humedad o precipitaciones ampliarían excesivamente el período de
exposición en el campo, con el consiguiente aumento de las pérdidas de nutrientes por
respiración y fermentación.
El contenido de humedad al momento de la cosecha deberá estar entre el 45 y 65 %.
Porcentajes menores pueden producir perdidas de hojas y, por lo tanto, de calidad.

40
Sistema de almacenamiento
El que mejor se adapta a la alfalfa picada es el embolsado, ya que se asegura la
calidad y se logran reducir las perdidas con respecto a los silos comunes (búnker o
puente).
En lo que respecta al almacenamiento del material como picado o entero (silo paq o
rollos embolsados), los trabajos efectuados confirman que, si se tienen en cuenta todas
las medidas que conducen a una buena conservación, no hay diferencias de valor
nutritivo entre estos dos tipos de almacenamientos. Sin embargo, un silaje picado resulta
mas fácil de utilizar en sistemas alimenticios con mixer (el rollo húmedo tiene
problemas para ser desmenuzado) y puede controlarse mejor el consumo.
Las ventajas de esta forma de conservación con respecto a la henificación se
relacionan con una menor pérdida de hojas entre corte y ensilado, escasas pérdidas de
nutrientes por respiración y menor dependencia de los factores climáticos adversos.

Silaje de sorgo

Sorgo granífero:
Cuando se trabaja con sorgos de alta producción de granos (más del 50% de la MS
total) se mejora la calidad del forraje y se mantiene la del resto de la planta.
La calidad del sorgo granífero se puede mejorar cortándolo más alto, como en el
caso del maíz, teniendo siempre en cuenta que esto disminuirá el volumen de forraje
cosechado.

Sorgos forrajeros:
Son otra alternativa para ensilar, debido a su reconocida adaptación a condiciones
edafo-climáticas limitantes y su elevada producción de forraje.
En el mercado nacional, existe un importante número de híbridos evaluados, tanto
del tipo azucarados (mejor calidad) como del tipo Sudan, y también fotosensitivos.
Además, en todos los genotipos se presentaron valores muy bajos de materia seca y
una deficiente conservación (alto valor de pH) en los silajes realizados tempranamente.
Esto esta indicando la necesidad de efectuar un premarchitado del material para
mejorar las condiciones de conservación.

Silaje de Soja
Esta leguminosa tiene una buena adaptación a estos fines, con producciones
superiores a los 5.000 kg/ha de MS y buena calidad.
La soja tiene alto contenido de proteína y bajo de azúcares, y esta es una restricción
importante que determina que sea más dificultosa su conservación, comparada a un
maíz o sorgo.
El silaje de soja pura en corte directo, como el de cualquier leguminosa manifestó
problemas en el proceso de conservación, que se vieron reflejados en el alto contenido
de N-NH3/NT y en el alto valor de pH. Esto puede ser modificado confeccionando el
silaje con un mayor porcentaje de MS (premarchitada).
Cortes en estados más avanzados (cuando comienzan a cambiar de color las hojas
inferiores) hacen que la planta tenga menos humedad, lo que permitiría hacer el corte
directo y lograr una mejor conservación del material, un mayor rendimiento del cultivo
y una leve disminución de la calidad.
Una técnica a tener en cuenta y que ayudaría a mejorar la conservación, es el uso de
inoculantes biológicos. También la confección de silos mezclas compuestos por soja y

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gramíneas como el sorgo forrajero o granífero ha sido evaluada como una alternativa
para mejorar la conservación de la soja, ya que las gramíneas le estarían aportando el
azúcar necesario para obtener una buena fermentación y, al mismo tiempo, la soja
mejoraría la calidad del sorgo, aportándole proteína y disminuyendo el contenido de
fibra.
Esto se logra sembrando en el mismo lote sorgo y soja en líneas alternadas (una
línea de sorgo y una de soja, o dos de soja y una de sorgo) en función de la proporción
que se quiere obtener de soja y sorgo.
Trabajos realizados en el INTA Rafaela indican que la mejor proporción es de 60 %
de soja y 40% de sorgo.

Recomendaciones para lograr silos de soja de calidad


-Sembrar cultivares de ciclo largo (6, 7 u 8) según la zona, debido a que son los que
brindan los mayores volúmenes de forraje.
-Cortar en los estados de R3 - R5.
-Hacer un premarchitado para favorecer y asegurar la conservación (R3).

Otros factores que mejorarían la conservación:


-Cortar en estados avanzados de desarrollo (cambio de color hojas inferiores)
-Usar inoculantes biológicos.
-Mezclar con una gramínea (sorgo forrajero o granífero).

Silaje de praderas, alfalfa y soja: Rol en la dieta

En general son fuentes de fibra y de proteína bruta (proteínas verdaderas y nitrógeno


no proteico). Contienen escasos niveles de carbohidratos y azúcares fermentables y, por
esa razón, son alimentos pobres en energía, aunque también pueden ser fuente de
lípidos (aceites), como es el caso particular de la soja ensilada con chauchas. Son
recursos muy apropiados para suplementar forrajes de bajos niveles de proteínas como
los silajes de maíces y sorgos, para sustituir a la pastura cuando las condiciones
climáticas no permiten el pastoreo normal o para suministrar en verano, cuando en
muchos sistemas escasea la materia seca de calidad y normalmente la proteína se
convierte en un nutriente limitante.

*Ventajas: En el caso de pasturas base alfalfa y de las praderas mixtas (cebadillas,


festuca, raigrás, tréboles), se puede aprovechar el excedente de forraje de la primavera
(el de mayor calidad para ensilar) a muy bajo costo y además, en comparación al heno,
con un menor riesgo de obtener un forraje de baja calidad debido a las lluvias de la
temporada. Los materiales sometidos a buenas condiciones de elaboración y de
fermentación son muy apetecibles para el ganado.

*Desventajas: El estado fenológíco óptimo para picado es bastante difícil de


encontrar, sobre todo en pasturas consociadas, donde la tasa de crecimiento y madurez
de las especies que la componen son diferentes. En la mayoría de los casos, hay que
practicar un preoreo muy controlado antes de ensilar, para llegar a la materia seca
adecuada (alrededor de 40-45%). La alfalfa y casi todas las especies forrajeras que
constituyen una pastura mixta, poseen bajos niveles de azúcares y carbohidratos
fermentables y, por lo tanto, es complicado lograr una adecuada fermentación láctica y
estabilización del silaje. En muchos casos, debido a las prácticas inadecuadas, se puede

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producir una excesiva degradación de las proteínas (proteólisis, con formación de
amoníaco) o la formación de los”compuestos Maillard”, que hacen indigestible una
parte de las proteínas. La practica de la inoculación mejora las condiciones de
fermentación y la estabilidad aeróbica de estos silos.

Silajes de cultivos de invierno (trigo, cebada): Rol en la dieta.

Su contribución dependerá del estado de madurez de las plantas. Si se los pica en


estado más juvenil (panojamiento), la cantidad de proteínas será mayor y será muy
pobre como fuente de energía. El estado óptimo es el de grano pastoso y los cultivos
más comunes de ensilar en el país son los de trigo y cebada, porque contienen más
carbohidratos solubles.

*Ventajas: Desde el punto de vista nutricional, pueden ser complementos muy


interesantes de los silajes de maíz o de sorgos, por mayor contribución proteica.

*Desventajas: probabilidad de obtener bajos rendimientos de materia seca/ha en


años determinados.

Maquinaria para la confección del silaje

Funciones básicas de las máquinas picadoras


El forraje es recogido por un cabezal, ya sea de andanas (tipo recolector) o de
cultivos en pie (maicero) y transportado mediante los rodillos alimentadores, hasta el
cilindro o volante que los pica en trozos pequeños y variables.
Los mecanismos de impulsión o soplado, también permiten el trabajo de rodillos
partidores de granos incorporados a las picadoras.
Luego de picado, el material es impulsado por el rotor picador o por el mecanismo
de impulsión hasta el carro transportador.

Diferentes tipos de cosechadoras picadoras de forrajes


Máquinas de picado simultáneo al corte: Las máquinas que cortan y pican en una
operación simultánea son también llamadas de mayales.
Este tipo de picadoras poseen un rotor con su eje posicionado horizontalmente y
perpendicular al sentido de avance de la máquina, dotado de cuchillas o mayales
articulados (con un extremo libre), que al momento del trabajo, se ubican
perpendiculares al eje de rotación debido a la fuerza centrífuga.
Picadora de picado grueso y simultáneo al corte

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Cabe destacar que el material obtenido con el trabajo de estas picadoras no es el
adecuado para la confección de silos, sino sólo para el suministro directo de animales.
Esto se debe a que el tamaño de partícula logrado es excesivamente largo y
desuniforme, dificultando en gran medida la compactación del material.
Otras picadoras de este tipo, incorporan una segunda unidad de picado que sirven
además, para el impulsado del material hasta el acoplado forrajero. En este caso los
mayales son en forma de "S" e impulsan menos aire con un menor consumo de
potencia.

- Máquinas de picado posterior al corte o recolección: Dentro de las máquinas que


realizan el picado posterior al corte se puede establecer la siguiente clasificación:
* Picadoras con cuchillas radiales (de volante): corte paralelo al eje de rotación.
* Picadoras con cuchillas superficiales (de cilindro): corte perpendicular al eje de
rotación.

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Cuando las cuchillas se encuentran paralelas al eje de rotación, el corte se realiza a
golpes, mientras que cuando se encuentran inclinadas, el punto de corte se va
desplazando progresivamente a lo largo del cilindro.
Algunas máquinas picadoras realizan el picado y expulsión del material en una sola
operación en tanto que otras necesitan un mecanismo complementario para la elevación
del forraje hasta la unidad de acarreo.
Según estas características las maquinas se pueden clasificar de la siguiente manera:
+ Cosechadoras de corte y lanzamiento: Las máquinas de corte y lanzamiento,
utilizan cuchillas giratorias y una contracuchilla para cortar el forraje.
Las cuchillas giratorias cumplen la doble función de cortar el forraje e impulsarlo
hacia los vagones o camiones de acarreo.
Cabe aclarar que las máquinas de corte y lanzamiento, pueden ser las de volante o
rotor picador.

+ Cosechadoras de corte y soplado: Este tipo de máquinas también utilizan un


sistema de corte con cuchillas y contracuchillas.
Una vez que el material fue picado pasa directamente o con la ayuda de un tornillo
sinfín al mecanismo de impulsión o soplado, que posibilita la carga del mismo a los
acoplados.
Otro tipo de accesorios permitido por las máquinas de corte y soplado es el
procesador de grano que consiste en dos rodillos estriados que giran y se encuentran
ubicados a la salida del rotor picador y antes de la unidad de soplado o expulsión.

Clasificación de las picadoras según su accionamiento


- Picadoras de forraje del tipo montadas: Este tipo de máquinas son por lo general,
de corte y picado, equipadas con cabezal para recoger materiales sembrados en hileras
(maíz o sorgo), aunque algunas también permiten el trabajo con cabezales de
recolección de pasturas preoreadas, picando por medio de un volante y cuchillas
radiales.
El inconveniente principal de este tipo de máquinas, radica en la baja capacidad de
trabajo, ya que poseen un ancho de recolección reducido y un sistema de picado de baja
capacidad.

- Picadoras de forraje de arrastre: Este tipo resultan mucho más versátiles que las
anteriores debido a que se les puede adaptar cualquier tipo de cabezal:
Cabezal de corte directo para picado y suministro de pasturas en forma directa.
Cabezal recolector de andanas para silajes de pasturas con un oreado previo.
Cabezales en hileras para picado de cultivos en hileras como maíz o sorgo, que pueden
variar en número de una a tres hileras.

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A su vez, cada una de estas máquinas pueden ser de corte y lanzamiento directo o
corte y soplado.

- Picadoras de forrajes autopropulsadas: Estas máquinas ofrecen una gran capacidad


de trabajo, mejor maniobrabilidad y mayor confort para el operario, además de un mejor
aprovechamiento de la potencia que las de arrastre debido a una menor perdida por
autotraslado.
Generalmente son utilizadas en explotaciones que necesitan ensilar grandes
superficies, en trabajos cooperativos, o bien para el servicio de contratista.
Las picadoras autopropulsadas pueden ser equipadas con todo tipo de cabezales.

Unidad de picado
Son componentes de la unidad de picado el sistema de alimentación, la de picado
propiamente dicho, mecanismo partidor de granos y la unidad de lanzamiento que
elevara el forraje hasta el carro forrajero.

* Alimentación
AI cilindro picador debe llegar una capa uniforme de material firmemente
aprisionado para evitar desgarros en el forraje mientras se produce el corte,
disminuyendo el excesivo consumo de potencia e incrementando la calidad final.
Estas funciones del sistema de alimentación, son realizadas en general por 4 rodillos
horizontales que actúan de a pares (dos superiores y dos inferiores) arrastrando el
material hacia el interior de la picadora, hasta que es alcanzado por las cuchillas del
rotor picador.
Una de las formas de modificar el tamaño de picado, es cambiando la velocidad de
los rodillos alimentadores o variando el número de cuchillas del rotor picador.

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* Detector de metales
Los detectores de metal son mecanismos electromagnéticos, que se activan al
ingresar un cuerpo metálico extraño a los rodillos de alimentación. Este mecanismo
detiene el funcionamiento del cabezal (maíz o pasturas) y de los rodillos alimentadores
en forma inmediata, evitando el ingreso del metal a la unidad de picado y por
consiguiente la posibilidad de roturas severas.

* Rotor picador
La capacidad de picado de una máquina, estará entre otras cosas, en función del
número de cuchillas del rotor picador, de la velocidad de giro y del filo de las mismas,
además del ajuste y filo de la contracuchilla.
El número de cuchillas con que puede contar el rotor picador, está limitado por el
diámetro del mismo.
La velocidad de las cuchillas condiciona la capacidad de la máquina. El aumento de
la velocidad del cilindro aumenta la capacidad pero disminuye la eficiencia de trabajo
por el mayor consumo de potencia que esto supone.
Diseños de las cuchillas: Las máquinas que realizan la expulsión del forraje, con
el rotor picador pueden utilizar dos tipos de cuchillas: las acopadas que son las
más eficientes para cortar y lanzar el forraje; y las planas que son las más
utilizadas por tener un costo inferior. En las picadoras que poseen un mecanismo
propio de expulsión de forraje, se utilizan cuchillas espiral o cuchillas con
diseño en forma de "J".

Es importante tener en cuenta que para la expulsión de forraje el rotor picador


exige velocidades periféricas superiores a los 30 m/s, mientras que en las
picadoras que emplean turbina independiente para la expulsión, con 20 m/s es
suficiente.

Contracuchilla: debe soportar la misma presión de trabajo que todo el conjunto


de cuchillas móviles. Es de vital importancia mantener ajustada la distancia entre
cuchillas y contracuchilla.

* Zarandas de repicado
Las zarandas para producir un "segundo corte o repicado", son utilizadas para
disminuir el tamaño de picado en el caso que con la simple regulación de la máquina
esto no sea posible.
Son factibles de utilizar en los diseños de picadoras que realicen el lanzamiento del
forraje mediante un mecanismo independiente al rotor picador.

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* Mecanismo procesador de granos
Este es un equipamiento provisto en las máquinas autopropulsadas de nueva
generación, utilizado para permitir el quebrado de los granos.
Consiste en dos rodillos acanalados que se encuentran entre el cilindro picador y la
unidad de lanzamiento o expulsión entre los que pasa el forraje.
Este quebrado de granos, es mucho más eficiente cuando se trabaja con maíz que
cuando se lo hace con sorgo.

* Lanzador
Una vez realizado el picado del forraje, se procede a la elevación del mismo a un
nivel superior para el llenado del camión o acoplado forrajero, y como se mencionó
anteriormente, hay algunos diseños de máquinas como las que no tienen suficientes
revoluciones en el cilindro y que utilizan zarandas de repicado o partidores de granos,
que no permiten la impulsión en forma directa.
Para esta operación se recurre a un lanzador, que puede ser definido como un
volante pero sin cuchillas de corte.

El ancho de la tubería es un factor a tener en cuenta, ya que las partículas ceden


parte de su energía al aire, lo que quiere decir que en los dos tercios inferiores del canal
de descarga se realiza la expulsión del forraje por soplado, en tanto que en el tercio final
la fuerza predominante es la succión del aire.

Calidad del silaje y diagnóstico de los problemas


Clasificación del silaje por caracteres organolépticos:

Color Negro Manchas Marrón Verde Verde natural


blancas azulado
Olor Amoníaco Humedad Caramelo, Rancio Avinagrado dulzón
atabacado
Textura Gomosa, Suelta, floja Flojos Blanda, Firmes
de tejidos blandos viscosa
Palatabilidad Muy baja Baja Muy buena Baja Buena
pH Mayor a 4,5 6,5 o más Variable Mayor a 4,5 4 o menos
Valor Nulo Nulo Regular Bueno Bueno, semejante
alimenticio al forraje

El primer efecto de la alta temperatura es el de la caramelización de los hidratos de


carbono, dando un color marrón y un olor a tabaco muy agradable, incluso para los
animales.

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Si el silaje se presenta con manchas blancas (silaje mohoso), se debe a que se han,
desarrollado hongos y mohos, también por la presencia de aire en la masa, producto
también de un lento llenado, pobre compactado y abundante aire intersticial.
También se encuentra el silaje con olor a manteca rancia, a causa de la fermentación
butírica causada por bacterias del género Clostridium, favorecidas por el forraje con alto
contenido de humedad, bajo contenido en azúcares, mucha cantidad de proteínas y mal
desarrollo de las bacterias lácticas. El ácido láctico se transforma en butírico y el pH
permanece por encima de 4,2.
El silaje con olor a vinagre es aquel donde ha predominado la fermentación acética,
favorecida por las mismas condiciones que las anteriores más la presencia de aire.

Factores a considerar para lograr calidad


Existen tres factores que interactúan entre si y determinan la calidad final del
material ensilado:
* Contenido de humedad de la planta al momento de picado: Las
recomendaciones varían con los diferentes cultivos a ensilar. El estado de madurez
óptimo asegura un elevado contenido de azúcares disponibles para las bacterias y un
máximo valor nutricional para el ganado. El contenido de humedad óptimo se encuentra
comprendido entre el 65 y el 70%.
* Momento de picado: el momento óptimo de picado lo determinara el grano,
debiendo estar en estadio fenológico de grano pastoso a pastoso duro. Cuando la línea
de leche se encuentra en "un cuarto de leche", es decir que sólo la cuarta parte del grano
está, líquido, se puede afirmar que el cultivo se encuentra en el momento óptimo.
Como este estadio de 1/4 línea de leche dura relativamente poco tiempo, se debe
tener en cuenta la superficie a picar y la capacidad de trabajo de la picadora, para
comenzar, si es necesario, el picado en forma anticipada.
* Tamaño y uniformidad de picado: el tamaño óptimo de picado para el maíz y
sorgo varía entre los 8 y 12 mm. Este tamaño permite realizar un buen compactado.
Cuando se logra este tamaño de picado, es que se asegura que la tasa de pasaje a nivel
ruminal sea la máxima, favoreciendo el consumo y por consiguiente los niveles
productivos.

Sugerencias para el éxito


Para lograr los mejores resultados en la elaboración del silaje conviene tener en
cuenta ciertas condiciones como:
* Utilizar cultivos de alto potencial de rendimiento, es decir, que rindan gran
cantidad de kilos de materia seca por hectárea y en lo posible, libres de malezas.
* Cortar en el momento adecuado.
* Usar picadoras que realicen un trabajo de picado con un tamaño de partículas
uniforme.
* Compactar lo más rápidamente posible a fin de eliminar el aire y evitar
sobrecalentamientos.
* Controlar la temperatura en forma constante.
* Dejar el silo sin tocar hasta el momento de su aprovechamiento.
Como una síntesis, para lograr el éxito en el ensilaje y obtener un producto de
calidad es necesario lograr una buena fermentación, la que se basa en dos principios:
máxima eliminación del aire (compactación) y rápida acidificación. La máxima
compactación a su vez va a depender a) del estado de madurez de las plantas en el
momento del corte; b) del tamaño o longitud de las partículas cortadas; c) de la

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velocidad de llenado; d) de la distribución del forraje en el silo y e) de la cobertura que
se le coloque.
La rápida acidificación o rápido descenso del pH se producirá de acuerdo al estado
de madurez, cantidad de azúcares fermentescibles del cultivo y de la rápida eliminación
del oxígeno que permitirá que actúen sólo las bacterias anaerobias.

Extracción y suministro de silaje

Extracción y desensilado
El equipamiento debe ser acorde a las dimensiones del silo y a la cantidad de forraje
a suministrar por día.
Como dato orientativo se considera que un silo de maíz de planta entera picado fino
con buena compactación y 70% de humedad pesa alrededor de 800 kg/m3.
Dentro de las virtudes que se buscan en la maquinaria utilizada para la extracción, se
deben destacar:
-Versatilidad: para que puedan extraer tanto silaje de pastura como de maíz y sorgo
de picado fino de planta entera o bien uno de grano húmedo además de otras
alternativas de uso.
-Costo reducido: su valor no debe tornar prohibitiva su adopción.
-Rapidez: que permita disminuir al mínimo el tiempo operativo de extracción.
-Durabilidad y robustez: debe ser de construcción robusta y no sufrir desgaste
prematuro.
-Maniobrabilidad: este aspecto es importante ya que no siempre se cuenta con
operarios capacitados para su manejo.

Actualmente se encuentran disponibles en el mercado numerosas alternativas de


extractores de silos:
- Extractor de arrastre con paralelogramo y sistema hidráulico con control remoto:
Estos equipos pueden ser similares a los elevadores de rollos, sólo que en lugar de dos
brazos, cuentan con una pala tipo rastrillo y una mordaza hidráulica.

- Extractor de silo tipo guinche:


Ventaja: *Bajo costo.
Desventajas: *Poca versatilidad de uso.
*Baja capacidad de trabajo.
*Alto nivel de remoción del frente de exposición del silo.
*Poca rnaniobrabilidad.
*Poca confiabilidad.

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- Extractor en bloques montados: son equipos que están montados sobre el tractor,
ya sea en la parte frontal o en los tres puntos.
Consta de un rastrillo de púas horizontales que se clavan en la masa del silo y un
cuchillo de corte alternativo impulsado por un motor hidráulico, que corta el pan del
material en bloques de aproximadamente 800 kg.
Ventajas: *Excelente tratamiento de la pared expuesta del silo.
*Corte perfecto y pocas pérdidas.
*Buena capacidad de trabajo.

Desventajas: *Alto costo de inversión.


*Poca versatilidad de uso.
*Baja adaptabilidad para suministro del silo con mixer.

- Extractor de silo tipo pala frontal, con acople y desacople rápido al tractor.
Ventajas: *Alta maniobrabilidad.
*Versatílidad de uso.
*Buena capacidad de trabajo.

Desventajas: *Remoción del frente de exposición, lo cual puede disminuirse


con la adopción del kit, con mordaza tipo peine hidráulico.

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- Extractor de silo frontal con pala de púas y cuchilla de corte hidráulico.
Ventajas: *Alta capacidad de trabajo.
*Versatilidad de funcionamiento.
*Moderada remoción del frente de exposición del silo.

Desventaja: *Elevado costo de inversión.

- Extractores tipo fresa: En el mercado no están muy difundidas las fresadoras de


silos independientes.
Entrega el material con una turbina y tubo soplador (como una picadora), para
descargar el material sobre un acoplado.
Estas máquinas, cuentan con un rotor estrellado que gira a gran velocidad accionado
hidráulicamente que disgrega el material expuesto impulsándolo contra una chapa
orientable que envía el material al acoplado o a la turbina.

Ventajas: *Excelente tratamiento de la pared expuesta del silo.


*Mejora en la eficiencia de mezclado del mixer dado
el nivel de desmenuzamiento de la masa del silo.
*Excelente capacidad de trabajo.

Desventajas: *Necesita un tractor con un excelente sistema


hidráulico (buen caudal y presión).
*Escasa versatilidad de uso.

- Equipos especiales para extracción y carga de silo de maíz y sorgo picado fino de
planta entera o silo de grano húmedo almacenados en silo bolsa: los silos de grano
húmedo, pueden ser extraídos con muy buena eficiencia utilizando palas ubicadas en la
parte frontal del tractor, o bien con los tornillos sinfines ("chimangos" convencionales).

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Mixers
Permiten, a través de una balanza electrónica, conocer cuanto se esta cargando de
cada uno de los componentes y también la cantidad suministrada de acuerdo al consumo
estimado.
Por lo antes mencionado, resulta de vital importancia la utilización de estos
acoplados mezcladores para la elaboración y homogeneización de la dieta, resultando
imprescindible que el carro racionador o mixer, brinde al usuario confiabilidad a lo
largo de su vida útil.
Los acoplados racionadores tipo mixer desmenuzadores, permiten incluir el heno,
conociendo sus proporciones, en una sola operación de desmenuzado y mezclado con
menor requerimiento de mano de obra.
A nivel general, podemos decir que en el mercado existen dos sistemas principales
de mezcla, estableciendo de esa forma una primera clasificación:
-Mixers con sistema de mezcla vertical.
-Mixers con sistema de mezcla horizontal.
En esta primera clasificación se puede mencionar, que los primeros son muy
eficientes en cuanto a la mezcla, debido a que esta se realiza por la caída de los
elementos gracias a la fuerza de gravedad, en tanto que los de tornillo sinfín horizontal,
producen una circulación del material en todo el espacio de la batea realizando de esa
forma el mezclado.
Una vez que se realiza la mezcla, que en tiempo promedio puede durar de 2 a 6
minutos, se procede a la descarga la cual se realiza mediante tornillos sinfín que
descargan sobre uno de los laterales del acoplado, o cintas transportadoras que
descargan sobre uno o los dos laterales del mixer, dependiendo de su diseño.

Diferentes tipos de acoplados mixers disponibles en el mercado:

- Acoplado mezclador con cuatro sinfines: Pueden picar fardos de heno cuadrados y
redondos previamente desmenuzados y tienen capacidad de mezclar muy bien todo tipo
de alimentos debido a la gran cantidad de cuchillas que poseen los sinfines.
Se debe destacar que forrajes excesivamente húmedos o pobres en estructura corren
riesgo de ser picados más de lo debido, perdiendo su efecto como aportadores de fibra
estructural, necesaria para estimular la rumia.

Acoplado mezclador con tres sinfines: Con estos acoplados es más difícil que el
forraje sufra destrucción de su estructura.

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Los fardos o rollos de heno deben introducirse previamente desmenuzados cuando
los sinfines no tiene cuchillas o en secciones, sabiendo siempre que este tipo de carros
se adapta mejor para forrajes bien picados.

- Acoplado mezclador de un sinfín: tiene quizás una mayor capacidad de


desmenuzado de fibra. El resto, es similar al anterior.

- Acoplado mezclador de paletas y sinfines: En estos acoplado, debido a que el


forraje se mezcla al caer, requieren de poca potencia para su funcionamiento.
Se debe destacar que debido al sistema de mezclado con que cuentan, el volumen
efectivo que se aprovecha, es del 75% al 80% del volumen del mixer.

Acoplado mezclador con sinfín vertical: Se caracterizan por mantener la estructura


de los forrajes. En ellos es posible cargar directamente rollos y fardos de heno y hasta
de henolaje empaquetado para su desmenuzado y posterior mezclado. Sus
requerimientos de potencia son un poco más elevados.

Lugar de suministro
El suministro de silaje puede realizarse de diferentes maneras, desde el autoconsumo
hasta en comederos especialmente construidos para tal fin.
El autoconsumo no es un método recomendable, debido a que la única manera de
poder determinar cuanto silaje come cada animal es permitiéndole a todo el rodeo que
tenga acceso al mismo tiempo y durante el mismo lapso. El problema que se presenta es
que se debería construir el silo de modo tal que permita ofrecer un frente demasiado
ancho y de baja altura, incrementándose los porcentajes de pérdidas por excesiva
superficie expuesta.
Otra alternativa para suministrar silaje consiste en hacerlo contra un alambrado,
retirando un par de hilos para permitir que el animal saque la cabeza para alimentarse.

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El problema que presenta este sistema son las pérdidas por contacto del forraje con el
suelo.
También aparecen las cubiertas de tractor en desuso como alternativas de
comederos. Son prácticas y posibilitan que aproximadamente 10 ó 12 animales coman
por cada cubierta. Se recomienda colocarlas en potreros que van a roturación y
cambiarlas de lugar cada dos días a lo sumo. Con esta practica se devuelve fertilidad al
lote a través del bosteo, lográndose una excelente respuesta en la implantación de la
pastura.
A medida que se intensifica la producción, comienza a justificarse la utilización de
comederos tipo piletas o bateas. Se debe tener la precaución de colocarlos bien
afirmados sobre piso de cemento o bien en terraplenes especialmente construidos para
evitar que el pisoteo de los animales, formen "pantanos" cuando llueve, o la embestida
del animal cuando se acerca a comer; los afloje, descalce o rompa.
Para finalizar, se debe tener presente que cualquiera sea el comedero que se decida
utilizar, lo importante es que exista "frente" para que todos los animales a suplementar,
puedan acceder al alimento al mismo tiempo. Esto permitirá que toda la hacienda coma
iguales cantidades de alimento, además de evitar los problemas de dominantes y
dominados existentes en todo rodeo.

Pérdidas en el proceso
Las mermas producidas durante el proceso de ensilaje pueden clasificarse en cuatro
grupos principales:
* Pérdidas en el campo: En el momento de picar se debe prestar especial atención
al contenido de humedad del forraje, al filo de las cuchillas, la separación de éstas con la
contracuchilla y principalmente evitar la incorporación de tierra al forraje picado, ya
que se favorecerá la ocurrencia de fermentaciones indeseables en el material ensilado.
El forraje debe recolectarse aproximadamente a las dos horas de cortado en el caso
de las pasturas; e inmediatamente después de cortado en el sorgo y maíz.
* Pérdidas por respiración (aeróbicas): Las pérdidas por respiración dependerán
en forma directa de la distancia que exista entre el lote a picar y el lugar donde se
realizara el llenado del silo; y de la velocidad con que se elimine el oxígeno de la masa
del mismo. La respiración se acelera a medida que la temperatura se aproxima a los 30
ºC. A partir de ese momento, disminuye la respiración hasta que las enzimas se
inactivan. Durante el compactado de un silo tradicional (bunker, torta, trinchera o
puente), la forma ideal de trabajo es utilizando un tractor doble tracción equipado con
una topadora frontal de baja altura.
La ventaja del tractor con doble tracción es la de evitar el patinaje, disminuyendo los
riesgos de "enterrado".
* Pérdidas por fermentación (anaeróbicas): Es conveniente que la fermentación
que ocurra sea láctica, ya que utiliza del 3,8% al 4% de los azúcares del material puesto
a fermentar; mientras que la butírica consume el 24% y la acética el 38%.
La fermentación láctica es la más eficiente ya que logra la acidez necesaria (pH 3,6-
3,9), con un mínimo de utilización de energía, quedando el resto disponible para ser
aprovechado por el animal.
* Pérdidas por efluentes: El volumen de pérdidas por efluentes depende del
contenido de humedad del forraje, del tamaño de picado y de la forma y estructura del
silo.
Es importante que el material a ensilar posea entre el 65-70% de humedad: si es
superior se perderá por lixiviación una gran cantidad de "jugos" con un contenido

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estimado del 6% de materia seca de alto valor nutritivo, ya que lo primero que se
pierden son los azúcares y proteínas más solubles.
Otra gran desventaja en la perdida de efluentes es que son un excelente medio para
el desarrollo de los microorganismos benéficos del silo como las bacterias, además que
al existir perdida del contenido celular, se crean condiciones para la proliferación de
hongos y levaduras que disminuyen la calidad del silo.

Silaje de granos con alto contenido de humedad

Se pueden realizar silajes que tengan como materia prima, granos en general, que
conserven un relativamente alto contenido de humedad, pero especialmente se utiliza
como materia prima el maíz, como una nueva alternativa para los sistemas de
producción intensiva de carne y leche.
El objetivo es cosechar el máximo rendimiento de energía neta y almacenarla con el
mínimo costo.
Este tipo de silaje presenta como ventajas: a) la liberación anticipada del lote por el
adelanto de la cosecha, ya que no hay que esperar a la madurez total del grano para
realizarla; b) disminución de costos, al no tener que realizar el secado artificial de los
granos y por la economía que se produce al no tener que pagar traslados de ida y vuelta
desde el campo a la planta secadora; c) se eliminan gran parte de las pérdidas, ya que al
cosecharse con mayor contenido de humedad disminuye el desprendimiento de espigas
y el desgrane; d) se consigue mejorar la digestibilidad de los granos, ya que los gránulos
de almidón no se encuentran completamente encapsulados por proteínas como ocurre
con los granos secos, por lo tanto son más fácilmente atacados por las bacterias en el
rúmen.
Para tener éxito en la confección de este tipo de silos, el primer punto a tener en
cuenta es el momento óptimo de cosecha, el cual se presenta cuando la humedad del
grano se encuentra entre el 25 al 30% (grano duro).
La forma practica para determinarlo es partiendo una espiga a la mitad y observando
que en los granos haya desaparecido la línea de leche, es decir que todo el grano este
duro.
Además debe observarse que en el lugar de inserción del grano en el marlo, presenta
un punto negro que indica que el proceso de llenado de los mismos ha concluido.
La cosecha puede realizarse con la cosechadora convencional, a la cual se le deben
realizar adaptaciones sencillas como el forrado del cilindro, incremento de la velocidad
de rotación del mismo, reducción de la separación entre cilindro y cóncavo, aumento del
diámetro de los orificios de las zarandas.
El grano de maíz debe ser quebrado antes de depositarse en el silo, no solo para que
se acomode mejor y sea más fácil eliminar el aire intersticial, sino para que fermente
mejor y más rápido. Debido a esto, se debe realizar la cosecha y colocación en el silo en
la forma más rápidamente posible.
Otra razón por la que es conveniente moler, es la de evitar la germinación de los
granos, permitiendo conservar la energía contenida en los mismos para que sea
aprovechada íntegramente por el animal.
El ensilaje del maíz húmedo se puede realizar en silos trinchera o en silos puente,
como también en bolsas de polietileno.
En el caso de hacerlo en el silo puente se debe tener la precaución, antes de
comenzar a depositar el grano, de recubrir el piso y las paredes con polietileno, el cual
deberá sobrepasar a éstas y quedar provisoriamente colgando hacia el exterior. El
llenado se efectúa como en el caso de los silos de forrajes verdes y una vez terminado se

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cubre la cara superior con el polietileno que había quedado colgando sobre los laterales
del puente.
Los silos bolsas son de diámetro variable. Pueden contener de 130 a 350 toneladas,
incluso con la posibilidad de seccionar las bolsas de acuerdo a las necesidades.
Actualmente existen máquinas que muelen y embolsan simultáneamente el grano
con alto porcentaje de humedad. Estas máquinas están equipadas con una tolva y un
molino a rodillos regulable.
Las bolsas que se confeccionan son de 1,2 ó 1,5 m de diámetro, con capacidad desde
25 a 65 toneladas.

En las bolsas, es posible minimizar los riesgos de contaminación con micotoxinas,


ya que pueden cerrarse después de cada extracción de material. Además por su
arquitectura larga y fina, presentan un frente de exposición considerablemente menor al
de un silo bunker.

Calidad del silaje


No existen marcadas diferencias en la composición de los granos secos en
comparación de los silajes de grano húmedo.
La diferencia que se puede remarcar es la mayor digestibilidad a nivel ruminal que
tiene este suplemento, comprendida entre el 3 al 4% por encima de la de los granos
secos. Esto se debe a la falta de encapsulado de los gránulos de almidón, lo que
posibilita a las bacterias atacarlos y degradarlos más fácilmente.
Los híbridos de maíz usualmente rinden 45 a 55% del total de MS de la planta y del
65 al 70% de su valor nutritivo como grano.

Efecto de los taninos en granos de sorgo ensilado


Ensayos de alimentación con sorgos en no rumiantes demostraron que los taninos
condensados tienen un impacto negativo en la ganancia de peso de los animales.
El efecto de este compuesto es menos importante en los rumiantes, pero la respuesta
puede ser inferior que los que no tienen taninos condensados.
Cabe acotar que el agregado de urea produjo una hidrólisis del 60% del tanino
contenido en el grano.

2.4.-Henolaje. Henolaje o empaquetado de rollos, etapas en la confección de


silopac, almacenamiento.

El henolaje es un método de conservación del forraje que consiste en someterlo a


fermentación (ensilaje) después de un premarchitado. Para lograr la fermentación en
estas condiciones se debe cortar el forraje y dejarlo en el campo, a fin de lograr un

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marchitamiento parcial del mismo por acción de los agentes atmosféricos, llegando a
porcentajes de humedad variables entre el 40 y el 60% y luego proceder como en el
ensilado. Este ensilaje del forraje premarchitado trae como consecuencia que se
produzca una fermentación controlada y más restringida, por el aumento del contenido
de materia seca y de carbohidratos solubles.
Se presenta como una ventaja relativa para zonas donde no es posible la obtención
de un heno de buena calidad por las condiciones climáticas.
Por otra parte, la fermentación obtenida es de mejor calidad, tendiendo a la
producción de ácido láctico, disminuyendo la producción de ácido acético y de
nitrógeno amoniacal.
Para que se produzca una buena fermentación requiere necesariamente de un picado
muy fino, ya que debido al mayor porcentaje de materia seca con que se almacena
resulta más dificultosa su buena compactación.
Presenta como riesgos, en lugares donde se produce una deshidratación muy rápida
del forraje, superar el 60% de MS resultando difícil su buena fermentación posterior.
Por otra parte, si durante el tiempo de marchitamiento las condiciones climáticas son
desfavorables y ocurren lluvias, deberá prolongarse excesivamente el tiempo de
exposición en el campo. Al daño del lavado por las lluvias se sumarán las consiguientes
pérdidas de nutrientes por respiración y fermentación y por acción del aire y del sol.
Por estas y otras causas, el método había ido perdiendo adeptos, hasta que la
aparición de los "silajes empaquetados", con la posibilidad de crear condiciones óptimas
para la fermentación por medio de elementos aislantes del medio ambiente, sobre todo
de la acción del exceso de respiración por falta de compactación, abrió un nuevo
horizonte para el henolaje.

Henolaje empaquetado
Básicamente se obtiene aislando el forraje mediante su envoltura con bandas
plásticas, o dentro de bolsas o sacos herméticos, para que allí se produzca la
fermentación, en total aislamiento y anaerobiosis. En estas condiciones se produce la
denominada fermentación "fría‛', es decir que en ningún momento el proceso de
fermentación debe sobrepasar los 30 ºC y donde se logra la acción de los fermentos
lácticos gracias a la anaerobiosis y al rápido descenso del pH que se produce.
Este método de conservación consiste en el corte y marchitado parcial del forraje,
pudiendo luego seguir dos caminos: a) el enrollado y luego el empaquetado, y b)
directamente el picado y acumulado en grandes bolsas.
En la actualidad existen máquinas embolsadoras transportables que introducen a
presión el forraje picado en grandes bolsas de sección cilíndrica que se encuentran
plegadas y se van desplegando a medida que se llenan, formando una especie de
cilindro o "gusano" que queda sobre el suelo (silopres).
En este caso se deja el forraje cortado sobre el campo para que pierda humedad y
luego se recoge con una máquina que lo pica y lo envía dentro de un tubo de polietileno
sin necesidad de prensarlo ni atarlo. En cierto modo, la compactación interior se logra
por la resistencia que ofrece el forraje ya embolsado y la presión que ejerce el forraje
que se va incorporando.
En el otro caso de henolaje empaquetado, se enrolla y ata el pasto premarchitado.
Luego este rollo se envuelve mediante un film plástico, por medio de una máquina
especial, hasta cubrirlo totalmente, llegando a producir su cierre hermético. Este método
recibe el nombre de silopac.
También se encuentran en el mercado máquinas que en lugar de hacer paquetes
individuales con cada rollo, realizan el empaquetado conjunto de una serie de rollos,

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que se van alineando y arrimando uno contra otro por sus caras planas, al mismo tiempo
que se van recubriendo las superficies cilíndricas con polietileno. De esta forma van
confeccionando un cilindro continuo dentro de un tubo plástico. Los rollos, a medida
que se van envolviendo con el polietileno van cayendo suavemente al suelo, donde
quedan formando un tubo semejante a un enorme "gusano" que llega a tener de 8 a 10
rollos. Este sistema recibe el nombre de siloline.

Corte del forraje

Marchitado parcial

Recolección

Ensilado Picado fino


Enrollado

Henolaje Introducción a presión


en bolsa plástica
Envoltura en film plástico

Cada rollo individual Varios rollos alineados


Silo PRES

Silo PAC Silo LINE

Henolaje empaquetado: los métodos de conservación denominados silopac o siloline


presentan como ventajas sobre el heno arrollado que permiten lograr un forraje con una
mayor digestibilidad, por un mayor contenido de hojas y una menor fermentación de
azúcares solubles. Durante el almacenado hay una disminución del total de pérdidas por
putrefacción y por lavado. Por otra parte el silopac puede realizarse aun con días
nublados o con tiempo inestable.

Forrajes para el henolaje empaquetado


En este tipo de reservas se pueden usar todo tipo de gramíneas, puras o asociadas,
como raigrás, pasto ovillo, avena, cebadilla, trigo, sudangras, moha, etc. y también las
leguminosas como alfalfa, tréboles, vicia, soja, etc., solas o asociadas entre si, o con
gramíneas.
Las leguminosas presentan menor cantidad de azúcares y producen en general un
nivel de acidez menor en las fermentaciones comunes, pero en el silopac este
inconveniente se subsana por las condiciones que se establecen para la fermentación
(concentración de carbohidratos y anaerobiosis).
Las especies más recomendadas para utilizar son la alfalfa, que debe ser cortada
cuando esta al estado de botón floral o primeras flores y libre de malezas, la avena,
cosechada al estado de grano lechoso, y el raigrás, al estado vegetativo para lograr su
más alta calidad, o florecido para obtener mayor volumen.

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Técnica de su confección

Cuando el cultivo esta a punto (prefloración a emergencia en gramíneas y principio


de emergencia floral al 10 % de floración en leguminosas), se debe cortar después de
levantado el rocío, con el máximo cuidado, preferentemente con guadañadora o
segadora y luego, en lo posible, pasar un acondicionador de heno que facilite y apure la
deshidratación en forma pareja para tallos y hojas.
Las hileras que se forman con el corte deben ser semejantes a las que se realizan
para el enrollado del heno, tratando que sean lo más uniformes posibles en cuanto a
ancho y altura.
El descenso de la humedad a aproximadamente el 50% (40 a 60%), se reconoce en
forma práctica por la pérdida de turgencia y marchitamiento general de la planta, que se
presenta floja y pálida, lo que sucede en un plazo que puede variar entre 1 y 18 h
aproximadamente. En este estado, las hojas no deben desprenderse de la planta.
Una vez obtenido el descenso de la humedad se recoge y empaqueta el forraje con la
máquina enrolladora, tanto de las denominadas de núcleo flojo, como las de núcleo
denso o compacto.
El rollo que se confeccione no deberá ser el de mayor tamaño posible en las
máquinas de cámara variable, sino que es conveniente que sea de alrededor de un metro
de diámetro, quedando así un rollo de 1,50 m de ancho por 1 m de diámetro, o también
de 1,10 m de diámetro por 1,20 m de altura. Lo más importante es que queden de un
tamaño uniforme y con una superficie lo mas lisa posible, lo que permitirá una buena
adhesión del polietileno.
Los rollos así realizados son llevados a la máquina empaquetadora, que estará fija en
el lugar adonde se almacenarán los paquetes envueltos. Esta máquina consta
esencialmente de un cargador transportador, de un bastidor o mesa giratoria y un
portabobina. En el bastidor se coloca el rollo de forraje por medio del cargador
transportador y en el portabobina una bobina o rollo de plástico, de aproximadamente
0,50 m de ancho, con el cual se irá envolviendo todo el fardo a medida que gira en uno
y otro sentido (horizontal y vertical).
La mayor masa de aire del interior del rollo se expulsa por la compactación que
produce la misma enrolladora, mientras que el aire superficial se elimina por la
contracción del film. Con la eliminación de gran parte del aire, y sobre todo impidiendo
su entrada por intercambio gaseoso (CO2—aire) se consigue rápidamente la
anaerobiosis en la masa forrajera, lo que facilita la acción de la bacterias lácticas, que
producen la fermentación de los azúcares, transformándolos especialmente en ácido
láctico, en forma semejante a la que se produce en un buen proceso de ensilaje. El
proceso de fermentación puede durar alrededor de 30 a 45 días.
Es conveniente envolver los rollos lo antes posible después de confeccionados.
Una vez terminado de envolver el rollo, este se deposita mediante un mecanismo
hidráulico, en el lugar donde se conservará hasta su uso. El rollo cae al suelo sobre una
especie de alfombra, para evitar pinchaduras o daños en el polietileno que lo cubre.
El almacenamiento debe realizarse en superficies libres de vegetación leñosa o
lignificada y de otras irregularidades que puedan provocar la perforación del film.
En el caso del siloline, cuya máquina es prácticamente estática, se debe implementar
un mecanismo de carga adicional, transportando los rollos hasta el lugar donde está la
máquina. La envoltura del rollo por el plástico se realiza en mucho menos tiempo, ya
que solo se lo envuelve en sus caras laterales y se deja sus bases sin cubrir. Las caras o
bases sin cubrir con el plástico, quedan aisladas a medida que se apoyan una contra otra.

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Silopres: se emplean los mismos forrajes y estados fisiológicos para el corte que en
los métodos anteriores, pero el forraje premarchitado se cosecha con una máquina de
picado fino y se lleva a la embolsadora. Esta recibe el forraje picado y mediante un
mecanismo transportador o un sin fin helicoidal va empujando el forraje dentro de la
bolsa que permanece plegada. A medida que se va llenando se va desplegando. La
máquina embolsadora tiene un freno especial en las ruedas a fin de poder regular su
desplazamiento, ya que a medida que la bolsa se llena debe ir avanzando en sentido
contrario.
La fermentación aeróbica, en estas condiciones, dura entre 5 y 8 horas, ya que al
término de éstas, los fermentos lácticos que son los dominantes han hecho descender el
pH a cerca de 4, aumentando la acidez de la masa. Estos niveles provocan el cese de
toda actividad bacteriana, incluso la de los fermentos lácticos, lo que permite la
conservación del forraje por un tiempo prácticamente indefinido, siempre y cuando no
se produzca la entrada de aire a la masa de forraje fermentado.

Ventajas y desventajas de estos métodos

Dentro de las ventajas que proponen estos métodos de obtención y conservación de


reservas forrajeras con respecto a la henificación y ensilaje tradicional, se pueden citar:
a) Reducción del riesgo climático. Los tiempos de oreo son menores que los
empleados para obtener heno y por lo tanto se puede hacer el henolaje con menor
intensidad de calor, como en primavera temprana y en otoño.
b) Al enrollar o embolsar el pasto con cierto grado de humedad (±50% de MS)
disminuyen las pérdidas de hojas por el manipuleo. Esto es especialmente importante en
el caso de las leguminosas.
c) En el caso del silopac especialmente, se puede trabajar con pequeños volúmenes
de excedentes o de forraje, los que no alcanzarían o no justificarían la confección de un
silo tradicional.
d) Permite una evaluación rápida y con cierta exactitud, del volumen total de
reservas, al conocerlo por el solo conteo de los paquetes y no tener entonces que cubicar
grandes volúmenes como en el caso de los silos.
e) Presenta menores pérdidas durante el almacenaje al quedar aislado del ambiente.
f) Al estar el forraje cubierto con plástico, se evitan grandes pérdidas en calidad en
superficie, ocasionadas por lluvias, sol, viento, etc.
g) No son requeridos tractores de alta potencia.
h) No son necesarias inversiones de capital muy grande.
i) Fácil manipulación para racionar.
j) Bajas pérdidas de almacenaje (3 al 7%).

Entre las desventajas, que son más de tipo operativo se pueden enunciar:
a) No permiten su fácil comercialización al tener un gran porcentaje de agua y al ser
difícil su traslado por los daños que se puedan ocasionar a su cubierta con la
consiguiente entrada de aire.
b) Se debe contar con equipos adecuados para confección, transporte, carga y
descarga.
c) Requiere inversión en el polietileno. Cada silopac insume aproximadamente
medio kg de film plástico.
d) Es más complicado que hacer rollos de heno, ya que requiere cierta práctica para
determinar "a campo" el porcentaje de humedad apropiado, graduar bien las máquinas,
etc.

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e) Deben hacerse los paquetes en forma cuidadosa a fin de que resulten herméticos,
cualidad que luego debe conservarse en el almacenamiento, ya que pinchaduras, roturas,
ataque de aves o roedores, etc.
f) El exceso de humedad genera una fermentación incompleta (no se crean las
condiciones de acidez) y hay una tendencia a la acumulación de agua en la parte
inferior.
g) El déficit de humedad no crea las condiciones óptimas para que produzca la
fermentación.

Material para la cobertura del rollo


El film plástico que envuelve al fardo debe reunir ciertas condiciones, como gran
capacidad de estiramiento (hasta un l00%) sin romperse y una buena "memoria" para
posteriormente contraerse. También debe poseer bajo espesor (20 a 30 micrones), alta
resistencia a pinchaduras y desgarros y a la acción de las radiaciones solares (buena
duración a las condiciones de almacenaje) y un buen "tacking", es decir capacidad de
adherencia, que permita que el paquete una vez terminado quede sellado y mantenga su
hermeticidad.
Se deben colocar cuatro capas superpuestas de plástico, con una superficie de
superposición de una pasada sobre otra del 50%.

Duración de los rollos


Un buen rollo empaquetado tiene una duración semejante a la del polietileno que lo
cubre, ya que mientras esté perfectamente aislado del medio ambiente, el henolaje
conservará intactas sus cualidades. No obstante se calcula que en las condiciones
actuales no debería mantenerse más de un año, y si se piensa de antemano que no va a
ser usado en ese lapso, conviene al hacerlo, cubrirlo con mayor número de capas de
polietileno.

Almacenamiento
No es necesaria ninguna estructura especial. Sólo deben tomarse algunos recaudos:
-Los rollos pueden ser protegidos de los animales rodeándolos con un boyero
eléctrico y separándolos por lo menos un metro del alambre.
-Ubicarlos en lugares altos, que tengan un buen drenaje.
-Limpiar el lugar.
-Quitar las rugosidades y puntas que puedan dañar la envoltura del rollo.
-No colocarlos debajo de árboles, ya que se producen daños por pájaros y/o ramas.
-La forma de estiba más adecuada es la de tubo horizontal.
-Hacer recorridas periódicas con el fin de controlar posibles daños y reparar las
perforaciones con trozos frescos del mismo polietileno.

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