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1.- Objetivos:
-Reconocer los sistemas de conservación de forrajes, su función en la nutrición
del rumiante y en los sistemas de producción.
-Interpretar etapas y procesos de las técnicas de conservación.
-Habilidad para resolver problemas de cálculo de presupuestación de reservas.
2.- Contenidos:
2.1.-Conservación. Definición, rol de las reservas forrajeras en la nutrición del
rumiante y en los sistemas de producción animal. Calidad de las reservas forrajeras.
Presupuestación de reservas en los sistemas.
2.2.-Henificación. Etapas, calidad y momentos de corte en las especies. Sistemas
de corte. Secado. Conservación del heno: parvas, fardos, y rollos.
2.3.-Ensilaje. Métodos, silaje de cultivos y granos. Cultivos, sistemas de siembra y
densidad. Especies forrajeras y momentos de corte y sistemas de picado.
Confección del silo, tipos de silo, ubicación, dimensiones y cubicación. Calidad ensilaje.
Extracción, distribución y suministro. Eficiencia de los procesos.
2.4.-Henolaje. Henolaje o empaquetado de rollos, etapas en la confección de
silopac, almacenamiento.
Definición
‛‛Órganos o plantas enteras que se conservan de diferentes maneras para ser usadas
en la alimentación del ganado".
Existen cuatro tipos básicos de reservas forrajeras originadas en el forraje verde: el
heno, el silaje, el henolaje, y los pastoreo diferidos.
Para situaciones de falta de alimento estacional y previsible anualmente, como para
las extraordinarias que ocurren cada tanto, es necesario contar con reservas forrajeras.
Estas también se pueden emplear para un manejo más eficiente tanto del rodeo como de
las propias pasturas.
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Roles del forraje conservado:
1. Suplementos en otoño-invierno: complementando al pastoreo cuando las praderas
disminuyen sensiblemente su productividad.
Producción
de MS/ha
Carga’
Carga
Carga ‘’
3. Balance y equilibrio de las dietas todo el año: los silajes son ingredientes básicos
para complementar en pastoreo ya que las pasturas, como principal ingrediente de la
dieta, representan una fuente limitada y muy inestable de nutrientes, aun para rodeos de
baja productividad. En otoño-invierno contienen elevados niveles de agua y compuestos
nitrogenados no proteicos y son, además, pobres en carbohidratos (fibrosos y no
fibrosos). En primavera, si bien poseen una mejor concentración de azúcares, la fibra no
tiene una buena efectividad y los niveles de proteínas degradables en rumen son muy
altos. En verano, normalmente la planta madura con rapidez, se lignifica mucho y pierde
digestibilidad en forma abrupta.
Normalmente, los estratos superiores de las plantas son de mayor digestibilidad que
los inferiores. Esto es mucho más marcado en alfalfa ya que hay mayor proporción de
hojas arriba que en los estratos inferiores. Además, a medida que el tallo madura se va
lignificando y se producen pérdidas de hojas.
El trébol blanco es una excepción a la regla antes mencionada, ya que los tallos son
rastreros y el animal sólo consume hojas y pecíolos.
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Como regla general para todas las forrajeras, a medida que avanza la estación de
crecimiento, decae la digestibilidad, y sobre todo cuando se produce el pasaje del estado
vegetativo al reproductivo. Algunas pierden calidad más rápido que otras, por ejemplo
pasto ovillo decae fuertemente luego que se produce el 50% de emergencia de
inflorescencias.
Por otra parte, hay mayor diferencia en calidad dentro de una misma forrajera en
distintos estados fenológicos, que entre distintas forrajeras en un mismo estado
fenológico.
*Factores bajo control de manejo de cosecha: madurez de la planta; hora del día en
que cosecha; altura de corte; tiempo entre corte y cosecha. El 80% de la calidad se
define en el momento de corte.
*Factores bajo el control del manejo después de la cosecha: control de humedad del
forraje cosechado; método de almacenamiento; método de suministro.
Heno:
* Rollos de alfalfa:
-Muy bueno: debe tener un color similar al material original verde, estar bien
compactado y conformados, libre de malezas sin materiales extraños, buena cantidad de
hojas.
-Regular: un material verde pálido indica un exceso de exposición al sol con una
disminución de calidad. A su vez, si el rollo es bien conservado pero tiene poca cantidad
de hojas indicaría que fue cortada o en un momento inadecuado o que se perdieron en la
confección, lo cual hace que la calidad también sea regular.
-Malo: la presencia de moho indica problemas de humedad durante la confección, lo
que provoca un deterioro de la calidad y del consumo. Un color marrón, atabacado
indica un exceso de humedad y calentamiento con el sucesivo deterioro de la calidad. Si
el heno presenta más de una característica regular se lo debe considerar como “malo”.
*Rollos de moha:
-Bueno: no debe contener malezas y estar cortada al comienzo de panojamiento o
principio de la floración.
-Malo: si existe gran cantidad de panojas con grano duro la calidad debe ser
considerada como muy baja.
Silaje:
*Silaje de buena fermentación (BUENO):
Debe estar bien compactado y con buena hermeticidad.
Debe tener una textura firme, el material ensilado forma una masa compacta.
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El color debe ser castaño claro, verdoso.
El olor debe ser agradable, con aroma dulzón (similar a pickles).
Libre de la presencia de mohos y hongos.
Valor nutritivo de buena calidad.
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La velocidad o tiempo en llegar al grado óptimo de humedad depende del porcentaje
de humedad de la planta en el momento del corte, del clima del lugar, del sistema
empleado en el corte y preparación del heno, etc.
Cuanto más veloz es el secado, mejor será el producto obtenido, calidad que se
traducirá sensiblemente en un mejor color, íntimamente ligado al contenido de caroteno
o provitamina A, un olor más agradable, un mayor porcentaje de hojas, etc.
Métodos de henificación
Siendo el objetivo principal de la henificación desecar el forraje hasta que su
contenido de humedad no permita pérdidas por fermentaciones, la deshidratación puede
usarse tanto por métodos naturales como artificiales. En el primer caso, que es el más
empleado, se usa al sol como fuente de energía para eliminar el agua. En el segundo
caso se emplean fuentes de energía artificial, generalmente combustibles fósiles, para
originar aire caliente y seco suficiente para secar el forraje. Este método es empleado en
zonas donde el clima no permite el secado natural del pasto e involucra un costo extra
que generalmente las explotaciones comerciales en el país no pueden afrontar.
También se emplea el desecamiento artificial en las plantas procesadoras, donde el
pasto inmediatamente después de cortado es llevado a ellas y en pocos minutos
deshidratado y peleteado.
Siendo el secado natural el método más empleado en la zona será en el que se hará
hincapié. Este proceso comprende distintas etapas:
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pastura por día de la que se puede henificar. De esta manera se trabaja siempre con
andanas pasadas en su momento óptimo de recolección y con elevadas pérdidas de hoja.
Cabe destacar que las perdidas producidas por lavado de agua de lluvia, son
mayores cuando el pasto esta seco que cuando este todavía tiene humedad. Esto se debe
a que las células al estar muertas, pierden su capacidad de permeabilidad selectiva.
El sistema de corte más utilizado en nuestro país es por impacto y filo. En el caso
que el filo de las cuchillas haya desaparecido por desgaste o rotura, provocará el
desgarrado de los tallos, favoreciendo la entrada de enfermedades y demorando el
rebrote, llegando a cortar solo por impacto y no por filo, con la consiguiente caída o
desprendimiento de hojas.
El síntoma más característico de este problema es el peinado de los tallos en el
mismo sentido al de avance de la máquina, tallos desgarrados y altura de corte real
superior al de la regulación de la máquina producida por el acostado de los tallos.
C) Secado del forraje al sol y al aire: el forraje extendido sobre el campo sufre una
desecación parcial rápida y a ritmo constante eliminándose el agua de las células
superficiales de las plantas cortadas, especialmente en las hojas, pero no así en los tallos
que la retienen con mayor firmeza. En esta primera etapa, siempre de acuerdo a las
condiciones climáticas, la planta puede pasar rápidamente de un 70-80% de humedad a
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un 50-60%, continuando luego la pérdida en forma más lenta y muy condicionada al
clima.
Para un rápido secado de la andana debe cortarse el forraje a una altura que permita
que la misma quede suspendida y sin tocar el suelo, facilitando la circulación de aire.
D) Hilerado y/o volteo de las hileras (opcional): se puede dejar el forraje extendido
sobre el terreno de modo que continúe la pérdida de humedad. También se puede hilerar,
y si se quiere acelerar el proceso se puede realizar una remoción o volteo, tanto de la
hilera como del forraje desparramado, a fin de exponer partes que estaban en la base de
la andana, o cubiertas por otras plantas, a la acción del sol y del aire. No existen en ese
momento mayores peligros de pérdidas de hojas ya que la planta conserva aún su
elasticidad.
Estas máquinas pueden realizar el volteo de la hilera, su dispersión o bien la unión
de dos o más hileras de escaso volumen, al mismo tiempo que las voltean.
Sucede entonces una segunda fase en la deshidratación, en la que además de
perderse el agua superficial de las plantas, debe eliminarse el agua contenida en las
células interiores, que irá pasando progresivamente a las células exteriores y de éstas al
aire. El proceso se hace más lento con respecto al primero. Si las condiciones
ambientales lo permiten se puede llegar así a un contenido del 15-20% de humedad.
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Para aumentar su duración, en andanas muy pesadas y con exceso de humedad se
aconseja disminuir la velocidad de trabajo y reducir el ángulo de cruce.
Estos rastrillos de ruedas estelares, tienen un ancho máximo de barrido 0,65 metros
por rueda y pueden ser construidos de arrastre o montados en tres puntos, con una
disposición de las ruedas en forma lineal o en "V", pudiendo contar con 4 o hasta 9
ruedas según el modelo.
Los rastrillos estelares en 'V", poseen un diseño con dos bastidores convergentes de
ángulo regulable, con cuatro ruedas basculantes cada uno y cuerpos plegables para el
traslado.
Presentan la ventaja de poder juntar andanas con un menor recorrido del forraje, ya
que convergen hacia el centro dos hileras.
b) Rastrillos giroscópicos: Son accionados por la toma de potencia del tractor y por
lo general poseen de 4 a 6 brazos horizontales, con peines u horquillas en su extremo.
Los brazos giran alrededor de un eje central.
Presentan algunas ventajas con respecto al rastrillo estelar relacionado
principalmente al menor aporte de tierra a la andana, menor recorrido de forraje y un
trato menos agresivo lo que permite preservar más las hojas.
Como desventaja se puede mencionar la necesidad del accionamiento por la toma de
fuerza del tractor y un mecanismo de funcionamiento más complejo y de mayor costo
de construcción y mantenimiento.
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E) Empacado del heno: cuando el porcentaje de humedad de las plantas llega al 15-
20% se procede al empacado del mismo, sea con máquinas enfardadoras tradicionales o
bien con máquinas enrolladoras. Estas últimas tienen la ventaja de poder trabajar en el
enrollado mayores porcentajes de humedad (20% vs. 15%).
Para ello, la mejor manera de determinarlo es con la ayuda de humedímetros
electrónicos, que son aparatos que permiten medir la humedad y a veces la temperatura
del forraje que se va a henificar.
En días calurosos o al mediodía, debido a la baja humedad relativa, el forraje se
encuentra quebradizo y se producen perdidas de hojas en el momento de la recolección;
por tal motivo conviene comenzar a henificar a la mañana temprano, apenas se levanta
el rocío, y detener la operación cuando comienza la caída de hojas por efecto de la
insolación y de viento con menos humedad.
También se puede trabajar a última hora de la tarde o durante la noche hasta que la
humedad del forraje no supere el 22% o hasta la formación del rocío.
Para el caso de las gramíneas, se puede trabajar durante el día, ya que no sufren
tanta caída de hojas.
Actualmente existen productos conservantes que trabajan inhibiendo el desarrollo de
la flora microbiana y que, aplicados al pasto en el momento de la confección de los
rollos, posibilitan la henificación con un contenido de humedad de hasta el 25%.
Permite reducir las pérdidas de hojas a nivel del recolector y de la cámara de
compactación, pudiéndose obtener rollos con un 5 a 10% más de hojas.
Son aplicados en forma líquida y asperjados sobre el recolector de la enrolladora.
La adopción de estos aditivos dependerá de un detallado análisis económico.
La rotoenfardadora es la máquina que posibilitó incrementar la cantidad de forraje
conservado en forma de heno en nuestro país.
Dentro de sus principales ventajas se menciona las siguientes: reducción del costo
del kg de materia seca (MS) a la mitad con respecto al fardo convencional; reducción de
la mano de obra extra de la explotación.
La ventaja de los rollos es que por su forma, hace que el agua escurra y se forma una
capa más o menos impermeable con las hojas, haciendo posible almacenarlo a la
intemperie con pocas pérdidas.
La compactación de los rollos generalmente, es del 70% al 80% respecto de las
enfardadoras prismáticas alcanzando una densidad de 95 a 200 Kg/m3.
Las dimensiones varían entre 1,2 m a 1,6 m de ancho y de 1,2 m a 1,85 m de
diámetro. Con las dimensiones mencionadas, el peso de los rollos puede variar entre
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300 y 900 kg. Por ejemplo, un rollo de alfalfa pura de 1,8 m de diámetro y 1,5 m de
ancho pesa entre 600 kg a 750 kg.
En el caso de las enrolladoras actuales, éstas trabajan en forma óptima cuando la
andana presenta un volumen de aproximadamente 2 kg de forraje seco por metro lineal
en leguminosas y algo menos en gramíneas. Ello se logra directamente por la densidad
del cultivo, pero en caso de que no resultara suficiente, mediante la unión de dos o más
hileras pequeñas para obtener una de tamaño adecuado. De acuerdo a la humedad con
que se comienza a trabajar, deberá ajustarse la densidad del fardo o rollo, para que
continúe o no, la desecación.
En cuanto a la velocidad de trabajo, entre 5 a 7 km/h se logra una buena capacidad
de trabajo. Si la velocidad es mayor, el caudal de ingreso de material a la cámara de
compactación será excesivo dificultando el amasado del pasto.
Es esencial que la andana tenga forma rectangular no de cordón y una altura
uniforme en todo su ancho, con lo que se asegura una alimentación pareja y constante
de la cámara de compactación.
Para el empacado del heno, el recolector de la máquina alzará la hilera y procederá a
su prensado sistemático en el caso de fardos prismáticos o al enrollado en las máquinas
que realizan tal trabajo.
Las enrolladoras recolectan el pasto de la hilera o andana, el que va entrando en la
cámara de prensado o enrollado, donde por diversos sistemas se obtiene el compactado
del pasto, luego se produce el atado y por último el proceso de descarga, dejando el
rollo sobre el campo.
Cuando se comienza con la confección de los rollos y para "armar el núcleo de los
mismos" es necesario empezar a cargar por uno de los laterales de la máquina y luego
seguir con uno o dos zigzagueos continuos hasta que el núcleo se haya formado.
Esto se debe a que en un principio, al ser pequeño el rollo, con poco pasto dentro de
la cámara de compactación de la rotoenfardadora se marcará las diferencias entre los
laterales.
Un monitor electrónico, ubicado en el puesto de conducción del tractor, que capta
señales emitidas por sensores ubicados en las correas laterales de la cámara de
compactación, e informan con que frecuencia se debe realizar el zigzagueo.
A partir de ese momento, los cambios de dirección de la máquina tienen que ser
quebrados o pronunciados para que se cargue en forma pareja en todo su ancho.
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No debe olvidarse que la dirección de avance de la máquina, tiene que ser la misma
que en la que se cortó y rastrilló, para que el tratamiento que se le de al forraje sea lo
menos agresivo posible.
El levantado del pasto se realiza por medio de mecanismos recolectores
generalmente de púas o dedos retráctiles. El ancho del recolector varía entre 1,20 y 1,50
m según modelo de máquina. El pasto va penetrando en la cámara de prensado, que
puede ser "fija" o "variable". Los elementos compactadores consisten en rodillos o
correa. Dentro de las de "cámara fija" se encuentran tanto unos como otros de dichos
elementos compactadores que aplican su presión sobre las capas del forraje que llena la
cámara. Mientras más material entra en la cámara más se prensan las camadas y estas a
su vez ejercen presión sobre las capas ya enrolladas.
Este accionar de afuera hacia adentro produce una compactación del rollo con un
centro relativamente "blando" o "flojo" y una superficie externa de mayor densidad, y
por lo tanto menor densidad al centro, lo que permite una circulación de aire a través del
rollo. Se producen así los denominados rollos de "núcleo blando o flojo".
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También existen diseños combinados de rodillos y correas, los que presentan una
ventaja al momento de iniciar la confección del rollo, facilitando la formación del
núcleo del rollo.
Cuando el rollo ha llegado a su tamaño final se produce su atado con hilo plástico.
Este atado se comanda desde el tractor mecánica o hidráulicamente, con alrededor de 7
a 10 vueltas de hilo. El atado se realiza con el tractor detenido y una vez que finaliza se
procede a la descarga, abriendo la puerta posterior y dejando depositado el rollo en el
suelo.
Es conveniente contar con un sistema de atado de doble hilo, para reducir el tiempo
de giro del rollo.
Existe también un sistema de atado con malla plástica tipo red; esto además de
reducir el tiempo muerto de atado, puede disminuir las pérdidas de hojas en la periferia
de los rollos.
Se requieren 2 a 2, 5 vueltas de malla para que el atado sea suficiente.
La protección se realiza al formarse una capa de hojas en la periferia, por ayuda de
la red, que impermeabiliza el exterior del rollo, logrando disminuir las pérdidas en la
cámara de compactación.
Como desventaja se puede mencionar el mayor costo de la red en comparación con
el hilo, lo que lo hace aconsejado cuando se confeccionan rollos de muy alta calidad.
En el caso de la enfardada puede convenir, ya sea inmediatamente de terminado el
fardo o al final de la jornada, ir parando los fardos sobre una de sus puntas para facilitar
la terminación de su secado, llegando alrededor del 10 al 12% de humedad.
Es conveniente que la rotoenfardadora a utilizar posea un cabezal de recolección
flotante, permitiendo realizar un mejor copiado de las irregularidades del terreno y
evitar la incorporación de tierra al heno. Los recolectores flotantes permiten colocar
copiadoras. Estas ruedas preservan la vida útil de las púas del recolector y evitan las
perdidas de calidad.
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Para lograr un llenado uniforme de la cámara de compactación, es importante que el
recolector cuente con ruedas juntadoras de andana. Estas ruedas aumentan el ancho de
trabajo del recolector.
Para reducir las perdidas de hojas en la cámara de compactación, evitar patinaje y
trabajar con la presión adecuada, las correas deben ser anchas y estar dispuestas con
poco espacio de separación entre si.
También es importante que el equipo cuente con un sistema de monitoreo
electrónico de llenado de la cámara de compactación.
La puerta de apertura para la expulsión del rollo, debe ser lo más grande posible y
abrir por la mitad de la cámara de compactación, de esta manera el rollo cae libremente
y no queda atascado por rozamiento en las paredes.
b) Implementos empleados y momento del corte: es importante emplear para el corte del
forraje cuchillas bien afiladas, a fin de que realicen un corte neto de los tallos e impidan
los arranques y “desflecados“ de las plantas. Confeccionar andanas de forma y volumen
constante a fin de facilitar y agilizar el trabajo.
El punto ideal en que se conjuga una buena producción de materia seca por hectárea con
una buena digestibilidad es, en el caso de la alfalfa, cuando se inicia la floración y en las
gramíneas el estado de grano lechoso a pastoso.
Cuando se desea henificar una pastura y que el producto obtenido resulte de óptima
calidad, se deben tomar en cuenta varios parámetros, que como mínimo debieran ser:
digestibilidad de la materia orgánica: 60%; contenido proteico: 12%; y en el caso de
pared celular, su contenido debe ser inferior al 55%.
Para el caso de cereales de invierno, puede cortarse en dos estados: emergencia de
espigas o en grano lechoso-pastoso (almidón en formación sin deterioro alto de la
planta). En cambio para verdeos, el momento óptimo en que se conjugan calidad con
cantidad es cuando las espigas o panojas empiezan a emerger de la hoja bandera.
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c) Humedad con que se empaca el heno: como la superficie y los mecanismos de
evaporación de las hojas son superiores a la de los tallos, éstas secan primero llegando a
un límite crítico, que en el caso de las leguminosas, provoca que se desprendan con
facilidad de los tallos al ser manipuladas. Este límite crítico esta en alrededor del 10%
de humedad y por esta razón el enfardado o enrollado del heno debe hacerse con un
contenido de humedad superior a estos límites. Esto es especialmente crítico cuando se
enfarda ya que cuando se procede al enrollado, se puede realizar con mayor contenido
de humedad, aproximadamente el 20% y dejar secar después hasta que llegan al 10-12%
que permite su conservación.
El exceso de humedad con que se empaca el heno también puede perjudicar el proceso
de la henificación, ya que si bien las hojas no se desprenden, se produce el
calentamiento de la masa debido a la respiración de las hojas y a las posibles
fermentaciones que ocurran, con una pérdida de calidad.
d) Tamaño y flexibilidad de los tallos: los tallos del forraje henificado, especialmente en
el caso de la alfalfa, deben ser delgados y flexibles, ya que indicarán un buen estado de
desarrollo de las plantas y un porcentaje de humedad adecuado en el momento del corte.
Los tallos muy secos y quebradizos corresponderán a plantas que han estado expuestas
en exceso al sol y si son lignificados, aunque no lo sean por la acción del sol, serán
quebradizos por un estado avanzado del ciclo del vegetal.
En caso de henificar pasturas de gramíneas, el tamaño excesivo de los tallos indicará un
gran porcentaje de carbohidratos estructurales o de sostén, poco o totalmente
indigestibles, que la planta ha desarrollado para sostén de las inflorescencias en
avanzado estado de madurez. También indicará la poca calidad de las hojas, con gran
cantidad de ellas muertas o senescentes por la finalización de su vida o del ciclo anual
de la planta.
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El color oscuro o negro indica un exceso de fermentación y elevación de la temperatura,
por el alto porcentaje de humedad al enfardar o enrollar el heno.
h) Condiciones climáticas: durante el corte y/o durante el tiempo de secado, las cuales
pueden afectar negativamente la calidad del heno.
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-Ubicación y dirección: la forma correcta de ubicar los rollos es apareados por sus
caras planas formando hileras, las que deben tener la orientación de los vientos
predominantes para favorecer el paso del aire entre ellas.
-Distancia entre hileras: debe existir una separación de por lo menos un metro, para
que el aire corra libremente.
-Diagnóstico durante el almacenaje de las condiciones de confección: el color que
presenta un rollo es un elemento que puede servir para establecer bajo que condiciones
fue confeccionado. Así por ejemplo, un rollo color verde, lo más parecido a la planta
viva, muestra una buena calidad de heno. Un color amarillento, indica que el heno ha
sido expuesto durante demasiado tiempo al sol, llegando al extremo del color
blanquecino, donde ha ocurrido la destrucción de carotenos y provitamina A,
produciéndose las mayores perdidas por respiración. El color castaño indica la acción de
las lluvias durante el período de secado, o que el forraje ha sido cortado en un estado de
madurez avanzada. El color oscuro o negro muestra un exceso de fermentación y
elevada temperatura del heno, por haber sido confeccionado con demasiada humedad.
-Trébol rojo: El valor nutritivo del heno de trébol rojo en general es menor que el de
alfalfa, presentando menor contenido proteico, menor palatabilidad y menor porcentaje
de hojas, ya que estas se desprenden fácilmente durante el manipuleo.
Se corta cuando la primera vegetación está llegando a la floración y durante el
henificado se suelen producir pérdidas importantes por desprendimiento de hojas.
Se lo suele henificar en mezclas con gramíneas como el pasto ovillo, la cebadilla o
la festuca con las cuales crece asociado, dando un buen heno mezcla.
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-Trébol blanco: si bien en la zona pampeana se lo puede henificar, ello sucede
solamente cuando está integrando mezclas, generalmente con raigrás perenne. Si bien
resulta de un excelente valor nutritivo no rinde de por sí grandes cantidades de heno.
Sistemas de corte
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2 - Sistema de Corte rotativo
Estas máquinas poseen todas el mismo principio basado en la utilización de un eje
rotativo con un rotor con cuchillas unidas a él y el otro extremo libre lo que les permite
mantenerse perpendiculares al eje de rotación por fuerza centrífuga. Estas cuchillas
giran con una alta velocidad tangencial.
Como se dijo anteriormente, la limpieza del corte de los tallos se verá favorecido
cuanto mayor sea la velocidad de giro de las cuchillas y el filo de las mismas.
Existen en el mercado tres tipos de cortadoras rotativas:
*Cortadora hileradora rotativa tipo hélice: El motivo del alto nivel de adopción de
este tipo de máquinas, esta dado por su bajo costo de fabricación y mantenimiento
además de una gran robustez de funcionamiento, lo que las hace aptas para cortar
pasturas enmalezadas. Otro motivo de su masiva adopción es la falta de concientización
por parte de los productores, sobre el trato agresivo que estos equipos realizan sobre el
material cortado.
Principales desventajas:
-Ineficiente copiado del terreno, lo que ocasiona una altura de corte irregular,
provocando daños a las pasturas y cuchillas e incorporando tierra a la andana.
La desuniformidad en la altura de corte se debe a que los puntos de copiado (ruedas)
se encuentren alejados del punto de corte (cuchillas).
Las cortahileradoras de 3 ruedas con lanza de tiro articulada, tiene mejor copiado del
terreno que las que cuentan con sólo dos ruedas traseras y lanza de tiro rígida.
-Repicado del forraje, ocurre a consecuencia del diseño de los dos grandes rotores
con cuchillas largas que al girar hacia adentro y en sentido contrario, arrojan el
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material cortado una hacia la otra, produciéndose elevadas pérdidas de forraje de
alto valor nutritivo.
-No permiten el uso de acondicionadores mecánicos, como consecuencia de entregar
el material cortado en forma de cordones densos, mientras que los acondicionadores
necesitan que se lo haga de manera uniforme en todo su ancho.
Dada la gran importancia que tiene el filo en la calidad del corte, es recomendable
que el diseño de la máquina contemple el uso de cuchillas de material tratado y filo
rectificado; en lo posible con cuatro filos útiles por cuchilla ya que resulta más
practico intercambiar las cuchillas de lugar antes que afilarlas.
Es aconsejable el recambio de las mismas a medida que se va perdiendo el filo,
cuando se observa desgarramiento del tallo y una excesiva caída de hojas en lugar
de un corte limpio. El recambio de las cuchillas debe hacerse de a pares opuestos
tratando siempre que las cuchillas tengan exactamente el mismo peso para evitar
desbalanceos que dañen la estructura de la máquina.
Desventajas
-Mayor costo de fabricación.
-Ineficacia con el uso de acondicionadores mecánicos en modelos de gran diámetro
de tambor.
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*Cortadoras hileradoras de disco con acondicionador mecánico: Estas máquinas
cuentan con discos ovalados de diámetro reducido (30 cm. aproximadamente) en cuya
periferia se encuentran cuchillas cortas y livianas, que le confiere mayor seguridad a
este tipo de implementos, además de facilitar el recambio de las mismas por su bajo
costo.
Toda la plataforma de corte, trabaja sobre un chasis flotante suspendido por resortes
que permiten un copiado perfecto del terreno.
Poseen generalmente 6 discos que funcionan de a pares, entregando el material
cortado en forma uniforme (alfombra) a los acondicionadores que luego lanzan el
forraje hacia atrás.
En la parte posterior de estas maquinas, se encuentran unas compuertas regulables
que ayudan a la formación de las andanas con diferentes anchos y alturas.
Ventajas de las cortadoras de discos con acondicionador mecánico:
-Gran capacidad de trabajo.
-Corte prolijo con mínimo deshilachado de los tallos por un fácil recambio de las
cuchillas.
-Corte del forraje con mínimo repicado.
-Eficiente copiado del terreno.
-Eficiente trabajo del acondicionador.
-Conformación de andanas uniformes y menos densas por la facilidad de regulación
de los faldones traseros.
-Menor costo de reposición de las cuchillas, las que son reversibles y pequeñas.
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Enfardadoras gigantes
Las dimensiones máximas que se pueden lograr con este tipo de maquinaria son de
2,4 m de largo por 1,16 m de ancho y 1,15 m de alto. Las dimensiones de un fardo
común son de 46 cm de ancho, 36 cm de alto y 130 cm de largo.
En estas máquinas confluyen las cualidades del fardo junto a la de los rollos.
Son enfardadoras de arrastre y cuentan con un recolector bien ancho que posibilita
trabajar con andanas de grandes dimensiones, una cámara de precompresión, una
cámara de compresión, un pistón y 4 o 6 atadores de hilo.
Este sistema de enfardado presenta la ventaja de facilitar y economizar el transporte,
por aprovechar en forma más eficiente el espacio.
Las principales ventajas de las enfardadoras gigantes disponibles en el mercado son:
Suministro
Dentro de los factores que afectan la eficiencia en el suministro, se encuentran:
forma de suministro; hambre del animal; calidad del heno.
Como primera medida se debe tener en cuenta que cuando se trabaja con suministro
directo de rollos, deben quitarse los hilos de atado y acumularlos fuera de los corrales,
ya que pueden provocar muerte por asfixia al ser ingeridos por el animal.
Los rollos deben suministrarse parados, apoyados sobre sus caras planas dentro de
aros metálicos, calculando una cantidad de 40 a 50 animales por rollo.
Con respecto a los aros comederos, existen diferentes diseños que apuntan a evitar
que el animal saque la cabeza del portarrollos para comer fuera de él.
Para facilitar el suministro directo de rollos a un número importante de animales, se
pueden utilizar acoplados con una capacidad de 2 - 4 hasta 6 rollos.
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Estos acoplados pueden ser usados además, como comedero para rollo molido con
grano, para lo cual se les debe agregar y adecuar chapas laterales.
También se puede recurrir al desmenuzado o molido, en este caso para una adecuada
distribución de rollos y raciones.
Henificación en alfalfa
Evaluación organoléptica:
- Madurez o estado fenológico: si bien es difícil de estimar en forraje ya enfardado,
la presencia de botones florales, flores y frutos en el heno da una idea del estado de
madurez al que fue cortado el cultivo.
Foliosidad: la estimación de la proporción de hojas en el heno es un buen indicador.
- Materiales extraños: estima el grado de contaminación con malezas, rastrojos de
alfalfa y de otros cultivos, rocas, tierra, y otros materiales con poco o ningún valor como
alimento.
- Olor y presencia de hongos: un buen heno de alfalfa no debiera presentar olores
desagradables (producto de fermentaciones indeseables) ni desarrollo fúngico. Estos
parámetros, junto con el color, están estrechamente relacionados con la humedad con la
que se enfardo y la temperatura alcanzada durante el almacenamiento.
Entre las formas indirectas utilizadas para estimar la digestibilidad del forraje se
encuentra la técnica de determinación de pared celular de van Soest, o método de
detergentes.
EI consumo voluntario de materia seca es uno de los principales parámetros que
determinan la productividad animal. AI igual que en el caso de digestibilidad, el
consumo puede ser estimado directamente mediante ensayos con animales, midiendo
suministro y rechazo de materia seca. Una forma de estimar indirectamente el consumo
de materia seca como % del peso vivo es a través del método de van Soest, ya que la
FDN presenta una fuerte correlación negativa con el consumo de materia seca.
22
a) Corte:
Estado de madurez: en estados maduros la alfalfa es menos digestible y posee un
consumo voluntario y un potencial de producción animal inferior que en estados
inmaduros, cambios que están asociados a una declinación en el contenido de PB y un
incremento en fibras y lignina.
La disminución en calidad es más rápida en verano que en primavera debido a una
aceleración del desarrollo fenológico y a mayores pérdidas de carbohidratos no
estructurales por respiración.
Altura de corte
La digestibilidad, el contenido de carbohidratos no estructurales y el contenido de
proteína bruta disminuyen desde el ápice hacia la base.
Desde el punto de vista de la sobrevivencia de las plantas y de la velocidad del
rebrote no existen ventajas que justifiquen dejar remanentes de más de 5-7 cm de altura.
La decisión sobre que altura cortar debe basarse, al igual que en el estado de madurez,
en un compromiso entre la calidad y la cantidad de materia seca.
23
Presencia de malezas
Tiene efectos directos e indirectos sobre la henificación. Los efectos directos se
relacionan con el valor nutritivo per se de la maleza presente, y dependen de la especie
de que se trate y de su estado fenológico.
Los efectos indirectos, muy comunes en malezas suculentas y/o de tallos gruesos,
están relacionadas con la dificultad que presentan para la maquinaria de corte y a su
lenta tasa de secado, inferior a la de la alfalfa.
b) Secado:
El objetivo es secar rápido y retener las hojas. La etapa de secado a campo
normalmente dura entre 2 y 4 días, aunque dependiendo de las prácticas de manejo
empleadas y de las condiciones climáticas, este período puede extenderse desde uno
hasta más de 15 días.
c) Recolección:
-Humedad del forraje
-Condiciones ambientales: las variables que más influyen son la humedad relativa y
la radiación solar, ya que afectan el grado de humedad de la andana y la pérdida de
hojas.
-Máquinas recolectoras: el grado de compactación del heno, no tiene un efecto
inmediato sobre la calidad del fardo o rollo sino que influye sobre la hermeticidad a las
lluvias durante el almacenamiento.
d) Transporte y almacenamiento
Tipos de silos:
Existen numerosos tipos de silos, pero en la región pampeana prácticamente uno
solo, con algunas variantes es el que comúnmente se realiza y es el denominado "silo
puente". No obstante se enunciarán someramente algunos de los tipos de silos más
comunes, clasificados por su duración: temporarios y permanentes; y por su posición
con respecto al nivel del suelo: subterráneos, semisubterráneos y superficiales o aéreos.
24
Silos subterráneos: Los silos trinchera o fosa, tanto temporarios como permanentes
son excavaciones cuyas paredes tienen una cierta inclinación hacia el centro, lo que
permite una mejor compactación del forraje a medida que se va llenando el silo y en el
caso del silo temporario, también evita que se desmoronen las paredes. Tienen formas
rectangulares de medidas variables tanto en longitud como en ancho, pero éste nunca
deberá ser menor de dos metros y medio para permitir el pasaje, es decir la entrada y
salida de vehículos, tanto en las operaciones de carga y descarga, como en el
compactado del silo. Por esta razón deben tener dos rampas para entrar y salir. En
ciertos casos, se los construye con una sola rampa.
25
La diferencia fundamental entre los temporarios y los permanentes reside en el
material con que se construyen las paredes de estos últimos: mampostería, madera,
hormigón, etc. o que directamente éstas sean de tierra.
Entre los silos subterráneos profundos, se encuentran los denominados silos cuba,
cuya característica principal es la gran profundidad que poseen en relación a su largo o
ancho. Son poco usados por los inconvenientes que presentan para la extracción del
silaje o porque al ser profundos pueden acercarse a la napa de agua. Se llenan por
simple depósito del forraje en capas sucesivas pero sin que penetren en ellos los
vehículos.
26
Una modificación al silo parva con la introducción de elementos mecánicos en su
construcción lo constituyó el denominado silo Frigeri, que tuvo cierta difusión en la
década del 60. Posee un aro de contención que sube a medida que se va depositando el
forraje, el que es comprimido con un elemento mecánico, formado por dos ruedas y un
conjunto de pequeños rolos, accionado todo por un pequeño motor que permite que el
conjunto se desplace girando alrededor de un eje central. De este modo se llega a
construir un silo parva cilíndrico de hasta 5 m de altura. Una vez terminada su
construcción se desarman el aro de contención y los elementos compactadores y se saca
el eje central quedando el silo sostenido por su propia compactación y armado.
27
mediante paredes de madera, hormigón o mampostería sobre la superficie del suelo. Se
lo emplea en lugares de difícil drenaje.
El sistema de silos torres, con alturas muy variables está poco desarrollado en el
país, no así en Estados Unidos de Norte América, donde el tipo de explotación, muy
condicionada al clima, impone el guardar grandes cantidades de reservas para la
alimentación en épocas de nieve o hielo, con la menor cantidad de pérdidas posibles.
Puede ser construido de mampostería, hierro vitrificado o plastificado, hormigón
armado o premoldeado. Tiene, dada su gran altura, mecanismos especiales para el
llenado y para su descarga.
28
rápidas. para ser extraído.
*Elevadas pérdidas durante
el proceso de almacenaje:
15-20%.
Bolsas plásticas *Sistema flexible que permite *Las bolsas deben
incrementar la capacidad a medida protegerse de rasgaduras o
que se necesite. roturas.
*Bajo costo de inversión inicial, *Vida útil limitada, la cual
comparado con el búnker. se paga con el menor
*Tiene distribuidor para aditivos en desperdicio que tiene.
pasturas, lo cual favorece a una
correcta distribución del producto.
*Reducida pérdida en el
almacenaje: 4-8%.
Tortas *Baratos por carecer de estructura *Grandes pérdida de
alguna. materia seca superiores al
*Requiere muy poco trabajo de 35% del total de forraje
confección. almacenado.
*Gran cantidad de
superficie expuesta.
*Dificultad para compactar.
Embolsadoras o silo-press
Su difusión comenzó en nuestro país en los últimos años, debido fundamentalmente
al bajo porcentaje de perdidas que se producen en todos los forrajes que se conservan
dentro de las bolsas.
Son dos los sistemas de embolsado, diferenciándose por el método de compactación
y llenado que emplean:
1- Máquinas a tornillo y freno en las ruedas: embolsan el forraje por medio de un
sinfín longitudinal, ubicado en el centro de la máquina, accionado por la toma de
potencia del tractor, que compacta el material contra las paredes de la bolsa.
La regulación de la presión de compactado se realiza mediante el freno que se
imprime a las ruedas: a mayor intensidad de frenado, mayor compactación.
Ventajas:
* Menor costo inicial.
* Sencillez de construcción.
Desventajas:
* Necesidad de una mesa de alimentación para trabajar con camiones o carros
volqueros.
* Dependencia de las características del suelo para lograr compactación.
29
la bolsa y los cables impiden el avance de la máquina, graduando la compactación
mediante la regulación de la intensidad de frenado de los mismos.
Ventajas:
* Excelente prestación para trabajar con camiones o carros volqueros.
* Eficiencia de aprovechamiento de la potencia en el embolsado de silo de pastura.
* Independencia de las características del suelo para la regulación de la
compactación.
Desventajas:
* Mayor costo de la inversión.
* Características constructivas de mayor grado de sofisticación.
Estas máquinas permiten ensilar forraje picado con muy bajo nivel de pérdidas,
(maíz, sorgo, alfalfa, etc.) o concentrados (grano de maíz con elevado porcentaje de
humedad, hez de malta, pulpa de citrus, etc.), que almacenados en sistemas
tradicionales, como los silos bunker o puente, tendrían elevados porcentajes de perdidas
por fermentaciones indeseables.
Actualmente existen máquinas específicas que quiebran y embolsan el grano con
alto porcentaje de humedad.
Estos equipos trabajan con bolsas de menor costo y requieren baja potencia en el
tractor.
30
f) El silaje es de muy difícil comercialización.
g) El silo, por precario que sea, necesita cierto tipo de protección para disminuir o
evitar pérdidas.
h) Es un alimento suculento, con gran porcentaje de agua y por lo tanto de difícil
traslado a lugares distantes.
i) NO HACE MILAGROS. Esto está referido a que según sea la calidad del forraje
que se ensile, será la calidad del silaje. Habrá cierto tipo de pérdidas variables con el
modo de ensilar, pero nunca el producto obtenido será mejor que el material del cual
se parte.
Lo primero que se debe decidir es el tipo de silo a efectuar y en caso de no ser una
construcción permanente, determinar sus medidas y su ubicación. Si el silaje se va a
consumir dentro del año de su elaboración puede ser útil el efectuar la construcción del
llamado "silo puente" o "doble cuña", que permite cambiarlo de lugar todos los años,
realizarlo de acuerdo al ancho y largo requeridos para depositar el volumen de forraje
que se calcula necesario para las actividades del campo y con un mínimo de costo en
instalaciones y mano de obra.
En este caso, una vez determinadas las medidas y la ubicación se inicia el proceso
de llenado del silo con forraje verde para su transformación. Las etapas y la naturaleza
de los procesos del ensilado son sucesivamente:
a) Corte del forraje (físico): se realiza con máquinas cortapicadoras, las hay a
martillo o a cuchillas; y por el trabajo que realizan pueden clasificarse, de picado simple
o grueso y de doble picado o picado fino o repicado.
Prácticamente en la actualidad se usan estas últimas, ya que las de picado simple
dan trozos de la planta de 10 a 20 cm de longitud y las de doble picado o picado fino
proporcionan trozos de 2 a 5 cm. Este tamaño permite un mejor acomodamiento del
material en el silo; una más fácil compactación y expulsión del aire; una mejor
fermentación y posteriormente, una más fácil extracción del material (silaje) para ser
suministrado a los animales.
La cortapicadora va acompañada de un vagón o carro forrajero, o a veces
directamente por un camión. Ambos tienen por misión recibir el forraje picado y
transportarlo hasta el silo o lugar donde ocurrirá la fermentación.
Por efectos del corte y picado del forraje se produce pérdida de humedad por
transpiración. Por otra parte, como las plantas pese a estar cortadas siguen con sus
tejidos vivos, éstos respiran produciendo calor, lo que acentúa las pérdidas por
transpiración, produciéndose un principio de plasmólisis de los tejidos.
b) Transporte del forraje desde el campo al silo (físico): Los procesos que se
producen son semejantes a los del corte, es decir, fundamentalmente pérdida de
humedad por transpiración.
Depósito en el silo: A medida que el forraje se va depositando en el silo, continúa la
plasmólisis de las plantas. Por otra parte continúa la respiración y el aumento de la
temperatura se acentúa.
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d) Aumento de la temperatura (bio-físico-químico): Durante la etapa del acumulado
del forraje en el silo y las posteriores, la respiración de los tejidos vivos provoca un
aumento de la temperatura proporcional a la cantidad de aire incluida dentro del silo,
llegando fácilmente a superar los 50 ºC e incluso a los 70 ºC o más, lo que puede
producir la combustión espontánea del forraje.
Es por esta razón y por las pérdidas de nutrientes, sobre todo azúcares que se
emplean en la respiración y el calentamiento de la masa, que se debe mantener la
temperatura lo más baja posible. Esto se logra produciendo la expulsión del aire de la
masa por compactación.
Duración del proceso: El proceso aeróbico no debiera superar las 12 horas, pero cuanto
menos dure mejor será el producto obtenido. Para ello se debe eliminar de la mejor y
más rápida manera posible el aire de la masa. Esto se logra por compactación en el caso
de los silos comunes, o se obtiene fácilmente en silos herméticos, donde por esta razón
no es tan importante la compactación. La duración total del proceso, incluida la etapa
anaeróbica dura aproximadamente dos semanas.
32
El proceso de fermentación del silaje de maíz y sorgo
Para lograr alta calidad en los silajes, se deben compatibilizar tres factores que
interactúan y guardan una estrecha relación entre si:
‛ Momento óptimo de picado.
‛ Tamaño y uniformidad del mismo.
‛ Contenido de humedad de la planta al momento de picado.
Los organismos aeróbicos crecen en el material picado durante los primeros estadios
de la fermentación. Estos organismos, al respirar elevan la temperatura en el interior del
silo, por esta razón se debe eliminar la mayor cantidad de aire posible durante el llenado
y compactado. Cuando el aire desaparece, comienzan a multiplicarse los organismos
anaeróbicos productores de ácido acético, que provocan una disminución del pH y el
incremento de la acidez del silo.
Al mismo tiempo, comienzan a multiplicarse rápidamente las bacterias formadoras
de ácido láctico, que son las que en definitiva dominarán el proceso de fermentación del
silo. Estas bacterias provocan que el pH baje lo suficiente (alrededor de 4) para inhibir
cualquier otro tipo de fermentación y conservar el forraje.
Este proceso toma de 1 a 3 semanas, dependiendo del cultivo ensilado. En ese
momento el ácido láctico representa al 6 % o más de la materia seca del silo.
A continuación se describen las fases que ocurren durante el proceso fermentativo:
FASE I
La fase aeróbica de la fermentación comienza con el picado y continúa hasta que el
oxígeno es desplazado del silo. Durante este estado, los azúcares de las plantas se
descomponen en el proceso de respiración. Microorganismos aeróbicos presentes en el
forraje picado utilizan también el azúcar vegetal durante esta fase como principal fuente
de energía para la respiración.
A pesar que en esta fase se consume el oxígeno para crear las condiciones
anaeróbicas deseadas, el proceso de respiración produce agua y calor en la masa del
silo, teniendo en cuenta que una excesiva producción de calor puede reducir en gran
medida la digestibilidad de los nutrientes tales como las proteínas. Temperaturas
superiores a los 34 ºC pueden desnaturalizar las proteínas, las que luego no quedan
disponibles para los animales.
Al calentarse el aire intersticial por respiración, éste se eleva y genera una corriente
de aire y a la vez genera succión sobre el aire de los costados del silo, haciendo que se
eleve la temperatura. Para evitar dicho proceso es que se recomienda tapar el silo con
mantas plásticas, a la vez que lo protege de las lluvias.
Otro cambio químico de importancia que ocurre durante la fase aeróbica es la
degradación de las proteínas vegetales en nitrógeno no proteico, péptidos, aminoácidos
y amonio producidos por las proteasas de las células vegetales. La duración de la
proteólisis dependerá de la tasa de decrecimiento del pH, debido a que un ambiente
ácido reduce la actividad de las enzimas proteolíticas. La proteólisis es indeseable,
particularmente para vacas de alta producción, debido a que el exceso de N no proteico
soluble resulta en una pobre eficiencia en la utilización del N y baja producción de
leche.
Además, elevados niveles de nitrógeno amonio en silajes han estado asociados con
bajos consumos de materia seca.
33
La fase aeróbica disminuye la calidad del silo por lo que debería durar lo menos
posible. Bajo condiciones ideales de cultivo y almacenaje, esto debería ocurrir en no
más de 2 horas.
Los factores claves para lograr este objetivo son:
- Contenido óptimo de humedad del cultivo: el cual debe aproximarse al 70%.
- Largo y uniformidad de picado: El tamaño óptimo de picado es de 8 a 12 mm.
- Llenado rápido y compactación adecuada.
- Correcto sellado de la estructura de almacenamiento.
FASE II
Una vez que el oxígeno ha sido desplazado, la fase anaeróbica comienza. Durante
esta fase una sucesión de diferentes poblaciones de bacterias fermentan los azúcares.
Estos son convertidos principalmente en ácido láctico, pero también en algunos otros
productos. La producción de ácido baja el pH del material ensilado, lo que inhibe el
desarrollo de otros microorganismos.
Una vez que comienza la Fase II, ocurre una fermentación anaeróbica,
produciéndose el crecimiento y desarrollo de las bacterias productoras de ácido acético.
Estas bacterias fermentan carbohidratos solubles generando ácido acético, que a
pesar de ser un proceso indeseable, resulta importante, ya que este es utilizado por los
rumiantes como un catalizador para obtener el pH necesario para el proceso de
digestión.
Cuando el pH de la masa ensilada cae por debajo de 5, la población de las bacterias
acéticas disminuye. Esto señala la finalización de la fase, que en condiciones normales
ocurre dentro de las 24 a 72 horas de iniciado el proceso.
FASE III
Es una fase de transición donde las bacterias acéticas dan lugar a las productoras de
ácido láctico, las que aumentan en número debido al continuo descenso del pH.
Durante este proceso, diferentes especies de bacterias productoras de ácido láctico
se convierten en dominantes en diferentes momentos.
A elevado pH, al principio de la fermentación, las bacterias producen una gran
cantidad de ácido acético. A medida que el pH desciende, el láctico se convierte en el
producto dominante. Sin embargo, si el contenido de azúcar en la planta es bajo se
produce baja cantidad de este ácido, lo que atenta contra la calidad del forraje
conservado.
Cuando el silaje es consumido, este ácido también será utilizado por el ganado como
fuente de energía.
En silaje de maíz, el proceso activo de fermentación anaeróbica dura menos de una
semana.
FASE IV
El silo de pasturas podrá alcanzar un pH final de alrededor 4,5 y el de maíz cercano
a 4.
Forrajes ensilados con niveles de humedad superiores el 70 %, en lugar de
desarrollarse bacterias lácticas crecerán grandes poblaciones del genero Clostridium,
presentes en la tierra, que producen ácido butírico en lugar de láctico, dando como
resultado final un silaje de color negro y olor rancio, con un pH superior a 5.
La fase IV es la mas larga, ya que continúa hasta que el pH del forraje es lo
suficientemente bajo como para inhibir el crecimiento de todas las bacterias, llegando al
punto de conservación.
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FASE V
Comprende los procesos respiratorios y de degradación que ocurren durante el
suministro, ya sea en los comederos o en las superficies expuestas del silo.
Esta fase comienza una vez que el silo es abierto y finaliza cuando todo el silaje fue
consumido.
Generalmente, el primer signo de deterioro aeróbico es la presencia de calor y olor
fuerte, seguido por desarrollo de hongos en la superficie y/o interior del silo.
35
2) Momento del corte: los niveles de azúcares tienden a ser mas elevados a la tarde
que a las mañanas, pero dada la pequeña diferencia entre estos contenidos y el tipo de
trabajo que se realiza, que consiste en hacer y terminar el silo lo antes posible,
aprovechando todas las horas de luz, no se considera como importante. También se
presentaría como más apto el forraje cortado sin rocío, pero por las mismas razones que
las enunciadas anteriormente pierde importancia.
3) Tamaño del picado: tiene ventajas prácticas, como el mejor acomodamiento de las
partículas durante el llenado del silo, lo que facilita la compactación y por lo tanto la
eliminación del aire de la masa forrajera. Permite realizar menos viajes de transporte del
campo al silo pues también en el carro que transporta el forraje las partículas se
acomodan mejor. Por el contrario, si el tamaño de las partículas es muy pequeño no
estimula la rumia en el animal, y el alimento no cumple la función al ser menor el
tamaño de la fibra que el adecuado para dicho proceso.
4) Contaminación con tierra: la contaminación del silaje con tierra puede ocurrir si
la altura de corte del forraje es muy baja, o el suelo muy desparejo y el recolector alza
tierra junto con el forraje. También puede ocurrir en el caso del silo puente si se trabaja
después de lluvias que han provocado barro. El tractor en sus viajes pasa por el barro en
las cabeceras y luego al pasar sobre el silo para compactarlo (silo torta), incorpora el
barro traído en sus ruedas.
La presencia de tierra en la masa en fermentación puede provocar fermentaciones
inadecuadas y en forma irregular, disminuyendo la calidad del silaje.
36
En otros casos se agregan granos, a fin de poner a disposición de las bacterias
carbohidratos fácilmente fermentescibles. También se usan en algunas ocasiones
inoculantes, es decir que se agregan directamente bacterias para favorecer la
fermentación, pero para esto es necesario que exista un buen nivel de hidratos de
carbono.
Entre las plantas forrajeras, los cereales y las gramíneas son las especies que más se
prestan para la confección de ensilajes debido a su alto contenido de carbohidratos
fácilmente fermentables y a su baja capacidad tampón, comparada con las leguminosas
que son bajas en azúcares y de alta capacidad tampón.
Entre las fuentes de materia prima también se encuentran los excedentes de pasturas
e incluso, en algunas ocasiones verdeos de invierno como la avena, pero la principal
fuente la constituyen cultivos realizados a ese fin. El primer caso se da cuando las
reservas sólo ocupan una parte de los recursos forrajeros y serán empleadas para casos
excepcionales, pero en los casos que entran a formar parte de la alimentación en forma
regular, se hace necesario contar con cultivos especiales, de alto rendimiento y calidad
para tener seguridad de que se contará con tales recursos.
Una baja cantidad de carbohidratos solubles en la planta asociada a un bajo
contenido de materia seca (material muy húmedo), crean condiciones extremadamente
propensas al desarrollo de fermentaciones secundarias.
En el caso de realizar el silaje con excedentes de pasturas, éstas deben tener un
porcentaje de materia seca que supere el 25% y que no hayan perdido calidad por el
avanzado estado de madurez con que se efectúa.
La importancia de los carbohidratos solubles se ve también reflejada en el contenido
de nitrógeno amoniacal (N-NH3) de los ensilajes, indicador de mala preservación del
material. El nivel de N-NH3 se relaciona inversamente con la concentración de
carbohidratos solubles de la planta original. Es decir, las leguminosas forrajeras y las
gramíneas en estados tempranos de desarrollo y con bajos tenores de azúcares y alto
contenido de proteína producen, al ensilarse, una cantidad de ácido insuficiente para
evitar el desarrollo de clostridios responsables de fermentaciones secundarías que
transforman el ácido láctico en butírico y degradan proteínas y aminoácidos
aumentando el nivel de N-NH3.
En general se emplean para los silajes, cultivos de maíz, que tienen la ventaja de
aportar una gran producción de materia seca por hectárea, de alta digestibilidad,
especialmente si se emplean híbridos obtenidos para ese fin. El maíz con respecto al
sorgo, puede producir menor kilaje de materia seca total por hectárea, pero
generalmente, con mayor porcentaje de materia seca y mayor digestibilidad, lo que lo
hace un producto apto para vacas de tambo y animales en invernada, ambos con grandes
requerimientos diarios.
Para el cultivo de maíz se deberá buscar un buen suelo, fértil y profundo. El híbrido
a elegir deberá estar de acuerdo a ese suelo y al momento en que se piensa realizar el
silo.
La densidad de plantas puede incrementarse entre 10 y 15% por sobre lo
recomendado para la cosecha de grano. Un adecuado espaciamiento entre plantas es
crucial para poder alcanzar el pico en rendimiento y calidad, y esto maximizará la
producción potencial.
Pese a que el cultivo se va a dedicar a la confección de silaje se debe realizar con
todo cuidado, impidiendo la competencia con malezas, se debe calibrar bien la
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sembradora y sembrar lo más temprano posible según zona. Cosechar las plantas
cuando superen el 30% de materia seca (32-38%) coincidente con el grano vítreo o
duro, mantener el buen estado de las cuchillas.
Un indicador de la madurez del maíz para el silaje, puede determinarse por la
aparición y ubicación de la llamada "línea de leche", que no es más que la interfase
entre las porciones líquidas y sólidas del grano. La "línea de leche" en el momento
óptimo, debe estar situada entre la parte media y los dos tercios de la altura del grano.
Silaje de Maíz
El silaje de maíz es uno de los forrajes conservados más importantes en los sistemas
de producción modernos. Siendo utilizado cada día más por las siguientes ventajas:
* Altos rendimientos/ha de alimento de alta energía.
* Alimento palatable y consistente.
* Inmediato almacenaje después del corte.
* Rápida cosecha.
* Bajo costo por kg de materna seca digestible.
* Mínimo porcentaje de pérdidas, siempre y cuando se trabaje en forma correcta.
Es conveniente que el silaje de maíz contenga del 30% al 50% de granos sobre la
base de materia seca, siendo utilizado como suplemento energético de la ración o como
complemento de la dieta, como ocurre en las pasturas en otoño, las que presentan un
desbalance nutricional en esa época, con elevadas cantidades de nitrógeno no proteico y
baja concentración de hidratos de carbono solubles.
38
En situaciones de reducida cantidad de granos, el tallo resulta proporcionalmente
más importante y de mayor calidad. En ensayos realizados, se llegó a la conclusión que
el número de granos fijados tiene muy poco efecto sobre la calidad del silaje, pero el
rendimiento total se afectó ante la ausencia total de granos.
Cultivos con alto contenido de granos (ciclos cortos, siembras tempranas) permiten
ser cortados en estadíos fenológicos más avanzados que cultivos con pobre desarrollo de
su espiga.
Los productores de silo de maíz deben esforzarse para maximizar la energía/ha, por
tal motivo los lotes destinados a silaje deben ser de alto rendimiento en grano.
El problema que suele presentarse con los maíces desarrollados para producir granos
es que como todo el mejoramiento genético que se realiza es para la producción de
grano propiamente dicha, las cañas son gruesas, resistentes al vuelco y con una
maduración pareja entre espiga, tallo y hojas; lo que provoca que cuando el grano se
encuentra con la madurez óptima para picado, la planta esta demasiado seca,
disminuyendo la digestibilidad de la fibra y dificultando la compactación del silaje, por
lo que en estos materiales se debe comenzar a picar antes, resignando cantidad de
energía acumulada en los granos.
Materiales a ensilar: Los materiales especialmente para ensilar poseen tallos más
finos y permiten que el grano llegue al estadío de grano pastoso duro, o lo que es lo
mismo 1/4 de línea de leche, con la planta aún verde.
Los híbridos de ciclo corto tienen menor producción de materia seca total que los
demás por la menor radiación total interceptada durante su ciclo. Cuando el cultivo es
para silaje, se pueden utilizar híbridos de ciclos más largos que para grano, ya que no es
importante la humedad a cosecha.
¿Maíz o sorgo?
Cabe destacar que en zonas marginales donde el maíz no supera los 3.000 kg/ha de
rendimiento de grano, es conveniente sembrar sorgo para lograr silajes de alta calidad.
El silaje de sorgo se constituye en una opción muy valedera en zonas marginales
para maíz, donde las sequías no han permitido lograr cultivos con buen contenido de
grano.
Para la confección del silaje de sorgo, las consideraciones son las mismas que para
maíz, con el agravante que si no se tiene especial cuidado en el quebrado del grano
durante el picado, es muy probable que por más que el cultivo contenga una muy buena
relación grano/planta, no sea aprovechada la energía contenida en la panoja.
Silaje de Alfalfa
Se logra una mejor calidad del forraje conservado de alfalfa con la técnica del
ensilaje o henolaje que con la henificación.
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La principal desventaja del ensilaje es su mayor inversión en maquinarias, que
incrementa el costo de la confección. Por lo tanto, es muy importante lograr silajes de
alta calidad que permitan respuestas animales que cubran esos mayores costos.
Para hacer uso de esta opción, se recomienda partir de pasturas sin malezas, bien
fertilizadas.
Momento de corte
Se produce un marcado descenso de la calidad a medida que se atrasa la fecha de
corte (digestibilidad y energía metabolizable).
Manejo de la andana
Usar acondicionadores para reducir el tiempo que el forraje se encuentre tirado en el
campo.
Otro factor a tener en cuenta es el manejo de la andana durante el premarchitado. El
uso del rastrillo, sobre todo los estelares, puede producir pérdidas de hojas e
incorporación de material muerto y heces al silaje, que puede provocar fermentaciones
indeseables y contaminaciones butíricas.
Al usar el rastrillo para juntar las andanas, se produjo un descenso de la
digestibilidad y de la energía metabolizable y un aumento del contenido de fibra.
Es fundamental que con el preoreo se alcancen niveles de 45-55% de humedad.
El premarchitado
Consiste en cortar y mantener el forraje extendido sobre el suelo durante algunas
horas, con el objeto de conseguir su deshidratación parcial, para luego recolectarlo y
ensilarlo. Esta práctica involucra una mayor inversión en maquinaria también tiene
implícito un factor de riesgo durante la etapa de deshidratación a campo, dado que
condiciones climáticas muy favorables para el secado podrían elevar el contenido de
materia seca del material a niveles muy altos en corto tiempo o, por el contrario,
condiciones de alta humedad o precipitaciones ampliarían excesivamente el período de
exposición en el campo, con el consiguiente aumento de las pérdidas de nutrientes por
respiración y fermentación.
El contenido de humedad al momento de la cosecha deberá estar entre el 45 y 65 %.
Porcentajes menores pueden producir perdidas de hojas y, por lo tanto, de calidad.
40
Sistema de almacenamiento
El que mejor se adapta a la alfalfa picada es el embolsado, ya que se asegura la
calidad y se logran reducir las perdidas con respecto a los silos comunes (búnker o
puente).
En lo que respecta al almacenamiento del material como picado o entero (silo paq o
rollos embolsados), los trabajos efectuados confirman que, si se tienen en cuenta todas
las medidas que conducen a una buena conservación, no hay diferencias de valor
nutritivo entre estos dos tipos de almacenamientos. Sin embargo, un silaje picado resulta
mas fácil de utilizar en sistemas alimenticios con mixer (el rollo húmedo tiene
problemas para ser desmenuzado) y puede controlarse mejor el consumo.
Las ventajas de esta forma de conservación con respecto a la henificación se
relacionan con una menor pérdida de hojas entre corte y ensilado, escasas pérdidas de
nutrientes por respiración y menor dependencia de los factores climáticos adversos.
Silaje de sorgo
Sorgo granífero:
Cuando se trabaja con sorgos de alta producción de granos (más del 50% de la MS
total) se mejora la calidad del forraje y se mantiene la del resto de la planta.
La calidad del sorgo granífero se puede mejorar cortándolo más alto, como en el
caso del maíz, teniendo siempre en cuenta que esto disminuirá el volumen de forraje
cosechado.
Sorgos forrajeros:
Son otra alternativa para ensilar, debido a su reconocida adaptación a condiciones
edafo-climáticas limitantes y su elevada producción de forraje.
En el mercado nacional, existe un importante número de híbridos evaluados, tanto
del tipo azucarados (mejor calidad) como del tipo Sudan, y también fotosensitivos.
Además, en todos los genotipos se presentaron valores muy bajos de materia seca y
una deficiente conservación (alto valor de pH) en los silajes realizados tempranamente.
Esto esta indicando la necesidad de efectuar un premarchitado del material para
mejorar las condiciones de conservación.
Silaje de Soja
Esta leguminosa tiene una buena adaptación a estos fines, con producciones
superiores a los 5.000 kg/ha de MS y buena calidad.
La soja tiene alto contenido de proteína y bajo de azúcares, y esta es una restricción
importante que determina que sea más dificultosa su conservación, comparada a un
maíz o sorgo.
El silaje de soja pura en corte directo, como el de cualquier leguminosa manifestó
problemas en el proceso de conservación, que se vieron reflejados en el alto contenido
de N-NH3/NT y en el alto valor de pH. Esto puede ser modificado confeccionando el
silaje con un mayor porcentaje de MS (premarchitada).
Cortes en estados más avanzados (cuando comienzan a cambiar de color las hojas
inferiores) hacen que la planta tenga menos humedad, lo que permitiría hacer el corte
directo y lograr una mejor conservación del material, un mayor rendimiento del cultivo
y una leve disminución de la calidad.
Una técnica a tener en cuenta y que ayudaría a mejorar la conservación, es el uso de
inoculantes biológicos. También la confección de silos mezclas compuestos por soja y
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gramíneas como el sorgo forrajero o granífero ha sido evaluada como una alternativa
para mejorar la conservación de la soja, ya que las gramíneas le estarían aportando el
azúcar necesario para obtener una buena fermentación y, al mismo tiempo, la soja
mejoraría la calidad del sorgo, aportándole proteína y disminuyendo el contenido de
fibra.
Esto se logra sembrando en el mismo lote sorgo y soja en líneas alternadas (una
línea de sorgo y una de soja, o dos de soja y una de sorgo) en función de la proporción
que se quiere obtener de soja y sorgo.
Trabajos realizados en el INTA Rafaela indican que la mejor proporción es de 60 %
de soja y 40% de sorgo.
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producir una excesiva degradación de las proteínas (proteólisis, con formación de
amoníaco) o la formación de los”compuestos Maillard”, que hacen indigestible una
parte de las proteínas. La practica de la inoculación mejora las condiciones de
fermentación y la estabilidad aeróbica de estos silos.
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Cabe destacar que el material obtenido con el trabajo de estas picadoras no es el
adecuado para la confección de silos, sino sólo para el suministro directo de animales.
Esto se debe a que el tamaño de partícula logrado es excesivamente largo y
desuniforme, dificultando en gran medida la compactación del material.
Otras picadoras de este tipo, incorporan una segunda unidad de picado que sirven
además, para el impulsado del material hasta el acoplado forrajero. En este caso los
mayales son en forma de "S" e impulsan menos aire con un menor consumo de
potencia.
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Cuando las cuchillas se encuentran paralelas al eje de rotación, el corte se realiza a
golpes, mientras que cuando se encuentran inclinadas, el punto de corte se va
desplazando progresivamente a lo largo del cilindro.
Algunas máquinas picadoras realizan el picado y expulsión del material en una sola
operación en tanto que otras necesitan un mecanismo complementario para la elevación
del forraje hasta la unidad de acarreo.
Según estas características las maquinas se pueden clasificar de la siguiente manera:
+ Cosechadoras de corte y lanzamiento: Las máquinas de corte y lanzamiento,
utilizan cuchillas giratorias y una contracuchilla para cortar el forraje.
Las cuchillas giratorias cumplen la doble función de cortar el forraje e impulsarlo
hacia los vagones o camiones de acarreo.
Cabe aclarar que las máquinas de corte y lanzamiento, pueden ser las de volante o
rotor picador.
- Picadoras de forraje de arrastre: Este tipo resultan mucho más versátiles que las
anteriores debido a que se les puede adaptar cualquier tipo de cabezal:
Cabezal de corte directo para picado y suministro de pasturas en forma directa.
Cabezal recolector de andanas para silajes de pasturas con un oreado previo.
Cabezales en hileras para picado de cultivos en hileras como maíz o sorgo, que pueden
variar en número de una a tres hileras.
45
A su vez, cada una de estas máquinas pueden ser de corte y lanzamiento directo o
corte y soplado.
Unidad de picado
Son componentes de la unidad de picado el sistema de alimentación, la de picado
propiamente dicho, mecanismo partidor de granos y la unidad de lanzamiento que
elevara el forraje hasta el carro forrajero.
* Alimentación
AI cilindro picador debe llegar una capa uniforme de material firmemente
aprisionado para evitar desgarros en el forraje mientras se produce el corte,
disminuyendo el excesivo consumo de potencia e incrementando la calidad final.
Estas funciones del sistema de alimentación, son realizadas en general por 4 rodillos
horizontales que actúan de a pares (dos superiores y dos inferiores) arrastrando el
material hacia el interior de la picadora, hasta que es alcanzado por las cuchillas del
rotor picador.
Una de las formas de modificar el tamaño de picado, es cambiando la velocidad de
los rodillos alimentadores o variando el número de cuchillas del rotor picador.
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* Detector de metales
Los detectores de metal son mecanismos electromagnéticos, que se activan al
ingresar un cuerpo metálico extraño a los rodillos de alimentación. Este mecanismo
detiene el funcionamiento del cabezal (maíz o pasturas) y de los rodillos alimentadores
en forma inmediata, evitando el ingreso del metal a la unidad de picado y por
consiguiente la posibilidad de roturas severas.
* Rotor picador
La capacidad de picado de una máquina, estará entre otras cosas, en función del
número de cuchillas del rotor picador, de la velocidad de giro y del filo de las mismas,
además del ajuste y filo de la contracuchilla.
El número de cuchillas con que puede contar el rotor picador, está limitado por el
diámetro del mismo.
La velocidad de las cuchillas condiciona la capacidad de la máquina. El aumento de
la velocidad del cilindro aumenta la capacidad pero disminuye la eficiencia de trabajo
por el mayor consumo de potencia que esto supone.
Diseños de las cuchillas: Las máquinas que realizan la expulsión del forraje, con
el rotor picador pueden utilizar dos tipos de cuchillas: las acopadas que son las
más eficientes para cortar y lanzar el forraje; y las planas que son las más
utilizadas por tener un costo inferior. En las picadoras que poseen un mecanismo
propio de expulsión de forraje, se utilizan cuchillas espiral o cuchillas con
diseño en forma de "J".
* Zarandas de repicado
Las zarandas para producir un "segundo corte o repicado", son utilizadas para
disminuir el tamaño de picado en el caso que con la simple regulación de la máquina
esto no sea posible.
Son factibles de utilizar en los diseños de picadoras que realicen el lanzamiento del
forraje mediante un mecanismo independiente al rotor picador.
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* Mecanismo procesador de granos
Este es un equipamiento provisto en las máquinas autopropulsadas de nueva
generación, utilizado para permitir el quebrado de los granos.
Consiste en dos rodillos acanalados que se encuentran entre el cilindro picador y la
unidad de lanzamiento o expulsión entre los que pasa el forraje.
Este quebrado de granos, es mucho más eficiente cuando se trabaja con maíz que
cuando se lo hace con sorgo.
* Lanzador
Una vez realizado el picado del forraje, se procede a la elevación del mismo a un
nivel superior para el llenado del camión o acoplado forrajero, y como se mencionó
anteriormente, hay algunos diseños de máquinas como las que no tienen suficientes
revoluciones en el cilindro y que utilizan zarandas de repicado o partidores de granos,
que no permiten la impulsión en forma directa.
Para esta operación se recurre a un lanzador, que puede ser definido como un
volante pero sin cuchillas de corte.
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Si el silaje se presenta con manchas blancas (silaje mohoso), se debe a que se han,
desarrollado hongos y mohos, también por la presencia de aire en la masa, producto
también de un lento llenado, pobre compactado y abundante aire intersticial.
También se encuentra el silaje con olor a manteca rancia, a causa de la fermentación
butírica causada por bacterias del género Clostridium, favorecidas por el forraje con alto
contenido de humedad, bajo contenido en azúcares, mucha cantidad de proteínas y mal
desarrollo de las bacterias lácticas. El ácido láctico se transforma en butírico y el pH
permanece por encima de 4,2.
El silaje con olor a vinagre es aquel donde ha predominado la fermentación acética,
favorecida por las mismas condiciones que las anteriores más la presencia de aire.
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velocidad de llenado; d) de la distribución del forraje en el silo y e) de la cobertura que
se le coloque.
La rápida acidificación o rápido descenso del pH se producirá de acuerdo al estado
de madurez, cantidad de azúcares fermentescibles del cultivo y de la rápida eliminación
del oxígeno que permitirá que actúen sólo las bacterias anaerobias.
Extracción y desensilado
El equipamiento debe ser acorde a las dimensiones del silo y a la cantidad de forraje
a suministrar por día.
Como dato orientativo se considera que un silo de maíz de planta entera picado fino
con buena compactación y 70% de humedad pesa alrededor de 800 kg/m3.
Dentro de las virtudes que se buscan en la maquinaria utilizada para la extracción, se
deben destacar:
-Versatilidad: para que puedan extraer tanto silaje de pastura como de maíz y sorgo
de picado fino de planta entera o bien uno de grano húmedo además de otras
alternativas de uso.
-Costo reducido: su valor no debe tornar prohibitiva su adopción.
-Rapidez: que permita disminuir al mínimo el tiempo operativo de extracción.
-Durabilidad y robustez: debe ser de construcción robusta y no sufrir desgaste
prematuro.
-Maniobrabilidad: este aspecto es importante ya que no siempre se cuenta con
operarios capacitados para su manejo.
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- Extractor en bloques montados: son equipos que están montados sobre el tractor,
ya sea en la parte frontal o en los tres puntos.
Consta de un rastrillo de púas horizontales que se clavan en la masa del silo y un
cuchillo de corte alternativo impulsado por un motor hidráulico, que corta el pan del
material en bloques de aproximadamente 800 kg.
Ventajas: *Excelente tratamiento de la pared expuesta del silo.
*Corte perfecto y pocas pérdidas.
*Buena capacidad de trabajo.
- Extractor de silo tipo pala frontal, con acople y desacople rápido al tractor.
Ventajas: *Alta maniobrabilidad.
*Versatílidad de uso.
*Buena capacidad de trabajo.
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- Extractor de silo frontal con pala de púas y cuchilla de corte hidráulico.
Ventajas: *Alta capacidad de trabajo.
*Versatilidad de funcionamiento.
*Moderada remoción del frente de exposición del silo.
- Equipos especiales para extracción y carga de silo de maíz y sorgo picado fino de
planta entera o silo de grano húmedo almacenados en silo bolsa: los silos de grano
húmedo, pueden ser extraídos con muy buena eficiencia utilizando palas ubicadas en la
parte frontal del tractor, o bien con los tornillos sinfines ("chimangos" convencionales).
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Mixers
Permiten, a través de una balanza electrónica, conocer cuanto se esta cargando de
cada uno de los componentes y también la cantidad suministrada de acuerdo al consumo
estimado.
Por lo antes mencionado, resulta de vital importancia la utilización de estos
acoplados mezcladores para la elaboración y homogeneización de la dieta, resultando
imprescindible que el carro racionador o mixer, brinde al usuario confiabilidad a lo
largo de su vida útil.
Los acoplados racionadores tipo mixer desmenuzadores, permiten incluir el heno,
conociendo sus proporciones, en una sola operación de desmenuzado y mezclado con
menor requerimiento de mano de obra.
A nivel general, podemos decir que en el mercado existen dos sistemas principales
de mezcla, estableciendo de esa forma una primera clasificación:
-Mixers con sistema de mezcla vertical.
-Mixers con sistema de mezcla horizontal.
En esta primera clasificación se puede mencionar, que los primeros son muy
eficientes en cuanto a la mezcla, debido a que esta se realiza por la caída de los
elementos gracias a la fuerza de gravedad, en tanto que los de tornillo sinfín horizontal,
producen una circulación del material en todo el espacio de la batea realizando de esa
forma el mezclado.
Una vez que se realiza la mezcla, que en tiempo promedio puede durar de 2 a 6
minutos, se procede a la descarga la cual se realiza mediante tornillos sinfín que
descargan sobre uno de los laterales del acoplado, o cintas transportadoras que
descargan sobre uno o los dos laterales del mixer, dependiendo de su diseño.
- Acoplado mezclador con cuatro sinfines: Pueden picar fardos de heno cuadrados y
redondos previamente desmenuzados y tienen capacidad de mezclar muy bien todo tipo
de alimentos debido a la gran cantidad de cuchillas que poseen los sinfines.
Se debe destacar que forrajes excesivamente húmedos o pobres en estructura corren
riesgo de ser picados más de lo debido, perdiendo su efecto como aportadores de fibra
estructural, necesaria para estimular la rumia.
Acoplado mezclador con tres sinfines: Con estos acoplados es más difícil que el
forraje sufra destrucción de su estructura.
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Los fardos o rollos de heno deben introducirse previamente desmenuzados cuando
los sinfines no tiene cuchillas o en secciones, sabiendo siempre que este tipo de carros
se adapta mejor para forrajes bien picados.
Lugar de suministro
El suministro de silaje puede realizarse de diferentes maneras, desde el autoconsumo
hasta en comederos especialmente construidos para tal fin.
El autoconsumo no es un método recomendable, debido a que la única manera de
poder determinar cuanto silaje come cada animal es permitiéndole a todo el rodeo que
tenga acceso al mismo tiempo y durante el mismo lapso. El problema que se presenta es
que se debería construir el silo de modo tal que permita ofrecer un frente demasiado
ancho y de baja altura, incrementándose los porcentajes de pérdidas por excesiva
superficie expuesta.
Otra alternativa para suministrar silaje consiste en hacerlo contra un alambrado,
retirando un par de hilos para permitir que el animal saque la cabeza para alimentarse.
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El problema que presenta este sistema son las pérdidas por contacto del forraje con el
suelo.
También aparecen las cubiertas de tractor en desuso como alternativas de
comederos. Son prácticas y posibilitan que aproximadamente 10 ó 12 animales coman
por cada cubierta. Se recomienda colocarlas en potreros que van a roturación y
cambiarlas de lugar cada dos días a lo sumo. Con esta practica se devuelve fertilidad al
lote a través del bosteo, lográndose una excelente respuesta en la implantación de la
pastura.
A medida que se intensifica la producción, comienza a justificarse la utilización de
comederos tipo piletas o bateas. Se debe tener la precaución de colocarlos bien
afirmados sobre piso de cemento o bien en terraplenes especialmente construidos para
evitar que el pisoteo de los animales, formen "pantanos" cuando llueve, o la embestida
del animal cuando se acerca a comer; los afloje, descalce o rompa.
Para finalizar, se debe tener presente que cualquiera sea el comedero que se decida
utilizar, lo importante es que exista "frente" para que todos los animales a suplementar,
puedan acceder al alimento al mismo tiempo. Esto permitirá que toda la hacienda coma
iguales cantidades de alimento, además de evitar los problemas de dominantes y
dominados existentes en todo rodeo.
Pérdidas en el proceso
Las mermas producidas durante el proceso de ensilaje pueden clasificarse en cuatro
grupos principales:
* Pérdidas en el campo: En el momento de picar se debe prestar especial atención
al contenido de humedad del forraje, al filo de las cuchillas, la separación de éstas con la
contracuchilla y principalmente evitar la incorporación de tierra al forraje picado, ya
que se favorecerá la ocurrencia de fermentaciones indeseables en el material ensilado.
El forraje debe recolectarse aproximadamente a las dos horas de cortado en el caso
de las pasturas; e inmediatamente después de cortado en el sorgo y maíz.
* Pérdidas por respiración (aeróbicas): Las pérdidas por respiración dependerán
en forma directa de la distancia que exista entre el lote a picar y el lugar donde se
realizara el llenado del silo; y de la velocidad con que se elimine el oxígeno de la masa
del mismo. La respiración se acelera a medida que la temperatura se aproxima a los 30
ºC. A partir de ese momento, disminuye la respiración hasta que las enzimas se
inactivan. Durante el compactado de un silo tradicional (bunker, torta, trinchera o
puente), la forma ideal de trabajo es utilizando un tractor doble tracción equipado con
una topadora frontal de baja altura.
La ventaja del tractor con doble tracción es la de evitar el patinaje, disminuyendo los
riesgos de "enterrado".
* Pérdidas por fermentación (anaeróbicas): Es conveniente que la fermentación
que ocurra sea láctica, ya que utiliza del 3,8% al 4% de los azúcares del material puesto
a fermentar; mientras que la butírica consume el 24% y la acética el 38%.
La fermentación láctica es la más eficiente ya que logra la acidez necesaria (pH 3,6-
3,9), con un mínimo de utilización de energía, quedando el resto disponible para ser
aprovechado por el animal.
* Pérdidas por efluentes: El volumen de pérdidas por efluentes depende del
contenido de humedad del forraje, del tamaño de picado y de la forma y estructura del
silo.
Es importante que el material a ensilar posea entre el 65-70% de humedad: si es
superior se perderá por lixiviación una gran cantidad de "jugos" con un contenido
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estimado del 6% de materia seca de alto valor nutritivo, ya que lo primero que se
pierden son los azúcares y proteínas más solubles.
Otra gran desventaja en la perdida de efluentes es que son un excelente medio para
el desarrollo de los microorganismos benéficos del silo como las bacterias, además que
al existir perdida del contenido celular, se crean condiciones para la proliferación de
hongos y levaduras que disminuyen la calidad del silo.
Se pueden realizar silajes que tengan como materia prima, granos en general, que
conserven un relativamente alto contenido de humedad, pero especialmente se utiliza
como materia prima el maíz, como una nueva alternativa para los sistemas de
producción intensiva de carne y leche.
El objetivo es cosechar el máximo rendimiento de energía neta y almacenarla con el
mínimo costo.
Este tipo de silaje presenta como ventajas: a) la liberación anticipada del lote por el
adelanto de la cosecha, ya que no hay que esperar a la madurez total del grano para
realizarla; b) disminución de costos, al no tener que realizar el secado artificial de los
granos y por la economía que se produce al no tener que pagar traslados de ida y vuelta
desde el campo a la planta secadora; c) se eliminan gran parte de las pérdidas, ya que al
cosecharse con mayor contenido de humedad disminuye el desprendimiento de espigas
y el desgrane; d) se consigue mejorar la digestibilidad de los granos, ya que los gránulos
de almidón no se encuentran completamente encapsulados por proteínas como ocurre
con los granos secos, por lo tanto son más fácilmente atacados por las bacterias en el
rúmen.
Para tener éxito en la confección de este tipo de silos, el primer punto a tener en
cuenta es el momento óptimo de cosecha, el cual se presenta cuando la humedad del
grano se encuentra entre el 25 al 30% (grano duro).
La forma practica para determinarlo es partiendo una espiga a la mitad y observando
que en los granos haya desaparecido la línea de leche, es decir que todo el grano este
duro.
Además debe observarse que en el lugar de inserción del grano en el marlo, presenta
un punto negro que indica que el proceso de llenado de los mismos ha concluido.
La cosecha puede realizarse con la cosechadora convencional, a la cual se le deben
realizar adaptaciones sencillas como el forrado del cilindro, incremento de la velocidad
de rotación del mismo, reducción de la separación entre cilindro y cóncavo, aumento del
diámetro de los orificios de las zarandas.
El grano de maíz debe ser quebrado antes de depositarse en el silo, no solo para que
se acomode mejor y sea más fácil eliminar el aire intersticial, sino para que fermente
mejor y más rápido. Debido a esto, se debe realizar la cosecha y colocación en el silo en
la forma más rápidamente posible.
Otra razón por la que es conveniente moler, es la de evitar la germinación de los
granos, permitiendo conservar la energía contenida en los mismos para que sea
aprovechada íntegramente por el animal.
El ensilaje del maíz húmedo se puede realizar en silos trinchera o en silos puente,
como también en bolsas de polietileno.
En el caso de hacerlo en el silo puente se debe tener la precaución, antes de
comenzar a depositar el grano, de recubrir el piso y las paredes con polietileno, el cual
deberá sobrepasar a éstas y quedar provisoriamente colgando hacia el exterior. El
llenado se efectúa como en el caso de los silos de forrajes verdes y una vez terminado se
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cubre la cara superior con el polietileno que había quedado colgando sobre los laterales
del puente.
Los silos bolsas son de diámetro variable. Pueden contener de 130 a 350 toneladas,
incluso con la posibilidad de seccionar las bolsas de acuerdo a las necesidades.
Actualmente existen máquinas que muelen y embolsan simultáneamente el grano
con alto porcentaje de humedad. Estas máquinas están equipadas con una tolva y un
molino a rodillos regulable.
Las bolsas que se confeccionan son de 1,2 ó 1,5 m de diámetro, con capacidad desde
25 a 65 toneladas.
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marchitamiento parcial del mismo por acción de los agentes atmosféricos, llegando a
porcentajes de humedad variables entre el 40 y el 60% y luego proceder como en el
ensilado. Este ensilaje del forraje premarchitado trae como consecuencia que se
produzca una fermentación controlada y más restringida, por el aumento del contenido
de materia seca y de carbohidratos solubles.
Se presenta como una ventaja relativa para zonas donde no es posible la obtención
de un heno de buena calidad por las condiciones climáticas.
Por otra parte, la fermentación obtenida es de mejor calidad, tendiendo a la
producción de ácido láctico, disminuyendo la producción de ácido acético y de
nitrógeno amoniacal.
Para que se produzca una buena fermentación requiere necesariamente de un picado
muy fino, ya que debido al mayor porcentaje de materia seca con que se almacena
resulta más dificultosa su buena compactación.
Presenta como riesgos, en lugares donde se produce una deshidratación muy rápida
del forraje, superar el 60% de MS resultando difícil su buena fermentación posterior.
Por otra parte, si durante el tiempo de marchitamiento las condiciones climáticas son
desfavorables y ocurren lluvias, deberá prolongarse excesivamente el tiempo de
exposición en el campo. Al daño del lavado por las lluvias se sumarán las consiguientes
pérdidas de nutrientes por respiración y fermentación y por acción del aire y del sol.
Por estas y otras causas, el método había ido perdiendo adeptos, hasta que la
aparición de los "silajes empaquetados", con la posibilidad de crear condiciones óptimas
para la fermentación por medio de elementos aislantes del medio ambiente, sobre todo
de la acción del exceso de respiración por falta de compactación, abrió un nuevo
horizonte para el henolaje.
Henolaje empaquetado
Básicamente se obtiene aislando el forraje mediante su envoltura con bandas
plásticas, o dentro de bolsas o sacos herméticos, para que allí se produzca la
fermentación, en total aislamiento y anaerobiosis. En estas condiciones se produce la
denominada fermentación "fría‛', es decir que en ningún momento el proceso de
fermentación debe sobrepasar los 30 ºC y donde se logra la acción de los fermentos
lácticos gracias a la anaerobiosis y al rápido descenso del pH que se produce.
Este método de conservación consiste en el corte y marchitado parcial del forraje,
pudiendo luego seguir dos caminos: a) el enrollado y luego el empaquetado, y b)
directamente el picado y acumulado en grandes bolsas.
En la actualidad existen máquinas embolsadoras transportables que introducen a
presión el forraje picado en grandes bolsas de sección cilíndrica que se encuentran
plegadas y se van desplegando a medida que se llenan, formando una especie de
cilindro o "gusano" que queda sobre el suelo (silopres).
En este caso se deja el forraje cortado sobre el campo para que pierda humedad y
luego se recoge con una máquina que lo pica y lo envía dentro de un tubo de polietileno
sin necesidad de prensarlo ni atarlo. En cierto modo, la compactación interior se logra
por la resistencia que ofrece el forraje ya embolsado y la presión que ejerce el forraje
que se va incorporando.
En el otro caso de henolaje empaquetado, se enrolla y ata el pasto premarchitado.
Luego este rollo se envuelve mediante un film plástico, por medio de una máquina
especial, hasta cubrirlo totalmente, llegando a producir su cierre hermético. Este método
recibe el nombre de silopac.
También se encuentran en el mercado máquinas que en lugar de hacer paquetes
individuales con cada rollo, realizan el empaquetado conjunto de una serie de rollos,
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que se van alineando y arrimando uno contra otro por sus caras planas, al mismo tiempo
que se van recubriendo las superficies cilíndricas con polietileno. De esta forma van
confeccionando un cilindro continuo dentro de un tubo plástico. Los rollos, a medida
que se van envolviendo con el polietileno van cayendo suavemente al suelo, donde
quedan formando un tubo semejante a un enorme "gusano" que llega a tener de 8 a 10
rollos. Este sistema recibe el nombre de siloline.
Marchitado parcial
Recolección
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Técnica de su confección
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Silopres: se emplean los mismos forrajes y estados fisiológicos para el corte que en
los métodos anteriores, pero el forraje premarchitado se cosecha con una máquina de
picado fino y se lleva a la embolsadora. Esta recibe el forraje picado y mediante un
mecanismo transportador o un sin fin helicoidal va empujando el forraje dentro de la
bolsa que permanece plegada. A medida que se va llenando se va desplegando. La
máquina embolsadora tiene un freno especial en las ruedas a fin de poder regular su
desplazamiento, ya que a medida que la bolsa se llena debe ir avanzando en sentido
contrario.
La fermentación aeróbica, en estas condiciones, dura entre 5 y 8 horas, ya que al
término de éstas, los fermentos lácticos que son los dominantes han hecho descender el
pH a cerca de 4, aumentando la acidez de la masa. Estos niveles provocan el cese de
toda actividad bacteriana, incluso la de los fermentos lácticos, lo que permite la
conservación del forraje por un tiempo prácticamente indefinido, siempre y cuando no
se produzca la entrada de aire a la masa de forraje fermentado.
Entre las desventajas, que son más de tipo operativo se pueden enunciar:
a) No permiten su fácil comercialización al tener un gran porcentaje de agua y al ser
difícil su traslado por los daños que se puedan ocasionar a su cubierta con la
consiguiente entrada de aire.
b) Se debe contar con equipos adecuados para confección, transporte, carga y
descarga.
c) Requiere inversión en el polietileno. Cada silopac insume aproximadamente
medio kg de film plástico.
d) Es más complicado que hacer rollos de heno, ya que requiere cierta práctica para
determinar "a campo" el porcentaje de humedad apropiado, graduar bien las máquinas,
etc.
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e) Deben hacerse los paquetes en forma cuidadosa a fin de que resulten herméticos,
cualidad que luego debe conservarse en el almacenamiento, ya que pinchaduras, roturas,
ataque de aves o roedores, etc.
f) El exceso de humedad genera una fermentación incompleta (no se crean las
condiciones de acidez) y hay una tendencia a la acumulación de agua en la parte
inferior.
g) El déficit de humedad no crea las condiciones óptimas para que produzca la
fermentación.
Almacenamiento
No es necesaria ninguna estructura especial. Sólo deben tomarse algunos recaudos:
-Los rollos pueden ser protegidos de los animales rodeándolos con un boyero
eléctrico y separándolos por lo menos un metro del alambre.
-Ubicarlos en lugares altos, que tengan un buen drenaje.
-Limpiar el lugar.
-Quitar las rugosidades y puntas que puedan dañar la envoltura del rollo.
-No colocarlos debajo de árboles, ya que se producen daños por pájaros y/o ramas.
-La forma de estiba más adecuada es la de tubo horizontal.
-Hacer recorridas periódicas con el fin de controlar posibles daños y reparar las
perforaciones con trozos frescos del mismo polietileno.
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