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LA COMPOSICIÓN EN LA VIDA ESTUDIANTIL

Empecé mis estudios musicales formales tarde, entré al conservatorio casi a los 15
años de edad a estudiar piano, con los peores pronósticos posibles, era casi un
anciano para ese instrumento, se me dijo que no pasaría del primer trimestre del
primer año, sin embargo, logré terminar mis estudios con las calificaciones con
éxitos. Una vez, ya en clases de piano con mi querido Maestro Guillermo Espinoza,
llevé una pequeña melodía que había compuesto, pero los comentarios no fueron
halagadores, entre risas y jocosas observaciones archivé dicha melodía en mi
cabeza para que nadie mas siquiera la viera o escuchara algún día, jamás se
escribió la partitura.

Años mas tarde, mi oído sordo complicaba la tarea de sacar canciones al


escucharlas, no diferenciaba la tónica de la dominante, (cosa que me favoreció para
dominar sistemas atonales, seriales y dodecafónicos) me daba lo mismo qué
función se escuchaba, así que sin el google de hoy en día, o se sacaba de oreja las
canciones de moda o se recurría a Ángel “Diablo” Mena para que dicte los acordes
(compañero con oído absoluto); como no siempre estaba a la mano, debí recurrir a
hacer mis propias canciones, intentonas de creación, que llegaban en raras
ocasiones a envalentonarme y pretender mostrarlas al público. una vez debí
vilmente engañar a mis queridos maestros para poder tocar una de mis obras en el
concierto de música popular que organizaba el área de piano en mayo, les metí el
cuento de que iba a tocar Penélope de Serrat, cuando en verdad toqué una obra
mía, el grupo de acompañamiento esa noche se prestó para el engaño y se
quedaron callados al empezar mi interpretación, toqué primero LUZ AZUL para
sorpresa de todos, y al final les di el gusto con la obra acordada, recuerdo el enojo
de todos, no creo por la obra pero si por el embuste en el que habían caído.

Casi al final de mi carrera estudiantil participé en el concurso Ecuatoriano alemán,


de jóvenes intérpretes, ese año fui con una obra de Rachmaninov, volví contento
pero sin clasificar a la final, pero para el último año de estudios, se me pidió vuelva
a concursar, yo estaba en el límite de edad (20 años) participé con una obra mía,
DESPEDIDA – HOMENAJE A LOS AUSENTES. La obra estaba lista y nadie la tocaba
mejor que yo, (no existía partitura), pero debí enviarla con mi primer nombre:
compositor Engels Monteros, intérprete: Ricardo Monteros, debieron pensar que el
compositor era mi abuelo o algo así, pero me permitieron participar y tocarla. Esta
vez llegué a finales y regresé con una medalla colgada en mi pecho gracias una
obra mía.

Con esa misma obra en arreglo de cámara de mi Maestra de piano Eugenia


Semeonova, cerré mi concierto de grado en mi querido conservatorio Salvador
Bustamante Celi. Años mas tarde esa misma obra me abría la puerta del
conservatorio superior A. V. Nezhdánova de Odessa Ucrania, esa obra me permitía
el ingreso a la carrera de composición, carrera que culminé 4 años mas tarde con
diploma rojo, mérito académico, regresando con mi primera sinfonía bajo el brazo,
la Sinfonía Ecuador, con la que logre obtener el primer lugar en el concurso
nacional de composición, concurso que volví a ganar con Sinfónica Pachacamac un
año mas tarde. Hoy por hoy, he tenido la dicha de hacer estrenos mundiales en mas
de 15 países de Europa, América y Asia, e incluso, de la nada formar mi propia
orquesta sinfónica juvenil, OES – ORQUESTA ECUADOR SINFÓNICO, obra que
pretende dar vida al primer sistema de orquestas juveniles del país, sin
presupuesto alguno ni apoyo gubernamental hasta el momento.

Hay gente que me considera un compositor de cierta relevancia en el país, ellos


sabrán, sin embargo cuando inicié no todos pensaban igual, así que solo intento
decir en estas líneas que no importa que la gente no crea en ti, que tus maestros no
crean en ti, que ni tus amigos allegados crean en ti, debemos seguir nuestro
camino, debemos seguir luchando a contra corriente, debemos prepararnos lo
mejor que podamos, debemos ser obsesionados con nuestros sueños y anhelos,
pero sobre todo ser fieles a nuestras creencias, objetivos, metas, a nosotros
mismos, pues es el único camino que nos llevará al éxito, sigue adelante
compañero de aula, yo me formé en esa misma aula que tú, en ese mismo pupitre,
tocaba en esos mismos pianos destartalados del primer piso, tuve los mismos
sueños, las mismas ansias de llegar y solo puedo decirte que todo valió la pena, y
mas aun, que todo lo que te propongas es posible, solo debes confiar en ti.

Msc. Ricardo Monteros Tello


Compositor – director de orquesta
Creador y director de la OES – Orquesta Ecuador Sinfónico
Creador del grupo independiente de compositores Creando Ecuador
Ganador dos veces consecutivas del Concurso Nacional de Composición

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