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ACTUAR O NO – Héctor Mendoza

ACTUAR O NO:
¿Qué significa actuar?, ¿Cuándo actuamos y cuando no?
 La diferencia entre el vivir cotidiano y la actuación estriba en la clase de estímulos
a que reaccionamos.
 Al reaccionar a estímulos reales, estamos simple y sencillamente viviendo. Pero
si cambiamos el carácter de los estímulos, convirtiéndolos en ficticios, entonces,
estamos actuando.
 Lo ficticio de un estímulo no depende del estimulante en sí, sino de quien
reacciona a la estimulación.
 Si el espectador decide otorgarle calidad de “ficticio” a lo que observa, entonces
empieza a actuar. Si no, le da a la ficción la calidad de estímulo real,
manteniéndose como espectador que normalmente le corresponde.
 Actuar es reaccionar a estímulos ficticios.

CREATOR PRINCIPIUM:
¿Qué es un actor vivencial y qué es un actor de representación?
 No podemos sentir algo distinto de lo que expresamos.
 El actor de representación no se permite gestar emotividad alguna si no es en
forma perfectamente consciente, fijándose más en lo que hace él mismo
emotiva y gestualmente.
 El actor vivencial, permite que su funcionamiento inconsciente realice la tarea, o
sea, el vivencial pone su atención en el problema de la situación junto a su
interlocutor.
 La diferencia radica en la forma de la producción emotiva.
 No podemos sentir algo distinto de lo que expresamos.
 El ánimo varía a lo largo de las frases que componen un parlamento.
 Hay que creer lo que aún sabemos que es verdad.
 Para actuar algo hay que analizar todas las circunstancias: inmediatas, mediatas,
objetivos y la situación.

EL BURLADOR DE TIRSO

Tres formas en que suele enunciarse el dialogo versificado en el escenario:

- “El verso ahí está y, a menos que se lo altere agregando, sustituyendo o


quitándole palabras, seguirá siendo el mismo verso.
- Respetar la cantidad silábica, tanto como la distribución rítmica de los
acentos. Sólo que finalmente atiende más al sonido de las palabras que a su
significación profunda.
- Respetar la musicalidad del verso, esa musicalidad que encierra la
significación afectiva que el poeta ha querido imprimirle a su trabajo; pero
sin dejarnos llevar exclusivamente por ella; sin dejar que toma la importancia
absoluta que adquiere en la segunda posición.

 Respetar la medida y la acentuación en la emisión del verso, para adoptar el


ritmo que le es propio hasta llegar a sentirlo y hacerlo parte del inconsciente
discurso. Con esto, se respeta la musicalidad del texto y la significación emotiva.
Sin embargo, el sentido primordial es el sentido de las palabras y el significado
que le damos a cada una de ellas para comunicar ideas, logrando tratar el verso
como si fuera prosa.
 El “oído tradicional” espera el carácter y la melodía salmódica que son propios
del verso: una pausa entre verso y verso indicando el paso de uno a otro. Y
ninguna pausa dentro del cuerpo mismo de cada verso ya que haría que la pausa
entre verso y verso resulte inútil.
 El verso se lo recita, no se actúa. Importa más el sonido, que lo que dice.
 El creador del personaje no es otro que el actor.
 La interpretación del papel por el actor, es el personaje.
 Un monólogo es cuando le hablamos a alguien pero no obtenemos respuesta
hablada; y un soliloquio es una convención, cuando hablamos con nosotros
mismos.
 Trabajar con “estructura mental” en vez de tipificar al personaje. Es decir con la
formación de lo que es bueno y lo que es malo en la sociedad en la que se
desenvuelve el personaje.
 Actor de representación: creación de afuera para adentro.
 El actor debe concentrarse en los personajes que lo rodean más que en el propio.
 Toda relación entre los personajes debe tener una constante lucha de poderes.
Surge la necesidad de hacer con el otro lo que nos dé la gana. Tener su libertad
en nuestras manos.
 Dos tipos de poder: Poder aparente, o sea, apariencia de poder; y poder real, el
que realmente ejerce la acción.

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