Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
INTRODUCCIÓN....................................................................................................................... 2
1. ANTECEDENTES................................................................................................................... 3
1.1. PRIMERAS EVIDENCIAS…………………………………………………………………………………….5
1.2. REDESCUBRIMIENTO Y CARACTERIZACIÓN………………………………………………………5
2. IMPLICACIONES EN PATOGÉNESIS…………………………………………………………………………………..6
3. DEFINICIÓN……………………………………………………………………………………………………………………..7
3.1. CAUSAS…………………………………………………………………………………………………………….7
3.2. SÍNTOMAS………………………………………………………………………………………………………..7
3.3. ESTRUCTURA…………………………………………………………………………………………………….7
4. RESERVORIO........................................................................................................................ 8
5. EPIDEMIOLOGÍA.................................................................................................................. 9
6. FISIOPATOGENIA............................................................................................................... 10
6.1. UREASA………………………………………………………………………………………………………….10
6.2. ADHESINAS…………………………………………………………………………………………………….10
6.3. FOSFOLPASAS…………………………………………………………………………………………………10
6.4. CATALASA Y SUPROXIDASA DISMUTASA…………………………………………………………10
7. FACTORES ASOCIADOS A LA INFECCION POR H. PYLORI................................................... 10
7.1. AMBIENTALES.................................................................................................... 11
7.2. SOCIOECONÓMICOS.......................................................................................... 11
7.3. GENÉTICOS......................................................................................................... 12
7.4. DEPENDIENTES DEL GERMEN........................................................................... 13
8. VIAS DE TRANSMISION...................................................................................................... 14
9.1. DE PERSONA A PERSONA................................................................................... 14
9.2. ORAL-ORAL........................................................................................................ 14
9.3. FECAL-ORAL....................................................................................................... 14
9. ENFERMEDADES DIGESTIVAS…………………………………………………………………………………………14
INTRODUCCIÓN
Helicobacter pylori es una bacteria Gram negativa en forma de espiral cuyo hábitat
común es la mucosa gástrica de los seres humanos y los monos. La infección por esta
bacteria es una de las más frecuentes, encontrándose en aproximadamente el 50% de la
población mundial. La incidencia en países en vía de desarrollo como África, América
Latina y algunos países de Europa es de 70 – 90%, superando a la de los países
desarrollados en donde se presenta en un 20 – 50% de la población.
En estudios realizados indican que el Helicobacter pylori es el principal causante de
enfermedades gástricas en la edad adulta como: gastritis, ulcera péptica (gástrica
y duodenal) y cáncer gástrico. En los niños puede causar gastritis crónica, anemia
ferropénica, anemia perniciosa, púrpura trombocitopénica idiopática y retraso del
crecimiento. Su presencia ha sido directamente relacionada con el bajo nivel
socioeconómico, hacinamiento y hábitos higiénicos deficientes. En Colombia la
prevalencia de la infección por Helicobacter pylori es de aproximadamente 69% de la
población, teniendo en cuenta que esta bacteria se contrae durante la infancia,
persistiendo hasta la edad adulta cuando son evidentes los síntomas.
La prevalencia es alta en países en vías de desarrollo y baja en países desarrollados;
además, dentro de un mismo país puede haber variación en la prevalencia entre las
poblaciones urbanas y de mayor nivel económico y las poblaciones rurales. Estas
variaciones tienen que ver con las diferencias socioeconómicas entre estas poblaciones.
En los países en desarrollo, la infección por H. pylori constituye un problema de salud
pública. La alta prevalencia de la infección exige el desarrollo de intervenciones del sector
salud. Es probable que el desarrollo de una vacuna terapéutica sea la única estrategia
que logre determinar una diferencia decisiva en la prevalencia e incidencia a nivel
mundial. Sin embargo, siempre y cuando los recursos lo permitan, la disponibilidad y
asequibilidad de los exámenes necesarios para el diagnóstico varían ampliamente. El
enfoque a corto plazo sería una estrategia para «diagnosticar y tratar la infección por H.
pylori» para aquellos individuos en riesgo de desarrollar úlcera péptica o cáncer gástrico,
así como para aquellos con dispepsia problemática. El objetivo de este trabajo es conocer
el estatus actual que existe para diagnosticar y tratar infecciones por H. pylori.
2
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Conocer los métodos disponibles para llevar a cabo el diagnóstico de la infección por H.
pylori.
Establecer una estrategia coste-efectiva para el diagnóstico de la infección por H. pylori
en el paciente con dispepsia.
3
1. ANTECEDENTES
En los albores del siglo XXI la infección por el helicobacter pilory sigue siendo desde su
descubrimiento por los médicos australianos Barry Marshall y Robin Warren en 1982, uno
de los fenómenos científicos de mayor importancia en la literatura biomédica mundial1.
Por su semejanza con las bacterias patógenas del género campylobacter, que se
encuentran en el tracto gastrointestinal, llamaron al nuevo microorganismo campylobacter
pyloridis o pylori. A principios de 1983 estos mismos investigadores publicaron los
primeros datos sobre esta bacteria. Pocos meses después otros investigadores lograron
aislar a esta bacteria, donde vieron que no encajaba dentro del género campylobacter, por
lo que se les ubico en un nuevo género con el termino helicobacter. Existen más de 15300
trabajos publicados donde demuestran el interés de la comunidad científica mundial por
la infección con helicobacter pylori2. Hoy sabemos que la infección por H. Pylori es la
enfermedad bacteriana crónica más extendida del mundo. Afecta a más de la mitad de la
población mundial, con una distribución vinculada con el grado de desarrollo económico
de cada país3.
Los mecanismos por los cuales H Pylori afecta al ser humano aún son controvertidos, se
sabe que el huésped desarrolla una respuesta inmune que es inefectiva para eliminar a
esta bacteria, pero puede tener un papel fundamental en la evolución de la infección hacia
distintas formas clínicas tan variadas como una gastritis superficial leve o una ulceración
gastroduodenal5.
4
observaron una diferencia estadística significativa para ser considerados como
factores de riesgo de infección.
Álvarez et al. (2002), Venezuela, determinaron la frecuencia de anticuerpos IgG anti-H.
pylori en niños y adolescentes que acudieron a la consulta externa de pediatría y
adolescencia de ambulatorio “la Carucieña”, durante el lapso octubre 2001-marzo 2002.
La muestra estuvo conformada por 90 pacientes en edades de 2 a 19 años; se
encontró una frecuencia de 56,67%, afectando las edades de 11 a 16 años en el 100%
de los casos, también la infección predomino en los estratos socioeconómicos
III (31,37%) y IV (43,13%). Por ende, se concluyó que la infección está
directamente relacionada con la edad y el nivel socioeconómico, por lo que puede ser
considerada como un problema de salud pública. Alvitres (2008), Perú, determinó que la
prevalencia de anticuerpos IgG de H. pylori fue de 60,86% en una población de 184 niños
de 3 a 14 años de edad. El grupo etario de 9 a 10 años tuvo la mayor prevalencia de
infección de H. pylori con un porcentaje de 78,3%. Kim et al. (2013), Corea,
determinaron la seroprevalencia de la infección de H. pylori en el personal de salud.
Evaluaron a enfermeras (362), médicos (110), personal de salud sin contacto con el
paciente como control médico (179) y participantes provenientes de otro hospital
como controles no hospitalarios (359); y hallaron que la tasa general de seroprevalencia
fue de 38,7% (391/1010) y la edad media fue de 36,9 ± 11,4 años. La
seroprevalencia de las enfermeras fue de 29,8%, de los médicos 34,5%, del control
médico 30,7% y del control no hospitalario 52,9%; la ocupación del personal de salud
no se asoció con la infección del H. pylori y la seroprevalencia general que se
encontró fue baja, posiblemente debido al mejor estatus socioeconómico y la política
de higiene hospitalaria en Corea. (Ver Fig. 2)
5
obtenidos de humanos en 1899. Además de unas bacterias alargadas, también
encontró bacterias con una característica forma espiral, a las cuales llamó Vibrio
rugula. Este investigador fue el primero en sugerir la participación de este
microorganismo en enfermedades gástricas. Aunque este trabajo fue incluido en
el Manual de enfermedades gástricas, no tuvo mucho impacto, debido a que
estaba escrito en polaco.
Esta bacteria fue redescubierta en 1979 por el patólogo australiano Robin Warren,
quien en investigaciones posteriores (a partir de 1981), junto a Barry Marshall,
aisló este microorganismo de las mucosas de estómagos humanos y fue el
primero que consiguió cultivarla. En el trabajo original, Warren y Marshall
afirmaron que muchas de las úlceras estomacales y gastritis eran causadas por la
colonización del estómago por esta bacteria, y no por estrés o comida picante,
como se sostenía hasta entonces.
Helicobacter pylori fue descubierta en 1982 por Robin Warren y Barry Marshall. Es
una bacteria Gram negativa de forma espiral, mide de 2-3 nm de largo, 3.5 por 0.5
nm de ancho y tiene 4 a 6 flagelos.
2. IMPLICACIÓN EN PATOGÉNESIS
La comunidad médica fue muy reticente a reconocer el hecho de que esta bacteria fuese
la causante tanto de úlceras estomacales como de gastritis, ya que se creía que las
bacterias no podían sobrevivir por mucho tiempo en el medio ácido del estómago. La
comunidad empezó a cambiar de idea con base en estudios posteriores que reafirmaron
esta idea, incluyendo uno en el que Marshall bebió un cultivo de H. pylori, desarrollando
una gastritis y recobrando la bacteria de su propio revestimiento estomacal; con esto,
satisfizo 3 de los cinco postulados de Koch. La gastritis de Marshall se curó sin ningún
tratamiento.
Marshall y Warren posteriormente descubrieron que los antibióticos eran efectivos para el
tratamiento de la gastritis. En 1994, los Institutos Nacionales de Salud de los Estados
Unidos (National Institutes of Health) reportaron que las úlceras gástricas más comunes
eran causadas por H. pylori, y recomendaron el uso de antibióticos, siendo incluidos en el
régimen de tratamiento. En 2005, Warren y Marshall fueron galardonados con el Premio
Nobel de Medicina por sus trabajos acerca de H. pylori.
6
Antes de comprobarse la implicación de H. pylori en enfermedades estomacales, las
úlceras estomacales eran tratadas con medicamentos que neutralizaban la acidez. Esto
hacía muchas veces que las úlceras reaparecieran después de dejar el tratamiento. La
medicación tradicional frente a la gastritis eran las sales de bismuto (subcitrato de bismuto
coloidal o subsalicilato de bismuto). Este tratamiento a menudo era efectivo, pero su
efectividad disminuía con un uso prolongado, además de desconocerse el mecanismo de
acción de este fármaco. Todavía no está claro si el bismuto puede actuar como antibiótico.
Actualmente, muchas úlceras son tratadas de forma efectiva utilizando antibióticos frente
a H. pylori (2006).
Mientras H. pylori sigue siendo la bacteria más importante conocida que habita en el
estómago humano, algunas especies más del género Helicobacter han sido identificadas
ahora en otros mamíferos y en algunas aves. Se ha comprobado que algunas de éstas
pueden infectar a humanos. Existen especies de Helicobacter que son capaces de
infectar el hígado de ciertos mamíferos, causando, por tanto, diversas enfermedades
hepáticas.
3. DEFINICION:
3.1. CAUSAS:
Aunque aún se desconoce la razón exacta del contagio, sí se sabe que la infección por
el microorganismo generalmente se produce en la infancia. Su transmisión puede ocurrir
de una persona contaminada a una sana por medio de la boca o del contacto con
7
vómitos o heces. En el caso de las heces, generalmente bajo la forma de aguas o
alimentos contaminados.
3.2. SINTOMAS:
Los signos que delatan su existencia son dolor o sensación de quemazón en la parte
superior del abdomen, inflamación abdominal, mayor sensación de saciedad tras la
ingesta de alimentos aunque sean porciones pequeñas, cambios en las heces, náuseas,
vómitos, dolor nocturno con el estómago vacío, pérdida inexplicable de peso, debilidad,
anemia, eructos y regurgitación.
3.3. ESTRUCTURA
Helicobacter pylori fue descubierta en 1982 por Robin Warren y Barry Marshal. Es una
bacteria Gram negativa de forma espiral, mide de 2-3 nm de largo, 3.5 por 0.5
nm de ancho y tiene 4 a 6 flagelos. (Ver Fig. 1)
4. RESERVORIO
El hábitat específico del H. Pylori es la mucosa gástrica del hombre, aunque otros
reservorios animales y algún tipo de transmisión zoonótica es una posibilidad que ha de
tenerse en cuenta. Se ha detectado la bacteria en primates, en cerdos y en
gatos domésticos pero no se tiene evidencia de que estos animales sean fuente
de contagio para el hombre. El reciente aislamiento de la bacteria desde la mucosa
gástrica inflamada de gatos domésticos y la posibilidad de infectar experimentalmente a
los mismos, aumenta la posibilidad de que exista una transmisión zoonótica desde
y hacia animales que están en contacto directo con los humanos. Un estudio italiano
analizó serológicamente la prevalencia de infección en trabajadores de mataderos
encontrando valores más elevados entre los matarifes y despiezadores que entre los
trabajadores de las oficinas y el resto del personal del matadero. También se especula
con la posibilidad de que las moscas domésticas sean capaces de ingerir bacterias
8
viables desde las heces y guardarlas en sus tractos intestinales, haciendo así la función
de reservorio. (Ver Fig. 3)
Las moscas transportarían las bacterias y las eliminarían junto con sus excrementos que
se depositarían en forma directa sobre comidas o membranas mucosas de la boca de
niños pequeños; en este caso estarían ejerciendo de vectores de transmisión,
posibilidad que parece cumplirse en sociedades en vías de desarrollo en las que las
condiciones sanitarias no son muy estrictas6.
5. EPIDEMIOLOGÍA
6. FISIOPATOGENIA
La bacteria cuenta con ciertos factores de virulencia como:
6.1. UREASA
Es la enzima secretada en mayor cantidad por la bacteria, que le permite metabolizar la
urea en amonio y CO2. El amonio le permite crear un pH alcalino a su alrededor,
protegiéndola del ácido de la cavidad gástrica. (NH2)2CO + H2O→CO2 + 2NH3
6.2. ADHESINAS
Proteínas glicoconjugadas (BabA, SabA, AlpA, AlpB, Hopo, HpA), que permiten la
adhesión de la bacteria a la mucosa gástrica.
6.3. FOSFOLIPASAS A2 Y C
Estas enzimas le permiten degradar los componentes lipídicos de la mucosa gástrica.
9
6.4. CATALASA Y SUPOROXIDASA DISMUTASA
Enzimas proteolíticas que protegen la bacteria de los metabolitos tóxicos: productos de
procesos oxidativos de defensa de los macrófagos y neutrófilos.
Todos estos datos son consistentes con un modelo multifactorial en el que además
de los ya mencionados, influyen otros factores exógenos como pueden ser el tabaquismo,
los AINE, la producción de verduras en la dieta, la vitamina C, la vitamina A y otros
factores no conocidos.
7.1. AMBIENTALES
Uno de los primeros ensayos que relacionaron la procedencia del agua consumida
con el riesgo de infección por la bacteria, se llevó a cabo en población infantil (de 2
meses a 12 años), en diversas comunidades de Perú, mediante un estudio
epidemiológico similar al que en 1855 llevó a John Snow a desentrañar los orígenes de
una epidemia de cólera en Londres y por el que identificaba la procedencia del agua
como el principal factor de riesgo de la misma. El estudio peruano llega a esta misma
conclusión y demuestra que el agua es la variable de riesgo más importante, por encima
incluso que el status socioeconómico de los grupos poblacionales. Un estudio posterior
confirma estos resultados analizando en 28 muestras de agua de diversas zonas del
Perú la existencia de la bacteria; utilizan un método de separación con bolas
inmunomagnéticas y reacción en cadena de la polimerasa (PCR). La hipótesis del agua
como factor de riesgo se estableció en 1987 y se ha confirmado en estudios de
laboratorio en los que se
ha demostrado en experimentos in vitro que la bacteria puede sobrevivir en
microambientes acuáticos como forma viable, aunque en estado durmiente; estas formas
silentes se denominan cocoides y poseen una resistencia mayor que la forma bacteriana
normal, lo que las ayuda a sobrevivir en ambientes hostiles durante largos períodos de
tiempo gracias al desarrollo de un estricto metabolismo endógeno. Cuando el ambiente
10
se vuelve más propicio, son capaces de transformarse de nuevo en partículas
infectantes helicoidales.
Las aguas residuales y de pozos o ríos son ambientes hostiles y por ello,
favorables al desarrollo de estas formas cocoides y su utilidad para el consumo o para el
riego, las convierten, por tanto en un potencial vector de transmisión; esta aseveración se
ha visto reforzada por un estudio realizado en Chile en el que se encontró mayor
prevalencia de infección en sujetos que consumían verduras frescas frente a los que las
consumían cocinadas. Aunque las formas cocoides no son fácilmente cultivables, un
estudio reciente por técnicas de citometría de flujo
ha demostrado su viabilidad en agua durante largos períodos de tiempo en
especial a temperaturas bajas (4ºC- 15ºC), lo que confirma al agua como
reservorio y vector de transmisión, sobretodo la procedente de ríos, fuentes, manantiales
y pozos que mantienen temperaturas próximas a los 15ºC durante todo el año.
7.2. SOCIOECONÓMICOS
7.3. GENÉTICOS
11
No se conocen bien los factores dependientes del sujeto, pero los estudios en
gemelos demuestran que la mayor parte de la suceptibilidad a la infección
depende de la carga genética y varias patologías asociadas a Helicobacter como el
adenocarcinoma gástrico son más frecuentes en varones, cuando la infección es igual de
frecuente en ambos sexos. Estos datos indirectos sugieren que hay factores individuales
que influyen, pero nuestro conocimiento de este aspecto es muy incompleto.
8. VIAS DE TRANSMISION
12
Se puede transmitir por medio de la saliva, ya que se la bacteria puede acumular en la
placa dental de personas infectadas (Perdomo yol.)
8.3. FECAL-ORAL
Se lleva a cabo por malos hábitos higiénicos (Grubel y col, 1997). (Ver Fig. 5)
9. ENFERMEDADES DIGESTIVAS
Cuando se rompen las defensas de las mucosas, penetran ácido, proteasas y ácidos
biliares hasta la lámina propia, sitio en el que producen lesión vascular, estimulan a
las terminaciones nerviosas y activan la descarga de histamina y de otros mediadores.
La gastritis aguda por H. Pylori se define como una infección primaria aunada a
inflamación aguda intensa, inicio repentino de síntomas e hipoclorhidria. (Ver Fig. 8)
13
9.2. GASTRITIS CRÓNICA
Aunque el H. Pylori se encuentra en muchos pacientes que experimentan dispepsia no
ulcerosa, es dudoso que ejerza una función de primera importancia en la
generación de los síntomas de estos pacientes. Sin embargo, la mayoría de los que
tienen infección por H. Pylori no experimenta Síntomas muestran datos endoscópicos,
aunque puede encontrarse gastritis crónica en la biopsia de su mucosa gástrica.
Existe una correlación estrecha entre la inflamación crónica y la reacción inmunitaria a
H. Pylori. Los títulos séricos de IgG contra H. Pylori se correlacionan con la
intensidad de la inflamación y con el número de folículos linfoides; éstos, en el caso
de la gastritis por H. Pylori pueden participar en los linfomas de tejidos linfoides
relacionados con la mucosa.
Se sabe que la infección por H. Pylori produce gastritis crónica activa con neutrófilos
intraepiteliales e intersticiales, además de linfocitos y células plasmáticas. En la
mayoría de los individuos la gastritis se mantiene circunscrita al antro. Sin embargo, en
otros progresa y afecta todo el estómago. Los pacientes con gastritis antral
únicamente tienen más posibilidades de desarrollar úlceras duodenales subsiguientes,
en tanto que aquellos con pangastritis, sobre todo acompañada de atrofia y metaplasia
intestinal, corren el riesgo de úlceras gástricas y adenocarcinoma.
El H. Pylori puede sobrevivir en el ácido del estómago porque secreta enzimas que lo
neutralizan. Este mecanismo permite que H. Pylori se abra paso hasta la zona
“segura”, o sea, el revestimiento mucoso protector. Una vez que llega allí, la forma de
espiral que tiene la bacteria le ayuda a perforar dicho revestimiento.
14
9.4. ULCERA GASTRICA Y DUODENAL
El tratamiento ideal contra el H. pylori debe ser eficaz, de bajo costo, con mínimos
efectos adversos, de fácil administración y combinando los agentes con acción sistémica
y local. Hasta el momento no se ha logrado un esquema de tratamiento ideal; las terapias
actuales presentan índices de fracaso de hasta
20-30%. Los principales factores determinantes del fracaso a la terapia son la falta
de adherencia de los pacientes y la resistencia bacteriana a los antibióticos
empleados. (Ver Fig. 12)
15
mayoría de consensos recomiendan una duración no menor de 7 días ni mayor de 14 días
y los esquemas de terapia triple y cuádruple se han convertido en las mejores opciones
terapéuticas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÀFICAS
1. Jalixto Alata C. Frecuencia de antecuerpos IgG e IgM contra Helicobacter pylori en los
sueros de
pacientes que acuden a la Clínica Privada "Suiza Lab" en el periodo junio-julio 2015. Tesis
doctoral.
Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos , E.A.P. de Tecnología Médica; 2015.
2. Parra T, Carballo F. Reservorio Y vias de transmisión de la infección por Helicobacter
pylori.
Reservorio Y vias de transmisión de la infección por Helicobacter pylori. 1998; XXI(2).
3. Gonzales Duarte LM. Resencia de Helicobacter pylori en población infantil y su relación
con el
estado nutricional. Tesis. Bogotá: Ponteficia Universidad Javeriana, Bogotá; 2010.
4. Arriaga E. Enfermedades digestivas causadas por el Helicobacter pylori. [Online].; 2002
[cited 2017
Marzo 12. Available from:
http://repositorio.ug.edu.ec/bitstream/redug/750/2/tesis%20doctoral.pdf.
5. Marcelle De Pardo Ghetti E. Helicobacter pylori: un problema actual. Artículos de
revisión. 2013
Julio - diciembre; XXXVI(2).
6. Correa Ruíz M. Estudio de la actividad in vitro de compuestos fenólicos presentes en el
vino y de
seis antimicrobianos en asilados clínicos de Helicobacter pylori. Tesis doctoral. Madrid:
Universidad
Complutense de Madrid, Facultad de medicina; 2014.
7. Gonzáles Rodriguez JJ, Landaverde Carpio AV. Tratamiento para erradicación de
Helicoibater pylori
en una población salvadoreña: terapia secuencial versus triple terapia convencional. Tesis
doctoral.
El Salvador: Universidad "DR Jose Matías Delagado", Facultad de ciencias de la salud;
2012.
8. Khoury de Santana L. Programa de promoción de la salud y prevención de las
enfermermedades.
16
[Online]. [cited 2017 Marzo 11. Available from:
Wareen JR. Marshall B. Unidentified curved bacilli on gastric epithelium in active chronic
gastritis. Lancet 1983; 1: 1273-1275.
Parsonnet J. Helicobacter pylori: the size of the problema. Gut 1998; 43: S6-S9.
Marshall BJ. Helicobacter pylori. Am J Gastroenterol 1994; 89: S116-S128.
IIIº Simposio Internacional de Patología Gastroduodenal “Helicobacter Pylori” Primer
Consenso Argentino para su Diagnóstico y tratamiento. Abril 2000.
Pakodi F.Abdel-Salam OM. Debreceni A.Mozsik G. Helicobacter Pylori, one bacterium and
a broad spectrum of human disease An overview. J Physiol Paris 2000; 94: 139-152.
http://www.arsplansalud.org.do/sites/default/files/archivos/Broschure%20PYLORI3.pdf.
7.- Arriaga E. Enfermedades digestivas causadas por el Helicobacter pylori. [Online].;
2002 [cited 2017 Marzo 12. Available from:
http://repositorio.ug.edu.ec/bitstream/redug/750/2/tesis%20doctoral.pdf.
ANEXOS
17
18
19
20
21
22
23
24
25