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INTRODUCCION
Contrariamente a lo que de manera común se cree en el exterior, Bolivia es
un país con una gran diversidad de ecosistemas, pues normalmente se
considera al país como predominantemente andino o altiplánico, sin embargo
posee una gran extensión de territorio amazónico, de valles interandinos y
una región perteneciente al ecosistema chaqueño que es compartida con
Argentina, Paraguay y, según algunos estudios, también con el Brasil, en la
región de los pantanales.
Es importante destacar que los pueblos indígenas del Chaco boliviano, frente
a los graves problemas sociales, económicos y ambientales que tienen que
enfrentar, han desarrollado la iniciativa de articularse en la Comisión de
Pueblos y Comunidades Indígenas del Chaco Boliviano (CPI-Chaco).
Experiencia de articulación interétnica que actualmente se ha extendido
hacia Argentina y Paraguay. De esa manera, con el bagaje de la memoria de
lo que fue, pero muy concientes de los desafíos que traen aparejados los
tiempos que vivimos, las comunidades indígenas chaqueñas de Argentina,
Bolivia y Paraguay, a partir de sus propios procesos nacionales, se lanzaron
a la construcción de un espacio de articulación trinacional, en el entendido
de que muchos de los problemas que hoy enfrentan rebasan las fronteras
nacionales y requieren de un accionar conjunto.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Creación de las colonias-cantones en el Chaco.
La Ley 686 de 1874 sancionada bajo la presidencia de Sarmiento, creando
cuatro colonias-cantones en el Chaco, inicio el proceso de la colonización y
la radicación de los colonos de origen europeo en nuestro territorio, cuya
avanzada fueron las primeras familias procedentes de Údine (Italia) que
llegaron a Resistencia en 1878.
Fue el Presidente Avellaneda quien, conforme con esta ley, designó a los
miembros de la Comisión Exploradora encargada de localizar y mensurar
esas colonias en Marzo de 1875. Estos eran: los ingenieros Arturo
Seelstrang y Enrique Foster, quienes con el apoyo del Jefe Político Aurelio
Díaz y del Comandante de la Frontera Norte Cnel. Manuel Obligado, trazaron
en octubre de 1875, la Colonia “Resistencia” en el paraje “San Fernando” a
unos 8 kilómetros del Río Paraná y frente a la ciudad de Corrientes. Este
paraje era el centro de numerosos obrajes que daban trabajo a una
población criolla principalmente de origen correntino, de unas 800 personas
dedicadas al corte de las ricas maderas de la zona. Entre los empresarios
radicados allí se encontraban: Ávalos, Seitor, Andriani, Vázquez, Quijano, y
Sicard, entre otros.
Cuando los guaycurúes del Chaco adoptaron el caballo, que los españoles
habían diseminado desde Asunción, las formas de vidas de los aborígenes
se transformaron. De caminadores que eran se convirtieron en jinetes,
adoptaron sus armas a las nuevas exigencias de las guerras encuentres de
malón, y su alimentación se hizo carnívora.
Los primeros europeos que avistaron nuestras tierras, fueron los que
llegaron con Sebastián Gaboto en 1528, que recorrieron el Paraná y el
Paraguay hasta la desembocadura de Bermejo.
1
Autora: Prof. María C. R. de Godoy - obtenido de la página principal
"Leopoldo Marechal": Historias del Chaco
En menos de 50 años la población creció y se convirtió en un centro
comercial para la región; pero en 1632 un terrible ataque de los abipones
obligó a los habitantes a trasladarse a Corrientes.
Las primeras exploraciones del río Bermejo datan de 1780, cuando navego
sus aguas el franciscano Francisco Morello a quien siguieron muchos otros.
Entre tanto las fundaciones continuaron en las costas del Paraguay. En 1882
se fundo Las Palmas, el primer ingenio azucarero del territorio, donde se
instalo el primer ferrocarril de trocha angosta hasta el lugar.
Otras fundaciones se realizaron en el interior: Charadai en 1905, El Zapallar
en 1909, Makalle en 1910, Presidencia Roque Sáenz Peña que fue el primer
centro algodonero, Quitilipi y Gancedo en 1912.
Al respecto, José Antonio Guantay aporta que «el General Magariños cedió a
los chanés cuatro leguas cuadradas: Campo Durán, Tobantirenda, Capiazuti,
Tuyunti y Nacatimbay», y agrega que «posesionó al cacique Guarumbaqué
como capitán y a todos los clanes de las tierras de Campo Durán», acotando
que ese nombre «probablemente se debe a algún cacique de nombre Durán
y a los indios de esta zona se les llamaba duranes». Los Chiriguanos
también recibieron tierras en esta zona por concesión del gobierno boliviano,
aproximadamente a fines de la primera década de este siglo por haber
colaborado con el ejército boliviano en la represión a uno de los tantos
alzamientos de tobas, en la zona de la Angostura del Itiyuro (5 km al este de
Campo Durán). Todas estas posesiones pierden vigencia al firmarse
el Tratado de Límites Diez-Carrillo en 1925.
A fines del siglo XIX había cruentos combates entre los primitivos pobladores
y los criollos afincados en la zona, precisamente en Aguaray. Los aborígenes
liderados por el cacique toba Taicolique se alzaron en varias oportunidades
contra los invasores de sus tierras. En uno de esos combates muere
Taicolique y en represalia a su muerte, se produjo un alzamiento de tobas y
chulupíes desde Villa Montes (Bolivia) y el mismo fue rechazado con éxito
por los criollos con la ayuda de los chiriguanos, a quienes, en
agradecimiento, el gobierno boliviano les entregó tierras para sus
asentamientos.
Los abipones están muy relacionados con la historia colonial de Santa Fe,
Corrientes y Chaco. En 1750 se fundó con ellos la Reducción de San
Fernando del Río Negro, en el lugar que hoy ocupa la ciudad de Resistencia.
Estos aborígenes habitaban primitivamente la ribera Norte del Bermejo
inferior. A comienzos del Siglo XVII adoptaron el caballo traído por los
españoles y en sus correrías ocuparon extensas zonas del Chaco y
destruyeron a otras poblaciones indígenas, llegando a atacar las poblaciones
de los españoles posteriormente. A principios del Siglo XVIII se desplazaron
más hacia el Sur e invadieron la provincia de Santa Fe, algunas regiones de
Santiago del Estero y Córdoba, llegando a incursionar en las regiones
mesopotámicas. Hacia mediados del Siglo XIX todavía quedaban restos de
estos aborígenes en el norte santafesino, e incluso los mapas argentinos
seguían registrando su presencia al norte del Río Salado, hasta fines de ese
Siglo. Hoy se los da como desaparecidos.
Los Tobas, eran llamados también en aquella época "kom". Eran cazadores-
recolectores nómades, habitaban chozas de madera en aldeas protegidas
con hileras de troncos. Formaban una sociedad igualitaria, poseía una
cosmovisión compleja, presidida por un ser superior.
Todos estas tribus recolectaban los frutos del monte como ser el fruto del
algarrobo, los higos de tuna y diferentes especies de raíces. Los del sur se
dedicaban principalmente a la cacería de animales.
El primer europeo que incursionó en el Gran Chaco fue Alejo García, que a
través de algunos aborígenes se había enterado de la existencia de grandes
cantidades de plata en el cerro Potosí. 3
Otros europeos que avistaron tierras chaqueñas, fueron los que llegaron con
Sebastián Gaboto en 1528, que recorrieron el Paraná (llegaron hasta el
actual Itatí en Corrientes) y el Paraguay hasta la desembocadura del
Bermejo.
Primera fundación
A mediados de Marzo de 1585 salió de Asunción una de las más numerosas
expediciones y mejor equipadas de todas las que partieron de aquella ciudad
para fundar ciudades en el Río de la Plata.. La comandaba el capitán Alonso
de Vera y Aragón. Esta fuerza expedicionaria debió afrontar a lo largo de su
viaje los ataques de las tribus.
En 1590 llegaron los padres Pedro Añazco y Juan Font sumándose a la tarea
de evangelizar a los chaquenses.
Durante la década de 1840 fueron los bolivianos los que intentaron navegar
el río Pilcomayo pero no pudo lograr su objetivo. Al año siguiente enviaron al
explorador Van Nivel, pero las grandes dificultades que encontraron los
obligaron a regresar. Quien con mayor profundidad analizó el Chaco fue
José Idelfonso Alvarez de Arenales.
El territorio Nacional del Gran Chaco con capital en Villa Occidental fue
creado el 31 de Enero de 1872 y tenía como gobernador a Julio de Vedia, el
presidente de esa época era Sarmiento.
Fundación de Resistencia
Hasta el año 1873 la capital del Chaco era Villa Occidental, en donde
residían las autoridades, entre ellos el Gobernador Gral. Vedia. El 18 de
marzo de ese mismo año se le informa al Gobernador de la existencia de una
población de entre 400 y 500 habitantes, un número mayor trabajaba en los
obrajes que allí se habían instalado, ese lugar por supuesto no tenía
una autoridad legal como tampoco los obrajeros eran los dueños de las
tierras. En un principio se le dio a la población el nombre de "San Gerónimo",
era sin duda alguna San Fernando.
Enterado el gobernador decide pedir al gobierno nacional la autorización
para designar autoridades. San Fernando en ese momento era más grande
que la propia capital.
Pero este no fue el único grupo que llegaría al Chaco este año. También lo
hicieron contingentes de la región de Friul, Italia, y también de la región de
Tirol, ubicada en la frontera con Austria.
Pero esta no fue la única colonia fundada en esta época, fueron muchos
otros los grupos que se instalaron en la región, algunos de los que aún en la
actualidad existen son, en orden cronológico:
- Las Palmas (1882) en este lugar se instaló el primer ferrocarril y fue el
primer ingenio azucarero del territorio;
- General Vedia (1888) es otro de los más antiguos del Chaco
- Margarita Belén, mensurada en 1891 y Colonia Benítez (1895) estas
dos son muy importantes en la historia del Chaco, porque allí se
hicieron las primeras plantaciones de algodón, el que sería la base de
la economía chaqueña hasta hace unos años,
- Puerto Tirol, se le impuso el nombre en 1891
Otras fundaciones se realizaron en el interior: Charadai en 1905, El Zapallar
en 1909, Makallé en 1910, Presidencia Roque Sáenz Peña que fue el primer
centro algodonero, Quitilipi y Gancedo en 1912.
Así el Chaco iba perfilándose para llegar a ser lo que hoy es, una Provincia
de la República Argentina, pero para esto faltaba aún algunos años.
Caduveos
Los caduveos se denominaban así mismos como cadiguegodí.3 Su ubicación
principal fue en Brasil,especialmente en Mato Grosso del sur. Actualmente
se dividen en cuatro aldeas principales: Bodoquena, Campina, Tomázia y
Sao Joao. Pertenecen a la familia lingüística mbayá-guaycurú. Son
reconocidos como los últimos sobrevivientes de ésta familia lingüística. Se
les conoció también como "indios caballeros" por el gran uso y
domesticación que le dieron a los caballos, y por ésta razón, utilizaban más
las lanzas que los arcos para la cacería. Vivían de la recolección de frutos
silvestres, y se permitían la práctica del infanticidio y el aborto. Claude Lévi-
Strauss les dedica un capítulo entero en su libro Tristes Trópicos,4 donde
hace un análisis detallado sobre una de las características culturales
principales de los caduveos: la pintura corporal. Dentro de éste estudio, Lévi-
Strauss hace las siguientes observaciones:
El Chaco fue escenario de la última guerra por territorios que tuvo lugar
en Sudamérica (1932-1935), la guerra del Chaco, un conflicto bélico
entre Bolivia y el Paraguay.
Ubicación
Se ubica al centro — sur de América del Sur. Se caracteriza por tener
amplias extensiones boscosas. Se extiende desde los 16° 55´latitud Sur, en
la región tropical, a los 33° 52´de latitud Sur, en la región templada, y desde
los 67° 50´ de longitud Oeste al pie de los Andes, hasta los 57° 50´de
longitud Oeste de la provincia de Corrientes. El Gran chaco sudamericano
posee una superficie aproximada de 1.144.520 km2.
LA BANDERA
La Bandera del gran Chaco, nace oficialmente como emblema regional por
Ordenanza Municipal 013/94 del 14 de abril de 1994, aunque su uso
provenía de casi dos décadas atrás. Luce dos franjas horizontales, la
superior de color verde y la inferior de color blanco. El color verde hace
alusión a la exuberante vegetación. Hay verdor en las esperanzas de un
destino mejor. El Color blanco es la impoluta pureza de su cielo, de su aire y
de sus ancestrales alimentos. El blanco es la expresión de la transparen cia
del alma chaqueña, benevolencia y receptividad con propios y extraños; es
también la inocencia chiriguana que en sus sanas intenciones defendió su
suelo, pagando con sangre su libertad.
En Villa Montes, este anhelo se manifestó a parir del año 1942,
identificándose con los colores verde y blanco para la bandera provincial. El
15 de marzo de 1947, se funda en Yacuiba el Centro de Acción Chaqueña,
asumiendo estos colores para los símbolos de su bandera institucional; el 9
de octubre de 1994, mediante O.M. 019/84, se hace el primer intento, pero
fracasa el proyecto. No obstante que sus colores se enarbolaban en las
justas cívicas de 1975-1976, luego con motivo de la preparación y
celebración del Primer centenario de la Fundación de la Provincia Gran
Chaco, los residentes chaqueños en Tarija llegaron con los colores de esta
bandera para adherirse a los festejos.
EL ESCUDO DE ARMAS
Oficialmente el Escudo de la Provincia Gran Chaco, es aprobado por
Ordenanza Municipal 080/94 de 25 de noviembre de 1994. La idea y
concepción artística data del 24 de julio de 1992, elaborada y presentada
ante el Directorio del Comité Cívico de Yacuiba por el Profesor Nicolás
Cardozo Iñiguez, artista que logra plasmar las aspiraciones de todo un
pueblo. En la ciudad de Villa Montes, el año 1942 surgía el anhelo de los
colores y del emblema; mientras que en Yacuiba el año 1957 era presentado
el primer diseño por el destacado docente Cardozo Iñiguez, luego su autor
fue modificando los originales los años subsiguientes 1961, 1967, 1976,
hasta llegar al actual modelo.
NACIÓN CHANÉ
La familia lingüística Tupí – Guaraní se halla diseminada a través de una
discontinua extensión de territorio sudamericano. Se divide en varias ramas y
numerosos grupos que, dentro de una gran uniformidad cultural y lungüística,
se distinguen por pequeñas diferencias.
Existe otra clasificación, desde el punto de vista racial señalada por Antonio
Serrano en su libro “Estudios Etnográficos y Antropológicos sobre los indios
del Chaco”. En ella establece tres grupos: Matacos – Mataguayos, Guaycurú
y Charrúa.
EL OASIS CHAQUEÑO
De entre todas las maravillas naturales de esta área, hay una que merece
especial atención. Con 615.882 hectáreas, los Bañados del Izozog -un tercio
de los cuales se halla en el Parque Nacional- y con ellos el río Parapetí,
fueron declarados sitio Ramsar (Humedal de Importancia Internacional
especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas) en 2001, constituyendo uno
de los humedales más relevantes del Bolivia. Su conexión hidrológica con la
cuenca del Amazonas lo convierte en parte de un corredor biológico que
permite la circulación de especies entre el norte húmedo y las zonas áridas
del sur. Al ser la única fuente de agua dulce en una región seca, cuando no
llueve es vital para grandes mamíferos vulnerables o en peligro como
armadillos, panteras, pecaríes y tapires.
LA MANO INDÍGENA
Una de las mayores concentraciones humanas del área, que se halla casi
despoblada, se encuentra en los Bañados del Izozog, donde viven 25
comunidades guaraníes. Estos indígenas, junto con el SERNAP (Servicio
Nacional de Áreas Protegidas) y organizaciones no gubernamentales,
administran el Kaa Iya a través de la Capitanía del Alto y Bajo Izozog (CABI),
organización indígena a la que pertenecen. El gran logro de estos nativos es
demostrar que los pueblos originarios pueden gestionar con éxito las áreas
protegidas a través de técnicas de manejo sostenible que, basadas en siglos
de sabiduría, aseguran el futuro de sus hábitats naturales.
SALVAR EL CHACO
A pesar de todos los esfuerzos, los ecosistemas chaqueños son frágiles: sus
suelos son mayormente arenosos y pobres en nutrientes, las precipitaciones
son escasas, los vientos son fuertes, las temperaturas elevadas, y el
pastoreo y la tala, excesivos.
RECURSOS CULTURALES
Cualquier lugar que sea visitado con afán turístico o de cualquier otra índole
encierra de por sí un interés cultural muy grande. Cada sitio tiene historia,
por más pequeño y poco importante que sea desde el punto de vista
poblacional o económico. Allí, en esa tierra, hay seguramente cenizas de
hombres que han pisado ese suelo y cada uno de ellos, en sus años de vida,
creó cosas, fabricó objetos elementales para su supervivencia, cazó
animales, sufrió enfermedades que habrá intentado mitigar de alguna forma,
rezó a algún dios, festejó o celebró hechos de su vida y murió un día. Esto
se hace más evidente cuando esas personas dejaron vestigios de su andar
por el mundo, ya sea bajo la forma de armas, utensilios, construcciones,
modificaciones en el terreno o cualquier otro elemento.
Si se acepta la teoría del ingreso del hombre a América a través del actual
estrecho de Behring, en la zona que hoy ocupa el Parque Nacional Chaco
hubo habitantes desde hace varios miles de años. Si bien las opiniones de
los arqueólogos están divididas respecto de la época en que se produce ese
ingreso, muchos toman como válida la que transcurre entre los 15.000 y
20.000 años AP. Teniendo en cuenta el gradual desplazamiento poblacional
hacia el sur, los restos paleontológicos y arqueológicos indicarían que el
territorio argentino fue ocupado desde hace unos 10.000 a 12.000 años y
aún más (hay dataciones de restos líticos en Santa Cruz de 12.800 años de
antigüedad) (Aschero, C., 2000). La ocupación paulatina de nuestro
hemisferio es un tema de estudio complejo que escapa al tenor de este
trabajo. Sólo comentaremos que algunos grupos étnicos pasaron de largo
por estas latitudes, o se quedaron poco tiempo, en tanto otros se radicaron
paulatinamente hasta formar distintas entidades. Considerados en forma
conjunta, podemos decir que se trataba de grupos nómades o seminómades,
cazadores de pequeños animales y recolectores. A ellos agregaron, poco a
poco, grupos amazónicos de agricultores itinerantes (arawakos y guaraníes)
y pueblos de procedencia andina, que dejaron sus aportes culturales. En la
zona de lo que hoy es territorio chaqueño habitaba una extensa familia
lingüística conocida como Guaycurú, proveniente de la Patagonia. Los
grupos que pueden considerarse integrantes de esta familia son los
abipones, los mbayáes, los payaguaces, los mocovíes, los tobas y los
pilagáes (Canals Frau, 1986).
Estos pueblos permanecieron en la zona hasta tiempos relativamente
recientes. Los mbayáes y payaguáes se ubicaron bastante más al norte del
actual territorio argentino. Los abipones, que estuvieron hasta tiempos más
próximos, también se desplazaron hacia otros territorios. Así, los que más
perduraron, incluso hasta nuestros días, en la región del chaco húmedo –
donde se ubica el Parque Nacional– son los mocovíes, los tobas, los
pilagáes y los matacos o wichís. Si bien tienen caracteres peculiares, estos
pueblos comparten un rasgo importante en lo que respecta a su forma de
subsistencia: fueron cazadores, pescadores y recolectores.
El río Pilcomayo fue tal vez más explorado que el Bermejo, destacándose la
expedición del coronel Jorge Fontana, que pretendía encontrar a su
predecesor, el francés A. Crevaux.
Podría decirse que la más trascendente de todas las expediciones fue la que
Benjamín Victorica realizó en 1884, con el fin de terminar con la belicosa
resistencia de los grupos nativos que defendían a ultranza sus territorios. En
esta expedición iban científicos de distintas disciplinas que elaboraron un
informe general muy completo sobre los detalles del lugar.
EL GRAN CHACO
El Gran Chaco es una extensa planicie en el interior de Sudamérica, que
ocupa territorios de Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. Limita al oeste con
los primeros contrafuertes andinos, al sur con la cuenca del río Salado, al
este con los ríos Paraguay y Paraná y al norte con el Planalto Central
(Escudo Brasileño). Incluye los Llanos de Chiquitos (Bolivia) y el Pantanal
Matogrossense (Brasil) áreas de transición entre el Gran Chaco y la
Amazonia, donde predominan los aspectos del bioma chaqueño.
Los quechuas llamaban "chacu" a los grupos que se reunían para cazar
vicuñas y guanacos, el español corrompió el nombre en "chaco".
Gran parte del territorio permaneció anegado hasta el año 7.000 a.C., la
presencia de los primeros cazadores se ha detectado hacia el año 3.000
a.C.; paulatinamente se fueron poblando los diferentes ambientes
desarrollándose culturas asociadas a los recursos de los mismos.
Tardíamente fue ocupado por grupos provenientes de la selva tropical
sudamericana -llamados amazónicos- y otros se "andinizaron" por el
contacto con los diaguitas.
BIBLIOGRAFIA
ALTAMIRANO, MARCOS A.; SBARDELLA, CIRILO; DELLAMEA DE PRIETO
ALBA
Historia del Chaco Actualizada
Cosmos Editorial; 2da.Edición; Buenos Aires, junio de 1994; Pp. 16-44, 93-
102, 131-151, 176-180
MAEDER, ERNESTO J. A.
Historia del Chaco
Plus Ultra Editorial; Buenos Aires; Julio de 1997; Pp. 123-128.
Las páginas de Internet consultadas:
webchaco.com Prof. María C. R. de Godoy
argentinaxplora.com Prof. Carlos Punta
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