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Universidad de Chile

Instituto de Estudios Internacionales


MEI04ST6-1 –Política Exterior de Chile
Profesor: Walter Sánchez

CORREDOR BIOCÉANICO
CAPRICORNIO

Omar Osorio Gaete

10 de Octubre de 2017
Santiago de Chile
El Comercio internacional ha alcanzado un notable progreso en el mundo,
del cual nuestro continente no ha quedado fuera. Desde las reformas y la apertura
a comienzos de los ochenta, en el conjunto de estos países se ha producido un
incremento importante en las exportaciones. Desde los años noventa, Chile viene
trabajando en una apertura económica sin procedentes, para llegar a nuevos
mercados y así, diversificar su matriz económica (Cepal, 2015; 14). No obstante,
el sector minero aún continúa siendo la columna vertebral de nuestra Economía, lo
cual se traduce en una urgente necesidad de diversificar nuestra matriz económica
nacional. Por tal razón, hay que tomar en cuenta de que el sector alimentos ha
comenzado a tener una ascendente participación, no solo en Chile, si no en las
demás naciones sudamericanas, lo que puede ser un nicho para generar nuevas
cadenas globales de valor en nuestro continente, que ha sido uno de los factores
que no se han podido conseguir en los últimos siglos (Gorentein, 2016; 10). A esto
se suman nuevos desafíos, especialmente en los Mercados pujantes de las
economías de la cuenta del Océano Pacífico, singularmente en China y el
Sudoeste asiático. Es así que nuestro país -y subcontinente Sudamericano-, con
casi dos siglos de Independencia, posee un gran déficit de infraestructura,
convirtiéndose en un verdadero dique para su propio desarrollo y también para la
región en general. En este contexto, los Corredores Biocéanicos han cobrado una
fuerza importante en nuestro Subcontinente, ya que se convierten no solo en una
herramienta para generar cadenas de valores, sino también de integración a
través de la infraestructura en la denominada infraestructura integradora.
Esta concepción considera que el territorio, en íntima convivencia con la
innovación tecnológica, en especial con las técnicas de producción; con la
generación de infraestructura de comunicación y el acopio y utilización de la
información técnica y cultural; y con el desarrollo del transporte expedito, entre
otros, forman parte de las condiciones imprescindibles para la obtención de
ventajas competitivas a escala internacional, regional y subregional (Bolívar e
Inostroza, 2004; 4). La visión estratégica que tiene la construcción del corredor, es
una precondición para la integración económica intrarregional, con el fin de
convertirse en pionera para la modernización y desarrollo de la infraestructura
regional de América del Sur.
El Corredor Bioceánico (CB), que conectarán a Chile, Argentina, Paraguay y
Brasil; fue ratificado en la Declaración de Asunción el año 2015 y posterior
creación del "Grupo de trabajo de Corredores Biocéanicos", compuesto por
técnicos de los 4 Estados para llevar a cabo el proyecto. Atendiendo a esta
realidad, uno de los ejes de integración y desarrollo de la Infraestructura Regional
en América del Sur es el Eje Interoceánico Central. Este tiene su precedente
desde la "Iniciativa de integración de la infraestructura regional Sudamericana"
(I.I.R.S.A.) desde el año 2000 en Brasilia, la cual tiene como fin tornar realidad una
conexión eficiente y rentable entre el Atlántico y el Pacífico como prerrequisito
para el desarrollo económico regional sudamericano 1 (Romegealli, 2007; 1). El
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) viene impulsando la iniciativa del
Corredor Transoceánico, para ampliar y modernizar varios kilómetros de carretera
que hoy concentran el 95% de la carga terrestre Sudamericana. Los 8 tramos de
esta obra están casi listos para adjudicar, y junto con programas para reducir
trámites en los pasos de frontera, producirán grandes ahorros de tiempos y costos
de transporte. El Corredor bioceánico a demás, constituye situaciones de especial
importancia en múltiples sentidos, uno de ellos el más evidente, el mutuo
desarrollo económico cultural que provoca en los nudos de desarrollo, con la
oportunidad para la implementación de políticas locales o subregionales. En este
mismo proceso, todas las localidades cercanas se beneficiarán con los
intercambios de comercio entre ciudades, al bajar de escala se pasa a lo
subregional en donde la integración económica se da entre países vecinos; ya se
producen derrames de la inversión y comercio, que van desde lo estatal, provincial
y municipal. Estos flujos permanentes de poblaciones, mercaderías e incluso
rasgos culturales, harán que las distancias entre el Océano Pacífico y Atlántico se
acorten, comunicando así a nuestros países con los continentes lejanos y con
otras realidades complejas de desarrollo económico y culturales. El desafío
todavía pendiente, radica en cómo avanzar en la generación de esa
infraestructura, para redundar en un mayor protagonismo de las empresas de

1
I. I.R.S.A.: http://www.iirsa.org
origen local (argentina, brasileña, chilena o paraguaya) en la región, a demás y
desde allí para todo el mundo, con el fin de profundizar los procesos de
internacionalización.
Desde el punto de vista de la Política Exterior de Chile, desde el regreso a
la democracia ha buscado alcanzar la plena inserción internacional del país en el
marco de un modelo de desarrollo basado en la apertura económica y comercial,
de manera congruente con el principio del regionalismo abierto. Estas tendencias
han sido coherentes con ciertos ejes fundamentales, como son la primacía de la
democracia, el respeto y promoción de los derechos humanos y las libertades
fundamentales, el fortalecimiento de las instancias de cooperación bilateral y
regional, y una activa participación en las iniciativas políticas multilaterales, cuyo
centro es la Organización de Naciones Unidas 2. Bajo la perspectiva de este
trabajo, resulta especialmente relevante destacar que este proceso de reinserción
buscó reposicionar al país como actor a nivel internacional, reinsertándolo en las
corrientes globales con una perspectiva preferentemente regional. Por ende, la
prioridad para nuestra región se constituye en uno de los elementos básicos de
nuestra política exterior, existiendo una especial preferencia por los países
vecinos, fundamentalmente debido al enorme flujo de inversiones chilenas hacia
estos, entre los que destacan Argentina y Perú como mayores receptores. Si bien
esta dinámica no obedece a una estrategia planificada centralmente, por cuanto
gran parte de los avances han sido efecto de inversiones privadas, de igual modo
es posible apreciar que desde los gobiernos de la Concertación, las relaciones con
los países del entorno vecinal y para-vecinal resultaron una sección fundamental
de la diplomacia chilena, por cuanto dichas interacciones se han transformado en
un asunto de alta importancia en las vinculaciones del país 3. Esta preeminencia de
las relaciones vecinales y para-vecinales también se debe, entre otros elementos,
a que tales países forman parte de los corredores bioceánicos, se constituyen
como un origen de las diversas corrientes migratorias hacia el país y se
constituyen no obstante, en socios potenciales para los proyectos de desarrollo

2
Ministerio de RR.EE. Cuenta pública participativa. Heraldo Muñoz. 21 de Abril de 2017.
3
Muñoz, Heraldo ¿Una política exterior economicista?. 2017 Ver:
http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2017/08/10/una-politica-exterior-economicista/
compartido que el país requiere en áreas como la energía, la minería, el turismo o
la infraestructura4. Chile, por su condición geográfica es indudablemente un nexo
para integrar economías, pero esto conlleva un sentido de oportunidad sobre el
que debemos reflexionar, requiere a su vez un gran esfuerzo para desarrollar
integralmente la XV Región en general y los puertos de Arica e Iquique en
particular, lo que implica construir una mejor conectividad e infraestructura, de tal
manera de constituirse en la alternativa lógica para unir las grandes economías
regionales con la cuenca del Pacífico. Las complejidades descritas nos muestran
una realidad concreta la que se debe abordar con decisión, teniendo presente que
el desarrollo de la zona norte no sólo es un imperativo de la globalización reinante,
sino que también tiene relación con los intereses nacionales y dentro de éstos está
la valoración por la integración vecinal y regional. La situación actual requiere de
rapidez en la toma de resoluciones y en la acción, buscando soluciones creativas
y sólidas. La implementación de un eje de integración debe ser parte de las
políticas de desarrollo nacional, siendo responsabilidad de nuestro Estado destinar
la cantidad de recursos adecuados e implementar las políticas apropiadas,
teniendo siempre presente que el resguardo de los intereses nacionales está en
aumentar las medidas de seguridad para minimizar los efectos negativos sobre la
población chilena, para lo cual se tiene que acrecentar la labor policial y aduanera,
la que debe ser respaldada con una legislación adecuada al intercambio
económico, la inmigración que lógicamente produciría, la prevención y el combate
al crimen organizado, la prestación de servicios, el turismo, el transporte, etc. Con
esto, la deseada integración regional, que ha querido siempre nuestro país, se
puede lograr, pero con una infraestructura adecuada relativa a carreteras, que
cuenten con altos estándares de seguridad de desplazamiento, controles
fronterizos expeditos y eficientes, recursos humanos y tecnológicos, servicios,
áreas logísticas, medios de transporte profesionalizados, capacidad portuaria de
grandes dimensiones de almacenaje y entrega de servicios. Por lo tanto, para
llevar adelante este desafío se tiene que estructurar un sistema legal que permita
definir los derechos y las obligaciones de todos los que participen en su
4
Artaza, Mario & Ross César La política exterior de Chile: 1990 - 2009. Del aislamiento a la
integración global. Editorial USACH. 2010. Página 68.
administración y los que se beneficien con el comercio internacional que realicen,
de tal manera de reducir los riesgos y las falencias que puedan repercutir incluso
en las relaciones interestatales. Para esto se deberá readecuar la legislación
nacional, tratando siempre de reflejar con normas claras los asuntos relacionados
con la soberanía y los intereses nacionales, permitiendo que éstas perduren a
través del tiempo. A simple vista, el beneficio del desarrollo de un eje de
integración y dentro de él la implementación de un corredor bioceánico es
aprovechado por todos los países que se conectan, permitiendo enfrentar la
desconcentración, fortalecer el desarrollo de los espacios interiores, favorecer la
integración regional en los aspectos económicos y sociales e impulsar el
intercambio de bienes y servicios con los mercados internacionales. Es así, que
queda en evidencia que una vez que entre en funcionamiento el corredor,
favorecerá a la alicaída zona de Arica y todo el Norte Grande en general.
Con lo anteriormente expuesto, me parece importante regresar al concepto del
corredor, ya que este convoca a tres dimensiones significativas: su realidad
territorial, la multidimensionalidad y en las estrategias de integración subregional:
En lo que denominados como realidad territorial, lo entendemos como un puente
terrestre, a través de un continente que une a mercados de continentes distantes,
separados por océanos, los cuales permiten que una carga proveniente de Oriente
a Occidente -o vice versa- transite por un corredor terrestre continental y retome la
vía marítima, para arribar a las costas de otro continente (Nuñez, 1996; 1–2). En lo
que se refiere a Multidimensionalidad, plantea que los corredores no solo se
especializan en el movimiento de mercancías, sino también de personas, que
coinciden con flujos de turismo, cultura e incluso ideas, donde todas las partes se
retroalimentan de dicho proceso y podrían incluso en desembocar en procesos de
descentralización del subcontinente (Foxley, 2004; 33). Finalmente, en lo que se
refiere a las estrategias de integración subregional, tiene como fin, la integración
de los países que la componen, con el fin de generar beneficios públicos a escala
internacional, múltiples y complejos, ya que toda inclusión debe suponer tener en
cuenta la percepción del mundo local, los referentes ideológicos que están detrás
y finalmente, la evaluación de instituciones nacionales como internaciones y
regionales (Le Dantec, 1998; 44). A demás, es importante tener presente que los
Corredores Bioceánicos pueden ser considerados como políticas específicas de
los Estados, para resolver problemas de integración subregional, a demás de ser
consideradas como instancias políticas de seguridad y cooperación entre los
Estados, con el fin de impulsar a las comunidades y a la ciudadanía en su
conjunto, en la medida que afectan la cooperación geopolítica de una vasta región
que supone la participación de varios Estados. En un primer término, porque
traspasan a varios Estados y a la vez afectan (positiva o negativamente) a varias
estructuras medianas y locales. En segundo término, a pesar de que la mayoría de
las políticas de los corredores, tienen su origen en los centros hegemónicos de
poder, no es menos cierto que éstas no se pueden llevar a cabo sin un apoyo
importante de los gobiernos nacionales y de sus relaciones intergubernamentales.
Por lo tanto, los acuerdos entre diferentes instancias políticas y las Sociedades
locales se hace imprescindible, muy especialmente en los lugares físicos donde se
encuentra el trazado del Corredor, muy especialmente, porque es allí donde se
desarrollaran el cambio organizacional, nuevas formas de asociación y finalmente,
la conformación de relaciones comerciales. (Datar, 2000; 11).
Sin perjuicio de lo anterior, consideramos a demás de que se debe contar con las
suficientes capacidades técnica, relacionadas con el trabajo internacional desde las
regiones y municipios donde pasará el corredor, para articular un conjunto de
acciones que permitan una mayor coordinación y preservación de la autonomía
regional, en áreas geográficas de interés; a demás de una anticipación de los
conflictos de que aparecerán en el territorio, como por ejemplo pueblos originarios,
los cuales hay que decirlo, no se encontraran en nuestro país -porque el Norte
grande, no presenta grandes poblaciones de estos- pero que pueden servir como
ejemplo para los otros Estados que componen el Corredor, y se les puede prestar
ayuda. En otras palabras, es posible asegurar que "en un contexto de
interdependencia compleja, la profundización de los procesos de
descentralización a nivel local en Chile provoca un aumento de la acción
paradiplomática de los Municipios, lo cual genera un reforzamiento de los
procesos de integración subnacional" 5, por lo tanto, en un contexto de
interdependencia compleja, a mayor descentralización, mayor actividad
paradiplomática de los Municipios y, por lo tanto, mayor reforzamiento a los
procesos de integración subnacional.
En síntesis, los corredores biocéanicos en mi opinión, llegaron para
quedarse y se han convertido en una ventana de oportunidades para nuestro país.
La política exterior de Chile, tiene como una de la prioridades fundamentales, la
integración latinoamericana, por ello se ha impulsado la política de "convergencia
en la diversidad"6 como acercamiento entre los países del Pacífico y del Atlántico.
Siguiendo con esta idea, considero muy necesario abrir caminos para comunicar
las Economías que, incluso estando cercanas desde el punto de vista geográfico,
han estado distanciadas en el pasado o volcadas hacia mercados más lejanos, es
una tarea titánica, pero positiva para cualquier proceso de integración. Este
corredor, desde el punto de vista logístico, tendría un efecto muy positivo para
todos los países (a demás de Chile) que lo componen, ya que tendrían la
oportunidad de fortalecer y ampliar sus exportaciones orientadas a los mercados
del Pacífico. Y en todos los países se generarían mayores posibilidades de
incrementar flujos comerciales, turísticos y de personas, con las externalidades
positivas que esto representa para nuestros pueblos. No obstante, el corredor
bioceánico, no ha estado exento de efectos negativos que pudiese producir, el
más significativo, sería el paso de las vías por tierras de nativos o pueblos
originarios, que puede generar más un dolor de cabeza en los distintos Estados
donde pasará dicha carretera, hay que precisar sí que en el caso de nuestro país,
no habría este tipo de problemáticas, ya que el lugar donde se construirá, no tiene
grandes poblaciones indígenas o lugares agrícolas de importancia, lo cual es un
punto a favor, pero que sin embargo, deja en evidencia, la falta de diálogo con la
Sociedad civil; aún así, se han generado propuestas como la del Gobierno
Regional de Tarapacá, con el fin de generar capacidades técnicas para enfrentar

5
Artaza, Mario & Ross César La política exterior de Chile: 1990 - 2009. Del aislamiento a la
integración global. Editorial USACH. 2010. Página 59.
6
Ministerio de RR.EE. de Chile. Diálogo sobre integración regional. Entendimiento en medio de la
diversidad. José Miguel Insulza. Página 26.
problemas que se pueden suscitar en el futuro y que a demás, sirva de ejemplo
para los otros estados -con visión descentralizada multidimensional- de cómo
enfrentar este tipo de problemas. Aún así, debo decir de que este proyecto es un
desafío para la Política Exterior de Chile, ya que nuestro país está en una posición
central en él -en una especie de bisagra- y que le puede servir para demostrar que
nos importa mucho la integración con nuestro continente y que solo traerá réditos
positivos desde todo punto de vista.
BIBLIOGRAFÍA

Artaza, Mario & Ross César (2010) La política exterior de Chile: 1990 - 2009. Del
aislamiento a la integración global. Editorial USACH.

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Foxley, Alejandro (2004). Revista Qué pasa, Marzo de 2004.

Gorentein, Silvia (2016) Empresas Transnacionales en la agricultura y la


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Sociedad. Buenos Aires, Argentina.

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palestra no Seminario Eixos de Integraçao SulAmericana e Corredores de
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Brasil.

Ministerio de RR.EE. de Chile (2017) Cuenta pública participativa. Heraldo Muñoz.


21 de Abril de 2017.

Ministerio de RR.EE. de Chile (2017) Diálogo sobre integración regional.


Entendimiento en medio de la diversidad. José Miguel Insulza.

Muñoz, Heraldo (2017) ¿Una política exterior economicista?.

Nuñez Ramírez, Sergio (1996). “Los Corredores bioceánicos” conferencia dictada


en la Academia de Guerra Naval de Chile el 17 de junio, Santiago de Chile.

Romegealli, Mónica (2007) "Los corredores bioceánicos en el contexto


sudamericano: las potencialidades del eje interoceánico central". Editorial CERPI,
México D.F.

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