Você está na página 1de 8

El gusto:

diversificación y
habitus de clase
Contenido
Introducción................................................................................... 3
1. El gusto: diversificación y habitus de clase .......................... 4
1.1. El consumo .......................................................................... 4
1.2. Campo y habitus .................................................................. 4
1.3. Capital y cultura.................................................................... 5
1.4. El gusto en la cotidianidad .................................................... 7
1.5. Rol de la sociología .............................................................. 8
Introducción
Durante el transcurso de los tres últimos siglos, en consecuencia, de los
avances sociales a un nivel productivo y tecnológico, el consumo ha tendido a
aumentar y por sobre todo diversificarse. Mientras más aumenta nuestra
capacidad de adquisición como individuos, nuestros patrones de consumo
tienden a crecer y diversificar nuestras elecciones; esto se suma a un mercado
cada vez más globalizado, donde es posible encontrar cada día una mayor
cantidad de productos y servicios.
El pilar fundamental del consumo de productos se encuentra en la “necesidad”
«La diversa conformación de la vida material depende en cada caso, naturalmente, de
las necesidades ya desarrolladas, y tanto la creación como la satisfacción de estas
necesidades es de suyo un proceso histórico.» (Marx, 1968) todos los seres
humanos tienen necesidades que suplir, las más elementales como el consumo
de agua, alimentos y un lugar donde dormir; pero con el paso del tiempo hemos
aumentado nuestra gama de necesidades, añadiendo productos que
responden a necesidades construidas con el desarrollo social. Hoy en día
resulta complejo pensar en nuestro país sin luz eléctrica, los momentos donde
se producen cortes de energía repercuten fuertemente a nivel nacional, todo
esto a raíz de la cantidad de productos y servicios que necesitan de esta fuente
de energía para su correcto funcionamiento; este mismo fenómeno es cada vez
más notorio en otros elementos como el internet, que en momentos donde no
tenemos acceso a este muchos artefactos tecnológicos pasan a tener una nula
funcionalidad -smartphones, computadores, gadgets-. La necesidad de
consumir productos, cada día resultan más diversas y responden a
necesidades cada vez más alejadas de las necesarias como seres humanos.
Al momento de suplir necesidades, en el gusto yace el origen del consumo de
un producto o servicio en preferencia de otro. El consumo necesita de un
mercado y consumidores que se van a inclinar por satisfacer una necesidad en
comparación a otra, todo esto por el gusto. Aquí se encuentra la raíz
sociológica del problema, en cuales son nuestras inclinaciones de consumo en
el mercado y si estas están orientadas debido a una jerarquía social de nivel
económico y cultural.
Para tratar el tema utilizaremos las propuestas Pierre Bourdieu quien ha tratado
el tema del gusto y su implicancia social en su obra “La distinción: criterios y
bases sociales del gusto”. Este texto, brindará un espectro de posibilidad entre
la correlación entre gusto y espacio que los agentes ocupan en la distribución
desigual de capitales, a su vez, la obra “El sentido práctico” ayudará a formar
una base respecto al concepto de “habitus” como estructuras estructuradas y
estructurantes. Finalizando y habiendo vislumbrado estos conceptos, la
correlación entre capitales y gusto, habrá un espacio para el debate del rol de
la sociología en esta área.
1. El gusto: diversificación y habitus de
clase
1.1. El consumo
El consumo es una de las primicias fundamentales que se deben manejar para
comprender la implicancia del gusto. Durante el desarrollo de la sociedad
capitalista ha aumentado la implicancia del ser humano con el consumo en
general, en la publicidad reposa uno de los anhelos más imperantes del
capitalismo: consumo excesivo. El patrón de consumo excesivo es una de las
columnas sustanciales del sistema social y político capitalista, cada vez se
empuja más el lema de la economía, las necesidades cada vez se hacen
mayores y los medios para satisfacerlas menores, pero más diversos. Las
necesidades humanas abarcan distintos sectores de nuestra naturaleza, pero
la tendencia ha sido a diversificar estas necesidades para a la vez entregar una
mayor cantidad de ofertas mediante las cuales el consumidor buscará
satisfacer sus necesidades y anclarse de una manera más profunda al sistema
capitalista mediante el débito.
Este acto no se encuentra amparado a ningún momento histórico especifico,
este ayuda al humano a suplir necesidades inherentes a este en el plano
biológico; pero con el pasar del tiempo este acto se ha transformado en una
actividad cotidiana durante la vida en general. El consumo se entiende como
una forma de relación social ligada al mercado, a la actividad de intercambios
de productos/servicios entre seres humanos, en base a este punto es que se
ancla el sistema capitalista, donde bajo el supuesto de libertad de los individuos
se provoca una serie de fenómenos sociales relacionados al consumo, este
supuesto es uno de los que pondremos a prueba cuando interioricemos en el
gusto, donde veremos que hay una inercia entre el origen de los agentes y sus
gustos de consumo.

1.2. Campo y habitus

Para interiorizar en el tema del gusto debemos tratar el concepto de campo y


habitus, el sociólogo Pierre Bourdieu los trabaja en su extensa bibliografía.
Un campo es un artefacto que responde a una necesidad de establecer
parámetros delimitados destinado a la comprensión de jerarquías sociales, este
posee reglas, espacios y tiempos “(…) una construcción social arbitraria y
artificial, un artefacto que se invoca como tal en todo lo que define su
autonomía, reglas explicitas y específicas, espacio y tiempo estrictamente
delimitados y extraordinarios” (Bourdieu, El sentido práctico, 1980) al entender
el campo bajo una lógica de juegos, resulta inevitable percatarnos de la
implicancia de las pugnas entre agentes bajo una estructura que se impone de
una manera arbitraria. La disputa en el campo se da en el dinamismo que
posee este, habrá agentes que se encuentren bien posicionados en este y
querrán mantener el carácter estático, esto se logra mediante la legitimación
mediante dispositivos de regulación; pero de la misma manera que existen
agentes que tienen el poder y quieren mantener la imagen del campo, hay
agentes que buscarán impulsar su sentido dinámico debido a su posición
subyugada en la estructura del poder. Así es como resulta inevitable ver el
posicionamiento antagónico de los agentes en la estructura del campo, este se
constituye como un campo de disputa constante en especial bajo la
legitimación de este mismo.

El habitus es entendido como principio generador y organizador de prácticas,


de una manera inconsciente “Sistemas de disposiciones duraderas y
transferibles, estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como
estructuras estructurantes, es decir, como principios generadores y
organizadores de prácticas y de representaciones que pueden ser
objetivamente adaptadas a su meta sin suponer el propósito consciente de
ciertos fines ni el dominio expreso (…)” (Bourdieu, El sentido práctico, 1980), el
habitus también se condice como un generador de prácticas individuales y
colectivas en la sociedad, los agentes actúan en base a estos principios en su
vida cotidiana y también construyen historia. Los esquemas que nos entrega el
habitus en base a su practica dentro del campo brinda una perspectiva a futuro
de la aceptación de normativas y reglas.

1.3. Capital y cultura

El concepto de “capital” se entiende dotado de un alto nivel de abstracción


teórica, en especial en la obra de Pierre Bourdieu. Para bajar este a un plano
más concreto, señalamos bajo la concepción del autor que un capital es un
"(…) instrumento de apropiación de las oportunidades teóricamente ofrecidas a todos"
(Benito, 2003), hay una disputa de oportunidades entregadas en la sociedad que
se encuentran en constante dinámica por parte de los agentes. A diferencia de
la conceptualización marxista del capital, Bourdieu maneja este concepto
dentro de una serie de divisiones donde se encuentra: capital económico
(dinero, maquinaria, inversiones); capital cultural, se separa en objetivado
(libros, obras de arte), subjetivado o habitus (títulos, prácticas, grados,
sentidos); capital social, es más abstracto que los anteriores, hace referencia a
los lazos entre agentes con fines relacionados al capital; finalmente se
encuentra el capital simbólico que hace referencia a la legitimidad dentro de la
estructura social, capacidad de posibilidades de capital. Los capitales no son
mutuamente excluyentes, suele haber una relación estrecha entre los distintos
grados de capital bajo la distribución desigual de estos.

Anteriormente sé mencionaba que estos capitales se encuentran en disputa


dentro de la sociedad, hay quienes adquieren una mayor cantidad de estos y a
la vez quienes se ven desfavorecidos dentro de la estructura, la cultura resulta
ser un campo donde este fenómeno se ve reflejado, debido a la cantidad de
capital que poseen los agentes hay una distinción respecto al consumo de
cultura de estos "(...) detrás de las relaciones estadísticas entre el capital escolar o el
origen social y tal o cual saber, o tal o cual manera de utilizarlo, se ocultan relaciones
entre grupos que mantienen a su vez relaciones diferentes, e incluso antagónicas, con
la cultura, según las condiciones en las que han adquirido su capital cultural, y los
mercados en los que pueden obtener de él" (Bourdieu, La distinción: Criterios y bases
sociales del gusto, 1979) los grupos mantienen una búsqueda de intereses
distinta y algunas veces antagónicas, esta también se aprecia en el plano de
cultura donde difieren los gustos de los sujetos “(…) en el campo de posiciones se
definen tanto los intereses genéricos asociados al hecho de participar en el juego
como los intereses específicos ligados a las diferentes posiciones” (Bourdieu, La
distinción: Criterios y bases sociales del gusto, 1979) debido a la amplia
diversificación dentro del plano cultural los bienes consumidos y a consumir
reflejan a los sujetos que van a hacerlo “(…) la disposición cultivada y la
cornpetencia cultural, aprehendidas mediante la naturaleza de los bienes consumidos
y la manera de consumirlo” (Bourdieu, La distinción: Criterios y bases sociales del
gusto, 1979).

La evidencia empírica vincula las practicas culturales, en modo de consumo y


tipos, con el capital escolar, este se entiende como el capital cultural
subjetivado y su intrínseca relación con el capital cultural objetivado donde el
consumo de ciertos elementos artísticos es a la vez un reflejo de la escolaridad
de los agentes “(…) por una parte, la fuerte relación que une las prácticas culturales
(o las opiniones aferentes) con el capital escolar (medido por las titulaciones
obtenidas) y, secundariamente, con el origen social (estimado por la profesión del
padre)” (Bourdieu, La distinción: Criterios y bases sociales del gusto, 1979). En base
a esta afirmación, el nivel de instrucción y escolaridad tiene una íntima relación
en el gusto de lo que se aprecia como arte. El autor distingue a la música y la
pintura como los campos más legitimados dentro de esta distinción a nivel
cultural. Hay una inclinación hacía determinados géneros y obras,
correlacionado a un determinado lugar en la partición del capital escolar y el
grado de instrucción (respecto a función dentro de la producción, elementos
que de por si pueden tener una relación respecto a los años de estudio y
profesión de los agentes), este fenómeno se aprecia con gran claridad en el
ámbito de la pintura “Es decir, que de lodos los objetos que se ofrecen a la elección
de los consumidores no existen ningunos más enclasantes' que las obras de arte
legítimas que, globalmente. distintivas, permiten la producción de distingos al infinito,
gracias al juego de las divisiones y subdivisiones en géneros, épocas, maneras,
autores, etc” (Bourdieu, La distinción: Criterios y bases sociales del gusto, 1979), la
distinción que acerca a los consumidores obras de artes socialmente elevadas
está ligada con sectores que a la vez se encuentran en la cúspide de la división
del capital cultural subjetivado.
Dentro del mundo de las artes hay una gran diferencia entre el teatro y la
música. El espacio permite un nivel de conexión metafísico según el autor, es
un conglomerados de emociones que se expresan mediante la música y que se
alejan de un ethos que intenta imponer la Burguesía, la asistencia a concierto
provee a los sujetos de un vinculo emocional sumamente expresivo con el acto
musical “(…) la música representa la forma más radical, más absoluta de la negación'
del mundo, y en especial del mundo social, que el ethos burgués induce a esperar de
todas las formas del arte” (Bourdieu, La distinción: Criterios y bases sociales del gusto,
1979); por otra parte el teatro provoca una funcionalidad diferente, este divide
en base a criterios políticos y políticos entre el teatro vanguardista y el teatro
burgués.
A modo de resumen, se puede apreciar la estrecha unión entre elementos que
artísticamente se consideran elevados con una posición de dominación en la
repartición del capital cultural subjetivado; hay una relación de rentabilidad en
base a la cultura que se considera legitima y que representa a la clase
dominante. En este lugar el gusto se aprecia en parte bajo una estructura social
limitante, que acerca a sectores burgueses a un tipo de arte considerada docta,
donde este sector buscará beneficiarse en parte bajo su gusto por las artes de
“alta cultura”; en cambio las personas de sectores más populares se
encontrarán ligados a un consumo de masas, relacionado con lo justo en el
espectro musical, determinado tipo de teatro y pintura.

1.4. El gusto en la cotidianidad


Cuando nos referimos al espacio social debemos entenderlo desde una
bisectriz reveladora de la existencia cotidiana, es donde los sujetos plantean
sus oposiciones en la repartición desigual de distintos tipos de capitales dentro
de determinados campos, esto aterriza un concepto complejo de lucha por los
capitales a un espacio común: el espacio social “el espacio social es al espacio
práctico de la existencia cotidiana” (Bourdieu, La distinción: Criterios y bases sociales
del gusto, 1979) . Anteriormente introdujimos el termino de “habitus”, como
disposiciones que han sido transmitidas a los agentes y a la vez se transfieren
a otros, bajo este presupuesto el habitus trabaja como un principio generador
de prácticas y a la vez un sistema mediante el cual estas se enclasan en el
espacio social bajo determinados patrones “(…) el habitus es a la vez, en efecto, el
principio generador de prácticas objetivamente enclasables y el sistema de
enclasamiento (principium divisionis]. de esas prácticas” (Bourdieu, La distinción:
Criterios y bases sociales del gusto, 1979) ciertas prácticas terminan siendo
habitus, debido a la regularidad hacía la cual están han sido estructuradas y a
la vez estructurante por medio de los agentes.
Ya habiendo tratado el consumo cultural identificamos una estrecha relación
mediante la cantidad de capital escolar y cultural subjetivo de los agentes y sus
gustos en el campo de la cultura, el consumo de ciertos artefactos en
comparación a otros son a la vez reflejo de posición en la cual los sujetos se
encuentren en la distribución desigual del capital “En materia de consumos
culturales, la oposición principal, según el volumen global del capital, se establece aquí
entre los consumos designados como distinguidos, por su propia singularidad, de las
fracciones mejor provistas tanto de capital económico como de capital cultura”
(Bourdieu, La distinción: Criterios y bases sociales del gusto, 1979), la burguesía
tendrá un comportamiento destinado al consumo de “alta cultura” como una
señal de distinción y a la vez de aprovechamiento de tal recurso. En este plano
de lo cotidiano encontramos a la cultura, como un constante juego por parte de
la burguesía para adquirir un mayor estatus en base a ella, una distinción.
Estos elementos traspasan el plano del consumo cultural. El deporte es la
representación de un habitus de clases. En el caso francés, deportes como el
tenis y velas resultan preponderantes en sectores dominante, esto debido a su
bajo contacto físico y exclusividad. En las clases trabajadoras, se dan deportes
basados en la instrumentalización corporal, como el boxeo y el futbol. En las
clases medias hay un gusto por el ciclismo y sky; por otra parte, sectores que
están más ligados al capital cultural en las clases medias prefieren deportes
más exóticos. El caso del deporte en si es uno extremadamente particular, acá
tenemos la representación física de un campo, en este los actores realizan
pugnas y estrategias para alcanzar sus objetivos, una analogía, que puede ser
llevada al mundo social, los agentes se disputan el capital dentro de un campo
especifico, para conseguir este desarrollan una serie de estrategias para
alcanzar sus objetivos.
Los campos del mundo social y la lucha entre agentes, para conseguir capital,
se desplazan a nuestras prácticas cotidianas.

1.5. Rol de la sociología

Você também pode gostar