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La memoria en la tercera edad es uno de los temas que más sensibilidad suscita en
la sociedad. El cerebro humano es una de las estructuras más complejas y avanzadas de la
naturaleza. Más de cien mil millones de “chips”, denominados neuronas, se entrelazan en
una maraña gigantesca de cien billones de conexiones, todas coordinadas e increíblemente
eficientes, para dar vida y poner en marcha la mayor red de comunicación e información,
conocida hasta la fecha.
• La memoria que sirve para mantener información durante algunos minutos (recordar un
teléfono, una cantidad o una lista de palabras) y/o manipular dicha información (llevar a cabo
operaciones matemáticas, recordar listas de cosas o acciones), disminuye en forma
progresiva desde el comienzo de la edad adulta.
• La memoria que utilizamos para recordar sucesos recientes de nuestra propia vida (cosas
que nos han ocurrido, acciones que hemos llevado a cabo), se reduce en forma significativa
con el envejecimiento.
Hasta hace poco tiempo las modificaciones en las funciones cognitivas se asociaban
a un proceso de deterioro irreversible, que hoy se ha desechado gracias a los avances en el
conocimiento de las mismas y a la existencia de diferentes técnicas y programas de
intervención que hacen posible, al menos en algunos casos, frenar y modificar estos
procesos (Yanguas, J., Sancho, M. & Leturia, F. 2004).
En el ámbito del funcionamiento intelectual se sabe que, si bien es cierto que las
personas mayores, como grupo de edad, presentan un cierto declive en algunas funciones
relacionadas con el rendimiento intelectual, éste no aparece hasta el final de los 60 años y
no se trata de una disminución generalizada ya que un importante porcentaje de sujetos no
sufre merma alguna. No obstante, sabemos que ciertos elementos moduladores personales,
socioeconómicos y educativos influyen en el funcionamiento intelectual de la vejez, así como
la salud en general. En contrapartida, el organismo humano tiene capacidades de reserva
que pueden ser activadas durante la vejez y que permiten compensar, e incluso prevenir, e1
declive (Belsky, J. 1996).
Debemos tener en cuenta que los aspectos motores están condicionados, en parte,
por los procesos psicológicos; mantener funcionales estos procesos supone mantener en
gran medida funcional la motricidad del sujeto.
Desde el principio de la civilización, las diferentes culturas que han poblado la tierra
se han visto atraídas por el fenómeno del envejecimiento. El reconocimiento de la sabiduría
y experiencia que adquiere el ser humano con el transcurso de los años, hace que muchos
pueblos hayan dado al anciano un papel indiscutible de liderazgo dentro de la sociedad. Es
por ello que la creciente preocupación por las dificultades en la memorización hace que este
sea un tema de vital importancia para muchos estudiosos y personas en general.
Relajaciones
El objetivo básico de la relajación es el bajar el tono muscular del sujeto, a la vez que
es un recurso antiestresante y posteriormente puede ayudar a realizar las propuestas de
forma mejor. También puede ser un recurso para centrar la atención o bien para recordar.
Este recurso puede ser útil en momentos de estrés, de tensión o bien para recuperar
información que ha sido olvidada, también para recordar temas trabajados con anterioridad.
Actividades sensoriales
A la vez, también podemos afirmar que la memoria sensorial la podemos trabajar tanto
a corto plazo, (interpretar la audición de diferentes instrumentos), como a largo plazo
(ejemplo, recordar una puesta de sol, la voz de un amigo en una plática).
Secuencias
Repeticiones
Atención
Es un proceso mental a través del cual los sujetos evitan la distracción, que pueden
provocar estímulos irrelevantes en una situación concreta, mientras se centran en aquello
que es conductualmente importante.
ALGUNOS CONSEJOS:
Deberemos prestar atención a lo que hacemos evitando que las acciones cotidianas se
vuelvan rutinarias o automáticas,
El aprender una técnica de relajación ayuda a controlar la ansiedad que generan los
nuevos aprendizajes y la posibilidad del error.
No pretender tener ningún olvido o equivocación. El querer ser perfecto y rápido sólo
genera ansiedad. Con los años el cerebro sigue funcionando bien pero necesita más
tiempo para actuar.
Camacho, Fabiola Ramírez. Programa para mejorar la memoria en el adulto mayor con
deterioro asociado a la edad, en la casa del abue, en el periodo octubre 2009 a marzo
2010. Extraído desde
http://tallerescognitiva.com/descargas/muestra.pdf
Rodríguez, Teresa Martínez. Taller de memoria para personas mayores. Mayo 2002.
http://www.slideshare.net/gilmagarinos/asturias-taller01