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Colapso maya del periodo Clásico

Artículo principal: Colapso maya

Chichén Itzá era la ciudad más importante en el norte de la región maya.

Durante el siglo IV, el centro de la región maya experimentó un gran colapso político,
marcado por el abandono de las ciudades, el fin de las dinastías y un desplazamiento del
foco de actividades hacia el norte.56 No existe una teoría universalmente aceptada que
explica este colapso, pero es probable que fuese el resultado de una combinación de causas,
incluyendo la endémica guerra interna, la sobrepoblación que resultó en una grave
degradación del medio ambiente y la sequía.76 Durante este período, conocido como el
Clásico Terminal, las ciudades del norte de Chichén Itzá y Uxmal mostraron un incremento
de actividad.56 Las principales ciudades en el norte de la Península de Yucatán continuaron
siendo habitadas durante mucho tiempo después de que las ciudades de las tierras bajas del
sur dejaron de levantar monumentos.77

La organización social maya del periodo Clásico se basaba en la autoridad ritual del
gobernante, en lugar de un control central del comercio y distribución de alimentos. Este
modelo de gobernación no estaba bien estructurado para responder a cambios
fundamentales, ya que la libertad de acción del gobernante se limitaba a respuestas
tradicionales. Los gobernantes reaccionaron, en una forma culturalmente delimitada, con la
intensificación de actividades tales como la construcción, los rituales y la guerra. Esto fue
contraproducente y solo sirvió para exacerbar los problemas sistémicos.78 Esto dio como
resultado el colapso de este sistema de gobernación durante los siglos IX y X. En el norte de
Yucatán, el reinado individual fue reemplazado por un consejo de gobierno conformado a
partir de los linajes de la élite. En el sur de Yucatán y el centro de Petén, por lo general, los
reinos declinaron; en el occidente de Petén y algunas otras áreas, los cambios fueron
catastróficos y dieron lugar a una rápida despoblación de las ciudades.79 Grandes
extensiones de la zona maya central quedaron casi abandonadas dentro de un par de
generaciones.80 Las ciudades más grandes tenían poblaciones de 50 000 a 120 000
habitantes y estaban vinculadas a redes de sitios subsidiarios. Por lo general, tanto las
ciudades capitales como sus centros secundarios fueron abandonados en un plazo de 50 a
100 años.55 Una por una, muchas de las otrora grandes ciudades dejaron de esculpir
monumentos fechados y, finalmente, fueron abandonadas; la última fecha de Cuenta Larga
fue inscrita en Toniná en el año 909. Ya no se levantaron estelas, y otros ocupantes se
instalaron en los palacios reales abandonados. Las rutas comerciales en Mesoamérica
cambiaron y no incluyeron al Petén.81

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