Trabajo Final Curso Educación Sexual

¿Cuáles son los aspectos críticos que tú identificas en cuanto a educación

sexual y qué criterios aplicarías para comunicarla a los y las jóvenes?

En general, reconozco al menos dos aspectos críticos que a mi parecer podemos comenzar
a abordar.

En primer lugar, y dadas mis experiencias en aulas con estudiantes de distintas edades, he
podido notar que hoy en día manejan, en general, bastante información respecto de
temáticas de educación sexual biológica; reconocen algunas ITS y métodos de barrera,
algunas nociones respecto al significado del sexo y la sexualidad, posicionamientos
respecto al aborto y la violencia de género, identidades de género y orientaciones
sexuales. Sin embargo, dichos conocimientos, si bien superan a los que probablemente
manejaban generaciones anteriores, se han ido socializando más bien a través de medios
informales como internet y sin un monitoreo que nos permita evitar, por ejemplo, la
difusión de creencias o mitos que eventualmente se alejen de la realidad.

Aquí considero que deberíamos poner esfuerzos en crear plataformas de información

certera, atractiva y significativa para el contexto de los y las jóvenes, que pueda
complementar lo que ya saben con un respaldo que permita derribar mitos o profundizar
en aprendizajes anteriores.

Dicha plataforma podría asumir el formato de una red social multiformato, dirigida por
alguna entidad estatal o de la sociedad civil con capacidad de instalarse
comunicacionalmente de manera atractiva como lo han logrado algunas otras instancias
de difusión de información. Además, dichas fuentes de información deberían trabajar en
red con otros espacios, ofreciendo una estructura de instituciones que vayan trabajando
diversas temáticas de educación sexual desde diversos enfoques, estrategias y métodos
(desde videos explicativos cortos hasta elementos más lúdicos, como memes, por
ejemplo).

Y en segundo lugar, otro aspecto crítico que destaco es el de la necesaria formación

afectiva y emocional que se debe desarrollar en simultáneo con la educación sexual. Si
bien se entiende que este aspecto debiera ser parte de la enseñanza, en mi experiencia he
podido notar que existen entre los y las jóvenes muchas problemáticas a la hora de
comunicarse asertivamente, de demostrar afectos, de empatizar, de gestionar las
emociones y diferenciarlas de sentimientos, etc. lo que se traduce, en el ámbito sexual, en
casos de violencia de género, abuso sexual, acoso, la no consideración del consentimiento
y el deseo de el/la otro/a, etc.

Al respecto creo que las estrategias no deben ir dirigidas únicamente a la educación

socioemocional y afectiva en el sentido de que se enseñen las dinámicas que componen la
dimensión subjetiva de las personas (aspecto que por cierto también se debe reforzar),
sino que además quienes nos dedicamos a enseñar estos temas debemos esforzarnos por
poner en práctica dichos aprendizajes en nuestra propias relaciones, nuestras formas de
expresarnos en comunidad y nuestras prácticas educativas a la hora de enseñarlas. Pues
no bastará ni con pizarras, ni carteles, ni videos ni memes que expliquen la profunda y
compleja realidad de la gestión emocional y afectiva que requiere una sana vida en
común. Los y las jóvenes deben vivir junto a nosotras y nosotros, en la experiencia, el
cómo dichas prácticas de vida son realmente posibles de ser vividas.

Los aspectos críticos que hoy están pasando los adolescentes, se relacionan con el poco
conocimiento en el tema sexual, de enfermedades de transmisión sexual ( SIDA ),
enfermedades venéreas, y también el embarazo de adolescentes, que es una parte de los
problemas que hoy sufren los jóvenes, también hoy los adolescentes se inician antes en las
relaciones sexuales, que esto conlleva frustraciones relacionados con la disfunción eréctil, o
alcance del clímax, u orgasmos demasiado rápidos en los jóvenes y dolor durante el coito.

El rol de los padres en la educación sexual de nuestros hijos, muchas veces nos inquietamos al
tratar de decir o explicar la sexualidad, lo convertimos en un tabú y nos cuesta mucho utilizar
el vocabulario adecuado para decir pene, vagina, parto, semen y otras palabras relacionadas
con el sexo. Tenemos que separar la educación sexual a niños y adolescentes, a los niños la
información tiene que ser clara pero dosificada de acuerdo a su capacidad de compresión y
asimilación y saber que su sexualidad no es genital, es autoerótica, es natural y es motivada
por la curiosidad sexual, donde se encuentran su juego doctor, papa y mamá, enfermera y
exploración de su propio cuerpo.

La gran preocupación con la vida sexual de los adolescentes, es la pregunta que los padres se
cuestionan, ¿Estamos preparados como padres para apoyar a nuestros hijos en su camino al
conocimiento de su vida sexual? La educación sexual de los padres a sus hijos adolescentes
seria educar en valores, conceptos básicos de sexualidad, identidad sexual, relación sexual,
amor, respeto, responsabilidad, responder a preguntas y dudas, aclarar falsas creencias,
educar su sensibilidad, fomentar el autoconocimiento, enseñarles a decir no, si no quieren y
ser respetuosos con sus pares, independiente de su orientación sexual, identidad,
discapacidad, raza o religión, evitar una educación sexista y permitir tener su propia intimidad
o espacio.

Ahora es muy importante mantener conversaciones diarias con los hijos, logrando confianza y
seguridad, para que estos se sientan cómodos, no es necesario ser experto en el tema, pero
manteniendo esa comunicación aprenden los hijos y padres. Tenemos que comprender que
tenemos diferentes visiones de la sexualidad con nuestros hijos, por lo cual ambos deben
respetar y escuchar las opiniones, que ayuda hablar sobre las experiencias, preocupaciones y
temores, que ayudan a enseñarles a evaluar para tomar las mejores decisiones.

Ahora incluir la educación sexual en los colegios, si, desde el jardín infantil en adelante,
partiendo por los más pequeños, enseñándoles a conocer su cuerpo y el de sus pares, que es
lo básico, en la medida que van creciendo hacerles comprender que la internet, televisión,
diarios y revistas, no incluyen una información 100% veraz y eso puede inducir a errores a los
adolescentes.
La educación sexual es una tarea prioritaria y urgente que debe asumirse como política pública
irrenunciable. En la conferencia del Cairo de 1994, Chile se comprometió a promover una
educación sexual que se constituye en uno de los pilares básicos que sustentan el ejercicio de
dicho derecho, por cuanto es un instrumento que potencia la autonomía de las personas y el
desarrollo de una sexualidad plena, promoviendo y posibilitando la toma de decisiones en
materia sexualidad y reproducción con la debida información y orientación.

Educación Sexual - El cambio de una sociedad conservadora

En la actualidad, la educación sexual sigue siendo un tabú, por lo que abarcar este tema no es
fácil de manipular frente a los jóvenes chilenos. Esto ocurre especialmente porque no se tiene
ningún tipo de educación sexual proveniente de los hogares ni de las escuelas; por lo que
muchos de los jóvenes de hoy aprenden por medio del internet, su circulo de amigos y/o
alguna experiencia vivenciada sexualmente., esto nos lleva a jóvenes desinformados,
embarazos de temprana edad, abortos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.

Hasta que el país no tenga un programa de educación sexual para jóvenes, va a seguir siendo
complejo abordar la sexualidad en esta sociedad tan conservadora. Por lo que, para cambiar
estos aspectos, el ministerio de educación debiera implementar un programa en el cual
especialice en profundidad y calidad a los profesores sobre educación sexual, y también a los
padres sobre cómo abordar estos temas frente a sus hijos (as). Sin embargo, la sociedad
debiera estar en constante capacitación sobre estos temas de sexualidad, y no solo en el
ámbito de la relación coital, sino también en la área afectiva y responsable, donde hay que
destacar que esta área empieza desde una edad muy temprana, el cuerpo va cambiando y van
surgiendo preguntas; y a pesar de que hoy en día hay mucha información, no se le toma el
peso ni la importancia que debiera tenerse respecto a estos temas. Por esta razón debiera
crearse un programa que abarque todo en sexualidad: desde nuestros cambios físicos,
pubertad, identidad de género, adolescencia, relaciones coitales, métodos anticonceptivos,
embarazos, aborto y sus 3 causales, infecciones de transmisión sexual, VIH- SIDA, entre
otros., hay que generar instancias de conversación, relatos de experiencia, de charlas, sobre
todo de confianza para que esta sociedad se sienta segura y tranquila de experimentar todo lo
que abarca sexualidad.