Santos Jallath (2007), Realizo investigación intitulada: caracterización de suelos
contaminados con hidrocarburos en una empresa minera y desarrollo de un método biológico para su remediación con el objetivo de evaluar la aplicación de un método biológico de remediación bajo la identificación de bacterias nativas. En el Consorcio Minero Benito Juárez Peña Colorada (CMBJPC) que se ubica en el Estado de Colima, México, y su actividad principal es la explotación de un yacimiento mineral de hierro. Está conformado por dos unidades productivas, la mina en el municipio de Minatitlán y la planta de peletizado en el municipio de Manzanillo. El equipo mecánico que se utiliza en esta actividad, requiere del manejo de grandes volúmenes de combustibles como diesel y combustóleo, así como de aceites lubricantes para su mantenimiento. En cuatro áreas de operación se identificó la afectación del suelo a partir del manejo y almacenamiento de diesel, combustóleo y aceites residuales.
Inicialmente se hizo una caracterización del suelo mediante la determinación del
contenido de hidrocarburos totales del petróleo (HTP). El muestreo fue dirigido “a juicio” y se hizo hasta una profundidad de 1.50 m en la mina y hasta 3.0 m en la planta de peletizado. El contenido de HTP es variable en los cuatro sitios, y está en el orden de los 100 mg/kg hasta un máximo de 42,000 mg/kg. Con los resultados del muestreo se estimó que el volumen de suelo potencialmente afectado es de 5,509 m3.
Se plantearon una serie de pruebas de tratabilidad con el propósito de evaluar la
aplicación de un método biológico de remediación. A nivel laboratorio, se identificaron las bacterias nativas de los suelos contaminados y se encontraron algunas con capacidad de degradar compuestos orgánicos, como la Flavobacterium, Pseudomona, Serratia y Vibrio. Se hicieron pruebas de biodegradación colocando algunas de estas bacterias, previamente aisladas, en un medio mineral en contacto con el contaminante (diesel y combustóleo); en pocos días las bacterias transformaron los compuestos originales del combustible, con lo cual demostraron su capacidad degradadora.
Se realizaron pruebas de bioestimulación en matraces, donde se colocó suelo
contaminado y se agregó medio mineral para estimular el crecimiento de las bacterias; después de dos meses se alcanzaron porcentajes de remoción de 40% a más de 90%; en suelos de la mina la concentración de HTP se redujo de 14,181 a 8,359 mg/kg y en suelos de la planta de peletizados de 6,016 a 217 mg/kg. Se llevaron a cabo pruebas en campo con lodos de la planta de tratamiento de aguas residuales domésticas como fuente de nutrimentos para estimular la actividad bacteriana. Después de seis meses se alcanzaron eficiencias de remoción del 70 % al 99 %; en suelos de la mina se redujo la concentración de HTP de 18,521 a 2,497 mg/kg y en suelos de la planta de peletizado de 17,489 a 1,202 mg/kg. En campo también se hicieron pruebas usando medio mineral en vez de lodos, en tres meses se alcanzó una remoción del orden de 50 % en suelos de la mina, bajando el contenido de HTP de 13,709 a 6,745 mg/kg.
Finalmente se hizo el diseño de una celda de tratamiento con capacidad de 300
toneladas. Se evaluaron las condiciones del sitio y la infraestructura disponible en el CMBJPC para aplicar el método de biolabranza. El diseño incluyó el cálculo de la superficie de la celda, la altura del bordo perimetral, el sistema para la captación y recirculación de lixiviados, y el sistema de irrigación para la adición de lodos y agua. Se establecieron los parámetros de operación con base en los resultados de las pruebas en campo con lodos residuales. Por último, se presentan los aspectos generales de la construcción de la celda, la inversión y los costos de operación.