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EL FEMINICIDIO

INTRODUCCION
El Término “Femicidio” Fue Acuñado Por Primera Vez En 1970 Por Diana Russell. Esta
Expresión Surgió Como Alternativa Al Término Neutro De “Homicidio” Con El Fin Político
De Reconocer Y Visibilizar La Discriminación, La Desigualdad Y La Violencia Sistemática
Contra La Mujer Que, En Su Forma Más Extrema, Culmina En La Muerte.
Según La Definición De Russell, El “Femicidio” Se Aplica A Todas Las Formas De
Asesinato Sexista, Es Decir, “Los Asesinatos Realizados Por Varones Motivados Por Un
Sentido De Tener Derecho A Ello O Superioridad Sobre Las Mujeres, Por Placer O
Deseos Sádicos Hacia Ellas, O Por La Suposición De Propiedad Sobre Las Mujeres”.
De Acuerdo Con La Declaración Sobre El Femicidio Del Mecanismo De Seguimiento
Convención Belém Do Pará (Mesecvi), Por Feminicidio Se Entiende La Muerte Violenta
Por Razones De Género, Ya Sea Que Tenga Lugar Dentro De La Familia, Unidad
Doméstica O En Cualquier Otra Relación Interpersonal, En La Comunidad O Por Parte
De Cualquier Persona.
Posteriormente, Marcela Largarde Acuñó El Concepto De “Feminicidio” Y Lo Definió
Como El Acto De Matar A Una Mujer Solo Por El Hecho De Su Pertenencia Al Sexo
Femenino, Confiriéndole También Un Significado Político Con El Propósito De Denunciar
La Falta De Respuesta Del Estado En Estos Casos Y El Incumplimiento De Sus
Obligaciones De Garantía.
EL FEMINICIDIO
Comencemos diferenciando el termino feminicidio del homicidio.

¿Por qué diferenciarlo de homicidio?


Lo que hace diferente al delito de feminicidio con el de homicidio de un hombre, e incluso
con el homicidio común de una mujer, es que, a través de la muerte violenta, se pretende
refundar y perpetuar los patrones que culturalmente han sido asignados a lo que significa
ser mujer: subordinación, debilidad, sentimientos, delicadeza, feminidad, etc.

¿Cómo identificamos el feminicidio?


1. Contextos y escenarios. Los feminicidios ocurren tanto en el ámbito privado como
en el ámbito público, en circunstancias y escenarios diversos. A continuación, se
presentan algunos de ellos:
 Las relaciones de pareja o intimidad, actuales o anteriores
 Las relaciones familiares
 El acoso sexual por hombres que la víctima conoce
 El ataque sexual por hombres conocidos o desconocidos por a la víctima.
2. Sujeto activo. Puede ser cualquier persona o grupo de personas. Por ello, para
determinar si se trata de feminicidio es importante tomar en cuenta las conductas previas
del agresor, a fin de saber si el acto se cometió por el odio hacia la mujer o por
considerarla como posesión (como objeto que pertenece al hombre) o por considerar a
la mujer como objeto (como “cosa” que puede ser usada por los hombres de la manera
en decidan).
3. Sujeto pasivo. Es una mujer sin importar su edad, nivel de estudios o condición
económica.
4. Formas de violencia para ejecutar el delito. Se analiza si los agresores utilizaron
referencias culturales para tomar la decisión. Es decir, se deben encontrar las “razones
de género”, que se refieren a los motivos que hacen que el agresor ataque a una mujer
por considerar que su conducta se aparta de los roles establecidos como “adecuados o
normales” por la cultura.
5. Las manifestaciones de violencia contra la mujer anteriores al feminicidio. Las
muertes violentas de mujeres suelen ser la consecuencia de diversas manifestaciones
de violencia previa, la cual puede manifestarse como violencia física, sexual, psicológica,
económica y/o patrimonial. Por ejemplo, golpes, amenazas, celos, etc.

EL FEMINICIDIO EN REPUBLICA DOMINICANA 2005 A 2017


(enero-octubre).
República Dominicana se acerca a la trágica estadística que la posicionó en el 2014
como el tercer país de Centroamérica y el Caribe con mayor tasa de feminicidios,
cerrando el mes de octubre del presente 2017 con 170 asesinatos de mujeres, a causa
de violencia de género o violencia intrafamiliar.
Sólo en feminicidios íntimos a 83 mujeres les fue segada la vida por la violencia activa
de sus parejas o exparejas, según la Procuraduría General de la República (PGR).
De seguir el promedio de que cada mes ocurran al menos 8 asesinatos a mujeres
provocados por compañeros o excompañeros sentimentales, el país finalizaría el año
2017 con la mayor tasa de feminicidios desde el 2012, año que inició el primer mandato
del presidente Danilo Medina.

Tabla de feminicidios de 2005 a 2017 (enero-octubre) de la Procuraduría General de la República

Y si a la clasificación de feminicidios se añaden los asesinatos a mujeres en contextos


de violencia intrafamiliar y sexual que no son incluidos de momento, la tasa de
feminicidios en República Dominicana aumentaría, como deducen los investigadores de
la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en su boletín investigativo n. 84, por lo que
llaman “la caracterización de los homicidios desde la perspectiva de género”.

¿SON MÁS LOS FEMINICIDIOS?


Mientras la PGR sólo clasifica como feminicidios los asesinatos referidos a conflictos de
pareja, la ONE propone una perspectiva de género para caracterizar los homicidios, y
así incluir en la tipificación de feminicidio aquel asesinato a una mujer por el hecho de
ser mujer.
“Se debe tener en cuenta el contexto en el que ocurre el asesinato, la relación de la
víctima con el victimario, y las razones por la que se comete el crimen”, refleja el informe.
Así, además de los feminicidios íntimos, la ONE propone incluir como feminicidios
aquellos ocurridos en contexto de violencia intrafamiliar y violación sexual, lo que
aumentaría la tasa de lo conocido como feminicidio en República Dominicana.
“Los femicidios son la muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea que
tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación
interpersonal; en la comunidad, por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada
o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión”, señala la Organización de
Estados Americanos (OEA) en su Declaración sobre el femicidio.

Tabla sobre homicidios de mujeres de la Procuraduría General de la República, 2005-2017


Tabla de asesinatos de mujeres y feminicidios según la Procuraduría General de la República, 2005-2017
TRÁFICO DE MUJERES, PROSTITUCIÓN FORZADA Y ABUSO CONTRA
TRABAJADORAS DOMÉSTICAS.

Cada año miles de mujeres en todo el mundo son engañadas, coercidas, secuestradas
o vendidas en condiciones similares a la esclavitud y son obligadas a trabajar como
prostitutas, trabajadoras domésticas, trabajadoras en fábricas en condiciones de
explotación, o como esposas.
Las trabajadoras domésticas son vulnerables a las agresiones violentas, tales como el
maltrato físico y la violación, de parte de sus empleadores. Las mujeres migratorias se
encuentran especialmente en peligro puesto que los empleadores pueden retener sus
sueldos, pasaportes y documentos personales. Esto limita el movimiento de trabajadores
en los países en que los extranjeros están obligados a llevar prueba de su situación
jurídica, lo cual impide, por lo tanto, cualquier intento de reclamar protección en sus
embajadas.
En algunos países, las trabajadoras domésticas no están amparadas por las leyes
laborales. En los casos en que hay leyes vigentes, los trabajadores y trabajadoras
pueden no ser informados de sus derechos, especialmente en los países donde el idioma
del anfitrión les resulta desconocido o son separados de su grupo social.
En la República Dominicana, existe una Ley que dio creación al comité Interinstitucional
de Protección a la Mujer Migrante (CIPROM), conocida también como la Ley 86-99. Esta
Ley fue promulgada por el Presidente Leonel Fernández durante su período
gubernamental de 1996-2000 para velar por la aplicación de las políticas migratorias
puesta en vigencia por los Estados receptores y para proteger a la mujer migrante en
cuanto a leyes laborales, derechos humanos, fuentes de trabajo y planes de retorno en
interés de que se realice la mejor integración al desarrollo sostenible del país.
El Comité Interinstitucional de Protección a la Mujer Migrante se creó como fruto de la
necesidad de dar respuesta a la problemática de las dominicanas migrantes y en su
formación contó con la asesoría de la Organización Internacional para la Migración
(OIM).
La base internacional del CIPROM, parte de la Convención Contra todas Formas de
Discriminación Contra la Mujer, celebrada en 1979, en Belén Do Pará (Brasil) de la cual
el gobierno dominicano es signatario y la ratificó en 1995.

Además, el tema de la mujer migrante fue debatido en la Convención sobre los Derechos
Humanos, celebrada en Viena en 1994. En la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer,
celebrada en Beijing en 1995, se aprobó en el acápite J sobre la creación de mecanismos
institucionales de protección a la mujer migrante. La Secretaría de Estado de la Mujer en
el país, cumpliendo con estas resoluciones creó el CIPROM como mecanismo
interinstitucional para proteger los derechos de la mujer migrante.
COMPORTAMIENTO DEL CÍRCULO DE LA VIOLENCIA CONTRA LA
MUJER.
PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA: UNA PRIORIDAD DE SALUD
PÚBLICA.
Durante la 49ª Asamblea Mundial de la Salud en 1996, los Estados miembros
acordaron que la violencia es una prioridad de salud pública. La resolución 49.25 de la
Asamblea apoya las recomendaciones efectuadas en las conferencias internacionales
previas para acometer el problema de la violencia contra la mujer y la niña y abordar
sus consecuencias para la salud.

Las consecuencias de la violencia contra la mujer pueden no ser mortales y adoptar la


forma de lesiones físicas, desde cortes menores y equimosis a discapacidad crónica o
problemas de salud mental. También pueden ser mortales; ya sea por homicidio
intencional, por muerte como resultado de lesiones permanentes o SIDA, o debido a
suicidio, usado como último recurso para escapar a la violencia.
Existen tres razones que explican por qué la violencia contra la mujer debe ser un tema
prioritario para los trabajadores de salud:

 La violencia produce considerablemente padecimiento y consecuencias


negativas para la salud a una proporción significativa de la población femenina
(más de 20% en la mayoría de los países);

 Tiene un impacto negativo directo sobre varios temas importantes de salud,


como la maternidad sin riesgo, la planificación familiar y la prevención de las
enfermedades de transmisión sexual y la infección por el VIH/SIDA;

 Para muchas mujeres que han sido maltratadas, los trabajadores de salud son el
principal o único punto de contacto con los servicios públicos que pueden ofrecer
apoyo e información.
En nuestro país la taza de feminicidios crece de manera feroz , afectando a cada una
de las familias y Sociedad de nuestra república , es necesario que las instituciones y
organismos a cargo de regular este fenómeno, tomen en cuenta las siguientes
recomendaciones , para el buen manejo y bien estar de nuestra Sociedad.
Recordando que existe una necesidad real de establecer presupuestos acorde con las
necesidades, se recomendaría lo siguiente:

Acciones De Políticas Nacionales:


Gobierno:
 Incorporar a la agenda pública el tema del sexismo y sus consecuencias como de
atención especial, teniendo en cuenta la cantidad de feminicidios anuales en nuestro
país.
 Cumplir con los protocolos internacionales en materia de violencia contra la mujer y
violencia intrafamiliar, de los cuales el país es compromisario.

Secretaría de Estado de la Mujer


 Realizar campañas de sensibilización para romper los estereotipos sexistas que
propician la violencia de género y propulsar a los poderes públicos para que determinen
espacios en todos los medios de comunicación, que permitan la denuncia pública y la
condena de actitudes y comportamientos violentos masculinos hacia la mujer y sus hijos
e hijas.
 Realizar campañas y actividades públicas que reconozcan e incorporen la terminología
feminicidio y que la expliquen a toda la sociedad.
 Promover un presupuesto adecuado para desarrollar acciones hacia la erradicación de
la violencia de género a todos los niveles, en el país.
 Aplicar el Plan Nacional de Atención y Prevención de la Violencia Intrafamiliar.
 Coordinar acciones de atención y prevención contra la violencia hecha a la mujer y la
violencia intrafamiliar con las organizaciones de mujeres que trabajan el tema en el país
y reconocer el trabajo especializado que algunas han realizado en los últimos veinte
años.

Poder Judicial:
 Establecer un sistema de registro para los feminicidios que sea uniforme en el sistema
de justicia y que utilice el prefijo FEM, por oposición al prefijo HOM que tienen los
expedientes de asesinatos y muertes actualmente. Si se establece el prefijo sugerido, se
facilitarían informes anuales que recojan indicadores de importancia para establecer
programas especiales.
 Capacitar a todo el aparato operativo de la justicia en el conocimiento del feminicidio, sus
causas y consecuencias.
 Introducir las reformas legales necesarias para que el feminicidio sea tipificado como un
tipo de crimen especial.
 Crear un reglamento que determine el procedimiento de la ley 24-97.
 Impulsar la reforma legal que prohíba los abusos judiciales que favorecen la gratificación
de los feminicidas, tales como libertad provisional bajo fianza.
 Recrear los principios de victimología necesarios como referencia a la ley 24-97.
 Establecer la gratuidad de los servicios médicos y legales para quienes recurren a
las leyes 14-94 y 24-97.
 Introducir en la formación de jueces/zas, Ministerio Público, policías, abogados/as y
agentes sociales, la materia de violencia de género, intrafamiliar y el feminicidio.
 Prohibir la conciliación en materia de violencia de género y dar mayor cobertura
de seguridad a las medidas cautelares especificadas por la 14-94 y la 24-97.
 Elaborar protocolos policiales y sanitarios que sirvan de referente a los profesionales de
estas ramas, a la hora de abordar la problemática de la violencia de género.

Medicina Forense:
 Asegurar que el sistema de registro judicial sea homologado con el registro de Patología
Forense de manera que incluya los feminicidios, seguidos del suicidio del feminicida,
como casos de la justicia.
 Establecer la gratuidad de los servicios médicos y legales para quienes recurren a las
leyes 14-94 y 24-97.
 Elaborar protocolos policiales y sanitarios que sirva de referente a los profesionales de
estas ramas, a la hora de abordar la problemática de la violencia de género.
 Fortalecer los mecanismos de prevención de feminicidios, tales como ampliación de
Departamentos y personal especializado en la atención a casos de violencia contra la
mujer y violencia intrafamiliar, registro de datos de reincidencia, etc.
 Coordinar acciones de atención a masculinos agresores de mujeres, con la Secretaría
de Estado de Salud Pública y Asistencia Social.

Secretaría de Estado de Educación


 Incorporar en el sistema educativo, el Principio de la Igualdad, las relaciones de
cooperación entre los sexos y la no tolerancia hacia las actitudes y comportamientos que
generen violencia de género.
 Incorporar en los programas educativos el fomento de resolución pacífica de conflictos.
 Fomentar la investigación sobre el feminicidio en el país.
 Fomentar el desarrollo de una cultura de gestión que tengan en cuenta el género en
las empresas y las burocracias (incluida la ayuda internacional), para reemplazar a las
culturas de predominio masculino y, además, apoyar la realización de estudios
multidisciplinarios de las masculinidades y los roles masculinos, especialmente
la investigación sobre las condiciones sociales y culturales que producen una
masculinidad violenta y patriarcal.

Organizaciones No Gubernamentales
 Promover el desarrollo de alianzas entre las Organizaciones de mujeres, en el ámbito
nacional e internacional, así como con todas aquellas instituciones que están llamadas
a intervenir en los casos de violencia a mujeres, para coordinar y proyectar unidas un
activismo para la lucha, encaminado a eliminar la violencia de la vida de las mujeres. Así
como las coordinaciones de Abogacía que mantengan el reclamo en la sociedad entera
sobre los derechos de las humanas y de la niñez.
 Crear espacios de coordinación interinstitucional con otras ONG y OG, que implementen
las acciones comunes para la erradicación de la violencia.

La posición y condición de las mujeres no sólo define el grado de desarrollo socio-


económico de una nación, sino también su grado de desarrollo democrático. Según
señala lo emanado de la Convención Para la Eliminación de Todas Formas de
Discriminación Contra la Mujer, la discriminación por razón de género viola los principios
de la igualdad de derechos y del respeto a la dignidad humana..."
Las nuevas normativas sobre derechos humanos que se desprenden de esa Convención
y posteriormente ratificadas por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas de 1993 y otros instrumentos internacionales, no sólo amplían la
vigencia de estos a ámbitos que antes no se consideraban sujetos de derechos, sino que
además establecen diferencias entre la igualdad formal y la igualdad sustantiva. Se
reconoce así que los llamados Derechos Universales del Hombre -aún cuando
garantizan en términos formales la igualdad jurídica de hombres y mujeres- se definieron
a partir de la vida y experiencias de los hombres y no toman en cuenta las necesidades
y experiencias cotidianas de las mujeres.
Por tanto, y basándonos en esas experiencias, se recomienda lo siguiente:
 Ampliación de la democracia, basada en la participación efectiva de la ciudadanía y la
vigencia plena de los derechos humanos.
 Elaborar un Plan Nacional con garantías del Estado para el cumplimiento del principio de
la equidad de género.
 Mejorar las iniciativas gubernamentales para mejorar la condición social de la mujer.
 Enfrentar la violencia contra la mujer y asegurar un manejo adecuado de estos casos por
parte de las instituciones responsables (policía, fiscalía, hospitales, registros estadísticos
y otros).
 Velar por la aplicación de la Ley 24-97 y las otras que existen para eliminar toda forma
de discriminación contra la mujer.
 Promover la inclusión de la mujer en todos los ámbitos de reformas y modernización del
tren del Estado.
 Promover que cada vez más surjan lideresas capaces de participar en la política y los
torneos electorales.
 Propiciar la producción de informaciones estadísticas actualizadas que permitan
visibilizar las brechas e iniquidades de género en todos los ámbitos.
 Penalizar los medios de comunicación y profesionales vinculados en los casos que por
medio de campañas promocionales se utilice a la mujer como objeto o se le reduzca a
marginalidad social, intelectual, racial o económica.
 Sensibilizar a los organismos de aplicación de la justicia y el orden público para que los
casos de abuso y maltrato contra la mujer sean atendidos con la prontitud que ameritan
y de manera solidaria hacia la agredida.
 Introducir en el sistema educativo dominicano los temas de género para concienciar a la
familia desde la escuela.

La violencia contra la mujer como problema social

El dolo del feminicidio, está presente en la categoría masculinidad violenta, es el


resultado de una socialización en el sexismo y conforma una sintomatología socio
cultural compleja, fundamentada en el poder masculino sobre las mujeres,
caracterizando las violencias previas capaces de terminar en el asesinato de una mujer.
Por lo tanto, se definirá siempre como asesinato, por la premeditación implicada y la
característica de "muerte anunciada", sobre todo, en el caso de los feminicidios íntimos,
tal y como se verá más adelante. El hombre violento, que maltrata física o
emocionalmente, sabe que mata algún día, por lo tanto, mantiene una intención
permanente y dolosa.

El feminicidio se conforma en una violencia social contra las mujeres; en la sociedad se


acepta que haya violencia contra las mujeres, la sociedad ignora, silencia, invisibilidad,
desvalorizada, le quita importancia a la violencia contra las mujeres y a veces las
comunidades (familia, barrios, cualquier forma de organización social) minimizan la
violencia y tienen mecanismos violentos de relación y trato con las mujeres.
Cuando se habla de violencia intrafamiliar, debe preocupar a la sociedad entera su
trascendencia al entorno inmediato y el espacio ideal que constituye la familia para la
perpetuación del modelo cultural violento. Varios estudios indican que la violencia
doméstica contra la mujer tiene consecuencias para sus hijos/as, ya sea como testigos
o víctimas de ella. Estas consecuencias se traducen en problemas de conducta,
problemas escolares y falta de relación positiva con los compañeros (Jaffe, Wolfe y
Wilson, 1990) [9]. Los niños expuestos a la violencia contra sus madres tienen
igualmente dificultades de adaptación al medio escolar, incluyendo el ausentismo.
Además del hecho de ser testigos, la victimización de los niños también perpetúa el ciclo
de la violencia por otros caminos. Se sabe que los niños que sufren abusos sexuales
tienen una escasa autoestima, incapacidad para rechazar las relaciones sexuales no
deseadas y comportamientos autodestructivos, entre ellos el abuso del alcohol y las
drogas. Igualmente hay una estrecha relación con la depresión, otros problemas
mentales y el abuso posterior.
Instituciones de Apoyo en lo político cultural

Asociación Dominicana para el Desarrollo de la Mujer, Inc.

Diplomados CEG, INTEC y PACAM/PUCMM.

Inclusión género Escuela Nacional del M. P. titulados por la Universidad APEC.

Trabajo con empresas, CEG/INTEC y PROFAMILIA.

PROFAMILIA/NAM: programa de detección desde el 2001.

NAM/CURSA.

Ministerio de la Mujer.

La Secretaria de Estado de la Mujer (SEM).

CE-MUJER.

Confederación Nacional de Mujeres Campesinas (CONAMUCA).

Colectiva Mujer y Salud.

Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS).

Confederación Nacional de Trabajadores Unificados (CNTU).


CONCLUSIÓN
En el caso de la República Dominicana, existe la necesidad de una buena doctrina de la
ley 24-97, cuyo marco jurídico difiere del encuadre general de nuestro derecho: mientras
en éste se mantiene como principio la presunción de inocencia de la persona acusada,
en la aplicación de la ley 24-97, así como en la 14-94, hay que referirse a los principios
de la "victimología" que establecen cómo la víctima de delitos sexuales debe ser creída
y cómo su solo testimonio constituye la prueba, en el caso que sea sobreviviente. Esta
práctica produciría un cambio de actitud respecto a los crímenes contra las mujeres.
La debilidad en la práctica jurídica con estas legislaciones, relativamente nuevas, está
dada por la ausencia de pautas procedimentales claras, la falta de reglamentaciones con
sentido de género, pero sobre todo, por la inercia cultural de quienes administran y
operan en la justicia. Esta insensibilidad desde todo el sistema, favorece al agresor
sexual aún cuando el buen sentido debe reconocer la incriminación que es persistente,
estable en el tiempo, sin ambigüedades ni contradicciones.
Es alarmante como esto se les ha salido de las manos a las autoridades, que son las
responsables de darle protección a todas estas mujeres, que en su mayoría
posteriormente a su asesinato han acudido buscando protección y no la han conseguido.

Las mujeres han conseguido grandes logros en los últimos anos, cosa que
aparentemente no es bien vista por los hombres que en su gran mayoría son los
causantes de los feminicidios, el hombre dominicano la mayoría de bajo nivel educativo
no asimila que la mujer tenga DOMINICANA, evolucionado y no la pieza de palo que el
movía a su antojo cuando quería.

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