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DEJA EL PASADO

Dejar el pasado atrás: Un error muy recurrente de los cristianos, a la hora de


alcanzar promesas consiste en quedarse anclados en los sucesos que
ocurrieron en el pasado; llegando a dejarnos marcados en el presente. En
Filipenses 3:13-14, el apóstol Pablo nos enseña la importancia de dejar atrás el
pasado, para darle continuidad a las promesas que recibimos de parte de Dios
cuando nosotros recibimos a Jesucristo como salvador: “Hermanos, no pienso
que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago. Olvidando lo que
queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando
hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento
celestial en Cristo Jesús.” Esto fue importante en el éxito de Israel al alcanzar la
promesa de Dios. Israel se olvidó de cuatro siglos de esclavitud en Egipto y
cuarenta años en el desierto y finalmente entro a la Tierra que El Señor les
entregó.

2- El Esfuerzo: Todos sabemos que la pasividad usualmente no lleva a nada


productivo. Y esa premisa también aplica para alcanzar las promesas de Dios.
Los cristianos debemos ser activos. Es necesario hacer todo lo necesario para
alcanzar las metas que tenemos en nuestra vida y no desistir a mitad de camino.
Dios nos ordena continuar hasta el final por la consecución de las promesas; tal
cual como lo hizo con Josué después de la muerte de Moisés al decirle
imperativamente ¡levántate! (Josué 1:2).

3- Seguir la hoja de ruta de Dios: Para llegar a cumplir un objetivo, debemos


tener una guía para lograrlo. Para los cristianos, la Biblia es la guía por
excelencia para llegar a las promesas que Dios ha hecho a nuestras vidas por
varias razones:

a- Allí están descritas las promesas de Dios para la humanidad.

b- La biblia describe nuestra doctrina de manera correcta.

c- También indica el estilo de vida que Dios quiere que los cristianos adoptemos.

Como vivimos en tiempos donde las falsas doctrinas abundan en todas partes,
la Biblia se convierte la brújula que nos guía hacía las promesas. Cuando Josué
se dispuso a orientar a Israel para conquistar la tierra prometida, Dios le dijo que
tuviera en cuenta las escrituras existentes en ese momento para orientar al
pueblo (Josué 1:7-8).

4- La presencia de Dios: Para dar comienzo a la conquista de la Tierra


Prometida, Dios le indicó a Josué que a la hora de marchar, el Arca del Pacto,
símbolo de la presencia del Señor en aquellos tiempos (Josué 3:3-4). El líder del
pueblo israelí sabía la ventaja que significaba contar con la presencia de Dios.
Eso lo aprendió de Moisés. Él insistía que Dios debía acompañarlo en cada
campaña militar para garantizar la victoria (Éxodo 33: 12-15).
Así como Moisés y más adelante Josué, los cristianos debemos dejar de pensar
que somos totalmente autosuficientes. La Biblia nos enseña que contar con la
presencia de Dios es indispensable para alcanzar las promesas. Cuando los
creyentes contamos con el respaldo de Dios, ninguna adversidad podrá pasar
encima de nosotros; eso es una promesa de El Señor (Josué 1: 5 y 9).

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