1.1. Creación del beneficio especial de salida del país, y principales
efectos
El 8 de julio de 2014, se publicó en el diario oficial El Peruano la Ley N.°
30219, la cual crea y regula el beneficio especial de salida del país para extranjeros que cumplen pena privativa de libertad y modifica diversos artículos del D. Leg. N.° 703, Ley de Extranjería. La mencionada ley crea el beneficio especial de salida del país para internos extranjeros con penas menores a siete años, con el propósito de facilitar el proceso de reinserción social en su país de origen. De esta manera, esta ley recoge los requisitos que debe cumplir la persona que desea acceder al beneficio, así como el proceso para solicitarlo. Además señala la autoridad competente para el caso y el procedimiento para la concesión del beneficio especial, precisando que el director del establecimiento penitenciario es el encargado de recibir la solicitud del interno extranjero y formar el expediente administrativo, mientras que el juez que emitió la sentencia condenatoria es el órgano jurisdiccional que deberá evaluar el otorgamiento del beneficio especial.
A través de la Ley N° 30219, se crea el beneficio especial de salida del
país para internos extranjeros que cumplen pena privativa de libertad por condenas menores de siete años en cualquier establecimiento penitenciario del territorio nacional, con el propósito de facilitar el proceso de reinserción social en su país de origen. Según la exposición de motivos de dicha norma, la idea de esta iniciativa es contribuir a la solución del hacinamiento carcelario, debido a la insuficiente infraestructura y modernización con que cuentan algunos establecimientos penitenciarios. Todo penado tiene acceso a los beneficios penitenciarios en atención a su evolución positiva, teniendo en cuenta que el fin de la pena privativa de libertad es la reeducación y la reinserción. Por la admisión del pedido de beneficio, se basa en la acreditación de la concurrencia de buena conducta, el trabajo, la participación del interesado en las actividades de reeducación y reinserción social y la evolución positiva en el proceso de reinserción. No obstante ello, esta medida tiene por objeto principal atender una problemática estructural del sistema penitenciario peruano, pero no se enfoca en la naturaleza del beneficio penitenciario que es establecer incentivos para la resocialización y reinserción del penado.
1.2. Requisitos para acceder al beneficio especial
En cuanto a los requisitos para acceder al beneficio especial, la norma materia
de comentario ha establecido los siguientes:
a) Que la condena que se le impuso no sea mayor de siete años de pena
privativa de libertad, siempre que se trate de la primera condena.
b) Que haya cumplido de manera efectiva la tercera parte de la condena.
c) Que el delito por el cual fue condenado no tenga prohibido el beneficio
penitenciario de liberación condicional ni semilibertad.
A fin de acceder al beneficio especial de salida, el interno extranjero beneficiado
debe acreditar que las disposiciones de la sentencia hayan sido satisfechas o garantizadas, especialmente tratándose de la pena de multa y reparación civil. No obstante, puede solicitar al juez de la causa la reducción o exoneración del pago de la reparación civil o multa, siempre que cumpla con los siguientes supuestos:
a) Que el agraviado sea solo el Estado o, en su defecto, que el sentenciado
haya satisfecho completamente la reparación civil fijada expresamente en la sentencia a favor de otros agraviados, salvo que se haya dispuesto la reducción o exoneración del pago, de conformidad con lo señalado en este artículo. b) Que el sentenciado acredite razones humanitarias debidamente fundadas o carezca de medios económicos suficientes, previo informe socioeconómico del funcionario competente del Instituto Nacional Penitenciario que corrobore tal situación.
1.3. Procedimiento para el inicio de la solicitud de acceso al beneficio
especia
El texto del artículo 3 de la ley, prescribe que el interno extranjero que
cumple pena privativa de libertad en un establecimiento penitenciario del territorio nacional, y que cumpla con los requisitos del artículo 2, podrá presentar, ante el director del establecimiento penitenciario, una solicitud expresa y voluntaria para la concesión del beneficio especial de salida del país. A reglón seguido se señala que el director se encuentra facultado a rechazar el pedido si verifica que el interno extranjero no cumple con alguno de los requisitos del artículo 2 de la ley. El artículo 4 de la ley se refiere a la formación del expediente administrativo para el otorgamiento del beneficio especial de salida del país. Señala esta norma que, cumplido los requisitos del artículo 2 de la ley, el director del establecimiento penitenciario tendrá un plazo de treinta días para elaborar el expedienten administrativo adjuntando la solicitud del interno extranjero, además, este expediente debe contener los siguientes documentos:
a) copia certificada de la sentencia, con la constancia de haber quedado
consentida o ejecutoriada; b) certificado de no tener proceso pendiente con mandato de detención a nivel nacional; c) certificado de cómputo laboral o estudio, si lo hubiera; d) informe detallado del grado de reinserción social del extranjero, de acuerdo a la evaluación del Consejo Técnico Penitenciario; y, e) certificado consular que acredite arraigo domiciliario en su país de origen. Además de estos requisitos formales que deben anexarse al expediente administrativo para elevar al órgano jurisdiccional, el interno extranjero debe adjuntar a su solicitud y al expediente administrativo un documento cierto que acredite que cuenta con los recursos económicos suficientes para retornar a su país de origen. La Ley N.° 30219, precisa además que este beneficio será otorgado por el juez que conoció el proceso, quien recibirá el expediente administrativo elaborado por la autoridad penitenciaria (art. 5). Se regula de esta manera que una vez conformado el expediente administrativo, el director del establecimiento penitenciario en un plazo de diez días lo remitirá al conocimiento de juez. Una vez recibido el expediente administrativo el órgano jurisdiccional, en un plazo no mayor a quince días, convocará a una audiencia para resolver la solicitud del beneficio especial de salida. La norma señala que la audiencia se realizará con la presencia obligatoria del interno extranjero, su defensa y el Ministerio Público, aunque se contempla que excepcionalmente se podrá convocar a la audiencia al jefe del Consejo Técnico Penitenciario.
1.4. Revocación en el beneficio especial de salida
Asimismo, se establece que el beneficio especial de salida es revocado en los
siguientes casos:
a) Cuando el interno extranjero beneficiado reingrese al país, dentro del
período de impedimento de retorno, de manera clandestina, fraudulenta o incumpliendo las disposiciones del Decreto Legislativo 703, Ley de Extranjería.
b) Cuando el interno extranjero beneficiado cometa un nuevo delito durante
el período del cumplimiento de su condena y le resulte aplicable la legislación penal peruana. Como se aprecia, en este beneficio, sería suficiente que el condenado extranjero condenado a una pena no mayor a 7 años de pena privativa de la libertad, haya cumplido efectivamente la tercera parte de la condena para que goce, no de una semilibertad (sujeta a reglas de conducta), sino a una libertad plena, dado que este beneficio especial de salida del país, no prevé ninguna regla de conducta en su país, o sujeta a control por las autoridades pertinente. Si bien es cierto que en la exposición de motivos se hace referencia a la posibilidad de que el sancionado pueda cumplir con su condena efectiva en su país de origen, también lo es, que esta norma no desarrolla ningún aspecto que permita inferir que quien sale del país vaya a cumplir el resto de su pena en el país a donde se le envía.
Asimismo, solo se prevé la revocación del beneficio cuando el interno
extranjero beneficiado reingrese al país dentro del periodo de impedimento de retorno, de manera clandestina, fraudulenta o incumpliendo las disposiciones de la Ley de Extranjería; o cuando el interno extranjero beneficiado cometa un nuevo delito durante el periodo del cumplimiento de su condena y le resulte aplicable la legislación penal peruana. Es decir, no está sujeto a reglas de conductas en específico que permita garantizar los fines de reinserción y readaptación social que comentáramos líneas arriba. Otro aspecto a considerar es el relacionado a la posibilidad de que el extranjero que haya cursado pena por tráfico ilícito de drogas a través de la modalidad de correo humano (artículo 290 del Código penal) sea beneficiado con esta esta medida. Sobre el particular, podemos señalar que esta regla resulta contradictoria con lo establecido en la Ley 30054 que establece la prohibición de los beneficios penitenciarios de redención de la pena, semilibertad y liberación condicional, a los condenados, entre otros, por el delito de tráfico ilícito de drogas contemplado en el art. 296° (correos humanos). Ya que por un lado, restringe el acceso a estos tipos de beneficios contralados; y por otro, abre la posibilidad de que los condenados puedan gozar de plenas libertades por el solo hecho de salir del país cumpliendo con las condiciones exigidas para obtener el beneficio. Sobre el particular, consideramos que las razones pueden ser justificadas, ya que la realidad nos indica que los extranjeros tienen escasa posibilidad de acceder a la cercanía de sus familias y conocidos y están sometidos aun ambiente carcelario inadecuado. Sin embargo, consideramos que no resulta correcto distorsionar la naturaleza de los beneficios penitenciarios, y además, generar un sistema que no garantiza al menos un mínimo de conducta que asegure que el beneficiado no volverá a delinquir o al menos tenga menos incentivos para hacerlo. Por el contrario, se genera un régimen de libertad no controlado. También es importante señalar que este tipo de beneficio o medida permite que los sentenciados extranjeros por el tipo básico de lavado de activos y de integrantes de una organización, se vean favorecidos; a pesar de que en sus normas especiales, los beneficios penitenciarios comunes les han sido restringidos o prohibidos14. De este modo, si un extranjero que purga condena por lavado de activos o por pertenecer a alguna organización criminal, accede al beneficio, podría gozar de todas sus libertades en su país de origen, lo cual no asegura que en dicho país siga ejerciendo actividades ilícitas o que goce de los beneficios a los que accedió a través del delito. Según se aprecia, con el beneficio el Estado, se vería liberado de la responsabilidad de tener en sus centros penitenciarios a los sentenciados extranjeros lo cual tiene repercusiones favorables en cuanto a gastos económicos y gestión de la infraestructura y capacidad de los centros de reclusión; sin embargo, puede abrir la posibilidad de que los delincuentes se aprovechen de este beneficio y se trasladen a su país u otros países a seguir ejerciendo actividades ilícitas, puesto que la salida del país no está sujeta a medidas de control en concreto.
1.5. Criterios político-criminales declarados por el legislador para la
creación del beneficio especial de salida del país La Ley N.° 30219
Se sustenta básicamente en el Proyecto de Ley N.° 1830/2012-PE presentada
por el Poder Ejecutivo, el cual proponía la ley de creación y regulación del beneficio especial de salida del país para extranjeros en determinados supuestos de cumplimiento de su condena. Que ha tenido el dictamen recaído en los proyectos de ley N° 1568/2012-CR y N.° 1830/2012-PE, de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso de la República, que generó la ley bajo comentario.
1.5.1. Sustento de la iniciativa legislativa del beneficio especial de salida
del país.
El dictamen sustenta la iniciativa legislativa atendiendo a dos razones que hacen
que se ofrezca un marco normativo a los internos extranjeros a efectos de gozar de este beneficio de salida del país en el territorio de su país de origen:
a) La crisis del sistema carcelario debido al hacinamiento, falta de
infraestructura, corrupción, ausencia de seguridad, auto-control y desgobierno.
b) Las dificultades que enfrentan los presos extranjeros en las cárceles
peruanas, que los ubica en una situación de vulnerabilidad con respecto al resto de la población penitenciaria, y los obstáculos para salir de país al cumplimiento de la pena.
1.6. Finalidad y justificación para la incorporación del beneficio especial
de salida del país
En cuanto al primer aspecto se hace alusión “[…] a la crítica situación que
actualmente viene afrontando el gobierno en materia de política penitenciaria”, y que las principales manifestaciones de este fenómeno son: “[…] el hacinamiento carcelario, la insuficiente infraestructura y modernización con que cuentan algunos establecimientos penitenciarios, los permanentes casos de corrupción presentados principalmente a nivel del personal penitenciario, reformas salariales más equitativas y proporcionales, la ausencia de seguridad, el autocontrol y desgobierno, entre otras de similar naturaleza”. Sosteniendo que ahora las principales iniciativas para hacer frente a esta problemática “han estado dirigidas a realizar un proceso de sobre criminalización punitiva y un endurecimiento restrictivo a los beneficios penitenciarios de muchos delitos; en alguno de ellos, incluso, con una clara tendencia hacia su progresiva y sistemática eliminación”. En lo que respecta al segundo aspecto, esto es, las dificultades que enfrentan los presos extranjeros para salir de país, se asevera que actualmente existen 1604 internos extranjeros purgando condena en el país de un total de 61,390 personas privadas de libertad, esto es los extranjeros representan el 3% de la población penitenciaria, siendo las principales nacionalidades de estos extranjeros española, colombiana y mexicana, y que existen extranjeros de otras 67 nacionalidades que suman 568 internos, muchos de los cuales, no cuentan con representación diplomática en el Perú, además de no contar con el conocimiento del idioma castellano, se sostiene en el dictamen de ley que esta situación genera: “[…] condiciones de especial vulnerabilidad y particularidad que sufren los extranjeros presos en nuestro país, expresados en el desconocimiento del idioma, en su desvinculación con la sociedad peruana y en su inestabilidad económica; justifica con mayor urgencia y necesidad la aprobación de esta medida legislativa”.
1.7. La incorporación del beneficio especial de salida del país no cumple
con la finalidad de “Ejecución del cumplimiento de la condena en el país de origen”
Sin embargo al realizar un análisis pormenorizado del texto de la Ley
N°30219, se constata que en realidad no se trata de un supuesto de cumplimiento de pena en el extranjero, donde el interno extranjero sea trasladado a algún establecimiento penitenciario de su país de origen y culmine la ejecución de la pena impuesta en el Perú, como sucede, por ejemplo, en lo dispuesto en el artículo II. del Tratado sobre personas condenadas entre la República del Perú y la República de Chile, “una persona condenada en uno de los Estados parte podrá, con arreglo a lo dispuesto en el presente tratado, ser trasladada al otro Estado parte para cumplir la condena que se le haya impuesto. A tal efecto, podrá expresar, bien al Estado trasladante bien al Estado receptor, su deseo de que se la traslade en virtud del presente Tratado”. Se precisa además, en el artículo XIII.1 del referido tratado internacional, que “la ejecución de la pena de la persona condenada trasladada se cumplirá de acuerdo a las normas del régimen penitenciario del Estado receptor. En ningún caso puede modificarse por su naturaleza o por su duración, la pena privativa de libertad pronunciada por el Estado trasladante”, prescribiendo además en su artículo XIV que con el objeto de cumplir con los propósitos del tratado, cada una de las partes adoptará las medidas y procedimientos necesarios a fin de dar cumplimiento a la sentencia con pena privativa de libertad impuesta por el Estado trasladante.
Existe entonces, una diferencia sustancial entre el instituto de traslado de
presos extranjeros para el cumplimiento de condenas en sus países de origen y el instituto creado por la Ley N.° 30219, en el primero se busca que el interno extranjero, condenado por el Estado trasladante, cumpla su condena en un establecimiento penitenciario de su Estado de origen (Estado receptor), partiendo de la concepción de que el cumplimiento de las condenadas en el medio social de origen, es el ámbito más adecuado para favorecer la reinserción social de las personas condenadas9, pero respetando el principio de preservación y estricto cumplimiento de la pena privativa de la libertad impuesta por el Estado trasladante, sin modificación alguna; a diferente del instituto creado por la Ley N.° 30219, donde no existe cumpliendo de la condena en el extranjero, ni respeto a la condena impuesta en el Perú, ya que como veremos con detenimiento más adelante es en realidad una mera expulsión del extranjero sin haber cumplido la totalidad de la condena y sin sujeción a ninguna autoridad judicial o penitenciaria de su Estado de origen, en suma, se trata de una reducción o perdón de la pena condicionado únicamente al no retorno del extranjero al Perú. No existe por tanto ningún acuerdo internacional de por medio, ni se inscribe en el ámbito de la cooperación internacional, se trata de un acto unilateral del Estado peruano que busca favorecer a los internos extranjeros para supuestamente enfrentar la crisis carcelaria (hacinamiento y corrupción) y remediar la situación de vulnerabilidad de los presos extranjeros en nuestro país, por supuestamente desconocer el idioma y no contar con delegaciones diplomáticas en el Perú.
1.8. La incorporación del beneficio especial de salida del país no cumple
con las justificaciones político-criminales aducidas por el legislador De otro lado, no resultan atendibles las justificaciones político-criminales aducidas por el legislador, respecto a que estamos frente a una crisis carcelaria (hacinamiento y corrupción), ya que, los internos extranjeros, según las propias estadísticas aportados en el dictamen de ley, representan tan solo el 3% de la población penitenciaria y aun excarcelando a toda esta población de internos extranjeros, no incidiría en forma determinante en el fenómeno de hacinamiento que sufren nuestras cárceles, más aún cuando la cantidad de internos extranjeros que puedan llegar a cumplir los requisitos establecidos por la ley, en especial que tengan una pena privativa de libertad menor a siete años, hace que el porcentaje de población penitenciaria potencialmente beneficiaria se reduzca de manera importante. El hacinamiento no se combate con la excarcelación de presos extranjeros que tienen poca incidencia en el total de la población penitenciaria, una respuesta a este problema pasa por, entre otras medidas, la construcción de más centros penitenciarios, conforme se extrema en el documento elaborado por el Ministerio de Justicia denominado “10 Medidas de Reforma del Sistema Penitenciario” donde se precisa lo siguiente: “Las medidas, sin duda, apuntan a la construcción de nuevos penales y ampliación de los existentes. La meta para el 2012 es ampliar la cobertura en más de 3,500 plazas, sí como iniciar la construcción de dos nuevos penales y luego 2 penales por año (12,500 plazas). Al mismo tiempo que se continuará con la ampliación y mejoramiento de los penales existentes con 71 proyectos de inversión. Esto implica que a julio de 2016 el INPE habilitará 31,144 nuevas plazas de reclusión, con lo que llegaremos a 59,394 mil plazas como cobertura carcelaria. Es un esfuerzo que va a implicar una inversión pública que alcanza la suma de mil ochocientos millones de nuevos soles”10, metas proyectadas al inicio de este gobierno que, como sabemos, no se han cumplido. En la misma perspectiva el 2011, la Defensoría del Pueblo constata lo siguiente: “En los últimos años, la situación penitenciaria ha estado marcada por la sobrepoblación y hacinamiento, así como por la carencia de recursos en la administración penitenciaria, que no le han permitido atender de manera adecuada los programas de tratamiento de las personas privadas de libertad ni garantizar sus derechos elementales, como la salud”. Constatando que el hacinamiento es causado por la insuficiencia de la capacidad de albergue de los establecimientos penitenciarios. Entre las medidas que pueden contribuir a superar los niveles de hacinamiento y sobrepoblación carcelaria, la Defensoría del Pueblo recuerda que “[...] bajo el modelo acusatorio, la prisión o detención preventiva es una medida cautelar que se aplica con carácter excepcional y, siempre que existan los elementos que sustenten esa medida, lo cual tiene un impacto positivo en el sistema penitenciario porque contribuye a evitar la sobrepoblación y hacinamiento carcelario”.
Decreto No. 65-96 Que Aprueba El Reglamento para La Ejecución de Las Multas Impuestas Por Los Tribunales A Personas Que Hayan Agotado Las Penas Privativas de Libertad