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MATERNO INFANTIL
Como mujer tienes derecho a: f Acceder a los servicios de salud en igualdad de condiciones y
oportunidades. f No sufrir discriminación o algún tipo de violencia en los centros de salud, ya sean
públicos o privados. f Ser beneficiada por el Sistema de Protección Social en Salud, sin importar tu
origen étnico, condición socioeconómica y cualquier otro tipo de preferencia o ideología
personales. f Ser atendida en instituciones y centros de salud que cuenten con infraestructura,
insumos, medicamentos y personal médico adecuados. f Gozar de un medio ambiente sano y con
las condiciones sanitarias apropiadas para tu desarrollo. f Recibir información en materia de
planificación familiar, salud sexual y reproductiva. f Recibir la atención oportuna durante el
embarazo y el parto, para disminuir la mortalidad materna. f La detección y atención de
enfermedades como el cáncer mamario y cérvico-uterino.
“Toda persona tiene derecho a la protección de la salud” Artículo 4o. de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos El derecho a la salud es un derecho humano que debe ser ejercido
por igual entre mujeres y hombres, y consiste en garantizar un estado de bienestar físico,
psicológico y social, así como la igualdad en el acceso y la calidad en la atención médica. Uno de
los requisitos más importantes para alcanzarlo es la eliminación de la discriminación contra las
mujeres en los servicios de salud. Existen diferentes leyes nacionales e instrumentos
internacionales que protegen el derecho a la salud de las mujeres en el marco de la no
discriminación y de la igualdad real de oportunidades entre mujeres y hombres.
América Latina
Esto explica por qué, en 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas consideró la reducción de la
mortalidad materna como una de las metas contempladas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio
(ODM); acordando una reducción del 75% para 2015 en América Latina. No obstante, la región
presenta un panorama complejo en cuanto a los modos en que el acceso desigual de las mujeres a la
salud reproductiva compromete el alcance de esa meta. El CLAM recogió datos concernientes a
algunos países de la región y consultó especialistas para que interpretaran estas informaciones. A
continuación, presentamos un panorama de la situación en Chile, Uruguay, Brasil, Argentina, México y
Colombia, siguiendo el criterio de menor a mayor Razón de Mortalidad Materna.
De acuerdo con el citado informe de la CEPAL, México y Colombia registraban la misma Razón de
Mortalidad Materna en 2008: 85 muertes por 100.000 n.v. En el caso del primer país, esta información
se contradice con los datos reportados por la Dirección General de Información en Salud (DGIS) de la
Secretaría de Salud, que registran un descenso de 66,7 en 2003 a 57,2 muertes por 100.000 n.v. en
2008. Estadísticas oficiales del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGySR)
apoyarían los datos de la CEPAL, al señalar que el porcentaje de muertes maternas ocurridas en
establecimientos de salud se incrementó de 86% en el 2004 a 88% en el 2008, lo que evidenciaría una
tendencia al aumento y no a la disminución. De acuerdo con información proporcionada por el SINAIS
(Sistema Nacional de Información en Salud), esta divergencia podría explicarse debido a que solamente
50% de las muertes maternas ocurridas entre 2004 y 2007 fueron reportadas como egresos
hospitalarios en la Secretaría de Salud de México, lo que evidenciaría un problema de subregistro
similar al de Brasil.
Para la demógrafa Ivonne Szasz, estas cifras plantean un panorama complejo para la prevención futura
de la mortalidad materna, debido a la actual reducción de gastos públicos del sector salud. Si
bien “abatir la sepsis puerperal fue relativamente sencillo, actualmente se requieren servicios
especializados y mayor expansión de la infraestructura rural, lo que genera altos costos”, explica la
docente e investigadora del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de
México. La preeclampsia-eclampsia y la hemorragia posparto, las dos principales causas de mortalidad
materna, pueden prevenirse parcialmente, afirma, para lo cual se requieren “traslados oportunos a las
unidades con bancos de sangre y mejoramiento de la capacidad para realizar transfusiones –que son
escasas y están concentradas en zonas urbanas– o atención especializada oportuna en el momento del
parto –lo que requiere incrementar el número de especialistas y equipos en las zonas más apartadas–”.
Szasz, quien coordinó el libro Salud reproductiva y condiciones de vida en México (2009), considera
llamativas las bajas cifras reportadas de mortalidad por aborto, dado el marco legal altamente
restrictivo que impera en el país, con excepción del Distrito Federal. Cita la investigación reciente de
Juárez y colegas (2010), que registraron un aumento en la tasa de aborto estimada para mujeres de 15
a 44 años de 25 a 33 por cada mil mujeres entre 1990 y 2006. Por lo que considera que las bajas cifras
de mortalidad por aborto pueden deberse a que la concentración de la interrupción voluntaria del
embarazo se concentra en la población de sectores medios y altos, “que son los que pueden pagar
servicios privados de buena calidad”, revela la experta. En su opinión, “esto implica que las mujeres
mexicanas que interrumpen sus embarazos tienden a hacerlo, por ahora, con métodos relativamente
seguros”. No obstante, aclara que la tendencia al aumento de la interrupción voluntaria de los
embarazos sigue siendo “uno de los grandes desafíos futuros, que requiere cambios en las legislaciones
sobre aborto más allá del Distrito Federal y mejor acceso a la anticoncepción para las personas
jóvenes”.
En el mes de julio fue presentada en la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas en México
una evaluación sobre avances de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en ese país. En esa
oportunidad, Magdy Martínez Solimán, representante residente del Programa de Naciones Unidas para
el Desarrollo, mencionó que de continuar la tendencia en los últimos años, el país no podrá cumplir con
el objetivo referente a la reducción de muertes maternas, que, en este caso, supone una reducción a
menos de mil fallecimientos totales por año. Al respecto, en una evaluación de las cifras reportadas
durante el primer semestre de 2011, el Observatorio de Mortalidad Materna en México, ente formado
por instituciones académicas y de la sociedad civil de diferentes estados de la República mexicana,
indicó que en los primeros cuatro años de la década pasada, la razón de mortalidad materna (RMM) se
redujo en 4 por ciento anual, cuando se requería al menos 5 por ciento de disminución para llegar al
2015 con una RMM no mayor a 22 por cada 100.000 n.v. De acuerdo con los datos del último año,
ahora la exigencia es mayor pues, para alcanzar la meta en 2015, se requiere por lo menos un descenso
promedio de 7,5% anual.
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