Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
IN>i un
lado estas conferencias y artículos son una introducción .il
pensamiento de Agamben. En ellos se vuelve sobre conceptos
centrales de su obra (homo sacer, soberanía, forma-de-vid.» c G io r g io Ag am ben
infancia) y se ponen en juego los planos del pensamiento sobi c
los que despliega su filosofía: teología y filosofía política pero
también estética y lingüística. Por otro lado, los textos recogi T e o l o g ía y l e n g u a je
dos se proponen como estaciones en la bibliografía del autor.
Del poder de Dios al juego de los niños
Cada uno a su modo dialoga con la obra-Agamben y, por eso,
podrían ser pensados como pre-textos, como cajas de resonan
cias textuales. En este sentido el lector ya experimentado en el
pensamiento agambeniano podrá leer Teología y lenguaje como
un conjunto de propuestas, como una serie de proto-libros
i i adiic cor
imaginarios.
M a l(.»■> K.ii.»
ISBN 978-987-1501-40-3
78987 501403
LAS C U A R E N T A
Giorgio Agamben
G io r g io Agam ben
C o l e c c i ó n Mitma
T e o l o g ía y le n g u a je
DEL PODER DE DIOS
AL JUEGO DE LOS NI ÑOS
G i o r g i o Ag a m b e n
LAS C U A R E N T A
L
Agamben, Giorgio
Teología y lenguaje : del poder de Dios al juego de los niños
. - la ed. - Buenos Aires : Las Cuarenta, 2012.
72 p .; 21x13.5 cm. - (Mitma)
CDD 190
Teología y lenguaje
Giorgio Agamben
© Las cuarenta, 2012
Puan 376, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
www.lascuarentalibros.com.ar
Primera edición
ISBN 978-987-1501-40-3
Matías H . Raia
O toño de 2012
Bataille y la paradoja de la soberanía'
dad, teniendo el poder legítimo de suspender la validez de Con una dificultad similar se había debatido mu
la ley, se coloca legítimamente por fuera de ella.” Por eso, chos años antes otro pensador del éxtasis, el Schelling
la paradoja de la soberanía se puede también formular de de Filosofía delta revelazione, que confió en el éxtasis y el
este modo: “la ley está fuera de sí misma, está fuera de ley; anonadamiento de la razón en la tarea decisiva de pen
o: yo, el soberano, que estoy fuera-de-ley, declaro que no sar lo que anticipa al pensamiento. La dificultad, que está
hay fuera-de-ley.” aquí en cuestión, es, en realidad, incluso más antigua que
Esta paradoja es muy antigua y, si se observa atenta su formulación como paradoja de soberanía. Esta se re
mente, está explícito en el mismo oxímoron que se en m onta a la dualidad que está implícita en el mismo modo
cuentra en la expresión: el sujeto soberano. El sujeto (esto en el que la filosofía occidental intentó pensar al ser (en
es, aquello que etimológicamente está sub) es soberano (es, este sentido, Bataille tenía razón en hablar de “soberanía
por eso, aquello que está sobre). Y tal vez el térm ino sujeto del ser”): el ser como sujeto, materia, upokeityuimenon, y
(en conformidad con la ambigüedad de la raíz indo-euro el ser como forma, eidoV; el ser que está desde siempre
pea de la que derivan las preposiciones latinas de sentido presupuesto y el ser que está completamente en presen
opuesto super y sub) no tiene otro significado que esta pa cia. Aristóteles piensa esta dicotomía como dualidad de
radoja, este demorarse donde no está. potencia, dunamiV, y de acto, energeia. Nosotros estamos
Si esa es la paradoja de la soberanía, ¿podemos decir, en habituados a pensar el término potencia sobre todo en el
tonces, que Bataille, en su apasionada tentativa de pensar sentido de fuerza, de poder. Pero la potencia es ante todo
la comunidad, consiguió romper el círculo? Intentando potentia passiva, pasión en el sentido etimológico de pa
pensar más allá del sujeto, intentando pensar el éxtasis decimiento, pasividad, y sólo en un segundo momento
del sujeto, pensó, en verdad, solamente su límite interno, potentia activa y fuerza.
su antinom ia constitutiva: la soberanía del sujeto, el estar Desde esos dos polos a través de los cuales la filosofía
sobre lo que está sub. Es cierto que el propio Bataille se pensó al ser, el pensamiento moderno, de Nietzsche en
da cuenta de esta dificultad. Puede decirse, por el contra adelante, pensó constantemente el de la potencia. Por eso
rio, que toda la Expérience intérieure, tal vez su libro más en Bataille -y en pensadores, como Blanchot, que le son
ambicioso, es el intento de pensar esta dificultad, que en más próxim os- es decisiva la experiencia de la pasión, del
cierto punto lo formula como un sostenerse de pie “sobre déchainernent des passions [desencadenamiento de las pa
la punta de un alfiler”. Pero -y la imposibilidad de llevar siones] del que se desprende el sentido último de lo sa
a cabo su proyectado trabajo sobre la soberanía es prueba grado. Y que esta pasión fuera entendida en el sentido de
de eso- Bataille no logró llegar al final. Y es tom ando con la potentia passiva, en más de una oportunidad Kojéve lo
ciencia de este límite esencial que podemos esperar obte subraya, indicando como clave de la Expérience intérieure
ner la exigencia más propia de su pensamiento. el pasaje en el cual se dice que l ’expérience intérieure est le
contraire de Taction [la experiencia interior es lo contrario medida el pensamiento de la pasión puede liberarse tanto
de la acción]”. del acto como de la potencia? ¿La pasión sin sujeto está
Pero como el pensamiento de la soberanía no puede verdaderamente más allá de la subjetividad pura como
salir de los límites de la antinomia de la subjetividad, así potencia de sí? ¿En qué comunidades se puede pensar a
el pensamiento de la pasión es todavía pensamiento del partir de eso, que no sean simplemente una comunidad
ser. El pensamiento contemporáneo, intentando superar negativa?
el ser y el sujeto, abandonó la experiencia del acto, que in Es probable que en tanto no podamos responder estas
dicó por siglos el vértice de la metafísica, pero sólo para preguntas -y estamos todavía lejos de poder hacerlo- el
exasperar e impulsar al extremo la polaridad opuesta de la problema de una comunidad hum ana libre de presupues
potencia. De este modo, sin embargo, este no va más allá tos y sin más sujetos soberanos no pueda ni siquiera ser
del sujeto, sino que lo piensa como la forma más extrema propuesto.
y al extremo: el puro estar sub, o pathos, lapotentiapassiva,
sin conseguir destruir el nexo que la mantiene ligada a su
polo opuesto.
El vínculo que mantiene juntos potencia y acto no es,
en verdad, algo simple y tiene su nodo indisoluble en este
“don del sí mismo a sí mismo” (epidodiVeiVauto) que un
enigmático pasaje de Aristóteles {De an., 417 b) presen
ta en estos términos: “Sufrir (pascein) no es un término
simple sino que, por una parte, es una certera destrucción
ijqora) por obra del contrario, y por la otra es más bien la
conservación (svteria) de lo que está en potencia en lo que
está en acto... y esto no es un volverse otro en sí, porque
hay don del sí mismo al sí mismo y para el acto.”
Si volvemos ahora a la anécdota benjaminiana de la que
partimos, ¿podemos decir, en la medida en que todavía
estamos en este pensamiento de la pasión y de la potencia,
que trabajamos fuera sino, ciertamente, del fascismo, al
menos de aquel destino totalitario de Occidente, el que
Benjamín tenía en mente con su advertencia? ¿Podemos
decir que escojemos la paradoja de la soberanía? ¿En qué
Por una filosofía de la infancia
Por una filosofía de la infancia