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Asociación de características de trastorno del desarrollo de la coordinación con

características de trastornos del aprendizaje en una muestra de niños colombianos


Resumen:
El trastorno del desarrollo de la coordinación corresponde a un trastorno del
neurodesarrollo relacionado con problemas motores que afectan el desempeño de los
niños en actividades de la vida diaria, actividades a nivel escolar para el desarrollo de
escritura, lectura y cálculo matemático, además de afectar también habilidades para la
interacción social. Por ello, se constituye en un problema de salud pública, ya que tiene
repercusiones en diferentes esferas del desarrollo: motor, cognitivo, psicosocial y
emocional. Es frecuente encontrar comorbilidad del trastorno del desarrollo de la
coordinación con otros trastornos del desarrollo infantil, por esta razón, se desarrolló esta
investigación, cuyo objetivo fue determinar la asociación de características de trastorno
del desarrollo de la coordinación con características de trastornos del aprendizaje. Se
desarrolló un estudio descriptivo y de asociación con 560 niños de 6 a 12 años de edad,
aleatorizados en instituciones educativas, en 4 ciudades colombianas. Se realizó
aplicación de los instrumentos Cuestionario para Trastorno del Desarrollo de la
Coordinación y Cuestionario de Evaluación de Problemas de Aprendizaje. Se realizó
análisis descriptivo univariado para caracterización sociodemográfica, y prueba de
asociación con coeficiente de correlación de Spearman. Los resultados determinaron una
asociación moderada y estadísticamente significativa entre las características de ambos
trastornos (rho= -0,437; p<0,001). En conclusión, los niños con características de
trastorno de coordinación pueden tener asociadas características de trastornos del
aprendizaje, por lo tanto es relevante realizar procesos evaluativos integrales para
determinar dificultades motoras y cognitivas, y así poder desarrollar procesos de
intervención coherentes con sus múltiples necesidades.
Palabras clave: Trastornos de la destreza motora, Trastornos del aprendizaje,
Comorbilidad, Niño.

Association between the characteristics of developmental coordination disorder with


characteristics of learning disorders in a sample of colombian children
Abstract:
The developmental coordination disorder corresponds to a neurodevelopmental disorder
related to motor problems that affect the performance of children in activities of daily
living, activities at the school level for the development of writing, reading and
mathematical calculation, besides affecting also skills for social interaction. Therefore, it
constitutes a public health problem, since it has repercussions in different areas of
development: motor, cognitive, psychosocial and emotional. It is common to find co-
morbidity of the developmental coordination disorder with other disorders of child
development, for this reason, this research was developed, whose objective was to
determine the association of characteristics of developmental coordination disorder with
characteristics of learning disorders. A descriptive and association study was developed
with 560 children from 6 to 12 years of age, randomized in educational institutions, in 4
colombian cities. The Cuestionario para Trastorno del Desarrollo de la Coordinación and
Cuestionario de Evaluación de Problemas de Aprendizaje were applied. A univariate
descriptive analysis was performed for sociodemographic characterization, and
association test with Spearman correlation coefficient. The results determined a moderate
and statistically significant association between the characteristics of both disorders (rho

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= -0.437, p <0.001). In conclusion, children with characteristics of coordination disorder
may have associated characteristics of learning disorders, therefore it is relevant to
perform comprehensive evaluative processes to determine motor and cognitive
difficulties, and thus be able to develop intervention processes consistent with their
multiple needs.
Key words: Motor Skills Disorder, Learning disorders. Comorbidity, Child.

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Introducción
En el desempeño de actividades motoras diarias en la infancia, hay todo un espectro de
posibilidades de ejecución, entre ellos, posibles problemas motores. Dichos problemas
pueden generar múltiples dificultades que limitan el desarrollo de actividades cotidianas
y escolares, conllevando a un posible diagnóstico de Trastorno del Desarrollo de la
Coordinación (TDC). El TDC corresponde a una condición del neurodesarrollo que tiene
un impacto en las habilidades de los niños para ejecutar tareas diarias en el cuidado de sí
mismo y las áreas académicas (Missiuna y col., 2008). Según la Asociación Americana
de Psiquiatría se define por los siguientes criterios diagnósticos: (a) La adquisición y
ejecución de habilidades motoras coordinadas está muy por debajo de lo esperado para la
edad cronológica del individuo y la oportunidad de aprendizaje y el uso de las aptitudes,
las dificultades se manifiestan por torpeza, lentitud e imprecisión en habilidades motoras,
(b) El déficit de actividades motoras del primer criterio interfiere de forma significativa
y persistente con las actividades de la vida cotidiana apropiadas para la edad cronológica
y afecta la productividad académica, escolar, las actividades prevocacionales y
vocacionales, el ocio y el juego, (c) Los síntomas comienzan en las primeras fases del
periodo de desarrollo, (d) Las deficiencias de las habilidades motoras no se explican
mejor por la discapacidad intelectual o deterioros visuales, y no se pueden atribuir a una
afección neurológica que altera el movimiento (APA, 2013).
Este compromiso motor puede ser observado desde edades tempranas, por ejemplo, por
un retraso en la adquisición de los principales hitos del desarrollo como adquirir la
posición sedente, el gateo o la marcha. Algunos estudios han evidenciado problemas para
el vestido, la alimentación, la higiene y otras rutinas de autocuidado en los niños
(Dunford, Missiuna, Street, y Sibert, 2005). Además de estos problemas en la vida
cotidiana, el TDC impacta de manera significativa el área escolar, a pesar de que los niños
muestran un desarrollo intelectual y cognitivo adecuado para su edad, presentan
problemas para el logro de diversos objetivos curriculares, tanto en habilidades
académicas como en las clases de educación física, rescatando que desde el ámbito
académico la escritura es la principal causa de remisión a tratamiento terapéutico
(Missiuna, 2002). Los padres también refieren dificultades en la salud física, como fatiga,
aparente debilidad, preferencia por actividades sedentarias y tendencia al sobrepeso
(Gibbs, Appleton, y Appleton, 2007; Hendrix, Prins, y Dekkers, 2014), aspectos que
igualmente son reconocidos por los profesores de educación física. Los niños manifiestan
una menor motivación hacia la práctica de actividades físicas y deportivas, esto puede
llevarlos a dificultades de interacción con sus compañeros, y por consiguiente episodios
de soledad, aislamiento e incluso rechazo (Henderson y Henderson, 2003; Shoemaker y
Kalverboer, 1994). Todas estas limitaciones están dadas por fallas psicomotrices como:
alteraciones del tono muscular, inestabilidad en las articulaciones, persistencia de reflejos
primitivos, temblor, imbalance muscular, problemas propioceptivos, vestibulares y
táctiles, fatiga muscular, entre otras (Elbasan, Kayihan, y Duzgun, 2012).
Por lo anterior, se reconoce entonces que la problemática del TDC supone una serie de
consecuencias en el desarrollo general del niño, que impacta no solamente su desempeño
y funcionamiento a nivel familiar y escolar, sino que conlleva a consecuencias a nivel
afectivo, emocional y social. El TDC incluso ha llegado a analizarse desde la
Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (CIF), bajo
un modelo de funcionamiento y discapacidad, en tanto el diagnóstico del trastorno se
realiza alrededor de problemas funcionales relacionados con deficiencias en funciones y
estructuras corporales, limitaciones en las actividades personales y restricciones en la
participación social, además de diversos factores contextuales asociados. Todos estos

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elementos conllevan a que los problemas tanto primarios como secundarios en el TDC
dependan de la integración, capacidad y adaptabilidad de estructuras cognitivas y
neuromotoras, sumado a factores personales y ambientales que igualmente facilitan o
restringen la adquisición de habilidades y aprendizajes. Específicamente desde
actividades personales son reconocidas las dificultades en el dominio de aprendizaje y
aplicación del conocimiento, por diversas problemáticas en la lectura, la escritura y el
cálculo, sumado a posibles fallas para enfocar la atención (Ferguson, Jelsma, Versfeld, y
Smits-Engelsman, 2014).
En el TDC también se ha reconocido su comorbilidad con otros trastornos del desarrollo
infantil, como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), los
Trastornos del Aprendizaje (TA), los trastornos de conducta (TC), entre otros, lo que
exacerba aún más la sintomatología y genera mayores problemas en el proceso de
desarrollo integral de los niños. Algunos estudios han sugerido una alta prevalencia de
comorbilidades en el TDC (Vaivre-Douret, 2014), aproximadamente de un 60% (Dewey,
Kaplan, Crawford, y Wilson, 2002; Tseng, Howe, Chuang, y Hsieh, 2007), situación que
también puede estar dada por etiologías compartidas debido al alto grado de solapamiento
de estos desórdenes del desarrollo (Wilson, Kaplan, Crawford, Campbell, y Dewey,
2000).
Para el caso de Colombia, el estudio de Salamanca, Naranjo, Castro, y Calle (2016),
determinó la asociación de características de TDC y características de TDAH en una
muestra de niños en la ciudad de Manizales, y encontró una asociación estadísticamente
significativa por un Phi=0,452 (p=0,001), lo que indica niños con dificultades en el
desempeño motor también pueden tener dificultades de atención e hiperactividad. El
mismo autor en otro estudio en la ciudad de Bucaramanga, Colombia, determinó la
asociación de TDC con TC, y se encontró una asociación baja pero estadísticamente
significativa, de rho = -0,263 (p=0,002), entre características de TDC y problemas de
conducta en niños entre 6 y 12 años de edad (Salamanca, Naranjo, Díaz, y Salinas, 2016).
Las dificultades de coordinación son fundamentales para el diagnóstico del TDC,
evidencias recientes sugieren que ciertos procesos cognitivos, como las funciones
ejecutivas, pueden verse afectadas en las personas con este trastorno del neurodesarrollo.
Esta relación entre las habilidades motrices y la cognición, se reflejan en la estrecha
interrelación de las áreas neurales asociadas con la función motora, dada por el cerebelo,
y el control cognitivo, generado por la corteza prefrontal (Leonard y Hill, 2015). Según
estos autores, una cantidad limitada de investigación ha estudiado las correlaciones y
asociaciones neuronales del rendimiento ejecutivo en el TDC, y los principales hallazgos
se centran en la memoria de trabajo y la inhibición, identificadas especialmente en tareas
visoespaciales y motoras.
Las anteriores afirmaciones hacen evidente las fallas en la función ejecutiva en el TDC,
de allí que sean comunes los problemas visomotrices que generan dificultad para realizar
habilidades lectoescriturales como la copia, especialmente de la pizarra al papel, y
problemas en el manejo de material y útiles escolares, como las tijeras, el compás, la regla
(Elbasan y col., 2012; Siquiera y Gurgel-Giannetti, 2011; Visser, 2003). Todas estas
dificultades escolares generan en el niño un bajo rendimiento académico, ausentismo,
repitencia y hasta abandono escolar (Jarus, Lourie-Gelberg, Engel-Yeger, y Bart, 2011).
El estudio de Huau, Velay, y Jover (2015), mostró diferencias en tareas de escritura y
aprendizaje en niños con TDC y niños control sin TDC, en esta investigación, cuando se
agregaron restricciones de velocidad o longitud, la escritura a mano estaba más afectada
en el grupo de niños con TDC, además se observó una mayor variabilidad intraindividual

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argumentando a favor de un déficit en la estabilización de patrones motores. Los
resultados de este estudio podrían apoyar las hipótesis de déficit en el aprendizaje
procedimental y de fallas neuromotoras en el TDC.
Dada la multifactorialidad y comorbilidad del TDC, sus procesos evaluativos y
diagnósticos requieren una comprensiva evaluación, no solo en cuanto habilidades
motoras específicas sino también desde sus implicaciones en otras áreas del desarrollo
como la esfera cognitiva, comunicativa, social, emocional, comportamental, entre otras.
En el presente estudio de investigación se logró determinar la asociación de características
de TDC con características de TA, logrando dar pasos iniciales a la caracterización de
dicho trastorno en Colombia, desde algunos de sus elementos sociodemográficos y de su
comorbilidad.
Metodo
Diseño: Se desarrolló un estudio transversal, descriptivo y de asociación. El estudio fue
aprobado por el comité de bioética de la Universidad Autónoma de Manizales, Colombia,
según acta N. 027, y cumplió con los requisitos éticos correspondientes como la
autorización y firma del consentimiento informado por parte de los padres de los menores.
Participantes: Niños escolarizados, de las ciudades colombianas de Cali, Manizales,
Popayán y Bucaramanga. La muestra se determinó respecto a población indefinida de
niños con diagnóstico de TDC en Colombia, por lo tanto se tuvo en cuenta la prevalencia
internacional del 5-6% (APA, 2013), confiabilidad del 95% y un margen de error del 4%,
obteniendo una muestra de 140 niños y niñas ajustada a la pérdida por cada ciudad,
obteniendo una muestra final de 560 niños. Se realizó un muestreo probabilístico en
instituciones educativas públicas y privadas. Los criterios de inclusión fueron ser niño o
niña, estar escolarizado, ubicarse en un rango de edad de 6 a 12 años, y sin un diagnóstico
de discapacidad intelectual, patología neurológica, sensorial visual o auditiva,
neuromuscular o muscular como: parálisis cerebral, distrofia muscular, trastorno del
espectro autista, enfermedad desmielinizante, síndrome genético y problemas ortopédicos
agudos o crónicos.
Instrumentos: Los instrumentos utilizados fueron: un cuestionario sociodemográfico, el
Cuestionario para Trastorno del Desarrollo de la Coordinación (CTDC) (Salamanca,
Naranjo, y González, 2013) y el Cuestionario de Evaluación de Problemas de Aprendizaje
(CEPA) (Bravo, 1979). El cuestionario sociodemográfico permitió conocer la
distribución de la muestra según la edad, el género, las instituciones educativas y las
características de TDC y TA. El CTDC es un cuestionario para padres de niños de 5 a
15 años de edad, contiene 15 ítems, distribuidos en tres dimensiones: control durante el
movimiento, motricidad fina y coordinación general. Las preguntas contienen 5 opciones
de respuesta en una escala de Likert, donde de 1 a 5, los padres deben calificar el
desempeño del niño en actividades motrices en comparación a otros niños de la misma
edad. Los puntajes de cada pregunta se suman y se obtiene un puntaje final entre 15 y
75, donde los valores más bajos indican la probabilidad o sospecha de tener TDC. El
CTDC fue adaptado para Colombia y cuenta con adecuadas propiedades psicométricas,
una confiabilidad por consistencia interna con un coeficiente alfa de Cronbach de 0.92,
una confiabilidad intraevaluador con un coeficiente de kappa de 0.82, y una validez
concurrente con la batería psicomotora Da Fonseca (Salamanca y col., 2013) con un
coeficiente de correlación de Spearman de Rho = 0,6 p<0.01.
El cuestionario CEPA (Bravo, 1979) ha sido elaborado para ayudar al profesor a
determinar, dentro del contexto del aula de clases, los alumnos que tienen dificultades de
aprendizaje, principalmente en las áreas de lectura, escritura, cálculo matemático,
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comunicación oral, velocidad del aprendizaje e inteligencia escolar. El CEPA comprende
39 ítems que se agrupan en ocho áreas relacionadas con recepción de la información,
expresión del lenguaje oral, atención concentración y memoria, lectura y escritura. Para
cuantificar la evaluación del cuestionario, se procede a calificar entre 0 a 3 cada ítem,
luego se suman los puntajes y se obtiene un puntaje final, donde un valor mayor a 55 se
interpreta como posible TA. El CEPA tiene adecuadas propiedades psicométricas para
Colombia, la consistencia interna para cada dimensión tiene valores buenos a altos de
coeficientes alfa de Cronbach entre 0.75 y 0.97 (Betancur, Romero, Merchán, y Acevedo,
2010).
Procedimiento: Se contactó a las instituciones educativas quienes aprobaron facilitar las
bases de datos de niños matriculados. Posteriormente se realizó una aleatorización
bietápica, inicialmente se tomaron aleatoriamente 20 instituciones públicas y privadas de
cada ciudad, y de cada institución se aleatorizaron siete niños y niñas. Sus padres se
contactaron por vía telefónica y una vez aceptaron la participación en el estudio
procedieron a la firma del consentimiento informado. Los padres diligenciaron el
cuestionario sociodemográfico y el CTDC. Igualmente, los profesores de los niños fueron
contactados, y diligenciaron el cuestionario CEPA. El procesamiento y análisis de la
información se realizó a través del programa SPSS versión 19. Este análisis se realizó a
través de análisis descriptivo univariado para la caracterización sociodemográfica de la
muestra, para ello se determinaron frecuencias absolutas y relativas, medidas de tendencia
central y medidas de dispersión. También se aplicaron medidas de asociación de
características de TDC y de TA, para lo cual inicialmente se realizaron pruebas de
normalidad para una muestra, con prueba Kolmogorov-Smirnov (prueba K-S).
Resultados
Caracterización sociodemográfica: La muestra de 560 niños se caracterizó respecto a la
edad, el género, el tipo de institución educativa y las características de TDC y TA (Tabla
1.).
Tabla 1. Características sociodemográficas de la muestra de niños

Variables

Edad (años) Media 8.8 ± 1.81

Frecuencia Frecuencia
Absoluta Relativa
(%)
(n=560)
Rangos de edad
(según se considera en el CTDC)
4 – 7 años 174 31.07%
8 – 9 años 205 36.61%
10 - 15 años 181 32.32%

Género

6
Masculino 328 58.57%
Femenino 232 41.43%

Institución educativa
Publica 398 71.1 %
Privada 162 28.9 %

Características de TDC
Probablemente no hay TDC 418 74.3%
Indicación o sospecha de TDC 144 25.7%

Características de TA
No posible TA 489 87.1 %
Posible TA 71 12.7 %

CTDC: Cuestionario de Trastorno del Desarrollo de la Coordinación; TDC: Trastorno


del Desarrollo de la Coordinación; TA: Trastornos del Aprendizaje.
Fuente: Elaboración propia

Asociación de características de TDC con características de TA: Para determinar esta


asociación, inicialmente se realizó la prueba normalidad para una muestra, con prueba
Kolmogorov-Smirnov (prueba K-S). Esta determinó una distribución no normal, por lo
tanto se procedió a utilizar el coeficiente de correlación de Spearman (rho), considerando
significancia estadística un p ≤ 0.05. El resultado fue una asociación negativa moderada,
de rho= -0,437 (p<0,001), que demuestra, que un puntaje bajo del CTDC, que indica
sospecha o posible TDC, se asocia a un puntaje alto del CEPA, que indica un posible TA.
Discusión
El TDC es el término diagnóstico utilizado para describir niños con marcadas dificultades
en el desarrollo de la coordinación motora, y además implica compromiso en actividades
de la vida diaria, y de desempeño escolar y académico (Zwicker, Missiuna, Harris, y
Boyd, 2012), es una entidad clínica que conlleva a importantes repercusiones a nivel
personal, familiar y social, y con el tiempo puede tener mayores consecuencias en
diferentes ámbitos del desarrollo. Todas estas manifestaciones y situaciones pueden
surgir por la inadecuada planificación, la falta de comprensión asociada a dificultades
cognitivas en las tareas programadas y la conexión con otros movimientos. Todos estos
factores, se encuentran asociados a otros trastornos del desarrollo infantil, es por ello que
en los últimos 15 años se ha demostrado que el TDC se superpone con otras condiciones:
dificultades para la lectura, problemas de atención, dificultades en el comportamiento
social y emocional, ansiedad y depresión, problemas para el lenguaje, el discurso y la
comunicación en sociedad (Visser, 2003). Muchos autores reconocen que características
de distracción, períodos breves de atención, inquietud motora, inestabilidad emocional y
conductas impulsivas, son comunes a los trastornos del desarrollo infantil, por ello es
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común que se presenten unos u otros en conjunto con el TDC (Rubio-Grillo, Salazar-
Torres, y Rojas-Fajardo, 2014). Las destrezas de desempeño requeridas para la vida
diaria, escolar y social dirigidas a una meta, exigen tareas significativas de procedimiento,
representando una acción continua o sucesión de acciones que incluyen habilidades
motoras, de procedimiento, de interacción y comunicación, es por ello que un niño con
TDC puede tener también dificultades en el aprendizaje. En esta investigación se tuvo
como objetivo determinar la asociación de características de TDC con características de
TA en una muestra de niños colombianos, y como resultado se encontró una asociación
moderada, por un coeficiente rho = -0,437 (p<0,001).
Respecto a la asociación del TDC con los TA, Vaivre-Douret (2014) en su texto de estado
del arte en TDC, afirma que niños con TDC evidencian diferentes fallas psicológicas y
neuropsicológicas en funciones ejecutivas, memoria, atención y percepción visomotora,
permitiendo entender mejor las manifestaciones y naturaleza del trastorno como una
entidad con compromiso ideomotor, visoespacial y visoconstruccional. Dicha situación
se pone en evidencia en los niños a través de fallas como: pobre praxia fina, pobre control
postural y en el balance dinámico, dificultades en integración espacial, en estructuración
visoespacial, entre otros, todos estos elementos pueden ser identificados en la clase de
educación física, así como también en otro tipo de habilidades escolares como la escritura,
la lectura y el cálculo matemático.
En el estudio de Bernardi, Leonard, Hill, Botting, y Henry (2018), se investigó el
desarrollo de la función ejecutiva en niños entre 7 y 11 años con habilidades motoras
pobres, y se encontró que la memoria de trabajo con carga ejecutiva, la fluidez, la
inhibición de respuesta, la planificación y la flexibilidad cognitiva fueron más bajas en
comparación con los niños con desarrollo típico, además se logró identificar que dichas
dificultades pueden permanecer por más de 2 años afectando las actividades de la vida
diaria y el rendimiento académico.
En Colombia, se han realizado algunos estudios en poblaciones específicas en los cuales
también se ha indagado la asociación de dificultades motoras con otros trastornos del
desarrollo infantil. En la investigación de Noguera, Herazo, y Vidarte (2013), se estudió
la correlación entre el perfil psicomotor y el rendimiento lógico-matemático en niños
escolarizados, y se encontró una correlación positiva pero baja con un coeficiente de
correlación de Pearson de 0,12 (p=0,01). En el estudio de Campo (2010) se determinó la
relación entre el desarrollo motor y los procesos evolutivos del lenguaje en niños
escolarizados, encontrando una correlación de r=0,446 (p=0,01) entre ambas variables, y
una relación entre el desarrollo motor y los procesos cognitivos de r=0,391 (p=0,01).
El estudio de Lingam, Golding, Jongmans, Hunt, Ellis, y Emond (2010), exploró las
asociaciones entre el TDC y la atención, el lenguaje, las habilidades sociales y académicas
(), y encontró que en una muestra de 346 niños con probable TDC se asociaron
dificultades de atención (odds ratio [OR]: 1.94 [95% intervalo de confianza (IC): 1.17–
3.24]), de comunicación social (OR: 1.87 [95% IC: 1.15–3.04]), lectura (OR: 3.35 [95%
CI: 2.36–4.77]), y deletreo (OR: 2.81 [95% CI: 2.03–3.90]).
En otro estudio (Di Brina, Averna, Rampoldi, Rossetti, y Penge, 2018), se analizaron las
correlaciones entre las habilidades de la escritura a través del Concise Assessment
Method for Children Handwriting (BHK), y el desempeño motor con el uso del
Movement Assessment Battery for Children (M-ABC), y se encontraron correlaciones
positivas (r=0.50 ± 0.15) entre los resultados de legibilidad de la escritura (BHK) y el
puntaje total de la dimensión destreza manual del M-ABC.

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Así mismo, algunos estudios han hallado relaciones entre el desempeño motor y las
habilidades para el cálculo matemático, por ejemplo, el estudio de Pieters, Desoete, Van
Waelvelde, Vanderswalmen, y Roeyers (2012), identificó que un grupo de 43 niños con
TDC de 9 años de edad, se desempeñaron significativamente peor para la recuperación
de datos numéricos y procedimientos de cálculo en comparación con niños control de la
misma edad. Además, los niños con TDC leve difirieron significativamente de los niños
con TDC grave.
Las asociaciones entre TDC y otros trastornos del desarrollo infantil pueden tener
explicación neurofisiológica, en especial en la función del cerebelo. El cerebelo es un
posible sustrato neurológico común para el TDC, el TDAH y las dificultades del
aprendizaje, como la dislexia y la discapacidad específica del lenguaje (Zwiker, Missiuna,
y Boyd, 2009). El déficit cerebelar está en la línea de los signos blandos relacionados
con anormalidades neurológicas en niños con TDC, estos incluyen dismetría (falta de
precisión en el rango y dirección del movimiento), diadococinesias (un irregular patrón
en movimientos alternos), movimientos en espejo y movimientos coreicos.
En relación a lo anterior, es de reconocer entonces que muchas funciones motrices tienen
relación con el desempeño en las áreas cognitiva, comunicativa y social, entre ellas: la
dominancia lateral, la orientación espacial y temporal, el esquema corporal, la función
tónica y cinética, la coordinación visomotora, el control inhibitorio, el control postural, la
autorregulación, entre otros, de allí que sean claras las relaciones entre el desarrollo
sensorial y psicomotor la capacidad cognitiva, la competencia social, y finalmente, el
desempeño funcional y escolar.
Todas estas dificultades que se pueden generar en el contexto escolar, pueden
desencadenar múltiples problemas en el niño, como el bajo rendimiento académico, el
ausentismo y repitencia escolar, y la deserción para continuar el curso de su formación
educativa (Jarus y col., 2011). Al respecto, Harrowell, Hollén, Lingam, y Emod, (2018),
identificaron que los adolescentes con TDC lograron una mediana de obtención de
certificado general de educación secundaria menor que los niños en grupo control,
igualmente, tenían muchas menos probabilidades de lograr 5 certificados en la escuela
secundaria (OR 0.27, IC 95% 0.21-0.34), y eran más propensos a tener dificultades
persistentes con la lectura, la comunicación social, la hiperactividad y la falta de atención,
aspectos que fueron determinantes para afectar el logro educativo.
Dadas las múltiples implicaciones y comorbilidades del TDC en los diferentes ámbitos
del desarrollo infantil, así como sus posibles repercusiones en la calidad de vida (Zwicker,
Harris, y Klassen, 2013), son evidentes sus implicaciones en términos de funcionamiento
humano y de discapacidad (Ferguson y col., 2014). Es así, como este estudio se hace
relevante en tanto permite reconocer la asociación de diferentes características motoras y
cognitivas en una muestra de niños colombianos. Lo anterior, permite reflexionar
respecto a la importancia de desarrollar procesos de intervención integrales, tanto desde
la evaluación como en el plan terapéutico de manejo. Algunos estudios como los de
Smits-Engelsman, Vinçon, Blank, Quadrado, Polatajko, y Wilson (2018); y Preston,
Magallón, Hill, Andrews, Ahern, y Mon-Williams (2017), han encontrado la efectividad
de diferentes intervenciones orientadas a la actividad y a las funciones corporales, como
por ejemplo, los videojuegos activos, los programas de grupos pequeños de niños, entre
otras. De allí que se reconozca la relevancia de diseñar programas de tratamiento efectivos
tanto desde el aspecto motor como cognitivo, que impliquen un trabajo interdisciplinario
e intersectorial desde la salud y la educación, en función de promover mejores niveles de
desempeño de los niños en sus actividades diarias y escolares, y así impactar
positivamente su desarrollo. Así mismo, es importante resaltar que la implementación de
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intervenciones integrales puede dar paso al diseño de mejores políticas públicas a
mediano y largo plazo para los niños con TDC.
Conclusiones.
El TDC es un trastorno del desarrollo infantil caracterizado por dificultades motoras que
interfieren en diferentes actividades en el aprendizaje escolar, por ello es importante
realizar un abordaje evaluativo y terapéutico integral, que considere no solamente los
aspectos psicomotrices involucrados sino también las repercusiones desde otras esferas
del desarrollo humano. La intervención de niños con TDC requiere un abordaje donde
concurran miradas desde las dimensiones motora, cognitiva, conductual y psicosocial, en
este sentido se recomiendan estudios interdisciplinarios que indaguen la caracterización
de la población con este trastorno del desarrollo infantil. Al mismo tiempo, en el abordaje
de niños con TDC es relevante no solamente la aplicación de cuestionarios para padres y
profesores, que si bien permitieron determinar asociaciones entre el TDC y los TA, no
son suficientes para identificar otras características clínicas más objetivas en relación a
variables motoras, cognitivas, conductuales y sociales. Por ello se recomienda que
futuros estudios consideren otras variables de tipo etiológico, sociodemográfico, clínico
y contextual, que otorguen mayor certeza diagnóstica y descriptiva al TDC desde su
clínica, su comorbilidad y sus posibles consecuencias para el funcionamiento humano en
términos de deficiencias, limitaciones en la actividad, restricciones en la participación, y
factores ambientales y personales.
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Agradecimientos

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