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Gerardo Tusman: Servicio de Anestesiología.

Hospital Privado de Comunidad, Mar del Plata,


Argentina.
Dirección Postal: Servicio de Anestesiología, Hospital Privado de Comunidad, Córdoba 4545,
7600 Mar del Plata, Argentina.
Te: +54-223-4990074 Fax: +54-223-4990099,
E-mail: gtusman@hotmail.com

Introducción
La anestesia general afecta negativamente al sistema respiratorio, pudiéndose observar
alteraciones en la mecánica respiratoria y en el intercambio gaseoso. El punto en común de
estas alteraciones es la pérdida de volumen de gas dentro del pulmón, con una reducción de
la capacidad residual funcional (CRF) entre el 15 al 30 % de su valor normal. El origen de
esta pérdida de volumen de gas con la anestesia es multifactorial. Se han postulado diversos
mecanismos tales como disfunción del diafragma, cambio en la morfología del tórax,
intubación traqueal y el aumento o disminución del volumen sanguíneo torácico 1-6.

Las propiedades mecánicas estáticas (distensibilidad) y dinámicas (resistencia) del pulmón


dependen del volumen de gas en el interior de éste. Así, el descenso de la CRF se asocia a
una reducción de la distensibilidad pulmonar y a un aumento en la resistencia al flujo en la
vía aérea. Como el parénquima pulmonar es una estructura elástica, la disminución de la
CRF provoca una predisposición al colapso pulmonar. Este colapso, en las zonas pulmonares
declives, redistribuye el flujo inspirado hacia las zonas superiores más distensibles,
invirtiendo el patrón normal de la ventilación.

La tomografía axial computada (TAC) ha permitido estudiar la base anatómica de la


alteración pulmonar intraoperatoria. Utilizando esta tecnología, Brismar y col. 7 han
observado que en aproximadamente el 90 % de los pacientes sometidos a anestesia general
se desarrollaban atelectasias en las zonas pulmonares basales. Este colapso pulmonar
aparecía inmediatamente después de la inducción anestésica y era independiente de la edad,
sexo, tipo de decúbito, uso de relajantes musculares, tipo de anestésicos utilizados o de
ventilación controlada o espontánea. Estos autores encontraron una relación directa entre el
% de atelectasias y el shunt, determinando que este último es el principal mecanismo de
alteración en la oxigenación intraoperatoria2.

Posteriormente, Reber y col.8, con imágenes de TAC espiralada, describieron una zona
pulmonar hipoventilada entre las atelectasias basales y las zonas normalmente ventiladas.
Estas zonas mal ventiladas representarían el cierre o colapso de la vía aérea. Los autores
calcularon que entre un 16 y un 20% del volumen pulmonar total se encuentra colapsado.
Interesantemente, el colapso está ubicado en la porción pulmonar que está mejor preparada
para el intercambio gaseoso: la zona pulmonar III descripta por West. Esta zona pulmonar
recibe la mayor parte de la perfusión pulmonar y del flujo inspiratorio durante el ciclo
respiratorio en condiciones normales.

Así como la reducción de la CRF afecta la mecánica respiratoria, también altera la


oxigenación de la sangre arterial. El uso de la técnica de gases inertes múltiples ha permitido
correlacionar las imágenes �anatómicas� de colapso con TAC con el trastorno en la relación
ventilación/perfusión (V/Q)2,9. Durante la anestesia general existe una alteración en la
relación V/Q ocasionada por un aumento en el shunt (atelec-tasias), aumento de zonas con
bajo V/Q (hipoventiladas por el cierre de la vía aérea) y aumento de zonas con V/Q elevado
o espacio muerto alveolar (Vdalv).

Como consecuencia de ello, la función pulmonar en el quirófano se ve alterada, con una


reducción en la oxigenación arterial con relación a la fracción de O 2 inspirada (FiO2)
administrada. El compromiso en el intercambio gaseoso va a variar entre los distintos
pacientes. Por ejemplo, la mayoría de los pacientes jóvenes y sanos, durante la anestesia
general, presentan sólo una reducción leve de la PaO2, con valores que oscilan entre los 300
a 400 mmHg, con una FiO2 del 100% (el valor normal a nivel del mar varía entre 450 a 500
mmHg con dicha FiO2). En cambio, los pacientes obesos, ancianos, críticos (ej. sépticos o
politraumatizados) o con ventilación de un solo pulmón tienen un mayor compromiso en el
intercambio gaseoso pulmonar, con posibilidad de desarrollar hipoxemia intraoperatoria. Si
bien aumentando la FIO2 se evitaría la hipoxemia en la mayoría de estos pacientes en
quirófano, de esta manera no se estaría tratando el problema de base: el colapso pulmonar.

Este transtorno se extiende al período postoperatorio. Con imágenes de TAC se demostró


que el 50 % de las atelectasias intraoperatorias persisten a las 24 hs. de la cirugía. Incluso el
colapso alveolar puede persistir durante un período mayor a una semana en colecistectomías
a cielo abierto, en cirugías torácicas y en cirugía cardíaca con circulación extracorpórea.

La incidencia de complicaciones respiratorias postopera-torias es variable y depende del tipo


de cirugía, edad, obesidad, patología cardiorrespiratoria previa, drogas anes-tésicas,
FiO2 administrada, etc. Las complicaciones cardio-vasculares y respiratorias son las causas
principales de morbimortalidad postoperatoria, con un costo hospitalario mayor al 30% en
aquellos pacientes con complicaciones pulmonares en este período.

Puede existir una relación directa entre la hipoxemia postoperatoria y las complicaciones
postoperatorias. Se ha observado una relación directa entre la PaO 2 con desarrollo de infarto
agudo de miocardio, disfunción del SNC, infección de la herida quirúrgica y la disminución de
la actividad antibacteriana de los neutrófilos en el período postopera-torio.

Esta disfunción pulmonar perioperatoria podría prolongar la estadía hospitalaria, provocando


un aumento en los gastos y, posiblemente, la morbimortalidad en pacientes críticos.

Aspectos fisiopatológicos del colapso-reclutamiento pulmonar


La unidad anátomo-funcional del sistema respiratorio es el acino pulmonar, constituido por el
bronquíolo respiratorio, varios conductos y sacos alveolares con su correspondiente perfusión
sanguínea capilar. La existencia de una interfase aire-líquido en el acino pulmonar concede a
esta estructura una inestabilidad potencial causada por la elevada tensión superficial entre
dos medios de distinta naturaleza. El acino se mantiene estable gracias a la presión
transpulmonar (Ptp), que surge de la diferencia entre la presión existente en la vía aérea y la
presión del espacio pleural. El material surfactante pulmonar participa en el mantenimiento
de esta estabilidad, disminuyendo la tensión superficial y evitando el colapso acinar al final
de la espiración.

La pérdida patológica de volumen de gas pulmonar durante la anestesia reduce la Ptp y


origina el colapso en los acinos más declives, expuestos a una menor Ptp por la existencia de
un gradiente gravitacional de presión pleural.

El colapso del acino pulmonar tienen lugar en tres posibles sitios:

1.Colapso bronquiolar (cierre de la vía aérea): Histológi-camente se ha demostrado en


perros que el colapso de la vía aérea ocurre en el bronquíolo respiratorio 10. Por ello, el autor
considera que el término �colapso bronquiolar� es más correcto que el de �colapso o cierre
de la vía aérea�, este último, totalmente inespecífico.

La reducción de la CRF durante la anestesia general puede ser de tal magnitud que permita
alcanzar el volumen de cierre durante el ciclo respiratorio normal. De esta manera, durante
la espiración se puede superar la presión crítica de colapso del bronquíolo originando su
cierre. Como resultado se forma una zona de V/Q bajo, es decir, un acino bien perfundido
pero mal ventilado, responsable en parte del aumento en la admisión venosa. El gas
atrapado distalmente a este bronquíolo cerrado se reabsorberá a una velocidad inversamente
proporcional a su solubilidad, dando lugar a la denominada �atelectasia por reabsorción�.

2.Colapso alveolar: Como los alvéolos constituyen la pared de los conductos y sacos
alveolares, el colapso de éstos se denominará en este texto como atelectasias. En el
momento de la inducción anestésica, el diafragma se torna flácido, permitiendo que el peso
de las vísceras y del panículo adiposo abdominal lo desplacen en dirección cefálica y
posterior, colapsando el parénquima pulmonar en esta región. Estas �atelectasias por
compresión� difieren en su génesis de las atelectasias por reabsorción, aunque su efecto
sobre la oxigenación sea el mismo: el aumento del shunt.
3.Colapso capilar: Los capilares pulmonares se extienden extensamente formando una red
alrededor del acino. Cuando el acino pulmonar se colapsa, ocurre el cierre de la mayoría de
los capilares por tres mecanismos:

 La vasocontricción pulmonar hipóxica (VPH) constituye un mecanismo reflejo del


organismo que se activa con la disminución de la tensión de O 2 alveolar, teniendo
como fin disminuir el shunt por el desvío de sangre capilar hacia zonas pulmonares
normalmente ventiladas.
 La �interdependencia mecánica� entre los componentes del parénquima pulmonar
es responsable de que cada estructura de éste sea solidaria con su estructura vecina.
Al colapsarse, el acino pierde más de 5 veces su volumen original arrastrando
consigo a los capilares y transformándolos en una �maraña� de vasos parcial y
totalmente colapsados.
 La disminución de la presión transmural (presión hidrostática intravascular -
extravascular) en el capilar favorece su cierre.

Este colapso capilar no es 100% completo en el tejido atelectasiado, permaneciendo cierto


grado de perfusión y shunt. Este fenómeno ha sido corroborado con imágenes de TAC donde
la administración de sustancia de contraste muestra su pasaje en el tejido atelectásico. La
perfusión a través de las atelectasias se puede reproducir con imágenes de resonancia
nuclear magnética (RNM). Por otro lado, hay que tener en mente que el uso de agentes
anestésicos inhalatorios pueden inhibir la VPH incrementando aun más el shunt.

Como se dijo anteriormente, el colapso acinar ocurre en las zonas pulmonares más declives
por el efecto de la fuerza de gravedad sobre la Ptp. El grado de colapso depende de varios
factores, entre ellos la edad, el hábito del cigarrillo, la masa corporal, la localización de la
cirugía, el uso de capnoperitoneo, la posición corporal y las patologías cardio-respiratorias
previas. Por ende, la repercusión sobre la oxigenación va a variar en cada paciente oscilando
entre una alteración subclínica a una que comprometa la evolución perioperatoria.

El reclutamiento pulmonar se define como la apertura o recuperación de las zonas


pulmonares colapsadas. Al igual que el colapso, el reclutamiento depende de un umbral de
Ptp determinado o �presión de apertura�. Una vez que se supera este umbral de presión,
se activa una secuencia de apertura que se extiende distalmente en la vía aérea. Suki y
col.11 describen este proceso como una �avalancha� que ocurre de manera cuántica y
exponencial dentro de la vía aérea.

La presión de apertura es variable para cada acino pulmonar dado el gradiente gravitatorio
de presión pleural. Es decir, los acino ubicados en las porciones más declives del pulmón
necesitarán una presión en la vía aérea más elevada para poder ser reclutados. Por otro
lado, las presiones de apertura y de colapso son distintas para el bronquiolo y para el
alvéolo. Esto es consecuencia de las diferencias en la morfología y en la composición de sus
paredes, determinantes principales de la elasticidad de las mismas. Como el bronquiolo esta
dispuesto u organizado en �serie� con relación a los conductos y sacos alveolares, el
fenómeno de reclutamiento comienza en la pequeña vía aérea de conducción y termina
distalmente en los alvéolos.

La presión de apertura bronquiolar puede variar comúnmente entre los 5 a los 15 cmH 2 0.
Bendixen y col.12 en el año 1965 y posteriormente Rothen y col. 13 en 1993, demostraron que
la presión de apertura alveolar es de 40 cmH2 O de presión inspiratoria pico en un pulmón
sano (lo que equivale a una presión meseta aproximadamente menor a 35 cmH 2 O, presión
con la cual se alcanza la capacidad pulmonar total). Estas presiones son superiores en el
pulmón con injuria pulmonar aguda y con el síndrome de distrés respiratorio del adulto14 (>
a 55 cmH2 O), como consecuencia de la destrucción del material surfactante, la presencia de
secreciones y el edema tisular.

Una vez reclutado, la presión en la vía aérea, necesaria para mantener abierto el acino, es
mucho menor. Esto se explica fácilmente aplicando la ley de Laplace, donde:

P = 2T/r

P = presión de distensión, T = tensión superficial y r = radio. Un acino pulmonar �abierto�


por el proceso de reclutamiento tiene su bronquiolo y sus alvéolos de mayor radio con
relación a su par hipoventilado o colapsado; por lo que se necesitan menores presiones para
mantenerlo abierto.

Tratamiento
Resulta obvio concluir que normalizando la CRF se pueden revertir gran parte de los efectos
negativos de la anestesia general sobre la función pulmonar perioperatoria.

Uso De La Presión Positiva Al Final De La Espiraci ón (PE EP)

Históricamente, la presión positiva al final de la espiración (PEEP) se ha utilizado como la


única terapéutica posible para recuperar la CRF normal durante la ventilación mecánica. La
PEEP se genera con diversos dispositivos: trampa bajo agua, resistores umbrales, válvulas
orificiales o dispositivos servocontrolados. La presión positiva resulta del atrapamiento
pulmonar de un volumen de gas, dado que es directamente proporcional al nivel de PEEP
utilizado. Este volumen de gas atrapado tendría que aumentar la CRF patológicamente
disminuida con un aumento en la oxigenación arterial. Sin embargo, los reportes de la
bibliografía sobre este tema son contradictorios. Hay evidencias de mejoría, de
empeoramiento o de ausencia de efecto del uso de PEEP sobre la oxigenación arterial en
pacientes anestesiados15,16.

Como la presión de apertura bronquiolar varía aproximadamente entre 5 a 15 cmH 2 O,


valores de PEEP usados comúnmente en la clínica (< a 10 cmH2 O), puede superar dicha
presión mejorando las zonas de bajo V/Q o mal ventiladas. Por lo dicho anteriormente, este
valor de PEEP per se no alcanza la presión de apertura alveolar, por lo que el volumen de gas
�ganado� no se distribuye de manera homogénea. Este volumen ganado se dirige a zonas
pulmo-nares bien ventiladas con la posibilidad de sobredistensión de éstas sin solucionar las
atelectasias. Vieira y col.17 demuestran con imágenes de TAC que el PEEP distiende zonas
pulmonares normalmente aireadas. Por otro lado, el uso de 5 cmH 2 O de CPAP no tiene
efecto sobre las atelectasias en un niño sometido a anestesia general (figura 1). La
explicación de este fenómeno está dada porque se necesitan 40 cmH2 O de presión pico en la
vía aérea para lograr el reclutamiento total en un pulmón sano.

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Figura 1: Imágenes de resonancia magnética nuclear (RMN) del colapso pulmonar. Imagen
superior: corte coronal al nivel de la médula espinal. Imagen inferior: corte axial por arriba
del domo diafragmático. Izquierda: paciente anestesiado e intubado en ventilación
espontánea con 5 cmH2 O de CPAP. Derecha: iguales condiciones que en las imágenes de la
izquierda, pero luego del reclutamiento.

Resumiendo, el efecto del PEEP sobre la oxigenación arterial depende del balance de sus
mecanismos de acción: reclutamiento bronquiolar, ausencia de reclutamiento alveolar,
disminución del gasto cardíaco, sobredistensión de zonas pulmonares normales y
redistribución del flujo sanguíneo pulmonar. El principal efecto de la PEEP es estabilizar el
acino pulmonar que se encuentra �abierto�, siempre y cuando supere la presión crítica de
colapso de éste al final de la espiración.

Estrategia de reclutamiento alveolar (ERA)

El concepto de mantener �abierto� o �reclutado� el pulmón no es nuevo 18. Bendixen12 y


Rothen13 observaron que al alcanzarse los 40 cmH2 O de Pip se revertían los efectos
negativos sobre la oxigenación y la mecánica respiratoria. Sin embargo, este efecto era
espúreo y evolucionaba a una recurrencia del colapso pulmonar en escasos minutos. La
duración del reclutamiento es inversamente proporcional a la solubilidad de los gases
utilizados en la ventilación; a mayor FiO2, más rápido tiene lugar este re-colapso pulmonar.
Así, el grupo del Dr. Hedenstierna19, 20 demostró que administrando una FiO2 del 40% el
efecto del reclutamiento se extendía hasta los 40 minutos aproximadamente. Como
conclusión los autores recomiendan el uso de una FiO 2 del 30% en la inducción anestésica.
Sin embargo, el margen de seguridad en el momento de la intubación traqueal se reduce
notablemente con esta técnica y, a opinión del autor, no debería usarse por este motivo.

Ante la ausencia de un efecto positivo de la PEEP sobre el reclutamiento alveolar y del efecto
espúreo del reclutamiento a Pip elevadas, desarrollamos una estrategia ventilatoria
combinando estos dos mecanismos de acción 16.

La estrategia de reclutamiento alveolar tiene como fin lograr el reclutamiento de las zonas
pulmonares con colapso bronquiolar y alveolar hasta llegar a la CPT del paciente,
manteniendo el pulmón �abierto� en el tiempo posterior con el uso de PEEP
(independientemente de la FiO2 administrada).

Resumiendo, dicha estrategia se basa en una serie de premisas:

 La apertura pulmonar se logra alcanzando las presiones de apertura bronquiolar y


alveolar.
 La PEEP sirve para �mantener abierto� el parénquima reclutado con la presión
inspiratoria pico (Pip), ya que el colapso pulmonar es un fenómeno espiratorio.

La figura 2 representa de manera esquemática la estrategia propuesta. La misma se realiza


siguiendo una serie de pasos:

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Figura 2: Esquema de la Estrategia de Reclutamiento Alveolar. Cada rectángulo representa


un ciclo respiratorio. Primero se eleva el nivel de PEEP en tres escalones de 5, 10 y 15
cmH2 O, observando detenidamente el estado hemodinámico del paciente. Posteriormente se
eleva la Pip hasta llegar a 40 cmH2 O y se mantienen estos valores solamente durante 10
ciclos respiratorios. Luego se vuelve a los parámetros ventilatorio-basales adicionando 5
cmH2 O de PEEP.

1. Realizar esta estrategia en pacientes normovolémicos para amortiguar el efecto


negativo del PEEP sobre el aparato cardiovascular. En caso de una disminución de la
presión arterial o aumento de la frecuencia cardíaca mayor al 20% de los valores
basales durante la ERA, se suspende la maniobra y se procede a infundir entre 5 a 8
ml/kg de solución fisiológica.
2. ealizar la maniobra en la modalidad controlada por presión o, en su defecto, en la
modalidad controlada por volumen pero limitada por presión. De esta forma se evita
superar la presión en la vía aérea por encima de 40 cmH2 O.
3. Aumentar el tiempo inspiratorio al 50 %, sin pausa.
4. Setear la frecuencia respiratoria entre 10 a 15 rpm.
5. Comenzar aumentando el nivel de PEEP en escalones de 5, 10, y 15 cmH 2 O (incluso
hasta 20 cmH2 O, si el volumen corriente supera los 10 ml/kg), observando
detenidamente el estado hemodinámico del paciente.
6. Luego aumentar progresivamente la Pip hasta 40 cmH2 O.
7. Permitir 10 ciclos respiratorios con estas presiones. Luego reducir las presiones
manteniendo un valor de PEEP de 5 cmH2 O con el seteo ventilatorio inicial.

Monitoreo durante la ERA:

 Controlar la posición del tubo endotraqueal y evitar las posibles pérdidas de gas.
 Asegurar el estado de normovolemia: PVC = o ? 10 mmHg.
 Asegurar una adecuada hipnosis y relajación muscular.
 Presión inspiratoria pico y PEEP.
 Volumen corriente espirado.
 Oximetría de pulso (SpO2).
 Capnografía (etCO2).
 Presión arterial invasiva o no-invasiva.
 Gases arteriales antes y después de la ERA para evaluar su efecto.

Contraindicaciones de la ERA:

 Hipovolemia.
 Inestabilidad hemodinámica.
 Broncoespasmo.
 Enfisema.
 Ausencia de tubo endotraqueal (ej. máscara laríngea).

La disminución del retorno venoso con el aumento de las presiones torácicas disminuye el
gasto cardíaco (GC) durante esta estrategia. Por ello, es primordial el estado de
normovolemia en los pacientes candidatos a recibirla. Como esta estrategia es de corta
duración, el GC se recupera rápidamente luego de la misma. Jellinek y col. 21 demostraron
que en pacientes con una PVC mayor a 10 mmHg (normo-volémicos) y presiones meseta de
30 cmH2 O en la vía aérea no provocaba cambios hemodinámicos de importancia.

Evaluación clínica de la ERA:

En lo que respecta a su uso en pacientes quirúrgicos, la ERA ha demostrado una


normalización del intercambio gaseoso en el período intraoperatorio. En un estudio
prospectivo y controlado, hemos separado de manera aleatoria a 30 pacientes en tres
grupos:

 a.Control: pacientes ventilados sin PEEP (grupo control).


 b.PEEP: pacientes ventilados con 5 cmH2 O de PEEP.
 c.ERA: pacientes que recibieron la ERA con 5 cmH2 O de PEEP luego de ésta.

Los resultados se observan en la figura 3.


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Figura 3: La PaO2 /FiO2 basal fue comparable entre los grupos. En el grupo con reclutamiento
pulmonar (ERA) y en el grupo PEEP existió un aumento de la oxigenación a los 40, 80 y 120
minutos con relación al valor basal (*p <0.05). En el grupo con reclutamiento la PaO 2 /FiO2 a
los 40, 80 y 120 minutos fue superior al grupo ZEEP (sin PEEP, p<0.05) y al grupo PEEP (p
<0.001). No existieron diferencias en la oxigenación entre los grupos ZEEP y PEEP. Los
valores se evaluaron con one way ANOVA.

Se observó una normalización en el índice de intercambio gaseoso PaO2 /FIO2 en los


pacientes que recibieron la ERA, pero sin diferencias en el grupo control y con PEEP (sin la
ERA). A pesar de que el grupo PEEP presentó un aumento significativo de la oxigenación
durante el estudio, los valores de PaO2 /FIO2 se mantuvieron en el límite inferior normal y no
existió diferencia estadística significativa con el grupo control (sin PEEP) a los 120 minutos.

Estos resultados fueron confirmados en otros 30 pacientes sometidos a cirugías de abdomen


inferior (Tabla I, datos no publicados). Se ventiló secuencialmente a los pacientes durante
períodos de 30 minutos sin PEEP, con 5 cmH2 O de PEEP (sin ERA) y con PEEP luego de la
ERA. El resto de las variables ventilatorias fueron mantenidas de igual modo a lo largo del
período de observación (VT de 8 ml kg�1, FR 12-15�, FiO2 40% y relación I-E 1:2 sin pausa
inspiratoria). Se evaluó la oxigenación arterial y la mecánica respiratoria en cada fase. Con la
ERA se observó una normalización en la oxigenación arterial y en la mecánica respiratoria
(Tabla I). Los valores más elevados en la distensibilidad estática, asociados a menores
valores de presión en la vía aérea, constituyen un hallazgo común después del
reclutamiento.

Tabla I
Oxigenación arterial y mecánica respiratoria con el reclutamiento pulmonar.
Basal PEEP ERA
PaO2/FiO2 306 � 100 338 � 101 447 � 91 ��
Dist. Estática (ml/cmH2O) 43 � 9,9 45 �10 56 � 11 ��
Presión Pico (cmH2O) 15 � 3,1 19,4 � 2,2* 16,8 � 2 ��
�ndice PaO2 /FiO2, distensibilidad estática del aparato respiratorio (ml/cmH2 O) y presión pico
(cmH2 O) en la vía aérea en 30 pacientes sometidos a anestesia general. Basal (sin PEEP), PEEP (5
cmH2 O de presión positiva al final de la espiración) y ERA (estrategia de reclutamiento alveolar).
Los datos fueron evaluados con el test de ANOVA y el post-test de Bomferroni y se expresan en
media � DS. Un valor de p < 0,05 se considera estadísticamente significativo. * Basal vs PEEP, p <
0,05. � Basal vs ERA, p < 0,05. � PEEP vs ERA, p < 0,05.

Aunque el beneficio se observa en todo tipo de paciente, aquellos que poseen una mayor
predisposición al colapso pulmonar (obesos, cirugía de tórax, abdomen superior o
laparoscópica, posición de Trendelemburg) y con un mayor compromiso en la oxigenación
arterial (sépticos, politrauma-tizados, ARDS, post CEC) presentan una mayor repercusión
con esta estrategia.

La presión de colapso pulmonar puede variar entre los pacientes. Por ejemplo, los pacientes
obesos presentan presiones de colapso más elevadas; por lo que necesitan niveles de PEEP
mayores a 5 cmH2 O para evitar el re-colapso pulmonar luego de la ERA.

Efecto de la ERA sobre la CRF:


Como hemos visto, la disminución patológica de la CRF por efecto de la anestesia general
constituye el principal evento responsable del deterioro del intercambio gaseoso. Es lógico
deducir que la recuperación de este volumen podría normalizar la oxigenación arterial.

El efecto del PEEP con o sin reclutamiento alveolar sobre la CRF se observa en la figura 4. La
misma representa los cambios en el volumen torácico, que hemos medido con pletismografía
por inductancia durante la ERA, en un paciente sometido a anestesia general. El
pletismógrafo por inductancia mide cambios en el volumen torácico ante cambios en la
impedancia eléctrica, capturada con un sensor colocado sobre el tórax del paciente. Cada
onda ascendente/descendente representa un ciclo respiratorio.

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Figura 4: Efecto de la ERA sobre el volumen torácico evaluado con la pletismografía por
inductancia.

El aumento del volumen pulmonar por encima de la línea de base representa el volumen de
gas �ganado� durante la ERA hasta alcanzar la CPT a los 40 cmH2 O de presión inspiratoria
pico (aproximadamente 1300 ml).

Obsérvese que la diferencia de volumen o delta-CRF entre 0 y 5 cmH2 O de PEEP es diferente


antes (339 ml, pto. A) que después de la ERA (678 ml, pto. B) con los mismos parámetros
ventilatorios. Estos datos son compatibles con los valores de delta-CRF que hemos medido
con un neumotacógrafo en 10 pacientes anestesiados. El valor de delta-CRF expresado en
media � DS fue de 185 � 42 ml con 5 cmH2 O de PEEP sin reclutamiento, mientras que
luego de la ERA y con el mismo nivel de PEEP fue de 328 � 94 ml (p< 0.02, datos no
publicados).

Estos datos demuestran claramente que el efecto del PEEP sobre la CRF varía según se lo
utilice conjuntamente o no con una maniobra de reclutamiento pulmonar. Esta diferencia
está dada por la ausencia de efecto de valores de PEEP usados en la clínica sobre el
reclutamiento alveolar.

Efecto de la ERA sobre el espacio muerto:

El análisis del espacio muerto permite estudiar la eficacia de la ventilación sobre el


intercambio gaseoso. A un menor espacio muerto fisiológico (suma del espacio muerto
anatómico más el alveolar) y a una menor relación espacio muerto fisiológico � volumen
corriente (VD/VT), existe una mayor eliminación de CO 2 con una forma determinada de
ventilación, y por lo tanto, una mayor eficacia de la misma.

El espirograma de CO2 o capnografía volumétrica (CO2 vs. volumen espirado) permite el


estudio completo del espacio muerto al adicionar el valor de la presión de CO 2 arterial
(PaCO2).

Datos preliminares en 10 pacientes ancianos utilizando esta técnica se observan en la tabla


II. Se analizó el espacio muerto, luego de 30 minutos de período de equilibrio en la
ventilación con 5 cmH2 O de PEEP con y sin reclutamiento pulmonar. El resto de las variables
ventilatorias fueron constantes a lo largo del período de estudio. Después de la ERA se
observó un descenso significativo en el espacio muerto anatómico, fisiológico y la relación
VD/VT (Tabla II). Nótese que el espacio muerto anatómico es elevado en ancianos, dadas las
alteraciones fisiológicas de la edad (pulmón senil).
Tabla II
Análisis del reclutamiento pulmonar con la capnografía volumétrica.
PEEP ERA
VD anat 197 � 40 167 � 35 *
VD alv 119 � 26 117 � 26
VD fisiol 311 � 33 275 � 30 *
VD/VT 0,56 � 0,07 0,51 � 0,06 *
VT alv 364 � 67 389 � 75
VTCO2 256 � 61 279 � 60
PaCO2 41 � 5 39 � 5
etCO2 32 � 2,1 31 � 2,3
P(a-et)CO2 9,2 � 4,3 8 � 3,8
Pe fase II 1,25 � 0,3 1,45 � 0,3*
pe fase III 0,46 � 0,1 0,33 � 0,09 *
La comparación entre PEEP y ERA se realizó con el test t de Student apareado. * p< 0,05 VD anat =
espacio muerto anatómico, VD alv = espacio muerto alveolar, VD fisiol = espacio muerto fisiológico,
VD/VT = relación espacio muerto fisiológico y volumen corriente, VT alv = volumen corriente
alveolar, VTCO2 = volumen de CO2espirado o área bajo la curva, PaCO2 = presión parcial de
CO2 arterial, etCO2 = concentración de CO2 al final de la espiración, P(a-et)CO2 = diferencia arterial-
espirada de CO2, pe Fase II y pe Fase III = pendiente de fase II y III respectivamente.

El VTCO2 o área bajo la curva representa la cantidad de CO2 eliminado en cada espiración.
Obsérvese que la diferencia en el VTCO2 no es estadísticamente significativa, dado que existe
una diferencia media de 23 ml en una sola respiración. Sin embargo, esto equivale a una
eliminación adicional de aproximadamente 299 ml de CO 2 por minuto luego de la ERA (23 ml
multiplicado por 13 respiraciones).

En la figura 5 se observan los espirogramas de CO2 antes y después del reclutamiento


pulmonar en un anciano. La ERA induce cambios en la morfología de la curva que se
correlacionan con la mejoría en el intercambio gaseoso.

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Figura 5: Ejemplo de un espirograma de CO2 en un paciente anciano durante la anestesia


general. Los rombos representan la curva previa al reclutamiento pulmonar y los círculos, la
curva después de éste. Los cambios en el espacio muerto y en la morfología de la curva se
correlacionaron con un aumento en la eficacia en el intercambio gaseoso.

Esta mayor eficacia en la eliminación de CO2 con la ERA es reflejo del descenso del espacio
muerto, que está determinado por dos fenómenos: aumento en la superficie de intercambio
alveolar y aumento en la superficie capilar pulmonar.
Evidencia De Reclutamiento Con Imágenes

A pesar de que el problema de las atelectasias inducidas por la anestesia general ha sido
descripto por Pasteur a principios del siglo XX, su confirmación con imágenes se ha
postergado hasta la década de los ochenta, debido a que la Rx. de tórax es poco sensible y
específica para diagnosticar las atelectasias intraoperatorias, subestimándolas (falsos
negativos).

Con el advenimiento de la tomografía axial computada (TAC), Pederssen y col.22 en 1980


demostraron que la mayoría de los niños durante la anestesia general desarrollaban
atelectasias en las zonas pulmonares declives. Posteriormente, el grupo del Dr.
Hedenstierna 1,2,7,8,13,19,20, con el uso de esta tecnología, ha ampliado el conocimiento sobre
los mecanismos fisiopatológicos de la génesis de este fenómeno. La evolución de la
tecnología por imágenes ha aumentado la sensibilidad y especificidad en el diagnóstico de las
atelectasias intraoperatorias.

La figura 1 muestra el efecto de la ERA sobre las atelectasias inducidas por la anestesia
general que hemos evaluado con imágenes de resonancia magnética nuclear (RMN). La
imagen de la izquierda muestra las atelectasias observadas en un niño de 5 años intubado y
anestesiado con halotano, con ventilación espontánea y 5 cmH2 O de CPAP. La imagen de la
derecha corresponde a un niño en iguales condiciones al cuál se le realizó la ERA, mostrando
la desaparición de las atelectasias.

Conclusiones
A pesar de que la disminución de la CRF y la alteración en el intercambio gaseoso durante la
anestesia general pueden ser multifactoriales, la normalización de la oxigenación arterial con
la estrategia de reclutamiento alveolar confirma la hipótesis de que el colapso pulmonar es
su principal responsable. Esta maniobra se realiza de manera controlada y segura con
cualquier tipo de respirador y no existieron complicaciones con su uso.

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