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COMENTARIO DE LA OBRA “CREAR O MORIR” DE ANDRÉS

OPPENHEIMER.
Cuando terminé de leer “Crear o morir” cambió mi perspectiva respecto a la
importancia de innovar, de crear nuevas cosas que ayuden a mejorar nuestro estilo
de vida, de cómo impulsa al crecimiento de un país y mejora la convivencia
ciudadana. Antes pensaba que solo era crear algo y ya, pero no es así, hay muchos
propósitos detrás de esto que promueven el incremento exponencial de una nación,
mejora la economía y el país se unifica con nuevas invenciones prometedoras donde
se puede dejar una huella en la historia, todo esto me hizo reflexionar, pensar y
analizar, el mundo es tan diverso y motivador, es momento de innovar.

Andrés OppenHeimer, a través de sus investigaciones, hace un extraordinario


trabajo al realizar este libro, te muestra detallada y precisa los elementos que hace
que un innovador tenga éxito, como los valores y las agallas que se debe tener para
lograr el objetivo propuesto, el contexto y las amistades que influencien la
creatividad, la facultad de atreverse a experimentar, apoyo económico por parte del
gobierno, y una mentalidad libre y orgullosa de los fracasos, ya que se aprende
mucho de ellos.
Él, en los primeros capítulos nos enseña los inventos que se avecinan, que
cambiarían drásticamente nuestra manera de vivir mejorando, eso me emociona y
me intriga demasiado. También reconoce el gran potencial que tiene América
Latina, ya que según su punto de vista, poseemos grandes mentes creativas que solo
hace falta sacarlas a la luz, que sean reconocidas y aceptadas por los demás, falta de
la tolerancia social, etc. Estos serían algunos de los primordiales obstáculos que
existen en las principales ciudades de América Latina que impiden el avance
tecnológico.

El autor propone diversas maneras de cómo generar innovación, tales como cambios
en la educación donde promuevan la creatividad, entornos favorables y con un
ecosistema donde florezca la innovación, el aporte del gobierno es indispensable,
apoyo incentivo de la sociedad, materiales de investigación al alcance de todos, sin
restricciones de libertad, etc. Mejorando todos estos obstáculos hasta erradicarlos,
América Latina superaría a las grandes potencias del mundo, somos capaces, solo
falta las ganas de sobresalir e innovar, tener coraje e innovar, cambiar el mundo e
innovar. Gastón, un gran ejemplo de esto, él sobresalió e innovo, gracias a él, los
peruanos nos sentimos orgullosos de nuestra comida, porque él la revoluciono y ha
marcado la historia de la gastronomía peruana, no debemos más que agradecer y
seguir su ejemplo, siendo resilientes y aprender con cada fracaso, como lo hizo él.

Concluyendo, para mí me ha parecido un libro muy inspirador, he encontrado en las


grandes y prometedoras ideas para dar un salto enorme a cualquier industria que
prometa mejorar nuestra forma de vivir, inventando y reinventando constantemente
para así lograr lo que se quiere lograr haciendo invención, ayudando a gente que
necesita ayuda, y como consecuencia, mejorando como personas.

Reseña del libro: Crear o


morir —Andrés
Oppenheimer

Q uiero comentar las cosas que más me gustan del libro

“Crear o morir” de Andres Oppenheimer, además de las cosas


buenas del libro y las cosas no tan buenas. Pero antes de
comentar un poco sobre el libro, en general no soy una
persona con mucho hábito de lectura. Uno de los motivos por
los cuales empece a leer este libro es para mejorar eso y poco a
poco adquirir y mejorar mis hábitos de lectura y cada vez
poder leer con mayor frecuencia.

“Crear o morir” es un libro que trata de responder el motivo por


el cual no existen tantos emprendedores en latinoamericana a
comparación de otros países como Korea o incluso Estados
Unidos, que son países desarrollados con un amplia gama de
patentes registrados de manera anual y con emprendedores
reconocidos a nivel mundial.

En busca de esta respuesta el libro registra multiples


entrevistas a grandes emprendedores latinoamericanos con el
objetivo de transmitir a los lectores patrones y las claves para
entender lo que necesita una sociedad para empezar a genera
gente emprendedora, y las cosas que necesitas afrontar un
emprendedor para cumplir sus metas.

Lo bueno del libro:

A pesar de ser un libro un poco antiguo y escrito en 2014, los


temas que menciona , impresoras 3D, drones, internet de las
cosas, son temas muy actuales que están floreciendo día a día.

El escritor es muy preciso con las cosas que menciona. Tienen


facilidad para narrar las historias y decir las cosas.

Si te interesa los temas de emprendimiento, tecnología, es un


libro que te gustará mucho y te enganchará desde el principio.

Lo que no que no esta tan bueno del libro:

El libro es una colección de entrevistas, y entrevista tras


entrevista se puede encontrar un patron entre las historias de
las personas , lo cual puede llegar a ser algo tedioso y llegar a
aburrir en algún punto.

Conclusion:

Es interesante escuchar las historias de todas las personas


entrevistadas y además de leer todos sus triunfos y enterarse
de varias de sus derrotas y fracasos, que fueron necesarios para
llevarlos a cumplir sus metas.

El invento o creación que revolucionará el mundo no saldrá de


una persona solitaria y genia, las mejores ideas, inventos,
creaciones serán fruto de grandes comunidades que se con el
objetivo de compartir conocimiento, arte, enseñanzas,
experiencia y pasión.
Hace varios años el conocimiento era como algo oculto que si
lo tenias no lo tenias que compartir con nadie porque solo tu lo
sabias y nadie más podía aprovechar de el. Hoy en día el que
comparte lo que aprende y recibe más conocimiento por lo que
comparte esta un paso adelanto de los demás.

Para terminar esta reseña quiero agregar mi frase favorita del


libro
“¿Cale más, un título sin talento, o un talento sin título?”.

¡Crear o morir! Cómo reinventarnos y


progresar en la era de la innovación
ÁUREA MOLTÓ

 Autor: Andrés Oppenheimer


 Editorial: Debate
 Fecha: 2014
 Páginas: 330 págs.
 Ciudad: Barcelona


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Hay una pregunta que está en el centro de artículos de opinión, análisis,


debates, reportajes e incluso en los discursos de algunos políticos. La
pregunta es especialmente recurrente en Europa y en América Latina. ¿Por
qué Google, Microsoft, Facebook, Apple, WhatsApp, Twitter, Amazon
surgieron en Estados Unidos? Algunos la plantean de otra manera: ¿cómo
conseguir Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos
latinoamericanos o europeos?
Andrés Oppenheimer ha dedicado cinco años a buscar la respuesta y la ha
encontrado: el binomio educación-innovación crea un hábitat impulsor del
talento. Y el talento está en todas partes, pero su desarrollo requiere una
cultura del riesgo y de aceptación del fracaso. ¡Crear o morir! Es una
exploración mochila al hombro por los lugares y las personas que hacen
del riesgo y del fracaso su fórmula para llegar al éxito.
Empieza su recorrido en Silicon Valley, pero en su mente está
Latinoamérica, porque es allí donde quiere proyectar las ideas que va
recogiendo del centro de la innovación mundial. Oppenheimer lo hace como
buen periodista: entrevistando y observando. Editor para América Latina y
columnista del Miami Herald, director del programa de la
CNN Oppenheimer Presenta y autor de “El Informe Oppenheimer”, lleva
más de tres décadas informando sobre América Latina. Se ha con vertido
en la voz latinoamericana en EE UU, donde vive desde 1976. Conoce por
tanto el entramado de universidades, empresas y legislación característico
de este país, y que está en la base de proyectos innovadores impulsados
por filántropos y fondos de capital riesgo. Todo ello, además, en una
cultura de mestizaje y de competitividad implacable, donde quien no
fracasa no tiene éxito.

El eje de ¡Crear o morir! son las entrevistas de Oppenheimer, ya sea con


magnates conocidos como el británico Richard Branson (Virgin Group) o
con emprendedores de éxito reciente, como el surafricano Elon Musk
(PayPal, Tesla, Space X), Bre Pettis (MakerBot), y Salman Khan (creador
de Khan Academy). En su investigación a través del talento, Oppenheimer
incluye a innovadores latinoamericanos como el chef peruano Gastón
Acurio, el mexicano Jordi Muñoz (3D Robotics), el argentino Emiliano
Kargieman (Satellogic), así como los españoles Rafael Yuste (neurobiólogo
y director del proyecto BRAIN) y el entrenador de fútbol Pep Guardiola.
Otros talentos en ascenso son los innovadores sociales Alfredo Zolezzi
(Chile) y Luis von Ahn (Guatemala). Con la excepción de Acurio, el
denominador común de todos ellos es que triunfan fuera de sus países,
fundamentalmente en EE UU.

¿Por qué? Para Oppenheimer no se trata de una fuga de cerebros, sino de


una atracción de talento, que no podría prosperar en la cultura del miedo al
fracaso característica de los países latinoamericanos y, también, de
España. El talento está en todas partes. La clave son las pe rsonas y los
modelos que se promueven. Igual que se genera un Messi en el fútbol,
debe estimularse el Messi de la ciencia y la tecnología.
Con estos ejemplos, Oppenheimer pretende mostrar la existencia de
creatividad y audacia en América Latina, con países jóvenes y sociedades
dinámicas, donde las mujeres, además, están a la cabeza de
emprendimiento empresarial y participación política. Llama la atención la
ausencia de mujeres en el libro de Oppenheimer. ¿No fue capaz de
encontrar una sola innovadora?

¡Crear o morir! se cierra con cinco claves para promover el cambio hacia la
innovación: crear una cultura de la innovación, fomentar la educación para
la innovación, derogar las leyes que matan la innovación, estimular la
inversión en innovación, globalizar la innovación. Vivimos en una
competición por los recursos estratégicos –materias primas, agua,
energía– y el talento es uno de ellos. Adquirirlo requiere mucho más que
dinero. Latinoamérica no puede esperar más para hacer de la innovación
una prioridad política.

Crear o morir
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CARLOS ALBERTO MONTANER
Domingo, 16 Noviembre 2014
Por qué los latinoamericanos apenas inventamos o innovamos? Andrés
Oppenheimer ha retomado con ímpetu la hiriente pregunta. La ha planteado en
un libro de título imperioso y subtítulo descriptivo: ¡Crear o morir! La esperanza
de Latinoamérica y las cinco claves de la innovación.
Me parece un tema extraordinariamente importante que afecta a todo el ámbito
hispano, no sólo a América Latina. A principios del siglo XX los filósofos
españoles José Ortega y Gasset y Miguel de Unamuno lo debatieron
apasionadamente. España se atrasaba ostensiblemente con relación al resto de
Europa. Ortega sostenía que la decadencia del país se superaba europeizándose.
“España es el problema, Europa la solución”, decía. Unamuno alegaba que el
genio español era artístico, literario, y remataba el argumento con un grito
desafiante: “¡que inventen ellos!”.
Por qué los latinoamericanos apenas inventamos o innovamos? Andrés
Oppenheimer ha retomado con ímpetu la hiriente pregunta. La ha planteado en
un libro de título imperioso y subtítulo descriptivo: ¡Crear o morir! La esperanza
de Latinoamérica y las cinco claves de la innovación.
Me parece un tema extraordinariamente importante que afecta a todo el ámbito
hispano, no sólo a América Latina. A principios del siglo XX los filósofos
españoles José Ortega y Gasset y Miguel de Unamuno lo debatieron
apasionadamente. España se atrasaba ostensiblemente con relación al resto de
Europa. Ortega sostenía que la decadencia del país se superaba europeizándose.
“España es el problema, Europa la solución”, decía. Unamuno alegaba que el
genio español era artístico, literario, y remataba el argumento con un grito
desafiante: “¡que inventen ellos!”.

Si Unamuno hubiera sabido economía en lugar de filología clásica, le habría


agregado una coda a su boutade: que inventen ellos … y que se enriquezcan
ellos. Algunos expertos suponen que el 40% del crecimiento de las sociedades se
deriva de las innovaciones e invenciones convertidas en bienes o servicios. Los
datos son alarmantes. Corea del Sur registra anualmente diez veces más
invenciones que toda América Latina. Israel, con menos de ocho millones de
habitantes, patenta más hallazgos científicos o artefactos novedosos que 600
millones de latinoamericanos.

No hay ninguna universidad latinoamericana ni española entre las primeras cien


del planeta, y apenas comparece un puñado entre las primeras 500.en las pruebas
internacionales PISA, consagradas a medir y contrastar los conocimientos de los
adolescentes en matemáticas, ciencias y comprensión de lectura, América Latina
aparece en la cola.
El libro de Oppenheimer rezuma admiración por los creadores, a quienes ha
visitado durante la redacción de su obra. Ha hablado con ellos y los ha
entrevistado para conocer sus testimonios de primera mano, pero su intención no
es avergonzar a los latinoamericanos por su postración intelectual. Por el
contrario, el autor ofrece soluciones a estas graves limitaciones. Primero, crear
una cultura de innovación en la que se distinga y venere a los creadores, como se
hace con los deportistas, para estimular la aparición de estos talentosos
ciudadanos. Cada emprendedor que se frustra es una fuente de riqueza y
desarrollo que perdemos todos. Si estamos de acuerdo en que la clave de la
prosperidad está en el empuje de personas excepcionales, hallarlas y cultivarlas
debería ser una prioridad del Estado.

Segundo, es posible y es necesario educar para que surjan los inventores e


innovadores. Oppenheimer lo resume con un dato estadístico escalofriante: en
Irlanda y Finlandia, de acuerdo con la población, hay cinco veces más graduados
de ingeniería que en Argentina. El gusto por las matemáticas y por las ciencias
comienza en la niñez. En esa etapa de la vida se puede abordar estas materias
como si fueran juegos.

Tercero, eliminar las leyes que ahogan a los emprendedores. En América Latina
la madeja burocrática asfixia a los espíritus creativos. Hay que pagar sobornos a
funcionarios corruptos. Las leyes de quiebra impiden o hace muy difícil que
quienes fracasen puedan levantarse de nuevo, olvidando que la economía libre es
un sistema de tanteo y error donde cada caída forma parte de un proceso de
aprendizaje.

Cuarto, hay que invertir en investigación y desarrollo y en fomentar el capital de


riesgo. Israel es el país del mundo que proporcionalmente dedica el mayor
porcentaje de su PIB a investigación y desarrollo. Pero ese dinero debe salir, en
mayor proporción, de las empresas privadas. Hay que involucrar a las
universidades en las tareas de las empresas. Las universidades no deben
convertirse en instituciones anti-sistema. Eso es suicida.

Quinto, debe globalizarse la innovación y ello incluye servirse de la posibilidad


de estudiar en las universidades del Primer Mundo. Corea del Sur, con apenas 50
millones de habitantes, tiene 71 000 estudiantes en USA, la mayor parte en
carreras de ciencias, mientras toda América Latina posee menos de la mitad de
esa cifra.
En fin: el camino es arduo y extenso, pero mientras más pronto comencemos,
mejor nos irá.

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