Você está na página 1de 28

HISTORIA DE LA TEXTILERÍA MAPUCHE

TEJIENDO EL SENTIR FEMENINO

El tejido en telar mapuche es una tarea exclusivamente femenina que si bien


está destinada al uso cotidiano, esconde en sí misma una simbología solo
conocida por las grandes tejedoras.

«Antiguamente la misma gente tejía su ropa para vestirse, para salir o para
asistir al lepún. Los tejidos se hacían en telares, los cuales se construían con
madera de distintas medidas de acuerdo al tamaño de la prenda.

El telar esta formado por: una kilwa, que es un palo atravesado donde va la
lana; el parampawe, que es una tablilla que baja la cruzada de la lana; el
ñirewe, para apretar el tejido que se hace con madera de luma porque es más
pesada y dura y por el tonón, un palo fijo que se encarga de que la lana se
vuelva a cruzar y va acompañado de unos coligües que levantan lo levantan.

La esquila de las ovejas se debe realizar antes del veinte de diciembre. Se lava
bien, se deja unos días al sol y después de lavarla nuevamente, la lana ya está
lista para tejer» (Inés Panguilef en Las Ñañas.1999: 16)

La presente monografía pretende dar a conocer algunos aspectos técnicos


fundamentales que sirven tanto para iniciar un proceso de aprendizaje de este
arte como para comprender mejor este pueblo.
ARTICULOS SER INDIGENA: TELAR MAPUCHE

Textilería Mapuche
El proceso se inicia con la esquila, lavado y cardado de lana; luego, los
vellones de ésta son hilados por las diestras manos de la mujer mapuche. Con
su huso girando en torno a la tortera van produciendo hilos de distinto grosor,
dependiendo de la prenda que se piensa fabricar. Los textiles son
confeccionados en el witral.

El Witral y sus Accesorios


El witral o telar, consta esencialmente de un marco rectangular de madera
formado por cuatro palos relativamente derechos que se cruzan en ángulos
rectos...
Los materiales necesarios que permiten construir el telar y las herramientas
que se deben usar en el tejido de la trama, serán los aspectos a destacar en
esta sección.

Procedimientos para Tejer


Hasta nuestros días, la textilería mapuche se ha mantenido vigente usando
antiguas técnicas de telar. La enseñanza se transmite de madre a hija como
parte final de un proceso de aprendizaje general, lo que permite que antiguas
vestimentas tales como: chamal, trarüwe, iwutue y trarilonko aún puedan ser
visualizadas. Aquí veremos los pasos a seguir en el tejido a telar.

Diseños y Simbologías
El arte textil representa de alguna manera los misterios de la cultura mapuche
los que son develados sólo por sus conocedores, «los textiles, desde los que
me enseñó mi abuela, tiene un misterio que no todos pueden conocer. Las
urdimbres van a expresar los elementos que están en mi contexto, cuenta la
historia de donde me encuentro parada, de donde soy mapuche ... »

La Tejedora
En la estructura tradicional de la familia mapuche, gran parte de la labor de
continuación y transmisión de su cultura recae en la mujer. Es así como el
tejido cumple un rol de gran importancia.

Vestimenta Tradicional Mapuche


En el arte textil tradicional destacan la confección de vestuario.

I. UNA MIRADA AL PASADO

La tradición textil mapuche tiene sus orígenes en el período Precolombino.


Desde las primeras crónicas y escritos coloniales, encontramos descripciones
que dan cuenta tanto de la forma de vestir de los indígenas de Chile, así como
de las técnicas y procedimientos empleados en su hechura. Por ejemplo, el
cronista González de Nájera refiriéndose al trabajo realizado por las mujeres
mapuche lo describe así: «Sus ejercicios son hilar y tejer lana de que visten en
telares que arman de pocos palos y artificio. Dan con raíces a sus hilados todos
colores perfectísimos, y así hacen los vestidos de varias listas, el negro para el
cual no tienen raíces, lo dan muy bueno, cociendo lo que han de teñir en cieno
negro repodrido».

La actividad textil estuvo exclusivamente en manos de las mujeres, fueron


ellas las encargadas de vestir a su pueblo y proveer el abrigo familiar. Tejieron
una gran variedad de productos como parte de la vestimenta cotidiana y
también de uso ritual. Alonso de Ovalle cuenta: «...ni aún usan de aforros en
ninguna de las piezas de que usan, ni ponen una debajo de otra. El calzón
llega a besar la rodilla... abierto y suelto como calzón de lienzo y está
inmediato a la carne, porque no usan camisa. El cuerpo lo visten con la que
llamamos camiseta y ellos macuñ, que va también inmediata, y no es otra cosa
que hasta una vara y media de tela de lana, hecha una abertura en medio, a la
larga, tan grande cuanto basta para entrar por ella la cabeza, y ceñida luego
por la cintura con una cinta o cordel, sin que tenga otra hechura o artificio;
como tampoco le tiene la manta que corresponde a la cama y llaman choñi, de
que usan cuando van fuera de casa...»

Respecto de la indumentaria usada en los rituales, el mismo cronista nos dice:


«En sus fiestas, bailes y regocijos, aunque no añaden más vestido, se mejoran
en la cualidad dél, porque guardan para estas ocasiones los vestidos de
mejores colores y variadas listas y de más finas lanas y más costosos tejidos...
En la cabeza se ponen en estas ocasiones unas como guirnaldas, no de flores
sino de lana de diversidad de colores muy finos, en que ponen a trechos
hermosos pájaros y otras curiosidades de su estimación...

Durante este período, las mujeres mapuche desarrollaron técnicas de hilado,


tejido a telar y métodos tintóreos con vegetales. El incremento de esta
«industria« textil estuvo vinculada a otras actividades económicas, como
domesticación de camélidos y tareas de recolección, las cuales proveyeron de
las materias primas esenciales para la producción textil, destinada
básicamente al autoconsumo familiar . En su factura, se utilizaron
instrumentos simples como el huso y el telar y dieron a sus tejidos formas
sencillas y sin gran ornamentación, salvo la vestimenta de tipo ritual que
presentaba una mayor variedad de diseños y colorido.

Algunos especialistas interesados en el origen y desarrollo de la textilería


mapuche, han establecido comparaciones de las formas, diseños y coloridos de
esta producción, con textiles provenientes de culturas vecinas que habían
alcanzado un mayor grado de perfeccionamiento. Como resultado de estas
indagaciones, se sostiene que la textilería mapuche habría recibido influencias
de la cultura Tiahuanaco, posteriormente de la cultura Inca y también de las
culturas regionales de la zona norte de nuestro país . De este modo, la
incorporación y reelaboración de elementos foráneos son parte de un mismo
proceso, a través del cual este pueblo logró marcar un sello y un estilo cultural
que se expresa en las singularidades de su tejido.

Precisar el grado de influencia que ejercieron estas culturas en la textilería


mapuche no es tarea fácil. Sin embargo, existe consenso que su crecimiento
estuvo fuertemente vinculado al contacto con los españoles.
La oveja traída por los conquistadores a nuestro territorio y tempranamente
adoptada por los mapuche se constituyó en la fuente de materia prima esencial
para la producción textil, reemplazando completamente a la antigua lana de
chilihueque (lama guanacoe o guanaco), camélido criado en pequeños piños, lo
cual impidió un mayor incremento de la actividad textil. El cronista González de
Nájera expresa: «Sólo había en aquel reyno una suerte de carneros... a que
comúnmente llaman los nuestros ovejas de la tierra... Hay pocos destos
carneros, por lo que no los tienen a manadas, criánse con regalo:
aprovechánse los indios de su lana para vestirse...» . De este modo, la
introducción de la oveja y la adaptación de elementos culturales provenientes
del español, marcaron el inicio de lo que fue esta actividad en siglos
posteriores.

Durante la colonia, la textilería mapuche alcanzó su máximo desarrollo: se


perfeccionan las técnicas y aumentan los volúmenes de producción. El arte
textil se vio favorecido porque no sólo se orientó al autoconsumo, sino también
al comercio e intercambio permanente con los españoles. Para ponderar la
magnitud que alcanzó esta actividad nos valdremos de un relato de Molina:
«... los campesinos españoles del Maule recibían en los tiempos antiguos más
de 40.000 ponchos al año. Estos ponchos y los demás se recogían por
intercambio de mercaderías en Arauco...

Es importante destacar que el comercio e intercambio con los españoles,


siempre se dieron dentro de un marco de relaciones fronterizas. Una
característica de este período es el rechazo, pero también la adopción de
elementos foráneos, los cuales fueron utilizados para el desarrollo de su propia
«industria« textil, que adquiere una gran relevancia dentro del marco
económico de la época, pues posibilitó el acceso a otros bienes no producidos
por la etnia.

http://talleresproductivos.galeon.com/productos1902539.html
PAGINA EXTRAIDA

http://www.beingindigenous.org/index.php/es/biblioteca/monografias/17138-
el-telar-mapuche?showall=1&limitstart=

TEJIENDO EL SENTIR FEMENINO


El tejido en telar mapuche es una tarea exclusivamente femenina que si bien está destinada al uso
cotidiano, esconde en sí misma una simbología solo conocida por las grandes tejedoras.

«Antiguamente la misma gente tejía su ropa para vestirse, para salir o para asistir al lepún. Los
tejidos se hacían en telares, los cuales se construían con madera de distintas medidas de acuerdo
al tamaño de la prenda.
El telar esta formado por: una kilwa, que es un palo atravesado donde va la lana; el parampawe,
que es una tablilla que baja la cruzada de la lana; el ñirewe, para apretar el tejido que se hace con
madera de luma porque es más pesada y dura y por el tonón, un palo fijo que se encarga de que la
lana se vuelva a cruzar y va acompañado de unos coligües que levantan lo levantan.

La esquila de las ovejas se debe realizar antes del veinte de diciembre. Se lava bien, se deja unos
días al sol y después de lavarla nuevamente, la lana ya está lista para tejer» (Inés Panguilef en Las
Ñañas.1999: 16)
La presente monografía pretende dar a conocer algunos aspectos técnicos fundamentales que
sirven tanto para iniciar un proceso de aprendizaje de este arte como para comprender mejor este
pueblo.

TEXTILERIA MAPUCHE
En la textilería mapuche, la diferencia entre los diversos tipos de tejido, no está en su destino
o utilidad, sino en el gran simbolismo de sus contenidos.
La textilería mapuche es desarrollada exclusivamente por las mujeres. La enseñanza se
transmite de madre e hija, como parte final de un proceso de aprendizaje general.
Antes de la ejecución de una pieza textil, ésta debe ser pensada -rakiduam- en un sentido
técnico y simbólico. En su concepción, en primer lugar, priman las técnicas de elaboración,
en segundo lugar los contenidos culturales y finalmente lo estético. (Soto, Sergio, 1996: 70).
Técnicas de Elaboración Textil
La elaboración de un textil tradicional se realiza a través de un largo proceso que se puede
subdividir en las siguientes etapas:

1.- Lavado de la lana obtenida en la esquila


Ésta se lava prolijamente con agua caliente, extrayendo todos los
restos orgánicos que se van adhiriendo a ella a lo largo de la vida
de la oveja. Luego se enjuaga con agua fría y se trabaja el hilado.

2.- Secado de la lana


Una vez que la lana está limpia, se deja estilar y se deposita sobre una superficie plana para
que se seque al sol o cerca del calor de la cocina o fogón.

3.- Escarmenado de la lana


Este trabajo consiste en estirar los fragmentos de lana esquilada,
separando a mano cuidadosamente las fibras sin que se corten
hasta que adquieran una textura suave y un peso muy liviano.

4.- Hilado de la lana


Con su huso girando en torno a la tortera van produciendo hilos de distinto
grosor, dependiendo de la prenda que piensan fabricar.
5.- Madeja
Se recoge la lana hilada en vueltas iguales con un aspa para crear
una madeja, la que se lava nuevamente con jabón para eliminar
todo tipo de residuos que aún estén en ella. Después de este
lavado, se utiliza en su color natural o se tiñe con el color
deseado.

6.- Teñido de la lana


Se selecciona el producto vegetal del que se desea obtener el color para
teñir la lana. Se hierve en agua hasta lograr que desprenda el color. Se
agrega la lana mojada enmadejada. Finalmente, después de un período
de cocción, se agrega una sustancia que fija el color (sal, vinagre,
piedra lumbre o sulfato de cobre).

7.- Tejido de la lana


Cuando la lana teñida está seca y el telar ha sido preparado según
las medidas de la prenda que se elaborará, la artesana inicia el
tejido urdiendo la lana en el witral o telar y, gracias a su
particular experiencia, entrelaza las hebras y da origen a un
producto único.

EL WITRAL y SUS ACCESORIOS

«El huitral o telar araucano es un aparato sencillo que consta esencialmente de un marco
rectangular de madera formado por cuatro palos más o menos derechos que se cruzan en
ángulos rectos. Estos palos están solidamente amarrados en los cruces de los cuatro ángulos
con cuerdas de junco trenzado o con tiras de tejido. Los dos palos más largos que alcanzan a
dos metros y medio a tres están destinados a soportar todo el peso del telar, apoyados en su
extremos más grueso en el suelo y por el otro contra el techo de la ruca. Los dos palos
atravesados encima del huicha huichahue, uno en la parte superior y otro en la parte inferior,
labrados con más cuidado, de forma cilíndrica, estás destinados a recibir los hilos de la
urdimbre.
La confección de un tejido bien hecho por medio del telar mapuche requiere de parte de la
tejedora tiempo, fuerza y habilidad, factores que se hallan reunidos en las mujeres de esta raza
araucana, tan robusta, tenaz y sufrida, y al mismo tiempo tan apta para las combinaciones
ingeniosas en el dominio de las artes industriales.»
(Hno. Claude Joseph en http://www.lasalle.org.ar/info/archivo/claudejoseph.htm)
Materiales de un telar

Los materiales necesarios para emprender el trabajo textil se pueden clasificar en dos grupos.
Por una parte, aquellos elementos que permiten construir el telar y, por otra, las herramientas
que se deben usar en el tejido de la trama.
Para construir el telar:

Witralwe son dos varas verticales, de 2,5 a 3,0


mts de largo por 3" a 4" pulgadas de diámetro. Se
puede usar tinge, walle u otra madera nativa, sin
quitarle la corteza, pues de esta manera no se
correrán las amarras.
Kilwa son dos varas horizontales, de 1,5 mts de
por 3" pulgadas de díametro. También de tinge,
walle u otra madera nativa. Se amarrarán con
witralwe formando un rectángulo o marco.
Torzales son cuatro cordeles de ñocha trenzada que se utilizarán para amarrar los wiiralwe a
las kilwa. El largo de estas amarras será el necesario para que este marco quede firme y
seguro.
La vara de cruzadilla, es una vara horizontal de 1,5 mts. de largo por una pulgada de
diámetro. Puede ser de luma, koliwe o walle.
Trasewitralwe son dos varas horizontales largas y delgadas, del mismo largo que los
witralwe, pero de 1,5 pulgadas de diámetro y pueden ser de luma, walle o koliwe. Se usan
para darle tensión al Tonón.
Tonón es una vara horizontal similar a la cruzadilla de 1,5 mts. de largo, aunque su función
es diferente como se verá más adelante.
Materiales para tejer la trama:
Cañuela es la vara de koliwe
aguzada en ambos extremos, de
40 a 50 cm. de largo. Se usa
para enrollar la lana con la cual
se teje la trama.

Ñirehue es una especie de paleta de madera dura y pesada con forma de hoja de cuchillo.
Sirve para golpear la trama mientras se teje, de manera de darle firmeza al tejido. El largo de
ésta depende del ancho de la pieza que se quiere tejer. Antiguamente eran de huesos de
ballena que encontraban en la costa.
Paranpawe es una tabla de superficie muy suave (comúnmente de alerce). Se usa para
separar las hebras del urdido. De 1,2 mts de largo por 10 cm de ancho.
Tipo es la varita de kohwe, luma o sauce a la cual se le saca punta en los extremos. Se usa
para mantener estirado el tejido y su medida depende del ancho de éste.
Armado del witral:

Se utilizarán materiales o varas


nativas fáciles de encontrar y de
bajo costo.
Se pondrán los witralwe inclinados y separados por 1,3 mts aproximadamente entre sí, luego
se tomarán las kilwa, varas que irán en forma vertical armando un rectángulo. Se amarrarán
en cada esquina con los torzales de ñocha a una altura de acuerdo a quien tejerá (de 20 a 30
cm. aproximadamente del suelo).
Es importante que las amarras queden firmes, lo que permitirá tener un urdido tenso.

La quinta vara que se pondrá será la vara de cruzadilla en forma horizontal, a unos 30 cms. de
la kilwa inferior.

Una vez hecha esta estructura se podrá dar comienzo al urdido.

Conceptos obtenidos del Artículo : El Lenguaje de la Luz del Sur


por Alejandra Martínez publicado en el Libro Fütawillimapu
por Pilar Alvarez S y Amilcar Forno, Eds. CONADI
Programa Postítulo en Educación Intercultural Bilingüe, Universidad de los Lagos 2001.
PROCEDIMIENTOS PARA TEJER

Preparado el telar se envuelve éste como primer paso


de la urdiembre, es decir, se colocan los hilos en los
quelgos perpendicularmente a ellos y paralelos entre
sí, formando así la base de la tela que se va a
fabricar. Es importante fijarse en la tensión de las
hebras.

Para tejer la trama usaremos 4 herramientas esta son: La Cañuela, El Parampahue, El Ñirehue
y El Tipo.
Con el Parampahue intercalaremos todas las hebras
de la parte superior de lo que llevamos de urdiembre.
(ver foto izq.)
El resultado será la mitad de hebras del total,
ubicadas por sobre y bajo el Parampahue. (ver foto
abajo).

El siguiente paso será que en conjunto el


Parampahue y el Ñirehue, que se ocupará de las
hebras que quedaron por debajo del Parampahue, se
girarán verticalmente por lo que se subirán todas las
hebras. (ver foto izq.)

A continuación, una pita enlazará todas las hebras


separadas por el Ñirehue al porta Tonón, lo que hará
posible la trama. Con este paso finalizamos el
proceso de la urdiembre. (ver foto izq.)
El tramado prosigue con el tejido de una cadeneta. Para tejer la cadeneta se usa la hebra de la
lana de la Cañuela doblándola en la punta (5 cm aprox.) Esta punta doblada pasará por debajo
de 2 hebras urdidas, al asomarse, el pulgar y el índice de tu mano derecha cogerán la hebra
que cuelga de la Cañuela y pasándola por entre medio de la punta doblada, jalarán la hebra
hacia la derecha.

Esta acción se repite en todas las hebras de la


urdiembre.
Es importante destacar que el pedazo de hebra que
queda colgando será amarrado a la primera hebra de
la urdiembre, justo después de terminar la cadeneta.
(ver foto izq.)
Esto se hace para liberar el tejido del quelgo con el
fin de poder enrollar el tejido cuando sea necesario.
Una vez finalizada la cadeneta, levantaremos todas
las hebras del Tonón, dejándolas suspendidas por el
Nirehue, y pasaremos la Cañuela por debajo de estas
hebras de derecha a izquierda. Giramos el Ñirehue y
golpeamos el tejido para que la trama quede tupida.
(ver foto izq.)

Para devolvernos, levantaremos las


hebras del Parampahue y utilizamos el
Ñirehue para mantener la altura de las
hebras. Pasamos la Cañuela, esta vez de
izquierda a derecha, por entre medio y
volvemos a dar un par de golpes del
Ñirehue al tejido. (ver foto abajo)

El tejido de la trama es un proceso lento pero no aburrido, requiere estar muy pendiente de
todos los detalles y realizar los pasos en forma correcta. Los errores en este tipo de tejidos
son muy visibles y se reflejan en la calidad de la prenda.
Cuando se ha avanzado en el tejido y es incomodo tejer por la altura de la trama, es
conveniente soltar el quelgo superior y bajarlo a una altura adecuada y cómoda para tejer
sentada.
Se enrrolla el tejido en el quelgo inferior, para esta operación nos ayudamos con una vara
adicional, lo volvemos a amarrar dándole la tensión adecuada al urdido para seguir tejiendo.
Finalizando, volvemos a tejer una cadeneta para evitar que se desarme el tejido. Luego, se
corta con tijeras el urdido, permitiendo que queden flecos y se rematan los extremos con
aguja y lana.
Textos obtenidos en: Artículo Telar Mapuche
por El Catastro Nacional de Tecnología Campesina,
además de Entrevista Informal a Tejedora Rosa María Salazar, Valdivia.

DISEÑOS y SIMBOLOGIAS
«Las mujeres mapuche, día a día van urdiendo en la memoria y bordando en sus tejidos la
historia de un pueblo que se niega a desaparecer. Nacen de estas manos femeninas imágenes
tutelares, plantas, flores y animales en una secuencia donde pasado y presente se juntan para
dar continuidad a una cultura que se expresa en la magia y colorido de sus tejidos.»
Para comprender el significado y el sentido estético involucrado en los tejidos mapuche, es
importante tener en cuenta que la combinación de formas, diseños y coloridos que adornan las
distintas prendas, aluden a un modo de expresión propio y a la existencia de un "lenguaje" a
través del cual se establece un diálogo entre sus creadoras y los miembros de su sociedad.
Desde el punto de vista de las mujeres mapuche que observan un tejido finamente laboreado y
con gran variedad de diseños, reconocen en él un mensaje que remite al pasado, refiriéndose a
ellos como: "eso lo hacían los antiguo?. Afloran en su memoria historias contadas por las
abuelas: se recuerda que antes la gente "no tenía educación", pero poseía una gran sabiduría
que se expresa en la belleza de sus creaciones; antes la gente se imaginaba flores, plantas,
animales y los representaba en sus tejidos.
A través de los dibujos de un tejido, se podía contar una historia, o saber la posición social de
un hombre o de una mujer. Estas historias, que aún perviven en la memoria de las mujeres,
nos hablan de cómo un tejido podía ser concebido para una persona en particular o para una
situación específica; las vestiduras podían representar una marca, una señal respecto de la
vida de una persona; se podía establecer un diálogo que era compartido al interior de su
sociedad, pero que aparece indescifrable o carente de significado para los que no pertenecen a
esta cultura.
¿Cómo entender la perdurabilidad en el tiempo de las formas contenidas en los textiles
mapuche y la repetición infinita de estos símbolos? Obviamente, estamos frente a formas de
resistencia cultural, de un lenguaje que se niega a desaparecer y aunque no guarde el sentido
original que tuvo para sus creadores primigenios, sí tiene un sentido profundo que identifica a
este pueblo y a sus mujeres que se niegan a perder la lengua de la tierra, volviendo infinitas
veces a mostrarnos que aún está vigente y que los intentos por negarla han sido infructuosos.
Abramos entonces nuestra mirada para apreciar la belleza contenida en estas prendas,
volvamos a escuchar los relatos contados por las abuelas, para que así podamos hacer el tejido
de nuestra propia historia.

Diseños textiles:

nümka: planta kopiwe: flor o fruta del kolkópiu.

asukura: del castellano azúcar. lukutuwe: lugar donde se arrodilla.


Diseño geométrico que se encuentra Este dibujo aparece en las fajas
en variados tipos de prendas y define usadas por las mujeres mapuche y
la denominación de las mismas: también en algunas mantas. Su
asukura makuñ. Alude a la forma del significado remite a la esfera de lo
antiguo terrón de azúcar. religioso.

külpuwe ninun: laboreo con garfio,


que se cuelga. mauñimin: cadenilla.

mawida: montaña «árbol que está


plantado y que brotan todas sus
nge-nge: ojitos ramas«.

pichikemenkúe: cantaritos. sipuela: del castellano espuela.

relmu ñimin: dibujo con rayas como


rayen: flor. las del arco iris.

wangülen: estrella. trarin ñimin: dibujo amarrado,


«como que está agarrado»

weIungüsef: cruzado, trenzado, willodmawe ñomin: laboreo


encajado enrollado «abraza con el garabatito»

wiriweI: escrito, con rayas. Líneas


oblicuas y paralelas del tejido en cuyo
centro casi siempre va otro dibujo.

Conceptos obtenidos del Libro Arte de Mujeres


por Angélica Wilson A.; 1992.
Ediciones CEDEM, Colección Artes y Oficios N°3.

LA TEJEDORA

«Mi mamá contaba que antes a la mujer mapuche le colocaban una lanita que se encuentra en un
árbol -me parece que es hualle-, es una lanita especial, está en las montañas; pero la encuentra
sólo la que tiene suerte, es una lanita bien finita. De guagüitas a las niñas mapuche le envolvían la
muñeca de la mano, entonces ellas iban a ser como arañas para hilar o para tejer, salían expertas
en tejido. Yo le decía a mi mamá, que por qué no me buscaba una, que por qué no me buscó
cuando era guagüita. Yo soñé que iba a hilar algún día; pero pensaba que iba a ser más lenta
porque no me puso la telita. Ella me decía: "Ya de grande es difícil, de guagüita es bueno, hay que
buscarlo en el monte, es un poco difícil; pero se encuentra. (Margarita Painequeo, Temuco, 1988)»
(Op,cit:7)
El aprendizaje de la textilería, dentro de la cultura mapuche actual, ocupa un lugar importante. De
abuelas a madres e hijas, se va transmitiendo una sabiduría que es el legado de antiguas
generaciones, y que ha permitido la continuidad de una tradición cultural que identifica a los
mapuche y en particular a sus mujeres.

Así, las mujeres mapuche desde pequeñas se muestran interesadas en aprender el arte del tejido;
para ello tendrán como referente a las mujeres adultas de su familia y poco a poco irán imitando y
reproduciendo los gestos de este complejo entramado. La observación y la práctica cotidiana,
incorporándose a tareas menores de preparación de la lana, marcarán el inicio de este proceso de
aprendizaje.

Existen dos modalidades en cuanto a la forma en que las mujeres logran el conocimiento y
aplicación de las distintas técnicas y procedimientos textiles. La primera, consiste en la observación
cotidiana de las labores de hilado, teñido y tejido que realizan su abuela, madre o hermanas
mayores y es lo que comúnmente ellas denominan "aprender mirando", porque sólo en algunas
ocasiones recibe la ayuda o guía de parte de alguna de sus parientes.
En el segundo caso se recurre a la enseñanza especializada de una maestra o ñimife. El método
empleado por la ñimife, consiste en la aplicación práctica de los conocimientos. Es decir, va
elaborando un tejido y la joven lo realiza paralelamente en su telar. La maestra la guía y sigue
atentamente todo el proceso de aprendizaje, el cual finaliza cuando la joven logra confeccionar un
muestrario o una prenda tejida con la técnica de su maestra. En ese momento se debe realizar el
pago a la ñimife, el cual puede ser en dinero o en especies.
Durante la etapa de aprendizaje, los sueños también van a jugar un rol importante. El vínculo que
se establece entre lo humano y lo divino a través de los mensajes oníricos tendrá múltiples
significados: estos pueden ser reveladores en el sentido que a través de ellos Ngenchen (Dios)
entrega sabiduría, o premonitorios de cómo las mujeres van a realizar el oficio. Por ejemplo, Rosa
Rapimán expresa:

«Soñé que iba un hombre subiendo por una montaña, iba con una manta cacique. Además llevaba
un trarilonko (cintillo) igual ¡y se veía tan bonito! que yo decía: igual puedo hacer esa manta. Yo
pienso que Dios me dice que yo no tengo que quedarme con lo que sé no más, si . no seguir
creando y viendo. Yo pienso que Dios transmite cosas por intermedio de sueños, porque creo que
uno es predestinado; por ejemplo, en mi casa no querían que yo estudiara esa especialidad de
tejidos y yo sola no más lo hice». (Op,cit:8)

El desarrollo de la actividad textil contempla una serie de etapas sucesivas, que van desde la
obtención y preparación de las materias primas, siguiendo con el hilado, teñido de las lanas, hasta
llegar a la etapa final de tejido.

En este proceso intervienen aspectos importantes de la creatividad femenina, que van más allá de
la aplicación práctica de los conocimientos técnicos. Eso se manifiesta en la forma particular en
que cada artesana selecciona la técnica de tejido que va a utilizar, y a través del modo en que une
y combina los distintos diseños y coloridos. Para ello, la artesana crea un modelo mental de su
tejido que le sirve de referente en la ejecución de las distintas etapas del trabajo. Este ejercicio
mental y creativo, se sustenta en la existencia de una tradición textil que actúa en la memoria de
las mujeres como depósito de conocimientos o matriz común, desde la cual emergen infinitas
creaciones.

De este modo, encontramos que las técnicas, instrumentos y procedimientos utilizados por las
mujeres mapuche en el proceso de producción textil, son los mismos. Sin embargo, cada tejido
denota ciertas particularidades impresas por su realizadora, asociadas a la "especialidad" textil que
posee, tanto en términos del dominio de una técnica y de la estética de su tejido, así como, del tipo
de prenda que prefiere tejer.
También observamos que en las distintas etapas del proceso textil, entran en juego otros aspectos
importantes de la existencia de las mujeres que se vinculan a una cosmovisión específica, donde
todas las acciones de la vida están integradas. Por ejemplo, es común escuchar a las mujeres
decir que han soñado, o que le cantan y rezan a su tejido, para que les salga bien, para que quede
bonito, para tener suerte en la venta. Margarita Painequeo lo expresa así:
"Mi mamá contaba que cuando la tejedora se ponía a tejer, lo hacía así cantando, tenía una
canción para tejer. que Dios quiera que le resulte bien -pero todo en una melodía de canción-.
Siempre las abuelitas lo hacían así, se ponían a cantar tejiendo."
A través de estos relatos, podemos darnos cuenta que con el solo hecho de realizar un tejido,
entran en juego otras aspectos de la vida como lo religioso, lo económico, lo social y lo cultural.

Texto obtenido del Libro Arte de Mujeres


por Angélica Wilson A.; 1992.
Ediciones CEDEM, Colección Artes y Oficios N°3

VESTIMENTA TRADICIONAL MAPUCHE

«Vestían ropa de lana. hacían grandes paños cuadrados, teñidos de varios colores, pero
generlamente negros o azules, a veces listados. Las mujeres se envolvían en éstos, a manera
de sayas, desde los hombros hasta media pierna, sujetándolos a la cintura con fajas tejidas.
Los brazos quedaban a libertad. Los hombres usaban los mismos paños doblados entre las
piernas como bragas. Para abrigarse usaban ponchos y las mujeres cubrían las espaldas con
otro paño a manera de capa. Los niños de poca edad generalemente andaban desnudos,
solamente tapándose con pequeñas mantas cuando hacía mucho frío.» (Latcham, Ricardo E.
1928:138).
Vestimenta Tradicional de la Mujer
Chamal: es el paño fundamental; de forma cuadrangular,
tejido y liso. Es la prenda básica de la vestimenta de la mujer
y del hombre. No tiene designación de sexo, pero la de edad
puede deducirse por la relación proporcional: Tamaño-edad.
No es un paño blanco, ya que el blanco es un color y éste es
un paño sin color, al no estar teñido. La neutralidad de uso
del chamal es anulada por el color, que determina su uso. Si
es negro, lo ocupará siempre una mujer; y al no estar teñido,
será de los niños y niñas; en los hombres no es indispensable
el color negro.
Kepam: éste debe ser negro, es el chamal de la mujer, ésta se
envuelve en él, cubriendo su cuerpo desde los hombros hasta
los tobillos. Se afirma sobre los hombros con un alfiler
o tupu. El kepam debe ser negro, pero de un negro tan puro,
tan intenso que logre los matices del azul. Color básicamente
positivo, que representa a la divinidad sublime.
Wiltrikepam: rectángulo negro con marco de colores. (Soto,
Sergio, 1996:78-79)

Accesorios
Trarüwe: es la faja de las mujeres adultas fértiles,
(el pichitraruwe es una faja pequeña, para niñas
impúberes).
Cumple una función práctica, sujeta el kepama
modo de cinturón. Cumple también una función
estética, pues con esta irrumpe el color en la
vestimenta, rompiendo la neutralidad negra
del kepam.
Las fajas expresan significado con sus colores y
figuras. Nos "hablan" de sus propiedades
simbólicas y de las mujeres que la portan, como
también de ciertos contenidos elementales de la
cultura mapuche.
Ikülla: es la capa de la mujer, que envuelve a su
dueña. Es una prenda esencialmente adulta. Debe
ser llevada por las mujeres como tal.
Tres colores para la gruesa franja de una ikülla: el
azul (kalfü); el púrpura (konolwe) y el verde
(karü). (op. cit:79) Trarüwe

Vestimenta Tradicional del Hombre

Chiripa: es de forma rectangular. Es el chamal que


utiliza el hombre. Se lo pasa entre las piernas
fajándoselo a la cintura. La chiripa intenta proteger
cubriendo desde la cintura hasta el muslo; es una
especie de pañal que protege los genitales
envolviéndolos. Es una prenda práctica. Suele ser
blanco, también se le agregan líneas cafés o negras.
Chiripa (op. cit:80)
Accesorios
Trarüchiripa: son soportes corporales. La faja del hombre fue más sencilla en sus figuras.
Generalmente era de color rojo, color de los hombres con poder. Cumplía la misma función
que la faja femenina.
Makuñ: son las mantas, prendas exclusivamente masculinas. No pueden
ser usadas por la mujer. Hay mantas hechas sólo para cubrir y otras sólo
para expresar un significado. Toda manta expresa masculinidad, aunque
sea kachümakuñ (manta gris, de uso diario), colores de lanas naturales,
que van en tonalidades del gris oscuro, pasando por los tonos cafés hasta
llegar al blanco. Cumple una función práctica. Makuñ
Si se llenan de colores, es porque sus símbolos se han enriquecido.
El negro es un color reservado principalmente para los nobles (ülmen); a diferencia del rojo,
que se asocia a la sangre. Un Kelümakuñ, manta roja, es un "símbolo fuerte".
Trarikanmakuñ Sobremakuñ
Manta cacique es una manta ritual. El sobremakuñ, es una manta pequeña que se coloca
sobre la vestimenta diaria, para asistir a reuniones ceremoniales (op. cit:80)
https://letrasdearauco.wordpress.com/2006/10/15/la-leyenda-del-huitral-o-telar-mapuche/
EL SITIO DE LOS ESCRITORES DE ARAUCO

LA LEYENDA DEL HUITRAL O TELAR MAPUCHE


Estándar
13

RATE THIS

(A mi prima Mónica y sus hijos)

Dicen que hace muchos siglos, cuando la tierra de los mapuches sólo era habitada por tribus
alfareras, cazadoras y recolectoras, llegó a las orillas del lago Lanalhue una familia de
pacíficos mapuches a los que nadie tomó muy en cuenta. La verdad es que nadie sabía que
el Gran Nguenechén les iba dar una misión muy importante que era la de difundir por la
tierra el uso del telar para confeccionar abrigadoras prendas de lana y esta misión partió de
una promesa hecha por un cacique a los Padres Ancestrales debido a unos acontecimientos
que ahora paso a contar para ustedes.

“Era plena primavera cuando la doncella Naynay estaba tejiendo un hermoso collar de
flores a la orilla del lago, entonces apareció Chompallhue y le pidió unas flores a la
tejedora, ella le preguntó el porqué tenía el pelo tan rizado y porqué su piel era del color del
charu que se ponía en el fuego para cocinar; Chompalhue primero se extrañó porque ella no
sintió miedo ni tampoco se rió de él, y después le contó que por órdenes de Nguenechén, él
era el genio que protegía los lagos y lagunas de todas la tierra hasta donde los ojos podían
ver.
Naynay, conversó largamente con él y le regaló su hermoso collar, entonces Chompallhue
se sumergió en el lago y cantó feliz toda la noche… desde allí en adelante nunca le faltó el
alimento a esta familia que pescaba en el lago y regaba sus campos de quínoa con las aguas
que amablemente les daba el genio, amén de las frutas silvestres que encontraban en los
bosques ribereños.
Pero no todo fue felicidad, un día una envidiosa hermanastra de Naynay acusó a la
muchacha con su padre y le contó que ella pasaba tejiendo collares que lanzaba a las aguas
y no hacía nada en la huerta ni en la ruca. Sorprendido y malhumorado el cacique prohibió
a su hija las visitas al lago.
“Chachay querido, amado chachay… no me encierres y déjame tejer” – dijo la doncella-
pero su padre fue duro e implacable, la aisló de la familia y para que entrara en razón le
entregó unas varillas y varas secas para que hiciera fuego, más dos llamas para que le
hicieran compañía y se hiciera una mujer hacendosa.
La obediente Naynay imploró a Nguenechén y a Chompallhue para que la ayudaran y se
durmió por mucho tiempo, fue entonces que los dioses en sueño le entregaron el don para
poder hacer un telar, una rueca y un huso y así aprovechar la lana de las llamas para tejer.
La imaginación de Naynay se echó a volar y comenzó a hacer bellísimos tejidos con no
menos hermosos diseños que fueron inspirados por los dioses, cuando su padre vio lo que
su hija había hecho, se dio cuenta de su error y pidió perdón con mucha sinceridad y
devoción a los dioses.
Nguenechén y Chompalhue no lo castigaron, pero le exigieron que dejara a su hija tejer
todo lo que ella quisiera y donde quisiera… fue así como Naynay recorrió otras
comunidades y enseñó el arte del tejido y de hacer el telar, la rueca y el huso… y el saber se
extendió por toda la tierra mapuche… y cuando ya muchas mujeres habían aprendido el
arte de hablar a través de los diseños, Naynay se fue a la orilla del lago y con sus aladas
manos tejió collares hasta que se durmió, esta vez para siempre, siempre.
Entonces Chompallhue se la llevó a las profundidades y allí los dos moran en un bello
palacio de cristal.
Dicen que esta bella durmiente algunas noches de luna sale a la superficie del lago
Lanalhue y se le ve con su rueca y su huso afanando en los tejidos que los dioses tutelares
le inspiraron.

FIN

MARÍA INÉS VEGA SANHUEZA


Charu: cántaro de barro
Chachay: forma cariñosa de llamar al papá, papito
Chompalhue: deidad que protege ríos y lagos.
Huitral: telar mapuche
Naynay: araña
Nguenechén: dios tutelar de la cosmogonía mapuche.

NAVEGAR : GESTIÓN EMPRESARIAL TELAR TOBA TELAR TOBA - ENHEBRADO BÁSICO

Telar Toba - Enhebrado Básico


Publicado Por EquipoJC on 5.12.10 | 1 comment

El bastidor se arma con un alto igual a la mitad del largo deseado más el desperdicio, pues se trabaja en

forma circular. El trabajo comienza cuando se decide el largo de la pieza a realizar: a este número se deben

agregar unos 50 cm de desperdicio, que luego serán descartados o aprovechados como flecos.
1. Armado de la Urdiembre

Comenzar sosteniendo el extremo de la hebra en la parte inferior y dar una vuelta alrededor del bastidor.

2. Anudar sin cortar la hebra para sostenerla; los nudos de unión siempre se realizan en la parte inferior.

3. Enrollar sobre el bastidor, dando tantas vueltas como sean necesarias de acuerdo al ancho deseado para

el trabajo. Tener siempre presente que el ancho inicial se reducen en forma considerable.

4. Al enrollar,tener cuidado de no encimar una vuelta con la otra: se las debe mantener siempre una al lado

de otra.

5. Anudar el extremo final de la hebra con la última vuelta.

6. Con una de las navetas comenzar a separar los hilos en la parte superior del bastidor,pasando uno por

arriba y otro por abajo, como si se los estuviera entrelazando.

7. Dejar en suspenso la primera naveta y realizar el mismo trabajo con la segunda, sólo que debe

contraponerse la posición de los hilos; los que están arriba deberá quedar abajo y los de abajo, arriba.

8. colocar parada la última naveta para realizar la primera separación de hilos.

9. Preparar el palito más pequeño,atando en uno de sus extremos una hebra de hilo de algodón resistente.
10. Pasar el palito de un lado a otro por la calada formada por la naveta.

11. Comenzar a levantar el hilo de algodón entre los hilos de la urdiembre separados por la naveta.

12. Realizar una lazada, utilizando los dedos pulgar e índice.

13. Lazadas: Con ayuda del dedor mayor, girar la lazada sobre sí mismas y pasar por su interior los hilos que

quedan debajo. Pasar la nueva lazada que queda en el palito para sujetarla y ajustar.

En esta técnica, se recomienda realizar el enhebrado en forma prolija y ordenada, porque los hilos de la

urdiembre se pueden mezclar y complicar el trabajo.

Los materiales aptos para tejer suelen ser los de algadón fino y lios, sin texturas ni pelos.

14. Repetir el procedimiento con todos los hilos.

15. Tener precaución que al enganchar las lazadas en los palitos queden del mismo largo. De esta forma, al

utilizarlas todas levantarán los hilos al mismo tiempo.

16. Quitar la naveta verificando haber enganchado todos los hilos, deslizandola arriba y abajo.

17. En la posición de la primera naveta, que se colocó parada, ubicar el palo más grande para reemplazarlo.

18. Sacar la naveta y atar el palo al bastidor con el hilo de algodón.

19. Empezar a juntar los hilos, acercando unos a otros en forma prolija y sin encimarlos, manteniendo su

posición.

20. Los hilos quedarán muy juntos determinando el ancho de la tira.

21. Repetir en la parte superior.


22. De esta forma queda armada la urdiembre del tejido en bastidor toba.

23. Formación de la calada: Al tirar hacia arriba y mover el palito con los hilos de algodón se formará una de

las caladas de tejido.

24. Con ayuda de la pala marcar lo calado y pasar la naveta, que fue cargada previamente con material del

mismo color.

25. Acomodar la primera pasada cerca del borde inferior del bastidor cuando no se realicen flecos. Si no,

dejar sin tejer la medida necesaria para los mismos (que ya está calculada en el desperdicio).

26. Dejar el palito sobre la urdiembre y buscar la otra calada en el palo de arriba, deslizando la mano entre

los hilos separados por el mismo

27. Pasar la pala por la separación y por adelante de los hilos del palito de madera para marcar la nueva

calada. A continuación, realizar la pasada de tejido.

28. Acomodar la pasada, ajustandola hasta lograr el ancho real del tejido, que se logra cuando las hebras

están lo más juntas posibles (sin encimarse).

29. Continuar tejiendo de la misma forma, buscando una calada con el palito chico y la otra con el grande,

peinando con la pala para ajustar bien.

30. Si se afloja la urdiembre se la puede tensar nuevamente al mover la varilla de arriba del bastidor y

ajustar las mariposas de las varillas roscadas.

31. Continuar tejiendo de igual forma hasta cerca del extremo superior del bastidor, donde se hace más

difícil la búsqueda de las caladas.

Es importante mantener los bordes prolijos.

32. En este punto aflojar la urdiembre moviendo las mariposas de las varillas de metal para poder girar el

tejido (de adelante hacia atrás) sobre el bastidor y poder colocar la urdiembre sin tejer lo más cerca posible
del extremo inferior del bastidor. Ajustar nuevamente la urdiembre y seguir tejiendo.

33. Al terminar, los nuditos del inicio del enhebrado quedarán en la parte superior del bastidor: cortar allí

para retirar del bastidor el trabajo terminado.

Etiqueta : Telar Toba

Você também pode gostar