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Adler (1951) El sentido del a vida: capítulo II Medios y caminos para la exploración del

estilo de vida.

La opinión del individuo sobre el sentido de la vida no es asunto superficial, ya que en


instancia determina todo su pensar, sentir y obrar. El autentico sentido de la vida se
hace patente en la invencible resistencia contra la que choca el individuo cuando obra
equivocadamente.

La ley de movimiento que rige al individuo muchos la denominan intuición en realidad, es


el mas humano de los dones y hacemos uso incesante de el para orientarnos en medio
del caos de la vida y ante lo indescifrable del futuro.

Puesto que cada problema que se nos plantea es siempre distinto y siempre nuevo,
seriamos victimas de constantes errores y si nos viéramos obligados a resolverlo
conforme a los reflejos condicionas. Solo el acierto en la adivinación nos permite
dominar los problemas.

La psicología fue un arte incocente hasta que se incorporó a la filosofía. De ésta y de la


antropología de los filosofos brotaron las raíces del conocimiento científico del
hombre. Este método no prevaleció mucho tiempo. No tardó en caer en justificado
descrédito, porque no es posible atribuir al hombre juicios obetivos sobre sí mismo.

La ciencia de la herencia, que se desarrolló poco después, desdeñó a su vez todos los
resultados obtenidos, complaciéndose en demostrar que todo depende de la posesión
de aptitudes y no de su empleo.

La psicología alcanzó un verdadero renacimiento con la creación del psicoanálisis.

La libido secual desempeña el oficio de omnipotente guía del destino humano. Los horrores de
infierno están representados por el inconsciente y el pecad original por el sentimiento de
culpabilidad. El olvido del cielo fue reparado mas tarde mediante la creación del Ideal del yo ,
inspirado en el concepto descripto por la Psicologia Individual de una finalidad ideal de
perfeccion. El psicoanalisi freudiano represento un esfuerzo a leer entre las líneas de la
conciencia, Freud se perdió en el laberinto de sus metáforas sexualizantes. El psicoanálisis se
inspiraba en exceso en el estudio del mundo de los niños mimados.

La técnica del psicoanálisis estaba encaminada a poner en relieve, con paciente energía, la
intima relación de la libidi sexual con los movimientos esxpresivos y los síntomas, y a hacer
derivar los actos humanos de un impulso sádico inherente al hombre. Es merito exclusivo de la
Psicologia Indiviual el haber puest en claro que este ultimo fenómeno no es mas que el
producto artificialmente cultivado del resentimiento de unos niños mimados. En el
psicoanálisis se enceuntran aspaectos evolutivos que se reflejan en la idea del deseo de
muerte como finalidad ultima de a existencia.

La Psicologia Individual se coloca decididamente y a la luz de la misma, considera todo anhelo


humano como tendencia hacia la perfeccion. El impulso vital está ligado de un modo
irreductible, tanto física como psíquicamente, a dicha tendencia. Toda forma de expresión
psíquica aparece como un movimiento que conduce de una situación de minus a una situación
de plus. La ley de movimiento en el individuo al comienzo de la vida, son completamente
distintos para cada hombre en cuanto a su tempo, ritmo y orientación. En su incesate cote con
la perfección ideal, se halla el individuo constantemente impulsado por su sentimiento de
inferioridad.

El sentimiento de inferioridad, la tendencia hacia la superación y el sentimiento de comunidad


son los pilares básicos de la investigación psicologicoindividual. Estos pilares aislados son
imprescindibles tanto para el estudio de un individui asilado como para el estudio de una
masa. El examen de una personalidad non será correcto si no son tomados estos hechos en
consideración, si no se obtiene una clara visión .

La construcción intelectual y , al propio tiempo, emocional de un estilo de vida en el curso de


la evolución, es obra de la infancia. El seno de un ambiente muy poco neutral y que sólo
imperfectamente representa la primera escuela de la vida. Basándose en una impresión
subjetiva y guiado por éxitos y fracasos el niño se traza el al camino, y la imagen de la posición
que desea alcanzar en el futuro, la psicología individual respeta la opinión del individuo sobre
el objetivo de la superioridad, la intensidad de su sentimiento de inferioridad y el grado de su
sentimiento de comunidad. La totalidad del individuo no puede estuidarse aisladamente de su
relación con la vida o, mejor dicho, con la sociedad. La posición del hombre frente a la
sociedad revela su estilo de vida. El examen experimental atiende a lo sumo a limitados
aspectos de la vida, nada pueda decirnos acerca del carácter. La psicología de la figura(gestalt)
exige el complemento de la psicolodia individual para poder pronunciarse sobre la actitud del
individuo en el proceso de la vida.

La técnica empleada por la Psicologia individual para investigar el estilo de vida presupone, un
primer término, el conocimiento de los problemas de la vida y de las exigencias que ésta
plantea al individuo. Su solución presupone cierto grado de sentimimneto de comunidad, de
capacidad de colaboración y solidaridad humana. Si esta capacidad falta podrá observarse un
acentuado sentimiento de inferioridad representadas por una actitud vacilante y evasiva. Al
conjunto de los fenómenos somaicos o psíquicos que aquí se manifiestan le he dado el nombre
de complejo de inferioridad. El incansable afán de superioridad trata de disimular este
complejo medianteel complejo de superioridad , siempre prescidiendo del sentimiento de
comunidad.

Los fenómenos que se presenta en forma de fracaso escasa participación del sentimiento de
comunidad en los complejos de inferioridad, de superioridad y en todos los tipos de desviación
de la conducta. Los caminos que mas viablemente conducen al conocimiento de la
personalidad son :una amplia compresión de los primeros recuerdos de la infancia, la posición
que en orden a la edad le corresponde al niño entre sus hermanos, los sueños, las fantasias
diurnas, eventuales faltas infantiles y las características del factor exógeno causante del
trastrno.

Capitulo VI: El Complejo de inferioridad

Ser hombre equivale a sentirse inferior. La sensación de insuficiencia constituye un sufrimiento


positivo que perdura, hasta que no es resuelto, hasta que una necesidad no es satisfecha. Es
un sentimiento natural comparable a una tensión dorolora, que reclama alivio. Este alivio no
ha de ir forzosamente acompañado de placer, como supone Freud, aunque puede suceder asi,
la supresión de esta tensión puede ir acompañada también de dolor y sufrimiento.

La constante aspiración a perfeccionarse y a resolver los problemas de la vida debe ser


interpretado como la historia del sentimiento de inferioridad y de los intentos realizados para
liberarse de él. La materia viva siempre se ha esformzado por pasar de una situación de minus
a una situación de plus. Este movimiento es el concepto de evolución. Este movimiento puede
considerarse como encaminad hacia la muerte, ni siquiera hacia un estado de equilibrio o de
reposo, aspira a la dominación del mundo circundante, existen hombres que prefieren la
muerte a una lucha con las circunstacnias ambientales, porque, tiene un miedo exagerado a un
posible fracaso. Son personas que aspiran siempre a ser mimadas y dipensadas de sus
obligaciones, a base de que otros las cumplan.

El cuerpo humano se halla estructurado según el principio de aseguramiento . las divergencias


de los hijos y de las generaciones de jóvenes, con respecto a los padres y a las generaciones
viejas, no es mas que un aspecto de este aseguramiento de la vida.

La creciente civilización que nos rodea acusa idéntica tendencia al aseguramiento y nos
muestra al hombre en una continúan totalidad afectiva del sentimiento de inferioridad que
estimula insensatamente nuestra actividad para alcanzar una mayor seguridad.
Una adaptación a la realidad actual, la imagen que del mundo tienen los niños, mimados. La
continua aspiración a un afianzamiento nos iimpulsa hacia la superación de la realidad actual a
favor de otra realidad mejor.

Sin esta corriente de la civilización, que nos arrastra haca adelante, la vida humana sería
imposible. El hombre estaría condenado a sucumbir ante el embate de las fuerzas de la
Naturaleza si no hubiera aprendido a utilizarlas en provechopropi. Los rigores del clima le
obligan a defenderse contra el frio mediante las pieles que quita a animales. Su vida no está
asegurada mas que bajo ciertas condiciones, una conveniente división del trabajo y una
suficiente multiplicación de los individuos. ¿ quien puede dudar de que la sensación de
inferioridad es una verdadera bendición, que sin cesar le empuja hacia una situación de plus,
hacia la seguridad,, hacia la superación ¿ y la inevitable rebelión contra este sentimiento de
inferioridad consubtancial al hombre se repite como base de la evolución en la infancia de
cada individuo.

Todo niño que no esté, como el idiota, se halla bajo el imperativo de este desenvolvimiento
ascensional que empele tanto a su cuerpo a su alma. También a él le es impuesta por la
Naturaleza la tendencia a la superación. Bajo la presión de su existencia precaria, el niño crea
para si mismo nuevas formas de vida, tal vez hasta entonces inéditas. Sus juegos, siempre
orientados hacia el porvenir, sus anhelos crecientes le arrastran inexorablemente hacia el
objetivo final, que consiste en sentirmse muy por encima de los luhares que en la Tierra le
están asignados. Su herencia, corporal o anímica, se expresa en posibilidades, y no cuenta sino
en la medida en que es utilizada con vistas al obetivo final. Lo que luego observamos en la
evolución del individuo ha sido originado por el material hereditario y su perfeccion es debida
a la potencia creadra del niño.

La tendencia a la superación permanece invariable, aun cuando varíe su dirección en cada


individuo.

Las insuficiencias organicas, el mimo o el abandono inducen al niño a establecer fines


concretos de superación que se hallan en contradicción tanto con el bienestar del individuo
como con el perfeccionamiento de la humanidad.

Se ha de tener encuenta que cada mala acción es distinta de las demás, que cada escrito
pornográfico ofrece sus peculiaridades. Y que tampoco hay dos delincuentes compretamente
iguales. En esta peculiaridad que distingue a cada individuo se pone de relieve la creación
propia del niño y la manera cómo utiliza sus posibilidades y aptitudes congénitas.
No existe ningún movimiento sin obetivo, y este objetivo no puede ser alcanzado nunca. La
causa de esto reside en la primitiva comprensión del hombre de que nunca llegará a adueñarse
de la creación.

La vida anímica está dominada por el sentimiento de inferioridad, y esto es fácilmente


comprensible si se parte de la sensación de imprefeccion, de la incompletud, y de la incesante
tendencia a ascender que tiene el hombre y la Humanidad.

Todo movimiento progresa de la incompletud a la completud. Las formas de esta inclinación a


la agresividad, desarrrolladas bajo las necesidades ded la evolución, derivan del estilo de vida,
y son una parte de la totalidad.

La incorporación del niño a su primer ambiente, es m el primer acto creador que recurriendo a
sus aptitudes, realiza impulsado por su sentimiento de inferioridad. Esta incorporación,
distinta en cada caso concreto, es movimiento, interpretado luego por nosotros como forma
de vida que parece prometer seguridad y superación. El completo desarrollo del cuerpo y del
espíritu humanos están mejor garantizados cuando el individuo encuadra sus aspiraciones y
sus actos dentro de la comunidad ideal apetecible. Entre aquellos que consciente o
inconsciente sacan las debidas consecuencias de este punto de vista y los muchísimos otros
que no lo hacen, se abre un abismo infranqueable.

La dirección del desarrollo del individuo y de la comunidad está, por tanto, preestablecida por
el grado del sentimiento de comunidad. Esto nis proporciona un punto de vista sólido para
juzgar lo que es justo o inusto. Todo movimiento expresivo por débil que sea, puede ser
examinado desde el punto de vista de sus orientación y distancia de la comunidad. La
psicología individual no pretende culpar al individuo, sino que mas ben intenta mejorarlo al
atribuir la culpa, no al individuo mismo, sino a nuestra civilización, de cuyas enormes
deficiencias todos resultamos responsables. El hecho de que aun hoy estemos obligados a
laborara por el incfremento del sentimiento de comunidad se debe al grado todavía muy
insuficiente de nuestra evolución. Las generaciones venideras habran incorporado a su vida el
sentimiento de comunidad como nosotros tenemos incorporado a la nuestra la respiración, la
marcha erecta o la percepción.

Aquellos que no comprenden el ama a tu prójimo ni nada de lo que tiende a domentar en


nuestra vida anímica la comunidad, resultan un excelente abono para el terreno de la
humanidad progresiva. Su sentimiento de inferioridad busca un contrapeso en el
convencimiento de la falta de valor de los demás.
Incumbe , al sector progresivo de la Humanidad la estricta tarea de ilustrar y educar, sin
excesivo rigorni dureza, a aquel que se halla falto de sentimiento de comunidad,
considerándole como un posible y eficiente colaborardor ene el caso de que lorgre adquirir
dicho sentimiento, mas no en caso contrario. La estructura mental del delincuente obedece sin
duda al estilo de vida de una persona activa, pero poco propensa a la vida en común, que ya
desde su infancia se ha formado una opinión tal de la vida que considera justo aprovecharse
del sudor ajeno.

Defectos y vicios infantiles como la retencones de excrementos , ka excesiva invclinacion hacia


la madre, son manifiesta señales de mimo en un niño cuyo hábito vital ni se extiende mas alla
de la madre, ni de aqellas funciones cuyo cultivo corresponde a la que le dio el ser. Si a estas
flatas infantiles se añade una sensación de cosquilleo esto debe interpretarse entonces como
una secuela propia sobre todo de los niños mimados. El camino de cooperación, camino que
no llegó a tomar jamás sobre todo a causa del mimo. El niño se ve, impulsado a buscar de
continuo apoyo que le exima, de las tareas de la convivencia. La falta del sentimiento de
comunidad y la agudización del de inferioridad quedan ya acusados con toda claridad en esta
fase de la vida infantil, manifestándose por lo general a través de todas esas formas de
expresión que seulen darse en un ambiente hostil: susceptibilidad, impaciencia, timidez,
cautela.

Las graves situaciones de la vida, tales como peligros, decepciones, penas, pérdidas han de
considerarse case siempre a la luz del sentimiento de inferioridad. Este se xterioriza
generalmente en emociones y estados de ánimo universalmente conocidos, que distiguimos
bajo los nombres de miedo, tristeza, vergüenza, timidez y que se traducen en la expresión
facial y en la actitud del cuerpo. En armonía con esta tendencia a la evasión, surge de la esfera
del pensamiento planes de retirada. La inferioridad o la inseguridad son reflejas, por la esfera
afectiva, contribuyendo asi, a fortalecer la retirada. El sentimiento humano de inferioridad,
que seuele diluirse en el afán de progresar, se revela con mas claridad en los avatares de la
vida, y con claridad deslumbradora en las duras pruebas que ésta nos depara.

No hay que perder de vista que en el solo intento de superara las rendencias emocionales, en
el hecho de estallar en cólera y a veces, en el asco y el desdén, puede verse el resultado de un
activo estilo de vida impuesto por el objetivo de superioridad y aguijoneado por el sentimiento
de inferioridad. Persistiendo en la línea de retroceso antes los problemas peligrosos, la primera
de estas formas de vida puede conducir a la neurosis, a la psicosis, mientras que la segunda,
prescindiendo de las formas neuróticas mixtas, tiende a una mayor actividad y de ahí la
propensión al suicidio, al alcoholismo, criminalidad o perversión activa. La vida exige la
solución de los problemas de la comunidad y por esto toda conducta apunta al porvenir

La falta de preparación para enfrentarse con cualquier problema de la vida puede obedecer en
todo caso a un insuficiente desarrollo del sentimiento de comunidad. Esta falta de preparación
es la que engendra frente a los problemas las multiples formas corporales y anímicas que
expresan insuficiencia e inseguridad. Estas actitudes anímicas originan pronto toda clase de
sentimiento de inferioridad,. Todas estas formas de expresión del sentimiento de inferioridad
acentuado por la ausencia del sentimiento de comunidad llegan a ponerse de relieve en el
momento en que surge el problema peligroso, la causa exógena que no puede faltar jamás en
un fracaso típico. Pero ningúno de estos casos puede ponerse en duda la vigencia del
sentimiento y de comunidad ni borrarse la diferencia entre bueno y malo; en todos ellos
encontramos su sí seguido de un (( pero)).

Rasgos de carácter, como la timidez, el recelo, el hermetismo, el pesimismo, que acusan, ya de


antiguo, un deficiente contacto con el mundo, se intendifican notablemente cuando hay que
lluchar contra los rigores del destino y aparecen en las neurosis. Lo mismo puede decirse del
característico movimiento, retardado, en que el individuo siempre se halla en la retaguardia y
a notable distancia del problema planteado. Esta preferencia por la zona mas alejada del
campo de lucha de la vida está (( asegurada) por la manera de pensar y argumentar del
individuo, y a veces, también por ideas obsesivas o por esterles sentimientos de culpabilidad.
No son los sentimientos de culpabilidad los que producen la distanciación sin que toda la
personalidad encuentra aprovechable los sentimientos de culpabilidad para poner trabas al
avance.

El sentimiento de inferioridad de un individuo puede también ser delatado por la dirección que
sigue en su camino. Hemos hablado ya de un gran distanciamiento frente a los problemas de la
vida, a veces, tal manera de proceder puede ser justa, adecuada al sentimiento de comunidad.
Esta justificada concepción es grata para la psicología individual. Otro tipo de movimiento,
distinto de la ((actitud vacilante )) y que también delata el sentimiento de inferioridad, es el de
rehuir total o parcialmente cualquier problema de la vida. Es total en la psicosis, en el suicidio,
parcial en el alcohiolismo, como ultima forma de movimiento propio del sentimiento de
inferioridad, la reducción sorprendeete del propio ámbito vital y la disminución del ((frente)))
de avance, deando asi excluidos importantes aspectos de los problemas de la vida.

¿Cómo de un sentimiento de inferioridad y de las consecuencias corporales y anímicas de su


choque con unos de los problemas de la puede nacer el complejo de inferioridad?
El complejo de inferioridad, es el fenómeno permanente de las consecuencias del sentimiento
de inferioridad, la fijación de éste, se explica por una disminución considerable del sentimiento
de comunidad. Las mismas vivencias, las mismas situaciones y problemas de la vida, ejercen
una influencias por completo distinta en los diferentes individuos. Por eso el estilo de vida y
caudal de sentimiento de comunidad que éste encierrra, ofrecen, una importancia decisiva. El
complejo de inferioridad resultará siempre comprobable a través de la vida anterior del
paciente, podrá ser deducido de su conducta y actitudes, de su pasado de niño mimado, de la
existencia de órgano minusvalientes, del sentimiento de abandono en su infancia. En el
complejo de inferioridad la conducta sexual y la evolución individual son solo una parte de la
totalidad y se hallan englobadas en dicho complejo.

Capitulo VII El complejo de superioridad:

La tendencia a la superioridad aleja de la zona peligrosa al individuo, tan pronto como su


escaso sentimiento de comunidad, se pone en trance de fracaso. La tendencia a la
superioridad es también la causa de que el individuo se mantenga en su línea de retirada ante
el problema de la comunidad, o de que intente soslayarlo.encerrado en su contradicción (( si
pero)) , aquella tendencia le impone una opinión que tiene mucho mas en cuenta el (( pero))
apenas se se ocupa de otra cosa que no sea los efectos del sock mismo. Se trata siempre de
individuos que, desde la infancia, han crecid sin verdadero sentimiento de comunidad y que se
han ocupado de su persona, de su propio placer o dolor.

Se puede distinguir entre tales individuos tres tipos cuyo estilo de vidad inarmónico llego a
desarrollar uun determinado aspecto de su vida anímica, uno de esos tipo está formado por
personas en las que la esfera del pensamiento domina por completo todas las demás formas
de expresiomn. El segundo tipo los hombres con un exceso enorme de vida emocional e
impulsiva. El tercer tipo se desenvuelve mas bien en el sentido de la actividad. Una ausencia
total de esos tres aspectos no se encuenta en ningún caso. Toda conducta desviada irá
asociada a la acción persistente del shock en uno de dichos aspectos de su estilo de vida.
Mientras el criminal y el suicida se caracterizan, generalmente por la actividad, las neurosis se
distingue por la acentuación del aspecto emocional.

El afán de superioridad es opuesto a toda colaboración, se deduce que los tributarios de las
desviaciones de conductas son los individuos cuyo desenvolvimiento hacia un normal espíritu
de fraternidad se halla detenido y en los cuales se advierte ciertas incorrecciones de visión. Su
sentido común está sustituido por una inteligencia individualista.
Característico del poder del sentimiento de comunidad es el hecho de que todo el mundo
considere irregulares y anormales las desviaciones y los errores mas o menos graves de
conducta, como si cada uno se sintiese obligado a aportar su tributo a dicho sentimiento.
Desde el punto de vista, invariable y eterno, del sentimiento ideal de comunidad, toda
desviación aparece como un ardid que apunta al objeticvo de superioridad personal. El hecho
de haber evitado felizmente un fracaso en el seno de la comunidad conduce en la mayoría de
la tales personas a un sentimiento de superioridad. Incluso la sumisión, el ((alma de esclavo), la
falta de independencia, la pereza y los rasgos de masoquismo, señalees manifiestas de un
sentimiento de inferioridad, acusan un indudadble sentimiento de alivio o hasata de privilegio.
Se trata de una simple protesta contra la solución activa de los problemas de la vida en el
sentido de la comunidad y equivale a un ardidpara tratar de huir a una derrota allí donde
resulta requerido el sentimiento de comunidad. Todos los casos de desviación de conducta se
perciben claramente la posición especial que el individuo se ha asignado: una situación aprte
que tiene muchas veces que pagar con dolores, sentimientos de culpabilidad, pero que no
abandona, porque la considera una buena coartada para cuando se le diría la pregunta.

El complejo de superioridad, aparece en general claramente caracterizado por derterminadas


actitudes y rasagos de carácter y por la propia atribución de dotes y cualidades sobrehumanas,
asimismo puede delatarse a través de exageradas pretensiones respecto de si mismo y a los
demás, la vanidad en cuanto al porte exterior, puede llamar la atención sobre un compleo de
superioridad fácil de descubrir, el orgullo, el sentimentlismo exagerado, el afán a dominar
sobre débiles. Las exaltaciones afectivas, la sed de venganza, el duelo , acusan también, en
genera un sentímiento de inferioridad que por el camino de la compensación neurótica
conduce al complejo de superioridad.

La mayoría de los hombres y de las mujeres son susceptibles de rendir culto a la fuerza y a la
propiedad, unos en actitud de admiración pasiva, otros con aspiraciones esperanzadoras. La
muer sin embargo, está mas distante del logro de estos ideales de civilización.

Somos unos parasitos que venimos nutriéndonos de la obras de inmortales de artistas, genios,
pensadores, investigadores y descubridores. Ellos son los verdaderos guias de la humanidad,
nosotros somos simples distribuidores.

A lo largo de toda la historia del arte sólo resuena la voz masculina; en las artes la muer actúa
como representante del hombre, y por lo tanto como personaje secundario.
Capitulo I La psicología del individuo

El método de proceder de estas direcciones científicas recuerda, por su importancia como


escuela preparatoria del ensamiento humano, a la antiguaq y ahora superada historia natural,
con sus rigidos sistema hoy sustituidos en general por puntos de vistas que buscan
comprender la vida biológicamente, pero también psicológica y fisiológicamente abrazando a
todas las variantes en un único nexo. Esto es lo que intenta hacer la corriente a la que he
denominado Psicologia Individual. A partiri de la premisa de la unicidad de la individualidad,
procura crear la imaen de la personalidad unitara como una de las variantes de la expresiones
vitales singulares y de sus formas expresivas.

Pero lo que por via psicológica se puede intuir y, sobre todo, lo que nos interesa en la practica,
y para la psicología de un modo casi exclusivo, es la línea que uno sigue.

Si conozco el objetivo de una persona sé, aunque sólo aproximativamente, qué sucederá. E n
cambio, si sólo conozco las causas, los reflejos, la capacidad de atencon y otras similares, no
sabré nada de lo que acontece en el énimo de la persona en cuestión.

El propio sujeto no sabría que hacer de sí, si no tendiera hacia un objetivo. Mientras no
conozcamos su línea de vida determinada por una meta, el conocimiento de todo su sistema
de reflejos y toda su constelación causal, no sería suficiente para permitirnos saber qué hará
esa persona de inmediato.

Asociación, no estamos en condiciones de pensar, de sentir, de querer, de obrar sin tener un


objetivo en nuestra mente. Ninguna causalidad basta al organismo viviente para dominar el
caos del futuro y evitar el desorden del que en tal caso seriamos victimas.

El admitir un objetivo en la vida psíquica está de acuerdo, con la realidad.

Todos los fenómenos psíquicos recién su dirección de un objetivo preestablecido. Pero todos
estos objetivos preliminares, caen de un objetivo final ficticio, de un “fin” pensando como fijo y
definitivo. En otras palabras: la vida psíquica del hombre está en función del último acto.

No puede captarse o comprenderse ningún fenómeno psíquico en vista a la comprensión de


una personalidad-, sino como preparación para un objetivo. La meta fina nace, consiente o
inconsientemente en cada individuo, pero nunca es comprendida en su verdadero significado.

El modo de proceder de la psicología del individuo es distinto. Una vez descartadas las causas
organicas , se plpantea la pregunta: a que tienden la debilidad de la memoria? Que q uiere
lograr? Este objetivo se nos revela únicamente tras un conocimiento intimo de todo el
individuo. Nuestra ciencia exige un procedimiento extrictamente individualizador y no gusta,
de las generalizaciones.

Los movimientos parciales, al ser comprendidos, deben reflejar en su conjunto un plan de vida
unitario y su objetivo final. Con independencia del ambiente y de la experiencia, detrás de las
fuerzas psíquicas subyace una idea directriz, y que todos los movimientos expresivos, el
sentimiento, el pensamiento, la voluntad, la acción, están en función de un plan de vida
unitario. De este tender hacia un objetivo que el individuo estable para sí, resulta la unidad de
la personalidad. Asi sobreviviene en el órgano psíquico una teleología que se entiende como
artificio y construcción querida.

La valoración del individuo (que produce una atmofera estable impregnada de sentimiento de
inferioridad), se cristaliza en un objetivo ficticio a manera de compensación pensada y
definitiva y un plan de vida destinado a llevar a cabo esa compensación.

En lo que sigue quiero exponer lo mas importantes resultados de nuestras investigaciones


sobre la vida psíquica. La dinámica de la vida psíquica, se encuentra por igual tanto en las
personas sanas como en las enfermas. No existen diferencias fundamentales encuanto al acto
de darse un objetivo y un plan de vida adecuado a él. Plantea hablar de un objetivo humano
general. La premisa fundamental para una mejor compresión de cualquier movimiento
psíquico, es que ellos tienden aun objetivo de superioridad. Sea que uno quiera ser artista o el
primero en su profesión, cualquiera sea su camino, siempre se halla conducido por su afán de
superioridad, por su afán de sentirse semejante a Dios .

Este obetivo de la superioridad absoluta, no es alcanzable en este mundo. Pertenece al


dominio de las “ficción” o “fantasisas”. Este objetivo ficticio de superioridad constituye la
premisa fundamental de nuestra vida: dicta nuestra actitud, nos da seguridad, guía nuestro
hacer y obliga a nuestro espíritu a perfecconarse. En su aspecto negativo imprime a nuestra
vida una orientación hostil y combativa.

Signos manifiesto de este objetivo de superioridad a caso pueda observárselo en toda persona.
Suele traducirse en su conducta pero con mayor frecuencia, solo se manifiesta claramente en
los momentos de exigencias y de aspiraciones.

Cada uno tiene un ideal de superioridad simultáneamente tendrán que observarse fenómenos
orientados a suprimir y disminuir a los demás. Rasgos de caracter como intolerancia,
prepotencia, envidia, malignidad, desconfianza habran de acusarse. Próximos a estos rasgos se
verán aparecer rasgos de orgullo, de emulación, de valentía, de salvar y guiar a los demás. Los
sentimientos hostiles se hallan a menudo tan ocultos que, justificadamente su poseedor podrá
sorprenderse o irritarse si alguien se los señalase.

Todo el volumen del afán infantil de dominio adquiere una concreción individual de forma y de
contenido. A este afán individual, su pensamiento conciente no lo puede asimilar sino en la
medida permisible por el sentimiento de comunidad y del que surgen el afecto el amor al
prójimo, la amistad, el amor. El afán de poder se desarrolla en forma encubierta porcurando
imposnerse secreta y astutamente, atravez de los causes que le impone el sentido social.

Modelado por el ambiente, en el niño se forman y entrenan todos los futuros rasgos
caracteristicos de la persona y mas tarde ya no se podrán producir modificaciones de esos
rasgos sino en virtud de un alto grado de auto conocimiento de procesos neuróticos, o de una
asistencia psicológica individual.

Para mostrar con mayor presicion de que manera los neuróticos se fijan un objetivo. Existen
dos formas de orgullo, de las cuales la segunda viene a sobreponerse a la primera, cuando una
derrota a llevado al descorazonamiento. La primera forma desde adentro de la persona la
empua hacia adelante, la segunda, enfrenta a la persona la empuja hacia atrás. Los neuróticos
se encuentran en esta segunda posición.

Si con nuestra interpretación el comportamiento del paciente queda despojado de todo


misterio, si en su gesto prepotente reconocemos con claridad la agresión que quiere
enmascararse como amor su colapso nervioso en cambio menos comprensible, demanda un
breve comentario. De esta manera entramos ya realamente en el campo de la psicología de las
neurosis. Como en su infancia, el paciente a naufragado contra una mujer. En todos los casos
similares el neurótico tiende a reforzar su seguridades y alejarse lo mas posible del peligro.

Nuestra investigación debe aquí seguir el camino inverso y considerar primero el objetivo de
lucha del hombre, en particular la del neurótico y solo entonces intentar comprender las
fuentes de ese importante mecanismo psíquico. La aspiración a asemejarse a dios hace de la
posición del individuo en su ambiente una posición de lucha y como esta lucha responde al
intento de acercar al individuo a su objetivo, sea con los recursos de una agresión rectilínea o
siguiendo el hilo conductor de la prudencia. Si se rstrea hasta la infancia la génesis de esta
agresividad se encontrara el niño afectado durante todo el proceso de su desarrollo por un
sentimiento de inferioridad frente a sus progenitores y al mundo. De la imperfección de sus
órganos, de su inseguridad, de su necesidad de apoyarse en los mas fuertes le nace aquel
sentimiento de insuficiencia que traduce en todas las actividades vitales. A este sentimiento de
inferioridad se debe esa constante inquietud del niño, su ansia de actividad. La educabilidad
del niño depende de este sentimiento de inferioridad, que lleva al niño a ver el futuro como la
tierra prometida que debe traerle la compensación de sus déficit actuales. Y para él sólo es
compensatorio aquello que suprima para siempre su misera posición actual. Asi, cuando el
niño llega al problema de proponerse una m eta, se fija un objetivo de superioridad ficticia que
transforme su pobreza en riqueza, su sometimiento en dominio. Este obetivo será erigido a
tanta mayor altura y mas aferrado a él quedara el niño cuanto mas clara y prolongadamente
haya sentido su inseguridad; cuanto mas haya sufrido.queda aun una variante de este “hacer
planes”: los niños pocos agresivos o enfermizos a menudo aprende a explotar su debilidad y a
obligar asi a los demás a sometérseles, y proseguirán haciéndolo hasta tanto consigan ver su
engañoso plan de vida.

Descrubir y esterilizar las infinitas líneas directrices que conducen por caminos erróneos y
provocan enfermedades constituye nuestro verdadero cometido. De esta empresa, nuestra
vida social y la educación de las nuevas generaciones deben esperar las mas preciosas
posibilidades, pues la meta de esta visión de la vida es lograr el refuerzo del sentido de la
realidad y de la responsabilidad. Tal meta solo podrá alcanzarse por un desarrollo consciente al
afán de poder.

Capítulo IV Tratamiento de las neurosis por la psicología del individuo

En 1907, en un estudio sobre las minusvalía de los órganos desmotro que las anomalías
congénitas no deben considerarse solo como fenómenos degenerativos, pues también pueden
dar lugar a un rendimiento y sobre rendimiento compensatorio. Tal esfuerzo psíquico
compensatorio se encausa muchas veces sobre nuevas vías asi mismo reuslta adecuado para
cumplir a la perfeccion la función de enmascarar un déficit del cual se tienen conciencia. El
modo mas difuso con el que intenta ocultar un sentimiento de inferioridad oriundo de la
primera infancia, consiste en construir una super estructura psíquica compesatoria que, en el
modus vivendi neurótico, intenta darse superioridad en la vida. Un orgullo eexcesivo y una
postura exageradamente precavida provocan luego una alejamiento de la normalidad. Todas
las maniobras y todos los “arreglitos” y todos los rasgos de carácter y síntomas neuróticos,
obtienen su eficacia de tentativas preparatorias, de instuiciones, experiencias y que hablan de
un lenguaje que revela a una persona que intenta valorarse, que apartir de un sentimient de
inseguridad e inferioridad, procura imponerse con una superioridad casi divina sobre el
ambiente que lo circunda.

El sentimiento de inferioridad se compone de una gran variedad de estimulos y de


posibilidades de exitacion, que aun cuando no dan origen a la neurosis, son su consecuencia.
Esa “afectividad” a menudo intensificada para lograr un fin o reuhuir un peligro, esa
afectividad con frecuencia se transforma en una aparente incapacidad de agredir. Lo que se
deenomina “disposición a la neurosis” es ya neuroosis, y sólo cuando intervienen factores
actuales, los síntomas neuróticos llegan a manifestarse con una mayor claridad demostrativa
de la enfermedad. Esta demostracion y todos sus arreglitos inherentes resultan muy
necesarios:

1. Para servir de pretexto, cuando la vida niega el deseado triunfo


2. Para permitir soslayar toda decisión
3. Para poder hacer resplandecer mas luminosamente las metas eventualmente
alcanzadas, pues se alcanzaron a pesar de los sufrimientos. Estos y otros artificios
revelan con claridad que el neurótico no persigue sino una apariencia.

La personalidad neurótica se forma por el tramite de ciertos rasgos de carácter y disposiciones


afectivas idóneas y por una visión neurótica del pasado, del presente y del futuro. El neurótico
se adhiere a las mas variadas reglas y formulas auxiliares. Entre ellas la mas importante
corresponde al primitivo esquema antitético, asi es que solo admite valores emocionales en
relación con lo “alto” y lo “bajo”, e intenta siempre referirlos a la antinomia, para él real, entre
“masculino - femenino”. Esta falsificación de opiniones conscientes e inconscientes le
ocaciona perturbaciones afectivas. A todo rasgo anímico suyo que sienta como femenino
(pasivadad obediencia ternura) intenta imprimirle una exagerada dirección hacia la
masculinadad: desarrollando odio, esgoismo. O por el contrario acentua fuertemente su
debilidad carga sobre los otros el lastre de ponerse a sus servicios. En estos casos se
encontraran siempre la tendencia entre poner distancia entre si y el problema, esto es que en
un incesante temor a la derrota y al error busca caminos mas seguros aunque mas largos. Ello
implica tal falsificación del “papel sexual” que el neurótico parece tener rasgos “de
hermafroditismo psíquico”. Lo que ocurre es que en el campo sexual se da la misma lucha que
impera en la vida psíquica total. Podemos reconocer los dos puntos siguientes como premisas
inconscientes de la tendencia neurótica hacia un objetivo:

1. La relación humana es en todos estos casos, una pugna por lograr una posición de
superioriad
2. El asentimiento femenino es experimentado por el neurótico como inferior y las
reacciones contra el les sirven como medida como la fuerza masculina.

Esta dos premisas insconscientes, hallanse por igual tanto en los enfermos masculinos comom
en los femeninos, hacen que todas las relaciones humanas resulten desformadas y
envenenadas. El síntoma, viene a sustituir al exasperado afán neurótico de superioridad y al
efecto que le es inherente. Dado que la neurosis persigue la finalidad de ayudar al logro de la
meta suprema de superiroridad, por l común se observa en el neurótico una preferencia por
los caminos transversales de índoles pocos activos a menudos masoquitcos. En periodo de
enfermedad se ven aparecer coexistiendo o sustituyéndose entre si una mezcla de impulsos
psíquicosy de síntomas morbosos que parecen en muchos casos contradictorios o hacen
pensear en una escisión de la personalidad.

Todos los síntomas neurótico tienen la finalidad de asegurar el sentimiento de personalidad


del paciente, y con ello, la línea de vida en la cual se ha escudado. Para mostrarse a la altura de
las tarea de la vida, al neurótico se construye todos los “arreglitos” necesasrios y todos sus
síntomas, a manera de exagerados expedientes de seguridad contra aquellos peligros temidos
por sus sentimientos de inferioridad y elabora para el futuro planes que preocura evitar de
continuo.

El arreglito de la neurosis: el sentimiento de inferioridad originado por impresiones reales,


mantenido y subrayado ya desde la primera infancia, impulsa al paciente a asignarle a sus
aspiraciones un objetivo que va mas alla de toda medida humana aproximándose a una
autodivinizacion que le impone caminar sobre ciertas directrices. Se intenta concebir y regular
todas las relaciones humanas y se conciben y regulan ya no objetivamente sino subetivamente.
Entre estos dos polos se teje de red neurótica, el plan de vida del neurótico. Esta estrucutra
psíquica compensatoria, este querer neurótico da cuenta de todas las aspiraciones apropósito
de si mismo y de los otros, deformándolas.

Estas líneas directrices están provistas por todas partes de llamadas de advertencia, de los
“acuérdate”. La vida psíquica neurótica se encuentra siempre como super estrucutra sobre una
situación infantil peligrosa. No ha de extrañarno que los fenómenos psíquicos del neuróticos
estén informados por aquel rigido sistema infantil y que, una vez comprendido, se nos
aparesca como una parábola de la cual resaltan continuamente la líneas directrices. De ahí
proceden el síntoma, la conducta, su modo de considerar las cosas del mundo su actitud frente
a los hombre y las mujeres, sus sueños.

¿de donde nace esta notable homogeneidad de los fenómenos psíquicos que los muestra a
todos como penetrados por una corriente orientada en una dirección única, hacia lo alto, hacia
la masculinidad, hacia el semejarse a dios.

El objetivo hipnotizador del neurótico constriñe toda su vida psíquica en esta dirección
homogénica. El fuerte impulso a la simplificación de la personalidad responde a una intima
necesidad de su tendencia a la seguridad. El camino lo tiene siempre asegurado mediante los
esquemas fijos de sus rasgos de carácter, de sus disposiciones afectivas y síntomas.
“arreglitos” inconsientes destinados a mantener la línea de vida, como un medio y como un
artificio. Por ejemplo sino hago mi oraciones de la noche mi madre morirá.

Estos temores que crean las seguridad necesarias al exaltado ideal de personalidad y a las vías
neuróticas que conducen a ellas, se encuentran muchas veces “expectativas” excesivas, cuyas
inevitables desilusiones producen afectos intensificados, de dolor, odio, descontent, celos. La
importancia

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