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04/06/2018
La lengua degenerada
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Sol Minoldo, Juan Cruz Balián
Van dos peces jóvenes nadando juntos y sucede que se encuentran con un pez más viejo
que viene en sentido contrario. El pez viejo los saluda con la cabeza y dice: “Buenos
días, chicos, ¿cómo está el agua?”. Los dos peces jóvenes nadan un poco más y
entonces uno mira al otro y dice: “¿Qué demonios es el agua?”
Cuando el escritor David Foster Wallace dio un discurso frente a los egresados de la
Kenyon College comenzó contando esta historia de los peces. Su intención era
simplemente recordarle al auditorio que todos vivimos en una realidad que, a fuerza de
rodearnos, a la larga termina volviéndose invisible. Y que sólo la percibimos cuando se
convierte en algo disruptivo, en un estorbo en nuestro camino: el conductor que nos
cruza el auto en la esquina, el empleado que exige otro trámite para completar una
solicitud, la palabra mal escrita: sapatilla, uevo, todxs. Mientras tanto, las cosas de las
que más seguros solemos estar terminan demostrando ser aquellas sobre las que más nos
equivocamos. Por ejemplo, el castellano:
Todos los que nacimos y fuimos criados en el mundo hispanohablante tenemos, rápido y
pronto, certezas sobre cómo funciona el castellano porque es la lengua que aprendimos
intensamente durante nuestros primeros años de vida. Y en algún punto no nos
equivocamos. Incluso si nos preguntasen qué es el castellano podríamos responder en
un parpadeo: “es nuestra lengua materna”. Pero esa respuesta no estaría dando cuenta de
la verdadera naturaleza del asunto, porque en definitiva: ¿Qué demonios es la lengua?
¡Momento! ¿Por qué a la Real Academia Española? No parece muy lógico que la
segunda lengua más hablada del globo (después del chino y antes del inglés) sea tan
celosamente protegida por unos pocos señores enfurruñados. Pero menos sentido tiene
cuando uno piensa que estos señores a veces se paran como caballeros templarios
protegiendo algo que nadie, absolutamente nadie, está atacando.
Ah, ¿cómo? ¿Nuestros jóvenes no son como los peces descuidados y rebeldes? ¿No van
por la vida con una promiscuidad lingüística escandalosa, escribiendo ke, komo, xq o
todes? Sí, muchos sí. Los lectores se preguntarán cómo puede ser que permitamos
semejante atropello.
¿Esto significa que podamos hacer lo que se nos antoja con la lengua? No. Hay cambios
que el sistema simplemente no tolera. Uno puede comprarse todas las témperas del
mundo y mezclarlas a su placer, pero no puede imaginar un nuevo color. Algunas partes
de la lengua funcionan de la misma manera: por ejemplo, no es posible pensar el
castellano sin categoría de sujeto (ese que en la escuela había que marcar separado del
predicado y cuando no estaba se le ponía ‘tácito’ al costado de la oración). ¿Es culpa de
la Real Academia que no nos deja? No, esta vez la pobre no hizo nada, es el sistema
mismo del castellano el que no nos deja. Es simplemente imposible.
Las Glosas Emilianenses son uno de los registros más antiguos que tenemos del
castellano. Se trata de anotaciones al margen en un códice escrito en latín, hechas por
monjes del Siglo X u XI, para clarificar algún pasaje. Como se ve al costado, gracias a
la glosa ahora el pasaje quedó clarito clarito.
Sirva como ejemplo la siguiente curiosidad: los españoles que llegaron a América
durante la Conquista todavía utilizaban el voseo en sus dos vertientes: como forma
reverencial y de confianza. Decían “Vuestra Majestad” o decían, por ejemplo, “¿Desto
vos mesmo quiero que seáis el testigo, pues mi pura verdad os hace a vos ser falso y
mentiroso?” (porque aguante citar el Quijote). Ese ‘vos’ arraigó en América, en parte a
través de la literatura y en parte porque los españoles lo usaban reverencialmente entre
ellos como modo de diferenciarse de los nativos. El tiempo pasó y hoy millones de
personas lo usamos sin ningún tipo de reverencia ni distinción de clase, sin embargo, el
voseo comenzó a desprestigiarse en el siglo XVI en la mismísma España, donde el
castellano se decantó por el ‘tú’ sin que a nadie se espantara por eso. Lo cual demuestra
que la lengua está en permanente cambio, pero ocurre tan lentamente que nos genera la
sensación de permanecer detenida. Indignarse por ello sería como si los pececitos de la
historia de Foster Wallace se indignasen porque el agua, que hasta recién ni sabían que
existía, los está mojando.
Ahora bien, si llegado este punto los lectores de esta nota han aceptado las nociones
básicas sobre el funcionamiento de la mismísima lengua que están leyendo, es momento
de confesar que ha sido todo parte de una estratagema introductoria. Es hora de cruzar
al otro lado del espejo y hablar de un tema un poco más controversial: el lenguaje
inclusivo.
A esa inmensa construcción social, que se erige sobre la manera en que la sociedad da
importancia a ciertos rasgos biológicos (en este caso relacionados con los órganos
sexuales y reproductivos), es a lo que refiere el concepto de ‘género’. Lo que los
estudios sobre el tema han teorizado y documentado es que la división de géneros no es
una división neutral, sin jerarquías: por el contrario, las diferentes características y los
diferentes mandatos que se atribuyen a una persona según su género devienen, a su vez,
en desigualdades que giran, spoiler alert, en torno a una predominancia de los
individuos masculinos.
Revertir esto requiere algo así como una ‘subversión simbólica’, que invierta las
categorías de percepción y de apreciación de modo tal que les dominades, en lugar de
seguir empleando las categorías de les dominaderes, propongan nuevas categorías de
percepción y de apreciación para nombrar y clasificar la realidad. Es decir, proponer una
nueva representación de la realidad en la cual existir.
Durante mucho tiempo, la idea de que la lengua que hablamos podía moldear el
pensamiento fue considerada en el mejor de los casos incomprobable y, con más
frecuencia, sencillamente incorrecta. Pero lo cierto es que la discusión se mantenía
principalmente en el plano de la reflexión abstracta y teórica. Con la llegada de nuestro
siglo resurgieron las investigaciones acerca de la relatividad lingüística y, de la mano,
comenzamos a disponer de evidencias acerca de los efectos de la lengua en el
pensamiento. Diferentes investigaciones recolectaron datos alrededor del mundo y
encontraron que las personas que hablan diferentes lenguas también piensan de
diferente manera, y que incluso las cuestiones gramaticales pueden afectar
profundamente cómo vemos el mundo.
En uno de esos experimentos buscaron poner a prueba en qué medida el hecho de que el
nombre de un objeto tuviese género femenino o masculino llevaba a les hablantes a
pensar en el objeto mismo como más ‘femenino’ o ‘masculino’. Para ello les pidieron a
les participantes que calificaran la similitud de ciertos objetos y animales con humanes
varones y mujeres. Se eligieron siempre objetos y animales que tuvieran géneros
opuestos en ambos idiomas y las pruebas fueron realizadas en inglés (un idioma con
género neutro para designar objetos y animales) a fin de no sesgar el resultado. Les
participantes encontraron más similitudes entre personas y objetos/animales del
mismo género que entre personas y objetos/animales de género distinto en su
idioma nativo.
En otro estudio de Lera Boroditsky se hizo una lista de 24 sustantivos con género
inverso en castellano y alemán, que en cada idioma eran la mitad femeninos y la mitad
masculinos. Se les mostraron los sustantivos, escritos en inglés, a hablantes natives de
castellano y alemán, y se les preguntó sobre los primeros tres adjetivos que se les venían
a la mente. Las descripciones resultaron estar bastante vinculadas con ideas asociadas al
género. Por ejemplo, la palabra llave es masculina en alemán. Les hablantes de ese
idioma describieron en promedio las llaves como duras, pesadas, metalizadas, útiles. En
cambio, les hablantes de castellano las describieron como doradas, pequeñas, adorables,
brillantes y diminutas. A la inversa, la palabra puente es femenina en alemán y les
hablantes de ese idioma describieron los puentes como hermosos, elegantes, frágiles,
bonitos, tranquilos, esbeltos. Les hablantes de castellano dijeron que eran grandes,
peligrosos, fuertes, resistentes, imponentes y largos.
También los resultados de María Sera y su equipo encontraron que el género gramatical
de los objetos inanimados afecta las propiedades que les hablantes asocian con esos
objetos. Experimentaron con hablantes de castellano y francés, dos lenguas que, aunque
usualmente coinciden en el género asignado a los sustantivos, en algunos casos no lo
hacen. Por ejemplo, en las palabras tenedor, auto, cama, nube o mariposa. Se les mostró
a les participantes imágenes de estos objetos y se les pidió que escogieran la voz
apropiada para que cobrara vida en una película, dándoles a elegir voces masculinas y
femeninas para cada uno. Los experimentos mostraban que la voz elegida coincidía con
el género gramatical de la palabra con la que se designa a ese objeto en el idioma
hablado por le participante.
Como si todo esto fuera poco, Edward Segel y Lera Boroditsky también señalan que
puede verificarse la influencia del género gramatical en la representación de ideas
abstractas analizando ejemplos de personificación en el arte, en la que se da forma
humana a entidades abstractas como la Muerte, la Victoria, el Pecado o el Tiempo.
Analizando cientos de obras de arte de Italia, Francia, Alemania y España, encontraron
que en casi el 80% de esas personificaciones, la elección de una figura masculina o
femenina puede predecirse por el género gramatical de la palabra en la lengua nativa de
le artista.
Bueno, sí. Por ejemplo, Danielle Gaucher y Justin Friesen se preguntaron si la lengua
cumple algún rol en la perpetuación de estereotipos que reproducen la división sexual
del trabajo. Para responderse, analizaron el efecto del vocabulario ‘generizado’
empleado en materiales de reclutamiento laboral. Encontraron que los avisos utilizaban
una fraseología masculina (incluyendo palabras asociadas con estereotipos masculinos,
tales como líder, competitivo y dominante) en mayor medida cuando referían a
ocupaciones tradicionalmente dominadas por hombres antes que en áreas dominadas por
mujeres. A la vez, el vocabulario asociado al estereotipo de lo ‘femenino’ (como apoyo
y comprensión) surgía en medidas similares de la redacción tanto de anuncios para
ocupaciones dominadas por mujeres como para las dominadas por varones.
Los anuncios laborales para ocupaciones dominadas por varones contenían más palabras
estereotipadamente masculinas que los anuncios para ocupaciones dominadas por
mujeres. En cambio, no había diferencia en la presencia de palabras estereotipadamente
femeninas en ambos tipos de ocupaciones.
Por otro lado encontraron que, cuando los anuncios incluían más términos masculinos
que femeninos, les participantes tendían a percibir más hombres dentro de esas
ocupaciones que si se usaba un vocabulario menos sesgado, independientemente del
género de le participante o de si esa ocupación era tradicionalmente dominada por
varones o por mujeres. Además, cuando esto ocurría, las mujeres encontraban esos
trabajos menos atractivos y se interesaban menos en postularse para ellos.
El equipo de Dies Verveken realizó tres experimentos con 809 estudiantes de escuela
primaria (de entre 6 y 12 años) en entornos de habla de alemán y holandés. Indagaban si
las percepciones de les niñes, sobre trabajos estereotípicamente masculinos, pueden
verse influidas por la forma lingüística utilizada para nombrar la ocupación. En algunas
aulas presentaban las profesiones en forma de pareja (es decir, con nombre femenino y
masculino: ingenieros/ingenieras, biólogos/biólogas, abogados/abogadas, etc.), en otras
en forma genérica masculina (ingenieros, biólogos, abogados, etc.). Las ocupaciones
presentadas eran en algunos casos estereotipadamente ‘masculinas’ o ‘femeninas’ y en
otros casos neutrales. Los resultados sugirieron que las ocupaciones presentadas en
forma de pareja (es decir, con título femenino y masculino) incrementaban el acceso
mental a la imagen de mujeres trabajadoras en esas profesiones y fortalecían el interés
de las niñas en ocupaciones estereotipadamente masculinas.
Estos son sólo algunos de los muchos estudios realizados. Si algune se quedara con
ganas de más, otros estudios (como este, este, este o este) añaden evidencia sobre cómo
les niñes interpretan como excluyentes los títulos de oficios o profesiones marcados por
género y cómo, en general, el uso de un pronombre masculino para referirse a todes
favorece la evocación de imágenes mentales desproporcionadamente masculinas. O
incluso, cómo esos genéricos no tan genéricos pueden tener efectos sobre el interés y las
preferencias por ciertas profesiones y puestos de trabajo entre las personas del grupo
que ‘no es nombrado’, llevando a que puedan autoexcluirse de entornos profesionales
importantes.
Otras soluciones fueron incluir la x (todxs) o la arroba (tod@s) en lugar de la vocal que
demarca género, pero la arroba era demasiado disruptiva ya que no pertenece al
abecedario y además rompe el renglón de una manera distinta al resto de los signos. La
x, por otro lado, sigue utilizándose, pero al igual que la arroba, plantea un problema
fonético importante ya que nadie sabe muy bien cómo debe pronunciarla. Hay quienes
(por ejemplo, la escritora Gabriela Cabezón Cámara) ven en ello una ventaja: lo
disruptivo, lo que incomoda, es justamente lo que atrae las miradas sobre el problema de
género que ese uso de la lengua busca denunciar, es la huella de una pelea, la marca de
una puesta en cuestión.
Hasta ahora, la propuesta que parece tener mejor proyección a futuro para ser
incorporada sin pelearse demasiado con el sistema lingüístico es el uso de la e como
vocal para señalar género neutro. Como el objetivo es dejar de referirnos a todes con
palabras que sólo nombran a algunes, no necesitamos usarla para referirnos a
absolutamente todo, es decir: no vamos a empezar a sentarnos en silles ni a tomarnos le
colective cada mañane. Pero si estamos hablando de personas (u otres seres animades a
les que les percibimos una identidad de género), nos habilita una posibilidad para hablar
de manera verdaderamente inclusiva. De todos modos, esta tampoco es una solución
libre de problemas: implica entre otras cosas la creación de un pronombre neutro (‘elle’)
y de un determinante (‘une’). Pero excepciones más raras se han hecho y aquí estamos
todavía, comiendo almóndigas entre los murciégalos.
Algunas voces que patalean indignadas contra estas iniciativas señalan que esas
propuestas ‘destruyen el lenguaje’. Y no falta la apelación a la autoridad: es incorrecto
porque lo dice la Real Academia Española. Pero, como le lecter ya sabe, lo que diga la
Real Academia Española sobre este tema nos tiene sin cuidado. Con todo respeto. Muy
lindo el diccionario.
A partir de imagen de The economist, the glass ceiling index (o sea, el índice de techo
de cristal, que mide equidad de género en el mercado de trabajo).
Sin embargo, la investigación empírica aporta indicios de que los sustantivos ‘neutrales’
y los pronombres de lenguas sin división gramatical genérica pueden tener de todas
formas un sesgo masculino encubierto. Así, aunque eviten el problema de una
terminología masculina genérica, incluso los términos neutrales pueden transmitir
un sesgo masculino. Esto supone, además, la desventaja de que ese sesgo no podría ser
contrarrestado añadiendo deliberadamente pronombres femeninos o terminaciones
femeninas, porque en esas lenguas esa forma simplemente no existe. Se dificultan
entonces las iniciativas de ‘subversión simbólica’ de las que habla Bourdieu. Eso
concluye, por ejemplo, el trabajo de Mila Engelberg a partir del análisis del finlandés,
una lengua que incluye términos aparentemente neutros en cuanto al género pero que,
en los hechos, connotan un sesgo masculino. Y al no poseer género gramatical, no existe
la posibilidad de emplear pronombres o sustantivos femeninos para enfatizar la
presencia de mujeres. La autora señala que esto podría implicar que el androcentrismo
en lenguas sin género puede incluso aumentar la invisibilidad léxica, semántica y
conceptual de las mujeres. Algo muy similar encuentra Friederike Braun en su estudio
con la lengua turca, cuya falta de género gramatical no evita que les hablantes de turco
comuniquen mensajes con sesgos de género.
Un hit argentino
Por muchas guías que se hayan publicado para el uso no sexista del lenguaje, al menos
cuando se trata de la lengua castellana, la cuestión no está en absoluto resuelta. Desde
lingüistas hasta ciudadanes de a pie, las resistencias son diversas. Que si duele en los
ojos, si entorpece el habla, si es ‘correcto’, si conduce a abandonar la lectura del texto y
el infaltable ‘es irrelevante’. Que la verdadera lucha debería centrarse en transformar ‘el
mundo real’. Que la lengua sólo refleja relaciones que son ‘extralingüísticas’. Que
modificar la lengua ‘por la fuerza’ sólo es una cuestión de ‘corrección política’ que
desvía la atención del problema central y hasta lo enmascara. Pero les lecteres que
hayan llegado a este punto habrán atravesado media nota escrita de forma tradicional y
media nota escrita con lenguaje inclusivo, de modo que además de toda la evidencia
expuesta sobre la relación entre lengua y pensamiento, podrán evaluar también cuán
traumática ha sido (o no) la experiencia, y preguntarse dónde ancla verdaderamente el
origen de esa resistencia, de esa desesperación por preservar intacta la lengua.
Mientras tanto, la disputa por el lenguaje continúa. Y de todas las formas que puede
tomar este problema, acaso la más emblemática sea el uso de falsos genéricos, es decir,
términos exclusivamente masculinos o femeninos, utilizados genéricamente para
representar tanto a hombres como a mujeres, como cuando decimos ‘los científicos’:
técnicamente podríamos estar refiriéndonos a científiques (varones, mujeres, etc.),
aunque también diríamos ‘los científicos’ si quisiéramos referirnos sólo a los que son
varones. En cambio, sólo usaríamos ‘las científicas’ para hablar de las que son mujeres.
Marlis Hellinger y Hadumod Bußmann explican que la mayoría de los falsos genéricos
son masculinos y que los únicos idiomas conocidos en los que el genérico es femenino
están en algunas lenguas iroquesas (Seneca y Oneida), así como algunas lenguas
aborígenes australianas. En castellano, incluso los sustantivos comunes en cuanto al
género, como ‘artista’ o ‘turista’, que se mantienen invariables sin importar si se
refieren a un varón o una mujer, acaban señalando el género de lo que nombran a partir
de las otras palabras que los complementan (adjetivos, artículos, etc.). Entonces, de
nuevo, para referirnos a grupos mixtos, recurrimos al género que los nombra sólo a
ellos. Tal vez los únicos genéricos genuinos que tenemos sean los llamados sustantivos
epicenos como, por ejemplo, ‘persona’ o ‘individuo’, que no sólo van a mantenerse
invariables (no hay ni persono ni individua) sino que ni siquiera tienen la posibilidad de
marcar el género en el adjetivo (porque aunque una persona sea varón, nunca será
‘persona cuidadoso’, ni la mujer será ‘individuo cuidadosa’).
Pero un poco como lo que comentábamos arriba, un genérico con sesgo machista puede
suponer un problema incluso más difícil de visibilizar y ‘subvertir’. Un hit argentino en
este sentido es el debate por la palabra presidente:
Una nota de Patricia Kolesnikov recupera un breve diálogo en una mesa, en la cual un
señor explicaba por qué está mal decir presidenta. Las razones gramaticales del señor
eran inapelables: “Presidente es como cantante. Aunque parece un sustantivo es otro
tipo de palabra, un participio presente, o lo que quedó de los participios presentes del
latín. Una palabra que señala a quien hace la acción: quien preside, quien canta.
Justamente, no tiene género. ¿Vas a decir la cantanta?” Kolesnikov cuenta que hubo un
momento de duda en la mesa, hasta que la escritora Claudia Piñeiro, con sabiduría de
pez que conoce el agua, respondió: “¿Y sirvienta tampoco decís? ¿O presidenta no pero
sirvienta sí?”
Anécdotas como esta nos recuerdan que la lengua es maleable y que apoyar o rechazar
un uso disruptivo, que tiene por objeto reclamar derechos larga e injustamente negados,
es una decisión política, no lingüística. Que si se busca un mundo más igualitario, la
lengua no es una clave mágica para conseguirlo, pero tampoco se lo puede negar como
espacio de disputa. Y que mientras las estadísticas de femicidios crecen y el sueldo
promedio de las trabajadoras permanece por debajo del de ellos, conviene no indignarse
si alguien mancilla un poquitito las blancas paredes del lenguaje.
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1.
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Me gustó la nota. Lograron cambiar mi forma de ver todo esto de las @, las / y
las e. Capaz no sea tan irrelevante como pensaba.
Para leerlo, cuesta un poco al principio pero con el paso de los párrafos se va
facilitando hasta hacerse idéntico al tradicional.
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Persona e individuo no son falsos genéricos, pero aun así podrían tener
un sesgo.
Si consideramos esa tendencia a proyectar el género gramatical en el
significado de las palabras (incluso cuando hablamos de objetos!) y le
sumamos el peso de la historia, es muy de esperar que ‘individuos’
cargue un sesgo masculino. Y capaz decir ‘individues’ podría llegar a
servir como modo de llamar la atención dentro de esta lógica de lenguaje
en disputa.
Pero quizás en el caso de persona, la proyección del género gramatical
femenino compense la histórica tendencia a pensar la humanidad como
varones. Y de hecho, la palabra persona está recomendada en los
manuales de escritura no sexista (por ejemplo, se sugiere hablar de
personas mayores en lugar de adultos mayores).
Saludos!
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Hola Valeria!
Sólo quería señalar que no es necesario escribir
“conjunte” o “grupe”, esos sustantivos no refieren a seres
animados o sexuados. En todo caso será “un conjunto de
personas” o “un grupo de científiques” .
El sustantivo conjunto o grupo está brindando
información de tipo numérica y relacional, no de género.
Abrazo!
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Muy buena la nota… ¿Será política editorial y ahora cada vez que leamos una
nota del gato vamos a terminar con la mandíbula de cocainómano de tanto
pronunciar la e?
Dos cosas. Primero: ¿por qué acosaderes si el sufijo que marca el género está en
“-res” (acosadoras-acosadores)? Debería ser acosadores y habría una homonimia
entre los sufijos masculino e inclusivo, cosa que la x resolvía mejor aunque era
impronunciable.
Segundo: otra complicación que suma el uso de la e es que genera una
ambivalencia entre los pronombres les (dativo) y les (acusativo en su versión
inclusiva). No sería, de todas formas, tan raro porque pasa lo mismo con te y
nadie se confunde.
De todas formas, como sabemos los que estudiamos la lengua, por más que
debatamos y pensemos, solo el tiempo dirá.
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Abrazo!
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Juan Cruz on Jun 4, 2018 at 10: 48
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3.
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Hola Eric! Mientras algo sea disruptivo, casi por definición no se nos
hace invisible. El hecho de que aun quienes intentamos hablar de manera
inclusiva no lo hagamos todo el tiempo, o incluso tengamos recaídas
‘mientras’ intentamos hablar de manera inclusiva, tiene que ver con la
inercia del otro uso, que tiene la enorme fuerza de la costumbre, de lo
aprendido y repetido hasta salir en piloto automático.
Saludos!
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Hola Sol, leí la nota y no pude evitar ese “salto” al querer leer
normalmente el texto en el lenguaje actualmente en vigencia, aún
así destaco el debate y los datos que la misma propone.
Sabía que en los comentarios iba a ver algo que avale me
reticencia a este “cambio”
Cito una parte de tu comentario: ” si ese día, al referirnos a todes
realmente pensamos en todes, y no exclusivamente en varones, el
lenguaje estará cada día haciendo su aporte para socavar este
orden de género.” El filólogo del Centro de Estudios de la Real
Academia Española Juan Pedro Gabino advierte acerca de una
confusión de los conceptos de sexo y de género: “Como género
no marcado -agrega- el masculino representa por igual a los
hombres y a las mujeres por un mero principio de economía
lingüística. Y esto no atañe sólo a la lengua española; se trata de
un uso generalizado que evita llegar a expresiones molestas y
absurdas del tipo de ‘lla ley ampara a todos los ciudadanos y las
ciudadanas’, sin que nadie entienda hoy que las mujeres se
encuentren desposeídas por razón de sexo de los mismos
derechos civiles. Lo que subyace es el principio de economía
lingüística, por mucho que existan intereses en hacer ver sexismo
en este aspecto de la lengua. El género masculino gramatical
como no marcado es algo ajeno a una actitud machista”.
Me quedo con eso último, cuando yo pienso en “todos” no lo
pienso en hombres sobre mujeres sino en la integración que la
palabra propone., es un punto de economía lingüística, es menos
confuso a mi manera de ver.
Saludos.
5.
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Felicitaciones!
6.
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Igual, como decís vos, es una linea bastante fina y sujeta a debate. Tenés
un punto sólido en tu objeción.
Saludos!
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7.
primera vez que me tomo media hora en leer algo más que un parrafo sobre el
tema, muy interesante. Nota:el grafico sobre el genero de las representaciones
pictoricas tiene mal la leyenda
8.
Responder
Hola, tengo que confesar que me costó leer la nota pero llegué al final porque es
un punto de vista distinto y vale la pena escucharlo.
Si creo que habría que aclarar el salto a las conclusiones, que parece que es un
salto que no queda del todo claro.
Por ejemplo, cuál sería la conexión entre el idioma y la dominación de la que
habla al principio?
En la nota, el único ejemplo donde se nombra una diferencia del lenguaje que
llevaría a desigualdad de género sería el experimento donde las niñas tienen
acceso mental a profesiones de mujeres (algo bastante interesante), sin embargo
hablamos de los trabajadores sociales, los psicólogos o los odontólogos, todas
profesiones con más mujeres que hombres. Lo que realmente pareciera ser una
razón de peso, que influye fuerte y se hace necesario es la existencia de modelos
a seguir (algo que incluso explicaría el resultado del experimento). (El “Efecto
Scully” es un buen ejemplo, donde aparentemente gracias a Dana Scully
aumentó la elección de carreras de ciencias y tecnología por parte de mujeres).
En el resto de la nota no hay ningún otro ejemplo donde haya una relación de
desigualdad causada por el lenguaje. Incluso, el propio ejemplo del árabe parece
indicar que hay factores culturales bastante más influyentes que lo que podría
llegar a ser el lenguaje.
Lamentablemente las desigualdades existen, aunque por suerte la cultura en los
últimos años viene mejorando muchísimo como para que exista igualdad entre
todos los seres humanos (mejorando no sólo para lograr una igualdad de género
sino también en cuestiones raciales o temas como la esclavitud). Todavía falta
mucho por hacer (en algunos lugares más que otros, África y Medio Oriente son
ejemplos feos pero no hay que irse tan lejos para buscar ejemplos de
desigualdad), pero estamos avanzando. Por suerte estamos mucho mejor que
hace si quiera 100 años atrás. ¿Tuvo que ver el lenguaje con alguno de estos
cambios? Todo parece que indicar que no, que en realidad son cuestiones mucho
más de fondo fondo.
De todos modos existe un problema adicional que pocas veces es tenido en
cuenta. Desde el feminismo lo que necesitamos es cambiar la forma de pensar de
una gran parte de la población. Obviamente, cambiar una forma de pensar va
más por el lado de la persuasión que del enfrentamiento. Un problema frecuente
que se ve son algunas “soluciones” que no mejoran en el problema pero que
intentan ser disruptivas y llamar la atención. Ahora, es necesario pensar qué pasa
en estos casos por la mente de la gente a la que queremos convencer. Cuando
ven algo disruptivo y que les choca, ¿qué es lo que dice la evidencia?, ¿cambien
su forma de pensar y se unen a la causa o que les genera todavía más rechazo
que antes?
Todo apunta a que hablar con lenguaje inclusivo y esperar que disminuyan los
femicidios tiene tanta lógica como bailar la danza de la lluvia y preparar el
paraguas. Incluso peor, porque las consecuencias que provoca son justamente las
opuestas: alejar todavía más a las mismas personas que pretendemos acercar.
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Leonardo Javier Díaz on Jun 5, 2018 at 20: 16
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Será machistes.
9.
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Hermoso aporte
10.
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11.
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Yo sentí toda la vida el problema que muestran sorbe las profesiones. Crecí en
un ambiente donde podía ser doctora pero nunca algo técnico, porque era para
nenes. Y no era adrede, solo se dio así. No vengo de una familia machista pero…
Se dio.
Cuando crecí y me di cuenta de cómo un estudio podía cambiar y formar mi
vida, dejé medicina. Hoy estoy estudiando para recibirme de técnica en medicina
nuclear y después siga con sistemas.
El idioma es lo primero que percibimos. No me parece mal que cambie como la
sociedad y como nosotros. Esto ya pasó antes, y cuando este establecido y haya
otro cambio, pasará lo mismo. La gente se queja pero después lo toma como
norma.
12.
Responder
Muy interesante la nota, pero dejo algunas críticas:
Está escrita definiendo a la lengua como un “fenómeno social”, donde hay “una
comunidad con la que establecemos convenciones respecto a qué significan las
palabras y cómo significan esas palabras”, una definición bastante difícil de
defender -y bastante vetusta-, porque ni yo ni ninguno de nosotrxs elegimos el
significado de las palabras “yo”, ni “no”, ni “elegí”, ni “el”, ni “signficiado”…
ni “ni”… bueno, me entienden.
Lxs autorxs diferencian las gramáticas descriptivas de las normativas, y se dice
que las “normas son necesarias para poder analizar una lengua, sistematizarla y
enseñarla mejor a las siguientes generaciones”, algo que también está
equivocado, las normas sirven para que la lengua no cambie – el lema de la RAE
es “limpia, fija y da esplendor”-, pero nadie necesita normas para aprender su
propia lengua, la evidencia más clara es que lxs docentes tengan que hacer callar
a lxs niñxs para enseñarles la conjugación de los mismos verbos que estaban
usando hace un rato en el recreo.
Las normas tampoco son necesarias para analizar y sistematizar, que es
básicamente lo que hacen las gramáticas descriptivas. En todo caso lo que es
interesante y faltó mencionar, son las gramáticas explicativas, las que hacen
hipótesis sobre cómo funciona una lengua, sobre por qué esto suena bien así y
no de otra forma.
Otro problemita no menor es que se usa con el mismo sentido “lengua” y
“lenguaje”, que no son lo mismo. El lenguaje es una capacidad humana común a
toda la especie, las lenguas son diferentes realizaciones de esa capacidad, estas
últimas sí intervenidas políticamente por instituciones como la escuela o la RAE.
El gato y la caja es una publicación interesante, pero tiene algunos vicios
cinetificistas, porque, por lo menos en lingüística, para que algo sea científico no
hace falta sumarle una banda de papers, alcanza con pensar científicamente el
objeto que se tiene entre manos. Y ese también es un punto interesante, ¿qué
modelo de ciencia se tiene en este tipo de notas?¿Importa que haya estudios que
avalen el uso de la palabra “cuerpa”, o tenemos que entender que los
movimientos feministas la usan sin pensar en las ciencias del lenguaje, pero sí
pensando en su lucha política emancipadora, una de las más importantes de
nuestro tiempo?
El lenguaje inclusivo es un tema relevante, y algunxs lo investigamos mientras
nos formamos como lingüistas, pero necesita ir de la mano de cuestionar,
también, los modos en que se hace ciencia y las formas en que los saberes son
emancipadores.
Responder
Por último, creemos que sobre las formas en las que se hace ciencia y las
formas en las que los saberes pueden ser emancipadores les que hacemos
Gato reflexionamos constantemente, independientemente de las
diferencias que podamos tener al respecto. Pero lo que hicimos no fue
simplemente sumar papers y creemos que sí estamos proponiendo un
acercamiento científico genuino al tema que tenemos entre manos.
Responder
Responder
Hola fede!
Una que capaz no habias pensado: yo entro a Gato
esperando ver posturas fundamentadas, para leer ideas y
opiniones ya lo tengo a Facebook.
Un abrazo!
Responder
Responder
Responder
Responder
Responder
13.
Responder
14.
Responder
Usar la “e” para neutralizar el genero de una palabra suena horrible. Se planteó
conservar la “o” como neutral y usamos la “e” para el masculino estticto? Lo
estetico de una palabra es mas importante de lo que parece si queremos que se
use, y ese cambio parcial haria más fácil tragar el cambio.
Responder
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Hola! Me gustó su nota! Creo que sería interesante incorporar a este análisis
realmente exhaustivo las estrategias para usar lenguaje inclusivo que no
implican el uso de a/o, @, x ni e. Estrategias de redacción que la lengua
española permite justamente por tener tantas formas diferentes de decir (casi) lo
mismo.
Por otro lado dejo un comentario sobre la palabra “murciégalo”, que me apena
se lo exponga así… La palabra murciégalo fue previa a murciélago, justamente
construida a partir de la primera descripción de estos bichejos como ratón
(“mus”) ciego (“caecus”). El proceso que sufrió la palabra es un cambio del
orden de las letras que la forman, que se llama algo así como metátesis si
recuerdo bien, y que derivó en los murciélagos actuales. Con almóndiga
podemos extendernos también a los siglos que lleva en el diccionario (se acerca
a los 4, pero sólo recientemente se indicó que estaba en desuso en la lengua culta
y, cosas raras del periodismo, se hizo noticia), pero como se me dan mejor los
bichos que la cocina dejo acá nomás. Gracias!!!
16.
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El problema se presenta una vez que se exponen las objeciones en torno al árabe,
islandés y japonés. La respuesta se centra en que “incluso los términos neutrales
pueden transmitir un sesgo masculino”. Sin embargo, me parece más importante
remarcar otras ideas:
Responder
Gracias Bruno!
Abrazo.
17.
Responder
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Me quedé pensando por qué creés que es ilegítimo que un grupo intente
impulsar un uso del lenguaje. ¿No es acaso lo que ocurre con las
publicidades, los libros de texto para las escuelas, las campañas políticas,
etc.? El caso del feminismo me parece que no es el único, sólo es más
“molesto”. Cuando Movistar te invita a participar de su “comunidad”,
¿no está falseando el significado de la palabra “comunidad”? Porque una
cartera de clientes no es una comunidad. Sé que no es lo mismo eso que
cambiar cuestiones gramaticales, pero lo dejo como inquietud porque
sospecho que cuando el objetivo que se busca es el lucro tendemos a
normalizar la operación, mientras que cuando se trata de algo político
nos resistimos. Habría que investigar en este sentido. Pero la lengua está
en disputa y eso es innegable.
Por último, me hiciste acordar a una cita de Phillip K. Dick: “La palabra
es más real que el objeto que representa. La palabra no representa la
realidad. La palabra es la realidad.”
Abrazo grande
18.
Responder
¡Hola! Me encantó este artículo, a pesar de que soy bastante conservador con el
uso del lenguaje. Está claro que hablamos una lengua viva y hay que dejarla
evolucionar (y, de vez en cuando, ayudarla).
Respecto al “hit argento”: ¿cuál es la recomendación o el “nuevo” uso habitual
para esas palabras? Me parece horrendo presidenta, igual igual de horrendo que
presidento. A nadie se le ocurre decir estudianto o sirviento. ¿A caso no sería
“bello” dejar la e justo ahí donde apareció, donde nadie le mandó estar?
Notas de menor importancia:
> mientras escribo esto, veo que el corrector ortográfico del navegador me
señala que presidento está mal, pero nada dice de presidenta;
> creo que hay gente que confunde la vocal en el final de una palabra con el
género que representa, pero sólo en algunos casos – ¿alguien dice poeto?
Saludos!
Responder
Hola! más arriba una lectora (Julieta) comentó el caso de ‘modisto’ ;-)
19.
Responder
Me encanta que jamás tiren para un lado o para el otro, nos lo dicen a modo de
“Esto es lo que tenemos/sabemos del tema, ahora te toca pensar, medir y pesar”.
La verdad es que me sigue resultando incómodo, pero entiendo un poco más por
donde viene la mano.
Lo cierto es que, por ejemplo, en mi caso, mi familia, nunca se crearon
estereotipos de género, mi abuelo cocinaba, mi abuela puteaba porque el del
equipo contrario estaba en posición adelantada, yo lo ayudaba a mi abuelo a
levantar paredes, mi vieja no va a plancharte una camisa aunque eso iguale el
dólar y el peso, mi hermanita de 8 años usa rosa y negro en igual medida y
quiere ser veterinaria y diplomática. En mi laburo soy un número sin sexo. Sí,
obviamente, siento preferencias e injusticias fuera de las puertas de mi casa o del
trabajo, pero dentro no importa si uso boxer o bombacha.
20.
Responder
o
Marcos on Jun 6, 2018 at 21: 47
Responder
Yo siempre creia que los mejores cocineros serian mujeres, por eso de
que las mujeres y la cocina, pero resulta que los mejores cocineros son
tambien hombres.
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Hola Francisco!
Abrazo
21.
Responder
Responder
Muy buena la nota. Estoy más bien a favor del uso de la “e” pero en las
discusiones a veces no es lo suficientemente contundente como para
contrarrestar la fuerza de la costumbre. La nota es muy útil en ese sentido, pero
me quedó algo de duda respecto a “el sexismo del lenguaje no parece
correlacionar con la inequidad de género”, me parece que no se responde a ese
argumento con la contundencia que caracteriza al resto del artículo en cuanto a
cita de investigaciones. Y asociado a eso, me pasa lo mismo con “incluso los
términos neutrales pueden transmitir un sesgo masculino”.
23.
Responder
Responder
Btw, quien usa la palabra “sirvienta”? Muy poco feliz la elección del
ejemplo. Suena poco inclusivo y un tanto despectivo ese término para
significar a la empleada doméstica (y nótese que la denominación en
términos legales y contables es discriminatoria pues en ningún momento
se alude a la posibilidad de que esa persona sea de sexo masculino,
“empleado doméstico”). Tan absurdo como eso de lengua materna, no?
Responder
24.
Responder
Abrazos gatos!
25.
Lo que me costó leer este artículo! Entre esos “les” que no sabés rápidamente si
son un “los/las” o un “les” posta y palabras como “lectEres”, que le ponen la E a
una O que no denota género, porque lectAres, esto es un quilombo.
Responder
Estoy leyendo toda la lista de comentarios para ver que piensa cada uno
de los posibles remplazos.
Si bien es raro (por decirlo de alguna forma) leer las palabras con E, creo
que es posible acostumbrarse a pensar en palabras con otra vocal como si
fueran neutras. O sea, por lo menos es algo que cualquier va a leer de la
misma forma.
Responder
La equis (x) y el arroba (@) además de ser impronunciables,
hacen que cuando alguien lea palabras que las incorporen, las
reemplacen por la vocal que su sesgo cultural les indique. Para
mí, no son nada inclusivas. Al contrario, es una solución
exclusiva para la forma escrita (legible) de un idioma. Y eso me
lleva a otra cuestión: los que no pueden leer. No los que no saben,
si no los que tienen dificultades visuales o son directamente
ciegos. Esas personas dependen de sintetizadores de voz que
transforman texto en voz. Así que el uso de x y @ es menos
inclusivo aún. Por favor, dejemos de usarlos.
26.
Responder
Buenas! Supongo que la nota cumple su función: incomodar. Es una gran nota
en ciertos puntos, celebro el debate y la inclusión de la linguistica en El Gato y
la Caja (a ver si vienen más!)
Pero van mis acotaciones, ciertos lugares en donde me parece que hace agua.
1. Como dijeron arriba, se confunden los términos lengua / lenguaje en
reiteradas ocasiones. O castellano / español. Lo mismo pasa con la idea de
adquisición o aprendizaje de la lengua. En una nota cuyo objeto es la lingüística,
errar en eso no está bueno.
2. Creo que la nota falla en su método científico. Más que plantear una hipótesis
a corroborar o desmentir, el artículo hace uso de otros trabajos para legitimar
una postura clara desde el inicio. Acomoda las fuentes para aceptar lo que se
busca. No estaría mal si esto fuese una columna de opinión pero es una página
que busca divulgar científicamente y pelear contra la posverdad.
3. Asimismo, si uno de los objetivos es acercar temas científicos a todas las
personas, no nombrar el hecho de que la lingüística es una disciplina atravesada
por opiniones muy fuertes, por debates grosos entre externistas e internistas,
hace que nos muestren sólo un lado del problema. Me parece que hubiese sido
más interesante armar un debate dentro del artículo en sí y dar argumentos a
favor y en contra (que los hay de ambos lados y buenos y científicos): pensar,
con Saussure, la idea de inmutabilidad y mutabilidad de la lengua; traer a
discusión a Chomsky y su planteo contra posturas como la de Boroditsky;
pensar también la neurolinguística o la psicolinguistica o, si no, directamente
decir “Me estoy parando desde el externismo, la lingüística no es homogénea,
como hay estos argumentos, hay otros: lean acá acá y acá”. ¡Seguro hay un
montón de lingüistas ahí afuera con ganas de participar del debate!!
¡Saludos!
o
Responder
Saludos!
27.
Responder
Y aprobecho para aportar una forma posible para salir de la dificultad que parece
representar el uso de lenguaje inclusivo, por lo menos es la que a mí me ayudó.
Básicamente hay que salir un poco del plano individual, de reflexión interna, de
mirarnos tanto el ombligo, y conectar con otres. Sobre todo con otres. Con
personas que no se definan como varones ni cómo mujeres. Del contacto con esa
otredad, con ese otre, se aprende más que miles de horas de darle vueltas al
asunto.
Puede que no sea una solución universal, pero a mí me sirvió para crecer mucho.
28.
Responder
Un ejemplo de esto serian los estudios que demuestran que luego de jugar
videojuegos violentos o ver peliculas de accion las personas muestran niveles de
agresividad elevados. Listo, esto prueba que las peliculas y los videojuegos
causan violencia…¿Verdad? NO.
Que contradiccion tan lamentable. ¿Que estan diciendo? Que el lenguaje neutro
funciona pero no funciona al mismo tiempo.
Responder
Además, de donde se sigue que eso estudos que citan tengan efecto a
largo plazo, como dice Bruno?
Además, leyendo, se puede ver que la correlación que hay no prueba ser
causal, puesto que los niños reconocen estereotipos de muy chico, ya
conocen y entienden la identidad de género de los demás..
-Los hombres prefieren trabajar con cosas y las mujeres con personas. Es
el resultado de un meta-análisis realizado con medio millón de
individuos. El tamaño del efecto (la diferencia) es grande (d=0.93). (Su,
R. y otros, 2009).
-Las primates hembra pequeñas juegan más con primates bebes que los
pequeños primates macho, prefieren aprender de sus madres, de las que
se alejan menos que los machos y juegan menos violentamente, mientras
que los machos prefieren aprender de sus padres, se alejan más de la
madre y juegan más violentamente. (Terio, K. A. y otros, 2016).
Responder
Por otro lado, Bruno, nos atribuís textos que no son nuestros al
ponerlos entre comillas. Supongo que la intención es parafrasear
y que, en tal caso, las comillas sobran ya que sugieren una
textualidad que no existe. Lo que la nota dice es que el lenguaje
“cumple un rol” en la perpetuación de relaciones de dominación.
Y que es “uno de los mecanismos” que contribuyen en ese
sentido. En absoluto dice que “El lenguaje neutro ayuda a
combatir la dominación masculina pero en los países donde
existen y no sirve es por alguna razón misteriosa”. Lo que dice es
que incluso en las lenguas que tienen género neutro se pueden
transmitir mensajes con sesgos de género, cosa que no invalida en
absoluto el resto del contenido de la nota. En todo caso, dado que
el marco teórico que utilizamos es el que ofrece Bourdieu, habría
que analizar qué tipo de subversiones simbólicas serían
necesarias en esa lengua. La comparación no implica que lo que
ocurre en una sea directamente trasladable a otra.
Abrazo grande!
Emmanuel on Jun 6, 2018 at 04: 07
Responder
http://gap.hks.harvard.edu/when-he-doesn%E2%80%99t-
mean-you-gender-exclusive-language-ostracism?
width=500&height=600&inline=true#method
Después dice
Responder
<>
https://replicationindex.wordpress.com/2017/04/07/hidde
n-figures-replication-failures-in-the-stereotype-threat-
literature/
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S00224
40514000831
https://replicationindex.wordpress.com/tag/stereotype-
threat-and-womens-math-performance/
<>
<>
Responder
29.
Responder
30.
Responder
En general me encantan las notas del gato, pero está se me hizo insoportable de
leer, literalmente me dolían los ojos. Fui saltando partes desde que empezó el
lenguaje inclusivo y llegué hasta al final de pedo. Sigo sin verle el sentido al
lenguaje inclusivo, más allá de todas las pruebas empíricas que citaron,
entorpece la lectura y la escritura, y disiento en eso de que “nos importa un
carajo que diga la RAE”. El fin de la RAE es unificar la lengua y evitar que se
extinga, porque al ser hablada por tantas personas corre riesgo de que termine
desmembrandose en numerosos dialectos, como le pasó al latín vulgar. Tiene
sentido que exista.
31.
Responder
Utilizar la política (interpretada como agente de cambio) para modificar algo tan
vasto como el lenguaje, es una batalla perdida. Es muy romántico, pero tiene
más chances de generar ese cambio la cocinera boricua que dice “peldón” al
pedirte que repitas una frase , q el intento forzado de querer incorporar una
palabra como “persones” o “amigues”.
Pregúntenle a Mr Zamenhof sino a ver qué pasó con su proyecto (dejame decirte
que este experimento del lenguaje inclusivo no es original ). NI UNA mención al
esperanto en el artículo.
Besis… ahre
Responder
32.
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“Pero les lecteres que hayan llegado a este punto habrán atravesado media nota
escrita de forma tradicional y media nota escrita con lenguaje inclusivo, de
modo que además de toda la evidencia expuesta sobre la relación entre lengua y
pensamiento, podrán evaluar también cuán traumática ha sido (o no) la
experiencia” … bastante, la verdad. Rompe los ojos. Por otra parte el artículo, si
bien plagado de referencias a estudios empíricos adolece del problema
fundamental en la investigación científica que es la falta de objetividad respecto
al resultado esperado. Es decir, los autores “quieren” que la evidencia científica
aporte sustento a lo que ellos ya creén, antes de haberlo probado. Como
investigación científica eso invalida los resultados. Tanto más cuando se parte de
supuestos que por más tallados en piedra que puedan estar para algunos, son en
realidad más que discutibles, como la brecha salarial o la supuesta relación
directa entre machismo y violencia hacia las mujeres. Llama la atención que las
sociedades menos machistas del mundo según el índice de equidad de ONU
presenten a su vez un número importante de casos de violencia de género. Es
decir que la relación directa entre machismo y violencia no sería algo tan lineal.
33.
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Muy linda la nota! Felicitaciones. Ahora bien, pienso que la presencia del género
en el lenguaje va durar mientras dure el machismo. Como ejemplos de todos los
dias: mi nieta Julia me invita a jugar: “yo soy la profesora y vos sos el
profesoro.” Y más: “la enamorada del buey es la bueya” O mi amigo sueco
casado con brasilera. Cuando la presentaba a los amigos solia decir: “Esta es mi
marida”. Nos divertíamos comentando que el sueco es el unico idioma en el cual
el feminino de marido es marida. Los terminos no se despegan, simplemente
cambia el género por sobredeterminación cultural. Los gringos dicen “she” para
los buques. En tiempos de guerra tratan como feminino sus países
(Germania,Brittania, Madre Rusia) porque necesitan la proteccion de LOS
soldadOs. Lo mismo para el mundo: Madre Tierra, Madre Naturaleza. Que
delicadas son…
Felicitaciones una vez más. Carlos
34.
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Que bueno este mano-a-mano. Meto una vez más mi cuchara. La mejor
definicion de lenguaje y la que más ayuda a distinguir lenguaje y lengua es la
que ofrece el chileno Humberto Maturana.
Que dice Maturana? Dice que el lenguaje – que es el fundamento de lo humano
– es la coordinacion de coordinaciones consensuales conductuales. Es algo
recursivo. No solo coordinacion. Se trata de coordinacion de coordinaciones
consensuales. Asi que no tiene que ver solamente con lo verbal. Vale leer lo que
dice el genial biólogo.
Carlos
35.
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36.
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37.
Responder
o
Sol Minoldo on Jun 5, 2018 at 10: 38
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38.
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Normalmente diría “Gracias por la nota, gatos”…pero ahora creo que va a ser …
¿Gates? Incluso el nombre ElGatoyLaCaja me suena raro… :O En el primer
caso me refiero a género de personas pero
el segundo a el gato de Shrödinger…¿cómo saber si no fue gata?
39.
RZP on Jun 4, 2018 at 23: 48
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40.
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41.
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42.
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43.
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44.
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E. Por lo que vi, salvo el primero, los demás estudios que se citan están hechos
desde/para otros idiomas. Por lo que dice la nota al muy principio “la lengua (o
lenguaje, no sé) es un fenómeno social. Ocurre siempre con relación a un ‘otro’,
a una comunidad con la que establecemos convenciones respecto a qué
significan las palabras y cómo significan esas palabras”. ¿Esa relación es
unívoca en todos los idiomas? porque social no necesariamente implica
universal… ¿Hay matices, tiene una sola forma? ¿No hay nada previo al
lenguaje o complementario (para no jerarquizar) que influya también en cómo se
construye esa relación entre lo que estructura una forma de conceptualizar
-individual o colectiva- y las palabras que usamos?
Claro que la respuesta a todo esto puede ser: bueno, estudiá letras, queride.
B. Este cambio en particular empezó a ser visible entre les nosotres comunes con
formas escritas de romper los modos masculinos de nombrar. No sé si esto es
obvio, común, usual, si solo me pareció raro a mi, o lo es. Las primeras
apariciones de lenguaje inclusivo fueron con @ y x, escritas. Impronunciables
ambas. Pero no se notó (lo digo desde mi experiencia, donde esto circula pero no
se estudia) hasta que necesitamos hablarlo. La x es linda porque tacha algo,
molesta a la vista pero en nuestras cabezas acostumbradas se lee “o”, como el
arroba. Ahí ganó la “e”, que es molesta también, pero la única que en la mente,
al leer, se pronuncia de una manera distinta porque es una letra que el cerebro
reconoce como sonido hablable. Triunfante como presidenta.
Saludos :)
45.
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O por el contrario, que un día tu nieta te diga: -“Habuela, ¿por que decís
llamar a los Bomberos si la mayoría son chicas?”
saludos…
Responder
Ojala mi supuesta nieta tenga una lengua más simple, sin H sin
V/B, sin acentos, etc. No algo más complejo como me propones.
46.
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Creo que de los que están en contra del lenguaje inclusivo, los que más me
molestan son los que se oponen porque “se degenera el lenguaje” y
habitualmente sus “críticas” vienen acompañadas de insultos y/o
descalificaciones. De última tené una posición respecto a su utilidad o impacto,
pero no me vengas a decir que degenera el lenguaje y después clavás 10 palabras
extranjeras mal escritas.
47.
48.
Responder
Gente, me permito sugerirles reescribir los últimos párrafos de “¿Y ahora qué
hacemos?” porque me parece que no se está entendiendo. Creo que no queda
clara la cuestión de que hay evidencia empírica en contra del argumento pero
que es cuestionable porque en principio no podemos observar un experimento
controlado de un país contra sí mismo en circunstancias similares pero con
diferentes lenguajes, y además en los casos de lenguaje neutro se observa
machismo transmitido por otras vías. Digo yo; no sé. Mandarme a la mierda
también es opción.
Responder
49.
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50.
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Como lingüísta escribiendo un paper sobre este tema, tengo que dejarles mi
gratitud por todos los links a papers.
Y un comentario no menor y bastante interesante: la RAE reconoce
“presidenta”, porque hace dos siglos que documenta apariciones del término. Y
sobre todo, lo reconocen porque esos usos documentados son en España, porque
otro detalle que no hay que dejar de lado es que la RAE, además de machista, el
supuesto panhispanismo se lo meten adonde no da el sol. Volviendo al tema,
cuando les preguntás en #RAEconsultas en su twitter @RAEinforma te
responden que “presidenta” “está bien dicho porque está documentado su uso
desde el 1800”. Pequeño detalle que olvidan mencionar: el uso que documentan,
que sigue apareciendo como segunda o tercera acepción del término, es como
“Mujer del presidente”. ¿Por qué no maduran y sacan esa acepción de las
entradas para “alcaldesa”, “jueza” e incluso “médica”? No hay por qué.
Responder
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52.
Responder
53.
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Saludos
Responder
PD: Mientras haya alguien que las use, las categorías existen.
Podemos discutir las definiciones, pero es un tema aparte.
Responder
54.
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SAludos
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56.
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1. El castellano alguna vez tuvo neutro (después de todo viene del latín) y con el
tiempo lo fue perdiendo. Las lenguas, por una cuestión de eficiencia o de
economía si se quiere, tienden a desprenderse de aquello que no usan.
3. Sobre todo, el gran problema del uso del neutro (en el castellano, en pleno
siglo XXI y teniendo en cuenta los dos puntos anteriores) es un problema de mal
gusto.
57.
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Hola!
Sí, puedo asegurar es que desde la sintaxis se puede realizar cambios que afecten
a la semántica, por ejemplo, la voz pasiva. Que tanto es usada en el discurso
periodístico para manipular los análisis de los hechos.
Es importantísimo visibilizar todos las injusticias por el medio que sea. Es hiper
bienvenido si es desde el lenguaje, ya que pensamos mediante este y viceversa.
Pero también es necesario advertir desde qué lugar lo hacemos. Si no
entendimos que el genero gramatical es arbitrario y que no tiene cargas
peyorativas es porque nos falta estudiar gramática.
58.
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59.
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60.
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Responder
Responder
62.
Responder
No hay que dejar de aclarar que los grupos no son comparables en absoluto.
Garantizar comparabilidad es dudoso incluso cuando hablamos de gente de la
misma ciudad. Calificar esto de evidencia me parece demasiado generoso. Dado
que no contamos con evidencia me parece más recomendable evaluar los costos
de aplicación. Si no son muy altos, ante posible mejora, para adelante!
63.
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Olá
64.
Marcos Buchin on Jun 5, 2018 at 21: 41
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65.
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Sino que los sueldos están sujetos no solo a la ley, sino que a los convenios
colectivos de trabajos (Que impone los sueldos base sin discriminar sexo, raza,
religión o color) que tratan los gremios (Y acá en Argentina hay gremios para
todo, así que todo rubro tiene un gremio). Yo trabaje muchos años en el sector de
PERSONAL en empresas, y nunca vi esa “discriminación” tan fomentada, y
créeme que vi muchas mujeres ganar más que cualquier hombre, no por “USAR
SUS ATRIBUTOS” sino que por su eficacia, eficiencia para desarrollar su tarea
y otras también.
Recordemos que “Todo se toma como uno quiere”, algunos piensan que matar a
un hombre negro y judío es malo por “la penalización”, otros piensan que no
vale la pena por el bajo puntaje y el alto costo de la penalización,
peeeeerooooo…. Hay otros que piensan en desnudarse, ponerse un calzoncillo
en la cabeza, pintarrajearse y salir a las calles con pancartas que dicen
“PORQUE MATAR UNA MUJER NEGRA Y JUDÍA VALE MÁS QUE UN
HOMBRE DE LAS MISMAS CONDICIONES, YO TAMBIÉN VALGO LO
MISMO”, pero lo que en realidad nadie piensa, es en que; “SOMES” más que
1000 puntos y 1UP, somos vida, sea como sea y sea por lo que sea… SOMOS
VIDA.
Y más allá de las artimañas de campaña cualquiera fuese su índole (De las que
todavía no nos acostumbramos y tampoco parece importar). Creo que hay que
dejar de lado el “sensacionalismo cargado a los números y encuestas”, para
enfocarse en lo verdaderamente importante, que es “la seguridad e integridad de
la vida de las personas” (Fíjate que que lindo encierra a todos los géneros esa
frase).
– Les que están a favor de esa caratula, dicen que se viola una mujer cada 6
horas en el país, lo cual es cierto. Pero la sensacionalización de ese numero trae
consigo las controversias que conocemos.
Pero sabemos (No por lógica, sino que sentido común) que una mujer tiene un
100% de probabilidades de ser violada vs un hombre, frente a una situación de
asalto, pero por cada 1 mujer asaltada hay 10 hombres asaltados, de los cuales
hay 3 muertos, 4 heridos y 3 que la zafan, etc, etc, etc.
Y eso es como decir que en China un perro tiene más probabilidad de morir a
manos de una persona, que una persona en si, y que un feto de entre 3 y 9 meses
tiene muchas más probabilidades de morir que un perro. (Ya saben, en China se
come todo).
A lo que voy, es que todos abogan por el genero, raza, religión, color, etc. pero
nadie aboga por lo que en realidad hay que abogar… LA INTEGRIDAD DE LA
VIDA.
Responder
Responder
66.
Responder
Responder
67.
Responder
Tengo que admitir que abandone varias veces la nota antes de poder terminarla ,
complejo de leer en este codigo, raro en esta página.
68.
Responder
69.
Responder
Hola! Si bien no estoy a la altura de sus conocimientos lingüísticos y
gramaticales, discrepo mucho con respecto al uso de la E como neutro y quisiera
dar mis motivos para que luego me den su impresión de ser posible.
Creo que como sociedad nos debemos un debate profundo y sincero con
respecto al género que va más allá del lenguaje. Como bien se aclara a la pasada
en el artículo, el género -sea en la ropa, en los colores o incluso en las personas-
es una jerarquía basada en el sexo y, por ende, es opresión sexista. En parte me
llamó la atención que al hablar del uso de la barra (por ejemplo en todos/as) -que
es el recurso más coherente e inclusivo para mi- dijeran que contempla sólo dos
géneros cuando, por un lado, el género debería abolirse (por lo comentado
anteriormente, fomenta una jerarquía sexista), y por el otro el género de la
palabra debería, tal como hace el género en las personas, referirse al sexo
biológico (y todos/as sabemos que sexos sólo hay dos). Por el otro lado dicen a
modo de argumento que la barra “les salta a los ojos como alfileres” cuando en
realidad es un recurso aceptado como lo son los paréntesis, las comillas y demás.
Con todo respeto, no me pareció muy convincente ese punto.
En fin, estoy de acuerdo en muchas cosas de las dichas en el artículo, como la
forma en que nos determina el lenguaje y como se legitima a través de éste la
desigualdad entre los sexos, pero creo que, además de lo ya expresado, el
recurso de la E que pretende traer igualdad en el lenguaje puede ser un arma de
doble filo, por la sencilla razón que, al igual que con el uso del genérico
masculino, la mujer, históricamente oprimida, sigue sin nombrarse. Por todo esto
sigo considerando el uso de la barra como la mejor alternativa para aportar
igualdad en la lengua. Muchas gracias!
Responder
70.
Excelente nota.
No hagan caso a comentaristas malicioses: acusan sesgos de paja en ojos ajenos
y no ven los sesgos de viga en sus propios comentarios (los comentarios que
debaten con el artículo buscando ampliar el conocimiento señalan puntos fuertes
y débiles, cuestionan pero acuerdan parcialmente, suman; los que traen un
entendimiento blindado a argumentos y evidencia no logran reconocer ni un
elemento útil, nada que los haga reflexionar y ampliar su entendimiento sobre el
tema, sólo aportan un bombardeo que no logra hacer puntería por estar más
centrado en seguir el mapa de su determinación previa que en analizar la
investigación que tienen delante. A estes últimes, ni cabida).
Discrepo de las acusaciones de sesgos o vicios cientificistas que leí en algunos
comentarios. Creo que el error que los lleva a esas acusaciones reside en
adjudicar a la nota objetivos que ésta no se propone.
Responder
71.
Responder
72.
Responder
73.
Responder
http://irisneva.blogspot.com/2016/
74.
Responder
Lo que se pretende con estas palabras, es hacer un llamado de atención, y/o una
crítica constructiva a todo lo que nos destruye, y personalmente opino que el
lenguaje es una de las causas de la desigualdad social, por lo tanto lo que nos
puede ayudar a mejorar la convivencia, es practicando un lenguaje diferente, con
el cual se pueda reivindicar a muchos grupos sociales y proclamar la igualdad de
derechos para todas las personas.
Tan solo si fuera posible exponer la realidad del pensamiento humano, “pero sin
eliminar su verdad”, sería simplemente dejar vivir su extraordinaria realidad…
Para que se logre un mejor entendimiento sobre la propuesta de un lenguaje
Diferente, es necesario entender los esquemas de actuar, pensar, organizar, sentir
y exponer que tienen las personas, para que tanto la sociedad civil como las
instituciones del estado se den cuenta cómo afecta este tipo de lenguaje en las
relaciones sociales, y se empiecen a generar y priorizar nuevas directrices en los
nuevos discursos, donde se reflejen símbolos y códigos equitativos, para que
posteriormente las expresiones verbales visibilicen a toda la humanidad con
respeto y equidad.
Responder
76.
Responder
Muy bueno el texto para reflexionar sobre el lenguaje, pero tuve una duda, ¿por
qué se escribió “lecteres”?
Esa “O” que cambiaron no indica el género, pero reconozco que es una palabra
difícil para que sea inclusiva ya que la “E” en este caso colo incluye el
masculino.
77.
Responder
Hola, muy interesante el artículo. Les cuento que John Holloway escribió su
libro Crak Capitalism https://libcom.org/files/Holloway%20-%20Crack
%20Capitalism.pdf en femenino, cuando llevamos la tarea, desde nuestra
editorial (Herramienta) tomamos la decisión de pasarlo a castellano neutro,
perdiendo parte de su espíritu revulsivo. Este artículo me hace poner en duda esa
decisión…
Saludos
78.
Responder
79.
Responder
Hola, me encanto leer la nota y me gustaría que este tipo de argumentos bien
pensados fueran los que salen por televisión…
Note que dicen mucho “nos” y nunca “nes” al referirse a “nosotros” como
conjunto de personas que hacen o dejan de hacer cosas. Es por alguna razón en
especial? Esta el nosotras y el nosotros así que si hablara de que todes mis
compañeres y yo “nes saltames” las clases aplica??? O quizás aún estoy un poco
confundida con todo lo que implica este lenguaje inclusivo, la verdad es como
tratar de aprender un montón de reglas que aún no existen!! Gracias por tan buen
análisis!
80.
Responder
A pesar de estar totalmente en contra del “lenguaje inclusivo”, leí toda su nota
porque me parece interesante informarse sobre el punto de vista y opinión de
quienes estén a favor.
Ahora lo que critico es, ¿por qué solo es aplicable a palabras cuyo género en
plural es “masculino”, y no a palabras cuyo único género es femenino?
Les guste o no, y no se lo tomen a mal, la RAE es quien dicta cómo se habla y
escribe correctamente, no “El gato y la caja”.
Saludos.
Responder
Saludos
Responder
Hola, Belén.
Saludos.
81.
Responder
82.
Una solicitud: ¿alguien puede decirme qué bibliografía habla del uso del “tú” y
del “vos” en Argentina? Gracias.
Responder
83.
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/publicaciones_centros/PDF/bra
silia_2012/25_reggi-segre.pdf
Saludos de Carlos
84.
Responder
Ya olbidaba este:
https://www.mecd.gob.es/dam/jcr:f462e345-f6c1-4beb-833a-
8f06b4b34dd8/2015-bv-16-29-alejandro-vidal-alvarez-pdf.pdf
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Responder
De nada.
https://edisciplinas.usp.br/pluginfile.php/498411/mod_resource/c
ontent/1/-El-Idioma-de-Los-Argentinos%2C%201928Ensayo.pdf
Responder
Maravilloso.
85.
Responder
Querido Agustin
86.
Responder
Responder
Si… Yo pensaba por qué sería la “e” la letra neutra… No porque me suene
masculina, sino, por qué se elegiría esa y no otra.
A mi, en lo personal, me acomoda más “@”, ya que alude a los nuevos tiempos
cibernéticos, actuales y resultaría más fácil incluirlo en la real academia y en el
lenguaje común.
Responder
88.
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Responder
Amaranto, te pido que no participes faltando el respeto. Tus agresiones
no son argumentos. Dicho esto, voy a proceder a eliminar tu mensaje.
Saludos
Responder
89.
Responder
Hola, me parece interesante el artículo, pero sigo sin estar convencido del uso de
todes y algunes. Eso a pesar de que defiendo a rajatabla las motivaciones del
movimiento feminista.
Hay algo que nadie menciona, así que no me queda más remedio que hacerlo yo
mismo.
La cosa es que soy un lector voraz. Me estoy acercando a los 5000 libros leídos.
No sólo que leo muchísimo, sino que lo hago a una velocidad que es casi tres
veces la media.
Y ahí yace el problema: cada vez que me tropiezo con un todes, o todxs, o
tod@s es como un bache en la ruta. Si vas a 50 km por hora tal vez no sea un
inconveniente, pero alguien que viene a 150 km se hace percha, una y otra vez.
Cada vez que me topo con esa “e”, “x” o “@” intrusa sufro un cierto malestar.
Tras leer un párrafo con apenas cinco ocurrencias me siento como la persona que
ha comido carne en mal estado.
Entiendo que seguramente, lo mío no sea tan importante como otras
perspectivas, pero me gustaría que alguien escuchara y por lo menos entendiera
mi lamento.
Saludos.
Hola Luis! A mi siempre me dolió mucho setiembre y solo sin acento (de
solamente). Si compartimos el valor de un cambio, puede que amerite
ponerle un poco de onda extra. y después de todo, que sea disruptivo
también cumple su función! Saludos
90.
Responder
Muy buen artículo para alentar la reflexión y el debate sobre este problema. Lo
llevo al aula de estudiantes de profesorado. Gracias, Sol y Juan Cruz.
91.
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Hola, primero que nada gracias por el txt, me interesó y sobre todo representó
mucho de lo que pienso y que (por obvias razones) nunca puedo expresar tan
bien. Por eso mismo es que he querido compartirlo con personas con las que
vengo teniendo acaloradas discusiones, sin embargo todas las que están en otros
países, han tenido problemas para abrir la página . Nadie fuera de Argentina
logra cargarla. Será que pueden facilitarme le txt de laguna otra manera, para
poder compartirlo y así seguir avanzando en este tema que nos ocupa, interpela y
por sobre todo APASIONA.
Gracias de nuevo!!
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Responder
“Any ideological product is not only itself a part of reality (natural or social),
just as is any physical body, any instrument of production, or any product for
consumption, it also, in contradistinction to these other phenomena, reflects and
refracts another reality outside of itself. Everything ideological possesses
meaning: it represents, depicts, or stands for something lying outside of itself. In
other words, it is a sign. Without signs there is no ideology. A physical body
equals itself, so to speak; it does not signify anything but wholly coincides with
its particular, given nature. In this case, there is no question of ideology
However, any physical body may be perceived as an image; for instance, the
image of natural inertia and necessity embodied in that particular thing. Any
such artistic-symbolic image to which a particular physical object gives rise is
already an ideological product. The physical object is converted into a sign.
Without ceasing to be a part of material reality, such an object, reflects and
refracts another reality”.
https://www.marxists.org/archive/voloshinov/1929/marxism-language.htm
A fin de cuentas:
93.
Responder
Responder
95.
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Excelente trabajo! A mi criterio sin baches. Sólo agregaría algo que leí sobre el
uso de “e” en lugar de “x” o “@” , y es que permite su lectura en dispositivos
electrónicos para personas no videntes♥
96.
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¡Los felicito por la nota! Leerla me hizo reflexionar sobre algunas cuestiones
que me hacían bastante ruido acerca del uso del lenguaje inclusivo.
Concuerdo con que el lenguaje es sexista, pero me costaba aceptar la idea de que
en un enunciado apareciera un término considerado “neutral” que no
correspondiese con el resto de las palabras, lo veía como algo contradictorio. Sin
embargo, la aclaración de que no necesariamente tendría que usarse para
referirse a absolutamente todo, sino para las personas o seres animados que den
idea de género, me acomodó un poco las ideas.
Si bien aún me cuesta interiorizarlo, creo que el debate sobre el lenguaje
inclusivo va más allá de si el uso es correcto o no desde el punto de vista
normativo, sino que lo interesante de la cuestión es que es algo que viene a
romper con un orden establecido que el mismo lenguaje contribuye a reproducir.
El debate en cuestión irrumpe y altera el equilibrio al que estábamos
acostumbrados, por eso nos obliga a repensar sobre qué es aquello a lo que
considerábamos como “lo normal”. Todo esto da lugar a la reflexión acerca de
los estereotipos patriarcales y de la carga ideológica que el lenguaje posee,
puesto que toda lengua refleja ideología. Es un interesante debate que enriquece
el pensamiento humano.
Les recomiendo para leer el libro “La palabra amenazada” de Ivonne Bordelois,
que tiene mucho que ver con todo esto.
97.
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¡Hola!
Me encantó casi toda la nota, se mandaron un tremendo laburazo y está tan bien
redactada que es imposible dejar de leerla.
Me aclaró un montón de ideas ya que soy una de las personas que si bien apoya
este tipo de iniciativas, esta en cuestión, la del lenguaje inclusivo, me hacía
muchísimo ruido.
Gracias a su nota entendí un montón de aspectos y estoy mucho más abierto a
esta iniciativa en particular. Me sigue sin cerrar el uso particular de la “e”, pero
ya no voy a volver encarar este tema como antes.
Ahora… ¿por qué digo que me encantó “casi toda la nota”? Bueno, porque
después de una fructífera y agradable lectura, llegando al final y con ganas de
felicitarlos, me encuentro con este párrafo:
“Anécdotas como esta nos recuerdan que la lengua es maleable y que apoyar o
rechazar un uso disruptivo, que tiene por objeto reclamar derechos larga e
injustamente negados, es una decisión política, no lingüística”.
Quería remarcarles que esta afirmación está cargada de prejuicio, y que a veces
porque alguien cree que la aplicación de una solución no es la correcta no
significa que está en contra del intento de solucionar eñ problema. Y no, no es
nada político. A veces simplemente las personas no estamos de acuerdo en las
formas, y eso no nos impide “tirar para el mismo lado”.
Responder
98.
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99.
100.
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101.
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102.
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Estimados
Gracias por el artículo, la reflexión y las referencias. Hay un asunto que uds no
contemplan y que hace a la esencia misma del fenómeno lingüístico. El cambio
lingüístico no ocurre por un acto planificado, intencional. La lengua no es del
orden de la voluntad. El cambio es de naturaleza espontánea y masiva (porque
cuando lo percibimos, ya es masivo). No tiene una intencionalidad social o
ideológica. Las formas “puédamos” o “hubieron disturbios” son ejemplos de
cambios lingüísticos avanzados (al menos en el dialecto montevideano). Los
hablantes no decidimos hablar así, el cambio ocurre más allá de las voluntades
individuales o de grupo. Así son las lenguas naturales. En nuestra condición de
hablantes podemos proponer y promover usos inclusivos dentro de los recursos
de la lengua. Igual que dejamos de hablar del “descubrimiento de America”,
podemos dejar de hablar de “la evolución del hombre”, o “la llegada del hombre
a la luna”, o “reunión de padres”… y buscar expresiones más inclusivas. Pero no
podemos modificar el sistema de género gramatical. No es del orden de lo
posible. Además, sin ofender, la actitud lingüística subyacente en la promoción
de “todes” es normativa y, aunque bien intencionada, en última instancia
autoritaria, como las campañas de “hablemos correctamente nuestro idioma”. A
los hablantes no se les dice cómo hablar su lengua, no está bueno y además, no
funciona. Y denota una ilusión de control sobre la lengua que los hablantes no
tenemos.
Saludos
Claudia
Responder
Hola Claudia, hay diversos ejemplos de cambios lingüísticos que han
ocurrido de manera premeditada, porque desde algunos sectores se onían
en cuestion las connotaciones o cargas de valor de ciertas expresiones y
se impulsaba un uso diferente. Solo por dar dos ejemplos:
negros/personas de color, dependientes/personas en situación de
dependencia, discapacitado/persona con discapacidad.
La lengua es patrimonio de les hablantes y si nosotres queremos impulsar
un habla inclusiva, podemos tener mas o menos éxito, pero
definitivamente, podemos.
Pro ultimo, no veo como una propuesta, hecha en base a valores
explícitos y consideraciones sobre ventajas y desventajas, e insisto en
“una propuesta”, puede ser por si sola autoritaria. Saludos!
103.
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Muy interesante la nota pero me detengo en 2 partes (En un par mas pero ya
fueron deliberadas en comentarios anteriores) :
…”En otro estudio de Lera Boroditsky se hizo una lista de 24 sustantivos con
género inverso en castellano y alemán, que en cada idioma eran la mitad
femeninos y la mitad masculinos. Se les mostraron los sustantivos, escritos en
inglés, a hablantes natives de castellano y alemán, y se les preguntó sobre los
primeros tres adjetivos que se les venían a la mente. Las descripciones resultaron
estar bastante vinculadas con ideas asociadas al género. Por ejemplo, la palabra
llave es masculina en alemán. Les hablantes de ese idioma describieron en
promedio las llaves como duras, pesadas, metalizadas, útiles. En cambio, les
hablantes de castellano las describieron como doradas, pequeñas, adorables,
brillantes y diminutas. A la inversa, la palabra puente es femenina en alemán y
les hablantes de ese idioma describieron los puentes como hermosos, elegantes,
frágiles, bonitos, tranquilos, esbeltos. Les hablantes de castellano dijeron que
eran grandes, peligrosos, fuertes, resistentes, imponentes y largos…”
Me parece un parrafo totlamente esterotipado (totalmente opuesto al planteo de
fondo que quiere hacer la nota), en donde asevera que el hombre es duros,
pesados, metalizados, útiles y las mujeres doradas, pequeñas, adorables,
brillantes y diminutas. ¿Quien eligió esos sustantivos propios del género
masculino y los otros del femenino? Los que hicieron el estudio y por
correlación, ustedes.
104.
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105.
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Hola, la verdad Interesante la Nota, pero tengo una duda, cuando abri el papel
citado del experimento donde le piden a 24 participantes describir objetos e
ingles que tienen genero inverso en español y aleman, ese experimento no
aparece en el papel citado, hay 2 experimentos pero son diferentes. Que paso?
Responder
106.
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Me encantó la nota. Lo hermoso fue que me llegó por muchos lados distintos, lo
que quiere decir que mucha gente la leyó y la está recomendando. Me hizo
pensar que sería hermoso que a raíz de estas cosas que se dan en el marco social,
se pueda empezar a hablar de Bourdieu en las escuelas secundarias (entre otros
sociólogos, filósofos, etc… que yo recién estoy conociendo ahora, con 27 años,
en la universidad). Utopía, quizás. Gracias por hacer esto <3
107.
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108.
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109.
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110.
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Saludos!
111.
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Hola!! Me gustó mucho la nota. No puedo decir que esté de acuerdo después de
leerla, pero me agrada bastante que se discuta este tema desde una perspectiva
lingüística, aunque tenga (inevitables) tintes políticos, y sin los usuales “es una
aberración/mierda/estupidez” o “te sentís tocado, machirulo”. Hay algunas cosas
que no me cierran, pero en su mayoría ya fueron expresadas en otros
comentarios, así que tal vez las respondan en ellos (y de no ser así, tampoco creo
que lo hagan en el mío).
Pero algunas cosas que me quedaron rondando por la cabeza son las siguientes:
dado que pareciera haber sesgos machistas tanto en las lenguas con género
gramatical como en las que no, ¿no es eso evidencia (o al menos sugerencia) de
que el machismo percibido es una cuestión extralingüística? Mas aún, si en el
caso de Islandia, como mencionaron, no hubo un cambio significativo en la
lengua durante años y aún así se progresó considerablemente mas que otros
países en relación al rol de la mujer en la sociedad, ¿no implica eso que el
núcleo de dicha cuestión no esta en la lengua, y que un cambio en ella no es
condición necesaria para que ocurra, y por lo tanto no es influyente? (pareciera
que estoy disfrazando mis conclusiones de preguntas, lo se, pero es solo porque
pienso mientras escribo). Otro caso entre los idiomas sin división de género son
las lenguas persas, como el Farsi, el cual se usa en Irán, uno de los países con
mayores desigualdades de género incluso dentro del mundo musulmán. Si, como
uds sostienen, la inclusión de terminaciones neutras ayudaría a atacar
problemáticas de género, ¿porqué en un país cuyo idioma es enteramente neutro
eso no ocurre? Por supuesto que hay un mar de distancia en cuestiones de género
tanto entre Irán y Argentina como entre Argentina e Islandia, no pero puedo
evitar notar que las modificaciones lingüísticas a las que se pretende llegar no se
dan en una sociedad que promueva el progreso social al que se apunta (al menos
en los casos mencionados).
Por otra parte, si bien leo en muchos lados criticas a que el plural indefinido del
castellano sea arbitrariamente masculino, pocas veces explican porque. Si no
recuerdo mal (corrijanme si me equivoco), esto se debe a que se hace una
referencia tácita a “hombre” no como género, sino como forma castellana de
latín “hominem”, declinación acusativa de “homo”, “humano”, el genus de la
especie, que es masculino morfológicamente pero no denota género, al igual que
“persona” en el caso inverso. Sin embargo, justamente como tenemos un caso
similar pero inverso, en orden de visibilizar la presencia de la mujer, ¿qué tan
viable sería referenciar indistintamente ambas palabras (“hombre” y “persona”),
obteniendo así plurales indefinidos tanto masculinos como femeninos? [ej:
“todos los (hombre>homo>humano) lingüístas” = “todas las (personas)
lingüístas”) Seguramente salga gente a decir que eso complica innecesariamente
la lengua, pero, creo yo, al igualar ambos casos se le quitaría importancia al
género sin la necesidad de usar formas por fuera de la gramática actual, ante lo
cual, si persiste el conflicto, al no haber ya una disrupción fonética, se cae de
maduro que las raíces del mismo son otras.
Mas allá de todo, muy buena la nota, y espero que haya otras similares. Saludos!
112.
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113.
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Mi lenguaje muta como se le dé la absoluta gana, y este lenguaje mío sirve para
entregar mensajes increíbles y bonitos a otros, incluso sirve para entregar
mensajes de igualdad a los demás. Por eso, mi lenguaje es un lenguaje inclusivo
también, y es curioso, porque no tuve que usar ninguna de estas propuestas
extrañas.
Responder
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115.
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Responder
117.
Responder
118.
Responder
Muy buena nota; me despejó algunas dudas a pesar de que no puedo quitarme de
la cabeza las palabras de mi profesor de semiología cuando decía que el lenguaje
no puede modificarse simplemente por quererlo, “a la fuerza”.
En casos como “niños”, “diputados”, “trabajadores”, etc., siempre tuvimos la
opción de decír “niños y niñas”, “diputados y diputadas”, “trabajadoras y
trabajadores”… No sería cuestión simplemente de utilizar los terminos ya
existentes?
Muchas gracias!
Responder
Hola Sebas,
El lenguaje inclusivo lleva muchos años entre nosotres. Por ejemplo, la
comunicad LGBT, que fue una de las primeras en utilizar la “x” para
incluir a todes en el lenguaje. Que se haya abierto la discusión de que si
el lenguaje inclusivo esta bien o mal no quita que hace tiempo se este
utilizando y la realidad hoy es que les adolescentes hablan asi por
decisión propia, nadie les obligó y muchos menos fue “a la fuerza” como
dice tu profesor de Semiología.
119.
Responder
120.
Cristina Bavera on Jun 21, 2018 at 00: 47
Responder
Gracias por esta nota! es muy buena, y me viene perfecta para continuar
debatiendo con compañerxs y amigues que insisten en que “es intrascendente”.
No me resultó para nada difícil atravesar el uso de “e” en la lectura, aunque yo
utilizo actualmente la “x”, tras un tiempo de intentar con “@” que no me
terminaba de cerrar.
Aguante el lenguaje inclusivo y que la RAE se vaya a dormir le sieste, jajaja
121.
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Fraternalmente.
Responder
122.
Responder
Y todavía queda lo más difícil de todo: si es cierto -como algunos afirman- que
el inconsciente está estructurado como un lenguaje, habrá que recordar que no
será modificando el envase como habrá de modificarse el contenido; una tal
creencia parecería más una cuestión de packaging que de igualitarismo inter-
género.
Cambiar un lenguaje es extremadamente difícil.
Cambiar una impronta cultural -de la cual ese lenguaje es consecuencia- lo es
muchísimo más.
Por suerte, cambiar la voluntad y la determinación de liberación es imposible.
Gracias por eso, compañeras.
123.
Responder
Muchísimas felictaciones por el artículo. Fue muy útil para mí, gracias por
escribirlo y poner evidencias.
124.
Responder
Para todes les lecteres que, después de leer la nota, encuentran interés en la
propuesta pero no terminan de encontrarle la vuelta, escribí un texto que puede
servir como orientación. Aunque no podemos referirnos a un uso ‘correcto’ o
‘incorrecto’ de esta manera de hablar, sí se puede , en base a clarificar los
objetivos de ese uso, y con criterios prácticos, impulsar algunas
recomendaciones. Dejo el link! https://goo.gl/JxhcW6
o
Responder
Responder
125.
Responder
Responder
126.
Responder
¿Cómo van a hacer con el uso/abuso del “leismo”? (Ej: A estES diputadES hay
que votarLES / Yo LE amo)
Eso, actualmente, es un error ya que votar en este caso se usa como transitivo y
debería usarse OD (lo, la, los, las) y no les….o sea que sería lo mismo usar
Objeto Directo u Objeto Indirecto en cualquier verbo?
Algún otro idioma con mismas raíces (Portugués, Italiano, Francés, etc..)
propuso estas modificaciones también?
Gracias!
127.
Responder
Me gustó mucho la nota. Aclaró algunos puntos que aún tengo en conflicto, ja!
Creo que lo interesante es que nos demos la posibilidad de pensar y reflexionar.
Me resultó interesante que agregaran los papeles, para les curioses (está
bien???), es un aporte genial!!!
128.
Responder
Lo lei dos veces, solo me suena mal que forzar lenguaje de arriba hacia abajo
suena muy 1984, y, lo de personas de color es solo lo politicamente correcto,
publico, en general es solo eso (me hace acordar al sudafricano blanco que gano
una beca para african american, el lo era)
quizas solo sea como dijo Perez Reverte, migrante o migranta?
129.
Responder
Quiero agradecerles por haber escrito esta nota. Me está ayudando muchísimo a
hablar del tema con mi familia y mis amigues. Estamos en un momento de plena
exploración y creatividad; algo bueno va a salir de todo esto.
130.
Responder
131.
Responder
Tengo varias dudas, desde un punto de vista cronológico y al mismo tiempo
aplicable del lenguaje inclusivo . ( Leí el artículo completo y me parece
comprensible lo que se busca)
1) Cuánto tiempo tomaría aplicarlo en un futuro próximo, contemplando todo el
cambio gramatical necesario
Para llevarce a cabo. (Reestructuración del lenguaje)
Una estimación realista.
132.
Responder
Pura ideología.
Responder
133.
Responder
Si entre el chino y las lenguas que se hablan en india tienes a más de un tercio
del planeta y sus lenguas no tienen género como el 95% de las lenguas vivas,
mientras que sólo el 5% tiene género incluyendo las indoeuropeas que usan
menos del 25% de la población del planeta, entonces ¿es relevante quitar el
género en el idioma español para combatir el machismo? Creo que es una
soberana pérdida de tiempo. Si tengo que aprender a hablar español de nuevo
por imposición, prefiero aprender chino que me va servir más, sobretodo que
son los mayores productores de publicaciones científicas y ya casi no los
traducen al inglés, menos al español y difícilmente al español inclusivo ¿o
españel inclusive?
134.
Responder
1) Quienes resisten el cambio sobre la base de que es una minoría, escuchen las
conversaciones en la puerta de cualquier escuela secundaria y vayan viendo por
dónde viene la cosa. Por otro lado, yo soy mujer, no feminista pero sí
profundamente antimachista; nunca había tenido problemas con el masculino
genérico, pero desde que se empezaron a levantar conciencias con este tema,
reconozco que cuando dicen “todOs” y me están incluyendo, por ejemplo, cada
vez me hace más ruido. No debo ser la única y creo que es un fenómeno que va
a crecer exponencialmente en el futuro cercano.
135.
Responder
Buena nota. Me queda la duda, en caso de que incorporemos algún neutro como
la letra e, ¿si la sociedad continua con una impronta machista, acaso el nuevo
neutro no tomaría tintes de falso genérico como en el japonés? Si a fin de
cuentas el lenguaje es influenciado por el zeitgeist, temo que un esfuerzo de
neutralizar el lenguaje sea de cierta forma desfigurado a través del uso cotidiano.
Las cargas que tienen las palabras pueden solo pasarse a nuevas palabras (no
importa lo bien intencionadas que sean), no desvanecerse.
136.
Responder
https://www.pagina12.com.ar/125247-idioma-y-genero
137.
Responder
Responder
Me parece una estupidez hablar de estas pavadas cuando hay tantos temas
realmente importantes en la vida.
Responder
Bueno
139.
Responder
140.
Responder
141.
Nicolás Pedrosa on Jul 6, 2018 at 15: 55
Responder
142.
Responder
143.
Responder
Hola! Muy buena nota, no obstante aun no hay argumentos del todo
convincentes , y tampoco un uso masivo por parte de hablantes… Por ejemplo,
lo que tan se comentó, el sustantivo “persona” (y similares) no requieren devenir
en “persones”? Sería entonces “les personas” o “les persenes”? Y lo digo como
feminista y lingüista. Sus argumentos son geniales y clarísimos, no admiten
refutación alguna, que eso quede claro. Pero todavía no cierra el asunto con este
tipo de ejemplos. Creo que “muerte al macho” se emparenta con “muerte a la ‘o’
“, como queda claro en el error que cometen con “lecteres”: es lector y lectora,
cómo resulta en E iban O que no indica género?
Responder
Con relación a persona, ocurre que es una palabra que no flexiona por
género. Es decir, se usa de manera idéntica aunque nos estemos
refiriendo a personas exclusivamente masculinas o femeninas. Incluso
sus modificadores no flexionan por género (a diferencia, por ejemplo, de
otras palabras que no felxionan, como turista, pero si lo hacen sus
modificadores). Por ello no estamos ante un falso genérico. El mismo
caso para individuo. Ahora bien, dadas las connotaciones y sesgos que
pueden tener palabras genuinamente neutras, debido a las prácticas, usos
y connotaciones que van adquiriendo en la historia, bien podría
plantearse también subvertir esas palabras de alguna manera, o evitar las
masculinas. Pero es importante tener en claro que estamos ante palabras
con un problema diferente aa aquellas que flexionan por género y, en su
forma genérica, se construyen de manera idéntica que en la forma
exclusivamente masculina.
Saludos!
144.
Responder
Me fascinaría que me contesten, son dudas que siempre tuve. Muchas gracias y
espero no haberle faltado el respeto a nadie.
Responder
Hola Alsira! gracias por tu comentario. Te voy contestando cada
inquietud:
Sobre cómo usar el genérico, escribí una pequeña nota que podés
consultar acá: https://goo.gl/2LShPG
Saludos!
145.
Responder
hola me gustaría saber cual es la hipótesis y los argumentos del textoya que los
necesito para un trabajo, gracias!1
146.
Responder
Saludos
147.
Responder
Muchas gracias!
148.
Responder
Nosotros tenemos menos droga porque no tenemos una palabra para ‘dealer’. En
castellano no hay una palabra para el vendedor minorista de drogas ilegales, por
eso, en los países de habla latina hay menos drogas ilegales que en los países de
habla inglesa. Alguien me puede decir porque a los yanquis no se les ocurrio la
idea de eliminar del ingles la palabra ‘dealer’?
Responder
Responder
150.
151.
Responder
Es más fácil y práctico usar el español tradicional, esta neolengua derivada del
español complica la existencia y la comunicación entre individuos. Vamos, que
si 2 personas al charlar logran intercambiar ideas, significa que la lengua
cumplió su único objetivo, la comunicación. Entorpecerla con ideas
“políticamente correctas” me parece poco práctico, porque se pierden las
verdaderas importancias de nuestra hermosa lengua.
Además, ¿qué es eso de “lenguaje sexista”? Ahora se victimizan hasta en el
lenguaje?
Es que es en serio, cada vez que leo algo de lenguaje inclusivo, me dan ganas de
irme a tu casa, entrar en tu ordenador y corregir tus faltas gramaticales
publicadas en este articulo.
En vez de enriquecer nuestro idioma lo estamos idiotizando, parece una lengua
hecha a partir de gente que no habla español nativo, eso es lamentable
152.
Responder
Saludes, jijiji
153.
Responder
154.
Responder
155.
Responder
Como las pantallas me afectan la vista, uso las app que me leen los textos…
escuchar un texto escrito con la e es un bajón, aunque con la letra x es
insoportable.
156.
Mariano on Jul 24, 2018 at 01: 03
Responder
No tengo drama con la E, con la X me volvía loco. Aunque considero que esta
nota es un claro ejemplo de porque a medida que la lengua se va transformando
necesita de revisiones y estudio, porque al escribir de forma desregulada algo
como “de le artiste”; ya no sabes si estas leyendo español, francés o un error de
tipeo (tipeo es el ejemplo de una palabra inglesa castellanizada, totalmente
aceptada por todes). ¿Cual es el problema de “del artista”? ¿Donde esta marcado
el masculino o el femenino en este caso? Y hay miles de ejemplos similares en la
lengua española. En Argentina, por ejemplo, tuvimos 8 años de “La Predisenta”,
cuando presidente funciona perfectamente para ambos sexos y cualquier genero,
solo hace falta cambiar el determinante del articulo donde se puede incluir
cualquier genero, mas allá del sexo binario, usando “le”, “la” o “el”. Eso sin
hablar de todas las formas neutrales femeninas.
157.
Responder
Muy interesante la nota y muy relevante. Debo confesar que cuando surgió toda
la discusión más reciente sobre les generes, me sonaba a un cuento de Leo
Masliah de cuyo nombre no puedo acordarme. Pero después se me pasó.
Por otra parte, pienso que así como el lenguaje es fluido y orgánico, su
evolución tampoco va a estar exenta de meandros, de idas y vueltas, y es
importante que se ejerza la paciencia y la tolerancia en cuestiones de el cambio
de usos y costumbres. Así como nuestros padres le siguen diciendo
videocasetera al Blu-Ray, o siguen refiriéndose a los servicios de transporte
urbano con el número que tenían en los años 60 (y los que hoy transitamos los
40s todavía nos sentimos algo incómodos a veces con el concepto de privacidad
laxa de las redes sociales), todes nosotres vamos a tener que ser tolerantes entre
nosotres mismes.
Por ejemplo, asumiendo por descarte que el uso de lenguaje inclusivo demuestra
una voluntad inclusiva manifiesta, pero que el NO uso de ese lenguaje inclusivo
-o su uso inconsistente- no demuestran NECESARIAMENTE su ausencia.
Como para no pelearnos innecesariamente, vio…
158.
Responder
Responder
Responder
He leído el artículo.
Yo personalmente estoy en contra del lenguaje inclusivo. Me parece que es una
moda pasajera que ha surgido a raíz de la ola de feminismo, y que se creen que
por hacer eso va a cambiar algo. El lenguaje se ha convertido en un tema
político, y cuando se politiza todo, mal vamos.
No me parece que el hecho de cambiar el lenguaje y usar una “e” sea digno de
admiración. No sé mucho de lingüística, pero he investigado diferentes fuentes.
Sobre la bibliografía que se expone en el artículo, suscribo lo que otro autor ha
dicho arriba que más bien parecen datos sacados para justificar una posición. Por
otro lado las fuentes que yo he consultado son casi todas de académicos y
artículos sobre lingüística, que me parece es el campo más apropiado para tratar
este asunto, no tanto la sociología.
Debo de ser uno de los pocos que apoya la RAE; aunque he visto muchos
comentarios tachándola de politizada, arcaica y machista, me parece que a
diferencia de la clase política, la RAE ofrece perspectivas sobre el lenguaje
desde el punto de vista académico propiamente de la lengua. Y a algunas
personas que les acusan de machistas deberían saber que incluso las mujeres de
la RAE se oponen al lenguaje inclusivo.
Por lo tanto, aunque agradezco ver otros puntos de vista, creo que este tema se
debería tratar desde el punto de vista más académico, a través de la RAE y los
filólogos investigadores. Opinar está muy bien, pero cuando no estoy seguro de
algo, procuro consultar con los expertos en ese tema. Y no quiero parecer
parcial, de hecho animo a todo el mundo a que lo comprueben, pero si bien hay
algunos casos en los que se defiende el lenguaje inclusivo, la mayor parte de la
comunidad académica no está de acuerdo con esas medidas.
Yo no voy a decirle la gente lo que tiene que hacer, pero si tienen que buscar
referentes, preferiría que fuesen a fuentes más sólidas. Luego pasa que la gente
habla muy inclusiva pero desprecian y abandonan la escuela sin aprender nada, y
todo lo aprenden a través de Twitter.
En internet y redes sociales la gente que haga lo que quieran como siempre, pero
a mí no se me verá jamás usando lenguaje inclusivo, que de tanta
hipersensibilidad la próxima vez habrá que cambiar hasta la forma de caminar
para no ofender al prójimo con mi expresión de “altanería”.
160.
Responder
161.
Responder
Eso ya está propuesto, y es así como decís vos; hay un PDF dando vueltas que
aclara esos cambios por cuestiones fonéticas (en otros idiomas pasa exactamente
lo mismo).
(Aclaración: estoy totalmente en contra de este “””””lenguaje”””””)
162.
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El mayor
peligro de
la curiosidad
es que es
contagiosa.
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