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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE ECONOMÍA


SECCIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN

“LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y


SUS PRINCIPALES IMPACTOS EN LA
ECONOMÍA MEXICANA, 1985-2007”

T E S I S
QUE PARAOBTENER EL GRADO DE:
DOCTOR EN CIENCIAS ECONÓMICAS
P R E S E N T A:
ALBERTO FLAVIO BALDERAS HERNÁNDEZ

MÉXICO, D.F. ABRIL DE 2010


SIP-14-BIS

INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL


SECRETARÍA DE INVESTIGACIÓN Y POSGRADO

ACTA DE REVISIÓN DE TESIS

En la Ciudad de México D.F., siendo las 10:00 horas del día 3 del mes de
marzo del 2010 se reunieron los miembros de la Comisión Revisora de Tesis, designada
por el Colegio de Profesores de Estudios de Posgrado e Investigación de SEPI ESE-IPN
para examinar la tesis titulada:
La inversión extranjera directa y sus principales impactos en la economía mexicana (1985-2007).

Presentada por el alumno:


Balderas Hernández Alberto Flavio
Apellido paterno Apellido materno N-o
- '-m
_b re(,_s...),_ - - -

Con registro: A
1 O 1 6 O 2 3 1
aspirante de:
Doctor en Ciencias Económicas
Después de intercambiar opiniones los miembros de la Comisión manifestaron APROBAR LA
TESIS, en virtud de que satisface los requisitos señalados por las disposiciones reglamentarias
vigentes.

LA COMISIÓN REVISORA

Directores de tesis

¿&.
(Director de tesis)

agro Vázquez s.E.P. ernández


INSTITUTO POLr,rt:e,llCO Nf..r.hh
E.S.E.
SECCION OE ESTIJniG-3 DE
POSGRADO E INVE!;nr,ir;¡r.·

Dr. Gerardo Angeles Castro


*gmf.
INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL
SECRETARIA DE INVESTIGACION Y POSGRADO

CARTA CESION DE DERECHOS

En México D. F., siendo las 10:00 horas del día miércoles -ª--.del mes de marzo del año 2010, el

(la) que suscribe Alberto Flavio Balderas Hernández alumno (a) del

Programa de Doctor en Ciencias Económicas con número de registro A060231 adscrito

a la SEPI ESE-IPN, manifiesta que es autor (a) intelectual del presente trabajo de tesis bajo la dirección del

Dr. Carlos Gómez Chiñas y la codirección de la Dr. Alicia Bazarte Martínez y cede los derechos

del trabajo intitulado La inversión directa y sus principales impactos en la economía mexicana (1985-

2007), al Instituto Politécnico Nacional para su difusión, con fines académicos y de investigación.

Los usuarios de la información no deben reproducir el contenido textual, gráficas o datos del trabajo sin el

permiso expreso del autor y/o director del trabajo. Este puede ser obtenido escribiendo a la siguiente

dirección 5ª. Cerrada de 5 de Mayo # 21. Colonia Francisco Sarabia II Sección. Nicolas Romero,

Estado de México (C.P. 54400). Si el permiso se otorga, el usuario deberá dar el agradecimiento

correspondiente y citar la fuente del mismo.

L
DR. © ALBERTO F

• • gmf.
AGRADECIMIENTOS

La realización de este proyecto no


se hubiera alcanzado sin el apoyo
incondicional de muchas
personas, mi más sincero
agradecimiento a todas ellas.

A la memoria de mis padres


Alberto Balderas Ortiz y Hortensia
Hernández Navarrete.

A mis hermanas Leonor y Adriana,


y mi hija Giselle.

A mi familia.

A mi director de tesis, maestros y


amigos de la Sección de Estudios
de Posgrado e Investigación.

Al Instituto Politécnico Nacional y


a la Escuela Superior de
Economía.
ÍNDICE
ABREVIATURAS iii
GLOSARIO vi
ÍNDICE DE CUADROS Y GRÁFICAS x
RESUMEN xii
ABSTRACT xiii
INTRODUCCIÓN xiv

CAPÍTULO I
LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA: FUNDAMENTOS
TEÓRICOS
1. Antecedentes 1
2. Teorías explicativas de la inversión extranjera directa 4
2.1. Modelo del ciclo del producto 6
2.2. Paradigma ecléctico 8
2.3. La senda del desarrollo de la inversión extranjera directa 13
3. Revisión de la literatura 17
3.1. Determinantes y localización de la inversión extranjera directa 17
3.2. La inversión extranjera directa y sus efectos en la actividad 22
doméstica
3.3. La inversión extranjera directa y el crecimiento económico 29
3.4. La inversión extranjera directa y la actuación de la política 37
económica

CAPÍTULO II
MARCO LEGAL DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA
1. Antecedentes 48
2. Revisión de la Ley para Promover la Inversión Mexicana y Regular la 51
Inversión Extranjera

i
2.1. Facultades de la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras 55
3. Revisión del Reglamento para Promover la Inversión Mexicana y 61
Regular la Inversión Extranjera
4. Revisión de la Ley de Inversión Extranjera y su Reglamento 65
5. Revisión del capítulo XI del Tratado de Libre Comercio de América del 78
Norte

CAPÍTULO III
LOS PRINCIPALES EFECTOS DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA
DIRECTA EN MÉXICO
1. Inversión extranjera directa para algunas regiones económicas 83
2. Inversión extranjera directa en México 86
2.1. Regionalización de la inversión extranjera directa por Entidad 92
Federativa, y su localización sectorial
3. La inversión extranjera directa y el crecimiento económico de México 98

CAPÍTULO IV
LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y LA POLÍTICA
ECONÓMICA EN MÉXICO
1. Antecedentes 113
1.1. Elementos de política económica de la inversión extranjera 116
directa
2. La inversión extranjera directa en el marco del Plan Nacional de 118
Desarrollo
2.1. La política de inversión extranjera directa en términos del Plan 124
Nacional de Desarrollo en la época de apertura
3. Implicaciones de política: México 133
CONCLUSIONES 141

BIBLIOGRAFÍA 144

ii
ABREVIATURAS
AGS Aguascalientes

BANAMEX Banco Nacional de México, S.A.

BANXICO Banco de México

BCN Baja California Norte

BCS Baja California Sur

CAMP Campeche

CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe

CHIH Chihuahua

CHIS Chiapas

CNIE Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras

COAH Coahuila

COL Colima

CONAPO Comisión Nacional de la Población

CPEUM Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

DF Distrito Federal

DGO Durango

DOF Diario Oficial de la Federación

EMs Empresas multinacionales

FBK Formación bruta de capital

GAC Grado de apertura comercial

GATT Acuerdo General de Aranceles y Comercio

GRO Guerrero

iii
GTO Guanajuato

HGO Hidalgo

IE Inversión extranjera

IED Inversión extranjera directa

INEGI Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Informática

I+D Investigación y desarrollo

JAL Jalisco

LIE Ley de Inversión Extranjera

LPIMRIE Ley para Promover la Inversión Mexicana y Regular la Inversión

Extranjera

MEX México

MICH Michoacán

MOR Morelia

NAY Nayarit

NL Nuevo León

OAX Oaxaca

OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico

OLI Ownership, Localization and Internalization

OMC Organización Mundial de Comercio

PEA Población económicamente activa

PEC Países de Europa Central

PIB Producto interno bruto

PND Plan Nacional de Desarrollo

iv
PUE Puebla

QRO Querétaro

QROO Quintana Roo

RLIE Reglamento de la Ley de Inversión Extranjera

RLPIMRIE Reglamento de la Ley para Promover la Inversión Mexicana y

Regular la Inversión Extranjera

SE Secretaría de Economía

SECOFI Secretaría de Comercio y Fomento Industrial

SRE Secretaría de Relaciones Exteriores

SIN Sinaloa

SLP San Luis Potosí

SON Sonora

STPS Secretaría del Trabajo y Previsión Social

TAB Tabasco

TAM Tamaulipas

TLAX Tlaxcala

TLC Tratado de libre comercio

TLCAN Tratado de libre comercio de América del Norte

UE Unión Europea

UNCTAD Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo

VER Veracruz

YUC Yucatán

ZAC Zacatecas

v
GLOSARIO

Activos Propiedad física o derecho intangible que tiene valor económico.


Ahorro Parte de la renta que no se consume; en otras palabras, diferencia entre
la renta disponible y el consumo.
Apertura comercial Conjunto de medidas de carácter económico y legislativo,
que facilitan la movilidad de bienes, servicios, tecnologías y capitales entre países.
Arancel Impuesto sobre los bienes importados o exportados.
Balanza de pagos Mide la entrada neta de divisas en el país.
Barreras no arancelarias Limitaciones impuestas por el gobierno al comercio
internacional distintas de los aranceles y los contingentes.
Calidad Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten
juzgar su valor.
Capital Recursos utilizados para la inversión.
Capital humano Cualidades como la educación y la salud, que permiten a los
trabajadores producir más y que son en sí mismas el resultado de inversiones
anteriores.
Comercio internacional Intercambio de bienes y servicios entre países.
Costos de transacción Costos propios del intercambio.
Demanda de mercado Cantidad total de bienes o servicios requeridos en un
mercado determinado.
Difusión Proceso en el que una tecnología recién inventada se difunde por la
economía.
Economía abierta Economía que comercia bienes, servicios y activos con otros
países.
Economías de escala Ventajas de costo asociadas con la producción a gran
escala.
Eficiencia Ausencia de despilfarro o utilización de los recursos económicos que
reporta el máximo nivel de satisfacción posible con los factores y la tecnología
dados.

vi
Elasticidad precio de la demanda Variación porcentual de la cantidad
demandada de un bien dividida por la variación porcentual de su precio.
Empresa multinacional Empresa que controla (coordina) actividades
generadoras de valor agregado en dos o más áreas geográficas políticamente
independientes y caracterizadas por ser uniones económicas y monetarias.
Enclave Pequeñas bolsas de desarrollo que no tienen casi ningún contacto con el
resto de la economía de un país o región.
Estrategia Serie de acciones que los directivos deben tomar para alcanzar los
objetivos de la firma.
Exportación Venta de bienes y servicios producidos en un país a los residentes
de otros países.
Externalidad Efecto secundario de una actividad económica por la que no existe
compensación.
Factores de la producción Recursos como el capital físico, el capital humano, la
tierra y el trabajo que se destinan para la producción.
Función de producción Descripción matemática de cómo se transforman en
producción los factores que utiliza una empresa o un país.
Gasto público Gasto público total: comprende tanto las compras del Estado
como sus transferencias.
Grado de apertura comercial Porcentaje que representan la sumas de la
exportaciones y las importaciones, respecto al producto interno bruto.
Importación Compra de bienes producidos en otros países.
Inflación La tasa de inflación es el aumento anual porcentual del nivel general de
precios.
Ingresos Unidades monetarias que recibe una empresa por la venta de sus
productos.
Innovación Desarrollo de nuevos productos, procesos, organizaciones, prácticas
administrativas y estratégicas.
Interés Indica la cantidad de dinero que hay que pagar por un préstamo o por otra
inversión, además de devolver el principal. También el rendimiento que recibe un
ahorrador sumado a la cantidad depositada.

vii
Inversión Actividad económica por la que se renuncia a consumo hoy con la idea
de aumentar la producción en el futuro.
Inversión extranjera directa Flujos internacionales de capital en lo que una
empresa de un país crea o amplía una filial en otro país. La característica distintiva
de la inversión extranjera directa es que no sólo implica una transferencia de
recursos, sino también la adquisición del control.
Joint venture Proyecto cooperativo entre dos o más firmas.
Mercado Mecanismo en el que los compradores y los vendedores determinan los
precios y las cantidades de las mercancías.
Modelo econométrico Modelo utilizado para realizar predicciones económicas
cuantitativas.
Planeación Proceso de elaborar un programa para lograr un propósito o meta
específica.
Población económicamente activa Contempla a la población que está
trabajando y a la que está buscando trabajo.
Política fiscal Programa del Estado respecto a la compra de bienes y servicios,
así como el gasto en transferencias; y la cantidad y tipo de impuestos.
Precio Es la representación monetaria de valor que se deba dar a cambio de un
bien o servicio.
Privatización La venta de empresas propiedad del Estado a inversionistas
privados.
Producción Serie de actividades relacionadas con la creación de un producto.
Productividad Término que se refiere al cociente entre la producción y los
factores
Productividad total de los factores Medida sintética de la eficiencia con que se
utilizan todos los factores combinados en un proceso de producción.
Producto interno bruto Es el valor de todos los bienes y servicios finales
producidos en un país en un periodo de tiempo determinado, generalmente un
año.
Proteccionismo Políticas gubernamentales encaminadas a proteger la industria
nacional de la competencia extranjera.

viii
Regresión Es el estudio de la dependencia de la variable dependiente, en una o
más variables; las variables explicativas, con el objetivo de estimar o predecir la
media o valor promedio poblacional de la primera en términos de los valores
conocidos o fijos en muestras repetidas de las últimas.
Spillovers Relaciones mediante las cuales se difunden las externalidades
positivas.
Subvención Ayuda financiera por parte del Estado a un productor.
Tasa de crecimiento Tasa a la que aumenta el valor de una variable; variación
porcentual del nivel de una variable.
Tipo de cambio Es el precio de la moneda de un país expresado en otra.
Variable Característica de la observación que se está examinando.

ix
ÍNDICE DE CUADROS Y GRÁFICAS
Cuadros
Cuadro 1.1 Paradigma ecléctico de la producción internacional 11
Cuadro 2.1 Actividades reservadas de manera exclusiva al Estado 53
Cuadro 2.2 Actividades reservadas de manera exclusiva a mexicanos o 53
sociedades mexicanas con cláusula de exclusión de
extranjeros
Cuadro 2.3 Actividades estratégicas reservadas de manera exclusiva al 66
Estado
Cuadro 2.4 Actividades reservadas de manera exclusiva a mexicanos o 68
sociedades mexicanas con cláusula de exclusión de
extranjeros
Cuadro 2.5 Requisitos de desempeño 79
Cuadro 3.1 Tratados de libre comercio firmados por México 86
Cuadro 3.2 Empresas multinacionales y el proceso de crecimiento en 99
las economías receptoras
Cuadro 3.3 Exportaciones e importaciones por tipo de bien 104
Cuadro 4.1 Comparación del acercamiento cuantitativo y cualitativo de 116
la política IED
Gráficas
Gráfica 2.1 Tasa de crecimiento del PIB 60
Gráfica 3.1 Comportamiento de la IED para regiones económicas 85
seleccionadas y México
Gráfica 3.2 Entradas y salidas IED 88
Gráfica 3.3 Inversión extranjera directa y de cartera 89
Gráfica 3.4 Proporción de la IED de nuevas inversiones y reinversión de 90
beneficios
Gráfica 3.5 IED por países de origen, México 91
Gráfica 3.6 Distribución regional de la IED en México 93
Gráfica 3.7 Participación del PIB y la IED por Entidad Federativa 1994 94

x
Gráfica 3.8 Participación del PIB y la IED por Entidad Federativa 2007 94
Gráfica 3.9 Distribución de la IED por sector, México 95
Gráfica 3.10 Tasas de crecimiento PIB e IED, México 100
Gráfica 3.11 Grado de apertura comercial, proporción IED/FBK e 102
IED/PIB, México
Gráfica 3.12 Proporción IED/M e IED/X 103

xi
RESUMEN

En la presente investigación se analiza el comportamiento de la inversión

extranjera directa (IED), y sus principales impactos en la economía mexicana

durante el periodo 1985-2007. Se infiere que la derrama tecnológica atribuida a las

empresas multinacionales (EMs) no se difunde de manera automática en la

economía anfitriona, por lo tanto los incrementos de la IED recibida no impactan

de manera significativa en el aumento de la productividad; dando como resultado

que la principal aportación de la IED al crecimiento económico del país, está

relacionada primordialmente con su contribución al financiamiento de la

producción y al dinamismo de las exportaciones e importaciones, y no con la

existencia de spillovers.

Partiendo de esta base, se revisan algunas teorías de la IED y el estado

que guarda su evidencia empírica. Posteriormente, se examinan los principales

elementos del marco legal mexicano en materia de IED.

Adicionalmente, se observa la conducta de algunas macrovariables

seleccionadas y se relacionan con la dinámica de los flujos de IED captados por la

economía nacional.

En última instancia, se examina las directrices de política económica en

materia de inversión extranjera, implementadas durante el periodo de tiempo

objeto de estudio.

xii
ABSTRACT

The present work analyses the behavior of foreign direct investment (FDI) and its

main impacts in the Mexican economy during the period 1985-2007. It assumes

that the technological transfer, presumed to the multinational enterprises (MNEs),

to the host economy is not automatic, therefore the increases of the inward FDI

flows are not the principal elements of the productivity growth in Mexico; as a

result, the main contribution of the FDI to the Mexican economic growth is

fundamentally related to its contribution to the financing of the production, and the

dynamism of the exports and imports, but not to the existence of spillovers.

To organize ideas, first it reviews some FDI theories, and it surveys

gathered empirical evidence. More over, it explores the main elements of the

Mexican legal framework of FDI.

In addition, the performance of some selected macro-economic variables is

observed and they are related to the dynamics of the flows of Mexican inward FDI.

Finally, it examines the trends of the global economic policy of foreign

investment, which were implemented in Mexico during the selected period of time.

xiii
INTRODUCCIÓN

A partir de que México abandonó el modelo de industrialización dirigida por el

Estado e implementó reformas estructurales en aras de desarrollar un modelo de

apertura comercial empleando como motor de crecimiento el sector externo, la

economía mexicana paulatinamente ha ido dinamizando su actuación en la

globalización actual; no obstante su crecimiento económico ha sido mínimo,

caracterizado por una amplia dependencia del sector externo y una reducida

demanda interna.

La inversión extranjera directa es una de las variables más dinámicas y

representativas de la globalización, misma que ha venido cobrando relevancia en

México desde mediados de los 80s, y con la entrada en vigor del Tratado de Libre

Comercio de América del Norte desde 1994, los flujos financieros en forma de IED

han tenido tasas de crecimiento sin comparación histórica previa. Dicha variable

en el ámbito global ha venido presentando tasas de crecimiento superiores a la

producción mundial y al intercambio internacional de mercancías; y se le considera

como una de las principales y posibles fuentes de financiamiento para las

denominadas economías emergentes.

Sin embargo las conclusiones de la literatura especializada disponible y los

hallazgos de diversos estudios empíricos presentan diferencias en lo que respecta

a cuestiones como, cuáles son los patrones de la IED, los determinantes de su

localización, o el papel de la IED como elemento dinamizador del crecimiento

económico, motivando con ello diversas revisiones, por ejemplo, en lo


xiv
concerniente a las vías o las condiciones mediante las cuales los flujos financieros

en forma de inversión extranjera directa se materializan en desplazamientos a la

derecha de la frontera de posibilidades de producción.

Como es conocido, tanto en la teoría neoclásica como en la keynesiana, se

postula que el incremento en la inversión es uno de los factores de crecimiento

económico; y ésta se sustenta en el ahorro. Para el caso de una economía

cerrada la relación teórica tradicional sugiere que parte del aumento del producto

es explicado por incrementos en la inversión, cuya fuente tiene su origen en el

ahorro interno, por lo que en este tenor la capacidad de ahorro interno es la única

fuente de financiamiento para la producción.

Mientras que para una economía abierta las fuentes de inversión son el

ahorro interno y externo. Ahora bien, en una economía como la mexicana con baja

capacidad de ahorro y con un gobierno minimalista; el ahorro externo en general,

y la inversión extranjera directa en particular representa un factor sustancial de

financiamiento para el crecimiento económico. Aunado a que se le atribuyen

acompañamientos positivos para la economía anfitriona como son derramas

tecnológicas, redes globales de distribución, acceso a modelos de gestión de

avanzada, entre otros.

En este contexto, la presente investigación analiza el desempeño de la

inversión extranjera directa en México durante el periodo 1985-2007; partiendo de

la conjetura de que la transferencia tecnológica de las Empresas Multinacionales

(EMs) hacia la economía doméstica no es automática, por lo tanto los incrementos

xv
de la IED aportan principalmente a la formación bruta de capital, pero no

incrementan significativamente la productividad nacional1.

Con base a lo anterior, se plantea como finalidad principal de esta

investigación analizar el desempeño de la inversión extranjera directa en México

en el periodo 1985-2007, así como su marco institucional con miras a identificar la

principal o principales causas que limitan el papel dinamizador que la IED tiene

sobre el crecimiento económico; y presentar algunas recomendaciones de política

económica.

Para tal cometido, se parte de la hipótesis de que los incrementos de

productividad de las empresas nacionales, derivados de la transferencia

tecnológica en sentido económico, emitidos por la EMs, no es automática, por lo

tanto a pesar de la captación mexicana de altos flujos financieros en forma de IED,

los incrementos en la productividad son reducidos.

Considerando el tema propuesto se propone emplear el método deductivo,

partiendo de postulaciones teóricas para explicar el fenómeno económico en

cuestión, para el caso mexicano.

Los herramentales teóricos considerados para llevar a cabo el análisis

propuesto, son principalmente el modelo del ciclo de producto de Vernon, el

paradigma ecléctico de Dunning y la senda del desarrollo de la inversión

extranjera directa.

En otras palabras, la relación teórica tradicional: PIB = f [( inversión = f( ahorro)]; O, su
1

versión de economía abierta: PIB = f [( inversión = f( ahorro doméstico + IED)], es condición
necesaria pero no suficiente.

xvi
Dada la problemática a estudiar, para el caso del comportamiento de la

economía nacional, en su etapa de apertura comercial, que se inicia a mediados

de los ochenta y se consolida con el inicio del Tratado de Libre Comercio de

América del Norte, se delimita la presente investigación del año 1985 al 2007.

Partiendo del objeto de estudio propuesto y tomando en cuenta que las

variables que lo explican son múltiples, y suponiendo que las explicaciones que

para este caso son las económicamente y principalmente relacionadas con el

objeto de estudio. Se consideran el PIB, la IED, la productividad y la tecnología.

La presente investigación se centra en la actividad económica de los

Estados Unidos Mexicanos en la etapa de apertura comercial, partiendo de la

restricción previa, se propone estudiar el quehacer económico nacional durante el

periodo comprendido entre 1985 y 2007.

Con lo anteriormente expuesto, la tesis está organizada de la manera

siguiente: en el capítulo primero se discuten algunas teorías de la inversión

extranjera directa y se desarrolla una revisión de los hallazgos empíricos de la

literatura disponible para ilustrar sus beneficios y costos potenciales en el país.

En el siguiente capítulo, se presenta el actual marco legal mexicano de la

inversión extranjera y algunas de las reformas que lo han flexibilizado.

En seguida, se aborda el comportamiento de los flujos de inversión

extranjera directa en el periodo de 1985-2007, haciendo énfasis en su modalidad y

destino en la economía, así como su peso en la formación bruta de capital; y

posteriormente se relaciona con el crecimiento del PIB para el horizonte de tiempo

propuesto.

xvii
En adición a lo anterior, se realiza una somera revisión de las principales

directrices de política de inversión extranjera aplicadas en México para el período

de estudio.

Finalmente, se presentan algunas implicaciones de política económica con

base a la revisión teórica, del marco legal y de las relaciones encontradas; para,

finalmente, formular algunos comentarios con carácter de conclusiones.

xviii
CAPÍTULO I

LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA:

FUNDAMENTOS TEÓRICOS

1. Antecedentes

El movimiento internacional de capitales, en general, y en forma de inversión

extranjera directa, en particular, ha sido objeto de múltiples reflexiones y

acercamientos teóricos en diferentes momentos del tiempo; sin embargo, en la

actualidad ha cobrado mayor relevancia en las discusiones políticas, de negocios

y académicas; no obstante la importancia relativa de los flujos financieros

internacionales no es reciente1.

Algunos de los países en desarrollo hacen una promoción activa para la captación

de inversión extranjera directa, bajo la propuesta de que la IED presenta un efecto

positivo en el crecimiento económico de varias formas, e.g. se sustenta que la

inversión extranjera directa constituye una fuente importante de financiamiento

externo, de incrementos en la productividad mediante transferencia tecnológica,

incremento de la competencia, eficiencia en los modelos de gestión, capacidad

exportadora etc., por otra parte, la inversión extranjera directa puede incrementar

1
A finales del siglo XIX Gran Bretaña invirtió el 40 por ciento de sus ahorros en otros países
(Krugman, 1994:264).
1
el stock de capital de la economía receptora; razones por las que se contempla

que este tipo de inversión es en cierta forma un complemento del ahorro interno.

Es de recordar que a raíz de la crisis de la deuda de los países de América

Latina en los años ochenta, la fuente de financiamiento externo de los bancos

extranjeros dejó de fluir hacia éstos, lo que dio lugar a que la IED fuera una

alternativa, ya que los acreedores extranjeros exigían el pago de sus créditos

erogados y no otorgarían más préstamos hasta que estos países “sanearan” sus

economías.

En este contexto, se implementaron reformas estructurales contempladas

en el “Consenso de Washington” como la estabilización de precios y el control del

déficit fiscal, por mencionar algunas, con la finalidad de que los inversionistas

recuperasen la confianza y se reactivara el flujo de capitales hacia América Latina,

ya sea vía créditos, o inversión extranjera directa. Ya en 1990 la inversión

extranjera directa se convirtió en la principal fuente externa de financiamiento

para los países en desarrollo (Aitken y Harrison, 1999:1).

Sin embargo, se considera que la inversión extranjera directa no sólo

presenta externalidades positivas o beneficios estrictamente económicos, ya que

ésta puede venir acompañada por altos costos relativos para el país anfitrión.

Por ejemplo, las empresas multinacionales pueden ejercer su poder

económico en la elaboración y aplicación de políticas públicas para tratar de evitar

el ingreso de nuevos competidores o para ingresar a otros mercados. O inclusive,

también se presentan costos no económicos, como son conflictos de índole

2
cultural al llevar a cabo la producción y distribución de sus productos (Safarian,

1973:419).

No obstante, se argumenta que los beneficios superan a los costos, y dado

que el capital es un factor escaso principalmente en las economías en desarrollo,

se requieren de políticas de promoción de la IED propiciando así una competencia

por ese recurso bajo la óptica de un juego de suma cero. En este tipo de

argumento se considera la IED como un fin y no un medio, i.e. basta con captar

flujos sustanciales de inversión para que se detone el crecimiento económico; sin

embargo, el crecimiento económico de largo plazo no depende sólo de la dotación

de recursos y de inversión sino de otros elementos, como los mecanismos a

través de los cuales se da la acumulación de capital, derramamiento tecnológico,

calidad de las instituciones, entre otros (Vázquez, 2005:37).

Asimismo, la concepción de que toda IED incrementa el stock de capital del

país anfitrión es errónea debido a que ésta no siempre es propiamente inversión

“nueva”, toda vez que la inversión extranjera directa puede presentarse sin que se

lleve a cabo una inversión real. i.e. la compra de una parte de las acciones o la

totalidad de un negocio establecido, no incrementa el stock de capital real de la

empresa, creándose así un efecto expulsión y no complemento.

Por otro lado, la IED se puede presentar de manera vertical u horizontal,

efectuándose la primera en una industria fuera del país que provee insumos a las

operaciones domésticas de la compañía, o una empresa fuera del país que vende

la producción de las operaciones domésticas de la compañía. Para el segundo

3
tipo, la inversión se dirige a la misma industria, como si la empresa operara en el

mercado local.

De esta manera, este flujo de capitales entre países ha sido abordado

desde enfoques teóricos parciales tratando de explicar sus determinantes y su

localización, pese a ello no existe una explicación consensuada de los patrones

desencadenantes de este fenómeno (Díaz, 2003:10).

2. Teorías explicativas de la inversión extranjera directa

Las teorías de la inversión extranjera directa se pueden dividir, en

microeconómicas (organización industrial) y macroeconómicas (costo del capital),

sin embargo dicha división no resulta del todo satisfactoria, debido a que no existe

una frontera nítida entre la microeconomía y la macroeconomía, por lo que las

diversas teorías de la inversión extranjera directa contienen tanto elementos micro

como macroeconómicos, no obstante y pese a esta discrepancia, para los fines

que este documento se ocupa, esta clasificación no presenta problema.

La literatura que utiliza el enfoque microeconómico se centra en

imperfecciones de mercado, decisiones de las empresas multinacionales con

miras a expandir su poder monopólico, superioridad de producto, ventaja de

costos y tecnológica, economías de escala, I+D, entre otros. Para el caso macro,

generalmente los estudios se centran en la depreciación del tipo de cambio, bajo

4
la óptica de que reduce los costos de producción y de inversión en el país anfitrión

facilitando a las empresas foráneas el financiamiento de la inversión y la

adquisición de bienes intermedios a bajo costo relativo (Razin, 2002: 3).

El enfoque macro que emplea la depreciación del tipo de cambio como

único elemento explicativo de la IED, no es consistente con los datos, no se

observan grandes entradas de capital en los países pobres, inclusive los

movimientos internacionales de capital, en forma de IED o inversión extranjera de

cartera, son en mayor parte dentro del grupo de países ricos2 (Helpman, 2004:32).

En lo que respecta a las teorías de la localización de la IED, los principales

marcos explicativos de corte general se encuentran en las teorías “tradicionales”

del comercio internacional; de la localización; la teoría japonesa de Kojima; y para

los enfoques específicos, la teoría del ciclo del producto de Vernon, la teoría

dinámica de Ozawa, y el paradigma OLI de Dunning (Díaz, 2003:3).

En cuanto a la aproximación teórica que relaciona la IED con el crecimiento

económico, en términos generales se le ha vinculado con el volumen de comercio,

con la ampliación del stock de capital, economías de escala, la difusión del

conocimiento, entre otros aspectos; y para llevar a cabo investigaciones que

buscan evidencia empírica del impacto de la IED sobre el crecimiento económico,

se han utilizado modelos de crecimiento tipo Solow, así mismo símiles del modelo

ampliado por Mankiw, Romer y Weil.

2
Lo anterior implica que; o la productividad del capital en los países en desarrollo no es
especialmente alta, o el riesgo de invertir en ese tipo de países es mucho mayor que el riesgo de
invertir en los países desarrollados.
5
2.1. Modelo del ciclo del producto

Una característica relevante del comercio internacional actual, es el

volumen de comercio intrafirma que se da entre las empresas multinacionales, y

tal vez un tercio de todo el comercio internacional se hace a nivel de firmas (Meier

et al, 2002:228), ello muestra que gran parte del comercio mundial se da entre

países desarrollados que tienen dotaciones de factores similares. En este

contexto, surgieron las denominadas teorías neotecnológicas, entre ellas el

modelo del ciclo del producto de Raymond Vernon (1966).

La teoría del ciclo del producto de Vernon introduce explícitamente la IED

en su marco explicativo, y se desprende que la explicación de los patrones del

comercio entre naciones que proporcionan las teorías del comercio internacional

también explican, grosso modo, los patrones de la inversión extranjera directa.

En este marco se introduce la hipótesis de la emulación o brecha

tecnológica desarrollada por Posner (1961) y se modifica el supuesto de

Heckscher-Ohlin de que la misma tecnología se encuentra en todas partes, es

decir, que todos los países cuentan con tecnología homogénea. Vernon construye

su propuesta para dar respuesta al enorme flujo de mercancías entre países

desarrollados y al comercio intraindustrial.

Su análisis, parte del supuesto de un país desarrollado con un alto nivel de

ingresos, y centra su estudio en bienes manufactureros, supone un “producto

nuevo”, mismo que satisfaga la demanda de consumidores de altos ingresos,

ahorre trabajo y utilice intensivamente capital.

6
El nuevo producto requiere para su producción de trabajo altamente

calificado que demanda un mayor salario relativo; y de grandes recursos

destinados a investigación y desarrollo (I+D). En este entorno, se crean los

incentivos necesarios para que en una primera etapa (producto nuevo) las

empresas se establezcan en este país de altos ingresos aprovechando

comunicaciones más fáciles y economías externas; y destinen su producción para

atender el mercado doméstico e incluso puedan exportar.

En la medida que se incrementa la demanda cobran relevancia las

economías de escala y los costos, por lo que en una segunda etapa (producto

maduro), las empresas localizan su producción en otros países, primordialmente

avanzados, donde llevarán a cabo la producción e inclusive exportarán al que era

su país sede, si la diferencia de costos compensa los costos del transporte.

En la última etapa (producto estandarizado) éste es aceptado en diferentes

países y la tecnología se ha difundido, por lo que la producción se localizará en

países menos desarrollados, ya que los productos estandarizados requieren

mayores cantidades de trabajo, tienen una elevada elasticidad precio de la

demanda y menor dependencia de economías externas. En esta etapa se habrá

deslocalizado totalmente la producción del país sede para aprovechar los menores

costos de los países en desarrollo.

El ciclo del producto explica que el origen de la ventaja comparativa no solo

se encuentra en la dotación de factores, sino en la distribución de la inversión

entre las industrias. Por lo que la decisión entre exportar y producir en el exterior

7
se sustentará en las ventajas con las que cuente la empresa, aunado a los costos

de transporte y aranceles (Bajo, 1991:68).

2.2. Paradigma ecléctico

En un esfuerzo por agrupar los diversos postulados que explican los flujos de IED,

Dunning desarrolló un modelo conocido como paradigma ecléctico que propugna

que los elementos que explican la internacionalización de la empresa vía la IED

son las ventajas de propiedad, de internalización y de localización, por lo que

también se denomina paradigma OLI (Ownership, Localization and Internalization)

(Dunning, 1977, 1993, 1995).

1. Las ventajas de propiedad son desarrolladas por la empresa y se considera que

la hacen más competitiva frente a las empresas del país de destino, y pueden

tener como origen el mayor tamaño relativo de la empresa que le confiere

capacidad para acceder a ciertos insumos, que no son exequibles por empresas

pequeñas, también presenta mejor posición negociadora de precios con sus

proveedores, se beneficia de economías de escala en la producción y tiene una

mayor diversificación de productos y de procesos. Así mismo, otro grupo de

ventajas de propiedad que genera la empresa provienen de los activos intangibles:

la tecnología, marcas posicionadas en el mercado, diversificación de productos y

gestión de logística, I+D, y el saber hacer.

8
2. Las ventajas de internalización, una vez que la empresa tiene o ha adquirido

ventajas de propiedad, se sustenta que le resulta más rentable invertir en el

exterior que exportar mercancías, conceder licencias o importar insumos, toda vez

que la imperfección de los mercados genera costos y riesgos de transacción.

Por lo tanto, una empresa puede decidir que es más ventajoso

internacionalizarse vía IED para evitar dichos costos, ya sea para servir de manera

directa al mercado de destino mediante filiales o para proveerse de factores de

dicho mercado. Asimismo, es más fácil conocer los gustos de la demanda exterior

situándose en el país externo. También resulta menos oneroso acceder a

proveedores más fiables e incluso de menores costos estando en el país de

destino, en suma, la empresa opta por internalizar las externalidades con la

finalidad de abatir costos, refrendar los derechos de propiedad, proteger las

calidad del producto y evadir la intervención gubernamental, como los aranceles y

trámites a la importación, entre otros.

3. Las ventajas de localización están relacionadas con las características propias

del país de destino y aunado a las ventajas de propiedad y de internalización,

generan incentivos para que la empresa decida invertir en el exterior. Se pueden

distinguir tres tipos de motivos por los que una empresa quiere invertir en el

exterior; la búsqueda de nuevos mercados, búsqueda de recursos y búsqueda de

eficiencia (Dunning, 1995:475).

9
Así pues, la empresa que proyecta internacionalizarse vía IED, buscará que

el país destino presente ciertas ventajas respecto al país sede, como es la calidad

y costo de insumos, costos de transportes, comunicación, distancia física y

cultural, y demás infraestructura, así como, la distribución espacial de insumos y

mercados.

En este marco explicativo la existencia de flujos de IED, se basaría en la

posesión de la empresa de ventajas de propiedad y de internalización, que en

adición a las ventajas de localización del país de destino justifican la existencia de

la empresa multinacional y la localización de IED de un país a otro.

Ulteriormente, los aspectos relacionados con las ventajas de propiedad y de

internalización han sido ampliados en la literatura económica adaptándolos al

nuevo entorno de la economía mundial. Según esta nueva perspectiva (Wong,

1995 y WIR, 1995), las ventajas de propiedad más importantes en los procesos de

IED son cuatro: Ventajas tecnológicas, de mercado, de preferencias del

consumidor, y de insumos.

En lo que respecta a las ventajas tecnológicas se pueden distinguir entre; a)

Ventajas tecnológicas de producto: Capacidad para crear y desarrollar nuevos

productos; b) Ventajas tecnológicas de proceso: Permiten incrementar la

productividad de los factores de la producción, disminuir los costos de producción

y aumentar la calidad del producto; c) Ventajas organizativas, que incluyen la

capacidad técnica, de organización y de control.

10
Por otro lado, para las ventajas asociadas al mercado se contempla, el

conocimiento del mercado al que se dirigen sus productos, tanto para los

consumidores, como para la competencia, y la capacidad de la empresa para

poder distribuir de manera adecuada sus productos.

Las ventajas asociadas al consumidor; éstas se presentan cuando la

empresa tiene una marca reconocida internacionalmente, por lo que le resultará

más fácil incursionar en nuevos mercados y crearse una fidelidad del consumidor.

Por último, las ventajas de insumos, se crean cuando la empresa tiene

acceso preferente a determinadas materias primas o bienes intermedios y a

fuentes de financiamiento que no son accesibles o presentan accesibilidad

restringida a otros competidores.

Cuadro 1. Paradigma ecléctico de la producción internacional


Ventajas de propiedad

a) Tamaño

- Obtención de factores de la producción más baratos o acceso exclusivo

- Mejor acceso a los mercados del producto final

- Diversificación de productos y procesos

- Economías de escala

11
b) Activos intangibles

- Conocimientos empresariales, tecnologías, marcas, gestión de productos,


comercialización, I+D y capital humano

c) Gobierno

Políticas encaminadas a favorecer a la empresa doméstica

Ventajas de internalización

d) Fallas de mercados en los mercados de productos finales

- Reducción de los costos asociados con las transacciones de mercado

-Compensación de la ausencia de los mercados a futuros

e) Fallas de mercado en los mercados de los factores de producción

- Eliminación de los costos de defensa de los derechos de propiedad

-Incertidumbre del comprador sobre la naturaleza y valor de los insumos

- Control de los suministros y las condiciones de venta de los factores de la


producción

f) Situaciones de monopolio

- Donde el mercado no permite la discriminación de precios

- Control de la distribución

- Prácticas monopolísticas como los subsidios cruzados o precios predatorios


(temporalmente bajos para arruinar al competidor)

g) Diferenciación del producto

- Necesidad del vendedor de proteger la calidad del producto

h) Gobierno

- Evitar o explotar la intervención pública

12
Ventajas de localización

i) Factores de producción

- Distribución espacial de insumos y mercados

- Precios de los factores, calidad y productividad

j) Economías de escala

-Grado en que las economías de escala a nivel establecimiento justifican la


centralización de la producción

k) Gobierno

- Intervención pública

- Control de importaciones (aranceles, etc.) tipos impositivos, incentivos, clima


inversor y estabilidad política

l) Otras

- Costos de transporte y comunicaciones

- Infraestructura (comercial, legal y de transportes)

- Distancia psíquica (idioma, cultura, costumbres empresariales)

Fuente: Adaptado de Greenaway (1993), Dunning (1988)

2.3. La Senda del Desarrollo de la Inversión Extranjera Directa

La teoría de la senda del desarrollo de la inversión extranjera directa en el exterior

fue formulada por Dunning en 1981, y replanteada posteriormente por el mismo

autor y otros; Dunning 1983 y 1993, Narula, 1996; Dunning y Narula, 1996; Durán

y Úbeda, 2001, 2005 (Durán y Úbeda, 2005:31). Esta teoría propone una relación

sistemática entre el nivel de desarrollo de una economía y la inversión extranjera

directa que emite y recibe. Por lo que se asume que la transformación estructural
13
de una economía influye de manera significativa y con signo positivo sobre la

ventaja competitiva de las empresas y su capacidad de multinacionalización

(Durán y Úbeda, 2005:31).

Por lo que considerando: i) que los países experimentan cambios

estructurales debido al crecimiento, ii) la estructura y el nivel de desarrollo de un

país están relacionados con el tipo de IED que emiten y reciben, y iii) existe una

interacción dinámica entre la estructura económica de un país y la IED que emite y

recibe; se pueden distinguir cinco fases (Durán: 2001:147). Las primeras tres

agrupan a los países menos desarrollados y las dos últimas a los países

avanzados.

En la primera fase, ausencia o escasa IED, existen países cuyas ventajas

de localización son insuficientes para atraerla, exceptuando las relativas a la

extracción y explotación de recursos naturales, dándose la exportación de

mercancías que utilizan con relativa intensidad la mano de obra y los recursos

naturales. No obstante, esta fase está condicionada por el riesgo país y la calidad

de la infraestructura en materia de comunicación y transporte, asimismo, la

inversión en el exterior se focaliza en actividades comerciales de apoyo a la

exportación.

En lo que respecta a la segunda fase, receptor neto de IED (nivel fuerte), se

considera el desarrollo de un país asociado a un mercado con una creciente

relevancia, cuya prioridad de recursos son las infraestructuras sociales.

14
Dichas infraestructuras sociales son principalmente salud y educación, por

otro lado también son prioritarios los recursos destinados a infraestructura en

transportes y comunicaciones. En este nivel de desarrollo se han presentado

cambios en la composición sectorial de la IED recibida, donde cobran relevancia

los sectores intensivos en recursos basados en economías de escala que utilizan

tecnología madura y se convierten en el nuevo destino de IED. Las inversiones en

esta fase se pueden agrupar de forma genérica en: destinadas a la sustitución de

importaciones, y destinadas a la creación de plataformas de exportación

relacionadas con la explotación de recursos naturales. Asimismo, en esta etapa se

pueden observar tres elementos decisivos para atraer IED, el comportamiento del

gobierno respecto a ésta, la formación y dotación de infraestructura y la cercanía

geográfica y cultural.

En la tercera fase, país receptor neto de IED (nivel débil), la IED del país en

el exterior se incrementa en mayor medida relativa que la inversión extranjera

recibida, con un ingreso neto. El país ha alcanzado un nivel de vida elevado, y el

sector servicios presenta un peso significativo en la economía, en esta etapa se

prioriza la calidad y la diferenciación de los productos, la educación superior y la

I+D. Por lo que, con una mayor calificación de recursos humanos y mejores

tecnologías, se permite la producción en masa de bienes y servicios en un sistema

productivo integrado internacionalmente. La ventaja competitiva de las empresas

domésticas se sustenta en la generación de activos diferenciados (Durán,

2001:151).

15
La cuarta fase, país fuertemente integrado a la IED mundial, se inicia

cuando la salida de inversión exterior supera la entrada de inversión extranjera, sin

embargo esta no es la única diferencia con la tercera etapa, ya que toma lugar una

mayor entrada y salida de IED tanto en términos cuantitativos como cualitativos, y

los factores de desarrollo económico son mayores; de la misma forma, la principal

característica radica en que la ventaja productiva del país se basa en factores

creados y no en la dotación de recursos naturales. En este orden de ideas, las

empresas competirán tanto en el mercado local como en los mercados exteriores,

presentándose flujos comerciales e inversiones intraindustriales en ambas

direcciones entre países con un nivel de desarrollo similar.

La quinta fase, es una extensión de la cuarta o transición a la quinta fase,

como consecuencia de un mayor nivel de desarrollo económico. Son países con

una gran convergencia en sus estructuras industriales y las ventajas competitivas

de sus empresas; ya en esta etapa el mayor peso relativo de las transacciones

internacionales está internalizada en el seno de las empresas multinacionales. Las

alianzas estratégicas, las fusiones y adquisiciones de empresas son importantes

con la finalidad de alcanzar mayor eficiencia.

Para esta fase las ventajas de propiedad de las empresas multinacionales

dependen en mayor medida de sus capacidades para dirigir y coordinar

actividades y transacciones geográficamente dispersas. Por otro lado la IED

recibida es de dos tipos, la proveniente de países ubicados en fases anteriores,

encaminada a la búsqueda de mercados y a la obtención de activos estratégicos;

y la procedente de países que se encuentran en la misma etapa que invierten para

16
obtener la eficiencia a través de la racionalización de la producción (Durán,

2001:154).

3. Revisión de la literatura

3.1. Determinantes y localización de la inversión extranjera

directa

La necesidad de explicar los crecientes flujos de inversión entre países en forma

de IED ha dado lugar a la aparición de multitud de enfoques que intentan

establecer las causas y localización de los flujos financieros sin llegar a

conclusiones consensuadas, pero que sin lugar a dudas han enriquecido el

tratamiento teórico de este fenómeno.

En el ámbito de los determinantes y localización de la inversión extranjera

directa en un estudio, se hace una revisión de diversos marcos explicativos de la

IED, desde los enfoques de las teorías del comercio internacional explorando el

modelo de Heckscher-Ohlin, los modelos básicos de competencia imperfecta de

Helpman y Krugman (1985). Y en lo que respecta a las teorías de la localización a

Laundhart (1885), von Thünen (1826), Weber (1909), Marshall (1920), Greenhut

(1955), entre otros.

17
Asimismo, revisa la teoría japonesa de Kojima (1976). Las contribuciones

de Porter (1990), la hipótesis del ciclo de producto de Vernon (1966) y la

contribución de Ozawa (1992). Constatando que estos enfoques arriban a

conclusiones de carácter parcial, por lo tanto no existe explicación general de las

causas o determinantes de los flujos financieros en forma de IED y de su

localización territorial (Díaz, 2003:1-12).

Por otro lado, analizando la localización de la inversión extranjera directa en

España para el periodo de 1986-1997 se encuentra que la atracción de IED entre

las regiones españolas no es homogénea, por el contrario existen amplias

diferencias que no pueden ser explicadas por menores costos laborales o mayor

tamaño de mercado, y que otras variables, como la calificación de la población e

infraestructura podrían explicar los hechos, pero no tienen sustento analítico que

las justifique3.

En contraste, algunas macrovariables, como la productividad total de los

factores, es la variable principal sobre la que recae la atracción de IED4, por lo que

la capacidad de absorción de ahorro externo en forma de inversión extranjera

directa de las comunidades autónomas españolas no guarda proporcionalidad con

el producto interno bruto (Díaz, 2001: 34).

En este orden de ideas, con la realización de otro trabajo se corrobora que

la distribución de IED en las comunidades autónomas españolas no es

3
Se refiere al paradigma ecléctico de Dunning y a la dinámica de Ozawa, cuyo análisis viene dado
de manera individual y se presentan como ecuaciones tipo ad hoc, quedando a discreción del
investigador la elección de las variables a constatar (Díaz, 2003:27).
4
Esta y otras macrovariables son incorporadas de manera explícita en el modelo de referencia
para revisar su efecto en la localización de la IED.

18
homogénea y que su relación con otras variables, como el PIB y la formación bruta

de capital no es proporcional (Díaz, 2001:26).

En lo que respecta a los determinantes de la IED en América Latina, en un

documento de trabajo empírico empleando las estadísticas de las variables

explicativas estándar como son: el tamaño de mercado5, el nivel de desarrollo de

la infraestructura y los salarios; aunado a otras variables como el grado de

apertura de la economía, la estabilidad macroeconómica, el capital humano y la

importancia de los recursos naturales, así como las privatizaciones; para el caso

de 15 países latinoamericanos durante el periodo 1991-1998, se concluyó que

conforme lo consideran las principales teorías, estas variables presentaron signo

positivo y significativo, negativo para la inflación y los salarios, y por último la

variable privatización no fue significativa (Nunes et al, 2006:11).

Sin embargo, estas investigaciones sólo se enfocan de manera general en

los patrones y la localización de la IED, y no en su composición en cuanto a las

decisiones de las empresas multinacionales, en lo que respecta a la compra de

empresas existentes o a la construcción de nuevas. En este sentido, mediante el

desarrollo de un modelo de localización se encuentra que la diferencia de los

precios de los factores explica la movilidad de la IED, en sus dos formas.

A saber: las fusiones y adquisiciones, y la generación de nuevos activos,

por otro lado, las diferencias de las habilidades empresariales explican solamente

5
Se ajustó el tamaño de mercado, medido por el PIB, con un factor de pobreza, los autores
señalan que utilizar el PIB per cápita como proxy no es adecuado debido a que no captura
realmente el tamaño del mercado, e.g. Brasil y Perú tienen el mismo ingreso per cápita, sin
embargo el mercado brasileño es más extenso que el peruano (Nunes et Al, 2006:8).
19
la IED en su forma de adquisición de empresas existentes. Asimismo, la IED

puede afectar en sentido positivo la productividad agregada en un país, mediante

la distribución de las eficiencias de la empresa, y en sentido negativo la

productividad del otro país; en el caso de la productividad a nivel de empresa, ésta

se reduciría en el país de altos costos con la adquisición de empresas existentes.

Otras de las principales conclusiones a las que se llega, es que las firmas que

optan por construir empresas, son sistemáticamente más eficientes que aquellas

que prefieren la adquisición; por otro lado, cuando las diferencias de los precios de

los factores entre países desaparezcan, toda la IED será en forma de

adquisiciones, por último cuando decrecen los suministros relativos de la empresa

establecida en el país de salarios bajos, la firma establecida en el país de salarios

altos sustituye la IED para adquisiciones por IED para la construcción de

empresas (Nocke y Yeaple, 2004: 30).

Por otra parte, en una revisión de los determinantes de la IED, centrándose

en diferentes etapas6 de la cadena de valor, se encontró que el tamaño de la

economía es un factor importante para la atracción de IED a lo largo de toda la

cadena de valor.

La distancia física desalienta la IED, salvo en el caso de la extracción; en lo

que respecta a la variable denominada población, la magnitud y el efecto varían

mucho a lo largo de la cadena de valor; para la relativa abundancia de las

habilidades en el país receptor, se explica una relación positiva para la atracción

de IED en todas las etapas, excepto para los servicios a empresas; en lo que
6
Las autoras dividen la cadena de valor en seis etapas: extracción, manufactura, servicios a
empresas, servicios al por menor, investigación y desarrollo, y jefaturas regionales.

20
respecta a la densidad poblacional presenta un efecto negativo pero modesto; y el

capital físico por trabajador dirige la inversión extranjera directa al país con capital

escaso donde la rentabilidad es mayor, sin embargo, existe un requisito o nivel

mínimo de capital acumulado en el país anfitrión; para las variables geográficas,

su impacto es mínimo; y por último, el ambiente no favorable para los negocios

presenta un signo negativo en todas las etapas salvo la extracción (Canals y

Noguer, 2007:29).

En términos generales, con base a los resultados de cierta investigación a

través de una revisión de la literatura especializada, se ha apuntalado que los

principales determinantes explicativos de las decisiones de las empresas

multinacionales y la localización de la IED son poco sustanciales, por un lado,

debido a que en sus inicios el análisis de equilibrio parcial, con modelos de las

decisiones a nivel de firma de las EMs, y factores exógenos como el nivel

impositivo y los tipos de cambio afectan las decisiones de las EMs; y por otro,

recientemente, con un enfoque de equilibrio general se busca enmarcar las

decisiones de las EMs, y cómo los factores fundamentales a nivel país afectan el

comportamiento agregado de la IED a nivel país; sin embargo, sin importar el

enfoque, la interconexión de la IED y los flujos comerciales, aunado a las

motivaciones subyacentes de las EMs, el análisis se complica y parece que los

modelos de equilibrio general empiezan a profundizar al respecto. Finalmente, los

modelos empíricos presentan fragilidad estadística a causa de la calidad y

disponibilidad de los datos estadísticos microeconómicos, por lo que parece que la

21
trayectoria de posteriores investigaciones requiere de una mejora en los datos y

focalizarse en las variables importantes (Blonigen, 2004:30)7.

3.2. La inversión extranjera directa y sus efectos en la actividad

doméstica

Desde hace algunos años ha cobrado gran interés el estudio del fenómeno de la

globalización y no sólo en el ámbito económico, también en el político y hasta en

el social; esta integración de los mercados continúa siendo de gran alcance, sin

embargo siguen persistiendo las disparidades, fracasos y éxitos de los países y

las formas como se han integrado en la globalización. Por lo tanto, la apertura de

una economía, como lo han mostrado las diversas teorías del comercio

internacional, provocan cambios internos, como lo es la distribución de recursos

entre sectores, entre otros aspectos, y no es de extrañarse que los flujos de IED

también sean generadores de procesos que modifican las estructuras económicas

internas.

La presencia de las corporaciones multinacionales va aparejada de

beneficios y costos, tanto actuales como potenciales aunque parece que hay

beneficios netos, dependiendo de la eficiencia de la política fiscal, de competencia

y de regulación. Ello debido a que la corporación multinacional no es la

generadora de los problemas, sino el deficiente control del tamaño de la

7
Es importante señalar que las conclusiones de esta referencia se desprenden de su marco teórico
y temporal.

22
corporación, fallas de las políticas para corregir los abusos del sistema de

mercado y el cuidado de un particular estilo de vida8 (Safarian, 1973:437).

Por otro lado, el propósito de la empresa multinacional es internalizar el

retorno de sus ventajas de propiedad como lo son habilidades de mercadeo,

mantener ciertos secretos de mercado y patentes que les permiten competir de

manera eficiente en mercados distantes, debido a que los costos de monitoreo son

altos, la empresa multinacional ha de crear un portafolio de inversión, en este

tenor no se puede decir que desplace un monto igual del portafolio de inversión,

por lo que las multinacionales no ejercen un impacto significativo de los flujos

netos de capital (Ruffin y Rassekh, 1986:1129).

En otras palabras, el hecho de que un país sea o no un receptor neto de

ahorro9 no responde sólo a las acciones que efectúen las empresas

multinacionales, sino a la inclusión de otros factores. El caso de los países de la

Unión Europea (UE) en su conjunto se presenta como un receptor neto de ahorro.

Países como Reino Unido, Países Bajos, Suecia, entre otros, son receptores

netos, mientras que España, Grecia, Finlandia y Portugal son lo que expulsan más

ahorro del que reciben; y otros países cambian su posición en el tiempo por lo que

no siguen el patrón de la UE, sin embargo en el largo plazo parece probable que

sigan la tendencia de la Unión Europea. Para el caso de Reino Unido de 1993 a

1995, el 29% de la captación de inversión extranjera directa provenía de países de

8
Dicho estudio fue elaborado para países de alto ingreso y sus conclusiones no necesariamente
aplican para los de bajos ingresos.
9
Entiéndase como receptor neto de ahorro, cuando el monto de los flujos de inversión extranjera
recibido sea mayor a la salida de inversión efectuada por una economía.
23
la UE, y el 34% del ahorro inglés tenía como destino empresas de otros países

miembros de la UE que habían invertido en Reino Unido, de donde se desprende

que en el largo plazo, parte de las adquisiciones nuevas pueden ser financiadas

por IED pasada (Letto, 1998:20).

En lo concerniente a ciertos países en desarrollo, regionalizados en África,

Asia y América Latina, mediante un modelo teórico de inversión que incluye a la

IED en su marco analítico, se buscó evidencia empírica que sustentara ya sea un

efecto complemento o expulsión10 durante el periodo 1970-1996. A pesar de que

no existe una conclusión generalizada, se puede afirmar que en Asia se presenta

un efecto complemento, caso contrario para América Latina, y en África es

prácticamente balanceada (Agosin y Mayer, 2000:14).

Retomando la idea de ahorro neto, es decir la diferencia de la IED recibida y

la emitida, cabe recordar que algunas autoridades económicas han sido

persistentes en buscar en la atracción de IED una vía para paliar las crisis de

deuda externa o la inestabilidad financiera, sin embargo, en general esta no es la

finalidad de la IED y no existe evidencia sólida que lo sustente, e.g. para el caso

de Malasia se encontró que a pesar de que contaba con una elevada proporción

de inversión extranjera directa respecto de los flujos de capital no se logró

garantizar la estabilidad financiera en el largo plazo (Graham y Ramkinshen,

2002:10).

10
Vale resaltar que, en términos generales, es probable un efecto complemento cuando la IED
llega a sectores subdesarrollados (ya sea por factores tecnológicos o carencia de conocimiento de
mercados extranjeros). Por otro lado, es probable un efecto expulsión o substitución cuando la IED
arriba a un sector donde existan gran cantidad de firmas domésticas; lo mismo puede ocurrir
cuando las firmas domésticas ya tienen acceso a la tecnología que traen las EMs.

24
Por otro lado, es de destacar que cuando el sector privado está involucrado

directamente en las crisis de la deuda externa, se ha de considerar que parte de

los costos derivados de la misma son atribuibles al sector privado, sin embargo

cuando el Estado lleva a cabo las medidas encaminadas a solucionar la crisis, el

sector privado prácticamente no asume ningún costo y en este sentido los

recursos utilizados para intervenir en el mercado pueden provenir de la IED. No

obstante, existe cierto consenso respecto a que la IED sea una vía adecuada para

financiar el déficit comercial y no la deuda externa (Blázquez y Sebastián, 2003:8).

En lo que respecta al mercado real, se considera que existen tres canales

mediante los cuales la IED genera crecimiento en la productividad de los

productores del país anfitrión, a saber: la transferencia del conocimiento

tecnológico, los vínculos de las externalidades y la competitividad.

En esta línea se comprobó que para el caso de España durante el periodo

1990-1994 las empresas domésticas con un alta I+D11 generalmente no se vieron

beneficiadas por la derrama tecnológica de la IED, mientras que para los sectores

tradicionales 12 de la economía el impacto en la productividad fue negativo;

además el efecto competencia fue negativo para las empresas españolas

exportadoras, y finalmente las externalidades positivas fueron capturadas

principalmente por las filiales de firmas extranjeras (Barrios, 2000:2).

De lo anterior se entiende que el efecto de la IED sobre la economía es

dual, beneficiando la productividad de las firmas vinculadas al sector externo con

11
Esta variable es una proxy de la capacidad tecnológica de las firmas locales.
12
Éstos se corresponden con una baja I+D.
25
niveles significativos de IED y marginando a las de sectores tradicionales o con

poca vinculación con el sector externo y baja captación de IED, entre otras, e.g.

aquellas que efectúan la producción de bienes no comerciables.

En este orden de ideas, la literatura económica que relaciona el comercio y

la IED ha llegado a conclusiones parciales o inclusive ambiguas, a título de

ejemplo, en primer lugar la concepción de que la IED y el comercio pueden ser

sustitutivos o complementarios; en segundo lugar la causalidad.

Para el caso de España empleando datos de la emisión de IED y las

exportaciones para los años de 1977-1992 se buscó la causalidad en el sentido de

Granger evidenciando un posible efecto positivo de la IED13 con las exportaciones,

es decir un efecto complemento, esta relación encontrada sugiere que un

incremento en la emisión de IED no necesariamente implica desindustrialización y

pérdida de empleos en el país anfitrión (Bajo y Montero, 1999:13). Dichos

resultados concuerdan con las predicciones del modelo de IED vertical14.

Por otro lado se estimó la demanda de las exportaciones y de las

importaciones de bienes manufacturados y su relación con la IED para los países

de la OCDE de 1981 a 1998, y se concluyó que las variables tradicionales (el

ingreso y los precios relativos) son insuficientes para explicar el comportamiento

del comercio de los países de la OCDE, y para la mayoría de los casos el stock de

13
Dicha relación sólo se encontró en el largo plazo, y para el corto plazo la relación de causalidad
no es concluyente.
14
Cuando una empresa invierte en el exterior con la finalidad de atender, con ventas de la filial
exterior, un mercado protegido, que de otra forma lo podría hacer con elevados costos al comercio
se le denomina inversión horizontal. Por el contrario cuando la empresa invierte en el exterior con
miras a explotar las diferentes ventajas comparativas de los países, seccionando las diferentes
etapas de la producción de un bien se le denomina inversión vertical.

26
ingreso y emisión de IED están positivamente relacionados con el comercio lo que

hace un efecto complemento (Camarero y Tamarit, 2003:23).

Además, analizando el impacto de la inversión extranjera directa en el

comercio de tres países de Europa Central y Oriental, en específico de Hungría,

Polonia y República Checa (PEC) se observó que las empresas multinacionales

han integrado a las filiales de los PEC en sus redes globales de producción y

distribución a través de flujos cruzados de importación y exportación, marginado

de sus redes a las empresas locales sin participación de IED; asimismo, la

estrategia global15 de las EMs es el modelo de inserción territorial en los PEC

prefiriendo que sus filiales utilicen como proveedores principales a otras firmas

multinacionales (Puig, 2004:24).

Para el caso de los flujos de IED y su relación con la distribución de los

beneficios, en Bolivia para el periodo 1997-2002 se constató que ésta amplió la

brecha de ingreso entre las áreas urbanas y rurales, generando un incremento en

el empleo y mejor remuneración en las actividades urbanas. Asimismo, la IED

apuntaló una mejora en la posición relativa de la renta de los trabajadores menos

calificados previamente empleados en el sector informal. Por otra parte, se

concluye que las actividades rurales se beneficiaron sólo marginalmente por el

lado de los aprovisionamientos, y los minifundistas y agricultores resultaron

15
En este estudio la denominada estrategia global se caracteriza por: 1. Las EMs han disminuido
el número de subcontratados locales o incluso los han eliminado. 2. Organizan flujos de
intercambio cautivo, la mayor parte de las EMs tienen numerosas filiales establecidas en Europa
Central y en el interior de sus redes los intercambios de diversa naturaleza son altamente intensos,
ya sea inter o intra país; y 3. Priorizan el abastecimiento proveniente de otras EMs en todas las
etapas de la cadena de valor.
27
afectados por incrementos en los precios de los bienes de consumo

(Nunnenkamp, et Al., 2006: 22).

En este contexto, perece que el endémico debate en torno a los potenciales

beneficios y su distribución derivados del comercio internacional también se

encuentra en la parcela de estudio de la inversión extranjera directa, con enfoques

en pro y en contra de la liberación de los flujos financieros en forma de IED y sus

posibles impactos en las economías anfitrionas.

No obstante es menester recordar que, en analogía con el mercado real, el

problema no radica en la liberación sino en la profundidad y gradualidad de la

misma, acompañada con las diversas acciones en materia de política económica

que emprenda el Estado, aunado a las diferentes estructuras de mercado

prevalecientes en los países, entre otros elementos.

Por lo tanto, el impacto de la IED sobre distintas estructuras y actividades

económicas es distinto, a título de ejemplo, en lo que respecta a la relación de

sustitución o complemento entre IED y exportaciones, si la primera se emite en

forma vertical, tanto los modelos teóricos como algunas evidencias empíricas,

predicen y sustentan que se presenta un efecto complemento, i.e. se incrementan

las dos variables.

En contraste, si la inversión extranjera directa es de forma horizontal es

probable la aparición de un efecto sustitución, trayendo como efecto lógico una

relativa desindustrialización y pérdida de empleo.

28
En este tenor, se entiende que el impacto de la IED tiene diversas facetas

sobre la expansión hacia afuera de la frontera de posibilidades de producción y

que las teorías y modelos tratan de explicar la dimensión de estas

particularidades. Por lo que el valor atribuible de los modelos se ha de buscar en

la explicación de esas particularidades.

3.3. La inversión extranjera y el crecimiento económico

En lo referente a los beneficios potenciales que se vinculan a la IED sobre la

economía receptora, existe abundancia en la literatura disponible cuyas

conclusiones son harto diversas, en las que se encuentran argumentos que

presentan tanto efectos positivos como negativos, o inclusive cuestiones de

causalidad.

A título de ejemplo de la diversidad y de la parcialidad de dichos estudios,

centrándose en un análisis multi-país y multi-sector de equilibrio general en Japón,

se sustenta que gran parte de los argumentos que establecen que la IED

29
representa efectos negativos en el crecimiento económico, son críticas de índole

no económicas como el nacionalismo y la dependencia económica16.

O económicas en sentido reducido, como lo es el análisis de equilibrio

parcial cual es la cuestión de la generación de empleo, de exportación, o de

balanza de pagos. Sin embargo, la inversión extranjera directa vista como un

fenómeno microeconómico no es la causante de los resultados macroeconómicos

negativos, como los concernientes a los déficits de cuenta corriente que tienen su

origen y explicación en el equilibrio de ahorro e inversión.

Por lo que centrándose en un análisis de equilibrio general, y en, específico

en los efectos del stock de capital de Japón; la captación y expansión del producto

de las economías de Asia, concuerdan con una reducción de stock de capital en

Japón, y un incremento de la productividad a través de la transferencia y el

derramamiento tecnológico, así como un incremento en la inversión doméstica

conducida por una mayor expectativa en la tasa de retorno y mayor ahorro

doméstico, es decir, efecto confianza. Ante esta situación, se contradicen los

postulados tradicionales que responsabilizan a las transferencias reales de

recursos como freno del crecimiento económico, por lo que la IED es un juego de

suma positiva y no de suma cero (Otsubo, 1998: 35).

Para el caso del desbordamiento tecnológico o derrama tecnológica17,

usando un panel de datos de empresas de Venezuela, se observó que las

16
Según el marco de referencia, este elemento sí puede o no ser considerado como económico;
cual es el caso de la corriente estructuralista que parte de su análisis se enfocaba en la relación
centro periferia.

30
empresas de participación conjunta de inversión extranjera directa están

positivamente correlacionadas con la productividad de estas plantas domésticas

pero sólo en lo que toca a los pequeños negocios, mientras que estas joint

ventures impactan negativamente en la productividad de las empresas domésticas

que carecen de participación de IED; lo anterior dando como resultado un impacto

neto marginal, por lo que parece ser que la derrama o desbordamiento tecnológico

sólo es capturado por las joint ventures de participación extranjera, es decir la

derrama tecnológica no se expande de manera homogénea a la economía en su

conjunto, o inclusive del mismo sector y parece requisito indispensable la

participación de IED (Aitken y Harrison, 1999: 618).

Por otra parte, en un análisis realizado para los países de la cuenca del

Mediterráneo, la evidencia empírica encontrada muestra que el grado de apertura

comercial18 de la economía receptora actúa favorablemente sobre la intensidad de

los flujos de entrada de la inversión extranjera directa, asimismo, a través de la

realización de una política cambiaria adecuada19 se mejora la capacidad de

atracción de las economías receptoras, y mediante la reducción de barreras

arancelarias y no arancelarias se pueden reducir los flujos de IED20, mientras que

un stock bajo en el nivel de infraestructura desalienta dichos flujos.

17
Es de recordar que en economía se establece, según sea el contexto, que la tecnología no es un
concepto limitado exclusivamente a la aplicación de la ciencia, sino es un término más amplio que
está relacionado con elementos que mejoren la eficiencia en la producción.
18
Para este estudio, entiéndase éste como la suma de las exportaciones y de las importaciones
expresada como porcentaje del producto interno bruto.
19
Se considera un tipo de cambio flexible y estable.
20
Se refiere a la inversión extranjera directa que busca obviar los costos relacionados con las
barreras arancelarias y no arancelarias.
31
En lo que respecta, a las vías que relacionan la inversión extranjera directa

y el crecimiento económico, se observó que la aportación con mayor peso relativo

se da a través de la transferencia de diversos activos intangibles como lo son:

transferencia tecnológica, difusión del saber hacer, sistemas de organización y de

gestión, incremento en las capacidades de penetración de mercados, entre otros

(Rafik y Zatla, 2001:1-20).

Sin embargo, los flujos de inversión extranjera directa no ejercen una

influencia independiente en el crecimiento económico, por lo que las políticas

económicas deben buscar que se acelere el crecimiento y la inversión extranjera

directa, lo anterior, debido a que ésta no ejerce un impacto positivo de manera

independiente a los demás determinantes del crecimiento (Carkovic y Levine,

2002: 16).

Enfocándose en la transferencia del conocimiento y el crecimiento

económico, mediante una revisión de la literatura reciente, se encontró que existe

un soporte substancial que relaciona positivamente los spillovers 21 de la IED con

el crecimiento económico; por otro lado no hay consenso en lo que respecta a la

causalidad. Para los determinantes, el tamaño del mercado interno, la calidad y la

cantidad de la infraestructura disponible, la estabilidad de la política económica, y

las zonas de libre comercio son variables importantes para la atracción de IED,

mientras que se presentan resultados encontrados en la importancia que

21
Las relaciones mediante las cuales se difunden las externalidades positivas; para el caso de las
externalidades positivas horizontales se puede mencionar, la competencia, la rotación de
trabajadores o la imitación de las técnicas de las empresas; para el caso de las externalidades
positivas hacia atrás son ejemplos, la transmisión directa de tecnología o las exigencias superiores
de los términos comerciales; o en lo que respecta a la externalidades positivas hacia delante, se
pueden señalar la disminución de precios y la variedad de bienes.

32
representan los incentivos fiscales, el clima inversor, los costos del trabajo y la

apertura comercial (Lim, 2001: 1).

En este orden de ideas, es de vaticinarse que no todos los sectores

presentan el mismo potencial para la atracción de IED, ni el mismo potencial

respecto a los encadenamientos con empresas participativas de IED, de tal forma

que grosso modo, la magnitud y la dirección del impacto de la inversión extranjera

directa vía spillovers en el crecimiento industrial en general es heterogéneo.

Y en particular la evidencia obtenida muestra que para el sector primario la

inversión extranjera directa impacta negativamente en el crecimiento, para el

sector secundario el efecto es positivo, y por último el impacto en el sector

terciario22 es considerado ambiguo23 (Alfaro, 2003:13). No obstante, sin demerito

de las conclusiones anteriores, es de resaltar que en ese marco explicativo no se

puede apreciar el impacto neto que la IED tiene sobre el crecimiento económico.

Aunado a lo anterior, para el caso de Túnez se constató que a pesar de los

efectos positivos que la IED tiene sobre algunas variables24 motores del

crecimiento el impacto no es significativo, y una explicación tentativa podría ser la

ausencia real de transferencia tecnológica hacia Túnez por parte de la empresas

extranjeras, y coincide con los atrasos en el aprovisionamiento de infraestructura

(Alaya, 2004:18).
22
En este argumento el sector primario contempla la agricultura y la minería, el secundario la
manufactura y el terciario los servicios.
23
En el modelo propuesto también se concluyó que a pesar de las limitaciones de los datos
empleados los resultados son robustos, incluyendo otros determinantes del crecimiento como lo
son: el ingreso, el nivel de capital humano, el financiamiento doméstico para el desarrollo y la
calidad institucional y el rezago de la IED.
24
Para este caso de reduce a: exportaciones, capital humano e inversión doméstica.
33
En este sentido no se han encontrado evidencias empíricas robustas que

relacionen los incrementos en la tasa de crecimiento del producto de la economía

anfitriona y la captación de flujos de IED a través de la transferencia tecnológica,

en una investigación realizada, partiendo de la hipótesis de que los países sólo se

pueden beneficiar de la captación de flujos de IED, si cuentan con las regulaciones

gubernamentales apropiadas y las instituciones adecuadas25, se demostró que las

economías que presentan reglamentación excesiva son menos capaces de

beneficiarse de los spillovers de las EMs (Busse y Groizard, 2006:21).

En un contexto parecido, una investigación de la CEPAL argumenta que la

IED puede incrementar la tasa de crecimiento del PIB, debido a que representa

una fuente importante de financiamiento externo, y para el caso de América Latina

una de las fuentes de financiamiento más estable. Por otro lado, si la IED se dirige

a proyectos nuevos generará incrementos en la producción y el empleo, y si ésta

se orienta a atender mercados externos, tendrá un efecto positivo directo con las

exportaciones. Por lo tanto, se reconoce que la IED juega un papel como

proveedora de capital, tecnología, saber hacer y acceso a mercados, generando

así derramas positivas que van desde lo micro a lo macro; por lo que los efectos

que tenga la IED sobre el crecimiento económico dependen, en parte, de la

capacidad que tengan las economías receptoras para generar eslabonamientos

entre las actividades receptoras de IED y las demás actividades locales en

distintas direcciones. En suma depende del tipo de IED de que se trate, el sector a

25
El argumento se centra en que si las reglamentaciones gubernamentales inhiben la
relocalización del capital humano y financiero el incremento de producto será menor; dicha
obstaculización se podría presentar mediante altos costos financieros y en tiempo para abrir o
cerrar negocios, o para contratar o despedir empleados entre otros.

34
26
donde llegue y de los intereses que persiga en el país receptor. En América

Latina se encontró que en el sector primario en particular en la minería los

encadenamientos han sido mínimos, mientras que la IED explica el mayor

dinamismo exportador para el caso de México, Argentina, Brasil y Perú; en lo que

respecta a la región del sur, la mayor parte de IED ha estado enfocada a la

búsqueda de mercados (Machinea y Vera, 2006:39).

Por otro lado, utilizando una base de datos comparables del nivel industrial

de 35 países de la OCDE, Asia y del Este de Europa del año 1987 al año 2002, se

buscó evidencia del impacto de la IED y el crecimiento económico tomando en

cuenta la heterogeneidad de las industrias y los países, de cuyo análisis se

desprende que, en términos de generación de producto, eficiencia y productividad;

el impacto de la IED difiere del nivel de desarrollo de los países y de sus

industrias, siendo más importante para las economías de reciente desarrollo y no

tanto para las desarrolladas y de modesto impacto en las economías en

desarrollo; asimismo, se estableció que existen importantes y necesarias

interacciones entra la IED, la inversión doméstica y las exportaciones; y

finalmente, y en general, la conclusión de la causalidad entre la IED y el

crecimiento permanece parcial (Fillat y Woerz, 2006:16).

En la misma línea de la causalidad, otro autor sustenta que es el PIB la

variable que explica la atracción de IED y no la IED la que explica el crecimiento

del PIB, e incluso arguye que los efectos negativos de la inversión extranjera

26
Búsqueda de recursos, de mercados locales, de eficiencia para acceder a terceros mercados y
activos tecnológicos.
35
directa sobre el crecimiento económico superan con creces sus efectos positivos

(Oglietti, 2007:350).

27
Para tal efecto propone un modelo de crecimiento en el cual la IED

deprime el crecimiento de largo plazo vía la contracción de la demanda

directamente relacionada con el acervo de inversión extranjera directa, esto

debido a que la proporción del excedente que las empresas extranjeras reinvierten

y consumen es menor a la que tendría lugar si las empresas fueran de propiedad

de inversionistas internos28.

De lo expuesto se llega a la conclusión de que el monto de IED impacta con

signo negativo el crecimiento (efecto acervo), en segundo lugar, también su

impacto es negativo en la inversión nacional (efecto sustitución) y por último el

crecimiento económico tiene un efecto positivo sobre la inversión nacional y sobre

la inversión extranjera directa (Oglietti, 2007:374). Por lo tanto la causalidad, en el

sentido de Granger, establece que el PIB es la variable independiente, mientras la

IED es la variable dependiente.

De esta forma, queda claro que no existen conclusiones deterministas del

efecto de la inversión extranjera directa en el crecimiento económico, y que tanto

27
Vale recordar que ese autor, y para efecto de la elaboración del estudio que se está revisando,
sostiene que el concepto de IED es ambiguo; y cree que fue desarrollado para una finalidad
contable de registro de las cuentas financieras internacionales y no para captar la presencia de las
empresas extranjeras. Por lo que una inversión que realice una empresa extranjera no
necesariamente implica una inversión física, o inclusive el caso de que la aportación financiera no
sea neta ya que se pueden tomar fondos de la economía receptora. .
28
Sin embargo, esto supone que la IED desplaza a la inversión nacional, lo que implica que no hay
insuficiencia de ahorro interno, lo cual no se corresponde con la realidad de una economía
subdesarrollada, como la mexicana.

36
los acercamientos teóricos como empíricos no han sido suficientes para llegar a la

generalización del fenómeno, no obstante se han presentado avances que sin

lugar a dudas han enriquecido su comprensión.

A pesar de no contar con una teoría general de la IED es importante

mencionar que no existen conclusiones contundentes para pensar que la IED sea

un juego de suma cero y que sus potenciales beneficios tienen que ver con la

forma en que los flujos de IED lleguen al país anfitrión, el nivel de desarrollo

económico del país, la calidad de las instituciones, el capital humano, entre otros,

igualmente no se puede considerar que la intervención del Estado ni su nivel de

actuación sea negativa.

3.4. La inversión extranjera y la actuación de la política

económica

A lo largo de los últimos siglos se pueden verificar los constantes

cuestionamientos de los teóricos económicos respecto a la actuación y

profundidad del Estado en la economía, e.g. ¿Por qué el Estado emprende

algunas actividades y otras no?, ¿La profundidad y variación de sus actividades en

el tiempo y en diversos países, así como su eficiencia?, las respuestas han sido

de diversas índoles.
37
En el siglo XVIII la idea predominante era que el Estado debía fomentar

activamente la industria y el comercio, a los defensores de esta teoría se les

denominó mercantilistas. Por otro lado para 1776 Adam Smith los contradijo -

sustentando que la competencia y el afán de lucro llevaba a los individuos a servir

al interés público- defendiendo la idea de que el Estado debería ejercer un papel

limitado, estas ideas de Smith ejercieron influencia en los poderes públicos y en

los economistas. Ya en el siglo XIX John Stuart Mill y Nassau Senior promulgaban

la doctrina del laissez fair, según la cual el Estado no debía regular o controlar a la

empresa privada (Stiglitz, 2002: 13).

Por otro lado la crisis del “mundo occidental” en 1929 dio la pauta para que

se pusiera en tela juicio la laxitud del Estado y fueron las ideas keynesianas las

que ejercieron influencia en diversos ámbitos -aniquilando prácticamente la Ley de

Say-, en suma un Estado activo e intervencionista. No obstante la influencia

keynesiana fue objeto de severas críticas pasando por Milton Friedman y Robert

Lucas por mencionar algunos.

De este modo, en algunos momentos del tiempo y el espacio se aboga por

una mayor o menor intervención del Estado, el péndulo oscila. Actualmente, los

propios fundamentalistas de la economía de mercado reconocen que presenta

fallas, sin embargo también el Estado las presenta; pero lo que es cierto es que

hay consenso respecto a que el Estado debe intervenir en la economía, y ahora el

debate se centra en su nivel de actuación.

38
Este vaivén de la actuación del Estado en la economía no segrega a los

flujos financieros en forma de IED, apareciendo, por un extremo, los promotores

de una liberalización y desregularización total; y por el otro, detractores que

promulgan una regulación alta o inclusive bloquearla; por otro lado existen

enfoques moderados que sustentan que la adecuada liberalización y

regularización permite obtener mayores beneficios.

Por lo tanto, depende de la o las hipótesis de las que partan los hacedores

de política económica, dando como resultado opciones de política que pueden ser

o no las adecuadas a las necesidades propias de cada país.

En este orden de ideas, a título de ejemplo, existen incentivos fiscales para

atraer IED, o impuestos para tratar de dirigirla hacia ciertos sectores o impedir la

repatriación de utilidades entre otros mecanismos. Para el caso de los Estados

Unidos de Norte América se buscó el impacto de los impuestos y de los incentivos

fiscales en la distribución espacial de la recepción de inversión extrajera directa en

la manufactura para los años 1975-1985, encontrando que los impuestos la

disuaden, por otra parte, los incentivos fiscales, la asistencia financiera y de

empleo permite una atracción mayor (Arromdee et Al., 1987:11). De lo anterior se

desprende que una adecuada política tiene la capacidad de propiciar mayores

beneficios de la IED.

Para el caso de Canadá se han presentado elementos que apuntalan que

las políticas dirigidas específicamente a la inversión extranjera directa conllevan

resultados limitados, asimismo, los programas encaminados a promover la

39
atracción y expulsión de IED podrían ser útiles. Por otro lado, no se ha

determinado si los beneficios de las limitaciones sectoriales a la IED justifiquen los

costos de su menor recepción, no obstante esos costos pueden ser considerados

para el desarrollo de la estrategia de las restricciones de IED como posición

negociadora de Canadá respecto a otros países cuando se busque signar

acuerdos bilaterales o regionales 29 (Hirshhorn, 1997:37).

Como se ha mostrado en los ejemplos anteriores, los países pueden tratar

de atraer IED con la utilización de distintos mecanismos -y generar una

competencia por ese recurso- e.g. incentivos fiscales, o mejorando la calidad

institucional, en lo que respecta a los incentivos fiscales, se sabe que existe una

correlación positiva entre éstos y la atracción de IED, no obstante es reducida y se

corre el riesgo de que al incrementarse la competencia entre países por esta vía,

sean los inversionistas extranjeros los que se hagan con la mayor parte de los

beneficios de la IED, aunado a la carga de las finanzas públicas. En lo que

corresponde a la calidad institucional, presupone mayores beneficios ya que al

mejorar la infraestructura, la calificación laboral, reducir la corrupción, la

reglamentación excesiva, hacer valer los derechos de propiedad, entre otros, se

benefician tanto los inversionistas extranjeros como los nacionales; también este

tipo de política presenta un poder explicativo para la atracción de IED mayor a la

29
En la legislación de los países del G-7 se establecían como restricciones a la IED, Barreras
formales: requisitos de autorización previa, requisitos de notificación previa o posterior de la
inversión, poderes reglamentarios para boquear la IED, y restricciones sectoriales. Barreras
informales: papel limitado del stock de los mercados, concentración de la propiedad, papel de los
inversionistas institucionales, restricciones a empresas privatizadas, restricciones autorizadas en
derecho de voto, uso de la política anticompetitiva para vetar la IED y procedimientos
administrativos laxos o poco transparentes (Hirshhorn, 1997:29).

40
de incentivos fiscales; sin embargo sus resultados son de largo plazo a diferencia

de los incentivos fiscales (Daude et al, 2001:228).

En este contexto, si la atracción de IED depende de las características

intrínsecas de cada país las políticas encaminadas a atraerla resultarían

ineficaces, sin embargo diversas conclusiones indican que se puede modificar o

alterar los niveles de inversión aplicando determinadas políticas de atracción.

Dentro de los determinantes de atracción de IED generalmente se agrupan en tres

objetivos básicos: el intento de participar en nuevos mercados, búsqueda de

eficiencia productiva a través de reducciones de costos, y el intento de explotación

de ciertos activos estratégicos. No obstante esto aplicaría en abstracto y no en la

realidad, donde existen marcadas diferencias institucionales y de política cuyo

desempeño resulta relevante en la atracción de flujos financieros en forma de IED.

A título de ejemplo de instrumentos destinados a mejorar los niveles de atracción

30
de IED, se puede mencionar la mejoría en algunas macrovariables , provisión de

infraestructura, mejoría en el marco legal y regulatorio, y aumento en el nivel

educativo de la fuerza laboral; por otro lado las políticas de incentivos mediante

tres tipos básicos de políticas, a saber: incentivos fiscales, incentivos financieros y

políticas de promoción.

En este escenario, los resultados de un análisis econométrico desarrollado

en una muestra de más de 90 países indican que los países con mayor población,

con acceso al mar, con menor carga regulatoria, con mejor aplicación del estado

30
Control de la inflación, finanzas públicas sanas y régimen cambiario transparente son las más
importantes.
41
de derecho, con mayores niveles de educación y con mayor grado de apertura

externa presentan también los mayores niveles de IED. Por otro lado, la evidencia

encontrada es contraria a la hipótesis de que los salarios bajos son uno de los

factores determinantes del patrón mundial de IED, y la calidad de la mano de obra

es uno de los atractivos más importantes para la IED. Por otra parte, la dicotomía

entre comercio e IED resulta falsa, a su vez, se constató formalmente que la

existencia de menores barreras regulatorias y que el respeto del estado de

derecho son factores determinantes en la atracción de IED. Finalmente, los

resultados obtenidos indican que las políticas económicas y la calidad de las

instituciones resultan determinantes, los resultados también sugieren que las

políticas más globales tienen mayor efecto en atraer IED que las políticas

específicas de incentivos (Esquivel y Larraín, 2001:51).

Continuando con lo relativo a políticas, la experiencia latinoamericana

demuestra que la apertura comercial, la liberalización financiera y desregulación

son necesarias para atraer IED y promover las exportaciones pero no son

suficientes, y hay países que no tiene estrategias o cuyas estrategias son

básicamente pasivas. México se encuentra en esta categoría. En un estudio se

contemplan cuatro tipos de estrategias, la autónoma que consiste en el desarrollo

de las capacidades de las empresas nacionales, proactiva, cuyo motor principal es

la IED y las exportaciones mediante redes globales de las empresas

transnacionales, semi-activa, también se centra en IED y exportaciones; y pasiva

centrada en políticas horizontales. El uso de estas estrategias se puede observar,

en países como Japón, Corea del Sur y Taiwán que utilizaron una estrategia

42
autónoma; Singapur, Irlanda y Escocia implementaron una estrategia proactiva;

semi-activa fue usada en Malasia, Tailandia y las maquilas de México: y

finalmente México (no maquila) y España son ejemplos de una estrategia pasiva

(Katz et Al., 2001:49).

Por otra parte, en el informe anual sobre las inversiones en el mundo 2003

de la UNCTAD también se reconoce la necesidad e importancia de desarrollar e

implementar políticas relativas a la impulsión del desarrollo apuntalando la IED. La

UNCTAD sostiene que mayores corrientes de IED a mediano plazo dependerán

de la recuperación del crecimiento económico mundial y de la reanimación de los

mercados bursátiles, así como de que vuelva a haber más fusiones y

adquisiciones transfronterizas, por otro lado, las privatizaciones también pueden

influir; además, las políticas con respecto a la IED continúan siendo más

favorables, y la negociación de nuevos acuerdos bilaterales y regionales podría

proporcionar un entorno más propicio a las inversiones transfronterizas.

Del mismo modo considera que las políticas oficiales se están liberalizando

más, con el ofrecimiento de más incentivos y el mayor acento en las estrategias de

promoción, y que los incentivos financieros y las rivalidades por adjudicarse

grandes proyectos de IED han aumentado con la intensificación de la

competencia.

De igual forma ha habido un aumento del número de acuerdos sobre

comercio y sobre inversiones, de los cuales muchos contienen cláusulas que se

refieren directa o indirectamente a las inversiones, a diferencia de lo que ocurría

43
con los anteriores acuerdos de comercio bilaterales y regionales, y los patrones

convergentes de vinculaciones mediante la IED y de acuerdos sobre inversiones y

comercio están fomentando la formación de megabloques. Finalmente, cabe

mencionar que se resalta que la mejor manera de atraer la IED y extraer de ella

más beneficios no es limitarse a aplicar una política de liberalización pasiva, y

resulta necesario atraer aquellos tipos de IED que pueden aportar mayores

beneficios a los países receptores (por ejemplo la IED dirigida a actividades

tecnológicamente avanzadas o en actividades de producción para la exportación)

es una tarea más exigente que limitarse a liberalizar la entrada y las operaciones

de la IED (UNCTAD, 2003).

En este contexto, los países pueden elegir entre llevar a cabo políticas de

corte pasivo, es decir no hacer nada, sólo limitarse a flexibilizar el marco

regulatorio de la IED y a definir los procedimientos administrativos; o por el

contrario emplear políticas activas que tengan que ver con el proceso de la toma

de decisiones de las empresas en la elección de inversión extranjera directa, en

este sentido, políticas activas focalizadas que no sólo contemplen los incrementos

de las corrientes de IED, sino, que contemplen los tipos de IED y la medida en que

éstos son coherentes con los objetivos de desarrollo del país anfitrión.

En lo que respecta a las políticas pasivas, algunas autoridades económicas

consideran que las ventajas comparativas naturales del país anfitrión son

condición suficiente para atraer IED por lo que deciden no intervenir en el proceso,

y arroja resultados aceptables cuando dichas condiciones satisfacen las

necesidades del inversionista. En cambio las políticas activas tratan de atraer IED

44
de calidad enfocándose a incrementar los beneficios de la economía receptora,

tales como conocimientos, empleo, encadenamientos productivos, entre otros, no

obstante para incrementar la posibilidad de hacerse de estos beneficios, los

países deben presentar condiciones como la formación de la fuerza laboral, la

competitividad de las compañías manufactureras domésticas (y su capacidad para

desempeñarse como proveedores de las empresas extranjeras) y la existencia de

aglomeraciones asociadas (Gligo,2006:93).

Por otro lado, analizando el comportamiento de la IED de los países de la

OCDE para los años 1990-2003, se concluyó que la IED per se no propicia

crecimiento económico, sino que tienen que darse una serie de condiciones que lo

permitan, por lo que se requiere de la ayuda de la política económica, la cual ha

de enfocarse en el fomento de la capacidad social, introducción de incentivos a la

inversión, garantía de los derechos de propiedad y un entorno socioeconómico

adecuado, principalmente (Galindo, 2005:27).

Finalmente, para 116 países en desarrollo se investigaron los

determinantes de la liberalización de las políticas de IED de los años 1992 al

31
2001 , partiendo de dos posibles explicaciones: los hacedores de política

consideran que una mayor atracción de IED corresponde con los mejores

intereses de sus países; y una presión externa de adoptar las políticas

económicas neoliberales de Estados Unidos y algunas organizaciones

internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

31
El 90.55% de los cambios en estas políticas de dieron en este tiempo (Kobrin, 2005:1).
45
La primera se considera que refleja un juicio “racional” de los hacedores de

política ya que su país se beneficiará de una mayor cantidad de IED y menores

restricciones, incrementando el stock de inversión, existe una oportunidad de

“costo de encierre” en términos de eficiencia. Mientras que la segunda explicación

considera la liberalización como resultado de una imposición externa, y también se

incluyen variables de control.

Las variables consideradas para la oportunidad del “costo de encierre” son:

el tamaño del país, el nivel de desarrollo, el crecimiento del PIB per cápita,

apertura comercial, capital humano y democracia. Mientras que las variables que

representan la imposición externa son, dependencia de Estados Unidos y

dependencia de instituciones internacionales; y las variables de control,

penetración de IED, crecimiento de IED y dependencia de recursos. Como

resultado, la liberalización es una función del tamaño del mercado, apertura

comercial y capital humano. También se concluyó que el soporte para la

explicación de la liberalización como resultado de presiones externas es limitado

(Kobrin, 2005:31).

Así, después de esta somera y arbitraria revisión de algunas

investigaciones sobre el tema que está investigación se ocupa, ha quedado claro

que los diversos resultados obtenidos muestran que el impacto que la IED sobre el

crecimiento económico tiene, son marcadamente diversos, obteniendo tanto una

relación positiva como negativa.

46
Y tal situación obedece a la enorme diversidad entre naciones, en general si

se trata de países desarrollados o en desarrollo, en particular por entornos

económicos distintos dentro de los estados nación; que van desde el nivel de

desarrollo de los mercados, las instituciones, estructuras económicas, entre tantos

elementos más.

Es importante tener en cuenta que las observaciones contradictorias de

distintos estudios empíricos, entre otras cosas, se originan en la dificultad que

presenta comparar diversas investigaciones, por lo que es probable que esta

debilidad sea superada considerando dichas conclusiones para casos específicos

y no buscar una solución única.

Por lo tanto, lo sustancial es que se han presentado avances considerables

en materia de este fenómeno que permitan comprenderlo en mayor medida,

dando como resultado la posibilidad de incrementar los beneficios potenciales de

la IED.

47
CAPÍTULO II

MARCO LEGAL MEXICANO DE LA INVERSIÓN

EXTRANJERA

1. Antecedentes

Los flujos financieros internacionales en general, y en forma de inversión

extranjera directa en particular, son regulados mediante un abanico amplio de

elementos jurídicos que van desde el ámbito nacional hasta internacional,

formando parte de acuerdos bilaterales o regionales; en lo que respecta a los

acuerdos multilaterales, en su momento el Acuerdo General de Aranceles y

Comercio (GATT) no contempló la liberalización de la inversión extranjera (IE). Sin

embargo, en algunos acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio de

América del Norte (TLCAN) sí se negoció al respecto.

A pesar de algunos intentos liderados por países desarrollados por llegar a

acuerdos multilaterales para el tratamiento de la IE, como es el caso de la reunión

ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Singapur en el año

1996 donde se formó un grupo de trabajo para estudiar la relación entre la

inversión y el comercio no se han presentado avances significativos para un

acuerdo multilateral. Sin embargo la ausencia de disciplinas de inversión

multilaterales y los fracasos en intentos por establecerlas como el Acuerdo

48
Multilateral sobre las inversiones de la Organización para la Cooperación y el

Desarrollo Económico (OCDE) no han disuadido los flujos de IED (Charlton y

Stiglitz, 2007:347).

Son los acuerdos bilaterales y regionales los que han dominado en el

escenario mundial, no obstante la búsqueda de reglas multilaterales en el seno de

la OMC continúa vigente, es probable que con una negociación adecuada se

pueda terminar en un acuerdo beneficioso tanto para los países en desarrollo

como para los desarrollados.

Para el caso de México, la cuestión es qué podrá negociar en un futuro, ya

que su legislación actual es flexible, misma que se ha venido modificado en el

tiempo para “adaptarse” a los cambios del entorno económico mundial, la relativa

importancia de la IED en la formación bruta de capital en el tiempo, las estrategias

de las empresas entre otros; por no mencionar aspectos de índole político y social.

En este contexto, la legislación mexicana que regula la IED se plasma en

una copiosa cantidad de leyes y reglamentos que escapan de los alcances del

presente trabajo, en parte porque es tarea del ámbito jurídico y en parte porque la

reglamentación sustantiva del fenómeno en análisis recae en una ley y su

reglamento, por lo que no es pertinente hacer una revisión exhaustiva al respecto.

En el ámbito nacional se regula la IE mediante el artículo 73 de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) cuya fracción

XXIX-F establece que el Congreso tiene la facultad: para expedir leyes tendientes

a la promoción de la inversión mexicana, la regulación de la IE, la transferencia de


49
tecnología y la generación, difusión y aplicación de los conocimientos científicos y

tecnológicos que requiere el desarrollo nacional.

Para dar cumplimiento a este precepto constitucional en lo que respecta a

la regulación de la inversión extranjera, se promulgó en marzo de 1973 la Ley para

Promover la Inversión Mexicana y Regular la Inversión Extranjera (LPIMRIE), y su

reglamento (RLPIMRIE) el 16 de mayo de 1989, posteriormente en diciembre de

1993 la Ley de Inversión Extranjera (LIE), y el Reglamento de la Ley de Inversión

Extranjera (RLIE) en 1998, aunado a la Resoluciones Generales de la Comisión

Nacional de Inversiones Extranjeras (CNIE).

Por otro lado, los capítulos de inversión de los tratados de libre comercio

signados por México, y en específico el capítulo XI del Tratado de Libre Comercio

de América del Norte, contemplan lineamientos regulatorios para los flujos

financieros en forma de IED enmarcando su regulación supranacional.

En suma, el marco jurídico de la IED en México ha venido cambiando en el

tiempo dando paso a una mayor flexibilidad en su control, reformado por políticas

económicas pasivas, partiendo de la hipótesis de que el libre mercado garantiza el

mejor uso de los recursos y se auto regula, en este sentido se puede observar

que sólo se ha flexibilizado el marco legal para incrementar la atracción de IED, y

no se ha buscado dirigirla hacia ciertos sectores de la economía nacional; es decir,

se considera que basta con que se incrementen los flujos financieros en forma de

IED para obtener los beneficios potenciales que se le atribuyen a este tipo de

inversión.

50
2. Revisión de la Ley para Promover la Inversión Mexicana y

Regular la Inversión Extranjera

El contexto político y económico que prevalecía en México cuando se creó este

régimen, a grandes rasgos se caracterizaba por una arraigada ideología de

nacionalismo, un modelo de industrialización dirigido por el Estado en el que se

consideraba que había que proteger la economía interna32, buscando el

crecimiento hacia adentro, por lo tanto no es de extrañar que dicho régimen

materialice estos rasgos. La Ley para Promover la Inversión Mexicana y regular la


33
Inversión Extranjera se publicó en el Diario Oficial de la Federación en 1973 ,y

su objeto era promover la inversión mexicana y regular la inversión extranjera

“para estimular un desarrollo justo y equilibrado y consolidar la independencia

económica del país” (LPIMRIE).

Para términos de la LPIMRIE era considerada inversión extranjera la que se

realizaba por:

I.- Personas morales extranjeras;

II.- Personas físicas extranjeras;

III.- Unidades económicas extranjeras sin personalidad jurídica; y

32
Esta postura ideológica, en lo concerniente a la inversión extranjera, coincide con un pasaje que
escribió Keynes en 1915 sobre de un trabajo alemán, “…las inversiones extranjeras, emigración, y
la política industrial de los últimos años, basada en considerar al mundo entero como un mercado,
son demasiado peligrosas.” (Hayek, 1954:202)
33
En este apartado se sigue el texto de la Ley para Promover la Inversión Mexicana y Regular la
Inversión Extranjera publicado en el Diario Oficial de la Federación el 9 de marzo de 1973.
51
IV.- Empresas mexicanas en las que participara mayoritariamente capital

extranjero o en las que los extranjeros tuvieran, por cualquier título, la facultad de

determinar el manejo de la empresa.

Como lo describe el punto II, la inversión era considerada extranjera por el

hecho que la persona o las personas hubieran nacido fuera del territorio nacional y

no por la procedencia económica del recurso financiero; por otro lado en el punto

IV, en lo que se refiere a la facultad que tenían los extranjeros para determinar el

manejo de la empresa, también se consideraba inversión extranjera. Así descrita

la IE, en términos económicos no tiene sentido cuando ésta sea producto de la

actividad nacional, debido a que dicho recurso es parte de la economía doméstica,

es decir, es ahorro interno.

Por lo tanto, resulta obvio que este tipo de inversión no se acompañaría con

los beneficios potenciales que se le atribuyen a la IED, por ejemplo, no tendría

lugar un incremento en el stock de capital y tampoco existiría transferencia ni

derramas tecnológicas, ni una mayor capacidad exportadora.

Cabe señalar que la LPIMRIE equiparaba a la inversión mexicana la

efectuada por extranjeros residentes en el país en calidad de inmigrados, salvo

que por alguna razón de su actividad se encontraran vinculados con centros de

decisión económica del exterior.

Por otro lado, este régimen contemplaba actividades exclusivas del Estado,

en donde no solamente estaba prohibida la inversión extranjera, sino también la

inversión nacional privada.


52
Cuadro 2.1 Actividades reservadas de manera
exclusiva al Estado
a) Petróleo y los demás hidrocarburos,

b) Petroquímica básica,

c) Explotación de minerales radioactivos y generación de energía


nuclear,

d) Minería en los casos a que se refiere la ley de la materia,

e) Electricidad,

f) Ferrocarriles,

g) Comunicaciones telegráficas y radiotelegráficas, y

h) Las demás que fijaban las leyes específicas.

Fuente: Elaboración propia con información del DOF del día 9 de marzo de 1973

Las actividades reservadas a mexicanos o sociedades mexicanas con

cláusula de exclusión de extranjeros:

Cuadro 2.2 Actividades reservadas de manera


exclusiva a mexicanos o sociedades mexicanas
con cláusula de exclusión de extranjeros
a) Radio y Televisión,

b) Transporte automotor urbano, interurbano y en carreteras federales,

c) Transportes aéreos y marítimos nacionales,

d) Explotación forestal,

e) Distribución de gas, y

f) Las demás que fijaban las leyes específicas o las disposiciones


reglamentarias expedidas por el Ejecutivo Federal.

Fuente: Elaboración propia con información del DOF del día 9 de marzo de 1973

53
Salvo estas actividades, la inversión extranjera era permitida, sin embargo

con límites medidos en proporciones de capital, buscando con ello, evitar el control

extranjero de la economía doméstica. En el caso de la explotación y

aprovechamiento de sustancias minerales, la inversión extranjera podía participar

hasta un máximo de 49% en lo que respecta a la explotación y aprovechamiento

de sustancias sujetas a concesión ordinaria, y de 34% para concesiones

especiales para la explotación de reservas minerales.

Para los productos secundarios de la industria petroquímica el porcentaje

autorizado ascendía al 40%, mismo porcentaje se permitía para la fabricación de

componentes de vehículos automotores. Finalmente para los casos en que las

disposiciones legales o reglamentarias no exigieran un porcentaje determinado, la

IE podía participar hasta en un 49%, sin embargo, no se permitía controlar el

manejo de la empresa; asimismo, se facultaba a la CNIE para incrementar o

reducir este porcentaje.

Por otro lado, los extranjeros, las sociedades extranjeras y las sociedades

mexicanas que no tenían cláusulas de exclusión de extranjeros, no podían adquirir

el dominio directo sobre las tierras y aguas en una franja de 100 kilómetros a lo

largo de las fronteras y de 50 kilómetros en las playas. Asimismo, las sociedades

extranjeras no podían adquirir el dominio de las tierras y aguas u obtener

concesiones para la explotación de aguas. No obstante, las personas físicas

extranjeras podían adquirir el dominio sobre estos bienes previa autorización de la

Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

54
Respecto a la adquisición o control de empresas, se requería la

autorización de la Secretaría que correspondía según la rama de actividad

económica respectiva, cuando los inversionistas extranjeros, adquirieran más del

25% del capital o más del 49% de los activos de una empresa.

Se facultaba a la SRE para que autorizara la conveniencia de conceder a

las instituciones de crédito, permisos para adquirir como fiduciarias el dominio de

bienes inmuebles destinados a la realización de actividades industriales y

turísticas en la franja de 100 kilómetros a lo largo de las fronteras o en la zona de

50 kilómetros a lo largo de las playas, siempre que permitiera la utilización y el

aprovechamiento a los fideicomisarios, sin constituir derechos reales sobre ellos; y

la duración del fideicomiso no podía exceder los 30 años.

2.1. Facultades de la Comisión Nacional de Inversiones

Extranjeras

Mediante la LPIMRIE se creó la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras,

que era integrada por los titulares de las Secretarías de Gobernación, Relaciones

Exteriores, Hacienda y Crédito Público, Patrimonio Nacional, Industria y Comercio,

Trabajo y Previsión Social, y de la Presidencia y se estableció que los suplentes

de los respectivos titulares, fueran los subsecretarios que cada uno de ellos

designara.

55
Dentro de las atribuciones que se concedieron a la CNIE figuraban las siguientes:

I.- Resolver sobre el aumento o disminución del porcentaje en que podría

participar la inversión extranjera en las diversas áreas geográficas o de actividad

económica del país, cuando no existieran disposiciones legales o reglamentarias

que exigieran un porcentaje determinado y fijar las condiciones conforme a las

cuales se recibiría dicha inversión;

II.- Resolver sobre los porcentajes y condiciones conforme a los cuales se recibiría

la inversión extranjera en aquellos casos concretos que, por las circunstancias

particulares que en ellos concurrieran, ameritaran un tratamiento especial;

III.- Resolver sobre la inversión extranjera que se pretendía efectuar en empresas

establecidas o por establecerse en México, o en nuevos establecimientos;

IV.- Resolver sobre la participación de la inversión extranjera existente en México,

en nuevos campos de actividad económica o nuevas líneas de productos;

V.- Ser órgano de consulta obligatoria en materia de inversiones extranjeras para

las dependencias del Ejecutivo Federal, organismos descentralizados, empresas

de participación estatal, instituciones fiduciarias de los fideicomisos constituidos

por el Gobierno Federal o por los gobiernos de las Entidades Federativas y para la

Comisión Nacional de Valores;

56
VI.- Establecer los criterios y requisitos para la aplicación de las disposiciones

legales y reglamentarias sobre inversiones extranjeras;

VII.- Coordinar la acción de las dependencias del Ejecutivo Federal, organismos

descentralizados y empresas de participación estatal para el cumplimiento de sus

atribuciones en materia de inversiones extranjeras;

VIII.- Someter a la consideración del Ejecutivo Federal proyectos legislativos y

reglamentarios así como medidas administrativas en materia de inversiones

extranjeras; y

IX.- Las demás que le otorgaba esta ley.

Fuente: Tomado del DOF del día 9 de marzo de 1973

Por otro lado, la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras dentro de sus

funciones debía determinar la conveniencia de autorizar la inversión extranjera,

para tal cometido debía tener en cuenta algunos criterios y características de la

inversión, a saber:

I.- Ser complementaria de la nacional;

II.- No desplazar a empresas nacionales que estuvieran operando

satisfactoriamente ni dirigirse a campos adecuadamente cubiertos por ellas;

III.- Sus efectos positivos sobre la balanza de pagos y, en particular, sobre el

incremento de las exportaciones;

57
IV.- Sus efectos sobre el empleo, atendiendo al nivel de ocupación que genere y la

remuneración de la mano de obra;

V.- La ocupación y capacitación de técnicos y personal administrativo de

nacionalidad mexicana;

VI.- La incorporación de insumos y componentes nacionales en la elaboración de

sus productos;

VII.- La medida en que financiaran sus operaciones con recursos del exterior;

VIII.- La diversificación de las fuentes de inversión y la necesidad de impulsar la

integración regional y subregional en el área latinoamericana;

IX.- Su contribución al desenvolvimiento de las zonas o regiones de menor

desarrollo económico relativo;

X.- No ocupar posiciones monopolísticas en el mercado nacional;

XI.- La estructura de capital de la rama de actividad económica de que se tratara;

XII.- El aporte tecnológico y su contribución a la investigación y desarrollo de la

tecnología en el país;

XIII.- Sus efectos sobre el nivel de precios y la calidad de la producción;

XIV.- Preservar los valores sociales y culturales del país;

XV.- La importancia de la actividad de que se tratara, dentro de la economía

nacional;

58
XVI.- La identificación del inversionista extranjero con los intereses del país y su

vinculación con centros de decisión económica del exterior; y

XVII.- En general, la medida en que coadyuvara al logro de los objetivos y se

apegara a la política de desarrollo nacional.

Fuente: Tomado del DOF del día 9 de marzo de 1973

Como se puede apreciar la regulación de la inversión extranjera era alta, y

en cierta forma respondía a la estrategia de crecimiento imperante en el país, el

conocido modelo de industrialización dirigida por el Estado, por lo tanto la IE no se

consideraba como alternativa sustancial para el crecimiento económico en México,

y se buscaba el financiamiento interno o el crédito bancario.

Por otra parte, algunos elementos de este marco pudieron ser útiles, para

que aunado a una política industrial, la nación hubiese dirigido la IED hacia

sectores económicos estratégicos que contribuyeran a un incremento en la

generación de producto. Sin embargo, con esta legislación se desincentivaba la

atracción de IED, e inclusive se percibe como una forma de evitar el arribo de este

tipo de inversión, como se puede constatar en algunos ordenamientos que

inclusive parecen absurdos. Tal es el caso de algunos de los criterios de la CNIE

para evaluar la conveniencia de autorizar la inversión extranjera; a título de

ejemplo, el inciso VIII que contiene la necesidad de impulsar la integración

regional y subregional en el área latinoamericana; o el inciso XVI donde se

mencionaba preservar los valores sociales y culturales del país, entre otros.
59
Se infiere que esta legislación incentivaba la inversión interna resguardando

actividades productivas al capital nacional y en otros casos permitiendo

porcentajes de financiamiento vía IED; pero en lo que respecta a la regulación de

la IE, prácticamente el objetivo era evitar la “dominación norteamericana”.

Por otro lado, es pertinente referir que esta postura respecto a la IE en su

explicación económica viene dada por algunos elementos, como lo son la

estrategia de sustitución de importaciones, el comportamiento de algunas

macrovariables como alto dinamismo del PIB de 1960 a 1973 con una tasa de

crecimiento total de alrededor del 135% y una tasa media de 6.82%34, los altos

precios del petróleo, el apoyo financiero internacional para el desarrollo, entre

otros; desincentivaban la búsqueda de IED como alternativa de financiamiento

para el desarrollo.

Fuente: Elaboración propia con datos del informe de 1973 de BANXICO

34
Tasas calculadas con información del informe anual de 1973 del Banco de México.
60
3. Revisión del Reglamento de la Ley para Promover la Inversión

Mexicana y Regular la Inversión Extranjera

La política hacia la IED no aportaba los mecanismos necesarios para emplear de

manera eficiente este tipo de financiamiento para el desarrollo, por el contrario

generaba incentivos para que las EMs35 obtuvieran beneficios por la protección, lo

que les podía permitir el empleo de tecnología obsoleta y el logro de beneficios

excesivos a expensas de los consumidores nacionales.

Sin embargo, dichas condiciones fueron cambiando paulatinamente,

modificando el entorno económico tanto nacional como internacional, y desde ese

tiempo se podían apreciar ciertos cambios, a título de ejemplo, aparecieron

presiones inflacionarias que llevaron a diversos países a adoptar medidas

monetarias restrictivas que a la postre incrementarían las tasas de interés de los

mercados financieros internacionales (Banxico, 1974:13). Sin embargo los

cambios estructurales para la economía nacional se empiezan a implementar a

mediados de la década de los 80s.

La “crisis” de la deuda mexicana de 1982, y el estancamiento del

crecimiento apuntalaron un cambio de estrategia de crecimiento, aniquilando el

modelo de sustitución de importaciones, independientemente de que la explicación

a dicha recesión pueda ser atribuible al alza inesperada de las tasas de interés

(Stiglitz, 2003:11).

35
Se infiere que gran parte de la IED que se captaba en ese tiempo era aquella encaminada a la
búsqueda de mercados.
61
En este contexto, el marco legal de la IE fue modificado, para adecuarlo a

las condiciones nacionales e internacionales: a saber, necesidades de

financiamiento externo privado no bancario, reestructuración de la deuda externa y

apoyo financiero externo, condicionados a la aceptación y aplicación de políticas

neoliberales comprendidas en el denominado Consenso de Washington.

A pesar de que no se modificó la LPIMRIE la creación de su reglamento

después de 15 años36, que en apariencia sólo agilizaría y aclararía el trámite

administrativo, expandió el conjunto de actividades abiertas a 100% de propiedad

extranjera (Lustig, 2002:173).

Dentro de los lineamientos creados en el RLPIMRIE se estableció un plazo

máximo de 45 días hábiles37 para que la entonces Secretaría de Comercio y

Fomento Industrial (SECOFI) diera resolución a las solicitudes presentadas, y si

excedido dicho plazo no emitiera resolución alguna, se consideraría como

aprobada. Vale mencionar que dentro de la competencia de la SECOFI se

encontraba dar respuesta a las solicitudes para incrementar los porcentajes de

participación de IE; por lo que se originaba el riesgo de incrementar dichos

porcentajes debido a la burocracia gubernamental.

Se precisa un plazo de 45 días hábiles para que la SRE resolviera las

solicitudes presentadas, en lo que respecta a la adquisición por extranjeros de

bienes inmuebles, y la constitución y modificación de sociedades.

36
En esta sección se sigue esencialmente la publicación del Diario Oficial de la Federación del 16
de mayo de 1989.
37
Dicho plazo se computaba a partir de que estuviera integrado el expediente, el plazo máximo
para integrar el expediente era de 10 días hábiles posteriores a la recepción de la solicitud.
62
Así como la autorización a las instituciones de crédito, para adquirir como

fiduciarias el dominio de bienes inmuebles destinados a la realización de

actividades industriales y turísticas en la franja de 100 kilómetros a lo largo de las

fronteras o en la zona de 50 kilómetros a lo largo de las playas del país.

En lo que respecta a los porcentajes autorizados por LPIMRIE, cuyo

máximo era del 49% salvo autorización de la SECOFI para incrementarlos; el

reglamento permitió, bajo ciertos supuestos y sin necesidad de la autorización de

la SECOFI, que los inversionistas extranjeros pudieran participar en cualquier

proporción en el capital social de empresas, en el acto de su constitución, para

realizar aquellas actividades no incluidas en la clasificación, sin que para tal efecto

requieran autorización de la Secretaría.

Por otro lado, tampoco se requería de autorización para que las empresas

pudieran adquirir en cualquier proporción acciones de empresas establecidas o en

su constitución, para el caso de maquila y demás actividades industriales y

comerciales para la exportación.

En lo que respecta a los fideicomisos, la SECOFI estaba facultada para

autorizar a inversionistas extranjeros y a sociedades sin cláusula de exclusión de

extranjeros, para que adquieran derechos de fideicomisario en fideicomisos de

acciones representativas del capital social de sociedades con cláusula de

exclusión de extranjeros, que tuvieran en propiedad inmuebles ubicados en la

zona restringida, cuando realizaban nuevas inversiones productivas para la

realización de actividades industriales y turísticas.

63
En el RLPIMRIE aparece el término inversión neutra, y se refería a que la

inversión extranjera podía adquirir certificados de participación ordinarios emitidos

por instituciones fiduciarias en fideicomisos cuyo patrimonio estuviera constituido

por acciones representativas del capital social y cotizaran en la bolsa de valores

mexicana. Mediante esta modalidad, previa autorización de la SECOFI se podía

adquirir acciones tipo “A” de sociedades mexicanas que cotizaran en la bolsa

mexicana.

Asimismo, previa resolución de la CNIE, la SECOFI podía autorizar a

inversionistas extranjeros para que adquieran en cualquier proporción, mediante

fideicomiso, derechos de fideicomisario respecto de acciones de las sociedades

que realizaban las actividades económicas exclusivas de mexicanos con cláusula

de exclusión de extranjeros, a saber: de transportes aéreos y marítimos

nacionales y distribución de gas; dicha autorización también se hacía extensiva a

las actividades de explotación y aprovechamientos de sustancias minerales,

productos secundarios de la industria petroquímica, fabricación de vehículos

automotores y las demás que señalaban las leyes específicas o las disposiciones

reglamentarias que hubiese expedido el ejecutivo federal.

Finalmente, el reglamento proporcionó un periodo de gracia para que los

inversionistas extranjeros pudieran durante un período de tres años contados a

partir del día de su entrada en vigor, adquirir acciones de sociedades

independientemente de que dicha compra rebasara la proporción del 49% del

capital social, siempre que cumplieran con ciertos requisitos.

64
El esquema altamente regulatorio de la LPIMRIE experimentó cambios

significativos con el contenido de su reglamento, facilitando con ello el marco legal

para atraer inversión extranjera, postura congruente con la serie de reformas y

políticas instrumentadas desde mediados de los 80s para diseñar una economía

abierta.

4. Revisión de la Ley de Inversión Extranjera y su Reglamento

Sin bien el RLPIMRIE flexibilizó el marco legal contenido en la LPIMRIE, tuvieron

que pasar un poco más de 20 años para que se modificara dicha ley, de hecho la

Ley de Inversión Extranjera38 la abrogó con su publicación en el DOF el 27 de

diciembre de 1993. Dicha fecha de publicación pareciera que en parte estaba

encaminada a alinear el marco mexicano legal de la IE con la entrada en vigor del

TLCAN el 1º de enero de 1994.

Para la LIE, la inversión extranjera se define como:

a) La participación de inversionistas extranjeros, en cualquier proporción, en el

capital social de sociedades mexicanas;

b) La realizada por sociedades mexicanas con mayoría de capital extranjero; y

38
En este apartado se sigue el texto de la Ley de Inversión Extranjera publicado en el Diario Oficial
de la Federación de fecha 27 de diciembre de 1993 y las modificaciones a la LIE publicadas en el
DOF.
65
c) La participación de inversionistas extranjeros en las actividades y actos

contemplados por la LIE.

Se considera como inversionista extranjero a la persona física o moral de

nacionalidad distinta a la mexicana y las entidades extranjeras sin personalidad

jurídica.

En lo concerniente a la participación de IE, ésta puede participar en

cualquier proporción en el capital social de sociedades mexicanas, adquirir activos

fijos, ingresar a nuevos campos de actividad económica o fabricar nuevas líneas

de productos, abrir y operar establecimientos, y ampliar o relocalizar los ya

existentes, salvo por lo dispuesto en la LIE.

Por otro lado, las actividades productivas exclusivas del Estado según la

LIE son:

Cuadro 2.3 Actividades estratégicas reservadas de manera


exclusiva al Estado
Ley para Promover la Ley de Inversión Extranjera Ley de Inversión
Inversión Mexicana y Extranjera vigente al 20 de
Regular la Inversión agosto de 2008
Extranjera

Artículo 4° Artículo 5°

a) Petróleo y los demás I) Petróleo y demás


hidrocarburos. hidrocarburos;

b) Petroquímica básica, II.- Petroquímica básica;

66
c) Explotación de minerales III.- Electricidad;
radioactivos y generación de
energía nuclear.

d) Minería en los casos a que IV.- Generación de energía


se refiere al ley de la materia, nuclear;

e) Electricidad. V.- Minerales radioactivos;

f) Ferrocarriles VI.- Comunicación vía satélite; VI.- (Se deroga). DOF 07-06-
1995

g) Comunicaciones VII.- Telégrafos;


telegráficas y radiotelegráficas,
y

h) Las demás que fijen las VIII.- Radiotelegrafía;


leyes específicas.

IX.- Correos;

X.- Ferrocarriles; X.- (Se deroga). DOF 12-05-


1995

XI.- Emisión de billetes;

XII.- Acuñación de moneda;

XIII.- Control, supervisión y


vigilancia de puertos,
aeropuertos y helipuertos; y

XIV.- Las demás que


expresamente señalen las
disposiciones legales
aplicables.

Fuente: Elaboración propia con datos del DOF de los días 09 de marzo de 1973, 27

de diciembre de 1993, 12 de mayo de 1995 y 7 de junio de 1995.

67
Y conforme a lo estipulado en la LIE las actividades reservadas a

mexicanos o sociedades mexicanas con cláusula de exclusión de extranjeros son

las siguientes.

Cuadro 2.4 Actividades reservadas de manera exclusiva a


mexicanos o sociedades mexicanas con cláusula de
exclusión de extranjeros
Ley para Promover la Ley de Inversión Extranjera Ley de Inversión Extranjera
Inversión Mexicana y Regular vigente al 20 de agosto de
la Inversión Extranjera 2008

a) Radio y Televisión, I.- Transporte terrestre nacional


de pasajeros, turismo y carga,
sin incluir los servicios de
mensajería y paquetería;

b) Transporte automotor II.- Comercio al por menor de


urbano, interurbano y en gasolina y distribución de gas
carreteras federales, licuado de petróleo;

c) Transportes aéreos y III.- Servicios de radiodifusión y


marítimos nacionales, otros de radio y televisión,
distintos de televisión por
cable;

d) Explotación forestal, IV.- Uniones de crédito; IV.- (Se deroga). Fracción


derogada DOF 20-08-2008

e) Distribución de gas, y V.- Instituciones de banca de


desarrollo, en los términos de
la ley de la materia; y

f) Las demás que fijen las VI.- La prestación de los


leyes específicas o las servicios profesionales y
disposiciones reglamentarias técnicos que expresamente
que expida el Ejecutivo señalen las disposiciones
Federal. legales aplicables.

Fuente: Elaboración propia con datos del DOF de los días 09 de marzo de 1973, 27

de diciembre de 1993 y 20 de agosto de 2008.

68
No obstante, la LIE permite la participación de extranjeros en estas

actividades conforme a lo establecido en su título quinto, y es lo relativo a la

denominada inversión neutra.

Para las actividades que se enlistan a continuación la inversión extranjera

podrá participar en los porcentajes siguientes:

I.- Hasta el 10% en:

Sociedades cooperativas de producción;

II.- Hasta el 25% en:

a) Transporte aéreo nacional;

b) Transporte en aerotaxi; y

c) Transporte aéreo especializado;

III.- Hasta el 30% en:

a) Sociedades controladoras de agrupaciones financieras;

b) Instituciones de crédito de banca múltiple;

c) Casas de bolsa; y

d) Especialistas bursátiles;

IV.- Hasta el 49% en:

a) Instituciones de seguros;

69
b) Instituciones de fianzas;

c) Casas de cambio;

d) Almacenes generales de depósito;

e) Arrendadoras financieras;

f) Empresas de factoraje financiero;

g) Sociedades financieras de objeto limitado a las que se refiere el artículo 103

fracción IV, de la Ley de Instituciones de Crédito;

h) Sociedades a las que se refiere el artículo 12 Bis de la Ley del Mercado de

Valores;

i) Acciones representativas del capital fijo de sociedades de inversión y

sociedades operadoras de sociedades de inversión;

j) Fabricación y comercialización de explosivos, armas de fuego, cartuchos,

municiones y fuegos artificiales, sin incluir la adquisición y utilización de explosivos

para actividades industriales y extractivas, ni la elaboración de mezclas explosivas

para el consumo de dichas actividades;

k) Impresión y publicación de periódicos para circulación exclusiva en territorio

nacional;

l) Acciones serie "T" de sociedades que tengan en propiedad tierras agrícolas,

ganaderas y forestales;

70
m) Televisión por cable;

n) Servicios de telefonía básica;

o) Pesca en agua dulce, costera y en la zona económica exclusiva, sin incluir

acuacultura;

p) Administración portuaria integral;

q) Servicios portuarios de pilotaje a las embarcaciones para realizar operaciones

de navegación interior, en los términos de la Ley de la materia.

r) Sociedades navieras dedicadas a la explotación comercial de embarcaciones

para la navegación interior y de cabotaje, con excepción de cruceros turísticos y la

explotación de dragas y artefactos navales para la construcción, conservación y

operación portuaria;

s) Servicios conexos al sector de ferrocarriles, que consisten en servicios a

pasajeros, mantenimiento y rehabilitación de vías, libramientos, talleres de

reparación de equipo tractivo y de arrastre, organización y comercialización de

trenes unitarios, operación de terminales interiores de carga y telecomunicaciones

ferroviarias; y

t) Suministro de combustible y lubricantes para embarcaciones, aeronaves y

equipo ferroviario.

Fuente: Tomado del Diario Oficial de la Federación del día 27 de diciembre de 1993

71
Asimismo se establece que la IE no podrá rebasar estos límites de

participación directamente, ni a través de fideicomisos, convenios, pactos sociales

o estatutarios, esquemas de piramidación, o cualquier otro mecanismo que

otorgue control o una participación mayor, salvo por lo dispuesto en el título

quinto39 de la LIE, .

Por otro lado se requiere resolución favorable de la comisión para que la

inversión extranjera participe en un porcentaje mayor al 49% en las actividades

económicas y sociedades que se enlistan a continuación:

I.- Servicios portuarios a las embarcaciones para realizar sus operaciones de

navegación interior, tales como el remolque, amarre de cabos y lanchaje;

II.- Sociedades navieras dedicadas a la explotación de embarcaciones

exclusivamente en tráfico de altura;

III.- Administración de terminales aéreas;

IV.- Servicios privados de educación preescolar, primaria, secundaria, media

superior, superior y combinados;

V.- Servicios legales;

VI.- Sociedades de información crediticia;

VII.- Instituciones calificadoras de valores;

39
Como lo referido en las actividades exclusivas a mexicanos y a sociedades mexicanas con
cláusula de exclusión de extranjeros; y a estos límites de participación de IE, se puede apreciar
una supuesta restricción, y es supuesta debido al mecanismo de la inversión neutra.
72
VIII.- Agentes de seguros;

IX.- Telefonía celular;

X.- Construcción de ductos para la transportación de petróleo y sus derivados; y

XI.- Perforación de pozos petroleros y de gas.

Fuente: Tomado del Diario Oficial de la Federación del día 27 de diciembre de 1993

Y para los fideicomisos se amplió su duración a 50 años y podrían ser

prorrogados a solicitud del interesado.

Además, se menciona en la LIE que sin perjuicio de lo establecido en los

tratados y convenios internacionales de los que México sea parte, para que

personas morales extranjeras puedan realizar habitualmente actos de comercio en

la República Mexicana, se requería la autorización de la entonces Secretaría de

Comercio y Fomento Industrial para su inscripción en el Registro Público de

Comercio, conforme a los artículos 250 y 251 de la Ley General de Sociedades

Mercantiles.

Como se deduce, los cambios a la normatividad de la LIE fueron

encaminados a ampliar la flexibilización en materia de regulación de la inversión

extranjera con miras a dinamizar el comportamiento del producto interno bruto

mexicano, considerando que basta con permitir la entrada de IE para que éste

detone.

73
A partir de la fecha de publicación de la LIE, ésta ha sido sujeta a diversos
40
cambios. Y el 12 de mayo de 1995 , con la publicación de la Ley Reglamentaria

del Servicio Ferroviario, que sirvió para permitir legalmente la privatización de los

ferrocarriles mexicanos, se derogó lo concerniente a que los ferrocarriles dejaran

de ser una actividad reservada de manera exclusiva al Estado, y se quitó el 49%

como límite máximo de participación de IE en los servicios conexos de

ferrocarriles.

El 7 de junio de 1995 se publicó la Ley Federal de Telecomunicaciones, con

lo que la comunicación satelital dejó de ser una actividad reservada de manera

exclusiva al Estado, adecuando así el marco legal para la subsecuente

privatización los satélites mexicanos. 41

La siguiente publicación de reformas a la LIE se dio el 24 de diciembre de

1996, en un decreto en el que se reformaban, adicionaban y derogaban diversas

disposiciones, y para el caso de la LIE fueron diversas modificaciones, de las

cuales se presentan algunas, a saber: se adicionó un último párrafo al artículo

cuarto, que contempla que para efectos de determinar el porcentaje de IE en las

actividades económicas sujetas a límites máximos de participación, no se

computará la IE que, de manera indirecta, sea realizada en dichas actividades a

través de sociedades mexicanas con mayoría de capital mexicano, siempre que

estas últimas no se encuentren controladas por la inversión extranjera.

40
Para el año 1982 existían 1,155 empresas propiedad del Estado mexicano y para 1993 sólo
quedaban 258 (Chong y López, 2004:8).
41
Es de resaltar que la radiotelegrafía siga siendo considerada como una actividad reservada de
manera exclusiva del Estado, a pesar de tratarse de una tecnología rebasada y de poca
importancia económica.
74
Asimismo, se modificaron los umbrales máximos de participación de la IE,

cual es el caso de la eliminación del 30% como tope de participación de IE,

conjuntándose con las actividades en donde se permitía el 49%. Se agregaron las

administradoras de fondo para el retiro, permitiendo el 49% de IE; se eliminó

televisión por cable y servicios de telefonía básica. Y se adicionaron las

sociedades concesionarias en los términos de los artículos 11 y 12 de la Ley

Federal de Telecomunicaciones.

También se precisó que cuando la IE pretenda adquirir un bien inmueble y

éste esté en un municipio totalmente ubicado fuera de la zona restringida o

cuando se pretenda obtener una concesión para la explotación de minas y aguas

en territorio nacional, el permiso se entenderá otorgado si no se publica en el DOF

la negativa de la Secretaría de Relaciones Exteriores dentro de los cinco días

hábiles siguientes a la fecha de la presentación de la solicitud42.

Mediante decreto donde se reforman diversos ordenamientos legales el 23

de enero de 1998, nuevamente se hicieron cambios a la IE, y en este caso fueron

relativos a la inscripción en el registro nacional de inversiones extranjeras43.

Posteriormente, se eliminó el límite máximo de 49% de participación de la

inversión extranjera en sociedades controladoras de agrupaciones financieras,

42
Esta medida parece que de antemano otorga la aprobación de la solicitud debido a que cinco
días hábiles para publicar la resolución en el DOF es tiempo reducido debido a la burocracia propia
del sector público mexicano.
43
En la LIE se precisaba que la inversión neutra realizada en sociedades mexicanas o fideicomisos
no se computaría para determinar el porcentaje de inversión extranjera en el capital social de las
sociedades mexicanas, lo que probablemente representaría un problema respecto a la
cuantificación de inversión extranjera recibida en México, sin embargo con esta reforma la
inversión neutra también debe inscribirse en el registro nacional de inversiones extranjeras.
75
instituciones de crédito de banca múltiple, casas de bolsa; y especialistas

bursátiles; lo anterior con la publicación del decreto de fecha 19 de enero de 1999.

Y caso similar ocurrió para las acciones representativas del capital fijo de

sociedades de inversión; y las sociedades operadoras de sociedades de inversión,

debido a las reformas de la Ley de Sociedades de Inversión publicada el día 4 de

junio de 2001.

En el mismo tenor comentado en el párrafo anterior, con las reformas del 18

de julio de 2006, se derogaron los incisos correspondientes a: arrendadoras

financieras, empresas de factoraje financiero y sociedades financieras de objeto

limitado.

Por último, el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el día

20 de agosto del año 2008, mediante el cual se expidió la Ley de Uniones de

Crédito y se adicionó y reformó la Ley General de Títulos y Operaciones, las

uniones de crédito dejaron de ser una actividad económica reservada de manera

exclusiva a mexicanos o sociedades mexicanas con cláusula de exclusión de

extranjeros.

Por otro lado, y en lo que respecta al Reglamento de la Ley de Inversión

Extranjera publicado en el DOF el día 8 de septiembre de 1998, basta decir que a

diferencia del RPIMRIE 44 fue diseñado para facilitar y clarificar la parte

administrativa y operativa de la LIE.

44
Cabe recordar que el RLPIMRIE más que un reglamento sirvió para flexibilizar el marco legal
vigente de la inversión extranjera en México.
76
Al respecto, sólo resta hacer algunas apreciaciones como lo es el hecho de

que RLIE permite la generación de energía para el autoabastecimiento,

cogeneración o pequeña producción, asimismo la producción independiente para

venta a la Comisión Federal de Electricidad. También permite la exportación de

electricidad, derivada de cogeneración, producción independiente y pequeña

producción; por otro lado autoriza la importación de energía eléctrica para

autoabastecimiento; y la generación de energía para uso derivado de

interrupciones del servicio público. Lo anterior contraponiéndose a lo establecido

en la LIE que considera la electricidad como actividad reservada de manera

exclusiva al Estado.

Finalmente, la notificación al registro de inversión extranjera de las

modificaciones de nuevas aportaciones y retiro de éstas que no afecten el capital

social retención de utilidades del último ejercicio fiscal y disposición de utilidades

retenidas acumuladas, o préstamos por pagar o por cobrar a subsidiarias

residentes en el exterior; a la matriz; a inversionistas extranjeros residentes en el

exterior que participen como socios o accionistas, y a inversionistas extranjeros

residentes en el exterior que sean parte del grupo corporativo. Dicha notificación

sólo tendrá carácter de obligatorio cuando sea mayor a tres mil veces el salario

mínimo vigente en el Distrito Federal, por lo que, independientemente del peso

relativo, puede generar problemas de índole estadístico.

77
5. Revisión del Capítulo XI del Tratado de Libre Comercio de

América del Norte.

El modelo de sustitución de importaciones que caracterizó a la economía

mexicana desde los años treinta, fue aniquilado por la crisis económica nacional

de 1982, y fue remplazado por uno de economía abierta, estos cambios profundos

presentaron como corolario la firma y entrada en vigor del TLCAN cuyo capítulo XI

forma parte del marco legal de la inversión extranjera en México.

En ausencia de un acuerdo multilateral de la inversión extranjera, Estados

Unidos de Norte América ha buscado mediante tratados comerciales bilaterales la

protección de los activos de sus inversionistas en otros países, y era de esperarse

que en el TLCAN se negociara al respecto.

En el capítulo XI45 se establece la figura del trato nacional, que se refiere a

que se otorgará a los inversionistas e inversiones de los países signatarios un

trato no menos favorable que el que otorgue, en circunstancias similares, a sus

propios inversionistas e inversiones en lo que respecta al establecimiento,

adquisición, expansión, administración, conducción, operación, venta u otra

disposición de las inversiones. Es decir, el trato a la inversión extranjera

proveniente de Canadá y Estados Unidos es equiparable a la inversión nacional.

45
En este apartado se sigue esencialmente el texto del Tratado de Libre Comercio de América del
Norte, publicado en el DOF el día 20 de diciembre de 1993.
78
Por lo tanto las actividades reservadas de manera exclusiva a mexicanos a

las que hace alusión la LIE no son más que letra muerta a la luz de las

condiciones de inversión extranjera pactadas en el TLCAN.

Así mismo, se estableció el término de la nación más favorecida, y un nivel

mínimo de trato acorde con el derecho internacional y trato no discriminatorio

respecto a las medidas que se tomen cuando los inversionistas y sus inversiones

experimenten pérdidas debido a conflictos armados o contiendas civiles. En otras

palabras, el Estado deberá resarcir el daño, lo que representa una probable

erogación sin sentido de recursos públicos dando garantías que ni siquiera se

ofrecen a las inversiones nacionales.

En lo que toca a los denominados requisitos de desempeño, ninguno de los

signatarios podrá imponer ni hacer cumplir cualquiera los siguientes requisitos.

Cuadro 2.5 Requisitos de desempeño


1. Exportar un determinado nivel o porcentaje de bienes o servicios;

2. Alcanzar un determinado grado o porcentaje de contenido nacional;

3. Adquirir o utilizar u otorgar preferencia a bienes producidos o a


servicios prestados en su territorio, o adquirir bienes de productores o
servicios de prestadores de servicios en su territorio;

4. Relacionar en cualquier forma el volumen o valor de las


importaciones con el volumen o valor de las exportaciones, o con el
monto de las entradas de divisas asociadas con dicha inversión;

79
5. Restringir las ventas en su territorio de los bienes o servicios que tal
inversión produce o presta, relacionando de cualquier manera dichas
ventas al volumen o valor de sus exportaciones o a ganancias que
generen en divisas ;

6.Transferir a una persona en su territorio, tecnología, un proceso


productivo u otro conocimiento reservado, salvo cuando el requisito se
imponga o el compromiso o iniciativa se hagan cumplir por un tribunal
judicial o administrativo o autoridad competente para reparar una
supuesta violación a las leyes en materia de competencia o para actuar
de una manera que no sea incompatible con otras disposiciones de este
Tratado; o

7. Actuar como el proveedor exclusivo de los bienes que produce o


servicios que presta para un mercado específico, regional o mundial.

Fuente: Elaboración propia con información del texto del TLCAN


Publicado en el DOF el 20 de diciembre de 1993.

El contenido del punto dos restringe la libertad de actuación de las

autoridades económicas, suponiendo una eventual problemática en materia de

salud o ambiental como resultado de la importación de algún bien que utilice la

inversión extranjera, el Estado tendría que indemnizar al inversionista extranjero

para poder efectuar la prohibición de la importación de dicho bien.

El punto seis también implica incremento en la flexibilización y

encarecimiento en materia de regulación de salud, ambiental o de seguridad, ya

que si una empresa de inversión extranjera decide importar una tecnología

altamente contaminante, no se le puede impedir debido a los compromisos

adquiridos en este capítulo del TLCAN.

80
A título de ejemplo, el Estado mexicano de San Luis Potosí trató de obligar

a Metaclad, empresa dedicada a la eliminación de residuos, a cerrar sus plantas

porque estaba contaminando el agua potable de la localidad, por lo que se vio

obligado a pagar 16.7 millones de dólares americanos por concepto de

indemnización conforme a los términos del capítulo XI del TLCAN (Stiglitz,

2006:175).

Sin embargo, un elemento de constante fricción en las negociaciones

multilaterales de comercio, es el relativo a las subvenciones que los países

desarrollados mantienen a la agricultura, que quedó libre de los compromisos

establecidos en el capítulo XI del TLCAN, ya que el trato nacional no aplica para

las subvenciones y aportaciones, incluyendo los préstamos, garantías y seguros

respaldados por el gobierno, otorgados por un país o por una empresa del Estado.

Finalmente, se estipula que ninguno de los países que forman el TLCAN

podrá nacionalizar ni expropiar, directa o indirectamente, una inversión de un

inversionista de otro socio en su territorio, ni adoptar ninguna medida equivalente

a la expropiación o nacionalización de esa inversión (expropiación), salvo que sea

por causa de utilidad pública; sobre bases no discriminatorias; con apego al

principio de legalidad y al Artículo 1105(1); y mediante indemnización.

La indemnización será conforme al valor de mercado, lo que conlleva a una

erogación onerosa independientemente que dicha expropiación sea necesaria,

como el caso comentado de San Luis Potosí, esto es pagar 16.7 millones de

dólares americanos para que una empresa deje de contaminar el agua. Es decir

81
se protege la inversión de los inversionistas extranjeros estadounidenses y

canadienses a pesar que dichas pérdidas sean resultado de una legítima

normativa local, y se han presentado demandas al amparo del capítulo XI del

TLCAN hasta por un valor superior a los 13,000 millones de dólares americanos

(Stiglitz, 2006:175).

En síntesis, con lo negociado y plasmado en el capítulo XI del TLCAN se

otorgaron mayores beneficios a los inversionistas extranjeros que a los nacionales,

incluso a los primeros se les concedieron compensaciones por variaciones en los

costos o en la rentabilidad como resultado de regulaciones ampliamente

justificadas (Charlton y Stiglitz, 2007:350). Por otro lado, se encarecieron las

regulaciones encaminadas a proteger la salud, el medio ambiente y la seguridad.

82
CAPÍTULO III

LOS PRINCIPALES EFECTOS DE LA INVERSIÓN

EXTRANJERA DIRECTA EN MÉXICO

1. Inversión extranjera directa para algunas regiones económicas

A pesar de las crisis financiera y crediticia que ha venido experimentado la

economía mundial desde mediados del año 2007, conforme a los datos difundidos

por la UNCTAD en su informe sobre las inversiones en el mundo de 2008, los


46
flujos de captación de IED de los tres principales grupos de economías han

sobrepasado la alta tasa de crecimiento observada en el año 2000, alcanzando la

cifra de 1,833 billones de dólares 47, no obstante se percibe una desaceleración.

La reinversión de los beneficios se calcula en aproximadamente el 30% de

la captación de IED, como resultado de un incremento de los beneficios de las

filiales foráneas, principalmente en los países en desarrollo.

Estados Unidos se mantiene como el principal país receptor de IED,

seguido de Reino Unido, Francia y Países Bajos, mientras que la Unión Europea

es la principal región anfitriona atrayendo dos tercios del total de la IED que captan

46
Países desarrollados, países en desarrollo y las economías en transición de Europa Sudoriental
y la Comunidad de Estados Independientes.
47
Cuando se menciona dólares, entiéndase dólares de Estados Unidos de Norte América.
83
los países desarrollados; por otro lado China, Hong Kong (China) y la Federación

Rusa son los más grandes receptores de IED de los países en desarrollo y las

economías en transición.

Las adquisiciones y fusiones transfronterizas presentaron alto dinamismo,

cuyas transacciones en el año 2007 alcanzaron el monto de 1,637 billones de

dólares, 21 por ciento superior al récord previo del año 2000. Mientras que un

estimado de 79,000 empresas multinacionales con sus 790,000 filiales foráneas

continuaron expandiéndose durante 2007, y sus stocks de IED sobrepasaron los

15 trillones dólares.

La UNCTAD estima que las ventas totales de las EMs llegaron a 31 trillones

de dólares, 21 por ciento más que en 2006, y que el valor agregado de sus filiales

foráneas en el mundo representa un 11 por ciento del PIB global, entretanto que

los empleos generados alcanzaron la cifra de 82 millones. Por otra parte, los

países desarrollados continúan siendo los principales receptores y emisores de

IED y sus flujos explican el comportamiento de la IED mundial48.

Paulatinamente los países en desarrollo han ido cobrando relevancia en la

atracción de IED; respecto a América Latina, la economía mexicana es una de las

principales receptoras y emisoras de IED sin embargo el peso relativo de esta

región es mínimo.

48
El comportamiento establecido mediante estas cifras, no es totalmente atribuible a la IED, ya que
ésta se encuentra ligada al conjunto de la actividad económica.

84
Gráfica 3.1 Comportamiento de la IED para regiones económicas
seleccionadas y México

a b

FLUJOS DE ENTRADA DE IED 1985-2007 FLUJOS DE SALIDA DE IED 1985-2007


2000000 2400000

2000000
1600000

1600000
1200000
1200000
800000
800000

400000
400000

0 0
86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06 86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06

M PD PED M PD PED

c d

FLUJOS DE ENTRADA DE IED 1985-2007 FLUJOS DE SALIDA DE IED 1985-2007


2000000 2400000

2000000
1600000
1600000

1200000
1200000

800000
800000

400000
400000
0

0 -400000
86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06 86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06

M AL MX M AL MX

M mundo, PD países desarrollados, PED países en desarrollo, AL América Latina, y Mx


México

Fuente: Elaboración propia con datos de la UNCTAD

85
2. Inversión extranjera directa en México

Como quedó referido, el modelo de sustitución de importaciones que caracterizó a

la economía nacional desde mediados de los años treinta, fue prácticamente

aniquilado por la crisis económica de 1982, y se remplazó por un modelo de

economía abierta.

Las reformas de política económica de mediados de los ochenta, como el

ingreso de México al GATT, la privatización de empresas paraestatales, las

reformas legales; entre otros elementos; permitieron la implementación del nuevo

paradigma.

A partir de 1994 con la entrada en vigor del TLCAN, se consolidó la

apertura de la economía nacional, signándose posteriormente 10 tratados más; en

este tenor, y dada la reducción del sector público y baja capacidad de ahorro

doméstico, la atracción de IED representaba la mejor opción de financiamiento

externo.

Cuadro 3.1 Tratados de libre comercio firmados por México


PAÍS FIRMA APROBACIÓN DEL PROMULGACIÓN EN VIGOR A
SENADO PARTIR DE

TLCAN 17 de diciembre de 1992 22 de noviembre de 20 de diciembre de 1º de enero de 1994


(Estados Unidos, Canadá y 1993 1993
México)

86
Costa Rica 5 de abril de 1994 21 de junio de 1994 10 de enero 1º de enero de 1995
de 1995

Grupo de los Tres (Colombia, 13 de junio de 28 de diciembre de 1994 11 de enero 1º de enero de 1995
Venezuela y México) 1994 de 1995

Bolivia 10 de septiembre 28 de diciembre de 1994 11 de enero 1º de enero de 1995


de 1994 de 1995

Nicaragua 18 de diciembre de 30 de abril de 1998 26 de mayo 1º de julio de 1998


1997 de 1998

Chile 17 de abril de 1998 23 de noviembre de 1998 28 de julio de 1 de agosto de 1999


1999

Uruguay 15 de noviembre 28 de abril de 2004 14 de julio de 15 de julio de 2004


de 2003 2004

CA3 28 de junio de 19 de enero de 2001 14 de marzo 15 de marzo de 2001


(El Salvador, Guatemala y 2000 de 2001
Honduras)

Unión Europea * 23 de marzo de 20 de marzo de 2000 26 de junio de 1 de julio de 2000 (Bienes)


2000 (Acuerdo Global) 2000 1 de marzo de 2001
(Servicios e inversión)

Asociación Europea de Libre 27 de noviembre 30 de abril de 2001 29 de junio de 1 de julio de 2001


Comercio ** de 2000 2001

Japón 17 de septiembre 18 de noviembre de 2004 31 de marzo 1 de abril de 2005


de 2004 de 2005

Fuente: Tomado de la Secretaría de Economía. *Alemania, Austria, Bélgica, Chipre,


Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría,
Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal,
Reino Unido, República Checa, Suecia.
** Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.

Desde el año 2004, en términos absolutos se presenta una tendencia

positiva en el comportamiento de las entradas de IED a México, lo anterior implica

que la entrada en vigor del TLCAN ayudó a apuntalar el crecimiento de la IED en

México.

87
Una de la razones que pueden explicar el comportamiento de la IED en

México de 1986 a 1987 obedece a la aplicación de un programa de conversión de

deuda, y de 1986 a 1990 un cuarto de la IED recibida es atribuible a dicho

programa (Agosin et Al., 1996:20), asimismo el repunte de la IED de 1994, se

podría explicar por las perspectivas de las EMs respecto a la entrada en vigor del

TLCAN.

Aunado a lo anterior el comportamiento de las salidas de IED ha sido similar

al observado de los flujos de entrada, empero en menores proporciones,

manteniéndose le economía mexicana como captadora neta de ahorro49.

Fuente: Elaboración propia con datos de la UNCTAD50.

49
Con base a la teoría de la senda del desarrollo de la inversión directa en el exterior, se infiere
que actualmente México se encuentra en la segunda etapa.
50
Durante el periodo de referencia no es adecuada la comparación directa de los datos debido a
cambio estructural en 1993; parte del incremento de la atracción y salida de IED de 1994 podría
ser explicado por el cambio metodológico de las estadísticas.

88
En lo que concierne a la inversión extranjera de cartera, como queda de

manifiesto en la gráfica 3.3, esta ha sido mayor a la IED durante el periodo 1990-

1993, y en el año 1996, no obstante que los montos de este tipo de inversión son

sustanciales respecto de la inversión extranjera directa, no son una fuente de

financiamiento para la creación de empresas debido a su alta volatilidad.

Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI

En contraste con el comportamiento de la IED durante el periodo de análisis

propuesto, el desempeño de las nuevas inversiones de empresas con

participación extranjera y la reinversión de beneficios generados por la IED,

presenta tendencia negativa. Estas tendencias exponen que paulatinamente las

empresas de participación IED están optando, por un lado, invertir en otras

89
naciones ya sea en el mercado real o en el financiero; y por otro, no han venido

ampliando en la misma medida sus activos, o formando nuevos de tipo

complementario.

Fuente: Elaboración propia con datos de BANXICO

Por otra parte, la IED recibida del principal socio comercial de México,

Estados Unidos de Norte América, en valores absolutos se ha venido

incrementando durante el periodo comprendido en los años 1985-2007, y en

términos porcentuales ha decrecido marginalmente desde el año 2002, en lo que

respecta a Canadá, el otro signatario del TLCAN, su aportación a la inversión

extranjera directa total hacia México ha sido relativamente baja y sólo en 1994

alcanzó la cifra récord de 7.0 por ciento, en 1996 de 6.9 por ciento y 1999 de 5.0

por ciento.

90
El comportamiento de la inversión extranjera directa proveniente de los

países de España y Holanda ha presentado gran dinamismo positivo en el periodo

enmarcado en los años 1994-2007, y representan individualmente un porcentaje

mayor de cantidad de inversión al observado por el de Reino Unido que era el

segundo principal inversor externo en la economía mexicana durante el periodo

1985-1993.

Fuente: Elaboración propia con datos de la Secretaría de Economía

91
2.1. Regionalización de la inversión extranjera directa por Entidad

Federativa, y su localización sectorial

En lo perteneciente a la localización regional de IED, ésta se caracteriza por

su alto grado de concentración en el Distrito Federal, como queda de manifiesto

en la gráfica 3.6. La explicación de esta conducta escapa a los alcances de la

presente investigación; no obstante se infiere que las variables del análisis

tradicional como es el PIB y los costos laborales no son las principales variables

explicativas de la capacidad de absorción de las Entidades Federativas y por

ende, la distribución espacial de la IED en México; a título de ejemplo, el Estado

de México aporta una mayor proporción de PIB a la economía nacional, en

comparación con Nuevo León, y capta menor cantidad de IED; por otro lado

Jalisco genera mayor PIB que Tamaulipas, Chihuahua, Baja california, Querétaro,

Sonora, Colima y Coahuila; y recibe menor cantidad de IED; para este caso

particular es probable que se deba en parte a la cercanía de esos estados, salvo

el caso de Querétaro, con el amplio mercado norteamericano.

Se intuye que las diferencias regionales de la productividad total de los

factores motiven la concentración de la inversión extranjera, en este sentido, la

calidad de la infraestructura, la calificación del trabajo y la inversión en I+D

podrían ser variables explicativas a considerar 51.

51
También se intuye que conforme a la teoría de la senda del desarrollo de la inversión directa en
el exterior, las Entidades Federativas mexicanas se encuentran tanto en la primera como en la
segunda etapa.

92
Gráfica 3.6 Distribución regional de la IED en México

Fuente: Elaboración propia con datos de la Secretaría de Economía

En adición a lo anterior, es menester señalar, que la concentración

económica es un elemento de atracción de IED, en concreto, aquella que se

relaciona con la estrategia de búsqueda de mercados. La IED que tiene como

propósito la búsqueda de eficiencia o de recursos estratégicos responde en menor

medida a la concentración económica para la toma de decisiones.

En términos parciales, la capacidad de atracción de IED que presentan las

Entidades Federativas mexicanas no guarda una relación estrecha directa con la

capacidad de generación de producto, tal como se puede percibir en las gráficas

3.7 y 3.8.

93
Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI

Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI

94
Por último, el comportamiento de la participación de la IED por sectores de

actividad económica, durante 1985-2007 ha sido irregular. Con la salvedad del

cambio estructural de los datos en 1994; en 2007, la mayor cantidad de IED tuvo

como destino el sector industrial, 17% menos que en 1985.

Gráfica 3.9 Distribución de la IED por sector, México

Fuente: Elaboración propia con datos de la Secretaría de Economía52

52
Para los años 1994 y 2007, el sector Extractivo contempla: minería y extracción; Industrial:
industria manufacturera y construcción; y Servicios: electricidad y agua, transporte y
telecomunicaciones, servicios financieros y servicios comunales.
95
Por otro lado el sector industrial ha perdido dinamismo durante el mismo

periodo de análisis, no obstante es el mayor generador de empleo en la economía

nacional.

Cabe destacar, que en la literatura especializada se contempla la difusión

de externalidades positivas, y los estudios empíricos generalmente se centran en

la actividad industrial y en menor medida en los servicios, siendo reducida la

cuantía de estudios del sector primario. Es sabido que el sector agrícola mexicano,

a pesar de que ha ido cambiando paulatinamente su estructura, es de tipo

minifundista, por lo que es baja la probabilidad de que se beneficie de derramas

de personal calificado, técnicas de gestión, nuevas tecnologías, entre otros

aspectos.

En contraste, para el sector industrial es más probable la apropiación de las

externalidades. Aitken, Hanson y Harrison (1997) sugirieron que la presencia de

inversionistas extranjeros estimula en mayor medida la capacidad exportadora de

las firmas locales que cualquier ventaja comparativa geográfica (Moran,

2005:305).

Por otra parte, los más grandes flujos de IED durante el final del periodo

1980-2000 llegaron a la industria automotriz mexicana, y en el año 2000 ésta

exportó vehículos y partes, cuya venta alcanzó los 7 billones de dólares, 354,000

dólares en salarios y soporte de 300 proveedores internos (Moran, 2005:297).

96
Estas discrepancias en el impacto de la IED en la productividad entre

sectores y empresas, se reflejan en las conclusiones de índole diversa a las que

arriban estudios de caso. Mientras que, a diferencia de los estudios empíricos que

buscan evidencia de los beneficios atribuidos a la IED; existen estudios robustos

que concluyen que la liberalización del mercado de capitales representa beneficios

a las economías domésticas, mientras que son débiles los hallazgos relativos al

incremento de la productividad por la presencia de EMs.

En parte, el funcionamiento de los spillovers en los incrementos de la

productividad presenta obstrucciones, por lo que su difusión no es automática y

puede ser inclusive restringida. Si la IED es recibida por un sector de enclave no

se generarían spillovers; similar situación para los spillovers horizontales si las

firmas extranjeras entran en la misma industria y toman parte del mercado de las

empresas locales e impiden la derrama tecnológica; para el caso de los spillovers

verticales, si la EM sólo concede contratos con la mejor o mejores empresas

locales tampoco se percibirá un incremento de la productividad.

De la misma forma, la especificación de distintas funciones de producción

empleadas para efectuar la comparación de estudios, la práctica de emplear

precios de venta intrafirma inferiores a los precios de mercado para reducir el pago

de las tributaciones arancelarias, entre otros elementos, dificultan la medición de

la productividad.

97
3. La Inversión extranjera directa y el crecimiento económico de

México

Existen tres argumentos de la sabiduría convencional acerca del impacto de la IED

en el desarrollo económico de las economías anfitrionas en desarrollo:

El entusiasmo del Consenso de Washington, reiterado por los inversores

multinacionales y los grupos de negocios que afirman que la IED es

inequívocamente “buena” para el desarrollo.

La segunda fuente es el escepticismo académico que sostiene que no

existe ninguna relación significativa entre los flujos financieros en forma de IED y

el desarrollo económico. (Un dólar de IED no vale más ni menos que un dólar de

cualquier otro tipo de inversión53).

Por último, en años recientes el dirigismo resucitado por algunos dirigentes

de países en desarrollo que propugna que los objetivos de desarrollo de las

economías anfitrionas en desarrollo solo pueden ser alcanzados imponiendo

requisitos de funcionamiento a los inversores multinacionales. (Graham, et Al.,

2005:2).

La diferencia de estos enfoques presenta un trilema para la elaboración de

la política económica a seguir respecto de la IED, por lo que resulta indispensable

contar con los elementos necesarios antes de adoptar algún tipo de medida.

53
Dani Rodrik, (Graham, et Al, 2005:2)

98
Existen diversas vías a través las cuales se conjetura que las EMs afectan

el proceso de crecimiento de las economías receptoras, por lo que se considera

que la IED es una fuente adicional de crecimiento económico, por mencionar

algunas contempladas por la UNCTAD:

Cuadro 3.2 Empresas multinacionales y el


proceso de crecimiento en las economías
receptoras
Formación de capital

Inversión Mejoras de eficiencia

Incrementos en la productividad

Nuevos equipos
Tecnología
I+D

Expansión de las exportaciones


Comercio
Importaciones a menores costes

Efecto aprendizaje

Empleo
Recursos humanos
Cualificación

Formación

Mejora medidas anti polución

El entorno Acceso a tecnologías “limpias”

Vínculos con empresas locales

Fuente: Tomado de UNCTAD World Investment Report 1992

Transnational Corporations as Engines of Growth

99
Para el caso de la economía mexicana se observa que durante el horizonte

de tiempo objeto de estudio, no hay una clara relación en el comportamiento de la

generación de riqueza y la IED, inclusive con marcadas diferencias, en 1994 hubo

tasa de crecimiento del PIB de 4.46% y se incrementó sustancialmente la

captación de IED, 168.37%, quizá explicada por la entrada en vigor del TLCAN;

para el año 1995 descendió estrepitosamente el PIB y una disminución mucho

menor de la IED.

En el año 2001 el crecimiento del PIB fue prácticamente negativo, y la venta

de BANAMEX, en parte reflejaría la alta tasa de crecimiento de la IED (62.24%)

para el mismo año54.

Fuente: Elaboración propia con datos de BANXICO

54
“A veces los partidarios del NAFTA aducen que su verdadera contribución fue la apertura a las
inversiones, no al comercio. Pero sus críticos afirman que, si bien sus efectos en la inversión global
son inciertos, algunos aspectos de la inversión extranjera pueden haber contribuido al lento
crecimiento de México. Cuando los bancos internacionales se hicieron con todos los bancos
mexicanos menos uno –adquisiciones que el NAFTA alentó–, el flujo de créditos a la pequeña y
mediana empresa se redujo, y el crecimiento (las firmas exteriores vinculadas a las exportaciones
internacionales) disminuyó.” (Stiglitz, 2006: 375).

100
En lo relativo a la relación de causalidad de la IED y el PIB no se constata

gráficamente un impacto directo ni dirección de impacto para las dos variables, sin

embargo no significa que la IED no aporte al crecimiento económico, por lo que se

infiere que existen otras vías no directas o su impacto sea marginal.

Además, es necesario mencionar que la concentración económica

empleando como proxy el PIB, es una variable establecida como factor de

atracción de IED, lo que podría generar problemas de causalidad al relacionar de

manera directa estas dos variables

La proporción de la IED respecto del PIB, como se aprecia en la gráfica

3.11, ha marcado una tendencia positiva aunque mínima, lo cual conlleva a

relacionar, incrementos de la IED con la generación de crecimiento económico; es

notable que la proporción IED/FBK sigue una trayectoria con el mismo signo;

llegando a representar el 17.48 por ciento de la formación bruta de capital en el

año 2007.

No obstante, su alta aportación relativa parece que su proporción respecto

al stock de capital no es lo suficientemente grande para relacionarse de manera

directa con el comportamiento del PIB. Sin embargo, la contribución creciente de

este tipo de inversión en la formación bruta capital nacional evidencia per se los

efectos positivos en la generación de producto de la economía mexicana.

101
Fuente: Elaboración propia con datos de BANXICO

Las EMs dejaron la estrategia de emplear la IED para controlar los

mercados, para dar paso a la inversión orientada a la construcción de un conjunto

de relaciones entre las compañías generando redes globales (Castells, 2004:193).

En este sentido otra vía de los potenciales beneficios de la IED, es aquella

que la relaciona con su alta capacidad exportadora, ya que las EMs crean redes

globales de intercambio, a las que tendrían acceso las empresas locales.

Por un lado, la compra de bienes intermedios, bienes de capital y de

consumo intrafirma de las EMs aumentan las transacciones de comercio

internacional, al articular su cadena de producción en diferentes partes del mundo,

por otro lado, al utilizar proveedores locales, si éstos generan un excedente

respecto de la demanda de las EMs, les permiten venderlo a través de sus

canales de distribución.

102
La importancia relativa de la IED en las exportaciones no y en las

importaciones nacionales es notoria a partir de 1994, ejemplificando la aportación

al comercio de las EMs, esta capacidad exportadora incrementa la apertura

comercial motivando con ello un aumento en los beneficios potenciales del

comercio y por ende en el bienestar de la economía anfitriona.

Fuente: Elaboración propia con datos de BANXICO

Durante el período seleccionado para la revisión en curso, conforme a los

datos estadísticos obtenidos, se han presentado avances sustanciales en la

participación de las exportaciones de bienes de capital y de consumo,

principalmente en lo relativo a bienes de capital, de donde se observa que la

apertura comercial de la economía ha permitido que hacia estos sectores se estén

103
reasignado recursos que eran destinados a la producción de bienes intermedios

cuando la economía nacional se encontraba en un régimen de sustitución de

importaciones.

Sin embargo, a pesar de la pérdida participativa tomando como referente el

año 1985, las exportaciones mexicanas de bienes intermedios para el año 2007,

aún representan alrededor del 50% de las exportaciones totales no petroleras.

Cuadro 3.3 Exportaciones e Importaciones por tipo de bien


Exportaciones Importaciones
Año Capital Intermedios Consumo Capital Intermedios Consumo
1985 1.96% 89.90% 8.15% 21.78% 70.78% 7.44%
1986 3.71% 79.55% 16.73% 23.76% 69.43% 6.81%
1987 3.79% 78.48% 17.73% 19.77% 74.46% 5.77%
1988 4.72% 75.31% 19.97% 19.86% 70.66% 9.48%
1989 5.80% 75.67% 18.53% 18.75% 67.50% 13.75%
1990 5.24% 74.11% 20.65% 21.71% 61.98% 16.30%
1991 9.89% 65.51% 24.60% 17.19% 71.14% 11.68%
1992 12.42% 62.74% 24.84% 18.60% 68.94% 12.46%
1993 13.52% 59.02% 27.46% 16.76% 71.24% 12.00%
1994 14.56% 57.06% 28.38% 16.79% 71.22% 11.99%
1995 15.19% 55.62% 29.19% 12.00% 80.63% 7.36%
1996 17.08% 53.32% 29.60% 12.21% 80.35% 7.44%
1997 18.67% 51.53% 29.81% 13.73% 77.99% 8.28%
1998 21.00% 46.70% 32.29% 13.82% 77.32% 8.86%
1999 22.17% 46.80% 31.03% 14.46% 76.96% 8.58%
2000 22.06% 48.41% 29.53% 13.83% 76.60% 9.57%
2001 24.32% 46.37% 29.31% 13.36% 74.91% 11.73%
2002 26.81% 46.54% 26.65% 12.45% 75.00% 12.56%
2003 26.89% 49.35% 23.76% 11.85% 75.54% 12.61%
2004 25.04% 51.48% 23.47% 11.48% 75.61% 12.91%
2005 22.39% 53.93% 23.69% 11.82% 73.98% 14.21%
2006 21.25% 52.87% 25.87% 11.92% 73.67% 14.41%
2007 20.77% 52.29% 26.94% 11.92% 72.81% 15.27%
Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI

104
En lo referente a las importaciones, alrededor del 70 por ciento de éstas

corresponde a bienes intermedios, e independientemente del proceso de apertura

de la economía y los flujos de IED, a lo largo del periodo de referencia, su

comportamiento se ha mantenido sin cambios relevantes; por otra parte se

presenta una caída relevante de las importaciones de bienes de capital, liberando

recursos que han sido asignados hacia las importaciones de bienes de consumo,

como se puede constatar en el cuadro anterior.

En suma, del análisis gráfico de las macrovariables seleccionadas se

desprende que con el modelo de crecimiento hacia afuera la economía mexicana

se ha consolidado como una economía abierta, y a partir de formar parte del

TLCAN su nivel de globalización se ha dinamizado de manera acelerada, no

obstante el crecimiento económico ha sido mínimo, del tal forma que el TLCAN, en

específico Estados Unidos, ha marcado la diferencia de la restructuración de la

actividad económica del país. Y es posterior al año 1994 cuando las

exportaciones, las importaciones y principalmente la inversión extranjera directa se

han incrementado vertiginosamente.

La capacidad de atracción de IED de la economía mexicana evidencia

incrementos a partir del año 1994, y con base a las conclusiones que se

desprenden de la literatura revisada en el presente documento, se propone

explicarla mediante la siguiente asociación.

En aras de identificar las principales variables explicativas de la capacidad

de absorción de IED de la economía mexicana; se propone que la IED “previa”

105
muestra capacidad explicativa de la atracción de flujos financieros en forma de

IED, debido a que se requiere de un cierto stock de inversión extranjera directa

que permita la atracción de más inversiones, ya sea para ampliar proyectos

anteriores financiados por IED, o financiar nuevos proyectos complementarios.

Otro elemento a considerar tiene que ver con la estabilidad del tipo de

cambio, ya que genera condiciones indispensables para la toma de decisiones de

los inversores, a título de ejemplo, la aparición de volatilidad dificulta la evaluación

de los proyectos, ya que su apreciación o depreciación distorsiona los precios de

los factores, otra variable propuesta es el nivel salarial.

Finalmente, se propone como principal elemento explicativo la productividad


55
total de los factores , ya que representa la tecnología y la eficiencia de la

economía doméstica en la creación de riqueza.

Como ejercicio ejemplificativo de las relaciones establecidas se efectuó una

regresión utilizando el método de mínimos cuadrados ordinarios con datos

trimestrales tomados de BANXICO e INEGI, del producto interno bruto, de la

formación bruta de capital, de la población económicamente activa, de los salarios

reales56, del tipo de cambio y de la inversión extranjera directa.

De donde se desprende que, con una bondad de ajuste de .949148 y una

Durbin-Watson de 2.025072, la productividad total de los factores, el nivel salarial,

55
Para medir la productividad total de los factores se utilizó la ecuación:
, no obstante con la metodología y los datos empleados se encontraron
rendimientos decrecientes.
56
Como aproximación del nivel salarial, se tomaron los salarios mínimos reales y se supuso pleno
empleo, en concreto cero desempleo o totalidad de la PEA.

106
el tipo de cambio y la inversión extranjera directa previa son los principales

determinantes de atracción de IED de la economía mexicana. Es de resaltar que

se esperaba que la productividad total de los factores tuviera un poder explicativo

de mayor peso respecto la capacidad de atracción de IED, sin embargo se

evidenció que el peso relativo del nivel salarial resultó más elevado de lo

esperado.

Dependent Variable: LIED

Method: Least Squares

Date: 01/03/10 Time: 10:18

Sample (adjusted): 1985Q2 2007Q4

Included observations: 91 after adjustments

Variable Coefficient Std. Error t-Statistic Prob.

C -15.88246 6.561417 -2.420583 0.0176

LWR 0.521660 0.232668 2.242080 0.0275

LTC 0.768916 0.254528 3.020951 0.0033

LPTF 2.004322 0.732685 2.735587 0.0076

LIED(-1) 0.283197 0.100370 2.821540 0.0059

R-squared 0.949148 Mean dependent var 9.186864

Adjusted R-squared 0.946783 S.D. dependent var 1.851528

S.E. of regression 0.427127 Akaike info criterion 1.189909

Sum squared resid 15.68965 Schwarz criterion 1.327868

Log likelihood -49.14085 F-statistic 401.2934

Durbin-Watson stat 2.025072 Prob(F-statistic) 0.000000

107
Estimation Command:

=====================

LS LIED C LWR LTC LPTF LIED(-1)

Estimation Equation:

=====================

LIED = C(1) + C(2)*LWR + C(3)*LTC + C(4)*LPTF + C(5)*LIED(-1)

Substituted Coefficients:

=====================

LIED = -15.88245596 + 0.5216604542*LWR + 0.7689163603*LTC + 2.004322471*LPTF +

0.2831973037*LIED(-1)

Dadas las variables explicativas seleccionadas se evidenció que conforme a

lo establecido a nivel teórico, el tipo de cambio impacta de manera positiva en la

atracción de IED a México, e incluso su peso relativo para explicar la atracción de

IED supera a la variable de los salarios. Lo anterior muestra que un tipo de cambio

estable es un elemento importante para la toma de decisiones en materia de

inversión de las EMs y se contradicen algunas posturas que sustentan que la

apreciación del peso mexicano de los últimos años previo al año 2009 ha

desincentivado la atracción de IED.

Es de resaltar que la apreciación del peso mexicano efectivamente podría

encarecer los precios de los factores de la producción, no obstante ésta debería

ser mayor a la observada en México.

108
Por otra parte, el nivel salarial real presenta un nivel explicativo reducido, por

lo que el planteamiento de que la economía mexicana es un destino atractivo para

la IED debido a que el precio del factor trabajo es relativamente bajo en

comparación con otras economías, no es adecuado; y si puede inferir que sólo la

menor proporción de IED que arriba a la economía mexicana, fue motivada por el

precio del factor trabajo.

Finalmente, la productividad total de los factores es la principal variable que

explica la capacidad de atracción de IED de la economía mexicana, de donde se

desprende que gran proporción de IED que capta México es aquella destinada a la

búsqueda de eficiencia, por lo que los incrementos en el nivel de infraestructura, la

educación y la inversión en I+D, son relevantes para dinamizar la capacidad de

atracción de ahorro externo.

En otro orden de ideas, en lo respectivo a la relación de la IED y el

crecimiento económico, con base a la teoría revisada, se propone relacionarlos a

través de los incrementos de la productividad derivados de las externalidades de

las EMs, por lo tanto una variable explicativa a considerar es los montos de IED

como proxy de la derrama tecnológica de las EMs, y por otro lado la productividad

del trabajo57.

57
Se hace la misma previsión del pie de página 56 para medir el trabajo; por otra parte, para
especificar la productividad del trabajo se usó la siguiente expresión:

109
Como ejercicio ejemplificativo de las relaciones establecidas se efectuó una

regresión de mínimos cuadrados ordinarios con datos trimestrales tomados de

BANXICO e INEGI, de la inversión extranjera directa, del producto interno bruto,

de la población económicamente activa y del nivel salarial real.

Los resultados obtenidos de la regresión efectuada, muestran que la

inversión extranjera directa impacta positivamente en el crecimiento de la

productividad del trabajo, con una bondad de ajuste de 0.227371 y una Durbin-

Watson 1.899201.

Como es de notar a la IED se le aplicaron 4 rezagos, suponiendo que la

derrama tecnológica, o presencia de spillovers, requiere de un lapso de tiempo

para materializarse, por otro lado, la explicación de la variable dependiente es

pequeña, lo anterior obedece a que los incrementos de la productividad no sólo

dependen de la variable IED, sino de otros factores propios de la economía

nacional.

Como se aprecia los incrementos de la productividad del trabajo propiciados

por la IED han sido mínimos, sin embargo no es posible, con la evidencia parcial

obtenida, atribuir a los flujos de IED el bajo nivel de productividad del trabajo de la

economía nacional.

Cabe la posibilidad de que los incrementos de la productividad del trabajo

relacionados con los flujos de inversión extranjera directa, en el ámbito

macroeconómico no sean elevados entre otras cosas, debido a la política de

rentas establecida en el país.

110
En el afán de reducir la inflación, y en la confusión, por expresarlo de una

forma, de concebir a la reducción de la inflación como un fin y no como un medio

las autoridades económicas han intervenido en la fijación del precio del factor

trabajo, lo que ha originado que el salario real prácticamente no haya aumentado,

generando así incentivos inadecuados para incrementar la productividad, haciendo

menos atractivo al país como economía anfitriona de IED.

Dependent Variable: CLPL

Method: Least Squares

Date: 01/03/10 Time: 16:17

Sample (adjusted): 1986Q1 2007Q4

Included observations: 88 after adjustments

Variable Coefficient Std. Error t-Statistic Prob.

C -0.038809 0.006691 -5.800380 0.0000

LIED(-4) 0.003643 0.000724 5.030739 0.0000

R-squared 0.227371 Mean dependent var -0.005851

Adjusted R-squared 0.218387 S.D. dependent var 0.014422

S.E. of regression 0.012751 Akaike info criterion -5.864014

Sum squared resid 0.013982 Schwarz criterion -5.807711

Log likelihood 260.0166 F-statistic 25.30834

Durbin-Watson stat 1.899201 Prob(F-statistic) 0.000003

111
Estimation Command:

=====================

LS CLPL C LIED(-4)

Estimation Equation:

=====================

CLPL = C(1) + C(2)*LIED(-4)

Substituted Coefficients:

=====================

CLPL = -0.03880869224 + 0.003643130118*LIED(-4)

Sin demérito de los hallazgos empíricos de diversos estudios analizados,

mismos que para buscar evidencia emplearon modelos econométricos, y en

función de las discrepancias de las conclusiones a las que arribaron, resta

comentar que dichos resultados, así como los que se han expuesto mediante la

realización de la presente investigación, son de difícil comparación con casos

similares, lo anterior entre otras cosas, por los datos empleados, la metodología

utilizada y las variables propuestas.

Resta precisar, que el uso del enfoque macro o microeconómico como guía

para la elaboración de diversas investigaciones, representa también un elemento a

considerar para la comparación de resultados de investigación.

112
CAPÍTULO IV

LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y LA

POLÍTICA ECONÓMICA EN MÉXICO

1. Antecedentes

México se insertó en la globalización 58 actual, en el marco de las

recomendaciones de política económica contenidas en el Consenso de

Washington, que aboga por una reducción y mínima intervención del Estado en la

economía.

Esta mayor integración de los mercados ha generado una reestructuración

industrial, misma que está caracterizada por el incremento en la especialización,

estrategias intensivas de subcontratación, competencia frontal, cambios rápidos

en las tecnologías, incremento en los costos de la I+D, entre otros; dando como

resultado que las grandes empresas transnacionales, algunas en mercados

oligopólicos, sean los agentes económicos principales, deslocalizando sus

actividades de producción, distribución y financieras en diferentes partes del

mundo, aumentado así la competencia global.

58
La globalización hay quien la considera como un fenómeno posterior a la segunda guerra
mundial, o un proceso desencadenado tras el fin de la guerra fría; por el otro, hay quienes
sostienen que es un proceso histórico que ha acompañado siempre a la humanidad (Robertson,
2005:17-18).

113
El aumento de la competencia a escala global de muchas manufacturas y

de diversos sectores de servicios han sido los factores de mayor impacto en la

reestructuración industrial. Las fusiones y alianzas estratégicas han aumentado la

apertura de los mercados y han reunido recursos para enfrentar a los diversos

competidores (Kentaro, 2002:6).

La globalización actual y la apertura comercial de las economías han

generado gigantescos espacios de mercado y guerras de precios que impiden que

una sola empresa pueda competir en todos los lados del globo, con base en las

estrategias tradicionales de competencia donde todo se hacía con recursos

propios, dando lugar a las asociaciones y las fusiones como parte de estrategias

corporativas, que van desde las alianzas estratégicas hasta las joint ventures.

Asimismo, las multinacionales en diversas manufacturas como la electrónica, los

automóviles, entre otros, están desplazando a los proveedores nacionales y

creando redes de abastecimiento global (Kentaro, 2002:6).

El proceso de globalización ha traído aparejado un aumento de

interdependencia económica internacional lo que pone de manifiesto un desafío a

las políticas nacionales, afectando su diseño, eficacia, objetivos e instrumentos, y

mecanismos de transmisión; en este tenor las políticas nacionales requieren de

coordinación con los países con los que se tenga mayor dependencia.

En este escenario global resulta claro que la actividad económica mexicana

no podía continuar operando bajo un régimen de sustitución de importaciones o

industrialización dirigida por el Estado, y que se requería un viraje en la política

114
comercial que construyera las bases para la incursión de la economía mexicana

en la globalización actual; dejando a las autoridades económicas nacionales la

opción de hacer la política económica, bajo la óptica de que el libre funcionamiento

del mercado per se hace el mejor uso y asignación de recursos, o suponiendo que

se requieren políticas de acompañamiento. Sin embargo todo apunta a que la

apertura comercial de la economía mexicana no fue suficiente, no es una

condición sine qua non para el crecimiento económico; sin embargo dicha

apertura, por las directrices de puertas abiertas conforme la diseñaron los

hacedores de política, sí ha expuesto en mayor medida la economía nacional a los

choques externos 59.

Está claro que el libre comercio genera beneficios potenciales, pero

también está claro que el comercio internacional siempre ha sido regulado en

mayor o en menor medida en distintos momentos del tiempo y espacio; la postura

mercantilista respecto al comercio internacional, prácticamente aniquilada de la

mano de David Hume y Adam Smith, está vigente en lo que toca a la inversión

extranjera directa, principalmente en la creencia de que es un juego de suma cero,

razón por la cual hay que competir por ese recurso mediante el empleo de

incentivos fiscales, entre otras políticas.

Los promotores de la liberalización total de la IED, generalmente nativos de

países desarrollados, promulgan que cualquier tipo de regulación a la IED

59
La adhesión de México a la OMC pudo haber traído mayores consecuencias que la adhesión al
TLCAN porque limita la acción del gobierno, en crisis anteriores el Gobierno impuso numerosas
restricciones cuantitativas al comercio, no obstante los críticos aluden que tuvo efectos adversos
duraderos (Stiglitz, 2006:375).
115
desincentiva dichos flujos, sin embargo, cuando sus países fueron receptores

netos de IED sus políticas imponían regulaciones estrictas.

A título de ejemplo, Estados Unidos y Finlandia, restringían la entrada de IE

regulando las formas del control administrativo de la empresa, cuando menos en

algunos sectores clave, se exigía que todos los miembros de la mesa directiva

fuesen ciudadanos nacionales, y los accionistas extranjeros no tenían derecho a

voto (Chang, 2003:32).

1.1. Elementos de política económica de la inversión extranjera

directa

En términos generales las políticas de la IED se relacionan con el nivel

macro y microeconómico y se emplea tanto la política fiscal como la monetaria.

Cuadro 4.1 Comparación del acercamiento cuantitativo y


cualitativo de la política IED
Acercamiento cuantitativo Acercamiento cualitativo

Fuente de ventaja La ventaja comparativa se deriva de La ventaja comparativa se deriva


comparativa de la la dotación de factores, costos de de los activos creados, entradas
economía entrada en las actividades de en actividades basadas en el
anfitriona producción. CA = f (K, L, NR), conocimiento CA = f
donde (HK, KN, IF), donde
CA – ventaja comparativa K – HK – capital humano, KN –
capital, L – Trabajo, NR – recursos conocimiento, IF – infraestructura
naturales

116
Enfoque de la Cantidad de entradas de IED Los tipos específicos de
promoción de IED proyectos IED (los sectores
específicos y las funciones de
negocio específicas)

Principales Liberación del marco regulador y Enfocándose (tamaño,


técnicas de política adopción de un acercamiento de inversionista, funciones de
IED puertas abiertas negocio, sector)

Traslape con otras Política industrial La Política de la innovación como


áreas de política IED como fuente de capital para el área de política amplia (las
desarrollo industrial empresas IED como agentes en
el sistema nacional de la
innovación; IED relacionada con
I+D como una fuente de
innovación en la economía del
anfitriona)

Responsable de la Ministro de economía como kiosco La agencia de promoción de


política IED y su de información inversión como jugador activo,
principal función negociador entre un gobierno y
una EM

Indicadores de Flujos de IED como porcentaje de la -Flujos de IED en I+D como


efectividad de formación bruta de capital porcentaje de la inversión
política nacional en I+D

-IED como porcentaje del producto -Número de filiales I+D


interno bruto establecidas en la economía
anfitriona

-Empleo y filiales extranjeras -Número de investigadores


empleados

-Exportaciones generadas por filiales -Número de patentes usadas por


extranjeras las empresas IED

-Valor agregado de las empresas


IED

Fuente: Adaptado de Costa y Filippov

117
El acercamiento cuantitativo tiene que ver con atraer altos volúmenes de

IED y se relaciona con la expansión de las empresas IED; el otro enfoque,

cualitativo, pertenece a la selección de diversos tipos de IED “especial” que dé

soporte a filiales IED mediante una relación de complementariedad y la promoción

de la innovación de las filiales IED.

2. La inversión extranjera directa en el marco del Plan Nacional de

Desarrollo

Las directrices en materia de política de la inversión extranjera en México, se

encuentran, en forma amplia, en el plan nacional de desarrollo (PND), por lo tanto

el marco para formular la política IED está relacionado con las condiciones

económicas, políticas y sociales imperantes en el momento en el que toma lugar

su elaboración; asimismo, no es baladí suponer que la formación y la ideología de

los representantes del gobierno en turno, impacta también en su contenido y

forma.

Huelga decir que, durante el periodo de sustitución de importaciones la

política IED en México estaba alineada a una elevada carga restrictiva con más

sustento ideológico que económico, que buscaba evitar a toda costa la

“extranjerización” del país.

118
En el PND de 1983-1988 existen elementos proteccionistas, a pesar de que

a mediados de esa década se inicia una profunda transformación de la economía

nacional, y en parte debido que el parte aguas para el viraje de la política

económica nacional fue con la crisis de 1985, la explicación radica en que dicho

plan se publicó antes de la crisis.

En este PND60 se consideró que la inversión extranjera como fuente de

financiamiento no ofreció resultados significativos porque fue en gran medida

contrarrestada por las salidas de fondos bajo la forma de remisión de beneficios y

pago de servicios.

Se sostenía que no obstante la existencia de una ley adecuada sobre la

inversión extranjera directa, no se había seguido siempre una política sistemática

en la materia que aprovechara definitivamente su contribución al desarrollo del

país. En la práctica, se sostenía, que las transnacionales con frecuencia se habían

beneficiado en sus países de origen y generaban ganancias excesivas a expensas

de los consumidores nacionales, tampoco se había podido inducir efectivamente a

este tipo de inversión a promover el desarrollo tecnológico nacional, a sustituir

importaciones eficientemente o a generar exportaciones con un saldo neto positivo

de divisas.

Inclusive, se aseveró que el proceso de mexicanización de las empresas

con participación extranjera resultó, en muchos casos, ilusorio y tuvo efectos

60
En esta sección se sigue el Decreto por el que se aprueba el Plan Nacional de Desarrollo
publicado en el DOF el día 31 de mayo de 1983
119
indeseables sobre la concentración industrial, la política de precios y sobre los

recursos disponibles para la inversión.

También se aseveraba que esas deficiencias fueron resultado de una

instrumentación demasiado casuística de la política de inversión extranjera, que se

limitó a establecer su magnitud sin lograr inducir una orientación favorable. Con

frecuencia, se redujo a una simple revisión de propuestas de inversión,

establecidas conforme a la estrategia internacional de producción o de

comercialización de empresas extranjeras, que no se adecuaron a prioridades

nacionales, sectoriales o regionales, reduciéndose el margen de negociación en la

imposición de requerimientos de integración local o de cuotas de exportación.

Por lo tanto, se proponía para resolver estos problemas, elevar al máximo la

contribución neta de los recursos tecnológicos, administrativos y financieros del

exterior a la expansión, diversificación y modernización de la planta productiva

nacional, orientando la inversión extranjera directa de acuerdo con las prioridades

de la estrategia de desarrollo.

En el proceso de expansión, diversificación y modernización de la planta

productiva nacional, se recomendaba utilizar de manera complementaria recursos

del exterior, tecnológicos, administrativos y financieros.

Y se orientarán de acuerdo con las prioridades de la estrategia de

desarrollo para maximizar su aportación, a conveniencia, estos recursos externos

se obtendrían en forma separada, mediante esquemas de cooperación

económica, organismos multilaterales de desarrollo o el acceso a los mercados

120
internacionales de capital, en particular se reorientarían las relaciones financieras

con el exterior y cuando hubiese sido más benéfico obtener estos recursos en

forma conjunta, se utilizaría la inversión extranjera directa.

Se consideraba la inversión extranjera como complemento de la inversión

nacional, no sólo desde un punto de vista cuantitativo, sino en el marco mismo de

la programación de mediano plazo. Manteniendo los principios básicos

inalterables, la política dejaría de ser meramente defensiva y se volvería activa y

sistemática, promoviendo la generación de alternativas de inversión extranjera,

según las exigencias que se hubiesen derivado de las prioridades del desarrollo

nacional. Para ello, se establecieron los siguientes criterios:

1. Continuar manteniendo el marco legal de operación para la inversión

extranjera directa que asegure su concurrencia complementaria y una contribución

neta positiva a los objetivos nacionales de desarrollo, como consecuencia de la

definición clara de las prioridades industriales en el marco de los programas de

mediano plazo correspondientes; se abogó, en particular, la sustitución eficiente

de importaciones en ramas seleccionadas, la generación de un presupuesto de

divisas equilibrado o, incluso, superavitario, la producción de bienes y servicios a

escalas internacionalmente competitivas y la cabal transmisión de tecnologías

modernas y habilidades administrativas;

2. Promover, mediante acuerdos globales de cooperación a mediano plazo

con los países considerados como prioritarios por la política económica


121
internacional de México, una definición bilateral de alternativas de coinversión que

optimizaran las aportaciones en términos de tecnologías, de recursos financieros y

de apertura comercial, de acuerdo con los objetivos de reorientación interna y

externa del aparato productivo; la programación conjunta de estos proyectos

desde su concepción hasta su instrumentación respetará los procedimientos

normales de licitación de contratos;

3. Promover una descentralización de las decisiones de autorización de

inversión extranjera, según el tamaño de la operación y el capital social de las

empresas involucradas, para agilizar los trámites correspondientes; la Comisión de

Inversiones Extranjeras resolvería las solicitudes que les sean presentadas en

forma ágil y eficiente, de acuerdo con el marco que le fija la Ley.

4. Proporcionar un tratamiento más flexible a empresas extranjeras

medianas y pequeñas, cuyas inversiones y transferencias de tecnología acarrean

menores riegos de dependencia y pueden ser valiosas en los sectores

agropecuarios y en ciertas ramas de bienes de consumo y de capital.

5. Mantener la política de no autorizar inversiones extranjeras en empresas

mexicanas ya establecidas, salvo en casos excepcionales que correspondan a

una contribución significativa en materia tecnológica, de balanza comercial o de

fortalecimiento de la integración interna a través de procesos de subcontratación;

6. Vigilar la efectividad de las operaciones de mexicanización; utilizar

racional y selectivamente en aquellos casos que ofrezcan elementos suficientes

para estimar que la parte mexicana va a ejercer un control real sobre las

122
decisiones de la empresa mexicanizada y que no ocurrieran efectos indeseables,

en particular sobre las políticas de compra, los precios de transferencia y las

decisiones tecnológicas.

En suma se pensaba que los principales obstáculos para generar el

desbordamiento tecnológico de la IED se debía a que la producción industrial

estaba en un marco de dependencia del exterior y de escasa competencia

nacional e internacional; lo que limitaba el desarrollo de una tecnología nacional,

en particular al no haberse avanzado suficientemente en el proceso de sustitución

de importaciones de bienes de capital. Adicionalmente, la inversión extranjera

había implantado con frecuencia tecnologías poco apropiadas para una mejor

utilización de los recursos del país.

Otro elemento que se argüía era el concerniente a la falta de una clara

concertación de esfuerzos entre los diversos agentes económicos, que no permitió

la articulación de las cadenas productivas.

Asimismo, se ostentó que la demanda del sector público no fue

suficientemente canalizada hacia los proveedores nacionales; la inversión

extranjera no se articuló suficientemente a la base productiva nacional; el mismo

sector empresarial nacional no había logrado consolidar una capacidad de

organización tal que le permitiera aprovechar economías de escala y participar con

mayor eficiencia y liderazgo en el mercado nacional e internacional.

Como se desprende de lo anterior, en ese momento no era alternativa una

política de puertas abiertas, por el contrario se trataba de dar un mayor peso


123
relativo a la política económica de mayor nivel de actuación, es decir, de rescatar

líneas de acción congruentes con la historia del capitalismo.

Los mercados no se auto regulan, el papel del Estado es esencial, era

adecuada la propuesta de evitar en la medida de lo posible el efecto expulsión y

promover la atracción de IED de “calidad” principalmente vertical, además de

buscar el encadenamiento de la planta productiva nacional mediante la derrama

tecnológica, evitando en lo posible los monopolios y los oligopolios.

Sin embargo, como la propia historia del capitalismo lo narra, el crecimiento

económico no surge por decreto, y no se prestó la suficiente atención en generar

un mercado interno competitivo; aunado a un ambiente de negocios apropiado y

las instituciones existentes.

2.1. La política de inversión extranjera directa en términos del

Plan Nacional de Desarrollo en la época de apertura

El PND 1989-9461 se formuló en el tiempo en que se había cambiado de

estrategia de crecimiento, dándole un enfoque en el que el libre mercado

solucionaría los problemas económicos endémicos observados antaño.

61
En esta sección se sigue el Decreto por el que se aprueba el Plan Nacional de Desarrollo 1989-
1994 publicado en el DOF el día 31 de mayo de 1989.

124
El cambio radical en la política se refleja en el siguiente comentario

formulado en dicho plan:

“Al mismo tiempo, hemos llevado adelante una cuidadosa apertura de

nuestra economía a la competencia comercial, a la eficiencia de sus empresas, a

la lucha por los mercados exteriores. Una economía cerrada, protegida e

ineficiente es incapaz de satisfacer las necesidades de la población; además,

nutre desigualdades y subsidia ganancias indebidas en demérito del interés

general. Por ello, hemos puesto en marcha un extenso programa de

desregulación, la apertura a la inversión privada en obras de infraestructura, un

esfuerzo interno y externo para promover las exportaciones y un nuevo

reglamento para la inversión extranjera. Todo ello culminará en una nueva era

económica para beneficio de los mexicanos. Aprovecharemos las ventajas de la

interrelación económica sin cejar, en ningún momento, en la defensa de nuestra

soberanía”. (PND 1989-94)

Después de casi dos décadas de distancia en la que se elaboró este plan,

todo indica que quedó en buenas intenciones, y que la cuidadosa apertura de la

economía a la competencia internacional, a la eficiencia y a la lucha por los

mercados externos, sólo fue apertura.

Otro punto era renegociar la deuda externa y su servicio como parte

fundamental para reducir la transferencia neta de recursos al exterior, aunado a la

inversión extranjera directa como fuente de recursos para elevar la disponibilidad

de financiamiento de la inversión.

125
Además se hacía mención de un nuevo marco de reglamentación de la Ley

para Promover la Inversión Mexicana y Regular la Inversión Extranjera62, con el

que se trataba de fomentar la participación extranjera directa, buscando que se

acomodara a las estrategias prioritarias del sector, al mismo tiempo que estimulara

su presencia con esquemas normativos claros y simples, que precisaran las reglas

de la inversión.

Esto debido a que según los hacedores de política de ese entonces

esgrimían que la inversión extranjera directa, complementaria a la nacional, era

“benéfica” por cuatro razones principales: genera empleos, directos e indirectos,

permanentes y bien remunerados; provee al país recursos frescos para el sano

financiamiento de las empresas; aporta tecnologías modernas a la planta

industrial; y alienta el esfuerzo exportador del país.

Como aspecto de interés, se retoma la siguiente aseveración establecida en

este PND: “La condición general será que dicha inversión compita, en el mercado

nacional, con otros productores nacionales y extranjeros, sin recibir subsidios

explícitos o encubiertos.”

Finalmente, es de resaltar que con el propósito de fomentar la atracción de

IED se estableció que los reglamentos y procedimientos aplicables deberían

orientarse a:

62
Se refiere a la publicación del Reglamento de la Ley para Promover la Inversión Mexicana y
Regular la inversión Extranjera.

126
1. Hacer que los procedimientos de autorización de las nuevas inversiones

permitidas por la Ley sean automáticos, expeditos y transparentes;

2. Simplificar trámites, definir requisitos con precisión, y dar fluidez

institucional a los procedimientos;

3. Aprovechar al máximo la aportación tecnológica y el acceso a los

mercados de exportación de la inversión extranjera; y

4. Crear los mecanismos para que la nueva inversión extranjera no genere

presiones adicionales sobre los mercados financieros nacionales.

Como se deduce del contenido seleccionado del PND 1985-1994, la política

de la inversión extranjera se redujo a una estrategia pasiva de puertas abiertas, es

decir, basta con flexibilizar el marco legal de la IED para que ésta arribe a la

nación de manera creciente y acelerada, y por ende, se obtengan los beneficios

potenciales que se atribuyen a este tipo de recurso.

En lo referente al PND 1995-2000, éste se formula en un ambiente de crisis

económica originada en el mercado financiero cuyo detonante fue la deuda

externa de corto plazo, debido al manejo inadecuado del gobierno anterior que no

modificó el tipo de cambio -aunado al endeudamiento del sector privado-, a pesar

de que los datos estadísticos de la balanza de pagos mostraban que el peso

127
estaba sobrevalorado; y a pesar de las recomendaciones de diversos sectores de

opinión 63.

Dicha situación económica se refleja en el PND, haciendo referencia que en

la etapa actual de desarrollo, México requiere del uso complementario del ahorro

externo, el cual debe dirigirse a la inversión productiva más que a la obtención de

altos rendimientos de corto plazo, para evitar que el retiro repentino de los

capitales externos desestabilice el mercado financiero y el crecimiento económico

sostenido.

En otro orden de ideas, se destacaba que México tenía una rentabilidad

mayor del capital en comparación con los países desarrollados y por ello era

natural que el capital fluyera del resto del mundo hacia la economía nacional; y

que esa condición era congruente con la etapa de desarrollo en que se encontraba

México, por lo que, era probable que una vez superada la crisis de ese entonces,

se continuaría observando un saldo superavitario en la cuenta de capitales de la

balanza de pagos.

La contrapartida a este superávit, por definición, debe ser un déficit en la

cuenta corriente o un proceso de acumulación de reservas internacionales en el

Banco de México.

63
“No hay nada incorrecto en la estrategia básica del gobierno de abrir la economía. De hecho, a
largo plazo, esta estrategia es la única esperanza real de escapar a la pobreza. Pero hay un
problema que amenaza a corto o medio plazo: el peso está muy sobrevalorado, al menos que las
entradas de capital continúen al 6 por 100 del PIB por año… En otras palabras, espero, y daré la
bienvenida, a una devaluación mexicana como una parte de la maniobra final para completar su
reforma económica.” (Krugman, 1997:121). Conferencia presentada en la Ciudad de México en
marzo de 1993.

128
Para tal cometido, el incrementar el nivel de absorción de capital externo de

la economía nacional se proponía lo siguiente:

• Propiciar condiciones de estabilidad y certidumbre en la evolución económica y

financiera del país, mediante las políticas fiscal, monetaria, cambiaria y financiera.

• El tipo de cambio real sea estable, congruente con una expansión dinámica de

las exportaciones y un saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos

financiable en el corto plazo.

• Los rendimientos reales de la inversión en México sean estables y atractivos,

tanto para los inversionistas nacionales como para los del exterior.

• La inversión nacional reciba el mismo trato que la inversión extranjera para

evitar, por un lado, que la inversión externa reciba subsidios a costa de la

economía nacional 64 y, por el otro, que la inversión en México no sea atractiva

para los inversionistas extranjeros65.

• Los recursos del exterior se orienten sobre todo a la inversión productiva directa,

eliminando los obstáculos regulatorios que, sin justificación legal, existen todavía

para la participación foránea en la actividad productiva.

• Promover las condiciones que alienten plazos más largos de la captación

financiera, en especial la realizada a través de instrumentos emitidos por el

gobierno, para desestimular las fugas súbitas de capitales.

64
En contraste con la realidad, en este punto se abogaba por la no utilización de incentivos
fiscales, ni financieros para la atracción de IED.
65
Esta parte del argumento parece ambigua.
129
• Brindar seguridad jurídica y certidumbre a la inversión productiva directa,

nacional y extranjera.

• Se estimulará un mayor contacto con los centros de generación de tecnología en

el extranjero. Se hará promoviendo investigaciones conjuntas, intercambios de

investigadores, acceso a redes de información tecnológica, la inversión extranjera

directa, las alianzas estratégicas con empresas extranjeras de tecnología

avanzada y repatriando o al menos localizando a los investigadores en tecnología

mexicanos que viven en el extranjero.

Como se desprende de los lineamientos de política de inversión extranjera,

en comparación con el PND anterior, con algunos matices, nuevamente se

apuesta por estrategias de corte pasivo, encaminadas a lograr estabilidad

macroeconómica (control de precios para este caso) y flexibilizar el marco legal.

El PND 2001-2006, se presenta en un cambio ideológico de los administradores

del Estado, marcado por una postura fundamentalista del mercado, sí bien es

cierto que en los dos PND anteriores se visualizaban líneas acordes con el libre

mercado, en este PND es marcado el fundamentalismo del mercado.

Ejemplificando, se aludía que la inversión extranjera se había transformado

en uno de los factores más importantes para el desarrollo económico, sobre todo

por el hecho de que las empresas dejaron de ser nacionales en su

comportamiento económico, para convertirse en instituciones cada vez más

130
cercanas a la lógica internacional dado que la globalización marcaba las reglas y

los mercados eran los que decidían.

También aludían que la estabilidad económica mexicana seguía siendo

frágil. El modelo había llevado a la revaluación real del peso, a la contracción del

mercado interno por el lento crecimiento de los salarios reales66 y a la progresiva

distorsión de precios relativos entre bienes comerciables y no comerciables.

Luego entonces, recomendaron como fundamental que el marco jurídico

administrativo y reglamentario al que se enfrentan los exportadores mexicanos y

los inversionistas potenciales incluya consideraciones de “competitividad” con la

finalidad de promover el comercio exterior y la captación de la inversión extranjera.

“Por ello, el Ejecutivo Federal aplicará una estrategia integral para la promoción

del comercio exterior y la inversión que contemple la facilitación de los procesos y,

que al mismo tiempo, asegure el cumplimiento de la normatividad vigente.” (PND

2001-2006)

Tal estrategia integral para promover mayores flujos de inversión extranjera

directa, contemplaba involucrar a todas las dependencias de la Administración

Pública Federal, con el propósito de asegurar la difusión de oportunidades y la

creación de mecanismos apropiados de seguimiento. En aras de mantener a

México como destino atractivo para la inversión extranjera directa, se contempló

66
Desde ese entonces, los salarios mínimos prácticamente no ha presentado crecimiento real,
debido a que los administradores del Estado los han indexado a la inflación, argumentando que
incrementos superiores detonan la inflación, y que los salarios mínimos sólo sirven para la
aplicación de multas y seguimiento de las aplicaciones normativas.
131
como necesario establecer un marco jurídico que brindara mayor seguridad y

certidumbre a la inversión.

Así manifestado, ya no se definió política de inversión exterior, sólo seguir

flexibilizando el marco legal. Del PND 2007-20011, no hay gran cosa que referir

resta con comentar que los administradores del Estado únicamente vanagloriaron

los “logros” alcanzados en materia económica; esgrimiendo que la captación de

ahorro externo ya no es necesaria; y como supuesta prueba de ello es que el

ahorro interno se ha incrementado sustancialmente y ha sustituido al ahorro

externo en un contexto de niveles de riesgo país y tasas de interés domésticas y

externas ubicadas en mínimos históricos.

Asimismo, la inversión extranjera directa ha presentado niveles elevados,

un fenómeno de desendeudamiento neto con el exterior, y finalmente, el ahorro

financiero y el crédito al sector privado han mostrado una recuperación importante

en los últimos años.

Por lo tanto se limita a la recomendación de continuar con el proceso de

apertura comercial y atracción de inversión extranjera directa, aranceles más bajos

y concentrar todos los esfuerzos del Gobierno Federal en materia de promoción de

exportaciones así como de atracción de inversión extranjera directa con la

finalidad de hacer más eficientes las actividades en la materia.

132
3. Implicaciones de política: México

Determinar los efectos que tiene la IED en las economías receptoras reviste gran

importancia para la elaboración de la política económica, esto obedece a que con

base en las conclusiones de las diversas investigaciones se pueden diseñar

políticas que den un trato diferencial a la IED de la inversión nacional67.

La principal problemática radica en las diferencias de las conclusiones o

conclusiones mixtas a las que llegan los diversos estudios empíricos, encontrando

efectos positivos, negativos e incluso ambiguos de los beneficios que aporta la

IED a las economías anfitrionas.

Las contradicciones de los resultados de los estudios de caso tienen su

origen en que, en analogía con las teorías del crecimiento, no se ha logrado

explicar totalmente la productividad68, i.e. teóricamente se ha establecido la parte

de los incrementos en la productividad que se derivan de la tecnología en sentido

reducido, la aplicación de la ciencia, pero no de la eficiencia. Además, los métodos

de medición de los incrementos de la productividad relacionada con la IED

también han presentado problemas. Entre las principales dificultades para medir

tal productividad, se puede mencionar, que se parte del supuesto de que las EMs

poseen una mejor tecnología que las empresas domésticas de los países en

67
Los incentivos fiscales y financieros por naturaleza son discriminatorios, y distorsionan las
señales de mercado.
68
Los incrementos en productividad se explican por la tecnología (en sentido reducido, la
aplicación de la ciencia) y la eficiencia.
“el crecimiento de la productividad se debe principalmente a los cambios de la tecnología, pero en
cualquier periodo de tiempo la productividad puede experimentar cambios que tienen mucho más
que ver con la organización de la economía que con los cambios de la tecnología; en otras
palabras con los cambios que hemos llamado eficiencia” (Weil, 2006:251).
133
desarrollo, lo cual no siempre se puede cumplir; la baja calidad y disponibilidad de

los datos microeconómicos, la especificación de diversas funciones de producción,

entre otros, también complican el análisis69.

Existen razones contundentes para liberalizar el mercado de capitales, y

abundante evidencia de que la IED no genera spillovers positivos (Hanson,

2005:178).

Para el caso de la economía mexicana, en esta investigación en el capítulo

tercero se observó que los principales determinantes de la atracción de IED son la

productividad total de los factores, la IED previa, el tipo de cambio y los salarios 70.

Para el caso de la productividad total de los factores, que es la principal

variable explicativa de la atracción de IED de la economía mexicana, se destaca

que para generar incrementos de dicha productividad es condición necesaria

invertir en educación, infraestructura física así como en I+D, entre otros

elementos.

Otro punto a destacar, que se desprende de dicho análisis econométrico

tiene que ver con el nivel salarial, ya que se evidenció que a nivel agregado su

poder explicativo no es relevante, no obstante los salarios relativamente “bajos” en

general, están asociados a atracción de IED de “baja” calidad, lo que limita la

derrama tecnológica.

69
Las principales vías mediante las cuales la IED puede incrementar la productividad de las
empresas domésticas se relacionan con activos intangibles de la EMs, lo cual dificulta la medición
y la constatación de la existencia de spillovers.
70
No a manera general, a la hora de fijar los objetivos en materia de inversión, el nivel salarial es
decisivo, pero otros elementos, como los obstáculos comerciales, y la intuición, inmaterial y
subjetiva también son relevantes (Landes, 1998:434)

134
También se mostró que el impacto de la IED en la productividad del trabajo

es mínimo, por lo tanto la derrama tecnológica, a nivel agregado no ha sido

suficiente para que aunado a otros elementos se apuntale la productividad del

trabajo, o es posible la existencia de enclaves.

Lo anterior establece que no están justificadas plenamente las excepciones y

subvenciones fiscales e incentivos financieros para atraer IED a México; no es

congruente, o es paradójico que un país pobre destine recursos escasos internos

para atraer recursos externos; por otra parte, en el capítulo XI del TLCAN se

concedió trato igualitario a las inversiones de los países signatarios, por lo que

resulta legalmente improcedente diferenciar la inversión nacional de la externa

proveniente de Estados Unidos y Canadá.

Otra de las razones para no emplear incentivos fiscales y financieros, tiene

que ver con la dificultad de cuantificar adecuadamente las externalidades positivas

de las EMs, ya que la cuantía del valor de los incentivos fiscales no debe superar

el valor de las externalidades positivas de las EMs71, de lo contario sería un acto

no racional, asociado a la carga de las finanzas públicas; asimismo, si se tomase

la decisión de emplear incentivos financieros y fiscales para atraer IED se

presentaría otra problemática, la cual está relacionada con la elección de qué

proyectos o si todos los proyectos de inversión extranjera directa son susceptibles

de ser subvencionados.

71
“Otros investigadores ha descubierto el mismo fenómeno. Ari Kokko (1994) encontró que los
spillovers entre las empresas externas y las firmas locales mexicanas cambian en función de las
diferencias de productividad entre ellas, si las firmas locales tienen un nivel bajo de productividad,
hay poca evidencia de spillovers.” (Blomström et al. 2005:393).
135
Otro aspecto de fricción relacionado con el empleo de incentivos financieros

para atraer IED está vinculado con la distribución territorial de la IED en México;

como quedó establecido el Distrito Federal es el principal territorio político

mexicano receptor de IED, por lo que el empleo de recursos públicos para atraer

IED generaría debate en torno a qué entidad federativa se va a beneficiar; a título

de ejemplo, Estados como Oaxaca, Hidalgo y Chiapas que son los que menos IED

captan no se beneficiarían en gran medida por los recursos empleados para atraer

IED, y podría ser que dichos recursos si fuesen destinados a esos Estados para

financiar infraestructura, educación e I+D generasen más beneficios.

En lo relativo a las políticas que buscan alinear los intereses de las EMs con

los objetivos de desarrollo del país anfitrión, el éxito de China es ejemplo común

empleado por los promotores de este tipo de políticas. Se sostiene que las

políticas chinas favorables a la IED han jugado un papel importante en el

incremento de sus exportaciones, introduciendo tecnología de avanzada (Long,

2005:335). Sin embargo, este caso exitoso no es una regla general, la estructura

económica de China es muy diversa a la de los demás países en desarrollo y esas

políticas funcionaron en ese entorno, por lo que es poco probable que imitarlas

llevará a resultados parecidos.

En otras palabras, las políticas implementadas en China fueron adecuadas,

sin embargo, para una economía abierta y de mercado como la economía

mexicana es poco probable su aplicación.

136
En lo que respecta a la economía mexicana, la IED es parte importante de

la formación bruta de capital72, dado que la economía mexicana presenta una baja

capacidad de ahorro interno, la IED es una opción relevante para el financiamiento

de la producción nacional, por lo que generar políticas parecidas a las aplicadas

en China podría inhibir los flujos de capital en forma de IED a la economía

nacional, impidiendo que se alcance un nivel óptimo de inversión.

Por último, si se supone que la IED es igual a otros tipos de inversión física,

es recomendable que la elaboración de las políticas mexicanas se encamine a la

mejora de la infraestructura, la educación, la inversión en investigación y

desarrollo y a la mejora de las instituciones, con la salvedad que este tipo de

políticas es de mediano y largo plazo.

Este arquetipo de políticas dirigidas a mejorar la estructura económica del

país presenta la ventaja que benefician no sólo al inversionista extranjero o a la

inversión extranjera directa, sino también al inversionista nacional, es decir buscan

incrementar la productividad a través de la tecnología y de la eficiencia73.

En este sentido, los incrementos de IED per se no forman su máximo

potencial de externalidades positivas en el país anfitrión, es necesario el desarrollo

72
No es la ausencia del dinero lo que frena el desarrollo. La causa fundamental es la falta de
preparación de la sociedad, cultural y tecnológicamente; la carencia de conocimientos y de pericia,
i.e. la falta de habilidad para usar el dinero (Landes, 1998:252)
“Entre nosotros el desarrollo económico se relaciona ante todo con nuevas necesidades y
nuevos métodos; en cambio aquella época tenía posibilidades inagotables ante sí, sin necesidad
de buscar nuevas necesidades ni nuevas técnicas,” (Schumpeter, 1954: 190) Se refiere a los siglos
XVII y XVIII
73
“La prosperidad tiene lugar cuando todos los participantes en el juego del desarrollo tienen los
incentivos adecuados.” (Easterly, 2001:293).
137
de mercados competitivos, de bajas barreras al comercio y de regulaciones de

operación adecuadas.

El rol de Estado en las ventajas de localización tiene que ver con reformas

macro, micro e institucionales, para crear un entorno del país con bajas tasas de

inflación, tipos de cabio realistas, un marco legal de la IED eficiente, un sistema

regulatorio que proteja los derechos de propiedad y el control sobre éstos, reglas

encaminadas a evitar cárteles y proteger al consumidor, incrementar el dinamismo

de la demanda interna, y niveles bajos de corrupción.

Por lo antes expuesto y la historia de la evolución de la economía nacional,

no hay duda que ni el modelo de sustitución de importaciones, ni el de apertura

comercial per se generan desarrollo económico74; la principal problemática estriba

en que a pesar de más de dos décadas de apertura comercial, sin cumplir con las

expectativas de generación de riqueza, se siga considerando por parte del Estado

que solamente se requiere de mayor profundidad en la apertura comercial y una

actitud pasiva de la política económica.

Continuar con la liberalización del mercado financiero en general, y de la


75
IED en particular , no es la respuesta; es notable que la IED aporta a la

formación bruta de capital, y eso es un elemento positivo, también es un agente

74
“En 1700, la producción per cápita de México equivalía a unos 450 dólares estadounidenses de
1985; en las colonias que se convertirían en Estados Unidos, era un poco superior, de unos 490
dólares y en la floreciente colonia azucarera de Barbados, la cifra era considerablemente mayor:
736 dólares. Cien años después, México seguía con 450 dólares, y Estados Unidos se situaba en
807. En 1989, Estados Unidos le sacaba aun más ventaja; el PIB per cápita de México ascendía a
3.500 dólares, el de Barbados a 5.350 y el de Estados Unidos, a 18.300.” (Landes, 1998:272)
75
Schumpeter recalcaba el papel del empresario “El capital no es más que la palanca por medio de
la cual el empresario somete a su control los bienes concretos que necesita; nada más que un
medio de desviar los factores de producción hacia nuevas aplicaciones, o de dictar una dirección
nueva de la producción.” (Maddison, 1991:23).

138
potencial de transferencia tecnológica en sentido reducido76; por lo que resulta

pertinente el desarrollo de una política de inversión extranjera alineada a las

necesidades intrínsecas del país y al comportamiento del fenómeno en cuestión.

La estructura de una política tal, primeramente requiere considerar que no

es congruente dejar en manos del mercado el porvenir de los acontecimientos

económicos en su totalidad, en segunda instancia si se busca financiamiento

externo para la producción, no es plausible subvencionarlo dando un trato

diferencial a la IED de la inversión doméstica.

Otro punto de consideración, es que existen diversos tipos de IED, por lo

que es menester hacer una diferenciación de política según el caso77. Por ejemplo

es preferible la IED vertical a la horizontal, la primera genera incentivos para los

encadenamientos con las empresas domésticas, y la segunda busca obviar

barreras al comercio.

Asociado a lo anterior, representa mayores beneficios relativos la IED que

crea nuevos activos, en comparación con la destinada a las adquisiciones y a las

fusiones, en ciertos casos, relacionada con la creación de monopolios artificiales y

cárteles.

76
La mayor parte de las patentes se ostentan en países desarrollados, por lo cual la IED puede ser
un vehículo de transferencia; es más fácil copiar la tecnología que producirla.
“Pero después de inventados y bien entendidos, explicar por completo a un joven el modo
de aplicar los instrumentos y de construir las máquinas, sólo necesita unas pocas semanas de
enseñanza, y a caso bastaría pocos días para ello.” (Smith, 1776:120)
77
“Sin embargo el denominador común de todos, desde Adam Smith pasando por Max Weber,
hasta Alfred Chandler y Tomas Kuhn, con sus historias de las empresas y de la ciencia en la
actualidad, puede decirse que es la preocupación por las causas y las consecuencias de la
especialización, es decir la importancia de la fábrica de alfileres.” (Warsh, 2006:343).
139
En adición a lo anterior, se halla relevante regular la IED destinada a la

explotación y comercialización de recursos naturales no renovables; o aquella que

busca obviar las restricciones en materia ambiental de su país de origen,

posicionándose en países con reglas más laxas.

Finalmente, los resultados de tal política se han de cuantificar no en función

de la cantidad de IED captada, sino en función de su aportación a la generación

de riqueza, cuyo resultado tenga que ver con sus costos y sus beneficios.

140
CONCLUSIONES

Con base al análisis efectuado y a la revisión de los hechos de la economía

mexicana se encontraron las siguientes evidencias:

La comprensión del fenómeno IED ofrecida por las teorías de la inversión

extranjera directa es inconclusa. El sustento de diversas conclusiones, basadas en

estudios empíricos, se desprende generalmente de relaciones de variables

seleccionadas ad hoc.

Las teorías de la inversión extranjera directa no han aportado una

propuesta consensuada de compresión y de medición de incrementos de la

productividad en las empresas de la economía anfitriona, derivados de los

spillovers atribuidos a la IED, por lo tanto la comprobación de la existencia o

cuantía de la derrama tecnológica permanece parcial; por ende se supone que la

teoría microeconómica aún tiene mucho que aportar en este sentido y en lo que

respecta a las decisiones de inversión de las empresas en un ámbito de libre

movilidad internacional de factores, principalmente el capital.

La evidencia disponible apuntala la concepción de que la IED presenta

beneficios netos a las economías anfitrionas.

El marco legal mexicano de la IE está diseñado solamente con miras a

flexibilizar la regulación de los flujos financieros externos; y no considera

elementos que permitan el uso de políticas activas de inversión extranjera.

141
El curso del marco legal actual mexicano de la inversión extranjera directa,

reduce el nivel de actuación del Estado mexicano ante perturbaciones económicas

externas.

El Estado mexicano requiere definir directrices en materia de política de

inversión extranjera en función de la actualidad nacional y con base en ello

reestructurar en la medida de los posible el marco legal.

Los resultados de los estudios de caso, ya sea empleando modelos

econométricos o de otra índole, y sin demérito de sus hallazgos, no aportan

evidencias robustas, o dicho de otra forma aportan evidencias mixtas, dada la

disparidad y contradicciones de sus resultados por lo que la elaboración de política

económica debe estar alineada a estudios específicos.

En analogía con el mercado real en lo relativo a las exportaciones e

importaciones mexicanas, Estados Unidos de América es el principal país de

donde proviene la mayor parte de IED a la economía nacional, la cercanía con el

extenso mercado norteamericano incentiva flujos de IED hacia México.

La IED en territorio mexicano no muestra una distribución espacial

homogénea en el tiempo, por el contrario se concentra en su mayor parte en sólo

una entidad federativa, el Distrito Federal.

Las preferencias sectoriales de los inversores extranjeros, para el caso de

México, cambian su preeminencia en el tiempo.

142
La IED en el país, ha desempeñado un papel relevante en el

comportamiento de las exportaciones y las importaciones, asimismo para la

formación bruta de capital; convirtiéndose en la principal fuente de financiamiento

externo.

Los principales determinantes de atracción de inversión extranjera directa de

la economía nacional, para el horizonte de tiempo propuesto, son la productividad

total de los factores, los salarios reales, el tipo de cambio y la IED previa.

La aportación de la IED a la productividad del trabajo es relativamente baja,

por lo tanto su aportación al crecimiento económico guarda mayor relación con su

aportación al financiamiento de la producción y en menor medida con la existencia

de derrama tecnológica.

No se encontraron evidencias que justifiquen el empleo de recursos para

excepciones y subvenciones fiscales, o para el uso de incentivos financieros, para

atraer IED, diferenciándola de la inversión doméstica.

Se constató que no hay lineamientos de política de inversión extranjera

directa activos, y deja a los vaivenes del mercado el porvenir de los

acontecimientos económicos nacionales.

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