Você está na página 1de 4

Vacunas para bebés, niños y adolescentes

Las vacunas ayudan a proteger a bebés, niños y adolescentes de enfermedades


graves. Recibir las vacunas de la infancia significa que su hijo puede desarrollar
inmunidad (protección) contra enfermedades antes de que entren en contacto con
ellas.

¿Sabía que al vacunar a su hijo también protege a otros? Gracias a la inmunidad


comunitaria, las vacunas ayudan a evitar que se enfermen los hermanos
pequeños de su hijo, miembros de la familia mayores y amigos. Conozca más
sobre la inmunidad comunitaria.

En esta sección, encontrará información y calendarios de vacunación para:

 Bebés y niños desde el nacimiento hasta los 6 años


 Preadolescentes y adolescentes de 7 hasta 18 años

Nacimiento
 Hep B: vacuna contra la hepatitis B. Lo ideal es administrar la primera dosis
dentro de las 24 horas del nacimiento; pero los niños que no hayan sido
vacunados pueden recibir la vacuna a cualquier edad. Algunos bebés que tienen
bajo peso al nacer recibirán la vacuna al cumplir un mes o al ser dados de alta del
hospital.

1 o 2 meses
 Hep B: la segunda dosis se debe aplicar de uno a dos meses después de la
primera dosis.

2 meses
 DTPa: vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina acelular
 Hib: vacuna contra la bacteria Haemophilus influenzae tipo b
 VPI: vacuna antipoliomielítica inactivada
 VNC: vacuna antineumocócica conjugada
 RV: vacuna contra el rotavirus

4 meses
 DTPa
 Hib
 VPI
 VNC
 RV
6 meses
 DTPa
 Hib: la tercera dosis de esta vacuna puede ser necesaria, dependiendo de la
marca de la vacuna Hib utilizada en vacunaciones previas.
 VNC
 RV: la tercera dosis de esta vacuna puede ser necesaria, dependiendo de la
marca de la vacuna RV utilizada en vacunaciones previas.

6 meses y cada año


 Vacuna antigripal (influenza): esta vacuna se recomienda cada año para niños
de seis meses en adelante.
o Los niños menores de nueve años que reciban la vacuna antigripal por primera
vez (o a quienes solo les hayan puesto una dosis antes de julio de 2017) deben
recibir dos dosis separadas por un intervalo mínimo de un mes.
o Los niños menores de nueve años que hayan recibido por lo menos dos dosis de
la vacuna antigripal previamente (sea en la misma temporada o en temporadas
diferentes) solo necesitarán una dosis.
o Los niños mayores de nueve años necesitan solo una dosis.
 La vacuna se administra en forma de inyección con una aguja. Actualmente, no se
recomienda el espray nasal porque en los últimos años no resultó tan efectivo.

6 a 18 meses
 Hep B
 VPI

12 a 15 meses
 Hib
 Triple vírica: vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola
 VNC
 Vacuna contra la varicela

12 a 23 meses
 Hep A: vacuna contra la hepatitis A; se administra en dos inyecciones separadas
por un intervalo mínimo de seis meses.

15 a 18 meses
 DTPa

4 a 6 años
 DTPa
 Triple vírica
 VPI
 Varicela

11 a 12 años
 VPH: vacuna contra el virus del papiloma humano; se administra en dos
inyecciones a lo largo de un período de 6 a 12 meses. Se puede administrar a
partir de los nueve años. Para adolescentes y adultos jóvenes de 15 a 26 años de
edad, se administra en tres inyecciones a lo largo de un período de seis meses.
Se recomienda tanto para niñas como para niños a fin de evitar la aparición de
verrugas genitales y ciertos tipos de cáncer.
 DTPa: dosis de refuerzo contra el tétanos, la difteria y la tos ferina acelular.
También se recomienda durante cada embarazo.
 Vacuna antimeningocócica conjugada: se recomienda una dosis de refuerzo a
los 16 años de edad.

16 a 18 años
 Vacuna contra el meningococo B (MenB): se puede administrar a niños y
adolescentes en dos o tres dosis, según la marca. A diferencia de la vacuna
antimeningocócica conjugada, que es recomendable en el caso general, la vacuna
MenB se administra a criterio exclusivo del médico.

Circunstancias especiales
 La vacuna contra la hepatitis A también se recomienda a niños de dos años de
edad en adelante que corran el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Esto
incluye a personas que viven en países con alta incidencia de esta enfermedad,
que viajan a estos países o que adoptan a niños de esta procedencia; personas
con trastornos de la coagulación y personas con enfermedades crónicas del
hígado. Esta vacuna también se puede administrar a personas que quieran ser
inmunes a la hepatitis A y es útil para el personal de guarderías, centros de
preescolar y escuelas, más expuesto a padecerla.
 La triple vírica se puede administrar a bebés de solo seis meses de edad que
vayan a emprender viajes internacionales. Aun así, estos niños deben recibir las
dosis recomendadas de rutina entre los 12 y 15 meses, y los 4 y 6 años de edad,
pero pueden recibir la segunda dosis a partir de las cuatro semanas de haber
recibido la primera dosis si viajarán y están en riesgo. Durante una epidemia de
paperas, los niños mayores de un año que estén en contacto con personas
infectadas deben recibir otra dosis de la vacuna, sin importar cuántas dosis hayan
recibido.
 La vacuna antigripal es especialmente importante para aquellos niños que se
exponen a desarrollar problemas de salud como consecuencia de la gripe. Los
grupos de alto riesgo incluyen, aunque no se limitan, a los niños menores de cinco
años de edad y a quienes padezcan afecciones médicas crónicas, como el asma,
problemas de corazón, enfermedad de células falciformes, diabetes, o una
infección por VIH.
 Las vacunas contra el meningococo se pueden administrar a niños de solo
ocho semanas de edad (en función del tipo específico de vacuna) que corran el
riesgo contraer una infección por meningococo, como la meningitis. Esto incluye a
niños que padecen ciertos trastornos inmunitarios. Los niños que viven en (o que
vayan a viajar a) países donde la meningitis es frecuente o donde se haya
declarado un brote de esta enfermedad también deben recibir esta vacuna.
 Las vacunas contra el neumococo también se pueden administrar a niños
mayores (de dos años de edad en adelante) con problemas que afecten al sistema
inmunitario, como llevar un implante coclear, padecer una enfermedad cardíaca
crónica o una enfermedad pulmonar crónica.

Você também pode gostar